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La Cueva de Tito Bustillo - PRESENTACIÓN ACADEMIA

Impresión: Gráficas Rigel Cubierta: Figuras masculina y femenina pintadas en la Galería de los Antropomorfos de Tito Bustillo, anteriores a los 35 000 años antes del presente.

50º aniversario de la Convención de Patrimonio Mundial LA CUEVA DE TITO BUSTILLO RIBADESELLA. ASTURIAS LA CUEVA DE TITO BUSTILLO. RIBADESELLA. ASTURIAS Rodrigo de Balbín Behrmann José Javier Alcolea González Manuel Alcaraz Castaño Primitiva Bueno Ramírez (Universidad de Alcalá de Henares) Con la colaboración de Juan Francisco Pascua Turrión, Antonio Vázquez Cuesta, Miguel Angel González Pereda, Alfonso Fernández Oria, Labib Drak Hernández, M.ª Ángeles Lancharro Gutiérrez Prólogo de Manuel Pimentel Siles IMPRONTA Primera edición: marzo 2022 Promueve: Consejería de Cultura, Política Lingüística y Turismo, a través de la Sociedad Pública de Gestión y Promoción Turística y Cultural del Principado de Asturias Editan: Consejería de Cultura, Política Lingüística y Turismo e Impronta © Rodrigo de Balbín Behrmann, José Javier Alcolea González, Manuel Alcaraz Castaño, Primitiva Bueno Ramírez © Prólogo: Manuel Pimentel Siles © Impronta c/ Cura Sama, 8, 4.º d – 33202 Gijón / Xixón (Spain) [email protected] http://improntaeditorial.wordpress.com www.facebook.com/ImprontaEditorial Tfnu. 985 09 83 42 Compaginación y corrección ortotipográfica: Marina Lobo ISBN 978-84-124856-4-6 DL: AS 00061-2022 Impresión: Gráficas Rigel Cubierta: Figuras masculina y femenina pintadas en la Galería de los Antropomorfos de Tito Bustillo, anteriores a los 35 000 años antes del presente. LA OBRA QUE PRECISABA LA CUEVA PRODIGIOSA Manuel Pimentel Siles P or fin tenemos el libro que la cueva se merecía. Tito Bustillo custodia un inmenso tesoro arqueológico y artístico, en su oscuridad ancestral. Precisábamos de luz para descubrirla, conocerla y disfrutarla y, afortunadamente, los autores nos regalan esta obra luminosa, auténtica lámpara que irradia el conocimiento y la sabiduría necesarias para comprender la emblemática cueva asturiana. Desde hace miles de años, el bellísimo arte paleolítico nos aguardaba cubierto por el manto de la oscuridad y la desmemoria. La humanidad, amnésica de su propio pasado, no comenzó a reencontrarse con el origen de su arte hasta finales del xix. Altamira fue el primer fogonazo que iluminó las tinieblas densas del olvido. Después, a lo largo del xx vendrían otros muchos hallazgos que nos permitirían avanzar en el reencuentro con nosotros mismos. Criterios estéticos y morfológicos, permitieron definir las grandes etapas del arte paleolítico con nombres sonoros de origen francés, pioneros en la ciencia del arte rupestre. Así se establecieron las etapas auriñaciense, gravetiense, solutrense y magdaleniense que, aún siguen vigentes en nuestros días. Recientes dataciones han arrojado el asombro de más de sesenta mil años de antigüedad en algunas pinturas, lo que nos permitiría hablar de un arte previo musteriense, es decir, neandertal. Y, como afirmaría un clásico, nada de lo humano puede resultarle ajeno a una cueva tan formidable como la que nos ocupa. Poco a poco iluminamos las etapas ocultas del largo camino que hasta aquí nos trajo. El tesón, estudio y sabiduría de arqueólogos y científicos supo ir leyendo el mensaje ancestral que nuestros remotos antepasados nos legaron con sus signos e imágenes en las paredes de las cuevas. Las cavernas son los li- bros de nuestra memoria primera y componen una reducida biblioteca de volúmenes escogidos. Son pocas las cuevas con arte paleolítico para los muchos miles de años de su recorrido. Por eso, cada una de ellas posee un valor único, excepcional, al modo de un incunable iluminado en una vieja abadía benedictina. Y entre esos viejos libros, hermosos y cargados de sabiduría del ayer, destaca con luz propia la cueva de Tito Bustillo, que figura, por méritos propios, en el olimpo de las grandes cuevas europeas con arte paleolítico. Por la calidad de sus pinturas y grabados, por su riqueza y variedad, por su extensión cronológica, por su belleza artística y geológica. Pero precisaba de un volumen que, de manera concreta y accesible, actualizara todo el conocimiento acumulado y lo pusiera en valor. Ya lo tenemos, y tengo el honor de prologarlo. Para situar la importancia de la cueva, parafraseo las palabras de los autores, porque no podría escribirlo mejor: «En Tito Bustillo nos encontramos ante un lugar mayor de la Prehistoria europea, con decoraciones que justifican esa calificación y que son la expresión gráfica de una tradición cultural milenaria. Esta es fruto de la presencia en el Macizo de Ardines de comunidades humanas estables a lo largo de todo el Paleolítico Superior y aún antes, durante más de 30 000 años». Una joya del paleolítico, sin duda alguna, que esta obra nos permitirá conocer a fondo. Todo yacimiento arqueológico posee un doble relato. Por una parte, el de su contenido y el de su aportación al conocimiento científico e histórico y, por otra, el de la intrahistoria del hallazgo y el de las personas que lo descubrieron y trabajaron. Este libro es exquisito con las dos caras indisolubles de 9 la cueva de tito bustillo. ribadesella. asturias Tito Bustillo. Describe y analiza contenidos, como ya veremos, pero