Danza con lobos
89,699
Western. Aventuras. Drama
Tras la Guerra de Secesión (1861-1865) y en plena colonización del Oeste (1785-1890), el desencantado teniente John J. Dunbar se dirige a un lejano puesto fronterizo que ha sido abandonado por los soldados. Su soledad lo impulsa a entrar en contacto con los indios sioux; así es como conoce a "En pie con el puño en alto", una mujer blanca que fue adoptada por la tribu cuando era niña. Poco a poco, entre Dunbar y los sioux se establece ... [+]
26 de febrero de 2011
20 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver esta película por decima vez o así (en versión extendida) solo puedo corroborar que es la puta mejor película del mundo. Película que nos invita a reflexionar sobre el ser humano y su forma de relacionarse con su entorno y los demás seres vivos (incluido humanos). No le falta ni le sobra ningún detalle. El ritmo de la acción es cojonudamente tranquilito y transmite una paz como pocas películas lo hacen (aquí podría decir que también la sentí con "el último cazador", pero claro, como historia no le llega ni a la suela). Las actuaciones y reacciones de los animales son completamente creíbles (me refiero a calcetines). Las escenas de paisajes son acojonantes. Cabello al viento es el mejor indio que he visto en pantalla en mi vida...
En serio BUENISIMA. Dan ganas de ponerse un taparrabos y liarse a ensartar blancos con una lanza de la mala ostia que te entra.
Yo no sé como el tito Kevin ha hecho semejante truños después de esta obra maestra. Pero en fin, todo se le puede perdonar tras revisar bailando con lobos. Se ve que aquí tuvo un gran momento de inspiración. Esta tan bien acabada que no parece afectarle el paso del tiempo, cosa que, a mi juicio, no podríamos decir de otras películas épicas de los noventa, como braveheart o el último mohicano, donde el paso de los años se hace latente en cada fotograma.
lo vuelvo a repetir, aunque me haga pesado, desde mi punto de vista es la mejor película que he visto y la que más me gusta (junto con Zorba el griego) y es por esto que no me he podido resistir a recomendarla a todo dios que lea esta crítica. No sé como tiene un triste siete de nota, pero en fin...
En serio BUENISIMA. Dan ganas de ponerse un taparrabos y liarse a ensartar blancos con una lanza de la mala ostia que te entra.
Yo no sé como el tito Kevin ha hecho semejante truños después de esta obra maestra. Pero en fin, todo se le puede perdonar tras revisar bailando con lobos. Se ve que aquí tuvo un gran momento de inspiración. Esta tan bien acabada que no parece afectarle el paso del tiempo, cosa que, a mi juicio, no podríamos decir de otras películas épicas de los noventa, como braveheart o el último mohicano, donde el paso de los años se hace latente en cada fotograma.
lo vuelvo a repetir, aunque me haga pesado, desde mi punto de vista es la mejor película que he visto y la que más me gusta (junto con Zorba el griego) y es por esto que no me he podido resistir a recomendarla a todo dios que lea esta crítica. No sé como tiene un triste siete de nota, pero en fin...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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9 de febrero de 2008
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debut como director de Kevin Costner que constituye uno de los trabajos primerizos más logrados de la historia del cine, siete oscar incluyendo el de mejor director.
Westerns clásicos que recuerde donde traten a los indios de un modo diferente se me vienen a la cabeza "Flecha rota", "La puerta del diablo" y a la que más se parece "Un hombre llamado caballo", pero sin duda es "Bailando con lobos" la más épica y la que mejor ha sabido relacionar al hombre blanco y al indio, aprendiendo así a hablar ambos el mismo idioma, no de la noche a la mañana como en otras películas, aunque aquí use a una intérprete blanca dando así más razón para que se enamore, no creo que haga falta decir que es desmitificadora, pues tiene un toque especial naturalista, obligando a usar como ejemplo la frase "Piensa que nada puede vivir sin que otra cosa muera" (No se dice en esta película, sino que es un ejemplo), en el trato de los búfalos, Costner se mete tanto en el mundo de los indios que hasta duda de su raza, acompañado de escenas memorables como las del lobo y su caballo Cisco, la gran banda sonora de John Travis y la magnífica fotografía de Dean Semler.
En el reparto como es normal Costner de protagonista y sinceramente no me imagino a otro en su lugar, Graham Greene como "Pájaro guía" actor nativo americano, Mary McDonnell "En pie con el puño en alto" como la mujer blanca acogida por los Sioux, Wes Studi como jefe de los Pauni, etc... en definitiva, una película inolvidable, directa al corazón.
