PUBLICAS
EN LA
HISPANIIA ROMAI\A
SUBDIRECCION GENERAL DE AROUEOLOGIA
DIRECCION GENERAL DEL PATRIMONIO ARTISTICO, ARCHIVOS Y MUSEOS
MINISTERIO DE CULTURA
,
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lmprime: lmprenta del Ministerio de Cultura
El urbanismo
Si comparamos las plantas urbanas de los núcleos de
población anteriores a la presencia romana en la Península Ibérica con las que ofrecen las correspondientes a este
período, observaremos una notable diferencia, pues las
primeras no son otra cosa, por lo general, que establecimientos levantados de acuerdo con las características que
brindaban determinados lugares fáciles de defender, No
quiere decirse con esto que no existan ciudades prerromanas que no hayan sido concebidas con regularidad, con
arreglo a un plan premeditado, y ahí están para confirmárnoslo plenamente diversos poblados y ciudades de las
áreas ibérica y turdetana, donde las influencias del urba-
nismo helenístico son bien perceptibles; pero se puede
decir que predominan los conjuntos abigarrados
de
por
lo
que
por
acuerdo
entendemos
ciudad natural, don-
de el hombre no hizo otra cosa que edificar y fortificar
sobre el terreno elegido,
Más tarde, con la presencia romana en la Península, las
ciudades van adopta.ndo formas más regulares en consonancia con unos principios ya establecidos de antiguo,
durante el período clásico griego, y ampliamente difundidos por la civilización helenística.
Se dice que fue Hippodamos de Mileto el teorizante y
ejecutor de las nuevas concepciones y es a é1, según nos
dicen las fuentes clásicas, al que se deben los primeros
ensayos, El principio fundamental, a la hora de trazar
una nueva ciudad, era el de tener en cuenta dos ejes
principales orientados normalmente de Norte a Sur y de
Este a Oeste, con ligeras variantes según los casos, y a
partir de ellos estructurar las demás calles de la población, que adoptaba así una planta en retícula o damero
correspondienLes a insulae o manzanas, que no eran siempre, al menos en lo que se refiere al mundo romano,
totalmente cuadradas y perfectas.
Conocemos con todo detalle, merced al testimonio de
los antiguos agrimensores (gromatici) y tratadistas de la
arquitectura de la época, los ritos que se tenían en cuenta
en la fundación de una ciudad. Eran éstos,
En primer lugar,,el eugur consvltaba los presagios y
conforme a los resultados se elegía su emplazamiento,
por lo que se procedía a continuación a señalar en el
terreno el lugar preciso donde iba a levantarse por medio
de un arado tirado por una yunta de bueyes que iba marcando elperímetro (pomoeriumJ, Era la ceremonia denominada inauguratio. Tras ella se llevaba a cabo la tarea,
por parte de los agrimensores, de delimitar las partes de
la ciudad de acuerdo con los ejes anteriormente reseñados, el Norte-Sur (kardo maximuf y el Este-Oeste (decumanus maximus), para lo que se tenía en cuenta el curso
del sol, aunque, como veremos, se tomaban en consideración otros principios de orden práctico. La ciudad quedaba así dividida en cuatro zonas o regiones llamadas slnlstra, dextra, antica y posticø, Realizada la limitatio, se pasaba al ftazado de las demás calles siempre ubicadas paralelamente a los ejes principales, resultando una disposicíón per strigas si los lados de las manzanas que se formaban eran paralelos al kardo maximus, y per scamma si lo
eran al decumanus maximus. Normalmente cerca del cruce de las calles principales se ubicaba el foro o plaza
pública.
Hay que tener en cuenta, no obstante, que todo no era
tan sencillo como nos lo describen los autores clásicos,
incluso en aquellos lugares donde no había población anterior que condicionara el trazado, porque no fueron escasas las ampliaciones de núcleos anteriores.
El establecimiento de una ciudad venía marcado por la
estrategia de un lugar dado. Se solían emplazar en la
encrucijada de los viejos caminos, haciendo bueno el
principio de que la ciudad puede nacer en un lugar determinado, pero es el camino el que la mantiene viva, Posiblemente, al decir de uno de los más expertos conocedo-
res del urbanismo romano, el Profesor Mansuelli,
"ninguna civilización valoró tanto el sentido del camino
como la romana, siendo læ ciudades los ganglios del sistema, del que las c¿lz¡das constituían la conexiónt'. Siempre
selas ve dominando lugares estratégicos, como elpaso de
un río, caso de Roma que debe su nacimiento a la Isola
Tiberina, unión de la Campania con la Etruria meridional, de Lutetiq (París) con su Ile de la Cité, que ponía en
comunicación la mitad sur con la mitad norte de la Galia,
o de Augusta Emerita (Mérida), donde una isla en medio
del cauce del Guadiana facilitó los apeos del largo puente, que enlazaba las tierras del sur de la Península con las
del cuadrante noroeste, vitales, por la abundancia de minerales preciosos, para el erario público romano.
