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El becerro

2001

Primer volumen donde se explican varias cuestiones relacionadas con la creencia islámica, sobre Moisés, los hijos de Israel y la llegada del futuro salvador que se levantará para establecer la justicia en la Tierra toda: el Qaim de la familia de Muhammad (a).

Título original del libro: ‫( العِجْ ل‬El becerro) Autor: Ahmed Alhasan Segunda edición en español: 2020 Primera Edición en árabe: 2001 (1421 H.) El becerro / Ahmed Alhasan; Traducción de: Mariano Ricardo Calle. Imagen de portada: Andrea di Lione. La adoración del becerro de oro Extractos del Corán: traducción adaptada. Las citas bíblicas son tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS © Copyright 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation Usadas con permiso y corregidas. Para más información y obras del Imam Ahmed Alhasan (a) por favor visite www.losguiados.com (español) o www.almahdyoon.org (sitio oficial en árabe)    Dedicatoria A los que sostuvieron las palabras de “no hay divinidad sino Dios” ... A los que sostuvieron sus mortajas y marcharon hacia Dios… A los profetas, mensajeros e imames, con ellos sea la paz… Oh vosotros, nobles señores, este pobre os dedica la paz y os dedica esta indigna mercancía y dice con su corazón lleno de monoteísmo por Dios y entrega a vosotros que ya nos ha tocado a nosotros y a nuestra gente, el daño, así pues, sed caritativos con nosotros que Dios recompensa a los que dan caridad Ahmed Alhasan 27 de Shawal de 1421 H El Becerro Primera parte Introducción En nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo La alabanza a Dios. Que las salutaciones de Dios sean con Muhammad y la familia de Muhammad, los infalibles, y que las salutaciones de Dios sean con el almizcle final, la luz de Dios, y su remanente en su Tierra (que mi espíritu sea su rescate). Dijo el Altísimo: {El día que digan los hipócritas y las hipócritas a los que han tenido fe «esperadnos para que podamos obtener de vuestra luz» se dirá: «Regresad tras vosotros y buscad luz». Entonces separará entre ellos con un muro que tendrá una puerta en cuyo interior estará la misericordia y en su exterior frente a ella, el castigo * Les gritarán: «¿no estábamos con vosotros?» Dirán: «sí, pero vosotros dejasteis seducir vuestras almas, y esperasteis ansiosamente, y dudasteis, y os engañasteis con la desiderata hasta que vino la orden de Dios y os engañó, por Dios, el engañador» * Así pues, hoy no se aceptará de vosotros rescate, ni de los que no tuvieron fe, vuestro crisol es el fuego, será vuestro guardián, y qué mal destino}.1 En las historias pasadas de los profetas y sus naciones, que a veces los siguieron y otras siguieron a los samiríes, y que a veces apoyaron a los profetas y otras veces los abandonaron y apoyaron a los déspotas, hay una lección para considerar y un recuerdo para mencionar. Es necesario investigar el curso de los acontecimientos que ocurrieron después de la partida del Profeta (s), del desplazamiento del Sucesor (a) y la usurpación de su autoridad —y las tragedias a las que estos acontecimientos arrastraron a la nación que no ha dejado de sufrir por esto hasta hoy la mayor pena— para entender lo que ocurrió después de la partida del Profeta (s). Lo que sufrieron el Comandante de los Creyentes (a) y sus hijos, los infalibles (a), por los déspotas autoritarios al mando de un gobierno con una fuerza brutal, como sufrieron por las órdenes de los samiríes, líderes del extravío que siempre intentaban distorsionar la sharía y marginar a los musulmanes, así como 1 Sagrado Corán – sura «Al-Hadid» (El hierro), 13-15. observar nuestra situación de hoy a través de las historias pasadas de los profetas y sus naciones, ayuda a la lectura del futuro próximo en el que aparece el sello de los sucesores, el Mahdi (a), y de lo que enfrentará, ya sean déspotas que marginan y asesinan a musulmanes como el Sufiani, o samiríes (los maliciosos eruditos inoperantes). Por esto pensé yo, un pobre de pocas obras y muchas faltas, escribir esta investigación para impedir, tal vez, que algunos creyentes caigan en el precipicio, pues prevenir es mejor que curar. Aún más, ponerse del lado del Sufiani o de los eruditos del mal que combatirán contra el Mahdi (a), no tiene más cura que beber el agua hirviente ni más remedio que las cadenas de la Gehena. Quizás sea un estímulo para que algunos creyentes trabajen para preparar un terreno adecuado para levantar el estado de “no hay divinidad sino Dios” sobre la Tierra, el estado del Imam Al-Mahdi (a), de la verdad y la justicia, en un tiempo de tiendas de campaña de injusticia en cada rincón de esta Tierra. Pues el déspota americano aprieta el nudo día tras día a los pueblos débiles, llevando a la gente de la Tierra al abismo, y los déspotas autoritarios sobre los pueblos islámicos no son sino siervos de este déspota del cual la historia humana no conoce ejemplo sobre la Tierra, pues se asocian con él para servir al demonio, y los pueblos islámicos, que son los pueblos más débiles del mundo, sufren dos cosas: La primera: los martillos del déspota americano y los déspotas autoritarios que los dominan. Y la segunda: los déspotas presentes dentro del marco islámico —me refiero a algunos eruditos inoperantes de la religión que pretenden representar al islam. Algunos de ellos marginan a estos pueblos e incluso tienen muchos seguidores; a quienes les enseñan a quedarse callados, a ser sumisos y a resignarse a los déspotas, y, por consiguiente, a la opresión, al hambre y a la humillación. Por lo tanto, es una guerra continua, adentro y afuera. Un enemigo infiel que golpea continuamente y un hipócrita que erosiona desde adentro. Un faraón y un samirí. Pilatos y los eruditos inoperantes de los hijos de Israel. Por un lado, un déspota librando una guerra sin tregua contra la religión: una televisión que muestra versículos del Sagrado Corán, para luego de un rato, pasar canciones, mujeres semidesnudas y series, con el propósito de desmantelar la estructura de la sociedad islámica, o para reducir lo que queda de la estructura de la sociedad islámica a afeitarse la barba y dejarse crecer el bigote como hacían los magos de las épocas pasadas. ¡Este es el islam a la vista de ellos! ¡Quien dice “no hay divinidad sino Dios” es asesinado, sus mujeres capturadas y sus casas destruidas! Y lo más grave, es que algunos de ellos pretenden ser árabes y hacer esto en nombre de los árabes, mientras atacan a las mujeres y violan su honor, y sus cárceles están llenas de mujeres y niños. Ahora bien, el árabe es honorable. Si pelea, pelea contra varones, no contra mujeres. ¡Pues el arabismo peleó contra esos gitanos, los que quedaban de los mongoles y los tártaros! Que ennegrecieron el rostro de la humanidad, y cometieron crímenes y escándalos de los que se avergonzarían el faraón y Nemrod (maldígalo Dios), contemporáneos de Moisés y Abraham (con ambos sea la paz). Por otro lado el samirí (los eruditos inoperantes) que intentan distorsionar la sharía, no se encargan de ordenar lo reconocido ni de prohibir lo reprobable, ni luchan por la causa de Dios ni con la lengua, ni con la mano en lo posible, olvidando que el Mensajero de Dios (s) dijo lo que eso significaba: «para que ordenéis lo reconocido y prohibáis lo reprobable, o los inicuos entre vosotros se fortalecerán contra vosotros, y luego los mejores de vosotros suplicarán y no se les responderá».1 ¿Acaso existe alguien más malvado que los déspotas autoritarios que hay hoy sobre la nación islámica? Los resultados de esto definitivamente existen, así que los precursores existen, aún hasta hoy. Por lo tanto, la causa de la intimidación despótica sobre las sociedades islámicas de hoy es: que estas sociedades han dejado de ordenar la reconocido y prohibir lo detestable. El motivo por el que estas sociedades han abandonado esta obligación son los ulemas inoperantes que dejaron de ordenar lo reconocido y prohibir lo detestable (si se corrompe el erudito, se corrompe el mundo). Incluso hoy, en el alma de muchos musulmanes, se han arraigado las raíces de la humillación, la sumisión, la resignación a los déspotas, un amor por este mundo y por la vida, y un temor anormal a la muerte. Han comenzado a ver la vida con humillación mejor que la muerte con honor. Y así, han degradado al 1 Al-Kafi, vol. 5, pág. 56. ser humano y han dado vuelta los valores. Esto es lo que más quiere el demonio (maldígalo Dios), que los pueblos islámicos débiles se queden estáticos entre la espada y la pared, o digamos, entre el faraón y el samirí. Entre un déspota que corrompe, asesina y saquea, y los eruditos (inoperantes) de la religión que no ordenan lo reconocido ni prohíben lo detestable. Y detrás del telón, los dedos del déspota americano moviendo las cuerdas a diestra y siniestra. De esta manera, no queda del islam más que su nombre. Hoy, la obligación de los eruditos, es abordar la reforma de la nación islámica. Su obligación es llevar el peso del mensaje del que se han hecho cargo. Vosotros, estudiantes de ciencias religiosas, o vosotros eruditos del islam — shias y sunnis— ¡¿acaso creéis que todo lo que se os ha encargado es adquirir ciencias morales y transmitirlas sin accionar ni ordenar lo reconocido ni prohibir lo detestable, cuando lo que se os ha encomendado es reformar la nación, alertando a sus hijos, y luchar por la causa de Dios con todo lo que cueste y valga?! Si creéis eso pues de verdad os digo: estáis equivocados. Adquirir ciencias morales y transmitirlas no es difícil, pero dar vuestra comida tres días a un prisionero, a un caminante, a un pobre o a uno que se dobla del hambre como hizo el Imam Alí (a), eso sí que es difícil.1 Vivir tu vida para 1 Al-Qunduzi expuso en Yanabi Al-Mawada: de Ibn Abbas sobre lo que dijo el Altísimo: {Son leales a sus promesas y temen un día cuyo mal se extenderá * Y dan alimento, a pesar de su amor por él, a un necesitado, y a un huérfano, y a un cautivo} «Ad-Dahr» (La era), 78. Dijo: «Hasan y Husein (que Dios se complazca con ambos) se habían enfermado. Su abuelo [el Mensajero de Dios (s)] y algunos de sus compañeros regresaron y dijeron: “oh padre de Hasan, ¿y si haces una promesa por tus hijos?” Alí (que Dios se complazca con él) dijo: “si mis dos hijos se recuperan, por ellos ayunaré tres días en agradecimiento a Dios”. Fátima (que Dios se complazca con ella) dijo lo mismo. Y la criada [de ellos, una nubia llamada Fadah] dijo lo mismo de ella. Y los dos niños dijeron: “nosotros ayunaremos tres días”. Dios los sanó, y no tenían ni poco ni mucho. Entonces Alí (que Dios se complazca con él) partió hacia lo de un varón judío llamado Simón Bin Haba. Y le dijo: “¿aceptarías un trozo de lana que la hija de Muhammad (a) hilará para ti por tres medidas de cebada?” Dijo: “sí” y se las entregó. Luego Fátima (que Dios se complazca con ella) tomó una medida, la molió y horneó cinco panes, un pan para cada uno de ellos. Alí (que Dios se complazca con él) rezó con el Profeta (s) el magrib, y cuando ella puso la comida entre sus manos llegó un pobre y se paró en la puerta. Dijo: “la paz sea con vosotros, gente de la casa de Muhammad (s). Soy pobre, dadme algo para comer”. Entonces le dieron la comida y se quedaron el día y la noche sin probar nada más que agua. La segunda noche vino a ellos un huérfano que dijo: “dadme de comer”, y le dieron la comida. La tercera noche vino a ellos un prisionero, y les dijo: “dadme de comer”, y le dieron. hacer felices a los demás y erradicar la opresión y la injusticia es algo difícil. Dar por la causa de Dios como dio el Imam Husein (a) es algo difícil. La paz sea contigo, Abu Abdulá, que mi padre y mi madre sean tu rescate. Diste todo y no te quedaste ni con el bebé ni las mujeres, no dejaste argumento al flojo. Vosotros señores, si os limitáis a adquirir ciencias y a adoraros a vosotros mismos, estáis dando así a los déspotas todo lo que quieren, que os convirtáis en siervos, no en eruditos. De hecho, la condición de siervo no puede quitarse del erudito que no ordena lo reconocido y no prohíbe lo detestable, esto y el significado de lo mencionado por los infalibles (a): que el erudito es mejor que setenta siervos; porque el erudito se preocupa por la salvación de los hombres y los siervos se preocupan por su propia salvación. Fue narrado del Imam As-Sadiq (a): “narrar nuestros hadices que fortalecen los corazones de nuestros shias es mejor que mil siervos”.1 Dijo el Altísimo: {pues si no son tropas cada grupo de ellos, un grupo ha de obtener jurisprudencia en la religión y ha de advertir a su gente cuando regresen a ellos. Quizás se cuiden}.2 Han de advertir a su gente, no que han de dormir… O que adviertan a un individuo o dos. Pues si os importa, señores, salvar vuestras almas, no digáis “somos estudiantes de ciencias religiosas o eruditos”, no vistáis esas ropas para engañar a los hombres, no seáis lobos vestidos con pieles de cordero como es el caso de muchos hoy. Pues esa no es una posición para buscar este mundo, y esta no es una posición para satisfacer deseos y adjudicarse metas. Es una posición para llevar el peso del Y se quedaron tres días con sus noches sin probar nada más que agua. Entonces, cuando fue el cuarto día y ya habían cumplido su promesa, Alí tomó la mano derecha de Hasan y la mano izquierda de Husein (que Dios se complazca con ambos) y miró al Mensajero de Dios (s). Como ambos temblaban como polluelos de tanta hambre y sus ojos se perdían, cuando el Mensajero de Dios (s) los vió dijo: “¡Socorro, Dios! ¡¿La gente de la casa de Muhammad se muere de hambre?!” Entonces Gabriel (a) bajó y recitó: {¿Acaso ha llegado al hombre un período de la era en el que no haya sido algo recordado?