Danza con lobos
89,645
Western. Aventuras. Drama
Tras la Guerra de Secesión (1861-1865) y en plena colonización del Oeste (1785-1890), el desencantado teniente John J. Dunbar se dirige a un lejano puesto fronterizo que ha sido abandonado por los soldados. Su soledad lo impulsa a entrar en contacto con los indios sioux; así es como conoce a "En pie con el puño en alto", una mujer blanca que fue adoptada por la tribu cuando era niña. Poco a poco, entre Dunbar y los sioux se establece ... [+]
31 de agosto de 2006
252 de 281 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las películas claves de la historia del cine de las últimas décadas. No solamente consigue recuperar el western que había pasado por la peor década de la historia que fueron los ochenta sino que Costner nos ofrece uno de los mejores trabajos de un director debutante de la historia del cine.
La película es un cúmulo de aciertos tanto de forma como de fondo que le hacen una experiencia cinematográfica exultante. La historia conmueve y eso que algunos consideran algo blandengue no es otra cosa que tener empatía e interés por la gente, por los animales, por la naturaleza que pisamos, matamos y destruimos todos los días.
La película es un canto a la naturaleza, a los animales (la importancia de su caballo, de Calcetines, de los bisontes...) No se trata de una película proindia o antinada, sino más bien un canto al desarrollo sostenible a no fagocitar todo y a todos y a intentar estar en el ecosistema sin desequilibrarlo y respetar los recursos sin ponerlos en peligro tal y como hacían en general los pueblos indígenas norteamericanos. Pero sin idealizar nada, no existe la idea del buen salvaje, ellos matan y lo que es más importante se matan entre ellos. No existe un mundo idílico preeuropeo en América donde todos se dan abrazos y besos sino donde se lucha por existir y se domina y extermina a otros pueblos indígenas.
En cuanto a aspectos técnicos la fotografía de Semler es preciosa (fue el fotógrafo de la saga de Mad Max), y John Barry, compone una de sus tres o cuatro mejores partituras de toda su vida. Aunque no se trata de una película de actores, podemos decir que están en general muy bien. Y que Kevin Costner aunque fracasó con la mediocre "The Postman" nos regaló otro peliculón como "Open Range" injustamente olvidado.
Si podéis ver la versión de casi cuatro horas con unos buenos altavoces y con una buena calidad de imagen disfrutaréis de una delicia para los sentidos y la mente.
Esto es Cine. Formalmente bello y contenido comprometido y justo.
La película es un cúmulo de aciertos tanto de forma como de fondo que le hacen una experiencia cinematográfica exultante. La historia conmueve y eso que algunos consideran algo blandengue no es otra cosa que tener empatía e interés por la gente, por los animales, por la naturaleza que pisamos, matamos y destruimos todos los días.
La película es un canto a la naturaleza, a los animales (la importancia de su caballo, de Calcetines, de los bisontes...) No se trata de una película proindia o antinada, sino más bien un canto al desarrollo sostenible a no fagocitar todo y a todos y a intentar estar en el ecosistema sin desequilibrarlo y respetar los recursos sin ponerlos en peligro tal y como hacían en general los pueblos indígenas norteamericanos. Pero sin idealizar nada, no existe la idea del buen salvaje, ellos matan y lo que es más importante se matan entre ellos. No existe un mundo idílico preeuropeo en América donde todos se dan abrazos y besos sino donde se lucha por existir y se domina y extermina a otros pueblos indígenas.
En cuanto a aspectos técnicos la fotografía de Semler es preciosa (fue el fotógrafo de la saga de Mad Max), y John Barry, compone una de sus tres o cuatro mejores partituras de toda su vida. Aunque no se trata de una película de actores, podemos decir que están en general muy bien. Y que Kevin Costner aunque fracasó con la mediocre "The Postman" nos regaló otro peliculón como "Open Range" injustamente olvidado.
Si podéis ver la versión de casi cuatro horas con unos buenos altavoces y con una buena calidad de imagen disfrutaréis de una delicia para los sentidos y la mente.
