2019
Preprint N°491
Historia de la física en Cuba (siglo XX)
María Sánchez Colina, Angelo Baracca, Carlos Cabal Mirabal,
Arbelio Pentón Madrigal, Jürgen Renn, Helge Wendt (eds.)
Historia de la física en Cuba (siglo XX)
María Sánchez Colina, Angelo Baracca, Carlos Cabal Mirabal,
Arbelio Pentón Madrigal, Jürgen Renn, Helge Wendt (eds.)
Tabla de contenidos
01 La matemática y la física en Cuba, entre 1902 y 1958 ................................................................... 3
José Altshuler
02 El desarrollo de la Física en Cuba desde 1959: un enfoque abarcador ................................. 11
Angelo Baracca Víctor Fajer Carlos Rodríguez
03 La Física en la Universidad de Oriente ............................................................................................135
Luis M. Méndez Pérez Carlos A. Cabal Mirabal
04 Aproximación a la historia de la preparación de profesores de Física en Cuba...............157
Diego de Jesús Alamino Ortega
05 Una entrevista con el Profesor Melquiades de Dios Leyva, Diciembre 2008......................167
Olimpia Arias de Fuentes
06 La física experimental en semiconductores: la voluntad de contribuir al desarrollo
económico del país........................................................................................................................................173
Elena Vigil Santos
07 Primeros experimentos científicos cubanos en el Cosmos ........................................................181
José Altshuler, Octavio Calzadilla Amaya, Federico Falcón, Juan E. Fuentes, Jorge Lodos y Elena
Vigil Santos
08 Sobre los sistemas complejos en Cuba .............................................................................................189
Oscar Sotolongo Costa
09 Proyecto 35-26-7 de Resonancia Magnética: Un caso cubano de Ingeniería Física y la
Biofísica ............................................................................................................................................................197
Carlos Cabal Mirabal
10 Nanotecnologías en Cuba ....................................................................................................................207
Carlos Rodríguez
11 La formación en Física en la Universidad de La Habana .........................................................219
Osvaldo de Melo Pereir, María Sánchez Colina
12 Física y Mujer: un desafío afrontado con éxitos en Cuba ..........................................................231
Olimpia Arias de Fuentes
13 La cooperación entre la Academia de la Ciencia de Berlín (DAW) y la Academia de
Ciencias de Cuba (ACC) (entre 1960 y 1975) ......................................................................................245
Helge Wendt
14 La Física cubana contemporánea a través de las publicaciones científicas: una mirada
desde adentro .................................................................................................................................................255
Ernesto Altshuler Álvarez
1
01 La matemática y la física en Cuba, entre 1902 y 19581
José Altshuler
A propósito del quincuagésimo aniversario del 20 de mayo de 1902, fecha en que se inauguró
formalmente la República, el infatigable Emilio Roig de Leuchsenring se propuso publicar un
volumen conmemorativo, integrado por estudios especiales donde se reflejaran los progresos
realizados en Cuba durante el medio siglo precedente, en lo que tocaba a diversos aspectos de
la vida colectiva del país. El volumen, titulado Facetas de la vida de Cuba republicana, 1902–
1952, se publicó en 1954. Había demorado en ver la luz –según explicaba Roig, un tanto
crípticamente– “por causas ajenas a nuestra voluntad y a la de los escritores cubanos a quienes
encargamos algunos de dichos estudios”. Por supuesto que las causas aludidas no eran otras
que lo revuelto de la situación política que vivía el país desde el golpe de estado batistiano de
marzo de 1952.
Sin lugar a dudas, el pormenorizado estudio del profesor Luis Felipe Le Roy que se incluye
en el volumen antes aludido bajo el título de “Las ciencias”, constituye una referencia
obligada para todo aquél que se proponga discurrir sobre el desarrollo de las actividades
científicas en el país durante la etapa republicana. Señala Le Roy que de su exposición se
desprende inmediatamente que “a principios [del siglo XX] la producción [científica] era nula
o casi nula, a consecuencia, indudablemente, del estado de estancamiento político–social que
Cuba había dejado atrás al cesar como colonia de España, pero que necesariamente perduraba
y habría aún de influir por algún tiempo en el desarrollo cultural y científico de su pueblo.”
Aunque nada tengo que objetar a esta idea, entiendo que debe añadirse otro factor negativo
para el desarrollo científico del país que, en mi opinión, trascendió los primeros decenios
republicanos, al menos hasta la llegada al poder de la Revolución, en 1959. Me refiero a la
situación que prevaleció en aquel período y que de mil maneras fomentó en el seno de nuestra
sociedad de entonces la meta del “triunfo en la vida” en su sentido peor. En fin de cuentas,
éste solía reducirse a la búsqueda obsesiva de la prosperidad personal a costa de valores más
elevados y más útiles para el país.
1
Versión de la ponencia presentada por el autor en el panel titulado “Pensamiento científico, social y filosófico
en la República”, que se efectuó el 21 de marzo de 2002 en el anfiteatro “Manuel Sanguily” de la Universidad de
La Habana.
3
Así, por ejemplo, es un hecho que abundaban los integrantes del claustro universitario que se
mantenían en el cargo no por vocación ni voluntad de servicio, sino para utilizarlo a modo de
una suerte de tarjeta de presentación que les facilitaba su intervención en el mundo de los
negocios o en el de la política nacional, concebida también como un negocio lucrativo. Ni que
decir tiene que semejante mentalidad era incompatible con la dedicación ahincada que
caracteriza al investigador que de veras lo es. Por supuesto, hubo excepciones a la regla –
sobre todo en el campo de las ciencias sociales y las humanidades–, que si bien es justo
recordar con el respeto a que son acreedoras, ciertamente no marcaban la tónica de aquel
tiempo, ni mucho menos.
En vista de lo dicho y de lo que añadiré después, nada tiene de extraño que discrepe de la
conclusión de Le Roy de que “Al cumplirse el cincuentenario de Cuba independiente, las
ciencias en nuestro país se [encontraban] en el mismo estado de desarrollo que en el de
muchas de las naciones de civilización más antigua del continente europeo...”
Es cierto que se había alcanzado un nivel estimable en varios aspectos curriculares, gracias,
fundamentalmente, a los esfuerzos de un grupo de valiosos educadores cubanos, algunas de
cuyas obras de texto alcanzaron un alto grado de excelencia. A ello me referiré más adelante,
y con no poca satisfacción. Pero no es menos cierto que durante la República que se ha
apellidado Neocolonial o Mediatizada, en lo que se refiere a las ciencias físico–técnicas y
matemáticas fue apenas una rareza la práctica consecuente de la investigación científica,
ingrediente esencial de toda ciencia que merezca tal nombre.
Probablemente les cueste algún esfuerzo concebir semejante estado de cosas a los actuales
alumnos de nuestra enseñanza superior y aun a sus profesores más jóvenes, sujetos hoy, como
la cosa más normal del mundo, al requisito de obtener resultados novedosos asociados al
trabajo de diploma exigido para la graduación de los estudiantes de las distintas carreras. Se
nos dirá que antes de la Reforma Universitaria de los años sesenta, para obtener el título
universitario se requería que el graduando presentara una tesis de grado original, defendida
ante tribunal competente. Pero en la práctica, aquello no pasaba de ser una formalidad, puesto
que las tesis de grado que contenían resultados científicos originales eran contadas
excepciones y en modo alguno la regla. Esto formaba parte de la realidad académica de
entonces.
Que yo recuerde, quizás se cuente entre lo más próximo a un trabajo científico independiente
de los alumnos, el requisito que se estableció en la vieja Facultad de Ciencias, de realizar, en
4
el cuarto y último año de la carrera de Ciencias Físico–matemáticas, unas “prácticas de grado”
destinadas a familiarizar al estudiante con algunas manipulaciones experimentales de cierta
complejidad. Supongo que el contacto con la práctica haya sido mejor en las carreras de
Ciencias Naturales y Ciencias Físico–químicas, por su naturaleza misma, vinculada
estrechamente al trabajo de campo la primera y al laboratorio la segunda.
Permítanme ustedes ilustrar mi punto de vista aludiendo a una situación que conozco muy
bien, puesto que se trata de algo en que me vi involucrado directamente cuando regresé a
Cuba, a fines de 1955, luego de cumplir un año de estudios en el extranjero como becario de
la Universidad de La Habana. Volvía estimulado por el hecho de que uno de mis primeros
resultados científicos, aunque muy modesto, había sido aceptado para publicación en una
revista británica de excelencia en el campo de la electrónica y las telecomunicaciones.
La fecha del caso sugiere que habría bastante que decir sobre el explosivo panorama político
prevaleciente a mi llegada a la Cuba de entonces. Eso es muy cierto y sin duda sería obligado
referirse a la cuestión en otro contexto, pero lo que me interesa singularizar aquí es que en
aquellos años cincuenta no encontré en nuestro país ninguna revista científica o técnica donde
pudiera publicar con la debida fluidez, los resultados de las investigaciones que me proponía
continuar realizando, bien que en solitario y contra viento y marea. Por ello me animé a
proponerle a la directiva del Colegio de Ingenieros Electricistas hacerme cargo de publicar la
que había de ser su órgano oficial, la revista Ingeniería Eléctrica. Aprobada la propuesta, me
di a la tarea de tratar de incluir sistemáticamente en la publicación trabajos científicos
originales vinculados con la especialidad, junto a noticias relativas a las actividades colegiales
y artículos de interés general o profesional. El resultado fue que si bien se logró mantener
viva la publicación durante algo más de tres años, la empresa de conseguir manuscritos que
contuvieran resultados originales de investigación o desarrollo resultó aún más difícil de lo
que había imaginado. Ante la virtual inexistencia de material adecuado, se hizo necesario
completar los distintos números con refritos diversos y acudir a algún que otro autor fuera del
gremio, para conferirle entidad a la revista. Para mí está claro que algo semejante debió de
repetirse en otra de las pocas publicaciones científicas cubanas de la época: la Revista de la
Sociedad Cubana de Ciencias Físicas y Matemáticas. Así lo sugiere la declaración explícita
que se hace en el reverso de la cubierta, de que la revista “no tiene carácter periódico”, unida
a la escasez de resultados originales publicados en cada uno de sus números. Imagino que una
motivación no muy diferente de la mía con Ingeniería Eléctrica, fue la que impulsó al
5
destacado profesor de matemática de la Facultad de Ciencias, Mario O. González, a echarse
encima durante años, la pesada carga de publicar la Revista de la Sociedad Cubana de
Ciencias Físicas y Matemáticas. Con todo, hay que decir que en sus páginas se recogió lo
mejor de lo poco que entonces se hacía en Cuba en cuanto a investigación científica en el
campo de las ciencias matemáticas y físicas, estas últimas exclusivamente en su aspecto
teórico.
Típicamente, durante la etapa republicana anterior a 1959, la escasa producción científica del
país en aquellas disciplinas procedía exclusivamente de la actividad individual de alguna
personalidad solitaria. Mencionaré dos casos que ejemplifican cabalmente lo dicho. Uno de
ellos es el del ingeniero de montes y minas José Isaac Corral, funcionario de la Secretaría de
Agricultura, que, desde el decenio de 1930 hasta su fallecimiento en 1946, publicó en nuestro
país varios trabajos sobre temas de física y matemática. El otro caso es el del doctor Carlos
Masó, que aun habiendo realizado estudios avanzados de astronomía en Francia y participado
dignamente en un concurso–oposición universitaria, al no resultar ganador en él sólo pudo
conseguir una plaza de profesor en la Escuela Normal de Pinar del Río. En esa ciudad creó
por su cuenta un seminario donde, en el decenio de 1940, exponía temas de matemática
superior ante una escasa audiencia, a menudo compuesta solamente por una o dos personas.
Pero los desarrollos de más trascendencia relativa en el campo de la física y la matemática del
período que nos ocupa tuvieron lugar en la Universidad de La Habana, también en torno a
unas pocas personalidades del profesorado universitario. Así lo atestigua el hecho mismo de
que la enseñanza de aquellas disciplinas fue llevada por primera vez a un nivel que
pudiéramos calificar de genuinamente universitario para la época, gracias, fundamentalmente,
a la voluntad, la erudición y el talento de dos profesores de la Universidad de La Habana, que
hoy recordamos como figuras casi míticas: Pablo Miquel y Manuel Gran.
En 1913, Miquel había pasado a ejercer la docencia de Análisis Matemático en sustitución del
catedrático titular, un ingeniero graduado en los Estados Unidos que había participado en la
Guerra de Independencia, pero que decidió dejar la cátedra para dedicarse por entero a la
política republicana. Pues bien, ha de recordarse que el texto de álgebra superior que Miquel
publicó en 1914, marcó un hito en la enseñanza de la disciplina en nuestro país y quizá
también en Hispanoamérica, sobre todo a partir de su edición, considerablemente mejorada,
de 1939. Añádase a esto que los dos tomos de cálculo diferencial e integral que publicó a
comienzos del decenio de 1940 fueron excelentes obras de texto, comparables ventajosamente
6
con sus homólogas más difundidas a nivel internacional en su época. En cuanto a Manuel
Gran, encuentro significativo el hecho de que, siendo un joven graduado en Ingeniería Civil,
Arquitectura y Ciencias Físico–Matemáticas, al igual que Miquel, fuese promovido al
profesorado en 1923 –el año del primer intento de Reforma Universitaria en nuestro país–, en
respuesta al clamor de los alumnos de Física Superior, que se negaban a continuar asistiendo a
las clases de un profesor manifiestamente incompetente. Persona de extracción humilde, que
había alcanzado su prestigio y competencia por el propio esfuerzo, sin jamás haber tomado
curso alguno en el extranjero, Gran tuvo que abocarse a la ingente tarea de crear –como lo
hizo y él mismo expresó después– “un curso de Física Superior que mereciese este nombre”,
organizar el laboratorio “para que llevase este fin de la mejor manera”, y elaborar “un curso
de manipulaciones consonante”. Expositor culto y riguroso, Gran influyó notablemente sobre
la enseñanza de la física de nivel universitario. Asimismo, influyó considerablemente en la
enseñanza secundaria de la época, gracias a los dos gruesos volúmenes del texto de física
general y experimental que publicó entre 1939 y 1940, el cual le confirió a la enseñanza de
estas materias el rigor y la elegancia que se echaba de menos en otras obras del mismo género
que se habían publicado en Cuba con anterioridad. Posteriormente, el texto de Gran sirvió de
inevitable referencia para la elaboración de nuevos textos de física de bachillerato, escritos
con el debido rigor, aunque con diferentes criterios pedagógicos, por los profesores Páez,
Alonso y Acosta,
A riesgo de abusar de la benevolencia de ustedes, me detendré un momento aquí, a propósito
de nuestra enseñanza secundaria en aquel tiempo, porque, pese a las insuficiencias de que
adoleció, entiendo que hay bastante bueno que decir de ella, especialmente después de que, a
comienzos del decenio de 1940, se reestructuró el plan de estudios del bachillerato y se añadió
un quinto año final especializado bien en letras o en ciencias. Muy a favor de ese plan de
estudios puede alegarse que todos los alumnos debían tomar dos cursos de física y uno de
química, y que quienes se decidían por la especialidad de ciencias tenían que aprobar cursos
adicionales en matemática, física, química y biología. Pienso que varias obras de texto que se
publicaron entonces con vistas a cubrir las necesidades de los alumnos, alcanzaron un notable
nivel de excelencia, como es el caso de los textos de matemática de Sócrates Rosell y Mario
González, el de química de Ernesto Ledón, y los de psicología y geografía de Cuba de los
profesores Velázquez y Marrero. Estimo que incluso algunos textos de bachillerato anteriores
al nuevo plan, tales como el de álgebra de Baldor y el de química del padre Galán, son obras
dignas de particular encomio, desde el punto de vista pedagógico. Por otra parte, es de
7
elemental justicia recordar el temprano esfuerzo del profesor Moleón, que en 1921 publicó el
primer texto de química general para el bachillerato. Añadiré a lo que acabo de decir, que en
aquella época fueron profesores de bachillerato, profesionales tan competentes como Páez,
Alonso, Acosta, Melgarejo y Soto del Rey en física, así como Souto, Labra, Paz, Álvarez
Ponte, Fiterre, Gutiérrez Novoa, Reguera, Davidson y otros en matemática. Algunos pasaron
luego a desempeñar muy dignamente cargos docentes en la educación superior.
Hecha la digresión anterior, he de volver al tema del desarrollo de la matemática y la física en
la Universidad de La Habana. La segunda se había enriquecido, desde mediados del decenio
de 1930, con la inclusión de dos semestres de Física Teórica en el plan de estudios de la
carrera de Ciencias Físico–Matemáticas. El primer profesor titular de la asignatura fue
Enrique Badell, desde 1938 hasta su fallecimiento en 1947. Le sucedió en la cátedra Miguel
A. Maseda, un excelente expositor, que se desenvolvía con igual eficacia en el laboratorio.
Ambos profesores brillaron por el sólido dominio de la materia que explicaban.
A propósito del Dr. Badell hay que decir que a lo largo de toda su carrera se entregó
sistemáticamente a reconstruir paso a paso los desarrollos matemáticos esbozados en los
textos y resolver cuanto ejercicio o problema aparecía propuesto en los textos de física que
estudiaba, con el resultado de que al cabo de los años había acumulado una impresionante
colección de problemas resueltos detalladamente, a menudo por varias vías diferentes. Algo
parecido ocurrió con el que fue dedicado y competente profesor de Teoría de la Electricidad,
el ingeniero Luciano de Goicoechea. Recuerdo asimismo que el Dr. Gran llegó a acumular
una colección muy completa de problemas de física resueltos por él, especialmente en el
dominio de la óptica, mientras que una de las características de las obras de texto del Dr.
Miquel fue, precisamente, la riqueza de los ejercicios y problemas incluidos, muchos de ellos
originales. Supongo que esta laboriosa dedicación a la resolución de problemas fue lo más
próximo a la investigación científica sistemática a que llegaron los mejores profesores de
aquella generación. Como quiera que, rodeados de un ambiente indiferente cuando no hostil,
por propia iniciativa se entregaron en cuerpo y alma a la tarea de conferirle estatura
universitaria a la enseñanza de sus respectivas disciplinas, pienso que, por lo mismo, son
dignos del más respetuoso recuerdo.
Fue aquélla una época en que la enseñanza de la física y la matemática se encaminó hacia
fines casi exclusivamente didácticos. Época en que los profesores más dedicados gastaban
una parte sustancial de su no muy generoso salario en adquirir el último libro que aparecía en
8
los catálogos extranjeros. Pero no puede ocultarse que era bien rara en nuestro país la
biblioteca donde podía hallarse alguna revista dedicada a la publicación de memorias
científicas originales.
Con el acceso al profesorado de Mario O. González y Marcelo Alonso, que habían tomado
cursos de postgrado en el extranjero y publicado sus primeros trabajos científicos en revistas
especializadas, se incorporaron nuevos temas y estilos a la enseñanza de la matemática y la
física universitarias. En efecto, a la muerte de Miquel, en 1947, la cátedra de Análisis
Matemático quedó bajo la responsabilidad de González, que se dio a la tarea de organizar
algunos seminarios de matemática y publicó en 1952 un excelente texto sobre teoría de
funciones de variable compleja. Por su parte, Alonso, que se había incorporado a la cátedra de
física teórica hacia 1949, publicó en 1958 el primer tomo de un texto muy didáctico de física
atómica y sentó las bases de un laboratorio de física atómica y nuclear. Esto último, al igual
que el curso de introducción a la energía nuclear para ingenieros electricistas que se inauguró
en 1956, guardaban una relación estrecha con las expectativas creadas en torno al anuncio de
la empresa norteamericana que monopolizaba en Cuba el servicio eléctrico, de que se
proponía inaugurar su primera planta nuclear en 1959, algo que no ocurrió ni se intentó
siquiera.
Como se sabe, lo que sí sucedió en 1959, fue la inauguración de un período de profundas
transformaciones revolucionarias en la vida nacional. En lo que respecta a la Universidad,
estos cambios se expresaron detalladamente por primera vez en la Ley de Reforma de la
Enseñanza Superior, promulgada en 1962. Una de las disposiciones de esa ley fue la creación
de las carreras de Física y de Matemática, cada una con cinco años de duración, a cargo de las
Escuelas respectivas dentro de la Facultad de Ciencias, con la encomienda expresa de que ésta
cuidara de intensificar la enseñanza práctica, los seminarios y otras actividades, en forma tal
que se estimulara la investigación científica. Así ha ocurrido y lo atestiguan el número y la
calidad de los egresados en los distintos centros de enseñanza superior del país, tanto de las
licenciaturas de física y matemática, como de los institutos pedagógicos en las
correspondientes especialidades.
En nuestro país, es hoy inconcebible que una tesis de maestría o un trabajo de diploma no
contenga resultados originales aptos para ser defendidos ante tribunales académicos
competentes, mientras que esa exigencia se extrema en el caso de las tesis de doctorado, que
han de ser defendidas, necesariamente, ante tribunales académicos cuyo funcionamiento
9
regula y supervisa, desde 1977, una comisión nacional. A lo que ha de añadirse que entre
nosotros la investigación científica tanto fundamental como aplicada a la solución de
problemas de interés nacional, es actualmente algo más que una actividad puramente
académica, como lo indica el hecho de que a ella han sido dedicadas múltiples instituciones, a
partir del decenio de 1960, y que el cargo de investigador científico se ha convertido en una
categoría laboral, equiparada con la del personal docente universitario. De manera que incluso
existen hoy entre nosotros, pongamos por caso, especialistas en álgebra moderna o en física
estadística, cuya actividad laboral consiste en dedicar todo su tiempo a la realización de
investigaciones cuyos resultados difícilmente puede esperarse que tengan aplicaciones
prácticas a corto plazo. Una comparación de este panorama con el prevaleciente en la Cuba de
los años cincuenta es aleccionadora, entre otras cosas, porque permite apreciar en su justo
valor el esfuerzo de los pocos que entonces se empeñaron en tratar de hacer ciencia en nuestro
país.
Hasta aquí lo esencial de mi intervención, pero no quiero terminar sin referirme brevemente a
una anécdota que me parece reveladora.
Tengo entendido que hace unos veinte años, un colaborador le propuso al editor de una
importante revista científica europea publicar un artículo sobre el desarrollo de la ciencia en
nuestro país. “¿Pero es que existe alguna ciencia en Cuba?”, respondió el editor. Discutieron y
finalmente se pusieron de acuerdo en que no se perdería mucho si trataran de averiguarlo. El
colaborador se trasladó entonces a la Isla para hacer las indagaciones del caso. Como
resultado, en 1983 salió publicado en aquella revista un artículo suyo titulado “El gran salto
de Cuba”. Se refería a los muy considerables avances científicos y tecnológicos que en un
breve período se habían producido en el país, especialmente en lo relativo a las
investigaciones biomédicas y agropecuarias, aun cuando éstas no eran entonces la sombra de
lo que son hoy. Pero no recuerdo que mencionara para nada la situación de la física y la
matemática. Si, en vista de cuanto he dicho antes, llegan ustedes a la conclusión de que
hubiera valido la pena incluir alguna mención, por breve que fuese, al desarrollo de esas
disciplinas en nuestro país, me daré por satisfecho.
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02 El desarrollo de la Física en Cuba desde 1959: un enfoque
abarcador
Angelo Baracca1 Víctor Fajer2 Carlos Rodríguez3
Este trabajo está dedicado a la memoria …
… del Prof. Andrea Levialdi, extraordinaria figura de destacado científico y hombre,
antifascista que participó activamente en los acontecimientos políticos de su época y, aunque
gravemente enfermo, aceptó una invitación para impartir un curso de postgrado en Cuba,
donde falleció el 8 de diciembre de 1968.
… del Prof. Fernando Crespo Sigler, con quien tuvimos el placer y el honor de colaborar
antes de su fallecimiento. Con él ha desaparecido una persona y un científico que se ha
dedicado intensamente al desarrollo de su país. Pensamos que, si Crespo hubiese podido
seguir en esta investigación, el resultado habría sido mucho mejor.
El científico extranjero que visite a Cuba puede apreciar el alto nivel de la enseñanza y la
investigación en sus instituciones de educación superior, así como la gran cantidad y calidad
de los centros de investigación científica existentes. En sentido general, estos avances son
fruto de cinco décadas de una clara y sostenida política, fundada en el carácter universal y
gratuito de la educación y el impulso a la investigación científica como herramienta
fundamental del desarrollo económico y social. Un buen ejemplo de este desarrollo de la
educación superior y la ciencia, con sus particularidades, se observa en el campo de la Física,
por lo que, resulta interesante profundizar en los detalles del proceso histórico de la Física en
Cuba, sus elementos generales y específicos y los tiempos en que ocurrió.
1
Departamento de Física, Universidad de Florencia, Florencia, Italia.
Centro de Aplicaciones Tecnológicas y Desarrollo Nuclear (CEADEN), La Habana, Cuba.
3
Facultad de Física, Universidad de La Habana, La Habana, Cuba.
2
11
En el año 1959, al triunfar la Revolución, no existían en el país actividades que merecieran el
nombre de investigación científica en Física ni se formaban en las universidades cubanas
físicos en el sentido moderno de la palabra. Por ello, no puede dejar de sorprender el hecho
excepcional de que, en un corto plazo de 15–20 años, ya se había desarrollado un sistema de
instrucción superior de un buen nivel internacional, y algunas ramas de investigación
científica que podían competir con las de países latinoamericanos mucho mayores y de más
tradición científica. En los años siguientes el sistema científico cubano se amplió y se
fortaleció, asumiendo una estructura moderna y eficiente.
El problema adquiere de hecho un sentido y una relevancia más generales en relación con lo
que sucede en los países subdesarrollados. El avance científico-técnico está vinculado al
“desarrollo”, por lo menos en la medida en que este término se concibe en el sentido
tradicional, relacionado con el modelo de los países más ricos. Sin embargo, no siempre está
claro si es una condición necesaria o un resultado de ese “desarrollo”. En este sentido Cuba
podría también dar lugar a reflexiones interesantes. La experiencia de América Latina, por
ejemplo, fue en general diferente [Gálvez, 1986], con algunos centros de investigación
avanzados que en muchos casos desarrollaban investigaciones poco relacionadas con las
necesidades nacionales, y cuyo nivel no se correspondía con el de las demás instituciones de
educación superior del mismo país. Cuba representa un caso singular, aún más por el
porcentaje excepcional de egresados universitarios, que ya supera el ocho por ciento de la
población cubana, y el elevado nivel de preparación de éstos.
Informes sobre la Física en América Latina [Morán-López, 2000], colocaban a Cuba (un país
de 11 millones de habitantes), junto a Chile, Venezuela y Colombia, entre países con un
número intermedio de Doctores en Física, (entre 100 y 500), después de Brasil (3000),
México (2200) y Argentina (2000). Adicionalmente, ellos colocan a la Universidad de La
Habana (UH) entre las instituciones destacadas de la región en el desarrollo de la Física y
reconocen la contribución de los físicos cubanos a áreas tales como la materia condensada y la
física de materiales, la energía solar, la optoelectrónica y la física médica.
Cuando ocurrió el colapso de la Unión Soviética, muchas personas pensaron que la
organización social de Cuba, las ciencias y el sistema de educación superior no sobrevivirían.
Este no fue el caso, sin duda la nueva situación tuvo un impacto negativo en el desarrollo y
organización de la investigación científica y la enseñanza, pero la ciencia y la física en
particular no colapsaron e incluso alcanzaron algún progreso. En la década ente 1991 y el
12
2000, la existencia de una “masa crítica” de científicos y tecnólogos, junto a un sistema
consolidado de ciencia y educación superior, permitió a la ciencia cubana y a la tecnología,
sobrevivir y superar obstáculos que parecían infranqueables. De 1960 a 1990, alrededor de
1300 físicos se graduaron en Cuba (836 procedente de universidades cubanas) y un número
similar de profesores de física de la enseñanza secundaria se graduaron en instituciones
pedagógicas de nivel superior. El número de Doctores en Física registrados en 1990 por la
Comisión Nacional de Grados Científicos fue de 129, aproximadamente el 10 % de los
graduados en Física, y el número fue creciendo a una velocidad de 10 Doctores en Física por
año. En los años 90, 518 nuevos físicos y 58 Doctores en Física, (no dramáticamente menos
que los 103 de los años 80) recibieron sus grados en Cuba. Adicionalmente, los programas de
Maestros en Ciencias en Física, que tuvieron una existencia efímera en los setenta, fueron
lanzados nuevamente en 1994 y produjeron 108 especialistas en diferentes ramas de la física
pura y aplicada.
Nota metodológica y organización del trabajo
El presente artículo reconstruye las principales etapas de este proceso en las décadas desde el
triunfo de la Revolución (1959) hasta el presente. 4
Es necesario anteponer una observación general sobre las fuentes documentarias. Son muy
pocos los documentos que quedan sobre el desarrollo de la Física en Cuba en este periodo, y
por lo tanto la reconstrucción que presentamos está basada en una investigación de historia
oral. La mayoría de las informaciones contenidas en este estudio proceden de entrevistas con
colegas cubanos, que fueron los protagonistas de estos acontecimientos. Este enfoque de la
investigación supone riesgos de aproximación, relacionados con la memoria personal de cada
uno. Naturalmente hemos hecho todos los esfuerzos para averiguar los aspectos inciertos o
controversiales, a través de verificaciones cruzadas.
El nivel de los resultados que presentamos no es homogéneo. En efecto, el enfoque que
hemos descrito pudo ser aplicado hasta ahora de forma sistemática a los primeros 20 años de
nuestra historia, es decir a las décadas de los sesenta y los setenta del siglo pasado. Este
periodo tenía aspectos peculiares, ya que fue el del despegue de este proceso, en condiciones
sumamente difíciles en el país, y en particular en las universidades, por la falta de una
4
Resultados parciales de esta investigación han aparecido en varias revistas: Baracca, 1999; Baracca, Fajer,
Henríquez, 2001, and 2004; Baracca, 2005; Baracca, Fajer, Rodrígeuz, 2006.
13
tradición científica antecedente consolidada. En este sentido, los testigos directos han sido
insustituibles en trasmitir la vivacidad, la fantasía, la creatividad – a veces la improvisación,
aunque basada en exigencias de rigor, no siempre fáciles de cumplir – que caracterizaron los
primeros pasos y la consolidación de los resultados y las estructuras. Podríamos decir que la
vitalidad de los recuerdos personales era compatible con una razonable distancia personal de
los eventos, para dar (así nos parece) una buena perspectiva histórica.
En lo que concierne las décadas sucesivas, de los ochenta hasta al presente, el nivel de nuestra
investigación queda todavía más atrasado e incompleto: en primer lugar por falta de tiempo
para proceder con el método que hemos discutido y también por causa de otros factores que
complican el trabajo, donde se entrelazan la mayor complejidad, articulación y amplitud de la
fase de madurez del sistema científico cubano, con una menor distancia temporal, que hace
más problemática la necesaria perspectiva histórica. Pero quizás la mayor dificultad que
caracteriza a este período es la partición drástica que el derrumbe del Bloque Socialista
provocó entre las décadas de los ochenta y los noventa. Es como si, después de tres décadas
de esfuerzos para construir un sistema moderno y eficiente partiendo prácticamente de la
nada, se tuviese que comenzar de nuevo. El desafío de la reconstrucción histórica está dado
por la proximidad temporal y el riesgo de caer en interpretaciones ideológicas o apologéticas.
A pesar de todo, pensamos que el análisis que presentamos sea lo bastante sólido para
explicar la resistencia del sistema científico cubano a la dramática crisis del derrumbe de la
URSS sobre la base de la solidez del desarrollo logrado en las décadas precedentes. Por más
razón la prosecución de esta historia tendrá que llegar a una reconstrucción más detallada y
articulada de la década de los ochenta.
Contexto e interés general
Hay varios motivos generales de interés en el desarrollo científico en Cuba.
1. Un primer motivo de interés reside en los esfuerzos que siempre se han hecho,
por el gobierno y la comunidad científica cubana, para vincular la ciencia a las
necesidades más urgentes del desarrollo económico y social del país.
Discusiones muy fuertes se abrieron al triunfar la Revolución sobre la necesidad
de promover la educación y la investigación científica, y las elecciones que se
debían hacer de las ramas que pudiesen ser útiles para el desarrollo: lo veremos
directamente en las decisiones que se tomaron desde el comienzo en el caso de
14
la Física. Esas discusiones no se limitaron al ambiente científico y académico,
sino que envolvieron por un lado la componente estudiantil (que en las décadas
precedentes a la Revolución había jugado un papel importante en los
acontecimientos políticos y sociales), y por otro lado otros niveles de dirección y
de decisión del país. El caso de Cuba tiene entonces un interés que va más allá
de su contexto específico, y está relacionado con el problema general del
llamado “subdesarrollo” y los problemas básicos de las relaciones y las
influencias entre desarrollo científico, económico, cultural y social.
2. En este contexto, el gobierno cubano y los científicos cubanos han tratado de
construir un sistema balanceado de ciencias, evitando especialización en uno u
otro campo, como ha sucedido en muchos países desarrollados. Un ejemplo
típico es la cercana colaboración entre los institutos meteorológicos y la defensa
civil, que permite evitar las peores consecuencias de las catástrofes naturales,
tales como huracanes: otro ejemplo lo constituye la colaboración entre la
investigación biotecnológica y el sistema de salud pública. No obstante, es
bueno observar que también los campos fundamentales fueron desarrollados y
otras ciencias.
3. Otro aspecto, relacionado con el precedente, que ha caracterizado a Cuba es el
carácter masivo de la educación a todo nivel, y en particular en la educación
superior. En 1961, una campaña general de movilización generalizada eliminó el
analfabetismo del país. En las décadas siguientes se construyó un sistema
bastante avanzado de investigación y educación superior, a partir de niveles de
competencia bastante bajos.
4. Gran interés revisten los factores que han contribuido en el desarrollo de la
Física y la formación del sistema científico en Cuba. En primer lugar, los
esfuerzos y los logros que los físicos cubanos, incluyendo a los estudiantes,
alcanzaron con sus propias fuerzas y capacidades desde el primer momento,
resultaron determinantes, y contribuyeron en imprimir algunas de las
características originales de la Física cubana. Por otro lado, no cabe duda de la
importancia determinante de la ayuda, la cooperación, y el soporte concreto de
la extinta Unión Soviética y los países socialistas de Europa Oriental: entre
éstos, el acceso que los físicos cubanos tuvieron en las más altas instituciones
15
científicas en la URSS, y el grandísimo número de estudiantes universitarios
que, desde el comienzo de los años sesenta y hasta el derrumbe del campo
socialista, completaron su formación en los países socialistas europeos,
especialmente en la Unión Soviética, pero también en la República Democrática
Alemana, Checoslovaquia, Hungría, Polonia y otros.
Sin embargo, hubo otros factores, que pueden resultar más sorprendentes, pero han dado
contribuciones determinantes, por lo menos en algunos momentos y en algunas ramas y
actividades. Entre estos, las contribuciones de físicos y centros de investigación y de
enseñanza superior de varios países “occidentales”, en varios momentos y diferentes formas:
ya a partir del año 1961, impartieron cursos o asesoraron las actividades docentes en Cuba,
por temporadas más o menos largas una notable cantidad de profesores de muchos países
occidentales (EE.UU., Francia, Inglaterra, Italia, Argentina, México, etc.). Algunos de ellos se
quedaron en Cuba durante muchos años y contribuyeron a los primeros intentos de actualizar
y estabilizar el plan de estudios, organizar los laboratorios docentes y los talleres y promover
las primeras actividades de investigación científica. Además de esto, entre 1968 y 1973
físicos franceses organizaron en Cuba “Escuelas de Verano” donde, con colegas de otros
países impartieron cursos, trajeron aparatos y materiales. En particular, veremos el papel que
físicos franceses jugaron al final de la década de los sesenta en el desarrollo de la electrónica
y la microelectrónica, antes que se consolidara la colaboración con la Universidad Estatal de
Moscú “M Lomonosov”, con el Instituto Físico - Técnico “A. Ioffe” de Leningrado y otras
universidades y centros de investigación de la URSS y Europa del Este. Al mismo tiempo,
varios físicos cubanos se formaron en centros de enseñanza y laboratorios italianos
(Universidad y laboratorio MASPEC de Parma) y franceses (Universidades de Paris Sud,
Montpellier, etc.). En la década de los setenta un programa de la UNESCO permitió a los
físicos cubanos colaborar con físicos canadienses, principalmente de la Universidad de
Toronto. Algunos de estos vínculos se debilitaron desde mediados de la década de los setenta.
Sin embargo, siempre se mantuvieron contactos, aunque en menor escala, con científicos,
académicos y profesionales occidentales y de varios países del mundo.
Estos son algunos de los factores que han hecho que la Física en Cuba haya logrado una
organización, una estructura, un enfoque que tiene varios aspectos de originalidad: podría
decirse que con la Física pasó algo parecido a todas las expresiones culturales en este país,
donde varias tendencias e influencias se han fusionado dando un producto original.
16
Fases del desarrollo de la física en Cuba después de 1959
A partir del triunfo de la Revolución el desarrollo de la Física en Cuba ha atravesado varias
fases, de cambio, de crecimiento, de asentamiento. A veces el mismo espíritu con que se
enfrentaban los problemas y las dificultades cambió entre una fase y otra: en particular esto
pasó en las etapas iniciales, cuando las dificultades para desarrollar un sistema avanzado de
enseñanza y educación eran más grandes, y fueron enfrentadas con un entusiasmo, que
podríamos caracterizar de romántico. Nos parece conveniente identificar una secuencia de
fases, aun si ello resulta un poco artificial. Discutiremos además los desarrollos y el nivel
alcanzado por todas las ramas de la Física en cada etapa, de forma comparativa, antes que
reconstruir separadamente cada rama en su arco completo de desarrollo durante medio siglo.
Al triunfo de la Revolución las tres universidades públicas existentes en Cuba se encontraban
cerradas. Desde finales de noviembre de 1956 el Consejo Universitario había suspendido las
actividades docentes debido a la brutalidad de la represión policíaca contra los estudiantes. En
el momento del cierre, la matrícula en las tres universidades apenas rebasaba los 15.000
estudiantes, con amplio predominio de las carreras de humanidades sobre las científicas y
tecnológicas.
Entre los cursos académicos 1959–60 y 1970–71 la matrícula en las universidades creció sólo
en 10 mil estudiantes. Este crecimiento se produjo fundamentalmente por las mayores
oportunidades que se ofrecieron a aquellos pocos que habían vencido la enseñanza media
superior. Lo más importante es que este modesto crecimiento estuvo acompañado de un
sensible cambio en la estructura de las matrículas, a favor de las carreras científicas y
tecnológicas. El verdadero salto cuantitativo se produjo en la década siguiente, cuando la ola
de crecimiento educacional iniciada con la campaña de Alfabetización de 1961 alcanzó las
universidades, incrementando las matrículas en 155.000 estudiantes [Ministerio Educación,
1997].
Durante la década de los sesenta, los principales avances se produjeron en la Universidad de
La Habana (UH), especialmente en su Escuela de Física (EF), fundada en 1962. Con gran
esfuerzo se logró implementar un plan de estudios de Licenciatura en Física actualizado,
estabilizar el claustro de profesores, crear los primeros laboratorios y talleres, poner en
marcha algunas actividades de investigación y graduar el primer centenar de licenciados en
Física, preparados para impulsar la docencia de nivel superior y la investigación científica en
varias ramas.
17
En la primera mitad de esa década la situación de la EF permaneció muy inestable, sobre
todo por la falta de personal docente propio y la emigración de algunos de los pocos
profesores que provenían de la etapa anterior. Prácticamente todos los estudiantes impartían
clases a sus compañeros de años inferiores. A partir del año 1962, se contó con la presencia
por períodos largos de varios físicos extranjeros, tanto soviéticos como occidentales. Empezó
también en 1961 un proceso destinado a jugar más tarde un papel fundamental: el envío de
estudiantes cubanos a formarse como físicos en universidades de la Unión Soviética.
A la estabilización del proceso contribuyó la promulgación en 1962, al cabo de un amplio
debate y un intenso trabajo, de la Ley de Reforma de la Enseñanza Superior, en momentos en
que la Revolución aún luchaba por sobrevivir ante violentas agresiones externas y recién
ganaba su primera gran batalla educacional, que fue la campaña de Alfabetización.
La Reforma puso en un primer plano la investigación científica como expresión del vínculo
entre la teoría y la práctica, y como vía de participación de los universitarios en el desarrollo
económico y social del país, dando inicio a un conjunto de transformaciones revolucionarias
que en poco menos de una década modificaron radicalmente la realidad universitaria.
La conciencia de esta necesidad de investigar era muy viva, y desde los primeros pasos
empezaron en la EF los esfuerzos para poner en marcha las investigaciones, sobre todo de
carácter experimental. A pesar de su carácter sustancialmente subjetivo y de los modestos
logros, la introducción tan temprana de este espíritu jugó un papel muy importante.
Resultados duraderos fueron el equipamiento de algunos laboratorios y talleres, que
proporcionaron la base efectiva y necesaria para el desarrollo futuro de las investigaciones.
Otros dos actos fundacionales muy significativos para el ulterior desarrollo de la Física y las
Ciencias en general se produjeron en la UH. En 1964 se inauguró la Ciudad Universitaria
“José Antonio Echeverría” (CUJAE), nueva sede de la Facultad de Tecnología. En 1965 se
adscribió a la UH el recién fundado Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC),
llamado a desarrollar los estudios básicos y formar investigadores en los campos de la
biología, la medicina, la veterinaria, la química y otras ramas científicas.
También fuera de las universidades se tenía clara conciencia de la necesidad de desarrollar un
sistema articulado de investigación científica: así en 1962 se fundó la nueva Academia de
Ciencias de Cuba (ACC), con la tarea de impulsar la investigación en las varias ramas. Entre
1962 y 1963 se crearon, bajo los auspicios del Ministerio de Industrias, dirigido por el
Comandante Ernesto “Che” Guevara, un grupo de institutos dentro de las ramas del azúcar,
18
los derivados de la caña, la metalurgia, la normalización, la industria química y la minería; así
como el Centro de Automatización Industrial, que jugó un papel en promover la electrónica
asociada a la industria. Cuando en 1962 se creó el Centro Latinoamericano de Física (CLAF),
organización intergubernamental para la promoción de la Física en América Latina, Cuba la
integró como miembro fundador. Todas estas eran semillas que empezaron a formar una base
amplia y una cultura científica, que debía dar frutos más tarde.
En la segunda mitad de la década de los sesenta, con el regreso de los primeros físicos
cubanos graduados en la URSS y la incorporación de las primeras promociones de licenciados
graduados en Cuba, se logró estabilizar en la EF el claustro de profesores y conformar un plan
de estudios moderno, con fuerte influencia soviética. También se materializaron las primeras
actividades de investigación. El número de estudiantes creció y en 1970 se produjo la primera
graduación “masiva” de 67 licenciados, que proporcionó una “masa crítica” de físicos con
buena preparación básica, los cuales completaron el claustro de la propia EF ó fueron a
laborar a otras instituciones recién creadas. En esos años se fundaron nuevos centros de
investigación relacionados con la Física en la ACC y dos nuevas Escuelas de Física en las
Universidades de Oriente (UO) y Las Villas (UCLV). La primera graduación de la EF de la
UO se produjo en 1970. Al mismo tiempo decenas de estudiantes cubanos cursaban estudios
de Física en universidades soviéticas, alemanas y de otros países socialistas de Europa.
En esta fase creció un animado debate sobre la selección de las líneas de investigación que
sería conveniente desarrollar. Existía consenso sobre la necesidad de concentrar esfuerzos en
determinadas direcciones, teniendo en cuenta lo limitado de los recursos disponibles y con
vistas a lograr una efectiva vinculación de las universidades y centros de investigación con los
grandes problemas y las necesidades de desarrollo del país. Es en estos años donde se define
la orientación a largo plazo de las investigaciones científicas en la mayoría de las instituciones
relacionadas con la Física. En la EF, aunque como institución docente se mantuvo la
formación de licenciados con un perfil amplio, a los efectos de la investigación y el postgrado
se privilegió la Física del Estado Sólido, experimental (mayormente) y teórica, con énfasis en
los materiales y dispositivos semiconductores, los metales y el magnetismo. En la CUJAE se
impulsó la Microelectrónica y, algo después, la Óptica. En la ACC se emprendió el desarrollo
de la Geofísica, la Astronomía, la Meteorología, a partir de 1968 de la Física Nuclear y desde
1970 la Óptica Cuántica, la Acústica y la Teoría de Campos. La Física Nuclear y sus
aplicaciones también se impulsaron en la UO (junto a la Física de Rayos X y Metales, la
19
Óptica y la Espectroscopia), el CNIC y en el Hospital Oncológico de La Habana. En la UCLV
se comenzó a desarrollar la Física de Metales. También creció un Centro de Investigaciones
Metalúrgicas y un Instituto de Metrología en el Ministerio de la Industria Básica, así como un
laboratorio central en el Ministerio de Comunicaciones. Fue surgiendo así una red de
instituciones científicas, más o menos especializadas, en las que se fueron creando grupos de
físicos con programas de investigación que, en su conjunto, cubrían un amplio espectro de las
ciencias físicas.
Comenzó a institucionalizarse el intercambio científico con universidades soviéticas e
institutos de la Academia de Ciencias de la URSS, fundamentalmente dirigido, no a la
docencia de pregrado, sino a la formación de postgrado de los jóvenes licenciados y al
fortalecimiento de los grupos de investigación incipientes. Al final de la década, como hemos
mencionado, por iniciativa de físicos franceses e italianos, empezaron en la UH las “Escuelas
de Verano”. También la colaboración con la Universidad de Parma y el Instituto MASPEC de
esa ciudad, comenzó a finales de los sesenta.
La década de los setenta vio el despegue decisivo de la investigación, tanto en la rama de la
Física como en otras. Importantes fueron los avances en la Microelectrónica en la UH, tanto
en la EF como en la CUJAE, donde existía un proyecto de planta piloto para la producción de
dispositivos semiconductores y circuitos integrados. En la primera mitad de esa década la
actividad en este campo alcanzó un buen nivel internacional, llegando a fabricar
completamente circuitos de mediana integración. Cuando en 1975 se realizó en La Habana el
IV Simposio Latinoamericano de Física del Estado Sólido, pudo constatarse cuánto se había
avanzado en este campo en un plazo tan corto. También se experimentaban avances notables
en la Física Nuclear, la Óptica, la Meteorología, la Geofísica y la Física Médica. A comienzos
de los setenta comenzaron y produjeron sus primeros graduados los estudios de postgrado a
nivel de maestría (en Cuba y en el extranjero) y doctorado (en el extranjero). A finales de ésa
década se fundó la Sociedad Cubana de Física.
Paralelamente se reformaron también las instituciones encargadas de elaborar y conducir la
política científica, así como de orientar todo el trabajo científico del país (1974, Consejo
Nacional de Ciencia y Técnica, CNCT; 1976, Ministerio de Educación Superior, MES). Esta
institucionalización “agarrotó” en cierto grado el espíritu romántico, improvisador, de
entusiasmo, que había animado la primera etapa, generando algunas contradicciones; pero
introdujo la organización y racionalización que permitió el pleno desarrollo del sistema
20
científico cubano en la década siguiente. “Por primera vez en Cuba, a diferencia de los países
latinoamericanos, la ciencia recibía un apoyo decisivo y ocupaba un lugar de primer orden.”
[Gálvez-Taupier, 1986]
Sobre las bases sentadas en las dos décadas precedentes, los ochenta vieron el pleno
desarrollo del sistema científico cubano, y en particular de la Física. Surgió una nueva
organización, donde la Ciencia entraba dentro de la planificación de la economía nacional,
especialmente en apoyo a los procesos de transferencia de tecnologías industriales desde la
URSS y Europa del Este. La decisión, por ejemplo, de construir una central electronuclear,
condujo al desarrollo acelerado de la esfera nuclear. Las inversiones para el desarrollo de la
industria electrónica, también impulsaron las investigaciones relacionadas con esa rama. Sin
embargo, a pesar de los indudables avances obtenidos, hacia mediados de los 80 se fue
conformando en todo el país una visión crítica de la situación de la investigación, dada por el
bajo nivel de aplicación de los resultados científicos, la dispersión y la falta de integralidad de
muchos de los esfuerzos que se realizaban. Esa crítica formó parte de otra más general, donde
se reflejaron muchas de las características originales de la Revolución Cubana con respecto al
modelo socialista originado en Europa del Este, manifestadas en la posterior evolución de
ambos procesos, y que dio lugar al proceso de “Rectificación de Errores y Tendencias
Negativas”. La insatisfacción por el aporte económico y social de la Ciencia no condujo aquí
a la pérdida de confianza en ella, sino a su fortalecimiento. Como resultado, se produjeron
cambios importantes en la política científica, que tuvieron un significativo impacto en el
desarrollo de la Física en las universidades y centros de investigación. Manifestaciones de
estos cambios a nivel nacional fue la creación de numerosos centros de investigaciónproducción, el surgimiento de los Polos Científicos, los Programas Científico-Técnicos
Nacionales, Territoriales y Ramales y el auge del movimiento innovador denominado Forum
de Ciencia y Técnica (Rodríguez, 1997).
Con el derrumbe de la Unión Soviética, en los noventa todo el sistema cubano de
investigación científica y educación superior sufrió una tremenda reducción de recursos, tanto
financieros como materiales, y se interrumpieron importantes vínculos de colaboración
científica internacional. Muchos programas en Física fueron reducidos, o reorientados, ya que
la prioridad fue asignada a sectores menos relacionados con la Física, tales como turismo,
alimentación, biotecnología y farmacia, A pesar de todo, fue precisamente la solidez que el
sistema científico había logrado en las tres décadas precedentes, la masa crítica, el nivel
21
profesional y el compromiso social de sus científicos, lo que le permitió resistir en lo
fundamental ese choque tremendo. Sin dudas, los cambios y las consecuencias han sido
notables, la actividad experimental ha disminuido considerablemente, un número significativo
de físicos se han ido al extranjero, las matriculas, las graduaciones y los doctorados han
disminuido, pero el grueso de la comunidad ha resistido, en ocasiones reorientando su
actividad, y sigue trabajando a alto nivel profesional. Se han establecido nuevas relaciones e
intercambios con muchos países (en particular España y América Latina). En algunas ramas
se han comenzado nuevas actividades. En definitiva, la Física en Cuba sigue siendo muy vital
y mantiene un buen nivel internacional.
1. Hasta la mitad de los sesenta: abordando las dificultades
1.1. La Reforma Universitaria de 1962
La UH reabrió sus puertas en enero de 1959 y el 11 de mayo Fidel Castro inauguró el nuevo
curso académico. El Gobierno Revolucionario declaró el carácter gratuito y democrático de la
educación: un factor que debía jugar un papel muy relevante en Cuba [ver la entrevista con
Melquiades de Dios Leyva en esta monografía].
Junto a la lucha política, se desarrolló un fuerte debate sobre la reorganización de la
universidad, la necesidad de un sistema moderno de educación superior y de investigación
científica relacionado con el desarrollo de la nación [De Armas 1984]. Este debate involucró
varios niveles de la sociedad cubana. Además de los profesores y varios sectores
profesionales, fue muy importante la participación de los estudiantes, quienes habían tenido
una activa presencia en la lucha revolucionaria. La implementación de un plan de becas y
otras formas de ayuda económica, abrieron las puertas de la universidad a muchos jóvenes de
talento que antes no podían acceder a los estudios, cambiando así la composición social del
estudiantado universitario. Varios dirigentes de la Revolución, especialmente Fidel Castro y
Ernesto Guevara, abordaron reiteradamente en sus discursos públicos la importancia de
transformar las universidades y desarrollar la investigación científica. De hecho, el discurso
de Fidel del 15 de enero de 1960, donde planteó que “El futuro de este país tiene que ser un
futuro de hombres de ciencia, de hombres de pensamiento”, se conmemora hoy como “el Día
de la Ciencia Cubana”. Entre finales de 1959 y principios de 1960, el “Ché” pronunció
discursos en las tres universidades públicas, donde expuso sus ideas sobre el papel de las
universidades y la importancia de incrementar las matrículas de las carreras científicas y
tecnológicas. Más tarde, como Ministro de Industrias, propuso varias áreas de desarrollo de la
22
investigación universitaria en apoyo al desarrollo tecnológico del país, entre las que se
encontraban ramas de frontera como la Electrónica del Estado Sólido.
Aunque la Ley de la Reforma de la Enseñanza Superior en Cuba [Reforma Universitaria,
1962], elaborada por una comisión compuesta de profesores y estudiantes, no fue promulgada
hasta el 10 de enero de 1962, muchas de las ideas contenidas en ella y sobre las que se iba
alcanzando un consenso, fueron implementadas en los años 1960 y 1961. En este periodo se
llevaron a la práctica numerosas iniciativas que después fueron institucionalizadas. La
Reforma fue el resultado de un proceso que se fue radicalizando, al tiempo que todo el país se
transformaba y hacía frente a las agresiones políticas, económicas y militares externas.
Por ejemplo, se necesitaba urgentemente desarrollar radiocomunicaciones de ondas cortas,
para lo que requería personal técnico calificado: esto condujo a que la primera reforma
sustancial del plan de estudios, incluyendo los cursos de Física, se diera en 1960 en la
Facultad de Tecnología de la UH [Altshuler, 1994], promovida por los estudiantes, quienes se
enfrentaron con los profesores, más conservadores. Los estudiantes contrataron nuevos
profesores, quienes asumieron la tarea de introducir los cambios esperados en la carrera y
elaborar nuevos planes de estudios. Esta reforma insistía en la preparación físico-matemática
del alumno, casi duplicando el tiempo destinado a la enseñanza de la Física. El problema más
difícil que se tuvo que enfrentar fue precisamente la enseñanza de las cuatro asignaturas de
Física, por la escasez en el país de personas con la preparación suficiente. Para obtener
rápidamente un texto de Física adecuado, se reprodujeron en casetes capítulos escogidos, en
función del tiempo asignado, en textos de reconocido prestigio (por cierto, en inglés: los de F.
W. Sears, y F. W. Sears y M. Zemansky). El reto siguiente fue crear un cuerpo de profesores
capaces de impartir estas clases: se incluyeron los pocos graduados que se suponía tenían
conocimientos de Física apropiados, algunos de los alumnos más brillantes de años superiores
de la carrera de ingeniería, y varios profesores de bachillerato. No pocos encontraron
inicialmente grandes dificultades para dominar las materias a ellos encomendadas, sobre todo
para resolver los problemas propuestos en los textos guías [Altshuler, 1997–a]. Aún más
demoró mejorar la calidad de la labor experimental que debía realizarse en los laboratorios
dedicados a la docencia.
En la Facultad de Ciencias el movimiento en pro de la Reforma llegó más tarde que en
Ingeniería [Altshuler, 1997–a]. Para reformar la docencia se examinaron modelos de varias
universidades occidentales. Sin embargo, la carencia de recursos para la enseñanza se
23
manifestó como una limitación muy grave. Marcelo Alonso intentó sin éxito importar de los
EE.UU. equipos que quedaban ociosos de las investigaciones sobre la bomba atómica.
Introdujo nuevas prácticas en los laboratorios y algunas tesis de grado de Física Moderna. A
finales de 1959 solicitó una licencia para cumplimentar un contrato como Asesor Científico
de la OEA [Boletín, 1959; 1960] y viajó a los EEUU, donde fijó definitivamente su
residencia.5 Muy pocos fueron los profesores que se quedaron en Cuba. En 1960 el Dr.
Luciano Nilo Blanco montó en el edificio de Física, para el Departamento de Energía del
Ministerio de Obras Públicas, el primer laboratorio para el estudio de energías no
convencionales (solar y eólica) [A. Cerdeira, notas escritas]: este trabajo, en que colaboraron
alumnos de Ingeniería Eléctrica concluyó con la salida de Nilo Blanco del país.
La Reforma concedió un papel muy especial a la investigación científica: “La universidad en
la sociedad cubana de hoy es el vínculo por el cual la ciencia y la técnica modernas, en sus
más elevadas manifestaciones, han de ponerse al servicio del pueblo de Cuba” (Consejo
Superior de Universidades, 1962). En el apartado de fines de la Universidad se dice: “(c)
realizar investigaciones científicas, desarrollar el espíritu de investigación en los
universitarios y colaborar con las instituciones científicas y organismos técnicos extrauniversitarios” (p.1) y, más adelante: “La función de las instituciones de investigación
científica tiene que estar necesariamente ligadas a las instituciones de enseñanza superior”
(p.10). “Estrechamente ligado con la formación de científicos está el trabajo de éstos en la
investigación”. Se establecía así “la concepción del departamento – y no cátedra – como base
de la estructura universitaria en cuanto se refiere a la docencia y a la investigación”.
En el mismo año 1962 se creó la nueva Academia de Ciencias de Cuba (ACC), con el
propósito de fomentar la investigación científica en el País.
1.2. Creación y primeros pasos de la Escuela de Física de la UH (1961–1965)
En diciembre de 1961 se creó la Escuela de Física (EF) en la Facultad de Ciencias de la
Universidad de La Habana. Además de recursos materiales, a la nueva Escuela le faltaba
tradición científica y un equipo profesional en la docencia y la investigación. El retiro (y
posterior fallecimiento) del Dr. Manuel F. Gran6, enviado como Embajador en París, y la
5
Marcelo Alonso, autor de varios textos de Física muy populares, fue uno de los físicos cubanos más conocidos
en occidente. A finales de su vida visitó Cuba en dos ocasiones. Sus impresiones sobre la Física en Cuba están
recogidas en su artículo publicado en esta monografía.
6
Sobre la figura y el papel de Manuel Gran antes de la Revolución véase el Trabajo por José Altshuler y Angelo
Baracca en esta monografía.
24
salida del país de Marcelo Alonso y de muchos otros profesores dejaba el claustro diezmado
[para la historia de la EF, aquí y en los próximos párrafos, véase también la entrevista a Hugo
Pérez en esta monografía]. En las palabras de su primer director, Rubén Martí:
... toda la nueva Escuela de Física cabía en la maleta del Director, las condiciones iniciales
eran pésimas. No había ni equipos de laboratorio, ni profesores, ni alumnos bien
preparados, ni instalaciones e inmuebles adecuados. [Memorando, 1962]
Por falta de docentes se utilizaron estudiantes de años superiores en calidad de Alumnos
Ayudantes e Instructores no Graduados como auxiliares de laboratorio y para dar clases a los
alumnos de los primeros años. Inicialmente ni siquiera existía una Biblioteca y en aquellos
años, debido al bloqueo, resultaba difícil conseguir libros modernos. Sin embargo, pronto los
estudiantes dispusieron de los textos occidentales más actualizados que se reproducían sin
pagar derechos de autor en las “Ediciones Revolucionarias” y se les entregaban de forma
gratuita a pesar de sus altos precios en el mercado internacional. Al final de ese período la
Biblioteca llegó a reunir unos 3.000 volúmenes [Estado, 1976].
Después de la Reforma Universitaria se realizó una primera restructuración del plan de
estudios en Física, pero las continuas dificultades impidieron que el plan se estabilizase y se
introdujeron varios cambios en los años siguientes.
El primer curso de licenciatura en Física comenzó en 1962, con una matrícula de cerca de
70 alumnos. La heterogeneidad de su composición, sumada a dificultades de la naciente
Escuela, determinó una promoción de sólo dos alumnos para el segundo curso. Al mismo
tiempo, se tenían tres alumnos en tercer año y cuatro en cuarto, como planes de transición
que procedían de la antigua carrera de Ciencias Físico-Matemáticas. El número de
graduados en este periodo de tres años fue sólo de unos 6 o 7. [Estado, 1976]
Hay que tener en cuenta que los estudiantes regresaban a la universidad después de varios
años sin estudiar. Muchos se habían involucrado a la lucha revolucionaria y a su regreso, los
acontecimientos políticos y militares, el trabajo para la reorganización del país y el debate
sobre su futuro desarrollo absorbían a los mejores entre ellos. Hubo también varias
contradicciones entre un cuerpo docente que mantenía una actitud más académica y el
entusiasmo de los estudiantes más compenetrados con el proceso revolucionario.
Con los pocos recursos disponibles se trató de orientar la carrera “hacia las concepciones
modernas de la Física, que son las de investigación y no las de la enseñanza” [Memorando,
1962]. El esfuerzo para dar a la Escuela una estructura estable no pudo conseguir el resultado
esperado hasta el final de la década, pero se lograron algunos resultados preliminares
importantes. Dos factores tuvieron gran relevancia.
25
En primer lugar, en 1960 salieron de Cuba los primeros becarios para formarse en la URSS:
algunos estudiaron Física en la Universidad de Amistad con los Pueblos “Patricio Lumumba”
y en la Universidad Estatal “M. V. Lomonosov” de Moscú. Seis estudiantes, enviados
expresamente por Ernesto “Che” Guevara, para estudiar Ingeniería, cambiaron su carrera por
Física. En los años siguientes se comenzó a enviar estudiantes por cientos y luego miles cada
año a los Países Socialistas, fundamentalmente a la URSS.
Un segundo factor tuvo una relevancia inmediata: la presencia de muchos profesores
extranjeros, en parte soviéticos, pero también de muchos otros países “occidentales”. La
hispano–soviética Amanda Blanco llegó en 1962, e impartió excelentes cursos de Acústica y
de Electrónica. Otros, como Kochanov (Metodología y fundamentos filosóficos de la
enseñanza) y Ponomarenko (laboratorio de prácticas), asesoraron las actividades de
enseñanza. Vladimir Grishin, un teórico muy calificado, experto en aceleradores de partículas,
visitó el país en dos etapas, quedándose para un total de 4–5 años, e impartió cursos de
Mecánica Cuántica, Física Nuclear, Física Atómica; además organizó las prácticas y el
laboratorio docente de Física Atómica y Nuclear.
A partir del curso académico 1961–1962 muchas asignaturas fueron impartidas por profesores
visitantes occidentales, de muchas nacionalidades. Algunos se quedaron en Cuba un tiempo
limitado, impartiendo un curso (entre otros, el británico Trevor W. Marshall 7, el
estadounidense R. Bourret, el israelí Eleazar Barouch, el francés Michel Degallier y el
méxicano Zapata), otros se quedaron varios años: el francés Claude Monet-Descombey
contribuyó a desarrollar un buen laboratorio de electrónica [Monet-Descombey, 1963]. El
ingeniero norteamericano Theodore Veltfort, combatiente de la guerra de España, llegó a
Cuba en 1962 con el propósito de ser útil para las nuevas tareas del país. A partir de contactos
con la Junta Central de Planificación y conversaciones con el Ministro de Industrias Ernesto
“Che” Guevara y el Vicerector José Altshuler, decidió quedarse a trabajar en la EF. Veltfort y
la física argentina Dina Waisman impartieron hasta 1968 los cursos de Física del Estado
Sólido y Dispositivos Semiconductores, contribuyeron a la organización del Taller de
7
Marshall sería posteriormente el autor de la llamada Electrodinámica Estocástica y también realizaría
relevantes contribuciones en los problemas fundacionales de la Teoría Cuántica. Algunos de sus primeras
contribuciones son (una lista más completa puede ser encontrada en:
http://homepages.tesco.net/~trevor.marshall/mybib.html): T. W. Marshall, Random electrodynamics, Proc. Roy.
Soc. A, 275, 476–491 (1963); T. W. Marshall, Statistical electrodynamics, Proc. Camb. Phil. Soc., 61, 537–546
(1965); T. W. Marshall and P. Claverie, Brownian motion and quasi-Markov processes, Physica A, 103, 172–
182 and 104, 223–232 (1980).
26
Electrónica y desarrollaron las primeras actividades de investigación para fabricar
componentes semiconductores [Velfort, 1998].
La EF de la UH sé estructuró inicialmente en Departamentos de Enseñanza e Investigación, es
decir: Física del Estado Sólido, Física General, Física Teórica; aunque no oficializado, había
un Departamento de Física Nuclear, que recogía los recursos dejados por Alonso. De hecho,
las actividades en Física Nuclear eran en aquella época una de las más importantes en la EF.
El desarrollo de la investigación fue una constante preocupación de las autoridades
académicas [Altshuler, 1963; Ventura Montes, 1963].
Merece mencionar – por su alcance metodológico además del contenido práctico – unas
sugerencias contenidas en un plan para el Laboratorio de Electrónica planteado en 1963 por el
mencionado profesor francés Claude Monet-Descombey al Director de la EF, y por su
conducto al Rector:
[el Laboratorio] debe ser más bien encargado hacia el mantenimiento y diseño de equipos
experimentales de física, bajo la dirección directa de los físicos interesados, de modo que
este personal podría ser el núcleo a partir del cual se crearía un equipo de técnicos en
circuitos electrónicos necesario a cualquier tipo de investigaciones científicas, sea en Física
del Estado Sólido (transistores) o sobre todo en Física Nuclear en el caso de la compra de
un acelerador de partículas o algo similar. [Monet-Descombey, 1963]
Por otro lado, se sugería, en colaboración con la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Facultad
de Tecnología, agregar un Laboratorio de Investigación Tecnológica, que:
quedaría más bien como núcleo de un grupo de investigación tecnológica para resolver
problemas de electrónica planteados en el país y seguir diseñando equipos con vista a
fabricación de tipo industrial (radio comunicación por ejemplo). [Monet-Descombey,
1963]
El plan seguía discutiendo el desarrollo del trabajo inicialmente conjunto de los dos
laboratorios, para lograr diseñar y construir equipos:
Sería muy bueno tener nosotros también un equipo a realizar, bastante difícil, que requiera
tiempo, mucha consulta de libros y revistas, muchas pruebas y ensayos preliminares, una
cosa que sea el fruto de todas las atenciones, para que sea un trabajo colectivo por
excelencia, para que provoque la consulta espontánea de todos los compañeros entre sí,
favoreciendo la unión de todos y eliminando las discrepancias posibles, y que al final
resulta ser un aparato útil, pero con su “historia”. Para eso pensamos, que un plazo de no
menos de 2 años, se podría hacer una máquina de calcular analógica de 8 o 12
amplificadores acoplados a un registrador para empezar y que se podría seguir
perfeccionando.
Este proyecto puede parecer muy difícil de realizar en las condiciones presentes de esta
Universidad pero creemos que si se enfoca bien el problema es posible ver bien claro que
27
esto tendrá que ser hecho un día u otro si se quiere desarrollar un mínimo de investigación
fundamental o aplicada en Cuba. [Monet-Descombey, 1963]
Resulta interesante el esfuerzo que, aún con los escasos medios que se tenían, se hizo en la EF
para prestar servicios a otras instituciones y difundir la ciencia y su utilización. En el citado
“Memorando” del Director, se enumeraban varias actividades de chequeo de equipos, montaje
de laboratorios, determinación de propiedades físicas de muestras, brindadas por varios
Laboratorios de la Escuela al Ministerio de la Construcción, al aeropuerto civil de Ciudad
Libertad, al Ministerio de Industrias, al Hospital “General Calixto García”. El Comandante
Ernesto Che Guevara, cuando era Ministro de Industrias, pidió que se dieran cursos de
materias científicas, el sábado por la mañana, en el Consejo de Dirección de su Ministerio
[véase la entrevista a Hugo Pérez en esta monografía], y otros en la Junta Central de
Planificación y varios Ministerios [Jiménez Pozo y Sánchez Fernández, 1993].
Los primeros estudiantes se graduaron en Física en la primera mitad de los sesenta. Algunos
de ellos, como José Antonio Tabío, Adriana Fornés, Alfredo de la Campa y Blanca Reyes,
tuvieron una larga y dedicada carrera como profesores de la EF. Sin embargo, solo al final de
la década se logró un flujo de graduados suficiente para las necesidades de la universidad y
del país (Par. 2.1).
1.3. Los primeros esfuerzos para promover la investigación en la Escuela de Física
Los esfuerzos para impulsar la actividad de investigación empezaron muy temprano, a pesar
de las enormes dificultades y la falta de cualquier tipo de recursos, aun si los resultados se
cosecharían en la década siguiente [véase también la reconstrucción por Elena Vigil en esta
monografía]. Hubo un primer intento de promover un sistema de revistas científicas, para
acostumbrar la gente a escribir y publicar artículos (hasta entonces existía una Revista de la
Sociedad Cubana de Ciencias Físicas y Matemáticas, creada por Mario González y editada
materialmente por Manuel Gran: ver el artículo de J. Altshuler y A. Baracca en esta
monografía). En 1963 se editó el primer número de las Memorias de la Facultad de Ciencias.
El proyecto era publicar una serie para cada Facultad, pero solo apareció la serie de Ciencias,
y en ésta los fascículos de Geología, Matemática, Biología, pero no el de Física.
El Vice Rector José Altshuler, Presidente de la Comisión de Investigación, hizo un esfuerzo
notable para promover las actividades de investigación en la UH. Se solicitaron a los
Directores de Departamentos informes sobre los trabajos de investigación iniciados o que se
proyectaba iniciar, se crearon Círculos de Investigación de Alumnos, destinados a crear en
28
estos hábitos de investigación, y se convocó a la presentación de proyectos, a pesar de los
limitados recursos. El 30 de octubre de 1963 la Comisión de Investigación editaba un folleto
titulado “La investigación científica: un panorama” [Investigación, 1963a], como intento de
recoger, coordinar y evaluar todas las actividades en todas las ramas, aunque muchas se
encontrasen en un estadio inicial: en la rama de la Física aparecían el Laboratorio de
Problemas de Electrónica y la construcción de un prototipo de oscilador de audio RC.
Otro estudio elaborado por la Comisión en 1963 [Investigación, 1963b] examinaba los
aspectos importantes, a partir del concepto científico, la investigación pura y aplicada, sus
proporciones y costos, la organización científica, la política y el financiamiento; el primer
párrafo decía:
Establecimiento del concepto científico. Aunque es una forma superior de conocimiento,
la ciencia es también la forma de la conciencia social y se presenta como un producto
general y espiritual del desarrollo de la sociedad misma, por lo tanto el producto de la labor
científica es una categoría de la división del trabajo, desarrollado en esta actividad, por los
trabajadores intelectuales. [Investigación, 1963b]
Como hemos mencionado, en la EF jugaron un papel muy importante en desarrollar una
mentalidad científica y mover los primeros pasos en la investigación en la electrónica y
semiconductores la argentina Dina Waisman y el norteamericano Theodore Veltfort [Veltfort,
1998]. Dina había traído de Argentina la experiencia del uso de una técnica para el
crecimiento de monocristales de germanio y con este fin se adquirió un horno de
radiofrecuencias.
