Ciencia Ergo Sum
ISSN: 1405-0269
[email protected]
Universidad Autónoma del Estado de
México
México
Equihua Zamora, Miguel; Hernández Huerta, Arturo; Pérez Maqueo, Octavio; Benítez
Badillo, Griselda; Ibañez Bernal, Sergio
Cambio global: el Antropoceno
Ciencia Ergo Sum, vol. 23, núm. 1, marzo-junio, 2016, pp. 67-75
Universidad Autónoma del Estado de México
Toluca, México
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10444319008
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Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Cambio global: el Antropoceno
Miguel Equihua Zamora*, Arturo Hernández Huerta*, Octavio Pérez Maqueo*,
Griselda Benítez Badillo* y Sergio Ibañez Bernal*
Recepción: 6 de agosto de 2014
Aceptación: 23 de febrero de 2015
*Instituto de Ecología, A. C., México.
Correo electrónico:
[email protected], arturo.hernandez@
Resumen. Se expone que la transformación de los procesos naturales del planeta han
alcanzado tal magnitud que algunos científicos han formulado la idea de que vivimos
inecol.mx,
[email protected],
[email protected],
en una nueva época geológica: el Antropoceno. Se identifica a los seres humanos como
[email protected]
la fuerza de transformación de escala mundial. Existe una amplia discusión del tema
Se agradecen los comentarios de los árbitros de la revista.
inclusive sobre su propia existencia. Se identifica el uso de los combustibles fósiles como
la causa del incremento considerable de óxido nitroso, dióxido de carbono, metano y de
nuevos gases como los cloro-fluoro-carbonos en la atmósfera. Esta situación nos desafía
a encontrar nuevas formas de relación con la biósfera que no atenten contra la propia
existencia de la humanidad.
Palabras clave: cambio climático, agricultura, Revolución industrial, gases efecto
invernadero, biodiversidad.
Global Change: the Anthropocene
Abstract. The transformation of the planet’s natural processes has reached a magnitude
so great that some scientists have formulated the idea that we live in a new geological
Age: the Anthropocene. Humans are identified as the force of transformation on a global scale. There is much discussion about this, and about its effect on humankind’s own
existence. The use of fossil fuel is recognized as the cause of a considerable increase in
nitrous oxide, carbon dioxide, methane and new gases including chlorine-fluoro-carbons
in the atmosphere. This situation challenges us to find new ways related to the biosphere
that do not conflict with the very existence of humanity.
Key words: climate change, agriculture, Industrial Revolution, greenhouse gases,
biodiversity.
Introducción
El Antropoceno es todavía un concepto científico en construcción, y los argumentos y las reflexiones que se están
haciendo en torno a él resultan altamente relevantes. Por
esta razón nos proponemos en las siguientes páginas recorrer
algunos de los datos y las ideas más importantes que se están
analizando al debatir su pertinencia científica, pero también
como una oportunidad para valorar sus implicaciones en
nuestra vida cotidiana. En la actualidad se reconoce la existenica de grandes procesos de transformación de la biósfera
al grado que se habla de un cambio global. Se trata de un
conjunto de alteraciones en la constitución y funcionamiento
de los ecosistemas. Aunque no es el único aspecto, desde
luego está estrechamente relacionado con cambios en el
clima que han ocurrido con una magnitud sin precedente
desde la última glaciación, que se refleja en el incremento
de la temperatura promedio del planeta. Este cambio en la
temperatura es resultado de la acumulación de gases con
efecto invernadero (gei) en la atmósfera (fenómeno por el
cual se queda atrapado calor en las capas bajas de la atmósfera
como si se tratara de una de esas cajas de cristal usadas para
CIENCIA ergo-sum , ISSN 1405-0269, V o l . 23-1, marzo-junio 2 0 16. Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, México. Pp. 67-75.
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Espacio del Divulgador
cultivar plantas tropicales en climas fríos). Este cambio en
la composición de la atmósfera deriva en mayor medida de la
quema de combustibles fósiles para generar energía y de
la conversión de hábitats naturales a terrenos agropecuarios,
lo que por cierto induce otro gran cambio global: la pérdida de
biodiversidad. En consecuencia, cabe pensar que los efectos
de las actividades de los seres humanos han escalado niveles
planetarios (Crutzen, 2002) y que se han convertido en una
fuerza geofísica global (Steffen et al., 2007) con un 95% de
certeza de que la actividad humana es la causa dominate del
calentamiento (ipcc, 2013).
