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La democracia en México

c。セョカ -_ ...... _- g。ョコセ _.. - .•....•................ セ p。「セ-_ .. --- - AUTOR , ,. ea . BII'lIOn;CAS ; NACIONAL Df: セN . RI .D , C 'S pUBU Órv- i/1i:)1 [1 ';: -----..MセN ¡ ' I II , ;\ lir u: ¡ Li' セ 1] , I Ill,;' .1.1;0 - . (tJ Serie, popular Era/4 Pablo González Casanova La democracia en México " Pablo J セ 1," '-':':.:' A⦅セ|GZ[ML :,.";:.",<;:', , ⦅ZGLN B M [セ I ス ZN lgッョコ£ャ・GセBᄏ c。ウセッカ La democracia en México' (f) Serie popular , ,Era . 11 )' :/11 CLASfF. :I iI ¡Ji;i FECHA _ /,J "RECIO $_'_' セ。 Primera edición: 1965 Segunda edición (puesta al día): 1967 Tercera edición: 1969 Cuarta edición: 1971 Quinta edición: 1972 Sexta edición; 1974 ediciful;J27,L_ DR e 1965, Ediciones Era. S. A. Avena 102, México 13. D. F. Impreso y hecho en México Printedand Made in Mexico _ INDICE Palabras preliminares A la primera edición, 9 A la segunda edición, 12 El problema.rl S LA ESTRUCTURA DEL PODER I. La estructura del gobierno, 23 11. Los factores del poder, 45 111. El poder nacional y el factor de dominio, 72 LA ESTRUCTURA SOCIAL Y,POLITICA IV. De la estructura política a la social, 85 V. La sociedad plural, 89 VI. Estratificación y movilidad social, 127 VII. La inconformidad y la lucha cívica, 144 ESTRUCTURA POLITICA y DESARROLLO ECONOMICO VIII. Decisiones políticas y desarrollo económico, 163 LAS POSIBILIDADES DE LA DEMOCRACIA IX. Juicios de valor y política, 183 X. El análisis marxista, 186 XI. El análisis sociológico, 207 XII. El futuro inmediato, 223 CUADROS, 229 Indice de cuadros, 329 PALABRAS PRELIMINARES A la primera edición El tema que tratamos, el método que seguimos para desarrollarlo y las actitudes posibles del lector nos invitan a escribir estas palabras aclaratorias, que pueden ser útiles para una lectura sin tropiezos. Este estudio no es apologético ni escéptico. No se pretende en él decir que en México la democracia es un hecho acabado, o lamentar las frustraciones de una "idea universal". Se trata de comprender un comportamiento extraño -a pesar de ser tan ョオ・ウエイッセ y de comprenderlo luchando contra la opacidad, la risa, el juego y el odio políticos, que impiden su comprensión. Además se trata de ver la relación de este fenómeno con el problema que más nos preocupa y más directamente está vinculado a una democracia efectiva, que es el desarrollo del país. Los lectóres que busquen encontrar en este libro razones para su escepticismo o para su entusiasmo se sentirán seguramente defraudados,y hallarán una irritación desagradable si lo único que buscan son argumentos, datos y juicios, que confirmen sus prejuicios, o sus fobias. Los escépticos van a encontrar datos optimistas, los apologistas motivos de crítica, no porque hayamos buscado el "justo medio", o porque hayamos querido ser eclécticos y escoger de aquí y allá, en un falso afán de objetividad, sino porqué estamos plenamente convencidos qué el fenómeno mismo que estudiamos, que la sociedad civil en que. vivimos son terriblemente .contradictorios y tienen un dinamismo, un movimiento de columpio entre lo que nosotros interpretamos como bueno y malo, alentadof,Y, deprimente, como éxito o fracaso, セp、・「LイNッ pecado político. El camino que hemos seguido en la elaboración del estudio nos obliga a hacer dos aclaraciones sobre la forma de leerlo. El estudio tiene un flujo constante y va de niveles abstractos a niveles concretos, encierra datos que se corrigen y ajustan mutuamente. Conviene que el lector suspenda sus juicios definitivos en el curso de la lectura, porque al volver de las páginas puede encontrarse con datos y juicios complementarios para la explicación de un fenómeno eminentemente variable, y que sólo se entiende en sus variaciones totales. Un afán de objetividad nos lleva al principio a una mera descripción del poder y por momentos éste parece una entidad metafísica. Sin embargo, conforme el lector avance en la lectura advertirá, según pensamos, cómo el poder se integra' a una realidad social y cultural mucho más amplia, con la que está relacionado, y de la que forma parte. Uno de los objetos del estudio es precisamente mostrar que la estructura del poder que tenemos es parte del tipo de país en que vivimos, parte de nosotros como sociedad nacional, parte de las clases y los estratos que la integran. Y de esa realidad, de esa sociedad nacional, se desprenden también las ambiciones, los ideales y con ellos las críticas y el dinamismo hacia formas ·1 distintas de gobierno y sociedad civil. El estudio es muy breve para un fenómeno tan amplio y complejo. Sugiere la necesidad de ir más al fondo de las cosas, de no descansar exclusivamente en las estadísticas oficiales, de hacer estudios de campo, sondeos, informes, monografías sobre la situación política de México, que nos precisen el panorama y nos lleven a elaboraciones y (análisis más rigurosos y objetivos. Su intento es también \ este: alentar la investigación científica de los problemas políticos nacionales, pues mientras no tengamos una idea r, clara, bien informada de la vida política de México, ni las ciencias sociales habrán cumplido con una de sus principal.' les misiones, ni la acción política podrá impedir serios e 'inútiles tropiezos. El carácter científico que pueda tener el libro no le I j 10 quita una intención política. Todo él está hecho recordando que durante la etapa armada de la Revolución Mexicana perdimos un millón de vidas humanas, y que en ese mismo periodo y en la década de los veintes emigraron casi setecientos mil mexicanos al extranjero. * Reconocer nuestra realidad, acabar con los fantasmas que nos asustan, con las simulaciones, con la retórica y la propaganda que nos enajenan, con la falsa idea de que la mejor manera de amar a México es ocultar sus problemas; buscar así una acción política que resuelva a tiempo, cívica, pacíficamente, los grandes problemas nacionales es el principal objetivo político que buscamos, sintiéndonos como nos sentimos corresponsables y partícipes del gran movimiento que se inició en 1910 y que, una y otra vez, lucha por salir del eterno retorno y alcanzar sus metas. Quiero agradecer en especial al Sr. Calixto Rangel Contla y a la señora Esperanza Burguete de Fabila, el auxilio que me prestaron en la recopilación de los datos cuando fueron mis alumnos en la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales. Sin su ayuda y sin la de muchos otros estudiantes esta labor tediosa, y el tiempo escaso de que disponíamos, habrían retrasado considerablemente la realización del trabajo. Igualmente deseo agradecer al Dr. Frank Brademburg el haberme facilitado algunos de sus estudios sobre la política mexicana. En fin, quiero agradecer a mi hermano Henrique y a Guillermo Haro la lectura del manuscrito y las observaciones que me hicieron. San Jerónimo Lídice, 1963. Post Scriptum a la primera edición: Terminamos de escribir este libro en mayo de 1963. * De 1911 a QYセo emigraron 678 291 mexicanos a los Estados Unidos. 11 A la segunda edición Después de ocho meses de publicada se agotó la primera edición de este libro, En general tuvo mejor acogida de la que esperábamos, siendo un tema tan controvertible. De las críticas algunas nos han sido particularmente útiles para aclarar conceptos que se prestaban a confusión o errores de análisis. A las correcciones hemos agregado algunos datos estadísticos e históricos más recientes que los de la primera edición. Agradecemos a la señora Ramona Ham López de Martínez la ayuda que nos prestó en la recopilación de los nuevos datos estadísticos. y agradecemos muy particularmente al profesor Jorge Basurto la colaboración que nos prestó al revisar y corregir los textos de acuerdo con los nuevos datos. [1967] 12 EL PROBLEMA J Al hablar de-desarrollo econorrnco implícita o explícitamente pensamos en un incremento del producto nacional real o del producto per capita, y también en una distribución más equitativa del producto. Todo país desarrollado tiene un producto mayor y una mejor distribución del producto. En. ningún caso un país desarrollado deja de reunir ambas condiciones. Cuando hablamos de desarrollo económico pensamos también implícita o explícitamente en un aumento de los niveles de vida de la población -de su nutrición, de su salud, de su indumentaria, de su educación. Pero hay más, al hablar de desarrollo económico estamos refiriéndonos, querámoslo o no, a un fenómeno mucho más amplio que el simple crecimiento del producto, o la sola mejoría de los niveles de vida; a un problema de orden moral y político. El término desarrollo económico es sucesor y heredero de otros como "Civilización" o "Progreso", quizás menos técnicos pero más comprensivos, que apuntaban expresamente a la misma idea que supone el término "desarrollo económico"; a un tipo de moral igualitaria, que está en el trasfondo de toda ética social desde el siglo XVIII, y en la base de toda actividad política -pacífica o violenta- desde que en ese mismo siglo se inicia, en forma sostenida, la revolución de las grandes expectativas populares. La teoría del desarrollo económico es en gran parte una de las más recientes respuestas a esta presión moral y política de las masas. Pero por razones técnicas e ideológicas, suele olvidar en qué radica esencialmente el origen del problema del desarrollo y su solución; reduce su análisis al crecimiento del producto; a 10 más, a su distribución; y descuida la vinculación de estos fenómenos con el campo 13 político y social, aunque ocasionalmente lo recuerde. En efecto, para que se logre el desarrollo, o lo que éste realmente significa -aumento y redistribución del producto- se requiere pensar en términos no sólo de política económica -y dentro de los límites tradicionalmente asignados a la política econórnica->, sino en términos de ciencia política y de sociología económica. Esto es, se necesita pensar radicalmente no sólo con las categorías que usa el economista, sino con las categorías que usa el político, aquellas que lo inducen a tomar decisiones en . materia de inversiones, gastos, salarios, mercados; decisiones que para frecuente desesperación del economista no corresponden a sus modelos de desarrollo, apartados por lo común de los problemas políticos reales, operantes. Como hecho curioso en la evolución de la ciencia económica, puede decirse que hasta hoy sigue encerrada en sus límites tradicionales, no obstante las reiteradas experiencias que deberían haberla. hechosalii de ellos hace mucho tiempo. Los esfuerzos realizados-sobre todo. en la última década- para romper este 。ゥウャュセョエッ -Myrdal, Baran, Ackermarin, Perroux- son relativamente escasos y, en general, cuando se habla de la necesidad de vincular la economía con la sociología o la ciencia política, no se pasa de decir una serie de lugares comunes, que sólo deberían ser el punto de partida para el análisis científico del desarrollo como fenómeno integral, económico y político, social y cultural. Cualquier observador del estado actual de la ciencia del desarrollo podrá fácilmente advertir qué poco se han utilizado los instrumentos de investigación y análisis más refinados para estudiar e interpretar concretamente las asociaciones y relaciones de los distintos elementos que constituyen este fenómeno. En la literatura científica del desarrollo, todavía son relativamente escasos los estudios concretos, aunque sean elementales. Sólo entre los dirigentes, los ideólogos, los políticos suelen encontrarse análisis de situaciones particulares, en que se consideran los aspectos políticos del desarrollo de una manera expreSa, Y 14 como el fondo mismo, como la esencia del problema. * y ésto que decimos del desarrollo económico y de la ciencia del desarrollo en términos generales, podemos decirlo con referencia a México. Aquí, cuando hablamos de desarrollo sólo implícitamente pensamos que se trata a la vez de un proceso de crecimiento del producto, de distribución del producto, de aumento de los niveles de vida, y de respuesta política a la moral igualitaria y a la política igualitaria de las grandes masas; en suma, de un fenómeno tan político por lo menos como puede serlo económico; de un fenómeno que debemos analizar -con métodos refinados o sencilIos- en todas sus relaciones, y no sólo en sus aspectos económicos. Con estos supuestos, los problemas del desarrollo económico de México que intentamos abordar en este ensayo, nos llevan a terrenos aparentemente insólitos. ¿En qué forma la estructura del poder de un país como México condiciona y limita las decisiones en materia de desarrollo económico, o deriva en decisiones que corresponden propiamente a medidas de simple crecimiento económico? ¿Hasta qué punto es posible modificar la estructura del poder para lograr el desarrollo económico? Los mismos problemas se podrían plantear empleando el término democracia, en cuyo caso nos preguntaríamos ¿hasta qué punto el tipo de democracia que hay en México condiciona y limita el desarrollo económico, y hasta qué punto podemos alcanzar una democracia que logre el desarrollo? Pero por ser la palabra democracia un término cargado de valores y mucho más persuasivo que comprensivo procuraremos emplearlo con reserva, dejando su análisis para la parte fina! del estudio, en que podremos comunicar su contenido con una mayor precisión. En todo caso, el análisis de la estructura política del país nos * En los últimos años han aumentado considerablemente los estudios analíticos que investigan el desarrollo como un fenómeno integral y aplican los métodos más refinados al análisis, aunque el tema sigue siendo tratado en forma predominantemente económi· ca, sobre todo en los estudios concretos. . 15 permitirá alcanzar un concepto operante de la democracia en México, que sirva para estudios más profundos y claros de los problemas que implica. Dejando así en forma provisional los dos objetivos esenciales -democracia y desarrollo- para más tarde, y tomando como puente de acceso para su estudio la estructura del poder, advertimos que el análisis de ésta requiere considerar por lo menos tres fenómenos principales: I. La relación de la estructura política formal -de los modelos teóricos y jurídicos de gobierno- con la estructura real del poder. 11. La relación del poder nacional -de la Nación-Estado- con la estructura internacional. 111. La relación de la estructura del poder con la estructura social, con los grupos macrosociológicos, con los estratos, con las clases. Si en cualquier estudio sobre las decisiones políticas en materia de desarrollo económico es necesario hacer estos tres tipos de análisis, en el caso de los países subdesarrollados o en proceso de desarrollo la necesidad es todavía mayor por varias razones. 1. Los modelos teóricos de gobierno o las instituciones constitucionales tienen un carácter formal que corresponde a un funcionamiento sui generis, particularmente imprevisto por los modelos teóricos occidentales, o .por los ideólogos y legisladores que los imitaron セ implantaron. En toda ciudad, en toda nación es fácil advertir las grandes diferencias y contrastes entre las normas ideológicas o jurídicas y la realidad política. No se necesita mucha agudeza para ver las diferencias. Pero en nuestros países los contrastes son mucho mayores y tienen una densidad especial. Por un proceso de imitación, típico de la universalización de Occidente, importaron o importan desde el siglo XIX estos modelos y constítucíones, y los imponen en una realidad no europea, llamada "bárbara" o "salvaje" por los propios europeos, en la que cobran un 16 movimiento inesperado, opaco ante la conciencia occidental. Mientras en Europa los modelos teóricos y legislativos son el t'esultado de un contacto directo. creador,er.Úrela experiencia y el pensamiento político y legislativo," de donde resultan instrumentos y-téCnicas propios, en nuestros países la creación tiene como mediador un pensar Los ajeno del que nos apropiamos pori 111itaciQn N・エウオェセケ instrumentos y técnicas propios se .mcrustañ--y operan en las ideas, en las constituciones, y las hacen tener una vida simbólica, civilizada-salvaje, occidental-tropical, que va desapareciendo conforme nos apropiamos de nuestra propia existencia, conforme nos desarrollamos. En la legislación hay un proceso semejante a aquél de tipo religioso en que se ocultan los ídolos bajo los altares, con la misma psicología del perseguido, del idólatra. Incluso hoy, tras el genio legislativo de los constituyentes de 1917, y tras la creación de modelos e instituciones derivados de nuestra propia experiencia histórica y política, quedan en el conjunto de la Constitución una serie de instituciones "raras" ideadas en Europa o Norteamérica. Tienen aquí, como en otros países subdesarrollados, una función programática, utópica y ritual de que carecen en sus lugares de origen y que se enlaza "bárbaramente" con la seguridad nacional, las instituciones vernáculas y la política "realista". Estas circunstancias hacen urgente la labor de confrontar en la vida diaria los modelos y formas jurídicos ortodoxos, oficiales, con la realidad. Todo ciudadano de estos países adquiere el hábito de comparar el modelo "ortodoxo" y la realidad "pagana", en que vive, peca o ve pecar, y se obsesiona, se enferma moral e intelectualmente de comparar. La comparación es parte de su retórica o de su crítica, de su satisfacción o de su ira. En nuestro país también estarnos acostumbrados a comparar las ideas y modelos jurídicos con la realidad. Generalmente hacemos la comparación con un dejo de II11l81'8uta, o COJ1 una actitud irónica, con una risa de 17 tropiezo. Es obvio que esta actitud -producto de una larga frustración jurídica- impide con frecuencia una observación que nos permita el análisis sistemático de nosotros mismos como seres políticos, y del país como un país en que el derecho público y los modelos teóricos tienen un extraño y raro comportamiento, que merece una investigación sin angustia, objetiva. 2. En cuanto a la necesidad de relacionar el poder nacional -de la Nación-Estado- con la estructura internacional, es también apremiante en estos países, que desde su advenimiento a la vida independiente han vivido, como problema vital, el de la expansión, penetración o dominio de las grandes potencias sobre las pequeñas naciones. No nos referimos al problema como "imperialismo" en tanto que este término está cargado de otro tipo de valores y nos hace perder la perspectiva del poder nacional. Nos referimos a lo que Perroux llama el "efecto de dominio" de las grandes naciones y las grandes empresas; a la dinámica política de la desigualdad que afecta el "complejo total de las economías nacionales" y de la "fuerza contractual del Estado", que hace pesar sobre estas naciones la amenaza de quedarse como '.'naciones aparentes", sin política propia. Este problema vital y empíricamente evidente corresponde a un fenómeno casi físico, de fuerza, presión y política, que los propios ideólogos del imperialismo no pueden negar ni tachar de retórico o de metafísico. Sale de la polémica, comprende los procesos políticos de estas naciones, y aunque no los explique en su totalidad, explica su comportamiento y la forma de incrementar la fuerza contractual del Estado. Los ideólogos e investigadores de las pequeñas naciones tienen dos importantes objetivos: de un lado denunciar a las grandes potencias en cuanto las dominan y explotan, de otro, descubrir y aumentar las fuerzas nacionales, y ver cuáles son los obstáculos que se les oponen y cómo pueden salvarlos. Es este último problema el que aquí particularmente nos interesa, y el más importante quizás, desde un punto de vista práctico, cuando en las actuales 18 condiciones históricas de México se quiere lograr una modificación de la realidad, favorable a la nación y al incremento de la capacidad de negociación del Estado mexicano. 3. En cuanto al análisis de las relaciones entre la estructura política y la estructura social -propio de todo estudio científico del Estado, y en lo particular de la sociología política-, es un análisis que se hace apremiante en nuestros países, en los que la estratificación, la movilidad, las clases y grupos sociales, son notablemente distintos a sus correlatos de las sociedades metropolitanas. En las ciencias sociales, como en el terreno jurídico, hemos tendido a aplicar a nuestra realidad, de un modo automático, las categorías y conceptos europeos que se fundan en la experiencia política de Europa. Parece haber sido más fácil a nuestra mente -en sus circunstanciasforzar el comportamiento de los hechos para que se ajusten a los modelos de los países dominantes, que hallar nuestros modelos. Y aunque esta situación desaparece ya del panorama intelectual, con los procesos de independencia cultural y política de los países subdesarrollados, los caminos concretos de investigación apenas forman brechas. Nuestros países -subdesarrollados, pobres, coloniales o semicoloniales- se parecen mucho más entre sí de lo que se parecen a los países metropolitanos. En todo caso, las generalizaciones que comprendan a unos y otros deberán suceder a las generalizaciones que se deduzcan de la experiencia de los propios países pobres. Acabar con los últimos vestigios de colonialismo intelectual -con disfraz conservador o revolucionario- e intentar un análisis de las relaciones entre la estructura política y la estructura social, con categorías propias de los países subdesarrollados, es de vital importancia para el análisis de las instituciones políticas de México. 19 LA ESTRUcrURA DEL PODER CAPITULO I LA ESTRUCTURA DEL GOBIERNO Modelo y realidad El texto constitucional de México -como el de los demás . países latinoamericanos- se inspira en las ideas de la Ilustración Francesa y de los constituyentes de Filadelfia. Las ideas de Rousseau sobre "la soberanía popular", las de Montesquieu sobre la división y equilibrio'de los "tres poderes" y las de los "contrapesos y balanzas" del poder / estatal, a que se refiere Madison en El Federalista, son 'el fundamento teórico-jurídico de nuestras constituciones ' políticas. En la realidad, la estructura del gobierno y las decisiones políticas van por caminos distantes de los modelos ilustrados del siglo XVIII y principios del XIX. No es por intermedio de éstos como se puede entender su funcionamiento real y sus significados más ricos. Los partidos, el sufragio, las elecciones, los "tres poderes", la "soberanía de los estados federales", y en general todo el aparato de la democracia tradicional operan en tal forma que las .decisiones políticas nada o poco tienen que ver con los modelos teóricos de "la lucha de partidos que institucionaliza el cambio del poder", o con el equilibrio y control de unos "poderes" por otros, o con una "federación de estados libres y soberanos". La dinámica política, la institucionalización del cambio, los equilibrios y controles, ' la concentración y distribución del poder hacen de loS modelos clásicos elementos. simbólicos que recubren y sancionan una realidad distinta. f I. ELECCIONES Y CAMBIO DE PODER Desde 1929 en que se funda el partido del gobierno, éste no ha perdido nunca una elección presidencial, una elección de gobernador, una elección de senador. Hasta antes de la elección presidencial de 1964 el partido había llevado al poder a seis presidentes, a casi 200 gobernadores, a 282 senadores,' cifra que aumentó a partir de entonces por el triunfo de la totalidad de candidatos postulados por el PRI para esos puestos en las citadas elecciones de 1964. Y los partidos de oposición no sólo han carecido de la fuerza real e institucional necesaria para ganar uno solo de esos puestos, o para obligar pacífica e institucionalmente a que sean reconocidos sus triunfos, sino que muchos de ellos presentan características esencialmente distintas de las que corresponden a un partido en el terreno teórico o en la experiencia euroamericana; financíados en muchos casos por el propio gobierno, han apoyado a los candidatos del gobierno o luchado provisionalmente en su contra -a cambio de concesiones para los grupos políticos que los dirigen-, y han participado así en la realización del juego político, del ceremonial electoral. Los partidos de oposición que han luchado en forma permanente sólo han llegado en realidad a constituir grupos de presión, más o menos numerosos, cuyos dirigentes tienen plena conciencia de que en el momento de lanzarse a una elección de gobernador, senador o presidente están avocados a perderla. Si se lanzan, en esas circunstancias extrañas, es porque la lucha política y el fracaso previsto, les permite obtener en cambio algunas plazas de diputados o presidentes municipales -cosa relativamente reciente- y, sobre todo, la consideración del gobierno hacia el grupo dirigente, consideración que se manifIeSta en forma de contratos, prestaciones o servicios. Una razón más que los induce a este tipo de luchas, . perdidas de antemano, es la preparación política de sus ;:i:', . . セュ「イッウL para futuras contiendas, en que la ocasián de ' ';::¡ ..: LBセ|ゥ ←[ セヲスG[B "';, .. triunfar sea más propicia. La fuerza exigua de los partidos de oposición o, mejor dicho, la fuerza exigua de un sistema de partidos en México, se percibe con claridad al ver la proporción de votos que logran registrar los candidatos a la Presidencia de la República. Desde las últimas elecciones presidenciales anteriores a la revolución -las de 1910- hasta las últimas elecciones presidenciales del periodo revolucionario -las de 1964- la oposición no alcanza nunca a registrar más del 25% de los votos -y esto, una sola vez, en 1952. Normalmente el candidato oficial a la Presidencia tiene más del 90% del registro: 99% en 1910 con Porfirio Díaz; 99% en 1911 con Maderor' 98% en 1917 con Carranza; 96% en 1920 con Obregón; 84% en 1924 con Calles; 100% en 1928 en que se reelige Obregón -asesinado poco después-; 94% en 1929 con Ortiz Rubio; 98% en 1934 con Lázaro Cárdenas; 94% en 1940 con Avila Camacho; 78% en 1946 con Alemán; 74% en 1952 con Ruiz Cortines; 90%en 1958 con López Mateos, y 89%en 1964 con la elección de Díaz Ordaz (Cuadro 1). Si consideramos los datos absolutos vemos que el candidato presidencial triunfante registra desde un mínimo de 813 000 votos en 1917 hasta un máximo de 8400000 en 1964. La oposición en su conjunto (sin considerar el caso de las elecciones de 1928 en .que no registra ningún voto) oscila entre 16 000 votos como mínimo (1917) y 1 034000 como máximo, en 1964. En las últimas elecciones un partido de la oposición institucionalizada, Acción Nacional, logra un registro mucho mayor al de cualquier candidato suyo en elecciones anteriores, lo cual puede ser un síntoma de que crecen el partido y su fuerza absoluta y proporcional. Hasta ahora no 10 es sin embargo de que se haya iniciado un sistema clásico de' partidos. , Todos jセL ァ。エッセN ゥョ、」セL セ Nャエセョ」ゥ。、 ウゥᄃGpAjaセ LヲAエTPNlZセイY[G・ゥ「Q con. ァオセ ,nija Aセ ・エョセp ;'f/ LlB[⦅ᄋGェセ ..NZjBGセ|ᄋ[pイ •.•bierno. 25 11. SINDICATOS, HUELGAS Y HUELGUISTAS En la evolución de la democracia de tipo euroamericano, con posterioridad al florecimiento de las ideas ilustradas, surge una organización que, desde la segunda mitad del siglo XIX, no puede ser ignorada al analizar el juego democrático. Me refiero a los sindicatos y uniones de trabajadores. En efecto, la lucha democrática de países como Inglaterra, Italia o los Estados Unidos es absolutamente inexplicable si no se considera el papel básico que juegan las uniones y sindicatos. En México el artículo 123 de la Constitución -uno de los más avanzados, y pionero en su género- reconoce el derecho de asociación de los trabajadores, así como el derecho de huelga. En la realidad, el sindicalismo -como fuerza política nacional- presenta múltiples características de una variable dependiente, no sólo del partido del gobierno, sino específicamente del Ejecutivo. En primer término, las dos terceras partes de los trabajadores sindicalizados pertenecen a una organización, la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM), unida estrechamente al partido gubernamental, al través del sector obrero del' partido, y al gobierno. Otros sindicatos no afilíados a esa central tienen también fuertes vínculos con el partido y el gobierno. Los dirigentes logran obtener como concesión un número considerable de curules. Por ejemplo, en la legislatura de 1952-55 había 35 diputaciones obreras, de las que 19 eran de la gran central y el resto de otras centrales y sindicatos del partido gubernamental (ferrocarrileros, mineros, CROC, CROM, CGT).4 La vinculación de los líderes de estos sindicatos con el gobierno lleva varias décadas y desde 1940 los principales de ellos son unas veces diputados y otras senadores. En el periodo constitucionalista de la Revolución Mexicana, 1918.62, se cuentan por 10 menos 52 escaños ocupados por senadores del sector obrero (33 de 1940 a 1962) y más de 250 ocupados por diputados del mismo sector (150 desde 1940).5 Un estudio de sus ínterveneío- nes en las cámaras, difícilmente podría revelar el peso y la actitud característicos de los representantes de un movimiento obrero independiente. Pero aparte de estos datos, que requerirían minuciosas investigaciones para pasar de la ejemplificación al análisis propiamente dicho, un indicador de la dependencia del sindicalismo mexicano respecto del gobierno y en particular del presidente es, sin duda, el de las huelgas. En efecto, observando en sus grandes tendencias la cantidad de huelgas y huelguistas que surgen en los distintos regímenes presidenciales, se advierte precisamente que, cuando gobiernan presidentes famosos por su política obrerista y popular, es cuando hay un mayor número de huelgas y huelguistas -como si los dirigentes sindicales y los obreros se sintieran protegidos por la fuerza presidencial e incluso alentados-, y que ocurre exactamente lo contrario cuando los presidentes tienen una política general menos radical, o de alianza más abierta con los sectores patronales, nacionales o extranjeros. Así, vemos que mientras en el periodo del presidente Obregón -que contó entre sus partidarios más decididos a los "Batallones Rojos" y a los líderes obreros- se da un promedio anual de 197 huelgas, en el periodo de Calles y el maximato callista el psomedio baja a 41, para subir con el de Lázaro Cárdenas a 478. Con posterioridad el promedio es de 387 con Avila Camacho, de 108 con Alemán, de 248 con Ruiz Cortines, de 472 con López Mateos. En cuanto al promedio de huelguistas es de 64 000 (Obregón); 4000 (Calles y maximato); 61000 (Cárdenas); 56000 (Avila Camacho); 19000 (Alemán); 25000 (Ruiz Cortines); 53 000 (López Mateos) (Cuadro I1I). En la mayor parte del mundo donde hay sindicatos y uniones obreras realmente poderosos, se encuentra una clara correlación entre los movimientos huelguísticos y el ciclo económico; en el nuestro esta correlación es sumamente bfja, y sólo con un indicador, el de las exportaciones yen un periodo reducido alcanza .50.6 La política presidencial -en sus grandes tendencias- es 27 determinante de que haya un mayor o menor número de huelgas o huelguistas. Existen sin embargo, algunas desviaciones de esta tendencia general. En 1934, en el clímax de la política antirrevolucionariade Calles, en 194344, precisamente después de que en sus dos primeros años el gobierno de Manuel Avila .Camacho logra que disminuya el número de huelgas a una cuarta parte de los últimos años del periodo cardenísta, y en 1958 -después de un periodo en que las huelgas habían mantenido, un índice relativamente bajosurgen grandes' movimientos huelguísticos que evidente. mente no dependen de la política del Ejecutivo. En efecto, mientras en 1933 hay 13 huelgas con 1 084 huelguistas, en 1934 hay 202 huelgas con 14 685 huelguistas; mientras en 1942 estallan 98 huelgas con 13 643 huelguistas en 1943 hay 766 huelgas con 81 557 huelguistas y en '1944, 887 huelgas con 165 744 huelguistas. Finalmente, mientras en 1957 hay 193 huelgas con 7 137 huelguistas, en 1958 hay 740 huelgas y 60 611 huelguistas. , De un año para otro vemos cómo, por lo menos en tres' casos, surgen verdaderas explosiones que tienen distinjos significados y efectos. Las huelgas del 33, que revelan el descontento del movimiento obrero ante la política conservadora y antiobrera del maximato; las huelgas del 43-44 en la época de Avila Camacho, en que el movimiento obrero quiere demostrar su fuerza, ignorada por el nuevo gobierno; y las huelgas del 58, en que el movimiento obrero lucha por recuperar su independencia, son fenómenos que revelan cómo el movimiento obrero, aunque dependiente en sus grandes tendencias de la política del Ejecutivo, es una fuerza potencial que se manifiesta cíclicamente en forma explosiva. Sobre los efectos que alcanzan estas manifestaciones, encontramos diversas variantes: es evidente que las huelgas 、・エSNBヲオイッjQLャゥ」ウセ en la sucesión Lpイ・sゥ、ョセャᄀアu セ[zゥcAエG。・ョウ Bセャ •. Lセ・、 Y decisivas eíf la' política 'AAular. del.. pmiifeñte ··C.ardenas.En ese caso .el propio gobierno reconoció la necesidad de dar mayor importancia al movimiento obrero y de controlarlo haciendo una política obrerista y revolucionaria. En cuanto a las huelgas del 44, dieron lugar a una represión considerable que permitió al Ejecutivo continuar controlando al movimiento obrero, y acentuar la política moderada iniciada unos años antes. Finalmente, las huelgas de 1958 permitieron que el movimiento obrero alcanzara éxitos parciales en la recuperación de su democracia interna -es el caso de los sindicatos de telegrafistas, telefonistas y electricistas- y provisionales en el caso del sindicato ferrocarrilero, que con posterioridad se lanzó a una lucha que terminó en un fracaso político total. Al estudiar los problemas que plantea la democracia en México es necesario analizar cuidadosamente las huelgas del 33, del 44 Y del 58, ver en qué forma nacieron y evolucionaron los conflictos, cuál fue la estrategia que siguieron los bandos en pugna, por qué 'en unos casos,las huelgas tuvieron éxito al alcanzar una política obrerista y en otros fracasaron, por qué en unos casos los sindicatos mantuvieron su independencia y en otros la perdieron. De todos modos, aunque el movimiento obrero, en sus tendencias generales, presenta marcadas características de dependencia respecto de la política .del Ejecutivo y en particular del presidente, no cabe duda' que se encuentra, ahí una fuerza latente -yen algunos casos real, operante ya- de la vida política mexicana. 111. EL PRESIDENTE Y EL CONGRESO Si el poder del gobierno y su dinámica no se ajustan a, los modelos de la. teoría clásica de la democracia, cuando se Vé ,la preponderancia casi absoluta del partido gubernamental sobre los demás partidos, y la de ,los síndícatos y uniones gubernamentales, el poder del presidente dentro 、・ャ」ッNセ ウ・ a1ejapot 10 menos en la misma magmtud セL ウ・N BャッN セ←ャGYセエLN ゥカッL la Cámara ,'" Senadores;.está 29 integrada exclusivamente por representantes del partido del gobierno. Resultaría muy difícil y minucioso descubrir o medir su poder frente al presidente. La Cámara de Diputados sólo en el pasado presentó fuerte oposición. Durante la presidencia de Madero hay un poderoso grupo de diputados de oposición que es encabezado por el famoso "cuadrilátero", representante de las ideas y los intereses del porfirismo. El presidente muere asesinado. Tras su muerte la oposición pasa a formar parte del nuevo Ejecutivo encabezado por Victoriano Huerta, uno de los autores intelectuales del asesinato. Entonces, la inmensa mayoría de los senadores y diputados maderistas presenta fuerte oposición al usurpador. Varios de ellos mueren asesinados. Huerta, al fin, resuelve disolver las cámaras. En la Convención de Aguascalientes y en el Congreso Constituyente las distintas facciones revolucionarias tienen sus representantes. Los debates revelan una gran libertad y diversidad de intereses. Esta situación se mantiene hasta la época de Obregón, en que es visible la oposición e independencia de grandes sectores del Legislativo. Y esta oposición -ligada al clima general de violencia- llega a estar a punto de derrocar a Obregón, cuyas medidas enérgicas para dominarla terminan en un control casi absoluto del Poder Legislativo. Desde entonces las medidas del Ejecutivo para controlar al Legislativo se convierten en una de las características esenciales e institucionales de la política mexicana. Sólo hasta 194p vuelven a entrar a la Cámara de Diputados algunos miembros de la oposición, que aproximadamente constituyen el 5% del total, y que son cuidadosamente seleccionados entre los menos brillantes o los menos populares. De todos modos es importante advertir que desde entonces se rompe el tabú que durante 18 años impidió la más mínima oposición en el Legislativo. Para medir el poder del Legislativo frente al Ejecutivo es preferible en todo caso tomar en consideración- los actos de la Cámara de Diputados, donde hay por lo 30 menos alguna oposición. Ahora bien, como la cámara se renueva cada tres años, y el presidente gobierna los tres primeros años con la legislatura que le dejó su predecesor, pensamos conveniente ver las diferencias en el comportamiento de la cámara que deja en herencia el ex-presidente a su sucesor, y de la cámara elegida durante el periodo del presidente en turno. Estudiando las votaciones de la Cámara de Diputados sobre los proyectos de ley enviados por el Ejecutivo, en el periodo 1935·1959, tanto al finalizar el primer afio del periodo presidencial (cámara heredada) como al llevarse a cabo el primer periodo de sesiones de la cámara renovada (tercer año del periodo presidencial), nos encontramos con los siguientes hechos: len 1935, 1937 Y 194)-esto es, durante los gobiernos de Cárdenas y Avila Camacho. el 100% de los proyectos de ley enviados por el Ejecutivo fueron aprobados por unanimidad. A partir de 1943 son aprobados por unanimidad el 92% de los proyectos (1943), el 74% de los proyectos (1947), el 77%(1949), el 59% (1953), el 62% (1955), el 95% (1959), el 82% (1961). Ahora bien, en los proyectos que son aprobados por la mayoría los votos en contra sólo representan el 4% de la votación total (1943), el 3% (1947), el 3% (1949), el 3% (1953), el 5% (1955), el 4% (1959), el 3% (1961) . (Cuadro IV). Al contemplar el conjunto del panorama histórico-politico y los datos analizados, se pueden hacer las siguientes observaciones sobre la naturaleza y 'las características del Poder Legislativo en México: 1. La oposición, en las primeras etapas de los regímenes revolucionarios, presenta tendencias a ligarse con los. grupos y clases derrocados por la propia revolución, o con las facciones de revolucionarios armados. Oposición en el Legislativo y rebelión o golpe de Estado son fenómenos fácilmente asociables. 2. Eliminar a la oposición en la cámara para la supervivencia del Ejecutivo, es el razonamiento político 31 inmediato. Provoca una serie de medidas que derivan en el control del Congreso por el Ejecutivo. 3. El control integral del Legislativo sólo es roto hasta 1940. El rompimiento de la "tradición" es en sí un hecho importante, dados los antecedentes. Su significado cuantitativo y cualitativo es muy escaso, sin embargo, en términos de fuerzas políticas, y de su representación y actuación legales e institucionales en el Congreso. 4. Las diferencias entre la cámara heredada y la cámara renovada son mínimas y no son significativas. El presidente tiene el control, tanto de los diputados elegidos durante el sexenio presidencial anterior, como de los diputados elegidos en su propio gobierno. S. Si se observa el periodo 1934-1964 se advierte que, mientras en el gobierno del general Lázaro Cárdenas todos los proyectos de ley enviados por el Ejecutivo (en los años correspondientes) son aprobados por unanimidad, el menor número de proyectos aprobados sin ningún voto en contra corresponde al gobierno del señor Ruiz Cortines. Estos hechos revelan que en la política mexicana un gobierno apoyado en el pueblo y cuya política es esencialmente popular no corresponde necesariamente a una mayor oposición en él Legislativo, y viceversa. Como es evidente, la democratización de un país tiene distintos canales. 6. Los proyectos que sólo alcanzan una aprobación mayoritaria nunca se enfrentan a una oposición que exceda del 5% y, si se estudiara cuáles proyectos fueron aprobados por unanimidad y cuáles por mayoría, se descubriría que -como ocurre en regímenes con sistema de partidos- los proyectos de ley realmente vertebrales son aprobados por unanimidad. 7. En resumen, se advierte que el sistema de "equilibrio de poderes" no funciona. Hay un desequilibrio marcado que favorece al Ejecutivo. Es entonces cuando uno se pregunta cuál es la función del Poder Legislativo Aparentemente el Legislativo tiene una función simbólica. Sanciona actos del Ejecutivo. Les da una validez y una fundamentación de tipo tradicional y metafísico, en que los actos del Ejecutivo adquieren la categoría de leyes, o se respaldan y apoyan en el orden de las leyes, obedeciendo a un mecanismo simbólico. muy antiguo, aunque de tipo laico. En efecto, así como los antiguos gobernantes decían gobernar a nombre de la Ley y que la Ley estaba respaldada por la Divinidad, lo cual tenía un sentido funcional simbólico-religioso, en nuestra cultura cumple esa misma función la Cámara de Diputados, cuyo significado teórico aparece en la comunidad como "creencia legal", y desde que el pensamiento racional del siglo XVIII transfiere el acto legislativo de Dios al pueblo, y a los representantes del pueblo. Desde un punto de vista antropológico, las leyes en México son sistemas de creencias y los modelos de gobierno también. Este fenómeno se advierte, particularmente, en el análisis del comportamiento de la Cámara de Diputados, aunque puede observarse en otras instituciones. Los procesos de frustración son en este caso más agudos,·y quizás por ello, el status de diputado es el que está más violentamente expuesto al humorismo y la caricatura políticos. La reciente reforma al artículo 54 constitucional va a modificar -como veremos- tanto la estructura como las funciones que ha tenido la Cámara de Diputados desde Obregón a nuestros días. IV. EL PRESIDENTE Y LA SUPREMA CORTE Dentro de este cuadro general, la hipótesis que parece más viable al estudiar la Suprema Corte de Justicia, es que se aparta del modelo de Montesquieu por lo menos tanto como el Congreso. Hay en este terreno, sin embargo, algunos hechos inesperados e interesantes para ver cómo se ha ido estructurando la vida política de México y cuál es su dinámica. La desviación del modelo ilustrado no es en un "solo sentido; la realidad no hace exactamente lo contrario de 10 que prevé el modelo.. Considerarnos que un indicador importante para estu33 diar este problema consistía en analizar las ejecutorias de la Suprema Corte de Justicia en que el C. Presidente de la República aparece como autoridad responsable. El objeto inmediato era ver cuántas demandas se han hecho contra el presidente, quién las ha hecho, por qué concepto, y qué ha decidido la Corte. El objetivo final, medir el poder de la Corte, si existía. Considerando el periodo que va de 1917 a 19607 nos encontramos con los siguientes hechos: 8 1. De 1917 a 1960 hay un total de 3 700 ejecutorias, en que expresamente se menciona al presidente de la República como autoridad responsable. El promedio anual de ejecutorias varía en los distintos regfrnenes presidenciales: 20 con Carranza, 35 durante los 6 meses del interinato de De la Huerta, 79 con Obregón, 62 con Calles, 53 durante el maximato, 78 con Cárdenas, 126 con Avila Camacho, 110 con Alemán, 95 con Ruiz Cortines, 131 en cada uno de los dos primeros años del periodo de López Mateos (Cuadro V). Este promedio puede ser representativo del trabajo más o menos expedito de la Corte, o de la incidencia de demandas contra el jefe del Ejecutivo, fenómenos que no medimos. Da una idea, sin embargo, del número de ciudadanos y de sujetos jurídicos que apelan a la Corte frente al presidente. , 2. Del total de ejecutorias, en el periodo 1917-60, el 34% corresponde a amparos o suspensiones que la Corte concede a los quejosos. Esto es, que de las 3 700 ejecutorias, un poco más de 1 200 satisfacen la demanda del quejoso. El 66% restante corresponde: a) Amparos y suspensiones negados (34%), b) Demandas sobreseídas o que no fueron juzgadas por desistimiento de la parte o por distintas causas (24%) y e) a otro tipo de fallos (9%). En todo caso, la primera observación que se puede hacer es que la Corte ha amparado con su fuerza, aproximadamente, a la tercera parte de los quejosos. 3. Ahora bien, para saber quiénes eran los quejosos y 34 cuáles los actos reclamados hicimos distintos tipos de tabulaciones: Una primera tabulación comprende las ejecutorias de 1917 a 1940 por quejoso, acto reclamado y fallo (Cuadro VI). De un total de 1 470 quejosos 140 son compañías petroleras; 186 son bancos y otras compañías comerciales; 644 son propietarios de tierras; 30 son autoridades y otros funcionarios y empleados; 27 son campesinos, y 13 obreros. El resto (430) resulta de más difícil ubicación en cuanto a su status social, o en sus demandas no juega un papel que pueda caber en las categorías señaladas. De los datos anteriores se deduce que por lo menos el 66% de los quejosos son propietarios extranjeros y mexicanos (compañías, bancos, terratenientes, etc.) y es muy probable que la proporción aumente en cuanto se haga un análisis más detallado. Por lo que respecta a los actos reclamados en este periodo de 1917-40 corresponden, en un 44%, a medidas del Ejecutivo que limitan concretamente los derechos de los grandes propietarios: reparto de latifundios (460), declaraciones de aguas nacionales (136), expropiaciones (52); en un 23% corresponden a promulga-. ción de leyes, reglamentos, decretos y acuerdos de los gobiernos revolucionarios, o pagos de impuestos. Sumadas las demandas por actos que afectan la propiedad con las que afectan las utilidades alcanzan el 67% del total, proporción que coincide con la de los quejosos propietarios, nacionales y extranjeros. Otros motivos de queja, como destitución de cargos (23), aprehensiones y extradiciones (21) tienen menor incidencia. En lo que respecta a la actitud de la Corte, en este periodo, puede decirse que por término medio concede un 26% de amparos y suspensiones y niega un 46%. Los demás juicios quedan sobreseídos o alcanzan diversos tipos de fallos, menos característicos de la aceptación o el rechazo. 4. Una segunda tabulación (Cuadro VII) comprende las ejecutorias en materia de trabajo (1917-60). Aquellas que 35 corresponden a actos reclamados por los patronos ascien. den a 150, y la Corte sólo concede 25, entre amparos y suspensiones. En cuanto a las ejecutorias que corresponden a actos reclamados por. los trabajadores son 24 en todo el periodo y la Corte, de todas, concede 4; la mayor parte quedan sobreseídas, 2 son negadas. 