} hasta el final de la sura. Yanabi Al-Mawada Lid-Duyi Al-Qurba, vol. 1, pág. 279, Shawahid At-Tanzil Lil-Hakim Al-Huskani, vol. 2, pág. 403, Tafsir Ibn Kazir, vol. 4, pág. 649, y otros. 1 Al-Kafi, vol. 1, pág. 33. 2 Sagrado Corán – sura «At-Tauba» (El arrepentimiento), 122. mensaje de los profetas y los infalibles (a), así que sed prudentes. Y si no, será la perdición en este mundo y la otra vida. Jesús (a) dijo: “el ejemplo de los eruditos del mal es como el ejemplo de una roca que cayó sobre la boca de un río. No bebe ni deja que el agua llegue a la siembra”.1 En 1971, cuando el Sayed Jomeini (Dios tenga misericordia) estuvo en la noble Nayaf y sus alumnos esperaban una clase suya sobre la auto disciplina, el sayed comenzó diciendo: “Siento la obligación de recordar a los señores algunas ocasiones de las desgracias de los musulmanes…” Luego dijo: “¡¿Ahora queréis que hable de ética?! No seremos disciplinados mientras no pensemos sobre estas situaciones, y si hemos sido disciplinados fue porque hemos pensado en estas situaciones”. Así que a los eruditos inoperantes les digo: comparad vuestras obras con la historia de los profetas y los enviados. Y la alabanza a Dios, pues en el Corán que hay entre nuestras manos hoy, hay suficientes historias de ellos (a). Encontraréis que vuestras vidas son completamente diferentes a las de ellos. Así que, o bien camináis por el camino de los profetas y enviados, o bien apartaos de este camino, para que no seáis leñadores del camino hacia Dios, como dijo el Comandante de los Creyentes (a). Os digo lo que dijo Jesús (a) a los soberbios eruditos inoperantes judíos: “Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando”.2 Despertad antes de que el alma recolecte lo que se ha ganado y antes de que llegue el día en que digáis “oh tristeza nuestra por lo que nos hemos excedido por el lado de Dios”. Las raíces del islam y los musulmanes sufren hoy la aniquilación, ¡¿luego queréis que me siente y hable de auto disciplina?! 1 Faid Al-Qadir, vol. 4, pág. 206, Al-Ilm wa al-Hikma fi Kitab wa As-Sunna, pág. 446, Musuwaa al-Aqaid al-Islamiya, vol. 2, pág. 486. 2 Nuevo Testamento - Mateo 23, 13. Despertad antes de que la espada del hijo de Fátima (a) se desenvaine, cuando os arrepintáis por vuestras obras que os han ubicado hoy en la trinchera del lado opuesto. Despertad y reconoced vuestras obscenas equivocaciones, pues la vergüenza es preferible a entrar al fuego. Al mismo tiempo insto a que los eruditos trabajadores, luchadores, ascetas del mundo, cuyo exterior refleja su interior y que trabajan noche y día, ayuden a difundir las palabras de “no hay divinidad sino Dios” y a difundir la justicia en la sociedad islámica. Aunque seáis un pequeño puñado, como dijo el Imam As-Sadiq (a).1 De Muhammad Bin Abdul Jaliq y Abu Basir, que dijo: «Abu Abdulá (a) dijo: “oh Abu Muhammad, nosotros tenemos, lo juro por Dios, uno de los secretos de Dios y una de las ciencias de Dios. Y juro por Dios, que ningún ángel cercano, ni profeta enviado, ni creyente al que Dios haya probado la fe de su corazón los puede soportar. Y juro por Dios, que Dios no encargó esto a nadie aparte de nosotros, ni ha pedido ser adorado así por ninguno aparte de nosotros. Nosotros tenemos uno de los secretos de Dios y una de las ciencias de Dios, que Dios nos ha ordenado predicar. Hemos predicado de parte de Dios, Poderoso y Glorioso, lo que Él nos ha ordenado predicar, y no le hemos encontrado lugar, ni gente, ni portadores que lo soporten hasta que para esto Dios creó unos pueblos. Fueron creados del barro con el que han sido creados Muhammad, y su familia y su descendencia (con ellos sea la paz), de una luz de la que Dios creó a Muhammad y a su descendencia, los elaboró por el favor de su misericordia, de la cual hizo a Muhammad y a su descendencia. Y predicamos de parte de Dios lo que Él nos ha ordenado predicar y ellos lo aceptaron y lo soportaron [lo predicaron de nosotros, lo aceptaron y lo soportaron]. Les llegó nuestro recuerdo e inclinaron sus corazones a conocernos, a nosotros y a nuestro hadiz. Si no hubieran sido creados de esto no hubieran sido así. No, por Dios, que no lo hubieran soportado”. Después dijo: “Dios creó pueblos para el Infierno y el fuego, y nos ordenó predicarles como les habíamos predicado a ellos, y a estos les dio repugnancia. Sus corazones sintieron aversión, reaccionaron contra nosotros, no lo soportaron, lo negaron y dijeron ‘son hechiceros mentirosos’. Entonces Dios grabó sus corazones y les hizo olvidarlo. Luego Dios liberó sus lenguas con algo de verdad. De este modo, hablaban de ella mientras sus corazones la negaban, para que esto sea una defensa de los patronos de Él y de la gente que lo obedece. Si no hubiera sido así no habría ningún siervo de Dios en su Tierra. Nos ordenó protegerlo de ellos, mantenerlo secreto y oculto. Así que escondedlo de quienes Dios ordenó protegerlo y mantenedlo en secreto para quien Dios ordenó que se mantenga secreto y oculto”». Dijo: «luego levantó su mano, lloró y dijo: “Oh Dios, aquellos serán un pequeño puñado. Haz que la vida de ellos sea como nuestra vida y la muerte de ellos como nuestra muerte. Que no haya ninguna autoridad sobre ellos y ningún enemigo tuyo que nos haga lamentarnos por ellos. Pues si Tú nos haces lamentar por ellos, jamás serás adorado en tu Tierra. Y las salutaciones de Dios sean con Muhammad y su familia, y les bendiga en entrega”». Al-Kafi, vol. 1, pág. 406 1 Claro que Dios bendecirá sus obras y pondrá en ellas mucho bien, si Dios quiere. Así que no os desaniméis ni fatiguéis, que sois superiores, si Dios quiere. Bienaventurados los reconocidos en el Cielo, los ignorados en la Tierra con sus muchas obras y escasa provisión. Pido a Dios que me haga de vuestros servidores y me incorpore en vuestro grupo, con mi gran ignorancia, mi poco saber y mis escasas obras, por su favor, por su misericordia y su generosidad. Sólo quise reformar lo que pude, suplicando al Viviente que no muere, que sea yo de quienes, por Dios, no temen la censura ni la crítica. Mi éxito no depende sino de Dios, a Él me encomiendo y a Él frecuento. Él es mi patrono y a él se encomiendan los justos. Y me refugio en Dios de la infamia en este mundo y en la otra vida. Me fortifico con el Dueño del Reino y los Reinos, me aferro al Dueño del Decreto y el Poderío, pido ayuda al Dueño de la Gloria y la Divinidad, de todo lo que temo y prevengo, por Muhammad, y Alí, y Fátima, y Hasan, y Husein, y Alí, y Muhammad, y Yafar, y Musa, y Alí, y Muhammad, y Alí, y Hasan, y Muhammad (a), y la alabanza sólo a Dios. En nombre de Dios, el Misericordioso, el Misericordiosísimo {Y cuando tu Señor llamó a Moisés: «ve al pueblo de los injustos * El pueblo de faraón, ¿no han de guardarse?» * Dijo: «Señor mío, temo que me desmientan * y que se estreche mi pecho y no se suelte mi lengua, así pues, envía a Aarón * Y tienen contra mí un pecado, así pues, temo que me maten» * Dijo: «No. Así pues, id ambos con nuestras señales. Ciertamente, Yo estoy con vosotros como oyente»}.1 *** 1 Sagrado Corán – sura «Ash-Shuaara» (Los poetas), 10-15. Satanás promete Dijo el Altísimo: {Cuando dijo tu Señor a los ángeles: «Ciertamente, soy el creador de un humano de barro * Y cuando lo haya formado y sople en él de mi espíritu, caed hacia él prosternados» * Así pues, se prosternaron los ángeles, todos ellos juntos * excepto Satanás. Se ensoberbeció y fue de los infieles * Dijo: «Oh, Satanás, ¿qué te impidió prosternarte ante lo que he creado con mis manos? ¿Te has ensoberbecido o eres de los superiores?» * Dijo: «Yo soy mejor que él. A mí me has creado de fuego y a él lo has creado de barro» * Dijo: «Entonces sal de allí, pues eres de los lapidados * Y ciertamente, sobre ti será mi maldición hasta el día del juicio» * Dijo: «Señor mío, entonces hazme esperar hasta el día en que resuciten» * Dijo: «Entonces has de ser de los que esperan * hasta el día del tiempo sabido» * Dijo: «Así pues, por tu poder, he de descarriarlos juntos * excepto a tus siervos de ellos que sean sinceros» * Dijo: «Entonces la verdad, y la verdad digo * que he de llenar el Infierno de ti y de quien te siga de ellos, juntos»}.1 Dios Glorificado y Altísimo creó a Adán (a) y ordenó a los ángeles a prosternarse ante él. Esta prosternación fue un reconocimiento en acción del mérito de Adán (a) sobre los ángeles (a) que estos seres sagrados realizaron de la forma adecuada para su condición y mundo. Esta prosternación no fue hacia el cuerpo de Adán (a), sino hacia su espíritu y realidad. Es más, fue a través de la realidad muhammadiana, el hombre completo, el velo más cercano. A través de él se orientaron hacia el Viviente que no muere. El Glorificado les ordenó prosternarse sólo después de derramar la imagen ideal sobre la materia de Adán (a) y soplar en él de su espíritu, Glorificado sea. En un hadiz del Profeta (s) se narra respecto a esto: “Dios creó a Adán a su imagen”.2 Es decir, que Adán (a), el hombre, o digamos, la criatura, es capaz de reunir las perfecciones divinas en la medida de lo posible. Si Adán (a) no alcanza la distancia de dos arcos o menos, pues ha de alcanzarla quien sea de su descendencia elegida, el purificado Muhammad (s). Satanás (maldígale Dios) era consciente de algo de esta realidad, pero se amotinó, no se prosternó con los ángeles y fue confinado a la Tierra. Él observó la materia de la cual fue creado el cuerpo de Adán (a) y la Sagrado Corán – sura «Sad» (Sad), 71-85. Tauhid del Jeque As-Saduq, pág. 152, Uyun Ajbar Ar-Reda (a), vol. 2, pág. 110, Musnad Ahmad, vol. 2, pág. 244, Sahih Al-Bujari, vol. 7, pág. 125. 1 2 comparó con la energía o el fuego del cual él había sido creado. Dedujo que la energía es más noble que la materia, y pasó por alto la realidad de Adán (a) y su proximidad a Dios. Así cayó Satanás en el abismo con su amplia ciencia y prolongada adoración; porque no fue un siervo sincero de Dios, sino un siervo sincero a sí mismo, que buscaba elevarse y ascender simplemente con su adoración. Por eso la prueba de prosternarse ante Adán (a) fue un enorme desastre para él, un relámpago que cayó sobre su cabeza, pues envidió a Adán (a). Si lo imaginaras con tu intelecto lo verías diciendo en ese momento: “He pasado todo este tiempo en adoración. ¿Y Dios crea un siervo que es mejor que yo desde el momento que es creado y se expresa? ¿Y lo eleva y lo asciende hasta llegar a poner a los ángeles por debajo de su rango?” Este fue el velo que le impidió apreciar la realidad de Adán, que lo empujó a buscar una excusa para evitar prosternarse con la cual persuadirse y discutir con su Señor. La respuesta que Dios, Glorificado y Altísimo, le dio no fue sino la expulsión y la maldición; porque fue de los que lucharon contra las señales, a pesar de la certeza de sus almas, por injusticia y altanería.1 Dijo el Altísimo: {Esa es la morada de la otra vida que hemos puesto para los que no quieren ser altaneros en la Tierra ni corrupción. Y la retribución es para los devotos}.2 Satanás (maldígalo Dios) no era un ignorante al que se le enseñara, ni un desobediente al cual reprender, sino un sabio soberbio y un déspota engreído sin freno. Su alma pasó a odiar a esta criatura nueva, haciendo de ella la causa de su expulsión de la misericordia de Dios, y tomándola a ella y a su descendencia como enemigos; Por eso pidió una espera y una postergación hasta el día de rendición de cuentas, para desviarlos del senda recta de Dios: {Dijo: «Pues por lo que me has descarriado, he de sentarme para ellos en tu senda recta * luego he de llegar a ellos entre sus manos, y detrás de ellos, y desde su derecha y desde su izquierda, y no encontrarás a la mayoría de ellos agradecidos}.3 1 Dijo el Poderoso y Glorioso: {Y lucharon contra ellas, a pesar de la certeza de sus almas, por injusticia y altanería. Así pues, mira cómo fue la retribución de los corruptos}, Sagrado Corán – sura «An-Naml» (Las abejas), 14. 2 Sagrado Corán – sura «Al-Qisas» (El relato), 83. 