El Director del Instituto Físico-Técnico “A.F. Ioffe” de la Academia de Ciencias de la URSS,
B.P. Konstantinov, visitó La Habana e invitó a Theodore Veltfort y Dina Waisman a visitar su
Instituto en Leningrado, con el fin de establecer una colaboración. En noviembre de 1964 la
ACC propició esta visita de dos meses [Veltfort, 1998], en que visitaron, además del “Ioffe”,
otros laboratorios en Moscú y Tallin. Recibieron información avanzada sobre las
investigaciones en semiconductores, literatura científica, notas de cursos, lograron ayuda en
materiales didácticos y el envío a Cuba de material básico para organizar el laboratorio de
semiconductores. A pesar de estos resultados positivos, la colaboración entre la Escuela de
Física y el Instituto “A. F. Ioffe” no se desarrolló hasta comienzos de los setenta, por
divergencias institucionales entre la UH y la ACC, de modo que las primeras actividades de
investigación en semiconductores continuaron de manera autónoma.
29
1.4. Otras actividades e instituciones científicas y de educación superior
La nueva Academia de Ciencia de Cuba (ACC) fomentó el desarrollo de varias ramas
científicas. En 1963 se creó el Departamento de Matemática de la ACC, que incluía un Grupo
de Cibernética.
Geofísica. En 1964 se inauguró el Departamento de Geofísica de la ACC (integrado por 11
miembros no graduados y 9 técnicos) y fue constituido el Comité Nacional del Año
Geofísico, en colaboración con la Academia de Ciencias de la URSS. Con el apoyo de esta, se
crearon las estaciones Geomagnética, Ionosférica, Sismológica y de Sondeo Vertical de la
Ionosfera [Geofísica, sin fecha]. En 1965 se instaló una Estación Sismológica en Santiago de
Cuba y se realizó el primer levantamiento magnético de Cuba, con ayuda de especialistas
soviéticos. Comenzó la aplicación de técnicas físicas en las prospecciones mineras y
petrolíferas, con instrumentos nucleónicos, que en 1963–65 llevaron al descubrimiento de los
yacimientos de Cristales, Majagua y Cuenca Central, en colaboración con empresas
soviéticas.
Astronomía y Meteorología. En 1962 empezaron las actividades en Astronomía y
Meteorología. En 1964 se creó un Grupo de Trabajo en la ACC [Historial, sin fecha;
González, 1985; Ortiz, 1987], se ampliaron los servicios de cálculo astronómico en el
Observatorio Nacional de la Marina de Guerra Revolucionaria, se publicaron los datos sobre
salidas y puestas del Sol y de la Luna y las horas de las mareas en el Suplemento al
Almanaque Náutico. Con la colaboración de la Academia de Ciencias de la URSS se
formaron los técnicos cubanos que integraron la primera estación de Rastreo Visual de
Satélites Artificiales. Ya en abril comenzaron las observaciones regulares, que eran enviadas
al centro de Moscú. En calidad de miembro de la Comisión Intergubernamental de los Países
Socialistas para el Uso Pacífico del Espacio Extraterrestre (Intercosmos), Cuba participó
desde 1964 en el grupo de trabajo permanente de Meteorología Cósmica del citado organismo
[Ortiz, 1987]. En 1965 la sección de Astronomía del Observatorio Nacional fue incorporada a
la ACC y se constituyeron como entidades independientes el Instituto de Meteorología en
Casablanca, y el Grupo de Astronomía, radicado en el Capitolio Nacional, que en 1965
adquirió categoría de Departamento [Doval, 1991]. Comenzó a estructurarse una extensa red
de estaciones meteorológicas que se extendió a todo el país, que anteriormente dependía de la
labor de meteorólogos aficionados y de algunas instituciones que enviaban información
voluntariamente, con más o menos regularidad, además de la información meteorológica local
30
que recogía el Observatorio Nacional, creado en la capital en 1902. En el mismo año 1965
visitó Cuba el Dr. Lazlo Destre, director del Observatorio de Konkoly, Budapest, Hungría,
para establecer una colaboración para el estudio de las estrellas variables.
Comunicaciones espaciales. Ya hemos recordado que con el triunfo de la Revolución se
manifestó la necesidad de dotar urgentemente al país con un sistema de comunicaciones
autónomo lo cual motivó la renovación de los planes de estudios en la Facultad de Tecnología
en 1960 (Par. 1.2). La crisis de los misiles de octubre 1962 dejó dramáticamente clara la
necesidad de un sistema de comunicación de larga distancia para “condiciones
excepcionales”. La Unión Soviética puso en órbita en 1965 su primer satélite para
comunicaciones, el Molniya-1. En noviembre de ese año representantes del gobierno cubano
participaron en un encuentro en Moscú para discutir la proposición soviética de utilizar las
potencialidades que ellos habían desarrollado “para el estudio y la utilización pacíficos del
espacio externo” [Altshuler, 1997-b]. En seguida, el Programa Intercosmos proporcionó el
nuevo sistema que se requería para “condiciones excepcionales” (Par. 2.6). Se daban así los
primeros pasos del país en la investigación espacial, aunque el objetivo de establecer un
sistema de comunicaciones internacionales vía satélite no pudo plantearse hasta comienzos de
los setentas, con la creación del Programa Intersputnik.
Física Médica. Desde inicios de la década de los 60, un pequeño grupo de físicos comenzó a
trabajar en el Instituto Nacional de Oncología de la Habana, principalmente vinculados a la
planificación y dosimetría de tratamientos de radioterapia.
Metrología. Muy importante fue la introducción en Cuba del Sistema Métrico Decimal
(SMD), que se asentó realmente con la Revolución: la Ley 915 de diciembre de 1960 daba un
plazo de 3 años para aplicarlo. En 1962 se creó en el Ministerio de Industrias la Dirección de
Normas y Metrología y en 1963 la Escuela de Metrología, mientras salió el primer becario
cubano para estudiar Metrología en Rumania. Vencida sin éxito la fecha para la aplicación del
SMD, la ley 1134 de 1964 dio otro plazo de 2 años. En febrero de 1965 se inauguró el primer
laboratorio de Metrología. A partir de 1963 llegaron los primeros patrones de la RDA y la
URSS, con que comenzaron las verificaciones de instrumentos: resaltó la verificación de
todos los tanques de almacenamiento de combustibles del país (especialmente los de las
refinerías) y de las básculas industriales en los centrales azucareros. En estos primeros
esfuerzos se destaca la figura del Dr. Ángel Álvarez Ponte, físico e ingeniero, erudito y
promotor incansable del desarrollo de la Metrología en Cuba. Vencida también la fecha de
31
1966, los trabajos para un “censo” nacional de equipos de medición comenzaron en 1968. La
normalización metrológica comenzó a tomar auge y conoció después un notable desarrollo.
La Facultad de Tecnología de la UH. Debido a la falta de espacio para ampliar la UH,
situada en el mismo centro de la ciudad, comenzó en 1960 la construcción en La Habana de
una nueva sede de la Facultad de Tecnología. En 1964 Fidel Castro inauguró la Ciudad
Universitaria José Antonio Echeverría (CUJAE), que en aquel entonces contaba con alrededor
de 5000 estudiantes y llegaría a ser años después una universidad politécnica independiente,
casi tan importante y numerosa como la bicentenaria UH, donde se formarían los ingenieros y
arquitectos de las nuevas generaciones.
La Universidad de Oriente (UO). En la UO, fundada en 1948 en Santiago de Cuba, no
existía una carrera independiente de Física y el desarrollo del Departamento de Física General
fue más lento que el de la Escuela de Física de la UH [véase la historia específica por Méndez
Pérez en esta monografía]. En 1962 el Decano de la Facultad de Ciencias realizó una visita a
Universidades y centros en Alemania e Italia, firmando un convenio de colaboración con la
Universidad Técnica de Dresden [Tratado, 1962]. En un informe [Beltrán, 1962] mencionaba
varios físicos italianos que había encontrado y le habían declarado su interés a visitar la UO,
pero estas posibilidades se quedaron en el intento (algunos de los físicos citados visitaron más
tarde la UH). Se concretaron las visitas del ingeniero eléctrico Mario Chirco, quien tenía un
alto nivel físico matemático y se quedó en la UO varios años y del joven físico nuclear Piero
Basso. También el Dr. Soto del Rey viajó a Polonia, URSS, Bulgaria [Soto, 2000].
2. La segunda mitad de los sesenta: estabilización y despegue
2.1. Estabilización de la Licenciatura en Física en la EF de la UH
Alrededor de la mitad de los años sesenta la EF sufrió una etapa de crisis: varios profesores
abandonaron el país [véase la entrevista a Hugo Pérez Rojas, segundo director de la EF, en
esta monografía]. A pesar de ello, la voluntad de lograr una estructura estable, basada en
profesores cubanos, era muy fuerte. A partir de 1966 comienza un proceso de fortalecimiento
del claustro con la incorporación de nuevos graduados (Fernando Crespo, Eddy Jiménez,
Medel Pérez, Arturo D´Acosta, José Roig, Mercedes Alonso, Fernando Comas). Un factor
decisivo resultó el regreso en los años 1966 y 1967 de los primeros físicos graduados en la
URSS (Daniel Stolik, Armando Pérez, Juan Fuentes, Elías Entralgo, Antonio Cerdeira,
Magaly Estrada, José Marín), quienes se incorporaron a la EF gracias a la gestión muy activa
32
de su director, Hugo Pérez, ya que la demanda de profesionales por otras instituciones era
muy alta. Durante este lustro continuaron incorporándose al claustro físicos cubanos que
habían realizado estudios en la URSS (Pedro Díaz, Andrés Martell) y en EE.UU (Elena Vigil)
y una parte de los nuevos licenciados graduados por la propia EF (Melquiades de Dios,
Miguel Ramos, Luisa Noa, Joaquín Torres, Luis Hernández, Luis Falcón, José Matutes, Mario
Brizuela). En 1968 se produjo un cambio de dirección que fue asumida temporalmente por la
Decana de la Facultad de Ciencias Ruth Daisy Henríquez y a continuación por el Ingeniero
Heliodoro Medina, graduado en Checoslovaquia. Se designaron dos sub directores: docente
(Elías Entralgo) y de investigación (Daniel Stolik).
En su conjunto, estos jóvenes fueron los pioneros de la EF en su versión actual y produjeron
un cambio cualitativo. No obstante algunas contradicciones (en la universidad,
particularmente entre los estudiantes, coexistían distintas propuestas, algunas obviamente
distintas del sistema soviético), se introdujo un plan de estudios inspirado en el ciclo básico de
la Universidad de Moscú y un riguroso reglamento docente. Cuatro de los diez graduados del
curso 1966–1967 defendieron ante un tribunal una tesis de Diploma, lo cual significó un
primer paso de incorporación de la investigación a la docencia de pregrado, que
lamentablemente no pudo ser consolidado hasta varios años después [Estado, 1976]. La
incipiente actividad de investigación no era suficiente para dar participación al creciente
número de alumnos, que pasó de apenas 100 en 1965 a más de 400 en 1970. Además, muchos
estudiantes tenían que impartir docencia en la Universidad o fuera de ella.
Paulatinamente, el peso de la actividad docente fue pasando a los cubanos graduados,
mientras los estudiantes, realizaban actividades de apoyo (clases prácticas, laboratorios).
Finalmente, en 1970 se produjo la primera graduación masiva de 67 Licenciados en Física.
Veinte de ellos, se incorporaron como profesores de la EF, algunos de los cuales continúan
desarrollando una meritoria labor después de casi 40 años (Manuel Hernández Calviño, Félix
Martínez, Esperanza Purón, Carlos Rodríguez, Carlos Trallero y Julio Vidal). El claustro de la
EF alcanzó así su estabilidad definitiva. Por primera vez fue posible cubrir todas las
actividades docentes fundamentales con graduados (el movimiento de alumnos ayudantes
continuó, pero ahora con un sentido más bien educativo) y fue posible dedicar una parte
importante del fondo de tiempo a la investigación y la superación posgraduada del joven
colectivo. Este colectivo también asumía la responsabilidad de impartir los cursos de Física en
las demás carreras de la Facultad de Ciencias y las prácticas de laboratorio de los estudiantes
33
de Ciencias Agropecuarias. Además, se destinaron decenas de graduados a otras facultades de
la UH, universidades, centros de investigación y otras instituciones, que recibieron una fuerte
inyección de jóvenes físicos con una buena preparación.
En 1967 la EF se mudó al edificio de la Escuela de Ingenieros y Arquitectos, el mayor del
recinto universitario, que dejó libre la Facultad de Tecnología al trasladarse a la CUJAE. Esto
proporcionó un amplio espacio para el crecimiento de los talleres y laboratorios. Se realizó
una importante inversión, que dirigió la profesora Magaly Estrada, y al final de esa década se
habían construido y equipado 10 laboratorios docentes. Se desarrollaron además los talleres
de Electrónica, Mecánica y Vidrio, que incrementaron notablemente la capacidad de fabricar
equipos para la docencia y la investigación. Se crearon también los primeros laboratorios de
investigación (ver más adelante). Acompañó este desarrollo un significativo incremento del
número de obreros calificados y técnicos en los laboratorios y talleres.
Con estos elementos, puede afirmarse que en 1970 ya se había logrado estabilizar a un buen
nivel los estudios de Licenciatura en Física en la EF de la UH. Aunque aún quedaba mucho
por avanzar, se contaba con una matrícula de unos 400 estudiantes, que estudiaban
gratuitamente, muchos de ellos con becas u otras formas de apoyo económico, un plan de
estudios que seguía los patrones internacionales más avanzados, una base material de
excelentes libros de texto y laboratorios docentes adecuados, así como un claustro de más de
50 licenciados, aún muy joven e inexperto, pero bien preparado para ejercer la docencia de
pregrado y que enfrentaba con gran entusiasmo y dedicación los nuevos desafíos de la
investigación y el postgrado.
2.2. El despegue de la investigación en Física del Estado Sólido en la EF de la UH
A lo largo de los años sesenta tuvo lugar un amplio debate, en el que participaban profesores
y estudiantes, sobre la elección de las líneas de investigación más adecuadas. Se confrontaron
ideas muy distintas, que expresaban diferentes tendencias y gustos. Algunos preferían dejar
amplia libertad de elección personal. Por otro lado, el desarrollo del país planteaba problemas
y era lógico concentrar los limitados recursos en aquellas ramas de investigación que tuviesen
mayor relación con esos problemas y pudiesen ayudar en su solución. Aunque no existían
directivas precisas del gobierno al respecto, las autoridades universitarias y la dirección del
país promovían, demandaban y de hecho, participaban en esa búsqueda. Desde su posición de
Ministro de Industrias, el Ché había expresado que la Electrónica del Estado Sólido jugaría un
papel cada vez más importante y que en esa área Cuba podría hacer una contribución original
34
al campo socialista. Por otra parte, la solución a largo plazo de los problemas energéticos del
país se vinculaba entonces con el uso pacífico de la energía nuclear. De hecho, las
investigaciones en la EF se iniciaron básicamente en dos departamentos creados a mediados
de la década: Física Nuclear y Física del Estado Sólido. Como se verá más adelante, otras
instituciones emprendieron el desarrollo de otras ramas de la Física.
La elección no se produjo de repente, más bien maduró hacia el final de esta década. Hubo
numerosos intercambios de profesores de la EF con especialistas y directivos de las industrias
nacionales, así como con visitantes e instituciones extranjeras. Dos acontecimientos
influyeron particularmente en la decisión final. Por una parte, en el Primer Congreso Cultural
de La Habana, realizado en 1968, participaron varios profesores de la EF, junto a prestigiosos
científicos extranjeros, entre ellos los físicos italianos Roberto Fieschi, Daniele Amati y
Bruno Vitale, el francés Jean Pierre Vigier y el soviético B.P. Konstantinov, ahora
vicepresidente de la Academia de Ciencias de la URSS. En el congreso se redactó un
documento sobre la importancia de desarrollar la Física en Cuba, donde se recomendaba
impulsar la Física del Estado Sólido y se expresaba la disposición de apoyar este desarrollo.
Por otra parte, la inauguración en enero de 1969, con la presencia de Fidel Castro y otros
líderes, de un Instituto de Física Nuclear (IFN) en la ACC, fue recibida en la EF como una
fuerte señal de que los recursos para desarrollar este campo serían asignados a otras
instituciones.
Como resultado, se decidió concentrar las actividades de investigación y postgrado de la EF
en la Física del Estado Sólido, con vistas a apoyar el futuro desarrollo nacional de las
industrias electrónica, metalúrgica y química. Algunas de las personas que trabajaban en el
departamento de Física Nuclear reorientaron sus investigaciones hacia técnicas muy usadas en
la Física del Estado Sólido, como la espectroscopia Mossbauer y la Resonancia Magnética
Nuclear, entre otras.
Como se señaló anteriormente, la visita de T. Veltfort y Dina Waisman al Instituto “Ioffe” no
se tradujo en una colaboración inmediata y las actividades de investigación en Estado Sólido
se habían iniciado en la EF de forma autónoma. Veltfort adquirió un horno de
radiofrecuencias, que permitía el crecimiento de materiales semiconductores. Otros equipos y
materiales fueron adquiridos con muchas dificultades, o llegaron al país por la vía de los
propios profesores extranjeros y los cubanos que salían al exterior. También se fomentaba la
construcción de equipos por un grupo de desarrollo en la propia EF [Alamino, 2005]. Se
35
completaron los Talleres de Electrónica, Vidrio y Mecánica. Se logró así equipar en la EF un
laboratorio de semiconductores, que desarrolló las primeras actividades de investigación en
esta rama. Se obtuvieron y caracterizaron monocristales de germanio y, años después, de
silicio. Al horno de crecimiento de cristales se añadieron una cámara de vacío Zeiss, de la
RDA y un acondicionador de aire de 200 kW [véanse la memoria de Veltfort, y la
reconstrucción por Elena Vigil, en esta monografía]. Superando otros obstáculos se logró en
fin:
activar el horno de crecimiento de cristales y crecer un cristal de germanio eléctricamente
puro, pero de una hoja de éste realizar un diodo de germanio [Crespo, 1968]: esta pequeña
pieza, humilde y primitiva, fue el primer dispositivo semiconductor nunca antes realizado
en otro país de América Latina con capacidades y facilidades locales, o sea, sin importar
una planta de producción completamente montada [Veltfort, 1998].
A lo largo de los años sesenta tuvo lugar un amplio debate, en el que participaban profesores
y estudiantes, sobre la elección de las líneas de investigación más adecuadas. Se confrontaron
ideas muy distintas, que expresaban diferentes tendencias y gustos. Algunos preferían dejar
amplia libertad de elección personal. Por otro lado, el desarrollo del país planteaba problemas
y era lógico concentrar los limitados recursos en aquellas ramas de investigación que tuviesen
mayor relación con esos problemas y pudiesen ayudar en su solución. Aunque no existían
directivas precisas del gobierno al respecto, las autoridades universitarias y la dirección del
país promovían, demandaban y de hecho, participaban en esa búsqueda. Desde su posición de
Ministro de Industrias, el Ché había expresado que la Electrónica del Estado Sólido jugaría un
papel cada vez más importante y que en esa área Cuba podría hacer una contribución original
al campo socialista. Por otra parte, la solución a largo plazo de los problemas energéticos del
país se vinculaba entonces con el uso pacífico de la energía nuclear. De hecho, las
investigaciones en la EF se iniciaron básicamente en dos departamentos creados a mediados
de la década: Física Nuclear y Física del Estado Sólido. Como se verá más adelante, otras
instituciones emprendieron el desarrollo de otras ramas de la Física.
La elección no se produjo de repente, más bien maduró hacia el final de esta década. Hubo
numerosos intercambios de profesores de la EF con especialistas y directivos de las industrias
nacionales, así como con visitantes e instituciones extranjeras. Dos acontecimientos
influyeron particularmente en la decisión final. Por una parte, en el Primer Congreso Cultural
de La Habana, realizado en 1968, participaron varios profesores de la EF, junto a prestigiosos
científicos extranjeros, entre ellos los físicos italianos Roberto Fieschi, Daniele Amati y
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Bruno Vitale, el francés Jean Pierre Vigier y el soviético B.P. Konstantinov, ahora
vicepresidente de la Academia de Ciencias de la URSS. En el congreso se redactó un
documento sobre la importancia de desarrollar la Física en Cuba, donde se recomendaba
impulsar la Física del Estado Sólido y se expresaba la disposición de apoyar este desarrollo.
Por otra parte, la inauguración en enero de 1969, con la presencia de Fidel Castro y otros
líderes, de un Instituto de Física Nuclear (IFN) en la ACC, fue recibida en la EF como una
fuerte señal de que los recursos para desarrollar este campo serían asignados a otras
instituciones.
Como resultado, se decidió concentrar las actividades de investigación y postgrado de la EF
en la Física del Estado Sólido, con vistas a apoyar el futuro desarrollo nacional de las
industrias electrónica, metalúrgica y química. Algunas de las personas que trabajaban en el
departamento de Física Nuclear reorientaron sus investigaciones hacia técnicas muy usadas en
la Física del Estado Sólido, como la espectroscopia Mossbauer y la Resonancia Magnética
Nuclear, entre otras.
Como se señaló anteriormente, la visita de T. Veltfort y Dina Waisman al Instituto “Ioffe” no
se tradujo en una colaboración inmediata y las actividades de investigación en Estado Sólido
se habían iniciado en la EF de forma autónoma. Veltfort adquirió un horno de
radiofrecuencias, que permitía el crecimiento de materiales semiconductores. Otros equipos y
materiales fueron adquiridos con muchas dificultades, o llegaron al país por la vía de los
propios profesores extranjeros y los cubanos que salían al exterior. También se fomentaba la
construcción de equipos por un grupo de desarrollo en la propia EF [Alamino, 2005]. Se
completaron los Talleres de Electrónica, Vidrio y Mecánica. Se logró así equipar en la EF un
laboratorio de semiconductores, que desarrolló las primeras actividades de investigación en
esta rama. Se obtuvieron y caracterizaron monocristales de germanio y, años después, de
silicio. Al horno de crecimiento de cristales se añadieron una cámara de vacío Zeiss, de la
RDA y un acondicionador de aire de 200 kW [véanse la memoria de Veltfort, y la
reconstrucción por Elena Vigil, en esta monografía]. Superando otros obstáculos se logró en
fin:
activar el horno de crecimiento de cristales y crecer un cristal de germanio eléctricamente
puro, pero de una hoja de éste realizar un diodo de germanio [Crespo, 1968]: esta pequeña
pieza, humilde y primitiva, fue el primer dispositivo semiconductor nunca antes realizado en
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otro país de América Latina con capacidades y facilidades locales, o sea, sin importar una
planta de producción completamente montada [Veltfort, 1998].
En el año 1968 Veltfort y D. Waisman regresaron definitivamente a sus respectivos países de
origen. La línea de investigación en semiconductores fue proseguida por cubanos recién
graduados. En una primera fase se siguió desarrollando la misma técnica del germanio. Se
creó el Grupo de Semiconductores, cuyo objetivo era obtener monocristales de germanio,
fabricar dispositivos semiconductores (diodos y transistores) y obtener capas delgadas
semiconductoras para diferentes aplicaciones. El Vicerrector de Investigaciones de la UH,
Ing. Marcos Lage, promovió la fabricación de diodos y transistores de aleación, inspirándose
en el modelo de la Universidad de Pekín, donde la Facultad de Física tenía adjunta una fábrica
de dispositivos. Esta actividad era apoyada por el Ministerio de Comunicaciones.
Prácticamente todo el equipamiento necesario para la fabricación y prueba de los dispositivos
de germanio por aleación se construyó en la propia EF. En 1969 se logró crecer monocristales
de germanio y se fabricaron diodos y transistores de aleación con características eléctricas
adecuadas.8
El año 1969 fue de importancia crucial, ya que el intercambio con los especialistas franceses
en las Escuelas de Verano determinó el cambio en la dirección de investigación del grupo,
introduciendo en Cuba la tecnología planar de silicio, en lugar del germanio. Los trabajos para
llevar adelante este nuevo objetivo empezaron inmediatamente, con la creación en 1970 al
lado de la EF del Laboratorio de Tecnología Planar (LTP). Para impulsar las actividades se
decidió formar dos Grupos de investigación, uno de Dispositivos Semiconductores (GDS),
dedicado a los dispositivos, y otro de Semiconductores, más dedicado a los materiales. Había
también un grupo de capas delgadas y un grupo de mediciones. La idea era realizar el ciclo
completo, desde el material hasta al dispositivo. Si en la rama de los dispositivos fue
determinante la influencia de los físicos franceses, en la de los materiales ayudaron mucho los
soviéticos: en 1969–1970 visitaron la EF dos soviéticos, Valentina Ostroborodova y Vladimir
Dik, ayudando en poner a punto el sistema de crecimiento.
Las facilidades de trabajo del LTP se realizaron en gran parte en la propia EF, empezando por
los hornos de alta temperatura que se fabricaron integralmente, incluyendo la electrónica de
8
Como nota curiosa puede señalarse que para la fabricación de las primeras máscaras se utilizó una cámara
copiadora de sellos donada por el Ministerio de Comunicaciones, la misma que había sido utilizada para
reproducir el sello que contenía el texto de la Primera Declaración de La Habana [Arias, 1997].
38
control y una alineadora muy primitiva. Se efectuó una visita a Francia para adquirir
información técnica (se copió el control de un horno de la Honeywell). Los monocristales
fueron crecidos en La Habana. Seguiremos los desarrollos de la electrónica.
Con el fin de encontrar la forma de organización más adecuada, se estudiaron estructuras de
varios laboratorios extranjeros, de Francia, Italia, y la URSS. En 1969 se introdujo en la EF
un cambio importante, suprimiendo la estructura departamental precedente e introduciendo
una doble organización, que difería de todas las de Educación Superior en Cuba, de Grupos
de Investigación y Secciones Docentes, con dos Subdirectores distintos: se logró así dar el
impulso que requería la investigación, sin descuidar la actividad docente.
Se formaron Grupos de Investigación de Semiconductores, de Dispositivos Semiconductores,
de Metales, de Cristales, de Magnetismo y de Microondas (que duró poco tiempo). La
creación del Grupo de Física Teórica tardó, porque se quería priorizar la investigación
experimental y aplicada, articulada con las necesidades del desarrollo nacional, y evitar el
crecimiento desproporcionado del número de físicos teóricos, que se apreciaba en algunos
países de América Latina.
Estos esfuerzos sentaron las bases para que, a la mitad de los setenta se contase ya con un
fuerte centro de investigación y docencia en la Física, con un fuerte perfil aplicado, pero con
buenas bases teóricas: era uno de los centros prominentes en América Latina y tenía una
trayectoria ascendente.
2.3. La colaboración internacional
Hacia finales de la década de los sesenta, la docencia de pregrado quedó en manos de los
profesores cubanos, mientras que los colaboradores extranjeros se dedicaron cada vez más al
postgrado y la investigación, en estancias cada vez más cortas. En 1968 regresaron a sus
respectivos países C. Monet, T. Velfort, D. Waisman y el ya mencionado físico soviético V.
Grishin, que trabajó en la EF junto a su esposa de 1965 a 1968 y fue Jefe del Departamento de
Física Nuclear.
En 1967 una delegación de físicos de la EF visitó la Universidad de Moscú:
Esta última gestión fructificó en un incremento de la colaboración entre la Facultad de
Física de la Universidad de Moscú y la de La Habana, así profesores de la primera
comenzaron a visitar regularmente la Escuela de Física, y profesores de ésta comenzaron a
viajar a Moscú para tomar cursos de superación y realizar aspiranturas. [Estado, 1976]
39
En el mismo año visitó la EF una delegación de profesores de la Universidad “M. V.
Lomonosov” de Moscú (Kochanov, Kolesnikov, Ostrovorodova, Ponomarenkov, Smirnov,
Solustsev, Sontsev, G. y M. Strukov, Timushev, Valdanov, Zhipopitsev), contribuyendo a
reforzar el trabajo docente [Estado, 1976].
Es a partir de 1969 que se sistematizaron las estancias de hasta 18 meses, para la
especialización y el entrenamiento de jóvenes profesores de la EF en la Facultad de Física de
la Universidad de Moscú. Como parte de este intercambio profesores de esa universidad
visitaban la EF para impartir cursos de postgrado y ayudar en las investigaciones. La mayoría
venía por periodos cortos, aunque en algunos casos como el ya mencionado de V. Dik y N.
Ostroborodova, se extendió durante un año.
Además, siguieron visitando la EF varios físicos “occidentales”. Entre allos, merece una
mención particular el físico italiano Andrea Levialdi 9 [Waisman, 1968, y Fieschi, ambos en
esta monografia]: profesor de la Universidad de Parma. Aunque enfermo de cáncer, llegó a La
Habana el 5 de noviembre de 1968, con el propósito de establecer una colaboración estable, y
allí falleció el 8 de diciembre, mientras seguía impartiendo un curso de postgrado de Física
del Estado Sólido [Levialdi, 1968; véase el recuerdo por Fieschi en esta monografía] e
intentaba organizar las investigaciones en este campo. Levialdi tenía el proyecto ambicioso de
establecer una colaboración a largo plazo entre las Universidades de La Habana y de Parma 10,
que no pudo desarrollarse por causa de su fallecimiento. En el mes en que pudo desarrollar su
actividad, Levialdi envió notas a sus colegas en Parma para que enviasen a Cuba aparatos y
materiales que hacían falta. Después de su fallecimiento, sus colegas de Parma promovieron
una “Beca Levialdi” y desde entonces decenas de físicos cubanos han podido superarse en
aquella Universidad y el MASPEC, con una colaboración muy fructífera que aún continua.
[Leccabue, en esta monografía]: es notable subrayar que la preparación de los físicos cubanos
9
La señora V. Kleiber, viuda de Levialdi, nos ha proporcionado documentos sobre la vida y la actividad del Dr.
A. Levialdi. En 1938 Levialdi había emigrado por motivos políticos a Francia, colaborando activamente con la
Resistencia antifascista italiana, y trabajando con Joliot Curie y Bruno Pontecorvo en laboratorios subterráneos
para fabricar explosivos contra las hordas nazis. En el año 1941 emigró a Argentina, donde participó activamente
a los acontecimientos políticos, siendo expulsado y regresando con los cambios del régimen. En 1960 asistió al
Congreso por la Autodeterminación y la Soberanía de los Pueblos en México y de ahí pasó a visitar a Cuba: a su
regreso a Argentina preparó prácticas de Física para enviar a Cuba (lo que al fin no pudo realizar). En 1961 se
enfermó de cáncer y regresó a Italia, siguiendo en el trabajo y participando activamente en los acontecimientos
políticos (participó en todas las actividades en respaldo a Viet Nam, y se unió a las luchas estudiantiles). Cuando
recibió la invitación para venir a Cuba, se emocionó profundamente y ni las razones de los médicos y los
familiares detuvieron su propósito.
10
Carta manuscrita de A. Levialdi (14 de noviembre de 1968), proporcionada por la Sra.V. Kleiber.
40
que desde 1968 visitaron Parma ya resultaba buena y les permitió incorporarse en la
investigación. En 1969 se firmó también un acuerdo de colaboración con Orsay.
En 1970 se produjo la primera participación cubana en un evento latinoamericano de Física:
el II Simposio Latinoamericano de Física del Estado Sólido, celebrado en San Carlos de
Bariloche, Argentina. Allí se retomaron los vínculos con el CLAF, del cual Cuba era miembro
desde su fundación en 1982, integrando Daniel Stolik (junto al chileno Miguel Kiwi, el
brasileño Sergio Mascareñas, el argentino Antonio Misetich y los mejicanos Edmundo de
Alba, primero y Feliciano Sánchez después) su “Comisión para el Desarrollo de la Física del
Estado Sólido en América Latina”. Se inició así una fructífera relación que resistió todos los
intentos de aislar a Cuba del resto de los países de América Latina. El CLAF ha sido durante
cuatro décadas una vía efectiva para vincular a los físicos cubanos con sus colegas
latinoamericanos.
2.4. Las Escuelas de Verano (1968–1973)
En el ya mencionado Congreso Cultural de La Habana se acordó también realizar Escuelas de
Verano con profesores extranjeros de Física, Química, Biología y otras áreas. Estas Escuelas,
desarrolladas entre 1968 y 1972, fueron un fenómeno masivo y jugaron un papel muy
importante en la formación y actualización de los científicos cubanos y en el desarrollo de un
espíritu de investigación. Se impartieron cursos en todas las ramas universitarias. Participaron
cientos de profesores de muchos países (172 en 1970), y miles de estudiantes cubanos (Tabla
1).
Año
Cursos
1968
15
1969
24
1970
57
1971
52
1972
45
* No existen datos
Profesores
12
129
172
152
88
Matrícula
138
471
1182
1357
1118
Instituciones cubanas
*
*
38
40
54
Tabla 1: Resultados de los Cursos de Verano 1968–72 [VIDA, 1970].
41
En los Cursos de Verano de 1972
88 profesores de 15 Países impartieron 45 cursos de 4 a 6 semanas de duración a 865
alumnos efectivos procedentes de 54 instituciones de producción, investigación y
desarrollo. 910 de los 1118 matriculados inicialmente tienen menos de 40 años, y de éstos
603 no llegan a 30 los cursos están satisfaciendo necesidades reales de la economía y el
desarrollo nuestro más del 41 % de los matriculados corresponde a cuadros profesionales
de nuestros centros universitarios, lo que supone la elevación del nivel de los conocimientos
que se imparten en nuestras aulas y, por ende, la reproducción mediata de los beneficios
que representan. Después de 1970, además, se ha estado haciendo llegar una mayor y más
detallada información sobre los contenidos teóricos de los Cursos de Verano a las distintas
instituciones que pueden interesarse por ellos en 1970, de los 1182 matriculados iniciales,
sólo 401 (el 31 %) representaban a otras instituciones que no fueran nuestros centros
universitarios, mientras en 1972 el número de los representantes se esas instituciones en la
matricula inicial asciende a 655 (el 58 %), de los cuales, significativamente, más de un 10
% pertenecen a la industria azucarera. [UNIVERSIDAD, 1972]
En cuanto a los cursos de Física en las Escuelas de Verano, los franceses dictaron cursos
avanzados, Vigier tenía el proyecto de crear un centro de investigación avanzada de
Matemática y Física Teórica; los italianos, en 1970 y 1971, proponían promover la enseñanza
básica. Los cursos de los físicos franceses (C. Weisbuch, G. Lampel, J. M. Debever, B.
Cocqblin, J. Cernagora, J F. Jaquinot, J. Pollard, J.P. Pinceaux, J. P. Cervan, D. Bois, entre
otros) abarcaron principalmente la electrónica y los semiconductores. Las Escuelas de Verano
fueron sumamente provechosas para el desarrollo de la Física del Estado Sólido en la EF,
tanto por los cursos teóricos que se impartieron como por los laboratorios que se montaron
con equipos y materiales traídos y donados por los profesores.
2.5. El despegue de la Física en la Universidad de Oriente
En 1970 se graduaron los primeros físicos en la UO en Santiago de Cuba. La historia de la
UO será tratada en detalles en esta monografía por Méndez. Recordemos los acontecimientos
principales con el fin de integrar el panorama general.
El desarrollo de la Física en la UO fue más lento que en la UH. La Escuela de Ciencias
Básicas de la Facultad de Tecnología, creada en 1966 se enfrentaba con graves problemas
para impartir los cursos de Física a un número creciente de estudiantes en las carreras de
Ingeniería, Ciencias Agropecuarias, Medicina y el Instituto Pedagógico. A través de contactos
con la UH llegaron a la UO un físico nuclear soviético (Valeri Smirnov) y dos licenciados
cubanos (Jorge González y Homero Fuentes), pero el verdadero problema era que no existía
una carrera para formar físicos en Oriente. Surgió así en 1967 la idea de formar en la Facultad
de Tecnología de la UO 20 “Ingenieros Físicos”, con perfil aplicado, en métodos físicos de
42
análisis, con tres especialidades: óptica y espectroscopia, física nuclear, física de los rayos X
y metales [Estado, 1976]. El plan fue organizado por Valeri Smirnov, con la colaboración de
colegas cubanos y de Johan Morake, de la Universidad Técnica de Dresde. Los estudiantes
fueron seleccionados entre los mejores de las carreras de Ingeniería y Ciencias Químicas, para
formarlos como físicos en un corto período de tiempo. Con la dedicación de profesores y
alumnos, sin vacaciones ni periodo de receso, se adelantó la primera graduación de un año,
concluyendo los ocho primeros en noviembre de 1970.
Este fue el primer paso en la gestación de la Escuela de Física en la UO, cuya idea nació en
1968, y su fundación en 1970, con los Departamentos de Física Nuclear, Óptica y
Espectroscopia, Física de los Rayos X y Metales, Física General y Teórica, Física Electrónica.
La estructuración de la EF y la primera y única graduación de Ingenieros Físicos delimitan
una etapa histórica y el inicio de la siguiente, con el pleno desarrollo de la Física en la UO.
2.6. Desarrollo de otras actividades e instituciones
En 1966 se creó en la ACC un Grupo de Energía Nuclear [Estado, 1976], que gestionó con la
URSS la donación de equipos para la docencia y la investigación. En 1968 el Presidente Fidel
Castro planteó la necesidad de desarrollar la energía nuclear en Cuba. Se definió el objetivo
de crear en el país una base técnico científica para las actividades nucleares, que se expresó en
la creación el 8 de enero de 1969 del Instituto de Física Nuclear (IFN) de la ACC en los
locales de una antigua escuela militar en Managua. Un indicador de la alta prioridad
concedida a este evento es que en la inauguración del IFN estuvieron presentes junto a Fidel y
Raúl Castro, varios dirigentes cubanos de alto nivel y el vicepresidente del Consejo de
Ministros de la Unión Soviética, Alexander Nóvikov. El Instituto fue equipado con materiales
de laboratorio proporcionados por los soviéticos, incluyendo un reactor nuclear subcrítico. El
IFN era dedicado principalmente a la formación y la actividad docente, proporcionando una
especialización en física de reactores, espectroscopia nuclear y radioisótopos a los egresados
de de las Escuelas de Física y de Química. Inicialmente el personal del Instituto era de 28
trabajadores entre graduados universitarios, técnicos medios y personal administrativo. Ya a
partir de septiembre de 1968 se incorporaron 11 cubanos graduados y especializados en la
Universidad Estatal de Moscú, que eran asesorados por especialistas soviéticos [Estado,
1976].
En el campo de la Astronomía y las Comunicaciones, en 1966 se inició el programa de
colaboración internacional Intercosmos (Par. 1.4) con la participación de Cuba, donde se creó
43
una agencia nacional, bajo la dirección del Ministerio de Comunicaciones. Progresó la
colaboración con el Observatorio de Púlkovo, Leningrado, en el campo de la Radioastronomía
Solar. En 1967 se inauguró la estación de Rastreo de Satélites en el Cacahual, Santiago de las
Vegas. En 1969 Cuba ingresó en la Unión Astronómica Internacional. Con relación a la
aplicación de los satélites meteorológicos, Cuba recibió de la URSS una estación rastreadora
y captó la primera foto en marzo de 1969 [Ortiz, 1987]. En 1970 especialistas soviéticos
instalaron en Cuba mediante colaboración los primeros radiotelescopios, realizando la
primera observación de un eclipse de Sol, y se creó el Instituto de Astronomía. En el mismo
año 1970 un representante de Cuba asistió por primera vez a la XIV Asamblea General de la
Unión Astronómica Internacional en Londres.
Con la recordada creación del Instituto de Meteorología en 1964, comenzó a estructurarse una
extensa red de estaciones meteorológicas en todo el País. Cuba participó desde 1964 en el
grupo de trabajo permanente de Meteorología Cósmica [Ortiz, 1987]. Algunos de los
primeros graduados de la EF (Rosendo Álvarez y Mario Álvarez Guerra) fueron pioneros del
desarrollo de la Meteorología y la formación masiva de meteorólogos en esa etapa.
En 1967 nació en la ACC un pequeño Grupo de Trabajo de Electrónica, que se dedicó
esencialmente a crear una base material de trabajo, elevar el nivel de conocimientos de los
miembros del colectivo, y establecer los contactos iniciales, especialmente con los Países
Socialistas, realizando también trabajos de investigación, cuyos resultados se publicaban
principalmente, entre 1967 y 1975, en la revista Comunicaciones.
En el año 1967 fue fundado el Instituto Técnico Militar (ITM), primer centro de educación
superior de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Cubanas. Al crearse allí las carreras de
ingeniería, varios físicos graduados en la EF entre 1967 y 1970 (Carlos Álvarez, Ramón
Buergo, José Matos, Domingo Jacob, Mercedes Carnero, Juan Monzón, Edwin Pedrero,
Gudelia Ortega y Miguel Angel García) se incorporaron como profesores y desarrollaron la
Cátedra de Física de ese centro. Varios asesores soviéticos visitaron el ITM, y ayudaron a ese
propósito, impartiendo cursos y organizando seminarios. También allí se desarrolló una
discusión fuerte sobre la elección de una línea de investigación. La decisión fue la Radiofísica
Cuántica y el Láser, y el primer resultado significativo fue la fabricación del primer láser de
CO2 diseñado y construido en Cuba. Posteriormente, se iniciaron también trabajos en el
campo de la holografía y las comunicaciones ópticas. En los setenta esta cátedra llegaría a
contar con más de 20 físicos graduados y se haría fuerte en las aplicaciones del láser y en
44
metodología de la enseñanza de la Física, realizando también una notable contribución al
desarrollo de cátedras de Física en otros centros de enseñanza militar cubanos.
2.7. El CNIC
Una mención particular la merece el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC),
una institución fundamental para el desarrollo de la Ciencia en Cuba, creado en 1965 por
resolución Presidencial, para los fines y funciones siguientes [Memoria Anuario, 1976–77]:
a) realizar investigaciones científicas en el campo de las ciencias naturales,
biomédicas, tecnológicas y agropecuarias que redunden en beneficio del interés
nacional;
b) organizar y desarrollar la formación científica posgraduada en las distintas ramas
en que desarrollaba sus actividades;
c) atender cualquier actividad científica, tanto del orden nacional como
internacional, que se considere necesaria para el logro de sus fines.
Después de su creación, el CNIC fue incorporado a la UH, aunque manteniendo personalidad
jurídica y económica propia, una amplia autonomía y apoyo directo del Gobierno. Este
vínculo universitario favoreció la realización de sus actividades y en especial el trabajo
conjunto con diferentes áreas universitarias, tanto en lo que se refiere a la investigación como
a la formación de pre y postgrado. Para lograr el objetivo básico de formar especialistas de
alto nivel científico, se hizo una considerable inversión inicial en equipos (en 1965 se
adquirió el primer microscopio electrónico en el país) y se trajeron especialistas del
extranjero, principalmente químicos, de la RDA (también contactos con personalidades de la
RFA), de la URSS, de España y Estados Unidos (en el sector de neurociencias). El CNIC
estableció numerosas colaboraciones y convenios internacionales, entre otros con [Memoria
Anuario, 1976–77] el Ministerio de Ciencias, Educación Superior y Técnica de Polonia, el
Combinado Químico Militar de RDA, el Instituto de Química Física de la Academia de
Ciencias de la URSS, la Universidad M. V. Lomonosov de Moscú, el Centro Nacional de
Investigaciones Científicas (CNRS) de Francia.
Inicialmente las actividades de investigación del CNIC se concentraron en Biología,
Medicina, Química y en algunos problemas agrícolas, con la participación de físicos,
matemáticos, médicos e ingenieros mecánicos, entre otros. El CNIC en su desarrollo llegó a
ser el generador y gestor de otros importantes centros, como el Centro de Neurociencias, el
45
Centro Nacional de Salud Animal, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología y el
Centro de Inmunoensayos. A partir de un grupo reducido de trabajadores en 1965, el CNIC
llegó a contar con 1285 trabajadores, entre ellos 320 profesionales, 304 técnicos y 167
estudiantes universitarios, incluyendo personal de otros organismos [Memoria Anuario,
1976–77].
La Física fue principalmente un complemento de apoyo. Inicialmente tres departamentos
incorporaron técnicas físicas: Radioisótopos, Rayos X y Corrosión. Hubo físicos trabajando
en difracción de rayos X, fluorescencia, microscopia electrónica, espectroscopia Mössbauer y
algunos en el Departamento de Investigaciones Electrónicas.
En octubre de 1966 se creó en el CNIC el Laboratorio Radioisotópico Industrial (LRI), donde
se desarrollaron técnicas nucleares de análisis y colaboraron. Entre 1965 y 1968 contaron con
la asesoría de dos físicos soviéticos: Boris Bierjovski y Lev Medsel.
3. La consolidación del sistema científico cubano en los setenta
En la primera mitad de los setenta, se defendieron en Cuba unas 50 maestrías en Física y
salieron los primeros físicos cubanos a cursar estudios de doctorado en la URSS. A lo largo
de la década se formaron unos 30 doctores.
Este decenio resultó decisivo para el desarrollo de la Física, y en general del sistema de
investigación científica cubano. Los grandes esfuerzos de la década precedente habían
logrado una estructura estable para la formación de licenciados en las principales ramas de la
Ciencia, una masa crítica de graduados universitarios con buena preparación básica y fuerte
vocación por la investigación, un conjunto de centros e instituciones científicas, algunos de
carácter básico y otros especializados en ramas específicas, así como una amplia red de
cooperación internacional. Aunque algunos de estos centros y vínculos internacionales se
encontraban aún en estado embrionario, representaban un gran potencial. Estas actividades en
su conjunto habían sido caracterizadas por un espíritu que podríamos llamar de pioneros, o
romántico, marcado por el entusiasmo y la iniciativa, con el aporte activo de los estudiantes,
supliendo la falta de recursos, o de preparación adecuada, con la fantasía y la confianza en el
provecho y la necesidad para el futuro del país de alcanzar un desarrollo científico moderno.
La década de los setenta cosechó los frutos que se habían sembrado y, sobre todo en su
segunda mitad, reorganizó el sistema científico cubano, incorporándolo a la planificación de
las principales ramas de desarrollo económico y social. También incorporó varios elementos
46
de excelencia, como la creación de un sistema nacional de grados científicos y el crecimiento
del número de sociedades, publicaciones y revistas científicas. Hacia el final de la década fue
creada la Sociedad Cubana de Física.
En cuanto a la colaboración internacional, la cooperación con la Unión Soviética y los países
socialistas europeos se estabilizó y desde la mitad de la década se hizo predominante. Se
institucionalizaron las relaciones con las principales universidades estatales e institutos de la
Academia de Ciencias de la URSS, destacándose las universidades “M. V. Lomonosov” de
Moscú y “A. A. Zhdanov” de Leningrado, así como los Institutos “A. F. Ioffe” de Leningrado
y “P. N. Lebedev” de Moscú. Estos vínculos sentaron las bases para que, los científicos
cubanos lograran un creciente acceso a las instituciones de élite de la ciencia soviética.
También se impulsó la colaboración con las academias de ciencias y universidades de otros
países socialistas de Europa, en particular con la Universidad “A. v. Humboldt” de Berlín, la
Universidad Técnica de Dresde y el Centro de Investigaciones Nucleares de Rossendorf en la
RDA. En estas instituciones realizaron sus doctorados numerosos físicos cubanos, quienes a
su regreso dieron un impulso decisivo a la investigación en diversas ramas de la Física. Sin
embargo, Cuba nunca cortó sus intercambios científicos con países capitalistas. De hecho, en
los setenta florecieron en el campo de la Física las relaciones con el Instituto “MASPEC” de
Parma, la Universidad de Uppsala en Suecia y otras. La participación en eventos
latinoamericanos, particularmente los simposios de Física del Estado Sólido (SLAFES) y las
reuniones del CLAF se ampliaron. A partir de la celebración en La Habana del IV SLAFES,
se fortalecieron los vínculos con varias universidades latinoamericanas, especialmente la
UNAM y el IPN de México.
3.1. Consolidación y enlace del sistema de Educación Superior
3.1.1. La EF de la UH
A partir de 1970 hubo en la EF de la UH un aumento del número de profesores, y se
estabilizaron el plan de estudios y los laboratorios docentes, con todos los cursos impartidos
por graduados. La organización de la Escuela en Grupos de Investigación y Secciones
Docentes (Par. 2.2) dio sus frutos.
En 1972 se organizó un primer Seminario de Investigaciones de la Facultad de Ciencias y en
1974 el Primer Encuentro de Físicos Cubanos. La EF ya se había convertido en un centro de
investigación y docencia en Física, quizás uno de los más fuertes en América Latina en aquel
momento, con un perfil experimental y aplicado, pero sin descuidar las bases teóricas.
47
Continuaron saliendo cubanos a superarse al extranjero, la mayoría a la URSS y los países
socialistas europeos, pero varios también a Italia (Parma) y Francia (Université de Paris Sud,
Orsay). Es de destacar que todos los que se habían graduado en Cuba mostraron haber
obtenido una sólida formación básica y tuvieron éxito en sus estudios de postgrado, realizados
en centros de larga tradición y muy alto nivel. Se defendieron tesis de Maestría en Cuba: la
primera, en el año 1972, fue la de Melquiades de Dios [véase su entrevista en esta
Monografía]. En 1974 empezaron a regresar los primeros físicos que habían defendido tesis
de doctorado en la URSS, e impulsaron ulteriormente las actividades de investigación.
Hay que subrayar que la actitud que había animado los científicos cubanos, entregada a
resolver problemas y promover el desarrollo del país, descuidaba la publicación de los
resultados de investigación en revistas científicas, en particular internacionales.
Probablemente, se concedía más importancia al desarrollo de “know how”, infraestructura de
investigación y aplicaciones, que a la publicación de resultados originales. Las primeras
publicaciones científicas en revistas internacionales datan de 1975 [Castaño González, de
Dios Leyva y Pérez Alvarez, 1975]. A lo largo de la década se publicaron algunos trabajos en
la revista Physica Status Solidi, en revistas soviéticas y cubanas (Tabla 3).
En el año 1976 [Estado, 1976] se había creado un claustro de profesores de alto nivel
científico para los estándares cubanos de la época, 42 de ellos con grado de especialistas
(MSc) y 4 con el grado de candidatos en ciencias (doctores ó PhD, de acuerdo a la
nomenclatura occidental), de un total de 76 miembros del personal docente. Una parte
considerable de este colectivo se encontraba trabajando por su grado de doctor en Cuba ó en
el extranjero. Se habían Licenciado en Física 337 estudiantes (Tabla 2); se había logrado la
biblioteca más completa del país, de 14.000 volúmenes, con una considerable bibliografía de
semiconductores, metales, plasmas y física nuclear [Estado, 1976, p. 54]. En lo referente a las
revistas, la Hemeroteca de la Facultad de Ciencias de la UH tenía un buen surtido de los
títulos más importantes, aunque muchas colecciones no eran completas, porque en el período
1961–66 no se habían recibido prácticamente revistas del área capitalista [Estado, 1976].
A pesar de estos valiosos resultados, un informe de 1976 señalaba que
todavía el plan de colaboración firmado con el Instituto “A. F. Ioffe” no ha podido ser
aprovechado adecuadamente, a pesar del interés de ambas partes, y en la Escuela de Física,
aunque el equipamiento existente permitió alcanzar un desarrollo inicial en la investigación
y garantizar la docencia mínima de pregrado, en este momento se carece de una serie de
equipos básicos e instrumentos, lo cual constituye un obstáculo para el desarrollo de los
planes de investigación, de docencia postgraduada (incluyendo los planes de aspirantura),
48
así como en la enseñanza de algunas asignaturas de la Licenciatura a un nivel adecuado
[Estado, 1976]
3.1.2. Otros Centros de Educación Superior
UO. En 1970 se produjo la creación de la EF de la UO (Par. 2.5) y la primera y única
graduación de Ingenieros Físicos. El claustro de la Escuela creció rápidamente con la
incorporación de los primeros 19 graduados. Se definió un perfil de trabajo relacionado con
los métodos físicos de análisis (véase para más detalles al estudio de L. Méndez en esta
monografía). Hasta 1976 se habían graduado un total de 40 físicos y la matricula en ese curso
era de unos 50 alumnos repartidos en todos los años. Todos los graduados presentaron Tesis o
Trabajos de Diploma, muchos de ellos en Física Nuclear. La EF de la UO fue pionera en la
especialidad de Óptica y Espectroscopia en Cuba, formando los primeros especialistas
graduados de ésta. También se alcanzó un cierto desarrollo en la de Física Nuclear y en la de
Rayos X y Metales, en la filosofía experimental-aplicada propia de la Escuela.
Las investigaciones científicas se iniciaron on la asesoría de profesores de la Universidad de
Leningrado (V. Smirnov. A. Petrov, V. Niementz, N. Panichev, M. Braun, L. Lavzovsky,
entre otros) que realizaron visitas periódicas a la UO, y con estancias de miembros de la UO
en las universidades de Leningrado, Técnica de Dresden, Estocolmo e Italia. Se priorizaron
las investigaciones experimentales y aplicadas en Óptica y Espectroscopía, en conexión con la
industria del Níquel, aunque la Física Nuclear también tomó auge. La creación de una
asignatura de Física para Médicos inició una interesante actividad en Biofísica, que sería muy
importante años después. En el curso 1976–77 regresan los primeros doctores graduados en el
extranjero y se intensificó el intercambio básicamente con la RDA y la URSS.
Los 10 años siguientes marcaron el máximo desarrollo de la Física en la UO. Desde 1977, el
entonces Departamento de Física Nuclear desarrolló un proyecto “Introducción de las
Técnicas Nucleares a la Economía Nacional”, que fue aprobado por la Comisión Nacional
para el Uso Pacífico de la Energía Atómica en 1979 y financiado por el PNUD. [PNUD,
1979].
UCLV. En 1970 se creó la Escuela de Física en la Universidad Central de Las Villas (UCLV)
con una matrícula de 31 alumnos (19 de ellos en primer año y 12 en tercer año), procedentes
de carreras de Ingeniería de la UCLV o estudiantes de origen villareño que habían comenzado
sus estudios de Física en la UH [Estado, 1976]. El claustro se integró a partir de profesores de
Física villareños (José Villar) y otros de la UH (Eudaldo Tarajano, Irma González). Varios
49
físicos de La Habana realizaron estancias para impartir cursos en la EF- UCLV. Hasta 1976 se
habían graduado 12 licenciados, de los cuales 8 continuaron en la propia Escuela como
personal docente. Se comenzó a desarrollar una línea de investigaciones en Física de Metales
y se enviaron varios físicos a doctorarse a la URSS. En 1976 la Escuela fue cerrada, debido a
su baja matricula, quedando solo el Departamento de Física General, para brindar servicios
docentes a otras carreras. Con los años, se creó un centro multidisciplinario de investigaciones
en soldadura, donde los físicos especializados en Metales han tenido un aporte importante.
3.2. La investigación en Microelectrónica y su parábola
El caso de las investigaciones en Microelectrónica merece un análisis particular, no solo por
los resultados notables que se lograron en Cuba, sino por el significado que esta rama tuvo en
los programas científicos de muchos países en desarrollo, en búsqueda de caminos para
reducir el gap tecnológico. De hecho, la actividad en esta rama que se desarrolló en La
Habana en la primera mitad de los setenta, representó probablemente el primer proyecto de
investigación en un área de alta tecnología, con el ambicioso objetivo de desarrollar la
producción a nivel industrial y hacer del país un líder en América Latina y en el mercado del
Consejo de Ayuda Mutua Económica de los Países Socialistas (CAME).
Un factor determinante fue el intercambio de los físicos de la EF con los especialistas
franceses en las Escuelas de Verano, que al final de los sesenta indujo el paso de la tecnología
del Germanio a la del Silicio. En 1970 se creó en el Grupo de Dispositivos Semiconductores
(GDS) de la EF el Laboratorio de Tecnología Planar (LTP). Se contó con cierto
financiamiento de la dirección de la UH y materiales donados por los franceses. Una gran
parte de los equipos del LTP se fabricó en los talleres de la EF.
Un hecho particular marcó el desarrollo y la forma de trabajo en la Microelectrónica desde su
propio inicio. En 1969, casi al mismo tiempo en que se daban los primeros pasos en esta rama
en la EF, se creó por la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Tecnología el Centro
de Investigaciones en Microelectrónica (CIME), integrado por ingenieros, físicos y
estudiantes de esa Escuela y del Ministerio de Comunicaciones. Los objetivos del CIME eran
prácticamente idénticos a los del GDS [Arias, 1997]. La evaluación de esta decisión y de sus
efectos no es fácil. Los investigadores de la EF no estaban de acuerdo con la creación de este
centro en ese momento, porque se dividían los recursos, y entre ambos grupos surgió una gran
rivalidad. Probablemente la competencia resultó también un incentivo. El Primer Ministro
Fidel Castro visitó el CIME a comienzos de los setenta y asignó recursos para la adquisición
50
de un sistema completo de fabricación de circuitos integrados. En la primera mitad de los
años setenta, tanto el CIME como el GDS contaban con laboratorios para fabricar y
caracterizar los dispositivos. Las facilidades para hacer máscaras y encapsular dispositivos se
concentraron en el CIME y se utilizaban por ambos grupos.
Estos esfuerzos se insertaban dentro de un marco más amplio, que era la Rama de la
Electrónica, que bajo la atención del rector José Miyar y del vicerrector de investigaciones
Marcos Lage, coordinaba y procuraba integrar los esfuerzos que se hacían por distintas áreas
universitarias con el objetivo común de desarrollar la electrónica nacional. Se logró así una
estrecha integración, que quizá hubiera sido impensable en otros países, con la participación
de [Cerdeira A., nota escrita personal]:
•
la Escuela de Química en los intentos de obtener el Silicio de grado electrónico a
partir de arenas cubanas (arena). En esta dirección se avanzó poco y fue retomada a
finales de los 80s en el marco de un proyecto del PNUD, también sin éxito.
•
la EF, en particular el Grupo Dispositivos Semiconductores (GDS en los trabajos
para el desarrollo y fabricación de circuitos integrados y otros dispositivos y otros
grupos vinculados a la obtención y estudio de materiales para la electrónica;
•
el CIME de la CUJAE, con iguales propósitos que el GDS;
•
la Escuela de Matemáticas, en los trabajos para el desarrollo e introducción de
software para las computadoras;
•
el Centro de Desarrollo de Sistemas de la CUJAE, en los trabajos de desarrollo de
sistemas de aplicación de las computadoras;
•
el Centro de Investigaciones Digitales (CID), más tarde Instituto Central de
Investigación Digital (ICID), que había desarrollado la primera computadora cubana
y contaba con una Planta Piloto para el desarrollo y fabricación de
minicomputadoras.
•
la Dirección de Investigaciones Electrónicas del CNIC, que desarrollaba y fabricaba
equipos electrónicos avanzados para diversas aplicaciones.
En la Microelectrónica, los resultados llegaron rápidamente y fueron relevantes [Cerdeira A.,
nota escrita; Arias 1997]. A partir del montaje en 1970 del LTP, se comenzaron a realizar
dispositivos con creciente nivel de integración y características comerciales. En 1971 se
realizaron transistores MOS canal P y circuitos integrados MOS, y en 1973 los primeros
transistores MOS canal N y bipolares N-P-N, sobre substratos normales y sobre capas
51
epitaxiales crecidas en el propio laboratorio. En 1974, se fabricaron un circuito integrado
MOS P, una celda solar de silicio, y transistores MOS canal P y N con compuerta de
polisilicio, esta última depositada en equipos desarrollados en el propio LTP. En 1976 se
realizaron circuitos integrados I2L y transistores bipolares sobre capas epitaxiales obtenidas
en el LTP, y en 1977 las primeras celdas solares de silicio y el primer arreglo lógico
programable (PLA), diseñado y construido totalmente en Cuba (que contenía 1100
componentes por pastilla en un dado de 2,5 x 2,5 mm2).
En el CIME también se alcanzaron importantes resultados y fue instalada la primera planta
piloto de dispositivos semiconductores y circuitos integrados [Arias 1997]. En 1974 se inició
una cooperación bilateral (Plan CUSO) con Canadá y se ofreció un curso de Maestría con
prestigiosos profesores canadienses, en el que participaron varios especialistas del GDS - EF.
En el mismo año el CIME realizó una cooperación con Bélgica en la obtención de transistores
y circuitos integrados MOS P y MOS N con compuerta de silicio.
Los resultados se publicaron fundamentalmente en las Monografías de la Facultad de
Ciencias, en los eventos nacionales y en las revistas de la Academia de Ciencias, y más tarde
de la Sociedad Cubana de Física [primeras publicaciones científicas: [Estrada, 1972; Fornés,
1973]. En ningún momento se planteó en aquella época la publicación de trabajos en revistas
internacionales [Cerdeira A., nota escrita]. Sin embargo, los estudios básicos que se realizaron
en el curso de estas actividades produjeron varias tesis de maestría y de doctorado (las
primeras defendidas en la URSS y las siguientes en Cuba).
En un tiempo muy breve los físicos cubanos habían logrado desarrollos propios en
Microelectrónica de un elevado nivel en relación a América Latina e incluso a los países
socialistas europeos, contando sólo con alguna ayuda material de los franceses y mucho antes
que los vínculos con la URSS en esta rama hubiesen despegado realmente:
Sin embargo, la colaboración con el Instituto Ioffe no vio sus primeros resultados hasta
1973, con la visita de una misión, y el envío posterior de un especialista, y aún en el año
1976, a pesar de haberse suscrito un convenio de colaboración a través de la Academia de
Ciencias, la colaboración no marchaba adecuadamente [Estado, 1976]
Un evento oficializó el ingreso de la Física Cubana en la élite de la Física del continente: la
organización en la EF del IV Simposio Latinoamericano de Física del Estado Sólido en enero
de 1975, que constituyó el primer evento internacional de alta envergadura científica en la
Física que se realizaba en Cuba. La EF presentó 20 trabajos del total de 26 de Cuba [Estado,
1976,]. Este encuentro dio concretamente la impresión de que Cuba había alcanzado un nivel
52
destacado en Física del Estado Sólido en América Latina, sólo superado por países de
dimensiones y tradiciones incomparables como Argentina, Brasil y México.
En 1976 hubo un cambio institucional. El GDS de la UH se convirtió en una Unidad de
Ciencia y Técnica y adoptó el nombre de Laboratorio de Investigaciones en Electrónica del
Estado Sólido (LIEES). Poco después se decidió racionalizar los esfuerzos, unificando el
desarrollo de los dispositivos en base a silicio en el CIME y continuando en el LIEES el
desarrollo del Optoelectrónica en base a compuestos semiconductores III–V. Sin embargo, la
unificación en el CIME fue formal: pocos compañeros del LIEES pasaron al CIME y sólo por
un corto tiempo. Algunos continuaron vinculados a la Microelectrónica en otros centros de
investigación o pasaron a trabajar en la naciente industria, mientras que otros se reorientaron
hacia otras actividades vinculadas también a la Electrónica.
Los físicos e ingenieros universitarios vinculados a la investigación en Microelectrónica
participaron activamente en la proyección de una industria nacional de semiconductores. Se
concibió el proyecto de comprar una planta de producción de dispositivos. Una comisión
visitó varios países de Europa Occidental y al final se adquirió una fábrica a una firma
española. Poco después, la firma española fue adquirida por una empresa norteamericana, que
canceló los acuerdos con Cuba. Por ello, la fábrica se montó, pero nunca funcionó de acuerdo
al proyecto original. Fue el inicio de la crisis del sector. En los años ochenta se realizó un
notable esfuerzo de reconversión tecnológica, para que la fábrica trabajara con materias
primas y tecnologías del CAME, al tiempo que se montó una segunda planta para fabricar
circuitos híbridos, pero el derrumbe del Socialismo en Europa del Este interrumpió también
estos proyectos.
A partir del año 1979 la actividad de investigación decayó considerablemente y la
Microelectrónica cubana comenzó a quedarse atrás. Durante varios años no existió un
adecuado apoyo nacional a la misma, hasta la creación en los ochentas del “Frente de la
Electrónica” Las investigaciones continuaron hasta principios de la década de los noventa en
el CIME y el ICID, pero nunca recuperaron las posiciones alcanzadas en los setenta.
Al final, todos estos esfuerzos y éxitos en el desarrollo de la Microelectrónica chocaron con
una dificultad imprevisible y desembocaron en un fracaso, no sólo en Cuba, sino en la
mayoría de los países que buscaron en esta rama una vía de progreso. El vertiginoso avance
de la Microelectrónica de alta y muy alta integración, que demandaba colosales inversiones,
53
resultó inalcanzable para un país subdesarrollado con modestos recursos y bloqueado por los
Estados Unidos.
Sin embargo, desde el punto de vista del avance de la Física en Cuba, los proyectos de
desarrollo de la Microelectrónica dejaron una huella muy positiva, ya que constituyeron un
estímulo en la búsqueda de la excelencia, contribuyeron a la formación de varias generaciones
de físicos cubanos de alto nivel y permitieron la acumulación de experiencias sin precedentes
en la historia de un país sin tradición científica. Algunas áreas de la Física del Estado Sólido
que crecieron bajo el influjo del desarrollo de la Microelectrónica, siguen vitales y encuentran
otras esferas de aplicación, por ejemplo, en el campo de la energía fotovoltaica.
Afortunadamente, otros esfuerzos cubanos en sectores de alta tecnología tuvieron éxito, como
es el caso de la Biotecnología, que hoy constituye un sector creciente y altamente productivo
de la industria cubana.
3.3. La Física Nuclear durante los setenta
Hemos ilustrado (Par. 2.6) la creación en 1969 del Instituto de Física Nuclear (IFN) de la
ACC. El personal del centro [Estado, 1976] pasó de los 28 trabajadores iniciales (entre
graduados universitarios, técnicos medios y personal administrativo) a 82 en 1971, a 113 en
1972, distribuidos en seis Departamentos: Reactores Nucleares, Radioquímica, Dosimetría y
Protección Radiológica, Ingeniería, Técnicas Nucleares de Investigación, y Administración.
Entre 1971 y 1973 se inició un proyecto de investigación para el análisis de activación
neutrónica en metalurgia y otros campos (que fue apoyado por la Agencia Internacional de
Energía Atómica), así como la construcción de un reactor subcrítico Uranio-Grafito. Se
reportó la culminación en el período de 41 trabajos científico-técnicos y la defensa de 11 tesis
de grado para el nivel de Maestro en Ciencias.
A principios de 1974 el centro pasó a llamarse Instituto de Investigaciones Nucleares (ININ)
y se organizó la Primera Jornada Científica del ININ, donde se presentaron 106 trabajos
científicos de especialistas del centro y de otros organismos nacionales de ramas afines a la
rama nuclear. Se defendieron 10 tesis para Maestro en Ciencias. En el ININ nació también un
Grupo de Física Nuclear Teórica.
A pesar de la existencia de acuerdos de colaboración con el Comité Estatal de Energía
Atómica de la URSS y con el Instituto Unificado de Investigaciones Nucleares (IUIN,
Dubna), en 1976 se lamentaban las serias dificultades que el ININ ha encontrado hasta aquí
54
debido a la carencia de recursos materiales, planteándose que con los planes de
abastecimiento y el apoyo del PNUD el instituto pueda completar en gran medida el
equipamiento básico para su desarrollo en el quinquenio [Estado, 1976].
El ININ contaba con una biblioteca especializada (en 1976, 3.000 obras monográficas y
simposios, una colección de informes científicos y reportes técnicos de más de 40.000 títulos
y varios miles de ejemplares de publicaciones periódicas), así como con instalaciones e
instrumentos básicos: reactor subcrítico, detectores de neutrones y radiación gamma,
instalaciones radioquímicas (que produjeron los primeros trabajos de empleo de
radioisótopos), fuentes de radiación gamma, analizadores para las mediciones
espectrométricas. Todos los instrumentos, detectores y fuentes radioactivas eran de
procedencia soviética. Por su aporte al desarrollo posterior de la instrumentación científica en
el país vale destacar el laboratorio de electrónica nuclear, dirigido por José L Díaz Morera,
quien posteriormente fundó el Buró Especial para la Construcción de Instrumentos Científicos
con Producción Adjunta (BECICPA, Par. 3.8).
Las áreas fundamentales de trabajo eran: cálculo de reactores nucleares, diseño de reactores
VVER producidos en Europa Oriental (con el Colectivo Internacional de Hungría),
espectrometría de neutrones donde se desarrollaron un espectrómetro de neutrones
monocristal y un espectrómetro por tiempo de vuelo y un programa de Monte Carlo para la de
determinación de la eficiencia de centelleantes orgánicos (que fue solicitado por el Oak Ridge
National Laboratory para su utilización) desarrollado por Víctor Fajer y Lilliam Álvarez,
radioquímica, electrónica nuclear, espectroscopia Mössbauer, física de neutrones, análisis de
minerales, agrofísica nuclear, espectrómetros de neutrones rápidos, métodos de medición
absoluta de fuentes de neutrones. Los trabajos dentro de la Electrónica Nuclear produjeron un
conjunto de instrumentos conocidos como la cadena nuclear, integrada por preamplificadores, contadores y fuentes de bajo y alto voltaje. Dentro de la Dosimetría se
desarrollaron la dosimetría fílmica para el control individual y los dosímetros individuales
Geiger-Müller, y se elaboraron los dosímetros y normas para el establecimiento de la
protección radiológica en todas las instalaciones del Instituto y la evacuación de residuos
radioactivos.
Las actividades en la física nuclear no se limitaron al IFN-ININ. En el CNIC (Par. 2.6, 3.9) se
desarrollaron técnicas de análisis nuclear, y se fabricaron contadores, discriminadores,
módulos nucleares de alto y bajo voltaje, instrumentos de prospección petrolera y, en el
55
Laboratorio Radioisotópico Industrial (LRI, Par. 2.6), técnicas nucleares de análisis y los
primeros desarrollos autóctonos y aplicaciones en Cuba de instrumentos Nucleónicos (IN),
basados en las propiedades características de las radiaciones ionizantes, que permiten realizar
mediciones sin necesidad de contacto [Desdín, 2000].
El Instituto Oncológico instaló fuentes de radiación gamma de altas dosis para radioterapia
(Par. 3.6), la dosimetría fílmica y los sistemas de protección radiológica. También el Centro
de Investigaciones Energéticas del ISPJAE llevó a cabo investigaciones y formó especialistas
en energética nuclear. En la UO se desarrolló la Física Nuclear aplicada (L. Méndez, en esta
monografía).
