UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
POSTGRADO EN CIENCIAS CONTABLES – DOCTORADO EN CIENCIAS CONTABLES
LA EPISTEMOLOGIA Y LAS CIENCIAS CONTABLES
Autor:
MGs. Orlando de Jesús Avendaño Calderón.
Mérida, septiembre 2019
INTRODUCCIÓN
La epistemología es importante en cualquier ámbito científico porque ayuda a dilucidar y sistematizar conceptos filosóficos para solucionar problemas científicos – filosóficos que se presentan a lo largo de una investigación, además de reconstruir teorías científicas de manera axiomática. Facilita la participación en las discusiones sobre la naturaleza y el valor de la ciencia pura y aplicada. Puede servir de modelo a otras ramas de la filosofía para así desterrar los supuestos filosóficos de planes, métodos o resultados de investigaciones científicas.
Por otro lado, sirve además para construir definiciones que constituyen el marco conceptual de todos los trabajos de investigación, también para darle orden lógico y aclarar todo lo incoherente convirtiéndose en centro creador de nuevos conocimientos, participa en el esclarecimiento de la naturaleza y el sentido de las ciencias como teoría y como práctica.
La finalidad de la Epistemología es ocuparse de la definición del saber y de los conceptos relacionados como las fuentes, los criterios, los tipos de conocimiento posible y el grado con el que cada uno resulta cierto. Se encarga de la relación exacta entre el investigador y el objeto conocido, ya que es una de las partes esenciales de la filosofía, que constantemente se la está dotando de sólidos fundamentos teóricos.
El presente ensayo esta estructurado de la siguiente forma:
La epistemología, en este punto se inicia con la etimología de la palabra etimología, deconstruyéndola para darle un mayor significado, con el propósito de guiar al lector al significado de la palabra
Perfil epistemológico, en este punto, como se hizo en el punto anterior, se inicia con la etimología de perfil y su origen, para poder llevar al lector a responder la pregunta ¿Qué es perfil epistemológico?
Eclecticismo, en este punto, se da una breve explicación etimológica y origen de la palabra ecléctico, además el autor del presente ensayo expone la razón por la que se considera de esta corriente epistemológica, ya que basa su perfil epistemológico sobre la ética en dos puntos de vistas en la ética kantiana y en la forja de la identidad ética de Nietzsche.
La ética del deber de Kant, acá el autor del ensayo muestra lo que quiere decir la ética del deber en los códigos de ética profesionales, haciendo un breve recorrido histórico de Kant hasta explicar lo que es el llamado imperativo categórico.
La ética de Nietzsche, en este último punto el autor del ensayo habla sobre lo que este filosofo consideraba como bueno y malo desde su perspectiva y su crítica a la moral donde el Nietzsche recomienda usar el nihilismo para lograr ser el super hombre o el “Übermensch”
LA EPISTEMOLOGIA
“Dime cuál es tu epistemología y te diré qué macanas dirás y harás respecto de la ciencia y de la técnica. Pero nunca podré predecir qué descubrirás o inventarás. Porque, para bien o para mal, los investigadores y técnicos creadores suelen profesar una epistemología y practicar otra. O sea, no suelen poner su credo epistemológico a prueba experimental. Esta es tarea del epistemólogo”.
Mario Bunge
Para entrar al tema es menester decir que el término epistemología fue introducido por el filósofo escocés James Frederick Ferrier para nombrar a la rama filosófica que se ocupa por entender el conocimiento científico que trata de responder las preguntas que hace más de 2.600 años atrás planteara Sócrates: ¿Qué es el conocimiento? ¿Cómo podemos conocer? Y ¿Qué podemos conocer?
Otro punto que es necesario tocar es lo que significa la palabra epistemología, es necesario conocer de antemano la etimología de la palabra epistemología y su origen.
La palabra epistemología viene del griego, episteme que significa conocimiento, saber o ciencia y logos que significa discurso, por ende, esta palabra significa las bases sobre las cuales se asientan los conocimientos de un tema determinado, además haciendo una deconstrucción de episteme vemos que el sufijo epis asociado a la raíz indoeuropea epi significa “sobre”; mientras que histamai vinculado de la raíz sta quiere decir “poner en pie” o “pararse”, por otro lado, logia tiene sus raíces en logos (palabra) e ía (cualidad). En un conjunto la palabra epistemología se refiere a la cualidad que dispone la base del conocimiento.