Y fueron las calzadas
en más de una ocasión las que
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CIUDAD IDEAL
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Kardo
2. Decumanus
3. Foro
4. Anfiteatro
5. Teatro
6. Termas
fijaron la orientación de los ejes principales de la ciudad,
que no eran otra cosa que la prolongación de las mismas,
También jugaron un importante papel en la organización
de los grandes campos centuriados que se repartían con
prodigalidad a los nuevos pobladores. Por ello hay que
þensar más que en criterios astronómicos en condicionamientos de tipo práctico en la orientación de las calles.
Se buscaban, además, cuando se cuestionaba el establecimiento de nuevos núcleos de población, ventajas de
carácter topográfico como la existencia de colinas, útiles
para disponer las gradas de edificios públicos como teatros y anfiteatros, con lo que se evitaban cuantiosos gastos, o para levantar sobre ellas templos que presidieran
simbólicamente, desde una verdadera acrópolis, los de$inos de la ciudad.
Problema muy considerado fue el del abastecimiento
de aguas a la población. Para su solución se buscaban
zonas apropiadas donde pudieran almacenarse las aguas
por
to abovedado, ll
nas altas de las c
deslizándose
, a través de un conducares deseados, a las z0onde podían distribuirse
a voluntad por los distintos barrios de la población,
La construcción de una conducción hidráulica entrañaI terreno y una labor
ba
mu
me
salvar vaguadas Por
monumentales como
los acueductos, de los que tantos restos permanecen en la
Península: Segovia, Les Ferreres, en Tarragona, Itálica o
Los Milagros y San Línaro en Mérida, etc'
Acueducto de les Ferreres. (Tarragona)
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1
Templos
2 Foro
3 Tabernas
4 Curia
5 Mercado
6 Termas
7 Factorías de Salazén
I Necropolis
I Basílica
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o
Plants de Bqelo, (Ctidiz)
38
Todos los núcleos de población importantes estaban
leve tendencia a lo trapezoidal.
La eclosión urbana motivó que los límites marcados
por sus murallas fueran rebasados, Y gue, incluso, más de
una cerca murada fuera derribada para dar paso a nuevas
zonas urbanas, La población, por la construcción de una
nueva línea murada, realizada por lo común con material
aprovecþado de construcciones anteriores, constreñía su
espacio y es así como podemos explicarnos que los nuevos muros cabalguen sobre edificaciones, como en el caso
de Conimbriga (cerca de Coimbra), donde las termas
quedaron cortadas por la muralla,
Barrios suburbanos se crearon en otros lugares, generalmente de carácter residencial y, a veces, industrial, a
lo largo de las calzadas que salían de la ciudad,
Volviendo al recinto interior de las ciudades, las calles
que se habían trazado siguiendo los principios ya reseñados delimitaban insulae o manzanas tendentes a la regularidad y de planta rectangular, aunque a veces la cuadrangular era más normal, Estas insulae venían a medir, al
menos en el caso de Augusta Emerita, donde pudo ser
restablecido, más o menos fielmente, el plano de la ciudad romana, 100-110 m. por 50-60 m,; en ocasiones las
insulae eran más cortas, de sólo 80 m, por 70-75 m, En
estos espacios se levantaban las casas,
Las calles estaban pavimentadas con lastras de piedra y
contaban con andenes para los peatones, que podían cruzar de un lado a otro de la calzada por unas piedras
Vista aérea de Baelo. (Cridiz)
dispuestas en el centro de las mismas con la suficiente
separación entre ellas para permitir el paso del tránsito
rodado, Muchas de estas calles, las principales, estaban
flanqueadas de pórticos, legado del Oriente helenístico,
lo que puede verse con claridad en ltalica, Augusta Emerita, Baelo, Emporiae, etc, Gracias a estos porches, los
transeuntes podían caminar apaciblemente al abrigo de
las inclemencias del tiempo,
Bajo las calles discurrían conductos sanitarios, donde
se recogían las aguas fecales de las casas. Eran estas cloacas de proporciones considerables, permitiendo a menudo el paso de un hombre a pie. Su construcció¡ era de
mampostería de piedra y la cubierta era arqueada, De
cuando en cuando se establecían registros de estructura
cuadrangular, desde los que se podía bajar para proceder
a la limpieza de la conducción. Las cloacas venían a desembocar en muchos casos a las orillas de los ríos y sus
bocas de salida se cerraban con rejas de hierro.
