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La crítica de lo humano.doc

Partimos de la unidad intuitiva de lo humano en todos los tiempos, que sin embargo debe ser construida, ahora más que nunca. Constatamos que a la muerte de Dios - que no nos preocupa porque para los agnósticos es muerte de nadie y por lo tanto puede resucitar si se comprueba que existe, y para los creyentes inmortal- le sucede el anuncio de la muerte del humanismo y de lo humano, torpemente anunciada por el estructuralismo, Foucault y otros, haciéndole el juego a la tecnocracia deshumanizante. Para esa construcción de lo humano, en su desfasaje respecto a la evolución tecnocrática (no decimos progreso), para el caso en el manejo de la agresión, criticamos su forma de construir conceptos en algunos ejemplos, como interno-externo; individuo-sociedad, etc., basándonos en distintos autores y la tendencia a la mistificación de fetiches académicos o de moda coqueta. Una posición política es necesaria: si todos queremos esa alternativa, no será una ilusión. Constatamos también que los llamados Human Resource Managements (la manipulación del capital "humano"?)son más populares que las Humanities, tan fuera de moda, aunque en muchas universidades su demanda supera la de las demandas tecnocráticas, y hay que traer expertos de la India, o de donde sea, y mejor si son mano de obra barata. Una crisis profunda de lo humano como la actual exige esta crítica. post-scriptum: encontramos un ilustre precursor a alguna de nuestras afirmaciones en esta cita de Rousseau lecteur de Buffon (esos dos gigantes ), de Mathilde Lequin, en academia.edu: "L'Histoire naturelle constitue une source majeure pour la philosophie de Rousseau, qui place sous le patronage de Buffon le Discours sur l'origine et les fondements de l'inégalité parmi les hommes. La déclaration liminaire, déplorant que « la plus utile et la moins avancée des connaissances humaines » soit la connaissance de l'humain lui-même, renvoie à en effet à celle de l'essai De la nature de l'homme, publié en 1749 : « Quelque intérêt que nous ayons à nous connaître nous-mêmes, je ne sais si nous ne connaissons pas mieux tout ce qui n'est pas nous »

Crítica de los conceptos en la construcción de lo humano Aire libre Si algo me gusta, es vivir. Ver mi cuerpo en la calle, Hablar contigo como un camarada, Mirar escaparates Y, sobre todo, sonreír de lejos A los árboles… También me gustan los camiones grises Y muchísimo más los elefantes. Besar tus pechos, Echarme en tu regazo y despeinarte, Tragar agua de mar como cerveza Amarga, espumeante. Todo lo que sea salir De casa, estornudar de tarde en tarde, Escupir contra el cielo de los tundras Y las medallas de los similares, Salir De esta espaciosa y triste cárcel, Aligerar los ríos y los soles, Salir, salir al aire libre, al aire. Blas de Otero El aire “Salir, salir al aire libre, al aire”... ¿Dónde hay un aire libre? ¿Por qué libre? ¿Acaso no es libre el aire y gratis? No lo es, no, desgraciadamente. En otro poema Blas de Otero dice “podrá faltarme el agua, el aire, el pan/sé que me faltarán/(...) la fé jamás”. En l’air et le temps, escrito durante la monstruosa segunda guerra mundial para su hija, Bachelard hace maravillosas metáforas sobre el aire... Los franceses tienen a su vez una expresión propia: l’air du temps. Donde puede apreciarse ahora el aire como un tiempo, como un soplo, un viento. Los eleáticos desarrollaron una teoría cosmogónica de los elementos: el aire, el agua, el fuego, la tierra y un agregado: el apeirón. Lo elemental no es lo simple, es en todo caso la simplificación de muchas cosas, algo común a las que están en muchas partes: la tierra, el agua, el fuego, el aire. El ser humano está en muchas partes, ocupa y consume los elementos, los captura, con conceptos (cum capere, latín; Begriff begreifengreifen agarrar, capturar). La pulsión de aprehensión, muscular, fue en un momento para Freud, el fundamento de un sadismo originario del niño, que luego corrigió sustituyéndolo por un masoquismo originario (ya que invirtiendo la clásica psicogénesis autocentrada, venimos de los otros, del otro, el primero que nos capta, que nos agarra). La arena, como el aire, se escapa entre los dedos. Quizás por eso inventamos los conceptos. pero son escasos para aprehender lo real. Capturar Como las categorías (cualidades) que un paciente del psicoanálisis había ecuacionada con orinar –un flujo del cuerpo-, los conceptos forman parte de ese intento de captura. La captura, en términos del ser vivo, ha sido trabajada en forma excelente por la Gestalttheorie para las percepciones Lamentablemente ése fue su mayor logro, otras cosas como el isomorfismo entre las estructuras fisiológicas y las del mundo, o algunas cosas de la psicología animal no van muy lejos. Así nos asombra encontrar el recurso a la Gestalt para la sociología o al mero término como plasmación, redondeo de la realidad en la obra en Problemas del realismo de Luckacs, lo que no es extraño, en la proposición obligatoria de que el arte debe reflejar lo social, captarlo diríamos. No fue ésa la posición de Marx con el concepto abstracto (vacío e instrumental aunque en algo inherente a su campo, como el de población) y el concreto de pensamiento. No fatigaremos con lógicas coercitivas del pensamiento a los lectores. A pesar de que el marxismo es fundamental. Somos más bien anarquistas o anarcomarxistas, y nuestra proposición va por otro lado. Volvamos arriba. (que no son las sensaciones sino su construcción), estableciendo la ley de cierre como la más importante: la Pregnanz, la pregnancia, la captación de la imagen cuya forma más clausurable es el círculo: tendemos a ver el círculo en formas incompletas similares. No por nada el término evoca el embarazo. A su vez, la etología de Lorenz establece como fundamental para la fijación del objeto de un comportamiento instintivo, una primera acuñación de un objeto, una Prägung, la que da al molde de todos los objetos del mismo futuros. La idea de captar, de capturar está presente. Es decir, los seres humanos, como los seres vivos en general, necesitamos captar, en general objetos para nuestras necesidades y deseos . Dicho esto rápidamente: el salto a la pulsión, la demanda, el amor y el deseo lo complica todo, no es muy gobernable. De dominar el mundo y gobernar se ha ocupado desde el principio el ser humano. Cuestiones imposibles decía Freud: gobernar, educar, ser padres... ¿Cómo se captura el aire? Quizás envasándolo en frascos, recipientes. ¿Pero todo el aire?: “envasándolo” en ciudades, construcciones, cubículos, etc. y contaminándolo. Así el cloro producido por los fluorcarbonados de la refrigeración, los aerosoles, etc. captura el ozono, O3, y lo descompone (la captura química no es devoración, fagocitosis, fagia) por efecto del intento humano por dominar, capturar el mundo. Y por cuestiones meteorológicas, la emisión predominante en el Norte, se traslada al Sur, que sufre entonces los agujeros de ozono, con la posibilidad de cáncer de piel por acción de los rayos ultravioletas, que el cuerpo capta, por cierto. El aire libre, curiosa expresión, alude a salir donde no hay demasiadas cosas construidas o alteradas por el trabajo humano (actualmente casi imposible): al campo, por ejemplo. Pero no hay aire libre, hay aire contaminado –por ejemplo por el glifosato- y capturado en los cubículos donde vive el ser humano. Que necesita el aire para respirar –su suministro más absoluto: se sobrevive minutos apenas sin aire- Y Cipris, dice Darío, giraba en un aire suave de pausados giros. “Objeto” mayor la mujer, Venus, el drama del amor. ¿Se la puede coleccionar como Don Juan o el coleccionista de William Wyler, sin matarla como a la mariposa del entomólogo (Nabokov amaba cazarlas y hasta le dio el nombre a una)... Sobre los otros elementos, más tangibles, brevemente: por la tierra, por el fuego, por el agua sigue luchando el ser humano, en la guerra y la enorme mediación de la compleja estructura económico-social, que los vehiculiza por redes de todo tipo y los reduce al dinero, mercancía