M. Malmierca's Reviews > Esperando a los bárbaros

Coetzee (1940-), en Esperando los Bárbaros (1980), nos habla de dos mundos antagónicos: el imperio colonial occidental conquistador y el «bárbaro» (tribus nómadas en este caso), y lo hace mostrándonos el punto de vista de un hombre (administrador de un fuerte fronterizo) que pertenece al imperio, pero que vive (convive) desde hace mucho tiempo en la frontera de esos dos mundos.

A través de la narración en primera persona de ese hombre, asistimos a su completa transformación: primero asimilación, después, dudas sobre su fidelidad y, finalmente, rebelión contra su propio mundo que termina reconociendo como opresor.

Es difícil entender a los «otros» sin convivir con ellos, sin ser participes de su cultura, de su rutina diaria, sin conocer el espacio donde se mueven, de donde sacan su sustento. Esto es lo que nos enseñan los constantes monólogos del administrador. Su incomprensión hacia unos asesinatos, torturas, etc. (sin ningún ápice de pudor o respeto a la ley) que solo se entienden desde un distanciamiento moral tan grande como puede existir entre el hombre y las bestias. Solo es posible tal grado de horror si se considera al otro como un ser inferior.

La prosa intensa, pero sencilla del autor nos enfrenta a nuestros propios demonios como occidentales a través de las constantes críticas hacia ese imperio pasado, en el que podemos reconocer algunos de sus comportamientos como actuales, aunque, eso sí, revestidos de la sutileza suficiente para no hacernos sentir culpables.

Sin duda, merece la pena leerlo.