Respecto a las preguntas que todos nos hacemos (¿realmente el clima está cambiando tan rápido como se señala?
y ¿cuál es el motivo?), algunos investigadores han provisto
explicaciones contundentes. Si bien han ocurrido grandes
cambios en el clima a lo largo de la historia del planeta, la
transformación que está ocurriendo actualmente es más
vertiginosa y profunda. Es probable que sea resultado de
las actividades humanas que entre otras cosas ha modificado en forma significativa la composición química de la
atmósfera. Esta amenaza se suma a otros desajustes de
la biósfera, tal vez inducidos también por las actividades
humanas. En particular es notable la marcada pérdida de
biodiversidad en el planeta que se ha venido registrando con
mayor precisión desde el siglo pasado (Rockström, 2009).
En la actualidad ya se reconoce que las varias vertientes
del cambio ambiental de escala global interactúan entre sí
generando efectos sinérgicos que agravan la magnitud de
la amenaza a la estabilidad de la biósfera desde el punto de
vista de los intereses humanos. Es el caso de la biodiversidad
y el cambio climático: gran parte de los mecanismos que
intervienen en la regulación del ciclo del carbono transitan
por componentes de la biodiversidad, de tal manera que
la mitigación del cambio climático puede llevarse a cabo a
partir de acciones que involucren almacenes de carbono,
absorción por fotosíntesis o fijación en carbonatos.
Por ésta y otras razones sobre la influencia humana como
aceleradora de cambios en la biósfera y en el clima, algunos
Tabla 1.
El Antropoceno nueva época.
Era
Periodo
Época
Antropoceno
Cuaternario
Cenozoico
Neógeno
Paleógeno
¿...?
Holoceno
0.011784
Pleistoceno
2.588
Plioceno
5.332
Mioceno
23.03
Oligoceno
33.9 ± 0.1
Eoceno
55.8 ± 0.2
Fuente: adaptado de Fernández-Durán, 2010.
68
Millones de años
investigadores han encontrado justificación para sugerir el
reconocimiento de una nueva etapa geológica en la historia
de la Tierra: el Antropoceno. Los que proponen esta idea señalan
que la especie humana se ha convertido en una fuerza impulsora de cambios de orden planetario, entre otras cosas, por
el elevado número de individuos y por la magnitud de las
acciones que intervienen en los procesos biogeoquímicos.
No obstante, también existen grupos que continúan cuestionando la influencia humana como factor de cambio en
estos procesos y sobre todo por sus implicaciones sobre las
decisiones para el desarrollo económico, donde más bien los
mercados y el intercambio comercial transcurren obviando
los límites de los recursos del planeta (Martín, 2012). Es
interesante la posición de Hettinger (2014) al argumentar
sobre si se ha exagerado el papel de la influencia humana al
extraer de ella conclusiones mefafísica y moralmente inapropiadas. De acuerdo con este autor, a pesar del dramático
impacto humano en el planeta, al ponderar la naturalidad
que permanece a nuestro rededor y el constante incremento
de la influencia humana sobre la naturaleza, hay también
una inclinación a valorar los ecosistemas/naturaleza como
algo cada vez más importante en el pensamiento ambiental
y político.
1. Cambio ambiental
La dimensión de los procesos de transformación y su
impacto sobre los procesos naturales en el planeta han
alcanzado tal punto que la idea del Antropoceno surge
como una noción científica interesante. Para empezar, se
le concibe para referirnos a los tiempos recientes en los
que el ser humano se ha convertido en una fuerza dominante en la transformación de la Tierra (tabla 1). El término
comenzó a emplearse en el 2000 y hay que decir que aún
no ha sido aceptado por completo por la comunidad científica; sin embargo, aún informalmente es un concepto útil
para señalar los efectos de las actividades humanas que
alteran el clima de la Tierra y la estructura y función de los
ecosistemas a gran escala. Estas razones son las que llevan
a considerarlo como una posible nueva época geológica
(Brown, 2014) y cabe preguntarnos, como cuestiona Cafaro
(2013: 261), si esta nueva época es el momento en “donde
los seres humanos no solamente dominan la biósfera, sino
que lo hacen lícitamente”.
