ENSAYO SOBRE MUSICA ESPECULATIVA
LA COINCIDENCIA MÍSTICA
INDO-PITAGORICA:
ESCALA PITAGORICA COMO
SUBCONJUNTO DE LA INDIA. MUSICA
ESPECULATIVA.
Name: Friederich Schümbergsmein
Ing. Sup. Alma máter: RCSMM + ETSIT + TUHH + HSU
Investigador Independiente en Música Especulativa
España, Octubre de 2021
Abstract
Pitágoras sigue la tradición india de los Raga. Y lo hace a nivel acústico y filosófico. Este
sería el resumen de parecer del presente escrito, en el cual trato, con la dificultad añadida de
englobar a la mística en el asunto, de abrillantar los lazos entre ambas culturas. Sin duda, Pitágoras
no origina el sistema indio de shrutis ni por orden cronológico ni por la complejidad misma del uno y
del otro conjunto. Si, por supuesto, cabe la posibilidad de lo contrario. Tanto como sabemos de
Pitágoras, de acuerdo con sus biografías (Porfirio, Diógenes Laercio y Jámblico) es que se formó con
los heliopolitanos en Menfis, luego los diospolitanos también en Egipto, y en algún momento
acabaría en Babilonia1. En aquel tiempo, más de lo que se piensa, el comercio entre Este y Oeste
llevaba siglos existiendo y con ello el intercambio de saberes. La música pudo haber sido algo
aprendido por Pitágoras desde temprana edad, y su intelecto haberlo llevado a entrar en sociedades
mistéricas de donde cabe en la neblina la conjetura sobre la obtención de sus progresos tan notables
en la dimensiones ontológicas de la música.
“Vida de Pitágoras” Porfirio, trad. Miguel Periago Lorente, Ed. Gredos. Diógenes Laercio: “Vidas,
opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres”, VIII, 1 - 50 (Pitágoras)
1
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Introducción sobre Música Especulativa: ontologías comunicantes
En el presente escrito se aborda no sólo la problemática acusmática o aritmética, sino las
implicaciones místicas de ello. Ha de comprenderse en inicio que para lo primero se comprueban
proporciones musicales, que se desarrollan en un contexto puramente aritmético, donde cada
proporción se analiza dentro del conjunto para establecer las mutuas relaciones entre los sistemas de
India y Pitágoras. La música especulativa no obstante no se queda ahí, sino que traza un nexo
profundo con el número-idea, o la deidad-arquetipo residente en la cualidad del número. Así, las
proporciones en la doctrina pitagórica son relaciones de los elementos de la Harmonía Universal, o
macrocosmos si refiere al contexto, microcosmos el individuo. La mística en torno al número juega
el papel de estar vinculada a los grandes ciclos del Mundo, como lo pueden ser toda era lo
suficientemente larga como para dejar una impronta biológica que acabe en el substrato mental en
forma de atavismos que son recuperados por la intuición. De ahí que el pensamiento o doctrinas de
índole místico redunden en temas universales que posicionan al hombre por encima de su ciclo vital
biológico, convirtiéndolo en un ‘maestro’, como en efecto fue Pitágoras.
Las matemáticas son el lenguaje del universo. Eso diría un matemático o un astrónomo. Sin
embargo el concepto va mas allá de lo acusmático al englobar el paradigma del número en sí. Su
símbolo, su arquetipo, en otras palabras: la idea detrás del número, trasciende lo que hoy es
matemática y toca en hueso con lo que en su día se llamó aritmología. Ahí es donde la matan. La
idea pitagórica de ‘todo es número’ después deriva a ‘número, peso y medida’ con Platón, de
tradición pitagórica por medio de Filolao, que trata la filosofía musicalizante del número con
geometría e imágenes divinas. Tiene todo una componente profundamente mística. Tanto es así que
a los números, tanto Pitágoras como sus discípulos, asocian dioses, esto es, de nuevo arquetipos,
como señala Gómez de Liaño:
“(…) El número 1 simbolizaba la Razón y al dios Hermes, el 2 a la Opinión y a la diosa Artemisa, el 3 a la Santidad,
el 4 a la Justicia, el 5 al Matrimonio, etc., hasta llegar al 10, número sagrado y perfecto que comprende la suma de los
cuatro primeros, así como de las cuatro figuras geométricas.”2
Que por tanto las proporciones matemáticas definirían estadios místicos entre arquetipos/
dioses es una cuestión que trasciende prácticamente todo lo que se escriba. Pero sí podemos
establecer un vínculo entre dos tradiciones místico-musicales, y sugerir así que la posibilidad de que
lo interválico afecte desde lo sensible a lo sutil, enlaza dos tradiciones fundamentales tanto para la
mística como para la razón y la música: la de la música clásica India y la música pitagórica. A través
de ése vínculo, este escrito pretende sugerir la relación directa entre ambas tradiciones, a través de
Pitágoras. Algo cuya traza no es difícil de coligar si atendemos a la tetraktys, de 4 niveles
ontológicos, y al simbolismo del número cuaternario en India. Sirva esto de entremés:
“Según la concepción india, la idea de total o totalidad está asociada al número cuatro. «Cuadrado» significa «totalidad».