Jaramillo L. (2003) expresa que
Para otros autores, la epistemología es aquella parte de la ciencia que tiene como objeto (no el único) hacer un recorrido por la historia del sujeto respecto a la construcción del conocimiento científico; es decir, la forma cómo éste ha objetivado, especializado y otorgado un status de cientificidad al mismo; pero a su vez, el reconocimiento que goza este tipo de conocimiento por parte de la comunidad científica. Es aquella epistemología que estudia la génesis de las ciencias; que escudriña cómo el ser humano ha transformado o comprendido su entorno por la vía de métodos experimentales o hermenéuticos en el deseo o necesidad de explicar fenómenos en sus causas y en sus esencias.
Visto lo anterior, la epistemología sirve para establecer las bases donde se plantan los conocimientos científicos de un tema, por tal razón, la epistemología contable establece las bases sobre las cuales se erige los conocimientos científicos de la contabilidad.
PERFIL EPISTEMOLOGICO
“La ciencia es más que un cuerpo de conocimiento, es una manera de pensar: La manera de pensar científica es imaginativa y disciplinada al mismo tiempo. El método, aunque sea indigesto y espeso, es mucho más importante que los descubrimientos de la ciencia”.
Carl Sagan
La palabra perfil viene del provenzal (occitano) y se define como dobladillo de tela, acotando que tiene un origen etimológico del latín conformado por el prefijo per que equivale “a través” y la palabra filum que significa “filo” o “hilo”. Y este concepto desde el punto de vista estético se refiere a la pose que solo permite ver un costado del objeto, cuerpo o rostro, y desde el punto de vista de cualidades se refiere al grupo de rasgos característicos de alguien o algo, en pocas palabras su personalidad.
Viau, J. y Moro, L. (2011) citando a Bachelard exponen que
Bachelard (2003) dice, que cualquier concepto científico posee una perspectiva filosófica. Esta perspectiva a la que hace referencia, la construye basándose en que es indiscutible el progreso científico a lo largo de la historia, juzgado a través del progreso que muestra la jerarquía de los conocimientos. Y propone tomar ese progreso como eje de un estudio filosófico en donde los sistemas filosóficos se situarán regularmente para cada concepto científico analizado, desde el animismo al superracionalismo.
Es por ello que Bachelard sugiere realizar un análisis filosófico espectral de esta perspectiva filosófica. Este análisis espectral, que él mismo lo ubica en el eje de las abscisas muestra las diferentes componentes o bandas espectrales correspondientes a las filosofías contenidas en la perspectiva filosófica, mientras que el eje de las ordenadas, pondera dichas componentes espectrales en función de la formación científica del individuo. Así, por ejemplo, una cultura racionalista mostrará bandas de mayor peso o altura en este nivel filosófico.
Con lo antes visto entonces ¿Qué es perfil epistemológico? En pocas palabras, un perfil epistemológico es la personalidad que el investigador se forja desde una corriente filosófica y le sirve de guía y de enfoque metodológico para su investigación.
Las tres corrientes filosóficas más comunes de la episteme son, el positivismo, el eclecticismo y el criticismo. Es menester para un participante de doctorado ubicarse dentro de cualquiera de estas corrientes, lo ayudará a enfocarse en su tesis, en mi caso particular, yo considero estar ubicado en la corriente ecléctica.
ECLÉCTICISMO
“Los fundamentos de la moral son axiomas inconmovibles, lo mismo que los de la geometría.”
Victor Cousin
La palabra ecléctico fue empleada por primera vez en la Antigua Grecia en el siglo I a.n.e. y estuvo bastante extendido entre los griegos, a partir del siglo II a.n.e. Esa época estuvo marcada por un declinar en el espíritu de indagación intelectual que había motivado a los grandes filósofos griegos, tales como Platón y Aristóteles, a desarrollar cosmologías unificadas en su búsqueda de la verdad. Y se usa para referirse a un grupo de filósofos que incluyen al estoico Panaetius, Posidonius, y a los nuevos académicos Carneades y Philo de Larissa, los cuales seleccionaron de las creencias filosóficas ya existentes aquellas doctrinas que parecían más razonables para ellos. Entre los últimos filósofos griegos, están Antíoco de Ascalón, quien compaginó el estoicismo y el escepticismo, y Panecio, que basó su pensamiento en el platonismo y el estoicismo, adoptando así, las doctrinas que más les satisfacían.