Si aceptamos al Antropoceno como una nueva época geológica, sería la más reciente y en la cual vivimos. Sin embargo,
¿en qué momento el Holoceno dio paso al Antropoceno?
¡Marcar su inicio es ahora la cuestión! (Cohen, 2014). Pero
habría que considerar que a pesar de que la Tierra es un
Equihua Zamora, m.
et al.
Cambio
global: El
antropoCEno
Espacio del Divulgador
sistema que cambia continuamente. Antes de la presencia
humana, los cambios eran causados por procesos geológicos y ajustes ecosistémicos derivados que se desarrollaron
a lo largo de millones de años; de hecho, fue así como hace
unos doscientos mil años el ser humano surgió de la propia
dinámica ecosistémica y de la evolución orgánica en una
posición que guardaba gran equivalencia con otras especies
de vertebrados del momento. Mucho tiempo después, con
el advenimiento de la agricultura y el pastoreo se favoreció
el incremento de su población y comenzaron a modificarse
los ambientes en los que habitó para adecuarlos a sus intereses (cosa que en distintos grados también hacen otras
especies vivientes). Milenios más tarde, con la Revolución
industrial, los cambios se vuelven más profundos y acelerados,
los cuales han sido objeto de estudio en nuestros días en la
búsqueda de las raíces de la crisis ambiental que enfrentamos
evidentemente.
2. La agricultura
Cada vez se entiende con mayor claridad que un punto
de quiebre fundamental en la interacción humana con su
entorno ocurre con el origen y diseminación de la agricultora y el pastoreo (McClure, 2013). Se estima que la
agricultura inició en el Neolótico más o menos de manera
simultánea en diversas partes del mundo (McClure, 2013).
Hace unos ocho mil o tal vez diez mil años aparecen el
trigo y la cebada en el Medio Oriente, como los primeros
cultivos conocidos en la actualidad. La agricultura produjo un
cambio radical en la historia de la humanidad al favorecer el
aumento de la población y el establecimiento en territorios
donde no habría sido posible sobrevivir, lo que condujo a
la concentración de los seres humanos en poblados más o
menos fijos. El aumento poblacional requirió cada vez de
más alimento; por está razón surgió la necesidad de ampliar
los campos para aumentar la incipiente producción agrícola,
lo que impulsó la tala de los bosques y la transformación
de la cubierta vegetal. Con estas prácticas pudo incrementarse la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la
atmósfera. Hace unos seis mil años inició la implementación
de las técnicas de riego para llevar agua a los campos de
cultivo, en particular el arroz, lo que a su vez originó una
tendencia al incremento de metano (CH4) en el aire. El
metano, componente principal del gas natural que se usa
como combustible o del gas grisú que causa explosiones en
minas de carbón, ocasiona también cambios en los balances
energéticos de la atmósfera. De hecho es, kilo a kilo, más
de veinticinco veces más potente que el CO2 en su efecto
invernadero (Rudiman, 2003; Rudiman, 2005a).
C I E N C I A e r g o -s u m , V o l . 23-1, marzo-junio 2 0 16.
3. Revolución industrial
A finales del siglo xviii y casi a finales del xix, en Inglaterra
inició la Revolución industrial (mapa 1) que poco después se
extiende al resto de Europa y más tarde a Estados Unidos de
Norteamérica. Con ella ocurren las mayores transformaciones
sociales, económicas, tecnológicas y culturales de la historia de
la humanidad desde el Neolítico (Escudero, 1997). Además,
estos eventos implicaron la mecanización agrícola que a su vez
facilitó las migraciones rurales y el crecimiento de la población
urbana. Esto se sumó a la exploración del mundo que en su
momento incorporó nuevas especies a la producción agropecuaria y expandió su cobertura. Hoy en día la aplicación de
tecnología para la producción a gran escala es una tendencia
en todos los países desarrollados, y en proceso, que es sin
duda un fenómeno global. Se atribuye el gran desarrollo
tecnológico de la Revolución industrial a la aplicación de la
máquina de vapor para el bombeo y como fuerza propulsora
de barcos (1807) y locomotoras (1804, 1814).