5. En fin, una última tabulación resume las ejecutorias en que los quejosos han sido agricultores (Cuadro VIII). Abarca el periodo 1940·60. En ese lapso hay 210 ejecutorias de actos reclamados por ejidos, comunidades, pueblos, pequeños propietarios, campesinos sin tierra y otros agricultores. El 27% son concedidos, el 52% sobreseídos. Los principales y más frecuentes motivos de queja son: órdenes de devolución de sus propiedades a los antiguos dueños, expropiación de tierras ejidales, privación o desconocimiento de derechos ejidales o agrarios, afectación a pequeñas propiedades, cancelación de títulos parcelarios. Contemplando todos estos datos, se llega a la conclusión de que la Suprema Corte de Justicia obra con cierta independencia respecto del Poder Ejecutivo, y constituye, en' ocasiones, un freno a los actos del presidente de la República o de sus colaboradores. Tiene como función dejar que, en lo particular, ciertos actos y medidas del Ejecutivo queden sujetos a juicio. Su función política principal es dar esperanza, a los grupos y personas que , pueden utilizar este recurso, de salvar en lo particular sus intereses o derechos. En cuanto a los quejosos que llegan a la Corte se advierte una preponderancia evidente de los propietarios y compañías. Por sus salas se ven -desfílar desde los viejos latifundistas -como Limantour, la familia Escandón o los Teresa-s, pasando por las compañías petroleras, hasta la nueva burguesía, ocupada en protestar sobre todo por la legislación fiscal o la aplicación de impuestos. Los trabajadores y campesinos que recurren a la Corte se encuentran en franca minoría respecto a los anteriores y constituyen un grupo muy pequeño, Que la Suprema Corte de Justicia constituye un poder --con- las características sefialadas- parece no presenta.." lugar a dudas, 10 cual no impide por supuesto que en las grandes líneas siga la política del Ejecutivo, y sirva de hecho para darle mayor estabilidad. V. LA FEDERACION y LOS ESTADOS La idea de una Federación integrada por estados libres y soberanos, típica del modelo elaborado por los constituyentes de Filadelfia -y recogida por todas nuestras constituciones liberales hasta la actual- no corresponde a la dependencia real que guardan los estados respecto del gobierno federal, y los gobernadoresrespecto del presidente. Esta dependencia tiene características políticas, militares y económicas: 1. Los gobernadores pueden ser depuestos con relativa facilidad a iniciativa del gobierno federal, mediante distintos recursos jurídico-políticos que comprenden desde la renuncia voluntaria (que se practica a través de la solicitud de licencia) hasta la "desaparición de poderes". Este último recurso -el más radical- permite a la legislatura federal eliminar no sólo al gobernador sino a los diputados y demás autoridades locales. El presidente que más ha ejercido estas facu1tades es el general Lázaro Cárdenas, quien durante su gobierno (1934-40) promovió la licencia -obligada- de dos gobernadores y el desafuero de otros 10 más. . 2. Los gobernadores están sometidos a un sistema de control militar en el cual el "comandante de zona", designado por el gobierno federal, cumple funciones políticas fundamentales para el mantenimiento del poder central. Otros funcionarios y políticos de menor importanela, como los agentes de la Secretaría de Gobernación y los propios diputados federales y senadores del estado, coadyuvan al control que ejerce el gobierno central. 3. El poder del gobierno federal frente al de los estados se manifiesta con gran claridad en el terreno fmanciero. La hacienda federal es muy poderosa -econémica y políticamente-, y es muy débil la de los estados. 37 .Del total de las haciendas públicas, la Federación y el Distrito Federal por sí solos recibieron en el último año de que se dispone de datos (1962) el 87% del total, y las entidades federativas sólo el 10% (Cuadro IX).. En el periodo que va del maximato callista al cuarto año del periodo de López Mateos (1962) las entidades federativas (excluido el Distrito Federal) han recibido por término medio los siguientes porcentajes de las haciendas públicas: 16% en el maximato (1929-1934); 14.5% en el gobierno de Cárdenas (1934-1940); 12% en el de Avila Camacho (1940-1946); 10% en el de Alemán (1946-1952); 10% en el de Ruiz Cortines (1952-1958) y 9.5% en los cuatro primeros años del de López Mateos. Así pues, en los tres últimos periodos presidenciales la proporción del ingreso de los estados -de por sí baja- es menor que en los anteriores. Desde el punto de vista económico la concentración hacendaria tiene como fun- . ción el disponer de recursos escasos con perspectiva nacional. Es la base de cualquier programa y el requisito mínimo de la planificación. Pero como es obvio, a esta concentración de recursos de la Federación corresponde una concentración de funciones públicas y un poderío innegable del centro, así como al raquitismo de las haciendas estatales, corresponde una enorme limitación de sus funciones públicas y una debilidad política estructural. 4. Esta situación se acentúa en' virtud de que de los ingresos estatales, una proporción elevada que oscila en promedio entre el 8 y el 34% durante el periodo 1950.1963, corresponde a ingresos por participación federal, subsidios y empréstitos que dependen del gobierno federal y de los bancos oficiales (Cuadro X). En efecto, considerando la aportación de la Federación al total de ingresos estatales encontramos que asciende al 28% en 1950, al 29% en 1951, al 34% en 1952, al 22% en 1953, al 24% en 1954, al 25% en 1955, al 24% en 1956, al 12roen 1957, al 16%en 1958, all0%en 1959, a18%en 1960, al 9%en 1961 y 1962, al lO%en 1963. Y aunque es visible una tendencia a que disminuya la 38 \ proporción que por término medio aporta la Federación -salvo en los cuatro últimos. afias en que hay un ligero aumento->, es también un hecho que, en lo particular, esta proporción varía de un estado a otro y oscila (sin considerar el Distrito Federal y los territorios) entre un máximo de 46%y un mínimo de 2%(1950), de 72%y 2%respectivamente (1951), de 66%y 3% (1952), de 58% y 4%(1953), de 60%y 6%(1954), de 73% y 6%(1955), etc. En 1963 el máximo es el 60% y el mínimo el 8%.9 5. La asignación de la aportación federal a cada estado en particular se hace por razones económicas. Son los estados más avanzados y con más recursos los que reciben mayores cantidades en números absolutos y relativos. Las razones políticas no dejan sin embargo de contar. Frecuentemente hay variaciones hasta en un 100% de un año a otro, en el monto de la aportación federal, lo que implica serias limitaciones para el desarrollo sostenido del estado, para el desempeño regular de sus funciones públicas, para su fuerza, debilidad o impopularidad, dependientes de la fuerza federal y del gobierno central de la influencia o desgracia del gobernador con el secretario de hacienda o el presidente (Cuadro XI). 6. Partiendo de la hipótesis de que las asignaciones de tipo político a las entidades federativas podían estar ligadas a la filiación de los gobernadores y que ésta se podía deducir, en parte, de que el gobernador hubiera sido electo o designado en el régimen anterior o en el del presidente en funciones, hicimos un estudio en el periodo del presidente Ruiz Cortines sin que se pudiese confírmar la hipótesis. En ocasiones es durante el año de la campaña cuando el aumento es considerable, otras, en el primer año de gobierno del nuevo gobernador, pero sé dan años de campaña en que disminuye la aportación federal, y años de primer gobierno en que ocurre otro tanto. Lo que sí encontramos en este estudio es que el calendario político de la sucesión de poderes en los estados hace que la fuerza del presidente de la República vaya aumentando conforme se aproxima la sucesión presi- 39 dencial, y que haya una especie de continuidad de su influencia en los primeros años del gobierno que lo sucede, influencia que se va perdiendo paulatinamente. En efecto, consideramos que no obstante el indudable poder del presidente sobre los gobernadores, el hecho de que éstos hayan sido designados durante su periodo y deban a él en gran parte su designación, o hayan sido designados en el periodo del ex-presidente, y sepan que su carrera política se inició con el ex-presidente, cuenta, sobre todo, en los juegos políticos y en especial en la sucesión presidencial. El calendario político -en este sentido- revela una indudable sabiduría de la estructura gubernamental. En el periodo del presidente Ruiz Cortines, en el primer afio de su gobierno contaba con 22 gobernadores designados en el régimen de Alemán y con 7 en el suyo, y las proporciones van variando afio con afio en la siguiente forma: 19 de Alemán y 10 de Ruiz Cortines en el segundo y tercer años de gobierno; 13' de Alemán y 16 de Ruiz Cortines en el cuarto afio de gobierno; 5 de Alemán y 24 de Ruiz Cortines en el penúltimo afio de gobierno, y uno de Alemán y 28 de Ruiz Cortines en el último afio de gobierno. Por su parte, el presidente López Mateos contaba con una proporción igual a la del señor Ruiz Cortines durante los cuatro primeros años de gobierno y muy similar en.los dos últimos: 4 gobernadores designados durante el régimen anterior y 25 en el suyo durante el 50. afio de gobierno. y la totalidad de gobernadores designados durante su mandato en. el último afio de gobierno. En la gestión presidencial de Ruiz Cortines el calendario normal se alteró en su favor permitiéndole tener -por designacjón de gobernadores interinos o sustitutos- 'tres gobernadores más en el primer afio y cuatro más en el $egundo y tercero; López Mateos cuenta con dos gobema(Joresmásen el primer año de gobierno ya enos se 111ás.. en el quinto año, Pero incluso calc,n&uio ᄋセN←ーj・。ウァオイ .una. cierta continuidad セ\ ・ョ .01' moment9 decisivo de la ョセ ・」uD ュセHゥウ Qp >UJlü • . •. BG^セ ., cial, el presidente sume a las fuerzas militares, políticas y fmancieras que le dan control sobre los gobernadores, la fuerza de un calendario que deja para esas fechas que el 95% de los gobernadores hayan sido designados durante su gestión presidencial (Cuadro XII y XIIb). La dependencia de los estados respecto del gobierno central es un hecho político, militar y fmanciero. Desde la aplicación de la Constitución para la destitución de gobernadores, pasando por las funciones políticas de los jefes de zona, los agentes de gobernación, los diputados y senadores que hacen carrera política en la capital, las exiguas fmanzas de los estados, la dependencia considerable de los ingresos estatales respecto de los federales, las posibilidades de oscilación en un ciento por ciento de la ayuda federal, hasta llegar a un calendario político que paulatinamente va acentuando el poder del presidente conforme transcurre el periodo presidencial, todos estos hechos hacen' que los instrumentos políticos ideados para lograr un sistema de "contrapesos y balanzas", del tipo que proponía Madison, no funcionen en la realidad del México contemporáneo. VI. LOS MUNICIPIOS LIBRES Y EL GOBIERNO LOCAL REAL El gobierno local -de la propia comunidad- .que tanto admiró Tocquevílle en los Estados Unidos de su tiempo, y que consideraba como el pilar de la vida democrática, pasó en sus características ideales a nuestras constituciones. La existencia formal de municipios libres corresponde sin embargo, a una realidad política en que el municipio depende del gobierno estatal y vive una penuria financiera que reduce al mínimo sus funciones públicas: 1. Trece constituciones locaíes,' o facultan. a los gober. nadores para deponer a los ayuntamieritos. Normalmente no .es necesario recurrir a esos extremos. El control que ejerilC .el gobierno y el partido sen snñcíentes.! 1 2: Aunque en ()Cuiones la,Suprema Corte de Justicfa ha apoyado a los municipios -escribe Mecharn- "lo más frecuente es que las libertades municipales sigan siendo violadas por las autoridades estatales". 1 2 3. A través de las recomendaciones del IV Congreso Nacional de Ayuntamientos celebrado en 1959, se puede deducir el escasísimo poder del municipio: "Que sean los municipios quienes nombren a sus propios funcionarios"; "Que se delimiten las funciones de los agentes del ministerio público a fin de que no intervengan en las funciones de los presidentes municipales y otras autoridades", etc. El municipio carece con frecuencia de la fuerza para llevar a cabo actos mínimos de gobierno. 4. La penuria municipal en términos relativos y absolutos es la característica esencial de la inmensa mayoría de los municipios, y el indicador más seguro de su debilidad económica y política. La proporción que reciben del total de haciendas públicas siempre ha sido baja y ha venido bajando de sexenio en sexenio. En el maximato obtenían el 8% de los ingresos hacendarios totales, en el gobierno de Cárdenas el 6%, en el de Avila Carnacho el 4%, en los tres gobiernos siguientes y en los cuatro primeros años del de López Mateos el 3% (Cuadro IX). 5. El problema se acentúa porque si el ingreso medio anual de los municipios es de por sí bajo ($\371 000 en 1963), en la estados de la República es inferior a $ 300 000, presentándose casos extremos como el de Oaxaca con un ingreso medio municipal de $ 22 000 Y Tlaxcala con $ 77 000 (Cuadro XIII). En el interior de muchos estados hay municipios que tienen ingresos netos anuales inferiores a $ 1 000 y hasta a$ 500. En realidad los ingresos municipales están reducidos a las "escasas participaciones que se les autorizan y no siempre perciben y al exiguo producto de multas y derechos". Las alcabalas, que en forma inconstitucional impiden el paso libre de las mercancías de un lugar a otro, son un recurso último -con efectos adversos al mercado nacional- por el que se hacen de fondos los municipios, y que los coloca en la ilegalidad, acentuando 42 su debilidad política. 6. Muchas son las repercusiones que de esta situació derivan. Las recomendaciones financieras del propio COI greso Nacional de Ayuntamientos, arriba citado, confh man la debilidad de la tesorería municipal, a la vez qu constituyen un llamado para que se convierta en un debilidad política, aún más estructurada: "Se recomiend -dicen- que sean los gobiernos federales o estatales 10 que paguen a los funcionarios en nombre de los muníc: píos." 7. En la Comisión Federal de Arbitrios hay represen tantes del gobierno federal, de los estados e incluso de 10 causantes, sin que los municipios tengan representación Su dependencia económico-política tiende a incrementars con la invasión de las fuentes fiscales por los estados, : por el deseo permanente en las autoridades municipales di que los adeudos de los municipios sean condonados por e gobierno federal, como 10 fueron en 1953, en que SI facultó al Ejecutivo "para acordar la cancelación de 10 adeudos municipales". 1 3 8. La penuria municipal ha llevado a la Federación, ocuparse hasta de los servicios primarios de las municipali dades, y los municipios se han convertido políticament en entidades dependientes del gobierno estatal y federal quedando roto por todas partes el modelo clásico de UJ gobierno local. El problema de la libertad municipal tiene raíces mu' profundas. La libertad municipal es una institución qu con frecuencia no existe desde su base misma. Ni 1 estructura del poder local ni la actividad política de 10 vecinos derivan en algo que se parezca a un munícípf libre. Y la entidad política que surge y se denomín municipio libre está, en realidad, controlada por el pode estatal y la Federación. Notas 1 cr. Brademburg, Frank, The Makirzg 01 Modem Méxic( New Jersey, Prentice Hall, 1964. 4 '¡ 11 En 1910 y 1911 las elecciones fueron indirectas. Ver Cuadro II con las proporciones del candidato triunfante en un sistema de partidos como el de los Estados Unidos de Norteamérica. 4 Brademburg. Op. cit. 2 3 s En la recopilación de datos coloboró Matías Humberto González Ortíz, estudiante de la E. N. de C. P. y S. 6 De un estudio de Jorge Basurto, graduado de la E.N. de c.P. y S. 7 Las tabulaciones se basan en un registro de las ejecutorias que realizaron Esperanza Burguete, Juana Servín, José Miller Cabrera y Filiberto Navarrete. 8 El registro de ejecutorias empieza el 19 de octubre de 1917 y -para nuestro análisis- termina el 17 de noviembre de 1960. Las tabulaciones son provisíonales y sólo dan idea del orden de magnitud de los fenómenos. 9 En la recopilación colaboró Carlos Castaño, estudiante de la E. N. de C. P. y S. 10 Son las de Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Guerrero, Nuevo León, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Yucatán. 11 Tucker, William P. The Mexican Government Today, Minneapolis, University of Minnesota, ·1957, p. 395. 12 Mecham, Lloyd. "Mexican Federalism in México - Fact or Fiction?" Annals, marzo de 1940, pp. 23-38. Citado por Tucker, ·Op.cit. 13 Diario Oficial 26 de diciembre de 1953. CAPITULO 11 LOS FACTORES DEL PODER I1 Poderes formales y reales " El análisis de todas las instituciones implantadas en México según el modelo de gobierno de la teoría política euroamericana revela que hay un partido preponderante, dependiente y auxiliar del propio gobierno, que el movímiento obrero se encuentra en condiciones semejantes de dependencia, que el Congreso es controlado por el presidente, que los estados son controlados por la federación, que los municipios son controlados' por los estados yla federación, y, en resumen, que no se da el modelo de los "tres poderes", o el sistema de los "contrapesos y balanzas", o el gobierno local de los vecinos electores, ideado por los filósofos y legisladores del siglo XVIII y principios del XIX, sino una concentración del poder: a) en el gobierno; o) en el gobierno del centro; e) en el ejecutivo, y d) en el presidente. Excepción hecha de las limitaciones que impone la Suprema Corte, en casos particulares y en defensa de intereses particulares y derechos cívicos, si sólo se analizaran estos elementos, el presidente de México aparecería gozando de un poder ilimitado. De hecho la comparación del modelo con la realidad no sólo deja entrever la imagen de un régimen presidencialista, sino que a cada paso hace crecer la idea de que el poder presidencial no tiene límites. Sólo el análisis de los verdaderos factores del poder y de la estructura internacional conduce a la delimitación y relativización del poderío presidencial. Los verdaderos factores del poder en México -como ・セ .IllUch.0s .:países •hispanoarnericanos- . han sido y en OCasí0nessiguensiendo: a) los caudillos y caciques regio- nales y locales; b) el ejército; e) el clero; d) los latifundistas y los empresarios nacionales y extranjeros. Se trata, en todos los casos, de instituciones que han influido o influyen directamente en la decisión gubernamental, y cuya acción como instituciones políticas no sólo era ajena a la teoría euroamericana de la democracia (para la vida política todos ellos deberían haberse' organizado como ciudadanos), sino que incluso la mayoría eran el blanco de toda la ideología liberal. El comportamiento de estos factores de poder en México es como sigue, en sus lineamientos más generales: I. LOS CAUDILLOS Y CACIQUES REGIONALES Y LOCALES Una geografía de la política en México durante la década de los veintes habría incluido a todos los estados de la República entre aquéllos gobernados por caudillos y /I caciques regionales. Los caudillos, con sus huestes arma\ das, más o menos obedientes y leales al jefe revoluciona\. río, y los caciques de los pueblos y regiones, supérstites : de la colonia y la época prehispánica, que en persona eran UO.J mismos del porfirismo, o habían sido sustituidos en las mismas funciones por los nuevos hombres de la revolución, dominaban todo el panorama nacional. Incluso a principios de los treintas el poderío del caciquismo era todavía enorme: Rodríguez Triana en Coahuila; Rodrigo M. Quevedo en Chihuahua; Carlos Real en Durango; Melchor Ortega en Guanajuato;Saturnino Osornio en Querétaro; Rodolfo Elías Calles en Sonora; Tomás Garrido en Tabasco; Galván, Aguílar y Tejeda en Veracruz; Matías Romero en Zacatecas. A lo largo de estos treinta años, el caudillismo y el caciquismo regionales van desapareciendo o, por lo menos, perdiendo influencia decisiva en la política de los estados y en la nacional. Algunos supérstites como Gonzalo N. Santos -en San. Luis- vieron recientemente cómo se extinguía su poderío absoluto a raíz de fuertes presiones 46 que ocurrieron dentro y fuera del partido del gobierno, y que alcanzaron a convertirse en verdaderos motines populares. Otros, como Leobardo Reynoso de Zacatecas, un año después de los acontecimientos de San Luis, en 1959, se vieron expuestos a presiones políticas muy semejantes. Hoy ministro de México en Guatemala, Reynoso- pierde paulatinamente su antiguo poder. En 1966 es quizás uno de los últimos sobrevivientes del viejo cacicazgo estatal. Se cuentan, es cierto, cuatro estados donde son hombres fuertes cuatro ex-presidentes de México o sus familias -Michoacán, Puebla, Veracruz, Baja California- y dos, como Nayarit e Hidalgo, donde se puede encontrar el tipo de relaciones personales que caracterizan al cacicazgo. Se trata sin embargo, de supervivencias parciales, resquebrajadas, muy lejanas de ese dominio total, propio de los verdaderos cacicazgos del pasado, en que todo dependía del cacique: la riqueza, los puestos, el honor de las familias, el futuro político. Estos restos de lo que fue el gran cacique -superior a los gobernadores, e incluso a los presidentes en turno-, dueño y señor de todo un territorío y el destino de sus habitantes, es cosa del pasado. E incluso las últimas plazas fuertes de los ex-presidentes, sus lugares de origen, donde conservan ese ascendiente personal, propio del jefe político, o del antiguo caudillo,están siendo destruidas en los últimos tiempos. En la lucha electoral y el gobierno de los estados, cada vez más, entran personas que no son parientes, allegados o compadres de los ex-presidentes. . La influencia del cacique subsiste sin embargo en los gobiernos locales y las pequeñas comunidades de las zonas más atrasadas del país, pero antes que contar en las decisiones de la política estatal o nacional cuenta en las concesiones de los gobiernos estatales y federal. y sobre todo, se hace sentir directamente sobre las propias comunidades. E incluso en éstas el proceso de disolución del cacicazgo es visible, y son frecuentes los actos de rebeldía de los antiguos vasallos. El proceso de control del caudillismo y de los caciques 47 regionales se inicia en la presidencia de Obregón y se acentúa en la de Calles, mediante la profesionalización del ejército, que busca implantar normas nacionales de obediencia, sustituyendo a las personales. Este proceso exige una energía y una violencia que deriva a menudo en hechos sangrientos. El general Amaro fue el encargado de controlar a los jefes militares que quedaron con sus facciones de adictos después de la contienda. El Partido Nacional Revolucionario cumple una función semejante. Integra y controla a los "partidos" regionales y personales de los caudillos de la revolución. En efecto, el caudillo, aquí como en otras partes de Hispanoamérica, cuando busca obtener posiciones electorales cumple con los rituales y los símbolos del derecho y funda "partidos". Todavía en 1929 se registraron 51 partidos políticos' y al llegar las elecciones del 29 tomaron parte 61 partidos.' Para 1933 se registraron cuatro partidos y estaban en trámite 49 solicitudes." La historia del partido del gobierno es, durante todos estos años, una historia de control de los caudillos y caciques. Y ésa es una de sus funciones principales. En general puede decirse que todos los procesos de concentración del poder presidencial tienen en su origen, como una de sus funciones, el control de los caciques -de sus partidos, de sus secuaces, de sus presidentes munícípales-, fenómeno que no implica sino indirectamente la desaparición de los caciques. En efecto, si el gobierno central controla el caudillismo, al mismo tiempo establece con los caudillos una especie de "contrato político" de la más diversa índole; si les quita el mando de fuerza les otorga otros poderes, honores o prestaciones. De entre los caudillos surgen así políticos de pro, que trabajan al lado del presidente, o surgen empresarios, o nace un tipo de caciques-revolucionarios con los que se mantiene durante un largo periodo el mismo tipo de relaciones personales y de controles que aplicaba Porfírio Díaz a sus caciques, y que halla antecedentes en la época colonial y prehispánica. A. su vez cacique-revolucionario, anticlerical, agrarista mantiene formas de gobierno y relaciones personales de mando, iguales a las de sus predecesores. Pero al hacer la reforma agraria y colaborar en el desarrollo del país, él mismo se transforma. De caudillo yagrarista pasa a ser dueño de ranchos y propiedades, y hasta de fábricas y comercios. Sigue siendo cacique, llamándose revolucionario, y ya pertenece a lo que podría llamarse la alta burguesía rural. Esta transformación del cacique es paralela al debilitamiento del cacicazgo. En efecto, las plazas fuertes de los caudillos y caciques son sometidas por el poder presidencial; pero su verdadera destrucción depende sobre todo del desarrollo del país: la expansión de los caminos, la economía de mercado, la industria y el capital acaban con ese dominio total y cerrado que el cacique ejerce en su territorio. La gente puede salir, comprar en otra parte, vender su fuerza de trabajo a otros patronos. Los caminos, los comercios, las fábricas, la creciente burguesía urbana y rural, destruyen el poder del cacique. Tan es así que no resulta extraño en el proceso de desarrollo nacional ver cómo hay caciques que se oponen a la construcción de caminos y a la instalación de fábricas, y que mueven sus influencias y ejercen hasta la violencia para que no se construyan, ni los unos ni las otras. Pero ya sea que el cacique se oponga al desarrollo, ya que él mismo lo promueva,el desarrollo acaba destruyendo su poder personal. Los caciques y jefes políticos quedan limitados hoy -como ya dijimos- a los gobiernos locales y aJas corrientes políticas nacionales, vinculadas a su vez con otras fuerzas más operantes, como las finanzas, la banca, el comercio y la industria, que se interpenetran con aquéllas en la política nacional, en una etapa de transición de los antiguos a los nuevos grupos de presión, y de los sistemas 'de agrupación personal a las formas característicasde los grupos de interés en la sociedad contemporánea. Esto no quiere decir que las relaciones personales, características de la política dominada por los caciques, no sigan existiendo eh. forma notable en el ー。ョセ mexicano. El mejor modo todavía de descubrir la afiliación política de un individuo, en la intimidad de los eventos políticos, consiste más que en buscar el partido a que pertenece .o la ideología que sustenta, en hallar su parentesco, lugar de origen o cercanía con un jefe: háblase así todavía de cardenistas, avílacarnachistas, alemanistas, ruizcortinistas y quizásun poco menos de lopezmateístas. El caciquismo, desaparecido como sistema nacional de gobierno, deja una cultura de las relaciones personales, del parentesco y los compadrazgos, que sobrevive en una estructura distinta y se mezcla, como estilo, cortesía o .forma de conocimiento político, con las nuevas costumbres y agrupaciones en un México moderno. 11. EL EJERCITO Otro factor tradicional de poder ha sido el ejército. "De los 137 años que abarca nuestra existencia como nación independiente -escribía José E. Iturriaga en 1958- 93 años en conjunto ejercieron el poder los militares; en tanto que los civiles solamente lo ejercieron 44. Es decir, el 70% frente al 30% Mas, por lo que se refiere al porcentaje que representan los militares y civiles dentro del total de los 55 gobernantes individuales que hemos tenido, los 36 que vistieron uniforme con charreteras significan el 67%, mientras el 33% restante lo cubren nuestros 19 gobernantes cívíles.?" En el periodo posterior a la Revolución Mexicana fa presencia e influencia de los militares en la política nacional ha ido disminuyendo, como 10 prueban una serie de hechos: ,1. " ...Mientras en la etapa que va de 1821 a 1917, de los cuarenta y cuatro gobernantes individuales que hubo en ella, treinta fueron militares y catorce civiles",s en el periodo 1917-66 seis han sido militares y siete civiles. En los últimos veinte años los cuatro presidentes que ha habido en México han sido civiles. 2. En los últimos 30 años el ejército se ha mantenido 50 con 50000 hombres, y la proporción que representa respecto de la fuerza de trabajo ha ido reduciéndose notablemente." 3. Quizás donde es más visible la disminución del poder militar, en la política mexicana, es en la proporción que corresponde a los egresos del gobierno federal destinados al ejército, respecto del total de egresos federales: mientras en 1925 el ejercito absorbe el 44% del total de egresos de la Federación, en 1963 absorbe sólo el 60/0 (Cuadro XIV). De un periodo presidencial a otro vemos cómo baja la proporción de los -gastos destinados alejército: 28% en el gobierno de Calles (1925-28), 26% en el maximato (1929-34), 18% en el gobierno de Cárdenas (193440), 16% en el de Avila Carnacho (194046), 10% en el de Alemán (1946-52), 8% en el de Ruiz Cortines (I952-58), Y 6% como promedio en los 5 primeros años del gobierno de López Mateos. 4. El ejército mexicano de hoy absorbe un porcentaje del producto nacional menor al que se asigna a las fuerzas armadas de cualquier otro país latinoamericano, excepción hecha de Costa Rica. 7 Que México ha controlado y superado la etapa del militarismo es un hecho innegable. El militarismo ya no representa en la política mexicana esa amenaza permanente y organizada que actúa en forma de cuerpo político, imponiendo sus condiciones con la fuerza y amenazando con romper la paz si no recibe prestaciones especiales, fueros y privilegios, como grupo escogido y poderoso dentro de la nación. El control de los militares y de su actuación política se debe al impulso de los propios militares. Son, en efecto, el general Calles, el general Cárdenas y el general Avila Carnacho quienes ponen en práctica una serie de medidas para controlarlos. La profesionalización de los.caudillos y jefes militares empieza con Calles, su ingreso obligado al partido, como uno de los sectores que lo integran, incrementa el control y la disciplina política; la desapari- .51 ción del sector militar dentro, del partido y su fusión con el llamado "sector popular" es un paso más del control, que tiende a impedir los distingos entre civiles y militares dentro de la política. La organización de campesinos a los que se les entregan no sólo tierras, siño armas, en la época de Cárdenas, es seguramente uno de los pasos más importantes para el control del militarismo. Si a estos pasos de tipo político se añaden las medidas financíeras a que aludimos arriba, podemos comprender en qué ha consistido el proceso de desmilitarización de la política mexicana. Pero habría que añadir un hecho más, poco estudiado, que hace coincidentes la tarea de militar y la de empresario o contratista, en que el antiguo militar parasitario se va aburguesando. En parte se trata de un proceso más de medidas políticas en que, al tiempo que se disminuye el poder financiero del ejército, se celebran contratos y se dan facilidades para que el jefe militar se convierta en empresario. Como cuerpo político el ejército pierde fuerza; en lo particular, una serie de jefes militares pierden belicosidad y se dedican a sus asuntos particulares, ampliamente tolerados y hasta fomentados. Pero hay algo más. A todas estas medidas políticas, financieras y comerciales se añade el desarrollo económico y social de la Nación. El militarismo de los países hispanoamericanos forma parte de todo un sistema en que los latifundios son el elemento esencial. Desaparecidos los latifundios, como forma predominante de las relaciones económicas y políticas, el militarismo pasa a ocupar una posición muy distinta en el conjunto de .las relaciones sociales. Medidas de control directo, reforma agraria y desarrollo económico son el origen de la desaparición del militar como principal personaje de la política mexiclUla. セq esta desaparición no sea definitiva y q1,1e pueda renacer en alguna forma el antiguo militarismo es otro problema. Por lo'piOñtó podemos hablar, en este caso, como en el de caciques, de una tendencia secular a su salida del foro político. 52 III. EL CLERO La Iglesia -el más grande terrateniente y prestamista del siglo pasado-, después de haber perdido su inmenso poderío en la Reforma, que terminó con el latifundismo eclesiástico, y de haber recuperado parte de su fuerza en la etapa porfirista, se sintió amenazada por la Revolución Mexicana y entró en grandes conflictos con el Estado. Estos conflictos alcanzaron características de inusitada violencia con la rebelión de los cristeros, y llegaron asu climax precisamente cuando el ca11ismo fue menos revolucionario y sustituyó la política popular y nacionalista por la demagogia anticlerical. Con Portes Gil y sobre todo con el general Lázaro Cárdenas se llegó a un modus vivendi entre el Estado y el clero; cesó la persecución, cambió la política de uno y otro, e incluso hubo momentos de franca alianza y hasta apoyo del clero a la' política revolucionaria, como fue el caso de la expropiación petrolera, en que el Arzobispo de México exhortó a la grey mexicana a unirse con el gobierno. A partir de la época de Avila Camacho -el primer presidente revolucionario que se declara católico- la iglesia va recuperando su influencia en la educación y en el propio gobierno; grupos numerosos de católicos se organizan en partidos y movimientos con ideologías conservadoras e incluso fascistas. En sus discursos y proclamas manejan deliberadamente los símbolos y creencias religiosos. Posteriormente va aumentando la actividad política del clero y de los grupos confesionales, que realizan peregrinaciones, manifestaciones y actos públicos, cada vez más frecuentes y decididos. . Desde octubre de '195] en que N・lセᄎ「ゥウーMmャsク」ッ pidió a las organizaciones católicas del país que participaran en una Campaña Nacional Moralizadora, un comité ejecutivo -encabezado por el Arzobispo, por un sacerdote jesuíta y los dirigentes de cuatro grupos: Acción Católica, Congregaciones Marianas, La Liga de la Decencia y .los aballeros de Colón- dirigió una vigorosa campaña que ilmínó en enero de 1953 en la más grande asamblea icional de jefes católicos desde el principio de la revoluón. Esta asamblea dio a conocer datos que hasta entons estaban fuera del alcance público... En ella se hallaban presentados 44 organismos católicos con un total de 530743 miembros. De estos grupos 24 se clasificaban imo órdenes seculares y 20 como ordenes pías. Los upos seculares más fuertes son cuatro: 1. Acción CatóliI Mexicana, compuesta de cuatro unidades principales: a) nión de Católicos Mexicanos, grupo de hombres casados mayores de 35 años, con 44 000 miembros; b) Unión emenína Católica Mexicana, compuesta por maestras, abajadoras urbanas y campesinas, con 198 052 miem'Os; e) Acción Católica de la Juventud Mexicana, con 5000 adherentes, y d) Juventud Femenina Católica Mexica1, organizada por mujeres entre 15 y 35 años de edad m un total de 88 221 afiliados; 2. Unión Nacional de idres de Familia, con 500 000 miembros; 3. Caballeros l Colón, con 3 500; 4. Federación de Colegios Partículas, formada por 112 colegios y escuelas del Distrito ederal; 5. Liga Mexicana de la Decencia, con 25 miem'os en cada una de las 32 entidades federales de la nión y otros miembros más en los subcomités; 6. sociación Nacional de la Buena Prensa que desde 1952 1 publicado una asombrosa cantidad de literatura católil: revistas: 36 971 594 ejemplares; boletines de informaón: 208 030 509; libros y folletos: 5 990 539; Y otras ublicaciones: 13248093; edita .con regularidad 13 vistas, 8 boletines de información y dos libros al mes," La creciente influencia del clero se percibe también por número de periódicos registrados de 1952 a la fecha: ; en 1952; 179 en 1953; 197-en 1954; 242 en 1955; 77 en 1956; 312 en 1957; 321 en 1958. 9 / 1 0 A ellos habría que añadir un número extraordinario de s llamadas "oraciones" que contienen informes y comeniríos político-periodísticos y que se distribuyen en todas s iglesias y parroquias del país, así como el uso del púlpito -cada vez más frecuente- con finalidadespolíticas. La fuerza y actividad del clero -imperceptible al principio- ha hecho también que el modelo de Constitución -liberal y anticlerical- que pasó del texto de 1857 al de 1917 no se realice: la educación religiosa, los periódicos confesionales, las manifestaciones públicas, el apoyo, unas veces velado y las más abierto, que brinda la alta jerarquía eclesiástica a los partidos y grupos confesionales, la organización insistente, permanente de grupos político-religiosos, como el Movimiento Familiar Cristiano, son una prueba más, no sólo de esta diferencia entre la estructura formal y real de la vida política mexicana, sino del creciente poderío de la Iglesia. De todos los factores tradicionales de poder puede decirse que la Iglesia es el único que ha sobrevivido a las grandes transformaciones sociales del México contemporáneo y que incluso ha recuperado e incrementado parcialmente su fuerza. Para comprender el papel político que puede jugar en el actual contexto social es necesario sin embargo considerar varios fenómenos que ameritan estudios de fondo, indispensables para una verdadera sociología de la religión en México: 1. La profanización de las costumbres es un hecho en el México contemporáneo: en vastas regiones del país, en las ciudades sobre todo, en la vida privada del proletariado, en la clase media y alta urbana, se ve cómo las fiestas y ceremonias religiosas, las prácticas diarias, la moral y la interpretación religiosa de los problemas se borran o pierden, cediendo el paso a fiestas, ceremonias y prácticas profanas, a interpretaciones y conceptos morales desligados del concepto religioso. Si hoy' el calendario de perégrinachmes de las diócesis y arquidiócesis sigue siendo muy amplio y va de enero a diciembre, si "la concurrencia anual de mexicanos que visitan la Basílicade Guadalupe suma un promedio de 15 648 católicos al día" ,11 si es un espectáculo frecuente ver los domingos cómo se quedan los creyentes a las puertas de las iglesias por falta de cupo, estos hechos no necesariamente están en contradíc55 ción con la profanización de las costumbres de estos mismos creyentes, con la separación de lo religioso y lo profano -que caracteriza al hombre moderno y resta terreno a la religión como visión integral del mundo-, con la mezcla de la profanidad moderna y la tradicional, que afecta grandes regiones campesinas. Quizás todo ello explica que en amplios sectores de la población el creyente actúe en política como "ciudadano" y no como creyente. "...Podemos decir desde ahora -afmna el sacerdote Pedro Rivera R., SJ., investigador acucioso de los problemas religiosos de México' - que aproximadamente un 25% de la población mexicana no practica ninguna religión; un 30% ignora los elementos básicos del cristianismo y de la vida sobrenatural y pone toda su religión en el culto más o menos ortodoxo a una imagen o a un santo, y casi siempre guiados por un espíritu egocentrista para gozar de la protección del santo. Entre los jóvenes y adultos, un 15% de la población global de México que se dice católica, no ha hecho la primera comunión. En cálculos conservadores, solamente un 20% asiste regularmente a la misa dominical. Hay además muchos pueblos y ciudades en que la asistencia a la misa dominical es de 5 o 6%. "Si de la práctica general de la religión pasamos a ciertos aspectos concretos -afiade- el cuadro no es menos deprimente. Hay varias parroquias en la ciudad de México, en las que existen más de 500 amasiatos. En muchos pueblos, el culto dizque católico, se reduce a una fiesta popular en el día del santo patrono y a ciertos actos de manifiesta superstición. De los 34 millones de habitantes que aproximadamente tiene la nación, cerca de 10 millones están en edad escolar. De éstos, están bajo la influencia educativa de la Iglesia, en cálculos muy favorables, un medio millón, es decir, apenas un 5% de toda la juventud mexicana.,,13 .... 2. De otro lado, como lo advirtió José E. Iturriaga "el estrato irreligioso se ha ampliado en el curso de las cuatro primeras décadas del presente siglo -particularmente rante el periodo revolucionario- en más de cuatro mil por ciento, ascenso que no es proporcional al aumento de la población, ya que ésta sólo creció un 44% durante el mismo periodo... En efecto, en tanto que en 1900 había 18 640 personas que no practicaban culto alguno, en 1910 había 25011. En 19211a cifra subió notablemente, pues el censo respectivo registró 108 049 personas dentro de la misma clasificación; en 1930 la cifra ascendió a 175 180; Y finalmente en 1940 el número de personas que no tenían confesión religiosa alguna era de 433671".14 3. El proceso de profanización de las costumbres no ha sido suficientemente estudiado, y en cuanto al número de la población que no tiene credo alguno deja de ser registrado por el censo de 1950, en que se da a entender que todos los mexicanos tienen religión, sea católica, protestante u otra, fenómeno insólito y revelador de incongruencias censales (Cuadro XV). En cuanto al censo de 1960, registra una población de 192963 individuos que no tienen credo alguno, lo cual indicaría que en los últimos 20 años este tipo de población disminuye en 57%. Como al mismo tiempo la población que no aclara si tiene religión aumenta en 50 veces durante ese mismo periodo, puede pensarse que se trata de individuos que sin tener credo alguno, no quisiera manifestarlo expresamente, por indiferencia o temor. Sumados unos y otros -los que manifestaron no tener credo y los que no se declararon creyentes ni incrédulosarrojan la cifra de 414253 habitantes, cifra inferior en 34 000 a la correspondiente de 1940, e incluso inferior en 29 000 a la de los no creyentes de 1940 (Cuadro XVI). Estos datos pueden ser interpretados de las más díversas, maneras: a) Que' la tasa de incremento de los no creyentes disminuyó precisamente en el periodo de industrialización, urbanización y modernización del país (1940-60), o b) Que aumentaron el tipo de presiones políticas y psicológicas para que las autoridades censales no registra- 57 ran el fenómeno en 1950, o la población se declarara religiosa en el momento de la encuesta de 1960, o los empleados censales registraran automáticamente como católica a una población que no lo era. La primera interpretación es imposible. En cualquier sociología de la religión se señala como una tendencia natural el aumento absoluto y relativo de la irreligiosidad conforme las sociedades se urbanizan y se industrializan. El segundo revelaría hasta qué punto este proceso -que en México debe darse como en cualquier otro país del mundo- puede coincidir con presiones políticas y psicológicas, conscientes o inconscientes, que tienden a ocultarlo, ya sea por parte de las autoridades o de la población, indiferente o temerosa. 4. En todo caso, al juzgar el papel de la política clerical de nuestro tiempo, la hipótesis más viable es que al catolicismo de tipo tradicional se añade cada vez más un catolicismo de tipo moderno, que al fanatismo político-religioso se enfrenta cada vez más un catolicismo que separa la acción religiosa y la acción política; que aumenta cada vez más la población que, declarándose católica, no es practicante regular de todos los ritos eclesiásticos. Esta distinción entre un catolicismo tradicional y otro moderno existe tanto en la grey como entre los curas y prelados y es un hecho que no se puede ignorar, y que nos impide pensar que el incremento del poder de la Iglesia nos esté conduciendo a posiciones semejantes a las del pasado. El clericalismo del siglo XIX y principios del XX se explica también en función de todo un sistema social, en que el latifundismo, el caciquismo, el militarismo son su complemento. El de hoy se inserta en una estructura bien distinta. Puede, es cierto, volver a jugar algunos papeles similares a los del.pasado, y en la medida en que los otros factores tradicionales del poder -particularmente el ejército- volvieran por sus fueros, el peligro de una lucha política tradicional aumentaría. Por de pronto 'es necesario reconocer este primer hecho: la modernización del país, la profanización consecuente de 58 las costumbres y la aparición de un catolicismo moderno, cada vez más alejado de los patrones políticos medievales y de las tradiciones políticas oscurantistas de España, es un hecho en el México contemporáneo. Claro es que esta modernización no es pareja en el país y no impide que queden regiones estancadas y de un tradicionalismo acendrado. 5. En efecto, la geografía político-religiosa de México es muy variada y al desarrollo desigual de las distintas regiones corresponden formas distintas de religiosidad. y profanidad, La actitud religiosa más tradicionalista y fanática se localiza sobre todo en los estados del centro con los consiguientes efectos políticos; en otras entidades, como Nuevo León, hay una religiosidad política de tipo paternalista, fomentada por los empresarios y ligada a las fábricas; gran parte del norte, del Golfo, del sureste tienen una religiosidad mucho menos amplia y menos vinculada a la acción política. Tomando como un indicador negativo de la sociedad tradicional, en cuanto a la religión, el número de individuos que manifiestan expresamente no tener credo alguno y logran su registro como no religiosos -a pesar de los obstáculos arriba señalados-, y clasificando a los estados según tengan una menor o mayor proporción de incrédulos manifiestos, nos encontramos con que 13 estados tienen una ーイッセ」ゥ￳ョ de incrédulos mayor de la media nacional (.57) 5 Y 19 se hallan debajo de ella. Las mayores proporciones de incrédulos manifiestos (más de 1%), se encuentran en Baja California, Quintana Roo, Sinaloa, Tabasco, Veracruz; la menor proporción en Jalisco, México, Querétaro (de .00 a .20). En un segundo grupo están de un lado (de .81 a 1.00) Campeche y Chiapas y de otro (de ;21 a .40) el territorio de Baja California, Colima, Guanajuato, Guerrero, Oaxaca. Yenel último grupo se encuentran de un lado (de .61 a .80) cpihuahua, Distrito Federal, Durango, Hidalgo, Michoacán, Morelos, San Luis Potosí, Tamaulipas, y de ctro (de .41' a .60) Aguascalientes, Coahulla, Nayarit, Nuevo León, 59 Puebla, Sonora, TIaxcala, Yucatán, Zacatecas (Cuadro1.. xvm Otro indicador quizás más importante para detectar la geografía religiosa de México es el de la población de 12 o más años que teniendo vínculos maritales sólo se ha casado por lo civil o vive en unión libre. En 1960 de una población total de 12 o más años que vivía en vínculos maritales y ascendía a 11 689960 habitantes, el 33.13% no había contraído matrimonio religioso: sólo se había casado por 10 civil o vivía en unión libre. La mitad de las entidades federativas tenía una población con vínculos maritales no religiosos superior a la media. En Tabasco esta población era el 78.15% del total, en Chiapas el 77%, en Sinaloa el 65%; en Veracruz, Tamaulipas y Sonora más del 50%; en Hidalgo, Quintana Roo y Campeche más del 40%; en Morelos, Nayarit, Oaxaca, Coahuila, territorio de Baja California y Nuevo León más del 33%; y sólo en el resto de los estados de la República era inferior a la media nacional: del 30% en el Distrito Federal, Chihuahua, Puebla; de menos del 30% y más del 20% en Yucatán, Guerrero, TIaxcala, San Luis Potosí, Durango, México; de menos del 20% y más del 10% en Colima, Michoacán, Zacatecas, y de menos del 10% en los estados donde la religión católica no sólo es más general sino más tradicionalista: Jalisco, Aguascalientes, Querétaro, Guanajuato (Cuadro XVIlb). 6. Por otra parte, la escala del fanatismo político-religioso al catolicismo moderno y al laicismo o de éstos a aquél, no es siempre suficiente para comprender las diferencias de la religiosidad en México: existe una población de más de un millón de' habitantes que sólo hablan lenguas indígenas; y hay 2 millones que hablando lenguas indígenas, también hablan español. En ambos casos se dan creencias precortesíanas, politeístas, totemistas, mágicas, que en estratos más aculturados se mezclan a las supersticiones religiosas y mágicas de corte hispánico. Unas y otras son dignas de consideración al analizar la acción política del clero. 60 7. En efecto, la política clerical no es homogénea. Dentro de los jerarcas' hay ,-como dijimos- diferencias que provienen de un espíritu tradicional o moderno; en los distintos estratos del clero se presentan hoy, como en el pasado, diferencias culturales e ideológicas; la política clerical varía de una a otra entidad federativa, de una región a otra del país, de una a otra clase social. 