3 Sagrado Corán – sura «Al-Aaraf» (Las alturas), 16-17. El día del tiempo sabido es el día que se levanta el Imam Al-Mahdi (a), ya que fue mencionado en un hadiz de Isaaq Bin Ammar que dijo: Le pregunté — es decir, al Imam (a)— acerca de la espera de Satanás, de un tiempo sabido que Dios Altísimo mencionó en su libro, y dijo: “{Dijo: «Entonces ciertamente, eres de los que esperan * hasta el día del tiempo sabido»}”.1 Dijo (a): “El tiempo sabido es el día que se levanta el Qaim. Así pues, cuando Dios lo envíe, ha de ser en la mezquita de Kufa. Satanás vendrá y se hincará sobre sus rodillas diciendo ‘Ay de mí en este día’. Entonces él lo agarrará por el mechón de su cabello y lo golpeará en el cuello. Ese día del tiempo sabido será su fin”.2 En el Evangelio, el demonio es atado con cadenas en la Resurrección Menor, es decir, en el tiempo del levantamiento del Imam Al-Mahdi (a). En la visión de Juan dice: “... Y vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo y una gran cadena en su mano. Prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo cerró y lo selló sobre él, para que no engañara más a las naciones, hasta que se cumplieran los mil años; después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo”.3 Del sayed Ibn Tawus (Dios tenga misericordia), que dijo: Encontré en el libro de Enoc, el profeta (a), lo mencionado con respecto a Satanás y la respuesta que Dios le dio: «Dijo: “Señor, espérame hasta el día en que resuciten”. Dijo: “No. Pero serás de los que esperan hasta el día del tiempo sabido, pues es el día de tu ejecución y tu demanda. Ese día he de purificar la Tierra de la incredulidad, del politeísmo y la inmoralidad. Y he elegido para ese tiempo, unos siervos míos, cuya fe ha sido probada en sus corazones repletos de piedad, sinceridad, certeza, devoción, reverencia, veracidad, tolerancia, paciencia, dignidad, religiosidad, renunciación al mundo y anhelo por lo que hay junto a mí. Haré de ellos misioneros del Sol y la Luna. Los haré califas en la Tierra y fortaleceré para ellos la religión que me complace para ellos. Luego me adorarán sin asociarme nada, establecerán el azalá en su tiempo y entregarán el azaque en su momento, ordenarán lo reconocido y prohibirán lo detestable. Y arrojaré en esa época la probidad sobre la Tierra, para que nada dañe a nada y nada tema a nada. Las Sagrado Corán – sura «Al-Hiyr» (El rocoso), 37-38. Muntajab Al-Anwar Al-Madia, pág. 357, Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 376. 3 Capítulo 20. 1 2 alimañas y el ganado habitarán entre los hombres y no se dañarán unos a otros. Quitaré el aguijón de cada alimaña y me llevaré el veneno de todo lo que pica. Haré descender bendiciones de los Cielos y la Tierra. La Tierra florecerá con la belleza de su flora, y saldrán todos sus frutos y especies con perfumes. Arrojaré la compasión y la misericordia entre ellos. Se confortarán, repartirán con igualdad y se enriquecerá el pobre. No se engreirán unos con otros. El mayor será misericordioso con el menor y el pequeño venerará al mayor. Retribuirán con verdad, y con ella juzgarán y gobernarán. Esos son mis patronos. He escogido para ellos un profeta elegido, confiable, complacido. A él lo he hecho profeta y mensajero para ellos, y a ellos los he hecho amigos y partidarios para él. Esa es la nación que he escogido para mi profeta elegido, mi garante complacido. Ese es el tiempo que he velado en mi ciencia oculta y que debe, definitivamente, ocurrir. Te aniquilaré ese día, a ti, a tus jinetes, a tus varones y a tus soldados, juntos. Así que anda, pues eres de los que esperan hasta el día del tiempo sabido”».1 Esa es la historia de Satanás, el sabio servicial que cayó en el abismo y cuya arrogancia lo condujo al Infierno. En ella hay una lección para que el considerado la considere y el recordador la recuerde, ¡¿Dónde están los considerados y los recordadores?! El Comandante de los Creyentes (a) dijo: «Así pues, considerad lo que hizo Dios con Satanás, cuando frustró su larga obra y considerable esfuerzo. Él fue siervo de Dios durante seis mil años, no se sabe con seguridad si fueron años terrenales o años de la otra vida, y por ensoberbecerse sólo una hora. Entonces ¿quién después de Satanás queda a salvo de Dios con tal ejemplo de desobediencia? Pues nadie. Dios, el Glorificado, no ha de hacer entrar al Paraíso a ningún humano con algo que ha hecho salir de allí a un ángel. La ley para los habitantes del Cielo y los habitantes de la Tierra es la misma. No hay ninguna indulgencia, entre Dios y ninguna de sus criaturas, en permitir algo que Él ha prohibido a los mundos. 1 Saad As-Saud del sayed Ibn Tawus, pág. 34, Bihar al-Anwar, vol. 52, pág. 385, Ilzam An-Nasib, vol. 2, pág. 259, Muyam Ahadiz Al-Imam Al-Mahdi (a), vol. 5, pág. 199. Así pues, cuidado, siervos de Dios, con que os contagie, que os infecte con su enfermedad y triunfe sobre vosotros con sus caballos y hombres, pues, juro por mi vida, que él ya os ha aventajado con la saeta y la amenaza, ha tensado para vosotros el arco con fuerza y ha apuntado desde un lugar cercano. Y dijo: {Dijo: «Señor mío, por lo que me has descarriado los adornaré en la Tierra y los descarriaré juntos»},1 … y buscad refugio en Dios del osado soberbio, como os refugiáis de las desgracias de la eternidad. Pues si Dios hubiera autorizado la soberbia a alguno de sus siervos la hubiera autorizado en particular a sus profetas y patronos… ellos eran personas vulnerables. Dios los sometió al hambre, los probó con el agotamiento, los examinó con el miedo, y los conmocionó con la decepción… Moisés, el hijo de Imrán, con su hermano Aarón (a), entraron a lo del faraón vistiendo albas de lana y en sus manos llevaban cayados. Y le pusieron condiciones, que si aceptaba el islam su reino permanecería. Entonces aquél poderoso les dijo “¿no os maravilláis de estos dos, que me ponen condiciones para que mi poder continúe y mi reino permanezca, siendo ambos lo que veis, de una situación paupérrima y humillante? ¿Por qué no llevan brazaletes de oro?”, gloriándose del oro y todo lo suyo, y despreciando la lana y sus vestidos… A Dios, temed a Dios del apremiante agravio, de la eventual gravedad de la injusticia, y del mal consecuente de la soberbia, pues esa es la trampa más grande de Satanás y su mayor conspiración, aquella que albergan los corazones de los hombres igual que un veneno mortal. Nunca se agota ni le erra a nadie, ni a un sabio con su saber, ni a un indigente en sus harapos… Dios, el Glorificado, maldijo a las generaciones pasadas antes de vosotros sólo porque dejaron de ordenar lo reconocido y prohibir lo reprobable, pues Dios ha maldecido a los necios de cabalgatas pasadas y a los pasivos que les han dejado continuar… ¿No habéis cortado ya los lazos del islam, transgredido sus límites y aniquilado sus normas?... Yo soy de una gente que no teme la reprobación por estar de acuerdo con respecto a Dios. El aspecto de esa gente es el aspecto de los veraces y sus palabras son las palabras de los virtuosos. Están desvelados por la noche y son faros en el día. Están sujetos con una cuerda al Corán, reviven la tradición de Dios y la tradición de su mensajero. No se 1 Sagrado Corán – sura «Al-Hiyr» (El rocoso), 39. engrandecen, ni se creen superiores, no exageran ni corrompen. Sus corazones están en el Paraíso y sus cuerpos en la acción».1 1 Nahyul Balaga (La cima de la retórica), sermón Al-Qasia, Nahyul Balaga con comentarios de Muhammad Abduh, vol. 2, pág. 183, Bihar al-Anwar, vol. 14, pág. 466. La senda recta Dijo el Altísimo: {Y así te hemos inspirado un espíritu de nuestra orden. No estabas enterado de lo que es el libro ni la fe, pero hicimos de él una luz con la que guiamos a quien queremos de nuestros siervos. Y ciertamente, tú guías hacia una senda recta * La senda de Dios, aquél del que es lo que hay en los Cielos y lo que hay en la Tierra. ¿No es en Dios que concluyen los asuntos?}.1 Es la verdad o el camino que Dios, Glorificado sea, quiere que sus siervos tomen, el camino al Viviente Eterno, Glorificado sea. En otras palabras, son las creencias y los estatutos correctos de su ley, Glorificado sea, que llegan a los siervos por medio de sus profetas, mensajeros y sucesores (a). El prudente debe buscar la verdad para apartar su alma del castigo y buscar refugio en su Señor, yendo por la senda recta, pues la satisfacción en esta vida física y la abstracción en ella son peor que la muerte. Es más, se parece a la nada. De hecho, es el Infierno. Dijo el Altísimo: {Te piden que apresures el castigo, y ciertamente, el Infierno rodea a los infieles}.2 Además, conocer la verdad y caminar por ella, sobre ella y hacia ella es la vida verdadera; porque al final se llega al mundo del intelecto y se regresa a la vida que no muere, y esta meta está por encima del Paraíso. Dijo el Altísimo: {Ha prometido Dios a los creyentes y a las creyentes, paraísos. Corren debajo de ellos, ríos. Estarán permanentemente en ellos, y en moradas buenas en el paraíso del Edén. Y la complacencia de Dios es mayor que aquello, ésta es el triunfo inmenso.}.3 Dijo el Altísimo: {Y no sabe el alma lo que se les esconde de consuelo a los ojos como recompensa por lo que hacían}.4 El prudente no pierde su oportunidad de caminar sobre este camino, pues si llega, es por la misericordia de Dios, y si no, pues experimenta los paraísos por el favor de Dios y por la bendición de responder al llamado del Viviente que no muere: “adelántate”.5 1 Sagrado Corán - sura «Ash-Shura» (La consulta), 52-53. Sagrado Corán - sura «Al-Ankabut» (La araña), 54. 3 Sagrado Corán - sura «At-Tauba» (El arrepentimiento), 73. 4 Sagrado Corán - sura «As-Sayda» (La prosternación), 17. 5 Con estas palabras indica (a) lo que fue narrado de la Gente de la Casa (a), lo ya narrado por el Jeque Al-Kulaini en su cadena: de Abu Yafar (a), que dijo: “Cuando Dios creó el 2 Dijo el Altísimo: {Él es el que os ha creado de polvo, luego de una gota, luego de algo colgante, luego os hizo salir como niños, luego os hizo alcanzar vuestra madurez, luego hubisteis de ser ancianos, y de vosotros hay quien parte antes, y alcanzáis un plazo designado. Y quizás razonéis}.1 Es decir que Dios os creó con la esperanza de que alcancéis el mundo del intelecto como lo alcanzaron los profetas y los imames (a). Es más, lo que se espera, es que lleguéis al grado más alto de este mundo, que es el grado de tocar el mundo de la divinidad o de la distancia de dos arcos o menos. El dueño de esta posición meritoria es aquél para quien fue creada (Muhammad (s) y Alí, su alma). Aunque elegí ser breve y concreto, no hay problema en aclarar un poco, quizás Dios me otorgue una súplica de quien lea estas palabras. Sabed queridos y queridas creyentes, que lo primero creado fue el intelecto, que es el primer mundo espiritual y es un mundo integral. Las cosas existentes dentro de él están inmersas unas en otras y no se excluyen entre sí. Su gente tiene grados, siendo el más alto el de tocar el mundo de la divinidad, Glorificada sea, y este es un grado particular de Muhammad y Alí (a). Pues Muhammad (s), {Luego se acercó hasta humillarse * así estuvo a una distancia de dos arcos o más cerca}2 y Alí (a) es su alma. Dijo el Altísimo: {y nuestras almas y vuestras almas},3 y Alí es tocado por el Ser de Dios como fue narrado por él (s).4 Debajo de ambos hay grados. Ambos (con ellos sea la paz) abarcan y conocen a cada quien debajo de ellos dos, y quien está debajo aprende de ellos en la medida de su capacidad. Nadie los conoce completamente a ellos dos excepto aquél que los creó, así como nadie conoce completamente a Dios excepto ellos dos con el conocimiento posible del ser humano. intelecto le inquirió luego, diciéndole: “Adelántate” y él se adelantó. Luego le dijo: “Retrocede”, y él retrocedió. Luego dijo: “Juro por mi poder y gloria, que no he creado una creación que sea más amada para mí que tú, y no te he completado sino en quien amo. En cuanto a mí, a ti te mando, a ti te advierto, a ti te castigo y a ti te premio”. Al-Kafi, vol. 1, pág. 10. El dichoso es el que cumple con el llamado de Dios, Poderoso y Glorioso, y se adelanta cuando Él, el Altísimo, manda adelantarse. 1 Sagrado Corán - sura «Gafir» (Perdonador), 67. 2 Sagrado Corán - sura «An-Naym» (La estrella), 8-9. 3 Sagrado Corán - sura «Al Imran» (La familia de Imrán), 61. 4 Munaqib Ibn Shahr Ashub, vol. 3, pág. 31, Al-Muyam al-Ausat de Tabarani, vol. 9, pág. 142, Kanz al-Umnal, vol. 11, pág. 621, Bihar al-Anwar, vol. 39, pág. 313. Fue narrado por el dueño de la posición meritoria (s) el significado de esto: “Oh Alí, sólo yo y tú conocemos a Dios, solo Dios y tú me conocen, y solo Dios y yo te conocemos”.1 En cuanto al segundo mundo, el mundo de los Reinos, es un mundo ideal y de imagen, es el mundo de las almas, parecido al que se ve al dormir. Y es así porque el que duerme está desatento de su existencia física y atiende a su existencia en los Reinos, que podéis llamarla “ideal” o “espiritual”. En cuanto al tercer mundo, el mundo físico, es un mundo que se parece a la nada, sólo tiene la posibilidad de existir por su capacidad de existir. Es el último de los grados de descenso. Si una imagen se derrama sobre la materia se forma un cuerpo y éste es el primero de los grados de ascensión o regreso. Luego los cuerpos se dividen según sus grados de existencia en cuerpos inertes, plantas, animales y seres humanos. El ser humano, o bien se eleva y regresa a su Iniciador, Glorificado sea, glorificando en el mundo del intelecto cerca del Viviente que no muere, o bien degrada su alma dando la espalda a su Señor, pues solo ve la materia de la que apenas es consciente o solo alcanza a saber de ella cuando la imagen ideal se derrama sobre ella. De este modo, se vuelve como el ganado, es más, aún más extraviado del camino; porque fue creado para adelantarse y retrocedió, fue creado para usar el intelecto y prefirió la ignorancia, fue creado para vivir y prefirió la muerte. Dijo Abu Abdulá (a): «“Dios, Poderoso y Glorioso, creó el intelecto, que es la primera creación de las espirituales, a la derecha del trono, a partir de su luz. Y le dijo “retrocede” y retrocedió. Luego le dijo “adelántate” y se adelantó. Entonces Dios, Bendito y Altísimo, dijo: “te he hecho una gran creación y te he favorecido sobre toda mi creación.”» Dijo: «Luego creó a la ignorancia del mar salobre de tinieblas y le dijo “retrocede” y retrocedió, luego le dijo “adelántate” y no se adelantó, entonces le dijo “te has ensoberbecido” y la maldijo…».2 En cuanto al intelecto, todo el intelecto es Muhammad (s) y su sucesor, Alí (a); porque es su alma, como está en el versículo “y nuestras almas y vuestras 1 Mujtasar Basair Ad-Darayat, pág. 125, Musuaa Al-Imam Al-Mahdi (a) fi Kitab AsSunna, vol. 8, pág. 185, Mashariq Anwar al-Yaqin, pág. 176. 