de las mercancías y red de redes, hacia el capital. Hay que tener mucho dinero dicen. Para la tierra la agroganadería, la minería, la propiedad, la vivienda, el petróleo predominante hoy día, etc; el agua debe encontrarse, dirigirse a la red sanitaria y cloacal, etc. Para el fuego, el gas y otros combustibles. etc. Pero la captación de los elementos toma en los seres humanos otros rumbos Emily Dickinson dice, más bellamente: Time and Eternity CXXXIII WATER is taught by thirst; Land, by the oceans passed;   Transport, by throe; Peace, by its battles told; Love, by memorial mould;         5   Birds, by the snow. ó "Para hacer una pradera se necesita un trébol y una abeja, un trébol y una abeja y el ensueño. El ensueño solo bastará si escasean las abejas"., continuamente descartados y recortados por el positivismo y su sucesor el pragmatismo, como ilusiones, Schwarmereien,y sustituidos, mientras se manipula los elementos y las energías, por una virtualidad adictiva e insustancial o por sustancias psicotrópicas exaltantes y mortales. Se muere haciendo rocking y el mismo acto sexual se ha convertido en la mecánica de los robots de America Hurrah (famosa obra de teatro de los 60-70). A los seres humanos, elemento de sí mismos, se los mata a los que no se puede persuadir, dominar, capturar y esclavizar e idiotizar, en las seudodemocracias electoralistas y mediáticas y otros regímenes del imperio global, tras el único fin del lucro y la rapiña sin límite. Lo demás es propaganda. Política de captación y control de poblaciones, biopolitica, y guerra psicológica. Con el límite del cyborg y el androide (Fukuyama es muy talentoso, no debe ser menospreciado con trivialidades de izquierda coqueta respecto al fin del hombre biológico en el capitalismo. Es una posibilidad futura muy clara). Sólo en este contexto podremos hablar de los conceptos de lo humano y sus problemas. El conocimiento a dos velocidades y con retraso relativo (Magia, religión y filosofía, ciencia, tecnocracia). La secuencia establecida por el inventor del término positivismo, Augusto Comte Sin embargo, internado por delirio, con su mujer prostituyéndose para mantenerlo, y la fundación nada menos que de ¡la Iglesia Universal del Positivismo (sic) en honor de un amor imposible, con sedes actuales en París, Brasil y Argentina! Ver Capurro, R., A. Comte, actualidad de una herencia, Edelp, Montevideo, 1999.: magia-religión-ciencia, anunciaba el triunfo de la ciencia en el campo del conocimiento y el progreso humano. A eso se prendió Freud en El porvenir de una ilusión, criticando en Pfister la ilusión de la religión y anunciando el triunfo de la ciencia en el conocimiento y el mejoramiento de lo humano. Pfister, creemos, tuvo razón sobre Freud, contestando con La ilusión de un porvenir científico. Sabía que el ser humano no puede vivir sin ilusión y que la ciencia no se la iba a dar. Fue peor, la ciencia contribuyó enormemente a la guerra y a ser suplantada definitivamente por la tecnocracia actual, que sigue en la secuencia. En el medio colocamos a la filosofía, en la mayoría de sus formas, como un obstáculo para el conocimiento y un intento de lavado de cerebro estableciendo canones absolutos y excluyentes, lo que es evidente en los filósofos herederos de los sofistas opinólogos y salvadores Lo mismo pensamos de los psicólogos opinadores en todas sus variedades, incluso algunos que se reivindican del psicoanálisis, que jamás fue una opinología salvadora. en la escena pública y en el enorme aporte de la lógica para vaciar todo de ética y contenido, allanando el camino a la tecnocracia. Sin embargo, sin abonar la idea de progreso, es cierto que el conocimiento operativo del mundo ha evolucionado enormemente, con un gran retraso relativo del conocimiento de lo humano. Esto porque el primer interés del ser humano ha sido dominar el mundo, como ya lo dijimos (Cuestiones de la Clínica II y La desertificación...en academia.edu) y ha habido un enorme desarrollo desde la instrumentalización del cuerpo hasta la construcción de la