En 1974 se había creado la Comisión Nacional para el Uso Pacífico de la Energía Atómica y
en 1976 se firmó con la URSS un importante convenio intergubernamental, que incluía la
construcción de una primera central electronuclear. También se produjo el ingreso de Cuba
como país miembro del Instituto Unificado de Investigaciones Nucleares (IUIN, Dubna) y
varios físicos, químicos e ingenieros cubanos comenzaron a trabajar por largos períodos en
ese centro. El desarrollo del ambicioso programa nuclear cubano condujo a una
transformación y un crecimiento notable de la esfera nuclear en los años ochenta.
3.4. Las actividades en Geofísica, Astronomía y Meteorología en la ACC
En el par. 2.6 hemos visto como nacieron y se institucionalizaron las primeras actividades en
estas ramas. A partir de 1972 se hace énfasis en la elevación del rigor de las investigaciones y
el nivel científico del personal dentro de la ACC. Se creó un Consejo Científico Superior y se
impulsó el envío en forma masiva de personal a adquirir grados científicos en los países
socialistas. Los físicos eran empleados en la ACC en los institutos de Física Nuclear,
Meteorología, Física de la Atmósfera (años después se fundió con el de Meteorología),
Geofísica, Astronomía y Electrónica [Memoria Anuario, 1973–74].
En 1972 el Departamento de Geofísica pasó a ser un Instituto, cuyas áreas fundamentales de
investigación eran la Sismología, las relaciones Sol-Tierra, la propagación de ondas cortas de
radio y otras áreas de aplicación de la Geofísica.
El Instituto de Astronomía inició en 1972 los trabajos en Astronomía Óptica con las
observaciones fotográficas de las manchas solares y una colaboración con el Observatorio
Astrofísico de Crimea, que permitió instalar en el Instituto un radiotelescopio solar. En 1973
56
una segunda expedición integrada por 15 radioastrónomos soviéticos observó desde Santiago
de Cuba el eclipse parcial de Sol. [Historial, sin fecha]
En 1974 los Instituto de Geofísica y Astronomía se fusionaron, creándose el actual Instituto
de Geofísica y Astronomía (IGA), que tenía 130 trabajadores. Las líneas fundamentales de
investigación eran [Historial, sin fecha] el estudio del Sol, la magnetosfera y la ionosfera, los
procesos físicos endógenos y la estructura profunda del archipiélago cubano. Estas
investigaciones estaban vinculadas a la economía del país, con los objetivos de mejorar las
comunicaciones, determinar riesgos sísmicos, elaborar mapas magnéticos y gravimétricos,
etc. Hasta 1990 el Instituto mantuvo una estrecha relación con las instituciones del campo
socialista, lo que permitió la instalación de las estaciones de registro Faraday, telemétrica para
la recepción de satélites, de sondeo inclinado de la ionosfera, de rastreo de satélites, un
transmisor de ondas cortas y un analizador espectral, entre otras facilidades experimentales.
En 1977 especialistas del Observatorio Astronómico de Púlkovo instalaron en el Cacahual un
telescopio solar horizontal con un espectrógrafo acoplado [Doval, 1991], y entró en operación
en la Estación de Rastreo de Satélites de “El Salado” un radar láser “Kriptón” de primera
generación con la colaboración del Consejo Astronómico de la URSS y del programa
Intercosmos.
Un hecho relevante impulsó el desarrollo de la Meteorología, cuando en 1970 la Organización
Meteorológica Mundial aprobó una solicitud para la ejecución de un proyecto de extensión y
mejoramiento del Servicio Meteorológico en Cuba a través del Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) [Ortiz,1987]: se establecieron nuevas estaciones de radares
de largo alcance, estaciones sinópticas, climatológicas y de agrometeorología, que contaban
con equipos de alta calidad. Se crearon nuevos departamentos y se desarrollaron nuevos
estudios, con la asesoría de especialistas soviéticos y de los demás países del campo
socialista.
Con relación a la aplicación de los satélites meteorológicos, en 1974 se utilizaron los satélites
de la serie NOAA, quienes brindaban imágenes en el espectro visible e infrarrojo que
permitían obtener una visión de los fenómenos atmosféricos, con sus áreas nubosas [Ortiz,
1987]: este último equipo rastreador fue donado a Cuba por la RDA.
57
3.5. Desarrollos en Ingeniería: la óptica
En la década de los setenta la enseñanza de la física en el Departamento de Ciencias Básicas
de la Facultad de Tecnología de la UH, en la sede de la CUJAE (Par. 1.4), evolucionó
notablemente. Había en Cuba alrededor de 10.000 estudiantes de ingeniería,
fundamentalmente en la Ciudad Universitaria “José Antonio Echevarría” (CUJAE). Aquí
también fue arduo el trabajo para consolidar un programa de estudios estable y moderno,
coordinando los aspectos teóricos y prácticos, organizando laboratorios docentes. Se introdujo
la enseñanza de la física cuántica en el curso básico para ingenieros, y en 1975 se creó el
Departamento de Ingeniería Nuclear, que inició la formación regular de ingenieros nucleares.
Comenzaron también en el Departamento de Ciencias Básicas actividades de investigación.
Se formaron grupos de láseres, de holografía y de microelectrónica. Esta última actividad se
desarrollaba en colaboración con el Centro de Investigaciones en Microelectrónica (CIME,
Par. 3.2), también de la CUJAE (ver párrafo siguiente). Hacia la mitad de la década se
desarrolló un programa de Maestría en Microelectrónica dirigido por especialistas
canadienses. Varios profesores realizaron sus tesis de Maestría en el Departamento. Otros
fueron a hacer el doctorado en la URSS. En la década del 80 la actividad de óptica cobró un
fuerte impulso lo que se abordará posteriormente.
En 1976 la Facultad de Tecnología de la UH, radicada en la CUJAE, se convirtió en el
Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría (ISPJAE), centro de educación
superior independiente, adscrito al recién creado Ministerio de Educación Superior (Par.
3.12). También se creó una filial en Matanzas, que más tarde se transformó en una
universidad independiente.
Desde 1968 se habían iniciado en la EF de la UH trabajos de caracterización óptica de
semiconductores, análisis espectral, fotoluminiscencia e interferometría. A partir de 1970
comenzó el desarrollo de la optoelectrónica y se realizaron tesis de maestría sobre diodos
emisores de luz. Más adelante continuaron las investigaciones sobre propiedades ópticas de
semiconductores III-V y se fabricaron fotodiodos, celdas fotovoltaicas, fototransistores,
láseres semiconductores y guías ópticas, en estrecha colaboración con el Instituto “A.F.Ioffe”,
especialmente con el Laboratorio de Fenómenos de Contacto que dirigía el académico Zh. I.
Alferov, premio Nóbel de Física en 2001.
En la Cátedra de Física del Instituto Técnico Militar (ITM, Par. 2.6) se realizaron trabajos de
holografía y de comunicaciones ópticas. Se trabajó en moduladores de interrupción (Q-
58
switching) empleando dispositivos electro-ópticos con neobato de litio y magneto-ópticos con
molibdato de plomo. Se realizaron investigaciones sobre reconocimiento multiespectral. El
trabajo de esta cátedra realizó un significativo aporte al desarrollo de la Óptica en Cuba.
3.6. La Física Médica
Como resultado de la labor pionera del primer grupo de físicos y otros especialistas que
comenzaron a trabajar en el Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología de la Habana en
los años sesenta (Parr. 2.6, 3.3), se diseminaron por todo el país los servicios de radioterapia y
se iniciaron los de medicina nuclear. Desde un inicio el Ministerio de Salud Pública aprobó
que en la composición de los módulos básicos de Radioterapia, Medicina Nuclear y
Radioprotección se incluyeran plazas de especialistas en Física Médica, con lo que el número
de físicos prestando servicios y realizando investigaciones en ambiente clínico se elevó
significativamente. Ya a finales de los años 70 se encontraban laborando en los hospitales
cubanos, sobre todo en el área de Medicina Nuclear, más de 30 físicos médicos, una cantidad
grande en relación a la media del resto de América Latina.
3.7. El ININTEF
El Instituto de Investigación Técnica Fundamental (ININTEF), fue un centro
multidisciplinario fundado en 1975 a partir del Departamento de Electrónica de la ACC,
donde se desarrollaron varias ramas de la Física que hasta el momento no habían sido
abordadas por otras instituciones. Como su nombre lo indicaba, el ININTEF fomentó la
investigación fundamental, de tipo orientado o estratégico, en áreas de interés tecnológico.
Entre las direcciones de trabajo del ININTEF en las que participaban físicos se destacan la
Ultrasónica, la Energía Solar, la Electrónica Cuántica y las Comunicaciones Ópticas. El grupo
de Energía Solar fue el embrión del Instituto de Energía Solar, creado años después en
Santiago de Cuba. También se desarrollaron trabajos teóricos sobre Procesos Estocásticos y
se creó un Grupo de Teoría de Campos, que en 1983 se trasladó al Instituto de Matemática
Aplicada y Computación, otro centro de la ACC donde también trabajaban algunos físicos en
problemas de modelación.
Se lograron también resultados de utilidad práctica relacionados con el aprovechamiento de la
energía solar, el empleo de métodos ultrasónicos en la industria y en la medicina, y el diseño
de controladores industriales a base de microprocesadores. El ININTEF participó en 5 de los
59
experimentos realizados durante el vuelo espacial conjunto URSS-Cuba realizado en
septiembre de 1980.
3.8. El BECICPA
Resulta importante mencionar la creación, en 1978, adicionalmente a las entidades
anteriormente existentes, del Buró Especial para la Construcción de instrumentos Científicos
con Producción Adjunta (BECICPA), con el propósito de realizar un ciclo completo de diseño
y producción de instrumentos científicos y ópticos (dispositivos electrónicos, láseres para
fisioterapia e instrumentos analíticos, generalmente producidos en países desarrollados), y con
el propósito de reforzar el impacto de la física y la tecnología en la sociedad. Esta institución
tuvo su desarrollo fundamental durante las décadas del ochenta y del noventa que se
abordarán posteriormente.
3.9. Las actividades en el CNIC
Durante los años setenta trabajaban en el CNIC en distintas áreas de la Física Aplicada unos
veinte físicos. Además de las ya mencionadas actividades en el campo de la Física Nuclear,
existía un grupo de Metalografía Física y otro de Química- Física de Superficies. El CNIC
disponía de laboratorios con técnicas físicas de amplio uso (difracción de rayos X,
microscopía electrónica, resonancia magnética nuclear, espectrometría de masas y
espectrometría Mossbauer) con los que llevaba a cabo servicios e investigaciones aplicadas
para la minería y la industria. Además, atraía a muchos físicos que trabajaban en otras
instituciones, pero realizaban parte de su trabajo experimental con los equipos del CNIC, que
también desarrollaba una amplia docencia de postgrado. En 1971, con el fin de crear las
condiciones para el diseño y construcción de instrumentos electrónicos y electromagnéticos
de análisis y equipos de apoyo al trabajo científico, surgió en el CNIC el Departamento de
Instrumentación Electrónica (DIE), producto del desarrollo evolutivo del Grupo Técnico de
los talleres de Electrónica y de Mecánica de la Institución [Memoria Anuario, 1976–77]. Se
desarrollaron técnicas de análisis nuclear, y se fabricaron contadores, discriminadores,
módulos nucleares de alto y bajo voltaje, instrumentos de prospección petrolera, entre muchos
otros.
3.10. Las comunicaciones espaciales y los experimentos en el cosmos
Las actividades espaciales en colaboración con la URSS florecieron durante los años setenta y
en ellas también tuvieron participación los físicos cubanos. Hemos discutido (Par. 1.4) la
60
necesidad que tenía el país de establecer un sistema de comunicaciones vía satélite. En 1971,
en el marco del Programa Intercosmos, se creó Intersputnik, una organización
intergubernamental destinada a realizar comunicaciones telefónicas y telegráficas de larga
distancia, junto al intercambio de programas de radio y televisión, vía satélite. En el marco de
un acuerdo bilateral entre los Ministerios de Comunicaciones de Cuba y la URSS, en 1972 se
inició en Cuba la construcción de la Estación Caribe, dotada de una antena parabólica de 12
metros de diámetro, para operar alrededor de 4–6 GHz transmitiendo un canal televisivo y 60
canales telefónicos, a través de un satélite Intersputnik, inicialmente de tipo Molnya 2. En
noviembre de 1973 se logró recibir los primeros programas de televisión en color desde
Moscú. Este sistema permitió comunicar con la Unión Soviética y los Países de Europa
Oriental y, a través de ellos, con Francia, Italia y España.
Sin embargo, las limitaciones del sistema Intersputnik para comunicaciones de banda ancha
con los Países de América Latina y la Europa Occidental emergieron en 1979, cuando La
Habana fue escogida para la sexta Cumbre de los Países No Alineados. Sólo en los años
ochenta Intersputnik cambió del Molnya a los satélites geoestacionarios de comunicación
Statsionar, con capacidad de comunicación mucho mayor.
Al final de esta década un hecho muy relevante fueron los 20 experimentos en el cosmos,
realizados con la participación de unos 200 especialistas cubanos y efectuados en el vuelo
espacial conjunto soviético-cubano, a bordo del laboratorio orbital Saliut-6 en septiembre de
1980, en el que participó el piloto cosmonauta cubano coronel Arnaldo Tamayo Méndez. Se
incluyeron experimentos diseñados por físicos cubanos, relacionados con crecimiento de
cristales, comunicaciones ópticas y otros. Un artículo de esta monografía está dedicado
específicamente a ese tema.
3.11. Asentamiento del sistema científico cubano
Durante la década de los setenta, la organización a nivel estatal de la Ciencia en Cuba sufrió
sucesivas transformaciones institucionales, existiendo siempre alguna Dirección encargada de
velar por el desarrollo de las Ciencias Básicas, entre ellas la Física. Un estudio realizado por
esta Dirección en 1976 da una idea del enorme avance logrado en el plazo de solo 15 años, a
partir de las condiciones iniciales que hemos descrito, [Estado, 1976]. En el mismo se
mencionan las principales instituciones que desarrollaban investigaciones en el campo de la
Física en Cuba: la Escuela de Física y el Laboratorio de Investigaciones en Electrónica del
Estado Sólido (LIEES) de la UH, las Escuelas de Física de la UO y de la UCLV; el
61
Departamento de Ciencias Básicas y el Centro de Investigaciones en Microelectrónica
(CIME) del ISPJAE; en la ACC el Instituto de Investigaciones Nucleares (ININ), el Instituto
de Meteorología, el Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA), el Instituto de Investigación
Técnica Fundamental (ININTEF); algunos departamentos del Centro Nacional de
Investigaciones Científicas (CNIC); el Instituto Pedagógico “Enrique José Varona” (ISPEJV);
el Departamento de Física del MINED; el Instituto de Oncología y Radiobiología del
MINSAP. Probablemente no se incluyeron en el informe algunos laboratorios y centros
multidisciplinarios radicados en la industria, entre ellos el Centro de Investigaciones
Metalúrgicas, el Instituto de Metrología, el Laboratorio Central de Telecomunicaciones, el
Centro de Investigaciones para la Industria Minero Metalúrgica, el Instituto Cubano de
Investigaciones del Azúcar y varios hospitales, donde también trabajaban físicos.
Como parte del plan quinquenal 1976–80 se elaboró un Plan de Ciencia y Técnica que
abarcaba varios objetivos de investigación - desarrollo relacionados con la Física, tales como
la producción de componentes electrónicos, la aplicación de métodos analíticos químicos y
físicos para la industria extractiva del níquel; el desarrollo de técnicas físicas experimentales,
cálculos y estudios tecnológicos de reactores nucleares, protección radiológica y seguridad
nuclear; técnicas nucleares con aplicación en la economía nacional; estudios del Sol, la
magnetosfera, la ionosfera; estudio del aprovechamiento de la energía solar; electrónica
cuántica, láser; contaminación del medio ambiente.
Las Tablas 2 y 3 presentan el número total de graduados en física y de publicaciones. A partir
del año 1978 se registró un aumento notable de los doctores en Física (Tabla 4).
Resulta interesante recordar las razones de la importancia del desarrollo de las actividades en
las ciencias físicas, que se destacaban en el antes mencionado estudio [Estado, 1976]:
1. Desde el punto de vista educacional, por la importancia creciente de la
Física en todas las ramas de la ciencia y la tecnología.
2. Desde el punto económico y científico-técnico por sus contribuciones de
carácter fundamental, orientado y aplicado. Se destacaban: a) la Física
Nuclear, cuya importancia para la economía es muy grande por las
perspectivas de instalar en nuestro país plantas nucleoeléctricas en un
futuro inmediato; sin embargo, se debe mencionar también la utilización
de radioisótopos en la agricultura, la medicina y la biología, etc., y b) la
Física del Estado Sólido de primerísima importancia para el desarrollo de
62
las industrias electrónica y minero-metalúrgica, y en la cual hemos logrado
alcanzar una posición notable en la América Latina; esta rama puede tener
en Cuba una amplia gama de aplicaciones a campos muy diversos, como la
industria química, la de construcciones, etc..
3. Desde el punto de vista político, sobre todo si se tiene en cuenta que en
diez años hemos logrado una posición cercana a un tercer lugar dentro del
marco latinoamericano, aventajada sólo por Brasil, Argentina y México
(países de potencialidad industrial mucho mayor que el nuestro) en lo
referente a la Física del Estado Sólido.
4. Desde el punto de vista ideológico, por la elaboración de un modelo del
mundo, los problemas de la materia y sus transformaciones, de la
causalidad, de la interacción, de la transformación de la cantidad en
calidad, de la práctica como base y el fin del conocimiento y otras muchas
más, de gran importancia en la Filosofía Marxista-Leninista, encuentran en
la Física su permanente evidencia y la posibilidad de su profundización.
No. de graduados de Física (1976)
Procedencia
337
Universidad de La Habana
35
Universidad de Oriente
12
Universidad Central de Las Villas
35
Extranjero
10
Físico-Matemáticos
TOTAL
429
Tabla 2: Número de graduados en Física [Fuente: ESTADO, 1976].
63
Instituciones Nacionales
Extranjeras
Publicaciones (1976)
Escuela de Física de la UH
100
20
Inst. Geofísica y Astronomía, ACC
17
32
Inst. Investigaciones Nucleares, ACC
14
–
Inst. Investigaciones Téc. Fundamental, ACC
10
7
TOTAL
141
59
Tabla 3: Publicaciones científicas [Fuente: ESTADO, 1976].
Año
Defensas
Acumulado
1974
1
1
1975
1
2
1976
3
5
1977
0
5
1978
10
15
1979
7
22
1980
4
26
Tabla 4: Doctores en Física registrados por la CNGC [Fuente: ESTADO, 1976].
Nota. No todos los físicos que defendían sus doctorados en el extranjero realizaban
oportunamente los trámites para la homologación de sus títulos ante la CNGC, por lo que
estas cifras representan una cota inferior.
3.12. La creación del Ministerio de Educación Superior (MES) y los cambios en las
Universidades
El rápido crecimiento de las matrículas y la creciente vinculación entre las universidades y los
demás organismos del Estado, condujo a la división en 1976 de las tres mayores
universidades (UH, UO, UCLV), de la que emergió una amplia red de centros de educación
superior, y a la creación del Ministerio de Educación Superior (MES). Las Facultades de
Pedagogía se transformaron en Institutos Pedagógicos, adscritos al Ministerio de Educación y
64
las de Ciencias Médicas en el Instituto Superior de Ciencias Médicas, subordinado al
Ministerio de Salud Pública. De las Facultades de Tecnología y Ciencias Agropecuarias de la
UH y la UO surgieron el Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echeverría” (ISPJAE),
el Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias de La Habana (ISCAH), el Instituto Superior
Politécnico “Julio Antonio Mella” (ISPJAM), el Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias
de Bayamo (ISCAB). También se fueron creando universidades en varias provincias a partir
de filiales universitarias previamente existentes. En consecuencia el número de departamentos
de Física también creció.
El MES introdujo normas unificadoras en los planes de estudios, en la organización de la
enseñanza y en las actividades de investigación que inicialmente crearon algunas
contradicciones con la diversidad de concepciones, niveles de desarrollo y formas
organizativas previamente existentes. En particular, desaparecieron las Escuelas y se
estableció una estructura similar a la de las universidades soviéticas, formadas por facultades
y departamentos (cátedras). Estos últimos eran la célula básica que agrupaba tanto las
actividades docentes como las de investigación en una disciplina o carrera.
La EF de la UH fue dividida en tres departamentos y una Unidad de Ciencia y Técnica (el
LIEES) “disueltos” dentro de una Facultad de Ciencias Exactas y Geografía que unificó a las
antiguas Escuelas de Física, Química, Matemática y Geografía [Memoria Anuario, 1976–77].
En consecuencia, hubo que romper con el sistema de trabajo anterior, basado en secciones
docentes y grupos de investigación, que permitía una atención diferenciada y especializada a
las dos actividades y que tan buenos resultados había dado. Además dejó de existir la unidad
organizativa que agrupaba a todos los físicos [Memoria Anuario, 1976–77].
Afortunadamente, esta estructura no duró mucho y sucesivamente se fueron desgajando las
Facultades de Química y Geografía, hasta que en 1984 se creó la Facultad de Física, con una
composición similar a la de la antigua Escuela, pero ahora directamente subordinada al
Rector. A pesar de estas dificultades, el incremento del número de doctores, el impulso a la
docencia de postgrado y la ampliación de las relaciones de colaboración con instituciones
soviéticas, caracterizaron los principales avances en esta etapa. En agosto de 1979 se registró
la primera [tesis de Doctorado, en dispositivos microelectrónicos] realizada y discutida en
Cuba, en su totalidad [Boletín, 1979b, p. 32–33]. En 1980 se realizaron a bordo de la estación
espacial Saliut-6 los ya mencionados experimentos, algunos de los cuales fueron diseñados
por físicos de la UH en colaboración con sus colegas soviéticos.
65
Por su parte, el ISPJAE se convirtió en el centro rector de la enseñanza de la ingeniería en
Cuba. El número de carreras de ingeniería creció. El curso básico de Física se diferenció para
cada rama de la ingeniería, y se redactaron los primeros libros de Física para ingenieros
elaborados por autores cubanos.
3.13. Creación de la Sociedad Cubana de Física
Al triunfo de la Revolución la vieja Sociedad Cubana de Ciencias Físicas y Matemáticas se
había desmembrado, con el éxodo al extranjero de una parte importante de los profesionales
cubanos.
El 24 de junio de 1978, en una asamblea de casi 200 físicos, quedó constituida la Sociedad
Cubana de Física (aunque la resolución final resultó registrada oficialmente un año más
tarde), el 29 de junio de 1978 se creaba también la Sociedad Cubana de Matemática [Jimenez
Pozo y Sánchez Fernández, 1993]. Como primer presidente de la Sociedad que fue elegido
Daniel Stolik.
4. El crecimiento de la física cubana hasta 1990: la madurez del sistema
científico cubano
Partiendo del nivel alcanzado en la década precedente, los ochenta trajeron un incremento
sustancial de la investigación y el postgrado en el campo de la física, se fundaron nuevos
centros de investigación y las ramas que ya habían alcanzado algún desarrollo recibieron un
impulso adicional.
4.1. El contexto general
Como ya se ha señalado, el ingreso de Cuba al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME)
en 1976 fortaleció la integración política y económica con la URSS y Europa del Este. Se
adoptó un sistema de dirección y planificación de la economía similar al de estos países, que
incluía proyecciones de desarrollo a largo (varios decenios), mediano (planes quinquenales) y
corto plazo (planes anuales).
La Ciencia se incluía dentro de este mecanismo de planificación centralizada, de modo que
acompañase los programas de desarrollo económico y social del país. Proliferaron los
convenios de colaboración a todos los niveles, lo cual amplió el acceso a las instituciones
líderes de la ciencia y la educación superior, a la participación en programas conjuntos, etc. A
diferencia de la etapa anterior (hasta 1975), en la que algunas instituciones jugaron el papel
66
principal en la concepción y desarrollo de la política científica, ahora fue a los organismos
rectores de la administración central del Estado, entre ellos el Comité Estatal de Ciencia y
Técnica y posteriormente a la Academia de Ciencias de Cuba, a quienes correspondió trazar
las pautas y tomar las decisiones principales.
Al menos en su etapa inicial, este sistema no atribuía a la investigación científica en las
universidades el rol protagónico que habían tenido hasta entonces en el desarrollo económico
y social, sino una función más limitada a la formación de especialistas y las investigaciones
básicas. Esto parecía seguir el esquema de los países socialistas europeos, donde coexistían
tres sectores científicos con funciones supuestamente diferentes: las universidades, los
institutos de las academias de ciencias y los centros de investigación ramales ligados a los
sectores industriales, de servicios o militares. Este modelo suponía en ocasiones la
duplicación o triplicación de recursos humanos y materiales en determinada área del
conocimiento, algo de dudosa aplicabilidad en un país pequeño como Cuba.
Aunque la colaboración con la URSS y el CAME abarcó prácticamente a todos los sectores e
instituciones, hubo varios programas de inversiones para el desarrollo industrial con gran
influencia en la física cubana hasta 1990: el programa nuclear, el de la electrónica y, en menor
medida, los relacionados con los sectores minero-metalúrgico y sidero-mecánico. Estos
programas contaban con financiamientos, asistencia técnica, suministros y mercados
supuestamente garantizados a largo plazo. Como se verá después, el desarrollo del sector de la
salud, de la biotecnología y de la industria médico farmacéutica, donde los físicos también
han tenido cierto espacio, fue esencialmente diferente.
Cada programa tenía sus especificidades, pero en sentido general, la misión principal que se
atribuía a la ciencia cubana en ellos era apoyar el proceso de inversiones y transferencia de
tecnologías hacia estos sectores. Ello suponía la formación de especialistas de alto nivel, la
creación de laboratorios para brindar servicios de apoyo a la industria, la recepción de una
considerable asistencia técnica extranjera y la investigación. Se daba prioridad a las
investigaciones aplicadas, muchas de ellas relacionadas con el aprendizaje, la adaptación e
integración de las nuevas tecnologías a las condiciones locales, aunque también se concedía
cierto espacio a las de carácter básico, que garantizaran una base sólida a la formación de
especialistas y el desarrollo futuro de tecnologías propias. En algunos casos, las tecnologías
transferidas no eran las más avanzadas a escala mundial, bien fuese por su alto consumo
energético, su bajo nivel de automatización o su agresividad con el medio ambiente. Sin
67
embargo, para Cuba parecían representar un salto considerable y un gran desafío para su
joven comunidad científica y tecnológica.
La investigación no se organizaba por ramas de la Ciencia, sino por esferas de aplicación, y
los centros de investigación eran en su mayoría multidisciplinarios. En este contexto, los
físicos aparecen diseminados, con mayor o menor peso, en una amplia variedad de
instituciones cuyos nombres y objeto de trabajo no necesariamente se identifican con la
Física. Sus contribuciones eran publicadas en revistas de muy diverso perfil. En muchos
casos, la investigación se valoraba más por las capacidades creadas, por el “know-how” de un
grupo y por los productos o servicios que contribuía a generar, que por sus publicaciones.
Otra característica general de esa etapa fue el impulso dado a la formación de doctores, que de
acuerdo a la ley cubana de grados científicos hasta 1992 se llamaron Candidatos en Ciencias,
siguiendo la nomenclatura soviética, que reservaba el título de Doctor para los doctorados de
segundo nivel. El número de estudiantes en las universidades cubanas creció
considerablemente y aunque continuó la formación masiva de licenciados e ingenieros en
universidades europeas, el peso de la colaboración educativa, al menos en el campo de la
física, se trasladó hacia el postgrado. Según datos de la Comisión Nacional de Grados
Científicos (CNGC) de la República de Cuba, entre 1980 y 1990 la cifra de doctores en
Ciencias Físicas pasó de 26 a 129, buena parte de ellos graduados en instituciones soviéticas
de muy alto nivel. Las cifras reales deben ser algo mayores porque no todos los que obtenían
su grado en el extranjero homologaban su título ante la CNGC. Tampoco se incluyen los
físicos que defendieron su doctorado en Ciencias Técnicas o en otra especialidad. (Ver
contribución en este volumen de O. de Melo y M. Sánchez)
A pesar de los indudables avances obtenidos, hacia mediados de los años 80 se fue
conformando en todo el país una visión crítica de la investigación científica, dada por el bajo
nivel de aplicación de los resultados, la dispersión temática y la falta de integralidad de
muchos de los esfuerzos que se realizaban. Esa crítica formó parte de otra más general, que
condujo al proceso de “Rectificación de errores y tendencias negativas”, coetáneo de la
“Perestroika”, donde se reflejaron muchas de las características originales de la experiencia
socialista cubana con respecto al modelo de Europa del Este y que se manifestaron en la
posterior evolución de ambos procesos. La insatisfacción por el aporte social de la ciencia no
condujo aquí a la pérdida de confianza en ella, sino a su fortalecimiento.
68
Como resultado, a partir de 1985 se produjeron cambios importantes en la política científica
tendientes a cerrar el ciclo de la investigación, los cuales condujeron a la creación de centros
de investigación de nuevo tipo y de los Polos Científicos, a la mayor utilización del potencial
científico de las universidades y al auge del movimiento innovador denominado Fórum de
Ciencia y Técnica. El resultado más visible de estas transformaciones fue el surgimiento en
Cuba de un sector productivo exportador de alta tecnología asociado a la Biotecnología y la
industria médico farmacéutica, que hoy tiene un peso importante y creciente en la economía
cubana. Sin embargo, durante esos años se desestimuló la defensa de tesis doctorales y la
publicación de artículos científicos, en beneficio de la rápida aplicación práctica de resultados
cuya calidad no siempre estaba avalada por la evaluación de expertos independientes.
[Rodríguez Castellanos, C., 1997 Universidad de La Habana: Investigación Científica y
Período Especial. Revista Cubana de Educación Superior, XVIII, 3, 1997,13–36].
En ese contexto surgieron nuevos centros de investigación, generalmente formados a partir de
grupos ya existentes, con el propósito de dotar a estos colectivos de mayor capacidad para
aplicar sus resultados científicos. Entre los más directamente relacionados con la Física se
destaca la creación del IMRE (Instituto de Materiales y Reactivos para la Electrónica; 1985),
del CEADEN (Centro de Estudios Aplicados al Desarrollo Nuclear; 1985) y del CBFM
(Centro de Biofísica y Física Médica; 1993).
4.2. Experimentos en el Cosmos
Como ya se ha señalado, el ingreso de Cuba al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME)
en 1976 fortaleció la integración política y económica con la URSS y Europa del Este. Se
adoptó un sistema de dirección y planificación de la economía similar al de estos países, que
incluía proyecciones de desarrollo a largo (varios decenios), mediano (planes quinquenales) y
corto plazo (planes anuales).
La Ciencia se incluía dentro de este mecanismo de planificación centralizada, de modo que
acompañase los programas de desarrollo económico y social del país. Proliferaron los
convenios de colaboración a todos los niveles, lo cual amplió el acceso a las instituciones
líderes de la ciencia y la educación superior, a la participación en programas conjuntos, etc. A
diferencia de la etapa anterior (hasta 1975), en la que algunas instituciones jugaron el papel
principal en la concepción y desarrollo de la política científica, ahora fue a los organismos
rectores de la administración central del Estado, entre ellos el Comité Estatal de Ciencia y
69
Técnica y posteriormente a la Academia de Ciencias de Cuba, a quienes correspondió trazar
las pautas y tomar las decisiones principales.
Al menos en su etapa inicial, este sistema no atribuía a la investigación científica en las
universidades el rol protagónico que habían tenido hasta entonces en el desarrollo económico
y social, sino una función más limitada a la formación de especialistas y las investigaciones
básicas. Esto parecía seguir el esquema de los países socialistas europeos, donde coexistían
tres sectores científicos con funciones supuestamente diferentes: las universidades, los
institutos de las academias de ciencias y los centros de investigación ramales ligados a los
sectores industriales, de servicios o militares. Este modelo suponía en ocasiones la
duplicación o triplicación de recursos humanos y materiales en determinada área del
conocimiento, algo de dudosa aplicabilidad en un país pequeño como Cuba.
Aunque la colaboración con la URSS y el CAME abarcó prácticamente a todos los sectores e
instituciones, hubo varios programas de inversiones para el desarrollo industrial con gran
influencia en la física cubana hasta 1990: el programa nuclear, el de la electrónica y, en menor
medida, los relacionados con los sectores minero-metalúrgico y sidero-mecánico. Estos
programas contaban con financiamientos, asistencia técnica, suministros y mercados
supuestamente garantizados a largo plazo. Como se verá después, el desarrollo del sector de la
salud, de la biotecnología y de la industria médico farmacéutica, donde los físicos también
han tenido cierto espacio, fue esencialmente diferente.
Cada programa tenía sus especificidades, pero en sentido general, la misión principal que se
atribuía a la ciencia cubana en ellos era apoyar el proceso de inversiones y transferencia de
tecnologías hacia estos sectores. Ello suponía la formación de especialistas de alto nivel, la
creación de laboratorios para brindar servicios de apoyo a la industria, la recepción de una
considerable asistencia técnica extranjera y la investigación. Se daba prioridad a las
investigaciones aplicadas, muchas de ellas relacionadas con el aprendizaje, la adaptación e
integración de las nuevas tecnologías a las condiciones locales, aunque también se concedía
cierto espacio a las de carácter básico, que garantizaran una base sólida a la formación de
especialistas y el desarrollo futuro de tecnologías propias. En algunos casos, las tecnologías
transferidas no eran las más avanzadas a escala mundial, bien fuese por su alto consumo
energético, su bajo nivel de automatización o su agresividad con el medio ambiente. Sin
embargo, para Cuba parecían representar un salto considerable y un gran desafío para su
joven comunidad científica y tecnológica.
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La investigación no se organizaba por ramas de la Ciencia, sino por esferas de aplicación, y
los centros de investigación eran en su mayoría multidisciplinarios. En este contexto, los
físicos aparecen diseminados, con mayor o menor peso, en una amplia variedad de
instituciones cuyos nombres y objeto de trabajo no necesariamente se identifican con la
Física. Sus contribuciones eran publicadas en revistas de muy diverso perfil. En muchos
casos, la investigación se valoraba más por las capacidades creadas, por el “know how” de un
grupo y por los productos o servicios que contribuía a generar, que por sus publicaciones.
Otra característica general de esa etapa fue el impulso dado a la formación de doctores, que de
acuerdo a la ley cubana de grados científicos hasta 1992 se llamaron Candidatos en Ciencias,
siguiendo la nomenclatura soviética, que reservaba el título de Doctor para los doctorados de
segundo nivel. El número de estudiantes en las universidades cubanas creció
considerablemente y aunque continuó la formación masiva de licenciados e ingenieros en
universidades europeas, el peso de la colaboración educativa, al menos en el campo de la
física, se trasladó hacia el postgrado. Según datos de la Comisión Nacional de Grados
Científicos (CNGC) de la República de Cuba, entre 1980 y 1990 la cifra de doctores en
Ciencias Físicas pasó de 26 a 129, buena parte de ellos graduados en instituciones soviéticas
de muy alto nivel. Las cifras reales deben ser algo mayores porque no todos los que obtenían
su grado en el extranjero homologaban su título ante la CNGC. Tampoco se incluyen los
físicos que defendieron su doctorado en Ciencias Técnicas o en otra especialidad. (Ver
contribución en este volumen de O. de Melo y M. Sánchez)
A pesar de los indudables avances obtenidos, hacia mediados de los años 80 se fue
conformando en todo el país una visión crítica de la investigación científica, dada por el bajo
nivel de aplicación de los resultados, la dispersión temática y la falta de integralidad de
muchos de los esfuerzos que se realizaban. Esa crítica formó parte de otra más general, que
condujo al proceso de “Rectificación de errores y tendencias negativas”, coetáneo de la
“Perestroika”, donde se reflejaron muchas de las características originales de la experiencia
socialista cubana con respecto al modelo de Europa del Este y que se manifestaron en la
posterior evolución de ambos procesos. La insatisfacción por el aporte social de la ciencia no
condujo aquí a la pérdida de confianza en ella, sino a su fortalecimiento.
Como resultado, a partir de 1985 se produjeron cambios importantes en la política científica
tendientes a cerrar el ciclo de la investigación, los cuales condujeron a la creación de centros
de investigación de nuevo tipo y de los Polos Científicos, a la mayor utilización del potencial
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científico de las universidades y al auge del movimiento innovador denominado Fórum de
Ciencia y Técnica. El resultado más visible de estas transformaciones fue el surgimiento en
Cuba de un sector productivo exportador de alta tecnología asociado a la Biotecnología y la
industria médico farmacéutica, que hoy tiene un peso importante y creciente en la economía
cubana. Sin embargo, durante esos años se desestimuló la defensa de tesis doctorales y la
publicación de artículos científicos, en beneficio de la rápida aplicación práctica de resultados
cuya calidad no siempre estaba avalada por la evaluación de expertos independientes.
[Rodríguez Castellanos, C., 1997 Universidad de La Habana: Investigación Científica y
Período Especial. Revista Cubana de Educación Superior, XVIII, 3, 1997,13–36].
En ese contexto surgieron nuevos centros de investigación, generalmente formados a partir de
grupos ya existentes, con el propósito de dotar a estos colectivos de mayor capacidad para
aplicar sus resultados científicos. Entre los más directamente relacionados con la Física se
destaca la creación del IMRE (Instituto de Materiales y Reactivos para la Electrónica; 1985),
del CEADEN (Centro de Estudios Aplicados al Desarrollo Nuclear; 1985) y del CBFM
(Centro de Biofísica y Física Médica; 1993).
4.2. Experimentos en el Cosmos
Quizás la expresión más directa de “cuán alto” llegó la colaboración entre Cuba, la URSS y
los demás países socialistas en el campo de la Física, la constituyen los experimentos
científicos diseñados por físicos cubanos y soviéticos, que fueron realizados a bordo de la
estación orbital Salyut-6. Durante el vuelo conjunto en que participó el cosmonauta cubano
Coronel Arnaldo Tamayo Méndez del 18 al 26 de septiembre de 1980, tres de los 20
experimentos desarrollados habían sido diseñados por físicos e ingenieros cubanos que
durante casi cinco años trabajaron en este empeño junto a científicos soviéticos. Uno de estos
experimentos tenía como objetivo la obtención de nuevos materiales semiconductores en
condiciones de microgravidez. El propósito de los otros dos era estudiar el efecto de la
microgravedad sobre el crecimiento de cristales de sacarosa, incluyendo la cinética molecular
y la microtopografía de los cristales obtenidos en este proceso. Estos últimos estudios
tuvieron ulterior aplicación en la industria azucarera. A finales de este año, se realizaron otros
dos experimentos preparados en colaboración con el Instituto Físico-Técnico Ioffe de
Leningrado y relacionados con la trasmisión de información holográfica entre la estación y la
Tierra. En marzo de 1981, se tomó a bordo de la estación una secuencia de imágenes
holográficas tridimensionales de la disolución de una sal en un líquido, que fueron trasmitidas
72
a tierra para el estudio de la dinámica de este proceso. Otros experimentos biofísicos se
continuaron con estudios sobre el efecto de largos períodos de hospitalización sobre la
circulación sanguínea y los ataques cardíacos. En la presente monografía se incluye un
artículo de J. Altshuler sobre estos estudios y experimentos.
Figura 1: Equipo utilizado en el experimento “Azúcar”.
4.3. La Física y los físicos en el programa de la electrónica. El IMRE y el CEDEIC
Es a comienzos de la década del 80 que se logra articular los esfuerzos que Cuba había
desarrollado de manera independiente en los campos de la Electrónica, la Microelectrónica y
la Computación, con los programas del CAME en esta esfera. La fábrica de componentes
electrónicos de silicio, en construcción en Pinar del Río, cuyo equipamiento había sido
comprado a una firma española adsorbida por Motorola, inicia un proceso de reconversión
tecnológica previo a su puesta en marcha, destinado a operar con materias primas, materiales
y tecnologías de los países del CAME. Al mismo tiempo se proyectan inversiones en la
fabricación de equipos electrónicos, computadoras, circuitos integrados híbridos y circuitos
impresos. Se impulsa la automatización industrial y comienza a desarrollarse la industria del
software. Todo esto se integra en un Programa Nacional de Desarrollo de la Electrónica, bajo
la dirección del entonces Vicepresidente del Consejo de Ministros Pedro Miret, y se crea el
llamado “Frente de la Electrónica”, en cuyas reuniones y comisiones participaban todas las
organizaciones que de una manera u otra tenían que ver con el programa: los organismos
rectores de la ciencia y la economía, la industria, universidades, centros de investigación,
escuelas tecnológicas, empresas importadoras, centros de desarrollo de software, etc. Los
físicos tuvieron una amplia presencia en este programa.
73
En la fábrica de Pinar del Río, oficialmente inaugurada en 1987 con el nombre de Combinado
de Componentes Electrónicos (CCE) “Comandante Ernesto Ché Guevara” llegaron a laborar
casi 30 jóvenes físicos, fundamentalmente en las áreas de tecnología, control de la calidad y
desarrollo. En realidad, las actividades productivas en las áreas de montaje y encapsulado
habían comenzado en 1984. Ya en 1988 se desarrollaron allí circuitos integrados bipolares
lineales que luego fueron producidos en la RDA y se fabricó totalmente, por primera vez en el
país, el amplificador operacional 741.
En el CIME del ISPJAE y en el Departamento de Microelectrónica del Instituto Cubano de
investigación Digital (ICID) se concentraban los pioneros de las investigaciones en
Microelectrónica, los cuales trabajaban con el objetivo de transferir sus desarrollos a la
industria cubana o a fábricas de otros países del CAME. En el ICID se desarrolló el primer
circuito integrado de alto nivel de integración de uso específico, el LOCICHIP, diseñado
totalmente en Cuba y fabricado posteriormente en Bulgaria.
También se incorporó un grupo de unos 10 físicos recién graduados a una fábrica de circuitos
integrados híbridos que se proyectó instalar en el combinado industrial “Copextel”, pero que
nunca llegó a inaugurarse.
En el Laboratorio Central de Telecomunicaciones (LACETEL), en institutos de la ACC,
como el CEDEIC y el ININTEF, en el CNIC y en algunas empresas trabajaban durante los
años 80 decenas de físicos dedicados al desarrollo de dispositivos y equipos electrónicos, las
comunicaciones, el software y la robótica.
En la Universidad de La Habana, los laboratorios de investigación en física del estado sólido
de la Facultad de Física se integraron con otros grupos de la Facultad de Química en el IMRE
(Instituto de Materiales y Reactivos para la Electrónica), creado en 1985 con el objetivo de
concentrar recursos, atraer inversiones estatales y asumir importantes compromisos con el
Programa Nacional de Desarrollo de la Electrónica. La historia del IMRE se analizará a
continuación con más detalle.
4.3.1 El IMRE
A mediados de los años ochenta, el Laboratorio de Investigaciones en Electrónica del Estado
Sólido (LIEES) de la Facultad de Física de la UH, bajo la dirección del Dr. Pedro Díaz
Arencibia primero y del Dr. Juan Fuentes Betancourt después, estaba dedicado a la obtención
y caracterización de materiales semiconductores y dispositivos optoelectrónicos (celdas
solares, diodos electroluminiscentes, láseres, fotodiodos, fototransistores, etc.). El LIEES
74
tenía personal de investigación a tiempo completo, participaba en la colaboración con las
academias de ciencias de los países socialistas, en el programa Intercosmos, etc. La
colaboración con el Instituto “Ioffe”, especialmente con el Laboratorio de Fenómenos de
Contacto que dirigía el académico (ganador del Premio Nobel de Física en 2001) Zhores
Ivanovich Alfërov, era muy amplia y efectiva. La contribución en 1980 al diseño del
experimento “Caribe”, crecimiento de cristales semiconductores en condiciones de
microgravidez, realizado durante el vuelo espacial conjunto cubano – soviético, había sido un
acontecimiento de gran relevancia que prestigió notablemente al laboratorio.
También floreció en estos años el Laboratorio de Magnetismo, dirigido por el Dr. Oscar Arés
Muzio, donde se fabricaban imanes y núcleos de ferritas con materias primas importadas y se
había alcanzado un buen dominio de la tecnología de obtención a nivel de laboratorio de
ferritas para diversas aplicaciones. Por esa época, el Laboratorio de Lateritas de la Facultad de
Química dirigido por el Dr. Leonel Pérez Marín había obtenido óxido férrico de buena calidad
a partir de deshechos de la minería del níquel. Entre ambos surgió la idea de fabricar ferritas
con el óxido férrico cubano y los resultados fueron muy exitosos.
Este logro se presentó por el Dr. Leonel Pérez Marín, quien participó a nombre de la UH, en
la reunión del Frente de la Electrónica del 17 de febrero de 1984, en la que se discutió la
problemática de las materias primas y los materiales necesarios para el desarrollo de la
industria electrónica en Cuba. En esa reunión se propuso crear un instituto de investigaciones
en el campo de los materiales para la electrónica, que estuviera radicado en la UH. Se
estableció el compromiso de que la industria apoyaría a dicho instituto universitario y sería
“su” centro de investigaciones en el campo de los materiales. El asunto se trasladó al VPCM
Pedro Miret y se aprobó en la reunión del Frente de la Electrónica del 9 de abril de 1984, en la
que también se solicitó a la UH participar en las investigaciones destinadas a obtener Cuarzo
para fibras ópticas y resonadores a partir de materias primas cubanas, tarea que se acometió
poco después por el LIEES.
La propuesta de creación del IMRE fue respaldada rápidamente en la UH por los Decanos de
Física (Dr. Carlos Rodríguez Castellanos) y Química (Dr. Jacques Rieumont Briones) y
aprobada por el Rector Fernando Rojas Ávalos y el Ministro de Educación Superior Dr.
Fernando Vecino Alegret. Se constituyó una comisión con los dos decanos y Dr. Leonel Pérez
Marín que, bajo la dirección del Vicerrector primero MSc. Armado Pérez Perdomo, se
encargó de diseñar la estructura y normas de funcionamiento de un centro tan sui generis, que
75
se subordinaba simultáneamente a la UH y al Frente de la Electrónica y donde participaban,
por una parte, investigadores y técnicos de plantilla y por otra, profesores y estudiantes
pertenecientes a las Facultades de Física y Química.
Al IMRE se integraron paulatinamente todos los grupos de investigación experimentales y los
talleres que hasta entonces estaban subordinados a la Facultad de Física, así como los
laboratorios de investigación de Análisis Químico, Polímeros, Química Inorgánica y otros de
la Facultad de Química. La relación del IMRE con las facultades era muy estrecha y existía un
colegio de dirección formado por el director y los dos decanos, donde se tomaban las
principales decisiones. Ambas facultades aportaron profesores que ocuparon las principales
responsabilidades del IMRE y apoyaron su desarrollo con el trabajo de una parte considerable
de sus profesores y estudiantes, sus cursos de postgrado y relaciones internacionales. De la
Facultad de Física pasaron a la dirección del IMRE los doctores Elena Vigil Santos
(subdirectora), Juan Fuentes Betancourt y Oscar Arés Muzio (jefes de departamento).
De 1986 a 1991 el IMRE creció considerablemente y fue objeto de una inversión que
multiplicó su personal e infraestructura y lo dotó de nuevos equipos de investigación y medios
de transporte. Las visitas del Presidente Fidel Castro en 1987 y 1989 y el apoyo que se derivó
de ellas constituyeron un gran impulso y estímulo para el centro.
Durante sus primeros años de trabajo, el IMRE mantuvo relaciones de cooperación muy
estrechas con las empresas del Frente de la Electrónica, así como con diversas instituciones
del sistema de salud, y otros centros de investigación o producción, a los que prestó una
amplia variedad de servicios de gran valor económico y social. La capacidad analítica creada
adquirió importancia estratégica para el país.
Se desarrollaron trabajos de gran valor práctico, como la caracterización de todas las materias
primas que adquiría la industria electrónica en divisas convertibles para su sustitución, por sus
homólogas producidas en Cuba ó en los países socialistas. Se evaluaron también numerosas
materias primas nacionales como arenas cuarzosas, zeolitas y residuos de plantas
metalúrgicas, y se elaboraron procedimientos para su transformación en materiales para la
electrónica. Se montó y se puso en marcha una planta piloto para la producción de materiales
poliméricos utilizados en la industria. Se transfirieron al CCE tecnologías para la producción
industrial de diodos electroluminiscentes, celdas solares y fotodiodos y se fabricaron los
primeros láseres para aplicaciones médicas e industriales.
76
Figura 2: Instalación experimental para la deposición de capas mediante laser pulsado (PLD) en el IMRE.
Universidad de La Habana.
A esos años corresponden también dos hechos que tuvieron singular importancia y estuvieron
relacionados entre sí: por una parte, la obtención de las primeras cerámicas superconductoras
y por otra el montaje de una planta para licuar helio. A estos aspectos nos referiremos
brevemente a continuación.
En Cuba, ningún centro disponía entonces de helio líquido, por lo que no se desarrollaban
investigaciones experimentales sobre superconductividad. Sin embargo, cuando a finales de
febrero de 1987 Paul Chu anunció en Houston la obtención de una cerámica superconductora
de óxido de cobre, bario e itrio con una temperatura crítica superior a 90 K, fácilmente
alcanzable enfriando la muestra con nitrógeno líquido, se “democratizó” el campo de la
superconductividad, hasta entonces reservado a los laboratorios que dispusiesen de helio
líquido, un refrigerante mucho más caro. A partir de la difusión de la forma de obtener el
nuevo compuesto, muchos laboratorios reprodujeron los resultados.
Dada la experiencia del laboratorio de Magnetismo en el método cerámico, se solicitó al Dr.
Oscar Arés Muzio que tratase de reproducir este resultado. En el mes de abril de ese año,
apenas 2 meses después del anuncio de Paul Chu, un equipo dirigido por Arés obtuvo las
primeras cerámicas superconductoras de YBaCuO. Este resultado tuvo una amplia difusión en
77
la prensa a principios de mayo, generó numerosas conferencias y seminarios para explicar el
nuevo avance y mostró que el IMRE no sólo era capaz de resolver problemas prácticos, sino
de obtener resultados científicos de nivel mundial. Al mismo tiempo, abrió una nueva línea de
trabajo, que en los primeros tiempos atrajo a una pléyade jóvenes brillantes y logró la
asignación de recursos para montar un buen laboratorio e iniciar ambiciosos proyectos. Pocos
meses después, también en el CEADEN se obtuvieron cerámicas superconductoras de
YBaCuO y se iniciaron investigaciones sobre superconductividad.
Por aquellos tiempos estaba en proceso de adquisición para el Hospital Hermanos Amejeiras
(HHA) un tomógrafo de Resonancia Magnética Nuclear, cuyo electroimán superconductor
necesitaba ser enfriado con helio líquido. Los directores del IMRE y el HHA propusieron a la
dirección del país la adquisición de una planta licuadora de helio y su instalación en el IMRE,
que sería responsable de suministrarle el helio líquido a todo el que lo necesitara y podría
disponer del mismo para sus investigaciones. El Presidente Fidel Castro, de cuya decisión
dependía el financiamiento de la planta, desconfió inicialmente de la eficacia de esa propuesta
y en la tarde del 10 de julio de 1987 visitó el IMRE para entrevistarse con su Director. En la
reunión participaron también el Rector Dr. Fernando Rojas Ávalos y varios vicerrectores de la
UH. El Dr. Leonel Pérez explicó la propuesta, respondió las preguntas del Comandante y le
ofreció garantías del cumplimiento de la tarea. Acordados los detalles de la instalación de la
planta, Fidel pidió que le mostraran el superconductor que había salido en la prensa. Para ello
se trasladaron al edificio de Física, donde radicaba el laboratorio de Magnetismo. El Dr.
Sergio García, realizó la demostración experimental del efecto Meissner y respondió a las
innumerables preguntas del Comandante acerca de la naturaleza del fenómeno y sus posibles
aplicaciones. Al concluir la visita, el Comandante encargó a un ayudante atender al Instituto,
identificar las principales necesidades y apoyar la continuidad a las investigaciones sobre
Superconductividad. De ahí resultó la construcción del nuevo laboratorio de
Superconductividad y la adquisición de equipos por algo más de medio millón de USD. (Ver
contribución de O. Arés y E. Altshuler en este volumen)
78
Figura 3: Primera visita del presidente Fidel Castro al IMRE. 10 de julio de 1987.
En la tarde del 9 de febrero de 1989 se produjo una segunda visita al IMRE del Presidente
Fidel Castro, la cual comenzó por la ya instalada planta de licuar helio, donde se le montó una
exposición general. Posteriormente visitó los nuevos laboratorios de Análisis Químico,
Sustancias Especiales y Superconductividad. En esa visita se discutió el plan de crecimiento
del IMRE y se aprobaron las obras de lo que hoy constituye el Instituto iniciándose una etapa
de desarrollo con gran apoyo del Consejo de Estado.
Figura 4: Segunda visita de Fidel Castro al IMRE. 9 de febrero de 1989.
La creación del IMRE fue el resultado de una larga cadena de esfuerzos orientados a dos
grandes objetivos. En primer lugar, poner el potencial científico de los profesores y
estudiantes universitarios en función, no sólo de la tradicional misión académica, sino
79
también de las tareas del desarrollo económico del país. En segundo lugar, dotar a la
investigación universitaria de la infraestructura, logística y capacidad de gestión necesarias
para alcanzar resultados de más alto nivel científico y brindar respuestas rápidas, eficientes e
integrales a las demandas de la industria, lo cual, a su vez, influiría positivamente sobre la
calidad de la formación de las nuevas generaciones de profesionales y científicos.
4.3.2. El CEDEIC (originalmente BECICPA)
En el año 1978 fue creado el Buró Especial de Construcción de Instrumentos Científicos con
Producción Adjunta conocido por BECICPA con el objetivo indicado en su largo nombre que
fue tomado casualmente de un informe donde se hacía referencia a su creación. Correspondió
este hecho a la política del CAME de generar interfaces entre los institutos de investigación y
la producción para la introducción de los avances de la ciencia y la técnica en la sociedad, en
lo cual el campo socialista mantenía un atraso respecto a los países occidentales desarrollados.
Esta institución partió de cero en cuanto a infraestructura por lo que los primeros años los
dedicó a la solicitud de equipos, materiales y máquinas herramientas para el montaje de los
laboratorios y el taller de producción.
Desde el propio inicio se desarrollaron pequeñas series de equipos como ionizadores
ambientales y equipos para la electrificación de cercas con el fin de ir entrenando al personal
en el proceso de producción de instrumentos y tener resultados de impacto social, su director
fue el radiofísico José L. Díaz Morera y en la etapa inicial de creación de la infraestructura
necesaria fue muy valioso el aporte de los radiofísicos Justo Ravelo Triana y Oscar
Hernández Jiménez, graduados en la URSS.
En el año 1986 el BECICPA cambia su nombre por el de Centro de Desarrollo de Equipos e
Instrumentos Científicos (CEDEIC) planteándose 4 objetivos fundamentales:
1.
Desarrollar investigaciones relacionadas con el láser y sus aplicaciones
en la medicina, industria farmacéutica, alimenticia, electrónica y
azucarera.
2.
Concebir equipos científicos sobre la base de las investigaciones
desarrolladas y lograr su introducción en la práctica.
3.
Contribuir a orientar la política nacional relacionada con el láser, la
óptica y sus aplicaciones.
4.
Desarrollar investigaciones en mecánica y electrónica de alta tecnología.
80
Atendiendo a estos objetivos se organizó una actividad a ciclo completo de investigación,
diseño, producción y comercialización de instrumentos y equipos basados en la óptica y el
láser, la electrónica moderna y la mecánica de precisión. Se montaron 4 laboratorios de
óptica, un taller de maquinado y otro de montaje de equipos. Todo eso fue instalado en un
viejo edificio dentro de La Habana Vieja correspondiente al antiguo colegio de Belén.
A finales de los años ochenta ya el Centro había diseñado, construido e introducido en la
práctica social, adicionalmente a los referidos con anterioridad, los siguientes instrumentos
ópticos y electrónicos: el LASERMED 1, equipo de fisioterapia y acupuntura láser que
permitió sustituir las clásicas agujas de acupuntura en los lugares introducidos,); el
polarímetro LASERPOL 1, equipo analítico empleado en la medición de glucosa en orina y
que casi no empleaba reactivos químicos constituyendo la alternativa más económica de
control de este indicador cuando se realizan análisis masivos, fue introducido en el Centro
Antidiabético de Ciudad de La Habana realizando miles de análisis; el polarímetro
LASERPOL 101M incorporado en la industria farmacéutica, el Contador de Células
empleado en diversos hospitales y policlínicas para el conteo sanguíneo de hasta 100
componentes diferentes y el PARALTEX-1 de gran utilidad para la industria textil para medir
la calidad de las fibras empleadas en las confecciones, entre otros instrumentos. En el
desarrollo de los equipos de fisioterapia láser jugaron un papel muy activo los físicos José
Luis Díaz Morera y Andrés Combarro Romero y en el caso de los polarímetros automáticos,
el físico Víctor Fajer Avilay el Ing. Nicolás Duarte Marrero, estuvieron al frente del diseño de
los mismos.
Figura 5: Equipos de fisioterapia y acupuntura desarrollados en el CEDEIC. El LASERMED 1 utilizaba como
fuente de luz un láser de He–Ne, se aplicó ampliamente en fisioterapia y pasó pruebas satisfactorias en el Centro
de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ). El LASERMED 401M empleaba como fuente un diodo láser
infrarrojo.
81
Figura 6: Polarímetro digital automático LASERPOL 101M, introducido en la planta de sueros y hemoderivados
de La Habana para el control de la producción de sueros de glucosa y otros productos. Con el mismo se controlaba
la mayor parte de la producción nacional de estos productos.
4.4. La física en el programa nuclear: el ISCTN y el CEADEN
El programa nuclear cubano, tenía como objetivos la construcción, acordada con la URSS en
1976, de una central electronuclear en Juraguá (provincia de Cienfuegos), la introducción de
las técnicas nucleares en la economía y la creación de un sistema de protección radiológica y
seguridad nuclear. Todo esto implicaba un enorme esfuerzo para desarrollar las ciencias y
tecnologías nucleares.
La necesidad de crear una sólida infraestructura para la asimilación de la núcleo-energética y
la introducción de la ciencia y las tecnologías nucleares en la economía del país, que abarca
las inversiones, la formación de cuadros, las investigaciones, la colaboración y otros asuntos,
condujo a importantes decisiones políticas y organizativas.
Como parte de esta reorganización se realizó una evaluación del personal del IFN y se
determinó reubicar fuera de la esfera nuclear a un grupo de especialistas considerados no
idóneos. Esta decisión fue muy cuestionada, porque condujo a prescindir de personas que ya
tenían alguna experiencia, la mayoría de las cuales mostraron después un excelente
desempeño en sus nuevas instituciones.
A principios de 1980, se efectuó la reestructuración de la actividad nuclear, para lo cual se
constituyó la Comisión de Energía Atómica de Cuba (CEAC). La CEAC coordinaba y
controlaba los esfuerzos nacionales de los principales organismos involucrados en la actividad
nuclear, y asesora el gobierno sobre la política a adoptar en esa esfera. Esta comisión interorganismos de la Administración Central del Estado, estaba encabezada por un vicepresidente
82
del Consejo de Ministros e integrada por los ministros de la Industria Básica y de la
Educación Superior, el Presidente de la Academia de Ciencias de Cuba y el Secretario
Ejecutivo de la Comisión, quien dirigía, a su vez, la Secretaría Ejecutiva para Asuntos
Nucleares (SEAN), organismo encargado de aplicar de modo profesional y sistemático la
política trazada.” [Castro Díaz-Balart, 1990, p. 353–354]
Se crearon varias instituciones que servían de soporte científico –tecnológico al programa: el
Centro Nacional de Seguridad Nuclear (CNSN), el Centro de Protección e Higiene de las
Radiaciones (CPHR), el Centro de Isótopos (CENTIS), el Instituto Superior de Ciencias y
Tecnologías Nucleares (ISCTN), el Centro de Estudios Aplicados al Desarrollo Nuclear
(CEADEN), el Centro de Información de la Esfera Nuclear (CIEN).
El programa nuclear contó con la participación de cientos de físicos cubanos, incluyendo al
propio secretario ejecutivo de la SEAN, Dr. Fidel A. Castro Díaz–Balart. Los físicos
estuvieron presentes en casi todas las instituciones antes mencionadas, especialmente el
ISCTN y el CEADEN, y enfrentaron tareas de muy diferente naturaleza en el proceso
inversionista, la formación de cuadros, las investigaciones, la creación de servicios
especializados y la colaboración internacional. Unos veinte físicos defendieron doctorados en
especialidades nucleares en la década.
El programa nuclear se desarrolló en estrecha colaboración con la URSS, los países socialistas
europeos y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Los estudiantes e
investigadores cubanos tuvieron acceso a excelentes universidades y centros de investigación
y a proyectos del OIEA. La participación en el IUIN (Dubna) comenzada a mediados de los
setenta, se amplió y alcanzó un altísimo nivel, llegándose incluso a ocupar por un físico
cubano, el Dr. Elías Entralgo Herrera, una vice dirección del IUIN.
Durante los años ochenta, cientos de los mejores estudiantes cubanos que concluían la
enseñanza media, seleccionados en todo el país, recibieron becas para estudiar especialidades
relacionadas con las ciencias y tecnologías nucleares, incluyendo Física Nuclear, en la URSS
y otros países socialistas. Durante sus estudios en el exterior eran atendidos por funcionarios
que se ocupaban de dar seguimiento a sus resultados docentes y asegurar su formación en las
especialidades de interés para el programa cubano. Para garantizar su preparación previa
adecuada, se fundó el Instituto Pre Universitario de Ciencias Exactas “Mártires de Humboldt
7” que contaba con un excelente claustro y condiciones materiales. La experiencia de “la
Humboldt” se generalizó después a otros 14 (uno por cada provincia) institutos
83
preuniversitarios vocacionales de ciencias exactas (IPVCE) del país, que han constituido la
principal cantera de participantes en las olimpiadas científicas nacionales e internacionales y
de estudiantes de carreras de ciencias en las universidades cubanas.
Adicionalmente, en 1981 se fundó en la UH una Facultad de Ciencias y Tecnologías
Nucleares (FCTN), con el objetivo de preparar especialistas en Física Nuclear, Radioquímica
e Ingeniería Nuclear. El núcleo inicial de la Facultad se integró con personal del departamento
de Física Nuclear de la propia UH, del ISPJAE y otros centros. Como decano fue designado el
Dr. José Roig Núñez un físico formado en la UH y doctorado en la URSS. La FCTN se ubicó
en los terrenos universitarios de la Quinta de los Molinos y se inició un proceso de
construcción de laboratorios y otras instalaciones. Las primeras graduaciones se produjeron a
mediados de la década. Se dio continuidad a la formación de grupos de investigación
experimentales y teóricos en Física Nuclear, tecnología de reactores y métodos nucleares de
análisis. En 1987 la FCTN se separó de la UH para formar el Instituto Superior de Ciencias y
Tecnologías Nucleares (ISCTN) adscrito directamente a la SEAN. Como Rector fue
designado el Dr. Evelio Bello, un físico doctorado en la URSS.
El Centro de Estudios Aplicados al Desarrollo Nuclear (CEADEN), heredero del IFN y el
ININ, comenzó sus actividades en 1985, aunque fue inaugurado oficialmente en sus nuevas
instalaciones de 5ta y 30, Miramar, el 28 de octubre de 1987, con la presencia del Presidente
Fidel Castro Ruz y del Sr. Hans Blix, Director General del Organismo Internacional de
Energía Atómica (OIEA). Su objetivo era la realización de investigaciones aplicadas, trabajos
de desarrollo, asimilación de tecnologías y servicios científico-técnicos en áreas de apoyo al
programa nuclear cubano. Contaba con laboratorios bien equipados de Física del Estado
Sólido, Física Nuclear, Radioquímica y Electrónica Nuclear. El Dr. Daniel Codorniú Pujals,
un físico graduado en la UCLV y doctorado en la URSS fue designado director.
Entre los logros del CEADEN se destaca la asimilación y desarrollo de técnicas de
preparación de compuestos marcados de amplio uso en la medicina y en las investigaciones
biomédicas, que permitían sustituir importaciones y ampliar el uso de los radioisótopos en
este campo. En tal sentido, a fines de 1988, aún sin disponer de todo el equipamiento
necesario, se comenzó a producir la variante gamma del ATP marcado con 32P, con calidad
semejante al de reconocidas firmas, para suministrarla al Centro de Ingeniería Genética y
Biotecnología. Se inició la producción sistemática de insulina marcada con 125I para
84
satisfacer la demanda del HHA y se desarrollaron técnicas de marcaje en otro grupo de
hormonas.
A partir de 1988 creció considerablemente el desarrollo y la producción de equipamiento
electrónico para fomentar el uso de las técnicas nucleares en el país. Se fabricaron 10
radiómetros monocanales, un prototipo de analizador multicanal, dosímetros, un detector de
bajo fondo, detectores de radiaciones ionizantes de barrera superficial y otros equipos.
Figura 7: Radiómetro monocanal RM-4.
Figura 8: Detector de Si de barrera superficial.
Como en muchos países que han desarrollado programas nucleares, aún con fines pacíficos, la
necesidad de concentrar enormes recursos y garantizar la seguridad de todos los procesos
condujo a que se estructurara un sistema de instituciones y regulaciones específicamente
dedicadas a la rama nuclear, que apartaron un tanto a las ciencias “nucleares” de las “no
nucleares”. Esto generó tensiones, pues algunos pensaban que se podía sacar más provecho de
85
la experiencia acumulada e inducir sinergias en otras instituciones, que a su vez se hubiesen
beneficiado de los recursos asignados al programa nuclear. Por otra parte, algunos de los
nuevos centros de educación e investigación creados duplicaban esfuerzos, de manera que
resultados similares o mejores quizás podrían haberse obtenido con menos esfuerzos y gastos
materiales. Entre los ejemplos más visibles, está el cierre de la línea de investigaciones en
Física Nuclear Aplicada con el consiguiente éxodo de especialistas de la UO y la creación a
pocos metros de la UH, donde se estudiaban las carreras de Física y Química, de la FCTN
primero y el ISCTN después, para el estudio de las especialidades de Física Nuclear y
Radioquímica.
Figura 9: Inauguración del CEADEN, 28 de octubre de 1987.
4.5. La Física en las universidades
4.5.1. La Facultad de Física de la UH
Después de un período de 8 años en que los departamentos de Física de la UH estuvieron
mezclados con los de otras especialidades en las facultades, primero de Ciencias Exactas y
luego de Física, Matemática y Computación, en 1984 se crea la Facultad de Física,
continuadora de la Escuela fundada en 1962, ahora bajo la dirección de los doctores Carlos
Rodríguez Castellanos (decano), Carlos Trallero Giner y Luis Hernández García
(vicedecanos).
Además de los ya mencionados avances de las investigaciones experimentales en Física del
Estado Sólido, la creación del IMRE y la participación en el programa de la Electrónica,
durante la década de los ochenta se registraron importantes avances en la docencia de pre y
postgrado y en las investigaciones en Física Teórica.
86
Entre 1981 y 1990 se graduaron en la Facultad de Física 204 Licenciados y unos 20 doctores.
A finales de la década el claustro contaba unos setenta docentes, más de 30 con su doctorado
concluido. Con amplia participación de físicos procedentes de otras instituciones de
investigación, producción y servicios, se elaboró el plan de estudios “C” que se mantuvo
vigente durante 15 años. Además, la Facultad comenzó a jugar un papel importante en la
superación postgraduada de físicos que trabajaban en otras instituciones, especialmente en los
institutos pedagógicos, contribuyendo así a elevar la calidad de la formación de los profesores
y de la enseñanza de la Física en el nivel medio.
El departamento de Física Teórica, bajo la dirección del Dr. Melquiades de Dios Leyva
primero y del Dr. Rolando Pérez Álvarez después, cumplió en 1989 veinte años de fundado.
Contaba entonces con 15 docentes, 9 de ellos doctores (5 graduados en la URSS, uno en la
RDA y 3 en Cuba). Sólo en ese año, se publicaron 28 artículos en revistas internacionales.
Además de impartir con calidad muy reconocida cursos de pre y postgrado de Física Teórica
y Matemática, los profesores del departamento atendían una decena de colaboradores
procedentes de otras instituciones, fundamentalmente docentes de los institutos pedagógicos,
que realizaban sus doctorados bajo la dirección de profesores del departamento. Por estos
años comienzan a diversificarse las líneas de investigación del departamento, más allá de la
teoría de sólidos, y surgen los primeros trabajos sobre dinámica no lineal y sistemas
complejos. En el plano internacional se mantienen vínculos con numerosas instituciones y
personalidades de alto nivel en Europa y América Latina. Se destacan el Instituto FísicoTécnico “Ioffe” de Leningrado y el Instituto Unificado de Investigaciones Nucleares de
Dubna, la Universidad Humboldt en Berlín, el Centro Internacional de Física Teórica (ICTP)
en Trieste, la Universidad de París- Sud, el Instituto Max Planck de Física del Estado Sólido
en Stuttgart, el Instituto de Materiales del CSIC en Madrid y la Universidad de Campinas.
Dos profesores fueron electos miembros asociados del ICTP.
Entre 1985 y 1990, la Facultad de Física amplió notablemente sus vínculos con instituciones
de Europa y América Latina. Se destaca también el apoyo a las actividades de la Sociedad
Cubana de Física, cuyos tres primeros presidentes fueron profesores de la Facultad. Se
organizaron varios eventos científicos nacionales e internacionales de alto nivel, entre ellos el
X Simposio Latinoamericano de Física del Estado Sólido de 1987, que contó con la presencia
de más de 200 participantes.
87
A finales de la década, se construyeron y equiparon, en áreas hasta entonces desiertas del
edificio de Física, varios cientos de metros cuadrados de nuevos laboratorios de física y
talleres para el IMRE. Además, el edificio fue sometido a una reparación estructural general y
los laboratorios docentes fueron reequipados.
4.5.2 La Física en la UO
Después de un período de 8 años en que los departamentos de Física de la UH estuvieron
mezclados con los de otras especialidades en las facultades, primero de Ciencias Exactas y
luego de Física, Matemática y Computación, en 1984 se crea la Facultad de Física,
continuadora de la Escuela fundada en 1962, ahora bajo la dirección de los doctores Carlos
Rodríguez Castellanos (decano), Carlos Trallero Giner y Luis Hernández García
(vicedecanos).
