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Voto de Markman:
8
8,2
96.825
Western. Drama
William Munny (Clint Eastwood) es un pistolero retirado, viudo y padre de familia, que tiene dificultades económicas para sacar adelante a su hijos. Su única salida es hacer un último trabajo. En compañía de un viejo colega (Morgan Freeman) y de un joven inexperto (Jaimz Woolvett), Munny tendrá que matar a dos hombres que cortaron la cara a una prostituta. (FILMAFFINITY)
12 de noviembre de 2013
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El paradigma de western crepuscular: desmitificador, de estética sombría, melancólico y taciturno, ambientado en la época en que bandoleros, justicieros y canallas varios de legendaria habilidad con el revólver estaban ya cogiendo polvo en un rincón. La carne es frágil, la vida injusta y la muerte terriblemente real.
Más todo esto es un disfraz. Al final "Sin Perdón" acaba siendo un homenaje a la cultura de la venganza y la violencia estadounidenses, a los infinitos clones del "Hombre sin nombre" interpretados por Eastwood, al ídolo sobrehumano que aquí encarna por última vez y emerge en el tramo final de la cinta en toda su gloria, reconocible y admirable. Una última concesión de Clint a los fans antes de sumergirse en la etapa otoñal de su filmografía, ya decididamente pesimista y humanista, sin egocentrismos ni mitos inmortales.
Sin duda la traición final al tono y espíritu del film se comprende, se agradece y se disfruta. Valió la pena.
Una auténtica gozada: 8,1
Más todo esto es un disfraz. Al final "Sin Perdón" acaba siendo un homenaje a la cultura de la venganza y la violencia estadounidenses, a los infinitos clones del "Hombre sin nombre" interpretados por Eastwood, al ídolo sobrehumano que aquí encarna por última vez y emerge en el tramo final de la cinta en toda su gloria, reconocible y admirable. Una última concesión de Clint a los fans antes de sumergirse en la etapa otoñal de su filmografía, ya decididamente pesimista y humanista, sin egocentrismos ni mitos inmortales.
Sin duda la traición final al tono y espíritu del film se comprende, se agradece y se disfruta. Valió la pena.
Una auténtica gozada: 8,1