Título original del libro: ( العِجْ لEl becerro)
Autor: Ahmed Alhasan
Segunda edición en español: 2020
Primera Edición en árabe: 2001 (1421 H.)
El becerro / Ahmed Alhasan;
Traducción de: Mariano Ricardo Calle.
Imagen de portada: Andrea di Lione. La adoración del becerro de oro
Extractos del Corán: traducción adaptada.
Las citas bíblicas son tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS © Copyright 1986, 1995,
1997 by The Lockman Foundation Usadas con permiso y corregidas.
Para más información y obras del Imam Ahmed Alhasan (a) por favor visite
www.losguiados.com (español) o www.almahdyoon.org (sitio oficial en árabe)
Dedicatoria
A los que sostuvieron las palabras de “no hay divinidad sino Dios” ...
A los que sostuvieron sus mortajas y marcharon hacia Dios…
A los profetas, mensajeros e imames, con ellos sea la paz…
Oh vosotros, nobles señores,
este pobre os dedica la paz y os dedica esta indigna mercancía
y dice con su corazón lleno de monoteísmo por Dios y entrega a vosotros
que ya nos ha tocado a nosotros y a nuestra gente, el daño, así pues,
sed caritativos con nosotros que Dios recompensa a los que dan caridad
Ahmed Alhasan
27 de Shawal de 1421 H
El Becerro
Primera parte
Introducción
En nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo
La alabanza a Dios. Que las salutaciones de Dios sean con Muhammad y
la familia de Muhammad, los infalibles, y que las salutaciones de Dios sean con
el almizcle final, la luz de Dios, y su remanente en su Tierra (que mi espíritu sea
su rescate).
Dijo el Altísimo: {El día que digan los hipócritas y las hipócritas a los
que han tenido fe «esperadnos para que podamos obtener de vuestra luz»
se dirá: «Regresad tras vosotros y buscad luz». Entonces separará entre
ellos con un muro que tendrá una puerta en cuyo interior estará la
misericordia y en su exterior frente a ella, el castigo * Les gritarán: «¿no
estábamos con vosotros?» Dirán: «sí, pero vosotros dejasteis seducir
vuestras almas, y esperasteis ansiosamente, y dudasteis, y os engañasteis
con la desiderata hasta que vino la orden de Dios y os engañó, por Dios, el
engañador» * Así pues, hoy no se aceptará de vosotros rescate, ni de los que
no tuvieron fe, vuestro crisol es el fuego, será vuestro guardián, y qué mal
destino}.1
En las historias pasadas de los profetas y sus naciones, que a veces los
siguieron y otras siguieron a los samiríes, y que a veces apoyaron a los profetas
y otras veces los abandonaron y apoyaron a los déspotas, hay una lección para
considerar y un recuerdo para mencionar.
Es necesario investigar el curso de los acontecimientos que ocurrieron
después de la partida del Profeta (s), del desplazamiento del Sucesor (a) y la
usurpación de su autoridad —y las tragedias a las que estos acontecimientos
arrastraron a la nación que no ha dejado de sufrir por esto hasta hoy la mayor
pena— para entender lo que ocurrió después de la partida del Profeta (s). Lo que
sufrieron el Comandante de los Creyentes (a) y sus hijos, los infalibles (a), por
los déspotas autoritarios al mando de un gobierno con una fuerza brutal, como
sufrieron por las órdenes de los samiríes, líderes del extravío que siempre
intentaban distorsionar la sharía y marginar a los musulmanes, así como
1
Sagrado Corán – sura «Al-Hadid» (El hierro), 13-15.
observar nuestra situación de hoy a través de las historias pasadas de los profetas
y sus naciones, ayuda a la lectura del futuro próximo en el que aparece el sello
de los sucesores, el Mahdi (a), y de lo que enfrentará, ya sean déspotas que
marginan y asesinan a musulmanes como el Sufiani, o samiríes (los maliciosos
eruditos inoperantes).
Por esto pensé yo, un pobre de pocas obras y muchas faltas, escribir esta
investigación para impedir, tal vez, que algunos creyentes caigan en el
precipicio, pues prevenir es mejor que curar. Aún más, ponerse del lado del
Sufiani o de los eruditos del mal que combatirán contra el Mahdi (a), no tiene
más cura que beber el agua hirviente ni más remedio que las cadenas de la
Gehena. Quizás sea un estímulo para que algunos creyentes trabajen para
preparar un terreno adecuado para levantar el estado de “no hay divinidad sino
Dios” sobre la Tierra, el estado del Imam Al-Mahdi (a), de la verdad y la justicia,
en un tiempo de tiendas de campaña de injusticia en cada rincón de esta Tierra.
Pues el déspota americano aprieta el nudo día tras día a los pueblos débiles,
llevando a la gente de la Tierra al abismo, y los déspotas autoritarios sobre los
pueblos islámicos no son sino siervos de este déspota del cual la historia humana
no conoce ejemplo sobre la Tierra, pues se asocian con él para servir al demonio,
y los pueblos islámicos, que son los pueblos más débiles del mundo, sufren dos
cosas:
La primera: los martillos del déspota americano y los déspotas autoritarios
que los dominan.
Y la segunda: los déspotas presentes dentro del marco islámico —me
refiero a algunos eruditos inoperantes de la religión que pretenden representar
al islam. Algunos de ellos marginan a estos pueblos e incluso tienen muchos
seguidores; a quienes les enseñan a quedarse callados, a ser sumisos y a
resignarse a los déspotas, y, por consiguiente, a la opresión, al hambre y a la
humillación.
Por lo tanto, es una guerra continua, adentro y afuera. Un enemigo infiel
que golpea continuamente y un hipócrita que erosiona desde adentro. Un faraón
y un samirí. Pilatos y los eruditos inoperantes de los hijos de Israel.
Por un lado, un déspota librando una guerra sin tregua contra la religión:
una televisión que muestra versículos del Sagrado Corán, para luego de un rato,
pasar canciones, mujeres semidesnudas y series, con el propósito de desmantelar
la estructura de la sociedad islámica, o para reducir lo que queda de la estructura
de la sociedad islámica a afeitarse la barba y dejarse crecer el bigote como
hacían los magos de las épocas pasadas. ¡Este es el islam a la vista de ellos!
¡Quien dice “no hay divinidad sino Dios” es asesinado, sus mujeres capturadas
y sus casas destruidas! Y lo más grave, es que algunos de ellos pretenden ser
árabes y hacer esto en nombre de los árabes, mientras atacan a las mujeres y
violan su honor, y sus cárceles están llenas de mujeres y niños.
Ahora bien, el árabe es honorable. Si pelea, pelea contra varones, no contra
mujeres. ¡Pues el arabismo peleó contra esos gitanos, los que quedaban de los
mongoles y los tártaros! Que ennegrecieron el rostro de la humanidad, y
cometieron crímenes y escándalos de los que se avergonzarían el faraón y
Nemrod (maldígalo Dios), contemporáneos de Moisés y Abraham (con ambos
sea la paz).
Por otro lado el samirí (los eruditos inoperantes) que intentan distorsionar
la sharía, no se encargan de ordenar lo reconocido ni de prohibir lo reprobable,
ni luchan por la causa de Dios ni con la lengua, ni con la mano en lo posible,
olvidando que el Mensajero de Dios (s) dijo lo que eso significaba: «para que
ordenéis lo reconocido y prohibáis lo reprobable, o los inicuos entre
vosotros se fortalecerán contra vosotros, y luego los mejores de vosotros
suplicarán y no se les responderá».1
¿Acaso existe alguien más malvado que los déspotas autoritarios que hay
hoy sobre la nación islámica? Los resultados de esto definitivamente existen,
así que los precursores existen, aún hasta hoy.
Por lo tanto, la causa de la intimidación despótica sobre las sociedades
islámicas de hoy es: que estas sociedades han dejado de ordenar la reconocido
y prohibir lo detestable. El motivo por el que estas sociedades han abandonado
esta obligación son los ulemas inoperantes que dejaron de ordenar lo reconocido
y prohibir lo detestable (si se corrompe el erudito, se corrompe el mundo).
Incluso hoy, en el alma de muchos musulmanes, se han arraigado las raíces
de la humillación, la sumisión, la resignación a los déspotas, un amor por este
mundo y por la vida, y un temor anormal a la muerte. Han comenzado a ver la
vida con humillación mejor que la muerte con honor. Y así, han degradado al
1
Al-Kafi, vol. 5, pág. 56.
ser humano y han dado vuelta los valores. Esto es lo que más quiere el demonio
(maldígalo Dios), que los pueblos islámicos débiles se queden estáticos entre la
espada y la pared, o digamos, entre el faraón y el samirí. Entre un déspota que
corrompe, asesina y saquea, y los eruditos (inoperantes) de la religión que no
ordenan lo reconocido ni prohíben lo detestable. Y detrás del telón, los dedos
del déspota americano moviendo las cuerdas a diestra y siniestra. De esta
manera, no queda del islam más que su nombre.
Hoy, la obligación de los eruditos, es abordar la reforma de la nación
islámica. Su obligación es llevar el peso del mensaje del que se han hecho cargo.
Vosotros, estudiantes de ciencias religiosas, o vosotros eruditos del islam —
shias y sunnis— ¡¿acaso creéis que todo lo que se os ha encargado es adquirir
ciencias morales y transmitirlas sin accionar ni ordenar lo reconocido ni prohibir
lo detestable, cuando lo que se os ha encomendado es reformar la nación,
alertando a sus hijos, y luchar por la causa de Dios con todo lo que cueste y
valga?!
Si creéis eso pues de verdad os digo: estáis equivocados.
Adquirir ciencias morales y transmitirlas no es difícil, pero dar vuestra
comida tres días a un prisionero, a un caminante, a un pobre o a uno que se dobla
del hambre como hizo el Imam Alí (a), eso sí que es difícil.1 Vivir tu vida para
1
Al-Qunduzi expuso en Yanabi Al-Mawada: de Ibn Abbas sobre lo que dijo el Altísimo:
{Son leales a sus promesas y temen un día cuyo mal se extenderá * Y dan alimento, a pesar
de su amor por él, a un necesitado, y a un huérfano, y a un cautivo} «Ad-Dahr» (La era), 78. Dijo: «Hasan y Husein (que Dios se complazca con ambos) se habían enfermado. Su abuelo
[el Mensajero de Dios (s)] y algunos de sus compañeros regresaron y dijeron: “oh padre de
Hasan, ¿y si haces una promesa por tus hijos?” Alí (que Dios se complazca con él) dijo: “si mis
dos hijos se recuperan, por ellos ayunaré tres días en agradecimiento a Dios”. Fátima (que
Dios se complazca con ella) dijo lo mismo. Y la criada [de ellos, una nubia llamada Fadah] dijo
lo mismo de ella. Y los dos niños dijeron: “nosotros ayunaremos tres días”. Dios los sanó, y
no tenían ni poco ni mucho. Entonces Alí (que Dios se complazca con él) partió hacia lo de un
varón judío llamado Simón Bin Haba. Y le dijo: “¿aceptarías un trozo de lana que la hija de
Muhammad (a) hilará para ti por tres medidas de cebada?” Dijo: “sí” y se las entregó.
Luego Fátima (que Dios se complazca con ella) tomó una medida, la molió y horneó cinco
panes, un pan para cada uno de ellos. Alí (que Dios se complazca con él) rezó con el Profeta (s)
el magrib, y cuando ella puso la comida entre sus manos llegó un pobre y se paró en la puerta.
Dijo: “la paz sea con vosotros, gente de la casa de Muhammad (s). Soy pobre, dadme algo para
comer”. Entonces le dieron la comida y se quedaron el día y la noche sin probar nada más que
agua. La segunda noche vino a ellos un huérfano que dijo: “dadme de comer”, y le dieron la
comida. La tercera noche vino a ellos un prisionero, y les dijo: “dadme de comer”, y le dieron.
hacer felices a los demás y erradicar la opresión y la injusticia es algo difícil.
Dar por la causa de Dios como dio el Imam Husein (a) es algo difícil.
La paz sea contigo, Abu Abdulá, que mi padre y mi madre sean tu rescate.
Diste todo y no te quedaste ni con el bebé ni las mujeres, no dejaste argumento
al flojo.
Vosotros señores, si os limitáis a adquirir ciencias y a adoraros a vosotros
mismos, estáis dando así a los déspotas todo lo que quieren, que os convirtáis
en siervos, no en eruditos. De hecho, la condición de siervo no puede quitarse
del erudito que no ordena lo reconocido y no prohíbe lo detestable, esto y el
significado de lo mencionado por los infalibles (a): que el erudito es mejor que
setenta siervos; porque el erudito se preocupa por la salvación de los hombres y
los siervos se preocupan por su propia salvación.
Fue narrado del Imam As-Sadiq (a): “narrar nuestros hadices que
fortalecen los corazones de nuestros shias es mejor que mil siervos”.1
Dijo el Altísimo: {pues si no son tropas cada grupo de ellos, un grupo
ha de obtener jurisprudencia en la religión y ha de advertir a su gente
cuando regresen a ellos. Quizás se cuiden}.2 Han de advertir a su gente, no
que han de dormir… O que adviertan a un individuo o dos. Pues si os importa,
señores, salvar vuestras almas, no digáis “somos estudiantes de ciencias
religiosas o eruditos”, no vistáis esas ropas para engañar a los hombres, no seáis
lobos vestidos con pieles de cordero como es el caso de muchos hoy. Pues esa
no es una posición para buscar este mundo, y esta no es una posición para
satisfacer deseos y adjudicarse metas. Es una posición para llevar el peso del
Y se quedaron tres días con sus noches sin probar nada más que agua. Entonces, cuando fue el
cuarto día y ya habían cumplido su promesa, Alí tomó la mano derecha de Hasan y la mano
izquierda de Husein (que Dios se complazca con ambos) y miró al Mensajero de Dios (s). Como
ambos temblaban como polluelos de tanta hambre y sus ojos se perdían, cuando el Mensajero
de Dios (s) los vió dijo: “¡Socorro, Dios! ¡¿La gente de la casa de Muhammad se muere de
hambre?!” Entonces Gabriel (a) bajó y recitó: {¿Acaso ha llegado al hombre un período de
la era en el que no haya sido algo recordado?} hasta el final de la sura. Yanabi Al-Mawada
Lid-Duyi Al-Qurba, vol. 1, pág. 279, Shawahid At-Tanzil Lil-Hakim Al-Huskani, vol. 2, pág.