8. Pero si el peligro de una política clerical y de problemas clericales semejantes a los del siglo XIX no se da, si la evolución económica y social del país, los cambios de estructura, la diferente religiosidad de las regiones y entidades no permiten pensar en una vuelta al pasado, sí pueden darse y se han dado en algunas regiones del país nuevas vinculaciones de la política clerical tradicional y de las nuevas fuerzas conservadoras mexicanas y extranjeras. En el México actual y en zonas relativamente vastas del país se advierte una estrecha' vinculación del clericalimo tradicional con la guerra fría, del cristianismo político con un' anticomunismo que manipula los símbolos primitivos, los temores' de la sociedad tradicional, para provocar verdaderos fenómenos de pánico y de agresividad entre la población más ignorante y fanática, sea campesina o de clase media. La manipulacion de estos temores y. fobias de la sociedad tradicional y su vinculación con la guerra fría, mediante campañas de rumores, acusaciones, llamados alarmantes; los cuentos y fantasías de miedo que se hacen circular en el campo, los pueblos y hasta las ciudades; el uso de, instrumentos religiosos -amuletos, exorcismos y campanas que tocan a rebato- de profetas y profecías, de apóstoles y santos, de imágenes supersticiosas de lo monstruoso, y conceptos populares de lo demoniaco; vinculados y enfrentados al comunismo como entidad infernal y diabólica, en el sentido tradicional del término; 'ligados a una acción política cada vez más efectiva, en que los sacerdotes van sustituyendo a los maestros como líderes de las comunidades y de los ejidos -para formular 61 demandas, levantar protestas, y organizar manifestaciones religioso-políticaS- provoca un miedocompletamente racional entre los propios políticos -gobernantes, diputados, líderes-, amenazados siempre de ser acusados de "comunistas", con la connotación mágico-diabólica del término, y las fobias brueghelianas que despierta. Que los extremos de esta política se encuentran localizados en, ciertas regiones más atrasadas del país, que la concepción mágica y medieval del anticomunismo cede paso en estratos superiores a una propaganda menos primitiva, que los sectores liberales y de pensamiento más moderno siguen dominando la situación en los セ pueblos, y que incluso en las entidades federativas donde se da más acusadamenteeste fenómeno hay grandes núcleos de campesinos con tierras, dé ejidatarios revolucionarios, que apoyan a las élites liberales y las ayudan セ mantener el poder, son hechos indudables. Sin embargo no impiden el que hoy el clero tradicionalista represente una de las ' fuerzas más vivas y actuantes en la política mexicana, y constituya uno de los grupos de presión más poderosos y diversificados, al que los gobernantes deben tomar en cuenta en sus decisiones, unas veces corno aliado frente a las demandas populares que hacen peligrar su fuerza o sus intereses, otras como enemigo que intenta derrocados y sustituirlos. IV. LOS EMPRESARIOS La reforma agraria, iniciada a raíz de la revolución, y que alcanza su 'mayor intensidad en la época de Cárdenas, elimina el sistema de latifundios y' con él el tipo de relaciones sociales que algunos autores equiparan al feudalismo, en busca dé una categoría europea que sirva de punto de referencia. De un país -como el México de 1910- en que 11 000 hacendados poseían casi el 60%del territorio nacional, pasamos a ser un país de pequeños propietarios, deejidatarios y de grandes,empresas agrícolas de tipo .capitalista, en el que no quedan casi ves'tigí4JS 62 del antiguo latifundio con sus aparceros y peones acasilla- ' . dos, ni de las plantaciones con trabajadores semi-esclavos. En efecto entre 1915 y 1965 los distintos presidentes de México reparten 53 337 500 Ha. entre 2 240000 jefes de familia y la estructura agraria se transforma radicahnente. Aparecen los pequeños propietarios, los ejidatarios, los trabajadores asalariados del campo; se desarrollan los comerciantes independientes, y las clases medias rurales; surgen más tarde los empresarios campesinos, también llamados neolatifundistas, cuyo papel y relaciones con el resto de la comunidad, de la economía, del Estado son muy distintos a los de sus predecesores porftrianos, y más parecidos a los de una alta burguesía rural. A! fenómeno anterior se añade otro no menos importante: la industrialización, del país. Con el aumento del mercado interno, con las nacíonalizacíones -de ferrocarriles y en particular del petróleo- con todos los procesos de acumulación original y de capitalización, el Estado adquiere nuevas funciones de empresario, y las clases dominantes -antes reducidas a grupos minúsculos- juegan nuevos papeles de industriales, grandes comerciantes, banqueros. Es así como el personaje político que viene a sustituir al latifundista es el empresario, y el tipo de relaciones sociales predominantes es el capitalista, que abarca el conjunto de las zonas desarrolladas del país y domina el resto. Intentar un análisis del crecimiento .de éste nuevo tipo equivaldría a hacer un estudio general del de セ・ャ。」ゥッョウ desarrollo del sistema económico y social del país en las últimas décadas.!" Vamos a limitamos aquí a esbozar el poder actual de los empresarios en relación con el proble_ma que nos ocupa y en particular con el gobierno.. , Un estudio realizado en 1960 por el economista mexid...no José Luis Ceceña sobre las empresas más grandes e importantes de México (2 040 empresas con ingresos anuales de cinco millones de pesos o más, que en cohjunto poseen ingresos de 56 000 millones de pesos y 、・セ」ィッ dominan la economía mexicana) revela la fuerza '\ セ 63 relativa de la empresa privada nacional, de la extranjera y de la empresa estatal (Cuadro XVIII). De las 100 mayores empresas el 50.27% del ingreso corresponde a las de control extranjero y de fuerte participación extranjera; el 13.52% a las del sector privado independiente, y el 36.21% a las empresas del gobierno. En las doscientas mayores empresas las proporciones correspondientes son: 53.96% (extranjeras o de fuerte participación extranjera), 16.53% (sector privado independiente), 29.51% (gobierno); en las 300 mayores: 54.51% (extranjeras o de fuerte participación extranjera), 19.04% (sector privado independiente), 26.45% (gobierno); en las 400 mayores -que tienen ingresos equivalentes al 77% del total- las proporciones son 54.06% (extranjeras), 21.09% (sector privado independiente), 24.85% (gobierno). En todos los casos, como se ve, las empresas extranjeras y de fuerte participación extranjera poseen más del 50% del total de ingresos, y las demás empresas privadas del 14 al 22% Unas y otras obtienen, en el total de las cuatrocientas mayores, las tres ,cuartas partes del ingreso, mientras el gobierno sólo obtiene la cuarta parte restante. La empresa privada, mexicana y extranjera, es así una extraordinaria fuerza en las decisiones ecónomicas. Organizada en confederaciones, cámaras, asociaciones, clubes, constituye el más novedoso y vigoroso conjunto de grupos de presión, al que el gobierno debe tomar en cuenta en sus decisiones económicas y políticas.' 7 Las organizaciones de los empresarios, que tienen carácter oficial y obligatorio, son un poderoso instrumento de los propios empresarios. La Confederación Nacional 、セᄋ Cámaras Industriales (CONCAMIN) agrupa 51 cámaras; Confederación Nacional de Cámaras Nacionales de Comers cio (CONCANACO) agrupa 254 cámaras; la Confederacíóa, ;' Patronal de la República Mexicana tiene 7 000 miembrql • distribuidos en 21 centros patronales. A ellas se 。ヲャ、セ muchas otras organizaciones no menos poderosas, 」ッュゥャセ Asocíacíón- de Banqueros de México y la Asoe' . . Mexicana de Instituciones de Seguros.1 8 Todas lf j 64 organízaciones designan a sus representantes, en un juego político plenamente consciente, en que el poder económico y político de los candidatos, y su posibilidad de ser eficaces en la defensa de los intereses patronales, determinan su elección en forma democrática, esto es, de respeto al voto de los asociados. A su poderío, y al hecho de que representan efectivamente las fuerzas del empresario extranjero y mexicano, añaden formas muy eficaces de lucha: "Ha. sido una característica de la organización patronal en México -escribe Isaac Guzmán Valdivia, apologista de estas organizaciones- que los problemas más serios que afectan a los hombres de empresa se estudien conjuntamente por los directores de las principales instituciones representativas de la iniciativa privada. Siempre que se presenta una situación de. esa naturaleza los presidentes de las Confederaciones de Cámaras Industriales, de Cámaras Nacionales de Comercio, de la Patronal y de la Asociación de Banqueros de México entran en consulta inmediata y, si se hace necesario, actúan sus respectivos consejos directivos y los grupos de especialistas con que tales organismos cuentan. De esta manera se toman decisiones congruentes, que' norman la acción de la clase patronal. Sobre esta base unas veces se hacen declaraciones conjuntas o se realizan gestiones en las que participan representantes de la industria, del comercio, de los.empresarios como patronos, y de la banca. En otras ocasiones -y ésta es la regla general- cada organización actúa en el campo específico que le corresponde sabiendo que cuenta con el apoyo de las demás."!" Otras formas de coordinación se realizan en las convenciones y asambleas anuales, o entre los empresarios de una misma ramaindustrial, o entre los empresarios de distintas ramas que tienen actividades de interés común en un territorio determinado. . Poderosas en el terreno económico, organizadas y coordinadas en el terreno político, estas agrupaciones, por ley, son "órganos de consulta del Estado para la satísfacción de las necesidades del comercio y la industria 65 nacionales",2o y en la realidad política funcionan como una especie de congresos de patronos que tienen influencia decisiva en la legislación y en la administración. "En el país existe un sistema de cámaras -escribe el investigador norteamericano Brademburg- que permite al gobierno conocer la actitud de un negocio determinado antes de proponer al Congreso cualquier ley que pudiera perjudicar o entorpecer ese negocio. Cada cámara -afirma Brademburg- decide sobre la política que deban adoptar los intereses que representa, cuando se le envía el proyecto de ley para que haga sus observaciones. La mayoría de las cámaras disponen de un cuerpo de abogados especializados que proponen al gobierno las modificaciones que creen oportunas. Si las sugestiones indican que determinada propuesta -en caso de adoptarse- sería perjudicial no sólo para los intereses de la cámara sino también para los de la sociedad mexicana en general, el gobierno se inclina a reconsiderar la iniciativa. En esa forma los negocios participan directamente en el sistema político de México, aunque con frecuencia no tengan representación formal en el partido o en el gobierno. Se siente su influencia directamente; la acción es rápida y los resultados tangibles.,,21 Y a este sistema de consulta -real- se suma un sistema de informes anuales, establecido desde la década de los treintas, en que el secretario de Hacienda pronuncia un discurso sobre la política financiera y económica del régimen, que es sometido a la crítica efectiva y, a veces, muy enérgica de los convencionistas, respaldada habitualmente por la prensa. Es así como encontramos en el México de hoy un sector amplio y profundamente organizado, con financiamiento propio, con representantes propios elegidos democráticamente, con expertos y técnicos a su servicio que reciben los mejores sueldos del país y sirven para asesorarlo en el terreno económico, jurídico y político, con organizaciones que se coordinan entre sí y siguen vez que lo juzgan conveniente para sus intereses- una estrategia común. Este sector, que representa al .5% de 66 población, esto es a unos doscientos mil mexicanos -como observa González Cosío, en su estudio sobre "Las clases y estratos sociales" _22 tiene instrumentos efectivos que influyen en la legislatura y la administración gubernamental, que modifican las decisiones del Ejecutivo, tras someterlas a una crítica y a una aprobación también efectivas, que censuran en forma práctica los informes económicos que les hace el gobierno, proponiendo modificaciones a la política económica y financiera gubernamental -con el respaldo de la gran prensa- y en una forma. completamente distinta a la que corresponde a los informes anuales del presidente al Congreso, con su significado simbólico y los comentarios rutinarios que preceden o acompañan la aprobación automática y también rutinaria de los mismos. El funcionamiento real, el sentido efectivo de defensa de los intereses ciudadanos, que buscaban desde la época clásica los ideólogos de la democracia, sí se puede aplicar al sector patronal de México, con sus organizaciones representativas e influyentes en las decisiones gubernamentales. Que el poder de este sector frente al Ejecutivo y al gobierno en general es inferior al de otros países por una excesiva intervención del Estado en la economía es un hecho discutido y discutible que amerita un cuidadoso análisis. En efecto, el sector público ha venido contribuyendo desde hace tiempo con más de una tercera parte de la inversión territorial bruta: en 1961 participó con el 46% y en 1963 con el 50%. 2 3 Tiene por lo tanto un gran influjo en la inversión privada y en el desarrollo económico: la inversión privada como lo han observado varios economistas se comporta como variable dependiente de la pública -el inversionista privado espera a ver cuáles son los gastos e inversiones del gobierno para invertir a su vez. En ocasiones la inversión gubernamental contrarresta -como ocurrió en 1961- "los efectos negativos del bajo nivel de la inversión privada". Opera así en forma supletoria y relativamente independiente promoviendo la ocupación, el 67 crecimiento y los ingresos. Su posición estratégica desde el punto de vista industrial y de los servicios es excelente. Produce y controla la casi totalidad de la energía disponible en el país. El 100% de la producción petrolera corresponde al sector descentralizado y con la nacionalización de la industria eléctrica la generación de electricidad por el Estado aumenta del 23.2% en 1959 al 83.4% en 1965-66; en la actividad de comunicaciones y transportes los organismos estatales participan con el 48% del total nacional (con el 100% de los ferrocarriles) correspondiendo el autotransporte, los servicios telefónicos y la mayor parte del transporte aéreo al sector privado, que en este último renglón cede cada vez más el paso al sector público; en la producción nacional de manufacturas las empresas estatales sólo contribuyen con el 3% del total, pero concentran su actividad en industrias básicas para el desarrollo, destacándo la producción de hierro y acero, la producción de fertilizantes, carros de ferrocarril, armado de vehículos de motor, ingenios azucareros, artículos textiles, especialmente de algodón, y producción de papel. y aunque en la industria extractiva la participación del Estado en la producción nacional es también muy reducida (3% en 1960) se concentra particularmente en la extracción de hierro y carbón mineral. A este poder en el terreno de la producción corresponde un poder semejante en el de las finanzas: "El financiamiento otorgado por los bancos nacionales, junto con el Banco de México, a la producción y al comercio ha venido creciendo considerablemente -escribe Octaviano Campos Salas. De $ 377.4 millones que era en 1942 se ha elevado en 1959 a $ 16 327.6 millones (sin incluir los avales otorgados por la Nacional Financiera). La proporción que esto representa del fínanciamiento total otorgado por el sistema bancario mexicano en ambas fechas es el 31% y 52%, respectívamente.v'" El encauzamiento de este crédito tiene un sentido estratégico para el desarrollo; es supletorio de la falta de crédito privado para ampli()s sectores de la producción y el comercio, permite 68 inversiones que implican mayores riesgos y que son básicas para la industrialización, alcanza el doble de las inversiones del sector privado con producción diferida, que son fundamentales también para el desarrollo nacional.2 5 De otro lado un buen número de instituciones bancarias y financieras oficiales, como los bancos de Crédito Agrícola y Ejidal, los Almacenes Nacionales de Depósito, la Unión Nacional de Productores de Azúcar, la Financiera Nacional Azucarera, el Banco Nacional de Fomento Cooperativo, el Banco Nacional de Transportes, el Banco del Pequeño Comercio, el Banco del Ejército y la Armada, el Patronato del Ahorro Nacional, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, son instituciones que abarcan grandes núcleos de la población y en los que el otorgamiento del crédito se da en función del desarrollo y de la política gubernamental. Los instrumentos económicos de que dispone el Estado, la monopolización de la producción de energía, la participación en el cincuenta por ciento de los transportes y comunicaciones, en el cincuenta por ciento del crédito, la posición estratégica que ocupa en las industrias extractivas y de transformación, el carácter y las posibilidades esencialmente políticas de muchas- de sus instituciones financieras, la posibilidad de hacer amplios combinados económicos, todo ello ligado a la administración pública y a un régimen presidencialista, haría pensar que las críticas de la iniciativa privada a una excesiva intervención del Estado son justas en términos de una economía capitalista, si no se reparara en algunos hechos de fundamental importancia para el análisis de la situación nacional y del desarrollo de México en particular. En primer lugar es necesario advertir -como se ha hecho en reiteradas ocasiones- que el sector publico en México participa con una proporción del producto nacional bruto muy inferior a la de otros países de libre empresa. En 1960 le correspondió el 9.5%, mientras en ese mismo año a otros gobiernos les correspondía una 69 participación proporcionalmente mayor: el 19% al gobierno francés, el 20.6% al británico, y el 21% al norteamericano. Pero hay un hecho quizás más significativo, y que los críticos de la intervención del Estado no consideran, y es la situación específica de esta intervención estatal, y el contexto en que opera. En efecto, la inversión estatal depende en gran medida de un financiamiento extranjero, que es del 30.8% en 1959, del 34.8%en 1960, del 47.4% en 1961, Y esta dependencia tiene características estructurales -en virtud del alto contenido de importaciones de los países subdesarrollados, y de la coyuntura internacional e interna que provoca la disminución en el ritmo de la actividad económica, como ocurrió en 1961- y conduce a la obtención de créditos en el exterior. Ahora bien, estos créditos que dependen del exterior y en particular de los Estados Unidos, sumados a la fuerza de las empresas extranjeras y de fuerte participación extranjera, y apoyados directa o indirectamente por la política económica y el poder estatal de Norteamérica, reducen de una manera notable el poder del Estado mexicano, de su régimen presidencialista, y de su aparato productivo y financiero, e invitan a reflexionar seriamente para saber si la proposición de que el Estado mexicano disminuya su intervención no redundaría, por una ley casi física, en un incremento del poder y la influencia del Estado norteamericano. A ese efecto es necesario analizar objetivamente el poder nacional y el factor de dominio de la gran potencia. Notas 1 2 Memoria de la Secretaría de Gobernación. (1928-1929). Ibid. (1929-1930). Ibid. (1933). Iturriaga, José E. "Los presidentes y las elecciones en México", en Ciencias Políticas y Sociales. Enero-junio de 1958. pp. 1-36. 3 4 70 s Ibid. Liewn, Edwin. Armas y Polittca en América Latina. Buenos Aires, Sur, 1960. pp. 151-152. 7 Liewen. Op. cit. II Brademburg. Op. cit. 9 Dirección General de Estadística. Anuarios. 10 Desde 1959 sólo se publican las cifras correspondientes a los periódicos registrados en la Dirección General de Correos, por lo que las cifras bajan considerablemente: 206 en 1960, 186 en 1961 y 181 en 1962. 11 Informe del Sr. Alfonso Marcué González, Conservador del Museo del Tesoro Artístico de la Basílica, 1962. 12 Rivera R., Pedro, S.J. Instituciones Protestantes en México. México, Editorial Jus, 1962. p. 122. . 13 Este cálculo -extremadamente conservador- es posible que se refiera a la influencia directa de la Iglesia. 14 Iturriaga, José E. La estructura social y cultural de México. México, Fondo de Cultura Económica, 1951. p. 146. 1 S Razón respecto del total de población católica. 16 Para un estudio preliminar del desarrollo capitalista de México cf. nuestro ensayo: "MéxicO': el ciclo de una revolución agraria", en Cuadernos Americanos. Enero-febrero 1962. pp. 7-29. 1 7 Cf. Ceceña, José Luis. El capital monopolista y la economía de México. México, Cuadernos Americanos, 1963. 111 Cf. González Cosío, Arturo. "Clases y estratos sociales" en México: Cincuenta Años de Revolución. México, Fondo de Cultura Económica, 1961. T. 11, p. 73. 6 19 Guzmán Valdivia Isaac. "El movimiento patronal" Cincuenta Años de Revolución. T. 11, p. 318. 20 er. Leyes de Cámaras de Industria y de Cámaras Comercio. 21 Brademburg. Op. cit. 22 González Cosío. Op. cit. p. 73. 23 Cf. Memoria de las Oficinas de la Junta de Gobierno de Organismos y Empresas del Estado. México, Secretaría Patrimonio Nacional, 1962 y 1963. en de los del 24 Campos Salas, Octaviano. "Las instituciones nacionales de crédito" en México: Cincuenta años de Revolución. Op. cit. T.I, P,422. 2S Para un estudio más amplio Cf. Ibid. pp. 420444. 1°11"" 'r: CAPITULO III EL PODER NACIONAL Y EL FACTOR DE DOMINIO México está ubicado en la zona de influencia de la economía y el Estado norteamericanos, a cuyo favor opera el factor de dominio. Su historia internacional en lo que va del siglo XX -sobre todo en el periodo de la Revolución Mexicana- es una historia de medidas políticas, militares, económicas, que buscan limitar la influencia norteamericana e incrementar la capacidad de negociación del Estado mexicano.' Historia de tropiezos, avances y retiradas, la dinámica de la desigualdad no se rompe. A distintos niveles, y con una capacidad de negociación mucho más alta de la que teníamos en el pasado, el mismo problema se sigue planteando, ora en el terreno económico, ora en el político y el cultural. Para tener una idea aproximada del poder nacional y el factor de dominio que sobre México ejercen los Estados Unidos vamos a limitarnos a los indicadores más gruesos que caracterizan el fenómeno en lo económico y político, a sabiendas de que en este breve ensayo dejamos de lado muchas posibilidades de medición y análisis, tanto de la fuerza de negociación del Estado mexicano como del peso que ejerce sobre él la gran potencia. 1. Aunque "la aportación total del exterior a la capitalización interna apenas significa el 2.3% de la inversión territorial bruta", ya hemos visto cómo en las 400 empresas más poderosas de México -aquellas que prácticamente controlan la economía nacional- más del 50% corresponde a empresas extranjeras y de fuerte participación extranjera. n. Dentro de las empresas extranjeras las empresas predominantes son las norteamericanas, y su participación 72 en la inversión extranjera directa, lejos de disminuir se incrementa a lo largo de las dos últimas décadas. En las postrimerías del gobierno de Cárdenas la inversión norteamericana representaba el 62% del total de inversiones extranjeras; en el periodo de Avila Camacho (1941-46) el 66%; en el de Alemán (1947-52) el 72%, en los cinco primeros años del gobierno de Ruiz Cortines (1953-57) el 74%, Después de 1957 el Banco de México deja de publicar los datos; pero es creíble por la propia tendencia y por circunstancias nacionales e internacionales que haya seguido aumentando la proporción que corresponde a Norteamérica del total de inversiones directas en México o, en forma muy conservadora, que se haya mantenido igual (Cuadro XIX). 1Il. Del total de créditos con el exterior la Proporción más alta corresponde a los Estados Unidos de Norteaméri. ca. En 1964, de los créditos obtenidos a través de Nacional Financiera el 54.8% correspondió a ese país. Estos créditos, mucho más convenientes desde el punto de vista económico que las inversiones directas, en la medida que no producen saldos desfavorables y, lo que se ha dado en llamar descapitalización, no excluyen sin embargo el hecho de que, hasta hoy, los intentos de diversificar las fuentes de crédito en el extranjero no han acabado con el predominio de las fuentes norteamericanas. En el mismo año Inglaterra contribuyó con 15.2% y Francia con el 8.1% pero Alemania sólo contribuyó con el 3.60/0, Bélgica con el 2.6%, Canada con el 1.6%, Holanda con el 1.2% y los organismos internacionales con el 8.4%, La contribución de Suecia, Suiza e Italia fue de menos del 1%.1 Añádase al hecho anterior que mientras de 1945 a 1954 el promedio anual de créditos dispuestos fue de 35.1 millones de dólares, de 1955 a 1964 el promedio es de 207.1 millones, esto es, más de cinco veces mayor (Cuadro XX). IV. "La actividad económica interna depende en un 15% del mercado exterior, por ciento que constituye el 73 grado cuantitativo de dependencia externa de la economía mexícana.?? El mercado exterior dominante es el norteamericano que ha absorbido a lo largo de los últimos 40 años (1925-65) más del 60% del total de las importaciones: el 69% en el gobierno de Calles; el 65% en el maximato; el 65% en el gobierno de Cárdenas; el 86% en el de Avila Camacho; el 85% en el de Alemán; el 79%en el de Ruiz Cortines; el 70% en el de López Mateas y el 64% en el primer año del gobierno actual. En el mismo periodo la proporción que ha correspondido al mercado norteamericano del total de las exportaciones de México es como sigue: 70% (Calles), 58% (maximato), 68% (Cárdenas), 85% (Avila Camacho), 78% (Alemán), 63% (Ruiz Cortines), 62% (López Mateas), y 72% durante el primer año del gobierno de Díaz Ordaz (Cuadro XXI). Si se observan estos datos se advierte que la gran crisis del 29 hace disminuir la proporción de exportaciones e importaciones de Norteaméríca; que la Guerra Mundial aumenta la proporción, y que después ésta sólo disminuye en los últimos tiempos, aunque sigue predominando con un 60% el mercado norteamericano para nuestras importaciones y exportaciones. V. La situación de México en lo que se refiere al monocultivo o a la dependencia de uno o unos cuantos productos de exportación siempre ha sido más favorable que la de otros países subdesarrollados. Sin embargo esta dependencia existe respecto de unos cuantos productos, en su mayoría agrícolas y mineros, expuestos a una depresión secular en el mercado mundial, a variaciones cíclicas considerables en su volumen y precios y a especulaciones y presiones económico-políticas del exterior (Cuadro XXIb).3 En el gobierno de Calles los tres principales productos de exportación constituían el 44% del valor total de las exportaciones; en el maximato el 36% en el gobierno de Cárdenas el 42%, en el de Avila Carnacho el 32%, en el de en el de Alemán el 32%, en el de Ruiz Cortines el SセッL López Mateos el 38% y en el primer año del gobierno 74 actual el 32%. Los cinco principales productos constituíar en los mismos periodos el 60%, el 49%,el 59%, el 42%, el 44%, el 48%, el 47% y el 40%, respectivamente. Y tomando el valor de los 10 principales productos SI tiene que constituían el 76% en el primero de eso periodos (1925-28), el 70% en el siguiente 0929-34), e 76% de 1935 a 1940, el 61% de 1941 a 1946, el 60% de 1947 a 1952, el 58% de 1953 a 1958, el 63% de 1959 a 1964 y en 1965, primer año del gobierno actual, consti. tuían el 55%. La economía mexicana en sus exportacíones depende pues en más de un 30% de tres productos, er más de un 40% de cinco productos y en más de 50% de diez productos, en su gran mayoría no manufacturados, ) que tienen como principal salida el mercado norteamerica no (Cuadro XXIb). La variación de la proporción que representan lo' productos en el total de las exportaciones proviene de un: multitud de factores, entre los que sigue predominando e mercado exterior; y aunque es visible, en medio de la variaciones, una ligera tendencia decreciente, todavía l: economía mexicana sigue siendo más vulnerable que la d, los pequeños países exportadores de artículos manufactu rados, que han roto el monocultivo definitivamente, SI han industrializado y han diversificado su comercio exte rior, estableciendo relaciones en que ya no opera 1 dinán'Úca de la desigualdad. A los datos anteriores, que demuestran el predominí. de la economía norteamericana en las inversiones extranje ras -directas o indirectas-, y en el mercado de importa ción-exportación, así como una relativa vulnerabilidad pe el tipo y la cantidad de productos de exportación, s añaden una serie de datos políticos y culturales qu reafirman la situación: VI. De 1801 a 1878 Gastón García Cantú registra 7 invasiones, amenazas, despojos y agravios que sufre Méx co por parte de los Estados Unidos.4 Con posteriorida hay varios atentados del mismo tipo bien conocidos: invasión de Veracruz, la expedición Pershing. Estos hechr prácticamente terminan con la política M Franklin D. Roosevelt y ceden paso a meras presiones políticas, que no pueden violar abiertamente el precedente sentado por Roosevelt, y que tienen quetomar en cuenta la situación de un México mueho más desarrollado. VII. De 1848 a 1958 hemos registrado 305 pactos y tratados bilaterales que firma México, de los cuales 94 (el 30%) con los Estados Unidos; de 1921 a 1958 registramos 246 pactos y tratados, de los cuales 85, o sea el 340/0, con los' Estados Unidos. Los datos anteriores revelan que los Estados Unidos son el país con el que más vínculos polítiéostenemos, hecho explicable en parte por la vecindad que nos une. Sin embargo, para descubrir el factor de dominio en este terreno habría que estudiar .analítícamente los tratados, convenios, pactos, y hacer la historia de ' aquellos que fueron impuestos al país en condiciones de desígualdadry -de fuertes presiones políticas, como los famosos, 'tratados de Bucareli; la historia de aquellos que los Estados Unidos trataron de imponer y no fueron aceptados, como el de Warren G. Harding, y aun la de otros que, con una igualdad formal, en la realidad operan en forma disimétrica, VIII. Hay, por otra parte, terrenos en que las barreras culturales son un obstáculo importante a la penetración de la influencia norteamericana. Así, del total de libros importados para la enseñanza primaria, los norteamericá- " nos alcanzan el 55% (1930), el 56% (1935), el 85% (1945), el 84%(1950), el 78% (1955), el 37%(1960), el 73% (1964).5 Destinados a la enseñanza de los niños' norteamericanos radicados en México, y de algunos niños de clases medias y altas que asisten a escuelas norteameri- : canas, su peso es relativamente pequeño, aunque no menospreciable, pues influye en la formación de una parte de los futuros cuadros dirigentes. IX. Algo semejante ocurre en la religión, pues no obstante los muy diversos y prolongados intentos de catequización protestante el número de セッGョカ・イウᄏクゥ canos es mínimo. Se dice que a 10 largo del territorio el 76' nacional operan entre 104 Y 115 sociedades protestantes "cada una trabajando a su modoyor' 'implantar' y' fortifí. car el protestantismo en suelo mexicano";' que México "ocupa el cuarto lugar del mundo en número de セ←ゥ・、。ᄋ des protestantes, superado solamente por la' India, Japón .y Brasil", que hay 65 seminarios protestantes con. una proporción respecto del total de la población que セウ el doble de la de Colombia, Argentina.o Brasily que hay, en escuelas, fin, 2 777 centros educativos protestantes セ・ョエイ centros de estudio y recreo, casas de estudiantes-e;" se sabe, en fin, que el protestantismo, en su gran mayoría está subsidiado con dinero norteamericano. Su influencia sin embargo no es muy grande. y políticamente no constituye un factor de peso. Incluso cuando consideramos el incremento del protestantismo en México en números relativos advertimos que es muy inferior al de la población católica. Mientras, en el periodo 1930-1960 la población católica aumenta en un 48%, la protestante sólo tiene un incremento del 22% (Cuadro XV). Quizás el descubrimiento que hizo Gamio de que en los braceros es la cultura técnica norteamericana la que realmente influye, mientras conservan en general los demás patrones de su cultura, es un fenómeno que se da mutatis mutandis en otros sectores de la población, en los que la imitación de las .técnicas, y hasta de los gustos y costumbres de Norteamérlifa, deja sin embargo relativamente intactas las I estructuras culturales, espirituales y políticas de los mexicanos. En este sentido es urgente hacer un estudio de la influencia de la cultura norteamericana en México y en los distintos tipos de mexicanos, y ver también los aspectos positivos que ha tenido en la innovación y adopción de las técnicas industriales y admínistratívas. Pero hay terrenos donde la influencia norteamerícana es muy grande o, por lo menos, lo Son los instrumentos ' de que Norteamérica dísponey que en un momento dado adquieren un fuerte peso político: . X. Las fuentes de abastecimiento de noticias interna" 77 cionales en los principales diarios son predominantemente norteamericanas. Así, tomando algunos meses deperiódi· cos representativos se descubre lo siguiente: En el mes de febrero de 1962, del total de noticias internacionales publicadas por El Universal el 63% fueron suministradas por agencias norteamericanas; de las publicadas por Novedades el 78% eran norteamericanas; de las publicadas por Excélsior el 62%. En el mes de junio del mismo año la proporción de noticias proporcionadas por agencias norteamericanas, respecto del total de noticias extranjeras, es como sigue: El Sol de Puebla 75510; Excélsior 58%; El Universal 680/0. Entre el 63% y el 75% de las noticias extranjeras de la prensa mexicana -son de agencias norteamericanas.? La Prensa Asociada (AP) y la Prensa Internacional Unida (UPI) tienen prácticamente el monopolio de las noticias extranjeras. La Prensa Francesa (AFP) y la Reuter sólo excepcionalmente o en forma secundaria son utilizadas. Otras agencias ocupan lugares insignificantes en los grandes diarios o no ocupan lugar alguno. XI. De un estudio que realizó el investigador norteamericano John C. Merril sobre los Estados Unidos y la prensa mexicana se advierte la importancia cuantitativa que tiene el país vecino en la información sobre el extranjero. El estudio se basó en el análisis de diez periódicos diarios: Excélsior, Novedades, El Norte de Monterrey, Diario de Culiacán, El Heraldo de San Luis Potosí, el Diario de Yucatán, el Sol de Tampico, El Fronterizo de Ciudad Juárez, El Occidental de Guadalajara y El Imparcial de Hermosillo. Los diez periódicoS fueron analizados durante el mes de enero de 1960, en que su circulación total combinada alcanzó la cifra de 477 340 ejemplares y un número aproximado de 2 000000 de lectores. Algunas de las conclusiones del autor son muy importantes para el estudio del problema que nos ocupa: l. "Los diez diarios presentaron a sus lectores 4 110 noticias sobre los Estados Unidos, en un mes, con total de 34 094 columnas pulgada. Esto equivale a 213 78 páginas de material norteamericano durante el mes, cantidad considerable cuando se piensa, que en conjunto los diez diarios sólo tenían 3 555 páginas como total para la información y las páginas editoriales, durante el mismo mes." 2. "Es interesante notar que Excélsior y Novedades, dos diarios mexicanos que aproximadamente tienen la misma dimensión (en páginas diarias y circulación) que siete periódicos sudamericanos de "calidad" que estudió en 1959 James W. Markham de la Universidad de Pensylvania, usaron más espacio para el material norteamericano que los siete diarios sudamericanos para todo el material extranjero. " (Subrayado en el original.) 3. "Otro índice de las dimensiones gigantescas de la imagen física de los Estados Unidos en dos grandes diarios de la ciudad de México se advierte por el hecho de que Novedades publicó tanto material sobre los Estados Unidos en treinta días como el que publicó el New York Times (en el estudio de Markham) en ese mismo número de días sobre todos los países extranjeros, y que Excélsior publicó más material sobre los Estados Unidos que el gran periódico neoyorquino 'sobre el mundo'." Cabe observar que Merril advierte una actitud anti-americana en la prensa mexicana sin que precise si ésta se debe al llamado "efecto boomerang" de la propaganda, en que el propagandista logra exactamente los efectos contrarios a los que se propone, o a que le parecen insuficientes los elogios a los Estados Unidos y excesivas las críticas, hecho este último que se aproxima más a la idea del autor, y que aunque no funda suficientemente, es digno de analizarse. 8 , XII. De otra parte la importancia de la influencia directa de la prensa norteamericana en México se percibe cuando se repara en el hecho de que tres revistas norteamericanas en español alcanzaron en 1964 un tiraje medio mayor en más de 200 000 ejemplares (lOO 000 más que en 1961 ) que las diez principales revistas mexicanas (Cuadro XXII), y que una de esas revistas norteamericanas 79 en español (Selecciones del Reader's Digest) tiene una circulación en la provincia 6 veces mayor que el diario mexicano de mayor circulación (Cuadro XXIII). Hay otro hecho digno de tomarse en cuenta. XIII. Del total de películas estrenadas en México de 1950 a 1964 el 52% son norteamericanas y el 24% mexicanas, y en ese mismo periodo, del total de películas extranjeras, el 69% son norteamericanas (Cuadros XXIV y XXV). Todas estas circunstancias -económicas, políticas, culturales- que se encuentran a 10 largo de la evolución histórica de México, y que subsisten o aparecen bajo nuevas formas en la actualidad, condicionan de una manera importante las decisiones políticas de la, nación, del Estado, de los partidos, grupos de presión e interés, y limitan seriamente el poder del rEjecutivo. A ellas habría que añadir otras no menos importantes, como el hecho de que para el equilibrio de la balanza de pagos y la estabilidad monetaria del país cuenten de una manera muy importante -entre el 35 y el 47% del total - los ingresos por turismo y braceros, que están expuestos a variaciones cíclicas, a crisis económicas y políticas, y a las consiguientes y naturales presiones. Todo ello obliga a reparar cuidadosamente en la estructura del Estado mexicano y en las limitaciones que el Estado mexicano tiene, en las causas externas que determinan sus debilidades, en sus propias limitaciones económicas y políticas, y en la forma de perfeccionar su estructura para incrementar su capacidad de negociación Y romper la dinámica de la desigualdad. Es evidente que México es un Estado, y el Estado mexicano -presidencialista- es dueño de los instrumentos , vitales de la economía nacional. Todos esos son hechos que explican por qué en medio de condiciones externas difíciles, México puede hoy -después de una revolución! popular que originalmente sentó las bases del Estado.., .'.1"" continuar una política nacionalización .•. • • .• .• .•. •. .• • .••. -como la reciente compradedeliberación la industriay eléctricay lJJllli6 W セN xセ política internacional independiente, basada en sus tradiciones nacionales y útil para conservar su capacidad de negociación en lo económico, como el no aceptar pactos militares con los Estados Unidos, o no alinearse servilmente en la política norteamericana contra Cuba. Si ello ha significado el que tenga una ayuda insignificante de los Estados Unidos en comparación con lo que han recibido en forma de donativos y ayudas otros países de América Latina (tres y medio millones de dólares en la década 1950-59 frente a 424 que recibe toda América Latina), ello ha significado también la existencia y sobrevivencia del Estado mexicano, y el que en medio de las dificultades y presiones México sea uno de los países de mayor estabilidad en América Latina, y quizás el único donde el sentimiento "antiamericano" ha cedido el paso a un sentimiento estratégico de la independencia nacional y el desarrollo. Notas 1 Nacional Financiera, S. A. Informe anual correspondiente a 1964. México, 1965, p. 49. 2 Cf, Secretaría del Patrimonio Nacional. Memoria 1960. 3 Colaboraron en el registro de los datos sobre los principales • productos de exportación Pedro Guzmán Gallegos, Juan Antonio Mateos, Daniel de la Pedraja, María Guadalupe Puente González, Jorge Arturo Ojeda, estudiantes de la E. N. de C. P. y S. 4 García Cantú, Gastón. "México en el Mediterráneo Americano" en Revista de Ciencias Políticas y Sociales. Año VII. Julio-septiembre, 1961. Núm. 25, pp. 7-10, 16 Y 23. 5 Cf. Comercio Exterior. Anuarios Estadísticos. Rivera R., Pedro, S. J. Op. Cito pp. 22, 73, 78, 87-92. Colaboraron en la recopilación Carlos Narváez y José Manuel Morante, estudiantes de la E. N. de C. P. y S. 6 7 8 Merrill, jッィセ C. "The United States as seen from México". Joumal of Interamerican Studies, January 1963, pp. 53-66 Y en Particular 55 y 56. 81 LA ESTRUCTURA SOCIAL Y POLITlCA CAPITULO IV DE LA ESTRUCTURA POLITICA A LA SOCIAL Contemplando en una perspectiva general la evolución de los factores reales de poder y la estructura del gobierno mexicano se advierte cómo han perdido fuerza e importancia los caciques y el ejército; desapareciendo prácticamente aquéllos y conviertiéndose éste en instrumento de un Estado moderno; se advierte igualmente cómo el poder que ha recuperado la Iglesia en lo político opera en un nuevo contexto y siendo un factor importante, para nada hace prever el que vuelva a jugar un papel similar al del pasado. Se perfila, en fin, un poder relativamente nuevo en la historia de México que es el de los flnancieros y empresarios nativos, los cuales constituyen, al lado de las grandes empresas extranjeras y de la gran potencia que las ampara, los factores reales de poder con que debe contar el Estado mexicano en sus grandes decisiones. Por su parte el Estado aparece como el más grande empresario del país, con una fuerza propia indiscutible en lo económico, reforzada en lo político por un régimen presidencialista que concentra el poder en manos del gobierno central y del jefe del Ejecutivo. El carácter funcional que tiene este instrumento para la estabilidad política del país y para el desarrollo económico no puede escapar a nadie. Es cierto que ha roto en todas y cada una de sus partes los elementos de la teoría clásica de la política y de la teoría clásica de la economía; pero es un instrumento útil para el desarrollo de un Estado-nación que surgió en un ámbito internacional muy distinto al de la Europa burguesa y de los Estados Unidos de Norteamérica. . El Estado empresario y la concentración del poder en 85 un régimen presidencialista han tenido múltiples funciones de estabilidad y desarrollo, entre las cuales destacan: a) La posibilidad de concentrar recursos escasos para una utilización mínimamente racional, dentro de un régimen de libre empresa o capitalista; b) La estabilidad política .' de un país amenazado de intervención por las grandes empresas y las grandes potencias, y e) La posibilidad de salir al terreno mundial juntando las fuerzas nacionales, para aumentar la capacidad de negociación y romper -así sea paulatinamente- la dinámica externa de la desigualdad que es tipica del subdesarrollo. Este sentido funcional del Estado mexicano, y el carácter funcional que tienen sus principales instrumentos parece más comprensible cuando se piensa en México como un país subdesarrollado, y se observa que el régimen presidencialista sirvió para acabar con las conspiraciones del Legislativo, del ejército y el clero, que el partido predominante sirvió para acabar con los caudillos y sus partidos de membrete, que el régimen centralista de hecho sirvió para acabar con los feudos regionales, que la intervención en el gobierno local más que eliminar a los municipios libres sirvió para controlar a los caciques locales, que el Estado empresario fue la base de una política nacional de desarrollo económico e industrial, ahí donde 'hacían falta grandes inversiones de estructura -en caminos, presas, centros de producción- y ahí donde la iniciativa privada, mexicana y extranjera, se mostraba tímida e indiferente para invertir; que las limitaciones a la propiedad sirvieron para hacer la reforma agraria y la expropiación petrolera, sentando las bases del mercado interno y la capitalización nacional, en un país donde número de clientes era muy pequeño y el de empresarios nacionales prácticamente inexistente. Todos estos hechos y experiencias prueban que sido insensato aplicar al pie de la letra la teoría clásica de la democracia y la teoría clásica de la economía. El respeto al "equilibrio de poderes" habría sido respeto Nセ lasconspiraciones de una sociedad semi-feudal, el respet 86 a los partidos habría sido respeto a los caciques y militares que tenían sus partidos; respetar el "sistema de contrapesos y balanzas" habría equivalido a tolerar los caciques y caudillos regionales, y respetar el municipio libre a tolerar la libertad de los caciques locales; observar el principio de no intervención del Estado en la economía habría implicado "dejar hacer" al subdesarrollo y a la intervención de las compañías monopólicas extranjeras y de sus respectivos Estados; cumplir con el derecho irrestricto de la propiedad habría significado mantener la propiedad semi-feudal y extranjera, y un statu quo que hace imposible la creación del mercado interno y la capitalización nacional. Todos éstos son hechos evidentes, que los detractores del Estado mexicano no perciben y que los propios gobernantes e ideólogos de la revolución frecuentemente soslayan, pretendiendo que han sido fieles a la teoría clásica de la democracia '1 de la economía, retorciendo y ocultando los hechos, malinterpretando la historia propia para que se piense que su fidelidad a Montesquieu y a Mawson está fuera de duda, y padeciendo un complejo de culpa y un proceso de símulacíón que les impide ver los verdaderos problemas y los invita también a ocultarlos. Pero es evidente que el Estado mexicano y el tipo de セウエゥオ」ッョ・ que ha ido formando cuidadosamente han SIdo un buen instrumento -dentro de 'un sistema capitalista- para frenar fa dinámica externa de la desigualdad, para enfrentarse "a .las grandes compañías monopólicas y negociar con ellas y con .Ias grandes potencias, en planos cada vez menos desiguales, y han sido un excelente instrumento para el arranque del desarrollo nacional. No cabe duda sin embargo que este instrumento tiene limitacienes y que estas limitaciones son visibles en la propia política de desarrollo independiente, pero sobre todo, cuando se repara en el subdesarrollo como fenómeno intento y en la dinámica interna de la, desigualdad. P<?rque, casualmente aquí, corno en otras muchos terrenos . dé la 、ゥョセ」。 social, lo que es relativamente funcional a • . 87 un fin puede ser disfuncional a otro, y lo que puede ser útil para una meta nacional puede ser adverso para otra meta igualmente nacional. Y éste es el verdadero problema que se plantea al país, y no el haber violado la teoría clásica de la economía y de la democracia, sino el no haber logrado romper aún la dinámica externa y sobre todo la dinámica interna de la desigualdad, típicas del subdesarrollo; el usar ese formidable aparato como parte de una dinámica interna de la desigualdad que, al acentuarse, resta fuerzas al desarrollo nacional y al propio poder nacional. Pero para analizar este problema es necesario relacionar la estructura política con la estructura social del país. Ahora bien, de las múltiples posibilidades de análisis de las relaciones entre la estructura social y la estructura política de México, vamos a limitamos aquí a las que nos dan un panorama global, y que más directamente ligadas se hallan con la acción política. Al efecto vamos a estudiar: I. Las relaciones entre el marginalismo social y el marginalismo político; 11. Las relaciones entre la sociedad plural, el colonialismo interno y la manipulación política; III. Las relaciones entre la estratificación social セ la inconformidad política; N. Las relacionesentre la movilización,la movilidad social y el conformismo político, y V. Las formas en que se manifiestan la inconformidad y las luchas cívicas. Estos apartados o divisiones de nuestro análisis, corresponden a fenómenos que lejos de estar separados entre sí se hallan íntimamente relacíonados y que dividirnos exclusívamente por razones de método. Es más, cada uno de no sólo defme las relaciones entre sociedad 'y política, sino la esencia de una nación subdesarrollada y eni¡!