EXVOTOS DEL CRISTO DEL HUMILLADERO DE AZUAGA (BADAJOZ)
Publicado en Antropología cultural en Extremadura (J. Marcos Arévalo y S. Rodríguez Becerra,
coords.): 123-136. Asamblea de Extremadura-Editora Regional de Extremadura. Mérida, 1989.
ISBN 84-7671-130-1
Salvador RODRÍGUEZ BECERRA
Universidad de Sevilla
La palabra exvoto es un término culto procedente del latín que designa al objeto ofrecido a
Dios, la Virgen o los Santos como resultado de una promesa y de un favor recibido. Es decir, una
promesa materializada en un objeto. El exvoto, para definirse como tal, ha de tener las siguientes
notas diferenciadoras: Ha de ser público, o sea, dar a conocer el favor recibido, haciendo constar
las circunstancias y datos que permitan conocer la acción benefactora obrada por un ser
sobrenatural. Los textos que acompañan frecuentemente a las tablillas votivas se expresan en
'términos como "para memoria", "en acción de gracias ofrecí ponerte este recuerdo", "este cuadro
testimonio lo ocurrido", etc.; pero es que la intención divulgadora queda ya implícita en el uso
para el que se destinan. Las ofrendas se hacen para ser expuestas en los altares de las imágenes
benefactoras, en los camarines, las paredes o los techos de las ermitas y santuarios, y para que
todos los devotos puedan reconocer las actuaciones milagrosas.
El exvoto ha de tener, asimismo, una relación con la persona que ha recibido el favor y el
suceso portentoso que lo motiva. Y así, el exvoto describe el hecho milagroso y los datos
personales del beneficiario, o bien es una réplica del miembro o la parte del cuerpo sanada, o un
objeto perteneciente al oferente, o incluso, un retrato del beneficiario. En cualquier caso, la
ofrenda votiva tiene un carácter de representación que la diferencia de las ofrendas monetarias o
de otras formas indiferenciadas como las lamparillas, el aceite, las velas y más aún de las
donaciones sacrificiales destinadas a ser consumidas. De aquí deducimos una tercera característica, y es el deseo de permanencia, de pregón perpetuo de los poderes sobrenaturales de una
determinada imagen.
En síntesis, podemos afirmar que exvoto es todo objeto ofrecido públicamente a un ser
sobrenatural como respuesta a un favor recibido y cuya donación había sido prometida
anteriormente. El don tiene siempre una estrecha relación con la persona y/o con el suceso. De la
definición apuntada puede deducirse fácilmente la enorme diversidad tipológica de exvotos que
podemos encontrarnos. Réplicas de órganos y miembros de hojalata, plata o cera, de fabricación
industrial o artesanal, aparatos ortopédicos, prótesis, objetos de uso personal tales como ropa,
gafas, bastones; partes del propio cuerpo extirpadas, fotografías, cartas, cuadros y todo objeto
relacionado con la situación que motivó la ofrenda; para el marino una miniatura del barco en que
temió naufragar -algún capitán ofreció el propio mascarón o las velas-, para el artesano la
herramienta que lo hirió, para el prisionero los grilletes que lo privaron de libertad, para el
conductor el volante del automóvil que conducía, para el soldado una prenda de uniforme, para la
desposada el vestido nupcial, y un largo etcétera tan amplio como la actividad humana.
Pero, ¿cómo surge la ofrenda votiva? El hombre común ante la intensidad del dolor, la
angustia por sobrevivir, el temor de la inseguridad o la excitación de lo inesperado, acude a
propiciar a la Divinidad con promesas y sacrificios intentando llamar su atención sobre su
situación personal que considera de más gravedad y digna de atención que ninguna otra. Este
modelo de comportamiento religioso que busca la intervención divina en favor de los problemas
1
personales siguiendo vías individuales y familiares, ofreciendo a cambio bienes y sacrificios, tiene
hondas raíces en el comportamiento humano y claros paralelos en modelos sociales. Tales
comportamientos individualistas tienen su base en la dura experiencia y en ideas ampliamente
compartidas en determinadas sociedades sobre la limitación de los bienes. Se trata de una visión
antropocéntrica de la divinidad contrapuesta a la concepción de Dios como ser todopoderoso.