Con la máquina de vapor la navegación dejó de ser tan vulnerable a los eventos climatológicos. Su empleo en barcos y en
ferrocarriles dieron impulso al desarrollo económico al acelerar
Mapa 1.
La Revolución industrial inglesa. Las industrias que se establecieron a
lo largo del país.
Fuente: adaptado de Portillo, 2010.
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Espacio del Divulgador
el transporte de materias primas y mercancías, reducir costos y
tiempos de traslado y enlazar regiones geográficas muy distantes.
En Europa a partir de 1860 los avances tecnológicos permitieron sustituir el uso del hierro por el acero en los procesos
industriales y reemplazar la fuerza de la máquina de vapor
por energía eléctrica (1873). En 1859 en Estados Unidos se
logró extraer industrialmente el petróleo; muy pronto éste y
el queroseno, elaborado a partir de carbón mineral o hulla,
fueron empleados como combustibles para el alumbrado
público en sustitución del aceite de ballena, que cada vez se
volvía más difícil de conseguir, por el decremento que habían
sufrido sus poblaciones al ser utilizadas con este fin desde
mediados del siglo xix; desde entonces las concentraciones
de CO2 atmosférico empezaron a aumentar en consideración
(Brice, 2002). Este momento de la historia humana es el que
marca el inicio del uso descomunal de energía satisfecho con
combustibles fósiles, momento que ha ocasionado un extenso
cambio en la composición química de la atmósfera que ha
resultado en la modificación de su balance en términos de
efecto invernadero y así impulsa la tendencia progresiva hacia
el calentamiento global o más convenientemente al cambio
climático global. Fenómeno que con toda probabilidad es
uno de los rasgos más conocido en la actualidad de entre las
varias dimensiones que caracterizan al Antropoceno.
Se calcula que el sistema energético del planeta depende en
un 81% de las fuentes no renovables como los combustibles
fósiles. Cabe destacar que el enorme consumo de combustibles
fósiles puede estar amenazado por el agotamiento de las existencias de petróleo en los mantos geológicos. Es el argumento
que se esgrime alrededor del llamado pico petrolero, derivado
del análisis que muestra que la tasa de localización y explotación
de petróleo está entrando en una tendencia de reducción. Esto
implica que si no se desarrollan fuentes alternas de energía, la
sociedad humana no podrá mantenerse con la misma magnitud
ni con el mismo patrón de producción y consumo que tenemos
en la actualidad por mucho más tiempo (Tverberg, 2012). El
problema de la energía fósil y el cambio climático antropogénico están estrechamente ligados, puesto que son dos retos
entretejidos que para atenderderlos se requiere una solución
holística (Höök y Tang, 2012). Por lo pronto, usar más de
modo más racional las reservas de petróleo del planeta junto
con un consumismo razonable permitirá redirigir la economía
(Ferrari, 2013).
4. Antropoceno
A pesar de lo que hemos descrito, los motivos y el momento
de inicio del Antropoceno son aún materia de amplio debate.
Hay quienes señalan a la agricultura extensiva y tecnificada
como la causa original (Ruddiman, 2005b), mientras que otros
marcan a la Revolución industrial como su inicio a mediados
del siglo xviii en Inglaterra. En este sentido algunos dudan
que los gases de invernadero emitidos por las actividades
humanas en los últimos doscientos años hayan sido suficientes para alterar el clima. El mayor
Figura 1. Proceso de formación del efecto invernadero por los gases en la atmósfera.
consenso gira en torno a la idea de que
el Antropoceno comienza alrededor
de la segunda mitad del siglo xviii
cuando se producen aumentos notables y constantes de CO2 y CH4 en la
atmósfera. Lo anterior debido sin duda
a las actividades humanas asociadas a la
proliferación de maquinaria industrial y
su demanda energética satisfecha con
combustibles fósiles. Entre las evidencias están los datos de los núcleos de
hielo de los glaciares (figura 1) en cuyas
burbujas de aire aprisionado se registra
como en un reloj químico el inicio de un
crecimiento notable en las concentraciones atmosféricas de gases de efecto
invernadero (Crutzen y Stoermer,
Fuente: adaptado de UNEP-GRID-Arandal (Kiehl y Trenberth, 1996).
