año. VII - nº 13 — 2017 — issn nº 1853-760x
SCRIPTORIUM
desde las cátedras
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA ARGENTINA
Facultad de Cs. Sociales / Departamento de Historia - Cátedra Historia Medieval
SCRIPTORIUM
Somos un espacio abierto de participación y difusión
sobre los estudios medievales de la mano de historiadores,
estudiantes, profesores, investigadores y artistas de diferentes
instituciones.
issn nº 1853-760x
Directores:
Dra. Mariana Zapatero (UCA)
Dr. Gerardo Rodríguez (UNMdP / CONICET / ANH)
Dra. Cecilia Bahr (UCA)
Dra. Silvia Arroñada (UCA / CONICET)
Comité Editorial:
Dra. Gloria Cristina Florez Dávila (UNSM – Perú)
Dra. María Filomena Coelho (UB – Brasil)
Dr. Martín Ríos Saloma (UNAM – México)
Dr. Diego Melo Carrasco (UAI – Chile)
Secretaría General de Redacción:
Lic. Lucía Beraldi
Edición y Diseño:
Reybum
reybum.com.ar
Ilustración de tapa:
Detalle de la miniatura de un buho siendo molestado por otros
pájaros, del Bestiario, con extractos de Giraldus Cambresis sobre
pájaros irlandeses. (Inglaterra, Salisbury?. Segundo cuarto del
siglo XIII. Locación actual: British Library. Harley 4751, f. 47)
w w w. s c r i p t o r i u m . c o m . a r
UCA
Universidad Católica Argentina
Contacto:
[email protected]
Domicilio Editorial:
Av. Alicia Moreau de Justo 1500
(CABA, Buenos Aires, Argentina)
Sumario
4
Palabras iniciales por Cecilia Bahr
CÁTEDRA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PAMPA
8
Un aula abierta para la recreación imaginaria de la Edad Media por Lidia
Raquel Miranda
16
Las instituciones de clérigos guerreros: su representación en Iacobus y
su proyección al mundo actual por Concepción Campisi
28
La concepción ‘medievalesca’ en El nombre de la Rosa por Mariana
Alejandra Casado
40
La representación de la mujer en las letras hispánicas: de la Edad Media
a Historia del Rey Transparente por Nora Melina Moyano
CÁTEDRA UNIVERSIDAD DE TANDIL
54
La Historia Medieval y Moderna en tres seminarios virtuales: los
desafíos de la educación a distancia al mundo preindustrial por Silvina
Mondragón, Verónica Barragán y Javier Chimondeguy
62
Un abordaje a la Historia Natural y Moral de las Indias del jesuita José
de Acosta por Margarita Fernández
86
El Miedo en el Imaginario Social de Europa Occidental por Paula
Daniela Cava
106 Entre lo comunal y lo privado: las usurpaciones de comunales en
la transición al capitalismo. Intereses pecheros y la actuación de la
Justicia regia por Aldana Paola Bustamante
SCRIPTORIUM
4
Palabras iniciales
Presentamos el segundo número de Scriptorium desde las Cátedras que,
siguiendo la idea de difundir la Edad Media, tiene como objetivo principal dar
a conocer los trabajos realizados en el marco de cátedras de diferentes centros de
estudios, de variadas disciplinas y con posturas historiográficas diversas.
Como lo hacían en las escuelas catedralicias y en las universidades medievales,
los maestros de nuestro tiempo guían a los estudiantes a adquirir saberes a
partir de sus propios conocimientos, mediante métodos que aplican de acuerdo
a la experiencia o a la concepción del mundo de cada uno de ellos. Con este
bagaje los alumnos harán su propio camino a través de lecturas, investigación,
reflexión crítica, etc. Nuestra idea es mostrar los trabajos iniciales, aquellos que
aún gozan del cuidado y la corrección de los maestros, pero con un porcentaje de
investigación, lectura y reflexión propia.
En este caso ponemos a consideración de ustedes, nuestros lectores, la
producción de dos grupos diferentes por su origen, por la materia que tratan y
por el método utilizado, pero igualmente ricos en sus resultados.
El primero de ellos es el resultado del trabajo en el marco de la Cátedra
de Literatura Española I, de la carrera de Letras de la Universidad Nacional
de La Pampa “Un aula abierta para la recreación imaginaria de la Edad
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Media” cuya propuesta parte de la idea que los alumnos elijan y lean una
novela contemporánea y a través de ella analicen un tema o una problemática en
relación a los textos o géneros medievales. Así veremos una mirada particular
a Iacubus de Matilde Asensi, al Nombre de la rosa de Umberto Eco y a
Historia del Rey Transparente de Rosa Montero.
El segundo grupo de trabajos es el resultado de tres seminarios virtuales
ofrecido por la Cátedra de Historia Medieval y Moderna en el marco de la Unidad
de Gestión de Educación a Distancia de la Facultad de Ciencias Humanas de la
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires y agrupados
bajo el título de “Los desafíos de la educación a distancia al mundo
preindustrial”, cuyo arco temporal abarca desde el siglo XII al XVIII y cuya
temática incluye cuestiones relacionadas con la conquista de América en “Un
abordaje a la Historia Natural y Moral de las Indias del jesuita José de Acosta”,
con la Historia de las Mentalidades “El Miedo en el Imaginario Social de
Europa Occidental” y con la Historia Social “Entre lo comunal y lo privado: las
usurpaciones de comunales en la transición al capitalismo. Intereses pecheros y
la actuación de la Justicia regia”.
Nuestro agradecimiento a los maestros que guiaron estos trabajos y a los
alumnos que generosamente permitieron que conozcamos su producción.
Cecilia Bahr
6
SCRIPTORIUM
SCRIPTORIUM
7
CÁTEDRA
UNIVERSIDAD
NACIONAL
DE LA PAMPA
Cátedra Literatura Española I – Departamento de Letras
— Facultad de Ciencias Humanas —
SCRIPTORIUM
8
Un aula abierta
para
la recreación
imaginaria
de la Edad Media
SCRIPTORIUM
9
DOCENTE
RESPONSABLE
Lidia Raquel Miranda
[email protected]
N
os convoca la presentación de un Trabajo Práctico
integrador que estamos llevando adelante en Literatura
Española I del Departamento de Letras de la Facultad
de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de La Pampa,
cátedra del Profesorado y la Licenciatura que se cursa en el primer
cuatrimestre del segundo año del plan de estudios.
El programa de la asignatura se aboca a un corpus representativo
de la producción literaria española medieval, organizado en torno
de las manifestaciones genéricas más características, y orienta
la consideración textual hacia los lineamientos de la tradición
hispánica.
El fundamento de esta organización se sustenta en los
conocimientos que sobre la creación literaria del Medioevo español
han acumulado la erudición y la crítica literaria desde el siglo
XVIII hasta hoy. Asimismo, la aplicación al análisis del fenómeno
10
SCRIPTORIUM
literario de las contribuciones provenientes de la semiótica, la
lingüística y la antropología supone un aporte esclarecedor del
proceso interdiscursivo de las comunidades literarias medievales,
de sus focos culturales y de su influencia en la tradición oral y
escrita en lengua española, tanto del pasado como del presente.
Sobre la base de estos presupuestos, el desarrollo del programa
de la cátedra busca ofrecer a los estudiantes de las carreras de Letras
de la Facultad de Ciencias Humanas una serie de herramientas
conceptuales y metodológicas en el ámbito de especialidad en tanto
futuros docentes e investigadores. Es así que se propicia la lectura
y el estudio de los textos de la asignatura como parte del conjunto
de actividades que se desarrollan en el aula. Lo importante en
la lectura así concebida no es solo la comprensión del texto en
sí, sino también la capacidad de los estudiantes para establecer
relaciones entre los conceptos que se expresan en ese texto y
los conocimientos adquiridos en otras situaciones. El objetivo a
largo plazo es conseguir que el estudiante vaya construyendo
conocimiento, según sus posibilidades pero tendiendo a formarse
paulatinamente como lector especializado.
En el modelo sociocultural de la enseñanza y aprendizaje
elegido, en el que la comunicación ejerce un rol fundamental, la
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expresión oral también es un área de formación lingüística en la
que es necesario consolidar a los estudiantes. Por ello, se espera
fortalecer la competencia comunicativa oral de los matriculados
en distintas instancias prácticas de la asignatura.
Desde el punto de vista metodológico, para los estudiantes
de Profesorado se prevé un trabajo que facilite el desarrollo de
saberes y competencias en vistas a su futura labor docente, es
decir el campo de las prácticas, principalmente en lo que se
refiere a la ampliación del corpus textual relacionado con los
estudios medievales y al uso de la lengua española en contextos
académicos (oralidad y escritura). En tal sentido, se ponen en
juego estrategias de lectura, análisis y proyección del corpus
obligatorio a distintas producciones culturales que se relacionen
con la literatura del Medioevo, y otras de escritura monitoreada y
exposición pautada, todas ellas destinadas a superar la distancia
habitual entre formación disciplinar y pedagógica. En lo que
respecta a los estudiantes de Licenciatura, se abren los caminos
de la investigación en el orden de los estudios hispánicos en sí
mismos y también en el campo de los trabajos comparativos,
ámbitos susceptibles de indagación y reflexión académica.
En atención a todo ello, la actividad integradora, aquí reseñada,
12
SCRIPTORIUM
fue diseñada con la finalidad de que, luego de haber estudiado
las obras literarias del período estipuladas en el programa, los
estudiantes puedan leer novelas contemporáneas que recrean
imaginariamente los temas propios de las obras medievales que
se han abordado: el heroísmo (en el héroe de la épica y la novela
de caballerías), el amor (humano, a Dios, a la Virgen María),
los espacios (el jardín de Edén, el huerto, la ciudad, el camino
de peregrinación), las relaciones sociales (las ideologías y los
estamentos), entre mucho otros.
La actividad, que se cumple hacia finales del cuatrimestre,
persigue tres objetivos principales: por un lado, espera que los
alumnos logren una adecuada utilización de la lengua oral con
fines académicos; por otro, busca que establezcan relaciones entre
las obras del programa estudiadas y entre estas y sus contextos
socioculturales; y, por último, trata de que proyecten temas y
perspectivas de análisis a obras literarias de otros períodos que
rescaten la tradición medieval.
La actividad integradora tiene su anclaje en la última unidad del
programa de la materia, denominada “Edad Media y medievalismo
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13
en la literatura contemporánea”1. Se propone a los estudiantes que
elijan y lean una novela contemporánea para analizar un tema o
problemática que hayan sido abordados durante el cursado de la
materia en relación con los textos y géneros medievales2. Se espera
que los estudiantes puedan analizar la forma en que dicho tema
o problemática aparece tratado en el texto y comparar con su
manifestación en las obras medievales (recursos literarios, recursos
pragmáticos, referencias culturales, estilo y lengua, personajes y
narradores, etc.)3, todo ello a partir de la bibliografía obligatoria
de la cátedra. Los estudiantes que deseen completar su tema con
la búsqueda de otra bibliografía pueden hacerlo, pero no es un
requisito para la aprobación.
Los contenidos de esta unidad son los siguientes: El medievalismo. El
pensamiento medievalista en la actualidad. La recreación imaginaria del
Medioevo. Literatura contemporánea y medievalismo. Proyecciones de la
tradición hispánica en la literatura contemporánea.
1
Las novelas son Iacobus, de Matilde Asensi (2011), El rapto del Santo Grial, de
Paloma Díaz-Mas (2001), El nombre de la rosa, de Umberto Eco (1985), Baudolino,
de Umberto Eco (2001) e Historia del Rey Transparente, de Rosa Montero (2005).
2
Esta instancia del Trabajo Práctico requiere la vinculación del tema emergente
de la novela elegido con los temas/problemas/géneros trabajados a propósito de
las obras medievales del programa. El material crítico y teórico correspondiente a
las obras medievales se ha ido explicando y analizando a lo largo del cuatrimestre,
tanto en las clases teóricas como en las prácticas.
3
14
SCRIPTORIUM
Luego deben exponer su trabajo en forma oral en un lapso de
entre diez (10) y 15 (quince) minutos y se espera que, en la medida
de lo posible, el tema desarrollado recupere otros contenidos del
programa de la asignatura.
Finalmente, los estudiantes deben redactar un breve informe,
de no más de cinco carillas, para entregar a la docente al final de
la exposición. Quienes lo deseen pueden presentar su trabajo en
algún encuentro académico en el ámbito de nuestra Facultad, ante
un público más amplio.
Como muestra de los resultados de la experiencia, adjuntamos
a estas breves palabras presentativas los trabajos presentados,
en calidad de comunicación, por tres estudiantes que cursaron
Literatura Española I en las Jornadas de Investigación de la
Facultad de Ciencias Humanas, en septiembre de 2015, en Santa
Rosa, La Pampa.—
“Donatus escribiendo su grámatica” en Expositio super primam edicionem
Donati grammatici de Sedulius Scotus. (Alemania, segunda mitad del siglo
XII. Biblioteca Británica, Arundel 43, f. 80v)
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16
Las instituciones
de clérigos guerreros:
su representación
en Iacobus
y su proyección
al mundo actual
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17
Concepción Campisi
[email protected]
E
l presente trabajo se propone conjugar la lectura de
una novela contemporánea, de tema medieval, con la
extrapolación de problemas que tienen incidencia o
relación con la realidad actual.
La obra elegida es Iacobus (2006), de la escritora española
Matilde Asensi y el trabajo sigue la línea de pensamiento sostenida
por Lillian von der Walde Moheno quien explica los conceptos del
lector implícito y el autor implícito y postula que “[…] todo texto
literario provoca muy variadas respuestas o interpretaciones en
función de los propios sistemas de valores del receptor y de la época
en la que vive” (2003: 494). Bajo ese aspecto, luego de la lectura
minuciosa y entretenida realizada, parece muy real y meritoria la
fluida documentación que avala la novela. La experiencia podría
sintetizarse en mi impresión de que la obra posee una dinámica
que convoca a la lectura. Sin duda, contribuye a ello mi condición
18
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de lector implícito, quizás más calificado por haber transitado por
el cursado de Literatura Española I ya que, al decir de von der
Walde Moheno (2003), se pierde mucho si se desconoce el contexto
social del período y se cree que una lectura inmanente alcanza.
Pertrechada, entonces, en los temas de la literatura medieval,
vale aclarar que el texto Iacobus no emula la producción discursiva
del Medioevo, sino que más bien recorre distintos aspectos
temáticos abordados por la literatura de la época y destaca por su
preciosismo histórico-literario.
Aunque el eje es proponer al protagonista la resolución de
un enigma, la novela juega con dos instituciones medievales
relevantes: dos líneas de clérigos guerreros, los Caballeros
Templarios y los Caballeros Hospitalarios. Ambas congregaciones
cumplían diferentes funciones de protección de los grupos de
peregrinos y se constituyeron prácticamente en forma simultánea
en el siglo XI.
El objetivo de esta comunicación es, entonces, comprender las
motivaciones y constatar la trascendencia del momento histórico
recreado en la novela Iacobus así como evaluar la proyección hasta
nuestros días de las dos instituciones clericales, sus funciones y
sus miembros.
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La peregrinación en la Edad Media y su relación con los clérigos
guerreros
Iacobus es una novela histórica sobre tema medieval, escrita por
Matilde Asensi, quien nació en Alicante en 1962. Las características
relevantes de la novela son la veracidad histórica en relación a los
temas que describe, que prácticamente ofrece un pantallazo general
de tópicos tales como las clases existentes, el desarrollo cultural de
las comunidades y el mundo medieval urbano y campesino.
Una manifestación destacada del Medioevo fue sin duda la
peregrinación, que formaba parte de la filosofía de vida, y a su
alrededor se urdieron aspectos sociales, culturales y económicos
que no solo caracterizaron aquella época sino que llegaron hasta
nuestros días.
La atomizada vida de los feudos y su rígida estructura hacía que
los segundos hijos de las familias nobles quedaran sin herencia,
dado que esta era solo para el primogénito. Los segundones
debían buscar refugio en la clerecía o en la guerra. Y las mujeres
debían unirse en matrimonios arreglados por la conveniencia o
hacerse monjas.
Como se aprecia a lo largo de los diez siglos que conforman
la llamada época medieval, quizás el denominador común más
20
SCRIPTORIUM
relevante para el mundo occidental haya sido la religión, pues el
cristianismo ya consolidado institucionalmente permeó en todos
los órdenes de la vida. En efecto, dicha corriente definió al mundo
cultural, político y económico de la sociedad medieval. Esto explica
que grandes masas de personas recurrieran a desplazarse hacia
centros considerados sagrados a los fines de obtener indulgencia y
perdón, lo cual generaba un movimiento de personas que, desde la
expresión de la fe, establecían circuitos de recorrido y promovían
el desarrollo de las comunidades que usaban como puntos
intermedios, ya que requerían lugares para pernoctar, abastecerse
de alimentos y otros menesteres. Era común que fueran atacados
por bandidos y podían sufrir enfermedad y muerte durante los
largos trayectos que recorrían.