cibernética y la telemática y toda la tecnología vinculada. En ese camino, creemos, la tecnología no se ha fijado en conceptos, típicos instrumentos captativos sino en sistemas operativos sobre lo real, aún pulverizándolo (Valas, El cuerpo en Medicina y el Psicoanálisis, Revista Vectores): ha sido criticado el concepto de causa (Russell), la física cuántica no se preocupa por las cualidades sustancialistas de la luz, que funciona a la vez como onda y partícula, y establece definitivamente que todo observador altera lo observado, sea como sea –muchas psicologías proponen un observador neutral todavía- , y que la trayectoria de una partícula es indiscernible, etc. Al punto que las teorías de la astrofísica parecen un verdadero delirio frente al saber común y al saber coagulado de conocimientos atrasados, y sobre todo no responden a la escala humana: un millón de años luz, nada más, es inimaginable. Lo mismo ocurre con las teorías del caos o los fractales de Mandelbrot (a pesar de su compromiso con IBM y sus dudosas posiciones): no responden a la idea de orden y concepto. Sin embargo permiten enviar naves espaciales o prever, dicen, el desborde de los ríos (no parece que se esté aplicando). Lorenz, el creador de la etología, en su La agresión, el así llamado mal, postula por otra parte que el desfasaje biológico del ser humano respecto a la tecnología es responsable del aumento de la destructividad: el ser humano carecería de los mecanismos corporales que inhiben la agresión en cambio en los otros animales, frente a los dispositivos tecnológicos, que no tienen mecanismos biológicos pertinentes. En efecto, un aviador tomando whisky en su portaviones, en la guerra de Vietnam, podía subirse a su avión supersónico, bombardear a través de un punto abstracto en su tablero infrarrojo y volver a emborracharse y drogarse a su portaviones, en caso de no ser derribado por los fusiles de los pobres vietnamitas, sin haber visto nada. Actualmente, lo hacen además drones y aviones no tripulados. El “adelanto” actualmente es mayor: sistemas computacionales gobiernan los aviones de pasajeros (Boeing 737-8 max), adelantándose, no dando tiempo y no permitiendo intervenir a los pilotos: consecuencia, centenares de muertos. Hace ya más de 10 años, un piloto civil, en un viaje en ómnibus, nos comentaba ocasionalmente que los sistemas introducidos constantemente en los aviones, no dan tiempo a los pilotos de intervenir ni se los entrena convenientemente para hacerlo. Todo en función de la competencia y el lucro desenfrenado. Al fin, como ya lo hemos desarrollado en otros textos y libros, este afán de dominar el mundo que prolonga el instrumento ha desembocado en el sistema total cibernético actual, pasando por que el ser humano ha incorporado las máquinas que ha creado como modelo de sí mismo: el cuerpo máquina por ejemplo y que en un salto mayor vive dentro de máquinas (autos, aviones, sistemas) donde su cuerpo es un apósito de ellas de capacidad de control incierto y de creación de accidentes novedosos (el crash económico, el nuclear y el accidente global de Virilio –La ciudad pánico- en general), y la multiplicación de otros (choques a centenares y miles de kms por hora), este afán instrumental lo ha extraviado, es decir, no sabe cuál es su lugar, en medio del no lugar. Las vidas se fragilizan, a pesar de prolongarse a veces. La construcción de lo humano Desde nuestro anteproyecto de investigación para el IEA de Nantes, pero mucho antes también, pensamos como punto de partida que el ser humano reconoce al miembro de su especie, con todas sus diferencias, intuitivamente y por identificación, pese a todo tipo de rechazo, desde siempre. Ésa es la unidad de la especie, la que se manifiesta en todas las variaciones de su individualidad de especie (no de individuo físico, Julián Huxley, El individuo en el reino animal, Ed. Pleamar, Buenos Aires, 1961). Es decir, la individualidad es de la especie: ésta se autorregula manteniendo su individualidad; los gatos producen gatos, al menos por el largo período