2000; Crutzen, 2002). Además de que
en el periodo entre los años 1800 y
1.
Para el 7 de diciembre de 2015 a las 18:33:51, el cálculo para la población fue de 7 344 119 662 habitantes. Datos
2000 la población mundial pasó de mil
disponibles en http://countrymeters.info/es/World
millones de personas a seis mil millones
70
Equihua Zamora, m.
et al.
Cambio
global: El
antropoCEno
Espacio del Divulgador
de habitantes. Hoy en día sobrepasa los siete millardos.1
Se han propuesto tres fases para una posible caracterización
La presencia humana en la superficie terrestre destinada a su del Antropoceno: a ) la Era industrial (ca. 1800-1945), b ) la
sustento aumentó de 10% a cerca de 25 o 30% en el mismo Gran aceleración (ca. 1945-2015), que sucede después de la
periodo, inclusive hay quienes la calculan hasta en 50% Segunda Guerra Mundial en la que la población, el consumo
y la tecnología se han convertido en los factores dominantes
(Lambin y Geist, 2006).
En este sentido, apenas estamos comenzando a vivir el que incrementan el impacto ambiental humano (Steffen et al.,
Antropoceno que abarca poco más de doscientos años de 2011) y c ) una posible conducción del sistema terrestre (ca.
los aproximadamente cuatro mil quinientos setenta millones 2015-). Otros proponen una fecha aún más remota vinculada
de años de edad que se calcula tiene la Tierra y los doscientos con las migraciones a gran escala de los seres humanos y la
mil años del origen de nuestra especie. Tomando como base extinción de la fauna que tuvó lugar hace ocho mil años en el
evidencias geológicas y paleontológicas, los geólogos y los Neolítico y en plena expansión agrícola (Ruddiman, 2005b)
geofísicos han dividido la historia de la Tierra en grandes eras cuando la especie humana comenzó a dispersarse por los
o etapas. Durante la primera etapa que duró cuatro mil vein- continentes. Estas extinciones quizá sean el primer gran
ticinco millones de años, y que equivale a siete octavas partes impacto a escala planetaria. La población humana que se
de la edad de la Tierra, se formaron la litósfera, la hidrósfera y incrementaba aceleradamente eliminó a numerosas especies,
la atmósfera. Tuvieron que pasar dos mil cuarenta millones de por la caza directa o por la apropiación del uso del suelo para
años para que hubiera oxígeno libre en la atmósfera producto fines agropecuarios que resultó en la remoción de la cubierta
de la actividad de las numerosas especies de algas fotosinté- vegetal natural.
No es sino hasta el siglo xx que Paul J. Crutzen con sus
ticas que poco a poco, pero con gran éxito, se extendieron
en los mares del planeta. Transcurrieron alrededor de otros investigaciones sobre la incidencia del ozono en la atmósfera
novecientos millones de años más para la formación de la y Eugene F. Stoermer acuñaran el término Antropoceno
capa de ozono estratosférico, la que bloquea la radiación uv (Crutzen y Stoermer, 2000) para designar la época geológica
proveniente del sol y brinda una protección natural contra su actual y que marca también la conclusión del Holoceno. En
efecto dañino sobre los organismos. A lo largo de su historia, realidad el término fue propuesto primero por Stoermer a
la Tierra ha registrado innumerables cambios ambientales que principios de los ochenta para referirse al impacto que estaban
han ocasionado transformaciones drásticas en la biodiversidad teniendo las actividades humanas en la tierra, pero su difusión
y estructura del planeta. Es el caso de las ocurridas en el ocurrió más tarde. Crutzen y Stoermer argumentan que es
límite Pérmico-Triásico cuando cerca de 95% de las especies innegable la capacidad de transformación que el ser humano
marinas y 70% de las especies terrestres se extinguieron; la del tiene sobre la tierra (gráfica 1). Ellos apuntan como marca
Devónico, cuando desaparecieron 70% de las especies; la distintiva el uso de los combustibles fósiles que en menos de
del Cretácico-Terciario, en la que desapareció 75% de todas doscientos treinta años han incrementado en consideración
las especies, incluso los dinosaurios. Esos cambios que han las concentraciones en la atmósfera de óxido nitroso, dióxido
modificado la faz del planeta se han atribuido a modificaciones de carbono y metano (NO, CO2 y CH4 respectivamente).