El primer bastión peregrino fue Jerusalén, cuna de la religión
cristiana. En el año 1100 reinaba el rey Balduino I, y es a él a quien
nueve caballeros, liderados por Paynes, ofrecen el servicio de
cuidado de los peregrinos de Jerusalén. Estos caballeros ordenados
sacerdotes pero con preparación en las armas formaban una
clerecía guerrera. Así se constituyeron los Caballeros Templarios o
los también llamados los Pobres Caballeros de Cristo. Con votos de
castidad, obediencia y pobreza, organizaron para sus siguientes 300
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21
años de existencia una sólida estructura agustiniana, verticalista y
hermética. Por su capacidad, fueron a lo largo de su desarrollo, el
sostén y guarda de la cultura, de gobiernos y de papas. Expulsados
de Jerusalén por los moros, se constituyeron en Europa, donde
luego de muchas vicisitudes políticas fueron acusados de
conductas herejes por Felipe IV de Francia, sus líderes sometidos
a tortura y muerte en la hoguera, y sus bienes repartidos entre las
instituciones eclesiásticas, reyes y papas. A partir de ahí, entraron
en la clandestinidad y desde entonces hasta nuestros tiempos los
Caballeros Templarios han mantenido una presencia oscurantista,
como defensores del Santo Grial, de Santa Magdalena, y custodios
eternos del Arca de Salomón, reveladores de una historia cristiana
no oficial, un Nuevo Testamento no reconocido por la Iglesia de
Roma. Muchas historias se han escrito y muchas teorías pretenden
todavía dar explicación a su existencia.
Casi al unísono, otra necesidad de los peregrinos hizo
que un grupo de comerciantes amalfitanos promovieran la
aparición de clérigos también adiestrados para la lucha, pero
entrenados especialmente en el cuidado de los enfermos. De
esta forma surgieron los Caballeros Hospitalarios de San Juan.
Se constituyeron en Jerusalén, para luego trasladarse a Chipre
22
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y posteriormente a Rodas, lugar donde permanecieron hasta el
ataque y expulsión producidos por Solimán I. Al momento de su
expulsión la Orden contaba con una flota importante y manejaba
grandes riquezas. Una de las fuentes de sus riquezas fue el traspaso
de los recursos de los Templarios. Organizados para la lucha en el
mar y la atención de enfermos, hacían votos de pobreza, castidad
y obediencia.
Alejados de Rodas, los Caballeros Hospitalarios peregrinaron
a Roma donde, después de tres años, Calos V les cedió la isla de
Malta, lugar donde desarrollan una fortificación, una Facultad
de Medicina, que se constituyó en un Estado. Se caracterizan por
formar recursos médicos y de enfermería. Aportan formación y
recursos para la ayuda humanitaria frente a catástrofes naturales
o heridos de guerra.
Allí permaneció la orden hasta que fue expulsada por
Napoleón en su campaña a Egipto. Estos clérigos soldados estaban
inhabilitados por un juramento arcaico a luchar contra cristianos,
motivo por el cual dócilmente abandonaron la isla.
Las instituciones de clérigos guerreros y su proyección hasta
nuestros días
En 1981, el Vaticano realizó un relevamiento de instituciones o
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grupos que se atribuyen origen templario y detectó 400 entidades
registradas en el mundo.
El mundo Templario fue durante su vigencia oficial una entidad
que se caracterizó por su organización, y dejó al mundo occidental
herencias que persisten vigentes. Entre ellas se destacan:
• la banca: después de Roma, se constituyeron en la
primera banca internacional, crearon libros de cuentas, la
contabilidad moderna, los pagarés e incluso la primera
letra de cambio. En esta época pesaba mucho la idea de
transportar dinero en metálico por los caminos, y la Orden
dispuso de documentos acreditativos para poder recoger
una cantidad anteriormente entregada en cualquier otra
encomienda de la orden. Solamente hacía falta la firma, o
en su caso, el sello.
• las encomiendas: eran espacio de territorio donde se
constituían como un feudo, regenteados por un preceptor.
Se dividían en encomiendas urbanas y rurales. Desde
Inglaterra hasta Jerusalén conformaron una red de
encomiendas, estableciendo una forma más segura de
viajar para comerciantes y peregrinos. Las encomiendas en
Francia distaban a un día de viaje.
24
SCRIPTORIUM
• el Juego de la Oca: los templarios no podían jugar al ajedrez
o a las damas. El juego de la Oca fue desarrollado como un
medio iniciático y de superación. Dicho juego representaba
una serie de llegadas y retrocesos que hacían templar el
espíritu y superar cada obstáculo era la resultante de un
desarrollo personal. El Juego de la Oca era, entonces, un
mapa cifrado del Camino de Santiago: cada etapa del
camino correspondía a una casilla del juego, que comenzaba
en Roncesvalles y terminaba en Finisterre, y en el que los
Templarios marcaron lugares que tenían una significación
para ellos y que, lamentablemente con el tiempo y los
descuidos, algunos se han ido borrando, pero se sabe que
los monjes han dejado guías en piedras, puentes, cárceles,
pozos, cementerios, lugares que están marcados en el juego
y cuyas soluciones resultan diferentes según cada época en
que se juegue. Usaron la oca porque es un animal que se
desenvuelve en tres de los cuatros elementos esenciales (el
aire, la tierra y el agua), siendo el fuego lo que el iniciático
pone para superar las instancias y que lo llevará al final
del camino de redención. La pata de la Oca es el símbolo
de los “hermanos constructores” y es usado junto a otras
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simbologías para determinar los lugares seguros del
camino.
Los caballeros hospitalarios, por su parte, volvieron a Roma y
allí permanecieron como una nación sin territorio. Pero actualmente
son una nación de derecho, con embajadas y representaciones en
más de 104 países del mundo, y tienen representantes en entidades
como la ONU, OMS, la FAO, Cruz Roja, UNESCO, Consejo de
Europa. Participan activamente en las campañas sanitarias y
tuvieron destacada actuación en Italia en la Segunda Guerra
Mundial, y en distintas catástrofes naturales.
Conclusiones
La novela de Matilde Asensi Iacobus centra la mirada, a lo largo
de la historia narrada, en algunas instituciones que ostentaban el
poder en el Medioevo, cuyas expresiones más significativas, para
el entramado narrativo del texto, resultan las órdenes religiosas
de los Caballeros Templarios y los Caballeros Hospitalarios. La
presentación de dichas instituciones no solo muestra su potencial
de lucha en las guerras sino que también expone un aspecto muy
relevante del orden social del mundo medieval.
La obra constituye un claro ejemplo de las luchas inter e intra
institucionales (Iglesia, monarquía, feudos, entre otros). Pinta
26
SCRIPTORIUM
así el cuadro de época en el que los Caballeros Templarios y los
Caballeros de la Orden de San Juan representaban un orden
institucional y de organización cuyo legado llega hasta nuestros
días. En ese marco, la trama de investigación ‘policíaca’ da a
la autora los recursos necesarios para transportar al lector al
Medioevo y su rica estructura social, económica y política.—
Bibliografía consultada
ASENSI, Matilde (2011). “Iacobus”. Ed. Planeta: Barcelona, 2011.
VON DER WALDE MOHENO, Lilian (2003). “La recepción:
diversas proposiciones” en L. von der Walde Moheno (ed.). Propuestas
teórico-metodológicas para el estudio de la literatura hispánica medieval.
Universidad Autónoma de México y Universidad Autónoma
Metropolitana: México, 2003, pp. 491-510.
Obsidionis Rhodiae urbis descriptio de Guillermo Caoursin. Remite a Pierre
d’Abusson, Gran maestre de los Hospitalarios (París, 1483. Actualmente en
la Biblioteca Nacional de Francia. Ms. Lat 6067, fol. 3v.)
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SCRIPTORIUM
28
La concepción
‘medievalesca’
en El nombre
de la Rosa
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29
Mariana Alejandra Casado
[email protected]
D
urante la Edad Media, en el arte se utilizaba la
representación animal como instrumento didáctico
y mnemotécnico, ya que a través del uso de
comparaciones con animales el público podía entender y recordar
mejor las características de cada personaje en cuestión. El objetivo
de este trabajo es, entonces, considerar el uso de este tipo de
imágenes en El nombre de la rosa, novela de Umberto Eco, para
analizar de qué manera y con qué funcionalidad la obra retoma la
tradición medieval y la emplea en el marco narrativo de la obra.
Para ello, partimos de un texto clave del empleo de animales
para describir personajes, el Libro del Buen Amor, en el que las
figuras femeninas son caracterizadas mediante estos seres de la
naturaleza. Por un lado, se encuentran las mujeres de la ciudad,
descriptas a través de animales domesticables como la vaca o
la oveja, que son laboriosos y brindan elementos útiles para el
30
SCRIPTORIUM
hombre, y las garzas, cuyos cuellos condensan el retrato femenino
por excelencia. En esta clase también se incluye a la alcahueta,
que no comparte las mismas características, pero que es como una
urraca y dulcifica a las mujeres con sus palabras como una abeja.
Por otro lado, están las mujeres de las sierras, que son sucias como
cerdos; tercas, grandes, perezosas y con deseos sexuales como los
equinos; y con abundante cabellera como los tordos, lo que resalta
su carácter masculino.
Luego, analizamos en El nombre de la rosa la utilización de
la naturaleza, especialmente los animales, para describir a la
muchacha con la que Adso mantiene un pecaminoso encuentro
sexual. Mientras él va descubriendo a la muchacha, comparte
con el lector su apariencia física a través de símiles animales con
diferentes simbologías. En total oposición a la imagen que a través
de los animales se crea de la muchacha, estudiamos también los
episodios de los primeros dos asesinatos de la abadía, que son
los únicos que se cometen en espacios abiertos, y en los que la
representación animal tiene importancia connotativa.
Los animales en la Edad Media
Durante la Edad Media, en el arte se utilizaba la representación
animal como instrumento didáctico y mnemotécnico: didáctico,
SCRIPTORIUM
31
ya que a través del uso de comparaciones con animales el público
podía entender mejor las características, no solo físicas sino también
morales y éticas del personaje en cuestión; lo mnemotécnico
refiere al aumento de la capacidad de memoria tanto del emisor
como receptor de la obra que ofrecía este tipo de representación.
Asimismo, estos íconos podían incitar al bien o al mal según el
valor que se le atribuía a cada animal. Esta significación estaba
regida principalmente por el uso que figuraba en la Biblia. Además
de la gran conexión del hombre medieval con la naturaleza por
sus labores ligadas a lo rural, a partir del siglo XII entran en
auge los bestiarios, que ofrecen descripciones de las diferentes
especies de animales reales y de los mitológicos, lo cual brinda
otra base fundamental para que el público pudiese asimilar las
características de los animales a los personajes con ellos descriptos
(Miranda, 2015).
Un texto clave en el empleo de los animales para describir
personajes es el Libro del Buen Amor, en el que los personajes
principalmente femeninos son caracterizados mediante la
naturaleza, para destacar el aspecto instintivo de la mujer y
diferenciar los tipos de mujer existentes (Miranda, 1997).
Recordemos que esta obra es del siglo XIV. Su hilo conductor es
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SCRIPTORIUM
la búsqueda del amor por parte del protagonista; mas su destino es
no hallarlo, por lo que lo intenta una y otra vez: así conocemos a lo
largo del texto a las mujeres con las que se encuentra. Con respecto
al género, podría decirse que es una elaborada combinación de
varios géneros medievales, tanto populares como cultos.
En la obra del Arcipreste, por un lado, se encuentran las mujeres
de ciudad, descriptas mediante animales domesticables como
la vaca o la oveja, que son laboriosos y brindan elementos útiles
para el hombre (leche, lana), y las garzas, cuyos cuellos condensan
el retrato femenino por excelencia. Es decir que se vinculan con
la servidumbre de éstas y sus funciones reproductivas (López
Rodríguez, 2009). Esto se puede reconocer en fragmentos como:
“¡Qué talle, qué donaire, qué alto cuello de garça! (653 b), o: “vi
estar a la monja en oración: loçana,/ alto cuello de garça, color
fresco de grana:/ desaguisado fizo quien le mandó vestir lana”
(1499 b, c, d).
En esta clase también se incluye a la alcahueta, que no comparte
estas características, sino que es como una urraca, y dulcifica a las
mujeres como una abeja: “Aguijón, escalera nin abejón nin losa”
(927 a). Por otro lado, están las mujeres de las sierras, que son sucias
como cerdos; tercas, grandes, perezosas y con deseos sexuales
SCRIPTORIUM
33
como los equinos (asno, yegua, caballo), y con abundante cabellera
como los tordos, lo que resalta su carácter masculino. Asimismo,
el pelo de los animales adquiere la significación de placer, por las
vestimentas que con ellos se podían fabricar (Miranda, 2015), lo
cual nuevamente destaca la búsqueda de placer sexual de estas
serranas.
Los animales y sus connotaciones en El nombre de la rosa
En El nombre de la rosa, novela de Umberto Eco ambientada en
la Edad Media, también se utiliza la naturaleza, especialmente los
animales, para describir a la muchacha con la que Adso mantiene
un deshonesto encuentro sexual.
La trama de esta obra escrita en 1980 se desarrolla en una abadía
en el siglo XIV, en la que se están cometiendo asesinatos, por lo
cual Adso y su mentor, el fray Guillermo, comienzan a investigar,
recorriendo cada rincón y descubriendo los secretos más oscuros
de los monjes. En medio de su investigación, una noche oscura,
Adso se encuentra fortuitamente con una mujer en la cocina, y este
episodio lo marca profundamente.
Mientras Adso va descubriendo a la muchacha con quien
mantiene la relación sexual, va informando al lector de su
apariencia física a través de menciones a animales como cabras,
34
SCRIPTORIUM
vacas, ovejas. La cabellera de esta “criatura”, como él la menciona
(ya haciendo referencia a una pérdida de carácter humano de la
muchacha) es tan abundante como un rebaño de cabras y la joven
gime como estas; sus dientes se hallan perfectamente ordenados
y blancos como un rebaño de ovejas: “Sí, su cabellera me pareció
como un rebaño de cabras, y sus dientes como rebaños de ovejas
que suben del lavadero, de a pares, sin que ninguna adelante a
su compañera” (Eco, 2014: 246). También las ovejas, como Adso
mismo explica, son animales en extremo precavidos con el
alimento, lo comen en grandes cantidades en invierno antes de
que el frío lo queme, al igual que esta mujer se entrega a cambio de
alimento. A su vez, sus senos parecen como cervatillos (el ciervo
era símbolo de eternidad y santidad) o gacelas gemelas, haciendo
referencia a su color y perfecta hermosura, y tienen el dulce sabor
de las uvas. Sus ojos son como palomas (los pájaros son símbolo
de la humildad) y su lengua sabe a miel y leche, alimentos que
provienen de animales de gran utilidad, como lo son las abejas y
la vaca; además la miel simboliza lo seducido y endulzado que se
siente Adso frente a esta muchacha. Todo lo referido a sus labios y
su boca se relaciona con el exquisito vino proveniente de las uvas,
representando lo prohibido de esa unión carnal. Su belleza es tan
SCRIPTORIUM
35
enorme que la compara con la luna y el sol. Podemos observar
estas características en la siguiente cita:
[…] ha bastado una mirada, uno solo de tus collares, para
enloquecerme, panal que rezuma son tus labios, tu lengua guarda
tesoros de miel y de leche, tu aliento sabe a manzanas, tus pechos
a racimos de uva, tu paladar escancia un vino exquisito […].
(Eco, 2014: 247)
Tras el encuentro, Adso cree ver a esta muchacha en cada
elemento de la “creación”, como si la naturaleza estuviese creada
para semejar su figura. Él dice que la ve en las ramas del árbol
que cobijan a los pájaros, haciendo alusión al calor y protección
sentidos por él durante la relación sexual. La encuentra en los
ojos de las novillas y la oye en el balido de los corderos (símbolo
de Jesucristo), que él mismo explica que representan la pureza y
bondad. Los becerros le recuerdan su incasta y fresca juventud.
Y más adelante, cuando los inquisidores se la llevan, Adso
describe sus movimientos y gritos como los de los animales en
un matadero: “[...] llorando, dando patadas, y gritando como una
animal en el matadero” (Eco, 2014: 331).
En total oposición a la imagen que a través de los animales se
crea de la muchacha, se encuentran los episodios de los primeros
dos asesinatos de la abadía, que son los únicos que se cometen
SCRIPTORIUM
36
en espacios abiertos, fuera de los edificios. En el caso del primer
cuerpo, el de Adelmo, si bien fue encontrado en el cementerio,
su lugar de muerte original (antes de que el huracán moviese el
cadáver) fue el estiércol de los animales que vivían allí, como lo
explica el fray Guillermo:
[…] se arrojó sponte sua por el parapeto de la muralla,
rebotó en las rocas y, ya muerto o herido, se precipitó hacia el
montón de estiércol” (Eco, 2014: 97).