Por otro lado, los pensadores romanos, que nunca desarrollaron un sistema filosófico independiente, fueron muy eclécticos: Cicerón, por ejemplo, incorporó a su pensamiento teorías procedentes del estoicismo, del escepticismo y de los peripatéticos, sin considerar su desunión esencial.
La escuela moderna de filosofía ecléctica surge en Francia durante el siglo XIX; su figura más representativa fue Victor Cousin, 28 de noviembre de 1792 – 14 de enero de 1867, quien trató de unir el idealismo del pensador alemán Immanuel Kant, la filosofía del sentido común y las doctrinas inductivas del filósofo francés René Descartes para lo cual identificó cuatro grandes sistemas que según él creía expresaban y resumían el desarrollo completo de la especulación humana: el sensismo, el idealismo, el escepticismo y el misticismo; y llegó a la conclusión de que cada uno contenía una parte de la verdad, pero ninguno poseía la verdad completa exclusivamente.
Durante el siglo diecinueve, el término «ecléctico» llegó a aplicarse particularmente a la cantidad de filósofos franceses que diferían considerablemente unos de otros y es precisamente del griego donde podemos establecer que se encuentra el origen etimológico del término ecléctico que ahora nos ocupa. Exactamente deriva de la palabra “ekletikos”, que significa “el que elige” y que es fruto de la suma de varios componentes de dicha lengua:
-El prefijo “ek-”, que puede traducirse como “de” o “desde afuera”.
-La palabra “lektos”, que es sinónimo de “lo escogido”.
-El sufijo “-ikos”, que se usa para indicar “relativo a”.
Por ende, el adjetivo ecléctico se utiliza para conceptuar a aquel individuo o aquello vinculado al eclecticismo; este concepto, por su parte, indica la tendencia o la actitud que implica tomar una posición intermedia o imparcial entre distintas ideas o posturas. El eclecticismo también refiere a lo que combina elementos de diferentes estilos.
En el terreno específico de la filosofía, los eclécticos son quienes buscamos la conciliación entre doctrinas de múltiples sistemas, rescatando aquellas que nos resultan más verosímiles o acertadas. Es la doctrina que toma lo mejor de distintas corrientes para hacerse de una corriente propia de ahí su significado más simplificado “el que escoge”. Los pensadores eclécticos, por lo tanto, no se ataban a un paradigma, sino que recurrían a diversas teorías para profundizar su comprensión o reflexión sobre un determinado tema. En este marco, solían sintetizar los pensamientos de distintas corrientes.
En el Diccionario filosófico abreviado, se puede encontrar una definición al eclecticismo como una reunión mecánica, sin principios, de corrientes ideológicas, opiniones y teorías heterogéneas. Los eclécticos se esfuerzan en conciliar el materialismo y el idealismo. Toda filosofía inconsecuente tiene un carácter más o menos ecléctico, por ejemplo, los teóricos de la II Internacional querían “unir” los pensamientos de la corriente marxista a las corrientes idealistas como el kantismo.
La corriente ecléctica, como todas las corrientes tienen sus detractores, por ejemplo, en la Rusia de principios del siglo XX, el Líder de los bolcheviques Vladímir Ilich Uliánov más conocido como Lenin, 22 de abril de 1870 – 21 de enero de 1924, definió y criticó el eclecticismo en su artículo titulado “Una vez más a propósito de los sindicatos, a propósito del momento actual y de los errores de Trotski y de Bujarin”. “La lógica formal... utiliza definiciones formales fundándose en lo que es más común o lo que salta más a menudo a la vista y no va más allá. Si se toman dos o más definiciones de esa clase y se las reúne de manera fortuita... se obtiene una definición ecléctica que muestra los aspectos diferentes del objeto y nada más” (Lenin, Obras, Ed. rusa).