Una de las formas más comunes, aunque no la única, de estrechar las relaciones personales
con los seres sobrenaturales es la promesa, una de cuyas expresiones concretas es el exvoto. La
promesa nace del ser necesitado, se dirige a la Divinidad y termina en el hombre, éste cumplirá lo
prometido una vez que ha recibido el favor solicitado. El cumplimiento de la promesa está
asegurado por sanciones, socialmente admitidas, de orden natural o sobrenatural. De esta forma
se trata de llamar la atención e influir sobre quien tiene poder, para desviar o dirigir los
acontecimientos humanos, es decir Dios, la Virgen o los Santos. La relación puede quedar rota,
aunque sólo sea temporalmente, caso de no recibir el favor solicitado. La actuación de los seres
sobrenaturales esperada por el hombre es frecuentemente de carácter milagroso, y supera, por
tanto, el límite de la capacidad humana y anula el desarrollo lógico de las leyes naturales. Hay que
hacer la salvedad de que la aceptación como milagro o hecho milagroso es subjetiva y no implica
reconocimiento oficial.
El hábito cultural de ofrecer exvotos a las divinidades en el mundo se pierde en los
orígenes de la humanidad. En la cultura ibérica tenemos numerosas pruebas arqueológicas de
ofrendas votivas como respuesta a favores recibidos, aunque también se interpretan como
acciones de propiciatorias. Se cuentan por millares las figurillas votivas en bronce extraídas de los
santuarios prehistóricos de Castellar de Santisteban y Santa Elena, ambos en Jaén. Estas formas
de relación con lo sobrenatural de claros orígenes precristianos continuará una vez cristianizada la
Península Ibérica y llegará hasta nuestros días habiéndonos dejado muestras tan destacadas como
las lámparas, coronas y cruces visigodas, monumentos notables y algunas relevantes muestras
pictóricas en los siglos XVI y XVII. Las pinturas votivas de carácter popular conservadas en los
santuarios actuales proceden fundamentalmente de los siglos XVIII y XIX siendo numéricamente
más importantes en este último siglo. Puede constatarse asimismo una reducción drástica a partir
del segundo tercio de la presente centuria. De las otras formas de exvotos apenas quedan
muestras, salvo aquellas excepcionales o valiosas, dado que la acumulación y envejecimiento se
resuelven con la periódica destrucción de las mismas.
El fenómeno exvotista cristiano tiene gran incidencia en países predominantemente
católicos y ortodoxos y sólo excepcionalmente entre protestantes. Abundan sobre todo en Europa
y América. En España parece ser, según la bibliografía existente, que son más abundantes en
Cataluña, Baleares y Andalucía aunque también se dan en Extremadura, País Vasco, Castilla, La
Mancha y Galicia. La preocupación por este fenómeno de religiosidad y arte populares ha sido
muy escasa hasta hace unos años, la obra más reciente que conocemos ha sido elaborada por el
autor de estas líneas en colaboración. Este libro ha supuesto una primera aproximación global de
los exvotos de los principales santuarios y ermitas de Andalucía pero que en manera alguna agota
el tema. Ahora hemos empezado la catalogación de los Santuarios extremeños y andaluces más
significativos para, a la vez que preservamos a este rico patrimonio cultural, profundizar en la
significación cultural del exvoto como expresión religiosa. (1)
***
La ermita del Cristo del Humilladero, hoy parroquia bajo la misma advocación en la villa
de Azuaga, guarda una pequeña colección de exvotos, concretamente siete pinturas y un grabado,
2
que de no ser por uno de ellos pasaría desapercibida. Esta pieza votiva que destacamos por su
originalidad es una tabla de dimensiones poco habituales en la que se han pintado diez y ocho
escenas milagrosas repartidas en tres calles. Todas ellas excepto las tres primeras constituyen
otros tantos exvotos. La concepción unitaria del cuadro y su realización nos obliga a considerarlo
como una sola pieza; es por ello que proponemos quera esta ofrenda votiva la denominación de
exvoto múltiple. Hemos de insistir en la originalidad de esta pieza que por el momento
consideramos única. Nuestro interés por esta forma de expresión de la religiosidad popular nos ha
llevado a conocer los más importantes santuarios y ermitas de Andalucía y de Extremadura que
custodian exvotos: así mismo hemos consultado una amplia bibliografía española, europea e
iberoamericana y no hemos encontrado nada parecido.