2 Al-Kafi, vol. 1, pág. 21, Al-Jisal As-Saduq, pág. 589, Tuhaf Al-Uqul, pág. almas”.1 Y en cuanto a la ignorancia, toda la ignorancia es el segundo, el principio de la soberbia. Es aquel al que extravió Satanás y arrojó al abismo. Satanás (maldígalo Dios) dijo: {Señor, por lo que me has descarriado},2 es decir, por aquél con el que me has descarriado, o lo desconocido que ha causado mi descarrío. En el versículo se describe como algo indefinido; porque es de la oscuridad, sin identidad, y está el “lo que”, que se utiliza para “seres irracionales”; porque no tiene intelecto. Por lo tanto, entre los hijos de Adán (a), hay alguien que se elevó por la adoración y la perfección moral hasta alcanzar la distancia de dos arcos o más cerca, pues es el maestro espiritual de los ángeles cercanos y el hombre completo, es decir, Muhammad (s), tal como Adán (a) enseñó a los ángeles lo que no sabían. El Comandante de los Creyentes dijo: “El hombre fue creado con un alma que habla por sí misma. Si la purifica con la ciencia y las acciones se asemeja a las joyas en su forma inicial. Si endereza su temperamento y la separa de sus contradicciones entra en comunión con los siete firmamentos”.3 Y entre los hijos de Adán hay quien arrojó su alma al abismo, que nada en un mar salobre de oscuridades sobre oscuridades, que cuando sumerge su mano apenas la ve, hasta convertirse en oscuridad sin luz, en ignorancia sin intelecto, en desasosiego sin estabilidad, en miedo sin tranquilidad, sin ningún sosiego que descienda sobre él. Sin esperanza en la misericordia de Dios y sin esperar al espíritu de Dios, aun cuando Satanás (maldígalo Dios), al resucitar para la Resurrección, esperará la misericordia de Dios, como está mencionado en un hadiz. Dijo el Altísimo: {Y cuando les adornó el demonio sus acciones y dijo: «no habrá vencedor contra vosotros hoy entre los hombres, y seré un vecino para vosotros». Luego, cuando se vieron las dos formaciones, dio media 1 Se refiere (a) a lo que dijo el Altísimo: {Así pues, quien te argumente sobre ello después de lo que ha venido a ti de la ciencia, pues di: «venid, llamemos a nuestros hijos y a vuestros hijos, y a nuestras mujeres y a vuestras mujeres, y a nuestras almas y a vuestras almas, luego imprequemos pues, invocando la maldición de Dios para los mentirosos»}, sura «Al Imran» (La familia de Imrán), 61. El alma del Mensajero de Dios (s) es Alí Bin Abi Talib (a), sus hijos son Hasan y Husein (con ambos sea la paz) y las mujeres son Fátima (con ella sea la paz). Véase el motivo por el cual descendió este versículo en Tafsir al-Maymua AlBayan, vol. 2, pág. 309 y otros. 2 Dijo el Altísimo: {Dijo: «Señor mío, por lo que me has descarriado los adornaré en la Tierra y los descarriaré a todos»}. «Al-Hiyr» (El rocoso), 39. 3 Munaqib Aal Abu Talib, vol. 1, pág. 327, Uyun Al-Hukm wa Al-Mawaid, pág. 304, Bihar al-Anwar, vol. 40, pág. 165, Mizan al-Hikma, vol. 1, pág. 223. vuelta sobre sus talones y dijo: «estoy libre de vosotros, yo veo lo que no veis, temo a Dios y Dios es severo en el castigo»}.1 Estos mismos son los maliciosos y soberbios que inspiran a los demonios de los genios a adornar las palabras. Pues los demonios de los genios toman de los demonios de los hombres y aprenden de ellos. Dijo el Altísimo: {Y así pusimos para cada profeta un enemigo. Demonios de los hombres y los genios, que se inspiran unos a otros, adornadas palabras de engaño. Y si quisiera tu Señor, no lo habrían hecho. Así que abandónalos y a lo que inventan}.2 Al-Haruri dijo: Yo era un joven entre los soldados de Satanás, y se desarrolló en mí la cuestión, hasta que pasó a ser Satanás uno de mis soldados. Y si él muere antes que yo, seré mejor después de él con métodos de inmoralidad que no serán buenos ni para él.3 Y queda algo… para el que pueda preguntar. Según los infieles, ¡¿no es el intelecto con lo que ellos inventan aviones y sofisticados dispositivos de comunicación?! La respuesta es: le preguntaron a Abu Abdulá (a) sobre lo que tenía Muawiya y dijo (a): “Aquella inteligencia es una obra satánica, se parece al intelecto y no es intelecto”.4 Así que todo ser humano tiene una parte en el mundo de los Reinos. Su parte es el alma, que es una imagen ideal y una sombra del intelecto. Esta sombra es la capacidad de conciencia o el portavoz plantado en los paraísos. Los animales sin habla la tienen en común con nosotros, pero el reflejo del hombre es más puro. Como el brillo del intelecto sobre su alma es más esplendoroso y claro, la parte que tiene de esta sombra es mayor. Cualquiera que haya estudiado el mundo animal sabe que algunos animales pueden inventar algunas herramientas, como lo han mencionado algunos biólogos. Por ejemplo, las nutrias que construyen represas para elevar el nivel del agua. Así que el hombre no tiene ninguna superioridad sobre los 1 Sagrado Corán - sura «Al-Anfaal» (Los botines), 48. Sagrado Corán - sura «Al-Anaam» (Los ganados), 112. 3 Bihar al-Anwar, vol. 12, pág. 33. 4 Al-Kafi, vol. 1, pág. 11, Maani al-Ajbar, pág. 240, Wasail, vol. 15, pág. 206. 2 animales excepto poder contemplar dentro de esta sombra para ver la realidad y el intelecto, y caminar hacia ella para completarse mediante la adoración, el agradecimiento y los buenos modales. Si no se conforma con esta sombra pues es como el ganado, es decir, como los animales sin habla. Si degrada su alma con una moral aborrecible se extravía aún más del camino. Y la alabanza a Dios solamente, y no nos ha llegado de la ciencia sino un poco. Señor mío, hazme entrar a mí, a los creyentes y a las creyentes en tu misericordia. Tú eres mi Guardián en este mundo y en la otra vida, y una bendición de Protector y una bendición de Auxiliar. Las creencias y los estatutos Incluyen: Las creencias correctas: La fe en la existencia de un creador y su unicidad, en la confirmación de sus profetas, mensajeros y sus sucesores (a), en la justicia, la predestinación, el destino, el cambio del destino, el Paraíso y el fuego, en la infalibilidad de los califas de Dios en su Tierra (a), en los ángeles, en lo oculto y todo lo que han informado los profetas, los mensajeros y sus sucesores (a). Lo único que tenemos que hacer es asirnos a sus anexos y reivindicar sus huellas. Dijo el Altísimo: {Di: «si amáis a Dios entonces seguidme, que os amará Dios y os perdonará vuestros pecados, y Dios es Perdonador, Misericordiosísimo»}.1 De Zurara, que dijo: se le preguntó a Abu Abdulá (a) sobre el comienzo del linaje de Adán, sobre cómo fue, y sobre el comienzo del linaje de la descendencia de Adán. Pues tenemos gente que dice: que Dios, Poderoso y Glorioso, inspiró a Adán a casar a sus hijas con sus hijos y que toda esta creación se originó de hermanos y hermanas. 1 Sagrado Corán - sura «Al Imran» (La familia de Imrán), 31. Entonces Abu Abdulá (con él sea la paz) dijo: “Dios está muy por encima de eso”. Dijo: “Quien dice esto está diciendo que Dios, Poderoso y Glorioso, ha creado lo mejor de su creación, ¡sus amados, sus profetas, sus mensajeros, los creyentes, las creyentes, los musulmanes y las musulmanas de lo ilícito!, ¡y que no tiene el poder de crearlos de lo lícito!, cuando ya ha aceptado con ellos el pacto de lo lícito y de la pureza inmaculada. Por Dios, me he enterado de una bestia que había desconocido a su hermana y se apareó con ella. Al descubrirlo y saber que era su hermana se arrancó los genitales con los dientes y luego cayó muerta. Y otra que se había apareado con su madre hizo lo mismo al enterarse. Entonces ¿qué haría un hombre con su humanidad, superioridad y ciencia! Es solo que una generación de esta creación —que veis— prefirió alejarse de la ciencia de la gente de las casas de sus profetas, y tomaron de dónde no se les había ordenado tomar, llegando a lo que veis, la perdición y la ignorancia por la ciencia, cómo fueron las cosas en el pasado, desde el comienzo que Dios ha creado lo que ha creado y lo que siempre ha sido”. Luego dijo: “¡Ay de ellos!, ¿cómo se alejaron tanto de lo que no difirieron ni los juristas de la gente del Hiyaz ni los juristas de la gente de Iraq, en que Dios, Poderoso y Glorioso, ordenó al cálamo escribir sobre la tabla preservada lo que fue y será hasta el Día de la Resurrección mil años antes de crear a Adán? Que en todas las escrituras de Dios por las que pasó el cálamo está la prohibición de las hermanas a los hermanos junto con lo que es ilícito. Nosotros ya vemos esto en cuatro de estas famosas escrituras de este mundo, la Torá, el Evangelio, los Salmos y el Corán. Dios las hizo descender de la tabla preservada sobre sus mensajeros, las salutaciones de Dios sean con todos ellos. La Torá a Moisés (con él sea la paz), los Salmos a David (con él sea la paz), el Evangelio a Jesús (con él sea la paz) y el Corán a Muhammad (las salutaciones de Dios sean con él y su familia), y a los profetas (con ellos sea la paz). Y realmente no hay ninguna permisibilidad de nada de eso. Yo digo: quien dice esto o algo parecido no busca sino fortalecer los argumentos de los magos. ¿Qué tienen? Que Dios los combata…”1 La alabanza a Dios que los expuso y los humilló por su ignorancia y su terquedad con los veraces de la familia de Muhammad (a), ya que han puesto a los profetas (a) como a hijos de la fornicación y ellos lejos están de eso. Que 1 Alal ash-Sharai, vol. 1, pág. 19. Dios ennegrezca el rostro de cada uno que enfrente a los veraces de la familia de Muhammad (a), que diga conocer la tradición del Mensajero, lo explícito del libro y lo alegórico de él, que se auto designe imam invitando al fuego con los asuntos de la religión como hicieron los omeyas, los abasidas y los que les siguieron en los asuntos religiosos. Hoy ya no queda excusa para sus seguidores excepto la obstinación y la soberbia, o decir: “es una cabra” ¡aunque vuele! El puntal de las creencias al que la fe obliga es lo que hay al final de la sura de “La vaca” y es en lo que tenía fe el Profeta (s): La fe en Dios, en los ángeles, en los libros celestiales y en los mensajeros, es igual que sean profetas o sucesores, o cualquier enviado de Dios, Glorificado sea, aunque fuera sólo un enviado para el liderazgo terrenal, como Saúl (a). Así pues, cada musulmán debe tener fe en Dios, Uno, Único, Singular, Eterno, tener fe en la profecía de Muhammad (s) y tener fe en los ángeles, en los libros, en los profetas del pasado, en sus sucesores y en sus leyes, y respetarlas, aunque estén abrogadas, porque un día fueron una ley de Dios sobre esta Tierra. El musulmán debe tener fe en los doce sucesores (a) del Profeta Muhammad (s), y aceptar todo lo correcto que ellos (a) informaron. Asimismo, el musulmán debe tener fe en el Doceavo Sucesor de los sucesores de Muhammad (a), que es el Imam Muhammad Bin Al-Hasan Al-Mahdi (a), que está vivo sustentándose hasta hoy y que se levantará con la espada como se levantó su abuelo (a). El musulmán debe serle leal, genuino con él y ponerlo a él antes que a sí mismo, que a sus bienes o a sus hijos. Debe trabajar para propagar su palabra, para difundir su misión y la injusticia que sufrió, y preparar su (a) estado. Ser enemigo de sus enemigos, los imames de la tiranía que dominan esta nación, y de sus infieles asistentes y soldados, que salieron del valiato de Dios para ir al valiato de Satanás (el maldito). Y el creyente no debe temer al número de ellos ni a su equipo. Dijo el Altísimo: {Y tramaron un ardid, y nosotros tramamos un ardid y ellos no lo percibieron * Así pues, observa cómo fue el final de su ardid, que los hemos destruido a ellos y a su gente, juntos * Pues esas son sus casas, ruinas por lo que oprimieron. Ciertamente, en esto, hay una señal para un pueblo que sabe}.1 1 Sagrado Corán - sura «An-Naml» (Las hormigas), 50-52. Los estatutos: En cuanto a los estatutos, pues son el conjunto de leyes que trajeron los profetas y los enviados de parte de Él, Glorificado