Y el segundo cadáver, el de Venancio, fue hallado frente a los
chiqueros, dentro de una tinaja usada para juntar la sangre de los
cerdos:
Detrás del coro, frente a los chiqueros, donde desde el día
anterior se destacaba la presencia del gran recipiente para la
sangre de los cerdos, un extraño objeto casi cruciforme asomaba
del borde de la tinaja […] eran dos piernas humanas. (Eco,
2014: 109).
Como se puede observar, en estas escenas, mediante los cerdos
y el estiércol se representa lo asqueroso, malvado e inmundo de
esas muertes.
Comentario final
En conclusión, observamos que una variedad de animales
—como la vaca, las ovejas y las abejas— se repiten en las dos obras
SCRIPTORIUM
37
analizadas.
Aquellos
que
son
laboriosos
y
brindan
elementos
imprescindibles para la sociedad, como lo son el alimento y la
vestimenta, representan la utilidad de la mujer para el hombre
y la necesidad que este tiene por ellas. Adso siente una urgente
exigencia de su cuerpo por acercarse a esa muchacha, y al
Arcipreste, por otro lado, le resulta imposible detener su búsqueda
del Buen Amor de una mujer.
En cambio, las abejas, mediante la miel que producen,
representan lo engañosas que ellas pueden ser al endulzar y seducir
al hombre y el mal que así pueden causarle. En la obra de Eco se ve
reflejado en el hecho de que la muchacha induce al novicio a pecar
manteniendo relaciones sexuales, y en la del Arcipreste son las
serranas quienes buscan insistentemente comenzar el encuentro
sexual acosando al personaje masculino.
Como se ve, tanto en los personajes femeninos del Libro del
buen amor como en El nombre de la rosa, los cerdos, sus chiqueros
y estiércol representan lo inhumano, lo sucio, lo malvado. Esto se
ve tanto en las serranas, que se muestran en total contraste con
lo que sería una mujer femenina en la Edad Media y viven fuera
de las leyes de civilización de las ciudades. Y también se aprecia
38
SCRIPTORIUM
en los cadáveres que aparecen en la abadía de la novela, que
exponen todos los pecados sentidos y cometidos por los mismos
religiosos.—
Bibliografía consultada
ECO, Umberto. El nombre de la rosa. Debolsillo: Buenos Aires,
2014.
JOSET, Jacques (ed.). Juan Ruiz. Libro de Buen Amor. Espasa
Calpe: Madrid, 1974.
LÓPEZ RODRÍGUEZ, Irene. La animalización del retrato femenino
en el Libro de Buen Amor. Lemir 13, 2009. pp. 53–84.
MIRANDA, Lidia Raquel. Los espacios femeninos en el Libro de
Buen Amor. Anclajes, Revista del Instituto de Análisis Semiótico
del Discurso. Vol. 1, 1997. pp. 123–136.
MIRANDA, Lidia Raquel (2015). La Edad Media en capítulos.
Panorama introductorio a los estudios medievales. EdUNLPam: Santa
Rosa, 2015.
SCRIPTORIUM
39
Guillermo de Ockham. Boceto titulado “frater Occham iste”, del manuscrito de
Ockham: Summa Logicae, c. 1341. Se suele reconocer la figura de Guillermo de
Ockham como una de los posibles inspiraciones para el franciscano protagonista
de la novela.
SCRIPTORIUM
40
La representación
de la mujer
en las letras
hispánicas:
de la Edad Media
a Historia del Rey
Transparente
SCRIPTORIUM
41
Nora Melina Moyano
[email protected]
H
istoria del rey transparente es una novela de la escritora
española Rosa Montero, publicada en el año 2005 por
Alfaguara. En ella la autora retoma tópicos caracterís-
ticos de la literatura medieval, como por ejemplo la relevancia de
las batallas, las conflictivas relaciones entre diferentes estamentos
sociales y distintos aspectos del ámbito intelectual, como la lectura
y escritura. Con este último tema se relaciona, también, la cultura
literaria del Medioevo a través de la reminiscencia o la referencia
a distintos géneros literarios del período.
Su protagonista, y también narradora, es Leola, una joven
campesina que, al inicio de la obra, se presenta de la siguiente
manera: “Soy mujer y escribo. Soy plebeya y sé leer. Nací sierva
y soy libre” (Montero, 2005: 11). Estas oraciones presentan tres
pares de oposiciones que marcan una ruptura, sobre todo, en la
concepción de la mujer en la época medieval: tanto la escritura
SCRIPTORIUM
42
como la lectura eran actividades intelectuales reservadas para los
hombres, pertenecientes a la clase letrada y tampoco era propio de
los siervos poseer libertad:
La dominación masculina es predominante y casi universal
[…]. El papel de la mujer medieval está controlado y se reduce
a un rol productor relacionado con la fecundidad y la sumisión.
(Miranda, 1997: 126).
Otro personaje femenino, que acompaña a la protagonista y es
relevante en el argumento de la obra, es Nyneve, cuya actividad
principal se vincula con el saber: se autodefine como “bruja del
conocimiento”.
A partir del análisis de la novela y de las obras de la literatura
española medieval, estudiadas en el programa de la asignatura
Literatura Española I, la presente comunicación tiene como
objetivo registrar los rasgos de los personajes femeninos tanto en
una como en otras con la finalidad de reconocer los elementos de
la tradición medieval presentes en la novela y, a la vez, considerar
su utilización y reescritura en la narrativa contemporánea.
Leola y las mujeres de la literatura hispánica medieval
La conformación de la figura de Leola está integrada por rasgos
de diferentes personajes femeninos medievales. Por un lado,
SCRIPTORIUM
43
recordamos a las serranas de El Libro de Buen Amor, con su deseo
sexual manifiesto, como se aprecia en estos ejemplos:
Sí, quiero ser su ternerita. Quiero […] enroscar mis piernas
alrededor de sus caderas. (Montero, 2005: 19)
Mi cuerpo gime de hambre y soledad. Mi cuerpo virginal,
atrapado dentro de los ropajes de caballero. (Montero, 2005: 76)
Por otra parte, doña Endrina y doña Garoça pueden ser
evocadas pues, pese a sentir plenamente ese apetito sexual, Leola
siente que debe resguardar su virginidad hasta haber contraído
matrimonio: “Nunca lo hemos hecho […] nunca hemos llegado
hasta el final porque es pecado” (Montero, 2005: 19). Sin embargo,
puede observarse un aspecto paródico en la línea que prosigue:
“Claro que, como nos vamos a casar este verano, creo que pronto
acabaré abriendo mis muslos para él: será pecar pero muy poco”
(Montero, 2005: 19).
Algunos de estos rasgos trazan el retrato de Leola; no obstante,
por otra parte, esta imagen se completa con uno de los tópicos
característicos del romancero: el de la doncella guerrera. Veamos
algunos pasajes que así lo demuestran:
Digo que deberíamos aprender a combatir y a manejar la
espada y todo eso. (Montero, 2005: 18)
Las medias de malla, las botas, que me vienen un poco
SCRIPTORIUM
44
grandes y que aun así son un tormento para mis pies
desacostumbrados al encierro; el gambax acolchado, que coloco
encima de mi camisa; la pesada loriga metálica, larga hasta las
rodillas; la sucia cota de armas con sus bordados heráldicos de
tréboles. Me ciño el cinturón y encajo la espada en su vaina
labrada. (…) Después me calo el yelmo (…) y meto las manos en
los guanteletes. (Montero, 2005: 26)
Frente a un episodio trágico, Leola huye y en el camino
encuentra a un soldado muerto, al cual le roba su armadura y su
espada. Este hurto le permite sobrevivir en el camino que debe
recorrer para reencontrarse con su padre y hermano y con su
amado Jacques y, asimismo, la adopción de una nueva identidad.
Al igual que en el romancero, la descripción del atuendo
constituye un elemento clave en la configuración del personaje.
No hay una simple enumeración de las prendas, sino cómo, al
momento de vestirse, la muchacha adopta cada una de ellas y estas
se apoderan de su esencia de mujer, convirtiéndola gradualmente
en un guerrero.
La personalidad de la protagonista comienza luego a mostrar
indicios de ambigüedad o contradicción: por un lado, es una joven
cuya travesía se inicia por la búsqueda de su amado, con quien
desea contraer matrimonio; por otro lado, su anhelo de recorrer
SCRIPTORIUM
45
y conoce tierras inhóspitas bajo la piel de un guerrero, en cuyo
camino conoce a una doncella por la cual manifiesta un doble
sentimiento: primeo, incomodidad ante la mirada de la joven y,
más tarde, inquietud ante la aparente indiferencia de la dama.
En este aspecto difiere del prototipo de mujer medieval, cuyo
valor “sólo está dado por su condición de madre” (Miranda, 1997:
127), pues su personalidad avasallante y su interés por las luchas
y el conocimiento la acercan al modelo de mujer contemporánea.
De este modo, la conformación de la figura de Leola se esboza a
partir de aspectos como la voluntad, la toma de decisiones y la
rebeldía, lo cual permite que el lector del siglo XXI sienta mayor
empatía con ella
Nyneve y sus intertextos medievales
Otro personaje femenino que acompañará a la protagonista es
el de Nyneve, cuya actividad principal es la del saber, se autodefine
como “bruja del conocimiento”: a través del supuesto manejo de
las cartas de Tarot y con conocimiento previo, a través de chismes
de quienes la consultan, logra embaucar y obtener dinero. Este
personaje nos recuerda a Trotaconventos y a Celestina, en su
condición de marginal y manipuladora.
Al igual que los personajes antes mencionado, Nyneve es una
SCRIPTORIUM
46
mujer proveniente de las clases más bajas de la sociedad y utiliza
diversas artimañas para convencer a quienes la consultan. Sin
embargo, el vínculo que instaura con Leola difiere, por ejemplo,
del establecido entre Celestina y Melibea. Celestina se describe
como un personaje codicioso, egoísta y avariento. Cada una de
las acciones que perpetra está motivada por su afán de obtener
mayores riquezas, aún si ello implica el malestar ajeno.
En la descripción que hace Leola de Nynevea la define como
[…] todavía joven […] no es exactamente hermosa: posee
una cara grande y fuerte, de huesos muy marcados, de nariz
ancha y frente poderosa. Una cara simpática y un poco masculina
en la que los ojos parecen muy pequeños. Toda ella es robusta
[…].Y sus manos son tan amplias y cuadradas […] Pese a su
solidez, su cuerpo produce una sensación de agilidad y vigor. Me
recuerda a Colmillos, uno de los perros preferidos del amo […].
(Montero, 2005: 47)
Todas estas particularidades representantes de virilidad y
masculinidad son las que caracterizaban también a las serranas
del Libro de Buen Amor.
Por otra parte, se puede comparar a Nyneve también con la
figura de Patronio, en su rol de consejero fiel: “El último día trajo
ropa de hombre para mí y para ella: dice que quiere hacerse pasar
por mi escudero” (Montero, 2005: 73).
SCRIPTORIUM
47
Nyneve es un personaje funcional para el desarrollo de la obra,
pues al igual que Patronio con El Conde Lucanor, su rol de guía
de Leola motiva a esta última a ejecutar sus acciones y obtener
buenos resultados.
Miscelánea y géneros literarios
Otro aspecto relevante y digno de mención en la construcción
de la novela de Rosa Montero lo constituye el recurso a la
miscelánea, técnica propia del pensamiento medieval y evidente
en muchos textos literarios, que consiste en la combinación de
elementos provenientes de varios géneros (Miranda, 2015). En la
novela, la miscelánea se manifiesta en distintas representaciones
que remiten a diversos discursos medievales, asociados a cada
etapa de aventuras y acciones de la protagonista. Uno de esos
géneros es el propio del ámbito cortesano, cuya presencia de
personajes heroicos y la temática amorosa son fundamentales, que
se desarrolla cuando Leola permanece en la corte de Duhoda, la
Dama Blanca. En esta parte de la obra, que es una de las exquisitas
desde el punto de vista de la composición y rica en connotaciones
del Medioevo, se presenta el duelo de los juicios de amor en los que
la reina Leonor de Aquitania, junto con sus poetas y trovadores,
debaten acerca de las reglas del ejercicio amoroso:
SCRIPTORIUM
48
Como hoy es miércoles, toca Corte Amor. Las Cortes de
Amor son una invención de la Reina; una vez a la semana,
alguien presenta un caso amoroso especialmente complicado
[…] Se debaten abiertamente los aspectos […], y al cabo Leonor
falla a favor o en contra. (Montero, 2005: 180)
Esta escena, que mencionamos a título de ejemplo, contribuye
a consolidar la representación del ambiente medieval de la
historia y a enfatizar el rol de los personajes femeninos de la obra
por relación con una serie de fuentes que remiten al código del
amor cortés, que, como sabemos, dieron un estatuto diferente a
la mujer durante el período medieval. “En la corte de Leonor, tan
alegre y superficial, se valora […] la brillantez, la inteligencia, la
originalidad. Es un entorno que te obliga a pensar” (Montero,
2005: 182).
Conclusiones
Como conclusiones del trabajo podemos afirmar que la
conformación de la figura de Leola está integrada por rasgos de
diferentes personajes femeninos medievales: por un lado, las
serranas de Libro de Buen Amor, y, por otra parte, doña Endrina y
doña Garoça de la misma obra. Por otra parte, el retrato de Leola
se completa a partir de un personaje que constituye un tópico del
romancero medieval: la mujer guerrera.
SCRIPTORIUM
49
En cuanto a Nyneve, nos recuerda a Trotaconventos y a
Celestina, por su condición de marginal y manipuladora y por la
descripción que de ella hace la misma Leola. Al mismo tiempo, se
la puede comparar también con la figura de Patronio, de El Conde
Lucanor, en su rol de consejero fiel.
Sin embargo, la construcción de los personajes femeninos de
Historia del Rey Transparente no se agota en estas alusiones que
hemos mencionado. En efecto, Leola y las demás mujeres de la
historia constituyen figuras de relevantes características propias
de la mujer contemporánea: el primer lugar, el hecho de que sea
la mujer la que ocupe el espacio de la palabra, ya sea a través de
la escritura (Leola) o de la interpretación (Nyneve) las aleja de
los prototipos medievales y les confiere un lugar preeminente
en la edificación de la cultura. Considero que, precisamente, la
participación de estas mujeres en el ámbito del discurso, así como
en otros que estaban reservados solo a los hombres, constituye la
clave mimética que hace que, a pesar de los temas y problemas
propios del Medioevo que la novela presenta, sea una obra tan
apreciada para el lector de nuestros días.—
50
SCRIPTORIUM
Campesina alimentando pájaros (posiblemente faisanes). Detalle de la ilustración
en “El Salterío de Luttrel” (Inglaterra, c. 1325–1340)
SCRIPTORIUM
51
Bibliografía consultada
AYALA GAUNA, Velmiro. Arcipreste de Hita. Libro de Buen
Amor. Editorial Huemul S. A.: Buenos Aires, 1977.
LACAU, María Hortensia. Infante Don Juan Manuel. El Conde
Lucanor. Editorial Kapelusz S.A.: Buenos Aires, 1970.
MIRANDA, Lidia Raquel (1997). “Los espacios femeninos en el
Libro de Buen Amor” en Anclajes. Revista del Instituto de Analisis
Semiótico del Discurso (Nº 1): Santa Rosa, Diciembre de 1997. pp.
123–136.
MIRANDA, Lidia Raquel. La Edad Media en capítulos. Panorama
introductorio a los estudios medievales. EdUNLPam: Santa Rosa, 2015.
MONTERO, Rosa (2005). Historia del Rey Transparente.
Alfaguara: Buenos Aires, 2005.
SEVERIN, Dorothy S. De Rojas, Fernando. La Celestina. Ediciones
Orbis S.A.: Buenos Aires, 1984.
52
SCRIPTORIUM
SCRIPTORIUM
53
CÁTEDRA
UNIVERSIDAD
DE TANDIL
Cátedras de Historia Medieval e Historia Moderna
— Facultad de Humanidades —
54
SCRIPTORIUM
La Historia Medieval
y Moderna en tres
seminarios virtuales:
los desafíos de la
educación a distancia
al mundo preindustrial
SCRIPTORIUM
55
DOCENTES
RESPONSABLES
Silvina Mondragón
[email protected]
E
Verónica Barragán
[email protected]
Javier Chimondeguy
[email protected]
n el primer cuatrimestre del año 2015 y en el segundo
de 2016, respectivamente, el equipo de cátedra de
Historia Medieval y de Historia Moderna, junto a
dos jóvenes en formación, asumimos el compromiso de dictar
tres seminarios de grado bajo la modalidad virtual1. Estaban
destinados a docentes de nivel medio y terciario, alumnos de la
Unidad de Gestión de Educación a Distancia de la Facultad de
Ciencias Humanas de la Universidad Nacional del Centro de la
Provincia de Buenos Aires.