Todo lo completo y autónomo se concibe como dotado de sus cuatro «cuartos» (pāda); está firmemente asentado sobre sus
«cuatro patas» (catuḥ-pāda)”3
2
Ignacio Gómez de Liaño, “Filósofos griegos, videntes judíos”, Biblioteca de ensayo, Siruela. Año 2000
3
Heinrich Zimmer, “Mitos y símbolos de la India”, Ed. De Joseph Campbell. Siruela 2008
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Y es que para Pitágoras, por pura armonía macrocosmos-microcosmos daría en argumentar
Robert Fludd, ‘crea’ la divina Tetraktys y de ello se deduce que, a imagen y semejanza, el alma
humana tiene forma cuadrada, tetragonon meme. Coincidente esto en pleno con los cuatro estadíos del
diagrama ontológico de la perfección que representa en su mentada tetraktys, la cual, llamada
también Memoria (Mnemosine) puede encontrar en ello un trazado con los ciclos Yuga hindúes en
número y proporciones4, como también veremos en este escrito.
Escala diatónica
Entrando en la aritmología del asunto, hemos de contemplar primero su acusmática: su
matemática despojada de mística. Ya habrá tiempo para vestirla después. La unidad tonal de la
música de India, tanto la Carnática como la Hindustaní, es el shruti. Los shruti son las diferencias
en la altura del sonido perceptibles por el oído, en su grado más mínimo. El otro concepto a
emplear es lo que en los conservatorios se llaman ‘microtonos’ y que no son sino 3 unidades
mínimas de altura tonal. Si en Occidente la mínima altura tonal es el semitono, en India (Carnática
e Hindustaní) lo son estas tres:
•
El Poorna, cuya proporción es 256/243, coincidente con el semitono (af. pitagórica)
•
El Nyuna, de proporción 25/24
•
El Praman, de proporción 81/805
Es todo una cuestión de vibración, que para el no entendido en la materia, se reduce al
factor por el cual multiplicando un sonido (frecuencia y conjunto armónico) obtenemos otro
distinguible del primero.
Ahora bien, para dar validez a la hipótesis del subconjunto pitagórico, hay que trazar la
escala pitagórica en sus proporciones. Esta escala tiene, desde la fundamental referidos: el tono de
proporción 9/8, ditono 81/64, el diatessaron 4/3, el diapente 3/2, el tono sobre diapente 27/16, el
ditono sobre diapente 243/128 y finalmente el diapason 2/1. Agrupando las proporciones
tendríamos el conjunto
A=
9 81 4 3 27 243 2
.
,
, , ,
,
,
{ 8 64 3 2 16 128 1 }
El conjunto expresado refleja la secuencia pitagórica de la escala. Entre cada proporción
consecutiva existe bien una relación de tono 9/8 o de semitono 256/243. En ningún caso se da una
distancia menor que ésta, menor que el ‘Poorna’. Para apreciar la interrelación de los tres
microtonos, los pasamos a decimal resolviendo cada fracción:
El presente autor, “Música Carnática de India: número y símbolos en la Tetraktys pitagórica”, YouTube
2020.
4
5
coincidente aunque aquí no es de interés, con la coma sintónica.
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256
= 1.0534979
243
25
= 1.0416667
y=
24
81
z=
= 1.0125
80
x=
Con lo que se observa que x > y > z.