sea, encomendados a los siervos. Talvez algunos hayan sido abrogados, u otros hayan sido legislados con el correr del tiempo, de acuerdo con la ciencia del Juicioso Informado, con los cuales corrige la situación de los siervos y de los países en cada época. No es correcto que se abrogue, que se cambie o se añada excepto en la misión de un advertidor infalible que hable en nombre de Dios y actúe bajo su mandato. Quien quiera ir más allá de eso va por mal camino. Si observamos las leyes celestiales y los estatutos divinos encontramos que las aplica alguien así, y que solamente él es el reformador de los espíritus, los cuerpos, los países y la economía. Así que quien legisle, cambie, abrogue o añada leyes sin ser de los infalibles que hablan de parte de Dios, habrá pretendido ser un dios y que la creación debe adorarlo, aunque no lo declare con sus palabras. El Corán ya ha declarado que los judíos servían a sus rabinos y sacerdotes en lugar de a Dios; porque ellos les hacían lícito lo ilícito y les hacían ilícito lo lícito, y les obedecían. De Abu Yafar (a), en la interpretación de lo que dijo el Altísimo: {Han tomado a sus rabinos y a sus monjes como señores en lugar de a Dios}.1 Dijo (a): “con respecto a sus rabinos y a sus monjes, ellos les obedecen, adoptan sus palabras, siguen lo que les ordenan, y han hecho su religión sobre lo que ellos les han invitado. Así pues, les han tomado como señores y les han obedecido, han abandonado lo que ordenó Dios, así como a sus libros y mensajeros. Lo han desestimado tras sus espaldas. Lo que les han ordenado los rabinos y los monjes lo han seguido. Los han obedecido a ellos y han desobedecido a Dios. Y esto está mencionado en nuestro libro, para que aprendamos de ellos…}.2 Por lo tanto, toda creencia en la que crea el ser humano, si no la toma de un infalible que la traiga de parte de Dios, será adoración a otro en lugar de a Dios. Cada estatuto de la ley que el ser humano ponga en práctica, si no la toma de un infalible que la traiga de parte de Dios, será una adoración a esa persona que la prescribió y la legisló; porque pretende ser un dios, mientras que los mismos infalibles no transmiten sino el estatuto de la ley de Dios. 1 2 Sagrado Corán - sura «Al-Tauba» (El arrepentimiento), 31. Tafsir Al-Qummi, vol. 1, pág. 289, Bihar al-Anwar, vol. 9, pág. 212. El Imam As-Sadiq (a), en su famosa carta a los shias, dijo: «oh vosotros, brigada exitosa, Dios ha completado para vosotros el bien que os ha dado. Sabed que no hay en la ciencia de Dios ni en su orden, que uno adopte algo de la creación de Dios en su religión por deseo, opinión o criterios. Dios ya ha hecho descender el Corán y ha puesto en él explicaciones de cada cosa. Ha puesto gente para el Corán y para enseñar el Corán. La gente de la ciencia del Corán, a la que Dios le ha enseñado su ciencia, no puede adoptar algo por deseo, opinión o criterios. Dios los ha enriquecido por encima de eso con la ciencia que les ha dado y por asignársela a ellos. La colocó junto a ellos como generosidad de Dios para honrarlos. Ellos son la gente del recuerdo que Dios ordenó a esta nación preguntar. Ellos son los que si alguno les pregunta —ya estaba en la ciencia de Dios el creerles y seguir sus huellas— lo guían, le dan de la ciencia del Corán lo que lo guiará a Dios con su permiso y a todos los caminos de la verdad. Ellos son aquellos a los que nadie evita, ni a sus asuntos, ni a su ciencia —con la que Dios los honró al colocarla junto a ellos— excepto aquel que en la ciencia de Dios se ha dejado superar por la ruindad durante el origen de la creación, poniéndose bajo la oscuridad, esos que evitan preguntar a la gente del recuerdo a la que Dios entregó la ciencia del Corán y ordenó preguntarle. Esos son los que han tomado sus deseos, sus opiniones y sus criterios hasta que el demonio entró en ellos; porque han puesto a la gente de fe en la ciencia del Corán de Dios, como a infieles, y han puesto a la gente que se desvió de la ciencia del Corán de Dios, como a creyentes. Hasta han prohibido muchas cosas que Dios ha permitido y han permitido muchas cosas que Dios ha prohibido. Este es la raíz del fruto de sus deseos. Antes de morir, el Mensajero de Dios (s) había hecho una alianza con ellos. Y ellos dijeron: “nosotros, después de que Dios, Poderoso y Glorioso, se llevó a su Mensajero, tenemos permitido adoptar opiniones en torno a lo que acuerden los hombres”. Esto fue después de que Dios, Poderoso y Glorioso, se llevó a su Mensajero (s) y después de la alianza que hizo con nosotros y nos ordenó cumplir. Se opusieron a Dios y a su Mensajero (s), y no hay nadie más osado contra Dios ni perdición más clara que la de quien obra así, alegando que se le permitió. Por Dios, que su creación debe obedecerle y seguir sus mandamientos durante la vida de Muhammad (s) y después de su muerte. ¿Acaso esos enemigos de Dios pueden aseverar que alguno que se haya islamizado con Muhammad (s) acepte sus palabras, opiniones y criterios? Pues si dicen que sí, habrán mentido sobre Dios y se habrán extraviado. Y si dicen que no, nadie debería aceptar sus opiniones, deseos y criterios. Habrán reconocido la prueba contra sí mismos y terminarán alegando que a Dios se lo obedece y su mandamiento se sigue, incluso después de la partida del Mensajero de Dios (s). Ya lo ha dicho Dios y su palabra es la verdad: {Y no es Muhammad sino un mensajero. Pasaron antes de él, mensajeros. ¿Acaso pues, si muere o es matado volveréis sobre vuestros talones? Y quien vuelva sobre sus talones no dañará a Dios en nada, y recompensará Dios a los agradecidos}.1 Esto es para que sepáis que a Dios se lo obedece y sus mandamientos se siguen durante la vida de Muhammad (s) y después de que Dios se llevó a Muhammad (s). Así como no hubo ningún hombre junto a Muhammad (s) que adoptara sus propios deseos, opiniones o criterios, oponiéndose a la orden de Muhammad (s), tampoco hay ningún hombre después de Muhammad (s) que adopte sus propios deseos, opiniones o criterios».2 Y si los imames (a), que con su intelecto y ciencia completos de lo explícito y lo alegórico del libro, de su revelación e interpretación, no tienen dictámenes, sino que citan a Dios y a su Mensajero (a), entonces ¿cómo es que lo hacen otros de menor intelecto e ignorando lo explícito, lo alegórico, la revelación y la interpretación? Cuando Abu Hanifa fue a lo del Imam As-Sadiq (a), éste le dijo: «oh Abu Hanifa, ¡¿conoces el libro de Dios como hay que conocerlo?! ¡¿Conoces lo abrogado y lo que abroga?!» Dijo: «Sí». Dijo (a): «oh, Abu Hanifa, has pretendido tener esta ciencia y ay de ti, pues Dios sólo se la ha dado a la gente del libro sobre la que descendió. Ay de ti, pues esto es sólo algo particular del linaje de nuestro Profeta (s). Dios no te ha hecho heredero ni de una letra de su libro. Así que si es como tú dices, y no es como tú dices, infórmame…».3 *** 1 Sagrado Corán - sura «Al Imran» (La familia de Imrán), 144. Al-Kafi, vol. 8, pág. 5-6, Wasail Ash-Shia, vol. 27, pág. 37, Bihar Al-Anwar, vol. 75, pág. 213. 3 Alal Ash-Sharai, vol. 1, pág. 90, Wasail Ash-Shia, vol. 27, pág. 48. 2 En sus historias hay una lección Dijo el Altísimo: {Y ciertamente, ya hemos planteado a los hombres en este Corán cada ejemplo. Y si vas a ellos con una señal han de decir los infieles: «no sois sino unos falseadores» * Así es como marca Dios los corazones de los que no saben * Así que sé paciente. Ciertamente, la promesa de Dios es verdad. Y que no te tomen a la ligera los que no tienen certeza}.1 Sería apropiado que cada musulmán estudie la historia de los hijos de Israel, su vida con Moisés y Aarón (con ambos sea la paz), y luego con Jesús (a); porque el envío de Moisés y Aarón (con ambos sea la paz) fue casi como el envío de Muhammad y Alí (con ambos sea la paz). Lo que les ocurrió a Moisés y a Aarón (con ambos sea la paz) no se diferencia mucho de lo que les pasó a Muhammad y Alí (con ambos sea la paz). Lo que hicieron los hijos de Israel durante la ausencia de Moisés (a) o después de la partida de Aarón y Moisés (con ambos sea la paz), no se diferencia mucho de lo que hizo esta nación después de la partida de Muhammad (s), después de la partida de Alí (a), y luego después de la ausencia del sello de los sucesores, Muhammad (a). Asimismo, el envío de Jesús (a) a los hijos de Israel fue casi como el envío de Muhammad Bin Al-Hasan Al-Askari Al-Mahdi (a) a esta nación. Lo que el Mahdi (a) encontrará de esta nación y en algunos eruditos del mal (inoperantes) de esta nación no se diferencia mucho de lo que encontró Jesús (a) en los judíos y sus eruditos inoperantes. {Así pues, relátales la historia. Quizás reflexionen}.2 1 2 Sagrado Corán - sura «Ar-Rum» (Los romanos), 58-60. Sagrado Corán - sura «Al-Aaraf» (Las alturas), 176. Los hijos de Israel aguardan el nacimiento de Moisés (a) Antes del envío de Moisés (a), los hijos de Israel aguardaban a este gran Profeta y Reformador Esperado. Incluso daban las buenas nuevas de su nacimiento y preparaban el recibimiento de este hijo bendito. Aquél que los libraría del gobierno déspota del Faraón que estaba en estado de alerta para capturar y matar a este bendito recién nacido, para librarse de él antes de que creciera y accione contra el gobierno déspota, avergüence a los faraones y sus espurias pretensiones, y conduzca a los hijos de Israel a la salvación llevando las palabras de “no hay divinidad sino Dios” a la gente de la Tierra. Los años del nacimiento del prometido llegaron y el Faraón mató a los recién nacidos de los hijos de Israel en esos años en que esperaban el nacimiento de Moisés (a), suponiendo que así podrían cambiar la tradición de Dios. Y Dios quiso humillarlo y mostrar su debilidad frente al poder divino y la planificación. El Glorificado crió a Moisés concretamente en el palacio del Faraón, y el tutor de Moisés no fue sino un faraón déspota, que intentaba noche y día, eliminar a este recién nacido. Dijo el Altísimo: {Así pues, lo recogió la familia del Faraón, para que sea para ellos un enemigo y una desgracia. Ciertamente, el Faraón y Hamán y las huestes de ambos estaban equivocados * Y dijo la mujer del Faraón: «Es un consuelo para mí y para ti. No lo mates. Tal vez nos sea útil o lo adoptemos como hijo». No lo presintieron}.1 Mientras el Faraón y sus huestes, que consideraban débiles a los hijos de Israel, humillaban y asesinaban a sus hijos y a los mejores de ellos, Moisés crecía en el palacio del Faraón y veía lo que sucedía en el palacio: los planes de terror y el propósito de estos, el descrédito del pueblo y la carga de obedecer al Faraón, o por lo menos la rendición a las órdenes llevadas a cabo y el abandono de la resistencia. {Dijo el Faraón: «No os hago ver sino lo que yo veo y no os guío sino a un camino de integridad»}.2 1 2 Sagrado Corán - sura «Al-Qisas» (El relato), 8-9. Sagrado Corán - sura «Gafir» (Perdonador), 29. Moisés (a) veía que la política del Faraón y su partido representaban un obstáculo para la difusión de la religión divina, un impedimento para la legislación religiosa de los hijos de Israel y una propagación de la corrupción, y que, por lo tanto, empujaba a la generación surgida en este entorno corrupto a la corrupción, al abandono de la religión y del cumplimiento de la sagrada ley divina. Este es el factor más importante del cual depende el déspota en su gobierno, ya que garantiza que el pueblo renuncie a Dios, al poder verdadero y al auxilio verdadero capaz de acabar con los déspotas y con su demoníaco partido. Moisés (a) el luchador en el camino de Dios, el emigrante hacia Dios y el profeta que invitaba a Dios Dijo el Altísimo: {Y cuando se fortaleció y maduró le dimos juicio y ciencia. Y así es como recompensamos a los que hacen el bien * Y entró en la ciudad en un momento de distracción de su gente. Y encontró en ella a dos varones combatiendo. Éste de sus seguidores y éste de sus enemigos. Así pues, le pidió ayuda el que era de sus seguidores contra el que era de sus enemigos. Y lo apuñeteó Moisés y lo liquidó. Dijo: «Este era de la obra del demonio. Ciertamente, él es un enemigo extraviador evidente» * Dijo: «Señor mío, he sido injusto con mi alma, así pues, perdóname». Y Él le perdonó. Ciertamente, Él es el Perdonador, el Misericordiosísimo * Dijo: «Señor mío, por tu beneficio sobre mí, pues no he de ser colaborador de los criminales» * Y amaneció en la ciudad, temeroso, acechante. Y cuando el que le había pedido auxilio ayer le pidió ayuda a gritos, díjole Moisés: «Ciertamente, eres un descarriado evidente» * Y cuando quiso echarse sobre el que era enemigo de ambos, éste dijo: «oh Moisés, ¿quieres matarme como mataste un alma ayer? No quieres sino ser un violento en la Tierra y no quieres ser de los que hacen el bien» * Y vino un varón del extremo de la ciudad afanándose que dijo: «oh Moisés, los notables conspiran contra ti para matarte. Así que sal. Ciertamente, soy para ti de los consejeros» * Así pues, salió de ella temeroso, acechante. Dijo: «Señor mío, sálvame del pueblo de los injustos» * Y cuando se dirigió su rostro hacia Madián dijo: «Quizás mi Señor me