Como el público de referencia estaba compuesto por
Equipo conformado por el Dr. Gerardo Rodríguez y la Dra. Silvina Mondragón,
junto a los profesores Verónica Barragán y Javier Chimondeguy.
1
56
SCRIPTORIUM
profesores que procuraban licenciarse, tomamos como norte la
posibilidad de aportarles lo fundamental del estudio científico
del mundo preindustrial europeo, en tan solo tres cursos. Así,
sopesamos cuestiones materiales con otras inmateriales como los
diversos procesos de construcción de identidades en conjunción
con dinámicas sociopolíticas, o la “universalización” de Europa
occidental a partir del siglo XV con el Atlántico como articulador
del sistema y como eje histórico y no sólo espacial.
La primera experiencia se denominó: “Historia Atlántica:
un enfoque global de Europa y el Atlántico entre los siglos XIV a
XVII”. Se sostuvo en una reconsideración de las cronologías y
los presupuestos espaciales sobre los que hasta bien entrada
la primera mitad del siglo XX, se había estudiado el encuentro
entre europeos y americanos. Estos marcos conceptuales habían
abonado determinada forma de considerar la circulación atlántica
y el consiguiente corrimiento de las fronteras del Imperio Español.
Así, se revisó la tradición nacional anglosajona, la francesa y la
iberoamericana, sobre todo a nivel historiográfico, en pos de
evidenciar la incidencia de las corrientes nacionalistas propias del
siglo XIX en la historiografía del siglo XX.
También tuvimos en cuenta las tensiones entre lo medieval y
SCRIPTORIUM
57
lo moderno que se puso de manifiesto tanto en el ordenamiento
jurídico y territorial de los nuevos espacios conquistados,
como así también en las formas que dibujaron los circuitos del
intercambio internacional. En este sentido, le prestamos especial
atención a los puertos del Atlántico como centros de encuentro
y de interrelación cultural, testigos de una época particular que
asistió a la configuración del capitalismo como sistema mundial.
Por último, propusimos relatos de viajeros, crónicas de Indias
y documentos propios de la legislación americana, como fuentes
históricas propicias para lograr una consideración en clave
sociocultural del sistema atlántico.
En la misma clave culturalista, al año siguiente propusimos el
seminario: “Imaginarios, percepciones y representaciones cristianas en
el occidente europeo (siglos XIV-XVII)”. Allí ofrecimos adentrarnos
en el mundo de la fantástico, lo mágico y lo metafísico propio de
la modernidad temprana, con el fin de analizar la base de miedos
y representaciones mentales que atestiguaron el fin de la sociedad
medieval y los prolegómenos de la Europa moderna.
En una época signada por la crisis de los valores cristianos y la
del Papado como última autoridad moral, ética y religiosa, tanto
los sectores hegemónicos (que incluían a las elites intelectuales de
58
SCRIPTORIUM
la Iglesia), como los sectores populares (inmersos en el tránsito del
campesinado medieval al asalariado preindustrial) desarrollaron
unas cosmogonías únicas y privativas del occidente europeo del
período. La particularidad estuvo dada por la creencia masiva
en las brujas, la brujería, las bestias y el demonio y que estuvo
condicionada a su vez, por el miedo exacerbado a la muerte y al
infierno, que desde los primeros siglos medievales la Iglesia se
había encargado de expandir y fortalecer.
El Martillo de las brujas2, el más viejo manual para tratar
inquisitorialmente con las hechiceras y sus trabajos, escrito por
dos monjes dominicos, fue una de las fuentes que ofrecimos para
trabajar. El texto permite observar la interrelación cultural entre el
dogma cristiano, el filtro cultural de los monjes y las creencias y
supersticiones populares en boga con lo cual, resulta un documento
de especial interés para docentes interesados en cuestiones de
Historia cultural de Europa moderna. En este sentido, también
presentamos El fisiólogo, bestiario medieval3, con el fin de acercar a
los alumnos no sólo al mundo fantástico de las bestias y animales
2
Kramer, H. y Sprenger, J: Malleus Maleficarum, Ed. Maxtor, Valladolid, 2004 (1486).
El Fisiólogo. Bestiario Medieval, Introducción, traducción y notas de Nilda
Guglielmi, Ed Eneida, Madrid, 2002.
3
SCRIPTORIUM
59
mitológicos de la simbología de la plena Edad Media, sino a la
crítica de contexto del documento, que es la que permite revisar
una época en la que el naciente racionalismo crítico todavía no
había impuesto el sistema científico que aún hoy en día rige en
occidente.
Por último, decidimos ofrecer un seminario que brindara
herramientas conceptuales y empíricas concretas que permitieran
explicar el fin de la servidumbre como relación social de base y el
subsiguiente despliegue del moderno capitalismo comercial como
sistema universal que condicionó la diferenciación espacial de la
producción y sus relaciones de dominación.
La propuesta se denominó: “Entre la dinámica y la estructura: el
primer final del feudalismo, siglos XIII, XIV y XV”. Cuestiones como
el surgimiento del racionalismo crítico, las modernas fórmulas
de representación popular, el fin del comunalismo agrario y por
tanto, la evolución histórica de la pequeña producción campesina;
se tomaron en consideración, para explicar las “dos vías” de
surgimiento y desarrollo del capital productivo.
Buscamos exponer la dinámica histórica de las estructuras
socioproductivas
del
occidente
europeo
ya
que
permite
considerarla como una sumatoria de variables que, en un plazo de
60
SCRIPTORIUM
tiempo relativamente largo, hizo que la moderna relación social,
propia del gran capital, se convirtiera por fin en la relación social
principal en la génesis del mundo moderno.
A nivel documental, trabajamos con ordenanzas municipales
castellanas para analizar en el plano microhistórico, legislación
local sobre asalariados, excusados del pago de rentas, procesos de
enriquecimiento de una fracción del campesinado y también la
penetración disruptiva del mercado en las comunidades de base.
El resultado de esta experiencia docente fue positivo: más de
cien alumnos se inscribieron en los seminarios, con los que nos
encontramos en tres oportunidades en la ciudad de Tandil, sede de
la carrera de Historia. Cada encuentro sirvió para hacer puestas al
día temáticas e historiográficas, pero también para que el universo
de la docencia en la universidad, el de los colegios secundarios y el
de los institutos terciarios, entablaran un diálogo crítico.
Producto de esta circulación de ideas y experiencias docentes,
se presentaron trabajos finales con una sólida base argumental.
Los alumnos tenían por consigna previa, utilizar las fuentes
documentales presentadas en cada seminario por lo que debían
elegir uno de los ejes temáticos propuestos en el programa y
desarrollar un análisis crítico a la luz de la información aportada
SCRIPTORIUM
61
por cada documento.
En esta ocasión, seleccionamos tres de esos trabajos porque
entendemos que son representativos de lo comentado. Y sobre
todo, porque el esfuerzo con el que cada autor lo hizo, merece ser
respaldado en esta publicación.—
SCRIPTORIUM
62
Un abordaje
a la Historia
Natural y Moral
de las Indias
del jesuita
José de Acosta
SCRIPTORIUM
63
Margarita Fernández
[email protected]
F
rente al descubrimiento y colonización de América,
España desarrolló un esfuerzo comprensivo de qué era el
objeto de conquista. Con esa directriz, formó autoridad y
referencia para su propia construcción protagónica. En esa tarea
fue moldeándose un discurso como lugar del conocimiento para la
defensa del hecho fundante —la conquista y colonización material
y espiritual—, especialmente condicionado por la legitimidad
cuestionada por los propios pares europeos1, y con la finalidad de
ordenar a las huestes que la llevaban adelante, así como al encuadre
La cuestión del Justo título, ventilada por el P. Las Casas, fue identificada como
nociva para España en la misma historiografía española en época temprana —y
respondido amargamente, por ejemplo por Vargas Machuca, quien sostuvo
en 1612 que escritos como los del dominico se convertían en munición de los
enemigos de España y del Papado—. Véase R. D. Carbia (1940), página 40.
También, en R. Carbia (1943), donde reproduce los 17 grabados de T. De Bry en
la edición de 1598 de la Brevísima relación de la destrucción de las Indias de B. de
Las Casas, con los que se agravia a la monarquía española y a la Iglesia católica.
1
SCRIPTORIUM
64
de la Iglesia, que participaba a través del papel indispensable de
los teólogos, sacerdotes y órdenes, y en la consecución de su rol ya
no sólo para asegurar la lealtad de los propios al monarca 2, sino la
creación de un mecanismo de reconocimiento y obediencia de los
nativos a la nueva autoridad.
Sostiene con acierto J. Elliot, que
América incide en la Europa del siglo XVI y de comienzos
del XVII en múltiples aspectos. Su descubrimiento tuvo
importantes consecuencias intelectuales, puesto que puso a
los europeos en contacto con nuevas tierras y nuevas gentes, y
como consecuencia puso también en duda un buen número de
prejuicios europeos sobre la geografía, la teología, la historia y la
naturaleza del hombre.3
Podemos visualizar, entonces, la América conquistada en
el contexto del diálogo de los observadores y la naturaleza
descubierta (personas, geografía, flora y fauna), donde se tejen
intereses diversos, pero que también reflejan al observador, que se
pone a prueba y es capaz de manifestarse distinto. De manera que
el mismo protagonista de la conquista se define y se funde a partir
de la explicación de qué es América.
2
Luis Ribot (2013), p. 68.
3
John Elliot (2000), p. 24.
SCRIPTORIUM
65
Las crónicas que plasmaron los resultados de la indagación son
las fuentes más ricas con las que contamos para la reconstrucción
del discurso de la conquista, por lo cual plantearemos un breve
análisis sobre ellas, para mejor encuadrar la fuente seleccionada,
para luego abordar la Historia Natural y Moral de las Indias del
jesuita José de Acosta, publicada en Sevilla, 1590.
Método de trabajo
Partiremos de la generalización del relato encuadrado en la
cronística del siglo XVI; contrastaremos la catalogación de los
cronistas en dos orientaciones opuestas desarrolladas en tiempos
distintos de la crítica historiográfica del asunto. Por un lado, la
interpretación metódica-genética en la obra del argentino Rómulo
D. Carbia (1885-1940), y la generalmente adoptada en el presente,
con eje en la estructura literaria y lingüística como fuente de
conocimiento para la Historia.
Analizaremos la obra del autor —enmarcado en el cambio
de dos épocas— de conjunto y deteniéndonos en algunos de sus
libros y capítulos, tratando de demostrar que, como discurso, el
relato del observador habla de sí mismo, en el inevitable encuentro
entre el poseedor de la racionalización letrada de la fuerza de la
conquista, y lo nuevo conquistado y sin voz.
66
SCRIPTORIUM
Dado que la fuente seleccionada es la de un observador directo,
viajero y curioso, encuadrado en una de las órdenes religiosas de
más reciente formación (la Compañía de Jesús fue creada en 1534)4
y en dependencia directa del Papa, explicaremos el mandato con
el cual llega a América; plantearemos una hipótesis acerca de
los fundamentos por los cuales el autor escribe, así como una
conclusión provisoria a este ensayo.
El autor5
El P. José de Acosta era oriundo de Medina del Campo,
Valladolid, donde nace en 1540, e ingresa a la Compañía de Jesús
en 1552. Se destaca luego como profesor en teología en los colegios
jesuitas de Ocaña y Plasencia. Es enviado como misionero a Perú
—llega a Lima en 1572— donde ejerce hasta 1586 como teólogo y
misionero, provincial de la Orden Jesuita6.
“La Compañía de Jesús se había incorporado muy recientemente a la tarea
evangelizadora de América (en 1556 había partido la primera expedición de jesuitas
al Nuevo Mundo, con destino Florida), y a Perú tan sólo habían sido enviadas dos
expediciones previas (...)” sostiene Simón Valcárcel Martínez (1989), p. 391.
4
Para la biografía del autor se siguió: Simón Valcárcel Martínez (1989), los
datos aportados por Ramón Anglés, impresor de la versión de 1894 (en la cual
varían algunas de las fechas dadas aquí), y Fermín Del Pino Díaz (2000 y 2008).
5
Magnus Mörner (1986), en la Introducción especifica la organización y los
principios rectores de la Compañía.
6
SCRIPTORIUM
67
Su llegada a América obedece a una solicitud del Virrey
Francisco de Toledo a su amigo el General jesuita P. Francisco de
Borja, debido a la necesidad de clérigos en las nuevas tierras, tras
la finalización de las guerras de conquista y las rebeliones contra
la implementación de las Leyes Nuevas de 1542, así como en las
decisiones emanadas tras el Concilio de Trento y para atender las
reformas reclamadas por el P. Las Casas7, así como a una expresa
voluntad de Acosta, para entregarse a la tarea misional8.
El P. Acosta será asesor de la Inquisición en Lima y, como
provincial de la Orden, visitará varios lugares del sur del virreinato:
Cusco, Chuquisaca, Andahuaylas, el cerro Potosí, Tiahuanaco, y
otros). Se encontrará con Polo Ondegardo, ex Corregidor de Sucre
(en ese momento acompañante del Virrey Toledo en la visita al
país), que será uno de sus guías para las indagaciones sobre los
indígenas lugareños.
Se desempeñó en América como teólogo destacado, creando
teoría acerca del papel de los indígenas en la religión. Tuvo un
gran papel en el III Concilio de Lima (1582-83). Siguió el modelo
Hipótesis sustentada largamente por Rómulo D. Carbia en muchos de sus
trabajos pioneros, y en la historiografía actual. Tomo aquí R. Carbia (1940).
7
8
Valcárcel Martínez (1989), p. 392.
68
SCRIPTORIUM
jesuita sobre de educación de las elites, con gran flexibilidad acerca
de los diferentes componentes culturales para ser incorporados a
la fe; aprendió quechua y él mismo redactó los catecismos.
En 1586 parte a Nueva España, y tras una breve estancia allí, en
1587 se embarca para España a petición de sus superiores (según
él mismo lo manifiesta9): lo requiere Felipe II para una misión
secreta en Roma, además de gestionar allí la aprobación de los
últimos cambios conciliares. Muere un 15 de febrero de 1600 en
Salamanca.
Los cronistas
La fuente seleccionada se encuadra en lo que denominamos
Crónicas de Indias. Sobre ello haremos una disquisición. Por un lado,
identificamos como crónicas a la estructura literaria y lingüística que
da cuenta de un determinado contexto, delimitado por un espacio
y tiempo específico10, asumida como fuente de conocimiento para
la Historia, para análisis culturales o estudios de la lengua; pero,
esta caracterización no respondió siempre a los requerimientos de
En el Proemio de la Historia Natural... sostiene que a los dos primeros libros los
escribió en América y a los otros en Europa: “habiéndome ordenado la obediencia
volver por acá” (p. 3 de la fuente). No es la opinión de Valcárcel, Cf. p. 394.
9
10
Eve Bravo-García y María Teresa Cáceres-Lorenzo (2012).
SCRIPTORIUM
69
tan amplio uso, por ejemplo en la etapa formativa de la preceptiva
metodológica de la Historia como disciplina científica. Referimos
aquí al esmerado esfuerzo de R. Carbia11 (innovador metodológico
en la historiografía argentina de comienzo del siglo XX) para filiar
la genética de la historiografía indiana, a la cual vincula con los
cronistas oficiales de la tradición castellana alfonsina12 en una
ligazón espiritual, y en lo formal hacia la época de don Juan II
(1406-1454). Este autor diferenció la Crónica oficial y la Crónica mayor
(así como la Crónica menor —de la cual no abundaré aquí—, que
son aquellas también oficiales, realizadas por orden del monarca
o por las autoridades del Nuevo Mundo pero que se desarrollaron
al margen de las ordenanzas de 1571). En el siglo XV la Crónica
mayor se aplicó a la vida del reino, como prolongación de las
crónicas generales, bajo el ejemplo de la oficiada por Alfonso X,
bajo el título de Cronista de Castilla, equivalente al cronista mayor
de Aragón, mientras que la Crónica oficial había nacido vinculada
a las impresiones morales del monarca reinante, que será la raíz
de donde surgirá la Crónica mayor de Indias, que nace por voluntad
de Felipe II en 1571, cuando se incorpora al Consejo de Indias
11
Rómulo Carbia (1940)
12
Op. cit. p. 36 y ss.
70
SCRIPTORIUM
un funcionario para desempeñar la tarea de Cronista mayor, para
evitar que por un mal empleo de los derechos concedidos por el
Papa en las Indias, se perdiera la legítima posesión, “para no errar
en el gobierno de América”13.