que no haya mutaciones importantes. Más aún, algunos seres vivos, como la fasciola patagónica (!), cambian tanto de forma a lo largo de su propia vida que sólo es posible reconocer al ejemplar siguiendo paso a paso sus transformaciones. Sin embargo, esa unidad básica de lo humano debe construirse críticamente No creemos que ni esclavizándonos a un canon o un fetiche conceptual de moda ni fatigando archivos indefinidamente en la burocracia estéril propuesta al pos-pos académico – tan estéril como las tesis que duermen en un cajón, U. Eco- lograremos esa construcción. Una posición política es necesaria y es inevitable y si bien todo documento puede servir, la vida humana tiene un límite y su mortificación, llamada ahora poscarrera académica sin fin, también. Muchas vidas se arruinan en ella. Es un instrumento privilegiado del sistema, como lo supo Althusser con sus aparatos ideológicos del estado en la ENS, que lo condujeron empero a matar a su mujer y no a arrojarse de los tejados, como muchos egresados de la misma, sino a protestar por la inimputabilidad de su locura (L’avenir dure longtemps, que hemos tematizado un poco en Cuerpo y Símbolo). ¿ Será casualidad el infortunio de la historia de Celan y su cohistoria familiar y en la ENS? ¿Y el de Foucault? Sólo Sartre y Simone de Beauvoir zafaron del ente, a su manera, oponiéndose al sistema, a su manera también, con un compromiso respetable.. Llegamos aquí a la crítica de una de las dualidades conceptuales y que sirven para dividir aguas en las disciplinas humanas: individuo – sociedad. En efecto, el individuo es una creación ideológicopolítica del liberalismo, como la idea de pueblo. En la epigénesis “individual”, que depende de la genealogía de la especie, el individuo es resultado de los otros y formado por los otros y convivirá con los otros. Más aún, como dice Freud en Psicología de las masas, la psicología siempre es social porque el otro está incluido siempre en el “aparato psíquico” Ficción escandalosa para la fisiología que divide el cuerpo en aparatos (o sistemas) localizados –se ve allí la reintroyección de la máquina-, y Freud postula un aparato virtual sin lugar claro. Aparato simbólico diríamos, éxtimo, referido al cuerpo de una manera muy compleja, como la lengua misma, su condición. Lo que se ve en la afasia (ver Jakobson), en los casos de Luria, en los de Oliver Sacks, en algunos de Boris Cyrulnik, en las demencias, etc. Más aún en que los mismos circuitos fisiológicos se cierran muchas veces por procesos de síntesis no dados en ellos: por ejemplo el quiasma óptico para producir la visión, etc. (ficha interna Neuropsicopatología IES Nº 1, Cátedra Lecman: - Las relaciones entre lo corporal y lo psíquico (compil. Freud y Prof. F. J. Rubia Vila en la Real Academia Nacional de Medicina)). como objeto, modelo, rival y auxiliar. La individualización es la otra cara de la socialización, que nosotros preferimos llamar culturalización –ya que el término sociedad nos parece un concepto abstracto indiscernible, que se especifica en numerosos grupos, lazos, etc. Más aún, desde el punto de vista biológico y lógico no existe el individuo (lo que no se puede dividir). Thiennemann, un precursor de la ecología, algo racista sin embargo (Vida y mundo circundante, Ed. Eudeba, Buenos Aires, 1965); postula unidades vivientes como los individuos de tercer orden (corales, tipos de simbiosis, etc.) dentro de los cuales el ser humano es unidad suficiente sólo si se toma padre, madre, e hijx. Más fisiológicamente aún, la flora intestinal es una colonia normal en el individuo (nunca está solo). El cuerpo en sí es una superficie que se invagina e invagina alrededor de sus orificios y del mundo yendo de un supuesto exterior al interior y viceversa, en una especie de topología. De modo que el aparato digestivo mismo lo atraviesa de la boca al ano y que su medio es medio externo, no interno. Sac à paroles, el ser humano, no cerrado. Salvo en el caso del embunche cosido en todos sus agujeros del obsceno pájaro de la noche de Donoso. De modo