dirija a lo llano del camino»}.1 Moisés (a) entró a la contienda de la vida, para encontrar la injusticia despótica del Faraón contra el vulnerable pueblo de los hijos de Israel y los egipcios. Y Moisés (a), purificado y refinado profeta reformador esperado que los hijos de Israel reconocieron, ¿cómo podría quedarse en el palacio del Faraón como su colaborador, aunque fuera en silencio ante su injusticia y tamaña muchedumbre? Así que Dios quiso que se produzca este incidente, que fue la matanza de un secuaz del faraón y soldado suyo de la oscuridad. Este incidente tuvo un gran efecto en el alma de Moisés (a), ya que se refugió en la verdad, pidiéndole perdón y arrepintiéndose ante Él de lo que él consideraba un pecado, que era haber vivido en el palacio del déspota del Faraón, padre tutor de Moisés (a). Cuando su Señor, Glorificado sea y Altísimo, lo perdonó, por la merced que tuvo con él al perdonarlo, hizo una alianza con Dios: que no sería colaborador de un criminal impío, aunque fuera adulándolo o en silencio ante su injusticia. Así que Moisés (a) debía alejarse después de este incidente y emigrar hacia Dios. Salió de la ciudad temeroso, acechante y desapareció de los hijos de Israel durante diez años. Los pasó en las tierras de Madián viviendo una vida simple y tranquila en los brazos de un gran profeta que fue Shuaib (a), encargándose del rebaño de ovejas y aprendiendo mucho para regresar después, a los hijos de Israel como líder, capitán, caudillo y profeta, invitando hacia Dios, guiando a los creyentes a salvarse de la violencia del Faraón, del debilitamiento y el escarnio al que estaban sometidos en Egipto. Y Moisés (a) y los creyentes cruzaron el mar, y Dios ahogó al Faraón y a sus huestes. Pero después de este cruce pasó lo que pasó: los hijos de Israel se rebelaron contra los mandamientos divinos, y desobedecieron a Moisés y a Aarón (con ambos sea la paz). Después de que los hijos de Israel se negaron a entrar a Tierra Santa y a luchar contra los titanes para difundir las palabras de “no hay divinidad sino Dios” y adorar puramente a Dios, Dios prescribió para ellos la perdición cuarenta años en el desierto del Sinaí. Cuánto dañó a Moisés y a Aarón (con ambos sea la paz) el transcurso de este período. Muchos de ellos se oponían a Moisés (a), o no le hacían caso. O contrariaban a Aarón, siendo él un profeta y el sucesor de Moisés (a). Así que Dios les ordenó escribir a cada jefe de las tribus de los hijos de Israel, su nombre sobre una vara mustia. Aarón escribió su nombre y Moisés (a) colocó las varas en una tienda de reunión. Entonces Dios quiso que la vara en la que estaba escrito el nombre de Aarón (a) se cubriera de verde, para que sea un 1 Sagrado Corán - sura «Al-Qisas» (El relato), 14-22. milagro que confirmara su profecía y su derecho a ser el Sucesor de Moisés (a). Pero no cesaron de excederse con Aarón (a) y lo menospreciaban. Incluso cuando fabricaron el becerro y lo adoraron Aarón (a) se les opuso y casi lo matan a él junto a unos pocos que apoyaban la verdad con él (a). ¡Y esto no fue suficiente para los judíos, sino que distorsionaron la Torá después de la partida de Moisés y Aarón (con ambos sea la paz), y escribieron con sus manos pecadoras en ella, que el que construyó el becerro y extravió a los hijos de Israel había sido Aarón (a)! Así pues, observad la injusticia contra este gran profeta Aarón (a). Comparadla con la justicia contra el Sucesor Alí Bin Abi Talib (a). Es una tradición de Dios y no verás ningún cambio en la tradición de Dios. *** La sedición del becerro Dijo el Altísimo: {Y cuando hicimos un pacto con vosotros y elevamos sobre vosotros el monte: «Tomad lo que os hemos dado con fuerza y escuchad». Dijeron: «Hemos escuchado y hemos desobedecido». Y se les hizo beber en sus corazones el becerro por su incredulidad. Di: «Qué malo lo que os ordena vuestra fe si habéis de ser creyentes»}.1 Y dijo el Altísimo: {E hizo el pueblo de Moisés después que él se fue, a partir de sus alhajas, un becerro. Cuerpo tenía, mugido. ¿No ven que no les habla y no los guía a ningún camino? Lo tomaron y fueron injustos * Y cuando cayó en sus manos y vieron que ya se habían extraviado, dijeron: «Ciertamente, si no tiene misericordia de nosotros nuestro Señor y nos perdona, habremos de ser de los perdedores» * Y cuando regresó Moisés a su pueblo, enojado, apenado, dijo: «¡Qué mal como me habéis sucedido! ¿Se os ha dado prisa por la orden de vuestro Señor?» Y arrojó las tablas y tomó por la cabeza a su hermano y lo jaló hacia él. Dijo: «Hijo de madre, el pueblo me ha considerado débil y casi me matan, así que no hagas que se alegren del mal ajeno por mí los enemigos y no me pongas con el pueblo de los injustos» * Dijo: «Señor mío, perdóname y a mi hermano, y haznos entrar en tu misericordia, y tú eres el más misericordioso de los misericordiosos» * Ciertamente, los que tomaron el becerro tendrán la ira de su Señor y la vileza en la vida de este mundo. Y así recompensamos a los que inventan * Y los que obraron iniquidades, luego se arrepintieron después de ello y han tenido fe, ciertamente, tu Señor después de ello, ha de ser Perdonador, Misericordiosísimo}.2 Y dijo el Altísimo: {Dijeron: «No hemos faltado a tu promesa por nuestra voluntad, pero a nosotros se nos hizo llevar cargas de alhajas del pueblo y lanzarlas. Así pues, las arrojó el Samirí» * Y produjo para ellos un becerro. Cuerpo tenía, mugido. Dijo: «Éste es vuestro dios y el dios de Moisés». Así pues, él se olvidó» * ¿No ven que no les devuelve palabra y no puede perjudicarlos ni beneficiarlos? * Y ya les había dicho Aarón antes: «Oh pueblo mío, se os está poniendo a prueba con ello. Y ciertamente, 1 2 Sagrado Corán – sura «Al-Baqara» (La vaca), 93. Sagrado Corán – sura «Al-Aaraf» (Las alturas), 148-153. vuestro Señor, es Misericordioso. Así pues, seguidme y obedeced mi orden» * Dijeron: «No dejaremos de dedicarnos a él hasta que regrese a nosotros Moisés» * Dijo: «Oh Aarón, ¿qué te lo impidió, cuando los vistes extraviándose * que no me seguiste? ¿Has pues, desobedecido mi orden?» * Dijo: «Oh hijo de madre, no me tomes por mi barba ni por mi cabeza. Es que temí que dijeras: “has causado separación entre los hijos de Israel y no has considerado mi palabra”» * Dijo: «¿Y cuál es tu perorata, oh Samirí?» * Dijo: «Observé lo que ellos no observaban. Entonces recogí un puñado de la huella del mensajero y la lancé, y así me sugirió mi alma» * Dijo: «Entonces vete, pues para ti, en la vida, está el que digáis “no tocar”. Y ciertamente, para ti, hay una promesa a la que no has de faltar. Y observa a tu dios con el que has persistido dedicado. Ciertamente, hemos de quemarlo, luego, hemos de pulverizarlo, en el mar estará disuelto» * Ciertamente, vuestra divinidad es Dios, aquél del que no hay divinidad sino Él. Ha abarcado cada cosa en ciencia}.1 La sedición del becerro ocurrió durante los cuarenta años de éxodo en el que se perdieron los hijos de Israel en el desierto del Sinaí, como castigo por su rebelión contra las órdenes divinas y como enmienda de la corrupción de sus almas. Dios, Glorificado y Altísimo, prometió a Moisés (a) treinta noches y luego las completó con diez. Dijo el Altísimo: {Y prometimos a Moisés treinta noches y las completamos con diez. Así pues, se completó el término de su Señor}.2 El Glorificado y Altísimo no ignoraba que la cita era de cuarenta noches y no mintió a Moisés. El Glorificado y Altísimo está muy por encima de algo así. Sin embargo, convino con él treinta noches y las diez que completaban las cuarenta dependían de otra cosa que aún no había ocurrido, como una súplica, una caridad, alguna acción de Moisés (a) o un descuido del grupo de los hijos de Israel que los discipline con la ausencia de Moisés (a) durante diez noches más. Pues Dios, Glorificado sea, sabía que Moisés se ausentaría cuarenta noches, pero en la tabla de borrado y confirmación estaba que Moisés se ausentaría treinta noches, pues si ocurría algo con Moisés (a) o con los hijos de 1 2 Sagrado Corán – sura «Ta Ha» (Ta Ha), 87-98. Sagrado Corán – sura «Al-Aaraf» (Las alturas), 142. Israel, esto completaría las cuarenta noches. Dijo el Altísimo: {Borra Dios lo que quiere y confirma, y junto a Él está la madre del libro}.1 Esto es como cuando cualquiera de nosotros suplica a Dios que lo libre de la desgracia o le conceda de su misericordia lo que Él quiera. Pues si los asuntos no cambiaran, la súplica sería inútil y una plática sin sentido. Pero Dios Glorificado decreta las cantidades y extiende sus dos manos llenas a quien Él quiere. Él da en la medida que Él quiere y es el más juicioso de los juiciosos. Este es el cambio en el destino, una verdad evidente en el Recordatorio del Juicioso que han rechazado los ignorantes diciendo que “Dios ha concluido todas las cosas”, como si sus manos estuvieran atadas, como dijeron los judíos.2 A pesar de esto, hay eruditos sunnis que demuestran el cambio en el destino como Ibn Al-Yauzia en su libro Al-Yawab Al-Kafi, en el capítulo de “La Sagrado Corán – sura «Ar-Raad» (El trueno), 39. Los judíos afirman que la mano de Dios Altísimo está atada, que el Altísimo ha concluido la creación y la orden, ¡y que no puede cambiar nada! Y Dios, Glorificado sea, ya ha contestado a estas palabras, pues dijo: {Y han dicho los judíos: «La mano de Dios está atada». Atadas están las manos de ellos y han sido maldecidos por lo que han dicho. Más bien, las manos de Él están extendidas proveyendo como Él quiere. Y ciertamente, habrá de aumentar en muchos de ellos, por lo que descendió a ti de tu Señor, la impiedad y la incredulidad. Y hemos arrojado entre ellos la enemistad hasta el Día de la Resurrección. Cada vez que enciendan un fuego de guerra ha de extinguirlo Dios. Se esfuerzan en la Tierra por corrupción y Dios no ama a los corruptores}, Sagrado Corán – sura «Al-Maida» (La mesa servida), 64. La mayoría de los eruditos sunnis y judíos concuerdan en esto: que Dios Altísimo ya ha concluido la orden ¡y que no la puede cambiar! Y lo han dicho en las narraciones, entre ellas, lo narrado por Ahmed en su Musnad: de Ibn Umar, que dijo: Omar dijo: “Oh Mensajero de Dios, ¿opinas que en los actos que realizamos se cumple un asunto que ya ha concluido o son algo nuevo?” Dijo: “Es algo que ya ha concluido. Así pues, actúa, hijo de Al-Jattab, pues ambas cosas se facilitan. Si uno es de la gente de la felicidad, obra para la felicidad, y si es de la gente de la desgracia obra para la desgracia”. Musnad Ahmad, vol. 2, pág. 52, y lo señaló Sahih al-Bujari, vol. 6, pág. 86, Sahih Muslim, vol. 8, pág. 48, Tafsir Ibn Kazir, vol. 4, pág. 554, y otros. ¡Según ellos estos textos son auténticos cuando dicen que Dios Altísimo está obligado como dijeron sobre las acciones del ser humano! Encontramos que Bujari carga a Dios Altísimo con la responsabilidad del pecado de Adán (a), pues se narró que Abu Huraira dijo: «El Mensajero de Dios (s) dijo: “Adán y Moisés discutieron. Moisés le dijo: ‘¿No eres tú Adán, aquél cuyo pecado lo expulsó del Paraíso?’ Y Adán le dijo: ‘Tú eres Moisés, al que ha elegido Dios para su mensaje y su palabra. ¿Y me culpas por algo que ya estaba decretado para mí antes de que yo fuera creado?’” Entonces el Mensajero de Dios (s) dijo: “Y Adán venció con argumentos dos veces a Moisés.”», Sahih al-Bujari, vol. 4, pág. 131. Y así negaron el cambio en el destino, ignorando su realidad. 1 2 súplica”. Y aunque no lo confirma con palabras, demostró su significado, ya sea por narraciones del Profeta (s) o sus debates en favor de la súplica. Durante estas cuarenta noches, el samirí aprovechó la ausencia de Moisés (a) y elaboró un becerro con las alhajas. El samirí arrojó en este becerro un puñado de polvo que tomó de abajo del casco del caballo de Gabriel (a). Así salía un mugido del cuerpo del becerro, es decir, un sonido como el sonido de un becerro vivo. Moisés (a) dijo: “Oh Señor, el becerro fue hecho por el samirí. ¿El mugido de dónde sale?” Dijo: “De Mí. Porque al verlos dándome la espalda hacia el becerro, quise aumentarles la sedición”.1 El samirí les dijo “éste es vuestro dios y el dios de Moisés”. Es decir, ¡que vuestro dios ha hecho lícito este becerro! ¡Y muchos de los hijos de Israel le creyeron después de haberlo ayudado a fabricar el becerro! Debemos reflexionar sobre este incidente que está en el Corán y estudiarlo, quizás Dios nos acerque a una vida feliz y a una muerte de mártires, como nos prometió el Mensajero de Dios (s) si estudiábamos el Corán.2 Entonces queridos, si decidís estudiar este incidente, cuestionaos esto: ¿quién es el samirí? ¿No era uno de los eruditos de los hijos de Israel? ¿Acaso no era un fiel monje? cuando {Dijo: «observé lo que ellos no observaban, entonces recogí un puñado…»}.3 Por el contexto del versículo parece que vio a Gabriel (a) o cosas ocultas que otros no veían. Luego, ¿no era el samirí un luchador? La respuesta a esto está en la interpretación del versículo: {Así pues, le pidió ayuda el que era de sus seguidores},4 que era el samirí. Si esto es cierto 1 Tafsir Al-Qummi, vol. 2, pág. 62, Bihar al-Anwar, vol. 13, pág. 210, Qasas al-Anbiya Al-Yirazi, pág. 268. 