Los exvotos que más se le aproximan ya sea por su disposición de viñetas cuadriculadas, o
por describir más de un suceso milagroso en una sola pieza, son los llamados exvotos biográficos.
Difieren, sin embargo en que las varias escenas milagrosas o portentosas refieren a una sola
persona que a través de su vida ha pasado por situaciones graves en las que cree haber recibido la
ayuda de alguna imagen de su devoción. En cualquier caso, en este tipo de exvoto, nada frecuente
por cierto, recordamos dos en el santuario de la Virgen de Gracia en Archidona (Málaga), uno en
Martugues (Francia) y alguno más.
El exvoto múltiple del Cristo del Humilladero se refiere en cada cuadricula a una persona
distinta y comprende sucesos relativamente ordenados cronológicamente de 1639 a 1802,
pudiendo apreciarse dos fases cronológicas y artísticas distintas en los que fueron pintados las
escenas y escritos los textos que las acompañan. La fecha en que se comenzó a pintar viene dada
por el propio cuadro, 1796 y, lógicamente, su conclusión no debe estar muy lejos de 1802, fecha
más tardía que aparece en el cuadro en la que debieron pintarse las cuatro escenas últimas.
Antes de seguir adelante hemos de destacar otra nota de excepcionalidad. Creemos que el
cuadro votivo nace de un proyecto bien diseñado de recoger los milagros obrados hasta ese
momento por el Cristo del Humilladero y no de la libre voluntad individualizada de ofrecer un
exvoto cuando se hubiese recibido un favor personal, grupal o comunitario. Este hecho es de
suma importancia para comprender la obra que nos ocupa, por cuanto va a suponer un control de
la autoridad eclesiástica de la obra y de lo que allí se exprese, a la que rara vez están sometidos los
voluntarios donantes, excepción hecha de los exvotos colectivos ofrecidos por cabildos civiles y
eclesiásticos.
La idea de reunir en un cuadro los milagros se lleva a efecto en 1796, según consta en el
dosel, y cuando se alcanza aquella fecha sólo faltan por llenar cuatro de los dieciocho espacios
existentes que lo serán muy posiblemente en los próximos años y de una sola vez. De la
afirmación anterior se derivan dos posibilidades: o bien este exvoto múltiple recogió los exvotos
individuales ofrecidos anteriormente o, bien, esta tabla recogió las narraciones de milagros
realizados por el Cristo, transmitidas por tradición o recogidas en un libro de milagros.
Ambas partes son verosímiles. Es posible que un accidente o simplemente el paso del
tiempo y el abandono hicieran desaparecer o dejaran en mal estado una serie de exvotos ofrecidos
al Cristo, y que los responsables de la ermita -los frailes mercedarios- quisieran mantener y
perpetuar los "milagros obrados por la imagen encargando esta tabla. Si así fuera, objetaríamos
que la fraseología y las respuestas de las personas beneficiadas son muy clericales: encenderse y
apagarse por sí una vela tres veces", "oyeron dos misas", "visitó a este señor y quedó sano", "y
dijo misa con tedeum", "ofreció misa cantada", "ofreció...tedeum" y "ofreció misa". Estas
expresiones y las ofrendas nos responden a las formas más comunes, hasta ahora detectadas por
nosotros, de expresión popular. Sólo cabría que hubiesen sido seleccionados los de carácter más
culto de entre otros muchos, o que sus textos hubiesen sido alterados.