Además de los ya mencionados avances de las investigaciones experimentales en Física del
Estado Sólido, la creación del IMRE y la participación en el programa de la Electrónica,
durante la década de los ochenta se registraron importantes avances en la docencia de pre y
postgrado y en las investigaciones en Física Teórica.
Entre 1981 y 1990 se graduaron en la Facultad de Física 204 Licenciados y unos 20 doctores.
A finales de la década el claustro contaba unos setenta docentes, más de 30 con su doctorado
concluido. Con amplia participación de físicos procedentes de otras instituciones de
investigación, producción y servicios, se elaboró el plan de estudios “C” que se mantuvo
vigente durante 15 años. Además, la Facultad comenzó a jugar un papel importante en la
superación postgraduada de físicos que trabajaban en otras instituciones, especialmente en los
institutos pedagógicos, contribuyendo así a elevar la calidad de la formación de los profesores
y de la enseñanza de la Física en el nivel medio.
El departamento de Física Teórica, bajo la dirección del Dr. Melquiades de Dios Leyva
primero y del Dr. Rolando Pérez Álvarez después, cumplió en 1989 veinte años de fundado.
Contaba entonces con 15 docentes, 9 de ellos doctores (5 graduados en la URSS, uno en la
RDA y 3 en Cuba). Sólo en ese año, se publicaron 28 artículos en revistas internacionales.
Además de impartir con calidad muy reconocida cursos de pre y postgrado de Física Teórica
y Matemática, los profesores del departamento atendían una decena de colaboradores
procedentes de otras instituciones, fundamentalmente docentes de los institutos pedagógicos,
que realizaban sus doctorados bajo la dirección de profesores del departamento. Por estos
años comienzan a diversificarse las líneas de investigación del departamento, más allá de la
88
teoría de sólidos, y surgen los primeros trabajos sobre dinámica no lineal y sistemas
complejos. En el plano internacional se mantienen vínculos con numerosas instituciones y
personalidades de alto nivel en Europa y América Latina. Se destacan el Instituto FísicoTécnico “Ioffe” de Leningrado y el Instituto Unificado de Investigaciones Nucleares de
Dubna, la Universidad Humboldt en Berlín, el Centro Internacional de Física Teórica (ICTP)
en Trieste, la Universidad de París- Sud, el Instituto Max Planck de Física del Estado Sólido
en Stuttgart, el Instituto de Materiales del CSIC en Madrid y la Universidad de Campinas.
Dos profesores fueron electos miembros asociados del ICTP.
Entre 1985 y 1990, la Facultad de Física amplió notablemente sus vínculos con instituciones
de Europa y América Latina. Se destaca también el apoyo a las actividades de la Sociedad
Cubana de Física, cuyos tres primeros presidentes fueron profesores de la Facultad. Se
organizaron varios eventos científicos nacionales e internacionales de alto nivel, entre ellos el
X Simposio Latinoamericano de Física del Estado Sólido de 1987, que contó con la presencia
de más de 200 participantes.
A finales de la década, se construyeron y equiparon, en áreas hasta entonces desiertas del
edificio de Física, varios cientos de metros cuadrados de nuevos laboratorios de física y
talleres para el IMRE. Además, el edificio fue sometido a una reparación estructural general y
los laboratorios docentes fueron reequipados.
4.5.2 La Física en la UO
El departamento de Física del ISPJAE creció considerablemente, hasta llegar a contar con
más de cien docentes. Era el centro rector nacional para la enseñanza de la Física a los
ingenieros y dio un notable impulso a las investigaciones sobre pedagogía y didáctica de la
Física. Algunos de sus integrantes estaban vinculados a las investigaciones en el campo de la
Microelectrónica en el CIME, centro que tenía un elevado protagonismo en el Programa de la
Electrónica. Sin embargo, los principales resultados científicos se alcanzaron en el campo de
la Óptica.
En 1975 había surgido en el departamento un pequeño grupo integrado por Angel Augier,
Jorge Alum, Beatriz Moreno, Luis Martí y otros, con el propósito inicial de fabricar un láser
de colorante. El grupo creció, formó sus primeros doctores en la URSS y con sus primeros
éxitos condujo en 1983 a la creación de la Unidad de Ciencia y Técnica de Óptica Coherente,
adscrita a la Facultad de Ingeniería Electrónica del IPSJAE, la cual continuó la formación de
89
doctores y trabajó en el diseño, la construcción y las aplicaciones de láseres, interferometría
speckler, holografía y comunicaciones ópticas (Martí 2009).
Entre los principales logros de este colectivo se destaca la fabricación bajo la dirección del
Dr. Luis Martí, de dos bisturíes láser de CO2 de 40 W que fueron utilizados exitosamente en
operaciones en el Hospital “Calixto García Íñiguez”. Se construyó una Instalación
Tecnológica Láser (ITELA) de 400 W. También se fabricaron láseres de Nd YAG en régimen
de generación libre y de sincronismo de modos de rubí con generación libre de pulsos de 0,5
J, así como un conmutador de centros de color para su empleo en holografía.
A partir de un donativo canadiense de láseres de He-Ne de baja potencia y placas AGFAGAEVERT, se comenzaron los trabajos en holografía. Bajo la dirección de la Dra. Beatriz
Moreno, se realizaron aplicaciones prácticas de la holografía a la conservación de objetos de
alto valor patrimonial entre los que se destacan los hologramas de Denisiuk de reliquias del
General Antonio Maceo, de objetos personales de José Martí y de la medalla de Premio Nobel
de Ernest Hemingway. Se montó un laboratorio de holografía en el Museo Nacional de Bellas
Artes.
También se realizaron trabajos de ensayo óptico no destructivo de sistemas mecánicos y
simulación digital de cuadros de speckler. Bajo la dirección del Dr. Jorge Presmanes se creó
un canal experimental de comunicaciones ópticas entre el Capitolio y otros centros de la
Academia de Ciencias de Cuba.
4.5.4. Otras universidades
La reestructuración y ampliación del sistema de educación superior cubano, a finales de los
setenta, condujo al surgimiento de decenas de nuevos centros de educación superior
especializados en la formación de ingenieros, médicos, agrónomos, profesores, etc. En
consecuencia, creció el número de departamentos de Física, encargados de la enseñanza de
esta disciplina e integrados mayoritariamente por jóvenes físicos egresados de las
universidades o los institutos pedagógicos y también por ingenieros. Con la creación de varias
universidades militares, varios profesores de la fuerte cátedra de Física del ITM “José Martí”,
algunos de ellos ya con el doctorado concluido, pasaron a otros centros militares o a la vida
civil.
Diversos mecanismos contribuían a fomentar los vínculos y el intercambio de experiencias
entre estos departamentos de Física: la Comisión Nacional de Física adscrita al MES, otras
comisiones unificadoras de planes y programas de estudio, las frecuentes inspecciones
90
docentes de unos centros a otros, donde los inspectores de hoy podían ser los inspeccionados
de mañana, la facultad de superación de profesores adscrita a la UH donde iban a pasar cursos
de superación profesores de todo el país, los concursos y foros estudiantiles nacionales, las
actividades de la SCF, etc.
Muchos de estos jóvenes profesores de física comenzaron a desarrollar investigaciones
relacionadas con el perfil de su institución (tecnológico, agropecuario, médico, deportivo,
pedagógico, etc.), otros se vincularon a grupos de investigación en física en las universidades,
el CNIC o los institutos de la ACC. Se utilizaron los convenios con instituciones soviéticas
para formar sus primeros doctores. Hacia el final de la década, ya se apreciaba un mayor nivel
en estos claustros y varios departamentos de Física formaron sus propios grupos de
investigación. En el caso de la UCLV continuó la tradición que existía en Física de Metales,
pero surgieron nuevos grupos, como el de Física Térmica en la Universidad de Camagüey, los
de Dieléctricos y Física Teórica en el Instituto Pedagógico “Enrique José Varona”, el de
Física de Suelos en el ISCAH, otro de Física de la Cristalización de Azúcar en la Universidad
de Matanzas, etc.
Durante la década de los ochenta, Cuba mantuvo una amplia colaboración civil con Angola,
Etiopía y Nicaragua, que incluyó a varias decenas de físicos cubanos que cumplieron
honrosas misiones internacionalistas como profesores en las universidades de esos países. El
25 de marzo de 1984 durante la defensa de la ciudad de Sumbe, en Kwanza Sur, República de
Angola, donde prestaba servicios como profesor, cayó heroicamente el colaborador cubano
Licenciado Héctor Alfredo Pineda Zaldívar, joven profesor de Física del Instituto Superior
Pedagógico de la Enseñanza Técnica Profesional, institución que hoy lleva su nombre.
4.6. La física en el CNIC
A partir de la reestructuración de la Educación superior en 1976, el CNIC dejó de formar
parte de la Universidad de La Habana, pero permaneció adscrito al MES y continuó jugando
un papel muy importante en la formación de postgrado de los profesores de la educación
superior. Aunque dispersa en varias áreas e inicialmente concebida como complemento a las
investigaciones químicas y biomédicas, la física en el CNIC, alcanzó en los años 80
personalidad propia y un elevado nivel. Alrededor de 20 físicos trabajaban allí, sin incluir
aquellos vinculados a otras instituciones que realizaban parte de su trabajo experimental con
equipos del CNIC o los que prepararon allí sus tesis doctorales. Por una parte, se
desarrollaron aplicaciones a la explotación y aprovechamiento de los recursos minerales
91
cubanos, que incluyeron equipos de fluorescencia de rayos X y métodos basados en
espectroscopia Mössbauer para la industria del níquel; estudios relativos a los minerales
sulfurosos polimetálicos del occidente de Cuba como fuente potencial de In, Ga, Ge y otros
metales para la emergente industria electrónica, investigaciones para la utilización de las
zeolitas cubanas en remediación ambiental, alimentación animal, tratamiento de suelos,
liberación controlada de fertilizantes y medicamentos. Los físicos que trabajaban en el CNIC
tenían también presencia en temas de metalurgia (tratamientos superficiales, efectos de la
soldadura en las propiedades de aceros, conformación de metales por explosivos) y en
estudios sobre la vida útil de los materiales en las condiciones corrosiva del clima tropical,
húmedo y costero de Cuba. Dentro de las actividades propiamente biomédicas, en esa década
se consolidó el grupo de Neurociencias dedicado a modelar y estudiar la actividad eléctrica
cerebral con vistas a desarrollar equipos y métodos de diagnóstico para diferentes patologías.
Hasta los primeros años de la década de los 90s, el CNIC dispuso de una amplia
infraestructura en equipos de microscopía electrónica, difracción de rayos X, espectrometría
de masas, resonancia magnética nuclear, espectroscopia infrarroja, fluorescencia de rayos X,
espectrometría Mössbauer y otros, alrededor de los cuales había presencia de físicos y de la
cual se beneficiaban muchas instituciones del país. En julio de 1990 el grupo que hacía
espectrometría Mössbauer en el CNIC, en colaboración con investigadores de esa área de la
UH, organizó la segunda versión de la Conferencia Latino Americana sobre Aplicaciones del
Efecto Mössbauer (LACAME 90) con una nutrida participación de investigadores no sólo de
la región sino también del resto del mundo. Una muestra del peso que en determinado
momento alcanzo la Física en el CNIC es el hecho de que la Revista CNIC, quizás la de más
trascendencia y continuidad del país en aquella época, se publicada en tres Series: Biología,
Química y Física. Esta última desaparecería a finales de la década, absorbiendo la serie
Ciencias Químicas las contribuciones en el área de la Física.
4.7. La Física en la ACC
4.7.1. El ICIMAF
En 1986 tuvo lugar la creación del ICIMAF (Instituto de Cibernética, Matemática y Física) a
partir de la fusión del Instituto de Matemática, Cibernética y Computación (IMACC) con el
Instituto de Investigaciones Técnicas Fundamentales (ININTEF). Los físicos, unos veinte, se
concentraban en los grupos de Física Teórica y Ultrasónica, pero también participaban en
colectivos multidisciplinarios en las áreas de control automático y electrónica.
92
El grupo de Física Teórica, dirigido por el Dr. Hugo Pérez Rojas, se dedicaba a las
investigaciones en Teoría Cuántica del Campo y sus aplicaciones a la Física de la Materia
Condensada, la Física Nuclear, la Física de Partículas y la Astrofísica. Ya había alcanzado un
buen nivel, mantenía una estrecha colaboración con el Instituto “Lebedev” de la Academia de
Ciencias de la URSS y contaba con más de 30 publicaciones en revistas internacionales.
Hacia el final de la década estaba integrado por cinco doctores y varios jóvenes en formación,
incluyendo personal de otras instituciones. Como el número de estudiantes que se
incorporaban cada año era pequeño, pocas veces se impartieron cursos formales, sino que,
cada estudiante recibía un programa y una lista de libros para su autopreparación bajo la
supervisión y consejo de un tutor, para después comenzar un trabajo de tesis. Con ese método
han venido brindando una formación especializada en Teoría del Campo y materias afines a
sucesivas generaciones de físicos cubanos.
El grupo de Ultrasónica se dedicaba al desarrollo de equipos y sensores ultrasónicos para
aplicaciones, industriales, médicas y científicas. Relacionado con él surgió por estos años un
grupo para la obtención y estudio de cerámicas piezoeléctricas.
4.7.2. El IGA
En el año 1974 se habían unificado los institutos de Geofísica y de Astronomía de la ACC
para dar lugar al Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA), que contaba al crearse con 130
trabajadores. Sus temas y proyectos de trabajo se agrupaban en dos problemas principales:
•
El estudio del Sol, la ionosfera, la magnetosfera y sus interrelaciones.
•
El estudio de los procesos físicos endógenos y la estructura profunda del
archipiélago cubano.
En estas dos direcciones se realizaron investigaciones de importancia económica, vinculadas
al desarrollo de las comunicaciones, en el primer caso, y a la determinación del riesgo sísmico
y la elaboración de mapas magnéticos, gravimétricos y otros.
Hasta 1990, el IGA mantuvo una estrecha colaboración con instituciones homólogas de la
URSS y otros países socialistas. Como resultado de esta colaboración se instalaron numerosos
equipos, tales como estaciones de registro Faraday, una estación telemétrica para la detección
de satélites, estaciones de sondeo inclinado de la ionosfera, una estación de rastreo de
satélites, un trasmisor de ondas cortas, un analizador espectral y otros.
93
4.7.3. El Centro de Investigaciones de Energía Solar en Santiago de Cuba
Hemos visto anteriormente la decisión de la ACC de crear un grupo de investigación sobre
energía solar en Santiago de Cuba. Su desarrollo dio lugar a la creación del “Centro de
Investigaciones de Energía Solar” (CIES) con el objetivo de fomentar los trabajos de ahorro
de energía en el país, así como contribuir al desarrollo científico-técnico en las provincias
orientales, aprovechando el potencial intelectual que ya se había creado en las universidades.
El CIES fue concebido desde su inicio como un centro de investigación –producción a ciclo
cerrado. En 1982 empezó el proceso inversionista, construyéndose un primer edificio y una
pequeña área de polígono experimental en su primera etapa. La segunda etapa del proceso
inversionista consistió en la edificación del taller de prototipos, los talleres de producción
experimental y los laboratorios definitivos, así como la terminación del polígono.
4.8. Panorama de la física cubana hacia 1990
A comienzos de los años noventa, la Física en Cuba había alcanzado un nivel de desarrollo
muy prometedor. Además de su importante contribución a la Educación a distintos niveles, la
participación de los físicos era significativa en los programas de desarrollo de la Electrónica y
de la Energía Nuclear, con una presencia reconocida en colectivos interdisciplinarios
relacionados con la Biomedicina, la Meteorología, la Computación y el programa MineroMetalúrgico.
Como resultado de las tres décadas de trabajo y colaboración internacional aquí descritas, se
habían obtenido importantes logros entre los que se destacan los siguientes:
A. Formación y superación de profesionales y científicos
•
Alrededor de 1200 Licenciados en Física se habían graduado en
universidades cubanas y extranjeras, más del 10 % de los cuales
poseían ya un grado de Doctor en Física, mientras que un número
considerable de ellos habían alcanzado un doctorado en otras
ciencias técnicas, pedagógicas o naturales.
•
Una cifra similar de Licenciados en Educación había egresado de los
Institutos Pedagógicos en la especialidad de Física, varias decenas
los cuales eran ya doctores en Ciencias Pedagógicas, especializados
en la enseñanza de la Física.
•
En las Universidades de la Habana y Oriente desde los años sesenta
y en el Instituto Superior de Ciencias y Tecnologías Nucleares en los
ochenta, se habían consolidado programas de formación de físicos
que graduaban ya, en su conjunto, unos 60 licenciados cada año.
94
•
Estos programas, fuertemente influidos por la escuela soviética, se
caracterizaban por una rigurosa formación básica, tanto teórica como
experimental, incorporaban la investigación y, en general, se
comparaban favorablemente con la media internacional.
•
A todos los Licenciados en Física se les garantizaba una ubicación
laboral acorde a su perfil profesional, predominantemente en centros
de Educación Superior y de Investigaciones, con menor presencia en
la Educación Media. Crecía el número de físicos trabajando en la
industria y en instituciones de salud.
•
En los años setenta se realizaron las primeras maestrías y en los
ochenta, comenzaron a prepararse y defenderse en el país tesis de
doctorado.
•
También en los Institutos Pedagógicos los programas de estudio y
los claustros habían ido elevando paulatinamente su nivel científico,
graduando profesores para la enseñanza media mejor preparados en
Física.
•
El sistema de los IPVCE junto al movimiento de los concursos y
olimpiadas constituían una excelente cantera para los estudios
superiores. La celebración en Cuba de la XXII Olimpiada
Internacional de Física en 1991 constituyó un reflejo de los avances
en este campo y un reconocimiento internacional a los mismos.
B. Investigación
•
De acuerdo a un informe de la SCF, en 1990 existían al menos 40
grupos con presencia de cinco ó más físicos que realizaban de forma
sistemática investigaciones básicas o aplicadas. En estos grupos,
localizados principalmente en universidades y centros de
investigación, participaban en total unos 400 físicos, incluyendo más
de 120 doctores.
•
Las áreas de mayor actividad eran la Física de Sólidos, la Física
Nuclear, la Óptica, la Física de la Tierra y el Espacio, la Física
Matemática, la Física de Campos y Partículas y la Física Médica.
•
Había una importante y creciente presencia de físicos en grupos de
investigación multidisciplinarios relacionados con la Electrónica, la
Computación, la Biotecnología, las Neurociencias, la Meteorología,
la Geofísica, la Astronomía, la Ciencia de Materiales, diversas
especialidades médicas y otras áreas.
•
Predominaban las investigaciones de carácter experimental,
orientadas hacia las aplicaciones. El número de publicaciones en
revistas internacionales era modesto.
95
•
Aunque no existían facilidades experimentales sofisticadas, se
contaba con equipos y suministros suficientes para desarrollar
investigaciones experimentales de manera estable, que se
complementaban con visitas a laboratorios en el extranjero.
•
Algunos logros científicos de resonancia internacional obtenidos en
Cuba en la década de los ochenta ilustran el nivel que se había
alcanzado. Ejemplos notables de ello son la participación en el
experimento Caribe durante el vuelo cósmico soviético-cubano y la
obtención de superconductores de alta temperatura crítica poco
después de su descubrimiento.
•
La Sociedad Cubana de Física, creada en 1978, contaba con unos
500 asociados, publicaba cuatrimestralmente desde 1981 la Revista
Cubana de Física y organizaba bienalmente sus congresos y
simposios. A finales de la década su Presidente era el Dr. Juan
Fuentes Betancourt.
•
En el país se desarrollaban regularmente eventos científicos
internacionales.
C. Relaciones internacionales
•
Se mantenían fuertes lazos de cooperación con instituciones
extranjeras de muy alto nivel, especialmente de la URSS, pero
también de la RDA, Italia, España, México y Brasil, en el marco de
las cuales se formaban y superaban los físicos cubanos, se realizaban
investigaciones conjuntas, se obtenía información científico-técnica
y se desarrollaba la base material de los laboratorios de investigación
y docencia. La fuga de cerebros era un fenómeno casi desconocido.
•
Se participaba en las principales organizaciones regionales y
mundiales relacionadas con la Física (CLAF, FELASOFI, ICTP,
IUPAP, OIEA, ICO.), así como en organizaciones propias de los
países socialistas (IUIN, programa Intercosmos, etc.).
•
En relación con Latinoamérica, sólo Brasil, Argentina y México
contaban con mayores recursos humanos y materiales que Cuba en el
campo de la Física. Sin embargo, por la calidad de la formación
básica de los especialistas, por el predominio de las investigaciones
experimentales y aplicadas, así como por el vínculo de los físicos
con la producción y los servicios, el desarrollo cubano no era inferior
al de los países más avanzados y de mayor tradición en la región.
96
No.
Institución
Campo de investigación
1
UH. IMRE-Facultad de Física
Láseres semiconductores
2
DELs
3
PV celdas
4
Crecimiento de cristales
5
Láseres de estado sólido
6
Magnetismo y ferroelectricidad
7
Superconductividad
8
Anális estructural (XRD, EM)
9
Cerámicas
10
UH. Facultad de Física
Teoría de la materia condensada
11
ICIMAF
Ultrasonido
12
Teoría Cuántica del Campo
13
Cerámicas piezoeléctricas
14
Comunicación Óptica y robótica
15
CEADEN
Solid state techniques (DRX, NMR, MBE)
16
Física Nuclear experimental
17
Electrónica nuclear
18
Física Nuclear teórica
19
UCLV
Física de los Metales y soldadura
20
CNIC
Físico Química y métodos de análisis físicos
21
22
Neurofísica
ISCTN
Métodos de análisis nucleares
97
23
Física y tecnología de Reactores Nucleares
24
Física Nuclear teórica
25
UO
RMN y Física Médica
26
Física del Estado Sólido
27
Física Teórica
28
CEDEIC
Óptica
29
30
Electrónica
Instituto de Geofísica y Astronomía
Sismología
31
Geofísica de la magnetosfera e ionosfera
32
Actividad Solar
33
Meteorología
Física de la Atmósfera
34
ISPJAE
Microelectrónica
33
Óptica
34
Enseñanza de la Física
35
ISPEJV
Dieléctricos
36
Física Teórica
37
Didáctica de la Física
38
Instituto de Oceanología
Oceanología Física
39
UC
Energía térmica
40
CIME
Metalurgia
41
ICID
Microelectrónica
42
Instituto de Metrología
Metrología. Estándares de la Física Cuántica
Tabla 5: Algunos grupos de física estables alrededor de 1990.
98
5. La Física en el Período Especial
5.1. El contexto general
En 1991 comenzó el “Período Especial”: denominación oficial de una larga etapa de crisis
económica y privaciones originada por el desastroso efecto que tuvo la desintegración de la
URSS y el derrumbe del socialismo europeo sobre la economía y las condiciones de vida de
los cubanos. Cuba se tuvo que enfrentar a la súbita desaparición de sus mercados, fuentes de
abastecimiento y créditos, así como al recrudecimiento del bloqueo norteamericano mediante
las leyes Torricelli (1994) y Helms Burton (1996). En los primeros cuatro años, el PIB
descendió más de un 36 % y el nivel de vida de la población disminuyó sensiblemente. A
partir de 1995 la economía cubana retomó el crecimiento, pero considerado a precios
constantes, sólo en el año 2007 se recuperó el PIB de 1990. [Banco Nacional de Cuba. La
economía cubana en el Período Especial, http://www.bc.gov.cu].
La crisis dio lugar a una reorganización completa de la economía cubana. Mientras que
algunos sectores quedaron virtualmente paralizados, otros como el turismo, la extracción de
petróleo, la industria del níquel, la biotecnología y la producción de alimentos recibieron un
considerable impulso. La inversión extranjera creció y el país buscó nuevos mercados y
fuentes de financiamiento.
Entre las estrategias desarrolladas por el gobierno cubano para enfrentar la crisis se destacó el
impulso a las actividades de investigación científica e innovación tecnológica que pudiesen
contribuir al desarrollo de los sectores priorizados o a la solución de los apremiantes
problemas que enfrentaba el país en todos los aspectos de la vida económica y social. Durante
los peores años de la crisis el presupuesto para la ciencia se mantuvo y las inversiones en este
sector crecieron, especialmente en el sector de la biotecnología y la industria médico –
farmacéutica. Las universidades formaron parte de este proceso y nuevos grupos de
investigación a ciclo completo surgieron o florecieron en esta etapa.
Por supuesto que el financiamiento se concentró en pocos sectores y en aquellos proyectos
que prometían resultados en el más breve plazo posible. Las restantes actividades científicas
se vieron seriamente afectadas por el deterioro de las condiciones de trabajo y de vida y por la
pérdida de las relaciones de colaboración con instituciones científicas de la URSS y otros
países socialistas. Muchos grupos de investigación se debilitaron o simplemente
desaparecieron. Creció el éxodo de científicos hacia otros sectores mejor retribuidos. La
colaboración científica internacional se reorientó hacia Latinoamérica, Europa occidental,
99
especialmente España, y Canadá. Comenzó a incrementarse la fuga y el robo de talentos,
fenómeno de poco peso en Cuba hasta entonces. Sin embargo, puede afirmarse que a pesar de
las difíciles condiciones de vida y de trabajo que enfrentó, la mayor parte de la comunidad
científica cubana realizó un extraordinario esfuerzo para preservar los logros de décadas
anteriores e hizo un considerable aporte a la recuperación del país.
Paulatinamente, se fueron poniendo en vigor sistemas de financiamiento que permitían a las
instituciones generar recursos para su sostenimiento sobre la base de la comercialización, en
el mercado interno o en el exterior, de servicios científico – técnicos, producciones
especializadas, asesorías, etc. Además de su aporte a la economía y la sociedad cubana en
general, estas actividades han tenido un impacto positivo sobre las condiciones de trabajo y
los ingresos de los investigadores. Han conducido a elevar la cultura sobre aspectos que son
fundamentales para la innovación tecnológica, como son la protección de la propiedad
intelectual, la elaboración de documentación técnica, la implementación de sistemas de
calidad, el registro de productos y equipos, la participación en ferias y exposiciones
comerciales, etc. Sin embargo, en algunos casos se vieron acompañadas por una reducción de
las publicaciones científicas y la formación de doctores, lo cual condujo a un debilitamiento
de las investigaciones y a la descalificación de una parte del personal científico.
Como parte de la prioridad dada a la ciencia y la innovación tecnológica, al reestructurarse en
1994 la administración central del Estado cubano, se creó el Ministerio de Ciencia,
Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), quedando la Academia de Ciencias de Cuba como
un órgano de asesoría y consulta integrado por científicos electos para el ejercicio como
académicos por un periodo de cuatro años, retomando la tradición de la primera academia de
ciencias cubana, fundada en 1861. El CITMA incorporó una amplia variedad de funciones,
incluyendo las actividades de la SEAN, la Oficina Cubana de Propiedad Industrial, de la
Comisión Nacional de Medio Ambiente y otras. También implementó un sistema de
evaluación, selección, financiamiento y control de proyectos de investigación científica e
innovación tecnológica adscritos a programas nacionales, ramales o territoriales que
expresaban las prioridades estatales para la Ciencia.
Sin embargo, la prioridad real siguió concentrada en el Polo Científico del Oeste, una red
formada por decenas de centros de investigación y producción del sector de la biotecnología y
la industria médico – farmacéutica, atendidos y financiados directamente por el Consejo de
Estado. Los centros del Polo se convirtieron en importantes exportadores de vacunas,
100
medicamentos y otros productos, servicios y tecnologías, con un peso creciente en la
economía cubana.
Otro foco importante de la actividad de investigación e innovación durante los años noventa
fue el Fórum de Ciencia y Técnica (FCT): un movimiento de masas, surgido en la década del
60 como Fórum de Piezas de Repuesto, dedicado a promover la obtención y generalización de
soluciones a problemas en distintas esferas de la producción y los servicios. El FCT
organizaba eventos anuales a nivel de base (empresas, escuelas, universidades, centros de
investigación, etc.), municipio, provincia y nación, en los que participaba más de un millón de
personas, incluyendo obreros, técnicos, estudiantes de todos los niveles, profesores,
investigadores, etc. Se otorgaban premios a los autores de los mejores trabajos seleccionados
por jurados que evaluaban en primer lugar el impacto económico o social del resultado. En su
fase nacional, el FCT era objeto de una gran atención por parte del Gobierno y los autores de
los resultados premiados a ese nivel recibían importantes estímulos morales y materiales. La
mayoría de las instituciones científicas prestaban gran atención a sus resultados en el FCT y el
número de premios recibidos constituía una importante medida de su desempeño, a menudo
más importante que las publicaciones científicas u otros indicadores tradicionalmente
empleados para medir la actividad científica.
De acuerdo con los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (http://www.one.cu), en los
años finales de la década Cuba contaba con más de 60 000 trabajadores (el 1.15 % de la
población económicamente activa) en actividades científicas y tecnológicas (ACT), de los
cuales unos 31 000 eran graduados universitarios y más del 50 % eran mujeres. Los gastos
corrientes en ACT oscilaban alrededor del 1 % del PIB, la mitad de ellos dedicados a
actividades de I+D y provenientes en más del 60 % de financiamiento estatal central y un 30
% de las empresas estatales, con menos del 5 % de financiamiento externo.
5.2. La Física cubana ante las nuevas prioridades
Como se ha explicado, el Programa de la Electrónica y el Programa Nuclear constituían hacia
1990 los principales motores impulsores del desarrollo de la Física en Cuba. Ambos
programas habían sido concebidos en el marco de la colaboración con la URSS y el CAME,
por lo que a comienzos de la década fue necesario el redimensionamiento y la reorientación
radicales de los mismos.
Como resultado de estos cambios y de las nuevas direcciones del desarrollo de la economía
para el Período Especial, la Física quedó un tanto fuera de las prioridades de la Ciencia
101
cubana. Sin embargo, el impulso dado al desarrollo de la Biotecnología y la Industria Médico
Farmacéutica constituyó un estímulo importante durante los años noventa.
5.2.1. El Programa Nuclear
En el caso del programa nuclear, la construcción de la central electronuclear de Juraguá,
Cienfuegos, que era su principal objetivo, fue interrumpida a comienzos de la década y
definitivamente cerrada en 1998. La prioridad se trasladó a la aplicación de las técnicas
nucleares en otros sectores de la producción y los servicios, especialmente en la salud.
Durante estos años se fortaleció la colaboración con el Organismo Internacional de Energía
Atómica, que contribuyó al financiamiento de numerosos proyectos. En 1994, como parte de
la reestructuración de la administración central del estado, la SEAN fue disuelta. Las
actividades y centros a su cargo pasaron a la jurisdicción de la Agencia de Energía Nuclear y
Tecnología Avanzada (AENTA) del CITMA, que agrupa a un importante conjunto de
instituciones vinculadas a las ciencias nucleares y otras ramas de la Física [Hardy, 2006].
Figura 10: Red de centros de la Agencia de Energía nuclear y Tecnología Avanzada.
El CEADEN, el centro de la esfera nuclear más relacionado con la Física, continuó sus
investigaciones básicas en Física Nuclear y Estado Sólido, aunque se concentró en la
102
fabricación de equipos (detectores semiconductores, láseres, medidores de tensiones
residuales en soldaduras, medidores de energía y potencia de láseres, densitómetros, etc.) y en
la prestación de servicios científico – técnicos de análisis y medición. Años después se unificó
(manteniendo su nombre) con el CEDEIC, ampliándose la línea de fabricación de equipos de
alta calidad con polarímetros y láseres para acupuntura o fisioterapia, que se introdujeron en
la industria y en los servicios de salud nacionales o se exportaron a varios países de la región.
El ISCTN continuó la formación de licenciados en Física Nuclear y Radioquímica, ingenieros
físicos y energéticos nucleares (hasta 1993) e ingenieros nucleares (de 1993 a 2003).
Paulatinamente fue ampliando el perfil de sus actividades docentes y científicas más allá del
campo de las especialidades nucleares.
En 1994 se puso en explotación el Centro de Isótopos (Zerguera, 2009), institución científicoproductiva que en la actualidad produce más del 80 % de los radioisótopos que se consumen
en el país, logrando una importante sustitución de importaciones en los costosos servicios de
salud que emplean estos reactivos. Los físicos, junto a otros especialistas, han tenido un
importante papel en el desarrollo y establecimiento de los sistemas de medición de los
radioisótopos.
5.2.2. El programa de la Electrónica
Cuando se produjo el colapso de la URSS, el Programa de la Electrónica se encontraba en
proceso de culminar las principales inversiones iniciadas en la década anterior.
En el combinado de componentes electrónicos (CCE) Ernesto Che Guevara de Pinar del Río y
en la fábrica de circuitos híbridos del combinado Copextel en La Habana, donde trabajaban
cerca de 40 físicos, la producción de dispositivos semiconductores y circuitos integrados
(ciclo 1) se encontraba en su fase de puesta en marcha. La abrupta suspensión de los
suministros, la asistencia técnica y los mercados, determinó la interrupción de las labores.
Hubo varios intentos de reactivar estas instalaciones poniéndolas en función de producciones
que tuviesen suministros y mercados asegurados, pero esto nunca se logró. Incluso a
mediados de los noventa, especialistas del IMRE, CCE y Copextel montaron una línea de
producción de celdas solares de silicio cristalino con contactos serigráficos, pero no se pasó
de una producción experimental, a pesar de que esta fue exitosa. Con el tiempo las
instalaciones, ya obsoletas, fueron desmontadas. Poco a poco, el personal fue pasando a otras
funciones. En el CCE se realizan actualmente diversas producciones, incluyendo el montaje
103
de paneles fotovoltaicos para el consumo nacional y la exportación, pero las actividades en
microelectrónica desaparecieron.
Un poco mejor suerte corrió las inversiones relacionadas con la producción de equipos
electrónicos, circuitos impresos, computadoras y software, que se reorientaron hacia nuevos
mercados, especialmente hacia la producción de equipos médicos y otros objetivos
relacionados con el desarrollo de la biotecnología, la industria médico farmacéutica y el
turismo.
Las actividades de investigación en microelectrónica que se desarrollaban en el ICID
desaparecieron en poco tiempo. Esta institución, convertida ya en una empresa, se concentró
en el desarrollo y la producción de equipos médicos para el sistema nacional de salud y la
exportación. En cuanto al CIME del ISPJAE, sus investigaciones también sufrieron grandes
afectaciones, pero se continuó el diseño de sensores microelectrónicos, para su aplicación en
microbiología, medicina y otras áreas. También incrementó su actividad docente de pre y
postgrado, especialmente a través de sus programas de maestría y especialidad en Electrónica.
En la Universidad de La Habana, las actividades del IMRE y las facultades de Física y
Química vinculadas a la Electrónica, sufrieron una afectación considerable. En una primera
etapa se desarrolló un gran esfuerzo para transferir al sector productivo cuanto desarrollo
tecnológico pudiera contribuir a sustituir importaciones, generar exportaciones o resolver
alguna necesidad social. Sin embargo, la falta de suministros y repuestos deterioraron
rápidamente las posibilidades experimentales del IMRE y la mayoría de esos esfuerzos
resultaron poco efectivos. Paulatinamente, se redujeron los vínculos con las empresas del
Frente de la Electrónica, semiparalizadas o dedicadas a otras tareas y se ampliaron con otros
sectores, especialmente el de la Salud, al que se prestaron importantes servicios. Se estimuló
el desarrollo y fabricación de equipos optoelectrónicos para la industria y la medicina. Se
destaca en esa época la fabricación de los láseres PLC para grabado y limpieza de obras de
arte, los equipos de fototerapia Fototer y los fotocolorímetros inteligentes Saturomatic y
Colormatic para la industria azucarera. Se amplió la actividad de postgrado, mediante
Escuelas de Verano Internacionales y otros eventos. Las publicaciones científicas crecieron
hasta unas 150 anuales al final de la década. El perfil del IMRE se fue desplazando hacia la
Ciencia de Materiales y el énfasis en los dispositivos electrónicos fue disminuyendo, excepto
en lo referente a celdas fotovoltaicas y algunos tipos de sensores.
104
5.2.3. La Física y los físicos en el desarrollo de la biotecnología y la industria médico
farmacéutica
El rápido crecimiento del sector de la biotecnología y la industria médico – farmacéutica
desde finales de los ochenta atrajo a decenas de físicos recién graduados hacia los nuevos
centros del Polo Científico del Oeste de La Habana. La mayoría de estos jóvenes continuaron
su formación en Biología Molecular y se transformaron en especialistas en este campo,
algunos de ellos muy destacados. Entre estos, puede mencionarse al Dr. Rolando Pérez
Rodríguez, uno de los líderes científicos del Centro de Inmunología Molecular. Unos pocos se
mantuvieron más cerca de su formación original en áreas de investigación relacionadas con
técnicas analíticas, modelación y simulación de sistemas biológicos, así como en el desarrollo
de software y la fabricación de equipos de diagnóstico o terapia. Se destaca por su impacto
económico y social la participación del Dr. Miguel Ángel García Álvarez junto a otros físicos
e ingenieros del Centro de Inmunoensayos en la fabricación y sucesivo mejoramiento de los
equipos SUMA (Sistema Ultramicroanalítico). Estos equipos, desarrollados inicialmente en el
CNIC, han tenido un amplio uso en los programas de pesquisaje masivo de enfermedades en
Cuba y en numerosos países del mundo donde ha llegado la colaboración cubana en el campo
de la salud.
Figura 11: Izquierda: equipo de resonancia magnética (MRI) de 0.1 Tesla para diagnóstico médico Giroimag 03
diseñado y construido por el Centro de Biofísica Médica de la UO y que presta servicios desde el año 2001 en un
hospital de la provincia de Holguín. Derecha: Operación de neumotórax realizada en el Centro de Investigaciones
Médico Quirúrgicas (CIMEQ) con el bisturí láser cubano de CO 2 LQ25 por los doctores Manuel Cepero y Oscar
Suárez [Martí, 2009].
Otras muchas instituciones relacionadas a la Física orientaron total o parcialmente sus
esfuerzos hacia las aplicaciones biomédicas. La fabricación de equipos y el desarrollo de
software han sido las actividades más frecuentes. Se destaca la creación en pleno período
especial (1993), en la ciudad de Santiago de Cuba, del Centro de Biofísica y Física Médica
(CBFM) de la Universidad de Oriente, dirigido por el Dr. Carlos Cabal y dedicado a la I+D en
105
el campo de la Resonancia Magnética y sus aplicaciones biomédicas. Su aporte más relevante
fue la fabricación de dos tomógrafos de RMN a campos bajos (0.05 y 0,1 T) para su empleo
en instituciones de salud cubanas. A las actividades de este centro se dedica un artículo
especial en esta monografía. En el Centro de Neurociencias, entonces adscrito al CNIC, se
desarrollaron trabajos de alto nivel en biofísica y neurofisiología. Un pequeño grupo de
optoelectrónica, bajo la dirección del Dr. Luis Martí, desarrolló y fabricó dolorímetros,
bisturís y vibrómetros láser y realizó otros importantes estudios, que se publicaron en decenas
de artículos científicos y contribuyeron a la formación de varios maestros en ciencias y un
doctor [Martí, 2009]. En el CEADEN se perfeccionaron los polarímetros LASERPOL, que
son hasta el presente el soporte analítico de las mediciones de productos de glucosa en el país.
Los equipos de fisioterapia y acupuntura láser se instalaron en numerosos hospitales y
policlínicos. Estos y otros nuevos instrumentos concebidos, diseñados y producidos con la
participación de físicos cubanos continúan siendo introducidos en Cuba y en otros países a los
que llega la colaboración médica cubana.
5.3. Panorama de la Física en los noventa
A finales de la década, se realizaron varios estudios por parte del CITMA, el MES y las
sociedades científicas, acerca del estado de las Ciencias Básicas en el país. En lo referente a la
Física la caracterización general de la situación que reflejaban esos informes era la siguiente:
5.3.1. La enseñanza de la física y la formación de físicos
A pesar de las difíciles condiciones, el país realizó un gran esfuerzo para preservar la
Educación a todos los niveles. Sin embargo, la enseñanza de la Física en el nivel medio tuvo
importantes afectaciones, relacionadas con el éxodo de profesores hacia otros sectores, el
deterioro de los laboratorios y medios de enseñanza, la reducción de 600 a 470 de las horas de
clases de Física entre los grados 7 y 12 y la eliminación de la Física del grupo de materias a
examinar para el ingreso a otras carreras universitarias. Los estudiantes de los IPVCE,
continuaron entrenándose y participando con buenos resultados en el sistema de olimpiadas
nacionales, iberoamericanas e internacionales de Física, aunque con frecuencia, las
dificultades financieras no permitían la asistencia de delegaciones completas a algunos
eventos. Cuba fue el primer país del continente americano en organizar una Olimpiada
Internacional de Física, al celebrarse en La Habana la edición de 1991. La XXII IPhO contó
con el apoyo y la participación de muchos físicos cubanos convocados por el MINED y la
SCF, que contribuyeron a la calidad y brillantez de este evento.
106
Los programas de formación de físicos continuaron desarrollándose. En la década se
graduaron 550 físicos en las Universidades de La Habana (243), Oriente (165) y en el ISCTN
(110 licenciados y 32 ingenieros físicos). Sin embargo, las graduaciones fueron decreciendo a
lo largo de la década como consecuencia de la reducción general de las matrículas
universitarias. En el año 2000 se graduaron sólo 30 físicos. Aunque la calidad general de la
preparación de estos profesionales se mantuvo, incrementándose sus habilidades en el manejo
de las técnicas de computación, su formación experimental se vio afectada por el
envejecimiento y falta de renovación de los laboratorios universitarios. El número de tesis de
licenciatura puramente teóricas comenzó a crecer. Además, en los programas de formación de
profesores de Física para la enseñanza media de los Institutos Superiores Pedagógicos hubo
una reducción importante de contenidos, eliminándose la Física Teórica de los planes de
estudio, en beneficio de las materias pedagógicas y la práctica pre – profesional.
Como consecuencia de la paralización o reorientación de importantes ramas de la industria, el
número de físicos empleados en este sector, que había crecido mucho en la década anterior,
disminuyó rápidamente. La mayoría de las universidades y centros de investigación vieron
congeladas sus plantillas. El número de físicos en hospitales e institutos de investigación del
sector de la Salud solo creció ligeramente. Sin embargo, a pesar de la depresión del mercado
de trabajo, el Estado cubano continuó garantizando una ubicación laboral a cada recién
graduado mediante la creación de la llamada “reserva científica”, que permitió ubicar
provisionalmente recién graduados en facultades universitarias y centros de investigación,
pagándoles un salario para que continuaran su entrenamiento profesional sin que gravaran la
plantilla del centro receptor.
La creación de un tribunal nacional para la defensa de las tesis de doctorado en Ciencias
Físicas permitió uniformar y elevar la calidad de la formación de doctores en Cuba. En la
década se graduaron 58 doctores, muchos menos que los 103 de los ochentas, pero el número
de tesis defendidas en Cuba creció. En los noventas resurgieron también los programas de
Maestría, con aproximadamente un centenar de graduados, muchos de los cuales continuaron
sus estudios de doctorado en Cuba o en el exterior.
Hasta el año 2000, el acumulado de físicos graduados desde 1962 era de casi 2000 licenciados
(866 en la UH, 377 en la UO, 12 en la UCLV y 230 en el ISCTN, más los graduados en el
exterior). Hay que añadir una cifra similar de Licenciados en Educación especializados en
Física, graduados en los Institutos Superiores Pedagógicos. El número de doctores en
107
Ciencias Físicas registrados por la CNGC ascendía a 187. La distribución de doctores por
ramas de la Física era la siguiente: Física del Estado Sólido y Materiales: 91; Física Nuclear
26; Física Matemática y Teoría de Campos: 14; Óptica: 12; Geofísica y Astronomía: 12;
Meteorología y Física de la Atmósfera: 10; Física Atómica y Molecular: 7; Otros: 15. La edad
promedio de los doctores sobrepasaba ya los 50 años. Se estima que unos 200 físicos,
incluyendo al menos 30 doctores, emigraron en los años noventa.
5.3.2. La investigación científica
En sentido general, las investigaciones científicas en el campo la Física continuaron con
grandes limitaciones. Junto al deterioro del equipamiento de los laboratorios de investigación
y talleres, las dificultades para adquirir otros suministros, los recortes de electricidad y otros
factores afectaron considerablemente la capacidad de trabajo experimental. De los grupos de
investigaciones existentes en 1990, hacia el año 2000 un tercio había desaparecido.
Instituciones como el IGA, que florecieron en el contexto de la colaboración con la URSS,
lograron sobrevivir gracias a que fueron capaces de combinar la prestación de servicios
científico – técnicos (por ejemplo, participación en consultorías geoambientales locales e
instalaciones de tierra física y pararrayos) con la continuidad de sus investigaciones sobre la
actividad solar, la ionósfera, el campo geomagnético y el potencial sísmico del archipiélago
cubano. En el año 1992 el área de Sismología del IGA se separó para constituir el Centro de
Investigaciones en Sismología, con sede en Santiago de Cuba.
Al mismo tiempo, florecieron algunos laboratorios dedicados al desarrollo y construcción de
equipos, especialmente en el campo de la Óptica y surgió el ya mencionado Centro de
Biofísica y Física Médica de la UO.
El crecimiento de la conciencia ambiental, especialmente después de la Cumbre de Rio de
1992, estimuló las investigaciones de los físicos en diversas instituciones sobre el medio
ambiente, particularmente el desarrollo y el desarrollo o utilización de métodos físicos de
análisis de muestras ambientales. En la Universidad Agropecuaria de la Habana surgió un
grupo de Física de Suelos. También recibieron impulso los trabajos de I+D sobre fuentes
renovables de energía, especialmente la energía solar térmica y fotovoltaica, empleo del
hidrógeno, baterías de estado sólido, energía eólica y otras. Sin embargo, este estímulo no se
manifestó en un apoyo material a la investigación que permitiera dar un salto en este campo.
El progreso en medios de cómputo y la depresión de la física experimental contribuyeron al
avance de la Física Teórica. Además de los grupos existentes en Materia Condensada (UH y
108
UO), Teoría de Campos (ICIMAF) y Física Nuclear (ISCTN y CEADEN), se desarrollaron
otros en áreas como Sistemas Complejos (UH), Gravitación y Cosmología (UCLV) y Física
Molecular (ISCTN). Estos colectivos participan activamente en la colaboración internacional
y muestran buenos indicadores en la formación de doctores y las publicaciones científicas. El
apoyo del Centro Internacional de Física Teórica (ICTP) de Trieste, que había comenzado a
mediados de la década anterior jugó un importante papel en el desarrollo de esos grupos.
Aunque pueda parecer paradójico, el número de publicaciones científicas creció hasta
alcanzar una cifra del orden de 200 artículos anuales en revistas internacionales. Este
incremento está relacionado con la ampliación de la colaboración con colegas de países
occidentales, que obligó a los físicos cubanos a prestar más atención a este aspecto,
frecuentemente olvidado en beneficio de las aplicaciones prácticas. A pesar de constituir los
físicos una parte muy pequeña de la comunidad científica cubana, el número de publicaciones
en este campo representa una fracción relativamente alta del total nacional. Lo mismo ocurre
con los premios de la Academia de Ciencias, del Fórum de Ciencia y Técnica y otros
reconocimientos nacionales o internacionales al trabajo científico.
Durante la década se continuaron organizando con frecuencia eventos científicos nacionales e
internacionales, con la estricta condición de autofinanciarse sin generar gastos adicionales al
Estado cubano. En la UH, junto a las ya mencionadas Escuelas de Verano de Ciencia de los
Materiales del IMRE, se realizaron eventos latinoamericanos de Física de Superficies,
Materiales Magnéticos, Óptica (Optilas 1995 y Tecnoláser 1997 y 2000) y Enseñanza de la
Física entre otros. La SCF se mantuvo activa, organizando sus simposios y congresos,
publicando la Revista Cubana de Física y brindando su apoyo a muchas actividades
relacionadas con la Física. A lo largo de la década fueron sus presidentes Carlos Rodríguez
Castellanos, María Elena Montero Cabrera y Víctor Fajer Ávila
Como se ha expresado, en los noventa se interrumpieron casi totalmente las relaciones de
colaboración que durante tres décadas se desarrollaron con instituciones científicas de muy
alto nivel de la antigua URSS y otros países de Europa del Este. Sin embargo, Cuba nunca
abandonó sus vínculos con centros latinoamericanos (especialmente de México, Brasil y
Argentina) y europeos (España, Alemania, Italia, ICTP entre otros), algunos de ellos surgidos
desde los años sesenta, que en las nuevas circunstancias cobraron mayor relevancia, se
ampliaron y jugaron un importante papel en la supervivencia de la Física cubana. En el año
2000 se restablecieron los contactos con la APS. Con el apoyo activo del Premio Nobel de
109
Física Leon Lederman y del Director de Relaciones Internacionales de la APS Irvin Lerch se
firmaron acuerdos de intercambio entre la APS y la SCF.
Algunas impresiones externas sobre la Física cubana a finales de siglo XX pueden
encontrarse en los artículos de J.L. Morán López (Physics Today, october 2000, p.38) y de A.
M. Cetto et al (World Science Report, UNESCO, 1998), así como en los comentarios
publicados después de sus visitas a Cuba por Irving Lerch (directivo de la APS) y Marcelo
Alonso en el número de dgosto/septiembre de 2002 de APS News, que se reproducen en este
volumen.
6. Comienza el siglo XXI
La primera década del nuevo siglo presenta un balance contradictorio y algunas perspectivas
alentadoras con respecto al desarrollo de la Física en Cuba. Por una parte, algunos efectos
acumulados del Período Especial se hicieron sentir con más fuerza. Por otra, aparecieron
signos de recuperación y una mayor capacidad del Estado cubano para destinar recursos al
desarrollo, hacia mediados de la década, cuando la economía llegó a crecer en un 12, 6 %
(2006). No obstante, los efectos de los huracanes que devastaron al país en 2008 y el impacto
negativo de la actual crisis económica internacional, ponen en peligro la continuidad de estos
esfuerzos.
6.1. La enseñanza de la Física y la formación de físicos
En la educación media, la tendencia predominante fue al deterioro de la calidad de la
enseñanza de la Física y de las Ciencias en general. Muchos profesores experimentados
abandonaron las aulas. La introducción masiva de teleclases y otras técnicas modernas no
resultó todo lo efectiva que se esperaba. La formación de profesores especializados en Física
virtualmente desapareció. Los laboratorios de Física de los institutos preuniversitarios dejaron
de existir. La ausencia de la Física en los exámenes de ingreso a las universidades restó
prioridad al estudio de esta materia.
Como puede apreciarse en la tabla que sigue, durante los cursos académicos comprendidos
entre los años 2008 y 2010, se produjo una severa reducción del número de horas dedicadas a
la enseñanza de la Física en el nivel medio de enseñanza. Incluso, los contenidos de Física
que se impartían en los grados 8 y 9 se diluyeron en una asignatura de Ciencias Naturales.
Aunque los números totales aún se comparan positivamente con la media internacional, estos
cambios representaron un retroceso en relación con lo alcanzado en décadas anteriores.
110
Períodos
7mo
8vo
9no
10mo
11no
12mo
13ro
Total
1967–1974
80
80
110
110
110
110
110
710
1975–1986
80
80
80
120
120
120
–
600
1987–1989
80
80
80
117
117
117
–
591
1990–1993
80
80
80
110
160
126
–
636
1994–1999
80
80
80
110
140
104
–
594
2000–2004
–
120
120
110
140
104
–
594
2005–2008
–
120
120
92
126
172
–
630
2008–2009
–
41*
49*
84
138
196
–
508
2009–2010
–
41*
49*
82
123
90
–
485
2010–2011
–
41*
49*
78
117
58
–
343
2011–2012
–
74
111
78
117
58
–
438
* Estas horas corresponden a contenidos de Física dentro de una asignatura denominada
Ciencias Naturales.
Tabla 6: Horas de clases de Física en la Secundaria Básica (grados 7,8 y 9) y el Preuniversitario (grados 10, 11,
12 y 13) desde 1967 hasta el presente.
A finales de la década se aprecia un esfuerzo nacional por recuperar los niveles perdidos. El
principal problema no radica ya en las horas de clase, sino en la falta de suficientes profesores
con la preparación adecuada. Recuérdese que en Cuba la enseñanza general es gratuita y
obligatoria hasta el grado 9 y que la gran mayoría de los jóvenes cubanos cursa 12 grados,
bien en el preuniversitario, bien en programas de formación de técnicos medios, maestros,
instructores de arte, etc. Se han confeccionado nuevos programas de estudio de los Institutos
Superiores Pedagógicos para formar con mayor rigor y calidad a los Licenciados en
Educación que ejercerán como profesores de Matemática y Física. Se ha iniciado también la
recuperación y re-equipamiento de las aulas – laboratorio para la enseñanza de la Física en los
institutos preuniversitarios. Los estudiantes con interés en ingresar a las carreras de ciencias
están cursando el grado 12 en las universidades, lo cual ha tenido un impacto positivo en su
preparación.
111
Se ha continuado incentivando la participación de estudiantes cubanos en los concursos
nacionales y en las olimpiadas iberoamericanas e internacionales, alcanzándose en general
buenos resultados, como muestra la tabla siguiente.
Olimpiadas Iberoamericanas
Año
Participantes
Oro
Plata
Bronce
Mención
2000
4
2
1
1
–
2001
4
2
2
–
–
2002
4
3
–
1
–
2003
4
4
–
–
–
2004
4
2
1
1
–
2005
4
1
2
1
–
2006
4
1
2
1
–
2007
4
–
1
2
1
2008
4
1
2
1
–
2009
4
1
1
1
1
Total
40
17
12
9
2
Participantes
Oro
Plata
Bronce
Mención
2000
5
–
–
–
1
2001
5
–
–
–
–
2002
4
–
1
1
1
2003
1
–
–
–
1
2004
1
–
–
1
–
2005
4
–
–
–
2
2006
1
–
–
–
–
Olimpiadas Internacionales
112
2007
1
–
–
–
–
2008
1
–
–
1
–
2009
1
–
1
–
–
Total
24
–
2
3
5
Tabla 7: Resultados de los estudiantes cubanos en Olimpiadas de Física en la última década.
En la educación superior, el número promedio de físicos graduados fue poco más de treinta
por año (127 en la UH, 65 en la UO y 124 en el INSTEC), mucho menor que en la década
anterior.
Año Académico
UH
UO
INSTEC
UCLV
Total
2000 – 2001
22
9
7 LFN + 5 IN
–
43
2001 – 2002
9
8
8 LFN + 8 IN
–
33
2002 – 2003
20
7
12 LFN + 9 IN
–
48
2003 – 2004
9
6
8
–
23
2004 – 2005
10
5
4
–
19
2005 – 2006
11
6
8
–
25
2006 – 2007
4
6
13
–
23
2007 – 2008
14
5
12
–
31
2008 – 2009
14
8
12
–
34
2009 – 2010
14
5
18
–
37
TOTAL
127
65
106 LFN + 18 IN
–
316
ACUMULADO
993
442
354
12
1801
Tabla 8: Físicos graduados en universidades cubanas. LF (Licenciados en Física); LFN (Licenciados en Física
Nuclear); IN (Ing. Nucleares).
Desde 2005 se pusieron en práctica requisitos especiales de ingreso a la Licenciatura en
Física, que estimulan la mejor preparación y selección de los estudiantes de nuevo ingreso. En
el año 2007 se abrió la carrera de Ingeniería Física en la UH y en la UO, así como la
113
Licenciatura en Física en la UCLV “Martha Abreu”. Estas medidas han tenido un modesto
efecto positivo (cuantitativo y cualitativo) sobre las matrículas, pero aún no han tenido
impacto en las graduaciones. Más aún, la decisión de hacer corresponder las matrículas
universitarias con la demanda social explícita de profesionales pudiera conducir al cierre de
carreras de poca tradición como la Ingeniería Física. En años recientes se han adquirido
grandes cantidades de equipos chinos para renovar los laboratorios docentes de física en todas
las universidades. Sin embargo, el deterioro de los laboratorios de investigación ha debilitado
la formación experimental de los estudiantes de Física y continuó aumentando la proporción
de tesis de licenciatura puramente teóricas.
Han continuado desarrollándose los programas de maestría y doctorado, cuyo nivel se
mantiene acorde con los patrones internacionales. Generalmente, la realización de un
doctorado, aun cuando la defensa de la tesis se realice en Cuba, supone una estancia en el
extranjero durante un año o más, para completar el trabajo experimental a un nivel adecuado,
tener acceso a toda la información necesaria, etc. De acuerdo a los datos de la CNGC, del
2001 al 2010 se graduaron 61 doctores, una media de 6 por año, cifra algo superior a la del
decenio anterior. Más de la mitad de las tesis (34) correspondieron al área de materia
condensada. Si se tiene en cuenta el éxodo de al menos medio centenar de doctores durante
las últimas dos décadas y el arribo a la edad de jubilación de buena parte de los graduados en
los años setenta y ochenta, el ritmo actual de graduación no garantiza la reproducción de los
recursos humanos de alto nivel formados en el campo de la Física.
114
Figura 12: Distribución por especialidades de los doctores en Física registrados hasta 2005 por la Comisión
Nacional de Grados Científicos. No incluye a los que obtuvieron su grado en el extranjero y no lo homologaron
en Cuba.
Como se ha señalado la formación de físicos se desarrolla actualmente en la UH, la UO, el
INSTEC y en la UCLV.
La Facultad de Física de la Universidad de La Habana continúa siendo la institución cubana
más grande y representativa en el campo de la Física. En el año 2002 celebró el 40 aniversario
del inicio de la Licenciatura en Física en el país. Cuenta actualmente con unos 60 docentes, de
los cuales un 50 % son doctores. Desarrolla los programas de pregrado de Licenciatura e
Ingeniería Física, los de maestría y doctorado en Ciencias Físicas y atiende la enseñanza de la
Física a las restantes carreras de Ciencias Naturales de la UH. Ha diversificado sus líneas de
investigación y cuenta actualmente con grupos de trabajo en Materia Condensada, Física
Atómica, Sistemas Complejos, Biofísica, Física Estadística, Electrónica y Enseñanza de la
Física, todos con buena producción científica y activa participación en la colaboración
internacional. Se ha destacado por sus publicaciones, la formación de doctores y por los
premios o reconocimientos científicos nacionales e internacionales alcanzados. Desarrolla una
115
amplia labor de extensión cultural a través de las cátedras de “Física y Música”, “Energía
Solar” y de Cultura Científica “Félix Varela”.
También en la Universidad de La Habana y estrechamente vinculado a las facultades de Física
y Química se encuentra el IMRE, centro de investigación que en el año 2005 cambió su
nombre oficial por el de Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales. Hoy cuenta con unos
50 investigadores (en su mayoría físicos, químicos e ingenieros) y una cantidad similar de
docentes adjuntos. Entre unos y otros hay 30 doctores en Física que trabajan en laboratorios
de tecnología láser, análisis estructural, energía solar, zeolitas e ingeniería molecular, así
como en áreas tradicionales de la Física del Estado Sólido (semiconductores, magnetismo,
ferroelectricidad y superconductividad). Desarrolla programas de maestría y doctorado en
Ciencia de Materiales. Aunque la actividad experimental está muy deprimida, gracias a una
amplia colaboración internacional el IMRE cada año publica un centenar de artículos
científicos, gradúa maestros en ciencias y doctores, desarrolla varios proyectos de innovación
con la industria y otras instituciones, así como un amplio trabajo de divulgación y
popularización científica. Recientemente el MES ha destinado importantes fondos para la
creación en el IMRE de un laboratorio de servicios analíticos para las universidades (proyecto
LUCES) que podría ser de gran ayuda para físicos, químicos y otros especialistas que trabajan
en el área de materiales.
El edificio donde se localiza la Facultad de Física de la UH y gran parte de los laboratorios
del IMRE, fue clausurado para su restauración y remodelación. Esto ha obligado a dispersar
las aulas, oficinas, laboratorios y talleres por toda la universidad y a trabajar en condiciones
especialmente difíciles. Se confeccionó un excelente y ambicioso proyecto, que en la
actualidad se ejecuta lentamente, en medio de las dificultades financieras del momento.
El departamento de Física de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Oriente
está integrado actualmente por 25 profesores, 10 de ellos doctores. Atiende la enseñanza de la
Física en las especialidades de Ciencias Naturales, incluida la carrera de Licenciatura en
Física. Cuenta con grupos de investigaciones en Ciencia de Materiales, Superconductividad,
Holografía Digital y Enseñanza de la Física. En la UO existe otro departamento de Física
encargado de la enseñanza de la Física para las carreras de Ingeniería. También hay una
presencia importante de físicos en dos centros de investigaciones de esa universidad: el
Centro de Biofísica y Física Médica y en el Centro de Electromagnetismo Aplicado.
116
El departamento de Física de la UCLV cuenta hoy con 19 profesores, 9 de ellos doctores, que
atienden la enseñanza de la física en las carreras de Ciencias Naturales, Técnicas y
Agropecuarias, de esa universidad, incluyendo a un pequeño grupo de 25 estudiantes de
Licenciatura en Física. Desarrolla investigaciones en tres áreas: Gravitación y Cosmología
(incluyendo Astrobiología), Física de Materiales y Enseñanza de la Física. También hay
presencia de físicos en el Centro de Investigaciones de Soldadura de esa universidad.
El ISCTN, que en 2003 fue rebautizado como INSTEC (Instituto Superior de Tecnologías y
Ciencias Aplicadas) ha sido una universidad adscrita al CITMA, que a partir del año 2011 se
adscribirá al MES, Además de la Licenciatura y la Maestría en Física Nuclear, se desarrollan
programas de pre y postgrado, no necesariamente relacionados con las especialidades
nucleares. En el año 2005 se inició allí la carrera de Meteorología. En el INSTEC trabajan 46
físicos, de los cuales 11 son doctores. Ha continuado la formación de Licenciados en Física
Nuclear, aunque en la práctica se trata de físicos con un perfil amplio que una vez graduados
pueden trabajar en cualquier área de la Física. Las investigaciones también han diversificado
su perfil, que incluye la física nuclear, la física atómica y molecular, así como la aplicación y
el desarrollo de técnicas nucleares para la salud, la industria y la protección del medio
ambiente.
6.2. Investigaciones
Como se ha señalado, a finales de los noventa se realizaron varios análisis acerca del estado
de las Ciencias Básicas en el país. Siguiendo recomendaciones de estos estudios, el CITMA
organizó varios programas de ciencia e innovación tecnológica con el objetivo, entre otros, de
apoyar las investigaciones en Física, Química y otras ciencias básicas: el programa “Nuevos
Materiales y Materiales de Avanzada”, el programa “Investigaciones Básicas en Física,
Química, Matemática y Ciencias de la Computación”, el “Programa Ramal Nuclear”, que
cuenta también con respaldo de la OIEA, y el programa de “Óptica y Láser”. Esto permitió
financiar algunas actividades científicas, fomentó la cooperación entre instituciones que
trabajan en temáticas afines y le otorgó a las investigaciones en Física un mayor
reconocimiento entre las prioridades oficiales. Sin embargo, el financiamiento asignado por
este tipo de programa es muy modesto, solo una pequeña cantidad en moneda fuerte, por lo
que contribuye muy poco a mejorar la capacidad de investigación de los grupos participantes.
Un área de oportunidades, con amplia presencia de físicos, que recibió algún estímulo en los
últimos años es la de las fuentes renovables de energía, especialmente de la energía eólica,
117
solar térmica y fotovoltaica. Proyectos de Física encontraron también espacio en otros
programas nacionales como “Cambio Climático” y “Energías Renovables”. Los servicios
meteorológicos, a cuyo establecimiento y desarrollo los físicos han hecho una importante
contribución, fueron fortalecidos con la instalación de nuevos equipos. Especialistas cubanos
participaron en el panel internacional sobre Cambio Climático galardonado con el Premio
Nobel de la Paz.
Figura 13: Primera edición del mapa eólico de Cuba.
En sentido general, los grupos de investigación de mayor tradición en la UH, la UO, el
ICIMAF, el CEADEN y otros se han mantenido activos. Otros colectivos más jóvenes como
el grupo de Física Atómica y Molecular del INSTEC, el grupo de cosmología y gravitación de
la UCLV, la cátedra de sistemas complejos “Henri Poincaré” y el laboratorio de tecnología
láser en la UH, muestran una actividad creciente. Del crecimiento de la Física Médica y las
Nanotecnologías se tratará en párrafos aparte.
El número de publicaciones en revistas internacionales, que creció en los noventa, ha
permanecido estancado en unas 200 al año. Un ranking mundial de publicaciones y citas por
países o territorios elaborado en 2007 por “The Thompson Corporation” situaba a Cuba en el
118
lugar 66, con 796 publicaciones y 2663 citas en revistas indexadas de Física los últimos diez
años, por detrás de Brasil, México, Argentina, Chile, Colombia y Venezuela. Se estima que
los físicos cubanos publican una cantidad similar o quizás mayor de artículos en revistas
correspondientes a otras disciplinas o de áreas interdisciplinarias como la Ciencia de los
Materiales. Aun así, la presencia de la Física en los premios de investigación anuales que
concede la ACC y otras instituciones sigue siendo relativamente alta, quizás porque otras
ramas de la Ciencia confrontan problemas similares. Una búsqueda reciente muestra que
Cuba publicó en 1997–2007 más artículos en revistas ISI de Física que de Biología,
Bioquímica y Neurociencias juntas, aunque menos que en Medicina. Sin embargo, el número
de citas por artículo en todos estos campos es mayor.
Figura 14: Publicaciones cubanas en revistas ISI de Física, Biología – Bioquímica, Neurociencias y Medicina
entre 1997 y 2007.
En la mayoría de las áreas de la Física, la investigación experimental está muy deprimida y en
muchos casos subsiste solo gracias a la colaboración internacional. No se trata
exclusivamente de la carencia de equipos grandes y costosos, sino del suministro de
materiales, gases industriales, reactivos, dispositivos electrónicos y otros insumos necesarios
119
para el trabajo experimental, del acceso a servicios técnicos, de las restricciones al consumo
eléctrico, etc. Si a esto se suma que en las últimas dos décadas se produjo en el mundo un
importante salto cualitativo en el equipamiento científico, se concluye que el retraso
tecnológico de la Física experimental cubana es hoy muy grande. Aunque el acceso a la
información de revistas electrónicas y bases de datos especializadas se ha ampliado por
diversas vías, su uso se ve limitado por la baja velocidad de las conexiones a Internet. Se
espera que a partir del 2011 el país se conecte mediante un cable submarino y mejore la
calidad de los servicios correspondientes.
Los laboratorios con mejores condiciones de trabajo entre los físicos experimentales
continúan siendo los dedicados al desarrollo y fabricación de equipos, ya que la
comercialización de los mismos les permite obtener recursos para continuar su actividad. Por
ejemplo, el Laboratorio de Tecnología Láser del IMRE ha tenido éxito en el desarrollo de
sistemas basados en láseres de estado sólido para grabado, limpieza de superficies,
desespinado, análisis de muestras ambientales, pinzas ópticas y otras aplicaciones, por los que
ha recibido numerosos reconocimientos nacionales e internacionales. Estos desarrollos y su
transferencia o comercialización le han permitido obtener financiamientos en moneda fuerte
para desarrollar la infraestructura y equipamiento del laboratorio. También los laboratorios
del Centro de Inmunoensayos y del CEADEN se han beneficiado con los resultados de la
comercialización de sus equipos y cuentan con áreas productivas con tecnología mecánica,
montaje electrónico, equipos de medición de referencia y tecnología óptica.
Figura 15: Laboratorio de tecnología láser del IMRE. Lanceta para la extracción de sangre sin contacto y sistema
para limpieza de superficies.
La Física Teórica ha continuado su desarrollo. El departamento de Física Teórica de la UH se
ha renovado y ha ampliado su trabajo de investigación y postgrado en Física Estadística y
Sistemas Complejos, además de la tradicional línea de Materia Condensada. En el año 2005
120
organizó una conferencia latinoamericana sobre aplicaciones interdisciplinarias de la
Mecánica Estadística. Hoy cuenta con 15 integrantes, 6 de ellos doctores, mientras que los
restantes son jóvenes que trabajan en su doctorado. Además, varios estudiantes y
colaboradores de otras instituciones realizan sus tesis de licenciatura, maestría o doctorado en
el departamento. En el INSTEC, el grupo de Física Atómica y Molecular ha incrementado las
publicaciones, la formación de doctores y la organización de reuniones científicas
internacionales de Fotodinámica. El grupo de Gravitación y Cosmología surgido en 1999 en
la UCLV “Martha Abreu” también ha experimentado un rápido desarrollo. Ha formado tres
doctores, publica regularmente sus trabajos en revistas internacionales especializadas, edita un
boletín de divulgación llamado “Correo de Gravitación y Cosmología”, participa activamente
en la colaboración internacional y ha organizado dos eventos internacionales en este campo.
El grupo de Física Teórica del ICIMAF ha continuado sus investigaciones en Partículas y
Campos y también en Materia Condensada. Desarrolla una amplia colaboración nacional e
internacional y contribuye la formación de postgrado en Física Teórica de jóvenes físicos de
otras instituciones nacionales. Gracias a su iniciativa, Cuba ingresó como el miembro 29 del
proyecto ALICE de Física de Altas Energías del CERN, participando el ICIMAF y el
CEADEN en el trabajo experimental y teórico. Con el apoyo del ICTP ha organizado cuatro
talleres caribeños de Mecánica Cuántica y una escuela sobre Teoría de Cuerdas. Se ha
propuesto su transformación en una Cátedra de Física Teórica de carácter regional. Todos
estos grupos han recibido durante la década varios premios otorgados por la ACC.
En otra institución de larga trayectoria, el Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA) laboran
actualmente unas 120 personas, incluidos 76 técnicos, distribuidos en cuatro departamentos:
Astronomía, Geofísica Espacial (que incluye física ionosférica), el Medio físico (que
incorpora estudios del suelo, el agua, la contaminación, etc.) y Geofísica Regional (con
estudios sobre el campo gravitacional y magnético terrestre, su conductividad eléctrica, etc.).