Así entonces, los bujarinistas, enemigos del leninismo, al pretender definir el papel de los sindicatos en el país de los Soviets, querían conciliar eclécticamente dos puntos de vista opuestos: el punto de vista de los trotskistas que exigían la “estatización” de los sindicatos y el empleo de métodos militares para dirigirlos, y el punto de vista de Lenin, el del Partido Comunista, el cual consideraba a los sindicatos como una escuela de comunismo. En este planteamiento los bujarinistas “demostraban” que los sindicatos eran al mismo tiempo, lo uno y lo otro. Lenin echó por tierra ese eclecticismo afirmando que la dialéctica exige que se destaque el aspecto principal y decisivo de un conjunto complejo, el llamado “eslabón decisivo” de la cadena de tareas históricas. Para Lenin, los sindicatos eran la “escuela de comunismo”, una escuela de la disciplina socialista y de solidaridad en el trabajo, que estaba en defensa de los intereses de los trabajadores, además de ser una escuela de administración. Así es el aspecto decisivo del “eslabón decisivo” de la actividad sindical.
Lenin fustigaba el eclecticismo por su carácter vago, confuso, abstracto afirmando que los oportunistas recurren al eclecticismo para diluir ciertos aspectos concretos hay en la lucha revolucionaria. “La dialéctica es concreta y revolucionaria... El eclecticismo y la sofistería de los Kautsky y Vandervelde, para complacer a la burguesía, escamotean todo lo concreto y exacto de la lucha de clases...” (Lenin, “La revolución proletaria y el renegado Kautsky”, en Obras escogidas, t. II, p. 537, Ed. Esp., Moscú, 1948).
LA ÉTICA DEL DEBER DE KANT
“Un hombre es culpable ante la ley cuando viola los derechos de otro, en ética es culpable sólo por pensar hacerlo”.
Inmanuel Kant
Bajo la ética del deber de Kant, 22 de abril de 1724 – 12 de febrero de 1804, un profesional siente un compromiso o deber moral a cumplir la regulación o normativa ética de una profesión, ya que implica que las normas han de cumplirse por el solo hecho de estar escritas, pero esta condición no implica que sea infalible pues el profesional, como persona, posee sus propios intereses y deseos.
Los códigos de ética profesionales están basados en la ética kantiana ya que estos, son un conjunto de normas con el fin de regular la conducta profesional del profesional, en este caso del contador público, creando lo que se denomina una heteronomía ética.
Está, la ética kantiana, consiste en la postura que la única cosa que es básicamente buena, es una buena voluntad; por lo tanto, una acción solo puede ser buena si su máxima, el principio subyacente, obedece a la ley moral. Central a la construcción kantiana de la ley moral es el imperativo categórico, que actúa sobre todas las personas, sin importar sus intereses o deseos.
Ampliando lo anterior dicho, Kant desarrolla su pensamiento filosófico en la Época de la ilustración, la cual inicio a mediados del siglo XVIII hasta inicios del siglo XIX, teniendo su máxima en que todo debe ser explicado a través de la razón. Las cualidades e intenciones de los hombres pueden ser buenas y al mismo tiempo ser consideradas malas. Para Kant, es necesaria una buena voluntad o un buen carácter en cada hombre que le permita establecer su buen uso. De igual forma, podrían calificarse todas aquellas cosas que contribuyen al logro de la felicidad, como el poder y la riqueza, Éstas en cierto punto logran producir buenas cosas, pero con la desventaja de que pueden conducir a la arrogancia, es por eso que la buena voluntad debe cambiar la influencia de esas acciones sobre la felicidad.
Kant deja en claro que, sin una buena voluntad no es posible ser merecedores de la felicidad. Para que la voluntad tenga valor propio que la convierta en un fin en sí misma, se obliga a suponer al deber como aquel que contiene a la voluntad y la limita bajo ciertos obstáculos particulares ya que el deber no implica su simple cumplimiento porque las acciones pueden estar determinadas por sentimientos como la inclinación inmediata, un juicio de valor o el egoísmo del individuo. En pocas palabras toda acción “buena” que realice un individuo acorde al deber, pero sin voluntad, debe ser considerada sin contenido moral.
Para fijar las máximas del deber es necesario que el sujeto sea racional y no se valga de su razón vulgar para determinarlas. Al formular una máxima, debe preguntarse si se tiene el deseo que la máxima se convierta en ley universal. Si al momento de dar cumplimiento a una ley universal el sujeto no conoce su fundamento, se obliga a cumplirla conforme a la buena voluntad y por respecto a la ley práctica. Hay que tener claro que no importa si no existan acciones realizadas según los preceptos del deber, lo que importa es que la voluntad sea determinada por la razón con fundamentos a priori. Es así como la ley de las moralidades absolutamente necesarias, se aplica a todos los seres racionales en general.