2 De Ismael Bin Abi Ziad, de Yafar Bin Muhammad, de su padre (a), que dijo: “El Profeta (las bendiciones de Dios sean con él y su familia) dijo: «La gente del Corán está en el grado más alto de los adamitas aparte de los profetas y enviados. No menospreciéis a la gente del Corán y sus derechos, pues ellos tienen junto a Dios un lugar.», Zawab al-Aamal As-Suduq, pág. 99-100. 3 Sagrado Corán – sura «Ta Ha» (Ta Ha), 96. 4 Sagrado Corán – sura «Al-Qisas» (El relato), 15. el samirí era un luchador, que luchaba contra los soldados tiranos y contra el Faraón en Egipto, antes de que Moisés (a) fuera enviado.1 Luego, ¿quién es el que olvidó? ¿Moisés (a) olvidó a su dios aquí y fue al monte para que hable la lengua del samirí? La verdad está lejos de esto; porque los hijos de Israel sabían que Moisés se había ido al monte por mandato de Dios. Por lo tanto, el que olvidó es el samirí, es decir, él abandonó la fe verdadera y al adorado de verdad. Así que las palabras son las de Dios, Glorificado sea. Luego, ¿qué le sugirió su alma? La verdad es que este es el origen de toda sedición: los deseos, el yo, el demonio y los adornos del mundo. Su alma marcada por la maldad le sugirió que él era mejor que Aarón (a), se amotinó contra él, no obedeció su orden y se ensoberbeció. Su alma le sugirió que él era un sabio, un siervo, un asceta, talvez un luchador, que algunas cuestiones de lo oculto se le habían revelado y que, por lo tanto, tenía más derecho que Aarón (a) a liderar a los hijos de Israel en ausencia de Moisés (a). Envidió a Aarón y a Moisés (con ambos sea la paz), y la arrogancia se apoderó de él como lo hizo. El deseo y el yo se apoderaron de él todo lo posible. El demonio lo arrojó en el abismo y lo hizo ensoberbecerse contra los grandes profetas (a) como él se había ensoberbecido contra Adán (a). Así pues, el demonio lo provocó con su llamamiento, lo sedujo con su tentación y lo infectó con su enfermedad. Entonces descendió el velo sobre el reflejo del espíritu porque compró el extravío con la guía y ya no pudo ver: {Y los ves mirándote y no ven}.2 Olvidó la realidad y al adorado de verdad, que no se ve con la vista ni se percibe con las ilusiones. Regresó al más despreciable de los tipos de politeísmo: la adoración de imágenes. Así pues, produjo lo que su alma entrañaba: un becerro con cuerpo y mugido, la sedición con la que habría de alegrarse un pueblo cuyas almas lo entrañaban antes de verlo. Se dieron de beber el becerro antes de fabricarlo. Cuánto se habían opuesto a Moisés y a Aarón (con ambos sea la paz) y cuánto habían lastimado a Moisés (a), {Y cuando dijo Moisés a su pueblo: «Oh pueblo mío, ¿por qué me lastimáis ya sabiendo En Tafsir Al-Qummi: «… El samirí estaba delante de Moisés el día que Dios ahogó al faraón y a sus compañeros. Así que vio a Gabriel que estaba sobre un animal con forma de yegua. Cada vez que ponía su casco en un sitio de la Tierra hacía temblar ese lugar. El samirí observó esto y era uno de los mejores compañeros de Moisés…», Tafsir Al-Qumi, vol. 2, págs. 61-63. Esto prueba que el samirí era un líder a la vanguardia de los compañeros de Moisés (a) y nada menos que uno de los mejores compañeros de Moisés (a). 2 Sagrado Corán – sura «Al-Aaraf» (Las alturas), 198. 1 que soy un mensajero de Dios para vosotros?» Y cuando se desviaron desvió Dios sus corazones. Y Dios no guía al pueblo de los adúlteros}.1 Muchos de los hijos de Israel se creían mejores que Moisés (a). En cuanto a Aarón (a), él no tenía ninguna importancia para muchos de ellos. En la Torá dice: [Y se rebeló Coré, hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví, con Datán y Abiram, hijos de Eliab, y On, hijo de Pelet, hijos de Rubén, y se alzaron contra Moisés, junto con algunos de los hijos de Israel… Y se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y el SEÑOR está en medio de ellos. ¿Por qué, entonces, os levantáis por encima de la asamblea del SEÑOR? Cuando Moisés escuchó esto, cayó sobre su rostro; y habló a Coré y a todo su grupo, diciendo: Mañana temprano el SEÑOR mostrará quién es de Él, y quién es santo, y lo acercará a sí].2 [Entonces habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y toma de ellos una vara por cada una de las casas paternas: doce varas de todos los jefes conforme a sus casas paternas. Y escribirás el nombre de cada uno en su vara, y escribirás el nombre de Aarón en la vara de Leví; porque hay una vara para cada jefe de sus casas paternas. Y las pondrás en la tienda de reunión delante del testimonio donde me encuentro contigo. Y acontecerá que la vara del hombre que yo escoja, retoñará. Así disminuiré de sobre mí las quejas de los hijos de Israel que murmuran contra vosotros. Habló, pues, Moisés a los hijos de Israel, y todos los jefes de ellos le dieron varas, una por cada jefe según sus casas paternas; doce varas, con la vara de Aarón entre sus varas. Y Moisés colocó las varas en la tienda del testimonio delante del SEÑOR. Y aconteció que el día siguiente, Moisés entró en la tienda del testimonio, y he aquí, la vara de Aarón de la casa de Leví había retoñado y echado botones, y había producido flores, y almendras maduras. Moisés entonces sacó todas las varas de la presencia del SEÑOR y las llevó a los hijos de Israel; y ellos las miraron y cada uno tomó su vara. Pero el SEÑOR dijo a Moisés: Vuelve a poner la vara de Aarón delante del testimonio para guardarla por señal a los rebeldes, para que hagas cesar sus murmuraciones contra mí, y no mueran. Así lo hizo Moisés; como el SEÑOR le había ordenado, así lo hizo].3 Sagrado Corán – sura «As-Saff» (Las filas), 5. Sagrada Biblia, Antiguo Testamento, Números 16, 1-5. 3 Sagrada Biblia, Antiguo Testamento, Números 17, 16-28. 1 2 [Partieron del monte de Hor, por el camino del mar Rojo, para rodear la tierra de Edom, y el pueblo se impacientó por causa del viaje. Y el pueblo habló contra Dios y Moisés: ¿Por qué nos habéis sacado de Egipto para morir en el desierto? Pues no hay comida ni agua, y detestamos este alimento tan miserable].1 De esta manera el samirí y el cuerpo de su becerro fueron una válvula de escape para aquellos adúlteros, para que se exteriorice el odio y la envidia que sus almas entrañaban contra Moisés y Aarón (con ambos sea la paz), y especialmente contra Aarón (a); porque calumniar su persona (a) e injuriar su profecía y liderazgo era más fácil; y esto porque Moisés (a) tenía gran posición y prestigio en las almas de muchos de los hijos de Israel porque les había mostrado milagros con sus manos. Así, esos hipócritas que seguían al samirí, menospreciaban a Aarón (a) y al grupo que se unió a él en torno a la verdad. Intentaron matar a Aarón (a), pero él manejó la sedición con la sabiduría de los profetas y luego espero a que volviera Moisés (a). Y Dios lo apoyó, manifestó su derecho, juzgó a la creencia corruptora, manifestó su posición dentro de la creencia correcta y la verdad que quería Dios: {Y observa a tu dios con el que has persistido dedicado. Ciertamente, hemos de quemarlo, luego, hemos de pulverizarlo, en el mar estará disuelto» * Ciertamente, vuestra divinidad es Dios, aquél del que no hay divinidad sino Él. Ha abarcado cada cosa en ciencia}.2 1 2 Sagrada Biblia, Antiguo Testamento, Números 21, 4-5. Sagrado Corán – sura «Ta Ha» (Ta Ha), 97-98. Parecido al samirí Dijo el Altísimo: {Y recítales la noticia de aquél al que le dimos nuestras señales. Pues se despojó de ellas, siguió al demonio y fue de los descarriados * Y, si hubiésemos querido, le habríamos elevado mediante aquellas, pero él se inclinó hacia la tierra y siguió sus deseos. Así que su ejemplo es como el ejemplo del perro, si lo atacas, jadea o si lo dejas, jadea. Este es el ejemplo del pueblo que desmiente nuestras señales. Así pues, relátales la historia. Quizás reflexionen}.1 Balam Bin Baura era un erudito y asceta que vio algunas cosas de lo oculto. Uno de los reyes déspotas infieles le pidió que suplicara contra Moisés (a). Él suplicó sabiendo que Moisés era un gran profeta porque lo envidiaba y sabía que este rey déspota era en realidad un infiel a Dios, a su mensaje y a su religión, aunque manifestara su testimonio de que no hay divinidad sino Dios; porque su beligerancia contra los patronos de Dios y la religión de Dios era una evidencia de su incredulidad. Pero Balam Bin Baura y sus semejantes ponían sospechas como excusas de sus caídas, y a veces también lo explícito como si fuera alegórico o la verdad como si fuera alegórica; para violar lo que Dios, Glorificado sea, hizo sagrado. En la Torá dice que Balam Bin Baura no suplicó contra Moisés. Aparentemente esto es una distorsión de los judíos, ya que en una narración del Imam Ar-Reda (a) dice: “Ciertamente a Balam Bin Baura se le concedió el nombre mayor, con el cual suplicaba y se le respondía; así pues, se inclinó hacia el Faraón —que no era el Faraón de Egipto, maldígalo Dios— y cuando el Faraón salió en busca de Moisés (a) y sus compañeros le dijo a Balam: “suplica a Dios contra Moisés y sus compañeros para que lo encarcelemos”. Montó en su burra para salir en busca de Moisés (a) y su burra se negaba a avanzar, entonces le pegó. Y Dios, Poderoso y Glorioso, la hizo hablar, y dijo: “Ay de ti por haberme pegado. ¿Acaso quieres que vaya contigo para que supliques contra Moisés, el profeta de Dios, y contra el pueblo de los 1 Sagrado Corán - sura «Al-Aaraf» (Las alturas), 175-176. creyentes?” No cesó de pegarle hasta matarla y el nombre mayor se retiró de su lengua…”.1 Por lo tanto, este sabio que había sido informado de algunas cosas ocultas tenía certeza. Sin embargo, su certeza no lo benefició en nada; porque se inclinó hacia un gobernante injusto, y deseó superioridad y rango. No fue sincero con Dios, pues su alma abrigaba arrogancia, amor por el yo y envidia por los patronos elegidos de Dios. Cuando se sometió a este examen divino se despojó de las señales de Dios y renunció a ellas. Mostró su interior negro y su verdad se manifestó (un perro que jadea tras el mundo). Sin embargo, llevaba las vestiduras de un siervo sabio que trabajaba para Dios. De esta manera el demonio lo descarrió y lo llevó a la ruina. Se convirtió en un fiel seguidor de él, después de elegir sus huellas y seguirlo, pues el demonio conoce la ciencia con certeza, y aún con esto, se ensoberbece contra Adán (a) y se rebela contra Dios. Asimismo, este maldito con su ciencia y certeza, envidió a Moisés (a) y suplicó contra él en lugar de ponerse bajo su bandera y ser su seguidor. ¡De esta manera, la ciencia de Balam Bin Baura fue un motivo para ensoberbecerse y envidiar a Moisés (a)! Balam Bin Baura hizo de la ciencia un resentimiento que lo hizo caer en el precipicio, aunque era una misericordia con la que llegan a Dios los que obran. Fue narrado que el Profeta (s) dijo: “Todos los eruditos están condenados a perderse excepto los que obran, y todos los que obran están condenados a perderse excepto los sinceros, y los sinceros están en peligro”.2 Lamentablemente, muchos se hacen llamar eruditos sin saber interpretar dos suras del Sagrado Corán, según lo narrado por la familia de Muhammad (a). Sólo leen lo fácil de las narraciones de los infalibles (a), limitándose a algunas narraciones de jurisprudencia en su mayoría. Entonces, ¿por qué se hacen llamar eruditos? ¿Por aplicar lo que Aristóteles estableció hace mil años? Tal vez encuentren entre los ateos a quien sepa más de eso que nosotros. ¿O es por la polémica, los argumentos lógicos y otras discusiones que no dan ningún 1 Tafsir Al-Qumi, vol. 1, pág. 248, Qasas Al-Anbiya Al-Yizairi, pág. 352. Mizan Al-Hikma, vol. 1, pág. 756. Kashf Al-Jufaa Al-Ayluni, vol. 2, pág. 312, Yamia AsSaadat lil-Naraqi, vol. 1, pág. 220. 