403, Tafsir Ibn Kazir, vol. 4, pág. 649, y otros.
1
Al-Kafi, vol. 1, pág. 33.
2
Sagrado Corán – sura «At-Tauba» (El arrepentimiento), 122.
mensaje de los profetas y los infalibles (a), así que sed prudentes. Y si no, será
la perdición en este mundo y la otra vida.
Jesús (a) dijo: “el ejemplo de los eruditos del mal es como el ejemplo de
una roca que cayó sobre la boca de un río. No bebe ni deja que el agua
llegue a la siembra”.1
En 1971, cuando el Sayed Jomeini (Dios tenga misericordia) estuvo en la
noble Nayaf y sus alumnos esperaban una clase suya sobre la auto disciplina, el
sayed comenzó diciendo: “Siento la obligación de recordar a los señores algunas
ocasiones de las desgracias de los musulmanes…” Luego dijo: “¡¿Ahora queréis
que hable de ética?! No seremos disciplinados mientras no pensemos sobre estas
situaciones, y si hemos sido disciplinados fue porque hemos pensado en estas
situaciones”.
Así que a los eruditos inoperantes les digo: comparad vuestras obras con la
historia de los profetas y los enviados. Y la alabanza a Dios, pues en el Corán
que hay entre nuestras manos hoy, hay suficientes historias de ellos (a).
Encontraréis que vuestras vidas son completamente diferentes a las de ellos. Así
que, o bien camináis por el camino de los profetas y enviados, o bien apartaos
de este camino, para que no seáis leñadores del camino hacia Dios, como dijo
el Comandante de los Creyentes (a).
Os digo lo que dijo Jesús (a) a los soberbios eruditos inoperantes judíos:
“Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino
de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a
los que están entrando”.2
Despertad antes de que el alma recolecte lo que se ha ganado y antes de
que llegue el día en que digáis “oh tristeza nuestra por lo que nos hemos
excedido por el lado de Dios”.
Las raíces del islam y los musulmanes sufren hoy la aniquilación, ¡¿luego
queréis que me siente y hable de auto disciplina?!
1
Faid Al-Qadir, vol. 4, pág. 206, Al-Ilm wa al-Hikma fi Kitab wa As-Sunna, pág. 446,
Musuwaa al-Aqaid al-Islamiya, vol. 2, pág. 486.
2
Nuevo Testamento - Mateo 23, 13.
Despertad antes de que la espada del hijo de Fátima (a) se desenvaine,
cuando os arrepintáis por vuestras obras que os han ubicado hoy en la trinchera
del lado opuesto. Despertad y reconoced vuestras obscenas equivocaciones,
pues la vergüenza es preferible a entrar al fuego.
Al mismo tiempo insto a que los eruditos trabajadores, luchadores, ascetas
del mundo, cuyo exterior refleja su interior y que trabajan noche y día, ayuden
a difundir las palabras de “no hay divinidad sino Dios” y a difundir la justicia
en la sociedad islámica. Aunque seáis un pequeño puñado, como dijo el Imam
As-Sadiq (a).1
De Muhammad Bin Abdul Jaliq y Abu Basir, que dijo: «Abu Abdulá (a) dijo: “oh Abu
Muhammad, nosotros tenemos, lo juro por Dios, uno de los secretos de Dios y una de las
ciencias de Dios. Y juro por Dios, que ningún ángel cercano, ni profeta enviado, ni creyente
al que Dios haya probado la fe de su corazón los puede soportar. Y juro por Dios, que Dios
no encargó esto a nadie aparte de nosotros, ni ha pedido ser adorado así por ninguno
aparte de nosotros. Nosotros tenemos uno de los secretos de Dios y una de las ciencias de
Dios, que Dios nos ha ordenado predicar. Hemos predicado de parte de Dios, Poderoso y
Glorioso, lo que Él nos ha ordenado predicar, y no le hemos encontrado lugar, ni gente, ni
portadores que lo soporten hasta que para esto Dios creó unos pueblos. Fueron creados
del barro con el que han sido creados Muhammad, y su familia y su descendencia (con
ellos sea la paz), de una luz de la que Dios creó a Muhammad y a su descendencia, los
elaboró por el favor de su misericordia, de la cual hizo a Muhammad y a su descendencia.
Y predicamos de parte de Dios lo que Él nos ha ordenado predicar y ellos lo aceptaron y
lo soportaron [lo predicaron de nosotros, lo aceptaron y lo soportaron]. Les llegó nuestro
recuerdo e inclinaron sus corazones a conocernos, a nosotros y a nuestro hadiz. Si no
hubieran sido creados de esto no hubieran sido así. No, por Dios, que no lo hubieran
soportado”. Después dijo: “Dios creó pueblos para el Infierno y el fuego, y nos ordenó
predicarles como les habíamos predicado a ellos, y a estos les dio repugnancia. Sus
corazones sintieron aversión, reaccionaron contra nosotros, no lo soportaron, lo negaron
y dijeron ‘son hechiceros mentirosos’. Entonces Dios grabó sus corazones y les hizo
olvidarlo. Luego Dios liberó sus lenguas con algo de verdad. De este modo, hablaban de
ella mientras sus corazones la negaban, para que esto sea una defensa de los patronos de
Él y de la gente que lo obedece. Si no hubiera sido así no habría ningún siervo de Dios en
su Tierra. Nos ordenó protegerlo de ellos, mantenerlo secreto y oculto. Así que escondedlo
de quienes Dios ordenó protegerlo y mantenedlo en secreto para quien Dios ordenó que se
mantenga secreto y oculto”». Dijo: «luego levantó su mano, lloró y dijo: “Oh Dios, aquellos
serán un pequeño puñado. Haz que la vida de ellos sea como nuestra vida y la muerte de
ellos como nuestra muerte. Que no haya ninguna autoridad sobre ellos y ningún enemigo
tuyo que nos haga lamentarnos por ellos. Pues si Tú nos haces lamentar por ellos, jamás
serás adorado en tu Tierra. Y las salutaciones de Dios sean con Muhammad y su familia,
y les bendiga en entrega”». Al-Kafi, vol. 1, pág. 406
1
Claro que Dios bendecirá sus obras y pondrá en ellas mucho bien, si Dios
quiere. Así que no os desaniméis ni fatiguéis, que sois superiores, si Dios quiere.
Bienaventurados los reconocidos en el Cielo, los ignorados en la Tierra con sus
muchas obras y escasa provisión. Pido a Dios que me haga de vuestros
servidores y me incorpore en vuestro grupo, con mi gran ignorancia, mi poco
saber y mis escasas obras, por su favor, por su misericordia y su generosidad.
Sólo quise reformar lo que pude, suplicando al Viviente que no muere, que
sea yo de quienes, por Dios, no temen la censura ni la crítica. Mi éxito no
depende sino de Dios, a Él me encomiendo y a Él frecuento. Él es mi patrono y
a él se encomiendan los justos. Y me refugio en Dios de la infamia en este
mundo y en la otra vida.
Me fortifico con el Dueño del Reino y los Reinos, me aferro al Dueño del
Decreto y el Poderío, pido ayuda al Dueño de la Gloria y la Divinidad, de todo
lo que temo y prevengo, por Muhammad, y Alí, y Fátima, y Hasan, y Husein, y
Alí, y Muhammad, y Yafar, y Musa, y Alí, y Muhammad, y Alí, y Hasan, y
Muhammad (a), y la alabanza sólo a Dios.
En nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo {Y cuando
tu Señor llamó a Moisés: «ve al pueblo de los injustos * El pueblo de faraón,
¿no han de guardarse?» * Dijo: «Señor mío, temo que me desmientan * y
que se estreche mi pecho y no se suelte mi lengua, así pues, envía a Aarón *
Y tienen contra mí un pecado, así pues, temo que me maten» * Dijo: «No.
Así pues, id ambos con nuestras señales. Ciertamente, Yo estoy con vosotros
como oyente»}.1
***
1
Sagrado Corán – sura «Ash-Shuaara» (Los poetas), 10-15.
Satanás promete
Dijo el Altísimo: {Cuando dijo tu Señor a los ángeles: «Ciertamente,
soy el creador de un humano de barro * Y cuando lo haya formado y sople
en él de mi espíritu, caed hacia él prosternados» * Así pues, se prosternaron
los ángeles, todos ellos juntos * excepto Satanás. Se ensoberbeció y fue de
los infieles * Dijo: «Oh, Satanás, ¿qué te impidió prosternarte ante lo que
he creado con mis manos? ¿Te has ensoberbecido o eres de los superiores?»
* Dijo: «Yo soy mejor que él. A mí me has creado de fuego y a él lo has
creado de barro» * Dijo: «Entonces sal de allí, pues eres de los lapidados *
Y ciertamente, sobre ti será mi maldición hasta el día del juicio» * Dijo:
«Señor mío, entonces hazme esperar hasta el día en que resuciten» * Dijo:
«Entonces has de ser de los que esperan * hasta el día del tiempo sabido» *
Dijo: «Así pues, por tu poder, he de descarriarlos juntos * excepto a tus
siervos de ellos que sean sinceros» * Dijo: «Entonces la verdad, y la verdad
digo * que he de llenar el Infierno de ti y de quien te siga de ellos, juntos»}.1
Dios Glorificado y Altísimo creó a Adán (a) y ordenó a los ángeles a
prosternarse ante él. Esta prosternación fue un reconocimiento en acción del
mérito de Adán (a) sobre los ángeles (a) que estos seres sagrados realizaron de
la forma adecuada para su condición y mundo. Esta prosternación no fue hacia
el cuerpo de Adán (a), sino hacia su espíritu y realidad. Es más, fue a través de
la realidad muhammadiana, el hombre completo, el velo más cercano. A través
de él se orientaron hacia el Viviente que no muere. El Glorificado les ordenó
prosternarse sólo después de derramar la imagen ideal sobre la materia de Adán
(a) y soplar en él de su espíritu, Glorificado sea. En un hadiz del Profeta (s) se
narra respecto a esto: “Dios creó a Adán a su imagen”.2 Es decir, que Adán
(a), el hombre, o digamos, la criatura, es capaz de reunir las perfecciones divinas
en la medida de lo posible. Si Adán (a) no alcanza la distancia de dos arcos o
menos, pues ha de alcanzarla quien sea de su descendencia elegida, el purificado
Muhammad (s). Satanás (maldígale Dios) era consciente de algo de esta
realidad, pero se amotinó, no se prosternó con los ángeles y fue confinado a la
Tierra. Él observó la materia de la cual fue creado el cuerpo de Adán (a) y la
Sagrado Corán – sura «Sad» (Sad), 71-85.
Tauhid del Jeque As-Saduq, pág. 152, Uyun Ajbar Ar-Reda (a), vol. 2, pág. 110, Musnad
Ahmad, vol. 2, pág. 244, Sahih Al-Bujari, vol. 7, pág. 125.
1
2
comparó con la energía o el fuego del cual él había sido creado. Dedujo que la
energía es más noble que la materia, y pasó por alto la realidad de Adán (a) y su
proximidad a Dios. Así cayó Satanás en el abismo con su amplia ciencia y
prolongada adoración; porque no fue un siervo sincero de Dios, sino un siervo
sincero a sí mismo, que buscaba elevarse y ascender simplemente con su
adoración.
Por eso la prueba de prosternarse ante Adán (a) fue un enorme desastre
para él, un relámpago que cayó sobre su cabeza, pues envidió a Adán (a). Si lo
imaginaras con tu intelecto lo verías diciendo en ese momento: “He pasado todo
este tiempo en adoración. ¿Y Dios crea un siervo que es mejor que yo desde el
momento que es creado y se expresa? ¿Y lo eleva y lo asciende hasta llegar a
poner a los ángeles por debajo de su rango?” Este fue el velo que le impidió
apreciar la realidad de Adán, que lo empujó a buscar una excusa para evitar
prosternarse con la cual persuadirse y discutir con su Señor.
La respuesta que Dios, Glorificado y Altísimo, le dio no fue sino la
expulsión y la maldición; porque fue de los que lucharon contra las señales, a
pesar de la certeza de sus almas, por injusticia y altanería.1 Dijo el Altísimo:
{Esa es la morada de la otra vida que hemos puesto para los que no quieren
ser altaneros en la Tierra ni corrupción. Y la retribución es para los
devotos}.2
Satanás (maldígalo Dios) no era un ignorante al que se le enseñara, ni un
desobediente al cual reprender, sino un sabio soberbio y un déspota engreído sin
freno. Su alma pasó a odiar a esta criatura nueva, haciendo de ella la causa de
su expulsión de la misericordia de Dios, y tomándola a ella y a su descendencia
como enemigos; Por eso pidió una espera y una postergación hasta el día de
rendición de cuentas, para desviarlos del senda recta de Dios: {Dijo: «Pues por
lo que me has descarriado, he de sentarme para ellos en tu senda recta *
luego he de llegar a ellos entre sus manos, y detrás de ellos, y desde su
derecha y desde su izquierda, y no encontrarás a la mayoría de ellos
agradecidos}.3
1
Dijo el Poderoso y Glorioso: {Y lucharon contra ellas, a pesar de la certeza de sus
almas, por injusticia y altanería. Así pues, mira cómo fue la retribución de los corruptos},
Sagrado Corán – sura «An-Naml» (Las abejas), 14.
2
Sagrado Corán – sura «Al-Qisas» (El relato), 83.
3
Sagrado Corán – sura «Al-Aaraf» (Las alturas), 16-17.