Cerca del cruce de las calles principales de la ciudad se
ubicaba la plaza pública o foro,lugar donde se levantaban los grandes edificios de carácter público relacionados
con la religión, la vida municipal y el ocio,
Los foros eran reducidos y la plaza se pavimentaba con
grandes lastras, Un pórtico corría por sus cuatro lados y
no faltaban, sobre todo en la provincia de Lusitania, olro
subterráneo, criptopórtico, cuya función, al parecer, era
múltiple, El tránsito rodado estaba totalmente prohibido,
porque el área forense era exclusivamente peatonal.
do o peristilo con jardín o estanque en el centro, al que
se abrían las estancias más representativas de la casa: sala
de estar (oecus o tablinum), comedores (triclinia) o dormitorios (cubicula). En ocasiones, como recuerdo de la
influencia itálica de los primeros tiempos, algunas casas
conservan el atrio de entrada como eje de simetría de
varias cámaras, Tal es el caso de la denominada "Casa
del Mitreo" de Mérida, fechable a finales del siglo t
d. C., donde puede observarse la presencia de un pequeirc atr i olum tetrástilo.
Las casas ofrecen una animada decoración pictórica en
los muros de sus habitaciones con temas de carácter ornamental o figurados con escenas de la vida cotidiana o
mitológicos, Los pisos de las mismas suelen estar pavimentados con ricos mosaicos.
Una parte esencial de las casas es la destinada a las
termas bien dotadas de instalaciones y con las dependencias clásicas vitrubianas: sala de baños de ap:uafría (frigidarium), de agua templada (tepidarium), de agua caliente
(caldarium), baños de vapor (laconicum) y los correspondientes vestuarios (apo dyterium),
Como ejemplos del urbanismo romano peninsular podemos fijarnos en tres ciudades representativas de las
provincias que formaban Hispania.
Augusta Emerita.-El urbanismo de la colonia Augusta
Emerita ha sido muy debatido por los problemas que
plantea, al quedar la ciudad romana sepultada bajo la
actual población,
No solía faltar un templo de culto imperial en el lugar
más elevado y, frente a é1, siguiendo el paradigma citado
por los tratadistas, se establecía la basílica dedicada a la
administración de justicia. Igualmente en el recinto del
foro tenían su lugar la curia o ayuntamiento de la época,
edificios públicos relacionados con los servicios municipales tales como el catastro, fielato, etc. El ocio ciudadano
empleaba sus horas en las termas, verdaderos casinos de
aquellos tiempos, que se ubicaban también en los aledaños del þro.
Todo lo anteriormente referido se relaciona con los
llamados fora ciuilia uel iudiciaria, pero existían a su vez
otros de carácter comercial, los llamados fora uenalia y,
en las grandes ciudades, capitales de provincia, solía haber otro destinados a satisfacer las necesidades de la administración provincial.
La casa romana es una mezcla de elementos itálicos y
helenísticos. En la Península existen restos de muchas de
ellas, aunque la planta completa de las mismas es mal
conocida. Se relacionan, por lo general, con casas que
podríamos considerar lujosas, faltando casi por complèto
ejemplos residenciales más modestos,
Suelen estar estructuradas en torno a un patio portica40
A principios de siglo, en consonancia con las teorías de
la época, se pensó que la ciudad en sus primeros momentos comprendía un recinto muy reducido que dibujaba
tna urbs quadrata compuesta de insulae regulares, que
podían reconocerse aún'por medio de la fotogralía aérea
y confirmarse con un plano de sus cloacas que se realizô.
Hoy, merced a las recientes investigaciones, parece ser
que hay que poner en tela de juicio esta estructura.