Como se ve, para R. Carbia la filiación es significativa, ya
que la identificación del origen le permitirá armar los conjuntos
genéricos (las series que conforman hechos), usando la clasificación
por esquemas (origen, evolución, causa, consecuencia). De esa
manera, los orígenes se establecen a partir de documentos, por
eso, la clasificación de las fuentes o heurística será rigurosamente
diacrónica y objetiva. Es significativo hallar la utilidad del dato de
Carbia, en razón de establecer la conexión entre el establecimiento
del Cronista de Castilla y el fortalecimiento del poder regio —desde
Alfonso X—, y la consolidación del absolutismo monárquico,
que va tomando forma con Juan II, luego con los Reyes Católicos
y el afianzamiento definitivo con Carlos V con el triunfo sobre
las Comunidades14. El contexto en el cual ubicaremos nuestra
fuente, será, precisamente, el del desarrollo de las instituciones
colaboradoras del sostenimiento del poder real en América y, en
13
Ibidem, p. 128
14
L. Ribot (2013), p. 70.
SCRIPTORIUM
71
función de ello, el papel de los cronistas, sean éstos encuadrados o
no en el marco del Consejo de Indias.
Señalo particularmente el párrafo anterior, dado que es de
utilidad considerar, a la luz de la información que brinda en su
nutrido trabajo el historiador argentino15, la voluntad señera de los
monarcas católicos acerca de la intención de enmendar los yerros,
dentro de una lógica de conquista, claro está (la conquista como
hecho brutal sistemático viene siendo revisada por la historiografía
española, no sin tintes nacionalistas)16. También esta disquisición
es útil para apreciar los resultados que arrojaron las pesquisas de
cronistas oficiales y mayores, frente a aquellos que actuaban con
otros presupuestos, tal es el caso de José de Acosta.
Asimismo, a pesar de que nuestra fuente se inicia con una
misiva del rey Felipe II, donde consta:
Por cuanto por parte de vos, Josef de Acosta de la Compañía
de JESÚS nos fué hecha relación diciendo, que vos aviades
Son destacables sus obras (1943) Historia de la leyenda negra hispanoamericana y (1935) “El problema del descubrimiento de América desde el punto
de vista de la valoración de sus fuentes”.
15
Como antecedentes pioneros: Emilia Pardo Bazán (1899) y Julián Juderías
(1914), más recientemente véase Rafael Sánchez Domingo (2012) entre otros;
también en medios de divulgación masiva la temática fue retomada en el V
Centenario del descubrimiento de América
16
SCRIPTORIUM
72
compuesto un libro intitulado Historia Natural y Moral de las
Indias en lengua Castellana, en el cual aviades puesto mucho
trabajo y cuidado, y nos pedistes y suplicastes, os mandásemos
dar licencia (...)17,
evidencia que la misma entraría dentro de las noticias reclamadas
por la corona luego de las Ordenanzas de 157318 que dieran lugar
a las Relaciones Geográficas de Indias, pero no tenemos noticia de
que los cuestionarios surgidos de aquella hubieren llegado al Perú
y tampoco a las manos del P. Acosta.
La fuente
La Historia Natural y Moral de Indias fue recuperada como
obra de referencia nacional y misional en el siglo XIX19, aunque ya
17
Las negritas son mías.
En 1578 el rey Felipe II autorizó la creación de un cuestionario impreso, que
surge de las Ordenanzas de 1573, el mismo fue distribuido en suelo americano,
y las respuestas son conocidas como Relaciones Geográficas de América.
18
Se trata de la obra completa en la edición “fielmente reimpresa” de 1894, que
contiene el subtítulo: “EN QUÉ SE TRATAN LAS COSAS notables del Cielo,
elementos, metales, plantas y animales dellas; y los ritos y ceremonias, leyes y
govierno y guerras de los indios”, que cuenta con la carta del rey, la dedicatoria
a su hija, Isabel Clara Eugenia de Austria, y una somera presentación del editor.
Todas las citas de la obra aquí apuntadas, se tomaron de dicha edición.
En línea:
19
http://bibliotecadigital.jcyl.es/es/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=10069167
SCRIPTORIUM
73
en su tiempo“(...) recorrió por Europa y se tradujo a varias lenguas
(italiano, francés, inglés, latín)”20.
Se trata de un extenso trabajo dividido en dos cuerpos, por un
lado la historia natural y por el otro la historia moral, dos tipos
de análisis, donde el primero es el fundamento del segundo, ya
que la naturaleza permite justificar y explicar la jerarquía y la
evolución del orden natural así como las instituciones sociales,
debido a la complejidad en que está ordenado el mundo de Dios21.
Por su metodología, Ramón Anglés, el editor de su obra de 1894,
glosando a Humboldt sostiene:
El P. Acosta es original en su género y se le pudiera llamar
con propiedad el Plinio del Nuevo Mundo. En cierto modo más
hizo que Plinio, pues éste se valió de las especies de muchos
escritores que le precedieron, como él mismo confiesa.22
La historia natural está compuesta por cuatro libros (de 25, 14,
27 y 42 capítulos respectivamente). Los primeros dos dan cuenta
de la geografía distinta y provocadoramente excitante para los
europeos, donde identifica como tórrida zona a la mayor parte de
20
Valcárcel, op. cit., p. 396.
21
Fermín Del Pino-Díaz (1978).
22
Ramón Anglés, editor de José de ACOSTA (1894), Historia moral..., p. III.
74
SCRIPTORIUM
la América conocida hasta entonces. Los otros dos describen los
“elementos simples” (aire, agua, tierra y fuego), deduciendo de
ello los ríos, volcanes y vientos, y los “elementos compuestos” (los
tres reinos: vegetal, mineral y animal), a los cuales los analizará de
acuerdo al nivel de complejidad, de menor a mayor.
En la Historia Moral (que no se analizará aquí) se pone de
manifiesto el camino a la civilización por el ordenamiento
jerárquico, es decir, por donde se enlaza el designio moral de las
personas, en tanto la vía hacia la fe se trataría de un concepto
evolutivo derivado del mensaje cristiano. Así, entre otras formas
clasificatorias identifica: las hordas, las behetrías y los estados. El
estado sería, pues, de lo que carecen los indígenas americanos,
por lo cual se los puede comparar con la barbarie anterior al
cristianismo, cuestión atribuible al poco desarrollo de la razón,
por lo cual los pecados se contemplan en virtud de la carencia de
palabra divina, subsanable con educación.
Selección y comentarios
Seleccionamos los libros de la Historia Natural y, siguiendo
la caracterización de Stelio Cro23, alrededor del método y los
conceptos opuestos de los cronistas según la referencia de la
23
Stelio Cro (1989).
SCRIPTORIUM
75
cual parten —antiguos o modernos—, podemos individualizar
a nuestro autor como providencialista cristiano, quien sigue
como método, sin embargo, el escrutinio directo por observación
y
experimentación
de
los
asuntos
objetivados
mediante
racionalización. Por esto, podemos definir al P. Acosta a caballo
de dos épocas: por un lado, la del providencialismo cristiano, que
supone la idea de Dios como principio y sujeto de la Historia y al
hombre como su instrumento, y la moderna, que abre las puertas
a la voluntad humana y despierta la conciencia de pertenecer a un
tiempo nuevo, y que insta a obrar según parámetros humanos.
El P. Acosta en el Proemio manifiesta su objetivo:
El fin de este trabajo es, que por la noticia de las obras
naturales que el autor tan sabio de toda naturaleza ha hecho, se
le dé alabanza y gloria al altísimo Dios, que es maravilloso en
todas partes. (Proemio Historia Natural)
Por lo cual, podemos interpretar que la utilidad de la observación
y análisis de la naturaleza como forma de conocimiento que realiza
el autor, en realidad viene a confirmar la sagrada creación divina.
Vemos además, que su providencialismo no sólo se describe
en función de la salvación de la humanidad, sino también capaz
de reproducir la sacralidad en el orden social, a partir de la
SCRIPTORIUM
76
identificación de una lógica jerárquica (en este caso, la palabra del
conquistador respecto del indígena):
Saber lo que los mismos indios suelen contar de sus principios
y origen no es cosa que importa mucho, pues más parecen sueños
lo que refieren que historias (...) Mas ¿de qué sirve añadir más,
pues todo va lleno de mentira y ajeno de razón? (...) Y no es de
maravillar: faltándoles libros y escritura (...). (Libro I, cap. 25)
Y en el mismo Libro I, a partir de la identificación de la esfera
y un mismo cielo para todo el orbe, plantea una discusión con
los conocimientos de los antiguos, acerca de los antípodas, y su
negación de ser habitable la “tórrida zona”, por ejemplo Aristóteles
y Plinio, a quienes no duda en desautorizarlos:
De esta opinión fue Aristóteles, que -aunque tan gran
filósofo- se engañó en esta parte (...) En esto se le debe perdonar
a Aristóteles, pues en su tiempo no se había descubierto más de
la Etiopía (...). (Libro I, capítulo 9)
Que Plinio y los más de los antiguos sintieron lo mismo
que Aristóteles. (Título del capítulo 10, Libro I)
En la larga disquisición sobre “el uso de la piedra imán y de la
aguja de marear”, en dos capítulos, plenos de reconocimiento a
tan gran hallazgo, con el cual se llegó a América y se dio vuelta al
mundo, concluye sin embargo con:
SCRIPTORIUM
77
(...) a mí mas gusto me da, mirando estas grandezas, alabar
aquel poder y providencia del sumo Hacedor, y gozarme de
considerar sus obras maravillosas” (...) Siendo determinación
del Cielo, que se descubriesen las naciones de Indias, que tanto
tiempo estuvieron encubiertas, habiéndose de frecuentar esta
carrera, para que tantas almas viniesen en conocimiento de JesuCristo, y alcanzasen su eterna salud, proveyóse también del Cielo
de guia segura para los que andan este camino, y fué la guia e
aguja de marear, y la virtud de la piedra imán. (...) Y si de estas
cosas, que cada dia traemos al ojo, no podemos hallar la razón,
y sin duda se nos hicieran duras de creer si no las viéramos
tan palpablemente, ¿quién no verá la necedad y disparate que
es querernos hacer jueces, y sujetar á nuestra razón las cosas
divinas y soberanas? Mejor es, como dice Gregorio Teólogo,
que á la Fé se sujete la razón, pues aun en su casa no sabe bien
entenderse. (Libro I, capítulo 1724)
Es decir, frente al hallazgo humano y la puesta en práctica en
virtud de la necesidad, sin embargo, halla la voluntad divina.
La experiencia es la vara con la que va midiendo su propia
racionalización de qué es América, pues tendrá ocasión de
recorrer la geografía y comprobarla por sí mismo y en su cuerpo,
por ejemplo al subir más allá de los casi 4000 m.s.n.m. y descubrir
Capítulo que titula: “De la propiedad y virtud admirable de la piedra imán para
navegar; y que los Antiguos no la conocieron”.
24
SCRIPTORIUM
78
el soroche o mal de montaña, y describirlo:
(...) un efecto extraño que hace en ciertas tierras de Indias
el aire ó viento que corre, que es marearse los hombres con él,
no menos, sino mucho mas que en la mar. Algunos lo tienen
por fábula (...) yo diré lo que pasó por mí. Hay en el Perú una
sierra altísima, que llaman Pariacaca yo habia oído decir esta
mudanza que causaba, y iba preparado lo mejor que pude (...)
cuando subí las escaleras, que llaman, que es lo mas alto de
aquella sierra, cuasi súbito me dio una congoja tan mortal, que
estuve con pensamientos de arrojarme de la cabalgadura en el
suelo; y porque aunque íbamos muchos, cada uno apresuraba
el paso, sin aguardar compañero, por salir presto de aquel mal
parage (...) le rogué me ayudase á tener en la bestia. Y con esto
luego tantas arcadas y vómitos (...) llegué á echar sangre, de
la violencia que el estómago sentía (...) hasta que bajamos bien
abajo, y llegamos á temple mas conveniente, donde todos los
compañeros, que serian catorce ó quince, estaban muy fatigados,
algunos caminando pedían confesión, pensando realmente
morir (...).
Y continúa, buscando explicarse racionalmente esta molestia
de la montaña:
Que la causa de esta destemplanza y alteración tan extraña
sea el viento ó aire que allí reina, no hay duda ninguna (...)
Porque el aire es tan sutil y penetrativo, que pasa las entrañas;
y no solo los hombres (...) también las bestias (...) el elemento de
el aire está allí tan sutil y delicado, que no se proporciona á la
SCRIPTORIUM
79
respiración humana, que le requiere mas grueso y mas templado;
y esa creo es la causa de alterar tan fuertemente el estómago, y
descomponer todo el sugeto. (Libro III, capítulo 9)
Entabla un continuo diálogo consigo mismo entre su experiencia
y la expectativa de ver confirmada la providencia, como al concluir
que los pobladores americanos “es más conforme a buena razón
pensar que vinieron por tierra” , bajo la teoría de haber pasado por
el sur, por las islas Salomón, y que:
La razón porque nos hallamos forzados á decir, que los
hombres de las Indias fueron de Europa ó de Asia, es, por no
contradecir á la sagrada Escritura, que claramente enseña, que
todos los hombres descienden de Adán, y así no podemos dar
otro origen á los hombres de Indias (...). (Libro I, capítulo 20)
En el Libro III acude por fin, a amigarse con Aristóteles y
Plinio, al concebir el mundo bajo los elementos simples (aire, agua,
tierra y fuego), de los cuales se derivan vientos, mares, tierras y
volcanes, descripción que enriquece con su propia observación de
las diversas manifestaciones:
En lugar del mar Mediterráneo, que gozan las regiones del
viejo orbe, proveyó el Criador en el nuevo de muchos lagos (...)
El principal es el de Titicaca en el Perú, en las provincias del
Collao (...) De patos y patillos de agua hay innumerable cosa
en toda la laguna [y para cazarlos] en torno van persiguiendo
y encerrando los patos, hasta tomar á manos cuantos quieren:
SCRIPTORIUM
80
llaman este modo de cazar chaco25 (...). (Libro III, capítulo 16)
La naturaleza lo interpela, y en el Libro IV se aboca a continuar
una clasificación pormenorizada: “Y aunque hay otros muchos
géneros, á tres reduciremos esta materia, que son metales, plantas,
y animales”, clasificación que lo llevará a establecer cierta jerarquía
y orden:
Y así como los metales son como plantas ocultas de la tierra,
así también podemos decir, que las plantas son como animales
fijos en un lugar, cuya vida se gobierna del alimento que la
naturaleza les provee en su propio nacimiento. Mas los animales
exceden á las plantas, que como tienen ser mas perfecto, tienen
necesidad de alimento también mas perfecto; y para buscarle, les
dio la naturaleza movimiento; y para conocerle y descubrirle,
sentido. De suerte, que la tierra estéril y ruda es como materia
y alimento de los metales: la tierra fértil y de mas sazón es
materia y alimento de plantas: las mismas plantas son alimento
de animales; y las plantas y animales alimento de los hombres;
sirviendo siempre la naturaleza inferior para sustento de la
superior, y la menos perfecta subordinándose á la mas perfecta.
De donde se entiende, cuán lejos está el oro, y la plata, y lo
demás que los hombres ciegos de codicia estiman en tanto de ser
fin digno del hombre, pues están tantos grados mas abajo que el
Esta observación, el modo de cazar que denomina chaco, voz quechua,
es explicado además en el capítulo 40 del Libro IV. Hubo en el siglo XX una
investigación acerca del origen del nombre de nuestra provincia argentina,
véase particularmente la obra de Ramón Tissera.
25
SCRIPTORIUM
81
hombre; y solo al Criador y universal Hacedor de todo está sujeto
y ordenado el hombre, como á propio fin y descanso suyo, y todo lo
demás no mas de en cuanto le conduce, y ayuda á conseguir este
fin. Quien con esta Filosofía mira las cosas criadas, y discurre
por ellas, puede sacar fruto de su conocimiento y consideración,
sirviéndose de ellas para conocer y glorificar al Autor de todas
(...). (Libro IV, capítulo 1)
El método de acercamiento a la naturaleza, entonces, a pesar de
basarse en su observación y experiencia, permanece ligado al gran
sostén de la fe, fundamento y fin de la realidad. Así, cuando explica
la abundancia de metales hallados en América, no encuentra sino
la divina providencia:
Mas es cosa de alta consideración, que la Sabiduría del
eterno Señor quisiese enriquecer las tierras de el mundo mas
apartadas, y habitadas de gente menos política, y allí pusiese
la mayor abundancia de minas que jamás hubo, para con esto
convidar á los hombres á buscar aquellas tierras, y tenerlas, y
de camino comunicar su Religión, y culto del verdadero Dios
á los que no le conocían, cumpliéndose la profecía de Isaías
(1), que la Iglesia había de extender sus términos, no solo á la
diestra, sino también á la siniestra, que es como San Agustín
declara (2) haberse de propagar el Evangelio, no solo por los que
sinceramente, y con caridad lo predicasen, sino también por los
que por fines y medios temporales y humanos lo anunciasen (...).
(1) Isaias 54. v. 3. (2) August. lib. 1. de concord. Evang. c.