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La segunda opción, que fuera una versión pictórica de milagros transmitidos por tradición
o recogidos en algún libro, puede apoyarse en los siguientes argumentos:
a) El cuadro se encabeza con una frase que deja lugar a pocas dudas "Relación de algunos
auténticos milagros" (subrayado nuestro). Se trata de una selección entre muchos que no ofrece
duda alguna acerca de su autenticidad. Ya sabemos que la autenticidad de los milagros es algo que
sólo la jerarquía eclesiástica puede otorgar, y que incluso el propio uso del término "milagro" no
se da en el lenguaje de los exvotos. En todo caso se usan sinónimos o frases similares. Los favores
recibidos por los devotos son considerados por ellos como verdaderos milagros pero no traslucen
su reconocimiento oficial como tales. (2)
b) El primer milagro obrado por la imagen nace de sí misma como una manifestación de
poder sin beneficio para ninguna persona en una necesidad básica: dolor, ansiedad, peligro, etc., a
las que habitualmente da respuesta la religiosidad popular. Este suceso extraordinario -mudar el
color y sudar por el rostro- bien pudo ser el origen de la fama de milagroso que sin duda llegó a
tener el Cristo del Humilladero. Nótese que figura en primer lugar. Igual circunstancia ocurre en
el tercero. Estas dos pinturas no pueden considerarse exvotos, sólo cuentan sendos milagros;
tampoco el segundo pues no se deduce que el fraile que recobró la vista ofreciera nada material y
perdurable, característica necesaria para un exvoto, salvo su contrición o arrepentimiento. En
otras palabras, las tres primeras viñetas que a nuestro entender dan origen al cuadro narran textual
y pictográficamente otros tantos milagros obrados por el Cristo pero no constituyen exvotos.
Es de destacar el predominio de exvotos ofrecido por causas de accidente sobre los
donados por causa de enfermedad. Estos últimos que habitualmente nos presentan al enfermo en
cama junto a una o varias personas que interceden por el enfermo son denominados exvotos de
alcoba y constituyen el tipo más frecuente. En el exvoto múltiple que nos ocupa, sin embargo,
sólo hay un caso de enfermedad por el "vómito negro" que responda a este tipo y dos más a otras
enfermedades. Los restantes son el resultado de accidentes producidos por la actividad agrícola y
ganadera, el trato con animales, la práctica de la caza, fenómenos meteorológicos -especialmente
el rayo, tan temido en otros tiempos-, el hundimiento de un edificio y, por último, la especial
protección que sobre una quinta o leva militar había ejercido en la campaña de Francia.
En cuanto al valor histórico y etnográfico de la tabla, ésta nos ofrece una serie de datos de
gran valor para Azuaga. Sitúa a la orden mercedaria, bajo cuya custodia estaba la ermita, en la
localidad con anterioridad a 1639, permaneciendo en ella por lo menos hasta 1800; puede fecharse
la llegada de la epidemia llamada de Sevilla, en los comienzos del XIX; nos habla de la
participación de contingentes armados del pueblo en la que el exvoto denomina la campaña de
Francia, ¿guerra con Francia (1735-1795) promovida por Godoy y terminada con la paz de
Basilea?; junto a otros datos no menos interesantes tales como los modos de vestir, los tipos de
carro, la presencia de la característica choza circular, el interior de un dormitorio de la ermita. En
definitiva, nos ofrece datos sobre la vida diaria, difíciles de encontrar en otros documentos y el
reflejo de hechos nacionales en la vida local. De todas formas puede decirse que la riqueza
iconográfica de las viñetas es pobre comparativamente con otras series de exvotos. Esta
característica viene dada por el poco espacio disponible para cada escena y también por ser una
obra retrospectiva -no coetánea con los sucesos que representa- lo que sin duda le resta realismo y
minuciosidad en los detalles. Desde el punto de vista de la composición consideramos necesario
hacer notar la destacada posición del Cristo dentro del conjunto; ha sido situado en el centro
sobre un semicírculo a modo de dosel orlado por unas cortinas y lámparas como si estuviera en su
camerino. La cruz se apoya en una peana dorada de estilo rococó tardío que invade las dos viñetas
situadas debajo del dosel y cuya perfecta ejecución destaca sobre el resto de la composición, La
cabeza de la imagen está rodeada por una aureola y no por las potencias habituales en los cristos.
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Las diversas figuras de la primera calle, excepto la del accidente del caballo, pintada lateralmente,
dirigen su mirada hacia la imagen. En las dos calles restantes predomina la frontalidad en los
personajes y la lateralidad en los objetos. El realismo y perfección de la figura del Cristo y la
peana se diferencian notablemente con la concepción "ingenua" en que están desarrolladas el resto
de las escenas del políptico. Las escenas no están dibujadas desde una sola perspectiva sino desde
varias para conseguir una mayor claridad en lo que se representa, aunque como hemos dicho
predomina la frontalidad. Así, en la escena de la mujer curada con aceite de la lámpara, éstas están
tomadas desde un plano superior para poder ver su contenido, mientras que la enferma está vista
desde un plano inferior.