Una vez que se haya formulado un principio objetivo y este sea un mandato de la razón se denomina imperativo, estableciéndose una relación entre ley, razón y voluntad, y este imperativo puede ser hipotético que es cuando el imperativo manda la ejecución de una acción como medio para conseguir otra cosa o categórico que es cuando el categórico manda la acción por sí misma, y es objetivamente necesaria. El imperativo hipotético es por ende un medio mientras que el categórico un fin en sí mismo, por lo tanto, es una acción buena en sí misma. Visto esto el imperativo categórico sería entonces la necesidad de una máxima de conformarse con esa ley. La ley, empero, no contiene ninguna condición a que esté limitada, no queda, pues, nada más que la universalidad de una ley en general a la que ha de conformarse la máxima de la acción [...] El imperativo categórico es, pues, único, y es como sigue: obra solo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal (Kant,1983:39).
Ahora bien, si el imperativo categórico debe constituir una ley universal es necesario entender que la universalidad de la ley constituye la naturaleza, pues todo en ella se encuentra determinado por leyes universales, luego el deber estaría determinado por: obra como si la máxima de tu acción debiera tornarse, por tu voluntad, ley universal de la naturaleza (Kant,1983:39). Si el imperativo categórico es el imperativo moral, el juicio moral este determinado por esta misma ley. Los conceptos básicos a tener en cuenta para la formulación de los imperativos categóricos son: la voluntad y el fin, Éstos ̇últimos pueden ser fines subjetivos, que son utilizados como medios y fines objetivos aquellos que son fines en sí mismos. Las personas constituyen fines en sí mismas y por lo tanto no deben ser usados como medios, el imperativo categórico ser·: obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio (Kant,1983:45).
La humanidad, entonces, se constituye como principio objetivo que limita la libertad para ejercer las acciones. El principio de la moralidad está determinado por lo expuesto anteriormente, el hombre se obliga a cumplir con las leyes por deber. Sin embargo, estas leyes son establecidas por Él mismo, por su propia voluntad, y responden a una legislación universal y natural. Esto es denominado por Kant como la autonomía de la voluntad. El ser racional por el hecho de poder establecer sus propias leyes y poder juzgarse a sí mismo constituye el concepto del reino de los fines que está conformado por todos los seres racionales donde el hombre debe ser visto como fin en sí mismo y no como un medio. La capacidad de legislar que tiene cada miembro del reino de los fines está dada por la libertad de la voluntad. La moralidad consiste, pues, en la relación de toda acción con la legislación, por la cual es posible un reino de los fines (Kant,1983:48).
En tal situación el ser racional debe propender porque su máxima se convierta en ley universal y su voluntad en legisladora. Luego, las máximas tienen tres elementos fundamentales: la forma: son universales; la materia: el ser racional es finen sí mismo; determinación integral: deben estar acordes con el reino de los fines. La voluntad debe ser absolutamente buena y convertirse la máxima en ley universal y no puede contradecirse consigo misma. Esto es llamado imperativo categórico. La fórmula de la voluntad buena según Kant es: obra según máximas que puedan al mismo tiempo tener por objeto a sí mismas, como leyes naturales universales (Kant,1983:50).
El reino de los fines es solo posible cuando el ser racional que vuelve sus máximas leyes universales se impone a sí mismo Estás y no son externas a su mundo. Al explicar la forma de hacer posible el imperativo categórico (ley moral), Kant presenta la existencia de mundos denominados inteligible y sensible. Al mundo inteligible pertenecen todos los seres racionales, por hacer uso de la inteligencia y considerar la voluntad como la causa de sus acciones; en el mundo sensible las acciones son productos de otras circunstancias: las acciones se rigen por las leyes de la naturaleza. La ley moral es lo posible en el mundo inteligible y por lo tanto los imperativos categóricos; la idea de felicidad se daría entonces en el mundo sensible. Kant afirma: así son posibles los imperativos categóricos, porque la idea de libertad hace de mí un miembro de un mundo inteligible; si yo no fuera parte más que de este mundo inteligible, todas mis acciones serían siempre conformes a la autonomía de la voluntad (Kant,1983:60).
El hombre hace parte del mundo inteligible y sensible; en el primero formula las leyes universales de la moral con el uso de su buena voluntad, que aplican también para su mala voluntad generada en el mundo sensible, es decir, las leyes del mundo inteligible deben ser aplicables al mundo sensible y reconocer su autoridad sobre los deseos generados en este último.