>t()(:eso de desarrollo. CAPITULO V LA SOCIEDAD PLURAL I. MARGINALISMO y DESARROLLO El marginalisrno, o la forma, de estar al margen del desarrollo del país, el no participar en el desarrollo económico, social y cultural, el pertenecer al gran sector de los que no tienen nada es partícularmentecaracterístíco de las· sociedades subdesarrolladas. No sólo guardan éstas una muy desigual distribución de la riqueza, del ingreso, de la cultura general y técnica, sino que con frecuencia-como es el caso de México- encierran dos o más conglomerados socio-culturales, uno super-participante y otro supermarginal, uno dominante -Jlámese español, criollo o ladino- y otro dominado -llámese nativo, indio o indígena.' Estos fenómenos, el margirialismo o la no participación en el crecimiento del país, la sociedad dual o plural, la heterogeneidad cultural, económica y política que divide al país en dos o más mundos con características distintas, se hallan esencialmente ligados entre sí y ligados a su vez con un fenómeno mucho más profundo que es el colonialismo interno, o el dominio y explotación de unos grupos culturales por otros. En efecto, el "colonialismo" no es un fenómeno que sólo ocurra al nivel internacional, . -corno comunmente se .piensa- sino que seda ・ョセャ . bayel1 interior de una misma nación, en la medida en アオセ ella una heterogeneidad étnica, en que se ligan 、・セZL i das etnias cen íes grupos y セD dominantes, y PエNョャDセGj los dominados. Herencia de1.pasado,•. el セアヲゥNLᄋ . セIᄋYjQN セゥ・ャGNjPエ yel セQgョゥ。ャDエY・NMアs「ウ .. ゥiQセゥXjセ y、o • ・セYサᄋ NッM Nセエ . figuran aún las características de la sociedad y la política nacional. .El marginalismo se puede medir de las más distintas maneras. Los censos mexicanos recogen datos de tipo -universal y otros específicos que son de gran utilidad para analizar el fenómeno; así, registran la población que es analfabeta, la población que no come pan de trigo porque come exclusivamente maíz o no come ni lo uno ni lo otro -hecho estrechamente vinculado alos niveles de vida y al marginalismo-, la población que' no usa zapatos porque usa huaraches o anda descalza, la población en edad escolar que no va a la escuela, la población que no bebe leche, ni come carne, o pescado. Algunos de estos indicadores aparecen en todos los censos desde principios de siglo, otros no; pero en cualquier caso con los que existen podemos tener una imagen del . problema actual y de su evolución en la época contemporánea. 1. En primer término es conveniente precisar cómo el marginalismo, que se da en las ciudades, bajo formas por demás impresionantes, características del modo de vivir en las zonas de tugurios y los "cinturones de la miseria", es un fenómeno que tiende, sin embargo, a asociarse de una manera muy estrecha a la vida rural. La sociedad marginal es predominantemente rural. a) De acuerdo con el censo de 1960 existen en el país 27 980 000 habitantes de 6 o más años. De ellos, 1741.0000 son alfabetos y 10 570000 son analfabetos. Entre la población urbana el número de alfabetos es de 10750000, el de analfabetos de 3430000. Entre la población rural el número de alfabetos es de 6 660 000, el de analfabetos es de 7 150000. Esto es, que mientras en la población urbana el 76% es alfabeta, en la rural sólo el 48% es alfabeta, y mientras la población urbana sólo cuenta con un 24% de analfabetos, la población rural iLl\;llUU.¡a un 52%(Cuadro XXVI). acuerdo con el mismo censo de 1960, de un de 33 780000 habitantes mayores de un afio, comían pan de trigo 23 160 000 Y no comían pan de trigo 10 620 000. Entre la población urbana comían pan de trigo 14940000 Y no comían pan de trigo 2180000, Y entre la población rural comían pan de trigo 8 220 000 Y no comían pan de trigo 8430000. Esto es, que mientras entre la población urbana sólo el 13% no comía pan de trigo entre la población rural se encontraba en esas circunstancias el 51% de los habitantes mayores de un año (Cuadro XXVII y XXVIII). e) En 1960, de acuerdo con el censo, 25 630 000 habitantes de uno o más años tomaban uno o más de estos alimentos: carne, pescado, leche y huevos, niientras 8 140 000 no tomaban ninguno de esos alimentos. Entre la población urbana comían uno o más de esos alimentos, 14 970 000 habitantes y no comían ninguno de esos alimentos 2 160 000. Entre la población rural 10 660 000 habitantes comían uno o más de esos alimentos, mientras 5 990 000 no comían ninguno de esos alimentos. Esto es, que entre la población urbana 87% comía carne, pescado, leche y huevos, y no comía ninguno de esos alimentos el 13%; mientras entre la población rural los comía del 49% del total y no los comía el 51%. d) En 1960 usan zapatos 21 040 000 habitantes (de uno o másaños), usan huaraches o sandalias 7910000 Y andan descalzos 4 830000. Esto es, que no usan zapatos 12 740 000 habitantes. Entre la población urbana usan zapatos 14 450000 habitantes y no usan zapatos 2 680 000. Entre la población rural usan zapatos 6590000 Y no. usan zapatos 10 060 000. Así, el 84% de la población urbana usa zapatos y no usa zapatos el 16%, mientras sólo el 40% de la población rural usa zapatos y no los usa el 60%. Por lo que respecta a la población descalza, asciende a 1 010 000 en las ciudades y a 3750000 en el campo, esto es, que mientras en las ciudades el 6% de la población anda descalza en el campo anda descalza el 23%. El análisis estadístico de estos indicadores revela que el analfabetismo, el no comer pan de trigo, el no comer ni carne, ni pescado, ni leche, ni huevos, el no usar zapatos o el andar descalzo son fenómenos estrechamente asociados a la vida rural. Se dan, es cierto, en las ciudades; pero no con la intensidad, con la magnitud que se dan en el campo (Cuadros XXIX y XXX). 2. De otro lado el análisis de estos mismos datos revela que .la población que no come pan de trigo está vinculada con la que no toma leche; la que no toma leche con la que no usa zapatos, con la que es analfabeta, con la que no come pan de trigo, etc. Hay una especie de marginalismo integral. La población que es marginal en un aspecto tiene altas probabilidades de serlo en todos los demás, constituyendo una inmensa cantidad de mexicanos que no tienen nada de nada.! 3. Si del estado actual del problema pasamos a su análisis en el tiempo observamos varios hechos muy importantes: Aunque la proporción de la población marginal respecto de la población total ha ido disminuyendo a lo largo de estos cincuenta afias, lo que revela un proceso de integración del país, la cantidad de población marginal ha ido aumentando en números absolutos y, de continuar las tendencias, aumentará todavía más en los próximos años. Observando la variación relativa de algunos indicadores del marginalismo se advierten los siguientes cambios: a) La población rural constituye el 71.3% del total de la población en 1910; el 69% en 1921; el 66.5% en 1930; el 64.9% en 1940; el 57.4% en 1950; el 49.0% en 1960; b) La población analfabeta (de 11 o más afias) constituye el 75.3% de ese grupo de edad en 1910; el 65.7%en 1921; el 61.5% en 1930. A partir de esa fecha los censos consideran al analfabetismo de la población de 6 o más años. En 1960 sabemos sin embargo que la población analtalJeta de 10 o más años sólo constituye el 33.49% XXXI). datos anteriores son por sí solos (Cu:ildrn •ゥイV・.セャエーLェᄋ 10 ウゥァjャエセ。カッs trar otros datos que permitan establecer series históricas de esa magnitud. Limitándonos pues a un periodo más corto (que va de 1930 a 1960, y en ocasiones de 40 a 60) encontramos un proceso similar de integración y desarro110 a través de otros indicadores: a) La población analfabeta de seis o más afios constituye el 66.6% del total en 1930; el 58.3% en 1940; el 44.1% en 1950; el 37.8% en 1960. b) La población escolar de seis a catorce años que no recibe educación escolar es el 48.7% del total de ese grupo de edad en 1930; el 54.7% en 1940; el 49.5% en 1950; el 36.6% en 1960. e) La población que no come pan de trigo es el 56.5% de la población de uno o más años en 1940; el 45.6% en 1950; el 31.4%en 1960. d) La población que no usa zapatos es el 51.5% en 1940; el 45.7% en 1950; el 37.7% en 1960 (respecto de la población de uno o más años). La conclusión que se deriva del análisis de estas series en sus valores relativos, es que tanto la Revolución Mexicana, como el desarrollo económico del país coínciden COn un proceso de integración nacional, de homogeneización de la población, y de disminución relativa del marginalismo en los más distintos terrenos. De aquí podemos derivar y derivamos conclusiones muy optimistas. 4. Pero estas circunstancias no impiden, sin embargo, que al contemplar el problema del orden de magnitud de la población marginal, considerada en números absolutos y al analizar sus tendencias generales se descubran los siguientes hechos: a) La población rural es de 10 810 000 habitantes en 1910; de 9870000 en 1921; de 11 010000 en 1930; de 12766000 en 1940; de 14810 000 en 1950; de 17,220 000 en 1960; b) La población analfabeta de once o más afIos es de 7820000 en 1910; de 6 970 en 1921; de 7220000 en 1930; de 7980000 en c) La población analfabeta de seis o más 9020000 en 1930; de 9450000 en 1940; de detO 570000 en 1960; d) La poblaci()n catot(:e afios que no recibe 1 690 000 en 1930; de 2550000 en 1940; de 2 970 OOOen 1950; de 3 120000 en 1960; e) la población que no come pan de trigo es de 10 800 000 en 1940; de 11 380000 en 1950; de 10 620 000 en 1960; f) La población que no usa zapatos es de 9 850 000 en 1940; de 11 410 000 en 1950; de 12740000 en 1960. 5. Por los datos anteriores se deduce que la población marginal de México ha venido creciendo a lo largo de estos cincuenta años, o ha permanecido numéricamente estancada. De continuar las mismas tendencias, la magnitud del problema de la población marginal será en 1970 como sigue: a) Población analfabeta 10 700000 (± 600000); b) Población en edad escolar que no recibe educación 3650000 (± 36000); e) Población que no come pan de trigo 10 600 000 (± 940000); d) Población que no usa zapatos 14 130 000 (± 120 000). O para decirlo de otro modo, de continuar las mismas tendencias, México tendrá en 1970 una población analfabeta de una magnitud similar a la que tiene en 1960; tendrá una población en edad escolar (de 6 a 14 años) que no vaya a la escuela mayor que la de 1960, tendrá una población que no coma pan de trigo igual a la de 1960, tendrá una población que no use zapatos mayor que la de 1960. 6. Los hechos y tendencias anteriores dan lugar a una interpretación pesimista del proceso social. Pero si se manejan en sentido estricto y con visión de conjunto se tienen que relacionar no sólo con la integración del país, que se advierte del análisis en números relativos, sino con el crecimiento absoluto de la población que sí participa del desarrollo. En efecto, el crecimiento lineal o el estancamiento de la población marginal se compagina con un crecimiento exponencial de la población general, y de la población participante del desarrollo. Y el ritmo de incremento de la población participante es mucho mayor el de la población general y por supuesto que el de la PQt>lación marginal. Estos hechos se observan a través de siguientes cifras: a) La población total es de 15 160000 en 1910; de 14330000 en 1921; de 16550000 en 1930; de 19650000 en 1940; de 25790000 en 1950; de 34920000 en 1960; b) La población urbana es de 4350000 en 1910; de 4470000 en 1921; de 5540000 en 1930; de 6 900 000 en 1940; de 10980000 en 1950; de 17 700 000 en 1960; c) La población alfabeta de once o más años es de 2990000 en 1910; de 3560000 en 1921; de 4530000 en 1930; de 15850000 en 1960 (de diez o más años); d) La población alfabeta de seis o más años es de 4530000 en 1930; de 6770000 en 1940; de 11 770 000 en 1950; de 17 410 000 en 1960; e) La población .que come pan de trigo es de 8 320 000 en 1940; de 13 590 000 en 1950; de 23 160 000 en 1960; f) La po blación que usa zapatos es de 9 260 000 en 1940; de 10 770 000 en 1950; de 21 040 000 en 1960; g) La población de seis a catorce años que recibe educación es de 1 790 300 en 1930; de 2 110 000 en .1940; de 3 030 000 en 1950; de 5 400 000 en 1960. Los datos anteriores nos explican el que haya disminuido en forma relativa la población marginal, pues aunque en números absolutos se haya estancado e incluso crecido, paralelamente y a un ritmo mucho mayor ha crecido la población participante del desarrollo. 7. De la dinámica general y la tendencia de estos hechos se da uno cuenta con más claridad y bajo una perspectiva distinta cuando se repara en las tasas de crecimiento de la población marginal y de la población Participante: Cuadro A. Si se observa el cuadro A se advierte: a) Que las tasas de crecimiento de la población participante, consideradas por décadas, son cada vez más altas en los siguientes casos: de la población urbana (periodo 1910-1960); de la población alfabeta de once o más años (periodo 1910-30); de la población alfabeta de seis o más afios (periodo 1930-1960); de la población que come pan de trigo (periodo de 1930-1960); de la población que Usa 9S CUADRO A TASAS DE CRECIMIENTO DE LA POBLACION MARGINAL y PARTICIPANTE (1910-1960) 1910- 1921- 1930- 1940- 19501921 1930 1940 1950 1960 Tasas de crecimiento de la población -5.44 Total Rural -8.71 2.69 Urbana Analfabeta (De 11 o más años) -10.78 Alfabeta 19.14 (De 11 o más años) Analfabeta (De 6 o más años) Alfábeta (De 6 o más años) Que no comen pan Que sí comen pan Que no usa zapatos Que sí usa zapatos Que no recibe educación Que sí recibe educación 15.47 18.73 31.22 35.40 11.57 15.84 16.07 16.27 24.07 24.47 59.25 61.19 3.58 3.49 3.49 3.49 4 26.93 83.41 83.41 83.41 4 4.79 -1.87 14.02 49.62 73.79 48.00 5.44 -6.72 63.33 70.38 15.79 11.66 16.28 95.28 50.55 16.54 4.86 18.33 43.41 78.16 zapatos (periodo 1940.1960); de la población que recibe educación (periodo 1930-1960); b) Que las tasas de crecimiento de la población marginal son siempte ínferíores (y a veces varias veces inferiores) a las tasas de i crecímíento de la PoblaCió.n participante, a excepción de .• la década 3Q..40, en el renglón de la población que no ••• recibe educación; e) Que ¡las tasas de crecimiento de la población marginal son negativas -esto es, suponen una disminución absoluta de la población marginal- sólo en el periodo bélico de la revolución (renglones de población .. rural y población analfabeta) en que la guerra civil mermó ·l!9bre todo a la población rural y analfabeta; en la década ;. . N^QセHIUP (renglones de población analfábeta) y en la Nセ de 195()..60 (renglón de la población que no co ᄀセエイゥXYI[ セIqオ・N ャセエ。ウ セ crecimiento de l 1•. \ GZゥ[MセO 'o', B^GZ セ ・ セゥ i"," エセnL_Z . población marginal presentan una tendencia creciente en el caso de la población rural (periodo 1910-60) y analfabeta (1940-60); y una tendencia decreciente en los siguientes casos: el de la población analfabeta (1921-1940); el de la población que no come pan de trigo (1940-1960); el de la población que no usa zapatos (1940-1960); el de la población que no recibe educación (1930-1960). Estas tasas de crecimiento descubren los procesos de integración nacional y de participación económica y social en las distintas décadas, y revelan que la velocidad que adquiere la población participante es cada vez mayor, década por década. Revelan igualmente que las tasas de crecimiento de la población marginal son decrecientes en la mayoría de los casos, es decir, que la población marginal crece cada vez a una menor velocidad. (Entre las principales excepciones se encuentra la población rural, que tiene tasas crecientes). Revelan, en fin, que la velocidad con que crece la población participante es superior a la velocidad con que crece la población marginal, y que sin embargo es insuficiente para disminuir en cifras absolutas el número de mexicanos marginales, salvo en la década 1940-50 por lo que se refiere a la población analfabeta y en la década 1950-60 por lo que se refiere a la población que no come pan de trigo. 8. Haciendo un balance de todos estos datos se derivan algunas conclusiones muy importantes, directamente vinculadas a los problemas actuales de la política y el desarrollo: a) A la integración del país, a la disminución relativa de la población marginal y al incremento absoluto de la población participante -datos todos ellos halagüefios- corresponde sin embargo un incremento absoluto de la población marginal. Esto es, que si hoy existe en México una proporción menor de población marginal, sin embargo en números absolutos, hay una cantidad mayor que en el pasado de mexicanos marginales, que constitu· yen problema -económico. cultural·:y político p .de fi1a&t1itud nacional;. y b) Que esta セョ￳ゥ」。ャ「ッー ᄋ・pセ N ᄋ . a ubiQa1Se セ el camp<> ya ser marginal no sólo en un. tJ:t un aspecto sino en varios a la vez, con 10 que tenemos una población marginal integral, desprovista -según los indicadores que hemos usado- de todos los bienes mínimos del desarrollo, de la alimentación, el calzado, la educación, etc. Ambos hechos constituyen el reto más vigoroso al desarrollo del país y a la política nacional, y dan a la estructura social de México las características de una sociedad dividida en dos grandes sectores, la de aquellos mexicanos que participan del desarrollo y la de aquellos que están al margen del desarrollo, que son marginales al desarrollo. La dinámica interna de la desigualdad presenta pues esta primera característica que no se puede ignorar ni en la descripción ni en la explicación de los grandes problemas nacionales. 11 MARGINALISMO y SOCIEDAD PLURAL La sociedad típicamente dual o plural está formada por el México ladino y el México indígena; la población super-marginal es la indígena que tiene casi todos los atributos de una sociedad colonial. La división entre los dos Méxicos -el participante y el marginal, el que tiene y el que ne tiene- esboza apenas la existencia de una sociedad plural, y constituyt: el residuo de una sociedad colonial; pero las relaciones entre el México ladino y' el México indígena tipifican de una manera mucho más precisa el problema de la sociedad plural y del colonialismo interno. Desgraciadamente al analizar estos fenómenos encontramos muy pocos elementos. Para el análisis de la sociedad plural disponemos de un indicador, el idioma. Para el análisis del colonialismo interno sólo contamos con indicadores indirectos, que revelan la existencia 'de una discriminación y de una explotación semi-coloniales. 1. La proporción de mexicanos que no hablan español hablan exclusivamente una lengua o dialecto indíes de 8.4% en 1930; de 3.8% en ,1940; de 3.6% en de 3.8% cm 1960 (respecto de la ーッ「ャ。」ゥ￳セ de 5 o más años). 2. En números absolutos las cifras son como siguen: 1 190000 en 1930; 1 240000 en 1940; 800000 en 1950 y 1 104 000 en 1960. 3. La población que hablando una lengua o dialecto indígena habla o "chapurrea" el español, y que, como han observado los antropólogos, es un población de cultura predominantemente indígena, que no pertenece o no está integrada a la cultura nacional alcanza las siguientes proporciones: 7.6% en 1930; 7.5% en 1940; 7.6% en 1950; 6.4% en 1960.4. En números absolutos las cifras son como siguen: 1070000 en 1930; 1 250000 en 1940; 1 650000 en 1950; 1 930000 en 1960. 5. La suma de la población indígena monolingüe y de la bilingüe constituye en números gruesos, conservadores, el problema de la población indígena, no integrada a la cultura nacional. Su proporción ha variado como sigue respecto al total de población de 5 o más afias: 16% en 1930; 14.8% en 1940; 11.2% en 1950; 10% en 1960. 6. En números absolutos las cifras son como siguen: 2 250 000 en 1930; 2 490 000 en 1940; 2450 000 en 1950; 3 030 000 en 1960. Frente a ella la población de cultura nacional presenta las siguientes características: 1. Es el 83.9% del total de 5 o más años en 1930; el 85.1% en 1940; el 88.8% en 1950; el 90% en 1960. 2. En números absolutos corresponde a 11 790 000 habitantes en 1930; a 14300000 en 1940; a 19370000 en 1950; a 25970000 en 1960 (Cuadro XXXI). Si se observan los datos anteriores se advierten los siguientes hechos: 1. La proporción de la población indígena monolingüe disminuye de 1930 a 1940 y de AO a 50, y vuelve a aumentar de 1950 a 1960. 2. La cantidad de la población indígena monolingüe permanece prácticamente igual a lo largo de estos treinta aftoso En números absolutos sólo disminuye en 1950 respecto de 1940, pero aumenta de SO a 60, y en 60 es prácticamente igual a lo que era en 1930. 3. La proporción de la población indígena bilingüe permanece prácticamente igual de 1930 a 1950 y disminuye entre 1950 y 60. 4. En números 4 99 absolutos la población indígena bilingüe tiene un aumento constante década por década y en todo el periodo. 5. La proporción de la población monolingüe y bilingüe, esto es, del total de la población indígena disminuye década por década y a lo largo del periodo 1930-60. 6. En números absolutos aumenta de 1930 a 1940, disminuye de 1940 a 1950 y vuelve a aumentar en 60. 7. La población de cultura nacional aumenta en números absolutos, década por década y a lo largo del periodo. De las características de este fenómeno se da uno mejor cuenta si se analizan las: TASAS DE CRECIMIENTO DE LA POBLACION DE CULTURA NACIONAL Y DE LA POBLACION INDIGENA (1930-1940) Tasas de crecimiento de la población 1930-1940 1940-1950 1950-1960 Total Rural Monolingüe Bilingüe Monolingüe-Bilingüe De cultura nacional 18.73 15.84 4.36 17.66 10.66 18.42 31.22 16.07 -35.72 31.79 -1.73 35.49 35.40 16.27 26.47 16.52 23.80 34.04 Las cifras anteriores nos llevan a las siguientes conclusiones: 1. Que las tasas sólo son negativas y por lo tanto suponen una disminución absoluta en la década 40-50 por lo que respecta a la población monolingüe y a la suma de la población monolingüe y bilingüe. Como no es de suponer que en esa década haya disminuido la natalídad o aumentado. la mortalidad de los indígenas, parece ser que única en que aumenta el número de aquellos a la el español y se que hay de la década de 40-50 la población bilingüe y la poblacion nacional alcanzan las tasas más altas de crecimiento, hecho significativo sobre todo por 10 que respecta a la población bilingüe, en tanto que parece crecer a expensas de la monolingüe, lo que supone el aprendizaje del español por grandes núcleos de indígenas que conservan sus lenguas y dialectos. 3. En la década de 1950-60 la población monolingüe crece a un ritmo mucho mayor que la rural, la monolingüe-bilingüe a un ritmo mayor, la bilingüe a un ritmo igual. Ahora bien, todos estos datos y los anteriores nos llevan a una conclusión muy sencilla: Si bien la proporción de la población indígena disminuye en estos treinta años, en números absolutos aumenta la cantidad de indígenas. La situación. parece ser todavía más notable en la última década, en que los censos registran a la vez un aumento relativo y absoluto de Ia población monolingüe, un aumento absoluto de la población bilingüe, un aumento absoluto de la población indígena en general, y una alta tasa de crecimiento, casi increíble, de la población . monolingüe y de la población indígena en general. Es posible considerar que el censo de 1950 subestimó la cantidad de población indígena, y que en realidad había más indígenas en 1950 de los que se censaron. Este hecho, implicaría que la situación real y la evolución del problema indígena en los últimos diez años, no es tan grave como parece, que no empeoró el problema indígena y la falta de integración de la población indígena a la cultura nacional, sino que mejoró el registro censal. Pero tal circunstancia no podría servir para negar otro hecho indiscutible: que la solución del problema indígena, no obstante ser uno de los grandes objetivos de la Revolución Mexicana, no obstante contar México con una de las escuelas de antropólogos más destacadas del mundo, y con técnicas de desarrollo que han probado su eficacia en lo particular y a pequei\a escala, no obstante eso.: sigué siendo de magnitud nacional. Es cierto que la indígenas respecto al total de la pobla· cion ha venido disminuyendo; pero es no menos cierto que en números absolutos la cantidad de mexicanos que no pertenecen a la cultura nacional ha aumentado de 2 a 3 millones de 1930 a 1960, y que lejos de ser más pequeño hoy el problema indígena en números absolutos es mayor en un tercio a lo que era en 1930. De continuar las tendencias, en 1970 tendremos una población monolingüe de 910 000 habitantes (más o menos 20 000) Y una población indígena (monolingüe-bilingüe) de 3 130000 habitantes, es decir, estaremos aproximadamente en la misma situación que ahora. y todos estos cálculos resultan conservadores: se basan sólo en los datos censales y en el criterio lingüístico. La realidad los supera en mucho, porque como han observado los antropólogos Isabel H. de Pozas y Julio de la Fuente: l. "Con alguna frecuencia encuentran los investigadores que los datos censales respecto a idioma difieren mucho de la realidad y que la disminución que se observa cada 10 años en la población indígenaminolingüe es más bien aparente, porque se censa, como hablantes de español, a indígenas que apenas hablan unas cuantas palabras de este idioma" y 2. Porque, con tal criterio (el língüístíco) la población indígena representa el 10% del total en 1960; pero si se toman otros indicadores, no menos importantes para definir al indígena, y ampliamente utilizados por los antropólogos, como la conciencia de pertenecer a una comunidad distinta de la nacional y aislada de las demás, o la cultura espiritual y material de tipo tribal o prehtspáníco," el número de indígenas "crece hasta llegar al 20 o 25% " Y es en nuestros días de 6 y hasta de siete v medio millones de mexicanos." " Este problema es mucho más importante y trascendente de lo que se haya dicho hasta ahora, no sólo por las características esenciales que tiene -sobre las cuales no han hecho énfasis ni la antropología ni la política revolucionaria- sino porque no se reduce a un problema de los sino que es un problema tíe la estructura rW:iorud, constituye la esencia de la estructura •del país, y por lo tanto no sólo sirve para explicar y analizar la conducta y situación de los indígenas sino la de los mexicanos en general, y con mucha mayor precisión y probabilidad objetiva que el simple análisis de la estructura de clases o de la estratificación social del país. III. SOCIEDAD PLURAL Y COLONIALISMO INTERNO Evidentemente la ideología del liberalismo, que considera a todos los indígenas como iguales ante el derecho, constituye un avance muy grande frente a las ideas racistas prevalecientes en la colonia. En la misma forma la ideología de la revolución constituye un avance no menos importante frente a las ideas darwinistas y racistas del porfirismo. Hoy el problema indígena es abordado como un problema cultural. Ningún investigador o dirigente nacional de México piensa -por fortuna- que sea un problema racial, innato. Latnovilidad social y política del país ha llevado a hombres de raza indígena a los más altos cargos y les ha permitido alcanzar el status social más elevado en la sociedad mexicana. Este fenómeno se ha dado desde la independencia y, particularmente, desde la revolución. Incluso la historiografía nacional y el culto de los héroes, han colocado entre sus más altos símbolos a Cuauhtémoc, el líder de la resistencia. contra los españoles y a Juárez, el presidente indio, el constructor del México moderno. El mismo fenómeno ha sido registrado por los antropólogos a niveles nacionales y locales: los individuos de raza indígena que tienen cultura nacional pueden alcanzar el mismo status que los mestizos o los blancos, desde el punto de vista económico, político y de las relaciones personales y familiares. Un hombre de raza indígena con cultura nacional no resiente la menor discriminación por su raza: puede resentida por su status económico, por su papel ocupacional o político. Nada más. Los hechos anteriores han llevado a. la antropología mexicana a 103 afirmar que el problema indígena es un problema cu1tural. Esta afirmación representa un avance ideológico frente al racismo predominante de la ciencia social porfiriana. Desde el punto de vista científico se trata de una afirmación que corresponde a la realidad. Sin embargo no la explica en todas sus características esenciales. El problema indígena es esencialmente un problema de colonialismo interno. Las comunidades indígenas son nuestras colonias internas. La comunidad indígena es una colonia en el interior de los límites nacionales. La comunidad indígena tiene las características de la sociedad colonizada. Pero, este hecho no ha aparecido con suficiente profundidad ante la conciencia nacional. Las resistencias han sido múltiples y son muy poderosas. Acostumbrados a pensar en el colonialismo como un fenómeno internacional, no hemos pensado en nuestro propio colonialismo. Acostumbrados a pensar en México como antigua colonia o como semicolonia de potencias extranjeras, y en los mexicanos en general como colonizados por los extranjeros, nuestra conciencia de ser a la vez colonizadores y colonizados no se ha desarrollado. A este hecho ha contribuido la lucha nacional por la independencia -Tucha antigua y actual- que ha convertido a los luchadores contra el coloniaje en héroes nacionales. A oscurecer el fenómeno, también ha contribuido, en forma muy importante, el hecho universal de que el coloniaje interno como el internacional presenta sus características más agudas en las regiones típicamente coloniales, lejos de las metrópolis, y que mientras en éstas se vive sin prejuicios colonialistas, sin luchas colonialistas, e incluso con formas democráticas e igualitarias de vida, en las colonias ocurre 10 contrario: el prejuicio, la discriminación, la explotación de tipo colonial, las formas dictatoriales, el alineamiento de una población dominante con una raza y una cultura, y de otra población -dominada- con raza y cultura distintas. Esto es 10 que también ocurre en México: en las áreas de choque, en las regiones en que conviven los indígenas y 104 los "ladinos" se dan el prejuicio, la discriminación, la explotación de tipo colonial, las formas dictatoriales y el alineamiento racial-cultural de las poblaciones dominantes y dominadas. La diferencia más notable que hay con el colonialismo internacional desde el punto de vista social es que algunos miembros de las comunidades indígenas pueden escapar física y culturalmente de las colonias internas, írse a las ciudades y ocupar una posición, o tener una movilidad semejante a la de los demás miembros de las clases bajas sin antecedentes indígenas culturales. Pero éste es un proceso que se reduce a pocos individuos y que no acaba con el colonialismo interno. El colonialismo interno existe donde quiera que hay comunidades indígenas, y de su existencia puede uno darse cuenta hurgando en los trabajos de los antropólogos mexicanos, y viendo cómo en todos y cada uno de ellos se habla de fenómenos que analizados en forma sistemática corresponden exactamente a la definición histórica del colonialismo: estos fenómenos afectan a los amuzgos, a los coras, cuicatecos, chatinos, chinantecos, choles, huastecos, huaves, huicholes, mayas, mayos, mazahuas, mazatecos, nahoas, rnixes, mixtecos, otomíes, popolocas, tarahumaras, tarascos, tepehuanos, tlapanecos, tojolabales, totonacas, tzeltales, tzotziles, yaquis, zapotecos, es decir a una población de varios millones de mexicanos, muchas veces mayor de la que corresponde a las colonias que conserva España. (para el sector monolingüe de estas poblaciones CL Cuadros XXXII y XXXIII.) Las formas que presenta el colonialismo interno son las siguientes: 1. Lo que los antropólogos llaman el "Centro Rector" "Metrópoli" (San Cristóbal, Tlaxiaco, Huauchinango, Sochiapan, Mitla, Ojitlán, Zacapoaxtla) ejerce un monopolio sobre el comercio y el crédito indígena, con "relaciones de intercambio" desfavorables para las comunidades indígenas, que se traducen en una descapitalización permanente de éstas a los más bajos niveles. Coincide el monopolio comercial con el aislamiento de la comunidad ° 105 indígena respecto de cualquier otro centro o mercado; con el monocultivo, la deformación y la dependencia de la economía indígena. 2. Existe una explotación conjunta de la población indígena por las distintas clases sociales de la población ladina. La explotación es combinada como en todas las colonias de la historia moderna -mezcla de feudalismo, capitalismo, esclavismo, trabajo asalariado y forzado, aparcería y peonaje, servicios gratuitos. Los despojos de tierras de las comunidades indígenas tienen las dos funciones que han cumplido en las colonias: privar a los indígenas de sus tierras y convertirlos en peones o asalariados. La explotación de una población por otra corresponde a salarios diferenciales para trabajos iguales (minas, ingenios, fincas de café), a la explotación conjunta de los artesanos indígenas (lana, ixtle, palma, mimbre, cerámica), a discriminaciones sociales (humillaciones y vejaciones), a discriminaciones lingüísticas, a discriminaciones por las prendas de vestir; a discriminaciones -como veremosjurídicas, políticas y sindicales, con actitudes colonialistas de los funcionarios locales e incluso federales, y por supuesto, de los propios líderes ladinos de las organizaciones políticas. 3. Esta situación corresponde a diferencias culturales y niveles de vida que se pueden registrar según sea la población indígena o ladina, aunque el registro de las diferencias no puede practicarse exclusivamente entre la población que habla lenguas indígenas y la que no las habla, en virtud de que una gran parte de la población campesina cercana, no indígena, tiene niveles de vida tan bajos como aquélla. 7 Así, se advierten entre las comunidades indígenas hechos como los siguientes: economía de subsistencia predominante, mínimo nivel monetario y de capitalización; tierras de acentuada pobreza agrícola o de baja calidad (cuando están comunicadas) o impropias para la agricultura (sierras) o de buena calidad (aisladas); agricultura y ganadería deficientes (semillas de ínfuna calidad, animales 106 raquíticos, de estatura más pequeña que los de su género; técnicas atrasadas de explotación, prehispánicas o coloniales, (coa, hacha, malacate); bajo nivel de productividad; niveles de vida inferiores al campesino de las regiones no indígenas (insalubridad, alta mortalidad, alta mortalidad infantil, analfabetismo, raquitismo); carencia acentuada de servicios (escuelas, hospitales, agua, electricidad); fomento del alcoholismo y la prostitución (por los enganchadores y ladinos), agresividad de unas comunidades contra otras (real, lúdica, onírica), cultura mágico-religiosa y manipulación económica (que es la realidad del tequio y de la economía de prestigio) y, también como veremos, manipulación política. Todos y cada uno de estos fenómenos corresponden a la esencia de la estructura colonial y se encuentran en las definiciones y explicaciones del colonialismo desde Montesquieu hasta Myrdal y Fanon; todas ellas se encuentran dispersas en los trabajos de los antropólogos y viajeros de México, y constituyen el fenómeno de colonialismo interno, característico de las regiones en que conviven el indígena y el ladino, pero característico también de la sociedad nacional en la que hay un continuum de colonialismo desde la sociedad que reviste íntegramente los atributos de la colonia hasta las regiones y grupos en que sólo quedan resabios. Por ello si el colonialismo interno afecta a tres millones de indígenas -con el criterio lingüístico-, a siete millones con el criterio cultural, a casi doce con el "Indice de la Cultura Indocolonial Contemporánea" que ideó Whetten," en realidad abarca a toda la población marginal y penetra en distintas formas y con distinta intensidad --según los estratos y regiones- a la totalidad de la cultura, la sociedad y la política en México. El problema indígena sigue teniendo magnitud nacional: define el modo mismo de ser de la nación. No es el problema de unos cuantos habitantes, sino el de varios millones de mexicanos que no poseen la cultura nacional y también de los que sí la poseen. De hecho este 107 problema, relacionado con el conjunto de la estructura nacional, tiene una función explicativa mucho más evidente que las clases sociales, en una sociedad preindustrial, donde éstas no se desarrollan aún plenamente con su connotación ideológica, política y de conciencia de grupo, de clase. IV. MARGINAUSMO, SOCIEDAD PLURAL Y POLITICA El marginalismo social y cultural tiene relaciones obvias con el marginalismo político; influye y es influido por el marginalismo político. Para entender la estructura política de México es necesario comprender que muchos habitantes son marginales a la política, no tienen política, son objetos políticos, parte de la política de los que sí la tienen. No son sujetos políticos ni en la información, ni en la conciencia, ni en la organización, ni en la acción. Vamos a tomar dos indicadores de este problema: la información y la votación, dejando para más tarde el análisis del marginalismo respecto de la afiliación en *partidos y sindicatos. '. l. Las tres principales ciudades de México, que en 1964 tienen aproximadamente el 19% de la población, poseen el 57% del tiraje de periódicos; a la ciudad de México, que tiene el 15% de la población, le corresponde el 48% del tiraje; o para decirlo en otra forma de 4 200 000 ejemplares que tiran los periódicos en el país 2400000 corresponden a la ciudad de México, a Guadalajara y a Monterrey. Nada más en la ciudad de México se tiran 2 millones de ejemplares. Al resto del' país, con el 81% de la población, corresponde el 43% del tiraje (Cuadro XXXIV). Y si bien es cierto que los grandes periódicos de la capital circulan en el interior de la República, su circulación en provincia es, por término medio, una cuarta parte del tiraje total, que es la más alta proporción de periódicos de mayor circulación en el interior: Excélsior y Ultimas Noticias, Novedades, El Universal, La Prensa, El Sol (edición matutina y vespertina) y El Heraldo (Cuadro XXXV). Como es natural la circulación se limita fundamentalmente a la población urbana, con lo que el 50% de la población, o más, carece de la información periodística que es básica para estar enterado, para tener el tipo de información -macional e internacíonal- que es característica de la política del siglo XX. Y aunque algunos piensen, como Lerdo de Tejada, que entre la prensa que tenemos y el pueblo lo mejor es el desierto, la verdad es que el aislamiento, la falta de comunicación y la ausencia de los males de una moderna enajenación, sólo dan pábulo a un tipo de enajenación y de ignorancia política propio de la sociedad cerrada, tradicional, o aldeana, e incluso arcaica, y plantean el problema de la lucha por el conocimiento político a un nivel mucho más bajo y rudimentario. El pro bíerna del marginalismo en la información periodística es todavía más serio de lo que puede deducirse por las cifras anteriores. Si consideramos que cada periódico va por lo menos a una familia-- como es costumbre calcular en los medios periodísticos-- vemos que de los 8 millones de familias que hay en México en 1964, sólo 4.2 millones tienen periódicos mientras que 3.8 millones no lo tienen; o sea, el 52.5% sí tienen y el 47.5 no tienen periódico. Naturalmente estas proporciones varían de una entidad a otra porque mientras en el Distrito Federal -altamente urbanizado hay un promedio de 5 periódicos por cada tres familias, en Campeche, Hidalgo, Oaxaca y Zacatecas, por ejemplo, más del 90% delas familias no tienen periódico (Cuadro XXXVI y XXXVII). 2. La abstención de votar es un fenómeno universal y característico de todo régimen democrático. Siempre se da el caso de ciudadanos que no votan, por desinterés, por enfermedad, o como una forma de protesta. La proporción de la población que vota respecto de la población nacional es sin embargo inferior en México a la proporción de votantes de otros países más avanzados. En 1917 109 vota en México el 5% de la población, mientras en Estados Unidos de Norteamérica, en las elecciones presidenciales que se celebran un año antes vota el 18%; en 1920, respectivamente en México y los Estados Unidos, votan el 8 y el 25%; en 1924 y 1928 en México vota el 11% y en Estados Unidos en esos mismos años el 25 y el 31%; en 1929, 34 Y 40 vota en México el 13%, y en Estados Unidos (elecciones de 1932, 1936 Y 1940) vota respectivamente el 32, 36 Y 38%; en 1946, 52 Y 58 vota en México ellO, 13 Y 23% respectivamente y en Estados Unidos (en 1948, 52 Y 56), el 33, 40 Y 37%, En las elecciones presidenciales ocurridas en México en 1958 la proporción de votos se eleva considerablemente en virtud de que es acordado el derecho de voto a la mujer (Cuadro XXXVIII). Los datos anteriores dan una idea muy burda del marginalismo en la votación. Un cálculo más cercano a la realidad y que permite eliminar la desviación que provocan los grupos de menores de edad es aquél que toma corno punto de referencia a la población de 20 o más años. De acuerdo con la Constitución, desde el punto de vista de la edad, se tiene derecho a votar cuando se han cumplido l Svaños y se es casado, o 21 años independientemente del estado civil. Tomando como base de comprobación la población masculina de 20 o más años --que es la que registran los censos- se aproxima uno con bastante exactitud a la población que teniendo derecho a votar no vota, que es marginal al acto definitivo de la lucha democrática. Con esta base -y las limitaciones que supone- advertimos que el marginalismo ha ido disminuyendo a lo largo del periodo revolucionario: en las elecciones de 1917 aproximadamente el 75% de los ciudadanos se quedan sin votar, en las del 1920 el 65%, en las de 1924 el 56%, en las de 1928 el 57%, en las de 1929 el 47%, en las de 1933 el 44%, en las de 1940 el 42%, en las de 46 el 58% en las de 52 el 42%. En las elecciones de 1958 y 1964 el punto de referencia debe cambiar por el ingreso de la mujer a la ciudadanía. Así, si se toma como base 110 de comparación el total de hombres y mujeres, pensando que el no haber tenido derecho a votar las mujeres no era en realidad sino la consagración legal del marginalismo político de una gran parte de la población --aproximadamente la mitad de la población es de rnujeres->, nos encontramos como es natural con que los puntos de partida fueron mucho más bajos. En efecto, con este punto de vista el marginalismo político comprende el 88% (1917), el 83% (1920), el 79% (1924), el 80%(1928), el 75% (1929), el 74% (1934), el 72% (1940), el 79% (1946), el 72% (1952), el 51% (1958), el 46% (1964),9 (Cuadro XXXIX). Pero si se es optimista, al ver que mientras en 1917 de cada 10 ciudadanos no votaban 7, Y que en 1964 ya sólo dejaban de votar 5, y si el optimismo aumenta cuando se piensa que no teniendo voto las mujeres sino hasta 1958, de los ciudadanos potenciales -hombres y mujeres- sólo votaba uno de cada diez en 1917 mientras que en 1964 votaron 5 de cada 10, si estos datos son optimistas, hay otros elementos que reducen el optimismo, y que cualquier espíritu crítico aducirá de inmediato, como los que se refieren al respeto del voto, a la información y conciencia política con que se vota, etc. Sin considerar estos elementos, los números absolutos de la votación nos revelan que si bien la proporción de marginales tiene una obvia tendencia a disminuir -tendencia que se refuerza al acordar el derecho de voto a la mujer->, el total de ciudadanos que no votan se mantiene aproximadamente en dos millones desde las elecciones de 1917, para subir respectivamente a 3 y dos millones y medio en las elecciones de 1946 y 1952, pero considerando no sólo la población masculina sino la total, esto es, hombres y mujeres de 20 años o más que no votan, el número de marginales aumenta de 6 millones en 1917 a 9 millones en 1946 y 1952 para descender, con el voto de la mujer, a poco más de siete y medio millones en 1958 y ocho millones en las últimas elecciones presidenciales de 1964. Por su parte la clase gobernante no puede ocultarse 111 que la democratización es la base y el requisito indispensable del desarrollo, que las posibilidades de la democracia han aumentado en la medida en que ha aumentado el ingreso per capita , la urbanización, la alfabetización; que subsisten obstáculos serios y de primera importancia como la sociedad plural y que el objetivo número uno debe ser la integración nacional; que la condición prefascista de las regiones que han perdido status amerita planes especiales de desarrollo para esas regiones; que las regiones con cultura tradicionalista, con población marginal considerable, sin derechos políticos, sin libertad política, sin organizaciones políticas funcionales, son los veneros de la violencia, y exigen para que ésta no surja esfuerzos especiales para la democratización y la representación -política- de los marginales y los indígenas y tareas legislativas, políticas y económicas que aseguren el ingreso de esa población a la vida cívica, la admisión e integración de los estratos marginales a una "ciudadanía económica y política plena"; que es necesario acentuar la unidad de nuestra cultura política secular y mantener el principio constitucional de que los alineamientos políticos no deben estar ligados a los religiosos; que es necesario redistribuír el ingreso y mantener y organizar a la vez las presiones populares y la disciplina nacional, que es necesario a la vez democratizar y mantener el partido predominante, e intensificar el juego democrático de los demás partidos, 10 cual obliga a la democratización interna del partido como meta prioritaria, y a respetar y estimular a los partidos de oposición revisando de inmediato la ley electoral; que la democratización del partido debe estar ligada a la democratización sindical y a la reforma de muchas de las leyes e instituciones laborales, entre otras tareas; que un desarrollo económico constante es el seguro mínimo de la paz pública, y que para lograr estas metas la personalidad del presidente, el carácter técnico del plan, y la democratización del partido son requisitos ineludibles, en un país en que el presidente tiene una extraordinaria concentración del poder, en un momento en que ya no se puede ni desconfiar de los planes técnicos ni hacer demagogia con ellos, y en una etapa en que se necesita canalizar la presión popular, unificando al país, para la continuidad y aceleración de su desarrollo y, dejar que hablen y se organicen las voces disidentes para el juego democrático y la solución pacífica de los conflictos. Con las nuevas metas que representan un evidente avance al consagrarse el derecho de voto de la mujer, y tomando como referencia el total de ciudadanos hombres y mujeres, los no votantes son más de siete millones y medio y la marginalidad absoluta sólo baja con respecto a las elecciones de 1946 y 52 en que los no votantes hombres y mujeres habían alcanzado nueve millones y nueve millones cuatrocientos mil respectivamente. Y es aquí, como en la marginalidad social y cultural, el desarrollo de México y de sus instituciones, no obstante la magnitud y velocidad que alcanza, y que logra disminuir en números relativos la marginalidad política, no ha podido superar la explosión demográfica de la población socialmente marginal, con lo que hoy tenemos -paradójicamente y a pesar del progreso relativo- más ciudadanos sin voto, y en la medida en que el voto sea representativo de la política más ciudadanos sin política. La interpretación demagógica-apologética o 」イ■エゥ。