Aquí es cuando planteamos el conjunto de proporciones del mela hindú, compuesto a partir
de las 7 notas en todas sus pequeñas variaciones (microtonos). Así, excluyendo la notas Sa y Pa,
fundamental y dominante respectivamente, el resto contiene variantes que son usadas en los Raga para
la expresión emocional que se desee o el rito en el que quede inmersa esta música. De las restantes
Ra, Ga, Ma, Dha, y Ni, se dan 2 variantes de 2 posibles svara, esto es, 4 en total. Las cuentas son,
por tanto, 4 ⋅ 5 + 2 = 22 sonidos dotados de diferencia interválica. Todos ellos dados por sus
proporciones. En la figura se han abreviado los nombres de los 7 svaras6 a sus iniciales.
[Fig. 2: Los 22 shrutis de la música clásica India]
He preferido emplear una figura propia en lugar de hacer un desglose verbal del asunto, así
que para tal efecto [Fig. 2] consta que el conjunto de proporciones del mela hindú es B [Fig 3], de lo
que se deduce -y así queda señalado en negrita-, que el conjunto de intervalos pitagóricos es un
subconjunto de este por estar contenido en él.
B=
256 16 10 9 32 6 5 81 4 27 45 729 3 128 8 5 27 16 9 15 243 2
, , , , , , , , , , ,
, ,
, , , , , , ,
,
{ 243 15 9 8 27 5 4 64 3 20 32 512 2 81 5 3 16 9 5 8 128 1 }
[Fig. 3]
Luego A ∈ B. Esto implica que la escala Occidental en origen es un subconjunto de la India.
No que Pitágoras trajera necesariamente de India la escala. Pudo bien haberla obtenido por
intermediarios caldeos o haberla deducido al aplicar los principios naturales al monocordio y ver
Los svara o swara son: Sa, Ra Ga, Ma, Pa, Dha, Ni; abreviatura a su vez de Ṣaḍja, Ṛiṣabha, Gāndhāra, Madhyama, Panchama,
Dhaivat, y Niṣāda.
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[Fig. 4: Correspondencias interválicas]
que el tono o 9/8 quedaba como nexo entre diatessaron y diapente. Al tener esta unidad, solo tenía
que emplearla a partir de la primera nota y su diapente, las dos notas más importantes de todo el
sistema musical -y que se llaman ahora tónica y dominante- y haber así obtenido el conjunto A.
La cuestión de la escala cromática
La totalidad de notas se hayan por quintas en el caso pitagórico. Así, partiendo de la 7ª
llegamos a la 4ª aumentada o tritono multiplicando por 3/2 y bajando una octava, esto es,
243 3
729
⋅ =
multiplicando por 3/4. Resulta así la fracción 4Aum = t r i t o n o =
.
128
4
512
A partir de éste hallamos la 2ª menor por ser un diapente ascendente desde el tritono:
729 3
2187
3 1
⋅ =
⋅ =
. Pero se sugiere que Pitágoras no lo halló así, sino por quintas,
2 2
512 4
2048
256
y por supuesto este intervalo no estaría contenido en el conjunto B , que contiene b1 =
. Se
243
2m = t r i t o n o ⋅
supone que por quintas se obtienen los intervalos de una forma natural, luego si obtenemos la
−1
3
1
séptima (5 quintas) y se lo descontamos a la octava, obtendremos el semitono.7 ( ) ⋅
8)
( 2
5
=
256
.
243
Así, en efecto, sí concuerda con la estructura que deja la ordenación interválica de la escala entre el
diatessaron y el ditono:
4
81
256
:
=
( 3 ) ( 64 ) 243
Si en lugar de seguir la serie por quintas se aplica el mismo principio de adición efectuado
con el tono, esta vez sobre la fundamental, segunda, tercera, etc., para las notas intermedias
obtenemos los 5 intervalos restantes:
7
La 7ªM consta de 5.5 tonos, luego complementa a la octava en el semitono restante.
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256
243
9 256
32
2. 3m = ⋅
=
8 243
27
4 256
1024
3. 4AUM = ⋅
=
3 243
729
1. 2m =
3
2
3
5. 7m =
2
4. 6m =
256
128
=
243
81
9 256
16
⋅ ⋅
=
8 243
9
⋅
Vemos que la 4ª Aumentada, al invertirla y subirla una octava da exactamente la 5ª
Disminuida, que es igualmente un tritono, a 5DIS = T r iton o =
1025
( 729 )
−1
⋅
2
3 243
729
= ⋅
=
1
2 256
512
con lo cual sí se comporta una pertenencia de A en B con los doce sonidos de la escala cromática. El
conjunto nuevo A′ sería:
A′ =
256 9 32 81 4 729 3 128 27 16 243 2
; cumpliéndose de nuevo que
{ 243 8 27 64 3 512 2 81 16 9 128 1 }
A′ ∈ B, tal y como queríamos demostrar.