El departamento de Astronomía cuenta con nueve astrónomos y 11 ingenieros o técnicos. Sus
principales áreas de trabajo continúan siendo la radioastronomía y la espectroscopia óptica
solar, la observación de satélites, así como varios problemas de astronomía computacional. En
relación al estado de la Astronomía en Cuba, resulta interesante el informe de una visita
realizada en 2005 por dos representantes de la Unión Astronómica Internacional (UAI). Por
una parte, se reconoce la calidad de la infraestructura básica y el personal científico que
labora en este campo, especialmente en el IGA. Por otra, se aprecia un estancamiento
originado por la falta de renovación del equipamiento y los recursos humanos. El informe
121
recomendó ampliar la presencia de la Astronomía y disciplinas afines en las universidades
cubanas y activar los vínculos con la UAI y otras formas de intercambio científico con la
comunidad astronómica internacional. (J. Hearnshaw y J. Fierro. Grupo de Trabajo de la
Comisión 46 para el Desarrollo de la Astronomía a Nivel Mundial (PGWWDA). Reporte al
Comité Ejecutivo de la Unión Astronómica Internacional y a la Presidencia de la Comisión 46
de la IAU sobre la astronomía en la República de Cuba. 16 Febrero 2005).Durante el reciente
Año Internacional de la Astronomía, se realizaron en Cuba numerosas actividades científicas
y divulgativas, incluyendo la inauguración de un moderno planetario en la Plaza Vieja del
centro histórico de La Habana.
6.2.1. Física médica
La Física Médica y la Ingeniería Biomédica experimentaron un significativo crecimiento
durante la década y contribuyeron al desarrollo de servicios médicos de gran impacto social.
Entre los principales resultados de la actividad de desarrollo e innovación en este campo se
destaca la construcción de un tercer tomógrafo de MRI y la implementación de un sistema de
trasmisión de imágenes biomédicas (CBM-UO), el desarrollo y fabricación de nuevos
microfluorìmetros y espectrómetros de la serie SUMA (Centro de Inmunoensayos), de nuevos
equipos médicos con láser para análisis, fisioterapia y acupuntura (CEADEN) y extracción de
sangre sin contacto (IMRE), etc.
Por otra parte, los servicios de radiodiagnóstico y radioterapia se extendieron por todo el país,
incluyendo hasta el año 2009, 64 equipos de tomografía computarizada, 20 cámaras gamma,
11 equipos de radioterapia (incluyendo 4 aceleradores lineales) y 13 equipos de MRI. Hasta
2008, unos 80 físicos médicos se encontraban trabajando en estos servicios (López, 2009),
(Pérez, 2009). Un número similar de físicos, ingenieros y biólogos vinculados a esta área
trabajaban en universidades, centros de investigaciones, el centro de producción de isótopos y
otros relacionados con el control, la regulación y la seguridad de estas actividades.
En este campo se han realizado importantes servicios y trabajos de desarrollo, como un
sistema de cálculo de dosis personalizado al paciente, las tarjetas y paquetes de software para
la adquisición, manipulación y procesamiento de imágenes de cámaras gamma, la producción,
el diseño y blindaje de instalaciones hospitalarias de medicina nuclear, el desarrollo y
validación de un método de optimización de la actividad, el estudio y la evaluación de
anticuerpos monoclonales cubanos marcados con radioisótopos, el diseño y validación de
métodos relativos de cuantificación del flujo sanguíneo cerebral, la fabricación de detectores
122
para imágenes radiográficas digitales, la producción nacional, evaluación y validación de
radiofármacos y la implementación de protocolos nacionales para la auditoría y el control de
calidad de los servicios de medicina nuclear y radioterapia.
Se abrieron programas de maestría para ingenieros en “Tecnología de imágenes biomédicas”
en varias universidades del país. Para los graduados de Física que comenzaron a trabajar en
los servicios de radioterapia se implementaron los diplomados de “Aspectos físicos de la
Medicina Nuclear” y “Física de la Radioterapia” y una maestría en “Física Médica” en el
INSTEC. Desde el año 2004 se inició en el ISPJAE la carrera de Ingeniería Biomédica.
Figura 16: Principales equipos de medicina nuclear y radioterapia trabajando en Cuba en el año 2009.
123
Mención aparte merece la contribución de los físicos cubanos al desarrollo de la “Operación
Milagro”: un programa cubano – venezolano de operaciones gratuitas de cataratas, glaucoma,
estrabismo y otras enfermedades de la visión a personas de bajos recursos en países del Tercer
Mundo, utilizando cirugía láser refractiva. Entre 2004 y octubre de 2008 habían sido operadas
1.314.000 personas de 33 países de América Latina, África y Asia, y para 2014 el objetivo del
programa es llegar a la cifra de 6 millones de personas operadas. A partir del año 2005 y bajo
la dirección del Dr. Germán Muñiz Planas, un colectivo de profesores del departamento de
Física del ISPJAE, con el apoyo de otros especialistas del CEADEN, la AENTA y el
INSTEC, organizó e impartió un diplomado en Optoelectrónica y Láser. De este programa
egresaron entre 2005 y 2007, 175 ingenieros que han tenido la responsabilidad, bajo la
dirección de los profesores, del montaje, puesta en marcha, mantenimiento y reparación de los
equipos instalados en los centros oftalmológicos creados en Cuba (10) y en el extranjero (49).
Además se llevó a cabo la evaluación de los sistemas para su uso en condiciones tropicales, se
preparó una monografía sobre equipos oftalmológicos y se diseñó e impartió un curso de
postgrado a 1200 médicos oftalmólogos. Por su excelente preparación técnica y profesional,
decenas de estos especialistas han recibido la certificación de las firmas fabricantes para
instalar, mantener y reparar los láseres excímeros de cirugía refractiva y otros equipos.
6.2.2. Nanotecnologías
En Cuba, como en otros países, las nanotecnologías surgieron del desarrollo convergente de
las investigaciones en física y química de materiales, microelectrónica, química
supramolecular, microbiología y biología molecular. Sin embargo, han sido los físicos los
líderes de la difusión, promoción e integración nacional de este campo emergente de la
ciencia y la tecnología.
Durante los años noventa creció en la UH el número de trabajos teóricos y experimentales
sobre física de nanoestructuras semiconductoras. Por iniciativa de los físicos cubanos se
organizó la Red CYTED “Estudio, fabricación y caracterización de nanoestructuras
semiconductoras para la micro y la optoelectrónica” que funcionó entre 1998 y 2003 con la
participación de ocho países iberoamericanos. La red organizó varios cursos y reuniones
científicas, editó un libro y apoyó la colaboración científica entre las instituciones
participantes.
A partir de 2001 se incrementa la labor de difusión de las nanotecnologías en el país. Se
organizan cursos de Nanociencias y Nanotecnologías en la Escuela de Verano del IMRE (UH)
124
y un evento internacional sobre Nanoelectrónica en el CIME del ISPJAE. En ese mismo año,
por iniciativa del CNIC y el IMRE, se realizó el taller nacional “Las nanotecnologías en la
Biotecnología y la Industria Médico – Farmacéutica” con la participación de varios centros
del Polo Científico.
En el año 2002, se creó la Red de Nanotecnologías del MES, integrada por 12 instituciones y
coordinada por el IMRE, con el objetivo de “impulsar la cooperación científica nacional e
internacional en Nanociencias y Nanotecnologías”. La red ha organizado varios encuentros
nacionales y ha coordinado la participación de especialistas cubanos en reuniones Cuba –
México (2003, 2009), Cuba – Reino Unido (2004), Cuba – Brasil (2007) y de la Red de
Macrouniversidades de América Latina (2006).
En ese mismo año 2002, el Observatorio de Ciencia y Tecnología del CITMA organizó un
equipo, con amplia presencia de físicos, que preparó el documento “Elementos iniciales para
el análisis de la nanotecnología en Cuba” dirigido al gobierno y otros decisores. Un segundo
proyecto de prospectiva sobre “Nanomateriales” se ejecutó entre 2005 y 2006 en el marco del
PNCIT “Nuevos Materiales y Materiales de Avanzada”.
A lo largo de estos años la investigación y la formación de doctores en “nanofísica” se
extendieron al magnetismo, los polímeros, los materiales porosos, las celdas fotovoltaicas, la
cristalografía, el empleo de nanopartículas para aplicaciones médicas y otras áreas.
Figura 17: Microscopio de efecto túnel fabricado en el IMRE con la colaboración del Centro de Nanociencias y
Nanotecnologías de Ensenada, México. Imagen de una superficie tomada con el mismo.
125
La labor de divulgación y popularización de las Nanociencias y las Nanotecnologías para
diversos públicos se ha extendido durante toda la década y ha incluido conferencias en
diferentes instituciones, artículos de prensa, teleclases y otras iniciativas. Por iniciativa del
IMRE, la Universidad de la Habana creó un colegio de Nanotecnologías, que agrupa a
especialistas de las ciencias naturales y sociales, participa en la “Red Latinoamericana de
Nanotecnología y Sociedad” y en la Red CYTED de Divulgación y Formación en
Nanotecnologías. Se encuentra en preparación un libro de carácter general sobre las
Nanotecnologías concebido para los estudiantes universitarios cubanos de una amplia gama
de especialidades.
A partir del 2005 comenzó a desarrollarse un proyecto nacional para la construcción de un
centro multidisciplinario de Nanotecnologías, donde la Física y sus métodos seguramente
tendrán un espacio importante, especialmente en las áreas de interés para la nanobiotecnologìa
y la nanomedicina. En el marco de este proyecto se realiza una intensa labor de entrenamiento
de jóvenes físicos cubanos en universidades europeas y se han organizado varias reuniones
científicas internacionales.
6.2.3. Otras actividades
Durante estos años han continuado celebrándose eventos científicos nacionales e
internacionales, como promedio dos al año, que organizan las universidades y centros de
investigaciones o la Sociedad Cubana de Física. Además de los ya mencionados se destacan
los simposios trienales de la SCF, las Escuelas de Verano Internacionales de Ciencia de los
Materiales, el taller internacional de Física Médica (2002), los Talleres Iberoamericanos de
Enseñanza de la Física Universitaria (2003, 2007, 2009), Tecnoláser (2003, 2005, 2007,
2009), la Conferencia Interamericana de Educación en Física (2003), el Taller Internacional
de Nanomagnetismo (2004), el XVII Simposio Latinoamericano de Física del Estado Sólido
(2004),el X Taller internacional de Física Nuclear (2005), Fotociencias (2005), los eventos
Óptica, Vida y Patrimonio (2004 y 2009), la conferencia “La Ciencia de Materiales en la era
Nano” (2009), los Talleres de Física Nuclear y los Simposios de Técnicas Nucleares y
Conexas WONP-NURT (2007, 2009). Entre los visitantes distinguidos recibidos por los
físicos cubanos durante la década se destacan los premios Nobel de Física Leon Lederman
(2003), Zhores Ivanovich Alferov (2007 y 2010) y David Gross (2010), el premio Nobel de
Química Robert Curl (2009), el inventor del AFM Cristopher Geber y reconocidos autores de
textos de Física como Marcelo Alonso y Robert Resnick.
126
Se mantienen activos los vínculos con redes y organizaciones internacionales (CLAF, IUPAP,
FEIASOFI, ICO, IUCr) relacionadas con la Física. La revista Cubana de Física ha
experimentado una apreciable mejoría y en su versión electrónica es de fácil acceso.
Recientemente la SCF, presidida primero por el Dr. Osvaldo de Melo Pereira y actualmente
por el Dr. Augusto González, estableció el premio anual de Física “Manuel F. Gran” otorgado
por primera vez a tres físicos cubanos: Hugo Pérez Rojas, Carlos Trallero Giner y Carlos
Cabal Mirabal en ocasión del congreso celebrado en marzo del 2011.
A partir de los acuerdos firmados entre la SCF y la APS en el 2000, se organizaron en La
Habana dos eventos: el Taller de Física Médica (2002), que contó con la participación de 30
físicos norteamericanos y la Conferencia Interamericana de Educación en Física (2003),
donde participaron 34 profesores de ese país. Sin embargo, las limitaciones que impone el
bloqueo norteamericano a Cuba no han permitido una colaboración estable entre los físicos
cubanos y norteamericanos. Poco después del derribo de las Torres Gemelas, fue cancelado
por la IEEE su capítulo cubano, establecido en la década anterior.
En ocasión del Año Internacional de la Física se creó un comité nacional y se desarrolló un
amplio programa de actividades que incluyó entre otras la realización de siete reuniones
científicas nacionales o internacionales, spots televisivos, encuentros con la prensa,
entrevistas, la impresión de dos tarjetas telefónicas, la edición de un sello de correos
conmemorativo de la visita de Einstein a La Habana en 1930, la proyección de documentales,
el montaje de una exposición itinerante sobre la física del siglo XX, la participación en el
proyecto “un rayo de luz a través del mundo”, la presencia de tres físicos cubanos en la
conferencia inaugural del año “Física para Mañana” en París y de cuatro en la conferencia
internacional “Física y Desarrollo Sostenible” de Durban, que lo cerró. Se preparó el artículo
“Una mirada a la Física en Cuba”, publicado por PhysicsToday en septiembre de 2006
[Baracca A., Fajer V., Rodríguez C., 2006].
127
Figura 18: Sello postal por el 75 aniversario de la visita de Albert Einstein a La Habana (1930–2005).
Los físicos son una minoría muy activa dentro de la comunidad científica cubana. Es notoria
su presencia en los medios y en otras actividades relacionadas con la popularización y el
impacto cultural de la ciencia. Han contribuido muy especialmente a la difusión y promoción
del emergente campo de las nanotecnologías, a la lucha contra la pseudociencia, a la
información acerca de los cambios climáticos globales, en favor del empleo de las energías
renovables y otros temas de gran relevancia.
Las condiciones de un país en desarrollo, pequeño y bloqueado como Cuba imponen una
visión pragmática del desarrollo económico y social. En ese contexto, el futuro de la Física
cubana dependerá en buena medida de las posibilidades del país de promover programas
estratégicos de largo plazo en campos que ofrezcan oportunidades a la Física, así como de la
capacidad de los físicos cubanos para identificar y aprovechar las oportunidades que ofrecen
las prioridades del país y al mismo tiempo participar activamente en la colaboración científica
internacional. Una condición imprescindible para ello es mantener y continuar elevando, los
altos estándares alcanzados en las décadas anteriores en la enseñanza de la Física en todos los
niveles de la Educación y en la formación de físicos a nivel de pregrado y postgrado.
128
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133
03 La Física en la Universidad de Oriente
Luis M. Méndez Pérez1 Carlos A. Cabal Mirabal2
Introducción
Este capítulo complementa la información dada en el capítulo previo (Baracca, Fajer y
Rodríguez 2014) sobre el desarrollo de la física en Cuba desde 1959 hasta al presente. El
mismo concentrará su atención al desarrollo de la enseñanza y las investigaciones en física
llevado a cabo en la Universidad de Oriente (UO), con sede en la segunda ciudad de
importancia económica, social y cultural en el país, la ciudad de Santiago de Cuba situada a
1000 Km al este de la Capital de la República, y bañada por las cálidas aguas del mar Caribe.
Aquí se fundó la Escuela de Física en 1970, pero contó con su Cátedra de Física desde su
fundación en el año 1947.
Los pasos iniciales (1947 a 1961)
La Universidad de Oriente fue inaugurada el 10 de octubre de 1947, siendo este hecho,
señalado por la prensa (Diario de Cuba 1947), como “un acontecimiento trascendental en la
historia de la docencia cubana... comenzando a funcionar bajo los mejores auspicios...”.
La fundación de la Universidad se logró después de incontables gestiones durante dos décadas
por diferentes organizaciones sociales independientes, constituidas por profesionales,
comerciantes e industriales con perspectivas futurista de desarrollo; entre estas, estaban la
Sociedad de Estudios Superiores de Oriente y el Consejo Directivo de la Universidad de
Oriente. Entre los miembros de este último Consejo estaba el prestigioso profesor de física
Dr. Roberto Soto del Rey (4 de Marzo de 1913 – 25 de Diciembre de 1995). La fundación de
la Universidad, segundo centro de su tipo en el país, tuvo un elevado arraigo popular ya que a
las familias pobres y de la clase media se les hacía económicamente muy difícil enviar y
sostener a sus hijos en la Habana para que cursaran estudios universitarios. Ese movimiento
ciudadano junto al hecho que su claustro estuvo compuesto por muchas personalidades que
habían participado en la Guerra Civil española por la república y al contexto socioeconómico
1
Facultad de Ciencias Naturales, Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, Cuba.
Grupo de Imágenes Moleculares de Resonancia Magnética, Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, La
Habana, Cuba.
2
135
e histórico de Santiago de Cuba marcó a la Universidad como una institución progresista y
popular.
La Universidad al fundarse toma lo mejor de la pedagogía cubana como expresó en cierta
ocasión el eminente Profesor de origen español Dr. Francisco Prat en entrevista a la prensa
(Sierra Maestra 1982).
“La Universidad de Oriente nació con el propósito de renovar la enseñanza en Cuba.”
Al abrir sus puertas la Universidad, lo hizo con su Facultad de Ingeniería ofreciendo la
Carrera de Ingeniería Química Industrial, que entre las disciplinas a cursar en su curriculum
del primer curso estaba la Física Superior a cargo precisamente del Dr. Roberto Soto del Rey,
quien ocupo la primera Cátedra de Física en la recién inaugurada Universidad (Acta No. 13
Consejo Directivo Universidad de Oriente 1947).
En lo que respecta a la Física, se tomaron las raíces más profundas de la pedagogía cubana,
surgida entre la década final del siglo XVIII y el primer tercio del siglo XIX, pues en la recién
fundada cátedra de Física de la UO entraron en resonancia las ideas y concepciones del
insigne maestro, sacerdote y filósofo José Agustín Caballero y Rodríguez, quién abogaba (F.
González del Valle, R. Agramonte 1944):
por la enseñanza en Cuba de la Física copernicana y la del inglés Newton; deseaba la Física
Experimental y Aplicada para que los jóvenes apoyados en ella ayudasen al fomento
nacional.
y también las de su discípulo, el sacerdote y filósofo Félix Varela (Granma 1997) con
su concepción de que a partir de la experiencia y la razón se puede llegar al conocimiento,
lo llevó a inaugurar [en Cuba] la enseñanza mediante experimentos de laboratorio de Física
y Química.
El Dr. Soto del Rey fue un fiel seguidor de estas concepciones y en especial de las expresadas
por Várela respecto a la conjugación de la “experiencia y la razón”, pues siempre fue un
devoto del racionalismo cartesiano y del experimentalismo galileano. A su vez, siguiendo
además el legado de su excelente maestro de Física, el Dr. Manuel F. Gran, de quien fue
alumno en sus años de estudiantes en la Universidad de la Habana (1934 – 1939), Inició el
montaje de los laboratorios docentes de Física, como en otras áreas universitarias se montaron
la Planta Piloto, y el Taller de Maquinado, destinados a brindar una sólida formación práctica
a los estudiantes, lo que fue confirmado por el Dr. Prat (Sierra Maestra 1982).
136
tratar de hacer de la UO un centro tecnológico de Ciencias Aplicadas, pues desde el primer
momento aquí se puso énfasis en la Ingeniería Química, con la construcción de los primeros
laboratorios en cuanto se contó con presupuesto.
El profesor Roberto Soto del Rey fue precursor, en la Universidad de Oriente, de acciones
para establecer contactos internacionales con instituciones científicas y académicas, al ser el
primer profesor de la Universidad en recibir los beneficios de los años sabáticos en 1952,
según comunicación del Dr. Ernesto Pujal Fernández secretario general de la Universidad de
Oriente , yendo directamente a nutrirse de los avances de las escuelas francesa e italiana, pues
estuvo en la Sorbona de Paris y en Milán, entre otros lugares, adquiriendo conocimientos
sobre Teoría de la Relatividad, Teoría Cuántica, Física Estadística y Cálculo Tensorial. A su
vez el Profesor Soto del Rey mantenía estrechas relaciones con profesionales, comerciantes e
industriales de la ciudad y la región que lo mantenían al tanto del acontecer tecnológico y
económico de su época.
En 1951 se redactó el proyecto de organización de la Escuela de Ciencias y de las Carreras de
Ciencias Naturales y de Físico Química de la Facultad de Ciencias e Ingeniería, la que para
1956 se transformó en la Facultad de Ciencias Naturales ofreciendo entre otras: las carreras de
Física – Matemática y Química – Física, aunque con una matrícula muy reducida. En la
primera de ellas, matriculó sólo una alumna, que en el tercer curso se integró a la segunda.
Esta fue una etapa de definiciones y de establecimiento de una corriente pedagógica propia en
cuanto a la enseñanza de la Física para estudiantes de pregrado de Ingeniería y Ciencias, para
estas últimas también con un perfil de aplicación, surgiendo la idea de ofrecer una carrera de
Física Industrial, análoga a la de Ingeniería Química Industrial que ya existía en la
Universidad, además se tenía la idea de fomentar las investigaciones científicas, muy pobres
en esa época; lamentablemente todo esto sólo fueron ideas muy loables llevadas a cabo por
Soto del Rey, como la de evitar, entre otro, la privatización de la Universidad. Esto último fue
debido a la verticalidad y el espíritu de no violar los principios en que se sustenta la obra
iniciada llevan al Dr. Soto del Rey, en fecha tan temprana para la Universidad de Oriente
como el primero de febrero de 1948, en la sesión correspondiente del Consejo Directivo, a
solicitar su renuncia como miembro del mismo y como miembro del Claustro Universitario en
protesta a la moción, secundada por el Rector y por otros miembros del Consejo y algunos
profesores, de pasar la Universidad a un Patronato, privándola de su carácter público. Su
renuncia se aprueba en la sesión del 9 de Abril de 1948 (Acta No. 23 del Consejo Directivo de
137
la UO), pero el movimiento iniciado contra este proyecto fue tan fuerte que, finalmente, la
moción fue desestimada, la Universidad mantuvo su carácter público.
Período de 1961 a 1967
Triunfa la Revolución Cubana y Soto del Rey participó activamente en la Reforma
Universitaria, siendo primero miembro de la Asamblea Estatuaria de la Universidad de
Oriente y más tarde designado como su representante en el Consejo Superior de
Universidades. En estos, los primeros años de la década de los sesenta, Soto del Rey mantuvo
contacto con italianos y solicitó oficialmente colaboración a autoridades soviéticas en los
primeros meses de la Revolución, recabando apoyo para el desarrollo de la ciencia; visito la
URSS, Polonia, Bulgaria, etc. para iniciar relaciones en busca de asesoría científico técnica
con instituciones de educación superior de estos países (Soto 2000, 33)
No es necesario enfatizar, que una entidad académica comienza a alcanzar personalidad
propia, en tanto es capaz de no depender exclusivamente del conocimiento y sus portadores
(programas, textos, equipos, etc.) generados externamente, sino cuando llega a un estadio en
que puede generarlos y con ello contribuir modestamente a preservar y generar cultura.
Siguiendo esta idea en el Departamento de Física de la UO ya en los primeros años de la
década de los años sesenta se alcanzó este estadio y así en septiembre de 1961 vio la luz la
obra “Tensión superficial y soluciones líquidas” de los Drs. Roberto Soto del Rey y Luis
Aguilar Salcedo, en cuyo prólogo se lee (Soto del Rey y Aguilar Salcedo 1961, 1).
con este trabajo, el Departamento de Física inicia la publicación del curso de Física que se
imparte a los que estudian Ingeniería en la Universidad de Oriente.
Es ésta, una aspiración de la década anterior hecha realidad; en los años siguientes se publican
otros tomos “Estática”, “Cinemática”, Hidrodinámica” y finalmente en 1966 “Vibraciones y
Ondas”.
Estas obras dan personalidad propia al Departamento de Física de la Universidad de Oriente,
no sólo por haberlas publicado, sino más bien por el estilo que las caracterizan: a partir de
cortos epígrafes, aislados al parecer unos de otros, al conformarse los de mayor jerarquía
hasta llegar a los Capítulos; se va construyendo poco a poco el conocimiento y la teoría más
general. En estos existe la cantidad de palabras necesarias, si falta una, la idea queda
inconclusa, sí hay una más, ésta resulta superflua; esto es característico del Dr. Roberto Soto
del Rey -la conjugación del racionalismo y la síntesis-. La experiencia y la razón, están
138
también presentes en estas obras, para llegar al conocimiento se describen múltiples
experiencias y por generalización se llega a conclusiones teóricas; no estando ausente la
rigurosidad matemática, ni olvidadas las aplicaciones prácticas de instrumentos o métodos de
esos principios teóricos.
En aquellos años los Profesores del Departamento tenían además de su actividad docente
universitaria fuertes vínculos con la docencia de la física en los niveles pre universitarios,
Roberto Soto del Rey y Luis Amado Aguilar Salcedo eran profesores activos de Física en el
Instituto de Segunda Enseñanza de Santiago de Cuba y ejercían una notable influencia sobre
los demás profesores y sobre los estudiantes de ese nivel de enseñanza.
Soto del Rey partiendo del papel fundamental de la Historia de la Ciencia en la enseñanza de
la propia Ciencia, en su preservación y en la transmisión del legado de aquellos que
contribuyeron al desarrollo de la física; en el antiguo local del Departamento, a lo largo del
pasillo que conducía a los laboratorios se instauró una modesta pero verdadera galería de
Físicos; orgullo indiscutible del Departamento, admirada por todo aquel, que tenía la
oportunidad de deleitarse con ella, a la vez de adquirir conocimientos. Era notable también la
conservación y exposición de instrumentos, equipos reliquias de añeja procedencia que junto
a lo anterior creaba una atmósfera especial.
La comprensión del valor de las investigaciones científicas en las instituciones académicas
superiores, como elemento fundamental en la generación del conocimiento en unión con el
intercambio internacional, en esta etapa no se pierde de vista, por tal razón en mayo de 1962
el Decano de la Facultad de Ciencias Dr. Fernández Bertrán realiza un viaje por países
europeos, firmando un convenio de colaboración con la Universidad Técnica de Dresden
(Tratado 1962) y presento un Informe detallado de la posible colaboración con diversas
instituciones y Físicos italianos en los campos de la Física Nuclear y la del Estado Sólido,
dicho informe (Fernández Bertran 1962) concluye:
... esperando este informe contribuya al inicio de la planificación de la investigaciones de
la Física en Cuba ... .
Como consecuencia del viaje de Bertrán a Italia llegaron a la UO dos profesores italianos: el
Ing. Mario Chirco, ingeniero eléctrico que tenía un alto nivel físico matemático de la escuela
italiana, quien trabajó por varios años, y el físico nuclear Piero Basso.
139
En 1966 se creó la Escuela Básica de Tecnología y Ciencias, a la cual se integraron los
Departamentos de Matemática y Física: en este último por períodos cortos se incorporan otros
Profesores, el Dr. Suarez Soto, el Dr. Olivares y el salvadoreño Dr. Ricardo Arrieta Salazar,
quien llegó de California imposibilitado de regresar a los Estados Unidos y posteriormente
encuentra la muerte a manos de los sicarios del dictador salvadoreño de turno.
La Escuela de Física de la Universidad de Orient
Gestación de la Escuela (1967–1970)
Desde 1965 en la UO se habían constituido dos comisiones dirigidas estas por Luis Oliva y
Miguel Matute respectivamente 3, para analizar las vías de formar físicos y matemáticos con el
objetivo de resolver los problemas docentes de estas disciplinas. Pero esto no prosperó porque
se pensaba que la Universidad de la Habana podía formar todos los físicos necesarios al país.
En intercambios realizados con el físico soviético F. D. Kochanov, que trabajaba en la
Universidad de la Habana, se vislumbró que el objetivo no se limitaba al de resolver sólo el
problema docente, sino también, el de desarrollar la física y fundamentalmente sus
aplicaciones en la industria minera y otras, y así surge la idea de la formación de “Ingenieros
Físicos” en la facultad de Tecnología. El Dr. Kochanov, su curso de Óptica que se reprodujo y
otros materiales por él escritos sobre las aplicaciones y posibilidades de la física,
contribuyeron a consolidar un ambiente favorable a la consolidación de la física en la UO.
En el curso académico 1967–1968 se incorporaron al Departamento de física los profesores
Jorge González Alonso y Homero Fuentes González, quienes se habían graduado de físicos en
la Universidad Técnica de Dresden y de La Habana respectivamente, no obstante la situación
del Departamento era crítica, por el reducido número de Profesores que tenían una alta labor
académica de pregrado, careciendo de tiempo para incorporarse a proyectos de
investigaciones y para recibir e impartir enseñanza posgraduada (González y Fuentes 1968).
Esta situación cada vez más se agudizaba, debido al aumento de la matrícula en las carreras de
Ingeniería, Ciencias Agropecuarias, Medicina y el Instituto Pedagógico; en tanto no existía
una carrera para formar Físicos, a pesar de verse esa necesidad desde la década anterior, pero
la misma no fructificaba Para enfrentar esa elevada carga docente como en todas las
universidades se había creado el movimiento universitario de alumnos ayudantes que a la vez
que estudiaban impartían clases a años inferiores.
3
Entrevistas a Miguel Matute y Ramón Pomés.
140
Ante esta disyuntiva, entre las posibles alternativas, se optó por la que aprovechaba al
máximo los medios y recursos existentes:
•
Creación de un grupo de estudiantes, seleccionados entre los mejores
expedientes de los terceros y segundos cursos de las Carreras de Ingeniería o
Ciencias Químicas y formarlos como Físicos en un corto período de tiempo.
•
Que estos estudiantes se dedicasen simultáneamente a la impartición de
las asignaturas de Física General a otras carreras y montasen o perfeccionasen
los laboratorios docentes; concentrando el trabajo de los pocos Profesores
existentes y de la asesoría técnica extranjera a la formación de esos estudiantes
de Física.
Con estas premisas en el año 1967 se solicita al Ministerio de Educación (MINED) la
autorización para formar físicos en un Plan Especial de Ingeniería Física de la Escuela Básica
de la Facultad de Tecnología, quienes se graduarían en Julio de 1971 según se publicó (Sierra
Maestra 1968).
“Se graduarán primeros Ingenieros Físicos de la UO en 1971, con el fin de
resolver problemas tecnológicos y análisis físicos de minerales.”
Este fue el primer paso en la gestación de la Escuela de Física de la UO, siendo los objetivos
del plan4:
•
… el grupo de Física Aplicada persigue resolver en términos generales todas las
necesidades docentes, de investigación o de cualquier otro tipo en el campo de la
Física en la UO.
•
… pretende la formación de un núcleo inicial en nuestra Universidad, que
trabajará en diversas ramas de la Física Aplicada....los graduados de este grupo de
Física Aplicada recibirán el Título de Ingenieros Físicos.
•
… pretende la formación de un Físico, con buena base experimental y teórica, así
como cierta formación técnica capaz de trabajar en las investigaciones aplicadas
e industriales, así como incorporar los últimos adelantos de la Física a la
Tecnología.
4
Plan para la formación de físicos en la Universidad de Oriente (documento sin fecha exacta, probablemente
escrito a fines de 1967 o inicios de 1968.
141
Como se observa de la letra y el espíritu de la cita anterior se pretendía la formación de un
Físico Industrial o Físico Técnico. Esta idea se corrobora en el propio currículum diseñado y
comentado por J. González y H. Fuentes en colaboración con Soto del Rey y Aguilar Salcedo
(González y Fuentes 1968).
se han incorporado por considerarse indispensables dos períodos de Electrotecnia, dos de
Electrónica Básica y uno de Electrónica Industrial... El Plan de formación de Ingenieros
Físicos marca sin discusión una nueva etapa en el desarrollo de la Física en nuestra
Universidad. Por primera vez en ésta se acomete la formación de Físicos y con ello se
resuelven toda una serie de dificultades y obstáculos que parecían insalvables.
Lo mismo fue reafirmado por un funcionario del Ministerio de Educación en su informe 5:
Objetivo de la carrera: Preparar al estudiante como Físico que resuelva problemas en la
industria..., el que investiga tiene una impresión óptima del trabajo que han realizado los
compañeros J. González y H. Fuentes y otros dos compañeros Drs. en Física-Matemática
(R. Soto del Rey y L. Aguilar Salcedo, nota del autor); por su entusiasmo, que no ha ido en
detrimento de la seriedad.... Estimamos que se debe conceder la ayuda oportuna a esta
Escuela de Ingeniería Física. Por diversas razones:
1. …la Universidad de Santiago de Cuba tiene posibilidades de desarrollar un trabajo de
investigación científica en diversas ramas, por contar con cuadros de verdadera estatura
científica internacional (Dr. José Fernández Bertrán) que podría orientar el camino de una
investigación de postgraduados por caminos de cierto interés nacional.
2. …por la seriedad que se ha mostrado en la formación de la Escuela...
En 1967, a los veinte años de fundada la Universidad de Oriente, se inició la gestión de la
fundación de su Escuela de Física, periodo que concluyo en 1970 con su oficialización en el
mes de marzo y con su primera graduación de 19 Ingenieros Físicos el 8 de diciembre del
mismo año. Graduación adelantada en un curso pues no se tuvieron vacaciones y los
semestres fueron reducidos en tiempo, todo esto necesito de un gran esfuerzo tanto de los
estudiantes, como de los profesores. No faltaron detractores de la idea de formar físicos en la
Universidad de Oriente, algunos internos y otros externos. Muchas veces hubo que explicar, y
defender la concepción de la formación de un físico capaz de desenvolverse en una matriz de
profesionales no físicos ya que en la zona oriental de Cuba no existían instituciones
demandantes de egresados de física y este profesional tendría necesariamente que realizarse
dentro de un contexto y servir para enlazar la física con otras ramas. Se defendió la idea del
“gato físico”, aquel que dondequiera, caía parado.
5
Informe al viceministro para la Educación Superior del Ministerio de Educación sobre la formación de físicos
en la Universidad de Oriente.
142
En esta época se contó con la inestimable labor de muchos funcionarios y profesores de la
propia Universidad entre ellos: El Ingeniero Miguel Torres desde su posición primero de
Decano de la Facultad de Tecnología y más tarde de Vicerrector Docente. De los Drs. Luis
Estévez Macken, José Borges Badell y Rosina Hing Cortón del Departamento de
Matemáticas; los Ingenieros Miguel Matute Peña y Arístides Bereguer de la Escuela de
Ingeniería Eléctrica, que pertenecieron al claustro del Plan Especial de Ingeniería Física. Así
como también el Candidato en Ciencias Físico-Matemáticas Valery Smirnov de la
Universidad Estatal de Leningrado, quien tuvo una marcada influencia en las concepciones de
la Ingeniería Física, en la modernización y ampliación de los laboratorios docentes de física y
en la formación de la primera generación. También es resaltable la labor del Dr. Johan
Monecke de la Universidad Técnica de Dresden, quien en 1969 impartió un curso de
Mecánica Cuántica.
Un curso más tarde del surgimiento de la Escuela de Física, y con una concepción similar de
participación activa de los estudiantes en su fundación y en el ejercicio de la docencia, se abre
la Escuela de Matemática y posteriormente la escuela de Biología lo que completaba junto
con Química un espectro más amplio de las ciencias básicas en la Universidad de Oriente.
Consolidación de la Escuela (1970–1976)
La estructuración y fundación de la Escuela de Física en Marzo de 1970 y la primera y única
graduación de Ingenieros Físicos (hasta el momento) en diciembre del propio año delimitan el
fin de una etapa y el inicio de la siguiente, con un bien ganado derecho a empezar a
desarrollar la física en la Provincia de Oriente.
Al oficializarse la Escuela de Física se definió un perfil de trabajo dentro de los métodos
físicos de análisis, nombrándose director al Lic. Jorge González Alonso y subdirector al Lic.
Homero Fuentes González y una estructura de cinco Departamentos:
•
Física Nuclear, Jefe Luís Pérez Tamayo
•
Óptica y Espectroscopia, Jefe Miguel Catasús Portuondo
•
Física de los Rayos X y Metales, Jefe Manuel García Ramos
•
Física General y Teórica, Jefe Luís A. Aguilar Salcedo
•
Física Electrónica, Jefe Carlos A. Cabal Mirabal
143
Los tres primeros Departamentos siguiendo la Escuela Soviética ofrecían especialización a los
alumnos y debían realizar investigaciones aplicadas en sus respectivos campos, los dos
últimos tenían como misión apoyar las investigaciones de los primeros y ofrecer la formación
básica de los alumnos de Física y de otras carreras de ciencias e ingenierías.
Excepto el Profesor Aguilar los demás jefes ocuparon esas responsabilidades aun siendo
estudiantes de la carrera. La dinámica del acontecer universitario hizo que a los pocos meses,
en Agosto del 1970 el Lic. Jorge Gonzalez Alonso pasara a Vice decano de la Facultad,
Homero Fuentes González fuera el Director y Carlos Cabal Mirabal el Vice Director de la
Escuela de Física respectivamente, luego ese mismo año Cabal es promovido a Director
(hasta 1973) cuando Homero Fuentes pasa a ser también vice Decano de la Facultad de
Ciencias.
El claustro de la Escuela aumentó considerablemente con la incorporación al mismo de los
primeros 19 graduados de Ingeniería Física; manteniéndose en su seno los gestores y
colaboradores más cercanos de su fundación los Licenciados J. González y H. Fuentes, los
Drs. R. Soto del Rey y L. Aguilar Salcedo y la incorporación de otros Licenciados en Física
recién recibidos en la Universidad de La Habana, además de las visitas periódicas de
Profesores de la Universidad de Leningrado como: V. Smirnov. A. Petrov, V. Niementz, M.
Braun, L. Lavzovsky, Molchanov, Zanadvorov, P. Borodin etc. Con la colaboración de estos
últimos en esta etapa que se extiende hasta 1976 es que verdaderamente se inician las
investigaciones científicas aplicadas con un nivel no muy alto y en muchos casos repitiéndose
aplicaciones ya publicadas, pero con la clara conciencia de su necesidad e importancia para el
desarrollo ulterior de la Física en la Universidad y su entorno provincial.
Para lograr y mantener esto, era vital establecer y mantener una fuerte comunicación y nexos
internacionales con visitas cortas o prolongadas de los miembros del claustro a centros de
otros países. De esta forma entre 1971 y 1972 aproximadamente 10 de los miembros del
recién formado claustro parten hacia las Universidades de Leningrado, la Técnica de Dresden
y a Estocolmo, unos para intercambios de experiencia docente o cursos cortos y otros para
realizar estudios de posgrado, conducentes a la obtención del grado científico de Doctor
(Candidato a Doctor en aquella época). En 1970 Miguel Matute2 hace una visita de seis
meses a Italia. En septiembre de 1971 Homero Fuentes y Carlos Cabal viajan a RDA y a la
URSS estableciendo o fortaleciendo los Convenios con la Universidad Técnica de Dresden y
la Universidad de Leningrado acordándose el envío de Profesores a Cuba y de estudiantes de
144
doctorado cubanos a esas universidades. Luis Aguilar y Miguel Catasùs en 1972 visitan la
Universidad de Leningrado. Profesores franceses encabezados por Henry Pezerat imparten
cursos de postgrado sobre métodos de caracterización de materiales en 1970.
Entre los años 1971–1972 algunos recién graduados de la Universidad de Oriente participan
en los cursos de verano que se ofrecían en la Universidad de la Habana por profesores
franceses, entre ellos: Guilermo Lucambio y Luis Méndez.
Hasta 1976 en total se habían graduado 40 físicos 6 algunos en Física Nuclear; la matrícula de
la Escuela en ese curso era de unos 50 alumnos repartidos en todos los años, todos los
graduados de la Escuela presentaban Tesis o Trabajos de Diploma.
Los principales temas de investigación, hasta 1976, son los mencionados en (Pérez Rojas et.
al. 1976). Aunque la actividad más fuerte se desarrolló en el Departamento de Óptica y
Espectroscopia, pero aunque también en el Departamento de Física Nuclear que tomó mayor
auge alrededor de la mitad de la década. Las investigaciones en espectroscopía se
desarrollaron en conexión con la industria del níquel, con técnicas de emisión y absorción
atómica, según dos líneas de trabajo: directamente sobre el producto de la planta dirigida por
Miguel Catasús y sobre las lateritas encabezados por Jorge Ricardo. En Rayos X y Metales se
estudiaron fundamentalmente transformaciones de fase.
En 1968, Soto del Rey comienza a impartir Física a los estudiantes de los primeros años de
Medicina, e inmediatamente se percata de que la forma y el método con que se impartía la
asignatura había que adecuarlos a los intereses de los estudiantes, creando la asignatura de
Física para Médicos. Este curso tuvo gran aceptación y los profesores solicitaron recibir este
curso como postgrado, posteriormente ya en la década de los setenta la Facultad de Biología
solicitó los servicios de Soto del Rey para impartir con la misma óptica el curso a los
estudiantes de Biología. Producto de este trabajo Soto del Rey publicó en la editorial
“Oriente” en 1988 una obra en cuatro tomos titulada Introducción a la Biofísica (Soto del Rey
Introducción a la Biofísica 1988). Soto del Rey siempre tuvo la visión y la concepción que en
la realidad cubana y sobre todo oriental el físico tenía que tener dos orientaciones una era la
Física Técnica y la otra la Física Biológica, como él la llamaba. Esa idea era fija, argumentada
y con antelación al hecho de impartir las clases a los médicos y luego a la carrera de Biología
de la Universidad.
6
Registro de graduados, Secretaría General Universidad de Oriente.
145
Para el bienio 1976–1977 regresaron del extranjero los primeros que marcharon por estancias
prolongadas muchos con sus doctorados defendidos o con una formación más fuerte e
insertada en el programa científico de cada uno de sus respectivos Departamentos,
fundamentalmente en los de especialización. Siendo Margarita Cobas Aranda en Óptica y
Ramón Pomés Hernández en Cristalografía de rayos X los primeros doctores defendidos en
La Universidad de Leningrado. En este sentido la Escuela de Física de la UO fue pionera en la
especialidad de Óptica y Espectroscopia en Cuba, graduado a los primeros especialistas en
esta rama, también hubo un alto desarrollo en la de Física Nuclear y en la de Rayos X y
Metales, siguiendo la filosofía propia de la Escuela de ser experimental – aplicada.
Un período de desarrollo (1976–1985)
Al crearse el Ministerio de Educación Superior en 1976 la Escuela de Física y su
Departamento de Física Electrónica dejaron de existir oficialmente, en tanto los otros
departamentos pasaron a formar parte de la Facultad de Ciencias Física, Química y
Matemática, y posteriormente a finales de 1980 se crea la Facultad de Física y Matemática
cuyo primer Decano (1980–1989) fue el físico Dr. Carlos Cabal Mirabal quien había
defendido su doctorado en la Universidad Estatal de Leningrado.
El aumento del nivel y rigor científico – académico, que comenzó a introducirse en el año
1976 por el regreso de los integrantes del claustro con cursos de Posgraduación en el
extranjero y el intercambio básicamente con la RDA y la URSS se intensifica y para 1985 se
van recogiendo significativos logros como: El claustro de treinta y cinco profesores contaba
con ocho Doctores (Candidatos a Doctores en Ciencias, como se denominaban en ese
tiempo), uno de ellos formado en la propia “Escuela de Física” y ya catorce tenían las
Categorías de Profesores Titulares o Auxiliares.
Estos y otros éxitos, que se iban obteniendo se sintetizan en 1983 en el Proyecto de Unidad de
Ciencia y Técnica (UCT) “Laboratorio Métodos Físicos de Análisis” (Proyecto UCT 1983)
como se transcribe a continuación:
En los 13 años de creación de la especialidad de Física en la Universidad de Oriente se han
tenido logros sustanciales en la formación de cuadros científicos de alta calidad y el trabajo
científico-técnico vinculado a los problemas económicos de las provincias orientales y del
país... la actividad investigativa del personal calificado ha obtenido importantes resultados
científicos que sitúan sus trabajos a la cabeza de las investigaciones en varios campos de la
física aplicada en nuestro país, como son: la espectroscopia atómica y la cristalografía...
podemos mencionar los siguientes:
146
•
•
•
•
Aplicación de las técnicas de neutrones para la determinación de humedad de suelos
cubanos.
Determinación de la estructura de la sacarosa crecida en el experimento Zona del vuelo
cósmico conjunto soviético – cubano.7
La determinación de la composición de minerales cubanos, datos que sirvieron para la
confección del mapa geológico 1:100000 en lo referente a metales nobles.
Una producción científica de más de un centenar de artículos en revista nacionales e
internacionales, la participación en más de 80 eventos científicos, de ellos 10 de carácter
internacional en la URSS, RDA, Holanda, Canadá ... .
Este proyecto se quedó sólo como tal, pues no se oficializó, no obstante de forma incipiente la
UCT de forma extraoficial comenzó su trabajo, creando algunas bases organizativas y más
que todo afianzó la idea de tener una unidad de investigación como extensión de la facultad
para su proyección científica en la búsqueda de soluciones a problemas de la sociedad con los
métodos de la física.
Por otra parte el colectivo de investigadores fue galardonado con los siguientes premios, entre
otros:
•
•
•
Tercer lugar del concurso 250 aniversario de la Academia de Ciencias de la URSS del Dr
Ramón Pomés
Segundo lugar del concurso “Jóvenes Científicos” del Instituto de Física de la
Universidad de Leningrado en 1979 y el Primer Lugar de Concurso de Jóvenes Científicos
de la Universidad Estatal de Leningrado en 1980 del Dr Carlos Cabal
Dos estudiantes incorporados a los grupos científicos recibieron la medalla “Forjadores
del Futuro”.
Se publican diversos materiales de información científica, textos, manuales y se prepararon
otros que vieron la luz en los dos o tres años siguientes, entre estos:
•
•
•
•
•
7
“Métodos de determinación de oro en Minerales”, (Cobas, 1980).
“Estudios de soluciones electrolíticas paramagnéticas con el método de RMN. Estudios
de los procesos de solvatación” (Cabal, 1982).
“Colección de problemas resueltos I (Sobre tareas de la Física Matemática y aplicaciones
a la Física”. (Parera, Roca, Grave de Peralta, López, 1984).
“Métodos electrónicos en la física experimental”. (Méndez, 1986).
“Introducción a la Biofísica”. (Soto del Rey, 1988).
Ver el Capítulo de Ernesto Altshuler et al. sobre los experimentos físicos - técnicos en el espacio.
147
La motivación por las carreras de ciencias naturales y matemáticas siempre ha sido un
problema para el desarrollo de las ciencias básicas en los países sub desarrollados, en
particular en Cuba, manifestándose en matriculas de pequeñas cifras y con una débil
inclinación hacia la profesión, lo que ha tenido que ver con: la pobre tradición de estas
ciencias en el país, un subdesarrollo científico tecnológico, una débil infraestructura de
centros de investigación antes de los años 60 y una débil formación de los profesores de nivel
medio. En el periodo de 1980–1988 se encamina una intensa labor de orientación vocacional
y entre otras actividades se desarrollan: las Olimpiadas del Saber en Física, Química y
Matemática con la participación de centenares de estudiantes de los institutos
preuniversitarios de toda la zona oriental del país, se impartieron cursos de preparación para
Profesores de la enseñanza media se publicaron más de una decena de artículos de
Divulgación Científica en la Revista Bohemia (principal revista de circulación nacional), el
Periódico Sierra Maestra (de la ciudad de Santiago de Cuba) y en el boletín Oficial de la
Universidad de Oriente y se desarrollaron programas de televisión con vistas a divulgar las
posibilidades de la física en el contexto social cubano.
Todo este quehacer científico – investigativo, incipiente en la década de los años 70 e
inexistente antes se reflejaba en la labor académica de pregrado, pero también en la de
posgrado (inexistente antes), con la impartición de diversos cursos, entrenamientos e
implementación de un Programa de Doctorado.
En 1977, el entonces Departamento de Física Nuclear presenta el Proyecto “Introducción de
las Técnicas Nucleares a la Economía Nacional” a coordinar nacionalmente y obtener
financiamiento con el PNUD el cual fue aprobado por la Comisión Nacional para el uso
Pacífico de la Energía Atómica en 1979 (Proyecto PNUD, 1979) sin cambios sustanciales en
cuanto a sus objetivos y equipamiento solicitado, pero sí, con la inclusión de otras entidades
académicas del país que laboraban en temas afines.
Un hecho de relevante valor y que marca el reconocimiento de la “Escuela de Física” de la
UO por la comunidad de Físicos del país, fue la celebración entre el 27 y el 29 de Junio de
1985, del III Simposio de la Sociedad Cubana de Física en sus predios. Evento que se
desarrolló exitosamente y hasta el momento el único celebrado fuera de la capital del país.
148
Un período de tránsito (1985–1993)
Al comienzo de la década de los 80 hubo decisiones políticas a nivel nacional como: la
creación del Departamento de Física para las Ciencias Técnicas, que en 1985 pasa al Instituto
Superior Politécnico Julio Antonio Mella en la propia ciudad de Santiago de Cuba; la
eliminación de las especialidades de los planes de estudio desde 1982; el cierre de las
investigaciones aplicadas de la Física Nuclear por decisión de la Secretaria Ejecutiva de
Asuntos Nucleares (SEAN) entre 1985 y 1986, además de la imposibilidad de contar con los
recursos financieros y de equipamiento de los dos proyectos citados arriba.
Estos fueron factores que propiciaron al inicio, una débil emigración, pero que se fortaleció
con el tiempo del personal más calificado del claustro de la “Escuela de Física”. En cuestión
de dos años emigraron unos diecisiete Profesores – Investigadores, reduciéndose el número de
Doctores a cuatro, el de Profesores Titulares y Auxiliares a cinco, por esta emigración el
claustro se comenzó a completar con personal recién graduado o de graduados con otra
formación. Así para 1993 el claustro se había renovado prácticamente en su totalidad, al
tenerse en cuenta la jubilación de los Drs. R. Soto del Rey y L. Aguilar Salcedo y el
lamentable fallecimiento de uno de los primeros graduados el Ingeniero Físico Arturo
Guzmán quien se encontraba finalizando su tesis de doctorado en Relajación Magnética en
sistemas paramagnéticos de Tierras Raras.
Lo anterior trajo como consecuencia que la atmósfera científico – académica y la filosofía con
había surgido la “Escuela de Física” disminuyera, pero con el esfuerzo realizado por los pocos
que no emigraron, en compañía de algunos recién incorporados al claustro se logro en el
bienio 1986–1987, cambiar las líneas de investigaciones, pues las iniciales de Física Nuclear,
Óptica y Espectroscopia y Rayos X y Metales habían desaparecido de la Escuela como
consecuencia del cierre de las especializaciones en 1982, con el comienzo de los planes de
estudios “B”.
Algunos de los que no emigraron, con la adquisición en 1987 de un Microscopio Electrónico,
se incorporaron a entrenamientos para adquirir una nueva especialización relacionada con
estas técnicas, básicamente en la esfera de las Ciencias de los Materiales. Otros se dedicaron a
la automatización de experimentos como herramienta de trabajo y a la Física Computacional,
las que se combinaron o aplicaron a los campos de la Biofísica, la Física Médica y la
Biotecnología; a estos campos se vincularon otros métodos, como los de la RMN, grupo de
149
investigación creado en 1981; obteniéndose algunos resultados en el cuatrienio 87–90 que
definieron el camino a seguir en el futuro, algunos de ellos son:
•
•
•
En el año 1987 se crea un grupo multidisciplinario de Física Médica, que da sus primeros
pasos en el Hospital Oncológico “Conrado Benítez” de Santiago de Cuba y se logran
investigaciones conjuntas, que incluían al Instituto Nacional de Oncología y
Radiobiología, realizando trabajos de automatización, simulación y cálculos de pruebas
radioisotópicas con un Renógrafo Computadorizado, cuyo primer paso fue “Pruebas
cuantitativas en el análisis de renogramas”.
Colectivo más destacado de la Universidad de Oriente el “Grupo de Resonancia
Magnética” por: “Establecer una metódica metodología para evaluar la cinética de la
polimerización de la Hemoglobina S en pacientes con anemia drepanocítica (Sicklemia)”
y “Estudios preliminares para la clasificación de linfoadenopatias para la cuantificación
del cáncer de mamas”
El Grupo de Física Médica obtuvo el Premio al Mérito Científico por el resultado aplicado
de mayor beneficio económico con el Fotopletismógrafo analógico digital UOANGIO 01, realizado en colaboración con el Hospital Provincial de Santiago de Cuba “Saturnino
Lora” y el Instituto Nacional de Angiología y Cirugía Cardiovascular.
En diciembre de 1987 comienza a desarrollarse el proyecto 35 - 26-7 RMN8 (Cabal 1999;
Castro, Cabal et al. 2002) a petición de la máxima dirección del país que incluía el desarrollo
de la tecnología cubana de fabricación de equipos de Imágenes de Resonancia Magnética para
la medicina. El proyecto era resultado de la imposibilidad de adquirir esta tecnología ya que
las firmas comerciales en aquel entonces tenían que solicitar licencia a los Estados Unidos de
Norteamérica.
Cinco físicos, uno solo con grado científico de Doctor, y varios estudiantes de los últimos
años junto a ingenieros comienzan este proyecto que tenía como objetivo calcular, diseñar,
construir, montar, caracterizar, validar, registrar y aplicar equipos de Resonancia Magnética
de imágenes para el sistema nacional de salud. Ya a inicios del año 1991, el primer equipo de
imágenes estaba ya funcionado en un hospital. Además de los primeros tres equipos de
imágenes de cuerpo completo, se fabricaron varios relaxómetros, magnetómetros de
Resonancia Magnética y se formó un colectivo multidisciplinario (físicos, ingenieros,
químicos, cibernéticos, etc.) con un elevado nivel científico y reconocimiento a nivel nacional
e internacional.
8 Vea el capítulo de Carlos Cabal, Proyecto de Resonancia Magnética 35 -26 -7. Un caso cubano de Ingeniería
Física y Biofísica.
150
En 1994 se obtuvo el Premio Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba por el trabajo
Relaxómetro de Resonancia Magnética Nuclear “GIROMAG” y Metodología para la
Caracterización del Proceso de Polimerización de la HBS y en 1995 el Premio Nacional de la
Academia de Ciencias de Cuba por el trabajo “Tomógrafo Giroimag”. En septiembre del 1996
el trabajo del colectivo cubano dirigido por el Dr Cabal obtuvo el Premio “Giorgio Alberi in
Memoriam” Fist Prize in the V International Conference on Applications of Physics in
Medicine, Trieste, Italia. Con los años más premios de alto nivel nacional y otros
internacionales fueron conferidos como resultado de la labor científica desplegada.
Este proyecto ha sido considerado por expertos cubanos como uno de los proyectos físico
técnico de más alcance y complejidad. Junto con el desarrollo físico técnico de los equipos y
las tecnologías conexas surgieron nuevas direcciones de las investigaciones en el campo de la
biofísica molecular y celular que aun hoy siguen teniendo un alto impacto en la biotecnología
y la industria medico farmacéutica cubanas. Este proyecto conto con cierto apoyo
internacional sobre todo del Instituto de Física de la Universidad de Sao Paulo Brasil bajo la
dirección del Profesor Horacio Carlos Panepucchi, quien falleció recientemente.
El proyecto, sus resultados y el colectivo formado fueron las bases sobre la que se inauguró
por Fidel Castro Ruz Presidente del Consejo de Estado el 10 de febrero del 1993 el actual
Centro de Biofísica Médica con un edificio fabricado y equipado para el desarrollo científico
y sus aplicaciones a la Biomedicina. En esa inauguración, el Comandante en Jefe Fidel Castro
expresó una idea que constituye uno de los, pilares conceptuales de la ciencia cubana
contemporánea:
La ciencia y las producciones de la ciencia deben ocupar, algún día, el primer lugar de la
economía nacional. Tenemos que desarrollar las producciones de la inteligencia. Ese es
nuestro lugar en el mundo, no habrá otro. En eso podemos discutir con los Japoneses, con
los alemanes.
En estos nuevos campos se intentó vitalizar y fortalecer la identidad con que surgió la
“Escuela de Física”, pues concuerdan con ideas anteriores del Dr. R. Soto del Rey de
desarrollar la Biofísica, intentándose abrir una especialidad de Posgrado en Biofísica Médica
(Cabal, Méndez, Grave de Peralta, 198X), siguiéndose la estructura de las Maestrías en
Ingeniería Biomédicas latinoamericanas, en específico de Brasil y México, la cual no se
aprobó.
151
Posteriormente existieron cambios sucesivos de estructuras dentro de la Universidad y fue
creada en el 1991 la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas, dentro de la cual estaba el
Departamento de Física con su carrera de Licenciatura en Física.
Renacimiento del nuevo Departamento
A partir de 1993, después de las emigraciones mencionadas, comenzó un periodo de
recuperación al establecerse líneas de investigaciones científicas diferentes a las existentes al
fundarse la Escuela de Física en 1970, así: El antiguo grupo de Óptica y Espectroscopia, se
transformó en uno de Fluorescencia y Aplicaciones del LASER dirigido por el Dr. Jorge
Ricardo Pérez. Se creó un grupo de Física Teórica apoyado por el Departamento de Física
Teórica de la Facultad de Física de la Universidad de la Habana, dirigido por el Dr. Raúl
Riera Arocha con trabajos en el campo de las nanoestructuras, presentando trabajos en
revistas y eventos internacionales, como III International Conference on Nanoestructured
Materials. Se conformó un grupo de trabajo experimental en Ciencias de Materiales dedicado
al estudio de propiedades eléctricas y térmicas de conductores iónicos; propiedades de los
materiales ferroeléctricos; propiedades magnéticas de materiales magnéticos blandos dirigido
por el Dr. José Anglada Rivera. Se formó un grupo de investigación en Didáctica o Enseñanza
de la Física en el nivel universitario, liderado por el Dr. Juan Guillaron Llaser y el MSc. Luis
Méndez Pérez que ha presentado trabajos consecutivamente desde el I Taller Iberoamericano
de Enseñaza de la Física Universitaria celebrados en la Universidad de la Habana desde 1997
y en otros eventos nacionales e internacionales y también un grupo dedicado a las
investigaciones en Fluido Dinámica Computacional, dirigido por el MSc. Rafael Mut Benítez
en colaboración con la Universidad de Barcelona. Las investigaciones actualmente se
desarrollan en programas nacionales de ciencias básicas del Ministerio de Ciencias,
Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), como ciencias de la computación y nuevos
materiales.
Se han obtenido diferentes premios y reconocimientos, como:
•
Premio Destacado en el XIV Forum Nacional de Ciencia y Técnica.
•
Las Ordenes Carlos J Finlay y Lázaro Peña del Consejo de Estado otorgadas al
Jefe del proyecto 35 26 7.
•
2003 Medalla Conmemorativa de los Diez Años del Sindicato de la Ciencia.
152
•
2004 Distinción “Juan Tomás Roig” del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Ciencia.
•
2004 Premio Anual de la Salud al mejor artículo científico.
•
En el año 2002, un profesor fue ratificado como Académico Titular de la ACC
para el período 2002–2006, el Dr. Carlos Cabal Mirabal.
•
Un profesor es Junior Associate en el International Center for Theoretical Physics
of Trieste (ICTP).
•
Premio Nacional de Física “Manuel F. Gran” del año2010, Dr. Carlos Cabal
Mirabal.
También en la actualidad: Se defienden maestrías en Ciencias Físicas, se tiene un diplomado
en Enseñanza de la Física, se tienen proyectos de investigación y colaboración con
Universidades de México, Brasil, España y Venezuela.
En 1997 se celebró el I Simposio de Física “R. Soto del Rey In memoriam”, en el 2000 se
celebró la Conferencia Internacional de Física “R. Soto del Rey In memoriam”, con la
participación de especialistas de Brasil, España, etc.
El claustro de la carrera de Licenciatura en física ya en el 2005 estaba constituido por el 80%
de profesores titulares y auxiliares, el 60% de doctores y del resto el 66,6% eran master en
ciencias. Teniéndose un promedio de 5 artículos publicados por profesor en cada año fiscal.
Ya en año el 2007, el año del LX aniversario de la fundación de la UO, su inicial Cátedra de
Física, había evolucionado, alcanzando diferentes estructuraciones, funciones y
ramificaciones, como los actuales Centro de Biofísica Médica, Departamento de Física
Aplicada y Departamento de Física. Este último, que ofrece la Licenciatura en Física
acreditada por el Ministerio de Educación Superior de EXCELENCIA en el año 2005 y
ratificando dicha condición en el 2010.
Conclusiones
Al fundarse la Universidad de Oriente en el año 1947 la Física como ciencia estaba
representada por una asignatura de Física en el pregrado de la carrera de Ingeniería Química
Industrial, después se extendió a otras carreras de Ingeniería y posteriormente de Agronomía
y Medicina. El Dr. Roberto Soto del Rey, primer profesor y catedrático de Física en la
Universidad, ha sido un gran inspirador del desarrollo de la Física en ella. La evolución de la
153
Física llega a un estadio superior y adquiere vida propia en la Escuela de Física con sus
primeros 19 graduados de Ingeniería Física en el año 1970.
Hasta el momento se han graduado más de 450 Físicos, incluidos algunos de países de
América Latina y África. Esto ha creado una masa mínima de especialistas en la zona oriental
del país para dar cobertura a las necesidades de la docencia de Física en la Educación
Superior y a algunas investigaciones en sectores de la industria cubana.
Los físicos de la Universidad de Oriente por diversos caminos, salvando obstáculos propios
de una etapa inicial y del subdesarrollo, con su quehacer docente e investigativo siempre han
estado afianzando su razón de ser y han aumentado el impacto de la Física en la sociedad y las
ciencias cubanas. No obstante, su desarrollo ha estado permeado por cambios frecuentes de la
estructura universitaria, migraciones de algunos de sus especialistas y de una limitada base
material para las investigaciones experimentales. Sin embargo, hoy son más evidentes para la
Universidad y la sociedad, la necesidad de físicos para el desarrollo educacional, científico,
técnico y económico del país. Los retos que están por delante para la física y los físicos son
colosales, aunque no caben dudas que las nuevas generaciones conociendo estas raíces sabrán
enfrentarlos en las nuevas circunstancias.
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155
04 Aproximación a la historia de la preparación de profesores de
Física en Cuba
Diego de Jesús Alamino Ortega1
Introducción
La preparación regular y sistematizada de profesores de Física en Cuba es bien reciente, si se
compara con el largo curso de la historia de esta ciencia, pero puede servir para mostrar
respuestas interesantes en cuanto a la búsqueda de solución a un problema que inquieta a la
comunidad científica: ¿cómo preparar a un profesor de Física que responda a los
condicionamientos que la sociedad exige en un contexto y momento dado? La búsqueda de
soluciones a la preparación de profesores de Física en Cuba ha transitado a través de
continuidades y rupturas, con características originales, quizás atendiendo implícitamente la
máxima de aquel que fue maestro de Bolívar, Simón Rodríguez, cuando en el siglo XIX
advirtió “Cuidado, no sea que por la manía de imitar servilmente a las naciones cultas, venga
la América a hacer el papel de vieja en su infancia”.
Antecedentes de la enseñanza y la preparación de maestros en Cuba
Para lograr la aproximación a la historia de la preparación de profesores de Física en Cuba, se
hace necesario antes introducir algunos comentarios, que muestren cómo ha evolucionado la
enseñanza en este país, a la que está intrínsecamente aparejada la preparación de profesores.
Cuando en 1492 en Europa existían Universidades y se discurría acerca del lugar de la Tierra
en el Universo, Cristóbal Colón llegó a América y encontró en Cuba a habitantes que vivían
en un estado de Comunidad Primitiva. Los deseos desmedidos de obtener riquezas de los
colonizadores condujeron prácticamente al exterminio de la población autóctona y muy lejos
estuvo la preocupación por la enseñanza, la cual desde los primeros momentos, unida a la
evangelización, fue ocupación de la Iglesia Católica.
El sistema educativo prevaleciente en España, extrapolado a Cuba, relegaba la enseñanza
elemental en favor de la educación de la nobleza, el clero, los acaudalados propietarios y altos
funcionarios, por lo que se le dio mayor importancia a la enseñanza media y superior. En
1
Dpto. de Ciencias Exactas, Universidad Pedagógica “Juan Marinello”, Matanzas, Cuba.
157
1722 surge en Santiago de Cuba el Seminario San Basilio el Magno y en 1728 la Real y
Pontificia Universidad de San Jerónimo de La Habana. Una institución de altos estudios, que
fue fragua de la conciencia nacional y cuna de las ideas más avanzadas en filosofía, ciencia y
pedagogía, resultó ser el Real y Conciliar Seminario de San Carlos y San Ambrosio, fundado
en 1773 en La Habana. En estos establecimientos se potenciaba en primer lugar la preparación
para carreras eclesiásticas y las humanidades, siendo prevaleciente, con la excepción del
Seminario de San Carlos, el escolasticismo.
El comienzo de la enseñanza elemental sistematizada puede ubicarse en 1793, con la creación
en La Habana por real cédula, de la Sociedad Económica de Amigos del País, que tenía entre
sus preceptos “fomentar, vigilar y dirigir la educación pública”, este es el momento en que
comenzaron a establecerse escuelas en casi todas las ciudades y villas. Es notorio destacar que
en el naciente magisterio había muy poco de preparación y estos se limitaban, en su inmensa
mayoría, a enseñar lo poco que sabían, circunscribiéndose a religión, lectura, escritura y las
cuatro reglas de la aritmética. Fueron excepciones, algunas muy relevantes escuelas donde se
asimilaban las mejores tendencias pedagógicas y filosóficas acerca de la educación, pero a las
que asistían los estudiantes procedentes de los sectores de mayor poder económico.
La Sociedad Económica de Amigos del País, desde su constitución, realizó esfuerzos por
oficializar el ejercicio magisterial mediante licencias para enseñar, una vez cumplidos ciertos
requisitos. De este modo se fueron introduciendo en la enseñanza elementos filosóficos como
soporte de la pedagogía y la didáctica.
A partir de 1842 el gobierno español promulgó la Ley General de Instrucción Pública y
comenzó a hacerse cargo de la enseñanza, por lo que estableció para los maestros la titulación,
proponiéndose la creación de una Escuela Normal de Maestros que no inició su
funcionamiento hasta 1857. Esta institución, en dos años, preparaba maestros para la
enseñanza elemental y superior. La preparación aquí consistió en primer lugar en estudios de
religión y en lo científico resultaba muy limitada. El funcionamiento de esta escuela fue
perecedero al ser interrumpido por el inicio de la Guerra de los Diez Años en 1868 y graduó
ciento doce maestros en toda su historia. Otras instituciones educativas que existían en este
momento eran cuatro Institutos de Segunda Enseñanza, ubicados en La Habana, Santiago de
Cuba, Matanzas y Puerto Príncipe, a los cuales se ingresaba desde los nueve años, con
aproximadamente un cuarto grado y en los que exceptuando algo de matemática, todo lo que
se enseñaba estaba comprendido en las humanidades.
158
En 1872 funcionaba una Escuela Preparatoria para Maestros, pero amparada por la Sociedad
Económica de Amigos del País, retomando el primigenio propósito de esta Sociedad de
habilitar maestros. Para 1880 se había ampliado a seis el número de Institutos de Segunda
Enseñanza y se crearon las Escuelas Primarias Superiores. A la luz de un nuevo Plan de
Instrucción Pública en 1890 se vuelven a potenciar las Escuelas Normales que iniciaron sus
funciones en 1892 interrumpiéndose su curso por la Guerra de Independencia de 1995,
gestada por el Héroe Nacional Cubano “José Martí”.
Con la intervención norteamericana en 1898 se frustró la independencia de Cuba y los
ocupantes encontraron un país devastado a causa de la cruenta lucha. La educación no lo era
menos y el interventor norteamericano la usó como una vía para resquebrajar la identidad
nacional y despertar sentimientos anexionistas. También los EEUU necesitaban desarrollar la
enseñanza para poder aprovecharse de las riquezas de Cuba de un modo más productivo que
España, por lo que requerían formar urgentemente maestros y pronto se hizo una convocatoria
para otorgar certificaciones como maestros de primero, segundo y tercer grado según fueran
los exámenes vencidos. Jóvenes cubanos viajaron a estudiar en Escuelas Normales de los
EEUU y en 1902 se establecieron Escuelas Normales de Verano, para la superación de los
maestros que ya ejercían. Las primeras Escuelas Normales de la etapa republicana se
fundaron entre 1916 y 1919; dos en La Habana y una en cada capital de provincia para un
total de siete, con ingreso de sexto grado, extendiéndose después a octavo. Cuando se
sistematizó el egreso de las Escuelas Normales, a los maestros preparados por vías
alternativas se les posibilitó la equiparación.
Los primeros maestros de Física
Desde el siglo XVIII hay referencias que indican que se impartían contenidos de física en
instituciones de carácter religioso (católicas), incluida la Real y Pontificia Universidad de San
Jerónimo de La Habana. El momento más prominente de esta etapa inicial de la enseñanza de
la física en Cuba, lo protagoniza el presbítero Félix Varela Morales (1787-1853) quien
impartió contenidos de física entre 1811 y 1820 como parte de sus Lecciones de Filosofía, en
el Real y Conciliar Colegio Seminario de San Carlos y San Ambrosio en La Habana.
Ya en el siglo XX las universidades cubanas titulaban Doctores en Física-Matemática, FísicaQuímica, en Pedagogía, Ingenieros y Arquitectos que se dedicaban a la enseñanza de la física,
ubicada por lo general dentro de las Ciencias Naturales. En esta etapa vale destacar al Doctor
159
Manuel Francisco Gran Gilledo (1893-1962) por sus esfuerzos en dignificar la enseñanza de
la física, para lo cual escribió bien dotados textos y durante casi 40 años, desde 1923 hasta
pocos meses antes de su fallecimiento, ejerció la docencia en la Universidad de La Habana.
Egresados de las prestigiosas Escuelas Normales para Maestros, también se inclinaron por la
enseñanza de la física, la cual se desarrollaba en estas instituciones dentro de la asignatura
Ciencias Naturales y ya para bien entrado el siglo XX se empleaban textos tales como
Elementos de Física de Manuel Gran y la Física Descriptiva de H. E White para su
impartición, pero propiamente no existían profesores graduados de física en Cuba.
Con el triunfo revolucionario de 1959, comenzó un proceso de reestructuración de toda la
enseñanza y el 18 de septiembre de ese año, el Ministerio de Educación emitió una resolución
que en su primer por cuanto establecía: “Procede proveer mediante pruebas de selección
técnica las Cátedras de los Centros Secundarios Generales y Profesionales cubiertas
provisionalmente y necesarias a la debida organización de la enseñanza”, normando todo el
procedimiento a seguir. A partir de este momento comenzó también a impartirse lo que se
denominó cursillos para la preparación emergente de los maestros de enseñanza secundaria.