Es asimismo digno de destacar el grabado que aunque responde a una tipología muy
generalizada y homogénea en el siglo XVIII como forma de reproducción de imágenes de amplia
devoción, ofrece, sin embargo, la singularidad de ser un grabado-exvoto resultado de una promesa
en la que tanto el ser sobrenatural como el ser humano cumplieron sus compromisos, el primero
salvando al segundo de la epidemia, y éste mandando imprimir y difundir el grabado.
En cuanto a los restantes seis cuadros, la primera duda que se nos plantea en este caso y
otros muchos es si estamos ante los restos de un naufragio en los que el tiempo, la incuria, el
polvo y hasta la polilla han participado, de forma que han llegado hasta nosotros solo aquellos
ejemplares que presentaban en mejor aspecto, resultaban agradables, o parecían pinturas de más
calidad; o bien, nunca han existido más pinturas que las conservadas actualmente. Si así fuera,
estaríamos ante un caso frecuente en santuarios extremeños y andaluces en los que el número de
exvotos pictóricos va de seis a doce unidades, frente a otros, menos numerosos, en los que
cuelgan de sus paredes cien o más cuadros. Naturalmente la escasa presencia de pinturas votivas
no excluye la existencia de grandes cantidades de otras formas de exvoto como los metálicos,
llamados de "plata", así como trenzas o prendas diversas. Desconocemos las causas que
determinan la amplia difusión de unos tipos y la escasa distribución de los cuadros votivos. En
todo caso habrá que tener en cuenta factores como la disponibilidad de un pintor más o menos
experto capaz de reflejar el suceso según criterios del beneficiario, la facilidad de ofrecer objetos
personales, láminas troqueladas o réplicas en cera de los miembros sanados, fáciles de encontrar
en el mercado, aparte de las conexiones mágicas que lógicamente se establecen entre estos objetos
y a curación; tampoco habrá que olvidarse de la fama milagrosa de una imagen y su área de
devoción.
Cronológicamente esta serie de cuadros votivos se agrupan en torno al último tercio del
siglo XIX, con la excepción del número seis, fechado en 1926 y que se separa del conjunto
cronológica, estilística e iconográficamente. Se distancia por tanto de las fechas de los sucesos
milagrosos representados en el "exvoto múltiple" que discurren de 1639 a 1802 y de la fecha de
realización de la tabla (1796). Hay por tanto una interrupción de aproximadamente sesenta años
entre el último exvoto o viñeta de la tabla y el primero de esta pequeña colección que coincide con
la época de máxima incidencia de este tipo de exvotos. En el intervalo sólo habría funcionado el
grabado al que luego nos referiremos y cuya influencia iconográfica parece clara en la serie que
publicamos.
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CATALOGO
Ex-voto múltiple
Oleo sobre tabla. 113 x 175 cms. (incluido dosel)
Fecha: 1796-1802.
Estado de conservación: Bueno con algunos desperfectos. Una hendidura divide la tabla
horizontalmente en dos.
Esquema gráfico de la transcripción. (3)
A1
A2
A3
A4
A5
A6
B1
B2
B3
B4
B5
B6
C1
C2
C3
C4
C5
C6
6
Dosel "Relación de algunos auténticos milagros obrados por la devota imagen del Señor del
humilladero, venerado en esta iglesia. Año de 1796.
A1
En 16 de Junio de 1639 la Sagrada Efigie de este Señor mudó su color en rojo y sudó su
Santísimo Rostro y la lámpara se apagó y encendió por sí misma.
A2
En 17 del mismo fray Francisco de Chaves, ciego, cobró su vista en el mismo acto de oír y
decir misa en el altar de este Señor, a quien se ofreció contrito.
A3
En 25 de Junio Gonzalo Gómez y Juan Ramos, de esta villa, vieron en el altar de este
Señor encenderse y apagarse por sí una vela tres veces quedando encendida con milagrosa
luz.
A4
En 15 de Mayo de 1644 habiendo dejado muerto un caballo, en que venía Alonso Rincón,
junto al río, él y su padre dijeron y oyeron dos misas en el altar de este Señor y volviendo
al sitio se levantó sano.