セ que se puede hacer, según se tomen unos u otros datos, es evidente. Pero si se analiza con cuidado su significación se advierte que son compatibles estas dos afirmaciones: 1. El país se ha desarrollado cultural y políticamente, se ha integrado como nación y su cultura social y política se ha vuelto relativamente más homogénea de 10 que fue en el pasado. La proporción y la cantidad de ciudadanos que votan pasa del 12% en 1917 al 54% en 1964, de 812900 en 1917 a 9400 000 en 1964; pero 2. La población nacional ha crecido con tanta velocidad que hoy el número absoluto de marginales -sociales, culturales y políticos- es mayor que en el pasado. La verdad es que es posible colocarse en la perspectiva que se quiera, pero si la primera nos indica que hemos 113 resuelto problemas, la segunda nos indica la magnitud de los problemas que debemos resolver entre los que se encuentran: el hecho de que casi cuatro millones de familias no tienen la información política del México moderno; de que más del 50% del total viven al margen de la información política nacional directa, y poseen sólo una información local o verbal, coincidente en gran medida con la falta de una conciencia nacional, actualizada, al día, operante; el hecho de que en las últimas elecciones presidenciales no votaron aproximadamente 8 millones de ciudadanos que deberían haber votado, cantidad que aumentó considerablemente en las elecciones de diputados y en las de otros puestos representativos, y que deja al margen del sufragio a una parte considerable de la ciudadanía: al 50% aproximadamente. Estos hechos son indudables. No se prestan a la menor interpretación demagógica. Nos indican la existencia de una estructura social, en que es marginal a la política democrática por lo menos el 50% de la población.' o Los Jatos y proporciones anteriores pueden ser sometidos a una crítica más rigurosa. Los indicadores que hemos tomado son el número de periódicos que deberían informar y de votos, que tras sí deberían representar el sufragio efectivo; las estadísticas que hemos manejado son las que proporcionan los propios organismos, periódicos y archivos oficiales. ¿ Qué hay de cierto en todo ello? ¿Cuántas verdades ocultan sobre información serena y racional, sobre la ausencia de una discusión cívica en que se escucharan los más distintos y opuestos criterios de la ciudadanía, de sus líderes e intelectuales, para que el ciudadano los analice, los critique y pondere? No es necesario sin embargo llegar a estos terrenos para darse cuenta que en México, estructuralmente, una gran parte del pueblo está al margen del ingreso, de la cultura, de la información, del poder. Con las estadísticas proporcionadas por los propios periódicos, con los propios datos oficiales, se percibe la existencia de un marginalismo político que afecta al conjunto de la sociedad nacional. El 114 1 hecho requiere una actitud especial, una cuidadosa reflexión, y nuestra preocupación no debe consistir en buscar al culpable -gobierno o prensa- sino simplemente en reconocer y descubrir la estructura en que vivimos, en desenvolverla, en esclarecerla ante la conciencia nacional como la realidad en que opera y operará cualquier proyecto de vida democrática, y como un límite, como una barrera resistente a los modelos de participación democrática, límite con el que es necesario contar y que es necesario rebasar si queremos que aumente la vida democrática del país. No se puede olvidar que existe un México social y políticamente marginal al hablar en serio de democracia, o de estabilidad política o de progreso nacional o de desarrollo económico. '. V. COLONIALISMO INTERNO, SOCIEDAD PLURAL Y POLITICA No conocemos estudios serios y sistemáticos sobre la manipulación política de los ciudadanos. Por la prensa y la experiencia cotidiana, por los debates públicos en que se mezclan la verdad, la pasión y la demagogia sabemos vagamente que existe el voto automático, el voto colectivo; que se dan fenómenos de fraude electoral, de venta de votos, de colocación en las urnas de votos prefabricados, de elecciones en que votan los muertos, etc. Pero ignoramos hasta qué punto se trata de fenómenos generales, o localizados en ciertas zonas, o que ocurren en unos momentos y en otros no. Es muy difícil hacer una estadística de la forma máxima de manipulación de la ciudadanía que es el fraude electoral, o hacer una geografía del fraude, hacer un análisis estratificado del fraude por regiones, cultura, grupo o clase. Si en general la investigación de los fenómenos políticos presenta obstáculos considerables, este tipo de investigación que nos permitiría hacer generalizaciones fundadas es más difícil aún. Indirectamente 11 S veremos el problema al analizar cómo se manifiesta la oposición en el país, dónde se manifiesta más y dónde menos. Aquí vamos a limitarnos a formular un simple esbozo de la forma en que unos ciudadanos son manipulados por otros en la sociedad típicamente plural, donde el indígena y el ladino se encuentran y hacen política. Sus ecos en el conjunto de la conciencia y la cultura nacional quizás servirán para esclarecer la condición política de los mexicanos, y para hacer estudios más precisos y generales en el futuro. En el México indígena hay dos tipos de autoridades, las tradicionales y las constitucionales,' 1 las que corresponden al gobierno indígena "que nuestro sistema constitucional no reconoce", y las que corresponden al "gobierno municipal", 1 2 las que corresponden a "sistemas de tipo colonial y. contemporáneo".' 3 En ocasiones esta dualidad se complica: hay jefes de clan, caciques y autoridades "jurídicas". 1 4 Más lejos de la conciencia política indígena está lo que los tarahumaras llaman "Tata Gobierno" -·el gobierno estatal- y más lejos aún está "Guarura Gobierno", el de la ciudad de México, que sostiene los internados para sus "cúruhui" (niños),' s que manda los procuradores y maestros de escuela, o que manda los soldados, e incluso los aviones. Pero entre estas y muchas autoridades más que se pueden encontrar (gobernadores, alcaldes, alguaciles, jefes de policía) hay dos tipos principales de autoridades: unas de los indios y otras de los mestizos, aquéllas identificadas con la sola tradición y éstas con el derecho,. aquéllas sirviendo al indio y éstas al ladino. Todos los investigadores señalan un hecho. Las autoridades "tradicionales" son elegidas democráticamente, por sus méritos, en reuniones que a veces duran varios días. Los tarahumaras hacen carrera política "desde topil o topiri en que se comienza a servir al pueblo sin salario, en forma abnegada, honesta, leal e inteligente, hasta el de gobernador Tatuhuán o ltzocán, y por último como retirado relativo o Cahuitero", A las autoridades no 116 se les paga. El pueblo las elige "por sus servicios abnegados, honestos, leales e inteligentes a la comunidad ... "J 6 Y así pasaba en Sayula donde el pueblo elegía a sus autoridades tradicionales de entre los mejores, J 7 Y pasa con las autoridades tradicionales de la Tarahumara donde "cada hombre tarahumara es un funcionario en potencia y las elecciones dependen de la reputación de que se goza en la comunidad", J 8 las elecciones se celebran en forma directa y por mayoría de votos. A las elecciones suceden en el gobierno asambleas, reuniones de las tribus previa convocatoria, juicios previo examen, discusiones sobre la conducta a seguir cuando no hay antecedentes jurídicos de un caso; deposición del poder cuando no se ejerce con honradez y eficiencia la autoridad; discursos de los jefes en que exponen los problemas del pueblo y se comprometen a ser fieles y honrados; plebiscitos. Al leer a los antropólogos cuando se refieren a este gobierno tradicional de los indígenas, le acosa a uno la idea de que quizás han sido influidos por la imagen del "buen salvaje". El sistema de gobierno que pintan parece casi ideal, seguramente idealizado. Sólo cuando se ve la imagen completa de la política en las zonas indígenas se entiende que esta democracia primitiva puede tener un carácter funcional. Sirve en efecto para defender a las tribus y comunidades -de escasísima estratificación- como un todo frente al acoso de los ladinos. En las zonas más estratificadas donde existe el "cacique indio" la situación cambia. El ladino lo utiliza corno su intermediario, lo consulta para las decisiones, se sirve de él para el control político y económico de' la comunidad. Pero en ambos casos los indígenas se enfrentan al poder ladino, formal, constitucional, y ven a sus intermediarios o representantes, como una especie de autoridades extranjeras. Los "indios no gustan de tratar sus asuntos con las autoridades municipales, constituidas siempre por blancos o mestizos, y es por eso que se hacen justicia en la forma más indicada, y sólo recurren a los presidentes municipales y deJ!!.ás autoridades cuando tienen quejas contra algún 117 blanco". J 9 Los yaquis "no reconocen a otro estado que el suyo. Se consideran una nación autónoma, pero las circunstancias los han hecho por la realidad de la fuerza y no por la razón, admitir cierta ingerencia de las instituciones de la República Mexicana". 2 o Las autoridades constitucionales son representan tes de los blancos y mestízos' J Las designa el gobernador. de acuerdo con los blancos: cuando hay elecciones de este tipo de autoridades las planillas son confeccionadas por los delegados del poder estatal. 2 2 Por supuesto toda elección carece absolutamente de sentido: El "representante constitucional" ni remotamente representa a la comunidad. Las autoridades constitucionales son el instrumento de los ladinos. Los escribanos de la región Charnula representan los intereses del estado ladinor' ' las autoridades locales, "representadas generalmente por los mestizos, son para los tarahumaras, la maquinaria de que se valen los chabochis para legalizar sus abusos y mandarlos presos a Batopilas, Urique, o a cualquiera otra de las cabeceras municipales. Hay que obedecerlas porque no queda otro remedio ...,,24 En cuanto al gobierno "municipal" sería ridículo negar que no está en manos de los chabones , quienes son los presidentes seccionales y los comisarios de policía. He ahí el motivo por el cual los tarahumaras se rehúyen a dar a conocer sus problemas a los chabones. 2 s Entre los tzeltales "algunos municipios libres pueden elegir representantes. También hay representantes en las agencias municipales. Generalmente estos puestos importantes son para los ladinos".26 Entre los yaquis algunas dependencias gubernamentales "ponen al frente de las comisarías municipales a nativos de la misma tribu, incondicionales suyos (torocoyoris). El problema es sencillo: todas estas autoridades son de los ladinos y sirven a los ladinos. Desconocen y restan autoridad a las propias autoridades indígenas, las humillan de las más distintas formas y sirven a todo tipo de latrocinios, ataques, injusticias, vejaciones, humillaciones, explotaciones, provocaciones militares, ataques, y actos de violencia, desde los más arbitrarios hasta los más 118 racionales, desde los que obedecen al capricho hasta los que sancionan el robo de tierras o la eliminación de líderes nativos. No hay casi estudio de antropólogo, por descriptivo o tímido que sea, que no registre este género de actos. La vida indígena es eso exactamente: la vida de pueblos colonizados. Y es de tal modo una vida típicamente colonial que hasta los servicios públicos que les prestamos desde el gobierno del centro, y que suelen oscurecer ante nuestra propia conciencia la situación real,.· son actos semejantes a los que cualquier metrópoli ejerce. Entre las comunidades indígenas hay medidas educacionales, pequeños programas de cambio social y hasta grupos de religiosos mexicanos y sobre todo extranjeros que hacen actos de caridad; pero nada de ello es extraño a la vida de las colonias. Que estas instituciones están produciendo efectos indirectos, sentando las bases para una actitud más decidida, y que en torno a sus actividades de servicio social, educación y caridad, surgen efectos indirectos, de aculturación, de liberación, también es un hecho característico el desarrollo colonial. Que los caminos, la apertura de mercados, la expansión de la economía nacional menor en esas zonas que en las puramente ladinas>, están sentando las bases de un cambio, es una historia semejante a la de las antiguas colonias de Africa y Asia. Y el problema se complica, nuestra enajenación se incrementa porque-como dijimos arriba- tenemos un concepto de nosotros mismos como revolucionarios y anticolonialistas. Nuestras escuelas en México y las comunidades indígenas enseñan a conocer a Juárez; nuestros libros de texto enseñan que Juárez era indio, no sabía español, y que fue uno de los más grande presidentes de México. Esto es bueno: esto distingue al niño indio de México del africano colonial al que se enseñaba el culto a los héroes de los conquistadores. Pero esto mismo nos impide identificamos en la interpretación de nosotros mismos como colonialistas, ignorar el hecho de que en la realidad todos nuestros programas de desarrollo de las zonas indígenas, se enfren- 119 tan a una debilidad política del centro frente a los intereses creados locales, intereses hilvanados con los estatales y que nos inhiben a nosotros mismos, dejando que sólo en acciones esporádicas rompamos la explotación colonial de los pueblos indígenas. Es obvio que del contacto de los dos gobiernos, el tradicional y el constitucional, el indio y el ladino, surge una imagen del hombre y la política. El indio tiene una imagen del blanco y su política. "Los de razón tienen un sistema y está bien; sus presidentes municipales conquistan sus puestos mediante la política, y sus jueces muchas veces venden la justicia, máxime cuando se trata de nosotros que no tenemos protección de arriba.,,27 "Los tarahumaras -vdice Plancarte- son legalmente ciudadanos mexicanos, con todos los derechos que les conceden, las obligaciones que les imponen las leyes. Sin embargo en lo general desconocen su situación legal. Para ellos sólo los miembros de su grupo son su gente, los suyos. El resto son chabochis, gente extraña, que vino a meterse en su territorio, y que les acarrea molestias y perjuicios íncontabIes; ladrones que les han arrebatado sus mejores tierras, que abusan de sus mujeres, que les roban su ganado, y que, en el mejor de los casos, realizan con ellos tratos y transacciones comerciales en que mañosamente siempre les quitan lo más para darles lo menos.t'f 8 ¿Qué hay de extraño que se interesen poco por la política formal, constitucional, nacional? No son sus leyes, ni su constitución, ni su nación. Su indiferencia por la política se debe a que su destino se decide fuera:"? "su abstención en las elecciones municipales, estatales o de la república es total ya que -no les importa porque nada tiene dé común con sus intereses". 3 o Todo se explica. Su abstencionismo de votar, o la forma automática en que van a votar cumpliendo con las "ceremonias" del ladino; su conformismo, su ignorancia de la política "nacional", de las leyes "nacionales", su actitud de sumisión al paternalismo cuando piden, humildes. No son ni pueden ser, en semejantes condiciones ciudadanos que exigen. 120 La imagen del blanco inspira la más profunda desconfianza: "Los esfuerzos de las autoridades (cuando los hay) no encuentran eco entre los moradores, por la desconfianza tan grande que sienten los indígenas por los mestizos, que siempre se han dedicado a explotarlos, vejarlos y humillarlos inicuamente.t'j ' El propio indio tiene "un profundo escepticismo respecto de la paz... y hasta se ha creado una filosofía de la pobreza y la humíldad't.? 2 Su mundo es la inseguridad: "Esta gente buena y trabajadora sufre el peor de los tormentos, el de la inseguridad",33 dice Blom hablando de los lacandones. La sentencia del zapoteca es muy significativa: "Soy indio, es decir, gusano que se cobija en la hierba: toda mano me evita y todo pie me aplasta."34 Sus reacciones ante el acoso, los despojos, los agravios de los mestizos y sus autoridades varían mucho: "no pueden tomar venganza y están tranquilos",35 se "pliegan, se someten callados", "aprenden el idioma ajeno para defender a sus compañeros'P" y defenderse, huyen y se desplazan o se extinguen -como los Iacandones-r"? y guardan un rencor hierático, imperceptible a "los hombres del gobierno blanco",38 y a esta imagen que el indio tiene del ladino y de las autoridades ladinas o constitucionales, se añade la imagen que el ladino tiene del indio. Y no pensamos en los antropólogos, en los historiadores de la historia de México, en los políticos del centro, en los maestros de buena fe, en los sacerdotes de espíritu moderno, sino en la autoridad que está frente al indio, manipulándolo, dominándolo, usando la coerción del gobierno local para la explotación colonial. La imagen que tiene esta autoridad local del indio es la imagen de un ser inferior, de un ser-cosa: "Las autoridades dicen de los habitantes de Jicaltepec: -es gente mala_",39 son "flojos", "ladrones", "mentirosos", "buenos para nada ,,4o y este concepto del indio varía en cuanto el indio se acultura -aprende la lengua, se viste como ladino-o "Los ladinos en general, los que habitan los pueblos indígenas o viven de explotarlos en una u otra forma -escribe Calixta Guiteras121 siempre los acusan de mentirosos, bandidos, sinvergüenzas. Nunca toman parte en sus fiestas y cuando lo hacen es con el pretexto de emborracharse más de lo acostumbrado. Existe una marcada discriminación hacia el indígena y un trato despectivo cuando no insultante. Cuando un indio ha aprendido a expresarse en lengua española y regresa al pueblo vestido de ladino, éstos lo respetan y se guardan mucho de maltratarlo. Si su mujer e hijos adoptan el vestido ladino y se alejan de su grupo los ladinos lo tratan de igual a igual y sólo se recordará su pasado indígena en el momento de insultarlo."41 Otra cosa es cuando un indio se alza, se enfrenta. "Los mestizos consiguen conservar su hegemonía política por medio de la fuerza, de las armas, asesinando incluso a dirigentes indios..." Y en la generalidad -una generalidad que no podemos ignorar por toda la experiencia y todos los informes, aunque no dispongamos de datos estadísticos-: "los blancos y los mestizos (ciudadanos y autoridades) consideran a sus conciudadanos mixtecos (esto es aplicable a todos los indios) como desiguales a ellos", y los tratan con una "brusquedad digna de los aventureros de la conquista". La forma en que la autoridad mira al indio, en que lo hace sufrir, en que se divierte con él, en que se siente "inteligente" frente a él, en que lo humilla, en que lo intranquiliza, en que lo agrede, en que le habla de "tú", todas son formas ligadas a la violencia del dominio y a la explotación colonial. Desgraciadamente hasta hoy, la antropología mexicana, que por muchos conceptos nos ha permitido conocer la realidad de nuestro país, y que ha tenido un sentido humanista del problema indígena, nunca tuvo un sentido anticolonialista, ni en las épocas más revolucionarias del país. Influida por la metodología de una ciencia que precisamente surgió en los países metropolitanos para el estudio y control de los habitantes de sus colonias, no pudo proponerse como tema central de estudio el problema del indígena como un problema colonial y como un problema eminentemente político. Los datos dispersos 122 que a lo largo de su obra se encuentran, tienen el carácter de denuncia u obedecen a simples registros y descripciones. La distancia que hay entre estos estudios y los que pueden surgir en el futuro es la misma de la que surgió entre dos famosos antropólogos: Malinowski y Keniata, aquél inglés, éste negro, que se convirtió en líder de su pueblo y advirtió la necesidad de estudiar en forma sistemática el problema de la explotación y la política. Quizás un estudio profundo de este tipo de relaciones nos permita conocer en el futuro el verdadero problema indígena, y ahondar más precisamente en su estrecha vinculación con el conjunto de la política mexicana. Porque si bien es cierto que cuando un indio se viste de ladino y aprende el español la autoridad lo trata de otro modo, es también cierto que en el conjunto de México las relaciones de autoridad y ciudadano suelen estar teñidas con los más distintos matices de violencia y desprecio, con reacciones que encuentran sus fuentes y sus características más típicas en las relaciones de la autoridad ladina con el "ciudadano" indio. El ejemplo que da Osear Lewis en la familia Sánchez, de cómo tratan las autoridades al "pelado" de la ciudad, es uno de tantos ejemplos de este grave problema. Los fenómenos de agresividad política, de injuria polémica en la prensa (en que se ataca a las gentes como si fueran "torturados") las actitudes que tiene el político de sentirse "muy vivo" y manipular como cosas a los ciudadanos; los sentimientos de ofensa violenta de la autoridad ante los individuos o grupos de status inferior que protestan y exigen en vez de solicitar suplicantes -se equiparan en el nivel nacional a las reacciones frente al indio alebrestado->, así como su contraparte en grandes grupos de la ciudadanía no indígena: el conformismo, el abstencionismo, el automatismo ciudadano, el paternalir mo, el escepticismo, la inseguridad, y una serie de fenómenos más que caracterizan nuestros principales defectos y males políticos y que impiden nuestro desarrollo democrático -el diálogo racional con los grupos que se organizan yprotestan-, no se reducen ciertamente a las relacio- . 123 nes de ladinos y de indios. Si en las regiones indígenas el indio es indio y el ladino es autoridad y representa el "principio de autoridad", en la política mexicana, el hombre juega los papeles de indio y ladino, según las circunstancias y clases. Por ello el conocimiento del indio como ser político, y de la autoridad ladina de los pueblos indígenas, es seguramente el mejor modo de conocer al mexicano como ser político, en lo que tiene de más paciente o de más antidemocrático . .(Votas I Cf. González Casanova, Pablo. "Sociedad Plural y Desarro110: El caso de México", en América Latina. Centro Latinoamericano de Pesquisas en Ciencias Sociales. Octubre--Diciembre de 1962, Núm. 4. pp. 31-51. 2 Pozas, Isabel H. de y Julio de la Fuente. "El problema indígena y las estadísticas", en Acción indigenista. México. Instituto Nacional Indigenista. Diciembre, 1957. 3 En este último censo se considera la población de diez o más años. 4 De once o más años (1910, 1921, 1930) Y diez o más años 1960. De 1930 a 1960 se considera una tasa media. s Caso, A. "Definición del indio y de 10 indio" en Indigenismo, México. Instituto Nacional Indigenista, 1958. 6 Ibid. 7 Cf. Julio de la Fuente. "Población Indígena" (Inédito); Alejandro D. Marroquín. "Problemas Económicos de las Comunidades Indígenas de México". Programa de un curso. (Mímeógrafo), México, 1956; Miguel O. de Mendizábal. "Los problemas indígenas y su más urgente tratamiento". Obras completas IV, México, 1946; Moisés T. de la Peña. "Panorama de la Economía Indígena de México". ler. Congreso Indígena Interamericano. Pátzcuaro, 1946; Jorge A. Vivó, "Aspectos Económicos Fundamentales del Problema Indígena" en Revista America Indígena, No. 1, Vol. m, enero 1947; Gonzalo Aguirre Beltrán y Ricardo Pozas. Instituciones Indígenas en el México Actual. Instituto Nacional Indigenista. México. 1954. 8 Cf. Whetten, Nathan, L. "México Rural" en Problemas Agrícolas e Industriales de México, Vol. V, No. 2, pp 245 Y ss. México, 1953. 124 9 Para un cálculo más aproximado del marginalismo en las elecciones de 1964 cf', Cuadro LXII. 10 Para un estudio del marginalismo electoral por entidades cf. Cuadros LXI, LXII Y LXIII. 11 Fabila, Alfonso. Los huicholes de Jalisco. México, Instituto Nacional Indigenista, 1959. p. 112. 12 Aguirre Beltrán, Gonzalo. Formas de Gobierno Indígena. México. Imprenta Universitaria, 1953. pp. 83-92. 13 Cámara Barbachano, F. Cambios Culturales entre los indios tzeltales del Alto Chiapas. Estudio comparativo de las instituciones religiosas y políticas de los municipios de Tenejape y Oxchua. México, Escuela Nacional de Antropología. 1948. p. 246. 14 Cf. Guiteras, Calixta. "Organización social de Tzeltales y Tzotziles" en América Indígena. México, 1948, T. VIII, No. 1, pp. 4548. 1 s Plancarte, Francisco M. El problema indígena Tarahumara, México, Instituto Nacional Indigenista, 1954, p. 34. 16 Fabila, Op. cit, pp. 109-112. Guiteras Holmes, Calixta. Sayula. México, Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística. 1952, p. 112. 17 18 Benett, Wendell Clark y Robert M. Zingg. The Tarahumara, an Indian Tribe of Northern México. Chicago III. The University of Chicago. 1935. p. 202. 19 Basauri, Carlos. Monografía de los Tarahumaras. México. Talleres Graficos de la Nación, 1929, p. 43. 20 Fabila, Alfonso. Las tribus yaquis de Sonora. Su cultura y anhelada autodeterminación. Primer Congreso Interamericano. Departamento de Asuntos Indígenas. México, 1940, p. 159. 21 Pozas, Ricardo, Chamula. Un pueblo indio de los Altos de Chiapas. México. Instituto Nacional Indigenista, 1959. 22 Guiteras, Calixta. Sayula, Op. cit. p. 118. 23 Pozas, Ricardo. Op. cit. p. 152. 24 Plancarte. Op. cito p. 34. Cf. Aguirre Beltrán. Op. cit. pp. 83-92 2S 26 Villa Rojas, Alfonso. Sobre la organización politice de los indios tzeltales del Estado de Chiapas, México. Congreso Indigenista Interamericano. Pátzcuaro, 1940. 27 Tibón, Gutíerre, Pinotepa Nacional. Míxtecos, negros y triques. México, Universidad Nacional. 1961, p. 125. 125 28 Plancarte. Op. cito 29 Guiteras, Op. cito p. 120. 30 Fabila, Op. cito p. 48 Pavía Crespo. "Los Mixtecas de la Costa Chica" en El Maestro Rural. T. vm, No. 6. p. 14. 31 32 Fabila. Op. cit. p. 150. Blom, Frans y Gertrude Duby. La selva Lacandona. México, Editorial Cultura, 1955. p. 154. 33 34 Mendieta y Nuñez, Lucio. Los zapotecos: Monografía histórica, etnográfica y económica, México, Imp. Universitaria, 1949. p. 228. 3S Plancarte. Op. cito 36 Guiteras Holrnes, Calixta, "Organización", Op. cito pp. 45-62. 37 Blorn. Op. cito 38 Villa Rojas, Alfonso. "Los mayas del actual territorio de Quintana Roo". Enciclopedia Yucatanense. T. VI. 1946. p. 36. 39 40 Tibón, Gutíerre. Op. cito p. 125. 41 Guiteras Holmes, "Organización". Op. cit. p. 61 Blom. Op. cit. p. 154. CAPITULO VI ESTRATIFICACION y MOVILIDAD SOCIAL Otra de las formas de abordar el problema de la estructura social en sus relaciones con la política consiste en el estudio de la estratificación --o la forma en que la sociedad está dividida en grupos de ingreso, empleos más o menos remunerados, niveles de vida. De este estudio podrían derivarse nuevas conclusiones sobre el margínalismo social y político. En efecto, los grupos de menores ingresos y ocupaciones peor remuneradas seguramente presentan en nuestro país --como ocurre universalmenteuna proporción más alta de analfabetos, niños sin escuela, familias sin periódico, etc.' Pero aquí nuestro interés al estudiar la estratificación social estará más directamente vinculado al problema del radicalismo y el conformismo, de la actitud revolucionaria y conservadora de la población mexicana y de sus condiciones estructurales. Para ello vamos a estudiar las tendencias generales de la estratificación y la movilidad social en el país, utilizando los pocos datos de que disponemos, que en su mayoría han sido' elaborados por los economistas, pues hasta la fecha la sociología mexicana no ha contado con los medios necesarios --financieros y técnicos- para acometer Un estudio de campo que es básico en la comprensión de los problemas nacionales. I. LA ESTRATIFICACION. México, como es característico de los países subdesarrollados o incipientemente desarrollados, está formado por una sociedad con grandes desigualdades. Estas desigualdades se advierten en todos los terrenos -económicos, sociales, culturales.? La escala del que tiene poco al que tiene en exceso es de mucha mayor amplitud que en 127 países más desarrollados con igual sistema. Por ello al estudio habitual de la estratificación, con su multiplicidad de categorías, hemos añadido el estudio de los que tienen y los que no tienen. Se trata -como dijimos- de dos categorías básicas para comprender nuestra dinámica social. Pero incluso tomando como base los estudios típicos del análisis de la economía y la sociedad de países desarrollados -distribución del ingreso, ocupación, niveles de vida- los contrastes siguen apareciendo en forma acusada. Vamos a considerar aquí unos cuantos indicadores de este hecho: 1. Según un estudio comparativo que existe sobre la distribución del ingreso, la parte que corresponde al sector trabajo es -al mediar el siglo- el 49% del total del Ingreso Nacional en Francia, el 59% en Canadá, el 59% en Suiza, el 65% en los Estados Unidos, el 67% en Inglaterra? Por esa misma época el sector trabajo recibe en México sólo el 24% del Ingreso Nacional, cifra que se debe comparar con reserva a las anteriores -en tanto no ha sido ajustada para esos fines- pero que revela el orden de magnitud de las diferencias. Once años después (en 1960) la parte correspondiente al sector trabajo alcanza el 31.4% del Ingreso Nacional, proporción muy inferior todavía a la de cualquier país desarrollado y de hecho característica de nuestro actual estado de subdesarrollo (Cuadro XL). 2. El ingreso por hombre ocupado y por actividades, es, en la agricultura, menos de la mitad del producto medio (1957), mientras es hasta nueve veces el producto medio en el petróleo, dos en el comercio, cuatro en la energía eléctrica." 3. Estas diferencias son también visibles entre la ciudad y el campo: el ingreso per capita para el sector rural en 1960 fue de $1 500.00 contra $6 300.00 del sector urbano. 4. El ingreso mensual por familia presenta diferencias muy grandes. De una investigación que hizo en 1961-63 la 128 oficina de Muestreo, bajo la dirección de la doctora Ana María Flores, se deduce que en la República Mexicana sólo el 23% de las familias tienen ingresos mensuales mayores de $1 000.00 y sólo el 3% ingresos mayores de $3 000.00. Las diferencias entre el campo y la ciudad aparecen nuevamente. Entre las familias rurales sólo el 8% tienen más de $1 000.00 mensuales y de las urbanas el 35/1:. y mientras el 5% de las familias urbanas tienen ingresos mensuales mayores de $3 000.00, sólo el .4% de las rurales se encuentra en esas condiciones. Las diferencias en los estratos superiores son presumiblemente muy grandes; pero rara vez o nunca se analizan. En general se han dejado abiertos los intervalos para los grupos de altos ingresos, y no se sabe qué proporción de la población gana más de $3000.00 y menos de $5000.00, más de $S 000.00 y menos de $10000.00, etc. En cuanto a los grupos de más bajos ingresos, tenemos que el 26% de las familias obtiene hasta $300.00 mensuales; el 50% hasta $500.00; el 77% hasta $1 000.00; Y las diferencias de ingresos son igualmente notorias entre la ciudad y el campo: en la ciudad el 10% de las familias obtienen hasta $300.00 y el 45% en el campo; en la ciudad el 31% obtienen ingresos hasta $500.00 mensuales y en el campo el 73%; en la ciudad el 65% obtienen ingresos hasta $1 000.00 Y en el campo el 84% se encuentran en esas condiciones (Cuadro XLI). Por su parte expertos del Banco de México han hecho un estudio, también por muestreo, para el año 1963 y han llegado a conclusiones similares a las de la Dra. Flores. En ese año poco más del 29% de las familias tenían ingresos menores de 400 pesos mensuales, situación que, de por sí grave, empeora en el medio rural donde más del 41% de las familias se encontraban por debajo de ese límite. En las ciudades este porcentaje. era mucho menor (10.8%). En el otro lado de la escala se tiene que, de acuerdo con el mismo estudio, solamente el 28.8% de las familias llegan a tener ingresos superiores a 1 250 pesos mensuales 129 (15.8% en el campo y 48.2% en la ciudad); 5.7% tienen ingresos superiores a 4 000 pesos (1.8 en el campo y 11.6 en la ciudad) y 1.2% del total de familias tendría ese año un ingreso mayor de 9 200 pesos (0.3 en el campo y 2.6 en la ciudad). Analizado de otra manera el estudio del Banco de México revela que el 29.2% de las familias disponen de sólo 6.1% del ingreso total mientras que el 1.8% (4.1% en la ciudad y 0.4% en el campo) de las familias de altos ingresos disponen de 1S.5% del ingreso. s 5. El desarrollo regional de México es profundamente desigual -hecho también característico de todo país subdesarrollado. A las diferencias que se observan en el espacio social se suman las diferencias regionales y estatales. Una tercera parte de la población del país tenía en 1960 más de las tres cuartas partes de la industria, mientras dos terceras partes poseían menos de la cuarta parte. Estas diferencias en la industrialización, aquí, como en cualquier otro sitio, están vinculadas con diferencias en los niveles de vida. Mientras el Distrito Federal y los estados del norte alcanzan niveles de vida superiores al promedio nacional, en proporciones que van del 35 al 100%; en contraste Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Tlaxcala, Hidalgo, Guanajuato, San Luis, Zacatecas tienen niveles de vida inferiores en dos terceras partes a los del promedio nacional. "Esa desproporción va en aumento---escribe Lamartine Yates. En 1940 la diferencia del producto nacional bruto per capita entre' las zonas más ricas y los diez estados más pobres fue de cerca de $4 500.00 (valor monetario de 1960). En 1960 la diferencia fue de $6 500.00. Y, aunque la producción por persona está aumentando más rápidamente en los estados pobres que en los ricos --4.3% en comparación con 2 % -- con dichas tasas de desarrollo tendrán que transcurrir más de 70 aftos para que las entidades pobres logren alcanzar a las prósperas.?" Las diferencias regionales y estatales, en cuanto a los niveles de vida máximos y mínimos, son de más de dos en 130 mortalidad, de más de dos en analfabetismo, de casi cuatro en la razón de profesores-alumnos, de casi cuatro en el agua corriente, de casi cinco en el salario mínimo, de más de cuatro en el consumo de azúcar, etc. Aunque muchos de estos cálculos son susceptibles de errores que preocupan con razón a los economistas excesivamente rigurosos, en el orden de magnitud que analizamos son válidos para comprender un fenómeno indiscutible: las diferencias no se dan entre individuos o familias que tienen un nivel de vida relativamente alto y aquellas que tienen un nivel de vida muy elevado-opulento-, sino que configuran una escala que va de la opulencia a la penuria, del ingreso tropicalmente fastuoso a la miseria de los "tristes trópicos", confirmada por otros indicadores de desnutrición, ignorancia, mortalidad general e infantil, insalubridad, vivienda, algunos de los- cuales hemos analizado en páginas anteriores, y otros más que confirman las investigaciones sobre estos problemas." Hay así, una serie de hechos objetivamente comprobables por estudios estadísticos más o menos próximos a esta realidad social desigual. "Si se supone grosso modo que el ingreso medio por -díce Ifigenia n。カイ・エセᄋ familia de $700 mensuales para toda la República era apenas el necesario para satisfacer las necesidades mínimas de alimentación, vestuario, habitación y diversión se desprende que en noviembre de 1956 carecían de capacidad económica: 1. El 33% de las familias del Distrito Federal y el Pacífico norte; 2. El 60% de las familias del Golfo de México y la zona norte; 3. El 80% de las familias de los estados del centro y del Pacífico sur. Considerando a todo el país -añade- puede decirse que aproximadamente dos familias de cada tres carecían de capacidad económica en el sentido que tenían un ingreso inferior al medio, de por sí bajo.?" Esta situación se ve confirmada por la encuesta de 1961·62, en que si aceptamos que $1 000.00 mensuales por familia constituyen el mínimo para vivir una vida modesta, de cada cinco familias mexicanas sólo una se encontraba en esas o mejores condiciones. 131 Todas las características anteriores, que revelan y confirman la existencia de una sociedad altamente diferenciada, cuyos estratos y niveles de vida presentan los más agudos contrastes podría llevarnos a la conclusión de que en el. terreno político México es un país profundamente inconforme, en el que grandes sectores de su pueblo están en actitud agresiva e incluso revolucionaria, en el que todo conduce a una violenta explosión. Sin embargo, un estudio más concreto -político y sistemático- de la situación revela que si las condiciones anteriores se analizan en el tiempo adquieren una perspectiva relativamente distinta, imposible de ignorar, y que equilibra las tendencias y conclusiones a que podría llevar un análisis meramente estático. 9 11. LA MOVILIDAD SOCIAL La realidad es que México se ha desarrollado, en el sentido de que ha aumentado su producto per capita, de que ha hecho una utilización más racional de sus recursos -industrializándose- y de que ha modificado su estructura social, económica y política en procesos constantes de homogeneización, de integración hacia un Estado nacional. Este desarrollo ha permitido más que cuadruplicar el producto nacional bruto a precios constantes en los últimos 25 años! o (Cuadro XLII) y duplicar el ingreso per capita. El país ha alcanzado en ocasiones las tasas de crecimiento más altas de América Latina. Hoy mismo, en medio del receso económico de la región, México es uno de los pocos países que siguen avanzando. El desarrollo económico y social de México ha tenido - como es natural-- evidentes repercusiones políticas, y para comprender al país y la mentalidad de sus habitantes no se puede ver sólo el estado actual de las desigualdades sociales, económicas y culturales, sino la dinámica nacional, los procesos de desarrollo, movilidad y movilización de la población. Desgraciadamente estos dos tipos de análisis parecen 132 estar reñidos entre sí por razones ideológicas o de táctica política, y mientras hay quienes ven y señalan las grandes desigualdades del país, otros destacan y ensalzan los adelantos. Al conservador irritado por "la demagogia de la Revolución Mexicana" y que denuncia los males existentes, se enfrenta el político gobiernista que revela con satisfacción los hechos y las obras; al radical impaciente que ya ve próxima una nueva revolución socialista, o al viejo y honrado revolucionario que se siente defraudado y piensa que ya es tiempo de que "otra vez nos vayamos al monte", se oponen, a veces ignorándolos y otras en franca polémica, los funcionarios y ejecutivos que ven cómo marcha el país, cómo se electrifica, construye escuelas, abre caminos, inaugura presas y que sienten contar con el consenso y apoyo de una gran parte del pueblo. En ambos casos se trata de una natural tendencia a la lucha política, de un cierto enfoque teñido de actitudes subjetivas y retóricas, y en el fondo de dos realidades que son compatibles: la desigualdad y el desarrollo. Es una realidad bifurcada, contradictoria, que se relaciona con la inconformidad y el conformismo de los líderes; pero también con la inconformidad y el conformismo de los distintos estratos sociales. Para estudiar los fenómenos de inconformidad y conformismo es necesario pues hacer un estudio dinámico de la desigualdad y el desarrollo, no en un plan o con un espíritu ecléctico sino para ver cómo juegan las fuerzas y a dónde conducen sus corrientes. Empecemos por estudiar en qué medida el desarrollo, la movilización y la movilidad del país coinciden con fenómenos de conformismo, acomodo, moderación, analilando en tomo al desarrollo nacional, lo que podríamos llamar el factor esperanza, esto es, la idea del individuo de que se puede salvar individualmente, de que puede resolVer sus problemas personales y familiares dentro de los carriles que le ha trazado el propio desarrollo, sin modificaciones sustanciales ni actitudes radicales. 1 1 Sólo después veremos hasta qué punto 'esta tendencia general es válida 133 en los momentos decisivos o puede dejar de serlo en el futuro inmediato. 1. El desarrollo del país supone una gigantesca redistribución de la riqueza, en particular de la propiedad agrícola. Los gobiernos revolucionarios reparten 53 millones de hectáreas entre 2 240 000 jefes de familia (Cuadro XLIII). y esto alienta entre la población campesina la satisfacción de verse propietaria o la esperanza de serlo. 2. El desarrollo del país provoca una emigración constante de la población rural a los centros urbanos o la constitución de nuevos centros urbanos, con el significado y las repercusiones que estos hechos tienen en los niveles de vida. La proporción de la población rural va disminuyendo paulatinamente . de 80% en 1910 a 47% en 1964- mientras aumenta en forma correlativa la proporción de la población urbana. Grandes grupos de campesinos tienen la esperanza de salvarse emigrando a las ciudades, con lo que las diferencias del ingreso y de los niveles de vida entre la ciudad y el campo se convierten en saltos atractivos de un status inferior a uno superior. Otros ven cómo el propio ambiente en que viven se urbaniza. 3. El desarrollo del país provoca un crecimiento de las actividades secundarias y terciarias del doble y hasta de dos veces y media el de las actividades primarias, menos remuneradas. La tasa anual de crecimiento de la población que se dedica a las actividades secundarias y terciarias es de 5.5 en la década de 1940-50, mientras es de 2.6 en las primarias (Cuadro XLIV). La movilidad ocupacional de trabajos menos remunerados -como los agrícolas- a trabajos más remunerados -vcomo los industriales, comerciales, de servicios- es un hecho constante a lo largo del proceso de industrialización. Estos últimos corresponden al 30% del total de la fuerza de trabajo en 1930 y para 1964 alcanzan el 47%. Tales circunstancias fortalecen el conformismo y la esperanza entre fuertes núcleos de campesinos y de trabajadores (Cuadros XLV y XLVI). 4. La movilización de la población, de que habla el 134 sociólogo argentino Germani, es un hecho no menos importante. Ya hemos visto, en efecto, cuáles son las tasas de crecimiento de la población participante, y cómo cientos de miles y hasta millones de gentes que no hablaban el español hablan hoy el español, que no sabían leer saben leei, que no tenían escuelas donde mandar a sus hijos tienen escuelas, que no usaban zapatos usan zapatos, etc. 12 Y es muy importante para un hombre pasar de un estado a otro -xíe no tener a tener. Muchos millones de mexicanos han registrado en su propia biografía este cambio. El factor esperanza en ellos es necesariamente muy acusado. 5. El desarrollo del país provoca grandes movimientos de en los estratos sociales. Según cálculos M。ーイックゥュ、ウセ los investigadores Iturriaga y Cline entre 1895 y 1960 la clase alta pasa del 1.5% al 6.5% del total; la media del 7.80/0 al 33.50/0; la baja, con los más ínflmos niveles, disminuye del 90.7% al 60%. C1ine señala --desde QYTPセ la aparición de un estrato o clase de "transición", que va en ascenso de los niveles más ínfimos hacia la clase media y que constituye el 6.5% en 1940 y el 20% en 1960.13 En otro agrupamiento González Cosía calcula que entre 1900 y 1960 la clase alta permanece con una proporción casi igual (el .6% y el .5% respectivamente, la media se duplica del 8.3 al 17.1; Y la baja disminuye del 91.1 al 82.4).14 En otro tipo de agrupamiento más, Ifigenia Martínez de Navarrete calcula que de 1950 a 1957 la clase baja disminuye del 70 al 65%; la media pasa del l8 al 19%; la acomodada del 7 al 11%; Y la rica permanece estable con un 5%.1 s Si la variedad de estos datos nos revela una cierta. anarquía en la elección de los intervalos, y las cifras mismas presentan serios obstáculos para que las consideremos definitivas, todas enuncian un hecho característico del desarrollo: la movilidad vertical de los estratos inferiores a los superiores, el ascenso de una clase a otra de fuertes núcleos de la población, 1 6 fenómenos que estimulan la esperanza de mejoría individual, dentro de las 135 pautas que se ha trazado la nación. 6. De otro lado, hay una migración interna muy considerable de los estados pobres a los ricos. En 1960 la proporción de inmigrantes mexicanos con respecto a la población nativa es de 157 en Baja California por cada 100 nativos, de 69 en el Distrito Federal, de 40 en Tarnaulipas, y generalmente superior a la media en todos los estados más desarrollados del país. Esta proporción de inmigrantes pasa de 13.2 en 1950, como media nacional, a 17.6 en 1960 (Caudro XLVI). La esperanza de mejorar las condiciones de vida hace que grandes núcleos de población (cinco millones de habitantes en 1960 no vivían en su entidad de origen) se desplacen de unas entidades a otras, y en especial de las entidades pobres a las ricas. Entre 1950 y 1960 dos millones de mexicanos se fueron de sus entidades de origen a otras entidades (Cuadro XLVII). 7. Finalmente, y no obstante que el punto de partida sea quizás uno de los más bajos, no se puede ignorar que muchos campesinos mexicanos ven la esperanza de resolver sus problemas--así sea en forma provisional e inesta ble- mediante la emigración temporal a los Estados Unidos. Esta emigración ha permitido que varios millones de individuos logren liberarse de sus más ingentes problemas, abandonando el país por un tiempo o en forma definitiva. Ignoramos con exactitud cuántos trabajadores mexicanos en lo individual han ido a los Estados Unidos en estas condiciones; pero para tener una idea del problema baste con decir que entre 1942 y 1957, el total de trabajadores contratados y de "espaldas mojadas" aprehendidos, arroja una cifra de más de 7 millones, cifra conservadora si pensamos que en las épocas de auge la policía norteamericana no aprehende con igual diligencia a los "espaldas mojadas",' 7 Y si pensamos que muchos de los "espaldas mojadas" no fueron aprehendidos ni en la época de auge ni en las de crisis (Cuadros XLVIII Y XLIX). Todos estos movimientos -de la población rural a la urbana, de la agrícola a la industrial, de las ocupaciones 136 menos remuneradas a las más remuneradas, de las regiones pobres a las regiones desarrolladas, del campesino sin tierra al pequeño propietario y al ejidatario, de los que no tienen nada a los que tienen algo, de los que ascienden de las clases más bajas a las clases medias- son poderosos paliativos a las grandes diferencias, a los grandes contrastes, y son los canales de la moderación, de la conformidad de la esperanza de resolver los problemas personales y familiares por los senderos trazados y por el esfuerzo individual, la educación, la suerte, o los méritos que se hagan ante los dirigentes, patronos y autoridades. En la dinámica del desarrollo se encuentran los elementos del México paciente, conformista y hasta conservador; en su esclerosamiento, arritmia o parálisis relativa los elementos del radicalismo y la inconformidad estructurales de un México que no está exento de sufrir profundas crisis políticas. Es en estas condiciones como el funcionario puede ver con preocupación o alarma cómo cada uno de los datos anteriores presenta una contrapartida estructural o una tendencia peligrosa. l. "En la actualidad más de 2.5 millones de agricultores tienen problemas de tierras. De ellos más de medio millón tienen parcelas menores de media hectárea y el resto carece de tierras o éstas no son aptas para el cultivo." 18 A este cálculo conservador se añaden otros, que señalan la existencia de tres millones de campesinos con problemas de tierra. 2. La tasa anual de crecimiento del producto nacional bruto ha tenido fuertes variaciones; en 1940-45 fue de 8.7, , en 45-50 de 5.4, en 50-55 de 4.8, en 56-60 de 5, en 61-65 de cerca de 6, y si bien hubo un año (1 %4) en que fue de lO y es posible que hayamos entrado a una etapa de recuperación, difícilmente podemos ignorar el hecho de que las tasas de crecimiento de la post-guerra después de haber disminuido parecen haberse estancado, como tendencia general (Cuadro XLIV). 