Las clases en las provincias se iniciaron en junio de 1960, con duración de seis meses y
frecuencia de dos horas tres veces a la semana. Ya para este momento se había creado el
Instituto de Superación Educacional desde el 20 de abril de 1960, cuya función consistió en
atender la superación sistemática del personal docente y bajo cuya supervisión se desarrolló la
preparación de los maestros. Esta institución estuvo encargada de extender títulos de Profesor
de Secundaria Básica en la Especialidad de Física, para los que cumplieran los requisitos
según resolución ministerial.
El programa de física para los cursillos, que se repitieron en años sucesivos, contenía
experiencias de laboratorio en las que se evidenciaban: propiedades de los cuerpos, diferentes
fenómenos térmicos, la inercia, mediciones de fuerza y masa, presión de líquidos, empuje,
presión atmosférica, poleas, palanca, plano inclinado, reflexión y refracción de la luz, espejos
esféricos, lentes, construcción de un anteojo, descomposición de la luz, sonido e instrumentos
musicales, electrización, experiencias con imanes, brújula, construcción de una pila y
asociación en un circuito, conexión en serie y paralelo e instalación de un timbre. La
bibliografía por la que más se trabajaba en los cursillos era: “Elementos de Física”, de M.
Gran (dos tomos) “Tratado Popular de Física”, de Kleber y Karsten, “Introducción a la Física”
(Mecánica, Calor) de Alonso y Acosta, “Física Curso Elemental” (Mecánica) de Alonso,
160
“Lecciones para Todos” de A. V. Piorishkin, publicado en las páginas centrales de la revista
Bohemia de forma que se pudiera ir conformando el libro y “Conferencias Auspiciadas por el
Colegio Nacional de Doctores en Pedagogía”. Conjuntamente con las clases teóricas, las
actividades de laboratorio se hacían gracias a la existencia de un equipamiento modular de la
marca ENOSA, cuyos manuales traían la descripción de las prácticas a realizar y en
actividades metodológicas los profesores elaboraban los planes de clase, por lo que los
egresados del cursillo salían con los requerimientos esenciales para impartir la asignatura.
Los Institutos Pedagógicos
En 1962 se aprobó en Cuba la Reforma de la Enseñanza Superior y dos años después
surgieron los Institutos Pedagógicos, adscriptos a las Universidades de La Habana, Las Villas
y Santiago de Cuba y con ellos comenzó la preparación regular y sistematizada de profesores
de Física, existiendo dos niveles, el nivel básico, que preparaba profesores para la Escuela
Secundaria Básica, en una doble especialidad y otro nivel que se le denominaba superior, que
permitía al graduado trabajar en la especialidad de Física en el bachillerato o preuniversitario.
La preparación se desarrollaba con diferentes variantes de planes de estudio, incluidos los de
doble especialidad y por lo general los estudiantes permanecían en régimen interno
disfrutando de becas.
El énfasis fundamental de la preparación impartida en los Institutos Pedagógicos a los futuros
profesores de Física recaía en la matemática y la física, con la correspondiente preparación
pedagógica y psicológica. La Física comenzaba con el estudio de la Mecánica y abarcaba todo
lo relativo a la Física General, incluyendo una asignatura de Física Moderna y en la medida
de las posibilidades materiales se acompañaba de demostraciones y experimentos. Los textos
más empleados en el estudio de la Física, en diferentes etapas fueron: “Elementos de Física”
de Manuel Gran, el de “Física General Moderna” de R. L. Weber y colaboradores, “Física
General” de F. W. Sears y M. W. Zemansky, “Física para estudiantes de Ciencias e
Ingeniería” de R. Resnick y D. Halliday y “Física General” de S. Frish y A. Timoreva. La
preparación de estos estudiantes tenía un alto componente de práctica docente en la escuela.
En 1971 comenzaron a funcionar cursos para trabajadores por la modalidad de la enseñanza a
distancia, fundamentalmente a través de encuentros periódicos de los estudiantes-trabajadores
con los profesores y asistiendo en determinados momentos a períodos intensivos de clases.
Esta resultó ser una vía de superación, con la posibilidad de llegar a obtener un título, de
161
aquellos que sin ser maestros o poseer una carrera ejercían la profesión por el conocimiento
que mostraban de las asignaturas que impartían, téngase en cuenta que hubo que esperar a que
se graduaran los primeros incorporados a los Institutos Pedagógicos para que Cuba tuviera
profesores especializados en física y esto ocurrió a finales de la década del 60.
Plan de formación de profesores de educación general media
Como consecuencia de la extensión de la educación primaria y los altos índices de
escolarización y retención obtenidos después de 1959, se produce una explosión de matrícula
en el nivel secundario y para enfrentarla, en 1972 se crea el Destacamento Pedagógico
“Manuel Ascunce Domenech”, en el que estudiantes graduados de secundaria básica se
forman como profesores de enseñanza media en una modalidad que combinaba la labor
docente con el estudio en los Institutos Pedagógicos. A este plan ingresaban alumnos con
solamente noveno grado vencido y a la vez que se formaban como maestros estaban
incorporados a la práctica en la escuela, con un número elevado de horas dedicadas a esta
actividad, primando la necesidad de contar con alguien que supiera más para enseñar al que
sabe menos, pero siempre con asesoría de profesores experimentados. El plan de estudio
duraba 5 años y los estudiantes recibían clases diariamente en una sesión y en la contraria
ejercían en la escuela como maestros. El plan de preparación contenía diez semestres de
Matemática y lo mismo de Física, en este último caso con un fuerte componente en
experimentos y demostraciones, contando con un instrumental muy actualizado de
procedencia fundamentalmente sueca. Se les impartía dos semestres de Química y de Español,
la Psicopedagogía abarcaba seis semestres y una vez concluida comenzaba la Didáctica
Especial en dos semestres. El idioma que se impartía era el inglés en seis semestres y los
fundamentos de Marxismo ocupaban dos semestres del quinto año, en el cual también se
impartían los Seminarios Especiales para profundizar en temas específicos de la física y su
enseñanza.
Como el nivel de entrada a este plan era de secundaria básica, el estudiante debía a través de
él vencer el bachillerato a la vez que se preparaba como profesor, aunque no alcanzaba el
espectro cultural del bachiller, pues el plan estaba dirigido hacia lo esencial en el maestro de
Física: conocimientos de física y matemáticas. Es importante destacar que este profesor
recibió no solamente la preparación teórica en la física sino que dispuso de preparación
experimental. La actividad de tipo científico estudiantil, mediante la cual los estudiantes se
162
vinculan a la investigación, solamente se desarrolló en forma extracurricular por alumnos
aventajados ya que no se incluía como parte del plan de estudio como sucede en la actualidad.
El título que se les otorgó a los graduados mediante este plan tuvo un carácter habilitador para
el ejercicio de la profesión, ofreciéndose posteriormente una ampliación con duración de dos
años para la obtención del título de Licenciados en Educación en la especialidad de Física y
Astronomía, equivalente al de los que cursan estudios regulares. La ampliación comprendía:
Métodos Matemáticos de la Física, Mecánica Teórica, Teoría de la Relatividad y
Electrodinámica, Física Atómica, Física Nuclear, Mecánica Cuántica y Física Estadística.
Además: Teoría de la Educación y Elementos de Organización Escolar, Historia de la
Pedagogía, Economía Política y Comunismo Científico.
La Licenciatura en Educación
En 1976 los Institutos Pedagógicos se convierten en Institutos Superiores Pedagógicos (ISP),
como centros independientes de las universidades y constituidos como Universidades
Pedagógicas en sí. En estas instituciones comienza a desarrollarse la Licenciatura en
Educación, que incluye la especialidad de Física y Astronomía, con un plan de estudios de
cuatro años; para el ingreso a los ISP se exige a los estudiantes haber vencido el bachillerato.
Este primer plan de preparación se ha denominado A y en opinión del autor marcó la mayoría
de edad en cuanto a la preparación de profesores en Cuba, en particular de profesores de
Física, manteniendo un adecuado nivel de preparación práctico-docente, incorporado
armónicamente al plan de estudios y ya no subordinado a la necesidad de ejercer la docencia;
profundizando en la preparación académica, en particular en física y matemáticas e
incluyéndose las asignaturas de Física Teórica en la formación del profesor de Física. La
conformación de la disciplina de estudio de Metodología de la Enseñanza de la Física,
introducida por primera vez, con un total de 170 horas clase, resultaba significativa con miras
al ejercicio de la profesión del futuro profesor. La conclusión de estudios se estableció a
través de Exámenes Estatales o en el caso de los que hubieran logrado resultados relevantes
en la carrera, realizarían un trabajo científico, que se ha dado en llamar Trabajo de Diploma.
Después de este denominado plan A y atendiendo a un proceso continuo de
perfeccionamiento, aparecieron diferentes variantes que mejorarían el mencionado plan con
las disciplinas y las asignaturas que lo componían. Entre las modificaciones capitales
realizadas se puede mencionar la extensión del tiempo de duración de la carrera a cinco años,
163
con un incremento en la preparación en la Metodología de la Enseñanza de la Física que ahora
contaría con 268 horas clase. Para el perfeccionamiento de los planes de estudio se esperaba
que transcurriera un ciclo de preparación y se procedía a una rigurosa validación de todo el
plan incluyendo las asignaturas, convocándose a la Comisión Nacional de Carrera y
sometiéndose los planes y programas a procesos de oponencia, lográndose un consenso
general, a nivel del país de cómo debía procederse para lograr niveles superiores de
preparación de los profesores. Esta forma de trabajo se extendió hasta el año 1990, cuando fue
puesto en vigor el denominado plan C, que llegó a contar con un documento en formato de
libro, en el que se especificaba desde el modelo del profesional, hasta los programas en
detalle, de cada una de las asignaturas a impartir. El logro de este plan, aunque no llegó a
llevarse tal y como fue concebido a la práctica, fue otro momento importante en lo que
respecta al diseño curricular para la preparación de profesores y en particular de Licenciados
en Educación en la especialidad de Física y Electrónica, que así fue como se denominó la
carrera a partir de ese momento.
Para el desarrollo de las asignaturas de Física General en estos planes se han continuado
empleando los textos de Halliday y Resnick, “Física para Estudiantes de Ciencia e Ingeniería”
el de Frish y Timoreva (tres tomos) de “Física General” además de “Física Molecular” de I.
Kikoin y A. Kikoin, “Curso de Física General” de I. V. Savéliev (tres tomos), “Conceptos de
Física Moderna” de A. Baiser, “Mecánica” de S. Strelkov, “Óptica” de G. S Landsberg, entre
otros, unidos a los de autores cubanos que paulatinamente fueron editándose. En el caso de la
Física Teórica se emplearon: “Mecánica Clásica” de H. Goldstein, “Clasical
Electrodynamics” de J. D. Jackson, “Electrodinámica Clásica” de M. Brédov y otros, “Física
Teórica” de B. G. Levich (tres volúmenes), “Física Teórica” de L. D. Landau y E. M. Lifshitz
(tres volúmenes), “Quantum Mechanics” de D.I. Blokhintsev y “Theoretical Physics” de A. S.
Kompaneyets, algunos de estos libros significaban una exigencia muy alta para los
estudiantes y fueron haciéndose publicaciones de autores cubanos más adecuadas a los
programas. Se puede apreciar por los autores de los textos, que se combinan los procedentes
de de EEUU y de la desaparecida URSS, en el caso de esta última también se contó con
asesores en las Universidades Pedagógicas y estudiantes cubanos cursaron estudios para
graduarse de profesores de Física en la URSS así como que asistieron a cursos de superación,
incluyendo doctorados.
164
En etapas posteriores y para dar cabida a un incremento de la preparación del profesor en
cuanto a su encargo social, se suprimió la impartición de la Física Teórica y se elevó el
número de horas dedicadas a la Metodología de la Enseñanza de la Física y la práctica en la
escuela.
En curso 2002–2003, para responder a transformaciones operadas en la Secundaria Básica,
comienzan a prepararse Profesores Generales Integrales (PGI) para esta enseñanza en las
Universidades Pedagógicas en un plan de cinco años. Los egresados como PGI lo hacen con
título de Licenciados en Educación y tendrán el encargo de impartir un número amplio de
asignaturas en la Secundaria Básica, entre ellas la Física, para lo cual se les prepara en los
contenidos y la metodología de esta asignatura en el nivel correspondiente. En 2003-2004
para enfrentar las transformaciones que se producen en el Preuniversitario se inicia la
preparación de profesores de Ciencias Exactas, en un plan de cinco años que los capacitará
para impartir Física y Matemática en el preuniversitario. El plan de estudio de esta carrera
recorre toda la Física General y la Matemática, incluyendo la metodología de la impartición
de estas asignaturas en el correspondiente nivel. Ambas carreras, Ciencias Exactas y PGI
tienen una amplia participación en la práctica en la escuela ya que el estudio se realiza a partir
del segundo año con vínculo total a la escuela, recibiendo clases a través de la modalidad de
Educación a Distancia. El título de los egresados de Ciencias Exactas también será de nivel
universitario: Licenciado en Educación. De estos planes solo se han obtenido las primeras
graduaciones por lo que aún está en proceso de evaluación su competencia.
Epílogo
Con el propósito de lograr que el profesor de Física responda a las exigencias de la sociedad,
diferentes planes de preparación de profesores de Física se han desarrollados en Cuba, aunque
siempre ha estado presente como un invariante la vinculación con la práctica en la escuela. La
urgencia de maestros de Física, por diversas razones, ha sido una de las exigencias que ha
llevado a instrumentar diversas soluciones, por eso el recorrido por el camino de la
preparación de profesores de Física Cuba ha transitado por continuidades y rupturas.
165
Referencias
Alamino, D. de J. “Raíces Históricas de la Enseñanza de la Física en Cuba: desde Varela a
Gran; un material para maestros de Física”. Ensayos Históricos. Anuario del Instituto
de Estudios Hispanoamericanos, Universidad Central de Venezuela, segunda etapa
No. 17, 2005.
Alamino, D de J. y Simon, G. “Physics Education in Cuba”, 129 American Association of
Physics Teachers Meeting, Sacramento, CA, July 31- Aug. 4, 2004.
Fernández, J.R. Conferencia “Desarrollo de la Educación en Cuba”, Pedagogía 86, 27 al 31 de
enero de 1986 Palacio de las Convenciones, Cuba.
García, G.J. “Bosquejo Histórico de la Educación en Cuba”, Editorial de Libros para la
Educación, La Habana 1978.
Ministerio de Educación, Licenciatura en Educación. Carrera Física y Electrónica. Plan C.
Programas, Editorial Pueblo y Educación, La Habana 1990.
Sosa, E. y Penabad, A. “Historia de la Educación en Cuba”, Editorial Pueblo y Educación,
2001
NOTA
Otros documentos consultados han sido programas, planes de estudio y textos que se han
empleado en la enseñanza de la Física, así como testimonios de ex-alumnos y profesores, a
los cuales el autor agradece su colaboración.
166
05 Una entrevista con el Profesor Melquiades de Dios Leyva,
Diciembre 2008
Olimpia Arias de Fuentes1
Introducción
La historia de la Física en Cuba no podría hacerse, sin mencionar a este importante físico
cubano, profesor de Mecánica Cuántica, que constituye un ejemplo de lo más genuino de
nuestra política educacional después de 1959: Educación para todos, en todos los niveles, sin
distinciones, sin elitismo. Esta es una entrevista realizada por la Dra. Olimpia Arias de
Fuentes, Investigadora Titular del Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales de la
Universidad de La Habana y Profesora Adjunta de la Facultad de Física de la propia
Universidad, a Melquiades de Dios Leyva, Profesor Titular de la Facultad de Física y Profesor
de Mérito de la Universidad de La Habana.
Apuntes biográficos y profesionales
Melquiades de Dios Leyva nació el 9 de diciembre de 1938 en la provincia de Santiago de
Cuba. En 1959 era un joven que contaba escasamente con un 6to grado de nivel primario. En
aquellos tiempos, su mayor mérito estaba asociado a su participación en la lucha clandestina
contra la tiranía batistiana y como miembro del Ejército Rebelde en el Tercer Frente “Mario
Muñoz”. Los cambios sociales ocurridos en Cuba en 1959 le brindan la oportunidad de
acceder a estudios de forma sistemática y es así como, por exámenes de ingreso, en 1963
obtiene una beca, otorgada por la Revolución, para realizar estudios en la Universidad de la
Habana. Se gradúa de Licenciado en Física en 1968 (carrera creada en 1962 por la Reforma
Universitaria). A partir de este momento comienza su vida laboral como profesor de la
Escuela de Física de la Universidad de La Habana. Fue el primer profesor de la Enseñanza
Superior del país en obtener el nivel de Maestro en Ciencias. En 1979, después de una
estancia de cuatro años en la Universidad Estatal de Moscú (Universidad Lomonosov), en la
antigua Unión Soviética, obtuvo el grado científico de Doctor en Ciencias FísicoMatemáticas. Con más de cuatro décadas de experiencia en la enseñanza, ha contribuido
1
Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales, Universidad de La Habana, La Habana, Cuba.
167
enormemente a la formación de la inmensa mayoría de los físicos cubanos, los cuales tienen
un criterio excelente de la maestría pedagógica y docente de este profesor. Ha escrito libros y
publicado numerosos artículos científicos en revistas internacionales de gran impacto. Fue
miembro asociado del ICTP (Centro Internacional de Física Teórica) con sede en Trieste,
Italia. Ha recibido varias condecoraciones, entre las que se destacan la Orden “Frank País”
reconocimiento conferido por el Consejo de Estado a solicitud de Ministerio de Educación
Superior, por su extensa trayectoria en la docencia y su contribución al desarrollo de la
educación cubana. También ha sido galardonado con la Orden “Carlos J. Finlay”, la más alta
condecoración que otorga el Estado Cubano a personalidades científicas que hayan realizado
una importante contribución a la ciencia nacional, así como el Premio Nacional de Física
otorgado por la Sociedad Cubana de Física por su importante papel en el desarrollo de la
Física en Cuba.
Entrevista
O. Arias de Fuentes: Conocemos que Ud. nació y vivió durante sus primeros 20 años en un
intrincado pueblecito de campo, perteneciente a Palma Soriano, provincia de Santiago de
Cuba, ¿cómo fue posible que pudiera Ud. acceder a estudios en la capital del país?
M. de Dios Leyva: Es cierto, mi origen es campesino y mis primeros 20 años de vida
transcurrieron en un humilde pueblito de campo de la antigua provincia de Oriente. Allí solo
había una pequeña escuela primaria y la mayoría de los pobladores eran analfabetos totales o
funcionales. Nadie, absolutamente nadie, tenía posibilidades ni esperanzas de superación,
estábamos sentenciados a la ignorancia. Pero, el triunfo de la Revolución Cubana el 1ro de
Enero de 1959 cambió por completo el panorama social del País y, en particular, nuestro
destino. Todos los cubanos fuimos convocados inmediatamente a superarnos y no lo pensé
mucho. En enero de 1959 llegué a la Capital como miembro del Ejército Rebelde e
inmediatamente comencé a aprovechar las posibilidades de superación que se nos brindaba.
O. Arias de Fuentes: ¿Pensó Ud. alguna vez en convertirse en un profesor universitario?
M. de Dios Leyva: Nunca, desde aquel pueblito de campo era imposible imaginarse eso, ni
siquiera en sueños. Pero le digo una cosa: cuando en enero de 1959 vi por primera vez la
escalinata de la Universidad de la Habana y su imponente Alma Mater, sentí que algo
desconocido me decía: “Tú puedes llegar, todo depende de ti”. Y así fue, varios años después
era ya estudiante de esta gloriosa Universidad.
168
O. Arias de Fuentes: ¿Por qué eligió la Física como profesión?
M. de Dios Leyva: Esa idea surgió de una conversación que tuve con mi profesor de Física
en la enseñanza preuniversitaria. Esa conversación comenzó cuando él me dijo que su familia
era muy humilde y que sus estudios los había realizado con tremendo sacrificio. Me dijo,
inclusive, que para poder costear sus estudios tuvo que trabajar muy fuerte, y que la mayoría
de las veces estudiaba por las madrugadas alumbrándose con velas. Él, conocedor también de
mi origen humilde, me preguntó acerca de cuál era la carrera universitaria de mi elección. No
sé, le contesté, pero me gustan mucho la Geometría y la Óptica Geométrica que he aprendido.
Él enseguida respondió: “entonces tu futuro es la Física”. Y así fue.
O. Arias de Fuentes: ¿Cómo ha sido su desarrollo y proyección en esta especialidad durante
todos estos años y qué importancia considera que ello ha tenido para la Física en Cuba, tanto
desde el punto de vista científico como en la formación de otros profesionales.
M. de Dios Leyva: Bueno, la política educacional y laboral seguida por la Revolución
Cubana a partir de 1959 me permitieron mantener un desarrollo continuo en mi profesión.
Inmediatamente después de graduado en 1968 comencé a trabajar como Profesor en la
entonces Escuela de Física de la Universidad de la Habana. Puedo decirle que la inmensa
mayoría de los físicos cubanos fueron mis alumnos y creo que ayudé bastante a su formación
como personas y profesionales. Muchos de ellos, después de graduados, se han acercado a mí
para reconocer eso. Mi desarrollo científico fue relativamente rápido debido a que muchos
científicos amigos de la Revolución vinieron, en las décadas del 60 y del 70, de muchas partes
del mundo a colaborar con el desarrollo científico de nuestro país. Esa fue la época de los
famosos Cursos de Verano que tanto influyeron en nuestro desarrollo científico y docente.
Como resultado de esa ayuda defendí, en 1972, mi Tesis de Maestría en Ciencias Físicas. Dos
años después fui seleccionado para hacer el doctorado en Moscú, antigua Unión Soviética, en
la Universidad Estatal de Moscú. Así, en 1979 era ya Doctor en Ciencias Físicas Matemáticas
de tan prestigiosa Institución. Después continúe trabajando y hoy en día he publicado más de
90 artículos científicos en revistas internacionales especializadas, dos libros relacionados con
la docencia que imparto y algunos resultados han sido reconocidos por diferentes instituciones
científicas. En estos momentos soy Profesor Titular y de Mérito de la Universidad de la
Habana.
O. Arias de Fuentes: ¿Qué siente el profesor Melquíades cuando rememora su aporte a la
formación de físicos en otros lugares del mundo?
169
M. de Dios Leyva: Es cierto que he colaborado también a la formación de físicos y químicos
en diferentes partes del mundo, tanto en la enseñanza de pregrado como en la de postgrado.
Por ejemplo, cumpliendo Misión Internacionalista participé de manera voluntaria, durante dos
años, como Profesor en la Universidad de Luanda, Angola. Es reconfortante estar en Cuba o
en el extranjero y encontrarte con alguien que ayudaste a formar, que te da las gracias por eso.
Este sentimiento no sólo ocurre con los estudiantes extranjeros, también con los cubanos. Es
importante decir que muchos de esos estudiantes de ayer son hoy figuras docentes y
científicas con amplio reconocimiento nacional e internacional.
Figura 1: Profesor Melquiades de Dios Leyva impartiendo clases en la Facultad de Física de la Universidad de
La Habana. (Foto cortesía de la Dra. Olimpia Arias de Fuentes).
O. Arias de Fuentes: Basado en su experiencia, ¿qué aconsejaría a los futuros profesionales
de Física y otras Ciencias Naturales y Exactas?
M. de Dios Leyva: Que el trabajo docente y científico es muy importante para el desarrollo
sostenido de cualquier país, y en especial del nuestro, el cual está obligado a desarrollar al
máximo esas actividades para poder enfrentar con éxito las limitaciones que tenemos de
recursos naturales. El trabajo docente y científico exige, por supuesto, mucha dedicación y
perseverancia. Esto está avalado por el hecho de que aquellos docentes y científicos que han
hecho aportes importantes al desarrollo de sus países y de la humanidad se han caracterizado
por su consagración y perseverancia. Estos atributos fueron los que caracterizaron a Einstein,
el cual, pese a su genialidad dedicó más de diez años de su productiva vida científica para
170
llegar a la Relatividad General. Entonces, seriedad, consagración y perseverancia es lo que le
aconsejaría a los futuros profesionales de la Ciencia. Además, soy del criterio que, como dijo
nuestro gran José Martí en el siglo XIX: “Todo hombre tiene derecho a que se le eduque y
después en pago, contribuir a la educación de los demás”.
171
06 La física experimental en semiconductores: la voluntad de
contribuir al desarrollo económico del país
Elena Vigil Santos1
En la segunda mitad de la década del sesenta, el claustro de la entonces Escuela de Física,
perteneciente a la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Habana, aumenta
considerablemente; después de haberse casi extinguido por la emigración de profesores que
ocurre con posterioridad al triunfo de la Revolución Cubana. Este incremento se nutre con los
primeros físicos formados en ella 2 y con el regreso de los primeros graduados de Física en el
extranjero, fundamentalmente, provenientes de la hoy extinta Unión Soviética. Este grupo de
recién graduados que se ve obligado a asumir como inexpertos profesores, constituye un
núcleo que imprime al desarrollo de la Física en Cuba gran dinamismo y aceleración.
Se trabaja en la reestructuración de los departamentos y de los programas, tanto de la carrera,
como de las asignaturas; y en la introducción de las investigaciones. Constituye un importante
aspecto, el que estos jóvenes profesores estaban imbuidos de la necesidad de ser buenos
investigadores para ser buenos docentes; de la necesidad de trasmitir a los estudiantes no solo
los conocimientos adquiridos en los textos, sino también, aquellos basados en la experiencia
práctica de un físico. Se parte de la premisa de la obligatoriedad del desarrollo de las
investigaciones en aras de una docencia de calidad y, a la vez, como aporte al desarrollo
científico técnico del país.
Este joven, pero decidido claustro valora el desarrollo de las investigaciones en la Escuela de
Física como una contribución a la intención de toda la sociedad cubana de emerger del grupo
de los llamados “países subdesarrollados”; como potencialidad de poder incidir en la creación
de modernas industrias basadas en nuevos conocimientos y tecnologías. La nueva estructura
socioeconómica del país, el momento de efervescencia revolucionaria que se vivía y la
existente euforia colectiva crean condiciones favorables para plantearse empresas difíciles de
imaginar en otros países con situación económico-social semejante; de esto es ejemplo
también el colectivo de la Escuela de Física. Se tiene además como premisa y conducta, la
1
Facultad de Física, Universidad de La Habana, La Habana, Cuba.
La Escuela de Física fue creada en 1962. Anteriormente existían las Escuelas de Física-Matemática y de
Química-Física; solo dedicadas prácticamente a la formación de profesores para el nivel preuniversitario.
2
173
unión de esfuerzos en aras de poder lograr el desarrollo de las investigaciones en Física en la
Universidad de La Habana y en el país.
Algunos de los recién graduados devenidos en profesores tenían alguna experiencia
investigativa, dada por las tesis de pregrado realizadas como estudiantes, y se debatía qué
temáticas abordar, cómo contribuir al país, en qué líneas encausar las nacientes
investigaciones. La Física del Estado Sólido y, en particular, la Física de Semiconductores,
contaba con criterios favorables dados por su actualidad, despegue y vigencia en aquellos
momentos. Apoyaban también esta temática, la influencia de especialistas extranjeros; tanto
los que fueran tutores de los nuevos profesores, como profesores invitados de distintos países
que durante espacios de tiempo variables apoyaron nuestro desarrollo. También, la apoyan
varios físicos con reconocimiento internacional que nos visitan durante el Congreso Cultural
de La Habana que celebrado durante las fiestas del fin de año 1967-1968. Coincidentemente,
en ese momento se logra el primer diodo de aleación fabricado en la Escuela de Física. Todo
lo anterior ayudó a catalizar la decisión de unir esfuerzos alrededor de la Física del Estado
Sólido. Al mencionado Congreso le siguió el muy valioso apoyo de científicos europeos,
principalmente franceses, a través de las Escuelas de Verano que tienen lugar entre el 68 y 72.
Se estructuraron grupos experimentales de investigación que abarcaban las temáticas de
semiconductores, metales y magnetismo. Estas temáticas muy ligadas a posibles futuras
industrias indican el objetivo de los físicos cubanos de contribuir, no solo a la mejor docencia,
sino también al desarrollo del país. Se debe explicar que, hasta la segunda mitad de la década
del setenta, la Escuela de Física tuvo una estructura que priorizaba y propiciaba el desarrollo
de las investigaciones; siempre teniendo en cuenta su necesidad en aras de la docencia. Existía
una estructura de secciones o departamentos docentes y una estructura paralela de grupos de
investigación; de forma que cada profesor tenía una doble subordinación y función. Las
investigaciones no se enmarcaban en las temáticas tradicionales de los departamentos
docentes sino se concentraban en aquellas consideradas de interés perspectivo.
Revisaremos a continuación, a grandes rasgos, la actividad experimental en Física de
Semiconductores, desde finales de la década del sesenta hasta la terminación del siglo pasado.
Las tareas que aborda inicialmente el Grupo de Semiconductores se relacionan con el
desarrollo de nuevos dispositivos microelectrónicos y optoelectrónicos, así como, con el
crecimiento de cristales. Los primeros trabajos consisten en crear instalaciones, tanto
tecnológicas como de caracterización. Determinante en el desarrollo de esta infraestructura
174
experimental fue la asesoría extranjera. También muy importante fueron los talleres de
mecánica, electrónica y vidrio creados dentro de la estructura de la Escuela de Física. En 1971
se organiza el Primer Seminario de Investigaciones Científicas (SIC) de la Facultad de
Ciencias. Los resultados presentados en el mismo incluían solo desarrollos de instalaciones e
implementaciones de técnicas, o sea, reflejaban la creación de una infraestructura
investigativa para la realización de estudios posteriores. Vale remarcar que esta experiencia
adquirida en el desarrollo de instalaciones, que continuó evolucionando, sería fundamental
para lograr investigar y desarrollar tecnologías contando con escasos recursos.
Pronto se obtienen resultados significativos en Física de Semiconductores en una primera
etapa inicial hasta 1975. Por ejemplo, en instalaciones completamente construidas en los
laboratorios de Física, se desarrolla la tecnología microelectrónica de silicio que permite la
obtención de un condensador CMOS y el ulterior desarrollo de circuitos integrados basados
en esta tecnología metal-óxido-semiconductor. Además, se crecen los primeros monocristales
y se obtienen diodos emisores de luz (LEDs de infrarrojo cercano) basados en arseniuro de
galio. Conjuntamente, se caracterizan óptica y optoelectrónicamente semiconductores
compuestos, así como, dispositivos basados en ellos.
Sin embargo, las primeras publicaciones de físicos experimentales cubanos en revistas de
impacto no aparecen hasta finales de los setentas [1, 2]. Esto puede explicarse, por los
esfuerzos que demandaba la ardua tarea de lograr resultados de interés científico y
socioeconómico y por la falta de experiencia en publicar de los físicos en aquel momento. En
el IV Simposio Latinoamericano de Física del Estado Sólido (IV SLAFES), celebrado en La
Habana en 1975, se muestra a los participantes una serie de logros en el desarrollo de las
investigaciones que denotaban una situación totalmente diferente a la existente siete años
antes, al celebrarse el Congreso Cultural de La Habana.
En la segunda mitad de la década del setenta se produce una contribución concreta de la
Física del Estado Sólido al desarrollo nacional: se decide, por la Dirección del país, la compra
y puesta en marcha de la Fábrica de Dispositivos Semiconductores “Ernesto Che Guevara”
para la fabricación de componentes discretos y circuitos integrados. Esto lo motiva, en gran
medida, los logros en la microelectrónica en la Universidad de La Habana, o sea, de la
Escuela de Física y del Laboratorio de Microelectrónica perteneciente al hoy Instituto
Superior Politécnico “José Antonio Echevarría” (ISPJAE). La Escuela de Física colaboró muy
seriamente con este proyecto. El análisis de aquel momento llevó a la unificación de las
175
investigaciones en microelectrónica fuera de la Escuela de Física, pasando un grupo de
profesores, que sin duda constituían un colectivo importante, a trabajar en la Fábrica de
Semiconductores de Pinar del Río y en el ISPJAE.
Otras investigaciones en crecimiento de cristales y optoelectrónica de semiconductores
continúan en la Universidad de La Habana en esta segunda mitad de los setentas. Se crecieron
y estudiaron cristales de diferentes tipos: se obtuvieron monocristales de silicio, de germanio
y de InSb; cristales planos de Znln2S4 y capas delgadas de CdS. Se obtienen los primeros
diodos emisores de luz roja (LEDs), llegando a obtenerse dígitos lumínicos integrados. A la
vez, comienzan a aparecer publicaciones en revistas indexadas y se hacen más frecuentes los
trabajos en memorias de eventos científicos y publicaciones nacionales.
Las investigaciones en materiales y dispositivos optoelectrónicos semiconductores encuentran
en el Laboratorio que entonces dirigía el Académico Dr. Z. I. Alfeorov, en el Instituto Ioffe de
la AC de la URSS en Leningrado (hoy San Petersburgo) gran coincidencia de intereses
investigativos y un apoyo muy fuerte. (El Dr. Alfeorov obtuvo el Premio Nobel de Física en
el año 2000). Esta colaboración fue esencial en la formación de doctores y se mantuvo desde
la segunda mitad de la década del setenta hasta el derrumbe de los llamados países del Este.
Además de las publicaciones conjuntas entre físicos rusos y cubanos, se obtuvieron resultados
de impacto socioeconómico. Por ejemplo, se construyó un panel con seguimiento solar y
concentración de la radiación basado en celdas solares de AlGaAs y se desarrollaron
tecnologías de dispositivos optoelectrónicos. Se fabricaron y estudiaron en nuestros
laboratorios: láseres semiconductores, LEDs, celdas solares y fotodiodos de silicio.
En 1980 tiene lugar el primer el vuelo Espacial Conjunto Soviético-Cubano. Es el colectivo
experimental que trabajaba en Física de los Semiconductores quien participa por la
Universidad de La Habana en la preparación de experimentos de crecimiento de cristales en
condiciones de microgravidez. Los mismos, por su importancia, son tratados en otro trabajo
en el presente volumen. 3
3
Para más información sobre estos experimentos, vea en este volumen el trabajo de José Altshuler et al sobre los
experimentos físico-técnicos espaciales.
176
En 1981 ve la luz la Revista Cubana de Física. En ese primer año, 13 de las 27 publicaciones
de todas las instituciones del país, son de Física de los Semiconductores, de las cuales 4 son
del grupo de Física Teórica. 4
En la primera mitad de la década del ochenta se alcanza la madurez de las investigaciones en
materiales, estructuras y dispositivos semiconductores optoelectrónicos. Se dominan
diferentes técnicas que incluyen tanto el crecimiento de estructuras como aquellas necesarias
para llegar a tener los láseres semiconductores, LEDs, celdas solares y fotodiodos. Se destaca
la epitaxia de la fase líquida para el crecimiento de heteroestructuras en base a GaAs/AlGaAs.
Por otra parte, variadas y en algunos casos originales, fueron las técnicas desarrolladas para
caracterizar y estudiar las estructuras y dispositivos obtenidos. Las publicaciones científicas
basadas en estos resultados pertenecen predominantemente a colectivos de físicos cubanos.
En 1985 se crea el Instituto de Materiales y Reactivos para la Electrónica (IMRE) en la
Universidad de La Habana con el objetivo de apoyar el desarrollo de la industria electrónica
en el país. Entre los resultados investigativos de las Facultades de Física y Química
presentados a los niveles superiores del país para apoyar la creación de dicho Instituto estuvo
el desarrollo de LEDs y celdas solares de silicio. El colectivo de investigadores
experimentales en Física de Semiconductores pasa a formar parte del IMRE, unos grupos
primeros, todos con el tiempo. Los profesores se incorporan como adjuntos y se incrementa el
número de investigadores a tiempo completo. De nuevo, aunque con matices diferentes, se
crea una estructura paralela a la estructura docente de la Facultad con el objetivo de apoyar el
desarrollo nacional.
En la parte final de la década del ochenta se le pasaron a la fábrica de Pinar del Río
tecnologías de fabricación de diodos emisores de luz; primero en base a difusión y después
utilizando crecimiento epitaxial. Cuba, dentro de los países socialistas que constituían el
Consejo de Ayuda Mutua Económica, CAME, estaba designada a largo plazo para el
desarrollo y producción de dispositivos optoelectrónicos. También se trabajó
coordinadamente con la fábrica de semiconductores para la introducción de fotodiodos y
celdas solares de silicio.
4
El grupo de Física Teórica se concentró desde sus inicios a finales de los sesentas fundamentalmente en la
Física de Semiconductores. Aunque ha habido algunos ejemplos de trabajos conjuntos con los físicos
experimentales, este grupo continuó su desarrollo independiente y se ha destacado por su abundante producción
científica recogida en revistas con alto factor de impacto.
177
La desaparición del bloque socialista frenó los planes de desarrollo de la electrónica en Cuba,
pero el colectivo de la Universidad de La Habana continuó trabajando en física de materiales
y dispositivos semiconductores. Debe mencionarse que en el 93-94 se llegan a crecer capas
ultrafinas de GaAs en un equipo ruso de epitaxia de haces moleculares (MBE); crecimientos
que no pudieron ser continuados. La década del noventa constituyó un período muy difícil
para la economía del país que trascendió a todas las esferas. Se caracterizó por una depresión
de la actividad experimental en las instalaciones propias de la Facultad de Física al ser crítica
la situación de recursos materiales. Sin embargo, se acentuó la colaboración internacional de
los profesores e investigadores en física de los semiconductores con otros laboratorios,
principalmente latinoamericanos. La madurez alcanzada por estos físicos permitía optimizar
la utilización de instalaciones existentes en laboratorios en otros países, producir
publicaciones conjuntas y formar estudiantes de pregrado y posgrado.
Simultáneamente, se trata de mantener a toda costa la actividad experimental en el país. Bajo
la premisa de investigar para ser mejores formadores de nuevos físicos, contribuir al
desarrollo del conocimiento y obtener resultados de interés socioeconómico, se origina una
cierta polarización hacia los trabajos alrededor de materiales y estructuras basadas en
semiconductores con perspectivas de ser utilizados como celdas solares. En esta década del
noventa se continuó trabajando coordinadamente con la Fábrica de Dispositivos
Semiconductores “Ernesto Che Guevara” que abordó la fabricación de paneles solares con
celdas importadas. Se colaboró en el desarrollo de la tecnología de fabricación de celdas
solares de silicio, así como en el entrenamiento y formación de técnicos y especialistas en
energía fotovoltaica.
Por último, es interesante señalar que el número de publicaciones en revistas de impacto fue
en aumento en esos años difíciles. 5 Esto se logró gracias a la experiencia acumulada, una
buena dosis de determinación y la colaboración con instituciones extranjeras. Esta última no
solo permitió complementar resultados obtenidos en Cuba con análisis que requieren
equipamiento sofisticado y costoso, sino que también motivó un fructífero intercambio de
ideas y la amistad con muchos colegas extranjeros.
5
Vea en este volumen el trabajo por Ernesto Altshuler sobre el impacto de la Física en Cuba a través de las
publicaciones científicas.
178
Reconocimiento
La autora agradece a José Folgueras, Adriana Fornés, Juan Fuentes, Osvaldo de Melo, María
Sánchez-Colina, Daniel Stolik y Julio Vidal sus observaciones, la mayoría de las cuales
fueron incorporadas.
Referencias
[1] L. Hernández, O. Vigil, F. González: Optical transitions and distribution of localizad
levels in ZnIn2S4, Physica Status Solidi (a), Vol. 36, 1976, 33–XX
[2] E. Vigil, J.A. Rodríguez, and R. Pérez Álvarez. Optical constants of n and p type GaAs
between 2.5 and 3.5 eV. Physica Status Solidi (b), Vol. 90, 1978, 409–414.
179
07 Primeros experimentos científicos cubanos en el Cosmos
José Altshuler, Octavio Calzadilla Amaya, Federico Falcón, Juan E.
Fuentes, Jorge Lodos y Elena Vigil Santos
Cuando Cuba se integró al Programa Intercosmos de los países socialistas, a mediados del
decenio de 1960, apenas comenzaban a recogerse los frutos de la extraordinaria reforma
educacional y científica iniciada poco antes en nuestro país. Pero cuando, diez años más tarde,
la Unión Soviética ofreció el uso de sus instalaciones y naves espaciales a todos los países
participantes, para que cosmonautas de éstos pudieran realizar experimentos científicos en el
espacio cósmico, la situación había cambiado sustancialmente. En efecto, se pudo disponer
entonces de más de 200 trabajadores vinculados a las actividades científicas y tecnológicas,
que en breve plazo concibieron y prepararon, en estrecha colaboración con varias
instituciones de la antiguas URSS, RDA y Bulgaria, más de una veintena de experimentos
científicos que habían de realizarse en órbita circunterrestre durante el vuelo Espacial
Conjunto Soviético-Cubano, que tuvo lugar del 18 al 26 de septiembre de 1980.
Los especialistas soviéticos consideraron varios de los experimentos de diseño original
cubano suficientemente valiosos para que algunos de ellos continuaran repitiéndose
posteriormente en distintas aplicaciones, espaciales y no espaciales, tal como efectivamente
ocurrió. Sin duda, aquellos experimentos, y otro que se preparó también para el vuelo espacial
soviético-cubano --pero que no se realizó entonces, sino poco después, como indicaremos más
abajo-- tienen importancia histórica, puesto que fueron los primeros de su tipo que se
efectuaron en el mundo en condiciones de ingravidez. A lo cual hay que añadir que el cubano
Arnaldo Tamayo fue el primer latinoamericano y el primer caribeño que llegó al espacio
cósmico y trabajó en él con buen éxito. Pero quizás lo más interesante de aquel vuelo fue que
lo aportado por los científicos cubanos resultó de interés tal que el país anfitrión se interesó en
continuar la colaboración iniciada, que se mantuvo hasta la liquidación del Programa
Intercosmos por razones extracientíficas.
Los experimentos de diseño cubano vinculados al mencionado vuelo espacial pueden
agruparse en cuatro categorías: Médico-Biológicos, Psicométricos, de Exploración de la
Tierra, y Físico-Técnicos. Aquéllos en cuya concepción e implementación desempeñaron un
papel central los físicos de nuestro país, se incluyen en esta última categoría, y se
181
denominaron genéricamente Caribe, Azúcar, Zona y Holograma. A continuación,
intentaremos una descripción sucinta de cada uno de ellos.
Experimento CARIBE
Este experimento, desarrollado por el Laboratorio de Electrónica del Estado Sólido (LIEES)
perteneciente a la Facultad de Física de la Universidad de La Habana, continuaba los
experimentos realizados sobre la temática de obtención de cristales y aleaciones en
condiciones de ingravidez (o microgravidez) en el laboratorio espacial Skylab y el complejo
orbital Soyuz-Apolo. Como partes del experimento CARIBE se realizaron a bordo la nave
orbital Saliut 6, dos experiencias independientes usando los hornos Cristal (Caribe K-1) y
Splav (Caribe C-1 o SK-1).
Caribe K-1: crecimiento de una aleación de Ge-In
El experimento Caribe K-1 tenía como objetivos: el estudio de la perfección cristalina de los
cristales crecidos en el espacio cósmico y en Tierra, y el estudio del efecto las condiciones de
microgravidez en la distribución de impurezas durante la recristalización de monocristales de
Ge fuertemente dopados con In. En el diseño de las experiencias se introdujeron un calzo de
grafito y un muelle de cuarzo para la sujeción de la muestra en las ámpulas de cuarzo
empleadas, una técnica novedosa destinada a evitar la posible rotura del ámpula debida a las
vibraciones de la nave derivadas de las grandes aceleraciones requeridas de la nave de
transporte [1]. De la caracterización por diferentes técnicas de las muestras de Ge-In se
obtuvieron los siguientes resultados [2–4]:
•
La perfección cristalina de la muestra crecida en el espacio fue muy superior a la
del cristal análogo crecido en tierra, pese a presentar una burbuja de aire ocluida.
•
El perfil de temperatura del horno Cristal provocó la aparición de dos celdas de
circulación en el seno del fundido, lo que originó una variación inesperada en la
curva de distribución de impurezas en el cristal crecido en órbita. Se corroboró
que, en condiciones de microgravidez, pueden aparecer celdas de circulación por
el perfil del horno, la aparición de las corrientes termocapilares y la difusión
térmica de Soret.
•
Las evidencias de convección en el seno del fundido encontradas en condiciones
de microgravidez se corroboraron por medio de la modelación del experimento,
resolviendo numéricamente las ecuaciones de la hidrodinámica.
182
Una referencia a los resultados de crecimiento de Ge-In en el experimento CARIBE aparece
en el informe CR-208314 de la NASA [5].
Caribe C-1 o SK-1: crecimiento de capas epitaxiales de GaAs y AlGaAs
Se obtuvieron, por primera vez, capas monocristalinas de GaAs y AlGaAs sobre sustratos de
GaAs en condiciones de microgravidez [6-11] y se crecieron a partir de una solución de galio
de pequeña altura (1,5 mm) por enfriamiento forzado. El diseño original de pequeños
contenedores de grafito con las soluciones de crecimiento y sustratos, dentro de un ámpula de
cuarzo sellada al vacío, posibilitó crecer 16 capas simultáneamente con cuatro diferentes
regímenes de temperatura. Esto permitió realizar análisis comparativos entre ellas, y con las
análogas crecidas en Tierra. Se estudió también la impurificación con Zn de las capas durante
el proceso de crecimiento; y, adicionalmente, utilizando las capas crecidas, se fabricaron
diodos emisores de luz, obtenidos por primera vez en estas condiciones. Otros resultados
obtenidos fueron:
•
La morfología de las capas crecidas en condiciones de microgravidez comparada
con las crecidas en Tierra reveló que no se homogenizó la solución de crecimiento
debido a la ausencia de convección, y también la existencia de una influencia
relativa mayor de la tensión superficial.
•
Los diferentes perfiles de concentración de aluminio medidos en distintos puntos
en las capas de AlGaAs utilizando análisis dispersivo de rayos X (EDAX)
apuntaron también a la no homogeneidad de la solución de Al en Ga por la
ausencia de convección. Se determinó que el coeficiente de difusión de Al en Ga
era menor que 5.10-5 cm2-s.
•
Para los crecimientos en condiciones de microgravidez se obtuvieron, utilizando
fotoluminiscencia, mayores concentraciones de Zn y valores más altos de la
longitud de difusión de los electrones en GaAs:Zn, lo que indicaba una menor
concentración de defectos estructurales. La emisión electroluminiscente
corroboró la alta incorporación del Zn.
Experimento AZÚCAR
El objetivo del experimento AZÚCAR fue la determinación del efecto, a nivel macroscópico,
de la microgravedad sobre la cristalización de sacarosa a partir de su solución acuosa. Fue la
primera vez que se estudió la cristalización de un material orgánico en condiciones orbitales
183
de microgravidez. El estudio fue realizado por especialistas del Instituto Cubano de
Investigaciones Azucareras (ICINAZ). Con anterioridad, los especialistas mongoles habían
realizado el experimento Erdenet, con una solución acuosa de Sulfato de Cobre, un material
inorgánico. Pero el experimento AZÚCAR se realizó sobre un material de mayor interés
industrial y económico, vinculado con un gran número de sustancias de interés científico para
las ciencias biológicas y médicas.
Se observó un incremento de la rapidez de la cristalización en vez y media contra los
experimentos hechos por otros autores en condiciones controladas de laboratorio similares, y
de ocho veces, contra los experimentos paralelos en tierra, con el mismo equipamiento y
materiales. La explicación de este comportamiento pudiera estar relacionada con la forma de
la adición de las moléculas de sacarosa a la red cristalina, que es el mecanismo de crecimiento
que predomina en tierra a temperaturas menores de 50 grados Celsius [12 y 13].
Experimento ZONA
Su objetivo fue la determinación del efecto de la microgravedez sobre la microtopografía de
una cara cristalina y sobre su cinética molecular durante la cristalización. Fue el primer
experimento espacial donde se usó una técnica específica (Fusión Zonal con Gradiente de
Temperatura) para el estudio de los efectos de la microgravedez en la cinética de
cristalización a nivel molecular. El experimento fue concebido e implementado por
especialistas del Instituto Cubano de Investigaciones Azucareras (ICINAZ).
La experiencia adquirida sugirió la posibilidad de efectuar en Tierra experimentos de
simulación de la cristalización en condiciones de microgravedez cuando se cumpla la
condición de que la velocidad de cristalización de la cara cristalina bajo estudio sea
antiparalela a la fuerza de gravedad [15].
Esta experiencia apoyó la tesis doctoral “Utilización de la fusión zonal con gradiente de
temperatura (FGZT) en el estudio de los mecanismos de cristalización de la sacarosa” [15 y
16].
De los experimentos AZÚCAR y ZONA se obtuvo información que contribuyó a incorporar
nuevos datos útiles para la elaboración de modelos utilizables en la ciencia de materiales,
información que se dio a conocer en revistas científicas y presentaciones en eventos, cuyo
estudio y elaboración fueron objeto de tres tesis doctorales.
184
Experimento HOLOGRAMA
Este experimento fue diseñado y equipado por el Instituto de Investigación Técnica
Fundamental (ININTEF) de la Academia de Ciencias de Cuba, en colaboración con el
Instituto Técnico Militar (ITM) y el Instituto Físico Técnico IOFFE de la Academia de
Ciencias de la URSS. Se concibió, por una parte, con el propósito de valorar el grado
inmunidad al ruido que la redundancia propia del holograma podía ofrecer a la transmisión
televisiva de imágenes bidimensionales desde el espacio; y, por otra parte, para demostrar la
posibilidad práctica de que desde sus laboratorios en tierra, los especialistas pudieran contar
para su estudio con imágenes tridimensionales de la evolución de determinados fenómenos
producidos en órbita. La realización de las experiencias correspondientes se apoyó en la
posibilidad de transmitir imágenes holográficas a tierra mediante el canal de televisión
ordinario de la nave orbital, y en el empleo a bordo de un equipo láser diseñado al efecto.
Aunque el experimento Holograma había sido desarrollado originalmente con vistas a su
realización en órbita durante el vuelo espacial del cosmonauta cubano, fue necesario
posponerlo por problemas de capacidad de transporte.
La parte inicial de este experimento se realizó a fines de 1980 a bordo de la estación orbital
soviética Saliut-6 y la última, en marzo de 1981, durante el siguiente vuelo conjunto del
Programa Intercosmos. La primera experiencia fue muy sencilla, pues consistió en captar con
las cámaras de TV de la nave las imágenes de platinas con hologramas patrones incorporados
de antemano, y transmitirlas tierra para luego comparar las fotos de las imágenes
correspondientes en los monitores de tierra y de la nave. Posteriormente se procedió a
transmitir información holográfica desde el centro de vuelos a la nave espacial por un canal de
TV, ahora directamente sobre el tubo cámara situado en un montaje holográfico, por lo que
sobre éste el holograma se formó con luz coherente, mientras que en la experiencia anterior, la
imagen holográfica formada en el tubo de cámara de la nave se obtuvo a partir de un
holograma realizado previamente, iluminado con luz no coherente y utilizando el sistema
óptico convencional del la cámara de TV. Al igual que en la disposición experimental
anterior, se trasmitió la información holográfica por el canal de televisión, y se fotografiaron
para su posterior comparación, los hologramas en los monitores de la nave espacial y del
centro de vuelo. Los patrones trasmitidos fueron miras semicirculares para la determinación
de la resolución espacial en blanco/negro sin semitonos y para la determinación de la
185
gradación de semitonos, así como el logo Intercosmos nacional cubano, y el logo soviético
URSS-Cuba.
En marzo de 1981, se utilizó una versión del equipo láser diseñado conjuntamente por el
ININTEF, el ITM y el Instituto Ioffe para tomar imágenes tridimensionales del proceso de
disolución y cristalización de sales en líquidos, por primera vez en condiciones de
microgravedad, con vistas a la posible aplicación futura del procedimiento a la fabricación de
materiales en órbita circunterrestre [17].
Referencias
[1] O. Calzadilla, J. Fuentes, J. Vidal, P. Diaz, R. Romero; C. Arencibia, E. Hernandez, L.M.
Sorokin, I.I.Shulpina and A.S. Trebugova, "Influencia de la microgravitación en la
estructura y distribución del elemento indio) en una aleación de Ge-In." Ciencias
Técnicas, Físicas y Matemáticas, 17-21, Abril 1984.
[2] O. Calzadilla, J. Fuentes, I. Shulpina and L. Sorokin, "Estudio de los Cristales de
Germanio Dopados con Indio en el Experimento 'Caribe'." IX SLAFES, Latin
American Seminar on Solid State Physics, Mar del Plata, Argentina (1985).
[3] O. Calzadilla, J. Fuentes, I. Shulpina y L. Sorokin, Caracterización estructural de una
aleación de Ge-In crecida en el Cosmos. RCF, VI, No. 2, 47-52, (1986)
[4] O. Calzadilla, “Estudio de la influencia de la convección en los crecimientos por el
método de Bridgman”. Tesis de Doctorado, Universidad de la Habana (1994)
[5] L. Riegel and W. Wilcox, Modeling of detached solidification. Final Report, NASA-CR208314, (1996).
[6] E. Vigil y P. Díaz, Capas epitaxiales de GaAs y AlGaAs obtenidas en condiciones de
ingravidez: características y propiedades. Tercera Conferencia Científica de la Univ.
de La Habana, (1981).
[7] Autores, Experimento Caribe: Crecimiento de capas epitaxiales y uniones p-n de GaAs y
AlGaAs en el cosmos. Memorias de la Conferencia de Países Socialistas sobre Ciencia
de Materiales Cósmica, Riga (1983) (en ruso)
[8] P. Díaz, E. Vigil, R. Romero, E. Purón, S. de Roux, F. Sánchez, V.M. Andreev, S.G.
Konnikov, T.B. Papova, Homo y heteroepitaxia de GaAlAs-GaAs en condiciones de
ingravidez. I Simposio Nacional sobre Investigaciones Espaciales, La Habana, 1983
[9] P. Díaz, E. Vigil, R. Romero, E. Purón, S. de Roux, F. Sánchez, V.M. Andreev, S.G.
Konnikov, T.B. Papova, Homo y heteroepitaxia de GaAlAs-GaAs en condiciones de
ingravidez. Ciencias Técnicas, Físicas y Matemáticas, No.4, p. 23 28 (1984)
[10] E. Vigil, “Estudio y aplicación del GaAs y sus soluciones sólidas con GaP y AlAs para la
confección de diodos emisores de luz”. Tesis de Doctorado, Capítulo 3, Universidad
de La Habana (1984)
[11] E. Vigil, P. Díaz, V.M. Andreev, C.G. Konnikov, Capas epitaxiales de GaAs y AlGaAs
obtenidas en condiciones de microgravidez. IV Seminario Mejicano de Física
Electrónica, CINVESTAV, México, D.F., 1984
186
[12] Morera R., Lodos J. et. al., "Estudio del crecimiento de monocristales de sacarosa en el
Cosmos: el experimento Azúcar". Conferencia Internacional de Ciencias de Materiales
en el Cosmos, Riga, URSS, 1983.
[13] Morera R., Lodos J. y Casanova E., “Crecimiento de monocristales de sacarosa en el
espacio cósmico”. Ciencias Técnicas, Físicas y Matemáticas, 3-10, Abril 1984.
[14] Falcón F., Pérez P. y Zhukov G., “Fusión zonal con gradiente de temperatura en el
sistema H2O-sacarosa en condiciones de microgravidez”. Ciencias Técnicas, Físicas y
Matemáticas, 11-16, Abril 1984
[15] Falcón F., Pérez P.V., Ameneiro S., Zhukov V.D., “Fusión Zonal con Gradiente de
Temperatura en el sistema H2O-Sacarosa en condiciones de Microgravedad.
Experimento Espacial "ZONA". Kosmicheskaia Issledovanie. Tomo XXIII , Vol 3,
1985, p. 488-492.
[16] F. L. Falcón Rodríguez, “Utilización de la fusión zonal con gradiente de temperatura
(FGZT) en el estudio de los mecanismos de cristalización de la sacarosa”, Tesis de
Doctorado, Universidad de Oriente, (1987)
[17] Gurievich, S. B., Homs, R., et. al., “Holografia de procesos y objetos en la estación
cósmica Saliut 6”. .Journal of Technical Physics, vol. 52, No. 11, pp. 2192-2197,
1982, URSS (en ruso).
187
08 Sobre los sistemas complejos en Cuba
Oscar Sotolongo Costa1
Al referirnos al surgimiento y desarrollo de las investigaciones en Física de los Sistemas
Complejos en Cuba, debemos necesariamente ser breves por razones de espacio, pero, para
comprender mejor la génesis de este campo tan amplio precisamente en Cuba y en la etapa
histórica de su origen, narraremos con algún detalle unos pocos resultados de algunas
investigaciones muy ilustrativas, sobre todo algunas de las iniciales emprendidas en Cuba.
La cubana vocación ecléctica, que ha incorporado al acervo cultural desde la creación de
novedosos resultados en biomedicina a nivel mundial hasta cultos sincréticos, haya propiciado
este campo de trabajo, caracterizado por la sinergia con campos diversos, y a definir como
objetos de estudio sistemas que hasta hace poco parecían lejos de la acción del físico:
Llamémosles “sistemas complejos”.
La complejidad es un concepto nacido de nuestra experiencia diaria y lo hemos usado en los
contextos más diversos. Por ejemplo, los físicos nos referiríamos a fenómenos como la caída
libre o el movimiento de un péndulo como fenómenos relativamente “sencillos”, mientras que
nuestro sistema económico, el lenguaje, etc., constituyen sistemas “complejos”.
Si algo parece haber de común en todos estos sistemas, es no sólo la existencia de un gran
número de partículas sino, fundamentalmente las correlaciones entre las diferentes partes del
sistema, lo que pudiéramos llamar una dinámica “coordinada”.
No es difícil observar que en todos los sistemas donde existe este tipo de correlación hallamos
estructuras.
Por ejemplo, las sociedades se ordenan conforme a determinados sistemas políticos. No faltan
tampoco estructuras en el dominio estrictamente espiritual como en el lenguaje, la música y
hasta en la ciencia. Muchas veces estamos tan habituados a la presencia de estas estructuras
que hemos dejado de ser conscientes del milagro de su existencia.
1
Cátedra de Sistemas Complejos “Henri Poincaré”, Universidad de La Habana, Cuba; Departamento de Física,
Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma del Estado de Morelos, México.
189
Nuestros antepasados les atribuían un origen divino. Así, durante mucho tiempo la ciencia se
ocupó casi exclusivamente de la configuración de las estructuras, no de su formación. El
interés de investigar la génesis es en realidad reciente.
Por otro lado, desde la década de los 60 y gracias a la introducción progresiva de las
computadoras, somos testigos de la introducción de nuevos métodos para la descripción de la
naturaleza. Desarrollos que se producían en forma paralela en distintas ramas de la física
convergen finalmente y demuestran que la separación entre lo “simple” y lo “complejo”, entre
el “orden” y el desorden” es mucho menor de lo que había parecido hasta ahora.
En la actualidad se sabe que incluso ejemplos sencillos, sacados del currículo de pregrado,
pueden presentar un comportamiento complejo. Un péndulo, impulsado por una fuerza
pulsante periódica presenta eventualmente una rica variedad de posibilidades de movimiento
entre las que se cuentan separaciones casuales y turbulentas de la posición de equilibrio.
Sistemas convencionales tales como una capa de fluido o una mezcla de reactivos químicos
pueden dar lugar, bajo determinadas condiciones, a fenómenos de autoorganización de
dimensiones macroscópicas en forma de estructuras espaciales o de ritmos temporales.
La necesidad
En el año 2002, fué inaugurada oficialmente la Cátedra de Sistemas Complejos “Henri
Poincaré”, en ocasión de celebrarse el aniversario 40 de la creación de la carrera de
Licenciatura en Física en la Universidad de La Habana.
Para entonces, el colectivo que compondría este grupo ya exhibía algunos resultados que se
traducen en la publicación de más de 50 artículos en revistas de nivel nacional e internacional,
además de presentaciones en eventos y con un reconocimiento general que incluye relaciones
con científicos de más de 20 universidades.
¿Pero por qué los sistemas complejos? ¿Y por qué en Cuba precisamente?
El catalizador por excelencia del estudio de estos sistemas fué y sigue siendo, como veremos,
la difícil situación económica que sufre Cuba desde la catástrofe del campo socialista,
agravada por el bloqueo, lo que obligó a desarrollar al máximo la creatividad. Por otro lado,
las investigaciones a nivel mundial demostraban que este campo era apropiado para ser
desarrollado como una oportunidad de entrar en un campo competitivo a nivel mundial
190
La escasez de combustible, el problema más grave, se tradujo entre otras cosas en apagones
interminables y en el uso sistemático de bicicletas.
Al principio fue difícil imaginar la implicación de la bicicleta para el estudio “tropical” de los
sistemas complejos, como se verá.
Roturas y criticalidad
Al tratar de buscar sistemas más eficientes para la combustión, se comenzaron a usar
emulsiones agua-combustible en distintos lugares. Los físicos comenzaron a estudiar el
problema de la combustión de las gotas de emulsión mediante una simulación del proceso de
microexplosión de una gota de combustible inyectando aire dentro de gotas de fuel-oil. La
cámara de aire era una cámara de bicicleta.
Figura 1: Esquema del dispositivo de rotura de gotas.
La figura muestra el montaje experimental para estudiar la fragmentación de la gota: como se
ve, la gota que cuelga de un capilar es penetrada por otro capilar aún más fino por el cual se
inyecta aire para romperla. Los fragmentos se coleccionan en la pared del dispositivo que es
de papel acetato. Estos se cuentan luego en el microscopio y se clasifican por tamaño. Se
comprobó que para presiones de inyección suficientemente grandes no hay un tamaño
191
característico de gota en una amplia región de tamaños, o sea no se puede definir una “unidad
de longitud” para caracterizar la distribución. Esta propiedad fractal, o de invarianza de
escala, fue un hallazgo interesante para los investigadores en ese momento.
Los resultados iniciales demostraron la existencia de una estrecha relación entre la eficiencia
de la combustión y las características fractales de la distribución de las gotas. Quedó entonces
claro que la geometría fractal puede usarse en problemas técnicos donde es impensable la
aplicabilidad de la geometría “clásica”. Los resultados fueron publicados (Phys. Rev. E 49,
4027 (1994)), sin mencionar la anónima cámara de bicicleta.
Los procesos de rotura han continuado siendo objeto de estudio de este colectivo,
traduciéndose en resultados aplicados, por ejemplo, a la criticalidad en roturas (Phys. Rev.
Lett. 76, 1, 42-46 (1996)), terremotos (Phys. Rev. Lett. 92, 048501 (2004)), etc.
Pilas de granos
Poco después de la publicación del modelo BTW, científicos y laboratorios de nivel mundial
se olvidaron de sofisticados láseres, máquinas de sputtering y aceleradores de partículas,
para…¡”jugar” con arena!. Así, podemos mencionar el experimento diseñado por científicos
de los laboratorios de la IBM en 1990 en que se va agregando lentamente arena al plato de
una balanza, de tal modo que las avalanchas que se producen salen por los lados, y los
tamaños de avalancha se reflejan en las diferencias de pesos. Los autores diseñaron un
dispositivo que liberara granos uno a uno. Aunque el experimento de la IBM indicaba una
distribución de avalanchas tipo ley de potencias sin depender siquiera mucho del tipo de
granos, la distribución dejaba de comportarse así para pilas de arena de diámetro demasiado
grande: la SOC, por lo visto, sólo se cumplía dentro de ciertos límites de tamaño.
Otro de los experimentos trascendentales sobre avalanchas en pilas reales se llevó a cabo en
1996 en la Universidad de Oslo (Noruega), pero esta vez trabajaron sobre pilas de arroz entre
dos placas de vidrio (“cuasibidimensio-nales”). En vez de utilizar una balanza para medir las
avalanchas, los científicos de Oslo filmaban la superficie de la pila en la medida que se
agregaba arroz, y transmitían el resultado a una computadora. Los investigadores usaron
métodos de procesamiento óptico que sirvieron de base para el desarrollo de los
experimentos en las condiciones de Cuba.
Después de probar con muchos materiales, las lomas “de arena” cubanas terminaron siendo
lomas de balines de bicicleta. Los resultados esclarecieron características esenciales de la
192
criticalidad autoorganizada, y por su trascendencia fueron publicados en Physical Review
Letters.
Figura 2: Digitalización de una pila de balines de bicicleta con una base de esferas de acero distribuidos
aleatoriamente. Los nodos corresponden a los centros de los balines, y las zonas grises corresponden con las esferas
que nunca cambiaron de posición durante un experimento donde se contabilizaron unas 50 000 avalanchas. La
distribución de tamaños de avalanchas sugiere un comportamiento crítico auto-organizado (Modificado de (Phys.
Rev Lett. 91, 014501, (2003))).
Los balines de acero que van siendo agregados sobre una base horizontal localizada entre dos
vidrios paralelos, separados entre sí una distancia algo mayor que el diámetro de uno de los
balines. El objetivo era estudiar cómo depende esta dinámica del tipo de base de la pila. En
este experimento se lanza hacia la pila las esferas de acero una a una, de forma totalmente
controlada por una computadora. Cada vez que se lanza una esfera, una balanza detecta el
cambio de peso de la pila para hallar el tamaño de la avalancha resultante, y envía el dato a
una computadora, y una cámara digital adquiere una imagen de la pila, y envía los datos a otra
computadora. Una vez adquiridos todos esos datos, la primera computadora ordena lanzar otra
esfera. Y así sucesivamente, hasta lanzar varias decenas de miles de esferas: un experimento
puede durar una semana de medición continua. El aspecto clave del experimento, es que se
cambia el tipo de base sobre el que se forman las pilas. Cada base consiste en una regleta de
plástico con una fila de esferas pegadas, de tal modo que estén espaciadas de diversa forma.
Este experimento arrojó como resultado que las distribuciones de tamaños de avalanchas
obtenidas a través de la balanza muestran que las leyes de potencias aparecen en función del
tipo de base, por lo que el fenómeno en este caso no es independiente de los detalles del
sistema, como pregonaba la teoria BTW.
Hoy día se está trabajando en pilas de mayor tamaño, donde hemos obtenido las primeras
distribuciones de avalanchas que siguen realmente una ley de potencias, visualizable sin la
necesidad del uso de “scaling ansatzs”.
193
Curiosamente, en paralelo con los experimentos sobre la criticalidad de las pilas de arena,
nuestros investigadores han realizado experiencias análogas sobre “pilas de vórtices”
superconductores; un contexto mucho más complejo desde el punto de vista experimental
(Rev. Mod Phys. 76, 471 (2004); Phys. Rev. B 70, 140505 (2004))
También, se ha estado investigado el comportamiento de un tipo de arena que produce “rios”,
ya no avalanchas, por lo que este estudio entra de lleno en el terreno de la física de los medios
granulares, sin tratar de reproducir condición alguna para la llamada “criticalidad
autoorganizada”.
Figura 3: Formación de ríos rotatorios en determinados tipos de arena. Se ilustran los regímenes: continuo (arriba)
y pulsante (abajo).
En la figura se ilustra cómo, algunos tipos muy especiales de lomas de arena producen, al ser
alimentadas desde arriba, ríos rotatorios que en algunos casos “barren” la superficie de la
loma en forma continua y otras en forma discreta. Los trabajos en esta dirección están en
estos momentos en pleno desarrollo.
194
Otros temas
Los ejemplos mostrados son una parte de una variedad de trabajos que se han ido
desarrollando en Cuba en el amplio y no muy bien definido campo de la física de sistemas
complejos. Otros muy diversos resultados en la elaboración de modelos matemáticos para el
tratamiento de tumores, el problema del “coloring”, modelos de redes complejas,
comportamientos colectivos y otros, pueden también mencionarse como resultados. Un
panorama más actualizado sobre las investigaciones en sistemas complejos en Cuba, en lo que
compete a la cátedra “Henri Poincaré” puede hallarse en www.complexperiments.net
Desde hace varios años la Facultad de Física ha incorporado a su curriculum de asignaturas
un curso de Sistemas Complejos, que incluye algunas prácticas de laboratorio. Por este curso
han pasado ya varias decenas de profesionales; además se han realizado talleres y cursos
multidisciplinarios con la participación de muy variados especialistas.
En conclusión, si bien esta rama emergente de la Física surgió en Cuba en las peores
condiciones imaginables para desarrollar investigaciones, ha habido resultados de cierta
importancia, y hoy en día continúa desarrollándose gracias a la labor de un grupo emergente
de investigadores que desarrollan exitosamente sus trabajos en condiciones muy difíciles,
pero con un empeño y dedicación encomiables.
Referencias
1.- Sotolongo,O., Lopez, E., Barreras, F., Marin, J. Scaling in drop distributions. Application
in combustion . Phys. Rev. E 49, 4027 (1994).
2.- Sotolongo, O., Moreno, Y., Lloveras, J., Antoranz, J.C. Criticallity in droplet
fragmentation Phys. Rev. Lett. 76, 1, 42-46 (1996).
3.- Sotolongo-Costa, O, Posadas, A. A fragment-asperity interaction model for earthquakes .
Physical Review Letters 92, 048501 (2004).
4.-P. Bak, C. Tang K. Wiesenfeld “Self-organized criticality: an explanation of 1/f noise”
Phys. Rev. Lett. 59, 381 (1987).
5.- G. A. Held, D. H. Solina II, D. T. Keane, W. J. Haag, P. M. Horn, G. Grinstein .
“Experimental study of critical mass fluctuations in an evolving sandpile” Phys. Rev.
Lett. 65, 1120 (1990).
6.- E. Altshuler, O. Ramos, C. Martínez, L. E. Flores, and C. Noda “Avalanches in
One-Dimensional Piles with different Types of bases” Phys. Rev. Lett. 86, 5490 (2001).
7.- E. Altshuler, T. H. Johansen “Experiments in vortex avalanches” Rev. Mod. Phys 76, 471
(2004).
195
8.- E. Altshuler, T. H. Johansen, Y. Paltiel, Peng Jin, K. E. Bassler, O. Ramos, Q. Y. Chen, G.
F. Reiter, E. Zeldov, and C. W. Chu “Vortex avalanches with robust statistics
observed in superconducting niobium” Phys. Rev. B 70, 140505 (2004).
9.- R. Mulet, A. Pagnani, M. Weigt, and R. Zecchina “Coloring Random Graphs” Phys. Rev.
Lett. 89, 268701 (2002).