del ambiente asociadas a causas de origen geológico, climático Las ciento sesenta millones de toneladas de dióxido de
y astronómico como las transgresiones y regresiones marinas, azufre (SO2, precursores de los aerosoles de sulfatos) que
glaciaciones, clima árido, cambios en
Gráfica 1. Concentración de CO2 en la atmosféra vs. crecimiento humano.
la órbita de la Tierra y sobre todo al
impacto meteorítico y a los periodos
de gran actividad volcánica asociados a
las llamadas grandes provincias ígneas;
la asociación entre éstas y las grandes
extinciones encajan bien, pero cabe
anotar que la naturaleza de las causas
no se ha resuelto cabalmente (Wignall,
2005). En este contexto no hay antecedentes geológicos a la capacidad de una
sola especie para alterar a gran escala
los procesos planetarios como lo está
Fuente: adaptado de Kaplan et al., 2011.
haciendo hoy el ser humano.
C I E N C I A e r g o -s u m , V o l . 23-1, marzo-junio 2 0 16.
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Espacio del Divulgador
Estados Unidos libera por año a la atmósfera con la quema
de carbón y petróleo es por lo menos dos veces más grande
que la suma de todas las emisiones naturales. El nitrógeno
era introducido al mundo vivo en exclusivo a través de la
actividad de las bacterias nitrificantes; ahora a esto se suma
nuestra capacidad de hacerlo de manera sintética para ser
aplicado como fertilizante en la agricultura y lo hacemos en
una cantidad que supera al que es fijado naturalmente por
todos los ecosistemas terrestres. La humanidad utiliza más
de la mitad de toda el agua dulce disponible del planeta. Las
transformaciones de los hábitats naturales para adecuarlos
a intereses humanos o para usar los espacios que ocupan
han incrementado a niveles alarmantes las tasas de pérdida y
extinción de especies, cerca de un cuarto de las especies de
aves del planeta corren el peligro de extinguirse (Vitousek
et al., 1997).
5. Implicaciones histórico sociales del Antropoceno
Desde el siglo xviii había ya empezado a germinar una visión
que cambiaría gradualmente la idea del predominio del
hombre sobre la naturaleza. En este tenor, varios estudios
sobre historia natural cuestionaban el antropocentrismo
dominante (Leis, 2001), ya que el quehacer de la historia
natural no sólo implicaba generar nuevos conocimientos,
también promovía el surgimiento de nuevas ideas y sensibilidades que poco a poco emergieron como valores y actitudes
defensivas y protectoras del mundo natural. En el siglo xix
surge la preocupación por conocer y mejorar el vínculo
natural entre el ser humano y otras especies haciéndola
converger con la preocupación democrático-revolucionaria
por los derechos humanos.
En el siglo xx, al terminar la Segunda Guerra Mundial,
el movimiento ambientalista surgió desde diversos frentes
con una participación muy relevante del sector científico. El
informe de Vannevar Bush, Science: The Endless Frontier
(1945), sentaría las bases del desarrollo de las políticas en
materia científica y tecnológica asumiendo que más desarrollo tecnológico implica más progreso nacional y bienestar
social. Durante los cincuenta la preocupación derivada del
riesgo de los usos militares de la energía nuclear tienen un
impacto notable. Barry Commoner estudió la presencia de
estroncio-90 radioactivo en los dientes de leche de los niños
estadounidenses, lo cual está relacionado con las pruebas
nucleares en la atmósfera. Esto se empieza a apreciar como
un ejemplo de graves riesgos del avance tecnológico humano
(Commoner, 1972). El ambientalismo orientado por el sector
científico mantendría su predominio hasta finales de la década
de los sesenta e impulsó que se concientizara sobre el vínculo
72
entre las problemáticas social y ambiental. La preocupación
se amplió para incluir asuntos como la contaminación del aire
urbano y del agua así como la exposición a residuos tóxicos y
peligrosos. En 1962 Rachel Carson publicó su trabajo Silent
Spring, que es de gran influencia para el movimiento ambientalista, y ayudó a percibir la interconexión y la complejidad de
los sistemas ambientales. Los problemas ambientales locales
empezaron a ser interpretados en el marco de problemas
ambientales más globales.