Esto es Cine. Formalmente bello y contenido comprometido y justo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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16 de julio de 2009
172 de 180 usuarios han encontrado esta crítica útil
De pequeño yo iba con los indios. Tal era mi pasión por los pieles rojas que en su día llegué a aprenderme el nombre de muchas tribus indias; Estaban los Cherokees, los Arapahoes, los Cheyenes... y los Sioux, mis favoritos. Las praderas americanas, con sus búfalos, sus tipis y sus guerreros a caballo eran un sueño para mi, un sueño con el que me di de bruces el día que entré a ver esta peli, la película que siempre había querido ver, una en la que los buenos fueran los indios.
Todo en Bailando con Lobos es maravilloso, desde la sublime banda sonora de John Barry a la fotografía, pasando por los actores y llegando hasta un Costner en estado de gracia que nunca ha vuelto a hacer nada ni remotamente parecido.
Todo en Bailando con Lobos es maravilloso, desde la sublime banda sonora de John Barry a la fotografía, pasando por los actores y llegando hasta un Costner en estado de gracia que nunca ha vuelto a hacer nada ni remotamente parecido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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16 de agosto de 2006
98 de 111 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es inevitable compararla con "Un hombre llamado Caballo" (1970), una película anterior con la que comparte las bases de la historia y un espíritu naturalista que trata de desmitificar y dignificar al pueblo indio americano. Y sin embargo ésta es muchísimo más madura y cinematográfica. Será repetir lo anterior, pero no por ello menos cierto, decir que la fotografía es preciosa, que la música alterna perfectamente la épica con el intimismo, que no desentona ningún actor –ni siquiera los jóvenes sioux–, que las vastas praderas norteamericanas pocas veces han sido retratadas con tanto lirismo, que merece toda mi admiración el esfuerzo que han hecho por dialogar en lengua Lakota y subtitularlo todo, etc., etc.
La historia es larga, pero yo no quitaría un solo minuto, ni de la versión extendida ni de la proyectada en los cines el día de su estreno. No hace falta porque te absorbe desde el primer momento.
Me gustaría, si se me permite, replicar al comentario de Pablo Kurt que considera una pega el hecho de que Kostner se tenga que enamorar de una blanca. A mí me parece que lo menos verosímil, según se cuenta la historia, habría sido que se enamorara de una sioux con la que no se habría podido comunicar ni en un millón de años. Introduciendo a esa mujer blanca que conoce ambos idiomas, se hace creíble la integración más o menos rápida, cosa que no ofrecía la película del 70.
Si quieren ver relaciones entre blancos e indios, pásense por "Las aventuras de Jeremías Johnson".
La historia es larga, pero yo no quitaría un solo minuto, ni de la versión extendida ni de la proyectada en los cines el día de su estreno. No hace falta porque te absorbe desde el primer momento.
Me gustaría, si se me permite, replicar al comentario de Pablo Kurt que considera una pega el hecho de que Kostner se tenga que enamorar de una blanca. A mí me parece que lo menos verosímil, según se cuenta la historia, habría sido que se enamorara de una sioux con la que no se habría podido comunicar ni en un millón de años. Introduciendo a esa mujer blanca que conoce ambos idiomas, se hace creíble la integración más o menos rápida, cosa que no ofrecía la película del 70.
Si quieren ver relaciones entre blancos e indios, pásense por "Las aventuras de Jeremías Johnson".
5 de enero de 2008
77 de 86 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Bailando con lobos” es uno de los grandes ejemplos de la historia del cine en el que el espectáculo y la calidad se funden con magistral armonía sin desmerecer ni uno sólo de los fotogramas de su extenso metraje. La edición especial de este maravilloso film aporta un sin fin de matices que contribuyen a enriquecer no sólo su desarrollo, sino también las tradiciones y motivaciones de los indios Sioux, así como los sentimientos de su protagonista John Dumbar.
“Bailando con lobos” es una película ecológica, optimista, que cree en los principios básicos de nuestros sentimientos y que dicta en su desarrollo, un feroz veredicto sobre la crueldad del desarrollo urbano. Dumbar nos muestra su visión de un mundo que desconocía que existiera, un mundo que le habían disfrazado de mentiras y que nada tenía que ver con la realidad, un mundo del que se enamora perdidamente por su sentido de la humanidad. Los Sioux viven al margen del egoísmo blanco, que arrasa sin compasión todos los territorios por los que pasan, los Sioux viven por el núcleo familiar y trabajan para su bienestar en plena fraternidad con la naturaleza, de la que toman exclusivamente aquello que necesitan para su supervivencia.