El día del tiempo sabido es el día que se levanta el Imam Al-Mahdi (a), ya
que fue mencionado en un hadiz de Isaaq Bin Ammar que dijo: Le pregunté —
es decir, al Imam (a)— acerca de la espera de Satanás, de un tiempo sabido que
Dios Altísimo mencionó en su libro, y dijo: “{Dijo: «Entonces ciertamente,
eres de los que esperan * hasta el día del tiempo sabido»}”.1 Dijo (a): “El
tiempo sabido es el día que se levanta el Qaim. Así pues, cuando Dios lo
envíe, ha de ser en la mezquita de Kufa. Satanás vendrá y se hincará sobre
sus rodillas diciendo ‘Ay de mí en este día’. Entonces él lo agarrará por el
mechón de su cabello y lo golpeará en el cuello. Ese día del tiempo sabido
será su fin”.2
En el Evangelio, el demonio es atado con cadenas en la Resurrección
Menor, es decir, en el tiempo del levantamiento del Imam Al-Mahdi (a). En la
visión de Juan dice: “... Y vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del
abismo y una gran cadena en su mano. Prendió al dragón, la serpiente antigua,
que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo cerró
y lo selló sobre él, para que no engañara más a las naciones, hasta que se
cumplieran los mil años; después de esto debe ser desatado por un poco de
tiempo”.3
Del sayed Ibn Tawus (Dios tenga misericordia), que dijo: Encontré en el
libro de Enoc, el profeta (a), lo mencionado con respecto a Satanás y la respuesta
que Dios le dio: «Dijo: “Señor, espérame hasta el día en que resuciten”.
Dijo: “No. Pero serás de los que esperan hasta el día del tiempo sabido, pues
es el día de tu ejecución y tu demanda. Ese día he de purificar la Tierra de
la incredulidad, del politeísmo y la inmoralidad. Y he elegido para ese
tiempo, unos siervos míos, cuya fe ha sido probada en sus corazones
repletos de piedad, sinceridad, certeza, devoción, reverencia, veracidad,
tolerancia, paciencia, dignidad, religiosidad, renunciación al mundo y
anhelo por lo que hay junto a mí. Haré de ellos misioneros del Sol y la Luna.
Los haré califas en la Tierra y fortaleceré para ellos la religión que me
complace para ellos. Luego me adorarán sin asociarme nada, establecerán
el azalá en su tiempo y entregarán el azaque en su momento, ordenarán lo
reconocido y prohibirán lo detestable. Y arrojaré en esa época la probidad
sobre la Tierra, para que nada dañe a nada y nada tema a nada. Las
Sagrado Corán – sura «Al-Hiyr» (El rocoso), 37-38.
Muntajab Al-Anwar Al-Madia, pág. 357, Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 376.
3
Capítulo 20.
1
2
alimañas y el ganado habitarán entre los hombres y no se dañarán unos a
otros. Quitaré el aguijón de cada alimaña y me llevaré el veneno de todo lo
que pica. Haré descender bendiciones de los Cielos y la Tierra. La Tierra
florecerá con la belleza de su flora, y saldrán todos sus frutos y especies con
perfumes. Arrojaré la compasión y la misericordia entre ellos. Se
confortarán, repartirán con igualdad y se enriquecerá el pobre. No se
engreirán unos con otros. El mayor será misericordioso con el menor y el
pequeño venerará al mayor. Retribuirán con verdad, y con ella juzgarán y
gobernarán.
Esos son mis patronos. He escogido para ellos un profeta elegido,
confiable, complacido. A él lo he hecho profeta y mensajero para ellos, y a
ellos los he hecho amigos y partidarios para él. Esa es la nación que he
escogido para mi profeta elegido, mi garante complacido. Ese es el tiempo
que he velado en mi ciencia oculta y que debe, definitivamente, ocurrir. Te
aniquilaré ese día, a ti, a tus jinetes, a tus varones y a tus soldados, juntos.
Así que anda, pues eres de los que esperan hasta el día del tiempo sabido”».1
Esa es la historia de Satanás, el sabio servicial que cayó en el abismo y
cuya arrogancia lo condujo al Infierno. En ella hay una lección para que el
considerado la considere y el recordador la recuerde, ¡¿Dónde están los
considerados y los recordadores?!
El Comandante de los Creyentes (a) dijo: «Así pues, considerad lo que
hizo Dios con Satanás, cuando frustró su larga obra y considerable
esfuerzo. Él fue siervo de Dios durante seis mil años, no se sabe con
seguridad si fueron años terrenales o años de la otra vida, y por
ensoberbecerse sólo una hora. Entonces ¿quién después de Satanás queda
a salvo de Dios con tal ejemplo de desobediencia? Pues nadie. Dios, el
Glorificado, no ha de hacer entrar al Paraíso a ningún humano con algo
que ha hecho salir de allí a un ángel. La ley para los habitantes del Cielo y
los habitantes de la Tierra es la misma. No hay ninguna indulgencia, entre
Dios y ninguna de sus criaturas, en permitir algo que Él ha prohibido a los
mundos.
1
Saad As-Saud del sayed Ibn Tawus, pág. 34, Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 385, Ilzam
An-Nasib, vol. 2, pág. 259, Muyam Ahadiz Al-Imam Al-Mahdi (a), vol. 5, pág. 199.
Así pues, cuidado, siervos de Dios, con que os contagie, que os infecte
con su enfermedad y triunfe sobre vosotros con sus caballos y hombres,
pues, juro por mi vida, que él ya os ha aventajado con la saeta y la amenaza,
ha tensado para vosotros el arco con fuerza y ha apuntado desde un lugar
cercano. Y dijo: {Dijo: «Señor mío, por lo que me has descarriado los
adornaré en la Tierra y los descarriaré juntos»},1 … y buscad refugio en
Dios del osado soberbio, como os refugiáis de las desgracias de la eternidad.
Pues si Dios hubiera autorizado la soberbia a alguno de sus siervos la
hubiera autorizado en particular a sus profetas y patronos… ellos eran
personas vulnerables. Dios los sometió al hambre, los probó con el
agotamiento, los examinó con el miedo, y los conmocionó con la
decepción… Moisés, el hijo de Imrán, con su hermano Aarón (a), entraron
a lo del faraón vistiendo albas de lana y en sus manos llevaban cayados. Y
le pusieron condiciones, que si aceptaba el islam su reino permanecería.
Entonces aquél poderoso les dijo “¿no os maravilláis de estos dos, que me
ponen condiciones para que mi poder continúe y mi reino permanezca,
siendo ambos lo que veis, de una situación paupérrima y humillante? ¿Por
qué no llevan brazaletes de oro?”, gloriándose del oro y todo lo suyo, y
despreciando la lana y sus vestidos… A Dios, temed a Dios del apremiante
agravio, de la eventual gravedad de la injusticia, y del mal consecuente de
la soberbia, pues esa es la trampa más grande de Satanás y su mayor
conspiración, aquella que albergan los corazones de los hombres igual que
un veneno mortal. Nunca se agota ni le erra a nadie, ni a un sabio con su
saber, ni a un indigente en sus harapos… Dios, el Glorificado, maldijo a las
generaciones pasadas antes de vosotros sólo porque dejaron de ordenar lo
reconocido y prohibir lo reprobable, pues Dios ha maldecido a los necios de
cabalgatas pasadas y a los pasivos que les han dejado continuar… ¿No
habéis cortado ya los lazos del islam, transgredido sus límites y aniquilado
sus normas?... Yo soy de una gente que no teme la reprobación por estar de
acuerdo con respecto a Dios. El aspecto de esa gente es el aspecto de los
veraces y sus palabras son las palabras de los virtuosos. Están desvelados
por la noche y son faros en el día. Están sujetos con una cuerda al Corán,
reviven la tradición de Dios y la tradición de su mensajero. No se
1
Sagrado Corán – sura «Al-Hiyr» (El rocoso), 39.
engrandecen, ni se creen superiores, no exageran ni corrompen. Sus
corazones están en el Paraíso y sus cuerpos en la acción».1
1
Nahyul Balaga (La cima de la retórica), sermón Al-Qasia, Nahyul Balaga con
comentarios de Muhammad Abduh, vol. 2, pág. 183, Bihar al-Anwar, vol. 14, pág. 466.
La senda recta
Dijo el Altísimo: {Y así te hemos inspirado un espíritu de nuestra
orden. No estabas enterado de lo que es el libro ni la fe, pero hicimos de él
una luz con la que guiamos a quien queremos de nuestros siervos. Y
ciertamente, tú guías hacia una senda recta * La senda de Dios, aquél del
que es lo que hay en los Cielos y lo que hay en la Tierra. ¿No es en Dios que
concluyen los asuntos?}.1
Es la verdad o el camino que Dios, Glorificado sea, quiere que sus siervos
tomen, el camino al Viviente Eterno, Glorificado sea. En otras palabras, son las
creencias y los estatutos correctos de su ley, Glorificado sea, que llegan a los
siervos por medio de sus profetas, mensajeros y sucesores (a). El prudente debe
buscar la verdad para apartar su alma del castigo y buscar refugio en su Señor,
yendo por la senda recta, pues la satisfacción en esta vida física y la abstracción
en ella son peor que la muerte. Es más, se parece a la nada. De hecho, es el
Infierno. Dijo el Altísimo: {Te piden que apresures el castigo, y ciertamente,
el Infierno rodea a los infieles}.2 Además, conocer la verdad y caminar por
ella, sobre ella y hacia ella es la vida verdadera; porque al final se llega al mundo
del intelecto y se regresa a la vida que no muere, y esta meta está por encima
del Paraíso. Dijo el Altísimo: {Ha prometido Dios a los creyentes y a las
creyentes, paraísos. Corren debajo de ellos, ríos. Estarán
permanentemente en ellos, y en moradas buenas en el paraíso del Edén. Y
la complacencia de Dios es mayor que aquello, ésta es el triunfo inmenso.}.3
Dijo el Altísimo: {Y no sabe el alma lo que se les esconde de consuelo a
los ojos como recompensa por lo que hacían}.4 El prudente no pierde su
oportunidad de caminar sobre este camino, pues si llega, es por la misericordia
de Dios, y si no, pues experimenta los paraísos por el favor de Dios y por la
bendición de responder al llamado del Viviente que no muere: “adelántate”.5
1
Sagrado Corán - sura «Ash-Shura» (La consulta), 52-53.
Sagrado Corán - sura «Al-Ankabut» (La araña), 54.
3
Sagrado Corán - sura «At-Tauba» (El arrepentimiento), 73.
4
Sagrado Corán - sura «As-Sayda» (La prosternación), 17.
5
Con estas palabras indica (a) lo que fue narrado de la Gente de la Casa (a), lo ya narrado
por el Jeque Al-Kulaini en su cadena: de Abu Yafar (a), que dijo: “Cuando Dios creó el
2
Dijo el Altísimo: {Él es el que os ha creado de polvo, luego de una gota,
luego de algo colgante, luego os hizo salir como niños, luego os hizo alcanzar
vuestra madurez, luego hubisteis de ser ancianos, y de vosotros hay quien
parte antes, y alcanzáis un plazo designado. Y quizás razonéis}.1 Es decir
que Dios os creó con la esperanza de que alcancéis el mundo del intelecto como
lo alcanzaron los profetas y los imames (a). Es más, lo que se espera, es que
lleguéis al grado más alto de este mundo, que es el grado de tocar el mundo de
la divinidad o de la distancia de dos arcos o menos. El dueño de esta posición
meritoria es aquél para quien fue creada (Muhammad (s) y Alí, su alma).
Aunque elegí ser breve y concreto, no hay problema en aclarar un poco, quizás
Dios me otorgue una súplica de quien lea estas palabras.
Sabed queridos y queridas creyentes, que lo primero creado fue el intelecto,
que es el primer mundo espiritual y es un mundo integral. Las cosas existentes
dentro de él están inmersas unas en otras y no se excluyen entre sí. Su gente
tiene grados, siendo el más alto el de tocar el mundo de la divinidad, Glorificada
sea, y este es un grado particular de Muhammad y Alí (a).
Pues Muhammad (s), {Luego se acercó hasta humillarse * así estuvo a
una distancia de dos arcos o más cerca}2 y Alí (a) es su alma. Dijo el Altísimo:
{y nuestras almas y vuestras almas},3 y Alí es tocado por el Ser de Dios como
fue narrado por él (s).4 Debajo de ambos hay grados. Ambos (con ellos sea la
paz) abarcan y conocen a cada quien debajo de ellos dos, y quien está debajo
aprende de ellos en la medida de su capacidad. Nadie los conoce completamente
a ellos dos excepto aquél que los creó, así como nadie conoce completamente a
Dios excepto ellos dos con el conocimiento posible del ser humano.
intelecto le inquirió luego, diciéndole: “Adelántate” y él se adelantó. Luego le dijo:
“Retrocede”, y él retrocedió. Luego dijo: “Juro por mi poder y gloria, que no he creado
una creación que sea más amada para mí que tú, y no te he completado sino en quien amo.
En cuanto a mí, a ti te mando, a ti te advierto, a ti te castigo y a ti te premio”. Al-Kafi, vol.
1, pág. 10. El dichoso es el que cumple con el llamado de Dios, Poderoso y Glorioso, y se
adelanta cuando Él, el Altísimo, manda adelantarse.
1
Sagrado Corán - sura «Gafir» (Perdonador), 67.
2
Sagrado Corán - sura «An-Naym» (La estrella), 8-9.
3
Sagrado Corán - sura «Al Imran» (La familia de Imrán), 61.
4
Munaqib Ibn Shahr Ashub, vol. 3, pág. 31, Al-Muyam al-Ausat de Tabarani, vol. 9, pág.
142, Kanz al-Umnal, vol. 11, pág. 621, Bihar al-Anwar, vol. 39, pág. 313.
Fue narrado por el dueño de la posición meritoria (s) el significado de esto:
“Oh Alí, sólo yo y tú conocemos a Dios, solo Dios y tú me conocen, y solo
Dios y yo te conocemos”.1
En cuanto al segundo mundo, el mundo de los Reinos, es un mundo ideal
y de imagen, es el mundo de las almas, parecido al que se ve al dormir. Y es así
porque el que duerme está desatento de su existencia física y atiende a su
existencia en los Reinos, que podéis llamarla “ideal” o “espiritual”.
En cuanto al tercer mundo, el mundo físico, es un mundo que se parece a
la nada, sólo tiene la posibilidad de existir por su capacidad de existir. Es el
último de los grados de descenso. Si una imagen se derrama sobre la materia se
forma un cuerpo y éste es el primero de los grados de ascensión o regreso. Luego
los cuerpos se dividen según sus grados de existencia en cuerpos inertes, plantas,
animales y seres humanos. El ser humano, o bien se eleva y regresa a su
Iniciador, Glorificado sea, glorificando en el mundo del intelecto cerca del
Viviente que no muere, o bien degrada su alma dando la espalda a su Señor,
pues solo ve la materia de la que apenas es consciente o solo alcanza a saber de
ella cuando la imagen ideal se derrama sobre ella. De este modo, se vuelve como
el ganado, es más, aún más extraviado del camino; porque fue creado para
adelantarse y retrocedió, fue creado para usar el intelecto y prefirió la
ignorancia, fue creado para vivir y prefirió la muerte.
