Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano

En alguna ocasión el profesor Segovia y yo nos enfrascamos en una apasionante discusión sobre la importancia histórica de las ideas políticas de los monarcómacos, a raíz de una conocida y muy polémica afirmación del jurista Georg Jellinek que elegí como tema de examen para nuestros alumnos de licenciatura: "La Revolución francesa debe mucho más a las ideas de la Reforma protestante que a las ideas de la  Ilustración". Proviniendo de un teutón, por mucho que fuera maestro de Kelsen y colega de Max Weber, tal afirmación representaba una verdadera provocación, y en realidad ésa era precisamente la inteción al ponerla como tema de exámen. De cualquier modo, Segovia me demostró que tenía que investigar todavía mucho más a fondo la naturaleza exacta de las aportaciones de los monarcómacos ( sin descuidar, porupuesto, al pensamiento político de los jesuitas de la Contrarreforma), y es el resultado de tal tarea es el que ahora ofrezco como tributo al Festschrift fur Rafael Segovia que ha tenido a bien coordinar a nuestro queridísimo colega Fernando Serrano Migallón. Cómo dirían los españoles: !Vale¡

La figura de Olympe de Gouges se erige como uno de los primeros estandartes del feminismo en su primera vertiente, la del feminismo de la igualdad. Su Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana supuso una provocación que pretendía hacer expresa la situación de las mujeres en la Francia revolucionaria.

La Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano dada en Francia el 20 de agosto de 1789 posee un alto valor simbólico para la teoría política moderna y para el despliegue del discurso histórico de los derechos humanos. Sin embargo, desde su génesis, la doctrina que le inspira fue altamente cuestionada por la filosofía política convencionalmente rotulada como “conservadora”. En este artículo se analizan las razones de dicho cuestionamiento, prolongando el problema al relato contemporáneo de los derechos humanos.

Trabajo de investigación sobre los antecedentes históricos de los derechos humanos y las garantías individuales de los estados unidos mexicanos. El objetivo de ambos mecanismos creados por ambas asambleas constituyentes es procurar la protección de la dignidad de los ciudadanos.

El presente trabajo ofrece una problematización de las premisas en las que descansan los postulados políticos de la Revolución Francesa, particularmente de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. (1789). Los derechos que se consagraron, las normas que se dictaron y los conceptos que se enarbolaron, han servido de modelo, directa o indirectamente, a casi todas las constituciones políticas nacidas en suelo occidental. Sólo el modelo anglo-americano, con sus peculiaridades, seguirá, en parte, su propio curso.