A5
En Julio de 1644 Juan Gómez de la Villa de Alconchel tenía rota una vena del pecho,
echaba incesantemente sangre, visitó a este Señor y quedó sano.
A6
En 28 de Noviembre (4) de 1644 María Hernández Aldana padecía un afecto de pecho
que sólo con señas se daba a entender. Se ofreció devota a este Señor un candelero con
aceite de la lámpara y fuese sana.
B1
En 3 de Mayo de 1687 un niño de una caída fue muerto más de dos horas; no habiendo
remedio en lo humano lo ofreció su padre a este Señor. Al punto quedó vivo y sano,
publícalo.
B2
El 5 de Junio del dicho en que hubo una terrible tempestad Alonso Lobo de esta villa se
encomendó a este Señor; cayó un rayo, mató un jumento que aparejaba y él quedó sano.
B3
En 5 de Junio de 1771 Nicolás de la Cruz en una terrible tempestad se ofreció a este
Señor; cayó un rayo rompiendo el ala del sombrero, mató el caballo en que iba montado, y
él quedó salvo y dijo misa con tedeum en acción de gracias.
B4
En 4 de Septiembre de 1794 un techo a fuerza de peso cayó entero a una mujer y tres
niños. Ramón Moruno ofreció misa cantada a este Señor, salieron libres y asistieron día
siguiente a la misa.
B5
En 5 de Julio de 1795 Manuel Mazena, llevando cargado de paja, cayó del yugo, se
ofreció con misa a este Señor, pasó una rueda por sus riñones y vacío fue libre, y cumplió
con su promesa al cuarto día.
B6
En 6 del mismo habiéndosele asombrado de noche a Pedro del Río dos mulas procurando
sujetarlas continuando asombradas le sacaron a rastro enredado. Se ofreció a este Señor y
en el instante fue desatado.
C1
En 16 de Junio de 1754 Don Antonio Ponce de León y Doña Ángela Ortiz, consortes, se
ofrecieron en una terrible tormenta a este Señor, cayó una centella, quebró el plato donde
comían y fueron libres.
C2
En el 29 de Septiembre de 1796 Sebastián Vizuete, un novillo estándolo comando le dio
una cornada por bajo de la barba; se encomendó a este Señor del Humilladero, a los 8 días
se halló bueno. (5)
C3
En el año de 1800 en la campaña de Francia de más de 120 individuos de este pueblo que
llevaron la estampa de este Divino Señor en su pecho ninguno pereció en más de 18
asaltos, por lo que dan las gracias.
C4
Mateo Montes en el año de 1802 conociendo disparóse la escopeta se encomendó a este
Divino Señor, le pasó el tiro el ala del sombrero; el que colgó en testimonio de la verdad.
7
C5
C6
Don Manuel García, año de 1800, en la epidemia de Sevilla la padeció con el vómito
negro, se ofreció a este Divino Señor venir descalzo luego que divisara su ermita con
tedeum, lo que cumplió.
En el año de 1802 María, hija de Fernando Sánchez y de Polonia Murillo, de edad de tres
años pasó un carro cargado porsima (sic) de su cuerpo lo que vio su tía Feliciana Sánchez,
ofreció misa a el Señor y la sacaron sana.
8
Grabado.
Texto: "Verdadero retrato del santísimo Cristo del Humilladero que se venera en la villa de
Azuaga y celébrase a 16 de Junio; es maravilloso en milagros. El Eminentísimo Sr. Patriarca
concede 100 días de indulgencias rezando un Creo a esta Sacra Imagen y otros varios Señores
obispos 40 y novísimamente Señor obispo auxiliar de Sevilla 40. La dedica un devoto que el
Señor le reservó la vida en la epidemia de 1800.- H.B. Amat, lo grabó".