Si escala diatónica y cromática A y A′ son subconjuntos de la escala de los shrutis B ,
obviamente la relación matemática de pertenencia lleva aparejada la pertenencia del fundamento
filosófico. Nosotros en nuestro tiempo distinguimos erróneamente las disciplinas matemática,
simbolismo, metafísica, … como fruto del sistema de educación heredado de la Ilustración. Esto
constituye un error de base, porque lo simbólico y lo numérico son dos caras de la misma moneda.
Así eran los matematikoi de Pitágoras, vs. los akousmatikoi. Dos caras de la misma moneda: todo es
número, peso y medida.
Por tanto, los nexos entre los Raga y la tradición pitagórica musical han de estar patentes en
la funcionalidad (Raga = colorear) de algún elemento derivado de la escala pitagórica. Lo
encontramos esto en los modos de Platón, ante lo cual cabe afirmar que pudieron no ser invención
suya. De hecho, al estar Platón vinculado a los pitagóricos pero en una versión que maquillaría
ciertas cuestiones (tiempos de persecución para la hermandad), se podría colegir que las virtudes de
sus modos musicales son una faceta más ‘mundana’ de una cuestión ulterior, la de la sanación del
alma por medio de la música que ejercitaba Pitágoras. Perfectamente podrían haber tenido los
modos un objetivo psíquico (entiéndase así de entrada, pero la palabra real es mágico) para la
correcta evolución del alma iniciada pitagórica. Las mismas razones que adjudican a Platón la
ocultación de su doctrina como pitagórica pueden estar aludiendo a lo moral, luego código social,
algo que es consecuencia y no elemento parejo de un código cabalístico ligado a los modos.
Cabe aquí la especulación. La cuestión indudable es la copia del sistema hindú y por
consiguiente su adecuación a los ritmos de vida de aquellas gentes que se sabe empleaban
determinadas escalas para los diferentes momentos del día y actividades. Baste decir que ello se
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manifiesta como armónico en el tiempo con el auge de monasterios y los ritos de los internos, como
β
= 151,704 ≃ 2 ⋅ 108
α
β
243
(2) : =
= 30,375
γ
8
(1) :
β
(3) :
α
= 1,6648 ≃
5
3
γ
γ
(4) : = 4,99436 ≃ 5
α
lo fueron las horas ligadas a cantus firmus durante la Edad Media.
Mística en algunos simbolismos musicales interesantes.
Entramos en el terreno de la mística. Bájese quien no haya leído a San Juan de la Cruz, el
Zohar, o haya alguna vez experimentado intuiciones que han llevado a hechos constatando el orden
sobre el que subyace el mundo. Para los ajenos a ello no es esta parte. Al respecto de las posibles
cábalas surgidas de todo esto al hablar del simbolismo de los números, cabe destacar algunas
relaciones de interés para el iniciado en estos quehaceres próceres de la música especulativa:
1. Si tomamos el conjunto A y multiplicamos todos sus términos, para L = 7, obtenemos α , por
supuesto número racional:
L
α =
∏
ai , | ai ∈ A ⇒ α =
i=1
4782969
= 18,24557887
262144
Y si hacemos lo mismo con B y con A’, para respectivamente N=22, M = 12:
N
β=
∏
bi, | bi ∈ B ⇒ β =
i=1
177147
64
M
γ =
∏
a′i , | a′i ∈ A′ ⇒ γ =
i=1
729
8
Cumpliéndose obviamente también que α, β, γ ∈ ℚ
Vemos, y aquí reside el interés, que las relaciones entre sí marcan puntos singulares:
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243
β
=
= 16 ⋅ b21 | b21 ∈ B
γ
8
1. El número del hombre
Antes de pasar a explicar esto en profundidad, señalar que la cuarta ecuación (4) nos da una
relación de 5 entre la escala de siete sonidos y la de 12, siendo además 5 la diferencia entre 12 y 7
(M - L). Merced a las viejas propiedades consideradas mágicas de los números, la escala pitagórica, al
pasar de su totalidad sonora a su particularidad, tanto en forma de sustracción como de división a la
misma cifra, se constituye un valor de interés. No es el cinco el único número del hombre dado por
los pitagóricos, que refieren al 6, ni tampoco por los platónicos, que refieren al 7 (ver nota 8).