3. De otra parte la tasa de producción per capita, pasa de 4.4 en la década 1940-50 a sólo 1.7 en 1959-61. 137 4. En la agricultura, en que es indiscutible el notable avance logrado durante los últimos 25 años (de 1940 a 1950 se duplicó la producción y aumentó otro 40% para 1958) a partir de 1958 "perdió dinamismo", y en 1961 apenas mantenía el nivel de 1954, con el agravante de que en este lapso la población del país era 25% mayor, por lo cual el producto per capita era igual al del periodo 1945-47. Por otro lado, las tasas de incremento del producto por persona ocupada en la agricultura son generalmente más bajas que la tasa media nacional. 5. La tasa anual de crecimiento de la población de las principales ciudades (las 14 ciudades más importantes), que es de 6.8, resulta superior a la tasa de crecimiento de las actividades secundarias y terciarias de solamente 4, lo cual indica que las ciudades están creciendo y también el desempleo, los cinturones de la miseria urbana, el neomarginalismo de la propia ciudad.l " 6. Desde 1960 el número de braceros que van a los Estados Unidos ha venido disminuyendo y en 1964 es menos de la mitad que en 1959 (exactamente el 40.3570). Los obstáculos económicos y legales para su ingreso han aumentado recientemente. 7. En números absolutos siguen creciendo por cientos de miles e incluso por millones los analfabetos, los niños sin escuela, los hombres descalzos, que sólo son testigos de cómo el desarrollo de México pasa sin que mejore su suerte. Si a todos los datos anteriores, que constituyen las bases y canales de la inconformidad, se añaden los factores económicos y políticos de explotación colonialista, de usura en el campo, de despojo de tierras a los campesinos, de abuso de la autoridad con las clases bajas, de formación de nuevos latifundios, etc., y se agrega el tipo de lucha que libran los grupos dirigentes por apoderarse del Estado, puede tenerse una idea mucho más concreta del panorama político de México que por lo menos frene cualquier optimismo excesivo. Es difícil interpretar tendencias tan .opuestas. Para 138 muchos de estos fenómenos no hay suficientes datos y cuando los hay, se puede jugar con ellos con una falsa retórica, con ajustes polémicos, muy discutibles por rigurosos que parezcan. Las interpretaciones políticas e ideológicas de las perspectivas futuras son de dos tipos principales: ven unos que existe una tendencia constante a la solución de los problemas con pequeñas caídas de las que es fácil recuperarse, piensan otros por el contrario que hay una tendencia inevitable a la depresión y que las recuperaciones nunca la superan. Y, como vivimos una evolución política oscilante, cada vez que hay crisis los radicales claman tener razón, y en cuanto las crisis cesan y vuelve la estabílídad o la recuperación, los conservadores o reformistas los miran con benignidad de hombres experimentados, y confirman su convicción de que todo tiende a resolverse natural y necesariamente. En general los líderes y las masas no ven los altibajos del desarrollo sino que tienen actitudes tajantes, optimistas o pesimistas, como si el desarrollo del país fuera un fenómeno puramente racional, dirigido hacia la solución de los grandes problemas sociales o hacia el caos. Las expectativas de los distintos grupos políticos son motivos de recíproco recelo, los augurios y pronósticos sobre el rumbo que lleva el país despiertan una gran suspicacia en el grupo antagónico, son vistos como formas de engañarse y engañar, como actos de palacieguismo por unos, como actos de demagogia por otros, cuando en realidad se trata de modos parciales de comprensión de una realidad cuyas tendencias no son precisas, de un país que ni se encuentra en una situación de franco estancamiento o retroceso ni está en una etapa de ascenso incontenible y acelerado, sino que avanza en un movimiento de vaivén: desarrolloestancamiento, revolución-contrarrevolución, justicia social-injusticia social, salvación individual de fuertes núcleos de la poblacíón-margínalísmo integral de otros, reparto de tierras-despojo de tierras, empleo-desempleo. Y en esas condiciones se hace difícil interpretar la tendencia predominante del desarrollo y hacer un pronóstico preciso 139 sobre el futuro inmediato que nos permita salir de la polémica, de la retórica, de las estimaciones subjetivas, y asegurar que nos espera una desarrollo estable con pequeños tropiezos o una crisis cada vez más aguda y violenta. Para ello se necesitan otros elementos de juicio. Sólo queremos por ahora referirnos a un hecho indiscutible. En los momentos de crisis política que hemos vivido en los últimos años ambos grupos, el inconforme y el conformista, el revolucionario y el reformista, y dentro de éste sobre todo el gobernante, se han puesto inevitablemente de acuerdo en una cosa; en que pueden ganar el poder y pueden perder el poder, respectivamente. El consenso ha sido general y las expectativas, que son tan distintas y opuestas en condiciones normales, durante los conflictos, han sido casi iguales. Es natural que esto haya ocurrido. En los momentos de crisis ambos partidos perciben un hecho; que toda la población marginal -económica y políticamente marginal- puede entrar en acción y que ligada a los distintos grupos políticos de las clases participantes constituye una indudable posibilidad de lucha o un verdadero peligro, según la perspectiva. Una circunstancia más es también cierta; si no es posible pronosticar con precisión y sin réplica cuáles son las tendencias del desarrollo económico de México y si puede venir en un plazo dado una recuperación o una crisis, es indudable que el país se sostiene y se desarrolla -aprísa o despacio- a un nivel muy bajo, con un margen de seguridad económico nacional e internacional muy pequeño, en el que las tendencias seculares a la disminución de los precios de las materias primas, los movimientos cíclicos de la economía norteamericana, las medidas políticas que toman los Estados Unidos y Europa para proteger a sus propios productores, etc., pueden afectar una estructura en la que hay varios millones de seres que son marginales al desarrollo y que tienen hambre. Sobre estos hechos también están de acuerdo unos y otros dirigentes, pero particularmente los de tendencia optimista 140 y conservadora, que padecen una natural crisis de alarma en cuanto ven cómo bajan los precios del café, o la cuota y los precios del algodón o la reserva de dólares, o las exportaciones, o el turismo, o en cuanto se levantan los movimientos de protesta puramente cívica y democrática, no se diga ya cuando surgen los movimientos de franca rebeldía que buscan derrocar a un presidente municipal, un gobernador, o a una representación síndical, como ha ocurrido con bastante frecuencia en los últimos tiempos, desde el linchamiento del presidente municipal de Ciudad Hidalgo que no es sino un ejemplo, pasando por los movimientos huelguísticos del 58, hasta los problemas de violencia en Guerrero, San Luis, Nuevo León, Baja California, la rebelión fallida de Gasca y varios grupos campesinos, el motín sangriento de Huajuapan de León, los hechos de armas en Chihuahua, la toma del primer piso del palacio de Gobierno en- Mérida, hasta la acusación de conjura y la prisión de Víctor Rico Galán. En esos momentos hasta los más optimistas se preocupan y con razón. Pero pasan las agitaciones esporádicas, legales o ilegales, los conflictos electorales, obreros o religiosos, y el gobernante, satisfecho de haberlos resuelto, nuevamente se distrae en su actividad cotidiana y se entrega al optimismo congénito. Por su parte los dirigentes de la oposición, que permanentemente reparan en los hechos deplorables, que están al acecho mental de la catástrofe económica o política, en los momentos de crisis se animan, actúan. Después se retraen y vuelven a esperar. Pero si en condiciones críticas todo el mundo percibe la inconformidad, en condiciones normales, ¿cómo se percibe? ¿Cómo se manifiesta la inconformidad en México, Cómo se organiza y lucha? ¿Quién la organiza y para quién lucha? O para decirlo de otro modo, ¿hasta qué punto aparece en la estructura política de México una conciencia organizada que presione por la solución de los problemas de la población marginal al desarrollo, esto es, de más del 60% de la población mexicana? El problema está en saber ¿cómo se manifiesta la inconformidad, 141 alguna inconformidad del México marginal: en condiciones normales, cívicas, democráticas? Notas 1 Cf. Cuadro XLI, en que se ve la relación entre el ingreso y la asistencia a la escuela. Plancarte. Op. cito p. 22-23. Cf. National Income and its Distribution in Underdeveloped Countries. New York, United Natíons, 1951 (Serie E. No. 3). 2 3 4 Martínez de Navarrete, Ifigenia. La distribución del ingreso y el desarrollo económico de México. México, Instituto de Investigaciones Económicas, Universidad Nacional Autónoma de México, 1960. s Distribución del Ingreso Familiar. México 1963. (Documento inédito. ) 6 Para todos los datos anteriores cf. Lamartine Yates, Paul. El Desarrollo Regional de México. México, Banco de México, 1962. 7 Véase Flores, Ana María. La magnitud del hambre en México. Mexico, 1961, e Investigación Nacional de la Vivienda Mexicana, 1961·1962. México, Instituto Nacional de la Vivienda, 1963. 8 Martínez de Navarrete. Op. cit. 74-75. 9 Aquí no estudiamos específicamente otros factores que hacen que la desigualdad social no esté necesaria y automáticamente ligada a la inconformidad o el radicalismo, como son las distintas formas de enajenación de la sociedad tradicional y contemporánea. 10 Era de 22 600 millones de pesos en 1940 y llegó a 98 200 millones en 1965. Cf. Cuadro LXII. 11 Si los procesos de industrialización acelerada, de urbanización y desarrollo de la Europa del siglo XIX concidieron con procesos de radicalización bien conocidos, en México y en otros países de América Latina no se da necesariamente este fenómeno. La variedad en la estratificación de la clase trabajadora, los distintos status del trabajador calificado o descalificado, el paso de una sociedad "cerrada" a una sociedad "abierta", que no aparecen tan acusadamente en el desarrollo industrial del siglo XIX y que son característicos del desarrollo del siglo XX en los países avanzados, existen en algunos países subdesarrollados como México y Brasil, y dan paso a actitudes de esperanza y conformismo en 142 estas sociedades altamente diferenciadas y subdesarrolladas, que no han alcanzado los niveles de vida de aquéllas; pero que han cambiado sus conceptos de política social diferenciando el trato, los salarios, los servicios, las prestaciones para los trabajadores según éstos sean de una rama, de una región, de una calificación, etc., y rompiendo así el concepto global de que todo trabajador es un "proletario" y constituye una "clase". Cf. Nuestro estudio "L'évolutíon du systéme des classes au Mexique" aparecido en Cahiers Intemationaux de Sociologie, París, Presses Universitaires de France. 1963. 12 Cf. Conzález Casanova, Pablo. "Sociedad Plural". Op. cit. Cline, Howard F. Mexico. From Revolution to Evolution. 1940-1960. London, Oxford University Press, 1962, pp. 123. 13 14 González Cosió. Op. Cit. p. 55. 1S Martínez de Navarrete. Op. cit. Gerrnani, Gino. "Clases populares y democracia representativa en América Latina", en Desarrollo Económico. Julio-sept. 1962. Vol. 2, p. 29. 16 17 Cf. Hancock, Richard H. The Role 01 the Bracero in the Economic & Cultural Dynamic 01 México. A case study 01 Chihuahua. California American Society, Standford, 1959. 18 Ramírez, Ramón. "Tendencias de la Economía Mexicana", en Investigación Económica, Vol. XXll. No. 88. México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1962. 19 Para los datos anteriores cf, el excelente análisis de la Memoria de la Secretaría del Patrimonio Nacional. México, 1962, pp, 42 ss. y Flores de la Peña, Horacio "Reflexiones sobre el Plan General de Desarrollo Económico" en Ciencias Políticas y Sociales. Abril-junio 1963. pp. 127-142. 143 CAPITULO VII LA INCONFORMIDAD Y LA LUCHA CIVICA Frente al México organizado del gobierno --con su sistema presidencialista, su partido, sus uniones de trabajadoresy frente a los factores de poder, también organizados -como el ejército, la Iglesia, los empresarios nacionales y extranjeros- hay un México que no está organizado políticamente. Frente a los grupos de interés y los grupos de presión que utilizan con más o menos eficacia la Constitución, la Presidencia, el Congreso, la Corte, los gobiernos locales y estatales, los partidos, los sindicatos, las cámaras industriales y comerciales, las embajadas, la prensa, hay un México cívicamente desarmado, para el que las instituciones y las leyes no son un instrumento que ellos manipulen, con el que ellos luchen, con el que ellos presionen. Frente al México político hay un México impolítico; que no lucha cívicamente, que carece de instrumentos políticos. Y este México impolítico, que no es sujeto político sino objeto político, no se limita a aquel sector de la población que por falta de cultura, de experiencia, es dominado, manipulado en sus propias organizaciones por las clases gobernantes, y que, organizado efectivamente en sindicatos, ligas, asociaciones ve cómo esos organismos son controlados desde fuera o desde arriba. Este México manipulado dentro de las organizaciones, también existe; pero hay otro México manipulado por las organizaciones, que está fuera de las organizaciones, un México para el que la organización es un elemento ajeno, una institución de los demás -de los ladinos, del gobierno, de los líderes sindicales, de los políticos. En la vida política de México se dan pues, dos tipos de control: el control de las organizaciones populares y el 144 control del pueblo no organizado por los organismos y las organizaciones gubernamentales o paragubernamentales, y en general por las organizaciones de las clases obreras, medias y altas de la población participante. Si las organizaciones populares que existen en buen número son controladas para que no manifiesten la inconformidad de sus coaligados, la inmensa mayoría de los ciudadanos ni siquiera tiene organizaciones para manifestar políticamente su inconformidad. Vamos a tomar algunos indicadores de estos hechos, a fin de colocarnos en un terreno preciso y no se entienda que hablamos de un fenómeno más o menos discutible: 1. Según las estadísticas oficiales, del total de la población económicamente activa, que en 1964 era de 13 216000 individuos sólo 1 388260 estaban agremiados, es decir el 10.5%. Pero mientras en la industria eléctrica estaba agremiado cerca del 90% de los trabajadores y en los transportes y comunicaciones el 57%, en la agricultura, de un total de 6 909 000 campesinos sólo estaba agremiado el 1.9% es decir, 129868. O para expresarlo de otro modo, del total de la población económicamente activa no estaba agremiada el 89.5%, y de la población económicamente activa dedicada actividades primarias no estaba agremiada el 98% (Cuadro L). Los datos anteriores pueden parecer excesivos si se piensa que en México trabajan por su cuenta 1 200 000 ejidatarios y 1 500 000 agricultores y pequeños propietarios (Censo de 1960) y que la Confederación Nacional Campesina y otras centrales afirman agrupar -mediante afiliación colectiva-- a todos los ejidos y comunidades agrarias. Pero incluso aceptando estas afirmaciones, que coinciden en cierta forma con la estructura de la propiedad y la organización política del campo mexicano, nos encontramos con los siguientes hechos: a) Del total de obreros dedicados a las industrias, el comercio y los servicios que asciende en 1960 a 1 200 000 el 76.56% estaban agremiados; b) del total de obreros agrícolas que en ese mismo año alcanzaban 1 900 000 sólo el 6.5% 145 estaban agremiados, cifra que baja a 6.4% si se toma como base a los jornaleros de campo que eran 1 945 000 de acuerdo con el mismo censo de 1960. c) Por lo tanto en un cálculo más ceñido y riguroso nos encontramos con que no estaban agremiados el 23.44% de los obreros dedicados a la industria, el comercio y los servicios, y que no estaban agremiados el 93.5 o el 93.6% de los obreros y jornaleros agrícolas. La situación anterior se ha mantenido prácticamente igual desde 1939 hasta 1963. En el primer año encontramas dentro de la fuerza de trabajo un trabajador agremiado por Í'I.6 no agremiados y en el último un trabajador agremiado por 8.3 no agremiados, sin que las variaciones intermedias sean muy grandes (Cuadro LI). En estas condiciones para la inmensa mayoría de los obreros y campesinos no existe ni siquiera el tipo de organizaciones o sindicatos verticalmente controlados. El problema se acentúa sobre todo en el México campesino, marginal, para el que las uniones, sindicatos, ligas, federaciones, no existen como canales para manifestar su inconformidad económica o política. 2. De otra parte, los partidos políticos alcanzan una afiliación mucho menor que las agrupaciones de trabajadores, pues aunque el Partido Revolucionario Institucional considera que tiene 6 621 000 afiliados en 1964 y anuncia que tendrá más de 8 millones al finalizar 1966, no se trata de afiliados individuales que permitan hacer un cálculo aproximado de afiliación, sino de una cifra excesivamente arbitraria por referirse a afiliados que se calculan en forma colectiva. Prueba de esta situación es que en ocasiones el número de afiliados con que informa contar el PRI en una entidad federativa, es mayor que el de votos alcanzados, en esa misma entidad (Cuadro LB). Su significado numérico escapa pues a toda posibilidad de ! análisis sobre afiliación. En cuanto a los demás partidos es imposible deterrni- 1 nar el número de afiliados porque, o no llevan registro o éste no es público, hechos ambos que son indicadores de 1i 146 la situación que guarda la afiliación en los partidos políticos de México. En realidad los partidos políticos de México no se pueden medir por sus afiliados. Cada partido tiene un grupo de políticos y administradores-más o menos numeroso- con simpatizantes a los que moviliza mediante el auxilio de organizaciones gubernamentales, o eclesiásticas, o por intermedio de los pequeños y grandes dirigentes de tipo tradicional. No hay partidos de masas; hay políticos y simpatizantes, y los partidos solos no .movilizan; movilizan el gobierno o los factores reales de poder. Puede decirse sin lugar a dudas, que los partidos no están organizados, subsidiados y controlados por los ciudadanos. Lo normal es que los grupos de poder -con políticos y administradores- organicen, subsidien y controlen partidos, y que los partidos sean su instrumento jurídico-político constitucionalmente sancionado para la lucha cívica. No es por ello extraño que cuando manifiestan inconformidad ésta se vea como expresión de sus dirigentes o patrocinadores y no de las "masas" que dicen representar; así como cuando el partido del gobierno manifiesta satisfacción pública ésta se ve como satisfacción de sus dirigentes, o del propio gobierno. Y aunque tales juicios no corresponden exactamente a la realidad, pues los partidos sueien ser agentes para la manifestación de la opinión pública; ocurre que no siendo los partidos un instrumento organizado, subsidiado, y controlado por los ciudadanos, los dirigentes tienen una libertad de maniobra que les permite manifestar su conformidad o inconformidad, sin que éstas necesariamente correspondan a las de los ciudadanos. Por otra parte mucha de la inconformidad de las masas se mueve fuera de los partidos, es ajena a los partidos, no determina la lucha de los partidos; y mucho del conformismo y la inconformidad de los ciudadanos se manifiesta con su misma abstención de ingresar, actuar y controlar los partidos. En estas condiciones la inmensa mayoría de los mexiCanos están fuera de los partidos: son muy pocos los que 147 están dentro, controlándolos, subsidiándolos, organizándolos, como instrumentos de lucha cívica. Los "hombres de partido" se dan sobre todo en individuos de la clase media o alta urbana -abogados, burócratas, "trabajadores millonarios"- especializados como políticos, que en los momentos electorales, movilizan y manipulan a la ciudadanía; y la ciudadanía se acerca a ellos como a entidades metafísicas o se deja llevar por ellos como intermediarios del gobierno, la Iglesia, los empresarios, en una escala de pasividad cuyos niveles más bajos se encuentran en las regiones agrícolas más atrasadas del país, donde florece como en todos los países subdesarrollados, el hombre que . no tiene la weltanschauung, la visión y la cultura política del ciudadano. Los hechos anteriores anulan la posibilidad de un análisis de la inconformidad política de las masas marginales por medio de los partidos y sus afiliados. En tanto que canales cívicos y políticos los partidos reflejan, a lo más, la inconformidad de las facciones de la clase dirigente y de los estratos medios más avanzados, en particular de los urbanos. 3. Un tercer camino para estudiar la forma en que se manifiesta cívicamente la inconformidad consiste en el análisis de la votación. Ya hemos visto que la proporción de votos que registra la oposición es relativamente muy pequeña. 1 Pero esa oposición que se da en los comicios, en las elecciones presidenciales y de legisladores, ¿qué características tiene, cómo se comporta, hasta qué punto puede servir para manifestar la inconformidad de las regiones o de los sectores más pobres del país? Los datos oficiales son perfectamente válidos para contestar esta pregunta, incluso en aquellos casos en que la oposición que registran es inferior a la real. En efecto desconocer oficialmente que hay oposición cuando de hecho la hay, indica que la vida cívica no ha alcanzado el nivel en que las autoridades se ven obligadas, por su propio interés, a registrar cuidadosamente los votos de la oposición, pues no hacerlo suscitaría serios conflictos. 148 Con los supuestos anteriores el problema está en saber si en las entidades más pobres hay más oposición ofícíalmente reconocida; si en las entidades donde hay un mayor subdesarrollo y marginalismo se manifiesta una mayor inconformidad en el voto. Tomando una de las elecciones presidenciales más reñidas -la de 1929-- nos encontramos en 5 de los estados más pobres que el candidato del partido del gobierno obtuvo la proporción máxima de votos y la mínima de oposición: en Chiapas la oposición fue el .32% de los votos, en Guerrero el .53%, en Hidalgo el 5.059'0, en Tlaxcala el 5.24%, mientras los estados en que el candidato gubernamental obtuvo una menor proporción de votos y se enfrentó a una mayor oposición fueron algunos de los más ricos y desarrollados: En Coahuila la oposición alcanzó el 19.63% de los votos, en Durango el 15.89%, en Sinaloa el 24.06%, en Sonora el 13.169'0, en Chihuahua el 21.11% (Cuadro LIII). Si dejamos transcurrir 35 años y consideramos las elecciones presidenciales de 1964 encontramos que en los cinco estados pobres arriba señalados el candidato de la oposición obtuvo una baja proporción de votos a su favor; en Chiapas sólo el 1.1% de los votos correspondió a la oposición, en Guerrero el 3.1%, en Hidalgo el 1.69'0, en Oaxaca el 3.4%, en Tlaxcala el 1.6%, mientras la máxima oposición se localizó en algunas de las entidades más avanzadas del país: en Baja California y Chihuahua la oposición alcanzó el 21.3%, en el Distrito Federal el 25.1%, en Nuevo León el 15.7% (Cuadro LV). Con las elecciones de diputados ocurre algo semejante. En las de 1961, en algunos de los estados más pobres, los candidatos del partido gubernamental encuentran el mínimo de oposición: en Chiapas el 0.73%, en Guerrero 7.37%, en Hidalgo 1.25%, en Oaxaca 5.17%, en TIaxcala 0.27%. En las elecciones de 1964 las proporciones en favor de los candidatos de la oposición son como sigue en esos mismos estados: Chiapas 1.81%, Guerrero 4.559'0, Hidalgo 1.14%,Oaxaca 6.41%, Tlaxcala 6.22%. 149 Por el contrario en las entidades más prósperas se da la mayor oposición: en 1961 los candidatos de la oposición obtienen en Baja California Norte 33.01%, en el Distrito Federal 35.32?L en Morelos 26.90% y en Chihuahua 18.09, En 1964 obtienen en Baja California Norte 28.78%, en Chihuahua 23.29% y en el Distrito Federal 34.01% (Cuadros LVI, LVII, LVIII, LIX y LX). Observando todos estos datos se advierte que en los estados más pobres la oposición no se manifiesta en el voto o no se reconoce, no se registra en los comicios, y que la oposición es más fuerte o reconocida en los estados más avanzados. A las tendencias anteriores se añade el hecho que hay estados de desarrollo intermedio que manifiestan su oposición en el sufragio y logran un reconocimiento relativo del mismo: generalmente se trata de las entidades del centro donde la Iglesia es muy fuerte, con lo que la oposición cívica tiende a identificarse con la oposición de uno de los factores tradicionales del poder. 2 4. Resumiendo los datos que hemos expuesto hasta aquí y añadiendo a ellos algunos más tenemos un panorama aproximado de la forma en que se puede manifestar cívicamente la inconformidad o en que se perciben sus presiones por los canales previstos en la Constitución y el Derecho: a) La población agrícola y en especial la población trabajadora del campo que es la más pobre de la población económicamente activa, es la que tiene una menor proporción de miembros que pertenezcan a organizaciones de trabajadores; b) Los partidos políticos, que en cualquier parte del mundo son organismos predominantemente urbanos, en México a más de serlo, no tienen las características ni la dimensión de organizaciones ciudadanas de países altamente desarrollados. Los ciudadanos, y sobre todo los ciudadanos del campo, son marginales a los partidos, instrumento pasivo de sus dirigentes; e) La población rural -es decir, la más pobre- se asocia a la que menos vota; es en sus tendencias generales la pobla· ción más marginal al voto; d) La población analfabeta está 150 asociada con la que menos vota; e) La población rural que vota es la que menos oposición presenta; f) Los estados más pobres son los que menos oposición registran en las elecciones. 5. Contemplando este panorama que nos revela que la población económica y culturalmente marginal es políticamente marginal, y la menos organizada, la que menos manifiesta su oposición en las elecciones, cabe preguntarse dónde se manifiesta su inconformidad y cómo se manifiesta. En busca de una inconformidad que parece razonable, obvia, pensamos que quizás ésta se manifiesta en la violencia; no necesariamente en la violencia política, sino en un malestar violento, agresivo, como el que se' da generalmente en las sociedades más atrasadas, en las sociedades coloniales, donde la política no ha sustituido a las formas primitivas de lucha. Con este supuesto buscamos si hay una mayor criminalidad -ataques, asesinatos, robos-- en los sectores más pobres del país, y encontramos, contra nuestras expectativas, que la tasa de delincuencia entre los campesinos -es decir, entre la población más pobre y marginal del país- es inferior a la delincuencia media nacional, pues mientras ésta es de 3 por 1 000 habitantes, 3 aquélla es de 2 por 1 000; en estratos con más altos niveles de vida la tasa de delincuencia llega a ser hasta de 8 (1960), mientras en la agricultura es de 2, Como dijimos. Por otra parte y confirmando los datos anteriores encontramos que la tasa de presuntos responsabIes es de 1.67 por 1 000 habitantes alfabetos y sólo de .51 por 1 000 analfabetos; en cuanto a la tasa de delincuencia es de 1.42 por 1 000 alfabetos y de .42 por 1 000 analfabetos. De modo que la inconformidad no se manifiesta en el México marginal ni siquiera en sus formas primarias o elementales (Cuadro XLIV). Quizás sea este hecho más natural de lo que parece. En Condiciones normales el "ciudadano" marginal no maní。エウ・セ su inconformidad ni siquiera en un clima de violencia, de agresividad especial; porque cualquier acto de 151 violencia, individual o colectivo, le cuesta mucho más que a nadie, y todavía considera o siente -con instinto de conservación- que tiene más que perder de 10 que puede ganar. La actitud contemplativa y paciente es el resultado de una larga experiencia. El ciudadano marginal puede estar al borde de la violencia o de la desesperación, tener sueños, cuentos y danzas llenos de fobias, de inseguridad y agresividad; pero mientras no ocurre una explosión, "pacienta"; mientras no pierde todo, es el ser más hierático, cortés y tranquilo, y se pregunta textualmente como en la novela de Agustín Yáñez: "¿De qué sirve a los pobres enojarse? Más recio nos pegarán." 6. La inconformidad del México marginal no se manifiesta en forma consecuente y continua, como fenómeno colectivo, institucional o natural. La inconformidad no aparece ni cívica ni permanentemente. Todo un México desorganizado, no informado y sin medios de información está quieto, silencioso; es un México sin ciudadanos en el sentido genuino de la palabra. Y no son ciudadanos precisamente los que tienen más carencias económicas, sociales y culturales. Y son ciudadanos los mexicanos conforme más elevados son sus niveles de vida, más altos sus ingresos, más prósperas, urbanizadas e industrializadas las regiones en que viven. Porque si aun estos mexicanos -en sus organizaciones, en sus actos cívicos, en su oposición electoral- tienen limitaciones para asociarse y manifestar su inconformidad o exigir el cumplimiento de sus derechos, aquéllos ni tienen organizaciones, ni tienen instrumentos de información o jurídicos, ni pertenecen al engranaje mínimo en que la inconformidad se manifiesta en la lucha electoral. 7. Ahora bien, como la inconformidad del México marginal no se expresa por las formas constitucionales y constitucionalmente previstas para ese efecto, las demandas populares del México marginal sobreviven bajo formas tradicionales de súplica y petición a las agencias gubernamentales, de queja, en, los organismos políticos paragubernamentales, en que la súplica se hace más humilde y la 152 queja se acentúa más, conforme más humilde y marginal es el ciudadano o grupo de ciudadanos que la formulan, o a cuyo nombre se formula. Trátase de un sistema muy antiguo, que se ha combinado con formas republicanas de petición y lucha, en que operan personajes popularmente llamados "padrinos", "valedores", "tatas", "compadritos", "coyotes", "influyentes", nombres que corresponden a los estereotipos del buen y el mal gestor. Y estos intermediarios que están en el gobierno o fuera del gobierno, que tienen ideas revolucionarias o conservadoras, siguen jugando sus papeles antiguos en un México en que las nuevas fuerzas de empresarios públicos y privados dominan ya las formas de lucha y los instrumentos de la sociedad moderna, y conservan parte de las formas tradicionales del control político. La inconformidad del México marginal sólo se manifiesta así al través de sus mediadores, de sus intermediarios, de sus negociadores que pertenecen al México participante y a los grupos dirigentes del México participante. Opera bajo un curioso sistema de control y lucha política en que los intermediarios son de dos tipos principales, los que forman parte del gobierno o de las organizaciones gubernamentales, con la ideología oficial más o menos radicalizada, y los que operan por su cuenta, como amigos del gobierno con actitudes ideológicas más moderadas que la extrema izquierda o la extrema derecha. Los primeros hacen gestiones personales o en favor de sus protegidos en las oficinas públicas durante los periodos de estabilidad, y sólo cuando el calendario político electoral o la coustítución de un nirevo régimen exige una lucha entre la familia revolucionaria para ocupar posiciones, pasan de ser gestores a organizar protestas, a hacer presiones y hasta movimientos de cierta magnitud. Es así como en el interior del Partido Revolucionario Institucional, o en otras organizaciones revolucionarias, estos dirigentes libran una lucha de clases con características paternalistas, y que a la postre se ha convertido en la forma misma de gobernar, de luchar políticamente y de ganar el apoyo de 153 grandes masas del pueblo. En efecto, muchos de estos líderes, -de estos "jetes populares" obtienen prestaciones efectivas para sus representados y para ellos mismos, y hasta amenazan con la agitación cuando no hallan respuesta a sus demandas más elementales. El sistema naturalmente coloca en una situación de privilegio a los intermediarios y resulta relativamente efectivo para que los ciudadanos apadrinados por ellos, obtengan algunas prestaciones. Sin embargo, estas prestaciones en su mayor parte benefician a las clases bajas de los grupos participantes v-Ias más exigentes con sus proy es mucho menos lo pios padrinos y con el ァッ「ゥ・イョセ que obtienen con el sistema predominante las clases bajas marginales, más pacientes y cívicamente menos o nada peligrosas. De hecho la población marginal a menudo carece de padrinos que directamente la protejan, y las reclamaciones que en su tomo se hacen tienen un carácter más moral que político. Con frecuencia no existe siquiera en su favor una maquinaria paternalista para su defensa permanente, con el tipo de presiones que entran en el juego de concesiones del México participante. Hay también gestores que están fuera del gobierno o de las organizaciones paragubernamentales. Sacerdotes, abogados, médicos con ideologías de izquierda o derecha que operan también como pacíficos intermediarios de los "necesitados", declarándose "conservadores", "católicos", o "marxistas" y amigos del gobierno, que buscan ayudarlo ayudando a sus representados. Revolucionarios "a la mexicana" los unos, conservadores y socialistas los otros, todos tienen actitudes gobiernistas, paternalistas y autoritarias, y saben que pertenecen a organizaciones de arriba, que no están controlados por las masas, que las masas no les exigen ni exigirán cuentas de su conducta, lo que les permite una libertad de movímíento y negociación muy grandes para fines personales. Que entre ellos hay hombres extraordinarios y de u,n humanismo innegable nadie podría 、ゥウ」オエゥイャセ pero sena 154 absurdo pensar que las instituciones que forman sean representativas, algo semejante a lo que es en la sociedad industrial un partido político de ciudadanos, un sindicato de obreros, una unión de campesinos. Las instituciones que forman son exactamente lo opuesto: hay dirigentes con su partido, líderes con su sindicato, políticos con su unión campesina. El sistema mismo en que operan es ajeno a las ideas republicanas, y resulta difícil o imposible controlar políticamente al intermediario. Las masas 10 perciben en actitudes providencialistas; más que como un representante o instrumento político como un ser moral que puede ser bueno o malo, digno de odios o afectos, proveedor a su arbitrio de beneficios o desgracias. Frente a él no existe ese tipo de razonamiento que caracteriza a las presiones y negociaciones de la sociedad política moderna, sino el tipo de razonamientos que en una weltanschauung religiosa corresponde a las plegarias, las expectativas de milagros y las rogativas que se hacen a la divinidad o a los santos, y al uso de signos y símbolos que son útiles para ahuyentar a los demonios. La cultura del razonamiento político y el arte de hacer juicios políticos ceden a la cultura del razonamiento ético y de los juicios morales. Las excepciones que se dan a este sistema paternalista que en la forma suele ser republicano, ocurren generalmente en las capas sociales que más han participado en el desarrollo del país, y que han alcanzado formas representativas e ideológicas de lucha política, parecidas a las estructuras de países más avanzados. 8. Ahora bien este sistema tradicional en el fondo y republicano en la forma tiene sus reglas del juego, muchas de las cuales se fundan en un sistema de relaciones personales que amerita un estudio sociológico sobre su funcionamiento y vinculación con las instituciones constitucionales. Se entiende y acepta dentro del sistema que los intermediarios gobiernistas, antes de las elecciones, presenten protestas, formulen demandas populares, hagan presiones: es una forma de participar en el gobierno del país 155 canalizando la lucha en momentos peligrosos, y una forma de exigir que se les hagan concesiones en el nuevo gobierno. Es igualmente válido que los intermediarios gobiernistas exijan que se cumplan esas demandas populares cuando con ello impiden que sus representados busquen el liderazgo en los enemigos del gobierno, al satisfacer las exigencias de aquellas masas de la población -trabajadores calificados, agricultores y ejidatarios organizados- que tienen ya una incipiente formación política, una cultura política. Lo que no es comprensible ni aceptable dentro del sistema es que esos mismos dirigentes, una vez que se les dan las posiciones correspondientes en el gobierno o que han pasado las elecciones o las crisis políticas, continúen exigiendo y protestando, o traten de organizar y politizar desde abajo a los sectores marginales del país, y se pongan a presionar con esos sectores. En cuanto a los intermediarios con ideologías contrarias a la revolución, las reglas del juego son también muy claras y están directamente vinculadas a la lógica de las relaciones personales. Se puede ostentar la ideología más opuesta a la ideología de la Revolución Mexicana, sea de izquierda o de derecha, las reglas del juego hacen que de cada ideología con un respaldo de masas importantes se destaquen dos tipos de líderes, uno amigo, que se convierte en gestor, procurador intermediario, y otro, enemigo, no comprometido, al que no se le permite resolver ningún problema social, económico o político de las masas. Con ello cada grupo ideológico de la oposición es dividido en un grupo de amigos declarados y un grupo de enemigos, Y el primero es el que resuelve los problemas de las masas. El sistema en éste, como en otros terrenos, obedece a la estructura social y política del país y teniendo un sentido funcional como parte de la política de "unidad nacional" dentro de una cultura y un régimen político en transición, es también la base del embotellamiento político nacional, el freno del desarrollo político, la fuente de .toda una cultura paternalista y providencialista que dífículta el avance del país hacia formas más avanzadas de 156 gobierno. a) El sistema tiene un efecto educativo: las masas aprenden que para resolver sus problemas el mejor de todos los caminos es recurrir al intermediario o procurador oficial, revolucionario, y que en caso de que éste no tenga éxito o no sepa luchar, lo mejor es recurrir a los procuradores. -conservadores o radicales- amigos del gobierno. Aprenden que los partidos de la oposición resuelven los problemas de los políticos de la oposición, no de las masas, y sólo se les acercan o suman en casos de desesperación, cuando se cierran IQS demás canales. Incluso este aprendizaje sólo ocurre en las masas de ciudadanos pobres o de clases medias, que participan del desarrollo. En las clases marginales no queda más que la súplica a la autoridad, al padrino o al compadre, si acaso éstos existen. b) Actuar políticamente cuando se pertenece al México marginal, "aparece" como pecado de soberbia, como atentado contra el principio de autoridad o intento de rebeldía. El mexicano marginal espera sin exigir, o suplica sin esperar demasiado, o se atiene a la tensión, a la irritación de los propios procuradores -padrinos o compadres-, y naturalmente de los funcionarios o dirigentes. A este nivel la tradición política mexicana es muy clara. No se conciben con claridad organizaciones de base ni protestas políticas. No sólo los gobernantes sino los gobernados miran como delincuente el acto de organizarse y protestar, de exigir. En el sector participante la organización y la protesta deben observar las reglas del juego; pertenecer al gobierno o a los amigos del gobierno, sean de la ideología que sean, y dejar que ellos regulen las protestas, las presiones, las demandas y fijen los calendarios de acción y calma. En el sector marginal es inconcebible la organización, no tolerable la ·protesta: el gobernante percibe en cualquier acto de organización y protesta cívica un intento de agitación o rebelión que es necesario detener en sus raíces mediante distintos tipos de manipulación política, incluida la violencia; por su parte el pueblo marginal ve que lo mejor es 157 estar silencioso, calmado, en actitud suplicante, sin manífes tar el menor signo de oposición, de protesta, sin intentar si· quiera pensar en organizarse. La súplica y el silencio le sirven poco; pero la protesta y la organización son el camino tradicional de la cárcel, el éxodo e incluso la muerte. Por eso lo más ajeno a su elemental sentido de supervivencia es pensar en tener un líder propio, en organizarse, en votar. Esto no quiere decir que necesariamente haya conformidad en los grupos marginales del país, y que la conformidad crezca conforme más marginales son; quiere decir que no hay inconformidad cívicamente organizada Y representada, constitucionalmente formulada; que no hay siquiera un tipo de inconformidad que se manifieste Y luche al través de los intermediarios, que busque tener intermediarios para librar una lucha cívica de tipo tradicional. El hombre marginal puede pensar en luchar, pero no concibe la lucha ni siquiera como lucha cívica del tipo tradicional, porque toda su experiencia es que la lucha pacífica es imposible y contraproducente. Menos aún piensa en luchar con líderes y votos. El líder y el voto a este nivel no tienen significado alguno. Si hay que luchar, el único camino que queda es el mismo de los amos, los ladinos y la autoridad que no es el de la Constitución sino el de la violencia. Pero este camino es muy lejano, y lo único que queda es la paciencia, la cortesía, el silencio y a lo sumo la súplica, hecha en forma muy comedida y llena de excusas, rodeos y disculpas. 9. En México como en toda sociedad civil hay un pacto político y una forma de entrar en compromisos. El pacto y el compromiso presentan las características de una sociedad plural y de un Estado predemocrático. Sus formas son una mezcla de Constitución y violencia, de derecho republicano e instituciones tradicionales. La Constitución, el derecho, las organizaciones, los partidos, el voto pertenecen al México participante, y dentro de ese México participante las clases dominantes reconocen a las 158 dominadas la posibilidad de ejercer la Constitución, de defenderse en derecho, de organizarse, de tener partidos, de votar, conforme más participan del desarrollo y la cultura. Lo normal es que incluso para las clases bajas del México participante opere una mezcla de derecho republicano y de instituciones tradicionales, y que para la solución de los problemas populares se exija el compromiso de la amistad o la alianza política, dando una relativa libertad de enemistad política, de inconformidad :Ívica a los partidos y las organizaciones, siempre que estos no resuelvan problemas populares. En cuanto al México marginal el pacto exige que no se le toque, que no se le organice ni por los amigos, ni menos aún por los enemigos del gobierno, que se le deje como está, sin organizaciones, sin derechos públicos efectivos, en actitud silenciosa y suplicante, atenido a lo que se decida en los círculos dirigentes del país. y así está objetivamente: a) sin organizaciones, b) sin partidos, c) sin derechos, d) sin voto, y lo que es más grave, e) sin intermediarios efectivos que presionen permanentemente por la solución de sus problemas,' como parte del juego político. En efecto, antes del México marginal están todas las masas que se hallan encima, pobres, pero utilizando ya esa mezcla de vida política antigua y moderna, a las que es necesario atender, porque constituYen sectores que pelean cívicamente, que son un problema político, que forman parte del pacto, aunque lleven la peor parte de los que se hallan dentro. Los de fuera no CUentan como ciudadanos. Reducidos a una situación ancestral, el político no los ve como sujetos políticos, y en el mejor de los casos los ve como sujetos de caridad: todo lo que hace en su favor es un acto generoso, moralmente muy satisfactorio y que nada tiene que ver con la obligación de un servidor público ante sus exigentes y severos conciudadanos. El gobernante, el político, que aquí como en todas Partes sólo tiene ojos para ver las fuerzas y las organiza159 ciones, en condiciones normales no ve ningún peligro en ese México cívicamente tranquilo, ninguna razón de preocupación política, de acción pacífica frente a una colectividad que políticamente no existe, frente a una fuerza que no se manifiesta, que no se estructura ni en las formas constitucionales ni en las formas tradicionales de gran parte de México, presión política. Y México セオョ。 que abarca del SO al 70% de la población- sigue desorganizado y calmado. Notas 1 CL Cuadros 1 y XL. Aparte de estos hechos otro más, digno de destacarse, es que tanto en las elecciones presidenciales de 1958 como en las de 1964, la oposición se redujo al candidato del Partido de Acción Nacional (PAN) pues los demás partidos -PARM, PNM, PPS apoyaron al candidato del PRI en una forma abierta o velada. Para un proceso electoral más reñido véase Cuadro LIV sobre las elecciones de 1952. 2 3 De la fuerza de trabajo. ESTRUCTURA POLlTICA y DESARROLLO ECONOMICO CAPITULO VIII DECISIONES POLITICAS y DESARROLLO ECONOMICO Con los elementos anteriores parece relativamente fácil comprender cómo se toman las decisiones políticas que atañen al desarrollo económico, en qué forma la estructura del poder condiciona y limita estas decisiones. Es deseable hacer estudios que permitan un análisis mucho más preciso; pero es evidente que con los elementos anteriores se puede, por lo menos, eliminar el tipo de razonamiento y abstracciones en que habitualmente se basa el economista para preconizar una política de desarrollo, o bien someter a una crítica objetiva el tipo de promesas y planes que formulan y proponen los políticos en materia de desarrollo. Es más, estos elementos permiten enjuiciar la viabilidad de los trabajos combinados técnico-políticos que están surgiendo bajo el nombre de programas o planes de desarrollo económico y que, elaborados por especialistas a encargo de organismos nacionales e internacionales, no abordan el verdadero problema del desarrollo ni analizan los obstáculos políticos para su realización. El nivel de razonamiento político en materia de desarrollo es tan bajo, su fundamentación en la realidad social tan precaria, que la consideración de los elementos que hemos analizado hasta ahora resulta suficiente para demostrar cómo están anulados en su base misma los diseños económicos de desarrollo a que estamos acostumbrados, y cómo las decisiones políticas reales, operantes, necesariamente eliminan el tipo de decisiones técnicas que suponen esos planes, programas y proyectos, en que se calcula todo, salvo la estructura social y política en que van a operar. 