Westerns clásicos que recuerde donde traten a los indios de un modo diferente se me vienen a la cabeza "Flecha rota", "La puerta del diablo" y a la que más se parece "Un hombre llamado caballo", pero sin duda es "Bailando con lobos" la más épica y la que mejor ha sabido relacionar al hombre blanco y al indio, aprendiendo así a hablar ambos el mismo idioma, no de la noche a la mañana como en otras películas, aunque aquí use a una intérprete blanca dando así más razón para que se enamore, no creo que haga falta decir que es desmitificadora, pues tiene un toque especial naturalista, obligando a usar como ejemplo la frase "Piensa que nada puede vivir sin que otra cosa muera" (No se dice en esta película, sino que es un ejemplo), en el trato de los búfalos, Costner se mete tanto en el mundo de los indios que hasta duda de su raza, acompañado de escenas memorables como las del lobo y su caballo Cisco, la gran banda sonora de John Travis y la magnífica fotografía de Dean Semler.
En el reparto como es normal Costner de protagonista y sinceramente no me imagino a otro en su lugar, Graham Greene como "Pájaro guía" actor nativo americano, Mary McDonnell "En pie con el puño en alto" como la mujer blanca acogida por los Sioux, Wes Studi como jefe de los Pauni, etc... en definitiva, una película inolvidable, directa al corazón.
4 de enero de 2006
19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos habalando de una de las mejores películas de la historia. Bajo los parámetros de una dirección que roza la perfección, Costner nos presenta una historia memorable. La colonización europea en norte-américa, presentada de modo áspero y cruel... ¿acaso hay otro modo de retratarlo?. Lo que Costner viene a decirnos, es que, en realidad, los salvajes no eran los indios (en contra de lo que tantas películas del oeste viene a decir) sino que los verdaderos salvajes fueron (fuimos) los europeos: es salvaje quien coloniza y nunca el colonizado, es salvaje quien no respeta otras culturas, es salvaje quien se cree superior por el mero hecho de tener un arma de fuego, es salvaje quien destruye y no entiende... es salvaje quien desprecia a la naturaleza. El pueblo indio ha sido víctima de la prepotencia europea... Kevin Costner así lo entiende, y así lo refleja en su gran obra. En ella su personaje se mezcla con ellos, los escucha, los comprende y por supuesto lucha con ellos, por una causa verdadera, por una causa noble, no lucha y muere por un trozo de tela rojo y blanco... lucha por un ideal. Realmente sobrecogedora, una película memorable que ha pasado ya a los anales de la historia del cine. Bravo Costner, te has ganado mi respeto para siempre.
26 de marzo de 2011
19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la típica que no tópica peli, que si quitas el nombre del director y pones bien grande CLINT EASTWOOD la gente en tropel la pone un 10. Pero es impensable en "el hombre que no debío salir de los pechos de Leone" pudiera haber hecho semejante obra de arte. Arte es poner el nombre de calcetines al lobo. Comparar Bailando con lobos con Sin Perdón es lo mismo que si comparo McEnroe con Ivan Lend en Wiblendon. 3-0. Roland Garros es otra historia. Para el que no lo haya entendido McEnroe es Bailando con lobos. La bola entró señor McEnroe. Otro gallo cantaría si al zurdo de Douglaston le hubieran puesto el ojo de halcón. Habrían ganado él y los jueces de silla. Suplicio era ser juez de silla en la época de gran Mac.
15 de agosto de 2011
33 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo que intenté ver por primera vez "Bailando con lobos" cuando tenía 12 años. A la media hora lo dejé por puro aburrimiento. Unos años más tarde lo intenté de nuevo con igual fortuna. Y sin embargo, pese a mi inmadurez, percibía una belleza, una magia en la película que me hacia pensar que, aunque fuese muy aburrida, era magnífica.
Cuando ayer la vi entera (la versión del director, además) me di cuenta que tenía razón. Es una obra que desde los primeros compases desprende una magia, una atracción, un tono de auténtica obra maestra que la hacen inolvidable. La clave está en la dirección de Kevin Costner. El tono es de un clasicismo épico, de una formalidad impecable, de una belleza difícil de igualar. Grandiosa, sublime, crepusucular. Nada de efectos especiales, todo paisajes naturales, realismo puro, pero lírico e intimista. Gracias a su maestria, el director consigue convertir en épicas escenas que rodadas de otro modo serían anodinas. Además la fotografía de Dean Semler es preciosa, la música de John Barry absolutamente conmovedora, el montaje, la ambientación, los actores, el guión, perfectos. Está tan bien rodada que pese a lo largo del metraje en ningún momento te se hace aburrida.