196
09 Proyecto 35-26-7 de Resonancia Magnética: Un caso cubano de
Ingeniería Física y la Biofísica
Carlos Cabal Mirabal1
El Proyecto 35-26-7 de Resonancia Magnética comenzó en diciembre de 1987 a solicitud del
presidente de los Consejos de Estado y de Ministros Comandante en Jefe Dr. Fidel Castro
Ruz, quien preocupado por la introducción de tecnologías de avanzadas en la salud cubana se
había interesado, meses antes, en la posibilidad de construir en Cuba equipos de Resonancia
Magnética de Imágenes (RMI) para el diagnóstico médico [1, 2]. Muchas de las firmas
productoras de estos equipos se veían imposibilitadas de suministrar esa tecnología a Cuba
por el Bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica. Para los que
después condujimos el desarrollo científico tecnológico del proyecto, en un inicio, nos parecía
inviable por su complejidad, por ejecutarse en un país del tercer Mundo. Fue la convicción y
la confianza de Fidel y nuestro compromiso con él y con la ciencia cubana un factor de éxito
innegable.
Este proyecto tenía como antecedentes el grupo de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) de
la Facultad de Físico Matemática de la Universidad de Oriente surgido en el año 1975,
después de un fructífero curso de postgrado impartido por el Profesor Dr Profesor Pioter
Mijailovich Borodin procedente de la Cátedra de Radiofísica de la Facultad de Física de la
Universidad de Leningrado.
En aquel año 1975 se definen dos líneas de trabajo en RMN: La primera, el estudio de la
madurez de la caña de azúcar con RMN en el campo magnético de la Tierra buscando un
procedimiento generalizable a la industria azucarera cubana La segunda línea, la investigación
de complejos paramagnéticos de Níquel (II) y Cobalto (II) en soluciones, tema vinculado a
mediano plazo con la industria del Níquel, en la que Cuba ocupa un lugar destacado. Así
desde el origen, la RMN estuvo direccionada a la solución de problemas prácticos de la
economía del país.
1
Grupo de Imágenes Moleculares de Resonancia Magnética, Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, La
Habana, Cuba.
197
En este segundo tema es que se defiende la Tesis de doctorado Cabal "Mecanismos de
Relajación Magnética en soluciones acuosas paramagnéticas de Ni (II) y Co (II)" en la
especialidad de Radiofísica Cuántica en la Facultad de Física de la Universidad de
Leningrado el 18 de septiembre de 1980 (el mismo día que viajó al cosmos el 1er cosmonauta
cubano) bajo la tutoría del Dr Vladimir Ivánovich Chizhik [3]. Los trabajos desarrollados en
el marco esta tesis merecieron el segundo y primer Lugar del Concurso de Jóvenes Científicos
de toda la Universidad de Leningrado en los años 1979 y 1980 respectivamente.
Entre los años 1980 y 1987 se consolida el laboratorio de RMN de la Universidad de Oriente
con instalaciones experimentales de RMN diseñadas y construidas en la Facultad [4], se
intensifica la formación de los especialistas (con el apoyo de la URSS) y se identifican
investigaciones de la micro estructura y de los procesos de relajación magnética de las
soluciones paramagnéticas de iones de metales de transición y también de Lantánidos como el
Cerio (III), Samario (III), Praseodimio (III), Terbio (III), Europio (III) [3, 5-7]. También se
acometieron otros trabajos científicos para contribuir a problemas de la industria niquelífera y
del cemento. [8,9] Este laboratorio a pesar de sus escasos recursos se destacó en el contexto
de la Física en la Universidad de Oriente lo que se evidenció en sus publicaciones y en los
Premios anuales Al Mérito Científico Técnico que esa universidad le otorgó en los cursos 8687, 87-88 y 88-89.
Cuando surge el proyecto 35 26 7 RMN, concebido en varias etapas, se produce un cambio en
el rumbo del trabajo (la RMN orientada hacia la biomedicina), y en las concepciones de la
creación científica: su razón de ser y ritmo de las investigaciones, el papel de la ciencia y de
cómo y hasta donde se debía llevar un resultado científico [1,2]. La esencia del proyecto iba
más allá de la física, era un programa físico tecnológico y por ello en su grupo inicial de 12
profesionales y técnicos (la mayoría jóvenes y estudiantes) predominaban los físicos aunque
también había un número significativo de ingenieros electrónicos y se contaba con la
colaboración de dos ingenieros mecánicos de otras instituciones que cooperaban con proyecto
(Centro Nacional de Investigaciones Científicas de La Habana y la fábrica de equipos
médicos Retomed de Santiago de Cuba).
La primera etapa del proyecto tenía como propósito:
•
Diseñar, construir y caracterizar los parámetros de un relaxómetro universal de
Resonancia Magnética de 0,1Teslas para la medición de manera computarizada
198
de los tiempos de relajación Spin Retículo (T1) y Spin Spin (T2) con las diferentes
secuencias de pulsos de radiofrecuencia existentes en aquel entonces.
•
Identificar problemas biomédicos de alto impacto que pudieran abordarse con
RM.
•
Estudiar las vías para concebir un equipo de imágenes de Resonancia Magnética
para estudios de cuerpo completo en humanos. Estas tres tareas de la primera etapa
en esencia fueron cumplidas a los 7 meses en julio del 1988.
La segunda etapa consistió en el cálculo, el diseño, la construcción, la puesta en marcha y
caracterización de todos y cada uno de los sistemas que constituyen un equipo de RM de
imágenes:
•
Sistema magnético que incluía el electroimán, su alimentación (de unos 20 KvA
con una estabilidad de 1 ppm), el enfriamiento, las bobinas activas y dispositivos
pasivos de corrección de la homogeneidad del campo magnético y equipos para
caracterizar la intensidad, la estabilidad, homogeneidad del campo magnético de
algunas partes por millón en un volumen de esfera de 40 cm de diámetro.
•
Sistema de Gradientes de campos magnéticos con los amplificador de pulsos de
corrientes del orden de 120 amperes y tiempos de crecimiento de decimas de
milisegundos y duración varios milisegundos sobre las bobinas correspondientes
con inductancias de centenares de micro henrios para garantizar la codificación
espacial lineal en los tres ejes ortogonales en la región de interés.
•
Sistema de generación y modulación de los pulsos de radiofrecuencia de potencias
del orden de los Kilowatts y duraciones de los milisegundos así como las bobinas
para producir la excitación para cada una de las partes del cuerpo humano a la
frecuencia necesaria.
•
Sistema de recepción y detección de la señal de radiofrecuencia con la bobina
donde se inducen fem de apenas algunas decenas de micro voltios un rango
relativamente amplio de frecuencias con un elevado nivel de ruido.
•
Sistema de digitalización de las señales detectadas, doble transformada rápida de
Fourier, la formación de los perfiles y las imágenes de RM. Todo ello en base a
la tecnología de computo existente y disponible para los cubanos en aquellos
momentos en base a computadoras personales (PC) 80 3 86. El desarrollo del
software (alto y bajo nivel), los problemas de control y comunicación de las PCs
199
con el resto de los sistemas, el manejo de los recursos informáticos para atender
el control, realizar los cálculos, formar la imagen fueron si dudas también tareas
de mucha complejidad.
•
Sistema de control y sincronismo de todos los eventos que garantizaban la
programación de las secuencias de pulsos necesarias para la obtener la
información codificada, espacial y temporalmente, en el objeto bajo estudio y la
estabilidad de fase de cada uno de los sistemas mencionados y de ellos entre sí.
•
Sistema de presentación, pos procesamiento y evaluación de las imágenes de RM
en base a un software totalmente desarrollado en el proyecto.
Solamente con una comprensión física e ingenieril profunda podían realizarse los cálculos
electromagnéticos (problema directo e inverso del electromagnetismo), los cálculos
mecánicos y termodinámicos, los cómputos electrónicos llevándolos a un diseño viable con la
tecnología disponible en el país.
Para comprobar sus parámetros, para determinación de las funciones de transferencia de los
distintos bloques y del sistema en su conjunto, para que se cumplieran las regulaciones y
normativas internacionales, hubo también que calcular, diseñar, y construir equipos y crear
procedimientos de mediciones. Se construyó y calibró un magnetómetro de RM, varios
phantom (objetos patrones), dispositivos electrónicos para la medición de los pulsos de
gradientes, de RF, etc. que permitieran por parte ir evaluando los parámetros de los bloques
construidos y garantizar la calidad de toda la máquina de RM [10].
Así en agosto de 1991, tres años y un mes desde el comienzo de la 2da etapa, ya se obtenían
las imágenes de varias partes del cuerpo humano en un equipo de Resonancia Magnética
totalmente cubano.
Contamos en este proyecto con la valiosa y desinteresada cooperación de múltiples
instituciones científicas y productivas cubanas y del Profesor Dr. Horacio Carlos Panepucchi
y su laboratorio del Instituto de Física de la Universidad de Sao Pablo, Brasil.
Desde el inicio mismo, cuando se concibió el proyecto 35-26-7RMN, se pensó en que éste de
tener éxito podría ser la génesis de un centro de investigaciones de física aplicada, física
técnica y biofísica dentro de la propia Universidad de Oriente, ideas latentes desde el
surgimiento mismo de la física en esta casa de altos estudios y defendida durante décadas por
el Profesor fundador de la Universidad Roberto Soto del Rey [11].
200
Se identificaron cuatro y se trabajaron sobre factores generales que había que tener en
consideración para que este centro pudiera materializarse. Entre los que se encontraban los
siguientes:
•
Factor 1. (Medular). Definición clara de la línea de trabajo científico acorde con
la estrategia nacional, armónica con el contexto local y el desarrollo científico
mundial.
•
Factor 2. (Organizativo). Nexos entre los integrantes del centro y de ellos con el
entorno; estilo y método de trabajo, disciplina, tenacidad, colectiva e individual;
vínculos locales, nacionales e internacionales.
•
Factor 3. (Humano). Convicciones. Calificación, audacia, fogueo, capacidad de
trabajo, identificación con los factores 1 y 2.
•
Factor 4. (Material). Información científica, locales, instalaciones, transporte,
teléfono, financiamiento.
En octubre de 1991, unos meses después que la primera máquina de resonancia magnética de
Imágenes estuviera funcionando a propuesta de un grupo de expertos y la dirección del
proyecto se toman dos decisiones muy trascendentes:
•
Trasladar, montar y poner en servicio el equipo construido para el Hospital
General Juan Bruno Zayas de la Ciudad de Santiago de Cuba.
•
Construir el Centro de Biofísica Médica de la Universidad de Oriente que fue
construido en un año exacto e inaugurado el 10 de febrero de 1993 por el
Presidente Fidel Castro Ruz.
El aquel día escribió en un libro suyo “La Historia me absolverá” que nos dedicó “Para el
Centro de Biofísica Médica, de Santiago de Cuba, orgullo no solo de la Ciudad Héroe sino de
toda la patria. Felicidades y a forjar nuevos sueños, hermosas realidades de mañana”.
No obstante, la carga elogiosa de estas palabras su fundamental contenido fue de compromiso
para el colectivo ya que en aquel momento Fidel formuló de manera concreta una idea que
constituye un reto para la ciencia y las tecnologías cubanas: “La ciencia y las producciones de
la ciencia deben ocupar, algún día, el primer lugar de la economía nacional. Tenemos que
desarrollar las producciones de la inteligencia. Ese es nuestro lugar en el mundo, no habrá
otro. En eso podemos discutir con los japoneses, con los alemanes.”
201
El líder científico del Proyecto 35-26 -7 RMN el Dr. Carlos Cabal Mirabal es designado
director fundador del Centro responsabilidad que ocupó hasta el año 2006.
Este proyecto ha sido catalogado por varios destacados científicos cubanos como uno de los
proyectos de más complejidad. Sus impactos más importantes resumibles en tres grupos:
Tecnológicos, Científicos y Sociales.
En plano tecnológico. La principal contribución ha sido demostrar la factibilidad de la
construcción de diversos tipos de equipos de Resonancia Magnética, incluyendo los tres de
imágenes de la serie Giroimag, con una calidad creciente y cumpliendo las exigencias
normativas mundiales [10]. Se trata de una tecnología del primer mundo, clasificada dentro de
las cinco más complejas del diagnóstico médico. El monto total en dinero empleado en este
proyecto, desde la creación de las premisas tecnológicas (cálculo, diseño, construcción,
caracterización, validación, registro en el Sistema Nacional de Salud y montaje de tres
equipos de imágenes y uno de relaxometría en los hospitales) fue del mismo orden que el
precio que tiene un solo equipo en el mercado mundial.
Alrededor de este proyecto cubano, y como parte de la asimilación tecnológica, se impulsaron
múltiples tecnologías que nos pusieron en condiciones de acometer empresas de igual o
mayor envergadura, y de darle continuidad al desarrollo que se gesta en el mundo de esta y
otras especialidades conexas.
En este proceso creador de asimilación tecnológica, además de haberse identificado nuevas y
autóctonas líneas de investigación y desarrollo, existieron algunas contribuciones originales,
sobre todo en el uso de las microcomputadoras (el hardware y el software) para el gobierno de
los equipos de RM y el procesamiento de la información que se obtiene en los equipos, en
algunos bloques electrónicos singulares con nuevas tecnologías, y en los procedimientos y
algoritmos de cálculos electromagnéticos de sistemas complejos, entre otros [10,12].
En el plano científico. Cabe referirse a la contribución que se ha hecho en el campo de las
aplicaciones de la RM. En particular, el estudio con enfoque sistémico Biofísico (desde el
nivel molecular al de organismo) de la Anemia de Eritrocitos Falciformes, también conocida
como Anemia Drepanocítica o Sicklemia [13-21]. Esta enfermedad de origen genético,
procedente del África, está relacionada con una alteración en la hemoglobina, que conlleva a
la deformación de los glóbulos rojos y con ello a modificaciones a la reología de la sangre
(circulación sanguínea) y de múltiples procesos fisiológicos, que conducen a un deterioro
intenso y progresivo de los enfermos, y que provocan la muerte por lo general en edades muy
202
tempranas, muchas veces antes de los 40 años. En el mundo, por datos de la Organización
Mundial de la Salud, se estima que el número de portadores de la enfermedad sobrepase la
cifra de 250 millones, y afecta a todos los países hacia donde ha existido emigración africana.
En esta dirección los aportes cubanos son de alto impacto científico y social. Basado en los
equipos cubanos de relaxometría de RM, se ha estableció una nueva metodología diagnóstica
del estado de los pacientes sicklémicos, que además de facilitar el pronóstico de las crisis de
éstos, permite evaluar la efectividad de los esquemas terapéuticos. Ella se basa en los estudios
de la cinética de la polimerización de la hemoglobina S en condiciones de baja oxigenación.
Nuevos modelos físico matemáticos para describir analíticamente estos procesos y predecir
las condiciones bajo las cuales se puede enlentecer la polimerización han sido publicados
como resultado de las investigaciones desarrolladas en el marco del proyecto 35-26-7 RMN.
Por otra parte, se dispuso, en fase de ensayos, de un nuevo candidato a fármaco, no tóxico
basado en la vainillina, que ha probado su eficacia como paliativo en el tratamiento de la
enfermedad. Sin dudas, ambos resultados, redundarán en un futuro cercano en la calidad de
vida de los mismos.
Resultados del proyecto han tenido varios reconocimientos importantes entre los que se
encuentran 2 Premios de la Academia de Ciencias de Cuba en los años 1994 y 1995. En
Septembre de 1996 se le otorgó el Fist Prize Giorgio Alberi in Memoriam in the V
International Conference on Applications of Physics in Medicine and Biology, Trieste, Italy,
En el plano social. Las decenas de miles de pacientes diagnosticados con los tres equipos
cubanos de Resonancia Magnética de Imágenes, en los más de diez años de funcionamiento
en varios hospitales cubanos, ha sido el más evidente de los aportes sociales. Se trata de vidas
salvadas y de tranquilidad generada a seres humanos [22].
El impulso a la tecnología cubana de RM sentó bases para la creación, en 1993, del Centro de
Biofísica Médica. Éste ha ramificado sus investigaciones en más de una decena de
direcciones, que incluyen, desde la asimilación tecnológica, hasta las investigaciones básicas
en los campos del Electromagnetismo, el Procesamiento de Señales, la Biofísica Molecular y
la Neurofísica. El apogeo de la RM y la creación del Centro de Biofísica Medica ocurren en
los años más difíciles de la economía cubana, no obstante, la voluntad nacional y la de los
científicos, hizo posible mostrar logros modestos, semillas de nuevos desarrollos científicos y
tecnológicos.
203
Es destacable la formación de recursos humanos. A inicios de los años ochenta sólo existían
dos laboratorios de RM con apenas cinco investigadores. El impulso a la RM constituyó sin
lugar a dudas una explosión en la formación de especialistas de ramas diversas como la física,
la electrónica, la computación, la química, la bioquímica, la mecánica, el diseño industrial, la
medicina y otras muchas. Se cuentan por decenas los estudiantes de pre y postgrado que han
estado vinculados a nuestros laboratorios. Nuestros investigadores `publican y acuden a
eventos de prestigio internacional y mantienen una ascendente colaboración con instituciones
prestigiosas de Canadá, Inglaterra, España, Alemania y Francia.
En el centro y en el país se ensaya, en la práctica diaria, formas de interrelación entre las
investigaciones básicas y las tecnológicas; y los vínculos efectivos de la actividad
universitaria, con la producción, y los usuarios de los resultados científicos en la sociedad.
Debe destacarse la importancia que tiene para los países subdesarrollados, la búsqueda de vías
y alternativas concretas para que se establezcan nexos reales y eficaces entre las diversas
ramas de la Física y el quehacer científico y tecnológico de nuestros tiempos. No se puede ir
por los mismos caminos de los que van delante. A la vez que se asimile inteligentemente todo
el acervo científico y tecnológico mundial, a través de la transferencia y asimilación de
tecnología; se debe potenciar también las ramas de las ciencias básicas [2, 23,24]; que sean
coherentes con la estrategia, de manera de ir estableciendo bases para una Física oriunda, que
a la vez que aporte al patrimonio científico universal, responda a los intereses del progreso de
nuestros países.
Referencias
[1] C. Cabal et al en el Libro , “Y sin embargo Ciencia”, pp. 56 – 66. (Editora Abril, Habana
Cuba, 1999) ISBN 959-210-172-8.
[2] F. Castro, C. Cabal et al: “Cuba Amanecer del Tercer Milenio. Ciencia, Sociedad y
Tecnología: Biofísica Médica", pp.31- 48 (Editorial Debate, España , 2002). ISBN
959-05-0283-0
[3] C. Cabal, Mecanismos de relajación magnética en soluciones acuosas de Ni(II) and
Co(II), teis Doctorado, Facultad de Fisica, Universidad de Leningrado, Unión
Soviética, Septiembre (1980).
[4] V.I. Chizhik, C. Cabal, A. Guzmán: "Relaxómetro de Resonancia Magnética" Rev. Cub.
de Fís., III, No.3, pp. 33-42 (1983).
[5] C. Cabal, V.I. Chizhik, "Study of molecular motion and microstructure of hydrate shells of
Nickel(II) and Cobalt(II) ions by the NMR relaxation method," Theo. Exp. Chem. 17,
pp. 322-326 (1982)
204
[6] C. Cabal, V.I. Chizhik, "Frequency Dependence of 1H and 7Li Relaxation Times in
Concentrated Solution of Ni (II)," Vest. Leningrad. Univer. 1, pp. 20-24, (1983)
[7] A. Guzmán, C. Cabal, "Procesos de Relajación Protónica en Soluciones Acuosas de
Lantánidos," Rev. Cub. Fís., VII, pp. 47-52, (1987)
[8] F. Guilart, N. Fleitas, C. Cabal "Estudio del Cemento Portland 350 de la Fábrica José
Mercerón con el Método de Relajación Magnética," Rev. Cub. Fís. VII, pp. 53-58.
(1987)
[9] C. Cabal, L. Fife, A. Guzmán, "Posibilidades de la Relajación Magnética Nuclear de
Protones para el Estudio de la Oxidación del Cobalto (II) a Cobalto (III) en Medio
Amoniacal," Rev. Cub. Fís. IV, pp. 9-14 (1984)
[10] C. Cabal, E. Gonzalez, H. Sánchez, A. Bordelois, A. Frómeta, J. Parra, M. Sánchez,
“Spatial Frequency Response of Cuban MRI Machine GIROIMAG," Phys. Med. XIII,
pp. 211 – 213 (1997)
[11] L. Mendez, Perez, E.J Roca Oria, C. Cabal Mirabal, “Roberto Soto del Rey, fundador de
la Universidad de Oriente y de su Departamento de Física”, Rev. Cub. Fís., 29, N1, pp.
33-36 (2012)
[12] H. Sánchez, C. Garrido, C. Cabal, H. Saint Jalmes, “Designing an Efficient Resistive
Magnet for Magnetic Resonance Imaging," IEEE Trans. Mag. 40, pp. 3378-3381
(2004).
[13] J. Losada, F. Guilart, C. Cabal, et al: "NMR Relaxation Study of Sickle Cell Disease"
Proccedings of the XXIV Congress AMPERE Magnetic Resonance and Related
Phenomeng, Poznan, 1988, pp. 1027-1030,
[14] C: Cabal, a. Fernández, M. Lores, E. Alvarez, J. Losada, C. Soler, E. Pérez. “Magnetic
Relaxation in the Kinetics of the Polymerization of Hemoglobin S. Clinical Diagnosis
and Treatment with Vanillin”, Proceedings International Society for Magn. Resonan.
in Medicine, 3, pp.1705, Sydney, Australia (1998).
[15] E. Pérez, I. González, M. Noda, E. González, A. Govin, C. Cabal, J. Losada, “Evaluación
de Afectaciones Morfológicas en el Cerebro de pacientes con Anemia de células
falciformes con el uso de Imágenes de Resonancia Magnética,” Rev. Neuro. 38, pp.
17-19 (2004)
[16] M. Lores, C. Cabal, “Proton Magnetic Relaxation Process during the Polymerization of
Hemoglobin S,” Appl. Mag. Res. 28, pp. 1–6 (2005)
[17] M. Lores, C. Cabal, O. Nascimento, A..Gennaro, “EPR Study of Hemoglobin Rotational
Correlation Time and Microviscosity during the Polymerization of Hemoglobin S,”
Appl. Mag. Res. 30, pp. 121- 128 (2006)
[18] A. Fernández, C. Cabal, J. Losada, E. Alvarez, J. Otero “In Vivo Action of Vainillin on
Delay Time Determined by Magnetic Relaxation,” Hemoglobin, 29, 181-187 (2005)
[19] A. Fernandez, C. Cabal, M. Lores, J. Losada, E. Perez “Sickle Cell Disease Painful Crisis
and Steady State Differentiation by Proton Magnetic Resonance,” Hemoglobin, 33, pp.
206 – 213 (2009)
[20] C. Cabal, I. Ruiz “A Mechanism of crystallization processes of Haemoglobin S,” Rev.
Integra., Univ. Santander, 26, pp. 1-9 (2008)
205
[21] C. Cabal, I. Ruiz “A Model of the Molecular Aggregate process of Haemoglobin S.
Absence of Crystallization,” Rev. Integr. Univ. Santander, 26, pp. 13-22 (2008).
[22] M. Noda, C. Cabal, E. González, J. Paz: “Resonancia Magnética de Imágenes Cubana:
tres años de servicio en el Sistema Nacional de Salud”; Revista Cubana de Salud
Pública, Vol. 25, N2, pp. 123- 128. (1999).
[23] C. Cabal, E. González, Y. Torne, A. Rojas “Micro magnetic and Molecular magnetic
resonance imaging in modern biotechnology and pharmacy” Biotecnología Aplicada,
26, No 4, pp. 304-314 (2009).
[24] C. Cabal, “A 20 Años de la Primera máquina de Resonancia Magnética de Imágenes
cubana: un proyecto de Ingeniería Física y Biofísica”. Rev. Cub. Fis. 28, N1, pp. 6872 (2011).
206
10 Nanotecnologías en Cuba
Carlos Rodríguez1
Introducción
En Cuba, como en otros países, las actividades en el campo de las nanotecnologías
emergieron del desarrollo convergente de las investigaciones en física y química de
materiales, microelectrónica, química supramolecular, microbiología y biología molecular.
Durante los años noventa cobraron fuerza los trabajos teóricos y experimentales sobre
nanoestructuras semiconductoras. Por iniciativa de los físicos cubanos se organizó la Red
CYTED “Estudio, fabricación y caracterización de nanoestructuras semiconductoras para la
micro y la optoelectrónica” que funcionó entre 1998 y 2003 con la participación de ocho
países iberoamericanos. La red organizó varios cursos y reuniones científicas, editó un libro y
apoyó la colaboración científica entre las instituciones participantes.
A lo largo de estas dos décadas, la investigación y la formación de doctores se extendieron a
la nanobiología, el nanomagnetismo, los nanocoloides y otros sistemas dispersos, los
polímeros nanoestructurados, la nanoencapsulación de fármacos y biomoléculas, los
materiales nanoporosos, las nanoestructuras de carbono, las celdas fotovoltaicas
nanoestructuradas, la estructura de nanocristales, la síntesis y funcionalización de
nanoparticulas metálicas, semiconductoras y magnéticas para aplicaciones médicas, la
nanotoxicología, los nanosensores, los nems, la simulación y modelación computacional en la
nanoescala, la fabricación de sistemas para la obtención de nanocapas y de instrumentos de
resolución nanométrica, entre otros temas.
Las capacidades experimentales de las instituciones cubanas en este campo son muy
modestas, por lo que las investigaciones mencionadas se han apoyado fuertemente en la
colaboración científica internacional. Esto ha permitido publicar cientos de trabajos en
revistas de alto impacto y formar más de treinta doctores en diversas especialidades. En el año
2009, la Revista Cubana de Física dedicó un número con un editorial y 15 artículos a reseñar
1
Facultad de Física, Universidad de La Habana, La Habana, Cuba.
207
parte de las investigaciones sobre nanociencias y nanotecnologías que se desarrollan en Cuba
(http://www.fisica.uh.cu/biblioteca/revcubfi/2009/vol.26-No.1/index.htm).
Un análisis de la producción científica cubana sobre Nanociencias y Nanotecnologías se
recoge en la referencia [1]. Se aprecia un fuerte predominio de las publicaciones en el campo
de la Física y el alto peso de la cooperación internacional.
También han visto la luz algunos trabajos sobre problemas económicos y sociales asociados
al desarrollo de las nanotecnologías en el contexto cubano [2-5]. Especialistas cubanos
participan en la “Red Latinoamericana de Nanotecnología y Sociedad” y en la Red CYTED
de Divulgación y Formación en Nanotecnologías.
Aunque no existe propiamente un programa nacional de investigaciones en nanotecnologías
(Ver nota al final del artículo), se han venido financiando proyectos de investigación afines en
el marco de otros programas nacionales. Para apoyar los trabajos en ésta y otras áreas
relacionadas, el Ministerio de Educación Superior ha financiado la creación del laboratorio
analítico LUCES por un monto cercano al millón de USD. En el año 2008 se anunció por el
Consejo de Estado la creación del Centro de Estudios Avanzados de Cuba (CEAC) institución
multidisciplinaria enfocada principalmente hacia la nanobiotecnologìa y la nanomedicina. La
primera fase de esta inversión está prácticamente concluida. En el marco de este proyecto se
realiza una intensa labor de entrenamiento y formación postgraduada de jóvenes científicos
cubanos en universidades europeas.
Se desarrollan regularmente eventos científicos y cursos internacionales relacionados con las
nanociencias y las nanotecnologías. Estos comenzaron en 2001 con un evento internacional
sobre Nanoelectrónica organizado por el Centro de Investigaciones en Microelectrónica
(CIME) del Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echevarría” (ISPJAE) y continuaron
con las escuelas de verano que desde entonces organiza cada año el Instituto de Ciencia y
Tecnología de Materiales (IMRE) de la Universidad de La Habana (UH). Se destaca además
el Taller Internacional de Nanomagnetismo (2004), el XVII Simposio Latinoamericano de
Física del Estado Sólido (2004), la conferencia “La Ciencia de Materiales en la era Nano”
(2009) y cuatro seminarios internacionales de Nanociencias y Nanotecnologías (2006, 2008,
2010, 2012). Se han organizado encuentros binacionales con representantes de México
(2003, 2009), el Reino Unido (2004), Brasil (2007, 2010), Sudáfrica (2010) y una reunión de
la Red de Macrouniversidades de América Latina (2006). Entre los visitantes distinguidos
208
recibidos en estos eventos durante la década se destacan los premios Nobel Zhores Ivanovich
Alfërov (2007 y 2010) y Robert Curl (2009) y el inventor del AFM Cristopher Geber (2009).
Divulgación
A partir de 2001 se incrementó en el país la divulgación y popularización de las nanociencias
y las nanotecnologías para diversos públicos.
Por una parte, se destaca la labor dirigida a informar al gobierno y otros decisores sobre el
contenido y posibles consecuencias del desarrollo de las nanotecnologías. Esta comenzó en
2002, cuando el Observatorio de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Ciencia Tecnología y
Medio Ambiente (CITMA) organizó un equipo de especialistas que preparó el documento
“Elementos iniciales para el análisis de la nanotecnología en Cuba” dirigido al gobierno y a
los directores de varias instituciones científicas. Un segundo proyecto de prospectiva sobre
“Nanomateriales” se ejecutó entre 2005 y 2006 en el marco del Programa Nacional de Ciencia
e Innovación Tecnológica “Nuevos Materiales y Materiales de Avanzada”.
Entre los años 2005 y 2007 un grupo de expertos convocados por la oficina del asesor
científico del Consejo de Estado elaboró un estudio y una propuesta de la cual derivó la
decisión de crear el CEAC mencionado anteriormente. También la Academia de Ciencias de
Cuba convocó a un grupo de expertos que propusieron modificaciones al código de ética de
los trabajadores de la ciencia en Cuba de modo que incluyese algunos nuevos problemas
planteados por el desarrollo de las nanotecnologías.
Por otra parte, se ha trabajado al interior de la comunidad científica para identificar intereses
comunes y promover la colaboración interdisciplinaria en este campo.
En el año 2001, por iniciativa del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC) y el
IMRE, se realizó el taller nacional “Las nanotecnologías en la Biotecnología y la Industria
Médico – Farmacéutica” con la participación de varios centros de ese sector.
En el año 2002, se creó la Red de Nanotecnologías del Ministerio de Educación Superior,
integrada por 12 instituciones, con el objetivo de “impulsar la cooperación científica nacional
e internacional en Nanociencias y Nanotecnologías”. La red ha organizado varios encuentros
nacionales y ha coordinado la participación de especialistas cubanos en reuniones Cuba –
México (2003, 2009), Cuba – Reino Unido (2004), Cuba – Brasil (2007) y de la Red de
Macrouniversidades de América Latina (2006). En el año 2009 la Universidad de la Habana
209
creó un colegio de nanotecnologías, que agrupa a especialistas de las ciencias naturales,
económicas y sociales.
Para públicos más amplios, se han desarrollado numerosas iniciativas, que incluyen
conferencias en escuelas y otras instituciones, artículos de prensa, teleclases y otras. Tanto la
prensa plana como la radio y la TV le han brindado cobertura a los eventos científicos
relacionados con las nanotecnologías que han tenido lugar en el país. Muchos periodistas
cubanos manifiestan interés por ampliar la divulgación de las nanociencias y las
nanotecnologías. Algunos órganos de prensa, como la revista Juventud Técnica muestran
especial vocación por el tema. En periódicos y revistas ha sido publicada una decena de
artículos ilustrados sobre las nanotecnologías, que enfatizan las aplicaciones prácticas y los
posibles beneficios de los “nanoproductos”. Sin embargo, la TV cubana no ha podido
disponer de documentales o materiales fílmicos de suficiente calidad para realizar una
divulgación más atractiva, que trasmita al público, especialmente a los jóvenes, la fantasía de
la manipulación de los átomos, las posibilidades tecnológicas que ofrece y la maravilla del
comportamiento de la materia en la nanoescala.
Formación
La mayor parte de las actividades de formación desarrolladas se concentran en el postgrado y
en los años terminales de algunas carreras de ciencias e ingeniería. Aunque no existe en las
universidades cubanas un programa de postgrado dedicado específicamente a las
nanotecnologías, se han defendido en el país más de treinta tesis de doctorado, así como un
número indeterminado de tesis de maestría, licenciatura o ingeniería en temas de física,
química, biología, ciencia de materiales y electrónica directamente relacionados con las
nanotecnologías. Como parte del proyecto de creación del CEAC se lleva a cabo un programa
de entrenamiento y formación en laboratorios europeos de un grupo de jóvenes graduados de
carreras de ciencias e ingeniería.
Aunque los programas de Física, Química y Biología que se imparten en la escuela secundaria
cubana incluyen los contenidos básicos necesarios para ilustrar algunos fenómenos
característicos de la nanoescala y sus aplicaciones, no hay mención explícita de estos tópicos
en esos cursos. Con mayor razón, no se incluyen contenidos relacionados con las
nanociencias y nanotecnologías en la escuela primaria. Probablemente estén faltando
materiales didácticos que contengan ejemplos ilustrativos, problemas sencillos, experimentos
210
filmados o simulaciones, así como la capacitación correspondiente a los maestros y profesores
para apoyar su trabajo.
Lo anterior es extensible a los cursos básicos de las universidades, aunque hay excepciones.
Desde hace varios años, especialistas del ISPJAE vienen introduciendo de forma sistemática
conocimientos actualizados de “Nanoelectrónica” en los programas de la disciplina
Electrónica que se imparte en las carreras de ingeniería en las universidades cubanas. El
programa televisivo “Universidad para Todos” ha retrasmitido en varias ocasiones dos clases
sobre Nanociencias y Nanotecnologías como parte de un curso de Nuevas Tecnologías.
También se impartió un teleclase sobre “El desarrollo de las Nanotecnologías en Cuba”. Sin
embargo, estos cursos podrían ampliarse y modernizarse apreciablemente, especialmente si se
contase con materiales audiovisuales de alta calidad.
Teniendo en cuenta lo anterior, se ha propuesto convocar a un concurso de elaboración de
materiales didácticos y de divulgación para su uso en los niveles primario y secundario, así
como en los cursos básicos de nivel universitario. La propuesta se encuentra en fase de
implementación.
En el sitio web del IMRE se puso en funcionamiento un repositorio de nanotecnologías
(http://nanorepo.imre.oc.uh.cu/), con artículos y libros de interés general en este campo.
Actualmente se prepara un libro para estudiantes universitarios cubanos de una amplia gama
de especialidades, que cubrirá contenidos relacionados con las bases científicas, las
aplicaciones tecnológicas y las implicaciones sociales de las nanotecnologías.
Conclusiones
En las condiciones de un país pequeño, subdesarrollado y bloqueado como Cuba, se realizan
modestos esfuerzos por desarrollar las capacidades para aprovechar las oportunidades que
plantean las nanotecnologías, teniendo en cuenta especialmente las fortalezas existentes en la
formación de recursos humanos de alto nivel en ciencias básicas y el desarrollo alcanzado por
la biotecnología y la industria médico – farmacéutica, importante sector de alta tecnología en
la economía cubana.
En este esfuerzo, la formación y divulgación, dirigida a todos los sectores de la sociedad, pero
muy especialmente a los jóvenes, juega un papel central, porque la principal fortaleza siempre
será la preparación y motivación del factor humano.
211
Tanto en el sistema de educación, como en los medios de comunicación existe un gran
potencial para incrementar la formación y divulgación en nanociencias y nanotecnologías,
pero se necesita disponer de una mayor cantidad de materiales de calidad que se puedan
ponerse en manos de maestros, profesores y comunicadores.
La formación y divulgación en nanotecnologías no debe estar dirigida exclusivamente a
deslumbrarnos con los nuevos “nanoproductos” y exaltar su utilidad práctica, sino también a
estimular la fantasía y la creatividad de los jóvenes presentándoles las maravillas del
nanomundo y las nuevas posibilidades de fabricación y modificación de la materia que les
ofrecen las nanotecnologías. Al mismo tiempo, deben considerarse los aspectos económicos,
sociales y ambientales relacionados con el desarrollo de las nanotecnologías, incluyendo los
riesgos o peligros que plantea.
Al igual que la investigación, las actividades de formación y divulgación requieren, junto a
los esfuerzos nacionales, de una amplia y creciente participación en la colaboración
internacional que permita potenciar los limitados recursos disponibles y acceder a medios que
con los que el país no cuenta, al tiempo que se pongan a disposición de otros los modestos
logros que se alcancen.
No hay dudas de que los principales animadores del despegue de las nanociencias y las
nanotenologías en Cuba han sido los físicos, tanto en la investigación como en la
popularización de este nuevo campo y en la promoción de iniciativas nacionales e
internacionales. Sin embargo, las modestas inversiones cubanas en este campo están mas
orientadas al desarrollo de la nanobiotecnología y la nanomedicina, dado que el país tiene en
estas áreas mayores opciones de convertir sus avances científicos en valor económico.
Aunque esta política puede pareerle injusta a algunos físicos, la situación real es que el Centro
de Investigación y Desarrollo de Medicamentos anunció en 2012 el inicio de los ensayos
clínicos del primer “nanomedicamento” cubano. Se trata de una formulación en
nanopartículas de un inmunodepresor destinado a pacientes con trasplante de órganos.
Presumiblemente, el nuevo tratamiento permitirá reducir las dosis y minimizar los efectos
adversos del medicamento,
Este es un claro ejemplo del papel vital, aunque a veces indirecto, de la investigación básica
en Física, particularmente en los momentos de emergencia de nuevos paradigmas científicos y
tecnológicos, cuando los especialistas en las aplicaciones de la tecnología emergente aún no
existen. Algo similar ocurrió en los setentas con el desarrollo de las ciencias de la
212
computación y de nuevo en los ochentas con las biotecnologías. Es posible que los físicos no
jueguen el papel central en el rumbo final de las nanotecnologías en Cuba, pero nuevas
tecnologías seguramente emergerán y allí, sin falta, estarán los físicos.
Nota añadida en 2018
El Programa Nacional de Nanociencias y Nanotecnologías fue finalmente convocado por el
Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente a comienzos de 2018, después de una
amplia consulta con especialistas e instituciones que trabajan en este campo.
Anexo
Figura 1: Microscopio de efecto túnel fabricado en el IMRE con la colaboración del Centro de Nanociencias y
Nanotecnologías de Ensenada, México. Imagen de resolución atómica de una superficie de grafito tomada con el
mismo y ampliamente divulgada en Cuba.
Figura 2: El doctor Robert F. Curl, Premio Nobel de Química en 1996, durante su visita al Instituto
Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas (IPVCE) “Vladimir I. Lenin”, ubicado en la periferia de La
Habana, Cuba, el 26 de noviembre de 2009.
213
Figura 3: Algunos artículos sobre nanotecnologías publicados en diarios cubanos.
214
Figura 4: Primeras capas nanométricas en sistemas sandwich a partir de un instrumento home made de deposición
láser construido en Cuba y el primero en Iberoamérica. La referencia es: “Plasma Dynamics in Laser Growth of
CdTe”, Ponce L., Diamant R., Haro E., Jiménez E., Physics E, V2, N3, 1997.
215
Figura 5: Fotografía de microscopia electrónica de transmisión de la sección transversal de una heteroestructura
de CdZnTe/GaAs. En la parte superior izquierda se muestra el patrón de difracción de electrones correspondiente.
En la parte inferior se muestran magnificaciones de diferentes regiones relevantes. Una dislocación está indicada
por una flecha.
216
Referencias
[1] Aguiar J. D., R. Arencibia, J. Araujo and D. Alba. 2012. Producción Científica Cubana
sobre Nanociencias y Nanotecnología. Ciencias de la Información 43(1): 5–14.
[2] Rodríguez Castellanos C. (2009). Nanoamenazas y nanoportunidades. Universidad 2010.
ISBN 978-959-16-1137-6, 2009. http://revistas.mes.edu.cu/elibro
[3] Estévez Rams E. y Aragón Fernández B.(2010a) Deshojando margaritas: ¿Nanociencia o
nanotecnología? Revista Universidad de la Habana No. 2718-33, 2010
[4] Estévez Rams E. y Aragón Fernández B. (2010b) La fábula de los tres hermanos: Las
nanociencias y las nanotecnologías en el contexto cubano. Revista Temas. No.
61http://www.temas.cult.cu/
[5] Castro Díaz-Balart F (2011). La nanotecnología y el desarrollo. Oportunidades e
incertidumbres. Anales de la Academia de Ciencias. Vol 1.
No.1http://www.revistaccuba.cu/
217
11 La formación en Física en la Universidad de La Habana
Osvaldo de Melo Pereir, María Sánchez Colina1
Introducción
La carrera de Física en Cuba surgió a raíz de la Reforma Universitaria de 1962. Sus estudios
se comenzaron en la Escuela de Física adscrita a la Facultad de Ciencias que comprendía
también las escuelas de Matemática, Química, Ciencias Biológicas, Geografía y Psicología
[1]. El grado de licenciado había sustituido al de Bachiller desde 1880 pero las especialidades
relacionadas con la Física habían sido desde entonces y hasta el momento de la reforma, las
Ciencias Físico-Matemáticas y las Ciencias Físico-Químicas [2]. La escuela se formó con dos
departamentos: el de Física General y Experimental y el de Física Teórica y Estructura de la
Materia.
De las múltiples aristas que presenta el examen histórico de la carrera de Física; en este
trabajo sólo se analizarán algunos datos de los estudios de pregrado y postgrado durante los
46 años que distan de su surgimiento. Otros aspectos tan importantes como el desarrollo de
las investigaciones científicas y la influencia de la colaboración internacional serán
seguramente tratados en otros trabajos de esta compilación.
Estudios de pregrado
El plan de estudios de la Reforma de 1962 contemplaba en lo que a Física se refiere 4
semestres de Física Superior, 2 semestres de Mecánica Racional, 2 semestres de Física
atómica y nuclear, 5 semestres de prácticas de Física, 2 semestres de prácticas de Física
Atómica y Nuclear, 2 semestres de Electrónica (uno llamado Circuitos Eléctricos y otro
Radioelectrónica) y 6 semestres de Física Teórica. Este plan también contemplaba 5
semestres de Filosofía, 3 de Lengua Extranjera y 2 de Química General.
Al plan de estudios se le han realizado posteriormente modificaciones mayores en seis
ocasiones, de las cuales la última (conocida como Plan D) comenzó a operar en el curso 20072008. Este plan posee una estructura bastante similar en cuanto a las físicas y las matemáticas
que aquel de 1962. Lógicamente la electrónica y la computación tienen una presencia superior
1
Facultad de Física, Universidad de La Habana, La Habana, Cuba.
219
como es de esperarse. Pero probablemente las características que distinguen más al plan
actual son: i) incremento sustancial del número de horas dedicadas al trabajo científico; ii)
mayor flexibilidad que se refleja en un aumento del número de las asignaturas optativas; iii)
mayor diversificación de las temáticas de los cursos de años superiores y consiguientemente
un perfil más amplio. La carrera de física en la Universidad de La Habana mantiene aún el
formato de cinco años.
En los 46 cursos transcurridos desde entonces han matriculado un total de 3 508 estudiantes
de los que se han graduado 906 como licenciados en Física. Descontando de la matrícula total
la de los últimos cuatro años (189 matriculados) y descontando también los graduados de los
primeros 4 años (10 graduados) resulta un índice de cerca de 27 % de egresados respecto de la
matrícula. Esta cifra global, sin embargo, representa un promedio de un valor que ha tenido
grandes altas y bajas; es entonces conveniente realizar una exploración más detallada del
comportamiento de las matrículas y de los egresados durante estos años.
En la Figura 1 se muestra la matrícula de nuevo ingreso para cada uno de los 46 cursos
académicos transcurridos desde 1962. El incremento brusco que se observa en el curso 19771978 coincide con el interés por el desarrollo de la física nuclear y con la coincidencia de dos
años terminales en el mismo curso en la enseñanza media. A partir de este curso, se observa
un decrecimiento sistemático de las matrículas hasta una estabilización (en alrededor de 30
estudiantes) a partir del curso 1994–1995.
Figura 1
220
En la Figura 2 se observa el comportamiento de los egresados. La ausencia de graduados en el
curso 1973–1974 es debida al hecho de que durante tres años la carrera de Física tuvo una
duración de cuatro años y en este curso volvió a implantarse el régimen de cinco. De la
comparación de estas figuras se puede observar que la cantidad de graduados no guarda la
relación esperada con la matrícula.
Figura 2
Para evidenciar este hecho, en la Figura 3 se presenta una comparación entre la matrícula y
el número de graduados cinco años más tarde (o cuatro durante los años en que duró la
carrera de cuatro años). Aquí hay que tomar en cuenta que en general los graduados al
cabo de cinco años no son todos provenientes de la matrícula de cinco años antes. Esto es
debido a que los estudiantes que repitieron algún año (que no son pocos) provenían de
matrículas anteriores a los cinco años y esto sobrestima el dato de promoción que pueda
calcularse respecto a la matrícula inicial. Sin embargo, de los matriculados en cualquiera
de los cursos, algunos iban a graduarse por la misma razón en algún año posterior a los
cinco años; y esto subestima el número de graduados en un determinado curso. Si ambos
efectos son de magnitudes similares podemos suponer con buena aproximación que el
número de graduados de cada matrícula inicial es el que se reporta en la figura. De
cualquier modo es evidente la relativa independencia del número de egresados respecto a
la matrícula que los generó: mientras que las oscilaciones de las matriculas llegan a más de
150 estudiantes, las correspondientes variaciones de los egresados difícilmente sobrepasan
221
los 15 estudiantes. De esta figura se puede obtener el por ciento de estudiantes que se
graduaron en cada uno de los cursos, este por ciento se muestra en la Figura 4. Si
consideramos que esta última cifra está de alguna manera relacionada con la eficiencia, la
mayor eficiencia (descartando algunas fluctuaciones) se presenta en la década de los 90.
Figura 3
Figura 4
Un interesante comportamiento que puede observarse en la Figura 3 es el decrecimiento de las
matrículas durante el periodo 1970-76. Resulta extraño ya que es precisamente a finales de los
222
años 60 que se sitúa el despegue de la física en Cuba. Parece ser que este comportamiento se
debe a múltiples factores. Una ubicación laboral en algunos casos poco deseable y el
reconocimiento por los estudiantes de preuniversitario de un grado de dificultad elevado para
aprobar la carrera de física pueden haber sido dos de los factores. También, durante este
periodo parece haberse reforzado la política de enviar estudiantes para estudiar física en los
entonces países socialistas. Otros dos factores que pueden haber influido son: la apertura de la
carrera de física en la Universidad de Las Villas y la decisión de reducir la fuente de
estudiantes para ingresar en la Universidad de La Habana a aquellos provenientes de
preuniversitarios del occidente del país (los otros debían estudiar en la Universidad de Las
Villas o la de Oriente). A mediados de los setenta las graduaciones de preuniversitario eran ya
mucho más altas y se volvió a priorizar la Física en los planes de ingreso a la Universidad.
Además, la colaboración con los países socialistas de entonces se inclinó hacia el postgrado.
La poca influencia que se observa de la matrícula inicial sobre el número de graduados refleja
en opinión de los autores, que siendo la cantidad de jóvenes interesados y con reales aptitudes
para la física realmente pequeña; una ampliación de la matrícula ha servido sólo para llenar
las aulas de los primeros años sin una real contribución al número de egresados. Este análisis
conduce a la conclusión de que cualquier intento de aumentar las matrículas debe estar
acompañado de una fuerte labor de motivación hacia la física, y desde luego de un
procedimiento de selección.
Para aumentar la motivación de los estudiantes hacia la carrera de Física, se tomaron dos
medidas importantes recientemente. Una fue establecer un sistema de ingreso diferente para
las carreras de Física, Química y Matemática. La otra fue la creación de una nueva carrera: la
ingeniería física.
El nuevo sistema de ingreso se inició en el curso 2003-2004. Su efectividad para aumentar la
cantidad de estudiantes generó algunas controversias desde el inicio. El nuevo sistema preveía
la realización de un examen especial que permitiría seleccionar los estudiantes que entrarían
en la carrera. La controversia consistía en que aparentemente un sistema de este tipo podía
desalentar a los estudiantes más que motivarlos. Sin embargo, el sistema en si permitía decidir
quién entraba o no, y podría resultar más atractivo para los estudiantes con inclinación hacia
la física que lo veían como un reto y que de aprobar el examen tendrían garantizada la carrera
desde mucho tiempo antes que los demás. Además, los exámenes fueron diseñados de forma
tal que pudieran ayudar a distinguir los jóvenes que aún teniendo una formación en física
inadecuada, poseían capacidades de razonamiento satisfactorias y alguna intuición física.
223
Según se puede observar en la Figura 2, este sistema (por lo menos) no provocó una caída de
la matrícula con respecto a años anteriores. Sólo se ha graduado un grupo de los que entró a la
carrera mediante este procedimiento por lo que se hace difícil todavía valorar la eficiencia del
mismo. Este sistema por su propia naturaleza estimuló la elevación de la calidad del trabajo
vocacional porque se hizo necesario realizar visitas a los preuniversitarios para explicar las
características del examen, divulgar las fechas, y en general exponer las características de la
carrera y de su plan de estudios. A muchos profesores nos parece que la calidad del
estudiantado ha mejorado desde que comenzó la aplicación de este sistema de ingreso, sin
embargo, aún no tenemos datos que lo demuestren fehacientemente. Habrá que esperar
algunos años más para observar cómo se comportan el número de egresados y por ejemplo,
las barras de la Figura 4. Dado el pequeño número de estudiantes, las fluctuaciones juegan un
papel importante en estos datos estadísticos.
La carrera de Ingeniería Física se inauguró en septiembre de 2007. Esta carrera persigue la
formación de un ingeniero con amplios conocimientos de física y matemática. Es una carrera
más dirigida a las aplicaciones y en su plan de estudio destacan como diferencia con la
licenciatura una mayor presencia de la electrónica, la computación y la química a costa de una
disminución en las horas dedicadas a la física teórica y en general a las matemáticas. La
creación de esta carrera constituyó un riesgo: la pobre matrícula de físicos podría dividirse en
dos. Esto no ha ocurrido al menos hasta el momento. Si se observa el comportamiento de la
matrícula de la Figura 2 se verá que los dos últimos años indican un incremento del número
de estudiantes en primer año. En las barras de los dos últimos cursos están incluidos tanto los
estudiantes de física como los de ingeniería física. Estos últimos son sólo cinco en el curso
07-08 pero ascienden a 21 en el curso 08-09. Considerando sólo las matrículas de estos dos
años, la creación de la carrera de ingeniería física ha representado un incremento neto de la
matrícula que alcanzó en el curso 08-09 el valor más alto de los últimos quince años. Aquí
desde luego vale también la advertencia del párrafo anterior relacionada con las fluctuaciones.
La participación de Cuba en las olimpiadas internacionales de conocimientos de nivel
preuniversitario ha sido tradicionalmente destacada en general y particularmente en lo que a la
física se refiere. Los equipos cubanos han tenido actuaciones relevantes tanto en las
Olimpiadas Internacionales como en las iberoamericanas [3]. El trabajo de preparación de
estos equipos que participan en esas olimpiadas incluye la formación de una preselección de
estudiantes de preuniversitario, que realiza un entrenamiento especial en la solución de
problemas y en tareas experimentales. Esta preselección pudiera ser una fuente de estudiantes
224
interesados y de calidad para la carrera de física. Sin embargo, no siempre ha sido así. La
Figura 5 presenta el número de estudiantes procedentes de esta preselección que matricularon
la carrera en los últimos 10 años. Si se toma en cuenta que esta preselección está formada por
alrededor de 20 estudiantes entre ellos no menos de seis o siete con del grado terminal del
preuniversitario, llegamos a la conclusión de que esta fuente no ha sido siempre bien
aprovechada: en algunos casos estos estudiantes a pesar de que han tenido una formación
especializada en física, prefieren otras carreras.
Figura 5
En relación con el pregrado debemos agregar que el arsenal de físicos cubanos se ha formado
también a partir de otras fuentes no consideradas en el análisis anterior. La Licenciatura en
Física existe también en la Universidad de Oriente desde 1970 y hasta el 2000 se habían
graduado allí 334 físicos [4]. En la Universidad Central de las Villas se habían graduado 12
físicos antes de 1976 [5] y se ha reabierto la carrera a partir del curso 2006-2007. También el
Instituto Superior en Ciencia y Tecnología Nuclear ha graduado un número importante de
Físicos Nucleares. Por último, algunas decenas de físicos realizaron sus estudios en otros
países, principalmente en la ex Unión Soviética. Tomando en cuenta todas las fuentes, no sin
un gran error, pudiera estimarse el número de graduados de física en unos 2000.
225
Estudios de postgrado
Un paso importante en el desarrollo de la enseñanza de la Física en Cuba fue el
establecimiento de programas de postgrado. En la década de los 70 se inició un programa de
maestría en Física en la Universidad de la Habana en el que se estima se hayan graduado unos
40 maestros en ciencias físicas; luego de un periodo de interrupción, se reiniciaron estos
estudios en 1994. En esta segunda etapa se han graduado 135 maestros en Ciencias Físicas en
diversas ramas que incluyen la teoría de la materia condensada, la física de los dispositivos
semiconductores, la obtención y caracterización de distintos tipos de materiales, y más
recientemente la física de los sistemas complejos. El programa fue acreditado por la Junta
Nacional de Acreditación como un programa de excelencia [6]. La Tabla 1 presenta un
resumen de los matriculados y los graduados en cada edición.
Edición
Fecha
Matrícula
Egresados
1
1994
42
42
2
1996
24
24
3
1998
26
25
4
2000
23
18
5
2003
40
26
155
135
Total
Tabla 1: Estadísticas de la Maestría en Ciencias Físicas.
En Cuba se defienden tesis de doctorado en Física desde 1974. Un diagnóstico del estado de
la Física en Cuba [7] realizado en el año 2001 presenta datos recogidos de la Comisión
Nacional de Grados Científicos (CNGC), una actualización de estos datos se resume en las
Figuras 6 y 7. Ellos son la cantidad de defensas por año y la distribución por temáticas. La
cantidad de doctores recogida en estos datos es 214, habría que sumar aquellos que se
graduaron en el extranjero y probablemente la cifra alcanzaría los 250 o 300 doctores. La
mayoría de los doctorados han requerido y requieren de una contribución apreciable de
programas, instituciones y laboratorios de otros países. Esto es debido fundamentalmente a la
escasez de equipamiento con la consecuencia ulterior de un alargamiento más allá de lo
habitual de la duración de los estudios de doctorado en muchos casos.
226
Figura 6
Figura 7
227
Conclusiones
La Universidad de La Habana, sin ser la única fuente de físicos en Cuba, ha formado la mayor
parte de ellos. En los 46 años de existencia la carrera ha transitado por unos seis planes de
estudio, lo que le ha permitido mantener un nivel adecuado de actualización. Se ha mantenido
prácticamente todo este tiempo con un formato de cinco años luego de los cuales ofrece un
título de licenciado. Es requisito para la graduación la realización de un trabajo de diploma de
investigación que es defendido ante un tribunal. Desde inicios de los 90 se ha observado una
tendencia a la disminución del número de estudiantes. Esto ha motivado algunas acciones
como por ejemplo un incremento de la actividad de formación vocacional, la implantación de
un nuevo sistema de ingreso a partir del curso 2003- 2004; y la creación de una nueva carrera:
la ingeniería física. Debido a la poca cantidad de estudiantes es aún prematuro hacer un
balance de los resultados de esas medidas; aun así parece observarse una tendencia a un
discreto incremento de la cantidad y la calidad de los mismos. Los programas de postgrado en
física en Cuba existen desde la década de los 70 y han formado a cientos de físicos cubanos
en la actividad investigativa.
En este trabajo hemos tratado de verter opiniones objetivas basadas en datos recogidos en su
mayor parte de los archivos de la Facultad de Física de la Universidad de La Habana y de la
Comisión Nacional de Grados Científicos. Probablemente algunas de las estimaciones
numéricas que se indican para datos generales de Cuba pudieran precisarse mejor y son dadas
aquí sólo como valores indicativos.
No queremos terminar este trabajo sin incluir algunas apreciaciones cualitativas que de alguna
manera permitan completar una visión general de la carrera de física cubana. Los graduados
de física cubanos habitualmente han tenido éxito en sus estudios de postgrado en
universidades y centros de investigación extranjeros incluyendo a universidades de altos
“estándares” en América Latina y Europa. En Cuba, existe entre los empleadores que han
recibidos graduados de física en sus centros una buena opinión de la preparación y
habilidades de los mismos. Aquí queremos citar fragmentos de opiniones de dos directores de
instituciones científicas que fueron recogidas durante el proceso de acreditación de la carrera
de física en el año 2005 [8].
…El desempeño muy frecuentemente excelente de los físicos en las investigaciones
biológicas nos ha hecho reflexionar sobre las diferencias que existen entre “formación” e
“información”. Los físicos salen con una sólida formación, que se expresa en su estructura
de pensamiento, su capacidad de transitar ida y vuelta entre el modelo y el experimento, su
capacidad de ubicarse en la literatura científica y distinguir las regularidades esenciales de
228
los fenómenos específicos de un modelo experimental concreto, y su capacidad de
“recombinar” información de campos diferentes de la ciencia…
…han demostrado una excelente preparación teórica, un adecuado enfoque de la actividad
de investigación, vinculado, a nuestro juicio, con una visión amplia y consecuente de la
estructura de la materia y lo que es más importante, con un elevado sentido de la ética
científica que los distingue de los graduados de otras especialidades… si fuese instado a
nominar una “Escuela Científica” en la Universidad de la Habana, escogería, sin dudas a
la Facultad de Física, la que creo que constituye un orgullo para nuestra Universidad por el
rigor, el nivel científico y la calidad humana de sus graduados…. [9]
Agradecimientos
Agradecemos a varios colegas de la Facultad de Física por sus útiles sugerencias y
comentarios y en particular al Dr. C. Rodríguez Castellanos por la lectura crítica que realizó al
documento y por los datos que aportó. También a J. Almaral, A. Cedeño, O. González y M.
Coderch por la ayuda en la búsqueda de información.
Referencias
[1] Henriques Rodríguez, Ruth Daysi (2001): Revista Cubana de Educación Superior XXI
(8).
[2] Altshuler, José, Angelo Baracca (en este número).
[3] Baracca, Angelo; Fajer, Victor; Rodríguez, Carlos (2006): Physics Today, Sept., 42.
[4] Méndez Pérez, Luis, Angelo Baracca (2001): Revista Cubana de Física 18, 146.
[5] Baracca, Angelo; Víctor Fajer; Carlos Rodríguez (en este número).
[6] Sánchez, M. (2002): Informe presentado en defensa de la acreditación de la maestría,
enero (2002)
[7] Rodríguez, C. (2001): Diagnóstico del estado de la Física en Cuba (no publicado)
[8] Fragmento de carta emitida por el Dr. A. Lage Dávila, Director del Centro de Inmunología
Molecular de La Habana
[9] Fragmento de carta emitida por el Dr. R. López Cordero, Director de la unidad de catálisis
del Centro de Investigaciones del Petróleo de La Habana
229
12 Física y Mujer: un desafío afrontado con éxitos en Cuba
Olimpia Arias de Fuentes1
Una introducción necesaria
La historia de la Física en Cuba, al igual que todo el desarrollo educacional y científico del
país, no puede realizarse sin tener en cuenta su estrecha relación con los cambios sociales que
han ocurrido en Cuba durante las cinco décadas transcurridas desde 1959 y menos aún, con el
papel que ha protagonizado la mujer dentro de este proceso. Por otra parte, coincidimos con
otras autoras sobre el hecho de que el vínculo ciencia y género va resultando cada vez más un
tema de especial interés (Fernández Rius, 2000).
Para nosotros constituye un verdadero reto presentar un esbozo sobre el papel de la mujer en
la Física en Cuba, en el contexto de esta ocasión especial donde se hará una recopilación de
los momentos más importantes del desarrollo de esta ciencia en el país.
El enfoque que pudiera dársele al tema es diverso y la enumeración completa y detallada de
sucesos significativos y datos, no es posible realizarla en pocas páginas. Sin embargo,
considerándome con legítimo orgullo parte de las físicas cubanas, me parece importante
reflexionar sobre algunos hechos que enfatizan el rol destacado que ha desempeñado nuestro
género en esta disciplina en el país. Téngase en cuenta que los cambios en la subjetividad
individual son procesos lentos y con resultados en el largo plazo, sobre todo cuando se trata
de formas de pensar arraigadas durante miles de años, por ello resulta un gran desafío hacerse
sentir dentro de una masa predominantemente masculina, con una herencia cultural
androcentrista y por ende, donde todavía prevalecen determinados valores, modos de actuar y
barreras sociales, a pesar de los enormes esfuerzos del país por revertirlos, desde hace ya más
de 50 años.
En el campo académico, estos desafíos para las físicas cubanas son aún mayores, teniendo en
cuenta la dedicación y el tiempo que conlleva este tipo de actividad y la demanda real de
tiempo que requiere el ejercicio de los roles que habitualmente desempeña la mujer en la
sociedad y fundamentalmente en la familia. Como anécdota interesante sobre una forma de
1
Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales, Universidad de La Habana, La Habana, Cuba.
231
pensar bastante generalizada en los físicos, una estudiosa cubana del tema género y ciencia
comentaba que:
un amigo, dedicado a la Física, – ciencia tradicionalmente masculina – me dijo en una
ocasión con el don de la verdad: Las mujeres no pueden rendir bien en las Ciencias, no
pueden concentrarse como nosotros, pues tienen una neurona en el ordenador y las restantes
en lo doméstico y los hijos, no disponen del mismo tiempo para entregarse horas y horas al
trabajo. (Fernández Rius 2000)
Estudios realizados reportan barreras similares para el desempeño de las mujeres físicas en
todo el mundo (Ivie et al. 2002). Estas barreras están relacionadas fundamentalmente con el
conflicto existente entre el gran tiempo que requiere el cuidado de los hijos y el igualmente
grande que requiere la Física. A ello se asocia el hecho por el cual el campo de las Ciencias
Físicas sea uno de los más deficitarios en mujeres a nivel mundial y nuestro país no resulta
una excepción en ello. Estos mismos motivos hacen que, en general, los logros de las mujeres
físicas estén en una relación directa no sólo con su inteligencia, sino además con el intenso
trabajo que realizan para poder compensar el menor tiempo que pueden dedicar a la ciencia, si
se compara con el que pueden dedicar los físicos hombres.
Sin embargo, aunque el número de mujeres físicas en Cuba, al igual que lo que encontramos
en la gran mayoría de los países, por no decir todos, es considerablemente menor que la
cantidad de hombres que han estudiado y se han graduado de esta carrera; la presencia de las
Físicas en posiciones de liderazgo académico y científico en nuestro país, tiene singularidades
prominentes (Arias de Fuentes 2008).
Si bien sería interesante hacer un estudio de caso para buscar las causas que han motivado tal
posición de las físicas cubanas, me atrevo a afirmar que mucho ha influido el avance y el
incremento del prestigio tanto social como profesional que ha tenido, en general, la mujer en
Cuba en estas cinco décadas de Revolución. Ello demuestra lo importante que resulta la
voluntad del gobierno para el desempeño de funciones académicas por mujeres. La inserción
de la mujer cubana en el proceso de desarrollo del país como protagonista y a la vez como
beneficiaria, debe evaluarse como uno de los fenómenos sociales más exitosos ocurridos en
este período revolucionario. La mujer ha tenido la posibilidad de acceder al ámbito público en
igualdad de condiciones que los hombres.
En la actualidad, en Cuba se gradúan físicos y físicas en la Universidad de La Habana, la más
antigua del país fundada en 1728, en la Universidad de Oriente, ubicada en la provincia de
Santiago de Cuba y en el Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas. En este
232
último se gradúan profesionales de la Física con un perfil nuclear y con perfiles dirigidos
hacia las geociencias. Alrededor de los años 90, entre estas tres Universidades se graduaba un
promedio de 50 físicos (Baracca et al. 2006). Los profesores de física para el nivel
preuniversitario se forman en otros centros de educación superior y su perfil es
fundamentalmente pedagógico.
Algunas cifras interesantes
Como dato interesante podemos expresar que, el primero de enero de 1959 las féminas
cubanas representaban el 55 % de los analfabetos del país, y alrededor del 17 % de la fuerza
laboral del país, con una fuente principal de empleo en el trabajo doméstico. 2 En la actualidad,
las mujeres en Cuba componen el 46 % de la fuerza laboral activa de la nación en el sector
estatal civil y el 65.6 % de los profesionales y técnicos del país. 3
En el campo científico-técnico podemos citar que las mujeres constituyen el 51.6 % de los
investigadores4 y el 60.4 % de la Reserva Científica del país (González Bermúdez 2008), es
decir de los investigadores jóvenes en sus dos primeros años de trabajo, lo cual augura que el
incremento del papel de la mujer en este importante sector de la sociedad esté asegurado. Por
otra parte, de los 3087 proyectos vigentes que integran los Programas Nacionales, Ramales y
Territoriales en el Sistema Nacional de Ciencia e Innovación Tecnológica, el 23 % está
dirigido por mujeres (González Bermúdez 2008) y según datos, el país es el segundo de la
región con mayor número de mujeres incorporadas a las ciencias (Padilla 2007). En Cuba, del
total de todos los graduados universitarios el 65 % son mujeres 5 pero, en la Física en
particular, esta proporción es mucho menor. Su valor oscila alrededor de un 20 %.
En la Figura 1 se muestran, por décadas, los datos porcentuales de mujeres graduadas de la
carrera de Física. La información se corresponde con los egresados de la Universidad de La
Habana, principal fuente de físicos del país. Los primeros físicos se laurearon en 1964. En
esta gráfica resulta interesante el hecho de que el porciento de mujeres graduadas de esta
Presencia de la mujer en la Salud Pública Cubana – Infomed:
http://bvs.sld.cu/revistas/spu/vol35_1_09/spu10109.htm
3
Aniversario 50 del Triunfo de la Revolución. Mujeres Cubanas en Cifras (2008):
http://www.mujeres.co.cu/50%20aniversario/textos/Mujeres%20cubanas%20en%20cifras%20%282008%29.htm
l
4
Ver nota 2.
5
Ver nota 2.
2
233
especialidad ha ido incrementándose década tras década hasta alcanzar un 22.2 % en el
período 2000–2008.
Figura 1: Datos por décadas de los % de mujeres graduadas de Física en la Universidad de La Habana (período
1964–2008).
En Cuba, el 72 % de la fuerza laboral del sector Educación está compuesto por mujeres. En la
Universidad de La Habana constituyen el 61 % de los docentes (Fernández Rius 2000) aunque
en la Facultad de Física, en particular, el claustro está integrado sólo por un 27.3 %. Sin
embargo, estando en minoría en el claustro, el número de directivos principales de la Facultad
(decano y vicedecanos) tiene desde hace varios años un 66 % de presencia femenina. Un
hecho importante que marca un hito en la historia de la mujer física en Cuba, resulta la
elección por primera vez, en el año 2009, de una mujer como Decana de la Facultad de Física
de la Universidad de La Habana.
En la Figura 2 se muestran los datos porcentuales correspondientes a la década 1998-2008 de
las mujeres graduadas en Física en los diferentes niveles (Licenciatura, Maestría y
Doctorado). De manera general, en esta década, el 20 % de los graduados de física en el
primer nivel (Licenciados) son mujeres, mientras que el porciento en los Máster en Física y en
los Doctores en Física es del 16 % en ambos casos. Esta información está referida a los
graduados de todo el país en estos niveles. Por otra parte, encontramos que, del total de
Máster en Física graduados en el país desde 1994, año en que se reinicia el programa de
Maestría en Física después de una primera efímera existencia alrededor de los años 70
(Baracca 2006), el 16 % son féminas; mientras que del total de Doctores en Física defendidos
234
en Cuba desde que se iniciara el programa de Doctorado en Física en 1974, sólo el 11 % se
corresponde con mujeres.
Es interesante, sin embargo, el hecho de que a pesar de estar en minoría, si nos referimos a
reconocimientos otorgados, puede encontrarse que en varios cursos académicos la selección
del graduado más integral de la carrera de Física de la Universidad de La Habana se ha
correspondido con mujeres. En los últimos tres cursos, de los tres graduados más integrales
dos han sido mujeres, una de las cuales resultó ser además, la graduada más integral de toda la
Universidad de La Habana.
De los físicos que han obtenido la Orden “Carlos J. Finlay”, la mayor distinción que otorga el
Estado cubano a aquellos profesionales que han realizado un aporte importante al avance
científico del país, el 33 % son mujeres. Hay también una buena representación de mujeres
físicas en los Premios Nacionales Anuales que otorga la Academia de Ciencias de Cuba. En
particular, en el año 2005 fueron siete los trabajos premiados cuyas temáticas estaban
vinculadas a la Física. De ellos, tres tenían a una mujer física como autora principal del
trabajo. Aunque esta proporción no se comporta de igual manera todos los años, existe una
presencia frecuente de mujeres físicas en estos premios.
Figura 2: Datos de los % de mujeres graduadas de Física en los diversos niveles (década 1998-2008). ◼
Licenciatura ◼ Maestría ◼ Doctorado.
235
En general, encontramos que varias mujeres físicas figuran en la lista de premiadas con
diferentes condecoraciones y reconocimientos nacionales entre los que se destacan la Medalla
“José Tey” que confiere el Consejo de Estado de la República de Cuba, la Distinción por la
Educación Cubana, la Distinción Especial del Ministro de Educación Superior, los diplomas y
medallas otorgados por la participación en las tareas preparatorias para la realización del
Primer Vuelo Espacial Conjunto Soviético-Cubano, así como premios Relevante del Fórum
Nacional de Ciencia y Técnica en diferentes años, entre otros.
Otro aspecto que habla a favor del reconocimiento nacional de las físicas es el hecho de que
del total de Académicos físicos, algo más del 35 % son mujeres. Este porciento en la Sección
de Ciencias Exactas y Naturales es del 30 %. Como dato importante se debe señalar que, las
dos propuestas que Cuba envió para integrar la candidatura para miembro del Comité
Regional para América Latina y el Caribe del Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU)
fueron mujeres, ambas físicas y de ellas, una resultó también elegida por el ICSU como
integrante de su directiva. Ello también demuestra el reconocimiento tanto nacional como
internacional que tienen nuestras físicas.