163 Si analizamos la literatura técnica de los economistas mexicanos encontramos ciertos temas constantes y dentro de ellos cierto tipo de medidas, cuya eficacia e incluso cuya aplicación necesaria para el desarrollo económico de México son hoy indiscutibles. Los economistas repiten inveteradamente la necesidad de aplicar estas medidas, y los hechos prueban que no se aplican o que se aplican sólo parcialmente, porque se enfrentan a obstáculos políti· cos muy poderosos y a veces insuperables. Que muchas de estas medidas de política económica son necesarias para el desarrollo está plenamente probado; que no se aplican está también probado; pero los economistas siguen proponiendo esas medidas sin pensar que toda investigación de política económica, de programación o planificación que no considere los elementos políticos -sobre todo después de tantas y tan claras experiencias- es seguramente uno de los actos más absurdos y carentes de sentido. El desarrollo exige tomar una serie de decisiones políticas, y mientras ellas no se toman las medidas puramente económicas tampoco se toman, los programas no se realizan, los planes se quedan en el papel o el cajón del escritorio; y el desarrollo como dinámica interna y externa del igualitarismo, no se acelera o incluso se frena. Es necesario cobrar una idea más precisa de este problema, analizando brevemente algunas de las principales medidas de política económica que han preconizado los economistas mexicanos para desarrollar el país, y reafirmar el hecho claro de que su incumplimiento obedece a decisiones políticas, y que para su cumplimiento son necesarias también una serie de decisiones políticas. l. Los economistas han venido insistiendo en la necesidad de redistribuir el ingreso para asegurar la continuidad del desarrollo, han mostrado hasta la saciedad que la capitalización del país depende fundamentalmente de las condiciones del mercado interno, que la capitalización no exige necesariamente el ahorro forzoso de la clase trabajadora como pretenden algunos economistas extranjeros; han mostrado que muchas de nuestras fábricas producen 164 por debajo de su capacidad por falta de mercado, que mucho de nuestro dinero es atesorado o emigra al extranjero por falta de mercado, que el espíritu de empresa se desarrolla con el mercado, y que la ampliación del mercado depende de la redistribución del ingreso en una medida considerable. Ahora bien, para la redistribución del ingreso hay -entre otras- dos medidas clásicas de política económica, el incremento de los salarios reales y la redistribución de la carga fiscal, y esto también lo han repetido una y otra vez los economistas. Sin embargo, ¿qué ha ocurrido? El salario real promedio para 1960 era 6% menor que en 1940 y el salario mínimo agrícola de 1960-61 disminuyó en un 45% respecto de 1938-39; en cambio la productividad aumentó en un 120% en ese mismo periodo; y la productividad agrícola aumentó en un 100%. En estas condiciones, como observa Horacio Flores de la Peña, el grado de explotación de la mano de obra creció en un 134%. Y si bien durante este periodo aumentaron las prestaciones que hoy constituyen entre un 10 y un 15% de los ingresos medios de los asalariados, y en algunas ramas de la produccción como electricidad y petróleo hubo aumentos reales de salarios, tanto las prestaciones como los aumentos de salarios sólo beneficiaron a los trabajadores urbanos ligados a los servicios y mejor organizados. Esta situación, deprimente en términos globales para el sector trabajo, se confirma analizando los últimos veintidós años de la distribución del ingreso. La participación de los sueldos y salarios en el ingreso nacional, que ya era muy baja en el año de 1939 -el 30.4%-, apenas aumentó para 1960, y por el contrario la participación de las utilidades, que ya en 1939 era muy alta, -el 34.4% del total-, llega a ser del 42.6% en 1960 (Cuadro XL). En lo que respecta a un sistema fiscal más racional y equitativo, ¿qué es lo que ocurre? Después de muchos años de venirse preconizando una reforma fiscal, cuando al fin se lleva al cabo resulta sumamente moderada, y sus 165 efectos redistributivos no afectan en la realidad a los grupos de altos ingresos (entre los que las evasiones siguen siendo hasta del orden del 75% de los impuestos), sino que recaen sobre los grupos de ingresos fijos (cédula IV y V), Y esto ocurre en un país en que la banca privada, las compañías de seguros y las compañías de fianzas tienen utilidades que van del 12 al 46% del capital invertido. Así, hoy sigue siendo válido lo que escribió Nicolás Kaldor hace algún tiempo a propósito de México: "La creciente desigualdad económica entre las diferentes clases, junto con el carácter regresivo del sistema impositivo actual, amenaza con minar el edificio social, poniendo en peligro las perspectivas de una evolución pacífica y constitucional de la sociedad. En México -añade- debido tanto a medidas legislativas como a defectos administrativos la tasa efectiva de impuestos sobre los altos ingresos derivados parece ser muy baja. La única excepción son los impuestos provenientes de los altos salarios. El sistema es injusto porque favorece el ingreso proveniente de la propiedad de capital en contra del proveniente del trabajo, debido a una multitud de omisiones y exenciones que no tienen paralelo en otros países con objetivos económicos y sociales tales como Méxíco."! Este comportamiento de las decisiones políticas en materia de salarios y en materia fiscal es natural en un país como México en que el movimiento obrero democrático es tan reducido, en que no hay grandes centrales o partidos políticos y la mayoría de la población no tiene organizaciones representativas. En esas condiciones las medidas ideales de redistribución del ingreso para el desarrollo económico, se reducen a buenos deseos o a medidas parciales que benefician a pequeños sectores. 2. Por lo que respecta a la política exterior de desarrollo los economistas mexicanos han venido insistiendo desde hace años, y con razón, en que México necesita una ley, una política en materia de inversiones extranjeras, así como la diversificación de sus mercados. Pero la ley no se ha hecho; las inversiones extranjeras ocupan en el total de 166 la inversión territorial una proporcion incluso un poco mayor a la del pasado (16% en 1952 y 17 en 1961);2 el promedio de rendimiento de las inversiones extranjeras, por concepto de utilidades e intereses, regalías, etc., ha sido muy superior en casi todos los años que comprende el periodo de 1941 a 65 al de las propias inversiones... ;3 las utilidades reinvertidas por las empresas extranjeras han venido disminuyendo y "las utilidades remitidas al extranjero han venido aumentando en los sucesivos periodos presidenciales, así como han aumentado los envíos hechos • en calidad de intereses, regalías y otros pagos. Ambos conceptos, o sean las utilidades que salen del país más los otros envíos señalados (regalías, intereses. etc.), suman en algunos periodos una cantidad casi equivalente al promedio anual de inversiones extranjeras en los mismos años, y en otros una muy superior". "Por ejemplo en el periodo 194146 el promedio de inversiones extranjeras fue de 26.2 millones de dólares; el de utilidades enviadas al extranjero de 34.6 millones de dólares; en los sucesivos periodos las cantidades respectivas fueron como sigue: en el de 1947-52 de 60.4 millones de dólares y de 54.5; en el de 1953-58 de 99.8 y 80.8, y en el 1959-64 de 84.2 y 121.2."4 Por otra parte, haciendo un cálculo más preciso, se observa que en el periodo 1941-46 el promedio de inversiones extranjeras directas fue de 26.2 millones de dólares; el de desinversiones (utilidades enviadas al extranjero más regalías, intereses, servicios técnicos, etc., pagados a compañías de otros países), fue de 62 millones de dólares; en los sucesivos periodos las cantidades respectivas fueron como sigue: en el de 1947-52, 60.4 millones de dólares contra 111.7; en el de 1953-58, 99.8 millones contra 116.6 millones; en el de 1959-64, 114.1 contra 164.4 y en el año 1965, 155.7 millones contra 225.9 millones; y de no variar la tendencia, en el presente periodo presidencial (1965·70) las inversiones extranjeras directas alcanzarán la cantidad de 186.8 millones de dólares al año y las desinversiones 301.6 millones y para 167 el periodo siguiente (1971-76), serán de 261.6 y 483.2 millones respectivamente. 5 Es decir, que durante el régimen presidencial de Manuel Avila Camacho el promedio anual en el déficit de las inversiones extranjeras directas ascendía a 35.8 millones de dólares; 51.4 durante el régimen de Miguel Alemán; 16.8 en la época de Ruiz Cortines; 50.3 en el periodo de López Mateas y 70.2 en el primer año de gobierno de Díaz Ordaz; y las pérdidas que por tal concepto sufrirá el país serán de no variar las tendencias. de 114.7 millones de dólares anuales durante el presente periodo de gobierno y de 221.8 millones anuales el sexenio siguiente." En lo que respecta a la diversificación de nuestros mercados, si bien es cierto que entre 1940 y 1965 se vuelve relativamente más favorable y, sobre todo en los últimos años," también es cierto que respecto a la época anterior a la segunda Guerra Mundial ha aumentado la proporción que corresponde a los Estados Unidos en el total de las importaciones de México, y se ha mantenido casi igual por lo que respecta a las exportaciones, pudiendo decirse que hoy la proporción en que depende nuestro comercio exterior del mercado norteamericano es similar a la de las antiguas colonias de Francia en Africa, con respecto a su mercado metropolitano. Nuestro natural entusiasmo ante las medidas recientes de diversificación de los mercados olvida que éstas no anulan la tendencia secular a la dependencia de un mercado predominante, y representan medidas tan limitadas en la política económica exterior como la que representa la nueva ley fiscal en la política interna, así que las utilidades remitidas al extranjero son superiores a las inversiones privadas y provocan una "descapitalización" del país; que los Estados Unidos, nos venden cada vez más caro y nos compran más barato, y que por ambos conceptos perdimos entre 1957 y 1961 veinte mil millones de pesos, cantidad muy superior a la que nos asignaría la "Alianza para el Progreso" .8 Pero es relativamente difícil tomar medidas para el 168 control de las inversiones extranjeras y para la diversificación del comercio exterior que cambien la estructura económica y las tendencias seculares, cuando de 1942 a 1960, los bancos norteamericanos han facilitado créditos a México por la cantidad de 1 500 millones de dólares, y año con año se han venido incrementando estos créditos;" cuando para el equilibrio de nuestra balanza de pagos dependemos de esos préstamos, de las inversiones privadas (que ascienden a 1 400 millones en el mismo periodo), del turismo y de los braceros, y sobre todo cuando tenemos un país heterogéneo, altamente diferenciado y en el que la cohesión del sector participante y el aparato estatal que hemos construido no pueden ignorar las realidades políticas. Sólo acentuando y fortaleciendo la política popular y a través de ello la fuerza del Estado mexicano el gobierno podrá hacer una política nacional de inversiones extranjeras y de diversificación del comercio exterior, que lo coloque en un plano de igualdad con los Estados Unidos. y a las medidas de política económica interna y exterior que hemos enunciado, a la forma en que se toman las decisiones de aplicarlas o no aplicarlas podríamos añadir muchas más sobre crédito interno, inversiones por estados y regiones, reforma agraria, nacionalización del crédito, control de cambios, reducción del aparato de distribución, intervención del Estado, etc., de que han venido hablando los economistas y los grupos progresistas del país. En todos los casos veríamos que, a más de las leyes del mercado que influyen en la decisión económica, la estructura política del país está impidiendo romper la dinámica de la desigualdad tanto en el interior como en el exterior y está constituyendo los verdaderos embotellamientos de una política de desarrollo. En un régimen de libre empresa o capitalista las decisiones en materia de desarrollo obedecen a dos motivaciones históricas y empíricamente comprobadas:. las leyes del mercado y las organizaciones, sindicatos y partidos, que son instrumentos de las masas populares. En el desarrollo de Inglaterra, de los países escandinavos, de 169 los Estados Unidos, de Francia e Italia, están siempre presentes estos dos factores, el primero, que determina las decisiones de la empresa privada y el segundo que -sin excluir al primero- determina las decisiones gubernamentales. Y mientras las leyes del mercado encajan por sí solas en la "dinámica de la desigualdad", las organizacíones populares provocan lo que ha llamado Lipset el "proceso de igualitarismo de las democracias capitalistas". Ahora bien, en un país como el nuestro las decisiones en materia de desarrollo se toman en una forma similar; pero mientras las leyes del mercado operan como en cualquier otra parte para que el crédito y la inversión se canalicen hacia los sectores más desarrollados y seguros, para que los costos sean mínimos-abatiendo salarios>, para que la carga fiscal sobre las utilidades e ingresos del capital sean mínimos, para que las concesiones, subsidios, exenciones de impuestos sean máximos, mientras todos estos hechos ocurren, el correctivo que caracteriza el desarrollo euroamericano de los países capitalistas, que es el juego democrático y la organización democrática de los sindicatos, que obliga al Estado y los empresarios a hacer concesiones más y más grandes a las masas, a hacer inversiones sociales, aumentos de salarios, leyes fiscales que provocan una dinámica de igualitarismo -como en Inglaterra, los países escandinavos, y los propios Estados Unidos-, en un país como México este correctivo no existe, o por lo menos no existe ni opera con la misma intensidad, y las decisiones gubernamentales en materia de desarrollo se toman sobre bases mucho más limitadas desde el punto de vista de la dinámica igualitaria, y mucho más próximas a la dinámica de la desigualdad. A estos hechos se añade la circunstancia, curiosa, paradójica, de que no por atender las presiones de la iniciativa privada y las empresas extranjeras o sus gobiernos, aumentan las inversiones privadas, se multiplican las empresas, crecen los negocios nacionales y extranjeros, sino que precisamente por hacer caso a todas sus exigencias y por la inestabilidad económica y social que provocan al acen- 17Q ..... _, セ L セNヲ セZ N[ L Zセ B .. ,., _ tuar la desigualdad econorruca y social, vemos que la evasión de capitales mexicanos en 1961 alcanza aproximadamente la tercera parte de nuestra reserva monetaria y que esa misma evasión entre 1958 y 61 alcanza casi la misma cantidad que los préstamos contratados en el exterior por el gobierno. Simultáneamente las inversiones extranjeras privadas disminuyen en números absolutos y en relación a las inversiones gubernamentales extranjeras, la inversión privada mexicana llega a contraerse respecto a la de años anteriores (16% en 1961 respecto de 1960) y su proporción disminuye respecto de la inversión pública (en el sexenio 1953-58 corresponde a la inversión pública el 37.5% del total y a la privada el 62.5%; mientras en 59-61 las proporciones son respectivamente de 43.6% y 56.4%). A todos estos hechos hay quienes contestan con exhortaciones morales a los capitalistas y empresarios para que vengan a invertir a México y no se vayan al extranjero, y quienes responden que el gobierno debe dar mayores incentivos a las inversiones extranjeras y nacionales, como si el capitalista fuera a invertir por razones morales, y como si no tuviera en México exactamente el tipo de utilidades exorbitantes que han provocado en los últimos años ciclos de contracción de la economía, de inestabilidad y hasta de agitación. El único incentivo del capitalista es el mercado; el capitalista va donde hay mercado, no le preocupan las razones morales; y el motor del mercado es el incremento del consumo final y la decisión del gobernante de crear el mercado al liberar las fuerzas democráticas de un país capitalista, al no apagarlas con la violencia típica del estado precapitalista, y al tomar esta decisión fundamental del desarrollo capitalista de nuestro tiempo, que aumenta el mercado interno, la cohesión nacional y la fuerza nacional. Ahora bien, si las decisiones económicas se toman en razón de las fuerzas económicas y políticas, la alternativa que tiene el país es continuar con la política que hasta . il。エセGMᄋ O'yBacセ 1-. b N/k. P. ahora ha seguido y continuar desarrollándose con las limitaciones estructurales que nos deja como saldo el desarrollo, o cambiar las condiciones económicas y políticas. Este cambio, teóricamente. puede ser de dos tipos, o un cambio de sistema económico y social que lleve al socialismo, o un cambio de régimen político dentro del mismo sistema económico de tipo capitalista. Que cualquiera de estos cambios debe existir si se quiere seguir desarrollando el país y si se quiere resolver el tipo de problemas que plantean los ideólogos del desarrollo no hay duda; que en las condiciones políticas actuales sigue funcionando la dinámica de la desigualdad en el propio terreno internacional y sobre todo en el terreno interno, no hay tampoco duda. Sin embargo, incluso el cambio más moderado, el cambio que consistiría en la reforma de nuestro régimen político, encuentra serios obstáculos. El hecho de que en el desarrollo europeo y norteamericano el motor para el incremento del mercado interno haya sido un sistema de partidos y sindicatos próximos al modelo clásico y que en México el desarrollo hasta ahora logrado se deba a un sistema sui generis de gobierno, nos obliga a pensar que la democratización del país dentro del propio régimen capitalista exige una imaginación política especial, una verdadera creación democrática, sin que necesariamente vayamos a imitar las formas de gobierno de la democracia clásica y sin que nos quedemos tampoco en las formas parademocráticas que hasta ahora nos han sido relativamente útiles como nación: La transformación no exige necesariamente llegar a un régimen bipartidista o a un régimen parlamentario, que por lo demás se hallan en decadencia y ya no corresponden a las exigencias de la política neocapitalista; la transformación exige idear formas de democracia interna dentro del propio partido gubernamental, instituciones parlamentarias en que obligatoriamente se controle el poder económico del sector público, instituciones representativas para la descolonización nacional, instituciones que incrementen la manifestación de ideas de los grupos minoritarios políticos y 172 culturales, incluidos los grupos indígenas; instituciones que fomenten los periódicos de partido y la representación indígena; instituciones que fomenten la democracia sindical interna y las formas auténticas de conciliación y arbitraje, es decir, formas de gobierno nuevas que aprovechen la experiencia nacional y la lleven adelante en un acto de creación política, cuya responsabilidad queda en manos de la propia clase gobernante y sobre todo de los grupos políticos e ideológicos más representativos de la situación nacional. Mientras esto no ocurra nosotros podemos hablar hoy de que tomamos decisiones de crecimiento, pero no de desarrollo. La única decisión básica de desarrollo en el momento actual es la decisión -gubernamental y popular- de una democracia efectiva, que amplíe el mercado interno, acelere la descolonización del país y la integración nacional e intensifique las medidas de independencia nacional y de negociación en un plano de igualdad con las potencias extranjeras, particularmente con los Estados Unidos. En tanto esta decisión fundamental no se realice, nuestras decisiones en materia de desarrollo tendrán las limitaciones que hemos conocido en el pasado inmediato, y que corrigiendo la dinámica de la desigualdad en forma limitada, servirán -como hasta ahora--- para excusarnos de no ir más adelante, y para calmarnos con ditirambos y elogios al desarrollo de México. El problema es que en la conciencia de la clase gobernante y del México conformista no se contempla aún como una medida apremiante, la necesidad de esta decisión de democratización de las instituciones. Una opacidad, mezcla de hábitos políticos y retóricos, de éxitos parciales e indudables, de engaños y autoengaños demagógicos o cortesanos, oculta a la conciencia pública la necesidad. urgente de una democratización efectiva y de una descolonización nacional. Una seguridad -vulnerable-en los éxitos obtenidos, en que se combinan la satisfacción y el sentimentalismo con la irritación y la susceptibis- 173 lidad ante las más leves críticas impiden alcanzar una noción global de nuestro éxito en su carácter parcial. Nos resulta difícil entender que México es a la vez un país en proceso de desarrollo y subdesarrollado que ha roto la dinámica interna y externa de la desigualdad sólo en parte, y que siendo compatibles en él las decisiones que corrigen la dinámica de la desigualdad con aquellas que la acentúan, hasta ahora, seguimos teniendo, a un nivel más alto de independencia nacional, una estructura del comercio exterior y las finanzas extranjeras que revela nuestro carácter aún dependiente de la zona de influencia norteamericana; habiendo aumentado el sector participante del desarrollo, seguimos teniendo una desigualdad estructural en el interior del sector desarrollado y sobre todo en las relaciones de éste con el México marginal y semicolonial. Nuestros éxitos nos engañan a nosotros mismos y nos llenan de una satisfacción provinciana, que hace un tabú de toda crítica a fondo de la política nacional y del desarrollo de México, y convierte en herejes y delincuentes a quienes la enuncian o sostienen, precisamente para acelerar el desarrollo. Son éxitos relativos, importantes en el panorama de los países subdesarrollados; pero que no han acabado en términos globales con la estructura de la dependencia y la dinámica de la desigualdad, y que sólo nos permiten marchar lentamente con un enorme saldo de hombres miserables. Una tarea importante de la crítica nacional consiste en tener una idea firme de que hemos sabido resolver problemas y de que la solución es insuficiente. El crecimiento económico de México es una realidad y lo es en parte el desarrollo. La mortalidad general e infantil ha bajado, la población urbana e industrial ha aumentado, la población que participa del desarrollo ha aumentado, las carreteras han unido a un país que estaba prácticamente incomunicado; la reforma agraria ha incrementado el mercado interno; la nacionalización del petróleo ha permitido triplicar la producción de este combusti· 174 ble, con efectos favorables en el conjunto de la economía nacional, la Comisión Federal de Electricidad ha sextuplicado su producción en 25 años y el Estado ha nacionalizado toda la electricidad aumentando nuestra independencia económica. El Estado se ha hecho, el país se ha integrado. Pero tan es cierto esto como es cierto que la población marginal al desarrollo es todavía del 50 al 70%, que en números absolutos la población marginal ha aumentado, que la distribución del ingreso es típica de un país subdesarrollado, y que nuestra dependencia del mercado norteamericano de bienes y capitales sigue siendo estructural. Es indudable de otra parte que en el desarrollo de México se pueden registrar una serie de decisiones económicas, que corresponden a una política de integración nacional y crecimiento. Estas decisiones nos provocan una satisfacción moral como gobernantes, como empresarios. Son decisiones que están en la autobiografía de nuestro desarrollo e incluso de nuestra personalidad. Ligan la satisfacción del desarrollo con la del éxito del gobernante que se siente copartícipe, autor o ejecutor de ellas, o patriota, útil al país, y que efectivamente trabaja, lucha Con su sentido nacional, y se oculta las "otras decisiones", Con espíritu realista o con un optimismo vulnerable. Hay decisiones que, en efecto, han conducido a una evidente integración del país, como la reforma agraria, la política de alfabetización, la expropiación del petróleo, la nacionalización de la industria eléctrica; o aquéllas sobre inversiones de estructura, que permiten una política nacional de desarrollo; y otras menos espectaculares, pero no menos eficaces como las decisiones que han dado prioridad al incremento de la producción frente al incremento de los servicios, y han permitido -en comparación con otros países subdesarrollados- controlar los procesos inflacionarios, aumentar las fuerzas de producción y la capacitación del personal destinado a la producción; o aquéllas -necesariamente contradictorias- que han dado prioridad a la inversión para la producción en regiones 175 más desarrolladas antes de hacerlo en las menos desarrolladas, en tanto que una política distinta habría implicado inversiones de estructura muy cuantiosas y de escaso rendimiento; o las decisiones que han dado prioridad a la inversión en regiones no desarrolladas con recursos naturales fácilmente explotables y con comunicaciones que hacen costea bies los procesos de producción y distribución, o -en fin-·· las decisiones que han permitido la creación de un nuevo tipo de funcionarios más calificados y mejor remunerados, dedicados a las tareas de financiamiento y producción del sector público, y que han permitido que este sector sea uno de los instrumentos más activos en el desarrollo del país. Ninguna duda cabe que en el desarrollo nacional se dan una serie de medidas que obedecen a una política racional de crecimiento y desarrollo, considerada en términos económicos y de política económica, y que por ello el país ha logrado en el curso de los últimos treinta años un crecimiento y una integración económica y social muy superior a otros países similares de América Latina. Pero esta racionalidad económica del crecimiento no es suficiente, encuentra en su propio seno medidas contrarias a su propia racionalidad, y no logra romper la dinámica de la desigualdad con una velocidad suficiente para asegurar con firmeza la continuidad del desarrollo económico en forma pacífica. Fijarse en sus éxitos para cubrirnos de satisfacción, justificar el que no se tomen medidas de desarrollo por las que se han tomado en el pasado, o por las medidas de crecimiento que hoy se tomen, constituye el peligro ideológico y psicológico más grave para continuar hacia adelante, y para impedir que sigan prevaleciendo las medidas que incrementan la dinámica de la desigualdad. Porque si bien es cierto que en el México contemporáneo se toman decisiones de interés nacional, cuando se analiza su impacto en la estructura global, no sólo se ve que han sido aún insuficientes para romper nuestra dependencia, nuestra desigualdad interna y nuestro subdesarro176 llo, sino que frente a ellas están las decisiones "realistas" en materia de desarrollo, que se toman en función del poder económico y político de los grupos beneficiarios; decisiones directamente relacionadas con las organizaciones existentes y con la fuerza política de éstas, se trata de decisiones políticas que operan en favor del México más organizado, y varían más favorablemente para éste conforme más organizado está, mientras ocurre lo contrario para el México escasamente organizado o desorganizado. En materia de créditos, contratos, inversiones, un considerable número de decisiones tienden a controlar y asegurar la cooperación de los distintos grupos de presión del sector público, y dan lugar a los contratos de obras que no se construyen y se pagan, a los contratos de obras para los jefes de zonas, a las inversiones públicas cuya plusvalía es de beneficio privado de los funcionarios. No existiendo como no existen fuertes organizaciones populares de nuevo tipo, ni el tradicional juego de los partidos y la posibilidad de perder el poder en los comicios, la lenidad con que se cometen estos actos está doblada por la libertad de los partidos y periodistas para denunciarlos o inventarlos, u ocultarlos, sin que ocurra nada, sin que los funcionarios sean removidos o sujetos a juicio, u obligados a comprobar públicamente su honestidad, aplicando la ley de funcionarios. Otras decisiones tienden a controlar y asegurar la cooperación del sector privado organizado (contratos, créditos, exenciones de impuestos, abatimiento de salarios, etc.), y no sólo logran la cooperación y el apaciguamiento del sector privado, sino en numerosas ocasiones, el enriquecimiento "legal" de funcionarios públicos que también son empresarios. Ciertamente hay decisiones que se toman con un sentido social más amplio. Tienden a controlar y asegurar la cooperación de los empleados y trabajadores que pertenecen al partido o a los sindicatos oficiales, mediante inversiones sociales, prestación de servicios, aumentos de salarios a esos grupos de burócratas y trabajadores; O 177 decisiones que buscan negociar con las raras organizaciones obreras y campesinas independientes, para satisfacer las demandas de las masas organizadas, siempre que en lo político no representen oposición ni ellas ni sus líderes. Con este tipo de decisiones se rompe parcialmente la dinámica de la desigualdad por zonas, clases y gremios del México participante, en razón de su participación o no integración política. Pero estas decisiones セウッ」ゥ。ャ・M satisfacen sino a un mínimo sector de la población; a las clases medias y los trabajadores organizados, a los núcleos urbanos e industriales que configuran todo un tipo de gobierno, bajo cuyo peso quedan las masas desorganizadas de las propias ciudades y particularmente del campo, los marginales urbanos, rurales y, sobre todo indígenas, cuyo empobrecimiento es cada vez más notorio y angustioso. Las decisiones que tienden a satisfacer las necesidades de este México marginal, desorganizado, corresponden más a actos de caridad social que de justicia social y desarrollo, lo que se confirma por el carácter meramente asistencial y por los exiguos recursos que reciben las instituciones dedicadas a este inmenso sector, las cuales no corrigen la situación global, estructural, de la población marginal ni tienen la fuerza económica y política para hacerlo. La dinámica de la desigualdad, continúa, así, en el exterior y el interior del país, y las decisiones políticas que se oponen a ella no han sido suficientes hasta hoy para eliminarla. El lento ritmo del crecimiento económico de los últimos años, las condiciones deprimentes del mercado mundial de materias primas, las limitaciones del mercado interno, y el despertar de las masas en grandes sectores del país exigen una sola y única decisión fundamental: la democratización de las instituciones nacionales. Por más que se busque, una y otra vez se llega a lo mismo: Constitución efectivamente democrática, sin violencia, o peligro de una contracción económica y de una expansión de la violencia, que en las condiciones actuales de México, lejos de conducir a una solución más radical, conduciría necesariamente a un periodo de estancamiento 178 y dictadura semejante al que padecen muchos otros países de América del Sur. Pero ¿qué posibilidades hay de que se tome y se lleve a cabo la decisión de la democracia? Notas 1 Kaldor, Nicolás. Reforma General del Sistema Impositivo. Inédito. 2 Ramírez. Op. cit. p. 128. 3 Ibid p. 43. 4 Ibid p. 44. Informe Semanal de los Negocios. Inversiones Extranjeras Directas (México). Años 1939-1965, números 693-696, Año XV 6 lbid. En 1940 el 78.8% de las importaciones provenían de los Estados Unidos y en 1965 el 64.2%; en 1940 el 89.5% de las exportaciones se dirigían a los Estados Unidos y en 1965 el 71.2%. Cf. Cuadro XXI. 7 8 Ramírez Op. cito P. 110. 9 Ibid p. 51. 10 Ramírez. Op. cit. pp. 30-31 Y 126. LAS POSIBILIDADES DE LA DEMOCRACIA CAPITULO IX JUICIOS DE VALOR y POLITICA En el diseño de una política a seguir se mezclan el sentido utópico y las ideas morales con el realismo técnico o vulgar. Estas mezclas no son siempre felices. No dan idea de que la política sea la consecuencia lógica y científica del análisis de la estructura social, de las tendencias históricas, de los recursos humanos. La interpretación distinta y de buena fe, la seguridad íntima de que un camino es correcto mientras otros creen exactamente lo contrario complica el problema. La retórica y la demagogia, el oportunismo y el sectarismo, los prejuicios, y la decisión final de tomar partido y no caer en la neurosis de los contemplativos, de someterse a una línea, a una táctica, todos estos hechos parecen conducir inevitablemente a la idea de que la política no es la conclusión lógica de un análisis científico, sino una forma de acción que surge de las circunstancias de cada individuo, de cada clase. La función de las ideologías, su carácter mismo, relativo, útil a los intereses de las distintas clases y grupos, parece alejar más aún la política de una fundamentación lógica, científica. Y aun cuando esta confusión tenga en el pensamiento de muchos un límite y no lleve necesariamente al escepticismo, la verdad política aceptada siempre se queda dentro de una escuela, se constriñe a un partido, se limita a una corriente, sobre todo si se trata de la verdad sobre el camino más adecuado para una nación. Y Cuando alguien intenta salir de la polémica y proponer caminos neutros, éstos quedan en fantasías, en pretensiones desmedidas, en recetas ridículas que nadie atiende y con razón porque la solución se encuentra ya, necesariamente, en el ambiente político mismo, en la realidad 183 pasada y presente. Nadie puede en política salir con soluciones inesperadas. La tarea del investigador se reduce en este terreno a analizar las soluciones esperadas, a someterlas a su propia lógica, a la lógica de quienes las proponen y piensan y a confrontarlas con la realidad existente. De la política a seguir se requiere hablar como de la política seguida; y hablar de las posibilidades políticas como de los hechos. Cualquier otro camino es infructuoso para el conocimiento de la realidad. Por todo ello, al considerar las posibilidades de la democracia en México vamos a tomar como algo ineludible la existencia de la polémica, y vamos a analizar las posibilidades de la democracia a la luz de las dos ideologías en pugna --el marxismo y el liberalismo- que hoy están en el sustrato de toda discusión sobre los problemas internacionales e internos. ¿Qué piensa el marxismo sobre las posibilidades de establecer una democracia capitalista en México? ¿Qué piensa el liberalismo o la sociología liberal sobre esas mismas posibilidades? Quizás en nuestro tiempo todas las comunicaciones científicas deberían presentar el mismo problema con ambos análisis --el marxista y el sociológico- a modo de controlar esta esquizofrenia de las ciencias sociales que padece el hombre contemporáneo, o por lo menos de esclarecer los supuestos. Nuestro intento al esbozar los dos análisis, al presentar una especie de diálogo científico no es una ironía ni un acto irrespetuoso frente a las ciencias sociales. Se basa en un hecho innegable y tiene un sentido suasorio que no podemos ocultar. En México las dos filosofías más opuestas de nuestro tiempo señalan hoy un único y mismo camino: el desarrollo de la democracia y el capitalismo, hecho alentador en el terreno teórico y que puede servir en la política para impedir que se libren batallas innecesarias. Pero si ambas filosofías señalan el mismo objetivo, ¿qué posibilidades ven una y otra de alcanzarlo? ¿Qué medios señalan? ¿Qué obstáculos encuentran? Es menester llevar el análisis a sus fuentes y a sus últimas 184 consecuencias lógicas y políticas. No esperamos por el simple hecho de señalar que dos ideologías contrarias llegan a las mismas conclusiones provocar una feliz armonía y que se acaben las luchas. La batalla política no es tan simple como pueden serlo sus imágenes. La realidad política no es el resultado de la secuencia lógica del pensamiento, y las luchas se libran frecuentemente contra los propios supuestos. Pero en un análisis de la situación nacional es importante ver que estos supuestos conducen a ideas similares, señalan un objetivo parecido --la democracia- y no quedándose en una palabra tan abstracta aluden a una democracia capitalista, aunque unos acentúen la palabra democracia corno camino del socialismo y otros como fin en sí. Vamos a intentar pues, un análisis marxista y un análisis sociológico! de las posibilidades de la democracia en México. Quizás alguien nos diga que para que el diálogo sea completo es necesario incluir a los "demócratas", que preconizan una dictadura o a los "marxistas" que consideran inevitable e inmediata otra revolución, y que agitan respectivamente por la dictadura o la revolución. Habría que responder que nuestro diálogo está precisamente hecho para descubrir su incoherencia intelectual y política, en tanto que se dicen demócratas y no siendo consecuentes con sus principios son fascistas, o en tanto que se dicen marxistas y siendo inconsecuentes con sus principios y la realidad caen en el llamado "aventurerismo". A este efecto, tanto el análisis sociológico como el análisis marxista están concebidos con base en los autores más típicos u ortodoxos e intentan ser una paráfrasis, lo más fiel posible, de estas corrientes de pensamiento. Notas 1 Aunque a últimas fechas ya se puede hablar de una sociología marxista, mantenemos aquí la antinomia tradicional entre marxismo y sociología. 185 CAPITULO X EL ANALISIS MARXISTA Los códigos y las constituciones no producen la realidad social, sino que son su expresión directa o mediata. El código napoleónico no produjo la sociedad civil moderna: dice m。イクセ la sociedad civil que "Por el contrario セ」ッュ surgió en el siglo XVIII y continuó desarrollándose en el XIX encuentra en el código napoleónico tan sólo su expresión legal."l Y en México la lucha nacional y la lucha de clases, propias de un estado semicolonial y semifeudal, reprodujeron las formas legales que eran la expresión de estructuras más avanzadas, sin que esas estructuras surgieran aquí por el simple hecho de que se implantaran sus expresiones legales. La lucha de clases y la lucha ideológica que se libró en México a raíz de la caída del usurpador Huerta llevó a un pacto de facciones y clases, a un "compromiso que les permitió continuar la lucha" con una Constitución liberal avanzada, que incluía varios derechos sociales. La Constitución operó como instrumento de una burguesía incipiente, aliada a los trabajadores organizados y a los campesinos armados, en lucha contra el latifundismo y el imperialismo. Quedando la dirección nacional y la dirección de las propias clases trabajadoras セッ「イ・。ウ y campesinas- entre los líderes de la burguesía y de la pequeña burguesía, según la relación de fuerzas de unos y otros, se dio mayor o menor cumplimiento a los artículos del pacto constitucional. Fuera del pacto, excluidas de la Constitución quedaron las "masas exhaustas del pueblo", particularmente las más desorganizadas y primitivas, para las que la Constitución no fue un instrumento directo ni indirecto, y las que no encontraron expresión en ella. La Constitución fue así -en resumen-e, instrumento y 186 expresión de una burguesía incipiente aliada a los trabajadores organizados en la lucha contra el latifundismo y el imperialismo. La Constitución fue un instrumento del desarrollo del capitalismo y del desarrollo del país dentro del capitalismo. Pero como el país no se desarrolló plenamente dentro del capitalismo las instituciones más características de la democracia capitalista tampoco se desarrollaron. Engels se refiere a la democracia "como la forma lógica del gobierno burgués"? y Lenin dice que "una república democrática es la mejor cáscara política para el capitalismo, y por ello el capital una vez que está en posesión... de esta excelente cáscara establece su poder con tanta seguridad, con tanta firmeza que ningún cambio de personas, o instituciones o partidos en la república democrático-burguesa puede sacudirla". 3 Ambos razonamientos nos confirman el hecho de que México no ha alcanzado aún plenamente un gobierno burgués, una democracia burguesa, porque no ha llegado aún cabalmente a establecer el sistema capitalista. Se da, así, un México precapitalista y por ello un México predernócrata." La estructura precapitalista de México se debe en gran parte a que las relaciones de producción propias del capitalismo están íntimamente ligadas a las relaciones de producción propias del imperialismo, hecho que se puede observar a un nivel interno e internacional. Las formas que subsisten en las regiones más atrasadas del país, parecidas a un colonialismo interno, son un síntoma del estado precapitalista de nuestro desarrollo como Estado nacional; a este hecho se suma otro que no conoció el desarrollo del capitalismo entre los primeros países que lo alcanzaron: la existencia del imperialismo. "La democracia corresponde a la libre competencia -escribía Lenin->. La reacción política corresponde al monopolio. Tanto en la Política doméstica como extranjera el imperialismo lucha POr la violación de la democracia, por la reacción.I" En estas condiciones en México no ha podido darse la democracia tal y como se dio en Europa. No se da el 187 capitalismo típico europeo y no se da la democracia típica europea. De un lado el capitalismo mexicano no establece su poder con la suficiente seguridad, con la suficiente firmeza como para que piense que no puede sacudirlo el cambio de personas, instituciones o partidos. De otra, el capitalismo mexicano no puede establecer la democracia en sus propias colonias. Ningún capitalismo ha establecido la democracia en sus colonias o con sus coloniales. El propio México "metropolitano" sufre los efectos antidemocráticos que el colonialismo tiene en las metrópolis, y las dificultades democráticas de la "metrópoli" mexicana son aún mayores, porque ésta resiente los efectos del imperialismo norteamericano, de la reacción política de los monopolios norteamericanos. Se da por ello en México una situación contradictoria: en la medida en que se implanta y fortalece el capitalismo se busca implantar y fortalecer su superestructura lógica, la forma lógica del gobierno burgués, la democracia; en la medida en que se da el imperialismo, tanto en la política doméstica como en la extranjera, se lucha por la violación de la democracia, por la reacción. Esta contradicción se manifiesta claramente en el sufragio. "El dominio burgués en tanto que producto y resultado del sufragio universal considerado como acto expreso de la voluntad soberana del pueblo, tal es el significado real de la constitución burguesa"--a decir de Marx-. "Pero desde el momento en que el contenido de este sufragio, de esta voluntad soberana, ya no es el dominio de la burguesía, ¿tiene la constitución otro significado? ¿No es el deber de la burguesía el regular el sufragio de tal modo que se proponga lo que es razonable, su propio dorninio'i ?" En México en la medida en que el dominio burgués es limitado, el propio sufragio universal es limitado, la Constitución es limitada. La ampliación del sufragio y la limitación del sufragio obedecen a la ampliación y a la limitación del desarrollo burgués. En las regiones Y zonas donde el desarrollo de la burguesía es mayor el 188 sufragio se respeta más; en aquéllas donde es menor, donde subsisten y predominan las formas precapitalistas de producción el sufragio es también menor. En todos los casos hay una regulación burguesa o preburguesa del sufragio. Pero el sufragio se vuelve una entelequia por el colonialismo interno, y por los peligros que presenta para la burguesía mexicana el imperialismo. En estas condiciones pensar que haya un sistema de partidos tal y como formalmente existe en la Constitución, una división de poderes, un gobierno federal, un régiman municipal, olvidando que no hay una estructura capitalista que haga de esas formas de gobierno las formas lógicas de un gobierno burgués, es pedir que crezcan primero las peras y después el peral. Por lo demás estas formas jurídicas, como metas formales y absolutas, son la mejor manera de despistar a la propia burguesía. El desarrollo de la burguesía, en un país semi-colonial y con problemas de colonialismo interno, no se puede dar con las formas jurídicas tradicionales de las constituciones que surgieron antes de la aparición del imperialismo. Las formas jurídicas tradicionales de la Constitución no se cumplen ni se cumplirán en la medida en que no haya un desarrollo plenamente capitalista en México. Mientras haya colonialismo interno y no se alcance un relativo nivel de igualdad con los Estados Unidos hecho improbable en tanto subsista el imperialismo- no habrá partidos políticos que se sucedan pacíficamente en el poder ni gobiernos estatales soberanos: mientras subsista el colonialismo interno no habrá sufragio universal, ni libertad municipal. Para el desarrollo del capitalismo y del país -semi-colonial- dentro del capitalismo se ha probado como útil a la burguesía el partido predominante, la centralización del poder, la limitación predemocrática del sufragio, el control de los gobernadores y presidentes municipales, en tanto que caciques. La burguesía mexicana tiene conciencia de estos hechos, y no es creíble que intente cambiar el sistema de gobierno hacia las formas típicas de la demo189 cracia capitalista. De otra parte tampoco es creíble que se vuelva a formas anteriores de gobierno, propias de la etapa de la lucha nacional y antifeudal. En una época anterior, en efecto, el sistema de gobierno de México dio lugar a una política de unidad nacional anti-imperialista dirigida por la burguesía, respaldada por el pueblo. Constituyó, durante el régimen de Cárdenas, el apogeo de las formas de gobierno presidencialista y de partido único, así como su máxima democratización económica y política. En esta etapa se dio la mayor vinculación revolucionaria del Estado burgués con el pueblo frente al latifundismo y el imperialismo. Podría pensarse y de hecho hay quienes piensan en un regreso a las formas cardenistas de la democracia semi-capitalista, como un camino de la democratización nacional. Pero este regreso es imposible. Las condiciones han variado, en el sentido de que el latifundismo de tipo precapitalista ha desaparecido prácticamente del panorama; y de que el capital nacional y el extranjero se han ido ligando más y más estrechamente. En estas condiciones es utópico pensar en una alianza de la burguesía con los trabajadores y campesinos en contra del latifundismo capitalista y del imperialismo asociado, para establecer una democracia desde arriba del tipo cardenista. Es así como cabe preguntarse, ¿qué tipo de democracia es probable y cuál puede ser su dialéctica? Aquí se deben señalar dos problemas relacionados con la lucha de clases en México, uno el que se refiere a la clase obrera, en la situación actual de desarrollo del país, a su posible evolución en una clase social consciente y políticamente organizada, a su estrategia y su táctica, y otro que se refiere a un posible juego político de la burguesía, o de ciertos sectores de la burguesía, que les permita organizar un gobierno democrático-burgués en que las libertades políticas de los trabajadores sean una realidad dentro de los límites de una estructura capitalista como la mexicana. Empecemos por estudiar los problemas que se refieren a la situación real e ideológica de la clase obrera. "Míen- 190 tras el dominio de la clase burguesa no se organizo plenamente, y no adquirió su expresión política pura, la oposición de otras clases no pudo alcanzar tampoco una expresión pura, y donde no la alcanzó no pudo tomar ese peligroso viraje que convierte cada lucha contra el gobierno en una lucha contra el capital"," escribe Marx en el 18 Brumario de Luis Bonaparte. Ahora bien, en México el dominio de la clase burguesa no se ha organizado plenamente y no tiene una expresión política pura, lo que se confirma por los siguientes hechos: l. El colonialismo interno es una de las pruebas más fehacientes de las limitaciones del mercado nacional, del trabajo asalariado, del desarrollo pleno de la burguesía; 2. Las luchas abiertas o veladas contra el imperialismo o contra la superexplotación imperialista son otra prueba más de las limitaciones del desarrollo capitalista de México. Los efectos políticos que tiene el colonialismo interno y el imperialismo -en tanto que impiden que la lucha de clases alcance una expresión pura- son obvios, aunque no han sido suficientemente estudiados. Aquí simplemente vamos a hacer algunas anotaciones de un problema complejo. En México el colonialismo interno y la falta de una expresión pura de la lucha de clases están estrechamente relacionados con un fenómeno que señala Marx: " ...conforme una clase dominante es más capaz de absorber a los mejores hombres de las clases oprimidas, más sólido y peligroso es su dominio.?" En el desarrollo del capitalismo en México, la integración de grandes núcleos de la población del status semi-colonial al status proletario, del status del proletariado descalificado al calificado, de la dirección obrera y campesina al gobierno burgués, ha provocado una estructura de control político del conjunto de la población semi-colonial por el conjunto de la población semi-colonialista -dirigida por la burguesía-, con lo que la oposición de clases se ha oscurecido. En efecto, en ese proceso, el proletariado, su conciencia de clase, sus organizaciones, no obstante estar en oposición con el capital, no constituyen aún una "clase para sí", y 191 sus luchas no han alcanzado una expresión pura. Por otra parte el gobierno mismo, en tanto que ocupado del "negocio común", y los distintos sectores de la burguesía progresista --esto es, de la burguesía que busca alcanzar un desarrollo económico pleno del capitalismo>, han dirigido las luchas obreras y campesinas ora contra grupos políticos de la burguesía compradora y del imperialismo, ora contra las empresas nacionales y extranjeras más recalcitrantes a las reformas sociales, sin que se haya planteado hasta el momento la posibilidad real de que una lucha contra el gobierno sea una lucha contra el capitalismo y por el establecimiento del socialismo, sino a lo sumo una lucha contra el sistema constitucional actual, precapitalista y predemocrático, lucha que en sus efectos reales puede derivar en la posibilidad efectiva de un triunfo abierto del imperialismo. Este fenómeno ha oscurecido también la expresión pura de la lucha de clases. La situación de México no corresponde a la de los países semicoloniales y semifeudales en que se dan las condiciones revolucionarias de una lucha nacional antimperialista y antifeudal, en que se moviliza el campesinado sin tierras contra un gobierno que representa las relaciones de producción típicas del imperialismo y el semifeudalismo. En México ha habido una revolución nacional antimperialista, dirigida por la burguesía, que acabó con las relaciones de producción semifeudales e inició una política nacional de desarrollo capitalista, con las contradicciones propias de todo régimen capitalista o semicapitalista de las nuevas naciones; pero con las características también de las nuevas naciones, en que se ha hecho una revolución agraria y nacional dirigida por la burguesía y donde ni la clase trabajadora constituye una fuerza independiente, ni es probable una revolución más de tipo socialista. De otra parte, no sólo los dirigentes obreros y campesinos aliados de la burguesía progresista, sino los líderes del proletariado han reconocido que las condiciones actuales de México no son las de los países altamente desarrollados, y que las metas y tácticas no pueden ser las mismas 192 de éstos. "En los países avanzados -escribía Lenin-, como Inglaterra, Francia, Alemania, el problema nacional fue resuelto hace mucho; la unidad nacional ha rebasado su propósito; objetivamente ya no hay 'tareas nacionales' que cumplir. Por lo tanto sólo en esos países es posible ahora romper la unidad nacional y establecer la unidad de clases. En los países subdesarrollados --por el contrarioen toda Europa Oriental y en los países coloniales y semicoloniales, la situación es enteramente distinta. En esos países -como regla general-e, aún tenemos naciones oprimidas y subdesarrolladas desde un punto de vista capitalista. Objetivamente estas naciones todavía tienen tareas nacionales que cumplir, a saber, tareas democráticas, las tareas de arrojar a la opresión extranjera."