Dijo Abu Abdulá (a): «“Dios, Poderoso y Glorioso, creó el intelecto, que
es la primera creación de las espirituales, a la derecha del trono, a partir
de su luz. Y le dijo “retrocede” y retrocedió. Luego le dijo “adelántate” y
se adelantó. Entonces Dios, Bendito y Altísimo, dijo: “te he hecho una gran
creación y te he favorecido sobre toda mi creación.”» Dijo: «Luego creó a
la ignorancia del mar salobre de tinieblas y le dijo “retrocede” y retrocedió,
luego le dijo “adelántate” y no se adelantó, entonces le dijo “te has
ensoberbecido” y la maldijo…».2
En cuanto al intelecto, todo el intelecto es Muhammad (s) y su sucesor, Alí
(a); porque es su alma, como está en el versículo “y nuestras almas y vuestras
1
Mujtasar Basair Ad-Darayat, pág. 125, Musuaa Al-Imam Al-Mahdi (a) fi Kitab AsSunna, vol. 8, pág. 185, Mashariq Anwar al-Yaqin, pág. 176.
2
Al-Kafi, vol. 1, pág. 21, Al-Jisal As-Saduq, pág. 589, Tuhaf Al-Uqul, pág.
almas”.1 Y en cuanto a la ignorancia, toda la ignorancia es el segundo, el
principio de la soberbia. Es aquel al que extravió Satanás y arrojó al abismo.
Satanás (maldígalo Dios) dijo: {Señor, por lo que me has descarriado},2 es
decir, por aquél con el que me has descarriado, o lo desconocido que ha causado
mi descarrío. En el versículo se describe como algo indefinido; porque es de la
oscuridad, sin identidad, y está el “lo que”, que se utiliza para “seres
irracionales”; porque no tiene intelecto.
Por lo tanto, entre los hijos de Adán (a), hay alguien que se elevó por la
adoración y la perfección moral hasta alcanzar la distancia de dos arcos o más
cerca, pues es el maestro espiritual de los ángeles cercanos y el hombre
completo, es decir, Muhammad (s), tal como Adán (a) enseñó a los ángeles lo
que no sabían. El Comandante de los Creyentes dijo: “El hombre fue creado
con un alma que habla por sí misma. Si la purifica con la ciencia y las
acciones se asemeja a las joyas en su forma inicial. Si endereza su
temperamento y la separa de sus contradicciones entra en comunión con
los siete firmamentos”.3
Y entre los hijos de Adán hay quien arrojó su alma al abismo, que nada en
un mar salobre de oscuridades sobre oscuridades, que cuando sumerge su mano
apenas la ve, hasta convertirse en oscuridad sin luz, en ignorancia sin intelecto,
en desasosiego sin estabilidad, en miedo sin tranquilidad, sin ningún sosiego
que descienda sobre él. Sin esperanza en la misericordia de Dios y sin esperar
al espíritu de Dios, aun cuando Satanás (maldígalo Dios), al resucitar para la
Resurrección, esperará la misericordia de Dios, como está mencionado en un
hadiz. Dijo el Altísimo: {Y cuando les adornó el demonio sus acciones y dijo:
«no habrá vencedor contra vosotros hoy entre los hombres, y seré un vecino
para vosotros». Luego, cuando se vieron las dos formaciones, dio media
1
Se refiere (a) a lo que dijo el Altísimo: {Así pues, quien te argumente sobre ello
después de lo que ha venido a ti de la ciencia, pues di: «venid, llamemos a nuestros hijos y
a vuestros hijos, y a nuestras mujeres y a vuestras mujeres, y a nuestras almas y a vuestras
almas, luego imprequemos pues, invocando la maldición de Dios para los mentirosos»},
sura «Al Imran» (La familia de Imrán), 61. El alma del Mensajero de Dios (s) es Alí Bin Abi
Talib (a), sus hijos son Hasan y Husein (con ambos sea la paz) y las mujeres son Fátima (con
ella sea la paz). Véase el motivo por el cual descendió este versículo en Tafsir al-Maymua AlBayan, vol. 2, pág. 309 y otros.
2
Dijo el Altísimo: {Dijo: «Señor mío, por lo que me has descarriado los adornaré en
la Tierra y los descarriaré a todos»}. «Al-Hiyr» (El rocoso), 39.
3
Munaqib Aal Abu Talib, vol. 1, pág. 327, Uyun Al-Hukm wa Al-Mawaid, pág. 304, Bihar
al-Anwar, vol. 40, pág. 165, Mizan al-Hikma, vol. 1, pág. 223.
vuelta sobre sus talones y dijo: «estoy libre de vosotros, yo veo lo que no
veis, temo a Dios y Dios es severo en el castigo»}.1
Estos mismos son los maliciosos y soberbios que inspiran a los demonios
de los genios a adornar las palabras. Pues los demonios de los genios toman de
los demonios de los hombres y aprenden de ellos. Dijo el Altísimo: {Y así
pusimos para cada profeta un enemigo. Demonios de los hombres y los
genios, que se inspiran unos a otros, adornadas palabras de engaño. Y si
quisiera tu Señor, no lo habrían hecho. Así que abandónalos y a lo que
inventan}.2
Al-Haruri dijo:
Yo era un joven entre los soldados de Satanás, y se desarrolló
en mí la cuestión, hasta que pasó a ser Satanás uno de mis soldados.
Y si él muere antes que yo, seré mejor después de él
con métodos de inmoralidad que no serán buenos ni para él.3
Y queda algo… para el que pueda preguntar. Según los infieles, ¡¿no es el
intelecto con lo que ellos inventan aviones y sofisticados dispositivos de
comunicación?! La respuesta es: le preguntaron a Abu Abdulá (a) sobre lo que
tenía Muawiya y dijo (a): “Aquella inteligencia es una obra satánica, se
parece al intelecto y no es intelecto”.4 Así que todo ser humano tiene una parte
en el mundo de los Reinos. Su parte es el alma, que es una imagen ideal y una
sombra del intelecto. Esta sombra es la capacidad de conciencia o el portavoz
plantado en los paraísos. Los animales sin habla la tienen en común con
nosotros, pero el reflejo del hombre es más puro. Como el brillo del intelecto
sobre su alma es más esplendoroso y claro, la parte que tiene de esta sombra es
mayor. Cualquiera que haya estudiado el mundo animal sabe que algunos
animales pueden inventar algunas herramientas, como lo han mencionado
algunos biólogos. Por ejemplo, las nutrias que construyen represas para elevar
el nivel del agua. Así que el hombre no tiene ninguna superioridad sobre los
1
Sagrado Corán - sura «Al-Anfaal» (Los botines), 48.
Sagrado Corán - sura «Al-Anaam» (Los ganados), 112.
3
Bihar al-Anwar, vol. 12, pág. 33.
4
Al-Kafi, vol. 1, pág. 11, Maani al-Ajbar, pág. 240, Wasail, vol. 15, pág. 206.
2
animales excepto poder contemplar dentro de esta sombra para ver la realidad y
el intelecto, y caminar hacia ella para completarse mediante la adoración, el
agradecimiento y los buenos modales. Si no se conforma con esta sombra pues
es como el ganado, es decir, como los animales sin habla. Si degrada su alma
con una moral aborrecible se extravía aún más del camino.
Y la alabanza a Dios solamente, y no nos ha llegado de la ciencia sino un
poco. Señor mío, hazme entrar a mí, a los creyentes y a las creyentes en tu
misericordia. Tú eres mi Guardián en este mundo y en la otra vida, y una
bendición de Protector y una bendición de Auxiliar.
Las creencias y los estatutos
Incluyen:
Las creencias correctas:
La fe en la existencia de un creador y su unicidad, en la confirmación de
sus profetas, mensajeros y sus sucesores (a), en la justicia, la predestinación, el
destino, el cambio del destino, el Paraíso y el fuego, en la infalibilidad de los
califas de Dios en su Tierra (a), en los ángeles, en lo oculto y todo lo que han
informado los profetas, los mensajeros y sus sucesores (a). Lo único que
tenemos que hacer es asirnos a sus anexos y reivindicar sus huellas. Dijo el
Altísimo: {Di: «si amáis a Dios entonces seguidme, que os amará Dios y os
perdonará vuestros pecados, y Dios es Perdonador, Misericordiosísimo»}.1
De Zurara, que dijo: se le preguntó a Abu Abdulá (a) sobre el comienzo del
linaje de Adán, sobre cómo fue, y sobre el comienzo del linaje de la
descendencia de Adán. Pues tenemos gente que dice: que Dios, Poderoso y
Glorioso, inspiró a Adán a casar a sus hijas con sus hijos y que toda esta creación
se originó de hermanos y hermanas.
1
Sagrado Corán - sura «Al Imran» (La familia de Imrán), 31.
Entonces Abu Abdulá (con él sea la paz) dijo: “Dios está muy por encima
de eso”. Dijo: “Quien dice esto está diciendo que Dios, Poderoso y Glorioso,
ha creado lo mejor de su creación, ¡sus amados, sus profetas, sus
mensajeros, los creyentes, las creyentes, los musulmanes y las musulmanas
de lo ilícito!, ¡y que no tiene el poder de crearlos de lo lícito!, cuando ya ha
aceptado con ellos el pacto de lo lícito y de la pureza inmaculada. Por Dios,
me he enterado de una bestia que había desconocido a su hermana y se
apareó con ella. Al descubrirlo y saber que era su hermana se arrancó los
genitales con los dientes y luego cayó muerta. Y otra que se había apareado
con su madre hizo lo mismo al enterarse. Entonces ¿qué haría un hombre
con su humanidad, superioridad y ciencia! Es solo que una generación de
esta creación —que veis— prefirió alejarse de la ciencia de la gente de las
casas de sus profetas, y tomaron de dónde no se les había ordenado tomar,
llegando a lo que veis, la perdición y la ignorancia por la ciencia, cómo
fueron las cosas en el pasado, desde el comienzo que Dios ha creado lo que
ha creado y lo que siempre ha sido”.
Luego dijo: “¡Ay de ellos!, ¿cómo se alejaron tanto de lo que no
difirieron ni los juristas de la gente del Hiyaz ni los juristas de la gente de
Iraq, en que Dios, Poderoso y Glorioso, ordenó al cálamo escribir sobre la
tabla preservada lo que fue y será hasta el Día de la Resurrección mil años
antes de crear a Adán? Que en todas las escrituras de Dios por las que pasó
el cálamo está la prohibición de las hermanas a los hermanos junto con lo
que es ilícito. Nosotros ya vemos esto en cuatro de estas famosas escrituras
de este mundo, la Torá, el Evangelio, los Salmos y el Corán. Dios las hizo
descender de la tabla preservada sobre sus mensajeros, las salutaciones de
Dios sean con todos ellos. La Torá a Moisés (con él sea la paz), los Salmos a
David (con él sea la paz), el Evangelio a Jesús (con él sea la paz) y el Corán
a Muhammad (las salutaciones de Dios sean con él y su familia), y a los
profetas (con ellos sea la paz). Y realmente no hay ninguna permisibilidad
de nada de eso. Yo digo: quien dice esto o algo parecido no busca sino
fortalecer los argumentos de los magos. ¿Qué tienen? Que Dios los
combata…”1
La alabanza a Dios que los expuso y los humilló por su ignorancia y su
terquedad con los veraces de la familia de Muhammad (a), ya que han puesto a
los profetas (a) como a hijos de la fornicación y ellos lejos están de eso. Que
1
Alal ash-Sharai, vol. 1, pág. 19.
Dios ennegrezca el rostro de cada uno que enfrente a los veraces de la familia
de Muhammad (a), que diga conocer la tradición del Mensajero, lo explícito del
libro y lo alegórico de él, que se auto designe imam invitando al fuego con los
asuntos de la religión como hicieron los omeyas, los abasidas y los que les
siguieron en los asuntos religiosos. Hoy ya no queda excusa para sus seguidores
excepto la obstinación y la soberbia, o decir: “es una cabra” ¡aunque vuele!
El puntal de las creencias al que la fe obliga es lo que hay al final de la sura
de “La vaca” y es en lo que tenía fe el Profeta (s):
La fe en Dios, en los ángeles, en los libros celestiales y en los mensajeros,
es igual que sean profetas o sucesores, o cualquier enviado de Dios, Glorificado
sea, aunque fuera sólo un enviado para el liderazgo terrenal, como Saúl (a).
Así pues, cada musulmán debe tener fe en Dios, Uno, Único, Singular,
Eterno, tener fe en la profecía de Muhammad (s) y tener fe en los ángeles, en
los libros, en los profetas del pasado, en sus sucesores y en sus leyes, y
respetarlas, aunque estén abrogadas, porque un día fueron una ley de Dios sobre
esta Tierra. El musulmán debe tener fe en los doce sucesores (a) del Profeta
Muhammad (s), y aceptar todo lo correcto que ellos (a) informaron. Asimismo,
el musulmán debe tener fe en el Doceavo Sucesor de los sucesores de
Muhammad (a), que es el Imam Muhammad Bin Al-Hasan Al-Mahdi (a), que
está vivo sustentándose hasta hoy y que se levantará con la espada como se
levantó su abuelo (a). El musulmán debe serle leal, genuino con él y ponerlo a
él antes que a sí mismo, que a sus bienes o a sus hijos. Debe trabajar para
propagar su palabra, para difundir su misión y la injusticia que sufrió, y preparar
su (a) estado. Ser enemigo de sus enemigos, los imames de la tiranía que
dominan esta nación, y de sus infieles asistentes y soldados, que salieron del
valiato de Dios para ir al valiato de Satanás (el maldito). Y el creyente no debe
temer al número de ellos ni a su equipo.
Dijo el Altísimo: {Y tramaron un ardid, y nosotros tramamos un ardid
y ellos no lo percibieron * Así pues, observa cómo fue el final de su ardid,
que los hemos destruido a ellos y a su gente, juntos * Pues esas son sus casas,
ruinas por lo que oprimieron. Ciertamente, en esto, hay una señal para un
pueblo que sabe}.1
1
Sagrado Corán - sura «An-Naml» (Las hormigas), 50-52.