El contador público, al dar fe pública, posee un deber ético que se configura en el manual del código de ética para profesionales de la contabilidad emitido por la IFAC, el trabajo de grado para optar al título de Magister en Ciencias Contables el autor del presente ensayo pudo constatar que a pesar de existir un código que funge como instrumento regulador de la práctica profesional del contador público, había un considerable grupo de contadores públicos, específicamente los que ejercen la profesión bajo relación de dependencia que fueron los sujetos de ese estudio, que opinaron que casi nunca se le da la debida importancia al Código de ética, más sin embargo, consideran importante la actuación ética dentro del ejercicio profesional y que solo algunas veces se toma en cuenta el objetivo del Código de ética, el cual es normar la conducta del contador público.
Con esa conclusión se puede afirmar que, a pesar de existir un código cuyo fin es crear una heteronomía ética en la práctica profesional, este no es infalible, ya que el contador público es un ser humano racional que es poseedor una autonomía moral. Acá tenemos un claro conflicto con ética del deber de Kant, o ética kantiana, quien pensaba que; parafraseando las palabras de la profesora Alba Huitrón; las acciones y preceptos éticos del ser humano se encuentran condicionados por miedos porque queremos evitar algún castigo, o inclinaciones porque queremos recibir alguna recompensa por nuestros actos, a esto Kant lo denominó “imperativos hipotéticos”.
Si bien es cierto que una heteronomía ética es necesaria porque evita que surja un pandemonio en la profesión, priva al individuo, y en este caso al contador público, de la libertad de una forja ética propia, de criterios, virtudes y de crear juicios de valores; y es en este punto donde Nietzsche entra en acción, ya que, para este autor alemán, la heteronomía ética podría ser vista, parafraseando a Huitrón, como una enfermedad que lleva al profesional por medio de conceptos heredados por adoctrinamiento, a una mecanización moral en su accionar, o estado pasivo de ignorancia donde le hacen sentir cargos de conciencias que no le son propias y que no alcanza a comprender, y propone a la hermenéutica como recurso para que el ser humano, o en este caso al contador público, que viéndose como una escultura que necesita ser forjada, comience a construir sus propias herramientas para desligarse de la conciencia gremial colectiva impuesta en la heteronomía ética y así pueda forjar una identidad ética propia.
Como reflexión final, a la luz del pensamiento de Nietzsche, un contador público, como ser humano racional que es poseedor de una autonomía moral, constructor de su propia realidad así como también, criterios, virtudes y juicios de valor; pueda que casi nunca le dé la debida importancia al Código de ética profesional como instrumento regulador pero que sin embargo considera importante el actuar éticamente en el ejercicio de la profesión, puede que esté sin saberlo, en el comienzo de la separación de la heteronomía ética y forjándose una identidad ética propia.
LA ÉTICA DE NIETZSCHE
“No existen fenómenos morales, sino solamente una explicación moral de los fenómenos”.
Friedrich Nietzsche
Nietzsche expone sus ideas acerca de la moral y la ética en la mayoría de sus obras. Pero en su obra de 1878 Humano, demasiado humano, es donde vierte por primera vez sus ideas acerca del origen de la moral, del origen del bien y del mal. Años después en 1883, escribe tal vez su obra más conocida, Así hablaba Zaratustra. En donde expone su idea de que hay que ir más allá del bien y del mal, ya que el bien y el mal son relativos, definidos por cada quién desde su perspectiva de forma distinta. Poco antes que se le declarara clínicamente loco en 1889, Escribe su Genealogía de la moral en 1887 y El Anticristo en 1888. En estas obras se traiciona a sí mismo, ya que después de decir que hay que ir más allá del bien y del mal, dice que su camino es el bueno; y da a entender síntomas de megalomanía al afirmar que él está bien y los demás están mal. Si queremos estar más allá del bien y del mal, tenemos que decir que nosotros no estamos bien, ni mal.
Se podría decir que Nietzsche, cuando niño, se preguntó: "¿Qué origen se debe atribuir, en definitiva, a nuestras ideas del bien y del mal?". Dado que prácticamente todos en la familia de Nietzsche eran pastores protestantes, la clara respuesta de Nietzsche niño fue: "Dios es el padre del mal". Bueno, independientemente de la definición o no-definición de Dios, en un plano metafísico, yo respondería que el bien viene del mal, y el mal viene del bien; ya que uno necesita del otro para poder existir.