Papel. Fecha: 1800
El exvoto-grabado hace referencia a un hombre que salió ileso de la epidemia de 1800,
probablemente la misma que en el exvoto múltiple (véase viñeta C5), se denomina epidemia de
Sevilla y se refiere a Don Manuel García. La firma del grabado, H.B. Amat, corresponde,
probablemente, al hijo de Blas Amat, maestro platero grabador de Sevilla y apunta a la relación
del devoto con Sevilla. El uso del grabado como forma de expresión de agradecimiento por un
favor recibido de un ser sobrenatural no es frecuente; a pesar de ello este grabado es el resultado
de un ofrecimiento como consecuencia de un favor recibido, lo que unido a la publicidad que
inevitablemente lleva aparejada la impresión y el que sea un objeto material de carácter perdurable
lo convierte, a mi modo de ver, en un nuevo tipo de exvoto.
Merece destacarse asimismo, la iconografía que el grabado presenta, un crucifijo con
sudario sobre peana flanqueado por María y Juan, cuya influencia es clara en los cuadros números
tres y cuatro y probablemente en el número uno.
Cuadros
Número 1.
Texto: "En el año de 1860 María Gutierre se encomendó al Señor del Umilladero y sano de su
enfermedad"
Oleo sobre hojalata, (34 x 26 cms.)
Fecha: 1860. Buen estado con manchas de cal.
Presenta una falta total de perspectiva, aunque la cama estilo imperio ha sido inclinada para que
pueda verse en su totalidad. El Cristo, de gran tamaño, domina la escena y aparece según la
iconografía ofrecida por el grabado sobre una gran peana. El rótulo aparece en la parte superior,
en contra de la práctica más usual, superponiéndose a toda la composición. La ausencia de
personas "intermediarias" que pudiera justificarse por el deseo de no hacer más compleja la
composición es concordante con el texto pues es la enferma la que directamente se encomienda al
Cristo.
Número 2.
Texto: "Yendo de camino Calisto Vidart, natural de Valensia de la Torres, llevava un burro con
una henorme carga, cayó este y por más esfuerso que hiso el referido Calisto para lebantarlo fue
inútil, en este conflicto el dicho amo, suplicó con todo fervor la sacase del comflicto al Santísimo
Cristo del Humilladero de Azuaga, aparesiendosele dicho Señor y instantaneamente se levanta el
animal con la carga quedando su amo admirado. Año de 1874". Oleo sobre lienzo, (62 x 48 cms.).
Fecha 1874. Buen estado.
Constituye una interpretación popular de modelos romántico-costumbristas del siglo XIX. El
sentido de la profundidad está conseguido a partir de los tonos oscuros de los laterales y claros
del centro. El texto, situado en la parte inferior y separado, como es habitual, refiere la aparición
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del Cristo, razón por la que aparece entre nubes y sin la peana. El beneficiario es natural de
Valencia de la Torres lo que nos puede indicar hasta donde se extendía el área de gracia del
Cristo. O lo que es lo mismo su devoción.
Número 3.
Texto: "En un pozo llamado Meón de 14 metros de profundidad se cayó una joven de 18 años
llamada Antonia Márquez y Moruno, en medio de su aflicción se encomendó al Santísimo Cristo
del Humilladero y a sus lamentos se acercaron Basilisa del Castillo y Teresa Romero y la cojieron
por las manos y la sacaron, Azuaga 31 de Marzo de 1879".
Oleo sobre lienzo, (62 x 48 cms.) Fecha: 1879. Algo deteriorado.
Pintura de inspiración romántica, el paisaje y las figuras están tomados de los "cuadros de patio"
sevillanos del siglo XIX. El montículo oscuro del primer plano y la claridad del fondo dan sentido
de profundidad a la composición. El plano celeste aparece, como es común, entre cúmulos en el
ángulo superior izquierda y con una iconografía probablemente inspirada en el grabado de Amat.
El plano real parece bastante imaginario aunque está indicada la proximidad del pozo al casco
urbano por los edificios representados, uno de los cuales pretende ser la ermita del Cristo del
Humilladero.
Número 4.
Texto: "Estando gravemente enfermo con pulmonía y dolor de costado Francisco Romero de 32
años y sin esperanza de vida su desconsolada mujer Consolación Durán se encomendó a el Santo
Cristo del Humilladero y sanó milagrosamente. Azuaga y Agosto de 1889".
Oleo sobre Lienzo, (55 x36 cms.) Fecha: 1889. Buen estado.
