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¿Cómo terminará el capitalismo?

2019, Estudios Sociológicos

https://doi.org/10.24201/es.2019v37n110.1643

¿Cómo terminará el capitalismo? es un esfuerzo por comprender la naturaleza y las implicaciones que la crisis económica de 2008 acarreó al orden económico internacional y, junto con él, al cúmulo de instituciones públicas y privadas que en los últimos 30 años se han dedicado a presentarlo como la cristalización del conjunto de ideas y valores universalmente aceptables.

Reseñas 15 http://dx.doi.org/10.24201/es.2019v37n110.1643 Wolfgang Streeck, ¿Cómo terminará el capitalismo? Ensayos sobre un sistema en decadencia. Madrid: Traficantes de sueños, 2017, 291 pp. Raúl Valencia Ruiz Universidad Iberoamericana-León, Guanajuato México [email protected] Una vez concluido el crecimiento económico de la posguerra —sustentado en las teorías keynesianas sobre el papel del Estado en la regulación de los mercados—, los agentes, las empresas y las instituciones dedicadas a la generación de capital expandieron sus operaciones fuera de Europa occidental y de Estados Unidos para poner fin al único periodo del Estado benefactor democrático que hubo realmente (por lo menos en los países miembros de la ocde) y así “liberar” al capitalismo de sus obligaciones para con la socialdemocracia. En la década de 1970 concluyó “el capitalismo tardío” y se inició el neoliberalismo. A partir de entonces, de acuerdo con Wolfgang Streeck, comienza a apreciarse el declive de la economía de tipo capitalista, así como de las instituciones políticas y sociales que la apuntalan. De igual forma se revela que el capitalismo es, ante todo, un sistema social “endógenamente dinámico y dinámicamente inestable”, es decir, tendiente a la expansión de nuevos mercados y dependiente de las materias primas o bienes de consumo para su mercantilización. En esta dinámica se aprecia el origen de las recurrentes crisis económicas del capitalismo en su fase neoliberal que dan lugar al conflicto entre lo que Streeck define como la “economía moral” y la “economía económica”. ¿Cómo terminará el capitalismo? es un esfuerzo por comprender la naturaleza y las implicaciones que la crisis económica de 2008 acarreó al orden económico internacional y, junto con él, al cúmulo de instituciones públicas y privadas que en los últimos 30 años se han dedicado a presentarlo como la cristalización de ideas y valores universalmente aceptables. Se trata de un compendio de artículos publicados en revistas como New 16 estudios sociológicos XXXVii: 110, 2019 Left Review, Zeitschrift für Vergleichende Politikwissenschaft o European Law Journal, y de conferencias que el autor ha dictado en el Instituto Universitario Europeo de Florencia, la Conference of the European Sociological Association en Ginebra, y en el Wissenschaftszentrum de Berlín, todos entre 2011 y 2015. En conjunto, la obra adquiere congruencia argumentativa gracias a la extensa introducción con la que Streeck presenta el quid de su trabajo: es el “interregno”1 en el que el lento proceso de descomposición del sistema capitalista de producción ocurre e impide la continuidad de sociedades estables sin que, hasta ahora, se avizore un orden social mejor. En su propósito, el sociólogo alemán parte de la premisa de que, de diversos modos, la relación entre capitalismo y democracia ha dado lugar a la materialización y evolución de las instituciones que trajo consigo la Unión Europea y que se ubican en un lugar intermedio entre el capitalismo global y los Estados-nación europeos. No obstante, el lector interesado apreciará las implicaciones que para las sociedades periféricas acarrea dicha relación, es decir, la decadencia del capitalismo democrático y el ascenso de otras expresiones políticas de izquierda y de derecha que el discurso neoliberal contemporáneo aglutina con el nombre genérico de “populismos”. En este sentido, las decisiones que en materia económica, política y social han tomado las naciones europeas se encuentran en el centro del análisis de Streeck y, por lo tanto, implica reflexionar en torno a los referentes teóricos y analíticos a partir de los cuales se ha intentado hacer frente y superar la crisis económica actual. Al hablar de los referentes, Streeck no da lugar a especulaciones. Tiene muy presente —ya que forma parte de sus reflexiones— el papel que la sociología y los sociólogos tienen en la comprensión del rumbo al que las sociedades modernas se encaminan. Aún más, advierte