Educación del la voz

En la mayoría de los espectáculos y representaciones teatrales el actor tendrá que utilizar la voz como medio de expresión, trabajando su interpretación sobre un texto. Es por ello que decimos que la voz es un instrumento de trabajo fundamental para los actores. Su calidad y sus cualidades deben ser cuidadas y cultivadas continuamente. El buen actor debe tener las técnicas precisas para no forzar nunca su voz y sacar el máximo rendimiento expresivo de ella. La voz de un actor o actriz tiene que tener estas cualidades imprescindibles: Suficiencia en cuanto al alcance o amplitud y resistencia mediante el dominio de la respiración, que es la base de una correcta emisión de la voz, de la modulación de su alcance y de la permanencia de esa voz en condiciones óptimas. Claridad en la pronunciación: esto se consigue mediante la correcta producción de cada uno de los sonidos de la lengua, aislados o combinados en sílabas o palabras. Expresividad en su entonación, ritmo, intensidad y timbre: el actor expresará no sólo el mensaje inmediato de las palabras, sino también el significado profundo, mediante la entonación, velocidad, pausas, y un énfasis Postura y relajación POSTURA Para usar apropiadamente la voz, como cualquier otra parte del cuerpo, es preferible que el organismo este en las mejores condiciones. Cualquier cosa que afecte el cuerpo afectara la voz, su calidad, ritmo o volumen. Se usa el ejemplo de Frederick Matthias Alexander, un joven actor que sufría de ronquera crónica y quien, tras auto-diagnosticarse, descubrió su problema: el uso de su cuerpo causo diversas contracturas y tensiones que deterioraron su voz. De esta forma, Alexander se dio cuenta de que la voz dependía del estado de todo el sistema neuromuscular. La manera de pararse determina los hábitos respiratorios que, por su parte, determinan la postura. La falta de alineamiento postural puede llevar a patologías que pueden deteriorar la voz, y una postura apropiada se obtiene por medio de entrenamiento. Para controlar correctamente el aparato fonador se necesita comprender el organismo en su totalidad y, ya que el desalineamiento de alguna parte del cuerpo causa que otra se desvíe para compensarla, un equilibrio entre músculos, ligamentos y articulaciones neutraliza las tensiones corporales.

Corporeity can be shown as an important study element of the relations between individuals, indicating a singular modus for the development of cognitive-affective processes. The aim of this study was to develop a reflection, starting from the analysis of a creative process that involved the realization of a poetic-theatrical experiment, in order to investigate how the dynamics between the word and the subtext were processed, using corporeity as argument for the explanation of the signification process. The thesis that I defend is that corporeity is the element that propitiate the process of signification, and the subtext being the in-between-place of this communication, establishing this dynamic as a pedagogy of the theatrical event. The dramaturgy of corporeity proposes a working way, originating from an intense intimate dynamization between the sensorial, corporeal, affective, aesthetical, esthesical, volitional, synaesthesical and imagery perceptions developed at the moment of the actors’ creative process. The working procedure addressing the dramaturgy of corporeity would also be a methodological alternative for the actors to learn to understand themselves as artists-educators and on how to make their work a potentiator of the link between these two words. In this study, the poetic-theatrical experiment, based on the text Prometheus Chained, by Aeschylus, was carried out as fieldwork, in order to foster the reflexive motes necessary for understanding the moments of aesthetic living, essential to an understanding of how pedagogy of the theatrical event works. With this work, it was possible to elucidate a differentiated way of operating the cognitive-affective processes, which occurs through the relations of corporeity. This fact made it possible to establish a singular means of educational, cognitive-affective processes, detached from traditional meanings in the field of education which usually think of them when focused through cognitive cognitive-encephalic analyzes. Thus, it was possible to observe the experiential relationships that occur during the theatrical event as an important field in the area of education, which has not yet received an explanatory approach as developed in this research.