Pero Nietzsche adulto, después de leer a Kant, buscó los orígenes del bien y del mal en el mundo. Entonces se preguntó: "¿En qué condición es ha inventado el hombre para su uso estas dos evaluaciones: el bien y el mal?" y "¿Qué valor tienen en sí mismas?". Sus respuestas a estas y a otras preguntas se encuentran en su Genealogía.
Nietzsche además desarrolla una ética de la autorrealización, de la forja de su propia ética. Pero esta forja se trata de una ética material. Nietzsche entiende la felicidad como creación o forja de uno mismo, algo así como la auto creación de la experiencia sin límites. La ética de Nietzsche en este punto tiene dos partes:
• La crítica a la moral. Para Nietzsche, la moral es una fuerza terrible y embaucadora que ha corrompido a la humanidad entera. La moral es la gran mentira de la vida, de la historia y de la sociedad. En su obra La genealogía de la moral, Nietzsche trata de desenmascarar la moral. Para ello, enfoca la moral desde un doble punto de vista.
A) Etimológico: Nietzsche busca las raíces de las palabras “bueno” y “malo” y encuentra que su significado ha cambiado respecto a lo que significaron en un principio. Bueno significaba “noble”, “dominador”, “de clase o rango superior”, “aristócrata” y malo era el “débil”, el “simple”, el “vulgar”, el “plebeyo”, el “sometido” o de “rango inferior”.
B) Históricamente: Nietzsche investiga el origen de los conceptos “bien” y mal”. En su origen encuentra una doble moral: la primera, la moral de los señores: es la de los fuertes, creativos, dominadores. Estos forman una casta o clase social que se impone a la clase de los débiles, de los inferiores, de los vulgares y sometidos. El dominador amala vida, es duro para sí y para los demás, y desprecia la debilidad y la cobardía, el miedo, la humildad y la mentira. No se compadece ni es piadoso. En este caso, la moral de los señores tiene muchas características de la etimología del bien, y la segunda es la moral de los esclavos privilegia la igualdad, la compasión, la dulzura y la paciencia. Es propia de los oprimidos y los débiles que a menudo desprecian esta vida y se refugian en al más allá contrario a lo expuesto con el caso anterior, esta moral, la de los esclavos, tiene características etimológicas del mal.
Nietzsche da un origen doble a las concepciones de bien y mal: la de los señores y la de los esclavos. Expone que las ideas de bien se identifican con la posición de quienes las tienen, así los poderosos están bien para ellos, y los "resentidos morales" están bien para ellos. Y las ideas del mal se identifican con las posiciones contrarias: los esclavos están mal para los señores y vice versa. Es claro que la moral, el deber ser, qué es lo que está bien ser y qué es lo que está mal, es un concepto fuertemente dependiente de la sociedad en la que se encuentra.
Según Nietzsche, a este punto se ha producido una transmutación de los valores. La búsqueda socrática de la moral universal, y la aportación religiosa específicamente la judeocristiana de la misericordia y la compasión, ejecutaron una traición sobre la moral de los señores, imponiendo una moral de esclavos como alternativa. Hechos históricos como la revolución francesa y la ola expansión de la democracia vienen a verificar y confirmar esta traición. La transformación o transmutación de los valores está acabada y Nietzsche reivindica la moral de los señores o el bien desde su punto de vista. Para Nietzsche La moral y la religión son engaños, traiciones e imposiciones. Y su propuesta parte de esta destrucción de la moral y de su crítica a la religión, que afirma rotundamente la muerte de Dios con la famosa frase “Dios ha muerto”. Trata de superar el resentimiento que causó la transmutación de los valores. Para ello, propone como alternativa el nihilismo: aceptar la vida y la nada y vivir “Más allá del bien y del mal” rechazando todos los valores y normas morales y religiosas. El mundo y la vida carecen de sentido y la única verdad es el eterno retorno, la eterna repetición de todo. No existe la verdad ni el valor: sólo la apariencia y la materia. Si se supera este desfondamiento, el hombre puede crearse y recrearse permanentemente, en un continuo juego con la realidad. Superado el nihilismo, el hombre puede llegar a ser superhombre “Übermensch”, viviendo completamente libre, al margen de las cadenas que a juicio de Nietzsche son la moral y la religión, en donde el YO se impone al mundo. La virtud nacerá así del fondo de