Los estatutos:
En cuanto a los estatutos, pues son el conjunto de leyes que trajeron los
profetas y los enviados de parte de Él, Glorificado sea, encomendados a los
siervos. Talvez algunos hayan sido abrogados, u otros hayan sido legislados con
el correr del tiempo, de acuerdo con la ciencia del Juicioso Informado, con los
cuales corrige la situación de los siervos y de los países en cada época. No es
correcto que se abrogue, que se cambie o se añada excepto en la misión de un
advertidor infalible que hable en nombre de Dios y actúe bajo su mandato.
Quien quiera ir más allá de eso va por mal camino. Si observamos las leyes
celestiales y los estatutos divinos encontramos que las aplica alguien así, y que
solamente él es el reformador de los espíritus, los cuerpos, los países y la
economía. Así que quien legisle, cambie, abrogue o añada leyes sin ser de los
infalibles que hablan de parte de Dios, habrá pretendido ser un dios y que la
creación debe adorarlo, aunque no lo declare con sus palabras. El Corán ya ha
declarado que los judíos servían a sus rabinos y sacerdotes en lugar de a Dios;
porque ellos les hacían lícito lo ilícito y les hacían ilícito lo lícito, y les
obedecían. De Abu Yafar (a), en la interpretación de lo que dijo el Altísimo:
{Han tomado a sus rabinos y a sus monjes como señores en lugar de a
Dios}.1 Dijo (a): “con respecto a sus rabinos y a sus monjes, ellos les
obedecen, adoptan sus palabras, siguen lo que les ordenan, y han hecho su
religión sobre lo que ellos les han invitado. Así pues, les han tomado como
señores y les han obedecido, han abandonado lo que ordenó Dios, así como
a sus libros y mensajeros. Lo han desestimado tras sus espaldas. Lo que les
han ordenado los rabinos y los monjes lo han seguido. Los han obedecido a
ellos y han desobedecido a Dios. Y esto está mencionado en nuestro libro,
para que aprendamos de ellos…}.2
Por lo tanto, toda creencia en la que crea el ser humano, si no la toma de
un infalible que la traiga de parte de Dios, será adoración a otro en lugar de a
Dios. Cada estatuto de la ley que el ser humano ponga en práctica, si no la toma
de un infalible que la traiga de parte de Dios, será una adoración a esa persona
que la prescribió y la legisló; porque pretende ser un dios, mientras que los
mismos infalibles no transmiten sino el estatuto de la ley de Dios.
1
2
Sagrado Corán - sura «Al-Tauba» (El arrepentimiento), 31.
Tafsir Al-Qummi, vol. 1, pág. 289, Bihar al-Anwar, vol. 9, pág. 212.
El Imam As-Sadiq (a), en su famosa carta a los shias, dijo: «oh vosotros,
brigada exitosa, Dios ha completado para vosotros el bien que os ha dado.
Sabed que no hay en la ciencia de Dios ni en su orden, que uno adopte algo
de la creación de Dios en su religión por deseo, opinión o criterios. Dios ya
ha hecho descender el Corán y ha puesto en él explicaciones de cada cosa.
Ha puesto gente para el Corán y para enseñar el Corán. La gente de la
ciencia del Corán, a la que Dios le ha enseñado su ciencia, no puede adoptar
algo por deseo, opinión o criterios. Dios los ha enriquecido por encima de
eso con la ciencia que les ha dado y por asignársela a ellos. La colocó junto
a ellos como generosidad de Dios para honrarlos. Ellos son la gente del
recuerdo que Dios ordenó a esta nación preguntar. Ellos son los que si
alguno les pregunta —ya estaba en la ciencia de Dios el creerles y seguir
sus huellas— lo guían, le dan de la ciencia del Corán lo que lo guiará a Dios
con su permiso y a todos los caminos de la verdad. Ellos son aquellos a los
que nadie evita, ni a sus asuntos, ni a su ciencia —con la que Dios los honró
al colocarla junto a ellos— excepto aquel que en la ciencia de Dios se ha
dejado superar por la ruindad durante el origen de la creación, poniéndose
bajo la oscuridad, esos que evitan preguntar a la gente del recuerdo a la
que Dios entregó la ciencia del Corán y ordenó preguntarle. Esos son los
que han tomado sus deseos, sus opiniones y sus criterios hasta que el
demonio entró en ellos; porque han puesto a la gente de fe en la ciencia del
Corán de Dios, como a infieles, y han puesto a la gente que se desvió de la
ciencia del Corán de Dios, como a creyentes. Hasta han prohibido muchas
cosas que Dios ha permitido y han permitido muchas cosas que Dios ha
prohibido.
Este es la raíz del fruto de sus deseos. Antes de morir, el Mensajero de
Dios (s) había hecho una alianza con ellos. Y ellos dijeron: “nosotros,
después de que Dios, Poderoso y Glorioso, se llevó a su Mensajero, tenemos
permitido adoptar opiniones en torno a lo que acuerden los hombres”. Esto
fue después de que Dios, Poderoso y Glorioso, se llevó a su Mensajero (s) y
después de la alianza que hizo con nosotros y nos ordenó cumplir. Se
opusieron a Dios y a su Mensajero (s), y no hay nadie más osado contra
Dios ni perdición más clara que la de quien obra así, alegando que se le
permitió.
Por Dios, que su creación debe obedecerle y seguir sus mandamientos
durante la vida de Muhammad (s) y después de su muerte. ¿Acaso esos
enemigos de Dios pueden aseverar que alguno que se haya islamizado con
Muhammad (s) acepte sus palabras, opiniones y criterios? Pues si dicen que
sí, habrán mentido sobre Dios y se habrán extraviado. Y si dicen que no,
nadie debería aceptar sus opiniones, deseos y criterios. Habrán reconocido
la prueba contra sí mismos y terminarán alegando que a Dios se lo obedece
y su mandamiento se sigue, incluso después de la partida del Mensajero de
Dios (s). Ya lo ha dicho Dios y su palabra es la verdad: {Y no es Muhammad
sino un mensajero. Pasaron antes de él, mensajeros. ¿Acaso pues, si muere
o es matado volveréis sobre vuestros talones? Y quien vuelva sobre sus
talones no dañará a Dios en nada, y recompensará Dios a los agradecidos}.1
Esto es para que sepáis que a Dios se lo obedece y sus mandamientos se
siguen durante la vida de Muhammad (s) y después de que Dios se llevó a
Muhammad (s). Así como no hubo ningún hombre junto a Muhammad (s)
que adoptara sus propios deseos, opiniones o criterios, oponiéndose a la
orden de Muhammad (s), tampoco hay ningún hombre después de
Muhammad (s) que adopte sus propios deseos, opiniones o criterios».2
Y si los imames (a), que con su intelecto y ciencia completos de lo explícito
y lo alegórico del libro, de su revelación e interpretación, no tienen dictámenes,
sino que citan a Dios y a su Mensajero (a), entonces ¿cómo es que lo hacen otros
de menor intelecto e ignorando lo explícito, lo alegórico, la revelación y la
interpretación?
Cuando Abu Hanifa fue a lo del Imam As-Sadiq (a), éste le dijo: «oh Abu
Hanifa, ¡¿conoces el libro de Dios como hay que conocerlo?! ¡¿Conoces lo
abrogado y lo que abroga?!» Dijo: «Sí». Dijo (a): «oh, Abu Hanifa, has
pretendido tener esta ciencia y ay de ti, pues Dios sólo se la ha dado a la
gente del libro sobre la que descendió. Ay de ti, pues esto es sólo algo
particular del linaje de nuestro Profeta (s). Dios no te ha hecho heredero ni
de una letra de su libro. Así que si es como tú dices, y no es como tú dices,
infórmame…».3
***
1
Sagrado Corán - sura «Al Imran» (La familia de Imrán), 144.
Al-Kafi, vol. 8, pág. 5-6, Wasail Ash-Shia, vol. 27, pág. 37, Bihar Al-Anwar, vol. 75,
pág. 213.
3
Alal Ash-Sharai, vol. 1, pág. 90, Wasail Ash-Shia, vol. 27, pág. 48.
2
En sus historias hay una lección
Dijo el Altísimo: {Y ciertamente, ya hemos planteado a los hombres en
este Corán cada ejemplo. Y si vas a ellos con una señal han de decir los
infieles: «no sois sino unos falseadores» * Así es como marca Dios los
corazones de los que no saben * Así que sé paciente. Ciertamente, la
promesa de Dios es verdad. Y que no te tomen a la ligera los que no tienen
certeza}.1
Sería apropiado que cada musulmán estudie la historia de los hijos de
Israel, su vida con Moisés y Aarón (con ambos sea la paz), y luego con Jesús
(a); porque el envío de Moisés y Aarón (con ambos sea la paz) fue casi como el
envío de Muhammad y Alí (con ambos sea la paz). Lo que les ocurrió a Moisés
y a Aarón (con ambos sea la paz) no se diferencia mucho de lo que les pasó a
Muhammad y Alí (con ambos sea la paz). Lo que hicieron los hijos de Israel
durante la ausencia de Moisés (a) o después de la partida de Aarón y Moisés
(con ambos sea la paz), no se diferencia mucho de lo que hizo esta nación
después de la partida de Muhammad (s), después de la partida de Alí (a), y luego
después de la ausencia del sello de los sucesores, Muhammad (a). Asimismo, el
envío de Jesús (a) a los hijos de Israel fue casi como el envío de Muhammad
Bin Al-Hasan Al-Askari Al-Mahdi (a) a esta nación. Lo que el Mahdi (a)
encontrará de esta nación y en algunos eruditos del mal (inoperantes) de esta
nación no se diferencia mucho de lo que encontró Jesús (a) en los judíos y sus
eruditos inoperantes. {Así pues, relátales la historia. Quizás reflexionen}.2
1
2
Sagrado Corán - sura «Ar-Rum» (Los romanos), 58-60.
Sagrado Corán - sura «Al-Aaraf» (Las alturas), 176.
Los hijos de Israel aguardan el nacimiento de
Moisés (a)
Antes del envío de Moisés (a), los hijos de Israel aguardaban a este gran
Profeta y Reformador Esperado. Incluso daban las buenas nuevas de su
nacimiento y preparaban el recibimiento de este hijo bendito. Aquél que los
libraría del gobierno déspota del Faraón que estaba en estado de alerta para
capturar y matar a este bendito recién nacido, para librarse de él antes de que
creciera y accione contra el gobierno déspota, avergüence a los faraones y sus
espurias pretensiones, y conduzca a los hijos de Israel a la salvación llevando
las palabras de “no hay divinidad sino Dios” a la gente de la Tierra. Los años
del nacimiento del prometido llegaron y el Faraón mató a los recién nacidos de
los hijos de Israel en esos años en que esperaban el nacimiento de Moisés (a),
suponiendo que así podrían cambiar la tradición de Dios. Y Dios quiso
humillarlo y mostrar su debilidad frente al poder divino y la planificación. El
Glorificado crió a Moisés concretamente en el palacio del Faraón, y el tutor de
Moisés no fue sino un faraón déspota, que intentaba noche y día, eliminar a este
recién nacido.
Dijo el Altísimo: {Así pues, lo recogió la familia del Faraón, para que
sea para ellos un enemigo y una desgracia. Ciertamente, el Faraón y Hamán
y las huestes de ambos estaban equivocados * Y dijo la mujer del Faraón:
«Es un consuelo para mí y para ti. No lo mates. Tal vez nos sea útil o lo
adoptemos como hijo». No lo presintieron}.1 Mientras el Faraón y sus huestes,
que consideraban débiles a los hijos de Israel, humillaban y asesinaban a sus
hijos y a los mejores de ellos, Moisés crecía en el palacio del Faraón y veía lo
que sucedía en el palacio: los planes de terror y el propósito de estos, el
descrédito del pueblo y la carga de obedecer al Faraón, o por lo menos la
rendición a las órdenes llevadas a cabo y el abandono de la resistencia. {Dijo el
Faraón: «No os hago ver sino lo que yo veo y no os guío sino a un camino
de integridad»}.2
1
2
Sagrado Corán - sura «Al-Qisas» (El relato), 8-9.
Sagrado Corán - sura «Gafir» (Perdonador), 29.
Moisés (a) veía que la política del Faraón y su partido representaban un
obstáculo para la difusión de la religión divina, un impedimento para la
legislación religiosa de los hijos de Israel y una propagación de la corrupción, y
que, por lo tanto, empujaba a la generación surgida en este entorno corrupto a
la corrupción, al abandono de la religión y del cumplimiento de la sagrada ley
divina. Este es el factor más importante del cual depende el déspota en su
gobierno, ya que garantiza que el pueblo renuncie a Dios, al poder verdadero y
al auxilio verdadero capaz de acabar con los déspotas y con su demoníaco
partido.
Moisés (a) el luchador en el camino de Dios, el
emigrante hacia Dios y el profeta que invitaba a
Dios
Dijo el Altísimo: {Y cuando se fortaleció y maduró le dimos juicio y
ciencia. Y así es como recompensamos a los que hacen el bien * Y entró en
la ciudad en un momento de distracción de su gente. Y encontró en ella a
dos varones combatiendo. Éste de sus seguidores y éste de sus enemigos. Así
pues, le pidió ayuda el que era de sus seguidores contra el que era de sus
enemigos. Y lo apuñeteó Moisés y lo liquidó. Dijo: «Este era de la obra del
demonio. Ciertamente, él es un enemigo extraviador evidente» * Dijo:
«Señor mío, he sido injusto con mi alma, así pues, perdóname». Y Él le
perdonó. Ciertamente, Él es el Perdonador, el Misericordiosísimo * Dijo:
«Señor mío, por tu beneficio sobre mí, pues no he de ser colaborador de los
criminales» * Y amaneció en la ciudad, temeroso, acechante. Y cuando el
que le había pedido auxilio ayer le pidió ayuda a gritos, díjole Moisés:
«Ciertamente, eres un descarriado evidente» * Y cuando quiso echarse
sobre el que era enemigo de ambos, éste dijo: «oh Moisés, ¿quieres
matarme como mataste un alma ayer? No quieres sino ser un violento en la
Tierra y no quieres ser de los que hacen el bien» * Y vino un varón del
extremo de la ciudad afanándose que dijo: «oh Moisés, los notables
conspiran contra ti para matarte. Así que sal. Ciertamente, soy para ti de
los consejeros» * Así pues, salió de ella temeroso, acechante. Dijo: «Señor
mío, sálvame del pueblo de los injustos» * Y cuando se dirigió su rostro
hacia Madián dijo: «Quizás mi Señor me dirija a lo llano del camino»}.1
Moisés (a) entró a la contienda de la vida, para encontrar la injusticia
despótica del Faraón contra el vulnerable pueblo de los hijos de Israel y los
egipcios. Y Moisés (a), purificado y refinado profeta reformador esperado que
los hijos de Israel reconocieron, ¿cómo podría quedarse en el palacio del Faraón
como su colaborador, aunque fuera en silencio ante su injusticia y tamaña
muchedumbre? Así que Dios quiso que se produzca este incidente, que fue la
matanza de un secuaz del faraón y soldado suyo de la oscuridad. Este incidente
tuvo un gran efecto en el alma de Moisés (a), ya que se refugió en la verdad,
pidiéndole perdón y arrepintiéndose ante Él de lo que él consideraba un pecado,
que era haber vivido en el palacio del déspota del Faraón, padre tutor de Moisés
(a). Cuando su Señor, Glorificado sea y Altísimo, lo perdonó, por la merced que
tuvo con él al perdonarlo, hizo una alianza con Dios: que no sería colaborador
de un criminal impío, aunque fuera adulándolo o en silencio ante su injusticia.