Durante los setenta la atención de la opinión pública,
así como la de los científicos y tomadores de decisiones se
centró preponderantemente en los efectos ocasionados por
la contaminación industrial y agrícola, la conservación de
especies emblemáticas y la protección de espacios silvestres.
En 1972 se publicó el Informe del Club de Roma sobre los
límites del crecimiento (Meadows et al., 1972) que puso
en entredicho las nociones de crecimiento y desarrollo
utilizadas en economía. En 1974 se identifica la capacidad
catalítica de los átomos de cloro en la estratósfera –liberados
por la fotodisociación de los cfcs– (clorofluorocarbonos)
y en aquel entonces su hipotético impacto sobre la capa
de ozono, lo que daría pie al otorgamiento del premio
Nobel de Química en 1995 al mexicano Mario Molina,
al estadounidense Sherwood Rowland y al holandés Paul
Crutzen. Por primera vez se tenían pruebas palpables de los
efectos adversos de una actividad industrial a escala global
(Albaiges, 2001).
Durante los ochenta la dimensión ambiental incorpora al
aspecto natural el componente cultural y el ecosistémico.
Esta década sufre el desastre industrial de la Union Carbide
en Bhopal, India (diciembre de 1984) y finalmente queda
marcada por el desastre nuclear de Chernobyl (abril de
1986), que pone de manifiesto que los desastres ecológicos
no respetan fronteras y que la tecnología no es infalible. El
Informe Brundtland o Nuestro Futuro Común (abril de
1987) reconoce de manera oficial que los aspectos ambientales, económicos y sociales deben ser compatibles con los
procesos de desarrollo e inicia el debate sobre la sustentabilidad
del desarrollo humano.
La década de los noventa se caracteriza por la adopción
amplia del desarrollo sustentable en casi todos los ámbitos
del quehacer humano pero también el lanzamiento del
debate sobre cómo traducirlo en términos operativos. El
concepto político de desarrollo sustentable, que se había
hecho público en el informe Nuestro Futuro Común, fue
incorporado en la Declaración de Río (1992), derivada de la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente
y Desarrollo en Río de Janeiro (junio de 1992). La dimensión
ambiental es también cada vez más una parte integrante
Equihua Zamora, m.
et al.
Cambio
global: El
antropoCEno
Espacio del Divulgador
de la lógica oficial de desarrollo nacional. Sin embargo, Conclusiones
son monumentales los desafíos que tiene la humanidad en
el siglo xxi como resultado del cambio ambiental global El inicio del Antropoceno aún sin definirse, ya sea con el
que hemos inducido al incrementarse el número de seres surgimiento de la agricultura en el Neolítico, o la Revohumanos y por la adopción de patrones tanto de produc- lución industrial o con la Gran aceleración después de la
ción como de consumo de bienes y servicios que presionan Segunda Guerra Mundial o hasta 1945 con la detonación
el funcionamiento de los ecosistemas a una escala sin de la primera bomba atómica (el lunes 6 de agosto de 1945)
precedente. Sin duda, los últimos veinte mil años han sido y con ello el comienzo de la era nuclear. Los recientes
propicios para el desarrollo de las sociedades humanas, pero hallazgos de una columna de sedimentos de 39 centímetros
el ambiente globalmente modificado ¿nos seguirá benefi- de las marismas de Urdaibai, España, que contiene hidrocarciando? (gráfica 2). El cambio climático que empezamos a buros aromáticos policíclicos que registra la contaminación
vislumbrar y sentir tendrá sin duda efectos beneficiosos y generada en los últimos setecientos años, se suma a las
adversos en los sistemas ambientales y socioeconómicos, pruebas tangibles que apoyan la idea de que el ser humano
pero cuanto mayor sea la importancia de los cambios en el ha entrado en, y más aún creado, una nueva época geolóclima y la velocidad con la que se producen más probable gica: el Antropoceno (Leorri et al., 2014). En esta nueva
será que predominen los efectos adversos. Crutzen (2002) época los seres humanos hemos alcanzado el nivel de un
propone que es tarea de científicos e ingenieros guiar a la agente transformador de escala geológica global, de manera
sociedad hacia el manejo sostenible de la biósfera durante equivalente a otros grandes procesos que han modelado el
el Antropoceno.
desarrollo del planeta.