la pasión. El mandato ético de Nietzsche sería: “fórjate a ti mismo”, a partir del caos, del flujo de fuerzas e impulsos que eres. El mundo no tiene sentido ni hay un ideal al que aspirar. La vida no puede enfocarse como progreso sino como eterno presente que acontece y se repite. La vida es dolor, fragilidad, llanto, risa, fortaleza, alegría. El “Übermensch” juega con la vida, encarna el espíritu de un niño. Jugar es hacer cosas sin buscar un sentido, una utilidad o un rendimiento. El “Übermensch” inventa nuevos sentidos para las cosas, decide lo que quiere ser y lo que quiere que el mundo sea. Vive a la intemperie y no está sujeto a nada. Con Nietzsche la ética se disuelve en la estética. Los conceptos se convierten en metáforas, y la trasgresión es una actitud permanente. Habría que preguntarse hasta qué punto es aceptable su propuesta. Las críticas pueden formularse desde distintos puntos de vista. La ética de Nietzsche conduce a la llamada “posmodernidad” en la que todo vale ya no existen referentes (opuesto al universalismo socrático o platónico). Su crítica a la razón y la moralidad es devastadora y radical pero todavía existen enfoques que reivindican la posibilidad de reconstruir racionalmente una ética propia.
CONCLUSIÓN
La importancia de la epistemología para el desarrollo del conocimiento se basa en el aporte que hace a través de los diferentes métodos para comprender la realidad general o un objeto de estudio particular.
Un perfil epistemológico bien establecido facilita al investigador ver qué dirección debe tomar en un estudio científico, donde se le facilitara además de una adecuada metodología para poder resolver la pregunta que le genera inquietud o afirmar la hipótesis que se plantea.
El eclecticismo, tiene sus aciertos y fallas, como aciertos tiene que es una corriente bastante flexible en comparación con el positivismo y el criticismo (también llamado post positivismo por algunos autores), donde esta corriente acepta que las corrientes anatagonistas tienen cierta razón o verdad en sus argumentos, y fallas en que sus argumentos pueden derivar de ciertas partes de teorías escogidas al azar y a conveniencia, las cuales podrían ser erradas y podrían hacer caer toda una corriente epistemológica, es por ello que al hablar de eclecticismo no se debe hacer a la ligera.
En un artículo de mediados de los años sesenta de Leszek Kolakowski, titulado Ética sin códigos el autor reivindicaba la toma autónoma de decisiones morales, y la experiencia moral misma como algo necesariamente responsable con respecto a una realidad terrenal sorprendente y difícilmente abarcable mediante formas normativas fijas y codificadas.
Para defender su tesis, Kolakowski orientaba su interés en una educación moral
basada en una actitud creadora ante la vida y en la convicción de que nuestras decisiones no pueden ser tomadas de antemano vicariamente por algún sistema de juicios y normas, una educación así, debe imbuir en el conocimiento de la multiplicidad de valores heterogéneos que debemos admitir al mismo tiempo y a cuyas exigencias, con frecuencia, no podremos responder. Queremos atacar la tentación de la inercia moral, que nos hace pensar que algún sistema de valoraciones podría brindar a nuestra vida moral una protección segura y perfecta; queremos sembrar la desconfianza ante la santidad y los santos; queremos enfrentar la tranquilidad estéril y el sentimiento irracional, que surge de la fe en que nuestra vida está dotada de indicadores perfectos algo indispensable para contrarrestar nuestro natural conformismo y nuestra inercia.
Lo antes visto, el autor tiene cierta similitud con lo que Nietzsche expresaba con la forja de una ética propia, más allá de un código establecido como el deber moral de Kant, o más allá del bien y del mal, para ello, el propio Nietzsche recomendaba la hermenéutica donde además del uso de la dialéctica, hay que deconstruir el YO para comprender el bien y el mal, reconociendo en esa desconstrucción al relativismo cultural como limitante para el reconocimiento de la moral y la ética en su máximo esplendor.
Ya ubicado en el espectro filosófico, el investigador no le queda más que poner su interés en la investigación donde su eje epistemológico será afirmado o refutado, dependiendo de su metodología aplicada, hablar de ética profesional, no es sencillo, por más que parezca, pero se puede lograr realizar un correcto estudio, todo dependiendo de la motivación y capacidad del investigador.