La cualidad que cumple es que sean a y b dos números cualesquiera tal que a, b ∈ ℝ, ocurre que:
a
= a−b
b
Caso concreto:
γ
≃5= M−L
α
La división de N y L también es un dato de reverencial significado, puesto que π es
ontológicamente la relación entre la dimensión lineal (hombre) y circular (divinidad). Esto es así por
sencilla analogía entre el tiempo que dura la vida del hombre (ciclo inferior a 100 años) y el tiempo
mismo, que se demuestra continuo cumpliendo ciclos (ciclo del año, ciclos planetarios, ciclos
galácticos) que reflejan períodos de tiempo mucho mayores (círculo::sin limite) que la vida del
hombre:
N
22
=
= 3.14285 ≃ π
L
7
2. El Año Platónico
Se ha mencionado en la introducción a la mística como un lenguaje de los tiempos largos. Si
optamos por continuar por un análisis de mayor complejidad veremos que de (1) podemos extraer la
aproximación a 2 ⋅ 108, que evoca la geometría pitagórica del triángulo rectángulo y la famosa ley.
8
En Escritos Sobre Música, Robert Fludd. (Ed. Luis Robledo Estaire para Editora Nacional, Madrid. 1979), se recalcan estos
números como del hombre a partir de la Tetraktys y la suma de niveles 1+2+3 y 3 + 4 respectivamente.
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En tal caso, el triángulo debería contar en su caso más sencillo con dos catetos de valor 108 para
α
que la hipotenusa valga el mentado .
β
[Fig. 5. Triángulo pitagórico en torno al num. 108]
Tomando los dos catetos como vectores vemos que representan un espacio vectorial donde
ambos son ortogonales. El área que encierran estos dos vectores, tomados sus módulos, es
1082 = 11664. El área del triangulo es esa cantidad, dividida entre dos.
El Gran Año o Año Platónico es el tiempo que tarda el eje de la Tierra en recorrer, como
puntero a las constelaciones del Zodíaco, toda la circunferencia. Es lo que determina las llamadas
Era de Aries, Era de Acuario, etc. El cálculo de ella es muy sencillo. Aunque difiera ligeramente con
las ultimas mediciones, teoría aritmológica dice que cada grado de los 360º transcurren 72 años
(revoluciones solares), luego:
A P = 72 ⋅ 360 = 25920 años
Si multiplicamos el área del triángulo
1082
= 5832 por el número π , obtenemos la cifra
2
x = 5832 ⋅ π = 18321,75288, que a su vez es:
x ≃ AP ⋅
2
En efecto, la ecuación completa la podríamos expresar como:
y=π⋅
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1082
2⋅
= 25910 años ≃ 25920 años = AP
( 2 )
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Con esto queda demostrado el carácter místico de la escala de Pitágoras, con lo que su
vínculo con la tradición también mística de la India es evidente ya que si hablamos de unidades de
tiempo a escala cósmica, conviene recordar el sistema de los Yuga de India, donde cada unidad
Yuga, de un total de 10, mide 432000 años. El número 432 es armónico (disdiapason) de 108, por lo
cual, en la medida de los ciclos largos donde se emplaza la mística, quedan vinculadas ambas
tradiciones. Paso a analizarlo en detalle en seguida.
3. El Año, o casi
De la ecuación (2), si multiplicamos por 12 el resultado obtenemos el número 364,5. Si bien
el año tiene 365,25 días, la diferencia es de 3/4 de día, una proporción que no pasa desapercibida
ya que el sexto armónico de 18 (las horas de 3/4 de día) es 108, y la relevancia del sexto armónico
contiene la analogía con los días de la Creación, donde el sexto se crea al Hombre. Si la tetraktys
pitagórica se asimila al sistema de ciclos temporales Hindú del Mahayuga como se verá a
continuación, el nivel correspondiente contiene tres partes de cuatro de Dharma y el período se
denomina Treta Yuga. Si el año de Enoch (personaje mítico que puede evocar una época entera en
el nombre de un individuo) de 364 días tiene algo que ver con ésta época pretérita es un tema
interesante, y sin duda dista mucho de ser éste un error. Los antiguos no cometían los errores que les
adjudican los presentes, y de la Tierra se sabe que hace millones de años orbitaba más cerca del sol,
con lo cual su periodo era inferior. Pero haciendo un cálculo rápido y suponiendo que ésta se ha
alejado siempre a la misma velocidad (mucho suponer), nos colocaríamos en un tiempo mucho más
cerca del origen del astro que de nuestro tiempo. En el año de Enoch puede que se esté ‘vistiendo’
un simbolismo que refleje ciertos fenómenos de una época ya pasada y que sí serían coherentes con
esta cifra como ciclo, unida a un reajuste cada cierto tiempo que también revestiría de significado
ritual. Quede esa cuestión como una irresuelta y vayamos con el último apartado, con mayor rigor
que la conjetura previa pero de igual forma con implicación mística desde el número.