Augusta'Emerita, al igual que otras muchas ciudades de
la época bien conocidas, se planificó desde el principio,
quedando incluso abarcados por el recinto murado algunos de sus edificios públicos situados en la periferia como
el teatro y el anfiteatro, El área intramuros venía a suponer una superficie de unas 85 hectáreas, muy considera-
ble para la época, a las que habría que sumar otras correspondientes a los barrios suburbanos, lo que haría un
total de 100 hectáreas. Se trata de una fundación típica de
los tiempos de Augusto, cuyos urbanistas conciben a las
ciudades con idea de futuro y amplia confianza en sucesivas ampliaciones, resultando en principio, lógicamente,
algunos espacios "vacíos", sobre todo a lo largo deI kardo
maximus, pero que posteriormente serían ocupados por
edificaciones,
Las calles principales de la colonia , el kardo maximus y
el decumanus maximus, están perfectamente sistematizadas. Las demás, trazadas en paralelo a estas principales,
dibujan insulae de tendencia rectangular, Estas calles
emeritenses, al menos las más importantes, contaban con
pórticos y estaban pavimentadas con piedras de naturaleza diorítica de tonalidad azulada. Se conocen varios tramos de las mismas, Bajo ellas se había establecido un
sistema de cloacas que venía a desaguar en el dique de
contención de aguas del Guadiana, sobre cuya estructura
se levantó en su día la Alcazaba ârabe. Ofrecen unas dimensiones variables de acuerdo con su jerarquía y el sis-
tema de construcción siempre es el mismo: muros de
mampostería y cobertura arqueada de ladrillo,
Junto al cruce de los ejes principales de la ciudad estaba ubicado el foro municipal. Era una plaza pavimentada
con lastras cuadradas de caliza, en las que se levantaban
considerables edificios públicos tales como un templo de
culto imperial de época tiberiana, el denominado
"Templo de Diana", unabasilica que ofreció importantes
restos a finales del siglo pasado, y unas termas, a la que
pertenecen bellas piezas arquitectónico-decorativas que
hoy conserva el Museo Nacional de Arte Romano, Otros
edificios públicos desconocidos completaban el conjunto,
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Plano de Mérida, elrecinto primitivo enrayado tupido
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Como capital de provincia contaba con otro foro, con
.una serie de organismos tanto civiles como religiosos, al
que se accedía desde el "Arco de Trajano", que ejercía el
papel de frontera entre la parte de la ciudad dedicada a
los servicios provinciales y la propiamente dicha Emerita.
En el área forense provincial tenemos atestiguada la existencia de un templo de culto imperial y de una basilica,
cuyas ruinas restituyó el famoso erudito francés, Alejandro de Laborde.
Todo el recinto intramuros emeritense quedaba delimitado por una muralla, que se nos ha conservado en algunas zonas. Las torres eran de planta cuadrada y circular y
conocemos bien, gracias al testimonio inapreciable de las
monedas de su ceca, la estructura de las puertas de salida, geminadas y flanqueadas por sendas torres cilíndricas.
Elproblema del abastecimiento de agua quedó debidamente solucionado con la construcción de tres conducciones hidráulicas: Cornalvo, Proserpina y Rabo de Buey,
La conducción de Cornalvo, Aqua Augusla como la
llama una inscripción, la primera en el tiempo, se origina
en el embalse de su nombre, donde todavía se conserva
en buen estado la presa de contención de las aguas, que
venían a Mérida, a través de varios kilómetros, hasta la
zona de la actual plazade toros donde se hallaba el depósito terminal.
Muy interesantes son los restos de la de "Rabo
de
Buey-San LázaÍo", augústea\como la anterior, que surtía
de agua a la zona central de la ciudad y, más concretamente a las termas delforo, Elingenio de sus constructo-
res quedó bien demostrado tanto en la obra rcalizada
para proceder a las captaciones de diversas corrientes de
agua como a la correspondiente a la propia conducción, a
través de interminables galerías abovedadas, que hubo de
salvar con un magnífico acueducto, el de <San Lázaro>, el
problema que representaba el valle del río Albarregas.
Por fin, la tercera, la de Proserpina, conserva numerosos tramos de su trazado con su magnífico embalse, una
pßcina limaria y el depósito terminal, sin olvidar las sugestivas ruinas del acueducto de "Los Milagros", construido también por las mismas razones que el citado anteriormente.
Presa del pantano de Cornalbo. (Mérida, Badajoz)
42
43
Conducción hidrríulica de ac('esl a un depósito de Mérida. (Badq¡oz)
Itslica.-Es una de las fundaciones más antiguas de los
romanos en la Península. Su urbanismo más conocido y
suntuoso data claramente de tiempos de Adriano. Era un
lrazado per scamma que ocupaba unas suaves colinas
atravesadas por dos arroyos, que determinan un aspecto
urbano de calles empinadas con sus pórticos escalonados
y sus insulae en terrazas de variable altura.