31. (Citas del autor) (Libro IV, capítulo 2)
SCRIPTORIUM
82
Y la explicación, justificación de la conquista, también entra
dentro de los designios providencialistas:
Por donde vemos, que las tierras de Indias mas copiosas
de minas y riqueza han sido las mas cultivadas en la Religión
Cristiana en nuestros tiempos, aprovechándose el Señor para
sus fines soberanos de nuestras pretensiones. Cerca deesto decía
un hombre sabio, que lo que hace un padre con una hija fea
para casarla, que es darle mucha dote, eso habia hecho Dios con
aquella tierra tan trabajosa, de darle mucha riqueza de minas,
para que con este medio hallase quien la quisiese. (Libro IV,
capítulo 2)
Concluyendo, vemos que del análisis de la naturaleza,
pormenorizado y reflexivo, se deriva siempre la soberana voluntad
divina, que confirma la justificación de los derechos obtenidos. En
este caso, tratándose de un religioso formado ya en el cambio, en
el contexto del humanismo reformista, toda su teoría concluye en
la fe de transformación del objeto de conquista, el cual es educable,
y al cual integra, mediante la ubicación del mismo cielo y origen,
al orden cristiano. De esta forma, tanto se confirman los designios
sagrados de la religión como se integra el autor mismo en el orden
que España reproduce en América: jerárquico y selectivo, de
aquellos que tienen la palabra y la escriben.—
SCRIPTORIUM
83
“Hindiana”. Ilustración de Histoire Naturelle des Indes. (fol. 86r, Circa 1590. También
conocido como el Manuscrito Drake. Actualmente en la Libreria Morgan, Nueva
York.). La ilustración está acompañada por la siguiente descripción: “Hindiane. esta
mujer vence el grano de trigo en un mortero de madera y produce una harina muy blanca
de la que hacen pan muy bueno y muy nutritivo.”
Bibliografía consultada
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fiel de la primera edición. R. Anglés: Madrid, 1894. En línea:
http://bibliotecadigital.jcyl.es/es/catalogo_imagenes/grupo.
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86
El Miedo
en el
Imaginario Social
de
Europa Occidental
SCRIPTORIUM
87
Paula Daniela Cava
[email protected]
L
as pestes, las plagas, los desastres naturales, el hambre,
las invasiones, la herejía, la enfermedad y la muerte
representaban algunos de los “miedos” más frecuen-
tes en la Europa Occidental entre los siglos XIV y XVIII. Estos miedos lograron trascender la esfera de la vida privada y,
además de temores individuales, se fueron instaurando en pequeños grupos humanos como miedos sociales o colectivos. En
palabras de Jean Delemeau: “No solo los individuos tomados
aisladamente, sino también las colectividades y las civilizaciones mismas, están embarcadas en un diálogo permanente con
el miedo”1.
El desconocimiento acerca del origen de ciertas enfermedades
y fenómenos naturales que afectaban a Europa junto con el temor
Delumeau, Jean. “El silencio sobre el miedo” en El miedo en Occidente: El
Historiador a la Búsqueda del Miedo . Editorial Taurus, 1978. Capítulo I. pp. s/n
1
SCRIPTORIUM
88
que representaba “lo desconocido” y “el desconocido” en las
mentalidades de la época, derivó en la búsqueda de “culpables”
por los males que acontecían. En ese contexto, el paganismo y el
catolicismo parecen combinarse y confundirse: frente al miedo se
recurrió a diferentes prácticas como ritos, oraciones, la magia y el
milagro, donde lo real y lo imaginario evidencian la cosmovisión
de aquél período.
El Miedo a lo desconocido: El Bosque y el Mar
El bosque y el mar eran dos espacios prácticamente desconocidos
e inaccesibles para la gran mayoría de los habitantes de la Edad
Media. El desconocimiento generó temor y respeto hacia estos dos
grandes espacios naturales que rodeaban la vida cotidiana:
El hombre medieval tendería a demonizar aquello que
no podía dominar, los espacios inexplorados eran temidos y
convertidos en lugares prácticamente prohibidos, como pasaría
con el bosque, donde en el imaginario medieval ocurría todo tipo
de sucesos sobrenaturales y era el hogar de las brujas, monstruos
y del mismo diablo.2
Respecto del mar, se creía que bajo las aguas habitaban criaturas
diabólicas míticas, como las sirenas o el onocentauro e incluso
Macías Cárdenas, Francisco J. “Los animales marinos en los Bestiarios
Medievales”. Universidad de Cádiz, 2013. p. s/n
2
SCRIPTORIUM
89
reales, como las ballenas y los peces, entre otros. Las Sirenas se
caracterizaban por la belleza de sus cuerpos y por atraer a los
hombres hacia alta mar con sus encantadoras melodías. Dentro
del imaginario de la época, la sirena era asociada al demonio por
sus rasgos de ostentación y se la vinculaba a los placeres carnales:
Ya lo había manifestado antes Isaías, diciendo: Vendrán
sirenas y onocentauros. El fisiólogo trata la naturaleza de cada
uno de ellos. Dice de las sirenas que son animales marinos
mortíferos, que atraen con sus voces; que su parte superior,
hasta el ombligo, presenta forma humana, y del ombligo para
abajo, de volátil. Lo mismo dice de los onocentauros: del pecho
para arriba, tienen aspecto humano, y para abajo, asnal. (…)
Esas criaturas, ya sean sirenas u onocentauros, representan a
nuestros enemigos.3
Las sirenas junto con el onocentauro compartían tres rasgos en
común: habitaban las aguas desconocidas, tenían una doble
naturaleza —la humana y la animal—, y fueron considerados
símbolos de la lujuria. La ballena también fue comparada con el
diablo y asociada a la corrupción del alma. Sin embargo las ostras,
a diferencia de los animales marinos mencionados anteriormente,
tenían una valoración positiva a lo largo de la Edad Media: Fue el
3
Nilda Guglielmi. El Fisiólogo. Bestiario Medieval. Ed. Universitaria de Buenos
Aires, pp. 50-51.
SCRIPTORIUM
91
Imagen de la página 90: Detalle de un manuscrito. Bote con tres marineros sobre
una ballena mientras come un pez. (Bestiario Ashmole. Inglaterra, comienzos del
siglo XII. fol. 086v)
símbolo de Cristo y de la Virgen por su pureza.
Los peces, según su tipo, podían tener una valoración positiva o
negativa: el esturión fue asociado con el demonio mientras que el
pez espada fue comparado con un caballero. El atún con su carácter
sanguíneo luchaba constantemente con el pez espada mientras
que la rémora ayudaba a las embarcaciones para mantenerlas a
salvo de las tormentas.
Fantasía y realidad se entretejían en un sinfín de historias
alrededor de la zoología del mundo medieval, atemorizando
a la sociedad de la época: “Esta fauna se veía enriquecida con
otras criaturas fantásticas y monstruosas —presentadas como
existentes– cuyo acercamiento a la conciencia del hombre medieval
se producía a través del miedo a lo desconocido”4.
Es importante resaltar la influencia de los Bestiarios Medievales
en la configuración tanto del miedo, genérico y abstracto, como
de miedos particulares y específicos en las mentalidades de la
Europa Occidental: los Bestiarios conformaban un compendio
Valentini, Carlos; Ristorto, Marcela. Bestiarios medievales e imaginario social.
Vol. 8/10, 2015. p.17
4
92
SCRIPTORIUM
de Bestias clasificadas según sus características anatómicas o su
comportamiento. Ésta visión simbólica de la zoología medieval
dio origen a múltiples relatos y leyendas que acompañaron la vida
cotidiana del medioevo. La Historia Naturalis de Plinio —recopilación
del conocimiento científico de la época— junto con el Physiologus
(de autor desconocido), representan los antecedentes inmediatos
de los Bestiarios Medievales. La iconografía plasmada en los Bestiarios
fue muy bien usufructuada por parte de la Iglesia Católica a
través de diferentes enseñanzas moralizantes (cuyo soporte fue,
en muchas casos, la imagen) con el objetivo de potenciar el control
social. De ese modo, por ejemplo, el miedo al castigo divino alejó
a la población de lugares “prohibidos” como fueron el bosque y
el mar.
El Miedo a las tempestades, las sequías y el hambre
Especialmente en áreas rurales de la Europa Occidental, la línea
que separaba el paganismo del cristianismo hacia los siglos XIV y
XVIII, era muy difusa. La ignorancia religiosa de los pobladores
campesinos junto con la persistencia del paganismo permitió la
integración de la magia en el cristianismo. Los milagros y los
exorcismos evidencian el contenido mágico y fantástico de la
cultura popular rural siendo allí donde el miedo a los fenómenos
SCRIPTORIUM
93
meteorológicos adquieren mayor relevancia: tanto las sequías como
las tempestades podían provocar hambre y muerte. Según Martín
Gelabertó Vilagran existen diferentes orígenes de las tempestades
en el imaginario de la época: el origen natural y pagano, el origen
Cristiano y origen el diabólico–brujeril. El origen natural y pagano
se relacionaba con la irradiación de cuerpos celestes como los
cometas y con los eclipses mientras que el origen cristiano se
asociaba a la intervención divina frente a los desafueros de los
hombres. El origen diabólico-brujeril se vinculaba a reuniones
de brujas y brujos que podían provocar tempestades sobre las
poblaciones.
El miedo a lo que hoy en día conocemos como “fenómenos
meteorológicos extremos” generó en aquellos tiempos, la necesidad
de buscar posibles soluciones a través de la magia y el milagro.
El temor causado por las catástrofes naturales adquiría mayor
relevancia y magnitud al atribuírseles causas sobrenaturales a
hechos naturales:
Esa búsqueda de significados ocultos de cualquier
acontecimiento natural acentuaba los miedos, al proyectar el
hecho concreto hacia un más allá misterioso y de contornos
desconocidos. Hacía ese universo ignoto, que presta a la muerte
SCRIPTORIUM
94
buena parte de sus aspectos terroríficos.5
La sequía también fue causal de hambre y muerte en aquellos
tiempos. Por ejemplo en el siglo XVII, las sequías jugaron un rol
determinante en la irrupción de plagas como la langosta. Tanto
es así, que para 1748 la sequedad se generalizó en todo el reino y
la expansión de la langosta causó gravísimas consecuencias. Aquí
vemos claramente cómo dos “temores colectivos” del período se
fusionaron, agravando la situación
El miedo al “hambre” aumentaba luego de malas cosechas,
tempestades, sequías, guerras y tantas otras calamidades que
afectaron a Europa Occidental en aquellos siglos. Salvador
Claramunt se expresa del siguiente modo, en referencia al hambre
en las zonas urbanas de la Europa Occidental,
El hambre será un azote corriente para las clases modestas
urbanas, pero cuando adquiere la categoría de gran hambre
afectará a todas las clases sociales como sucedió en la crisis
frumentaria de 1316-1317.6
El Miedo a las pestes y las plagas
Al igual que las tempestades y las sequías, las plagas y las pestes,
5
Carlé, María del Carmen. “Los miedos medievales: Castilla, Siglo XV”. p. 112
Claramunt, Salvador. “La muerte en la Edad Media: El mundo urbano”. Acta
Histórica y Arqueológica Medievalista, N° 7-8, 1986-1987. p. 211.
6
SCRIPTORIUM
95
azotaron en reiteradas ocasiones a Europa Occidental dejando a
su paso miles de víctimas fatales, hambre, pobreza y carestía a su
paso. Pestes como la “Peste Negra” de 1348, la “Peste de Sevilla”
de 1649, la “Peste Londinense” de 1665 y plagas, como la “Plaga
de la Langosta” en la España del siglo XVIII, representan claros
ejemplos de la amenaza provocada por enfermedades zoonóticas
entre el siglo XIV y siglo XVIII. Salvador Claramunt señala que:
Las pestes, y en especial para el siglo XIV la conocida Peste
Negra que azotó una gran parte de Europa occidental entre 1347
y 1350, hizo que las ciudades fueran las áreas más perjudicadas
por la aglomeración de población7
Las Pestes y las Plagas generaron temor por tres causas: desde
el punto de vista religioso, se asociaban al castigo divino causado
por los pecados de los hombres en la Tierra; desde el punto de vista
económico, podían provocar la ruina de las economías familiares
debido a las pérdidas de la cosecha; y desde la propia salud
individual o colectiva, las plagas y pestes se relacionaban con el
hambre, la enfermedad y la muerte. Para evitar que las pestes y las
plagas afectaran a la población, se buscó la intervención divina de
santos y vírgenes por medio de ceremonias, misas y procesiones,
Claramunt, Salvador. “La muerte en la Edad Media: El mundo urbano”. Acta
Histórica y Arqueológica Medievalista, N° 7-8, 1986-1987. p. 211.
7
96
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Clérigos y víctimas de la plaga siendo bendecidas por el obispo en el manuscrito Omne
Bonum de James le Palmer. Detalle de minuatura: c.1360–1375, Inglaterra. f. 301)
SCRIPTORIUM
97
además de recurrir a conjuros y exorcismos para preservar los
campos de sembradío:
La realidad se mostraba, pues, en toda su crudeza al resultar
ineficaces tanto los remedios terrenales como los espirituales,
con el agravante de que los gastos, cada vez mayores, corrían
siempre por cuenta de los mismos. La langosta, por lo tanto,
siempre devoraba con fruición algo más que campos sembrados.8
Podemos observar cómo se recurrió a diferentes métodos, paganos
y cristianos, con el fin de atenuar el efecto de las pestes y las plagas
que azotaron a Europa en aquellos siglos.
El Miedo al Extranjero, al Hereje y a las Brujas
Entre los Siglos XIV y XVIII, la Iglesia Católica fue la encargada
de difundir un listado de males que afectaban la vida de los
feligreses: los “herejes”, las “brujas”, los “Turcos” y los “Judíos”
fueron los principales acusados. Ellos fueron, en muchos casos,
los supuestos “culpables” de los sucesos y fenómenos —naturales
y sobrenaturales— que ocurrían en Europa Occidental. Por tal
motivo fueron perseguidos y condenados a muerte
Jean Delemeua, al referirse al miedo que acechaba en Augsburgo
hacia el siglo XVI, indica:
Romá, Armando A. Plagas de langosta y clima en la España del siglo XVIII.
Universidad de Alicante. Relaciones 129, 2012. p 45.
8
SCRIPTORIUM
98
Precauciones singularmente reveladoras de un clima de
inseguridad: cuatro gruesas puertas sucesivas, un puente sobre
un foso, un puente levadizo y una barrera de hierro no parecen
suficientes para proteger contra cualquier sorpresa, a una villa
de 60.000 habitantes que es, en esa época, la más poblada y
rica de Alemania. En un país presa de las querellas religiosas,
y mientras el Turco merodea en las fronteras del imperio, todo
extranjero es sospechoso, sobre todo de noche.9
Cabe señalar que la inseguridad que reinaba en áreas rurales y
urbanas, provenía del “exterior” pero también del “interior”.
La delincuencia aumentaba a medida que el hambre y la
carestía azotaban a las poblaciones. El clima de violencia que se
vivía en Europa Occidental, generó temor y desconsuelo entre
los habitantes que transitaban por los descampados rurales y las
oscuras calles de las ciudades.
En ciertos casos, las epidemias también fueron adjudicadas al
“hereje”, como indica Salvador Claramunt:
Los efectos de la muerte negra o de cualquier otra epidemia de
tan funestas consecuencias fueron singularmente importantes
sobre las mentalidades; ya que se buscaron culpables sobre
los que hacer recaer la ira de los atemorizados vivos que aún
quedaban. Los asaltos a las juderías o pogroms serán un ejemplo
Delumeau, Jean. “El miedo en Occidente”: El Historiador a la Búsqueda del
Miedo. Cap.1: El silencio sobre el miedo. Editorial Taurus, 1978. p. s/n
9
SCRIPTORIUM
99
claro de esta mentalidad, y una muestra más de un modo de
morir en la ciudad.10
La Bruja, representaba una de las figuras femeninas de mayor
importancia y temor en el Imaginario medieval. Fue asociada al
demonio hasta el siglo IV, momento en que comienza a surgir la
vinculación de la mujer con la Virgen María. Cabe destacar que
la demonización medieval de las mujeres encubre la concepción
misógina de la época como indica Yolanda Beteta Martín:
Para comprender las ramificaciones de la agresividad vertida
sobre las mujeres en el medievo es necesario analizar el
recrudecimiento del discurso patrístico y la deslegitimación
del saber empírico femenino mediante la demonización de las
curanderas, sanadoras y parteras que quedan asociadas a la
imagen literaria de “la bruja”. Para ello es necesario realizar
una revisión histórica de la retórica patriarcal que rescata y
reelabora una imagen de la mujeres como seres de naturaleza
impura, diabólica y monstruosa.11
Sin dudas “el otro” —el desconocido— generaba temor y
desconfianza en la población. Esto fue aprovechado por la Iglesia
Católica para desprestigiar, perseguir y hasta condenar a muerte
Claramunt, Salvador. “La muerte en la Edad Media: El mundo urbano”. Acta
Histórica y Arqueológica Medievalista, N° 7-8, 1986-1987. p. 213.