Así que Moisés (a) debía alejarse después de este incidente y emigrar hacia
Dios. Salió de la ciudad temeroso, acechante y desapareció de los hijos de Israel
durante diez años. Los pasó en las tierras de Madián viviendo una vida simple
y tranquila en los brazos de un gran profeta que fue Shuaib (a), encargándose
del rebaño de ovejas y aprendiendo mucho para regresar después, a los hijos de
Israel como líder, capitán, caudillo y profeta, invitando hacia Dios, guiando a
los creyentes a salvarse de la violencia del Faraón, del debilitamiento y el
escarnio al que estaban sometidos en Egipto. Y Moisés (a) y los creyentes
cruzaron el mar, y Dios ahogó al Faraón y a sus huestes. Pero después de este
cruce pasó lo que pasó: los hijos de Israel se rebelaron contra los mandamientos
divinos, y desobedecieron a Moisés y a Aarón (con ambos sea la paz). Después
de que los hijos de Israel se negaron a entrar a Tierra Santa y a luchar contra los
titanes para difundir las palabras de “no hay divinidad sino Dios” y adorar
puramente a Dios, Dios prescribió para ellos la perdición cuarenta años en el
desierto del Sinaí. Cuánto dañó a Moisés y a Aarón (con ambos sea la paz) el
transcurso de este período. Muchos de ellos se oponían a Moisés (a), o no le
hacían caso. O contrariaban a Aarón, siendo él un profeta y el sucesor de Moisés
(a). Así que Dios les ordenó escribir a cada jefe de las tribus de los hijos de
Israel, su nombre sobre una vara mustia. Aarón escribió su nombre y Moisés (a)
colocó las varas en una tienda de reunión. Entonces Dios quiso que la vara en la
que estaba escrito el nombre de Aarón (a) se cubriera de verde, para que sea un
1
Sagrado Corán - sura «Al-Qisas» (El relato), 14-22.
milagro que confirmara su profecía y su derecho a ser el Sucesor de Moisés (a).
Pero no cesaron de excederse con Aarón (a) y lo menospreciaban. Incluso
cuando fabricaron el becerro y lo adoraron Aarón (a) se les opuso y casi lo matan
a él junto a unos pocos que apoyaban la verdad con él (a). ¡Y esto no fue
suficiente para los judíos, sino que distorsionaron la Torá después de la partida
de Moisés y Aarón (con ambos sea la paz), y escribieron con sus manos
pecadoras en ella, que el que construyó el becerro y extravió a los hijos de Israel
había sido Aarón (a)!
Así pues, observad la injusticia contra este gran profeta Aarón (a).
Comparadla con la justicia contra el Sucesor Alí Bin Abi Talib (a). Es una
tradición de Dios y no verás ningún cambio en la tradición de Dios.
***
La sedición del becerro
Dijo el Altísimo: {Y cuando hicimos un pacto con vosotros y elevamos
sobre vosotros el monte: «Tomad lo que os hemos dado con fuerza y
escuchad». Dijeron: «Hemos escuchado y hemos desobedecido». Y se les
hizo beber en sus corazones el becerro por su incredulidad. Di: «Qué malo
lo que os ordena vuestra fe si habéis de ser creyentes»}.1
Y dijo el Altísimo: {E hizo el pueblo de Moisés después que él se fue, a
partir de sus alhajas, un becerro. Cuerpo tenía, mugido. ¿No ven que no les
habla y no los guía a ningún camino? Lo tomaron y fueron injustos * Y
cuando cayó en sus manos y vieron que ya se habían extraviado, dijeron:
«Ciertamente, si no tiene misericordia de nosotros nuestro Señor y nos
perdona, habremos de ser de los perdedores» * Y cuando regresó Moisés a
su pueblo, enojado, apenado, dijo: «¡Qué mal como me habéis sucedido!
¿Se os ha dado prisa por la orden de vuestro Señor?» Y arrojó las tablas y
tomó por la cabeza a su hermano y lo jaló hacia él. Dijo: «Hijo de madre,
el pueblo me ha considerado débil y casi me matan, así que no hagas que se
alegren del mal ajeno por mí los enemigos y no me pongas con el pueblo de
los injustos» * Dijo: «Señor mío, perdóname y a mi hermano, y haznos
entrar en tu misericordia, y tú eres el más misericordioso de los
misericordiosos» * Ciertamente, los que tomaron el becerro tendrán la ira
de su Señor y la vileza en la vida de este mundo. Y así recompensamos a los
que inventan * Y los que obraron iniquidades, luego se arrepintieron
después de ello y han tenido fe, ciertamente, tu Señor después de ello, ha de
ser Perdonador, Misericordiosísimo}.2
Y dijo el Altísimo: {Dijeron: «No hemos faltado a tu promesa por
nuestra voluntad, pero a nosotros se nos hizo llevar cargas de alhajas del
pueblo y lanzarlas. Así pues, las arrojó el Samirí» * Y produjo para ellos
un becerro. Cuerpo tenía, mugido. Dijo: «Éste es vuestro dios y el dios de
Moisés». Así pues, él se olvidó» * ¿No ven que no les devuelve palabra y no
puede perjudicarlos ni beneficiarlos? * Y ya les había dicho Aarón antes:
«Oh pueblo mío, se os está poniendo a prueba con ello. Y ciertamente,
1
2
Sagrado Corán – sura «Al-Baqara» (La vaca), 93.
Sagrado Corán – sura «Al-Aaraf» (Las alturas), 148-153.
vuestro Señor, es Misericordioso. Así pues, seguidme y obedeced mi orden»
* Dijeron: «No dejaremos de dedicarnos a él hasta que regrese a nosotros
Moisés» * Dijo: «Oh Aarón, ¿qué te lo impidió, cuando los vistes
extraviándose * que no me seguiste? ¿Has pues, desobedecido mi orden?»
* Dijo: «Oh hijo de madre, no me tomes por mi barba ni por mi cabeza. Es
que temí que dijeras: “has causado separación entre los hijos de Israel y no
has considerado mi palabra”» * Dijo: «¿Y cuál es tu perorata, oh Samirí?»
* Dijo: «Observé lo que ellos no observaban. Entonces recogí un puñado de
la huella del mensajero y la lancé, y así me sugirió mi alma» * Dijo:
«Entonces vete, pues para ti, en la vida, está el que digáis “no tocar”. Y
ciertamente, para ti, hay una promesa a la que no has de faltar. Y observa
a tu dios con el que has persistido dedicado. Ciertamente, hemos de
quemarlo, luego, hemos de pulverizarlo, en el mar estará disuelto» *
Ciertamente, vuestra divinidad es Dios, aquél del que no hay divinidad sino
Él. Ha abarcado cada cosa en ciencia}.1
La sedición del becerro ocurrió durante los cuarenta años de éxodo en el
que se perdieron los hijos de Israel en el desierto del Sinaí, como castigo por su
rebelión contra las órdenes divinas y como enmienda de la corrupción de sus
almas. Dios, Glorificado y Altísimo, prometió a Moisés (a) treinta noches y
luego las completó con diez. Dijo el Altísimo: {Y prometimos a Moisés treinta
noches y las completamos con diez. Así pues, se completó el término de su
Señor}.2
El Glorificado y Altísimo no ignoraba que la cita era de cuarenta noches y
no mintió a Moisés. El Glorificado y Altísimo está muy por encima de algo así.
Sin embargo, convino con él treinta noches y las diez que completaban las
cuarenta dependían de otra cosa que aún no había ocurrido, como una súplica,
una caridad, alguna acción de Moisés (a) o un descuido del grupo de los hijos
de Israel que los discipline con la ausencia de Moisés (a) durante diez noches
más. Pues Dios, Glorificado sea, sabía que Moisés se ausentaría cuarenta
noches, pero en la tabla de borrado y confirmación estaba que Moisés se
ausentaría treinta noches, pues si ocurría algo con Moisés (a) o con los hijos de
1
2
Sagrado Corán – sura «Ta Ha» (Ta Ha), 87-98.
Sagrado Corán – sura «Al-Aaraf» (Las alturas), 142.
Israel, esto completaría las cuarenta noches. Dijo el Altísimo: {Borra Dios lo
que quiere y confirma, y junto a Él está la madre del libro}.1
Esto es como cuando cualquiera de nosotros suplica a Dios que lo libre de
la desgracia o le conceda de su misericordia lo que Él quiera. Pues si los asuntos
no cambiaran, la súplica sería inútil y una plática sin sentido. Pero Dios
Glorificado decreta las cantidades y extiende sus dos manos llenas a quien Él
quiere. Él da en la medida que Él quiere y es el más juicioso de los juiciosos.
Este es el cambio en el destino, una verdad evidente en el Recordatorio del
Juicioso que han rechazado los ignorantes diciendo que “Dios ha concluido
todas las cosas”, como si sus manos estuvieran atadas, como dijeron los judíos.2
A pesar de esto, hay eruditos sunnis que demuestran el cambio en el destino
como Ibn Al-Yauzia en su libro Al-Yawab Al-Kafi, en el capítulo de “La
Sagrado Corán – sura «Ar-Raad» (El trueno), 39.
Los judíos afirman que la mano de Dios Altísimo está atada, que el Altísimo ha concluido
la creación y la orden, ¡y que no puede cambiar nada! Y Dios, Glorificado sea, ya ha contestado
a estas palabras, pues dijo: {Y han dicho los judíos: «La mano de Dios está atada». Atadas
están las manos de ellos y han sido maldecidos por lo que han dicho. Más bien, las manos
de Él están extendidas proveyendo como Él quiere. Y ciertamente, habrá de aumentar en
muchos de ellos, por lo que descendió a ti de tu Señor, la impiedad y la incredulidad. Y
hemos arrojado entre ellos la enemistad hasta el Día de la Resurrección. Cada vez que
enciendan un fuego de guerra ha de extinguirlo Dios. Se esfuerzan en la Tierra por
corrupción y Dios no ama a los corruptores}, Sagrado Corán – sura «Al-Maida» (La mesa
servida), 64.
La mayoría de los eruditos sunnis y judíos concuerdan en esto: que Dios Altísimo ya ha
concluido la orden ¡y que no la puede cambiar! Y lo han dicho en las narraciones, entre ellas, lo
narrado por Ahmed en su Musnad: de Ibn Umar, que dijo: Omar dijo: “Oh Mensajero de Dios,
¿opinas que en los actos que realizamos se cumple un asunto que ya ha concluido o son algo
nuevo?” Dijo: “Es algo que ya ha concluido. Así pues, actúa, hijo de Al-Jattab, pues ambas
cosas se facilitan. Si uno es de la gente de la felicidad, obra para la felicidad, y si es de la
gente de la desgracia obra para la desgracia”. Musnad Ahmad, vol. 2, pág. 52, y lo señaló
Sahih al-Bujari, vol. 6, pág. 86, Sahih Muslim, vol. 8, pág. 48, Tafsir Ibn Kazir, vol. 4, pág. 554,
y otros.
¡Según ellos estos textos son auténticos cuando dicen que Dios Altísimo está obligado
como dijeron sobre las acciones del ser humano! Encontramos que Bujari carga a Dios Altísimo
con la responsabilidad del pecado de Adán (a), pues se narró que Abu Huraira dijo: «El
Mensajero de Dios (s) dijo: “Adán y Moisés discutieron. Moisés le dijo: ‘¿No eres tú Adán,
aquél cuyo pecado lo expulsó del Paraíso?’ Y Adán le dijo: ‘Tú eres Moisés, al que ha
elegido Dios para su mensaje y su palabra. ¿Y me culpas por algo que ya estaba decretado
para mí antes de que yo fuera creado?’” Entonces el Mensajero de Dios (s) dijo: “Y Adán
venció con argumentos dos veces a Moisés.”», Sahih al-Bujari, vol. 4, pág. 131. Y así negaron
el cambio en el destino, ignorando su realidad.
1
2
súplica”. Y aunque no lo confirma con palabras, demostró su significado, ya sea
por narraciones del Profeta (s) o sus debates en favor de la súplica.
Durante estas cuarenta noches, el samirí aprovechó la ausencia de Moisés
(a) y elaboró un becerro con las alhajas. El samirí arrojó en este becerro un
puñado de polvo que tomó de abajo del casco del caballo de Gabriel (a). Así
salía un mugido del cuerpo del becerro, es decir, un sonido como el sonido de
un becerro vivo. Moisés (a) dijo: “Oh Señor, el becerro fue hecho por el
samirí. ¿El mugido de dónde sale?” Dijo: “De Mí. Porque al verlos
dándome la espalda hacia el becerro, quise aumentarles la sedición”.1
El samirí les dijo “éste es vuestro dios y el dios de Moisés”. Es decir, ¡que
vuestro dios ha hecho lícito este becerro! ¡Y muchos de los hijos de Israel le
creyeron después de haberlo ayudado a fabricar el becerro!