El reconocimiento internacional puede además observarse en el hecho de que una física
cubana fue electa miembro de la Academia de Ciencias para el Mundo en Desarrollo
(TWAS), la cual reúne a investigadores de unos 90 países seleccionados mediante un proceso
altamente competitivo, pues menos del 25 % de los nominados resultan finalmente
promovidos y lo esencial que se tiene en cuenta son los méritos acumulados en la trayectoria
profesional de los aspirantes.6 Cuba posee 8 miembros en esta organización, de los cuales tres
son mujeres. De los 8 miembros dos son físicos y de los físicos, uno de ellos es mujer (50 %).
También una mujer física cubana fue miembro del Consejo Ejecutivo de la Organización de
Mujeres Científicas del Tercer Mundo-TWOWS (actualmente Organización para la Mujer en
la Ciencia para el Mundo en Desarrollo -OWSDW), donde ocupó el cargo de Vicepresidenta
para América Latina y el Caribe en el período 1999-2006. Ella es además la Presidenta del
Capítulo Cubano de esta organización de mujeres científicas, el cual funciona bajo el amparo
de la Comisión de Mujeres Científicas de la Academia de Ciencias de Cuba. Esta Comisión
Cuba News Headlines; Cuban Daily News (21.11.2008); “Eligen a científica cubana miembro de academia
internacional”:
http://www.cubaheadlines.com/es/2008/11/21/14528/eligen_a_cientifica_cubana_miembro_de_academia_intern
acional.html
6
236
premia cada año a las mujeres autoras principales de los premios de la Academia a la
excelencia científica en Cuba donde varias mujeres físicas han obtenido reconocimientos.
Un acontecimiento que resulta de una gran trascendencia y reconocimiento internacional para
las jóvenes físicas cubanas, lo constituye el hecho de que el premio a la excelencia científica
otorgado por la Fundación Elsevier, la TWAS (Academia de Ciencias del Tercer Mundo) y la
actual OWSDW a las mujeres más talentosas en Física de las diferentes regiones del tercer
mundo, en la región de América Latina y el Caribe haya sido conferido a una física cubana,
actual Vicedecana Docente de la Facultad de Física de la Universidad de La Habana.
Por otra parte, entre los premios instituidos por la Asociación Latinoamericana de Sociedades
de Biología y Medicina Nuclear, (ALASBIMN) con el objetivo de estimular la investigación
y el desarrollo de la medicina nuclear y sus ramas afines, sólo uno de ellos corresponde al
nombre de una mujer, el Premio “Mercedes Borrón” para técnicos. Este premio fue
establecido por esta Asociación en honor a esta eminente física cubana, desaparecida en el
año 2002, que trabajaba en esta rama de la física y que había sido laureada con premios de
esta Asociación.
El premio internacional “Sofía Kovalievskaia”, promovido por la organización del mismo
nombre, con el propósito de estimular una mayor presencia de la mujer en los sectores de la
ciencia y la tecnología en las naciones en desarrollo, ha sido otorgado a 15 mujeres cubanas
desde que comenzó a entregarse en Cuba con carácter bienal en el año 2003. De las 15
laureadas 6 son mujeres físicas.
Una física cubana también fue condecorada con la Medalla “Valentina Tereshkova”, otorgada
por la Federación Rusa, por su destacada participación en las investigaciones que se
desarrollaron durante el Vuelo Espacial Conjunto Soviético-Cubano.
La información referida al porciento de mujeres físicas con cargos directivos, así como de
aquellas que se desempeñan como profesoras o investigadoras en las cuatro universidades del
país que cuentan con el mayor claustro de físicos, se muestra en la Figura 3 (Arias de Fuentes
et al. 2009). En ella también se han incluido dos centros de investigación del país que poseen
un número significativo de físicos.
237
Figura 3: Datos de los % de mujeres físicas directivas, profesoras o investigadoras en el total de físicos de las
universidades y centros científicos con un mayor número de físicos.
Es interesante señalar que, el porciento de mujeres físicas directivos científicos es mayor que
el porciento de mujeres físicas profesoras e investigadoras. Ello constituye un índice del
liderazgo académico y científico que han alcanzado las mujeres físicas en nuestro país y
enfatiza el avance que ha ido adquiriendo la mujer en Cuba y el incremento de su prestigio
social en la actividad académica nacional (Arias de Fuentes 2008).
Resulta también interesante que estando en una gran minoría, sean mujeres físicas quienes
ocupen o hayan ocupado puestos directivos importantes en el país, tales como:
•
Directora de Ciencias del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente
(CITMA).
•
Delegada Nacional del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el
Desarrollo (CYTED).
•
Presidenta de la Comisión de Mujeres Científicas de la Academia de Ciencias de
Cuba.
•
Asesora científica en el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente
(CITMA).
•
Directora del Centro de Gerencia de Programas del Ministerio de Ciencia
Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
•
Directora de la Dirección Integrada de Proyectos de la Agencia de Energía
Nuclear y Tecnologías de Avanzada.
238
•
Rectora del Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas, una de las
tres universidades del país donde se gradúan físicos.
•
Asesora del Rector de la Universidad de La Habana, la mayor y más importante
universidad del país.
•
Vicerrectora del Instituto Superior Politécnico “José A. Echevarría”, una de las
cuatro universidades del país con un mayor número de físicos en su claustro.
•
Vicedirectora de Investigaciones de la Escuela de Física de la Universidad de La
Habana.
•
Decana y Vicedecana de la Facultad de Física de la Universidad de La Habana,
universidad con el mayor número de físicos en su claustro.
•
Vicedirectora del Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales (IMRE) de la
Universidad de La Habana, uno de los centros científicos del país con un mayor
número de físicos.
•
Miembro del Grupo gestor que fundó la Sociedad Cubana de Física.
•
Presidenta y Vicepresidenta de la Sociedad Cubana de Física.
•
Editora de la Revista Cubana de Física.
•
Directora del Instituto de Investigaciones y Proyectos para la Industria Minero
Metalúrgica
(CIPIMM),
centro rector
en investigaciones
tecnológicas
relacionadas con la minería en Cuba.
•
Vicedirectora del Instituto de Cibernética, Matemática y Física (ICIMAF), uno de
los centros científicos del país con un mayor número de físicos.
•
Jefa del Departamento de Física del Instituto de Cibernética, Matemática y Física
(ICIMAF).
•
Directora del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA).
•
Directora y Vicedirectora del Centro de Investigaciones en Microelectrónica
(CIME). (Arias de Fuentes 2001).
Primeras mujeres graduadas de Física
El 10 de enero de 1962, en el 33 aniversario del asesinato por esbirros de la tiranía de Julio
Antonio Mella, quien dirigió el primer movimiento para una reforma general en la
Universidad de La Habana, se promulga la Ley de Reforma Universitaria. Se fundan nuevas
239
carreras, facultades y centros de investigación. 7 Se rompe con la vieja estructura de la
Facultad de Ciencias, que aglutinaba departamentos diversos de Física, Química, Matemáticas
y Ciencias Naturales y surgen las Escuelas correspondientes y en particular, la Escuela de
Física de la Universidad de La Habana (Pérez Rojas 1976). Es en este momento que surge la
física como carrera independiente, ya que anteriormente la Universidad de La Habana sólo
ofrecía el título de Ciencias Físico-Matemáticas y Ciencias Químico-Físicas, carreras ambas
fundamentalmente dedicadas a la formación de profesores para el nivel preuniversitario. No
es hasta 1984 que la Escuela de Física se nominaliza como facultad y surge así la actual
Facultad de Física de la Universidad de La Habana.
En 1964 se gradúan los primeros cuatro físicos (Pérez Rojas 1976). Es de resaltar que ya
desde estos primeros momentos hay una presencia femenina importante, pues de ellos, dos
fueron mujeres (50 %), una de las cuales es Profesora Titular de la Facultad de Física de la
Universidad de La Habana. En 1965 también se gradúan cuatro físicos entre ellos una mujer
(25 %) y en 1966 se incorporan, a la entonces Escuela de Física, nuevos graduados varios de
ellos procedentes de la antigua Unión Soviética donde habían cursado la carrera de Física
(Pérez Rojas 1976). Estos nuevos egresados de universidades extranjeras fueron 6 físicos, de
ellos 2 mujeres (33.3 %).
Algunos momentos importantes de la Física en Cuba y la presencia de
mujeres físicas en ellos
Desde los primeros hechos importantes para el desarrollo de la Física en Cuba, que tuvieron
lugar en las décadas de los años 60 y 70, la mujer física tuvo un protagonismo substancial.
Mujeres físicas no sólo participaron en relevantes colectivos de investigación en estas
décadas, sino que en muchos casos fueron las principales autoras de los primeros resultados
que se obtuvieron en nuestro país en esos años, tales como:
•
El primer diodo semiconductor de aleación obtenido en 1967, hecho que marcó el
nacimiento de las investigaciones en Física del Estado Sólido en nuestro país
(Baracca 2006).
7
Informe al Claustro Universitario convocado en conmemoración del 280 Aniversario de la fundación de la
Universidad de La Habana. 2008. Teatro Astral, La Habana.
240
•
La creación en la Universidad de La Habana del laboratorio de tecnología planar
basada en silicio, laboratorio conocido por todos por “la casita” y todos los
resultados derivados de las investigaciones que en él se realizaron.
•
La obtención de los primeros transistores y circuitos integrados a nivel de
laboratorio en 1969 (Arias de Fuentes 1993, 1997, 2001).
•
El desarrollo de diodos de emisión de luz (LEDs) en los años 70.
•
Las primeras publicaciones en Física de Semiconductores en revistas indexadas.
Vale comentar que durante el período 70-75 fue también una mujer física quien estuvo al
frente de la Sub-dirección de Investigaciones de la en aquél entonces Escuela de Física de la
Universidad de La Habana y que también mujeres físicas ocuparon responsabilidades de jefe
de Laboratorios Docentes y del Departamento Docente en esta misma Escuela de Física de la
Universidad de La Habana. Cabe destacar que una actividad realmente importante como fue
la concepción, montaje y organización de los primeros laboratorios docentes de la Escuela de
Física fue realizada bajo la dirección de una mujer física.
Entre otros de los momentos trascendentales del desarrollo de la física en Cuba en los que la
mujer física tuvo una participación destacada podemos citar los siguientes:
•
La obtención de las primeras celdas solares en el laboratorio (Arias de Fuentes
2001).
•
La creación y desarrollo del Centro de Investigaciones en Microelectrónica en la
CUJAE (Arias de Fuentes 2001).
•
La fundación del Instituto de Física Nuclear que en la primera captación de físicos
en Cuba, incluyó a cinco físicas.
•
La fundación del Instituto de Investigaciones Técnicas Fundamentales
(ININTEF), de donde se derivó posteriormente, el Instituto de Cibernética,
Matemática y Física (ICIMAF). En el ICIMAF se desarrolló un importante Grupo
de Física Teórica, con presencia femenina y donde se han formado nuevas
generaciones de físicas teóricas. Una mujer física, fue la Vice-directora del
ICIMAF, durante 9 años.
•
La fundación en 1985 del Instituto de Materiales y Reactivos para la Electrónica
(IMRE) (Arias de Fuentes 1993, 1997, 2001), denominado posteriormente
Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales, en cuya Subdirección cuando fue
fundado y con posterioridad también ha ocupado el cargo una mujer física.
241
•
El diseño y desarrollo de los primeros circuitos integrados a la orden (ASIC)
(Arias de Fuentes 2001).
•
El crecimiento epitaxial en el espacio, en septiembre de 1980, como parte de los
experimentos que se realizaron en el cosmos con motivo del Vuelo Conjunto
Soviético-Cubano.
•
La transferencia de la tecnología del desarrollo de LEDs, en la década de los años
80, a la Industria de Semiconductores Cubana existente en aquellos años.
•
Su activo rol en el desarrollo de investigaciones en el campo de las celdas solares
fotovoltaicas.
En particular, la fundación de la Sociedad Cubana de Física en 1979, tuvo en su grupo gestor
y organizador una mujer, la cual fue posteriormente miembro del ejecutivo de la Sociedad
durante dos períodos de mandato, como Secretaria Ejecutiva primero y como Vicepresidenta
de esta Sociedad después. En dos períodos posteriores ha sido elegida como Presidenta de la
Sociedad una mujer. Paralelamente se crea la Revista Cubana de Física con participación
también femenina. Por varios años su editora fue también una mujer física. Dentro de la
directiva de la Sociedad, también han seguido estando presentes nuestras físicas.
Por último queremos señalar que dentro de las acciones que las Físicas Cubanas hemos
promovido, con el apoyo de la Sociedad Cubana de Física, la Cátedra de la Mujer de la
Universidad de La Habana y del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente, se
encuentra la creación, en el año 2002, del Grupo de Trabajo de Mujeres Físicas en el país.
Este Grupo de Trabajo ha venido participando, desde sus inicios en el 2002, en las
Conferencias Internacionales de Mujeres en la Física donde se han presentado diferentes
trabajos (Alvarez et al. 2002, 2005; Arias de Fuentes 2009; Vigil 2009). Además, este Grupo
ha promovido que en cada espacio posible, así como en los eventos científicos organizados, se
presenten mesas redondas o paneles sobre la participación de las mujeres. En especial, las
físicas y las matemáticas del ICIMAF han promovido el debate en los temas de las mujeres en
la física y la matemática y las colegas de la Meteorología sistemáticamente organizan
encuentros de las mujeres meteorólogas.
A manera de resumen podemos decir que, no obstante a que la mujer física en Cuba
representa sólo una pequeña parte de la comunidad de físicos de la nación, ellas han jugado
un importante papel en el desarrollo de esta disciplina en el país y han tenido una fuerte
presencia en posiciones de liderazgo académico y científico que las distingue del resto de
242
muchas naciones en las que el rol de la mujer en el ámbito profesional se mantiene aún
limitado.
Agradecimientos
La autora quiere expresar su gratitud hacia todas aquellas personas que ofrecieron
inapreciables informaciones, en particular, a la Lic. Odalys González Cruz, por varios años
Secretaria Docente de la Facultad de Física de la Universidad de La Habana; a las Dra.Elena
Vigil y Dra. Lilliam Álvarez, dos importantes físicas cubanas, las cuales contribuyeron a
mejorar este documento, tanto con informaciones útiles como con comentarios y
observaciones. Por último, pero no menos importante, quiero agradecer a los editores de este
volumen sobre la Historia de la Física en Cuba, por haberme dado la oportunidad de dar a
conocer el papel de las mujeres en el ámbito científico en mi país y en particular en la Física.
Referencias
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sciences in the Caribbean. In Women in physics: The IUPAP international conference,
ed. B. Hartline Melville: American Institute of Physics.
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physicists speak. In Women in physics: 2nd IUPAP international conference on
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Arias de Fuentes, Olimpia. 1993. La microelectrónica en Cuba . Paper read at Primer Taller
sobre Historia de la Tecnología Eléctrica en Cuba, 26–28 January, La Habana, Cuba.
Arias de Fuentes, Olimpia. 2001. La microelectrónica y el protagonismo de la mujer en esta
rama en Cuba . Paper read at IV Taller Internacional “Mujeres en el siglo XXI”, 13–16
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Arias de Fuentes, Olimpia. 2008. Mujeres Físicas y su presencia en la vida académica en
Cuba: Algunas cifras y datos interesantes. In VII Congreso Iberoamericano de
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Arias de Fuentes, Olimpia. 2009. Some interesting data about women physicists in Cuba. In
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Arias de Fuentes, Olimpia, and Ofelia Martínez Morell (eds.). 1997. La Microelectrónica:
Breve panorámica histórica sobre su desarrollo y estado actual en Cuba . In 100
Aniversario del Electrón ed. A. Jerez Mendez. (UNED) Madrid: Lerko Print.
Arias de Fuentes, Olimpia, Lilliam Alvarez, and Elena Vigil. 2009. Women physicists in
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physics, ed. B. Hartline and R. Horton. Melville: American Institute of Physics.
Baracca, Angelo, Victor Fajer, and Carlos Rodríguez. 2006. A look at physics in Cuba.
Physics Today 59(9): 42–48.
243
Fernández Rius, Lourdes. 2000. Mujeres académicas: ¿Conflictos de roles? In Feminismo:
Del pasado al presente , ed. M.T. López de la Vieja, 156–159. Salamanca: Ediciones
Universidad de Salamanca.
González Bermúdez, Fernando Mario. 2008. Palabras de apertura de VII Congreso
Iberoamericano de Ciencia, Tecnologia y Género . La Habana: Ministro en funciones
de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba.
Ivie, Rachel, Roman Czujko, and Katie Store. 2002. Women physicists speak. In Women in
physics: The IUPAP international conference, ed. B. Hartline. Melville: American
Institute of Physics.
Padilla, Maria Esther. 2007. Verdadero caudal humano. Juventud Técnica 335: 2–3.
244
13 La cooperación entre la Academia de la Ciencia de Berlín
(DAW) y la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) (entre 1960 y
1975)
Helge Wendt1
Primeros contactos entre las academias
Poco después que la joven República de Cuba se constituyó, empezó la búsqueda en
diferentes campos para encontrar nuevos socios. Uno de aquellos campos fue la cooperación
internacional en la investigación y emprendiéndose distintas colaboraciones con institutos de
investigación de la Unión Soviética, de la República Checoslovaca y China. La República
Democrática de Alemania (RDA), y en especial la Academia Alemana de la Ciencia
(Deutsche Akademie der Wissenschaften, DAW), se mostraron reacias a responder
positivamente las solicitudes cubanas, a pesar de la colaboración política y socialista. Hubo
algunas universidades de la Alemania del este que comenzaron al principio de los años
sesenta de enviar investigadores y docentes a Cuba. Ahí participaron en escuelas de verano y
enseñaron en las universidades. Además llevaron a cabo algo de investigación que sus
institutos de origen les habían encomendado. Sin embargo la DAW observó atentamente la
reconstitución de la Academia de Ciencias de La Habana, antes de decidirse a cooperar en
proyectos científicos en común.
Comenzando los años sesenta eran pocos los miembros de la DAW que respaldaban el inicio
de una cooperación extensa con instituciones cubanas. El problema fundamental era que la
DAW sólo consideraba a las academias nacionales como contraparte para la cooperación en
proyectos de investigación. La Academia de Ciencia de Cuba fue disuelta al triunfo de la
Revolución y no es hasta 1962 que es reestablecida. Un segundo problema consistió en
encontrar un área de investigación en la cual ambas partes estuviesen igualmente interesadas.
Además, una conciencia altamente evolucionada se había desarrollado dentro de la academia
berlinesa con respecto a los efectos neocoloniales de la cooperación científica, que ellos
discretamente evitaron, respetando experiencias pasadas de la Isla.
1
Instituto Max Planck para la Historia de la Ciencia, Berlín, Alemania.
245
Los primeros contactos entre la comunidad científica cubana y la DAW se establecieron en
febrero de 1962, cuando el presidente de la Universidad Humboldt de Berlín Oriental, Kurt
Schröder, visitó Cuba. Esta visita se realizó un año antes de que la RDA y Cuba iniciaran
relaciones diplomáticas oficiales.2 La visita del presidente de la universidad profundizaba aún
más las relaciones bilaterales entre los dos países que ya sostenían relaciones comerciales. En
1960 la RDA abrió una Misión diplomática en La Habana, que se convirtió dos años después
en embajada.3
El Presidente Kurt Schröder se reunió con Núñez Jiménez, quién era el responsable de la
reconstitución de la Academia de Ciencia de Cuba. Jiménez en esa ocasión expresó su deseo
de entrar en contacto con el grupo de investigación Alexander von Humboldt de la DAW y
planeó visitar la institución durante una gira que realizaría por Europa el año siguiente, 1963. 4
Poco después del triunfo de la Revolución ya se había realizado la cooperación entre diversas
universidades alemanas y cubanas. Era en el año en que las relaciones bilaterales se
oficializaron y la Academia de Cuba se refundó que la DAW comenzó a implicarse en un
proceso hacia una colaboración.
En otoño del año 1962, el Secretario General de la DAW, Günther Rienäcker, escribió al
Ministro de Ciencias y Tecnología, Herbert Weiz, que solamente se podía considerar una
colaboración científica con Cuba cuando los intereses de cubanos quedaran claros.5 Por tanto
los representantes de la RDA esperaron por que los cubanos aclararan en qué asuntos
necesitaban ayuda y cooperación. La parte alemana insistió también que se definiera el cuadro
institucional bajo el cual se coordinaría una posible colaboración futura.
A principios del año 1963 se presentó una nueva situación: La República de Cuba le solicitó
oficialmente a la DAW establecer un instituto conjunto de investigación en la isla. Le tocaba
ahora a la DAW decidir que departamentos deberían formar parte de esta “aventura caribeña”.
La parte cubana una propuso a la DAW la fundación de un instituto de investigación tropical
en Cuba. Este instituto albergaría una amplia variedad de áreas de trabajo como: Geografía,
Geología, Botánica, Oceanología, Meteorología, Zoología, Medicina Tropical, Historia e
2
Ingrid Muth (2000). Die DDR-Außenpolitik 1949–1972. Inhalte, Strukturen, Mechanismen, Berlin: Links, p.
234.
3
Muth 2000, p. 177 y 282.
4
Mission der Deutschen Demokratischen Republik in der Republik Kuba. Havanna, 21.2.1962. Akademieleitung
1945–1968 515. The information given in the footnotes is taken from archive material found at the Archive of
the Berlin-Brandenburg Academy of Sciences.
5
Der Generalsekretär Berlin, 18. September 1962. Akademieleitung 1945–1968 515.
246
Historia de la Literatura. Los cubanos enviaron también a Berlín una extensa lista de
instrumentos científicos que esperaban obtener de la DAW.
El Presidente de la DAW solicitó entonces a los diferentes departamentos del organismo
consejos y propuestas para definir las áreas de investigación. Una primera proposición sugirió
aprovechar las condiciones climatológicas de Cuba para someter a prueba a máquinas y
material aislante de la RDA. Otra proposición quiso establecer un instituto de observación
astronómica, que – como lo insinuó el escrito – era de provecho para ambas partes. 6 Una
tercera propuesta consideraba el establecimiento de una unidad de investigación sísmica en
Cuba para estudiar la actividad sismológica y probar los instrumentos fabricados en la RDA. 7
En una fase siguiente la DAW quiso atraer instituciones aliadas de la RDA en la empresa
cubana, suponiendo costes elevados en una colaboración trasatlántica que eran difíciles de
portar solo. Uno de los socios fue el Instituto Alemán de Medidas y Ensayo de Materiales
(Deutsches Amt für Meßwesen und Warenprüfung, DAMW). Su Director Helmut Lilie
escribió al Secretario general de la DAW, expresando su interés en realizar ensayos de
corrosión en Cuba.8 En marzo del año 1963 la fundación del Instituto de Investigación
Tropical se acercaba a ser una realidad y contaría con siete áreas de investigación bien
definidas:
1. El establecimiento de una estación sísmica, guiada por el Instituto de Dinámica
Terrestre de la Sismología de Jena.
2. Un laboratorio de investigación de biología marina.
3. Intercambio regular de información y experiencias en cuestiones de medicina
tropical.
4. Investigación en temas de procesos morfológicos y geografía económica.
5. Colaboración en las áreas de la botánica y la zoología.
6. Apoyo en la escritura de la historia cultural cubana.
6
Auszug aus dem Protokoll der Sitzung der Klasse für Mathematik, Physik und Technik vom 24. Januar 1963.
Akademieleitung 1945–1968 515.
7
Prof. Dr. O. Meißer (Sekretär der Klasse für Bergbau, Hüttenwesen und Montangeologie) an Gen-Sekr.
Rienäcker, Berlin 6.3.1963. Akademieleitung 1945–1968 515.
8
Dr. Habil Lilie, Deutsches Amt für Material- und Warenprüfung, Berlin 12.3.1963, an Rienäcker.
Akademieleitung 1945–1968, 515.
247
7. Ensayos de corrosión y efectos climáticos, bajo condiciones tropicales, en
productos y materiales procedentes de la RDA. 9
El problema era que en Cuba la mayor parte de los posibles socios en aquellas áreas
científicas se encontraban aun en su fase de establecimiento. Además, aquellos que eran
capaces de realizar investigación científica ya estaban involucrados en proyectos de
investigación bilaterales con institutos soviéticos, chinos, checoslovacos o húngaros. 10 Esos
fueron los países que habían fundado institutos científicos en Cuba y emprendido
colaboraciones con instituciones de investigación de la Isla antes que la DAW. Como fue
mencionado anteriormente, el personal docente de las universidades de la RDA ya estaba
trabajando en Cuba, pero la DAW no estaba lista, o no al menos políticamente, para
aprovecharse de esas experiencias para establecer relaciones propias. 11
El Instituto de Investigación Tropical en La Habana
El primer acuerdo entre la DAW y la Academia de Ciencia de Cuba se firmó en junio de
1963. Ese acuerdo preveía la visita de una delegación de la Academia berlinesa para sondar
las posibilidades de realizar investigaciones científicas en la Isla. Además también permitía a
un número limitado de estudiantes cubanos pasar hasta un año en diferentes institutos
científicos de la RDA. 12
Sin embargo, en 1964 el proceso de fundación del instituto se ralentizó nuevamente a causa
de que se estimaban gastos cercanos a un millón de marcos de la RDA para la instalación del
instituto y otro millón para los gastos operativos del año 1964. 13 Otra razón que hizo tardar la
fundación era que el Departamento de Química de la DAW propuso un nuevo tema de
investigación. El responsable era el Dr. Horst Sinnecker, su director. En ese momento la
DAW agradeció la nueva propuesta, debido a que al lado cubano se quejaba de algunos de las
áreas de investigación propuestas. La Comisión Nacional anhelaba que se realizara más de
una investigación fundamental y que se relacionaran directamente con aplicaciones prácticas
9
Bisherige Vorstellungen zur Zusammenarbeit mit der Akademie der Wissenschaften der Rep. Kuba, Berlin,
22.3.1963. Akademieleitung 1945–1968 515.
10
Langer, Kulturabteilung der Botschaft der DDR, Havanna, 26.2.1965. Bestand Klassen.208.
11
Protokoll der Sitzung der Kommission zur Vorbereitung der wissenschaftlichen Zusammenarbeit mit der
Akademie der Wissenschaften der Republik Kuba am 9. April 1963. Akademieleitung 1945–1968 515.
12
Übereinkommen über die wissenschaftliche Zusammenarbeit der Deutschen Akademie der Wissenschaften zu
Berlin und der Nationalen Kommission für die Akademie der Wissenschaften der Republik Kuba, 7.6.1963.
Akademieleitung 1945–1968.515.
13
Zur Entstehungsgeschichte des Tropenforschungsinstituts, 3.6.1964. AKL.1945–1968.515.
248
y económicas. En ese sentido la propuesta de Sinnecker contuvo aspectos nuevos y presentó
un programa de investigación química acerca de lateritas. 14 Las lateritas son sedimentos
secundarios, ricos en níquel, y tanto Sinnecker como los socios cubanos los consideraron
tener cierta importancia económica. 15 Sinnecker era un hombre experimentado en aquella área
de química inorgánica. En los años cincuenta trabajó con cloruro de uranio (Sinnecker 1960)
y después comenzó a trabajar con lateritas. Durante su estancia en Cuba Sinnecker publicó
por lo menos dos artículos sobre ese tema (Sinnecker 1968 y 1969) y además escribió una
segunda tesis de doctorado que se publicó en 1972 (Sinnecker 1972).
Horst Sinnecker empezó su cargo de director del Instituto de Investigaciones Tropicales el 1
de febrero de 1966. Sin embargo, aún en enero del mismo año se discutía la cuestión de dónde
debería ser instalado ese instituto, o por lo menos los berlineses estaban confundidos al
respecto. El Secretario general de la DAW, Rienäcker, en una carta dirigida al Vicepresidente de la DAMW, explicaba que la parte cubana deseaba instalar el nuevo instituto en
Santiago de Cuba. Eso tenía mucho sentido desde el punto de vista del objeto principal que
defendía el instituto, ya que los depósitos de lateritas se encontraban en esa región minera.
Rienäcker a su vez defendía la idea de que el instituto se tendría que ubicar en La Habana por
razones de comunicación con la RDA. 16 Además, subrayó que a esa avanzada altura de la
planificación del proyecto todo cambio se impedía, incluido una retirada parcial y unilateral
de la parte alemana.
Como era previsto el instituto empezó de trabajar en 1966 y dentro de poco fue sujeto a
fuertes críticas. En 1967 se comenzaron a revisar profundamente todas las estructuras y
formas de organización de la Academia de Berlín para que en lo adelante se pudiera
emprender una reforma del organismo científico. Dentro de esa revisión fue criticada
abiertamente la implicación con Cuba dentro de los gremios directivos de la Academia a
causa de que la dirección del instituto había sido distribuida entre las tres instituciones
participantes: la DAW, la DAMW y la Academia de Agricultura de la RDA. Para colmo,
14
Sinnecker, Themenvorschlag für die Bearbeitung im Stützpunkt der DAW bei der Kubanischen Akademie der
Wissenschaften in Havanna: Untersuchungen zur Analytik und Aufbereitung kubanischer Laterite, 5.1.1965.
Bestand Klassen 208.
Rienäcker an Liers (Vizepräsident des Deutschen Amtes für Meßwesen und Warenprüfung, Berlin 6.1.1966.
Akademieleitung 1945–1968 515.
15
Sinnecker, Themenvorschlag für die Bearbeitung im Stützpunkt der DAW bei der Kubanischen Akademie der
Wissenschaften in Havanna: Untersuchungen zur Analytik und Aufbereitung kubanischer Laterite, 5.1.1965.
Bestand Klassen 208.
16
Rienäcker an Liers (Vizeprä des Deutschen Amtes für Meßwesen und Warenprüfung, Berlin 6.1.1966.
AKL.1945–1968.515.
249
Sinnecker había pedido desde que su llegada a La Habana un laboratorio químico entero que
lo hizo encargar desde Rostock por barco. La embarcación sobrepasó por mucho lo previsto y
condujo al Secretario general que pusiera un fin a toda adquisición realizada por el instituto
habanero.
Con el fin de afrontar el primero de los dos problemas, se fundó una comisión en la cual
participaban los tres organismos científicos y además el Ministerio de Ciencias y Tecnología.
Ese último se negó de renegociar el rol de los participantes, sin explicar las causas de su
decisión. El resultado de las negociaciones en Berlín era que Sinnecker tuvo que abandonar su
puesto en La Habana y retornar en 1969 a Alemania. Entonces, él se hizo con la dirección del
Instituto de Química Inorgánica y mantuvo su afiliación con la Academia hasta 1974. Se
ignora la suerte del laboratorio y de los instrumentos que Sinnecker compró.
Otras cooperaciones bilaterales de la DAW
La cooperación con Cuba era el compromiso bilateral más importante que la Academia de
Berlín había acordado con un país que no era miembro del Pacto de Varsovia, pero no era el
único. Ella había convenido con la India un proyecto común, tras la participación de una
delegación de la RDA en 1965 en la conferencia anual del Consejo de Investigación
Científica e Industrial (Council of Scientific and Industrial Research, CSIR) de la India. El
acuerdo preveía un intercambio de científicos. Menos importante eran acuerdos que en los
años sesenta la DAW mantenía con países como Sudan, Ghana e Irak. 17 La colaboración
especial con la Academia cubana no se podía explicar entonces sólo tomando en cuenta el
margen del Consejo de Asistencia Económica Mutua (CAME). Este marco de colaboración
permitía que los estados miembros acordaran tratados de cooperación bilaterales o
multilaterales para la realización de proyectos de investigación comunes. Entre las
cooperaciones bilaterales que la DAW mantuvo con los miembros del CAME, están las
realizadas con instituciones de la Unión Soviética, sobrepasando por mucho las sostenidas
con otros países, como lo demuestra un listado del año 1970.
La cooperación científica internacional con instituciones científicas de la USSR y de otros
países socialistas fue crucial para la evolución del potencial científico de la DAW. La
importancia de las cooperaciones de investigación internacionales con aquellos países creció
17
Übersicht über die Beziehungen der Deutschen Akademie der Wissenschaften zu Berlin zu Nationalstaaten in
Asien und Afrika (Stand 10.3.1965). AKL.1949–1968.433.
250
de manera regular. Por esa razón, el desarrollo óptimo y la configuración de esas
cooperaciones de investigación eran el centro y la tarea central de las relaciones
internacionales de la DAW. 18
Después de las reformas organizativas internas de la DAW durante los años 1968 y 1969, que
condujeron un cambio de nombre, fueron revisadas también las relaciones y cooperaciones
internacionales. El objetivo era que la producción de resultados de investigación fuese
aumentando. Una nueva estructura de organización preveía el cumplimiento de ese objetivo y
la dirección creó agrupaciones de investigación que comprendieran varios institutos y
departamentos de la DAW. Un resultado esperado era también el de fomentar la cooperación
entre institutos y departamentos. La reforma hizo que los proyectos científicos internacionales
fueran reunidos en complejos de trabajo, departamentos de investigación o en centros de
investigación. Cada uno de esos organismos tenía su propio director que debía reportar
regularmente al Presidente, al Partido y al gobierno. 19
Las cooperaciones multilaterales en el cuadro del CAME
Cuba comenzó a entrar en los gremios de cooperación científica internacional del CAME a
partir de 1962. En los archivos se encuentra una delegación cubana participando en los
encuentros de la Oficina para las relaciones internacionales de la Academias de países
socialistas entre los años 1962 y 1965. La participación significaba un estado inferior
comparando con el estado de observadores que tenían las Academias de China, Corea del
Norte y Vietnam, que como Cuba no eran miembros del CAME. 20 Cuba fue aceptada como
miembro en 1972, razón por la cual Cuba participaba en muy pocas reuniones durante la
década de los años sesenta. Al finalizar marzo de 1963 la Segunda Conferencia de Academias
de Ciencia de países socialistas se celebró en Berlín, Cuba, China y Corea del Norte no habían
18
Arbeitsprogramm der Deutschen Akademie der Wissenschaften zu Berlin zur Durchsetzung der Beschlüsse
des Politbüros des ZK der SED, des Staatsrates und des Ministerrates der DDR zur Gestaltung der
sozialistischen Wissenschaftsorganisation der DAW (1970). Akademieleitung 1969–1991 154.
19
Konzeption zur Gestaltung der internationalen Forschungskooperation und sonstigen Beziehungen zum
Ausland als Bestandteil der Wissenschaftsorganisation der DAW, Entwurf, Berlin, den 21.8.1970.
Akademieleitung 1969–1991 154.
20
Bericht über die Arbeitssitzung der Leiter der Auslandsabteilungen der Akademien der Wissenschaften
sozialistischer Länder vom 29. Nov. bis 1. Dez. 1962 in Prag/CSSR; in Balaton-Szabadi vom 10.–13. Sept. 1963
and Information für das geschäftsführende Präsidium über die 3. Arbeitssitzung der Leiter der
Auslandsabteilungen der Akademien der Wissenschaften sozialistischer Länder vom 6.–9. Juli 1965 in Bukarest
und über den Stand der Vorbereitung der IV. Konferenz der Akademien der Wissenschaften sozialistischer
Länder im Dezember 1965 in Moskau. Akademieleitung 1949–1968 433.
251
sido invitados. A parte de los países socialistas europeos, participaban a su vez también
Vietnam y Mongolia. La motivación de limitar el número de participantes era:
No se han invitado instituciones científicas de otros países socialistas por la
motivación de que en el presente estadío de desarrollo de la colaboración obliga a
invitar a participar en la Conferencia solamente aquellos países, que ya fueron
invitados a la I Conferencia. 21
Igualmente no hubo participación de ninguna delegación cubana en la tercera de esas
conferencias de Academias que se celebró en abril 1964 en Sofía. Sin embargo, en ese mismo
año se firmó un acuerdo sobre la participación de Cuba en la comisión dirigida por la URSS
“Historia de la gran Revolución Socialista de Octubre”. Ese acuerdo marca la primera
participación oficial de Cuba en una actividad científica del CAME. 22
Las cooperaciones de ambas Academias en los años 1970
Volviendo al tema de la cooperación bilateral de la Academias de La Habana y de Berlín, en
1970 más proyectos comunes que solamente el Instituto tropical se habían realizado. Un
balance del Departamento de Cosmología del Departamento de Geociencia de la DAW del
año 1971 se refiere a varios proyectos bilaterales con Cuba. El Instituto geográfico mantenía
un programa de investigación que durante cinco años se estudiaba economía territorial y geoecología.23 El Instituto central de física terrestre encabezaba un programa de sismología en
Cuba. Otra colaboración se había desarrollado en el área de la oceanología, comprendiendo
sobre todo un intercambio de investigadores durante los años 1974 y 1975. 24 En los años
setenta Cuba comenzó a involucrarse más y más en proyectos multilaterales del CAME, como
era el programa Intercosmos. El CAME, a su vez, no era la institución en la cual la RDA y
Cuba buscaban cooperaciones bilaterales a diferencia a otros países.
En 1976 una delegación de la DAW, encabezada por su Secretario general Claus Grote visitó
Cuba y dio testimonio que las cooperaciones bilaterales estaban vigente. Los tres objetivos de
la visita eran:
21
II Konferenz der Akademien der Wissenschaften sozialistischer Länder vom 24.3.-1.4. 1963 in Berlin.
Akademieleitung 1949–1968 434.
22
Problemkommission, Geschichte der Großen Sozialistischen Oktoberrevolution“. Akademieleitung 1949–
1968 435.
23
Bericht über die Jahre 1971–1975 des FOB Geo- und Kosmoswissenschaften 221.
24
FOB Geo- und Kosmoswissenschaften 221.
252
1. Primero, firmar un acuerdo sobre cooperaciones entre las Academias para los años
desde 1976 hasta 1980.
2. Segundo, Grote y sus colegas participaron en la inauguración de los “Días de
tecnología de la RDA y de Cuba”.
3. Tercero, conmemorar el décimo aniversario de la fundación del Instituto de
Investigaciones Tropicales, que ahora se denominaba “Instituto para las bases de
agricultura tropical” en La Habana.
La delegación visitó varios institutos en Cuba, tal como él de ciencias nucleares, geofísica,
astronomía y química. Grote tenía un interés especial en el instituto de ciencia nuclear. La
Academia de Ciencias de Cuba, en cooperación con la URSS, intentaba copiar el instituto de
investigación nuclear de Rossendorf, cerca de Dresde. En ese sentido Grote ofreció la ayuda
de la Academia de Berlín. 25 El Secretario general intentó de elaborar un programa de
investigación nuclear común hasta finales del año. Además su intención era de aumentar las
colaboraciones científicas incluyendo la sismología y la física de la ionosfera alta. 26
La presente recapitulación sobre la cooperación de las Academias de Ciencias de Berlín y de
La Habana, muestra que la RDA comenzó su cooperación en la investigación fundamental
después que otros países socialistas. Algunos de los proyectos comunes no tuvieron el éxito
esperado, como fue el caso del Instituto de Investigaciones Tropicales. Para otros proyectos se
tendrá que examinar los estudios publicados para decidir sobre su éxito. Una investigación
más profunda es necesaria para ampliar la imagen de las colaboraciones científicas bilaterales,
así como sus historias en la década de los ochenta. Además vale la pena de estudiar las
colaboraciones multilaterales de Cuba en el CAME. Finalmente hace falta un estudio sobre
las colaboraciones entre universidades de la RDA y Cuba, que no sólo comenzaron más
tempranamente, sino que contenían un intercambio de estudiantes y docentes.
25
Grote, Bericht der Delegation der DDR über den Aufenthalt in der Republik Kuba zu Fragen der
Zusammenarbeit auf dem Gebiet von Wissenschaft und Technik in der Zeit vom 20.10.1976 bis 31.10.1976.
FOB Geo- und Kosmoswissenschaften 221.
26
Grote, Bericht der Delegation der DDR über den Aufenthalt in der Republik Kuba zu Fragen der
Zusammenarbeit auf dem Gebiet von Wissenschaft und Technik in der Zeit vom 20.10.1976 bis 31.10.1976.
FOB Geo- und Kosmoswissenschaften 221
253
Referencias
Muth, I. 2000. Die DDR-Außenpolitik 1949–1972. Inhalte, Strukturen, Mechanismen. Berlin:
Links.
Scholtyseck, J. 2003. Die Außenpolitik der DDR. München: Oldenbourg.
Sinnecker, H. 1960. Zur Kenntnis der Chemie einiger Uranchloride. PhD Thesis, Halle
(Saale).
Sinnecker, H. 1968. Sobre el componento manganeso-cobalto-niquel en las lateritas. La
Habana: Academia de Ciencias de Cuba, Instituto de Investigaciones Tropicales.
Sinnecker, H. 1969. Acerca de la influenca del componente manganeso-niquel-cobalto de la
laterita sobre las propiedades de sedimentación de ésta. La Habana: Academia de
Ciencias de Cuba, Instituto de Investigaciones Tropicales.
Sinnecker, H. 1972. Zur Chemie der Nickelextraktion nach M.H. Caron. PhD Thesis, Berlin:
DAW.
254
14 La Física cubana contemporánea a través de las publicaciones
científicas: una mirada desde adentro
Ernesto Altshuler Álvarez1
Resumen
En un artículo publicado en la Revista Cubana de Física, el autor arribó a algunas
conclusiones sobre las tendencias de las publicaciones realizadas por físicos cubanos en
revistas internacionales (Altshuler 2005) y enfatizaba la necesidad de realizar un estudio
bibliométrico sistemático sobre el asunto. Este estudio se publicó posteriormente (Max y
Cardona 2014), y básicamente corrobora las conclusiones fundamentales en nuestro trabajo
previo. El escenario de la Física cubana desde 1995 ha estado condicionado por dos factores
que interactúan de modo no trivial: las serias carencias materiales y el incremento en la
colaboración internacional. Como resultado positivo, el número total del publicaciones
cubanas en revistas internacionales de Física se ha incrementado desde 1995, quizás
alcanzando un pico cerca del año 2000, mientras que el número de citas de artículos cubanos
y el impacto de las revistas en las que estos han sido publicados, continúan en ascenso desde
la mitad de los años 90 del pasado siglo. El trabajo teórico producido por físicos afincados en
un número limitado de instituciones cubanas ha contribuido de forma notable a estos
resultados. En los últimos años, las publicaciones internacionales sugieren una apertura “autoorganizada” de la Física cubana hacia temas inter-disciplinarios, lo que ha contribuido a
aumentar la “visibilidad bibliométrica” del trabajo experimental autóctono. Aunque este
artículo comprende estadísticas anteriores al 2005, creemos que las conclusiones básicas son
extensibles hasta el presente, aunque necesariamente están moduladas por la hoy sistemática
emigración de jóvenes físicos y físicas cubanas hacia el exterior.
Introducción
La comunidad física cubana es relativamente pequeña, pero se toma muy en serio la
publicación de su trabajo científico en revistas internacionales. Este hecho se puede ilustrar
bien observando que los físicos han ganado cerca de un tercio de los premios al Mejor
1
Facultad de Física, Universidad de La Habana, La Habana, Cuba.
255
Artículo Científico otorgados por la Universidad de La Habana desde 1993 hasta 2007 para
todas las ciencias naturales y exactas. Numéricamente, sin embargo, la Física representa la
más pequeña comunidad científica de la Universidad de La Habana, si se le compara con las
de los matemáticos, químicos, biólogos, geógrafos, etc. 2
En un artículo sobre el impacto de la física cubana basado en las publicaciones
internacionales publicado en la Revista Cubana de Física (Altshuler 2005), el autor dejó claro
que no pretendía realizar una investigación bibliométrica exhaustiva sobre el tema, y que
“sería excelente que un verdadero experto realizara un estudio definitivo, que seguramente
contribuiría a la evaluación del impacto internacional de la Física cubana y sus perspectivas a
corto y mediano plazos”. Un estudio de ese tipo fue, afortunadamente, realizado por los
alemanes Marx y Cardona algún tiempo después (Marx y Cardona 2014). Nuestro propósito
es, pues, ofrecer aquí algunos datos complementarios y nuevos elementos desde la perspectiva
de un profesional que ha hecho Física prácticamente toda su vida en Cuba.
Producción e impacto de los artículos cubanos de Física hasta los comienzos
del siglo XXI
Desde los primeros años 60 del pasado siglo, la política cubana para la evaluación del trabajo
científico siempre enfatizó la “introducción en la práctica social” de los resultados científicos
mucho más que su publicación. Sin embargo, en 1978, la Comisión Nacional para los Grados
Científicos (CNGC), creada un año antes, estableció un mínimo de dos artículos publicados
en revistas arbitradas como requerimiento para completar un doctorado en Cuba. En 1986,
con la creación de los Tribunales Permanentes para la defensa de doctorados, se puso aún más
énfasis en la calidad de las revistas en las cuales estos artículos serían publicados. No pasó
mucho tiempo antes de que el Tribunal Permanente de Física estableciera un standard de tres
artículos en revistas sometidas a arbitraje como pre-requisito para defender una tesis de
doctorado.3
Los requerimientos arriba descritos resultaron esenciales para superar la baja tasa de
publicaciones de muchos científicos cubanos, pero ésta se mantuvo a un nivel modesto hasta
2
Después de buscar en los Archivos del Consejo Científico de la Universidad de La Habana, el autor pudo
obtener información de todos los años desde el 1993 hasta el 2007, con la excepción del 2001. Cada año,
compitió un total de 14 artículos en promedio, provenientes de todas las áreas de la Universidad. Profesionales
de la Física ganaron 9 de un total de 30 premios otorgados –incluyendo dos artículos escritos por físicos, pero
que se movían en los terrenos de la química farmacéutica y de la biología cuantitativa.
3
Comunicación personal del Dr. C. Peniche, Secretario de la Comisión Nacional de Grados Científicos.
256
la segunda mitad de los años 90 del pasado siglo, cuando tuvo lugar una aceleración
sustancial. La crisis económica de esos años (que alcanzó su máxima tensión en los años
1993-94) impulsó el intercambio de científicos cubanos con sus homólogos del “occidente”.
En el nuevo escenario, la famosa frase “publicar o perecer” se hizo tangible para muchos
científicos cubanos de visita en instituciones extranjeras. Si bien es cierto que un pequeño
pelotón de físicos cubanos siempre había publicado sistemáticamente en revistas de prestigio
desde los años 70 del pasado siglo, sólo hacia la segunda mitad de los 1990’s fue que un
grupo grande de profesionales cubanos “descubrieron” el mundo de las publicaciones en
revistas internacionales. En ese proceso, aprendieron cómo presentar sus resultados científicos
de forma atractiva, qué revistas eran las más adecuadas para publicar un resultado específico,
el arte de discutir con árbitros y editores, y la imperiosa necesidad de dominar –al menos– el
inglés “técnico”. Algunos, incluso, tuvieron que lidiar con asuntos no triviales dentro de la
ética de las publicaciones científicas, como quién debe aparecer en la lista de autores y quién
sólo en los agradecimientos… y si el mero hecho de haber provisto los recursos para la
investigación debe modular o no las decisiones correspondientes.
Con este telón de fondo, se creó en la Universidad de La Habana el Premio al Mejor Artículo
científico en 1993, como se ha dicho antes. En el caso de la Facultad de Física de la
Universidad de La Habana, se estableció una rigurosa política a favor de la excelencia en las
publicaciones como requisito para los cambios de categorías docentes.
Estos elementos aumentaron sensiblemente el volumen de las publicaciones de Física, como
se muestra en la Figura 1 de la referencia (Marx y Cardona 2014), que es un gráfico de
artículos/año versus año con, al menos, un autor afincado en Cuba, usando las bases de datos
SCI e INSPEC. El gráfico muestra un modesto incremento desde 1975 hasta 1994, con una
pendiente de 1-2 artículos/año2, que se incrementa dramáticamente hasta unos 10.5
artículos/año2 de 1995 a 2000. Entonces, el número decrece con una pendiente aproximada de
-2.5 artículos/año2 según SCI, o se mantiene creciendo más allá del año 2000, si nos basamos
en los datos extraídos del INSPEC. 4 Aun así, los aproximadamente 70 artículos/año
producidos en 2008 (según SCI) resultan más del doble de la producción de 15 años antes
calculada usando la misma base de datos Marx y Cardona sugieren que el posible decremento
(o saturación) después del 2000 está conectado a la fuga de cerebros. Un hecho importante
4
Nuestro análisis previo (Altshuler 2005) usando las base de datos de la APS sugiere una saturación después del
año 2000.
257
que sustenta esta opinión es que una cantidad sustancial de jóvenes físicos cubanos que en los
tempranos años 90 del pasado siglo partieron hacia México, Brasil, España, etc., a realizar
estudios de postgrado, se mantuvieron en el extranjero al término de sus estudios hacia fines
de la década.5 Si bien es cierto que el drenaje de cerebros es un elemento fundamental a
considerar en la época de referencia, en el problema intervienen otros factores: muchos
artículos de Física cubanos dependen fuertemente la colaboración extranjera, mientras que el
número de meses/año que pasan los físicos cubanos en el extranjero posiblemente disminuyó
en los años posteriores al 2000, aunque, desafortunadamente, resulta difícil acceder a datos
confiables al respecto. Vale la pena aclarar que las visitas largas de físicos cubanos a
instituciones extranjeras tienden a beneficiar su productividad científica no sólo por ponerse
en contacto con equipamiento avanzado y ambientes científicos de primer nivel, sino porque
simplemente le pueden dedicas más tiempo al trabajo, al dejar en casa los deberes docentes,
administrativos, y la no trivial carga del “día-a-día” de la vida en Cuba.
Otro factor que pudiera haber erosionado hasta cierto punto la producción de publicaciones
después del 2000, es el continuo incremento de la calidad de los artículos producidos por
físicos cubanos: “de lo bueno, poco”, como diría el refrán. En la Figura 2 de la referencia
(Marx y Cardona 2014) se aprecia un notable incremento en el número de citas de los
artículos cubanos a partir de 1995: mientras que la pendiente entre 1985 y 1995 es de
aproximadamente 10 artículos citados/año2, la pendiente se aproxima a los 70 artículos
citados/año2 en el período 1996–2008. Habíamos predicho una tendencia parecida en nuestro
artículo previo (Altshuler 2005) usando una aproximación diferente: si bien el número de
citas es la indicación más clara del impacto de un artículo individual en la comunidad
científica, hay otros elementos que influyen la visibilidad de los artículos científicos, como la
naturaleza y el factor de impacto de la revista donde estos sean publicados.
La Figura 1 muestra la evolución del “impacto total” de las publicaciones cubanas en revistas
de la APS en el período 1994–2004, calculado como:
N
IT = ∑ Ii
i=1
5
Hoy día, lamentablemente, observamos el drenaje de cerebros en Física incluso antes de comenzar los estudios
de postgrado: cada vez es más común que estudiantes de alto nivel soliciten la baja en medio de la carrera para
continuar estudios en otras latitudes.
258
donde N es el número total de artículos publicados durante un año dado, e Ii es el factor de
impacto promedio (Popescu 2002) de la revista donde el artículo i fue publicado.
Se observa un incremento sistemático del impacto total de las publicaciones cubanas en las
revistas examinadas a partir de 1996. Si ajustamos una línea recta a los datos correspondientes
al período 1996-2004, la pendiente es aproximadamente de 6 unidades de impacto por año2.
Tal y como se mencionó antes, este hecho se puede interpretar como un incremento en la
calidad (o, al menos, de la visibilidad) de la Física cubana desde mediados de los años 90 del
pasado siglo.
La Física cubana altamente citada es notablemente especializada, está muy
concentrada, es mayormente teórica, y resulta de la colaboración
internacional
La gran mayoría de los artículos cubanos más citados en el campo de la Física están dentro
del campo del Estado Sólido (o de la Ciencia de Materiales) –lo cual constituye una fortaleza
histórica y también una debilidad de la Física cubana. Este hecho está bien documentado en la
Tabla 4 de la referencia (Marx y Cardona 2014) donde los artículos cubanos se clasifican
dentro de ciertos subcampos, utilizando la base de datos SCI: el subcampo materia
condensada + ciencia de materiales contribuye a más del 60 % del total de publicaciones (y el
25 % atribuido a física aplicada seguramente contiene mucho trabajo relacionado con la
Ciencia de Materiales). No sorprende el hecho de que la mayor parte de los artículos cubanos
en esa estadística hayan sido publicados en Physical Review B 6 y que una contribución
sustancial haya aparecido en revistas como Physica Status Solidi, JMMM, y otras
especializadas en física del estado sólido. 7
6
7
Ver, por ejemplo, la Tabla 6 en (Marx y Cardona 2014).
Ver Tabla 3 en (Marx y Cardona, 2014).
259
Figura: 1: “Impacto total” de las publicaciones realizadas por físicos de instituciones cubanas en el período 1994
– 2004, calculado según fórmula descrita en el texto, utilizando información de las bases de datos de la APS y de
la AIP. La línea continua es sólo una guía para el ojo.
Las estadísticas muestran que los autores de artículos de Física basados en Cuba están
altamente concentrados en unos cuantos centros localizados en La Habana. La Tabla 5 de
Marx y Cardona muestra claramente este hecho: aproximadamente el 65 % de los artículos de
Física publicados por autores afincados en Cuba se producen en la Universidad de La Habana
(incluyendo personal del Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales, IMRE), 9 %
corresponde al Instituto de Matemática, Cibernética y Física (ICIMAF), 5.5 % a la
Universidad de Oriente, 5 % al Instituto Superior de Ciencia y Tecnología Aplicadas
(Instec)8, y cerca de un 3 % al CEADEN9. Con la única excepción de la Universidad de
Oriente, el resto de los centros están localizados en La Habana –una conclusión que este autor
subrayaba en su artículo previo, a nivel cualitativo (Altshuler 2005). Tal situación no sólo se
debe a la concentración de recursos para la investigación en La Habana, sino también a la
“drenaje interno” de cerebros desde otras provincias hacia La Habana, especialmente en las
primeras etapas de los estudios de postgrado. 10 Curiosamente, el segundo polo en importancia
8
A partir del año 2017, esta institución ha pasado a formar parte de la Universidad de La Habana.
En la actualidad, la contribución del CEADEN ha de tener algo más de peso, sobre todo debido a una
colaboración con el proyecto multinacional ALICE, como mencionaremos más adelante.
10
Esta tendencia, sin embargo, probablemente ha estado disminuyendo en el último quinquenio: tal y como
ocurre en La Habana, los graduados de las provincias orientales también tienden a realizar sus estudios de
postgrado en el extranjero…sin pasar antes por la capital.
9
260
para la Física en Cuba podría haberse establecido en la “Ciudad Nuclear” localizado en el
centro del país (Cienfuegos), pero este proyecto quedó abortado poco después de la
desintegración de la Unión Soviética. Incluso dentro de la Universidad de La Habana, los
físicos más citados se concentran en un pequeño grupo de autores, tal y como se puede
deducir de la Tabla 6 de la referencia (Marx y Cardona 2014) (la lista de los 10 artículos más
citados cuyos autores son físicos afincados en Cuba en el momento de compilar los datos).
Desde nuestro punto de vista, esos niveles de concentración geográfica e individual
constituyen una gran debilidad de la Física cubana contemporánea.
La Física Teórica domina ampliamente el conjunto de publicaciones más citadas en la Física
cubana. Si examinamos la Tabla 6 en (Marx y Cardona 2014), alrededor de la mitad de los
artículos son puramente teóricos, y el resto está conectado con trabajo experimental realizado
fuera de Cuba. Como en muchos países en desarrollo, una fracción no despreciable de los
estudiantes más capaces escoge la Física Teórica, entre otras cosas, para no depender de la
infraestructura experimental. Esto resulta en una concentración de talento entre los teóricos.
En general, la falta de infraestructura material hace muy difícil producir trabajo experimental
de alto impacto en Cuba. Esto es especialmente cierto en el campo de la Física Nuclear, pero
ciertamente afecta a todas las ramas de la Física. Por ejemplo, es hoy costumbre que los
científicos cubanos que trabajan en el campo de la ciencia de materiales, lleven
sistemáticamente sus muestras a facilidades experimentales foráneas para caracterizar su
estructura y otras propiedades físicas. La fabricación de materiales de avanzada –incluyendo
nanomateriales– es también extremadamente difícil en laboratorios cubanos (un simple
apagón de 10 minutos –tan común en nuestras instalaciones– puede malograr un proceso de
síntesis). Algunos experimentalistas han logrado realizar Ciencia de Materiales avanzada
usando creativamente equipamiento de bajo costo (por ejemplo, aplicando métodos químicos
para la fabricación de materiales nano-estructurados). Otra variante ha sido la de moverse
hacia el mundo de los Sistemas Complejos, donde el equipamiento costoso no es el standard
internacional. Sin embargo, no pocos experimentalistas se han convertido en teóricos
(especialmente en el campo de las simulaciones computacionales) –una suerte de
“hibernación” mientras esperan por el mejoramiento del escenario experimental.
Una última característica que comparten muchos de los artículos cubanos en el campo de la
Física –particularmente aquellos muy citados o publicados en revistas de alto impacto– es la
alta proporción de co-autores extranjeros. Si volvemos a los artículos más citados (Tabla 6 de
261
Marx y Cardona), observamos que ninguno está firmado exclusivamente por físicos cubanos.
Podría decirse que una buena parte de estos artículos ha sido el resultado de las
contribuciones de físicos cubanos a líneas de investigación ya existentes en instituciones
foráneas. Esto demuestra el talento, la adaptabilidad y la capacidad para trabajar duro de los
visitantes cubanos, pero también constituye una debilidad de la Física basada en Cuba.
Vale la pena echar un vistazo a la contribución cubana en revistas más generales dentro de la
Física, pues estas generalmente gozan de una audiencia mayor, y tienden a impulsar las
interacciones inter-disciplinarias. Según datos tomados en diciembre de 2009, los artículos
cubanos en tales revistas son muy escasos: del orden de la veintena en Physical Review
Letters, y sólo uno en Reviews of Modern Physics.11 Hasta la fecha de escritura de este
artículo, las contribuciones de físicos afincados en instituciones cubanas en revistas de muy
amplio espectro como Nature son inexistentes o extraordinariamente raras.
Concentrémonos en el análisis más detallado de los artículos cubanos en Physical Review
Letters. Ante todo, debe observarse que la mayoría de estos artículos no están dentro de los 10
más citados. Esto se debe, en parte, a que una notable fracción de ellos se ha publicado
recientemente (13 después del año 2000). Contrariamente a lo que ocurre con los artículos
más citados, en este caso sólo 3 de los 18 artículos están conectados a temas de la Física del
Estado Sólido, lo que puede, de paso, sugerir que está ocurriendo un proceso de reorientación
(o, al menos, diversificación) de la Física cubana. Por otro lado, 6 de los 18 artículos contiene
resultados experimentales –una proporción muy superior al caso de los artículos más citados.
Curiosamente, una notable fracción de los experimentos involucrados fue realizada en Cuba.
Una medida adicional del impacto de la ciencia en la sociedad es la reseña de artículos
científicos por revistas de divulgación. En los últimos años, cierto número de artículos
generados por físicos cubanos se ha reseñado en importantes revistas como American
Scientist, Discover y Physics Today. 12
Estos datos se pueden consultar entrando la palabra clave “Cuba” en el campo “affiliation” del motor de
búsqueda gratuita de Physical Review Online Archive (PROLA), http://prola.aps.org. Una búsqueda realizada el
4 de julio de 2018 muestra 54 artículos en Physical Review Letters. Curiosamente, cerca de una treintena de ellos
son colaboraciones ALICE dentro de la Física Nuclear, donde típicamente participa un centenar de autores de
docenas de países.
12
Ver, por ejemplo, (Hayes 2003), (Ruvinsky 2004) y (Feder 2018).
11
262
¿Es particularmente difícil para los físicos cubanos publicar en revistas
internacionales?
Aparte de las dificultades que naturalmente emergen de la falta de recursos –o recursos
pobremente administrados –incluyendo una conexión a internet relativamente lenta y limitada
por cuotas– diríamos que los físicos cubanos, generalmente, enfrentan las mismas condiciones
para publicar que el resto del mundo. 13
Hasta donde sabemos, solo en una ocasión la política ha influido el curso de un artículo
enviado por autores cubanos a revistas internacionales durante los últimos decenios. Ello
ocurrió en febrero de 2004, cuando una “reinterpretación” de las leyes de embargo (o
bloqueo) norteamericano potencialmente afectaría a ciertos países (Cuba entre ellos). Se
decía que los manuscritos enviados a revistas norteamericanas desde los países afectados no
podrían ser sometidos a ningún tipo de proceso editorial. Por ejemplo, un artículo enviado por
un autor iraní no podría ser corregido en cuanto a gramática u ortografía por un editor de la
revista en cuestión. En la práctica, esto significaba el congelamiento de cualquier artículo
firmado por físicos de los países embargados. De hecho, al menos un manuscrito cubano fue
congelado en pleno proceso editorial por algún tiempo. Siendo un obvio atentado a la ética
científica, la decisión fue objeto de protesta por la comunidad científica internacional
(Brumfiel 2004), lo cual resultó en su rápida eliminación, al menos de facto. Es de subrayar
que, contrariamente a la actitud de esperar para ver qué pasaba de otras organizaciones
científicas, la American Physical Society (APS), el American Institute of Physics y la
American Society for the Advancement of Science rechazaron desde el comienzo la
prohibición. En la experiencia personal del autor, la APS nunca vaciló en continuar con el
proceso editorial de manuscritos enviados a sus revistas más visibles, incluso en el peor
momento de la “crisis”.
Conclusión
Desde los primero años 90 del pasado siglo, las Física cubana se ha abierto como nunca antes
a las revistas científicas internacionales, a pesar de la escasez rampante de recursos materiales
–una demostración convincente del instinto de supervivencia de la Física en Cuba. Mientras
que el volumen de artículos se incrementó hasta el año 2000, y parece que ha saturado o
13
En los últimos años, al pasar algunas revistas al modo de Open Access, se está generalizando solicitar dinero a
los autores como requisito para publicar, lo cual pone es una situación muy difícil a los artículos cuyos autores
son exclusivamente cubanos. Vale aclarar que la Revista Cubana de Física es no sólo Open Access, sino de
publicación gratuita para los autores.
263
ligeramente decrecido después, el impacto internacional de éstos ha crecido sin pausa desde
1995 hasta el primer decenio del siglo XXI –se requiere estudiar qué ha ocurrido durante el
último decenio, aproximadamente. Una amplia comunidad de físicos y físicas ha contribuido
notablemente a esta situación, incluyendo un grupo de teóricos y algunos experimentalistas de
nivel que, luchando contra todas las dificultades han logrado producir investigación de
excelencia.
La mayoría de las publicaciones internacionales más citadas en el campo de la Física
generadas por cubanos poseen algunas características comunes: se concentran en la Física del
Estado Sólido; han sido generadas por un grupo reducido de profesionales afiliados a
instituciones habaneras; son predominantemente teóricas, y se han producido en el contexto
de la colaboración internacional14. Al menos la primera y la cuarta características son
comunes no sólo a los más citados, sino a la gran mayoría de los artículos de Física. Las
contribuciones cubanas a revistas de amplio espectro dentro de la Física, sin embargo, tienden
a alejarse del Estado Sólido. Este autor considera que la renovación de la Física cubana
requiere de un esfuerzo estratégico en dos direcciones: por una lado, el fortalecimiento de la
infraestructura experimental y teórica en la Física del Estado Sólido (especialmente en
conexión en la llamada nanociencia) y, por otro, la maduración de la investigación en temas
inter-disciplinarios. Hoy día, este segundo proceso está teniendo lugar de forma “autoorganizada”. Naturalmente, hay un tercer elemento necesario no sólo para salvar la
investigación en Física, sino en todas las ramas de la ciencia cubana: el mejoramiento de las
condiciones de vida de los profesionales viejos y jóvenes, que contribuya a disminuir a
niveles aceptables la peligrosa emigración de físicos en etapas cada vez más tempranas de su
formación.
Agradecimientos
Se agradece al “Abdus Salam” ICTP por haber apoyado la escritura de la primera versión de
este manuscrito. También a M. Sánchez-Colina y A. Baracca por haber motivado su escritura
y a A. Abelenda por la edición de la versión final.
14
En los últimos años, la Física nuclear ha estado representada en artículos de alta visibilidad enmarcados en
colaboradores multinacionales “masivas” (ALICE), pero no creemos que este hecho evidencie un avance
importante en el nivel de las investigaciones nucleares dentro de la isla, especialmente las de carácter
experimental.
264
Referencias
Altshuler, E.: Quantifying the Impact of Physics through Scientific Publications. Rev. Cuba.
Fis., 22, 2005, 173.
Brumfiel, G.: Publishers Split over Response to U.S. Trade Embargo Ruling. Nature ,427,
2004, 663. http://www.nature.com/nature/journal/v427/n6976/full/427663a_fs.html,
accedido el 24 de febrero de 2011.
Hayes, B.: On the Threshold. American Scientist, 91, 2003, 12.
Feder, T. Physics in Cuba. Physics Today, 71, 2018, 48
Marx, W. y Cardona, M. (2014). Physics in Cuba from the Perspective of Bibliometrics. In
The History of Physics in Cuba (Springer, 2014)
Popescu, I.-I. (2002). Science Journal Ranking by Average Impact Factors:
http://alpha2.infim.ro/~ltpd/Jo_rankingb.htm, accedido el 24 de febrero de 2011.
Ruvinsky, J.: Small Minds Think Alike. Discover: Science, Technology and the Future, 26,
2005, 12.
265
Max Planck Institute for the History of Science
Preprints since 2014 (a full list can be found at our website)
454
Klaus Geus and Mark Geller (eds.) Esoteric Knowledge in Antiquity (TOPOI - Dahlem Seminar for the History
of Ancient Sciences Vol. II)
455
Carola Sachse Grundlagenforschung. Zur Historisierung eines wissenschaftspolitischen Ordnungsprinzips
am Beispiel der Max-Planck-Gesellschaft (1945–1970)
456
David E. Rowe and Robert Schulmann General Relativity in the Context of Weimar Culture
457
F. Jamil Ragep From Tūn to Turun: The Twists and Turns of the Ṭūsī-Couple
458
Pietro Daniel Omodeo Efemeridi e critica all’astrologia tra filosofia naturale ed etica: La contesa tra
Benedetti e Altavilla nel tardo Rinascimento torinese
459
Simone Mammola Il problema della grandezza della terra e dell’acqua negli scritti di Alessandro Piccolomini,
Antonio Berga e G. B. Benedetti e la progressiva dissoluzione della cosmologia delle sfere elementari nel
secondo ’500
460
Stefano Bordoni Unexpected Convergence between Science and Philosophy: A debate on determinism in France
around 1880
461
Angelo Baracca Subalternity vs. Hegemony – Cuba’s Unique Way of Overcoming Subalternity through the
Development of Science
462
Eric Hounshell & Daniel Midena “Historicizing Big Data” Conference, MPIWG, October 31 – November 2, 2013
(Report)
463
Dieter Suisky Emilie Du Châtelet und Leonhard Euler über die Rolle von Hypothesen. Zur nach-Newtonschen
Entwicklung der Methodologie
464
Irina Tupikova Ptolemy’s Circumference of the Earth (TOPOI - Towards a Historical Epistemology of Space)
465
Irina Tupikova, Matthias Schemmel, Klaus Geus Travelling along the Silk Road: A new interpretation of Ptolemy’s
coordinates
466
Fernando Vidal and Nélia Dias The Endangerment Sensibility
467
Carl H. Meyer & Günter Schwarz The Theory of Nuclear Explosives That Heisenberg Did not Present to the
German Military
468
William G. Boltz and Matthias Schemmel Theoretical Reflections on Elementary Actions and Instrumental
Practices: The Example of the Mohist Canon (TOPOI - Towards a Historical Epistemology of Space)
469
Dominic Olariu The Misfortune of Philippus de Lignamine’s Herbal or New Research Perspectives in Herbal
Illustrations From an Iconological Point of View
470
Fidel Castro Díaz-Balart On the Development of Nuclear Physics in Cuba
471
Manfred D. Laubichler and Jürgen Renn Extended Evolution
472
John R. R. Christie Chemistry through the ‘Two Revolutions’: Chemical Glasgow and its Chemical Entrepreneurs,
1760-1860
473
Christoph Lehner, Helge Wendt Mechanik in der Querelle des Anciens et des Modernes
474
N. Bulatovic, B. Saquet, M. Schlender, D. Wintergrün, F. Sander Digital Scrapbook – can we enable interlinked and
recursive knowledge equilibrium?
475
Dirk Wintergrün, Jürgen Renn, Roberto Lalli, Manfred Laubichler, Matteo Valleriani Netzwerke als Wissensspeicher
476
Wolfgang Lefèvre „Das Ende der Naturgeschichte“ neu verhandelt
477
Martin Fechner Kommunikation von Wissenschaft in der Neuzeit: Vom Labor in die Öffentlichkeit
478
Alexander Blum, Jürgen Renn, Matthias Schemmel Experience and Representation in Modern Physics: The
Reshaping of Space (TOPOI - Towards a Historical Epistemology of Space)
479
Carola Sachse Die Max-Planck-Gesellschaft und die Pugwash Conferences on Science and World Affairs
(1955–1984)
480
Yvonne Fourès-Bruhat Existence theorem for certain systems of nonlinear partial differential equations
481
Thomas Morel, Giuditta Parolini, Cesare Pastorino (eds.) The Making of Useful Knowledge
482
Wolfgang Gebhardt Erich Kretschmann. The Life of a Theoretical Physicist in Difficult Times
483
Elena Serrano Spreading the Revolution: Guyton’s Fumigating Machine in Spain. Politics, Technology, and
Material Culture (1796–1808)
484
Jenny Bangham, Judith Kaplan (eds.) Invisibility and Labour in the Human Sciences
485
Dieter Hoffman, Ingo Peschel (eds.) Man möchte ja zu seinem Fach etwas beitragen
486
Elisabeth Hsu, Chee Han Lim Enskilment into the Environment: the Yijin jing Worlds of Jin and Qi
487
Jens Høyrup Archimedes: Knowledge and Lore from Latin Antiquity to the Outgoing European Renaissance
488
Jens Høyrup Otto Neugebauer and the Exploration of Ancient Near Eastern Mathematics
489
Matteo Valleriani, Yifat-Sara Pearl, Liron Ben Arzi (eds.) Images Don’t Lie(?)
490
Frank W. Stahnisch (ed.) Émigré Psychiatrists, Psychologists, and Cognitive Scientists in North America since
the Second World War
491
María Sánchez Colina, Angelo Baracca, Carlos Cabal Mirabal, Arbelio Pentón Madrigal, Jürgen Renn,
Helge Wendt (eds.) Historia de la física en Cuba (siglo XX)