Los Yuga, la Tetraktys, y el Año Platónico
Sin duda este estudio se completa al trazar el vínculo temporal entre ambas tradiciones. La
tetraktys pitagórica, diagrama ontológico de la Creación en la tradición de Pitágoras y que era
considerada divina, representa en su década de puntos a Mnemosine, la Memoria, en la cual
imbrican las partes en que se subdivide lo creado. Las partes son cuatro, al igual que el numero de la
tradición de India como señalaba y así ha quedado citado antes H. Zimmer. Cuatro son los períodos
en que se divide precisamente el Gran Año o ‘Un día de Brahma’. Cada cual va conteniendo partes
decrecientes de Dharma hasta llegar al último, nuestro contemporáneo Kali-Yuga, donde hay una
parte de cuatro de Dharma, y es correspondiente a 1/10 del total de tiempo del Día de Brahma,
esto es, 432 000 años.
La totalidad de los períodos, representados en concordancia con la Tetraktys queda
representado en la figura [Fig. 6], donde se puede hacer el cálculo y ver cómo por ejemplo el Krta
Yuga contiene 4 veces 432 000. Se puede pensar que el número 432 no es igual al 108 desde la
profanidad matemática o musical, pero en realidad son lo mismo al atender a la componente
simbólica, puesto que el tiempo, que es lo que estamos tratando, en sus grandes ciclos, entronca con
el mismo símbolo en la proporción: ambas cifras son la una disdiapasón (doble octava) de la otra,
respetando la misma naturaleza (misma nota musical = LA). Por todo ello se ve que el número 108
hace corresponder ambas tradiciones, ya que éste o armónicos de éste vienen a representar
naturalezas iguales tal y como una nota y su octava producen el comienzo del ciclo de nuevo.
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[Fig. 6. Tetraktys y Mahayuga]
Conclusiones
Todo es cíclico, y las conclusiones ante la impermanencia de lo físico pudieron ser
compartidas de Pitágoras y tradiciones tan antiguas como la Hindú. La expresión de lo cíclico
inteligible para el hombre se produce con los sonidos ordenados, la harmonía de las esferas, cuya
forma más fácil para la enseñanza es la música. Así, la realidad del asunto es que Pitágoras y la
tradición musical hindú son lo mismo. Ambos además dan respuesta a la comprensión del Cosmos a
través del espejo en el alma humana.
Comprendiendo que aquí se han tratado cuestiones del orden de la tradición, he procurado
que se entienda lo que se ha de entender, puesto que las antiguas leyes siguen teniendo gobierno hoy
día. Y he querido publicar este paper para que todo aquel interesado en lo que se ha contado,
investigue y si lo desea contacte conmigo para mayor formación.
Ver más: canal CITTARA Música Hermética de Youtube.
Consultas y contacto:
[email protected].
Nombre original del autor: Gaspar Calvo Hernández.
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Bibliografía de referencia
El Origen musical de los Animales Símbolo (Marius Schneider)
La Lira de Hermes, el viaje iniciático del héroe-músico (Gaspar Calvo Hernández)
El Círculo de la Sabiduría (Ignacio Gómez de Liaño)
Filósofos griegos, videntes judíos (Ignacio Gómez de Liaño)
Los versos dorados (Pitágoras)
Armónicas (Claudio Ptolomeo)
Toda la obra de Demetrio Santos, en especial Astrología y Gnosticismo.
El Héroe de las Mil Caras (Joseph Campbell)
Mitos y símbolos de la India (Heinrich Zimmer y Joseph Campbell)
Vida de Pitágoras (Porfirio)
Lenguajes y Cábala (G. Scholem)
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