Debemos reflexionar sobre este incidente que está en el Corán y estudiarlo,
quizás Dios nos acerque a una vida feliz y a una muerte de mártires, como nos
prometió el Mensajero de Dios (s) si estudiábamos el Corán.2
Entonces queridos, si decidís estudiar este incidente, cuestionaos esto:
¿quién es el samirí? ¿No era uno de los eruditos de los hijos de Israel? ¿Acaso
no era un fiel monje? cuando {Dijo: «observé lo que ellos no observaban,
entonces recogí un puñado…»}.3
Por el contexto del versículo parece que vio a Gabriel (a) o cosas ocultas
que otros no veían.
Luego, ¿no era el samirí un luchador?
La respuesta a esto está en la interpretación del versículo: {Así pues, le
pidió ayuda el que era de sus seguidores},4 que era el samirí. Si esto es cierto
1
Tafsir Al-Qummi, vol. 2, pág. 62, Bihar al-Anwar, vol. 13, pág. 210, Qasas al-Anbiya
Al-Yirazi, pág. 268.
2
De Ismael Bin Abi Ziad, de Yafar Bin Muhammad, de su padre (a), que dijo: “El Profeta
(las bendiciones de Dios sean con él y su familia) dijo: «La gente del Corán está en el grado
más alto de los adamitas aparte de los profetas y enviados. No menospreciéis a la gente del
Corán y sus derechos, pues ellos tienen junto a Dios un lugar.», Zawab al-Aamal As-Suduq,
pág. 99-100.
3
Sagrado Corán – sura «Ta Ha» (Ta Ha), 96.
4
Sagrado Corán – sura «Al-Qisas» (El relato), 15.
el samirí era un luchador, que luchaba contra los soldados tiranos y contra el
Faraón en Egipto, antes de que Moisés (a) fuera enviado.1
Luego, ¿quién es el que olvidó? ¿Moisés (a) olvidó a su dios aquí y fue al
monte para que hable la lengua del samirí? La verdad está lejos de esto; porque
los hijos de Israel sabían que Moisés se había ido al monte por mandato de Dios.
Por lo tanto, el que olvidó es el samirí, es decir, él abandonó la fe verdadera y
al adorado de verdad. Así que las palabras son las de Dios, Glorificado sea.
Luego, ¿qué le sugirió su alma? La verdad es que este es el origen de toda
sedición: los deseos, el yo, el demonio y los adornos del mundo. Su alma
marcada por la maldad le sugirió que él era mejor que Aarón (a), se amotinó
contra él, no obedeció su orden y se ensoberbeció. Su alma le sugirió que él era
un sabio, un siervo, un asceta, talvez un luchador, que algunas cuestiones de lo
oculto se le habían revelado y que, por lo tanto, tenía más derecho que Aarón
(a) a liderar a los hijos de Israel en ausencia de Moisés (a). Envidió a Aarón y a
Moisés (con ambos sea la paz), y la arrogancia se apoderó de él como lo hizo.
El deseo y el yo se apoderaron de él todo lo posible. El demonio lo arrojó en el
abismo y lo hizo ensoberbecerse contra los grandes profetas (a) como él se había
ensoberbecido contra Adán (a). Así pues, el demonio lo provocó con su
llamamiento, lo sedujo con su tentación y lo infectó con su enfermedad.
Entonces descendió el velo sobre el reflejo del espíritu porque compró el
extravío con la guía y ya no pudo ver: {Y los ves mirándote y no ven}.2
Olvidó la realidad y al adorado de verdad, que no se ve con la vista ni se
percibe con las ilusiones. Regresó al más despreciable de los tipos de
politeísmo: la adoración de imágenes. Así pues, produjo lo que su alma
entrañaba: un becerro con cuerpo y mugido, la sedición con la que habría de
alegrarse un pueblo cuyas almas lo entrañaban antes de verlo. Se dieron de beber
el becerro antes de fabricarlo. Cuánto se habían opuesto a Moisés y a Aarón
(con ambos sea la paz) y cuánto habían lastimado a Moisés (a), {Y cuando dijo
Moisés a su pueblo: «Oh pueblo mío, ¿por qué me lastimáis ya sabiendo
En Tafsir Al-Qummi: «… El samirí estaba delante de Moisés el día que Dios ahogó
al faraón y a sus compañeros. Así que vio a Gabriel que estaba sobre un animal con forma
de yegua. Cada vez que ponía su casco en un sitio de la Tierra hacía temblar ese lugar. El
samirí observó esto y era uno de los mejores compañeros de Moisés…», Tafsir Al-Qumi,
vol. 2, págs. 61-63.
Esto prueba que el samirí era un líder a la vanguardia de los compañeros de Moisés (a) y
nada menos que uno de los mejores compañeros de Moisés (a).
2
Sagrado Corán – sura «Al-Aaraf» (Las alturas), 198.
1
que soy un mensajero de Dios para vosotros?» Y cuando se desviaron
desvió Dios sus corazones. Y Dios no guía al pueblo de los adúlteros}.1
Muchos de los hijos de Israel se creían mejores que Moisés (a). En cuanto
a Aarón (a), él no tenía ninguna importancia para muchos de ellos. En la Torá
dice: [Y se rebeló Coré, hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, con Datán y
Abiram, hijos de Eliab, y On, hijo de Pelet, hijos de Rubén, y se alzaron contra
Moisés, junto con algunos de los hijos de Israel… Y se juntaron contra Moisés
y Aarón, y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos
ellos son santos, y el SEÑOR está en medio de ellos. ¿Por qué, entonces, os
levantáis por encima de la asamblea del SEÑOR? Cuando Moisés escuchó esto,
cayó sobre su rostro; y habló a Coré y a todo su grupo, diciendo: Mañana
temprano el SEÑOR mostrará quién es de Él, y quién es santo, y lo acercará a
sí].2
[Entonces habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel
y toma de ellos una vara por cada una de las casas paternas: doce varas de todos
los jefes conforme a sus casas paternas. Y escribirás el nombre de cada uno en
su vara, y escribirás el nombre de Aarón en la vara de Leví; porque hay una vara
para cada jefe de sus casas paternas. Y las pondrás en la tienda de reunión
delante del testimonio donde me encuentro contigo. Y acontecerá que la vara
del hombre que yo escoja, retoñará. Así disminuiré de sobre mí las quejas de los
hijos de Israel que murmuran contra vosotros. Habló, pues, Moisés a los hijos
de Israel, y todos los jefes de ellos le dieron varas, una por cada jefe según sus
casas paternas; doce varas, con la vara de Aarón entre sus varas. Y Moisés
colocó las varas en la tienda del testimonio delante del SEÑOR. Y aconteció
que el día siguiente, Moisés entró en la tienda del testimonio, y he aquí, la vara
de Aarón de la casa de Leví había retoñado y echado botones, y había producido
flores, y almendras maduras. Moisés entonces sacó todas las varas de la
presencia del SEÑOR y las llevó a los hijos de Israel; y ellos las miraron y cada
uno tomó su vara. Pero el SEÑOR dijo a Moisés: Vuelve a poner la vara de
Aarón delante del testimonio para guardarla por señal a los rebeldes, para que
hagas cesar sus murmuraciones contra mí, y no mueran. Así lo hizo Moisés;
como el SEÑOR le había ordenado, así lo hizo].3
Sagrado Corán – sura «As-Saff» (Las filas), 5.
Sagrada Biblia, Antiguo Testamento, Números 16, 1-5.
3
Sagrada Biblia, Antiguo Testamento, Números 17, 16-28.
1
2
[Partieron del monte de Hor, por el camino del mar Rojo, para rodear la
tierra de Edom, y el pueblo se impacientó por causa del viaje. Y el pueblo habló
contra Dios y Moisés: ¿Por qué nos habéis sacado de Egipto para morir en el
desierto? Pues no hay comida ni agua, y detestamos este alimento tan
miserable].1
De esta manera el samirí y el cuerpo de su becerro fueron una válvula de
escape para aquellos adúlteros, para que se exteriorice el odio y la envidia que
sus almas entrañaban contra Moisés y Aarón (con ambos sea la paz), y
especialmente contra Aarón (a); porque calumniar su persona (a) e injuriar su
profecía y liderazgo era más fácil; y esto porque Moisés (a) tenía gran posición
y prestigio en las almas de muchos de los hijos de Israel porque les había
mostrado milagros con sus manos. Así, esos hipócritas que seguían al samirí,
menospreciaban a Aarón (a) y al grupo que se unió a él en torno a la verdad.
Intentaron matar a Aarón (a), pero él manejó la sedición con la sabiduría de los
profetas y luego espero a que volviera Moisés (a). Y Dios lo apoyó, manifestó
su derecho, juzgó a la creencia corruptora, manifestó su posición dentro de la
creencia correcta y la verdad que quería Dios:
{Y observa a tu dios con el que has persistido dedicado. Ciertamente,
hemos de quemarlo, luego, hemos de pulverizarlo, en el mar estará
disuelto» * Ciertamente, vuestra divinidad es Dios, aquél del que no hay
divinidad sino Él. Ha abarcado cada cosa en ciencia}.2
1
2
Sagrada Biblia, Antiguo Testamento, Números 21, 4-5.
Sagrado Corán – sura «Ta Ha» (Ta Ha), 97-98.
Parecido al samirí
Dijo el Altísimo: {Y recítales la noticia de aquél al que le dimos nuestras
señales. Pues se despojó de ellas, siguió al demonio y fue de los descarriados
* Y, si hubiésemos querido, le habríamos elevado mediante aquellas, pero
él se inclinó hacia la tierra y siguió sus deseos. Así que su ejemplo es como
el ejemplo del perro, si lo atacas, jadea o si lo dejas, jadea. Este es el ejemplo
del pueblo que desmiente nuestras señales. Así pues, relátales la historia.
Quizás reflexionen}.1
Balam Bin Baura era un erudito y asceta que vio algunas cosas de lo oculto.
Uno de los reyes déspotas infieles le pidió que suplicara contra Moisés (a). Él
suplicó sabiendo que Moisés era un gran profeta porque lo envidiaba y sabía
que este rey déspota era en realidad un infiel a Dios, a su mensaje y a su religión,
aunque manifestara su testimonio de que no hay divinidad sino Dios; porque su
beligerancia contra los patronos de Dios y la religión de Dios era una evidencia
de su incredulidad. Pero Balam Bin Baura y sus semejantes ponían sospechas
como excusas de sus caídas, y a veces también lo explícito como si fuera
alegórico o la verdad como si fuera alegórica; para violar lo que Dios,
Glorificado sea, hizo sagrado.
En la Torá dice que Balam Bin Baura no suplicó contra Moisés.
Aparentemente esto es una distorsión de los judíos, ya que en una narración del
Imam Ar-Reda (a) dice: “Ciertamente a Balam Bin Baura se le concedió el
nombre mayor, con el cual suplicaba y se le respondía; así pues, se inclinó
hacia el Faraón —que no era el Faraón de Egipto, maldígalo Dios— y cuando
el Faraón salió en busca de Moisés (a) y sus compañeros le dijo a Balam:
“suplica a Dios contra Moisés y sus compañeros para que lo encarcelemos”.
Montó en su burra para salir en busca de Moisés (a) y su burra se negaba
a avanzar, entonces le pegó. Y Dios, Poderoso y Glorioso, la hizo hablar, y
dijo: “Ay de ti por haberme pegado. ¿Acaso quieres que vaya contigo para
que supliques contra Moisés, el profeta de Dios, y contra el pueblo de los
1
Sagrado Corán - sura «Al-Aaraf» (Las alturas), 175-176.
creyentes?” No cesó de pegarle hasta matarla y el nombre mayor se retiró
de su lengua…”.1
Por lo tanto, este sabio que había sido informado de algunas cosas ocultas
tenía certeza. Sin embargo, su certeza no lo benefició en nada; porque se inclinó
hacia un gobernante injusto, y deseó superioridad y rango. No fue sincero con
Dios, pues su alma abrigaba arrogancia, amor por el yo y envidia por los
patronos elegidos de Dios.
Cuando se sometió a este examen divino se despojó de las señales de Dios
y renunció a ellas. Mostró su interior negro y su verdad se manifestó (un perro
que jadea tras el mundo). Sin embargo, llevaba las vestiduras de un siervo sabio
que trabajaba para Dios. De esta manera el demonio lo descarrió y lo llevó a la
ruina. Se convirtió en un fiel seguidor de él, después de elegir sus huellas y
seguirlo, pues el demonio conoce la ciencia con certeza, y aún con esto, se
ensoberbece contra Adán (a) y se rebela contra Dios. Asimismo, este maldito
con su ciencia y certeza, envidió a Moisés (a) y suplicó contra él en lugar de
ponerse bajo su bandera y ser su seguidor. ¡De esta manera, la ciencia de Balam
Bin Baura fue un motivo para ensoberbecerse y envidiar a Moisés (a)! Balam
Bin Baura hizo de la ciencia un resentimiento que lo hizo caer en el precipicio,
aunque era una misericordia con la que llegan a Dios los que obran.
Fue narrado que el Profeta (s) dijo: “Todos los eruditos están condenados
a perderse excepto los que obran, y todos los que obran están condenados
a perderse excepto los sinceros, y los sinceros están en peligro”.2
Lamentablemente, muchos se hacen llamar eruditos sin saber interpretar
dos suras del Sagrado Corán, según lo narrado por la familia de Muhammad (a).
Sólo leen lo fácil de las narraciones de los infalibles (a), limitándose a algunas
narraciones de jurisprudencia en su mayoría. Entonces, ¿por qué se hacen llamar
eruditos? ¿Por aplicar lo que Aristóteles estableció hace mil años? Tal vez
encuentren entre los ateos a quien sepa más de eso que nosotros. ¿O es por la
polémica, los argumentos lógicos y otras discusiones que no dan ningún
1
Tafsir Al-Qumi, vol. 1, pág. 248, Qasas Al-Anbiya Al-Yizairi, pág. 352.
Mizan Al-Hikma, vol. 1, pág. 756. Kashf Al-Jufaa Al-Ayluni, vol. 2, pág. 312, Yamia AsSaadat lil-Naraqi, vol. 1, pág. 220.
2
beneficio científico o práctico, y que no pasan de ser una entrega a la molicie
científica o una pérdida de tiempo?1
¿No narramos del Mensajero de Dios (s) lo que esto significa:
“Ciertamente, el hombre es responsable de cómo gastó su tiempo”?2 ¿No
dice Dios, Glorificado sea: {Y si queremos arrasar una población ordenamos
a los corruptos que hay en ella y ellos adulteran allí. Así pues, se cumple
contra ella lo dicho y la destruimos. Queda destruida}.3
Que esto sea una advertencia para los que se sientan horas en las mezquitas
a discutir, a debatir y a llenar las mezquitas con palabras muy lejanas de la
verdad y de la guía que Dios quiere.