La urbanización adrianea debió comenzar por canalizar
el curso de las aguas naturales de esos arroyos mediante
dos importantes cloacas, en excepciottal estado de conservación, que suman una longitud totalde 5 ó 6 kilómetros.
Luego se trazaron las demás calles, a veces por imperativos topográficos, no muy perpendiculares a los ejes principales, por lo que dan lugar a manzanas un tanto irregulares. Toda la red urbana, si atendemos a la longitud de
calles y cloacas, sobrepasaría los 10 kilómetros y supuso,
por la calidad de la construcción, un esfuerzo considerable.
El abastecimiento de agua, estudiado recientemente en
todos sus detalles, se pudo solucionar con la construcción
de un conducto de 36 kilómetros, longitud que mediaba
entre su caput aquae situado en el valle de Escacena del
Campo y la ciudad,
Una de las zonas mejor conocidas de su recinto intramuros es el barrio norte, que comprende, además de las
viviendas muy lujosas, dos edificios públicos: un anfiteatro y unas termas. El anfiteatro se situó extramuros y las
Termas Mayores o Baños de la Reina Mora intramuros,
en un cuadro de 110 por 110 metros, lo que equivale a la
superficie de dos manzanas completas. Las insulae del
ftazado urbano ofrecen dimensiones variables, aunque
siempre la planta es rectangular. Cada una de las insulae
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comprende dos casas, a excepción del caso de aquellas que
están ubicadas junto a la muralla como la "Casa de la
Exedra", que tienen menos espacio para desarrollarse.
Plano de ltalica
45
Por lo común las viviendas italicenses constan de un
.gran patio central con aljibe subterráneo para la recogida
de aguas, Este patio central puede observarse desde la
calle, lo que constituye, como senala Luzón, un precedente de la típica casa sevillana de la actualidad. Se accede a él desde la calle, con fachada de tres vanos, por
medio de un vestíbulo o corredor. No hay en Itálica dos
Todo el urbanismo de Tarraco, obedece a planteamientos augusteos y los esfuerzos rgalizados para ubicar sus
edificios públicos en una difícil topografía, con resultados
plenamente satisfactorios, hablan de la categoría incuestionable de Tarraco como capital de provincia,
casas que obedezcan al mismo plano y todo ello se debe a
imperativos de orden topográfico, Un caso significativo lo
constituye la denominada "Casa de Hylas", donde las estancias y patios se sitúan a distintas alturas comunicadas
por escaleras, La mayoría de las casas tenían dos plantas,
aunque es aventurado hacer conjeturas sobre la estructura del segundo piso, Las dependencias destinadas al servicio quedan aparte y su construcción es menos lujosa.
Todo el recinto quedó abarcado por una muralla muy
desde el principio, pues no en vano Itálica fue fundada
como reducto militar, y a lo largo de toda ella se practicó
una fosa defensiva de sección triangular, Al ampliarse en
el siglo It d, C, la extensión de la ciudad, también aumentó el perímetro de la muralla.
Taruaco.-El urbanismo tarraconense es muy peculiar y
apenas era conocido hasta hace pocos años, De los primeros tiempos de la ocupación romana data su conocida
muralla de grandes bloques poligonales, "ciclópeos", de
la que se conservan bien tres torres y una puerta con arco
de medio punto, todo en una longitud de 800 metros.
Sólo los lugares más bajos del recinto se dedicaron a
zonas residenciales.
El foro se sitúa en la primera planicie de la colina. Es
un espacio reducido con pórticos en los lados largos. De
la estructura de sus edificios públicos no se conoce mucho, aunque quizá una gran sala que se halla al sur del
pórtico pueda corresponder ala basilicø. No faltaron pequeños lugares de culto y establecimientos de carácter
comercial,
Siguiendo con el urbanismo dispuesto en terrazas, de
acuerdo con las características de su especial topografía,
junto a la zona portuaria, se descubrieron los restos del
teatro que puede fecharse en tiempos de Augusto,
El auge económico de Tarraco y su elevación a la categoría de capital de la provincia Tarraconensis motivó la
construcción de w foro para satis{acer las necesidades de
sus administrados. Se estableció enlatercazamás alta de
la ciudad, junto a la actual catedral, como una verdadera
acrópolis, Según las recientes investigaciones, se trata de
un recinto de 140 por 120 metros de extensión, Aquí
tenía su_ lugar un importante templo de culto imperial y
otros edificios aún por sistematizar.
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