2 beneficio científico o práctico, y que no pasan de ser una entrega a la molicie científica o una pérdida de tiempo?1 ¿No narramos del Mensajero de Dios (s) lo que esto significa: “Ciertamente, el hombre es responsable de cómo gastó su tiempo”?2 ¿No dice Dios, Glorificado sea: {Y si queremos arrasar una población ordenamos a los corruptos que hay en ella y ellos adulteran allí. Así pues, se cumple contra ella lo dicho y la destruimos. Queda destruida}.3 Que esto sea una advertencia para los que se sientan horas en las mezquitas a discutir, a debatir y a llenar las mezquitas con palabras muy lejanas de la verdad y de la guía que Dios quiere. Ya nos hemos alejado mucho del camino, por eso Goliat y sus semejantes nos han dominado. El Mensajero de Dios (s) dijo: “Llegará un tiempo a mi nación en el que no quedará del Corán sino su caligrafía, ni del islam sino 1 Las escuelas científicas shias han elaborado hoy un método para la acreditación de sus estudios religiosos basado en el estudio de la lógica aristotélica, la filosofía griega, los orígenes de la jurisprudencia y el estudio de los narradores que heredaron de los sunnis. Estas ciencias y otras ciencias intelectuales parecidas se han convertido en los instrumentos con los que el estudiante de estas escuelas llega a conocer las creencias religiosas divinas y los estatutos secundarios prácticos. Estas ciencias han llegado a prevalecer sobre las palabras de Muhammad y la familia de Muhammad (s) que se han empezado a interpretar conforme a estos métodos elaborados por los ateos. Esto los ha llevado a caer en muchas contradicciones con las palabras de Muhammad (s) y su familia (a). Han rechazado muchas narraciones y renunciado a ellas como resultado de su fe en este método innovador. Además, muchos principios de estas ciencias se estudian sólo por entregarse a la molicie científica. Por lo tanto, no hay ninguna ganancia práctica que resulte de ellas y ellos admiten este hecho. Sin embargo, se acostumbraron a este método y lo consideran sagrado e imposible de menoscabar, ¡pues según ellos, es el equilibrio del conocimiento! El hecho es que hacen que los estudiantes se alejen de la Gente de la Casa (a), pues les hacen perder la mejor parte de su juventud en ciencias ateas abandonando la riqueza científica y espiritual que mencionan el Sagrado Corán, el Mensajero y su familia (a). Así que en las escuelas científicas no se estudian el Corán ni las narraciones de Muhammad y su familia (a), por eso muchos de los miembros de la escuela sólo aprenden de memoria lo fácil de los versículos del Corán y de las narraciones de Muhammad y su familia (a). Quien desee investigar este hecho puede hacerlo familiarizándose con lo que se estudia en las escuelas científicas. 2 El Jeque As-Saduq en Al-Jisal Wal Ilal: que el Profeta (s) dijo al interpretar las palabras del Altísimo: «{Y paradles. Ciertamente, ha de preguntárseles}. “El siervo no debe dar un paso hasta preguntarse cuatro cosas: qué experimenta en su juventud, en qué gasta su tiempo, de dónde junta su dinero y en qué lo gasta, y el amor por nosotros, la Gente de la Casa”», Al-Jisal, pág. 253, Ilal Ash-Sharai, vol. 1, pág. 218. 3 Sagrado Corán - sura «Al-Isra» (El viaje nocturno), 16. su nombre. Serán llamados por estar en esto y serán los hombres más lejanos de esto. Sus mezquitas estarán pobladas, y vacías de la guía. Los juristas de ese tiempo serán los peores juristas bajo la sombra del cielo. De ellos sale la sedición y a ellos volverá”.1 El hadiz indica que, aunque las mezquitas estén llenas de gente, no estarán en la guía de la familia de Muhammad (a). ¿Acaso nos consideramos trabajadores cuando no ordenamos lo reconocido ni prohibimos lo detestable? ¡Incluso la gente ve lo detestable como reconocido y lo reconocido como detestable! El deber de los sabios es reformar la nación. Dijo el Altísimo: {Y para que adviertan a su pueblo}.2 No a uno o a dos individuos. Muy lamentablemente, muchos de ellos dicen “la gente no quiere religión”, pero no consideran que la gente ha caído entre el mazo y el yunque. Los tiranos impiden que la religión islámica original llegue a ellos y vosotros no os tomáis la molestia de comunicarles la religión con la excusa de disimular. As-Sadiq (a) dijo sobre esto: “En cuanto a si sois llamados a apoyarnos, el disimulo será más amado para vosotros que vuestros padres y madres”.3 Tal vez el ignorante pueda excusarse en muchos casos, pero vosotros, sabios del islam, ¿cuál es vuestra excusa? El Comandante de los Creyentes (a) dijo sobre esto: “El Mensajero de Dios era como un médico ambulante con sus remedios”.4 1 Al-Kafi, vol. 2, pág. 308, Zawab Al-Aamal, pág. 253, Bihar Al-Anwar, vol. 2, pág. 109. Sagrado Corán - sura «At-Tauba» (El arrepentimiento), 122. 3 El Jeque At-Tusi en At-Tahdib narró: del Imam As-Sadiq (a), que dijo: “La Tierra no quedará sin que en ella haya un sabio de nosotros que reconozca la verdad de lo falso”. Dijo: “El disimulo se ha puesto para impedir sangre. Así que si el disimulo llega a sangre entonces no es disimulo. Por Dios, si sois llamados a apoyarnos diréis “no lo haremos, disimularemos”. Sin embargo, el disimulo será más amado para vosotros que vuestros padres y madres. Si el Qaim (a) se levanta no necesitará pedirles eso.”, Tahdib Al-Ahkam, vol. 6, pág. 173, Wasail Ash-Shia, vol. 16, pág. 235, Yawahir Al-Kalam, vol. 21, pág. 392. 4 El Comandante de los Creyentes, en uno de sus sermones, al describir al Mensajero (s) dijo: «Un médico ambulante con su medicina, sus ungüentos preparados y sus instrumentos calentados. Los colocaba donde fuera necesario, en corazones ciegos, oídos sordos y lenguas mudas. Hacía un seguimiento con sus medicinas en los sitios descuidados y en los puntos de perplejidad», Nahyul Balaga, con comentarios de Muhammad Abduh, vol. 1, pág. 207. 2 Entonces, ¡¿sois de los que trabajan con la tradición de vuestro profeta (s)?! Los hombres están dormidos. Cuando morís despertáis.1 Saúl (a) Dijo el Altísimo: {¿No has visto a los notables de los hijos de Israel después de Moisés, cuando dijeron a un profeta de ellos: «Envíanos un rey para que combatamos en el camino de Dios»? Dijo: «Puede que si se os prescriba el combate no combatáis». Dijeron: «¿Y qué tenemos que no habríamos de combatir en el camino de Dios? Y ya nos han expulsado de nuestras moradas y de nuestros hijos». Así pues, cuando se les prescribió el combate dieron la espalda, excepto unos pocos de ellos. Y Dios sabe de los injustos * Y les dijo su profeta: «Ciertamente, Dios ya ha mandado para vosotros a Saúl como rey». Dijeron: ¿Es que es para él el reino sobre nosotros? Y nosotros tenemos más derecho al reino que él. Y él no ha recibido abundancia de bienes». Dijo: «Ciertamente Dios, lo ha elegido sobre vosotros y le ha aumentado la capacidad en la ciencia y el cuerpo. Y Dios entrega su reino a quien quiere. Y Dios es vasto, sabio» * Y les dijo su profeta: «Ciertamente, la señal de su reino es que vendrá a vosotros el arca con sosiego de parte de vuestro Señor, un remanente de lo que dejó la familia de Moisés y la familia de Aarón transportada por los ángeles. Ciertamente en ello hay una señal para vosotros, si sois creyentes» * Entonces cuando partió Saúl con los soldados dijo: «Ciertamente Dios ha de probaros con un río. Así pues, quien beba de él no será de los míos y quien no se alimente de él será de los míos, excepto quien saque un sorbo con su mano». Así pues, bebieron de él excepto unos pocos de ellos. Entonces cuando lo cruzó él y los que habían creído con él, ellos dijeron: «No tenemos energía hoy contra Goliat y sus soldados». Dijeron los que pensaban encontrarse con Dios: «Cuántos grupos de pocos vencieron a grupos de muchos con el permiso de Dios. Y Dios está con los pacientes» * Y cuando salieron al campo de Goliat y sus soldados, dijeron: «Señor 1 Fue narrado del Mensajero de Dios (s). Véase: Faid Al-Gadir Lil Munawi, vol. 5, pág. 72. Asimismo, fue narrado de Alí, el Comandante de los Creyentes (s) como está en el Bihar Al-Anwar, vol. 4, pág. 43. nuestro, vierte sobre nosotros paciencia y afirma nuestros pasos y apóyanos contra el pueblo de los infieles» * Y los derrotaron, con el permiso de Dios. Y mató David a Goliat y le entregó Dios el reino y la sabiduría, y le enseñó de lo que Él quiso. Y si no hubiera defendido Dios a los hombres, a algunos de ellos con otros, se habría corrompido la Tierra. Pero Dios está dotado de favor para los mundos * Estos son los versículos de Dios, los recitamos para ti con la verdad. Y ciertamente, tú eres de los enviados}.1 Poco tiempo después de Moisés (a), el infiel de Goliat y sus soldados dominaban a los hijos de Israel, los trataban con aires de superioridad y los expulsaban de sus hogares. La única causa de esta dominación tirana sobre los hijos de Israel era la debilidad de la fe y la devoción, por haber dejado de ordenar lo reconocido y prohibir lo detestable, por inclinarse hacia la vida de este mundo, por abandonar la lucha y haberse rebelado contra los profetas y los mandamientos divinos. Muchos factores llevaron a los hijos de Israel a volver a una situación parecida a la que se encontraban antes del envío de Moisés (a), una situación de sometimiento y entrega a los tiranos, cuya cura había sido la perdición en el desierto del Sinaí. Entonces Dios, Glorificado sea, quiso que Goliat y sus soldados dominaran a los hijos de Israel. Quizás algunos de ellos volvieran a la rectitud, se arrepintieran ante su Señor y hubiera una situación de reforma en algún grupo de los hijos de Israel, como ocurrió en el desierto del Sinaí durante los cuarenta años de perdición, cuando surgió una generación en aquél desierto que llevó las palabras de “no hay divinidad sino Dios” a la gente de la Tierra. De hecho, esta vez, surgió entre los hijos de Israel una generación buena, una nación señorial y luchadora que fueron los trecientos trece varones que cruzaron el río con Saúl. Esa fue la prueba con la que Dios los examinó para ver cuán comprometidos estaban con las órdenes divinas y la obediencia a su profeta y a Saúl, el líder designado por Dios. Asimismo, surgió entre los hijos de Israel un grupo cuya fe era menor que la de aquella élite, y fueron los que sacaron un sorbo del río. Es importante reconocer que la prueba del río era necesaria para seleccionar a los creyentes, para destacar a los cercanos y a los más sinceros de ellos, que luego fue más difícil, porque los soldados de los hijos de Israel tenían una sed terrible cuando llegaron al río. Los que bebieron agua no querían perecer de sed como afirmaban. La vida para ellos era más importante que obedecer a Dios. En cambio, los que no bebieron agua veían que perecer de sed obedeciendo a Dios era mejor que sobrevivir desobedeciendo a Dios. Es más, tenían certeza de que Dios, Glorificado sea, que les prohibió beber 1 Sagrado Corán – sura «Al-Baqara» (La vaca), 246-252. de ese río, les daría a cambio algo mejor y que el Glorificado no los dejaría perecer de sed. Así vemos que aquellos trescientos trece varones triunfaron sobre Goliat y sus soldados cuando cruzaron el río. En cuanto a los que bebieron del río, fueron derrotados, sintieron flaqueza y debilidad cuando desobedecieron a Dios y obedecieron al deseo y al demonio. Pues lo que ellos dijeron: {«No tenemos energía hoy contra Goliat y sus soldados»} no fue sino una conclusión obvia y visible de la derrota que entrañaban sus almas. Los dos grupos se encontraron, el partido de Dios liderado por Saúl y el partido del demonio liderado por Goliat. El ejército de Goliat era superior en equipamiento y número. Con Saúl sólo había unos pocos creyentes que no habían bebido del río y los que habían sacado un sorbo, y estaban con él los hipócritas que habían bebido del río. Antes de que comenzara la batalla la élite divina y nación señorial se refugió en Dios. Le pidió paciencia, firmeza y apoyo, y Dios los ayudó con su victoria: {Y no tirabas tú cuando tirabas, pero Dios tiraba}.1 Uno de aquellos creyentes sinceros de Dios mató a Goliat, el grupo fue derrotado y se dio a la retirada. El demonio retrocedió sobre sus talones y dijo: {yo veo lo que no veis}.2 Y este siervo bueno que mató a Goliat no fue sino David (a), al que Dios, Glorificado sea, eligió y después de aquello lo hizo un gran profeta y un rey justo, después de haber sido un creyente sincero de Dios, un luchador y un caudillo que sólo temía a Dios {Y habíamos otorgado a David, de parte nuestra, un favor. «Oh montañas, repetid para mí con él, y los pájaros». Y ablandamos para él el hierro * Haz cotas de malla y mide bien en el tejido. Y obra correctamente. Ciertamente, Yo, de lo que hacéis, soy un observador}.3 Sagrado Corán – sura «Al-Anfal» (Los botines), 17. Sagrado Corán – sura «Al-Anfal» (Los botines), 48. 3 Sagrado Corán – sura «Saba» (Saba), 10-11. 1 2 Índice Dedicatoria .................................................................................................... 5 Introducción .................................................................................................. 9 Satanás promete .......................................................................................... 17 La senda recta ............................................................................................. 23 Las creencias y los estatutos ....................................................................... 28 Las creencias correctas: .............................................................................. 28 Los estatutos:............................................................................................... 31 En sus historias hay una lección ................................................................. 34 Los hijos de Israel aguardan el nacimiento de Moisés (a) ......................... 35 Moisés (a) el luchador en el camino de Dios, el emigrante hacia Dios y el profeta que invitaba a Dios ......................................................................... 36 La sedición del becerro ............................................................................... 39 Parecido al samirí ........................................................................................ 46 Saúl (a) ......................................................................................................... 50 Índice ........................................................................................................... 54