que en la práctica la sociología ha abandonado el lugar preponderante que en una época muy temprana de la disciplina le había sido conferido para influir en el desarrollo de las sociedades que los sociólogos decimos analizar. Tal abandono ocurrió por la influencia que ejerció el trabajo de Talcott 1 Más que a un nuevo orden global, la descomposición del capitalismo dará lugar a un desorden o estado entrópico de las sociedades, cuya duración es completamente incierta. Streeck desarrolla esta idea a partir de Gramsci, cuando éste afirma que “lo viejo agoniza, pero lo nuevo no puede nacer todavía; durante ese interregno se pueden dar fenómenos patológicos de la más diversa índole” (Streeck, 2017: 54). Reseñas 17 Parsons, crítica que en su momento había sido señalada por C. Wright Mills.2 Desde luego, no se trata de que los sociólogos conduzcan una nueva ola revolucionaria —cuya existencia en sí misma, según el profesor Streeck, es improbable—, sino que la descomposición del orden social del capitalismo democrático ha seguido la lógica de considerar la economía como el conjunto de normas que, si son observadas “racionalmente”, habrán de conducirnos a la salida de la crisis global del capitalismo contemporáneo. En esta lógica, para “amortizar” el factor humano en la toma de decisiones de tipo político y social, los economistas y los responsables de los organismos financieros internacionales han recurrido principal y casi exclusivamente a la psicología: la vida en sociedad bajo la ética neoliberal es necesariamente individualista, de tal forma que para sobrellevar los efectos del desmantelamiento del Estado de bienestar y aceptar la incertidumbre que la precariedad económica o el desempleo producen, los economistas buscan propiciar condiciones para que los individuos sean resilientes y asuman que las dificultades que cotidianamente los aquejan sólo pueden ser superadas gracias a su esfuerzo personal y sosteniendo una actitud positiva, con lo que la sociología ha quedado excluida como proveedora de los marcos comprensivos e interpretativos de los seres humanos en sociedad y con trayectorias históricamente definidas. Al abandonar el campo de la economía, la sociología a la que dio lugar The social System (2005) de Talcott Parsons es una disciplina ahistórica, en la que categorías tan importantes como el dinero dejaron de ser vistas como una institución social estrechamente ligada al poder y a las relaciones sociales de dominación. En su lugar, al considerar el dinero como un “objeto cultural” del que sólo se extrae prestigio, la teoría de sistemas niega que el capitalismo es falible y, por lo tanto, un sistema finito. Lejos de pretender presentar ¿Cómo terminará el capitalismo? como una gran teoría general sobre el cambio social o la evolución de las socie2 En una época de dogmatismo positivista, C. Wright Mills escribió La imaginación sociológica (1961), una obra en la que debate abiertamente “la gran teoría” de Parsons en The social system (2005), para proponer, en cambio, la importancia de analizar un escenario histórico más amplio, en cuanto al significado que guarda para la vida interior y la trayectoria exterior de la diversidad de individuos, que bien podríamos sustituir por seres humanos. 18 estudios sociológicos XXXVii: 110, 2019 dades modernas, lo que aquí se plantea es que el autor busca establecer criterios teórico-metodológicos alejados de los lugares comunes, con el doble propósito de reivindicar el papel de las ciencias sociales para la toma de decisiones en los ámbitos políticos y económicos, así como advertir que sus observaciones no derivan de un pesimismo preestablecido, sino que son resultado de someter a revisión dichos referentes a la luz de los acontecimientos que problematizan, cada vez más, la integridad del orden económico internacional y de los valores que dice representar. Estos acontecimientos van desde el desmantelamiento del Estado de bienestar, la guerra en el cercano Oriente, el drama de los migrantes indocumentados, los desplazados por la guerra y, en general, los límites del desarrollo sustentado en la vieja triada de petróleo, tecnología y capital. Por lo anterior, el libro del sociólogo alemán Wolfgang Streeck representa un esfuerzo extraordinario por reivindicar la sociología y la práctica sociológica como necesaria, útil para comprender el escenario convulso de esta época incierta que el autor compara con el mundo europeo del siglo V, durante lo que conocemos como la primera Edad Media o edad oscura.