Ya nos hemos alejado mucho del camino, por eso Goliat y sus semejantes
nos han dominado. El Mensajero de Dios (s) dijo: “Llegará un tiempo a mi
nación en el que no quedará del Corán sino su caligrafía, ni del islam sino
1
Las escuelas científicas shias han elaborado hoy un método para la acreditación de sus
estudios religiosos basado en el estudio de la lógica aristotélica, la filosofía griega, los orígenes
de la jurisprudencia y el estudio de los narradores que heredaron de los sunnis. Estas ciencias y
otras ciencias intelectuales parecidas se han convertido en los instrumentos con los que el
estudiante de estas escuelas llega a conocer las creencias religiosas divinas y los estatutos
secundarios prácticos. Estas ciencias han llegado a prevalecer sobre las palabras de Muhammad
y la familia de Muhammad (s) que se han empezado a interpretar conforme a estos métodos
elaborados por los ateos. Esto los ha llevado a caer en muchas contradicciones con las palabras
de Muhammad (s) y su familia (a). Han rechazado muchas narraciones y renunciado a ellas
como resultado de su fe en este método innovador. Además, muchos principios de estas ciencias
se estudian sólo por entregarse a la molicie científica. Por lo tanto, no hay ninguna ganancia
práctica que resulte de ellas y ellos admiten este hecho. Sin embargo, se acostumbraron a este
método y lo consideran sagrado e imposible de menoscabar, ¡pues según ellos, es el equilibrio
del conocimiento! El hecho es que hacen que los estudiantes se alejen de la Gente de la Casa
(a), pues les hacen perder la mejor parte de su juventud en ciencias ateas abandonando la riqueza
científica y espiritual que mencionan el Sagrado Corán, el Mensajero y su familia (a). Así que
en las escuelas científicas no se estudian el Corán ni las narraciones de Muhammad y su familia
(a), por eso muchos de los miembros de la escuela sólo aprenden de memoria lo fácil de los
versículos del Corán y de las narraciones de Muhammad y su familia (a). Quien desee investigar
este hecho puede hacerlo familiarizándose con lo que se estudia en las escuelas científicas.
2
El Jeque As-Saduq en Al-Jisal Wal Ilal: que el Profeta (s) dijo al interpretar las palabras
del Altísimo: «{Y paradles. Ciertamente, ha de preguntárseles}. “El siervo no debe dar un
paso hasta preguntarse cuatro cosas: qué experimenta en su juventud, en qué gasta su
tiempo, de dónde junta su dinero y en qué lo gasta, y el amor por nosotros, la Gente de la
Casa”», Al-Jisal, pág. 253, Ilal Ash-Sharai, vol. 1, pág. 218.
3
Sagrado Corán - sura «Al-Isra» (El viaje nocturno), 16.
su nombre. Serán llamados por estar en esto y serán los hombres más
lejanos de esto. Sus mezquitas estarán pobladas, y vacías de la guía. Los
juristas de ese tiempo serán los peores juristas bajo la sombra del cielo. De
ellos sale la sedición y a ellos volverá”.1
El hadiz indica que, aunque las mezquitas estén llenas de gente, no estarán
en la guía de la familia de Muhammad (a). ¿Acaso nos consideramos
trabajadores cuando no ordenamos lo reconocido ni prohibimos lo detestable?
¡Incluso la gente ve lo detestable como reconocido y lo reconocido como
detestable! El deber de los sabios es reformar la nación. Dijo el Altísimo: {Y
para que adviertan a su pueblo}.2 No a uno o a dos individuos. Muy
lamentablemente, muchos de ellos dicen “la gente no quiere religión”, pero no
consideran que la gente ha caído entre el mazo y el yunque. Los tiranos impiden
que la religión islámica original llegue a ellos y vosotros no os tomáis la
molestia de comunicarles la religión con la excusa de disimular. As-Sadiq (a)
dijo sobre esto: “En cuanto a si sois llamados a apoyarnos, el disimulo será
más amado para vosotros que vuestros padres y madres”.3
Tal vez el ignorante pueda excusarse en muchos casos, pero vosotros,
sabios del islam, ¿cuál es vuestra excusa?
El Comandante de los Creyentes (a) dijo sobre esto: “El Mensajero de
Dios era como un médico ambulante con sus remedios”.4
1
Al-Kafi, vol. 2, pág. 308, Zawab Al-Aamal, pág. 253, Bihar Al-Anwar, vol. 2, pág. 109.
Sagrado Corán - sura «At-Tauba» (El arrepentimiento), 122.
3
El Jeque At-Tusi en At-Tahdib narró: del Imam As-Sadiq (a), que dijo: “La Tierra no
quedará sin que en ella haya un sabio de nosotros que reconozca la verdad de lo falso”.
Dijo: “El disimulo se ha puesto para impedir sangre. Así que si el disimulo llega a sangre
entonces no es disimulo. Por Dios, si sois llamados a apoyarnos diréis “no lo haremos,
disimularemos”. Sin embargo, el disimulo será más amado para vosotros que vuestros
padres y madres. Si el Qaim (a) se levanta no necesitará pedirles eso.”, Tahdib Al-Ahkam,
vol. 6, pág. 173, Wasail Ash-Shia, vol. 16, pág. 235, Yawahir Al-Kalam, vol. 21, pág. 392.
4
El Comandante de los Creyentes, en uno de sus sermones, al describir al Mensajero (s)
dijo: «Un médico ambulante con su medicina, sus ungüentos preparados y sus
instrumentos calentados. Los colocaba donde fuera necesario, en corazones ciegos, oídos
sordos y lenguas mudas. Hacía un seguimiento con sus medicinas en los sitios descuidados
y en los puntos de perplejidad», Nahyul Balaga, con comentarios de Muhammad Abduh, vol.
1, pág. 207.
2
Entonces, ¡¿sois de los que trabajan con la tradición de vuestro profeta (s)?!
Los hombres están dormidos. Cuando morís despertáis.1
Saúl (a)
Dijo el Altísimo: {¿No has visto a los notables de los hijos de Israel
después de Moisés, cuando dijeron a un profeta de ellos: «Envíanos un rey
para que combatamos en el camino de Dios»? Dijo: «Puede que si se os
prescriba el combate no combatáis». Dijeron: «¿Y qué tenemos que no
habríamos de combatir en el camino de Dios? Y ya nos han expulsado de
nuestras moradas y de nuestros hijos». Así pues, cuando se les prescribió el
combate dieron la espalda, excepto unos pocos de ellos. Y Dios sabe de los
injustos * Y les dijo su profeta: «Ciertamente, Dios ya ha mandado para
vosotros a Saúl como rey». Dijeron: ¿Es que es para él el reino sobre
nosotros? Y nosotros tenemos más derecho al reino que él. Y él no ha
recibido abundancia de bienes». Dijo: «Ciertamente Dios, lo ha elegido
sobre vosotros y le ha aumentado la capacidad en la ciencia y el cuerpo. Y
Dios entrega su reino a quien quiere. Y Dios es vasto, sabio» * Y les dijo su
profeta: «Ciertamente, la señal de su reino es que vendrá a vosotros el arca
con sosiego de parte de vuestro Señor, un remanente de lo que dejó la
familia de Moisés y la familia de Aarón transportada por los ángeles.
Ciertamente en ello hay una señal para vosotros, si sois creyentes» *
Entonces cuando partió Saúl con los soldados dijo: «Ciertamente Dios ha
de probaros con un río. Así pues, quien beba de él no será de los míos y
quien no se alimente de él será de los míos, excepto quien saque un sorbo
con su mano». Así pues, bebieron de él excepto unos pocos de ellos.
Entonces cuando lo cruzó él y los que habían creído con él, ellos dijeron:
«No tenemos energía hoy contra Goliat y sus soldados». Dijeron los que
pensaban encontrarse con Dios: «Cuántos grupos de pocos vencieron a
grupos de muchos con el permiso de Dios. Y Dios está con los pacientes» *
Y cuando salieron al campo de Goliat y sus soldados, dijeron: «Señor
1
Fue narrado del Mensajero de Dios (s). Véase: Faid Al-Gadir Lil Munawi, vol. 5, pág.
72. Asimismo, fue narrado de Alí, el Comandante de los Creyentes (s) como está en el Bihar
Al-Anwar, vol. 4, pág. 43.
nuestro, vierte sobre nosotros paciencia y afirma nuestros pasos y apóyanos
contra el pueblo de los infieles» * Y los derrotaron, con el permiso de Dios.
Y mató David a Goliat y le entregó Dios el reino y la sabiduría, y le enseñó
de lo que Él quiso. Y si no hubiera defendido Dios a los hombres, a algunos
de ellos con otros, se habría corrompido la Tierra. Pero Dios está dotado de
favor para los mundos * Estos son los versículos de Dios, los recitamos para
ti con la verdad. Y ciertamente, tú eres de los enviados}.1
Poco tiempo después de Moisés (a), el infiel de Goliat y sus soldados
dominaban a los hijos de Israel, los trataban con aires de superioridad y los
expulsaban de sus hogares. La única causa de esta dominación tirana sobre los
hijos de Israel era la debilidad de la fe y la devoción, por haber dejado de ordenar
lo reconocido y prohibir lo detestable, por inclinarse hacia la vida de este
mundo, por abandonar la lucha y haberse rebelado contra los profetas y los
mandamientos divinos. Muchos factores llevaron a los hijos de Israel a volver a
una situación parecida a la que se encontraban antes del envío de Moisés (a),
una situación de sometimiento y entrega a los tiranos, cuya cura había sido la
perdición en el desierto del Sinaí. Entonces Dios, Glorificado sea, quiso que
Goliat y sus soldados dominaran a los hijos de Israel. Quizás algunos de ellos
volvieran a la rectitud, se arrepintieran ante su Señor y hubiera una situación de
reforma en algún grupo de los hijos de Israel, como ocurrió en el desierto del
Sinaí durante los cuarenta años de perdición, cuando surgió una generación en
aquél desierto que llevó las palabras de “no hay divinidad sino Dios” a la gente
de la Tierra. De hecho, esta vez, surgió entre los hijos de Israel una generación
buena, una nación señorial y luchadora que fueron los trecientos trece varones
que cruzaron el río con Saúl. Esa fue la prueba con la que Dios los examinó para
ver cuán comprometidos estaban con las órdenes divinas y la obediencia a su
profeta y a Saúl, el líder designado por Dios. Asimismo, surgió entre los hijos
de Israel un grupo cuya fe era menor que la de aquella élite, y fueron los que
sacaron un sorbo del río. Es importante reconocer que la prueba del río era
necesaria para seleccionar a los creyentes, para destacar a los cercanos y a los
más sinceros de ellos, que luego fue más difícil, porque los soldados de los hijos
de Israel tenían una sed terrible cuando llegaron al río. Los que bebieron agua
no querían perecer de sed como afirmaban. La vida para ellos era más
importante que obedecer a Dios. En cambio, los que no bebieron agua veían que
perecer de sed obedeciendo a Dios era mejor que sobrevivir desobedeciendo a
Dios. Es más, tenían certeza de que Dios, Glorificado sea, que les prohibió beber
1
Sagrado Corán – sura «Al-Baqara» (La vaca), 246-252.
de ese río, les daría a cambio algo mejor y que el Glorificado no los dejaría
perecer de sed. Así vemos que aquellos trescientos trece varones triunfaron
sobre Goliat y sus soldados cuando cruzaron el río.
En cuanto a los que bebieron del río, fueron derrotados, sintieron flaqueza
y debilidad cuando desobedecieron a Dios y obedecieron al deseo y al demonio.
Pues lo que ellos dijeron: {«No tenemos energía hoy contra Goliat y sus
soldados»} no fue sino una conclusión obvia y visible de la derrota que
entrañaban sus almas.
Los dos grupos se encontraron, el partido de Dios liderado por Saúl y el
partido del demonio liderado por Goliat. El ejército de Goliat era superior en
equipamiento y número. Con Saúl sólo había unos pocos creyentes que no
habían bebido del río y los que habían sacado un sorbo, y estaban con él los
hipócritas que habían bebido del río. Antes de que comenzara la batalla la élite
divina y nación señorial se refugió en Dios. Le pidió paciencia, firmeza y apoyo,
y Dios los ayudó con su victoria: {Y no tirabas tú cuando tirabas, pero Dios
tiraba}.1 Uno de aquellos creyentes sinceros de Dios mató a Goliat, el grupo
fue derrotado y se dio a la retirada. El demonio retrocedió sobre sus talones y
dijo: {yo veo lo que no veis}.2 Y este siervo bueno que mató a Goliat no fue
sino David (a), al que Dios, Glorificado sea, eligió y después de aquello lo hizo
un gran profeta y un rey justo, después de haber sido un creyente sincero de
Dios, un luchador y un caudillo que sólo temía a Dios {Y habíamos otorgado
a David, de parte nuestra, un favor. «Oh montañas, repetid para mí con él,
y los pájaros». Y ablandamos para él el hierro * Haz cotas de malla y mide
bien en el tejido. Y obra correctamente. Ciertamente, Yo, de lo que hacéis,
soy un observador}.3
Sagrado Corán – sura «Al-Anfal» (Los botines), 17.
Sagrado Corán – sura «Al-Anfal» (Los botines), 48.
3
Sagrado Corán – sura «Saba» (Saba), 10-11.
1
2
Índice
Dedicatoria .................................................................................................... 5
Introducción .................................................................................................. 9
Satanás promete .......................................................................................... 17
La senda recta ............................................................................................. 23
Las creencias y los estatutos ....................................................................... 28
Las creencias correctas: .............................................................................. 28
Los estatutos:............................................................................................... 31
En sus historias hay una lección ................................................................. 34
Los hijos de Israel aguardan el nacimiento de Moisés (a) ......................... 35
Moisés (a) el luchador en el camino de Dios, el emigrante hacia Dios y el
profeta que invitaba a Dios ......................................................................... 36
La sedición del becerro ............................................................................... 39
Parecido al samirí ........................................................................................ 46
Saúl (a) ......................................................................................................... 50
Índice ........................................................................................................... 54