10
Beteta Martín, Yolanda. “Los Delitos de las Brujas: La pugna por el control
del cuerpo femenino. Universidad Complutense de Madrid. p. 2
11
SCRIPTORIUM
100
a los “infieles”, es decir a todos aquellos señalados como herejes
y a quienes se asociaba al demonio como fue el caso de las brujas.
El Miedo a la enfermedad, a la muerte y al Juicio Final
A principios de la Edad Media, se creía que la muerte “avisaba”,
es decir que la muerte se “esperaba”. La costumbre reunía a
familiares, amigos y vecinos para que acompañaran al moribundo
en sus últimos momentos de vida en la Tierra. Sin embargo, la
muerte súbita o repentina generó pánico a la sociedad medieval:
fue considerada vergonzosa e infame ya que impedía al difunto
ponerse en gracia de Dios. “La muerte estaba muy próxima en los
tiempos medios, el otoño del hombre medieval comenzaba hacia
los 35 años; las pestes, las guerras, las hambres eran episodios
frecuentes y a veces repetidos en cada generación”12.
A partir del Siglo XII, la concepción respecto a la muerte
comienza a cambiar y el temor a la muerte aumentó:
Durante la segunda mitad de la Edad Media, del siglo
XII al XV, se produjo un acercamiento entre tres categorías de
representaciones mentales: La de la muerte, la del conocimiento
de cada uno de su propia biografía y la del apego apasionado a
las cosas y a los seres poseídos en la vida. La muerte se convirtió
Claramunt, Salvador. “La muerte en la Edad Media: El mundo urbano”. Acta
Histórica y Arqueológica Medievalista, N° 7-8, 1986-1987. p. 206.
12
SCRIPTORIUM
101
en el lugar donde el hombre tomó, mejor que en ningún otro,
conciencia de sí mismo.13
El deseo de vivir y permanecer en la Tierra empezó a resultar
más atractivo que el paraíso, la vida eterna o el Más Allá, y el
miedo a la muerte se fue incrementando en la misma medida
en que los individuos se fueron aferrando al mundo terrenal. La
resignación cristiana frente a la muerte dio lugar a nuevos temores
y resignificó otros más antiguos, como el miedo a la enfermedad,
a la muerte súbita, al juicio final y al destino errante del difunto.
Mediante oraciones, peregrinaciones, conjuros y amuletos se
buscó mantenerse a salvo de la muerte.
La “magia” y el “milagro” fueron los métodos de sanación
más difundidos a lo largo de éste período. Sin embargo, las
concepciones respecto al origen y cura de enfermedades fueron
muy diferentes: Aquellos que creían en la magia, atribuían el origen
de las enfermedades a la transgresión de tabúes, a la maldición o
a las ofensas de los hombres hacia las divinidades. Los rituales,
el uso de amuletos, los hechizos y conjuros fueron los medios de
curación utilizados en éste último caso
Ariés, Philippe. “Historia de la Muerte en Occidente. Desde la Edad Media
hasta nuestros días”. Ed. El Acantilado. Barcelona, 2000. pp. 55-56
13
102
SCRIPTORIUM
Desde la Fe Cristiana, la causa de las enfermedades era el pecado,
y su posible cura dependía de las plegarias a santos con poderes
curativos. Como indica Pilar Cabanes Jimenez, “se creía que San
Valentino curaba la epilepsia, San Cristóbal, las enfermedades de
garganta; San Eutropio, la Hidropesia; San Ovidio, la sordera; San
Gervasio, el reumatismo; San Apolonio, el dolor de muelas, etc”14.
Para el creyente, el miedo a la enfermedad y la muerte no sólo
representaba el temor a la muerte en sí misma sino el temor al
castigo divino y al Juicio Final: “lo verdaderamente terrible para el
hombre del S. XV, era la posibilidad de condenación tras el juicio
hecho a su vida terrena”15. Luego de ser juzgada la vida del reciente
difunto, el cristiano devoto y libre de pecados terrenales habitaría
en el paraíso mientras que el pecador habitaría el infierno plagado
de bestias y demonios.
Conclusión
El miedo siempre ha existido en la vida del hombre ya que éste
es el mecanismo de defensa por medio del cual se busca preservar
Cabanes Jiménez, Pilar. “Algunas notas sobre la enfermedad y la muerte en
la Edad Media. Universidad de Cádiz. Biblioteca Virtual Universal. p s/n.
14
Porras Gil, María Concepción. “El concepto de la muerte a finales de la Edad
Media”. p. 10
15
SCRIPTORIUM
103
la vida frente a un peligro inminente: el ser humano no sólo teme
frente a un peligro real, sino que también se enfrenta a temores
irreales producto de su raciocinio, sus vivencias, sus experiencias,
sus traumas y su propia imaginación. Cabe destacar que el
temor también puede ser infundido por diversas Instituciones,
fundamentalmente políticas y religiosas, con el fin de regular y
controlar la conducta de la sociedad.
Analizando los sucesos y fenómenos —naturales y sobrenaturales— que atemorizaron a gran parte de la sociedad europea
occidental entre los siglos XIV y XVIII, se puede observar cómo se
confundían y mezclaban el cristianismo y el paganismo a lo largo
de todo el período. Por medio de la magia y el milagro se buscó
atenuar y combatir el miedo:
Estamos ante la presencia de un cristianismo mezclado con
innumerables prácticas consideradas como supersticiosas, cuya
finalidad es el conciliar y equilibrar las fuerzas extraterrenas,
dando como resultado una extraña amalgama. Ello permite
dominar el miedo y la desesperación en respuesta a las agresiones
de un mundo exterior hostil ante las secuelas de las guerras,
epidemias, enfermedades, plagas, que creaban una gran angustia
entre los hombres, afirmando que no se está solo e impotente,
sino que, al contrario, puede ejercerse algún tipo de influencia
SCRIPTORIUM
104
mediante la magia de los ritos y tabues.16
Cabe señalar que, a lo largo del período analizado, la Iglesia
Católica inculcó el temor entre la sociedad buscando devoción,
obediencia y fidelidad en medio de una Europa que parecía, en
muchos casos, aferrarse al paganismo y a sus creencias ancestrales.—
Gilabertó Vilagran, Martín. Tempestades y conjuros de las fuerzas naturales.
Aspectos mágico–religiosos de la cultura en la Alta Edad Moderna. Manuscrits,
n° 9, Enero 1991. p. 334
16
Bibliografía consultada
DELUMEAU, Jean. El miedo en Occidente: El Historiador a la
Búsqueda del Miedo. Cap.1: El silencio sobre el miedo. Editorial
Taurus, 1978.
CASTORADIS, Cornelius. La Institución imaginaria de la sociedad.
Ensayos TusQuets Editores.
MACÍAS CÁRDENAS, Francisco J. Los animales marinos en los
Bestiarios Medievales. Universidad de Cádiz, 2013.
GUGLIELMI, Nilda. El Fisiólogo. Bestiario Medieval. Ed.
Universitaria de Buenos Aires.
VALENTINI, Carlos y RISTORTO, Marcela. Bestiarios medievales
e imaginario social. Vol. 8/10, 2015.
SCRIPTORIUM
105
CARLÉ, María del Carmen. Los miedos medievales: Castilla, Siglo XV.
CLARAMUNT, Salvador. “La muerte en la Edad Media: El
mundo urbano” en Acta Histórica y Arqueológica Medievalista, N° 7
y 8, 1986–1987.
ROMÁ, Armando A. “Plagas de langosta y clima en la España
del siglo XVIII” en Relaciones (num. 129). Universidad de Alicante:
2012. p. 45.
BETETA MARTÍN, Yolanda. Los Delitos de las Brujas: La pugna
por el control del cuerpo femenino. Universidad Complutense de
Madrid. p. 2
ARIÉS, Philippe. Historia de la Muerte en Occidente. Desde la
Edad Media hasta nuestros días. Ed. El Acantilado. Barcelona, 2000.
pp. 55–56
CABANES JIMÉNEz, Pilar. Algunas notas sobre la enfermedad y
la muerte en la Edad Media. Universidad de Cádiz. Biblioteca Virtual
Universal. p s/n.
PORRAS GIL, María Concepción. El concepto de la muerte a
finales de la Edad Media. p. 10
GILABERTÓ VILAGRAN, Martín. “Tempestades y conjuros de
las fuerzas naturales. Aspectos mágico–religiosos de la cultura en la Alta
Edad Moderna” en Manuscrits, n° 9, Enero 1991.
Entre lo comunal
y lo privado:
las usurpaciones
de comunales
en la transición
al capitalismo.
Intereses pecheros
y la actuación
de la Justicia regia
SCRIPTORIUM
107
Aldana Paola Bustamante
[email protected]
A
bordar las características de la transición al capitalismo
en el ámbito castellano bajomedieval, implica una
aproximación al complejo entramado de relaciones
económicas, político–jurídicas y de poder que distinguen al modo
de producción feudal. En este sentido, el modelo castellano,
asume características distintivas debido al desarrollo de relaciones
protocapitalistas —inherentes a la industria rural a domicilio— en
el marco de la consolidación señorial de los siglos XIV y XV.
Frente a estas nuevas condiciones productivas, en el seno de
las comunidades campesinas, emergen grupos antagónicos o
diferenciados que despliegan distintas estrategias para preservar
sus intereses. Este hecho, siguiendo el análisis de Carlos Astarita,
revela “…cómo se había agudizado la contradicción entre los
requerimientos de las economías campesinas y las tendencias a la
108
SCRIPTORIUM
apropiación señorial del espacio…”1.
De este modo, es posible observar un conflicto entre lo
comunal —que tiende a desparecer— y lo privado caracterizado
por un proceso de usurpación de los espacios comunales que
obliga a repensar, entre otros aspectos, el concepto de propiedad.
Su abordaje implica una consideración histórica —antes que
jurídica o legal— puesto que “…se presenta como un objeto
más complejo y contradictorio no asimilable a una definición
uniforme y cristalizada exterior a las prácticas de los sujetos que
la aprovechan…”2.
La exterioridad o abstracción de la propiedad en tanto “cosa”
—tal como observa Corina Luchía— sujeta a regulación, no es
suficiente para comprender sus particularidades puesto que,
al decir de Fabián Campagne, lo comunal formaba parte de la
cosmovisión campesina basada en estrategias de socialización
ASTARITA, Carlos, Intercambio y desarrollo desigual en la Baja Edad Media.
Interpretaciones sobre Italia y Castilla, Lezioni/Strumenti, 8, Universitá degli
Studi di Firenze, 1999, p. 223
1
LUCHÍA, Corina, Aportes teóricos sobre el rol de la propiedad comunal en
la transición al capitalismo. Mundo Agrario, vol. 5, nº 9, segundo semestre de
2004. ISSN 1515-5994, s/p
2
SCRIPTORIUM
109
colectiva y comunitaria.3 Son estas prácticas colectivas las que,
conforme se analizará más adelante, configuran las reivindicaciones
legales presentadas en los litigios por usurpaciones de comunales
y que involucran a distintos sectores sociales del concejo y Tierra
de Ávila —una de las mayores comunidades de la Extremadura
castellana— cuya reproducción depende de la conservación de los
territorios en disputa.
Frente a este escenario, es menester considerar cuáles han
sido las posibilidades de acceso a la Justicia del sector pechero,
quiénes asumían la representaciónpolítica de sus intereses en los
litigios contra usurpadores y cómo encauzaban sus demandas en
el ámbito concejil pero, también, en la Justicia regia en un contexto
de creciente centralización monárquica.
Desde el punto de vista metodológico, el presente trabajo se
aproxima a la complejidad del modo de producción feudal a través
del análisis de fuentes concejiles, como las Ordenanzas de Ávila. La
intención es analizar uno de los conflictos sobre usurpaciones de
comunales con la finalidad de encontrar indicios de una transición
hacia formas capitalistas.
CAMPAGNE, Fabián, Feudalismo tardío y revolución. Campesinado y
transformaciones agrarias en Francia e Inglaterra(siglos XVI-XVIII), Prometeo,
Buenos Aires, 2005, p. 140
3
110
SCRIPTORIUM
En principio, se analizarán brevemente las características que
la transición al capitalismo asumió en Castilla para abordar, luego,
el proceso de usurpación de comunales en el concejo y Tierra de
Ávila y cuál ha sido la respuesta de la Monarquía en relación al
conflicto de intereses planteado en la fuente concejil.
Breve caracterización del modelo castellano de transición al
capitalismo
Monsalvo Antón, refiriéndose a las características del poder
político en el feudalismo4, sostiene que el mismo se encuentra
implicado directamente en las relaciones de producción. Por su
parte, Carlos Astarita5 señala que las condiciones del intercambio
feudal no pueden reducirse a una dimensión netamente cuantitativa,
puesto que el comportamiento de los distintos agentes involucrados
en este proceso se comprende al echar luz sobre el conjunto de
mecanismos de subordinación política construidos por la clase de
poder. Son precisamente, estas formas de coerción extraeconómica
—político, jurídica— las que garantizan la obtención de la renta
señorial.
MONSALVO ANTÓN, José María, Poder político y aparatos de estado en la
Castilla bajomedieval. Consideraciones sobre su problemática. Studia Histórica.
Historia Medieval, 2, Salamanca, 1986, p. 107
4
5
ASTARITA, Carlos, op.cit., p. 217
SCRIPTORIUM
111
En el caso castellano, continuando el análisis efectuado por
Astarita, las manufacturas destinadas al consumo aristocrático
—que Castilla importaba desde fines del siglo XIII— creaban las
condiciones de reproducción del poder señorial y su existencia
como clase dominante. Estos lujosos paños, eran considerados
bienes de prestigio que evidenciaban —y garantizaban— la
desigualdad existente entre los distintos sectores, puesto que los
excluidos sólo podían acceder a los paños penitenciales.
Estas formas de consumo, permiten una aproximación al
sistema comercial y al contexto de surgimiento de las relaciones
protocapitalistas. Es preciso, remitirse a la figura del mercader y
sus implicancias en este proceso, dado que constituía el vínculo
entre el consumidor aristocrático castellano y el artesano de las
ciudades pañeras. El mercader, compraba los textiles a bajo precio
al artesano —reglamentando sus ganancias e impidiéndole la
acumulación de capital— a la vez que se apropiaba de su trabajo
artesanal, fuente de valor de las manufacturas. Las condiciones
políticas y la función social de los paños, permitían al mercader
elevar su precio y enajenar por vía comercial una parte de la renta
señorial al momento de la venta. Como bien señala Astarita, la
preservación de las condiciones de trabajo del maestro artesano
112
SCRIPTORIUM
posibilitaba una reproducción simple del sistema gremial que el
mercader no estaba dispuesto a modificar, puesto que garantizaba
su beneficio monetario y la acumulación de capital comercial, en
pos de la realización de inversiones productivas. En consecuencia,
“…este intercambio […] era una modalidad de reproducción de
las cualidades esenciales del sistema feudal (sistema señorial,
régimen artesanal y capital comercial)…”6.
No obstante, dentro de esta estructura feudal surgirán nuevas
relaciones de producción. El comercio de bienes suntuarios no
impidió el desarrollo de la denominada industria rural a domicilio
a mediados del siglo XIV, con características distintivas para el
caso castellano. En principio, emerge en un contexto sometido
al control institucional de los concejos sobre sus territorios —y
el trabajo campesino— que aseguraba a las oligarquías urbanas
la obtención de la renta señorial. Por otra parte, la polarización
social que comienza a registrarse en el interior de las comunidades
campesinas, permitió a sectores aldeanos realizar acumulaciones
de capital y convertirse en mercaderes empresarios (señores del
paño) con capacidad para contratar por un salario a campesinos
con porciones de tierra insuficientes para subsistir. En este sentido,
6
ASTARITA, Carlos, op. cit. p. 219
SCRIPTORIUM
113
...las comunidades de base muestran una marcada
polarización que se manifiesta entre una minoría enriquecida, con
amplio margen para la acumulación y la diversificación de sus
actividades económicas (aunque tendieran a la especialización
productiva), y un estrato creciente de antiguos labradores que
deben apelar a la venta parcial de su fuerza de trabajo...7
La tributación no impedía la diferenciación social de las aldeas
sino que, por el contrario, la favorecía en la medida en que el
sector superior de los pecheros pagaba comparativamente menos
impuestos. Según expresa Corina Luchía, el tipo de campesino
que es posible encontrar entre los siglos XIV a XVII en Castilla
es “… un sujeto ambiguo que permanece atado a las estrategias
de reproducción que le impone el régimen feudal, pero que a
la vez está experimentando los efectos de un reacomodamiento
estructural del cual él mismo es condición y resultado…”8.