también, de manera justa y generosa, atiende al relato personal de sus protagonistas, en el que me detengo brevemente. Merecido reconocimiento merecen sus descubridores primeros, el grupo de montaña Torreblanca, que en abril de 1968 descendiera por la sima del Pozo’l Ramu. Miles de años después de que la cueva se cerrara, unos ojos humanos volvieron entonces a asombrarse ante la pintura de las Cámara de las Vulvas y del Panel Principal. La desgracia se cebaría poco después con uno de sus carismáticos componentes, al fallecer en un accidente de montaña. En su honor, la cueva se conocería desde entonces como Tito Bustillo. Pronto comenzarían las investigaciones y publicaciones sobre el arte de la cueva, rubricadas por arqueólogos de gran prestigio. A partir de 1974, el equipo inicial de los firmantes de esta obra se hizo cargo del trabajo de investigación y, tras una pausa obligada por cuestiones presupuestarias, el trabajo y las publicaciones se retomaron desde finales de los noventa. Este libro comienza y finaliza, como decíamos, con la elegante, generosa y merecida enumeración de las personas que, de una manera u otra, han colaborado a lo largo de estos fructíferos años. Es cierto que en 1968 se descubrió Tito Bustillo, pero igualmente lo es que el riguroso trabajo científico desarrollado desde entonces ha continuado descubriendo los secretos de la cueva para nosotros. Porque la cueva, de alguna manera, también la hace quién la estudia e investiga. Cada descubrimiento ilumina espacios ocultos de ese pasado remoto que nos asombra y admira. La cueva que hoy conocemos es mucho más rica y compleja que la inicialmente descubierta, gracias a la tarea de investigación desarrollada durante décadas. Tito Bustillo nos ha ido desvelando, poco a poco, a lo largo de estas décadas, los secretos que custodiaba, en íntima confidencia con sus estudiosos. Y, como fruto de ese conocimiento acumulado, nace esta obra que pretende recopilar todo el saber actual de la cavidad prodigiosa. Quien la lea, no solo conocerá las cronologías, temáticas, localizaciones y motivos de su arte rupestre, sino que, también comprenderá su relación con el paisaje, así como las principales dinámicas de las 10 sociedades paleolíticas, pues, el volumen atesora un alma de ensayo, como no podía ser de otra forma dada la calidad y sabiduría de sus autores. Cueva ocupada en su totalidad desde antiguo, fue lugar de agregación para las poblaciones paleolíticas del entorno. En efecto, el Macizo de Ardines, con su red cavernaria compuesta por las cavidades de La Lloseta, Tito Bustillo y La Cuevona, funcionaría como lugar de agregación, como ocurre en otros destacados yacimientos como el de El Castillo, Istúriz o Mas d’Azil. Tito Bustillo presenta numerosos paneles en espacios diversos a lo largo y ancho de la cueva, que, según los autores, no deben considerarse como compartimentos estancos, sino que, en verdad, la cueva funciona como un todo interconectado, cuyo centro de gravedad evoluciona según los tiempos. Recorrida y habitada en su totalidad, la cueva abrigó a las poblaciones paleolíticas durante, al menos, treinta mil años, sin que los autores descarten la posibilidad de que algunas de sus pinturas aún arrojen dataciones más antiguas. Pinturas separadas entre sí por miles de años que convivieron entre sí de forma armónica y coherente. Me resulta especialmente llamativo lo que al respecto escriben los autores: «es notable que la simbología paleolítica perdure, con cambios discretos a lo largo del tiempo. La fórmula antigua debe ser más trascendente, pues dura más y permanece respetada hasta momentos recientes». Ese aparente respeto por las pinturas de los «antiguos» siempre me llamó la atención. Aunque es verdad que existen auténticos palimpsestos de unas pinturas sobre otras, en muchas ocasiones los paneles se respetan durante miles de años, incluso se retocan para mantenerlos. ¿Qué pensarían en cada época sobre los remotos autores? Todavía no podemos saberlo. El adentrarnos en la evolución milenaria de la mentalidad de las poblaciones paleolíticas supone todo un reto y solo será posible avanzar en él a medida que la arqueología nos proporcione pruebas y certezas. Y es que la arqueología no solo nos descubre los restos del pasado, sino que, sobre todo, nos habla de nosotros mismos. Pintábamos motivos parecidos en etapas cronológicas similares en gran parte de Europa, cuanto la obra que precisaba la cueva milagrosa menos. ¿Por qué esta curiosa coincidencia entre los motivos pintados a miles de kilómetros de distancia? Pues idéntica dinámica funciona en Tito Bustillo, como bien nos aclaran los autores al proyectar su conocimiento desde lo particular a lo general. Como he repetido, me ha resultado muy atractivo el alma de ensayo que percibimos en la obra. No se trata tan solo de describir la geología y el arte de la cueva, sino también de realizar estudios comparativos que nos permiten ubicar mucho mejor a Tito Bustillo y a relacionarla con las grandes cuevas y su momento. Muy interesante, por ejemplo, me ha resultado la lectura de los análisis comparativas de la fauna representada. También, la de los colores empleados y sus componentes minerales, edáficos y orgánicos, una información que nos acerca a la realidad técnica y estética de los artistas paleolíticos y a su comunión