Única escena interior de valor etnográfico por cuanto refleja el mobiliario de una alcoba, de la
época, de familia acomodada. El Cristo aparece en un cuadro sobre la cama como elemento
decorativo. Las miradas del enfermo y su esposa, en actitud de oración, se dirigen al Cristo que se
representa entre nimbos acompañados de María y Juan. La iconografía del Cristo sigue al grabado
ya citado pero se aprecian diferencias estilísticas en la peana. La composición está compensada
por cuanto la escena y el espejo que aparecen en zonas de oscuridad. Posee perspectiva y una
técnica bastante depurada.
Número 5.
Texto: "El día 11 de Sectiembre de 1899 al pasar por el Cerro bajo una explosión dejo muerta a
maria Moruno y herida grave a Josefa Sifredo encomendándose a la Virgen de las Mercedes y al
Señor del Humilladero sanando milagrosamente.
Oleo sobre lienzo, Fecha: 1899. Mal estado.
Tiene valor de referirse a un topónimo urbano y probablemente el accidente está en relación con la
existencia de una fábrica de pólvora para casa y minas en la época de explotación minera de la
comarca. El espacio urbano reflejado aparece muy plano y sin perspectiva. Curiosamente aparece
ya en el cuadro una casa con azotea. La escena sobrenatural, muy empequeñecida, está integrada
por dos imágenes que han ocupado la devoción de los azuagueños: el Cristo del Humilladero y la
Virgen de las Mercedes, ambas vinculadas a la orden de la Merced. El accidente ocurre en un
espacio situado a medio camino de las ermitas de la Merced y la del Cristo del Humilladero.
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Número 6.
Texto: "Rafael Gomez Gallego natural de Azuaga, yendo conduciendo un carro por un terreno
muy accidentado por la finca El Cañaveral se le espantaron las mulas y salieron a correr
vertiginosamente poniendo en grave peligro su vida. En ese momento se encomendó al Santísimo
Cristo del Humilladero y las mulas quedaron paradas librándole de una muerte cierta. Veinticinco
de Diciembre de mil novecientos veinte y seis". J. Martín. (1930)
Acuarela sobre papel, (75 x 54 cms.). Fecha: 1926. Texto en trozo de papel adherido. Regular
estado.
Desde el punto de vista etnográfico merece destacarse el dibujo del carro, desproporcionadamente
grande en relación a las mulas. La composición y la orla recuerdan los azulejos de montería
sevillanos del siglo XVIII. No parece el espacio sobrenatural y el texto ha sido añadido
posteriormente, lo que habla del
sometimiento del exvoto a la forma concreta de expresión
pictórico.
11
NOTAS
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
La obra de referencia, Exvotos de Andalucía. Milagros y promesas en la religiosidad
popular de la que son autores S. Rodríguez Becerra y J.M. Vázquez Soto fue publicada
por Editorial Argantonio en 1980. En 1986 se ha leído en la Facultad de Geografía e
Historia de la Universidad de Barcelona una tesis doctoral que estudia los exvotos de toda
la región catalana; la obra titulada "Ex-vots pintats a Catalunya" ha sido realizada con
notable éxito por Josefa Parés i Rigau y se encuentra aún sin publicar. También
recomendamos la obra de Bernard Cousin, Le miracle el le quotidien. Les ex-voto
promençaux images d'une société. Université de Provence. Aixen-Provence, 1983.
Los cuadros de gran tamaño existentes en el claustro del monasterio de Nª Sª de
Guadalupe (Cáceres) parecen responder a esta misma tipología. Se trata de la versión
pictórica de los sucesos portentosos y milagrosos recogidos en el libro de los milagros que
existe en el monasterio.
La transcripción es literal, aunque se han añadido, para más fácil lectura, las letras que
faltan o están abreviadas y los signos de puntuación.
Aparecen el número 9, las letras r y e, y el punto de abreviatura. Se refiere al noveno mes
del calendario romano, es decir a noviembre.
Figuran la letra o, primera de la palabra ocho, y el guarismo 8.
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Exvoto múltiple (arriba) y dosel de la tabla (abajo)
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Exvoto múltiple, C-2 (arriba) y C-3 (abajo)
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Grabado exvoto
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Exvoto 3(arriba) 4 (abajo)
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Exvoto 1 (arriba) y 2 (abajo)
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Exvoto 5 (arriba) y 6 (abajo)
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