Y luego la historia en si es de una melancolía abrumadora. Un hombre desesperado que quiere morir, que quiere huir de la sociedad occidental y que desea ver, vivir en la frontera "antes de que desaparezca", en contacto con la naturaleza, en uno de los últimos espacios vírgenes al margen del hombre blanco. Y en ese viaje iniciático, el contacto con el otro, con los indios. Y la comunicación y el comprenderse primero, para luego apreciarse y al final quererse. Todo está narrado perfectamente intercalando secuencias casi de antropólogo con otras más bien poéticas.
La película, pese a algunas interpretaciones, no cae en el maniqueísmo (porque los indios también hacen cosas malas), en el antiamericanismo, o en el tercermundismo. Simplemente muestra la realidad, lo que fue frente a lo que podía haber sido. El camino de John y el de los indios, el del respeto, el de la comprensión, el de la convivencia, el del aprecio mutuo, entre ambos pueblos, y todos los pueblos con la naturaleza, con los animales que habitan la tierra. Todo ello está envuelto de una melancolía, de una tristeza arrebatadora. Esos espacios naturales, esas tribus, esos lugares sagrados, esos bosques, esos lobos, esos bisontes seguramente ya no existen aplastados por ciudades, el ferrocarril, las carreteras, la deforestación, la caza, el exterminio, etc.
En fin, gran película, merecedora (por una vez estoy de acuerdo con la Academia) de los 7 oscars que se llevó (mejor película, director, guión adaptado, fotografía, sonido, B.S.O. y montaje), llena de momentos preciosos, con un sabor muy especial, propio del cine clásico moderno, muy de finales de los 80 y principios de los 90, que reflejó perfectamente (y ayudó a crear) el espíritu de aquella época memorable.
Cuando ayer la vi entera (la versión del director, además) me di cuenta que tenía razón. Es una obra que desde los primeros compases desprende una magia, una atracción, un tono de auténtica obra maestra que la hacen inolvidable. La clave está en la dirección de Kevin Costner. El tono es de un clasicismo épico, de una formalidad impecable, de una belleza difícil de igualar. Grandiosa, sublime, crepusucular. Nada de efectos especiales, todo paisajes naturales, realismo puro, pero lírico e intimista. Gracias a su maestria, el director consigue convertir en épicas escenas que rodadas de otro modo serían anodinas. Además la fotografía de Dean Semler es preciosa, la música de John Barry absolutamente conmovedora, el montaje, la ambientación, los actores, el guión, perfectos. Está tan bien rodada que pese a lo largo del metraje en ningún momento te se hace aburrida.
Y luego la historia en si es de una melancolía abrumadora. Un hombre desesperado que quiere morir, que quiere huir de la sociedad occidental y que desea ver, vivir en la frontera "antes de que desaparezca", en contacto con la naturaleza, en uno de los últimos espacios vírgenes al margen del hombre blanco. Y en ese viaje iniciático, el contacto con el otro, con los indios. Y la comunicación y el comprenderse primero, para luego apreciarse y al final quererse. Todo está narrado perfectamente intercalando secuencias casi de antropólogo con otras más bien poéticas.
La película, pese a algunas interpretaciones, no cae en el maniqueísmo (porque los indios también hacen cosas malas), en el antiamericanismo, o en el tercermundismo. Simplemente muestra la realidad, lo que fue frente a lo que podía haber sido. El camino de John y el de los indios, el del respeto, el de la comprensión, el de la convivencia, el del aprecio mutuo, entre ambos pueblos, y todos los pueblos con la naturaleza, con los animales que habitan la tierra. Todo ello está envuelto de una melancolía, de una tristeza arrebatadora. Esos espacios naturales, esas tribus, esos lugares sagrados, esos bosques, esos lobos, esos bisontes seguramente ya no existen aplastados por ciudades, el ferrocarril, las carreteras, la deforestación, la caza, el exterminio, etc.
En fin, gran película, merecedora (por una vez estoy de acuerdo con la Academia) de los 7 oscars que se llevó (mejor película, director, guión adaptado, fotografía, sonido, B.S.O. y montaje), llena de momentos preciosos, con un sabor muy especial, propio del cine clásico moderno, muy de finales de los 80 y principios de los 90, que reflejó perfectamente (y ayudó a crear) el espíritu de aquella época memorable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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