con la naturaleza y la geología que les rodeaba. La investigación debe continuar, lo que significa un compromiso público de impulso y financiación. Pero, ¿por qué es importante la arqueología en la sociedad actual? ¿Está justificada la inversión pública en investigación, conservación y puesta en valor arqueológica? Sin duda alguna, lo está. La primera razón, y más obvia, porque permite el desarrollo de zonas rurales y porque fomenta el turismo de calidad al complementar la oferta tradicional para los viajeros más exigentes. Pero, aún más importante para la sociedad del conocimiento que conformamos, la investigación arqueológica coadyuva a la innovación y grupos de excelencia científica, lo que aporta un extraordinario valor para fijar empleo joven y cualificado, uno de los retos principales de muchas regio- nes que sufren el envejecimiento y la despoblación. Aciertan quiénes deciden invertir en investigación arqueológica, no solo por cuanto supone descubrir nuestro pasado, sino por cuanto supone apostar por el futuro. Y Tito Bustillo ha brillado con luz propia en el campo de la investigación asturiana, española y europea, como bien muestran los contenidos de esta obra. A buen seguro, continuará en la trascendente tarea de descubrir el quiénes somos y de dónde venimos. Tengo la suerte de conocer personalmente a varios de los autores, a los que admiro y a los que estoy profundamente agradecido. Con Mimí Bueno y Rodrigo Balbín, he tenido ocasión de haber visitado varios yacimientos de nuestra prehistoria, siempre atento a sus explicaciones y clarividencia. Su generosidad les impulsa a compartir su conocimiento, para enriquecimiento general. Recuerdo una grabación que realizamos a Rodrigo Balbín mientras nos explicaba, algunos años atrás, la cueva de Tito Bustillo. Quedé por completo fascinado ante la belleza y potencial arqueológico de la cueva y, también, ante la sabiduría y pasión del entrevistado. Considero todo un honor compartir estas breves líneas con todos los autores de esta obra que nace para quedarse, pues será considerada como una referencia imprescindible para los que deseen adentrarse en los secretos de la cueva. Como divulgador arqueológico, quedo sinceramente agradecido a los autores y a las instituciones y empresas impulsoras y patrocinadoras que han hecho posible la publicación de esta excelente obra con la que les dejo ya para su disfrute. 11 La obra que precisaba la cueva prodigiosa, por Manuel Pimentel Siles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Capítulo I. Metodología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Documentación artística . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Documentación arqueológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 17 17 22 Capítulo 2. El Macizo de Ardines y el entorno de la desembocadura del Sella . . . . . . . . . . . . . . . . 25 La Lloseta o El Ríu. Arte parietal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La Cuevona. Arte parietal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Les Pedroses. Arte parietal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El Cierru. Arte parietal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cova Rosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cueva Carmona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cueva de Ceñil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cueva de Junco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cueva de La Molera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cueva de Pandu o del Regal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cueva de San Antonio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cuevas de los Fornos y el Cuetu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cueva del Cuetu de la Hoz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cueva del Molín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cueva del Requexáu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cueva del Fresnu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Prau de la cueva del Ríu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cueva del Tenis o de la Viesca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Cantera de Corcubión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 29 30 30 32 33 33 33 33 33 34 34 36 36 37 37 37 37 38 Capítulo 3. La cueva de Tito Bustillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 Conjunto I . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conjunto II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conjunto III . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conjunto III-IV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conjunto IV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 51 56 62 63 409 la cueva de tito bustillo. ribadesella. asturias Conjunto V . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Galería de los Bisontes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Galería de los Antropomorfos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conjunto VI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conjunto VII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conjunto VIII. (Galería de los Caballos) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conjunto IX . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conjunto X (Panel Principal) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sector XA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sector XB . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sector XC . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sectores XD y XE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Techo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conjunto XI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Valoración general de Tito Bustillo en números e imágenes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67 67 77 89 99 113 124 133 137 145 156 183 199 207 235 Capítulo 4. Excavaciones y prospeccciones en la cueva de Tito Bustillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243 Intervenciones en el sector occidental de la cueva: área de estancia y área de decoración . . . . . . . Nuevas prospeccciones y excavaciones arqueológicas (2001-2009) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El Vestíbulo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . El área de estancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La industria lítica el sondeo Cuevina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La industria ósea del sondeo Cuevina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Las grafías mobiliares del sondeo Cuevina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Valoración arqueológica del conjunto XI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Intervenciones arqueológicas en la zona oriental de la cueva. Depósito de contornos recortados. Excavaciones en el conjunto V (Galería de los Antropomorfos) . . . . . . . . . . . . . . . . . 243 252 252 254 256 267 269 276 280 Capítulo 5. Restos humanos en el Macizo de Ardines: Tito Bustillo y La Lloseta . . . . . . . . . . . . . . 285 El enterramiento del conjunto XI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 285 El cráneo de La Lloseta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 290 Capítulo 6. Los colores de la comunicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293 Colorantes y composición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 294 La Cantera de Colorante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295 Los análisis de la cueva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 297 Capítulo 7. La distribución de la decoración en el tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 299 La cueva antigua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 299 La cueva media . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 315 La cueva reciente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 318 410 índice Capítulo 8. El macizo de Ardines en las épocas antigua y media . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 321 Capítulo 9. El macizo de Ardines en la época reciente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 335 Capítulo 10. La cronología absoluta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 339 Criterios para la cronología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 339 Las dataciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 340 Capítulo 11. Las grafías de asturias en el paleolítico superior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 347 Capítulo 12. Reflexión final . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 357 Los investigadores en el tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 363 ABSTRACT . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 373 Bibliografía específica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 385 Índice de figuras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 399 411 Finis coronat opus. Se terminó de imprimir este libro el día treinta de marzo del año 2022. T ito Bustillo es una de las cuevas paleolíticas más grandes y decoradas de Europa. Sus paredes reúnen imágenes realizadas desde hace cerca de 4 0 ooo años hasta 8 ooo años, con un desarrollo temporal, técnico y temático únicos. Su posición en el macizo de Ardines se asocia a otras cavidades con ocupaciones contemporáneas, que proponen este espacio de la desembocadura del Sella como referencia fundamental para el centro del Cantábrico durante milenios. La investigación realizada desde los años 80 del pasado siglo, ha ido mostrando la complejidad, extensión, cronología, y formas de uso de la gran cueva y su entorno. Los avances en el conocimiento del sitio se han publicado en revistas nacionales e internacionales, se han realizado reuniones científicas como el congreso de especialistas publicado en 2 0 0 3 , y una exposición conmemorativa del 50 aniversario de su descubrimiento. Todo gran sitio decorado requiere un libro que reúna la cantidad y calidad de sus imágenes, que integre los trabajos realizados, que aporte una visión accesible a los expertos y a las personas interesadas en el conocimiento de su patrimonio ancestral. Pero pocas cuevas del Cantábrico disponen de un volumen como el que aquí se presenta. Es un privilegio ofrecer la visión completa de uno de los sitios decorados más importantes del mundo, Patrimonio de la Humanidad por derecho propio. N Q) ... 'i:d N o i:d Q) 1-< Q) - ,v GOBIERNO DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 1 11 ISBN 978-84-124856-4-6 9 788412 485646 THEMA: AFCM, SZN, 3B, 1DSE-ES-D J.... IMPRONTA