Lo mencionado hasta el momento, invita a reflexionar sobre
la relación existente entre la polarización social y la importancia
de las tierras comunales en este contexto de diversificación y
especialización productiva. Retomando a Monsalvo Antón,
MONDRAGÓN, Silvina, Estrategias campesinas: Formas cotidianas de
resistencia y participación política de pecheros en Castilla bajomedieval,
Murcia, 2015, Cap. III., p. 70
7
8
LUCHÍA, Corina, op. cit., s/p
114
SCRIPTORIUM
es posible señalar que la desigualdad jurídica tiene que ser
garantizada y reproducida por el Estado. Por lo tanto, “...la
condición jurídica de los campesinos no definía a priori sus
posibilidades de reproducción simbólica y material, que sí estaban
determinadas por cuestiones objetivas como el acceso o no a la
tierra y la participación o no de procesos acumulativos...”9. En este
sentido, el acceso a las tierras comunales deviene fundamental
para los tributarios cuyas unidades productivas se inscriben en
una lógica de reproducción simple.
Los campesinos enriquecidos, que compartían con el común
de los labradores la condición de tributarios, diversificaron
su producción desarrollando la ganadería ovina a la par que
comenzaron a especializarse en la lana como producto para el
mercado. Estas nuevas formas productivas constituyen una de
las causas de los conflictos por usurpaciones de comunales, en la
región de Ávila.
El proceso de usurpación de comunales y la defensa de los intereses
pecheros
Como ha sido expresado, lo comunal se configura a partir
de lazos de solidaridad colectivos inherentes a la cosmovisión
9
MONDRAGÓN, Silvina, op.cit., p. 80
SCRIPTORIUM
115
campesina. La propiedad feudal, es indisociable de las relaciones
de producción, garantiza la reproducción de los distintos sectores
que disputan su usufructo y posesión y, además, asegura al
poder político —concejos, monarquía— la extracción de la renta.
Para precisar el concepto de tierras comunales, Corina Luchía
sostiene que “...un suelo puede ser considerado comunal cuando
es libremente usufructuado por los miembros de la aldea [...] el
carácter inalienable de la propiedad comunal no resuelve, sin
embargo, la densa trama de derechos superpuestos que se ejercen
sobre ella...”10. Es por ello que, el período comprendido entre los
siglos XIV al XVI se caracteriza por frecuentes conflictos entre
las comunidades aldeanas y los señores y caballeros villanos,
como consecuencia del desarrollo de actividades ganaderas en
el contexto de una creciente demanda de lana para exportar. En
esta coyuntura, una de las estrategias desplegadas por los sectores
más poderosos del Concejo fue la usurpación de estas tierras. Sin
embargo, el fenómeno usurpador no sólo se explica en función de
la especialización económica de un sector social sino que, por el
contrario, se trata de un proceso contradictorio en el que pugnan
proyectos económicos y políticos de las fuerzas sociales que sólo
10
LUCHÍA, Corina, op.cit., s/p
SCRIPTORIUM
116
podían ser parcialmente realizados, de poder y hasta de valores
que chocaban entre sí.11
Uno de los conflictos que permiten vislumbrar la complejidad
del proceso en análisis, tuvo lugar en el concejo y Tierra de Ávila
en el año 1413 durante el reinado de Juan II (1406- 1454) contra
poderosos que han usurpado prados, pastos, pinares y otros
términos comunes que los tributarios pretenden recuperar. Frente
a esta situación, el Rey nombra a Nicolás Pérez —bachiller en leyes
y alcalde de Segovia— como Juez comisario para entender en el
pleito judicial, expresando su voluntad a través de la siguiente
Carta:
...Sepades que el conçejo e omes buenos pecheros de la çibdat
de Avila e de su tierra se me enbiaron querellar e dizen en
cónmo la dicha çibdat e ellos, teniendo çiertos términos e pastos
e pinares e sierras e echos por comunes en la dicha çibdat e en su
tierra, ansy conmo términos e pastos e pinares e syerras e echos
del conçejo, et poseyéndolos por suyos propios e paçiendolos
con sus ganados e beviendo las aguas dellos e cortándolos e
rroçandolos...12
MONSALVO ANTÓN, José María, Usurpaciones de comunales: conflicto
social y disputa legal en Ávila y su Tierra durante la Baja Edad Media,
HISTORIA AGRARIA, 24, Agosto 2001, © SEHA, p. 108
11
DEL SER QUIJANO, G., Documentación medieval en archivos medievales
abulenses, Ávila, 1988 (selección), Fuente 67, p. 164
12
SCRIPTORIUM
117
En esta primera parte del fragmento, es posible observar
distintos aspectos: la invocación de un derecho de propiedad
sobre términos comunales por parte de la representación pechera
—los denominados “omes buenos pecheros”— que los poseen
por “suyos propios” y, además, refiere al ejercicio de un derecho
de usufructo dado que en los mismos pacen sus ganados. Por
otra parte, la existencia de una instancia superior de Justicia
—representada por el Rey Juan II— a quien recurren para hacer
valer sus demandas: “se me enbiaron querellar”, expresa. En este
sentido, la diferenciación social se evidencia en el plano político
entre los pecheros de la ciudad y los de la Tierra, permitiendo a
los primeros obtener beneficios del control del aparato de Justicia,
entre otros. No obstante, ello no impedía a los campesinos defender
sus derechos “… saltando por encima del entramado institucional
del Concejo para tener llegada al poder central…”13.
Es importante destacar, que sólo tenían acceso a los cargos
políticos representativos —como el de Procurador— el sector
enriquecido de los pecheros quienes, además, se vincularon
estratégicamente a la Monarquía para obtener beneficios
personales —como la exención de tributar— a la vez que actuaban
13
MONDRAGÓN, Silvina, op.cit., p. 82
SCRIPTORIUM
118
como garantía para la obtención de la renta feudal. Jurídicamente,
dicho sector compartía con los comunes la condición de no
privilegiados y era, precisamente, ante quienes debía rendir
cuentas del mandato conferido para representar sus intereses. Por
lo tanto, en pos de la defensa de los tributarios empobrecidos los
Procuradores entablaron sus demandas basándose en la tradición
y la costumbre. De este modo, valiéndose de un discurso —en
apariencia— colectivista, la elite de pecheros reforzaba su posición
dentro del sistema concejil, puesto que había sido capaz de adaptar
sus intereses al discurso hegemónico de la época usufructuando,
además, una retórica con fundamento en la desigualdad entre
privilegiados / no privilegiados; funcional a la conservación del
orden establecido. El Procurador, que provenía de la elite pechera
“… actuaba en nombre de un nosotros al que en realidad no
representaba pero de cuya existencia se beneficiaba…”14.
En relación al proceso de usurpación, la fuente concejil expresa
lo siguiente:
...ansy conmo términos e pastos e pinares e syerras e
echos comunes de la dicha çibdat conmo de las villas e lugares
comarcanos della e otrosy algunas villas e lugares comarcanos
de la dicha çibdat e su tierra que algunos cavalleros e escuderos
14
Ibid., p. 94
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119
et dueños de la dicha çibdat e conçejos e otras personas, ansy
de la dicha çibdat conmo de las villas e lugares comarcanos
della e otrosy algunas villas e lugares comarcanos de la dicha
çibdat, que por fuerça e contra su voluntat que se an entremetido
e entremeten de los entrar e tomar e perturbar e entravan e
tomavan e perturbavan algunos de los dichos términos e pastos
et pinares e syerras e echos por los apropiar para sy syn título e
derecho alguno. E diz que, conmo quier que por su parte algunas
vezes fueron rrequeridos que les non entrasen nin tomasen nin
perturbasen los dichos términos e pastos e pinares e syerras e
echos que lo non han querido ni quieren fazer, poniendo a ello
sus escusas. En lo qual dizen que, sy ansí oviese a pasar, que la
dicha çibdat e los dichos omnes buenos pecheros della e de su
tierra rresçibirían en ello grande agravio e daño...15
De su análisis se desprende, en principio, que la usurpación
de términos comunales es llevada a cabo por grupos enriquecidos
como caballeros villanos, escuderos y dueños que ingresan por
la fuerza en los comunales evidenciando la coacción ejercida
sobre los campesinos. Por otra parte, los pecheros denuncian la
ilegalidad del accionar de los poderosos al señalar que se apropian
de estos espacios “sin título y derecho alguno” y que al requerirles
cesar en sus pretensiones “no lo han querido ni quieren hacer”.
Frente a los daños y agravios ocasionados por la degradación de
15
DEL SER QUIJANO, G., op.cit., p. 164
120
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los pastos comunes y en procura de su restitución, los pecheros
acuden a la Justicia regia para hacer valer sus derechos. La
diversificación económica y las estrategias acumulativas de los
tributarios enriquecidos, junto a la privatización de comunales
para destinarlos a la ganadería, impedía las posibilidades de
reproducción de los campesinos empobrecidos lo que generaba
una presión mayor sobre dichas tierras. Para afrontar el pago
de las rentas, se veían obligados a solicitar dinero a préstamo
lo que originó un incremento de las prácticas usurarias que, en
ocasiones, eran ejercidas por los mismos usurpadores / acreedores
quienes podían enajenar parcelas para cobrar sus deudas. Por otra
parte, la privatización de los términos comunes y la degradación
de las condiciones de vidatuvo como resultado la proletarización
de los campesinos empobrecidos que encontraron en la industria
manufacturera rural la posibilidad de subsistir o complementar
sus ingresos dando origen a relaciones protocapitalistas.
La complejidad del proceso usurpador, se evidencia en las
características de la propiedad comunal y, además, en quienes
llevaban adelante las usurpaciones. No sólo los poderosos
caballeros villanos para consolidar sus posiciones territoriales
y el control de las tierras productivas, los Procuradores para
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121
afianzar su poder y obtener beneficios sino que, también, conduce
a pensar si los propios campesinos podían protagonizarlas como
consecuencia de la transformación de las relaciones de producción.
Resta considerar cuál ha sido la respuesta de la Justicia regia
frente a las demandas presentadas por los pecheros en el caso que
nos ocupa.
La actuación de la Justicia regia en los litigios por usurpación de
comunales
Monsalvo Antón sostiene que, a pesar de sus limitaciones, el Rey
constituye el centro de la monarquía durante la Baja Edad Media.
En forma simultánea al crecimiento de su poder se produce el de
la centralización administrativa. Delega sus capacidades en los
oficiales de los órganos centrales y de la administración territorial
que, junto a los profesionales, serán los encargados de legislar,
gobernar y juzgar en su nombre. Por otra parte, el Estado central
condensa las contradicciones de clase en su interior y garantiza la
reproducción del bloque social hegemónico globalmente.16
Con respecto a la intervención de la Justicia regia en la resolución
de conflictos sobre usurpaciones de comunales, la fuente concejil
MONSALVO ANTÓN, José María, Poder político y aparatos de estado en la
Castilla bajomedieval. Consideraciones sobre su problemática. Studia Histórica.
Historia Medieval, 2, Salamanca, 1986, p. 144
16
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122
en análisis,revela el interés del Rey Juan II en la resolución del
conflicto que ha sido objeto de la demanda de los pecheros. Para
lograr este cometido, nombra a Nicolás Pérez como Juez comisario
encargándole la realización de una pesquisa:
...E enbiáronme pedir por merçet que les proveyese sobre ello
de rremedio de derecho conmo la mi merçet fuese, mandándoles
dar un juez comisario que fuese syn sospecha, qual la mi merçet
fuese, para que feziese pesquisa e sopiese la verdat por quantas
partes podiese por toda la dicha çibdat de Avila e de su tierra e
por las villas e lugares comarcanos della sobre la dicha razón, e,
fecha la dicha pesquisa e la verdat sabida, que todos los términos e
pastos e pinares e syerras e echos que fallase que fuesen entrados
e tomados e perturbados non devidamente, contra razón e contra
derecho...17
Luego, sostiene que los pecheros le han solicitado la restitución de
los términos usurpados invocando su derecho a disponer de ellos
libremente: “...que lo mandase dar e torrnar e entregar, pues diz
que les pertenece e, porque ellos podiesen usar della libremente,
segunt que deven...”. Más tarde, el Rey legitima las pretensiones
pecheras y manifiesta su voluntad de intervenir en el pleito “...E
yo, veyendo que me pedían razón e derecho, tóvelo por bien...”.18
17
DEL SER QUIJANO, G. op. cit., p. 164
18
Ibid., p. 164
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123
Por otra parte, es posible observar el cumplimiento de las
distintas instancias legales que permitían llevar el juicio a buen
término: realización de una pesquisa, interrogatorios, presentación
de pruebas “...que muestren ante vos los títulos o rrecabdos que
cada uno dexier que tienen a los dichos términos...”, sentencia
y ejecución de la misma a cargo del propio Nicolás Pérez sin
posibilidad de plantear “nulidat nin apelaçion ni suplicaçion nin
agravio ante mí nin para ante los mis oidores nin para otro juez
alguno...”. La sentencia era, en consecuencia, inapelable y adquiría
el carácter de cosa juzgada.
De lo antes expuesto, es posible señalar la existencia de una
voluntad manifiesta por parte del Rey en la resolución de los
pleitos judiciales, fallando a favor de la elite pechera puesto que
garantizaba la percepción de la renta y, por otra parte, si bien
se observa una merma en los términos comunes se produce, en
forma simultánea, una consolidación de la propiedad comunal
campesina debido al interés de la monarquía por preservar su
base social de apoyo.19 La posición de la misma fue posible gracias
a su relativa autonomía dentro del bloque hegemónico, conforme
a lo expresado por Monsalvo Antón.
19
LUCHÍA, Corina, op.cit., s/p
124
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Finalmente, la fuente permite inferir la confianza depositada
por los tributarios en sus Procuradores quienes eran los
encargados de presentar las demandas y la documentación que
avalaba la posesión de las tierras pero, también, en la Monarquía
como órgano encargado de administrar Justicia y de la defensa
de sus intereses frente a los usurpadores. El Rey legitimaba así su
poder y aseguraba la fuente de ingresos a la Corona
Consideraciones finales
La transición al capitalismo, en el modelo castellano
bajomedieval, presenta características que la distinguen de las
vías clásicas inglesa y francesa. Si bien se constata la existencia de
relaciones protocapitalistas inherentes a la industria manufacturera
rural, se evidencia una consolidación del modo de producción
feudal. Como bien señala Carlos Astarita, las formas de intercambio
que se configuran contribuyen a una reproducción de las cualidades
feudales esenciales.
En forma simultánea, dentro del antiguo sistema, comenzaron a
surgir relaciones capitalistas imprimiéndole nuevas contradicciones
producto de la polarización social existente entre un sector
hegemónico, que debió buscar alternativas para afrontar la crisis
señorial, y los tributarios entre los que cabe distinguir a una fracción
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125
enriquecida con tendencia a la acumulación y los pecheros comunes
semidesposeídos en proceso de proletarización. Finalmente, y
como ámbito de condensación de las contradicciones del bloque
hegemónico y entre éste y los pecheros, se encontraba la Monarquía
que —con limitaciones— ejercía sus funciones en un ámbito de
relativa autonomía.
En este complejo entramado de relaciones políticas, económicas
y simbólicas la usurpación de términos comunales constituye
uno de los procesos de transición que adopta el capitalismo en el
modelo castellano. Dicho fenómeno, no sólo debe ser analizado
en términos económicos sino también políticos y culturales
puesto que la propiedad de los pastos comunes forma parte de la
cosmovisión campesina basada en la tradición, la costumbre, lo
colectivo. La diversificación y especialización productiva orientada
a la ganadería para obtener lana de exportación, llevadas a cabo
por señores y pecheros enriquecidos, destruyó los mecanismos de
solidaridad característicos de lavida comunitaria.
No obstante, también es posible considerar al embate
privatizador como parte de las estrategias desplegadas por la
nobleza degradada tras la crisis y, también, de los campesinos
empobrecidos que requerían tierras para afrontar el pago de las
126
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rentas y deudas contraídas.
Durante el período bajomedieval, los pecheros lograron
consolidar su posición en los órganos de representación de los
que, como consecuencia de su condición jurídica, no podían
formar parte. Las demandas que preservaban sus intereses, eran
presentadas por el Procurador pechero quien valiéndose de un
discurso colectivo basado en la costumbre, intentaba obtener
beneficios para el sector enriquecido cuyos miembros, su vez,
actuaban como garantía del poder monárquico en la obtención de
la renta campesina. Los pecheros lograron encausar sus demandas
en la Justicia regia, recibiendo durante el reinado del Rey Juan
II una respuesta favorable a las mismas. La Monarquía pudo
conservar, de este modo, su base de legitimidad e ingresos.—
Imagen de la página 127: Elaboración del vino. Tacuina sanitatis (siglo XIV).
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Bibliografía consultada
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campesinos ricos. Una reconstrucción identitaria del sector
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MONSALVO ANTÓN, José María. Poder político y aparatos de
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Studia Histórica. Historia Medieval, 2, Salamanca, 1986
MONSALVO ANTÓN, José María. Usurpaciones de comunales:
conflicto social y disputa legal en Ávila y su Tierra durante la Baja Edad
Media. HISTORIA AGRARIA, 24 de Agosto de 2001.
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA ARGENTINA
Facultad de Ciencias Sociales / Departamento de Historia
Cátedra Historia Medieval
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año. VII - nº 13 — 2017 — issn nº 1853-760x
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