En una reunión del us-National Research Council (nrc)
La comprensión científica de los tiempos que estamos
(2010) se reflexionó sobre cómo será la evolución de la super- viviendo puede beneficiarse al destacar y caracterizar con
ficie de la Tierra en el Antropoceno. Se llegó al consenso de precisión esta nueva etapa en la historia del planeta. Sea como
que son necesarias nuevas teorías y enfoques metodológicos sea, formal o coloquialmente, el Antropoceno es más o menos
para afrontar las interacciones cada vez más complejas entre sinónimo con el presente y el ahora en las ciencias de la tierra;
los seres humanos y su entorno en la nueva época. Harden es probable que su inicio resulte siempre más o menos arbiet al. (2013) sugieren una nueva ciencia, aún en construcción, trario, pero eso no cambia mucho su relevancia (Cohen, 2014).
para estudiar estos sistema de paisajes
Gráfica 2. Variaciones de la temperatura promedio en la superficie de la Tierra en los últimos veinte mil años.
humanos que reconoce la interdependencia hidro-geomorfológica y ecológica con los procesos humanos. Es claro
que el estudio de estas interacciones
complejas requiere de nuevos enfoques de orientación interdiciplinaria.
Posiciones opuestas señalan que “el
concepto es profundamente incidioso”
(Hettinger, 2014), que se sobreevalúa
el papel de los seres humanos y no
se aprecia el papel que la naturaleza
no-humana continua representando
sobre la tierra. Es una ratificación de
la trascendencia de este debate la existencia del Journal The Anthropocene2
(2013) que aborda “ las interaciones que
la gente tiene con la Tierra”; muestra
que el tema es cada vez más pertinente,
Fuente: adaptado de McMichael, 2003.
así como la creciente presencia de los
asuntos ambientales en las mesas de
discusión y en la formulación de polí- 2. Revista que se encuentra disponible en http://www.journals.elsevier.com/anthropocene?gclid=CLTDqqGVlL8
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ticas públicas.
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En todo caso, cualquiera que sea la posición que se tenga
respecto de la existencia o no de algo que podamos llamar
Antropoceno, es innegable que la influencia humana ha
alcanzado tal magnitud que junto con la globalización de
los mercados está ocurriendo una globalización del cambio
ambiental.
Challenger (1998) señaló que “el clima responde en
forma relativamente lenta a los cambios en los mecanismos
de retroalimentación que lo moldean”, de modo que si
empezamos a actuar ahora para frenar la tendencia hacia
el calentamiento, los resultados de nuestras acciones no serán
evidentes sino hasta dentro de varias décadas. Sin duda,
en los años venideros la evolución biólogica continuará su
marcha cotidiana. Nuevas y variadas especies surgirán y es
posible que de entre ellas surja alguna que pueda ocupar
nuestro nicho sin apenas notarlo y menos evitarlo. El desafío
del Antropoceno no lo es para la vida en el planeta, es para el
Homo sapiens y sus hábitos. La humanidad ha desarrollado
conocimiento amplísimo y depende inevitablemente de la
tecnología para generar su sustento. El cambio ambiental
inducido por la humanidad ha originado el deterioro de la
capa estratosférica de ozono y el cambio climático global.
La actividad humana además está afectando la existencia de
las comunidades bióticas al generar importantes pérdidas
de especies y graves niveles de contaminación ambiental
que se traducen en cambios drásticos en el funcionamiento
y constitución de la biósfera. Lo agravamos por el gran
número de habitantes y por los patrones de producción y
consumo de bienes y servicios. Estamos en la actualidad en
la encrucijada del Antropoceno que nos desafía a encontrar
nuevas formas de relación con la biósfera que no atenten
contra nuestra propia existencia. Paradójicamente esto
requiere no sólo modular, fuera de nosotros, el cambio
ambiental que acompaña nuestras actividades, sino la reinvención de la propia naturaleza humana dentro de cada uno
de nosotros mismos.
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