“Bailando con lobos” es una historia de amor que va más allá de dos personas. En la aldea, los niños son hijos de todos, hermanos de todos, padres de todos, nadie está sólo y unos y otros sacrificarán sus vidas por salvar la de cualquiera de sus congéneres, es el utópico antagonismo de la fría sociedad actual gobernada por el materialismo y la sin razón. Un alegórico relato de nuestra civilización actual, en el que el sistema político aniquila con mentiras todo aquello que sea diferente y carezca defensa.
“Bailando con lobos” es una película ecológica, optimista, que cree en los principios básicos de nuestros sentimientos y que dicta en su desarrollo, un feroz veredicto sobre la crueldad del desarrollo urbano. Dumbar nos muestra su visión de un mundo que desconocía que existiera, un mundo que le habían disfrazado de mentiras y que nada tenía que ver con la realidad, un mundo del que se enamora perdidamente por su sentido de la humanidad. Los Sioux viven al margen del egoísmo blanco, que arrasa sin compasión todos los territorios por los que pasan, los Sioux viven por el núcleo familiar y trabajan para su bienestar en plena fraternidad con la naturaleza, de la que toman exclusivamente aquello que necesitan para su supervivencia.
“Bailando con lobos” es una historia de amor que va más allá de dos personas. En la aldea, los niños son hijos de todos, hermanos de todos, padres de todos, nadie está sólo y unos y otros sacrificarán sus vidas por salvar la de cualquiera de sus congéneres, es el utópico antagonismo de la fría sociedad actual gobernada por el materialismo y la sin razón. Un alegórico relato de nuestra civilización actual, en el que el sistema político aniquila con mentiras todo aquello que sea diferente y carezca defensa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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13 de julio de 2007
49 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siento mucho estar en desacuerdo con la gente a la que le gustan aquellos westerns clásicos tan vomitivamente estereotipados en los que, la verdad sea dicha, los blancos siempre eran los héroes, los "buenos" y los "civilizados", mientras que los indios eran poco más que trogloditas (en el peor sentido de la palabra), malísimos, atacando a los blancos a troche y moche (ah, siempre se les olvidaba mencionar en esas películas que los blancos habían llegado a América a dar por culo, habían expulsado brutalmente a los indios de sus territorios, los habían denigrado, pisoteado su dignidad y reducido a la condición de bestias. Poquilla cosa). Ah, ¿y por qué coño los indios siempre hablaban con infinitivos? ¿Alguien se lo explica?: "Jau. Mí ser Toro Sentado y creer que tú, hombre blanco, ser capullo porque siempre ponerme en películas hablando como gilipollas."
Por fin, Kevin Costner nos regaló un western en condiciones, que nos muestra por una condenada vez el punto de vista de los maltratados indios y, de paso, nos hizo pasar unas horas fascinantes mientras aprendíamos el valor del respeto, la tolerancia, la veneración a la naturaleza y a considerar, por fin, quiénes eran más civilizados.
Tengo poco que objetar a esta estupenda obra cinematográfica repleta de lirismo, un canto a la naturaleza y a la paz. Si acaso, a veces se hace un poco lenta en su desarrollo, pero ésas son las únicas pegas que le encuentro. Ah, y también coincido con Pablo Kurt. ¿Es que un blanco no podía enamorarse de una india? Eso raya un poco y me hace reflexionar si no persistirán todavía ciertos prejuicios en la película, pese a su loable intento de superarlos en gran medida.
Uno de los mejores westerns que se han filmado.
Por fin, Kevin Costner nos regaló un western en condiciones, que nos muestra por una condenada vez el punto de vista de los maltratados indios y, de paso, nos hizo pasar unas horas fascinantes mientras aprendíamos el valor del respeto, la tolerancia, la veneración a la naturaleza y a considerar, por fin, quiénes eran más civilizados.
Tengo poco que objetar a esta estupenda obra cinematográfica repleta de lirismo, un canto a la naturaleza y a la paz. Si acaso, a veces se hace un poco lenta en su desarrollo, pero ésas son las únicas pegas que le encuentro. Ah, y también coincido con Pablo Kurt. ¿Es que un blanco no podía enamorarse de una india? Eso raya un poco y me hace reflexionar si no persistirán todavía ciertos prejuicios en la película, pese a su loable intento de superarlos en gran medida.
Uno de los mejores westerns que se han filmado.
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