que los conceptos de individuo y sociedad son insuficientes para dividir aguas. Otros grandes hallazgos como el evento, el campo, la multitud, la sociedad líquida, la inmunitas, etc. son verdaderos fetiches. Otras postulaciones, como la crítica a la supuesta excepcionalidad del ser humano, otras tantas falacias que favorecen el automatismo algorítmico y la digitalización que propone la tecnocracia y aún violan todo supuesto ecológico. El ser humano no tiene otra posibilidad que pensar y actuar desde sí mismo, es antropocéntrico (esto no quiere decir que se postule en el pináculo de la evolución y dominando todo, sobre todo si es blanco, Thienneman) mejor dicho antroposcópico (ve desde su condición). Veremos si es capaz de dejar su lugar de consumidor (en el ciclo de la materia de Thiennemann del ecosistema de un lago, por ejemplo: los vegetales productores de almidón, fotosíntesis y clorofila básicos para la vida; los animales y entre ellos el ser humano, consumidores; las bacterias, desintegradoras y el ciclo se reinicia), o el de carnívoro o su puesto en la cadena de depredadores –por cierto el más depredador del planeta, con el límite de hacerlo volar varias veces con la bomba atómica. ni los virus podrían, o los mosquitos, principales portadores de epidemias. El cuidado del medio ambiente no remite a la bioética sino a la política. Mientras la tecnología digitaliza, pulveriza, superconduce, busca mimar la autorregulación biológica y quizás producir la primera célula artificial (hasta ahora no conseguido), mientras la genética ha roto la individualidad de las especies (primer experimento gen de crecimiento humano insertado en una rata: no se convirtió en rata humana pero creció un poco más de lo común a la especie) y los primeros genetistas aterrados no sabían cómo cuidarse de consecuencias no calculables y ahora ya parece no lo hacen (sin embargo la transgenética ha mostrado ser sumamente contagiosa, y un gen de un vegetal a otro no puede controlarse que produzca otros efectos). La clonación y el transplante corrido otros límites, la inseminación artificial, etc. Y la Medicina habiendo establecido 4 tipos de muerte... resulta que la muerte es sólo un punto simbólico fundamental para el ser humano en tanto determina la disolución de la forma de su individualidad de la especie, el fin de sus proyectos, de la autoconciencia, del dominio de un cuerpo prototípico, etc.,pero la vida sigue bajo otras formas. En cuanto al espacio y el tiempo, mientras el genial Kant –chapeau!- los abstrayó desde Königsberg en su Yo trascendental, la física actual los relativiza y los considera como una continuidad espaciotemporal (Historia del tiempo de Hawking), pensamos simplemente que el tiempo es el atravesamiento del mundo por el cuerpo en todos los estados de la duración de su vida (algo parecido parece deducirse de los trabajos sobre la memoria de Paolo Rossi), o mejor dicho por los atomistas, la experiencia (emporein, en griego, pasar por un poro, un agujero): “las cosas sufren por sus pequeños poros.” La poesía, ante todo, y el sincretismo (Wallon) no deben ser desechados como accesos al conocimiento. Provisoriamente, hemos criticado algunos conceptos en los que creemos las “Humanidades”, que defendemos, se encuentran atascadas y atrasadas, mientras la tecnocracia digitaliza y algoritmiza el mundo y al ser humano en el lazo concentracionario actual (Agamben). Mientras las ciencias físicas y “duras” trabajan por ensayo y error y extrapolaciones insólitas – de un hallazgo casual en un insecto a una posible cura de una enfermedad humana- y construyen sin negar sobre sus sucesivos sistemas: newtoniano, relativista, cuántico, etc. (el mismo Einstein empero se negaba al modelo cuántico), las humanidades se complacen en fetiches. Pero esto ya responde poderosamente no sólo a la dificultad de su conocimiento, de conocerse a sí mismo, sino también a las políticas de lo que se llama hoy la gobernancia, o sea someter a todos a un sistema único... Si todos queremos otra cosa no será una ilusión.