? Estas observaciones de Lenin sobre las metas y tácticas de los países subdesarrollados corresponden a la situación concreta de México y son en general y en abstracto aceptadas por la totalidad de los partidos y movimientos de izquierda. Sin embargo, como en forma concreta la táctica de la "unidad nacional" y la del "frente popular antímperialísta" son las que dan lugar a las más acerbas luchas en el interior de la clase obrera y de la izquierda es necesario analizarlas para comprender el estado actual en que se plantea el problema de la estrategia y la táctica de la clase obrera, y su posible participación en el desarrollo de una democracia burguesa o de una revolución socialista. La idea de que la alianza con la burguesía nacional contra el imperialismo es una ficción, porque ya no hay tal burguesía nacional y porque en realidad se trata de un pretexto de los políticos oportunistas y reformistas para Continuar sirviendo a la burguesía y diferir la revolución socialista; la idea de que la propia experiencia histórica reveló cómo fue precisamente en los países subdesarrollados donde se instauraron los primeros regímenes socialistas, y de que ya es tiempo de hacer la revolución socialista, son los principales motivos de discusión y pugna en los grupos marxistas y seudomarxistas y atañen particularmente a la táctica de la clase obrera. ¿Cómo 193 analizar de una manera objetiva estos problemas? En primer término es conveniente precisar las metas en forma explícita. Cuando Lenin habla de que es necesario realizar tareas nacionales, tareas democráticas, la tarea de eliminar la opresión extranjera, sin aspirar a romper la unidad nacional para establecer la unidad de clase, Lenin está señalando varios hechos: frente al imperialismo hay una tarea nacional y una tarea democrática, que aplazan el momento de llegar a la unidad de clases. Esta tarea nacional históricamente ha derivado en el establecimiento de gobiernos socialistas, de democracias populares, de democracias burguesas de nuevo tipo. En el caso de México derivó en el establecimiento de una democracia burguesa del nuevo tipo, y el problema está en saber si sigue siendo válida la idea de una lucha nacional y si ésta puede ser para derrocar al actual gobierno y establecer un régimen socialista o para acelerar el desarrollo del capitalismo nacional, en cuyo caso la tarea democrática será una tarea democrática dentro del capitalismo. Los partidos de izquierda y representantes del proletariado han aceptado implícitamente que sus luchas inmediatas deben ser por un frente nacional antimperialista e implícita o explícitamente por el desarrollo del capitalismo nacional, de la democracia dentro del capitalismo, de una política exterior independiente, de soberanía nacional y de paz, de incremento de los derechos y las prestaciones obreras, de solución a la cuestión agraria y nacional, de defensa activa de las libertades democráticas dentro del capitalismo. Tales son las metas que se han trazado a corto plazo y como un camino para llegar al socialismo. Pero esta aceptación de una situación social e histórica real ha provocado los pecados del oportunismo y la socialdemocracia y "el castigo" a estos pecados de que habla Lenín, el "radicalismo anarquista", el aventurerismo, los movimientos espontáneos. Hay así en México un oportunismo real estructural, que es característico de la enajenación del proletariado y como contrapartida un sectarismo, seudo' teórico, en que se piensa en "quemar etapas", en que 194 estudiantes de izquierda "caen en el infantilismo de propugnar la lucha aislada de la clase obrera", en que los sectores más avanzados, aislados de la clase obrera, la propia clase obrera y los estudiantes, "olvidan la célebre advertencia de Marx acerca de que sin el coro campesino, el solo de la revolución proletaria puede volverse un canto fúnebre..."! o En estas condiciones se discuten los ーイッ「ャセ mas teóricos, tácticos y estratégicos, por lo que se hace permanentemente necesario rebatir tanto a los sectarios como a los oportunistas, y precisar el método dialéctico para superar teórica y políticamente las diferencias, haciendo claro el hecho de que no es posible pensar en los próximos años en una revolución socialista, y de que no siendo posible que la lucha de clases alcance una expresión pura, la peor forma de combatir el oportunismo es el sectarismo verbalista y aventurerista, pues uno y otro son de hecho dos formas complementarias que restan fuerza a la clase obrera en la tarea nacional y en la lucha por sus derechos políticos. Aquí vamos a precisar las diferencias ideológicas en torno a los dos motivos principales de discusión, la idea de los sectarios que florece en las más insignificantes crisis políticas, de que es posible otra revolución, y la idea de los oportunistas, que prospera en los momentos de estabilidad, de una unidad nacional irrestricta. Uno de los problemas más difíciles de precisar es el tiempo de la revolución socialista. Trotsky dice que mientras Herzen acusaba a Bakunin de tomar el segundo mes de embarazo por el noveno, Herzen tomaba el noveno por el segundo. El propio Trotsky se equivocó a este respecto cuando pensó que ya era el tiempo de la revolución mundial.!! Hoy asistimos a un debate similar entre los partidos comunistas, con los partidos soviético y europeos de un lado y los partidos chino, albano y coreano de otro. En el caso de México -donde por su situación estructural específica- se oscila permanentemente del oportunismo al sectarismo, del reformismo al radicalismo verbal 195 y "la frase revolucionaria", donde se pasa de la línea soviética, aquí pequeño-burguesa, a la línea albana, aquí también pequeño-burguesa, con intentos en abstracto de imitar a la revolución cubana, o con admiración por el trotskismo a ultranza, sin precisar si se dan las condiciones objetivas y subjetivas de una revolución socialista, han surgido eventualmente grupos o dirigentes izquierdistas que han acariciado la idea de otra revolución. Estos grupos olvidan las nociones más elementales de todo proceso revolucionario; olvidan que no se puede invitar a una revolución como cuando se invita a tomar una taza de té -como dice Mao->; olvidan incluso lo que dice Trotsky, que "la premisa fundamental de una revolución es que la estructura social existente se haya vuelto incapaz de resolver los problemas urgentes del desarrollo de una nación", y olvidan lo que dice el Che Guevara: "Donde un gobierno haya subido al poder por alguna forma de consulta popular, fraudulenta o no y se mantenga al menos una apariencia de legalidad constitucional, el brote guerrillero es imposible de producir por no haberse agotado las posibilidades de la lucha cívica.,,12 Estos grupos no investigan, no saben que precisamente éstas son las condiciones de México, y que al no darse la premisa de la revolución, al no haberse agotado las posibilidades de la lucha cívica para el proletariado y el campesinado, ni la revolución violenta ni las guerras de guerrillas son posi· bles, y que tampoco se van a dar por un pequeño receso económico; que no se van a dar por las luchas internas que libren los grupos de la burguesía o del imperialismo, que los marxistas no deben ver en cualquier algarada, motín, movimiento huelguístico, por importante que sea, el síntoma indiscutible de que ya llegó el tiempo de otra revolución, de que ya se dieron las condiciones de otra revolución. No habrá otra revolución en México -y de ello es necesario tener clara conciencia- sino cuando la estructura social sea incapaz de resolver los problemas urgentes del desarrollo de la nación y cuando se hayan agotado las posibilidades de una lucha cívica. 196 A este respecto es necesario reparar en dos hechos importantes, el primero que en ningún país donde ha habido una revolución democrático-burguesa del viejo o del nuevo tipo, una vez consolidada ésta y pasados varios años de desarrollo capitalista, se ha dado hasta hoy una revolución socialista, y que muy posiblemente son este tipo de países los que pasen al socialismo en forma pacífica, posibilidad que señaló Marx para Inglaterra, Holanda y otros países europeos y que fue ratificada recientemente en las declaraciones de Moscú para todos aquellos países en que se desarrollen los derechos políticos de los trabajadores dentro del capitalismo. En estas condiciones la clase obrera y la dirección revolucionaria no pueden caer en actitudes aventureristas preconizando una revolución socialista, mientras la realidad no demuestre ampliamente que se dan las condiciones necesarias, las cuales objetivamente aparecen en los momentos de crisis aguda y permanente y de insatisfacción revolucionaria de las masas. Entre tanto deben proponerse como meta la tarea nacional y la tarea democrática, conscientes de que a largo plazo se llegará a una revolución pacífica o violenta, según las condiciones internas e internacionales y la política que siga la burguesía, y conscientes también de que a quien toca desatar la violencia, demostrar si es incapaz para el desarrollo de la nación y violar la legalidad Constitucional es en todo caso a la burguesía y no a la clase obrera, cuya misión inmediata es la de luchar por la Constitución, por la solución de los problemas urgentes de las masas y por los derechos políticos de los trabajadores dentro del sistema capitalista, o para no caer ni en el sectarismo y las "frases revolucionarias", ni en el oportunismo, en general los dirigentes de los trabajadores y los trabajadores "deben estar preparados para emplear una doble táctica, o sea, al mismo tiempo que se preparan Para el desarrollo pacífico de la revolución, estar suficientemente preparados para el desarrollo no pacífico de la revolución", como dice justamente el Diario del Pueblo. 1 8 El segundo problema que es motivo de acres debates 197 por parte de la izquierda mexicana es el que tiende a enfrentar la unidad nacional a la lucha de clases y viceversa. Este problema se plantea de un modo angustioso y violento entre quienes menosprecian la actuación de la burguesía nacional y quienes "exageran su papel o su grado de combatividad antimperialista y democrática" .14 Reconociendo que es correcta la tesis de Lenin de que es necesaria la unidad nacional para eliminar la opresión extranjera, reconociendo la existencia de una contradicción principal y una secundaria a que se refiere Mao; sin embargo, en la realidad los distintos grupos de izquierda se enfrentan con violencia y se califican de sectarios y oportunistas, sin analizar suficientemente el método para delimitar una táctica y una estrategia objetivamente dialécticas. En realidad el oportunismo consiste --en estas condiciones- en señalar las posibilidades de alianza con la burguesía, y en hacer la apología de sus luchas antimperialistas o de sus reformas sociales, sin señalar que éstas deberán ser necesariamente contradictorias y pasar a momentos de cobardía frente al imperialismo y de lucha de clases abierta frente al proletariado y al campesinado, lo cual exige advertir a las masas en los momentos ascendentes de la política burguesa sobre las caídas previsibles de la política burguesa; exige luchar al lado de la burguesía en sus momentos ascendentes sin dejar en esos mismos momentos de organizar al proletariado, y exige defender los derechos del proletariado cuando la lucha de clases se acentúa, recordando en esos mismos momentos a la burguesía la disposición para entablar la alianza de clases frente al imperialismo, por la democracia capitalista y por el desarrollo pacífico. Por su parte el sectarismo -en las condiciones actuales de México- consiste en convertir en tarea principal de los sectarios el desprestigiar a los oportunistas, sin organizar y luchar con el proletariado por las conquistas pacíficas del proletariado, por sus derechos, salarios, prestaciones y cultura política; en suma, el sectarismo consiste en una radicalización verbalista, en el uso y abuso de las "frases 198 revolucionarias", sin un acercamiento político e ideológico al proletariado. En ambos casos -oportunismo y sectarismo- el problema consiste en que la dirección del proletariado sigue siendo pequeño-burguesa en forma predominante, y en que no depende ni busca depender del proletariado, hecho que se revela fundamentalmente por la falta de democracia interna de las organizaciones obreras y políticas de la propia izquierda. Es en estas condiciones como se puede enfocar el problema del oportunismo y el sectarismo y como se pueden analizar las posibilidades de la democracia burguesa en México y el papel que desempeña la clase trabajadora. Es cierto, como decía Marx, que "mientras el proletariado no se ha desarrollado suficientemente para organizarse como clase, mientras la lucha del proletariado con la burguesía no tiene un carácter político, los teóricos (del proletariado) son meros utopistas que inventan sistemas para satisfacer las necesidades de las clases oprimidas"! s y es cierto como escribía Lenin que "ninguna lucha económica puede aportar a los obreros un mejoramiento estable, ni siquiera puede llevarse a cabo en amplia escala, si los obreros no tienen el derecho de organizar libremente sus asambleas y sindicatos, de editar periódicos propios, de enviar sus mandatarios a las instituciones representativas del pueblo, como sucede en Alemania -año de 1899-, y en todos los demás estados europeos (a excepción de Turquía y Rusia). Y para obtener estos derechos, es necesario llevar a cabo una lucha politica ... El primer y principal objetivo de semejante lucha debe ser la conquista de los derechos políticos, la conquista de la libertad política".16 En las condiciones actuales de México la lucha por la libertad política del proletariado se está dando y se ha dado en situaciones de alianza y lucha con los grupos políticos de la burguesía progresista, sin que el proletariado se haya desanollado suficientemente para organizarse Como clase. 199 Es difícil que esta situación varíe en los próximos años y en tanto subsista una estructura precapitalista como la que hemos señalado. Todos los caminos opuestos han conducido al fracaso y no hay razón para pensar que no conduzcan al fracaso, mientras subsista en México una estructura semi-capitalista, un colonialismo interno ligado a una movilización considerable de la población marginal, y un proceso de absorción permanente de los dirigentes campesinos y obreros a la dirección política de la burguesía, con la amenaza permanente del imperialismo y la burguesía ultrarreaccionaria de conducir al país al fascismo. En una sociedad precapitalista -que absorbe a los mejores hombres de las clases oprimidas-, la conciencia de clase y la clase para sí no se dan, la dirección con ideologías de izquierda se atomiza, se polariza permanentemente hacia los centros directivos de los distintos grupos de la burguesía. La formación de una conciencia de clase y de una clase para sí, la integración de una verdadera organización proletaria sólo se pueden realizar si se observa la táctica de alianza y lucha con la burguesía nacional, la táctica de la democratización interna de las organizaciones obreras y campesinas; si se combate por los objetivos inmediatos de la clase obrera, salarios, prestaciones, derechos sociales, contratos de trabajo, ratificando permanentemente el pacto antimperialista con la burguesía, investigando y educando permanentemente a la clase obrera en las formas de lucha, y reconociendo que la clase obrera tiene "una tarea nacional que cumplir, a saber una tarea democrática", uno de cuyos objetivos principales debe ser la organización y defensa de los trabajadores superexplotados del campo y la ciudad que son el venero más importante de una organización política revolucionaria, que presione para la democratización nacional. Es previsible en el futuro inmediato, un papel limitado de la clase obrera en tanto que no se hará, por la estructura misma del país, una organización de clase que derive, en un poderoso partido independiente de la clase 200 obrera; pero un papel importante en tanto que se siga la táctica de alianza y lucha que conquiste los derechos políticos de los trabajadores, el derecho de organizar libremente sus asambleas y sindicatos, de organizar a los trabajadores superexplotados, de editar periódicos propios, de enviar sus mandatarios a las instituciones representativas del pueblo. Pero si las condiciones mismas del país inducen a la clase obrera a realizar "una tarea democrática" de alianza y lucha con la burguesía nacional, ¿cuál es el papel que puede cumplir la burguesía mexicana, en el desarrollo de una democracia burguesa y qué posibilidades hay de que 10 cumpla? El problema está en saber cuál de los grupos de la burguesía puede triunfar, y si el gobierno puede tomar un rumbo que conduzca al desarrollo del capitalismo y de la democracia capitalista. Dice Engels que o bien el poder político "trabaja en armonía y en dirección al desarrollo que está de acuerdo con las leyes económicas -en cuyo caso no hay conflicto entre los dos, y el desarrollo económico es acelerado>, o trabaja contra el desarrollo económico, y en ese caso, con algunas excepciones, regularmente sucumbe. Estas excepciones son casos aislados de conquista-añade- en que los conquistadores bárbaros han exterminado o expulsado a los habitantes de un país y destrozado o permitido que se arruinen las fuerzas productivas que no supieron usar". 1 7 El problema político de la dirección del desarrollo del capitalismo en México es un problema de lucha entre distintos grupos de la burguesía por la dirección de ese desarrollo. De las múltiples divisiones que se hacen de esos grupos, la división tradicional entre burguesía nacional y burguesía compradora, no es suficientemente válida para comprender el problema, en tanto que una y otra están cada vez más íntimamente vinculadas. Pero en México hay una obvia diferencia política entre la burguesía del sector público y la burguesía del sector privado. En efecto, un amplio sector de la burguesía es consciente de que o trabaja en la dirección del desarrollo o sucumbe, 201 y es consciente de que para trabajar en dirección del desarrollo necesita mantener e incrementar su capacidad de negociación frente a los monopolios extranjeros, limitar la voracidad de la iniciativa privada, democratizar y liberalizar la política mexicana. Este sector tiene una gama ideológica muy variada y puestos directivos, técnicos, administrativos, de producción y dirección de masas. Va desde los más altos cargos del Ejecutivo, pasando por gerentes y técnicos de empresas, hasta los maestros rurales y otros miembros de la pequeña burguesía, y llega, en una combinación sui generis de la política mexicana セM・クーャゥ」。ᆳ ble por la estructura de México-- hasta los dirigentes de los grupos progresistas de la oposición que forman la izquierda de la burguesía mexicana, y algunos de los cuales se ostentan como dirigentes y grupos marxista-leninistas. La sensibilidad de todos estos dirigentes de la burguesía frente a! problema de que el gobierno debe estar en armonía con las exigencias del desarrollo o sucumbir, varía naturalmente de unos a otros, por razones estratégicas o ideológicas, por el tipo de vínculos que tienen con la iniciativa privada, con el propio gobierno o con las masas obreras y campesinas, por su ideología revolucionaria más o menos vinculada al nacionalismo, al liberalismo socia! de la Revolución Mexicana, o a! marxismo. Pero todos ellos constituyen la dirección de un desarrollo capitalista, y se encuentran en relaciones contradictorias -dentro del partido gubernamental, dentro del gobierno o dentro de la llamada "familia revolucionaria"-, relaciones que norman permanentemente su acción política interna y sus pugnas contra los grupos más retrógrados de la burguesía nacional y extranjera. El líder más brillante de este tipo de dirección política ha sido hasta la fecha el general Lázaro Cárdenas, quien reconociendo la situación del país y el único camino posible del desarrollo económico y político, ha sido -desde que como presidente, aceleró la reforma agraria y nacionalizó el petróleo- hasta fechas recientes, el más 202 decidido dirigente de un movimiento de desarrollo del país dentro del capitalismo. AlIado de él, otros dirigentes de la burguesía, con menor decisión y alcance, suman una multitud de líderes progresistas del desarrollo capitalista de México. Y en el gobierno -en los cargos altos, medianos y pequeños- creyéndose a veces en oposición con lo que el general Cárdenas representa, apoyándose otras en sus fuerzas, un buen número de funcionarios y políticos, más cautos en el hablar, cuidadosos incluso de no tener u ostentar ideas socialistas o marxistas (que sí ostentan los dirigentes más agresivos de la burguesía, ligados a las masas inconforrnes, o al proletariado en proceso de independencia política), han luchado en el terreno legislativo, administrativo, técnico, por tomar medidas que provocan en la situación estructural de México, el desarrollo del capitalismo. Que esta dirección política de la burguesía se declare partidaria de la ideología de la Revolución Mexicana, nacionalista o marxista, no impide el que represente la dirección del desarrollo capitalista del país; que muchos de sus miembros, aparte de tener funciones públicas, tengan intereses privados y estén económicamente vinculados a las empresas privadas, como suele ocurrir, no impide el que tengan una visión de que la mejor manera de desarrollar el capitalismo en México es provocando una democratización económica, cultural y política, y que contemplen el problema de la estrategia de la democratización como el principal problema a que se enfrenta el gobierno y el desarrollo del capitalismo en México. Pero una cosa es que este sector de la burguesía tenga conciencia de que la mejor política para el desarrollo del capitalismo es la democratización política, y otra que pueda aplicar esta idea. Las condiciones favorables y adversas para este sector de la burguesía están en pleno juego. Entre las condiciones favorables se pueden señalar las siguientes: de un lado ha crecido el sector público y sus posibilidades de acción; se ha contraído la inversión privada dejando cada vez más la dirección del desarrollo al 203 sector público; de otro, el poder público puede operar en formas cada vez más parecidas a las de una democracia capitalista o neocapitalista, conforme el país se desarrolla más y en el terreno mundial crecen las fuerzas de la paz. A todas las condiciones anteriores, relativamente favorables para el proceso de democratización dentro del capitalismo, se oponen las condiciones desfavorables del imperialismo y los coletazos de la guerra fría; el colonialismo interno y el reformismo moderado y antidemocrático, su impacto reaccionario, sus presiones, amenazas y exigencias, sus temores. En todo caso el crecimiento del proletariado, del obrero campesino e industrial, de su conciencia de clase, de sus organizaciones sindicales y políticas, y las exigencias de sus dirigentes, con la amenaza de una movilización revolucionaria pesan en los momentos de crisis en que se acentúa la lucha de clases, y pesarán seguramente en el futuro inmediato para que este sector de la burguesía acentúe los procesos de democratización y desarrollo. La burguesía del sector público -con sus distintos y aun opuestos grupos- ha tomado las primeras medidas: desde la reforma electoral de la Constitución hasta el fortalecimiento de sus grupos y partidos de izquierda. La velocidad y la forma que se debe imprimir al proceso de democratización nacional es, sin embargo, motivo de serias diferencias en la burguesía del sector público -tácticas unas, ideológicas otras -. Estas diferencias se han manifestado en las discusiones sobre la necesidad de hacer reformas al partido gubernamental, de establecer un plan para el desarrollo, de reformar la ley electoral, etc. Es difícil predecir el resultado de esta lucha, que depende en gran medida de las condiciones económicas internacionales e internas que priven en los próximos años. En todo caso, el problema que se planteará durante algún tiempo a la clase obrera mexicana será el de la formación de cuadros, el de la organización democrática no sólo del trabajador organizado sino del trabajador superexplotado, estudiando en forma concreta y objetiva 204 las posibilidades de esa organización, y de la lucha cívica, en una posición de alianza y lucha con la burguesía progresista del país, para la desaparición de las relaciones de producción precapitalistas, para la consolidación de una sociedad de clases, en el sentido político del término, que conduzca ulteriormente a un desarrollo pacífico del socialismo. Y toda esta lucha nacional y política deberá hacerse, con la conciencia de que no es posible otra revolución a menos que se suspenda el desarrollo del capitalismo, se impida definitivamente la organización democrática de la clase obrera y campesina, y triunfe la reacción imperialista e interna, en cuyo caso México no será uno de los países que pasen al socialismo en forma pacífica. Notas 1 Marx. An die Kolner Geschwornen (1849) par. 14. Op. cit. por Stanley W. Moore in The Critique of Capitalist Democracy. An Indroduction to the Theory of the State in Marx, Engels and Lenin. New York, Paine Whietman Publishers, 1957 2 Engels a Bernstein. 24 nov. 1884, par. 2 (6), Op. cit. Moore. 3 Lenin. El Estado y la Revolucion. Cap. 1 y Secc. 3. Ibid. 4 Al usar la palabra demócrata nos referimos aquí exclusivamente a la democracia burguesa. s Lenin. Caricatura del Marxismo. Seco Pars. 17-18, ibid. 6 Marx. La lucha de clases en Francia, parte 3, pars. 94-95, ibid 7 Marx. 18 Brumario (+ o -p. 54) ibid. 8 Marx. El Capital, 12 IlI. Ibid. 9 Lenin. Caricatura del Marxismo. Op. cit. Arizmendi, Roduey. "Acerca del papel de la burguesía nacional en la lucha anti-imperialista" en El movimiento contemporáneo de liberación y la burguesía nacional. Praga. Ed. Paz y Socialismo, 1961. 11 Trotsky, Leon. Histoire de la Revolution Russe. París, 10 205 Editions du Seuil, 1962. p. 912. 12 Guevara, Ernesto Che. La guerra de guerrillas. La Habana, Instituto Nacional de la Reforma Agraria, s. a. p. 13. 13 "Nuestras Diferencias" en Diario del Pueblo. Pekín. Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1961. 14 Arizrnendi. Op. cit. Marx. Das Elend der Philosophie. Berlín, 1951. p. 142. cito por Dahrendorff. 15 16 Lenin. "Nuestro Programa" en Acerca de los sindicatos. Moscú, Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1958, pp. 40 Y 41. 17 Engels. Anti-During, par. 2. c. 4. CAPITULO XI EL ANALlSIS SOCIOLOGICO Desde Tocqueville la sociología ha recorrido un largo camino, y aunque vive aún del almacén de ideas de fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX, ha abandonado el gusto de las reflexiones filosóficas y se ha inclinado por un tipo de generalizaciones que llama "de alcance intermedio". A partir de la última posguerra en el conjunto de la sociología predominan las corrientes norteamericanas, con sus técnicas de investigación de campo y de análisis cuantitativo, su terminología y su temática. Dentro de la sociología política sobresalen hoy dos figuras indiscutibles -Seymour Martin Lipset y Ralf Dahrendorff-, el primero norteamericano y el segundo alemán occidental, particularmente influido por la sociología norteamericana, a los que vamos a hacer principal! referencia, aunque podríamos citar los estudios de muchos otros autores que confirmarían nuestros asertos: T.H. Marshall, Deutsch, Germani, Lerner, Hoselitz. Un análisis sociológico de las posibilidades de la democracia en México tiene como trasfondo necesario la figura de Tocqueville, y lo que él representa. Desde el punto de vista metodológico se limita a generalizaciones que no sean demasiado abstractas y filosóficas, se sirve de las que están fundadas en investigaciones de campo y en análisis cuantitativos, y enuncia una serie de hipótesis que ameritan nuevas investigaciones de campo y análisis estadísticos más precisos. Nosotros sólo esbozaremos un ensayo de análisis sociológico, que respete estas reglas, o nos ponga en alerta cuando no sean respetadas suficientemente. I. Al estudiar desde un punto de vista sociológico las posibilidades de la democracia en México es necesario ver 207 qué se entiende en sociología por democracia. Para ello hay distintos recursos y el primero es el de las definiciones tradicionales. 1) "La democracia v-excribe Max Weber- incluye dos postulados: a) el impedir que se desarrolle un grupo cerrado de funcionarios oficiales para que exista la posibilidad universal de acceder a los cargos públicos y b) la reducción de la autoridad oficial para aumentar la esfera de influencia de la opinión pública en la medida de lo posíble.:? Por su parte Lipset da la siguiente definición que intenta resumir las anteriores de otros sociólogos; "Se puede definir la democracia, en una sociedad compleja, como un sistema político que proporciona constitucionalmente y en forma regular la posibilidad de cambiar a los gobernantes, y como un mecanismo social que permite a la mayor parte posible de la población influir en las decisiones principales escogiendo a sus representantes de entre aquellos que luchan por los cargos públícos.t'" Estas definiciones se prestan -vcomo es obvio- a interpretaciones equívocas. Muchas de las palabras que se incluyen en ellas exigen a su vez nuevas definiciones. Sirven para dar una idea aproximada; corresponden a conceptos intuitivos, que son útiles sólo en una primera etapa de la investigación. 2) Una forma más de precisar el contenido de la democracia consiste en destacar algunas de sus instituciones características: la libertad de prensa y crítica, de reuniones y de asociación, el cambio pacífico de los gobernantes al través de los comicios, el sufragio. 3) Estas instituciones o variables se pueden analizar en su estructura y en sus tendencias. El análisis estructural de la crítica conduce al estudio de las componentes racionales y de los prejuicios, en relación con los estratos sociales; el análisis de la libertad de prensa, de reunión, de asociación, conduce al estudio de la composición de los periodistas y sus lectores, de los grupos de presión que se reúnen o asocian, también en relación con los estratos de la sociedad; la movilidad política y la estructura del 208 sufragio se analizan a su vez en la relación con el status social, con los niveles de vida y cultura. 4) El análisis de las tendencias se hace con los más distintos ajustes; pero en principio se buscan sobre todo las tendencias seculares y, dentro de ellas, los altibajos, los ciclos, las caídas y alzas. 5) Las variables anteriores se precisan y cuantifican por una multitud de indicadores negativos o positivos (frecuencia en el encarcelamiento de periodistas, en la represión de asambleas, en las protestas de violación al voto, en el encarcelamiento de líderes de la oposición; en la variedad de periódicos con ideologías distintas, en la cantidad de críticas a la autoridad que no conducen a represiones, en la cantidad de asociaciones, grupos de presión y partidos legalmente reconocidos y cívicamente respetados, etcétera). Con estos elementos se llega a definiciones muy precisas de lo que es la democracia en la realidad social, y de lo que concretamente significa cada uno de los postulados de la definición, y se puede afirmar con fundamento qué probabilidades hay de que en condiciones determinadas se presenten ciertas variables que tipifican el síndrome de la democracia. Siguiendo estos caminos en todas o cada una de sus partes se llega a una serie de conclusiones probabilísticas Mセアオ・ los investigadores pueden utilizar como hipótesis para futuras investigaciones, y los políticos como puntos de referencia para meditar sobre la acción a corto y largo plazo. Estas conclusiones nos indican que las probabilidades de la democracia en México han aumentado, aun cuando desde un punto de vista estructural subsistan serios obstáculos, que no cabe ignorar. 11. En efecto puede decirse que -otros factores iguales- a mayor ingreso per capita mayor democracia,a mayor población ocupada en la industria mayor democracia, a mayor urbanización mayor democracia, a mayor alfabetización mayor democracia." Estas afirmaciones, basadas en el análisis de las estadísticas económicas y 209 políticas, y confirmadas por estudios de campo en los más diversos países, nos indican que en el caso de México hay más probabilidades hoy de las que hubo en el pasado de que se dé la democracia: la libertad de crítica, de reunión, de asociación, la lucha de partidos, el sufragio, etc. Las probabilidades de que estos fenómenos se den han aumentado en la medida en que ha aumentado el ingreso per capita, la población dedicada a la industria, la población urbana, etc. Pero el que las probabilidades aumenten no quiere decir que los fenómenos se den necesariamente. En la estructura social puede haber elementos que jueguen concretamente contra estas tendencias y que provoquen desviaciones. III. Los principales obstáculos estructurales al desarrollo de la democracia son los siguientes: 1) La existencia 'de una sociedad plural que impide una expresión política uniforme, una organización política horizontal en que las diferencias de estratos y clases no sean tan acusadas ni económica, ni cultural, ni políticamente. Los valores políticos y el estilo de la clase alta están relacionados al ingreso nacional. Conforme más pobre es un país y más bajo el nivel de vida absoluto de las clases bajas mayor es la presión de los estratos altos para tratar a los bajos como vulgares, inferiores por naturaleza, etc." En México los estereotipos que hemos hecho de la Revolución Mexicana y de la forma en que se debe tratar al pueblo, nos ocultan las características paternalistas, autoritarias, del político y el gobernante, que aparecen en las conversaciones privadas sobre política o negocios, y que deben ser objeto de un cuidadoso estudio, parecido al que hizo Adorno en los Estados Unidos de Norteamérica sobre los fascistas potenciales." La actitud humilde, suplicante, cortés, en que las frustraciones son ocultadas en la expresión política pública es la contrapartida popular o indígena de la personalidad autoritaria y criolla. Ambas constituyen el obstáculo más serio para el desarrollo de la democracia, e invitan a acelerar el proceso de integración 210 cultural, social, económica como el camino más firme para lograr las bases de una vida democrática. 2) En la estructura de la sociedad contemporánea, los estratos pobres tienen tendencias democráticas en lo económico y autoritarias en lo político. Esto se explica si se piensa y observa que los estratos bajos participan menos en reuniones y organizaciones formales, leen menos libros y revistas, tienen menos información sobre asuntos públicos; están aislados respecto del control de las asambleas, de las controversias públicas, de las organizaciones, lo que les impide conocer y practicar las normas de tolerancia y les provoca una apatía respecto de instituciones que desconocen o no controlan, apatía que estalla en autoritarismo en las explosiones sociales. La estructura autoritaria de la sociedad, y el autoritarismo irracional provocan una educación autoritaria de los bajos estratos. Dentro de toda estructura social hay una educación política. O hay educación democrática o hay educación autoritaria. El pueblo constantemente es educado, y es educado en forma autoritaria donde es autoritaria la estructura del poder y la actitud de los estratos dominantes. Los estudios que se han hecho sobre estos problemas comprenden específicamente investigaciones que confirman el autoritarismo de los bajos estratos en México." Era muy improbable que ocurriese lo contrario. Si se hicieran investigaciones más profundas seguramente confirmarían que el autoritarismo de los bajos estratos de México está ligado a la apatía política como forma de desengaño ante las instituciones jurídicas; y a la falta de democracia interna en grandes sectores de la población, que son objeto de manipulaciones desde arriba, y no tienen nada que perder si logran una democratización económica con autoritarismo político. "Entrevistas que han hecho distintos psicólogos demuestran que es difícil encontrar alguien en los pueblos con 70% o más de analfabetos, que tenga conceptos parecidos a los de libertad, stalinismo, mundo libre, etc.,,8 3) El fascismo como movimiento que caracteriza un 211 neo-conservatismo con apariencias progresistas, que ataca al capitalismo y al comunismo, que se ostenta como tradicionalista y "socialista" corresponde a una actitud típicamente autoritaria, irracional en que se quita todo sentido humanista al tradicionalismo y a las ideas de justicia, acentuando las fobias, los temores, los estereotipos antiguos y modernos. En la actualidad, como dice Adorno, se pueden diferenciar dos tipos de fascistas: "Los que profesan creer en la democracia y son en realidad antidemócratas, y los que se llaman a sí mismos conservadores mientras subrepticiamente alientan ideas subversivas."? En todo caso por lo que lucha el fascista es "por establecer una dictadura de los económicamente más fuertes". 1 o En realidad el fascismo no es una ideología, sino una cierta estructura de la personalidad política de nuestro tiempo a la que se ha llamado así, pero que se ha ostentado con las distintas ideologías -mazismo, fascismo, franquismo, peronismo, macartismo, poujadismo. Este fenómeno implica una novedad respecto de las frustaciones políticas tradicionales, en la medida en que se liga a las formas modernas de comunicación masiva y de propaganda científica. En los países escasamente desarrollados las actitudes sadomasoquistas personalistas, así como las fobias y prejuicios alcanzan combinaciones extrañas de las más antiguas y modernas formas culturales. El fascismo -como estructura social de una personalidad política- es "el producto de quienes se sienten cortados de las principales tendencias de la sociedad moderna" .11 El fascista surge de las clases decadentes, y de las regiones decadentes, de los pequeños comerciantes desplazados, de los pequeños propietarios rurales desplazados, y en general de los grupos que sienten una pérdida de status por el desarrollo. En México es necesario estudiar la magnitud de este problema. En realidad se conoce muy poco. Vagamente se puede afirmar que se ubica en las regiones del Bajío -que han tenido una pérdida relativa 212 de status y ocupan hoy un rango inferior al que ocupaban cuando el Bajío era el "granero de México". Se sabe que los grupos de ingresos mixtos --pequeños productores, propietarios, consumidores- tienen una proporción cada vez menor del ingreso nacional y que entre ellos es posible encuntrar sus características, y se sabe que se da en algunas de sus formas en los centros industriales que existían desde el porfirismo y que han tenido que mantener su status industrial y su nivel de inversión por medio de una política patemalista y tradicionalista, como es el caso de Monterrey. Pero en realidad se ignora su magnitud y su intensidad actuales, y no hay, que nosotros sepamos, un estudio científico al respecto. Existiendo como un obstáculo al desarrollo de la democracia es difícil medir su fuerza. 4) En las regiones que subsisten con una cultura política genuinamente tradicionalista, en que no priva aún todo la economía de mercado, donde la gente セッ」オー。、 su tiempo en trabajos agotadores sin ocio ni energía para la acción política-- es impotente frente a las presiones económicas y la violencia que ejercen contra ella las clases privilegiadas locales, no puede haber organizaciones económicas y políticas efectivas -democráticas- y existe una actitud tradicionalista "de resignación ante las formas de vida tradicionales y de sumisión ante los poderes existentes" . Esta circunstancia es particularmente contraria al desarrollo de la democracia y de las distintas instituciones políticas que la caracterizan. En el sur y el centro de México se encuentran amplias regiones con tales características. IV. Los obstáculos estructurales al desarrollo de la democracia セアオ・ hemos esbozado con anterioridad- tienen una función dinámica, y en las crisis socio-políticas afectan la constitucionalidad, la legitimidad misma de los regímenes. l. Las tendencias a mantener la legitimidad se dan en los siguientes casos: 213 a) Cuando el Estado demuestra su efectividad. "La efectividad en el mundo moderno significa en primer término desarrollo económico constante.t"? b) Cuando el extremismo representa la forma de solución más compleja y no la más simple. En esos casos los estratos bajos tienden a oponerse a los movimientos y partidos "extremistas" y se disocian de los partidos de oposición en tanto que éstos son pequeños y ofrecen soluciones lejanas, complicadas.' 3 Las tendencias anteriores se rompen en la medida que se detiene el desarrollo económico -en su sentido integral- cuando los partidos de oposición ofrecen soluciones más sencillas y a corto plazo; cuando el status de las principales instituciones conservadoras es amenazado,' 4 Y cuando precisamente las regiones agrarias más atrasadas y tradicionalistas "se encienden en llamas de revuelta... y una vez que se conmueven y sueltan de los valores tradicionales, se van a los extremos más radicales".' 5 En estos casos la legitimidad, la constitucionalidad, se rompen por todas partes. Surge la coyuntura social de la violencia. V. Tomando en cuenta estas generalizaciones -Tundadas en la experiencia histórica y en análisis ・ウエ。、■ゥ」ッセ puede decirse que mientras el Estado mexicano demuestre su efectividad mediante el desarrollo, los peligros antidemocráticos de tipo estructural no afectarán su legitimidad; y mientras el extremismo represente una solución compleja y lejana tampoco se dará este peligro.' 6 VI. De otra parte, el proceso de modernización de todo país que ha iniciado el desarrollo y la acumulación de capitales implica, según observa Lipset con razón, la solución de tres problemas principales: 1. El de las relaciones entre la Iglesia y el Estado; 2. El de la admisión de los estratos inferiores, particularmente de los trabajadores a una "ciudadanía económica y política plena, al través del sufragio universal y del derecho de negociar colectivamente" y 3. El de una lucha permanente PQr la redistribución del ingreso.' 7 "La solución de estas tensiones, una por una -dice 214 Lipset- contribuye a un sistema político estable. Cuando por el contrario las soluciones propias de un periodo histórico anterior se acumulan con las del siguiente se crea una atmósfera política que tiene más de amargura y frustración que de tolerancia y cornpromiso.t'L'' Las conpolíticas, diciones del desarrollo de México セ」オャエイ。・ウL intemacionales- han hecho que sólo parcialmente se hayan ido resolviendo estos problemas, y han permitido que los residuos de problemas pasados se acumulen con los actuales. VII. La solución del problema de las relaciones entre la Iglesia y el Estado, que en los países democráticos se resuelve prácticamente desde el siglo XVIII o XIX corresponde a la solución de otros problemas no menos importantes: 1 que la legitimidad aumenta cuando los pueblos tienen una "cultura política secular" común, nacional, con iguales fiestas cívicas, héroes, padres de la Patria y 2 que "en tanto los lazos religiosos refuerzan los alineamientos políticos, son débiles las posibilidades del compromiso y de la negociación democrática". 1 9 México es de los países católicos de cultura hispánica que más avanzados se hallan en la solución de este problema tradicional del Estado moderno. Sin embargo, nuestra cultura política secular todavía no es común -todavía muchos de nuestros héroes nacionales, muchas de nuestras fiestas cívicas son polémicos- y todavía --por encima de la Constitución- hay alineamientos religiosos que subsisten. Que esta situación dificulta el camino de la democratización por el que atraviesa todo Estado moderno, nadie podría dudarlo.' o VIII. "El desarrollo del sufragio y de la libertad de organización y oposición evolucionan en muchos estados Como concesiones a las clases bajas o como medios tácticos de controlarlas." En ambos casos las normas democráticas se volvieron parte de las instituciones reales de esos estados.f 1 En los países subdesarrollados la presión para la industrialización rápida hace imposible el que soporten un 215 sistema abierto de partidos. Los dirigentes de estos países y los sociólogos norteamericanos coinciden hoy en esta afirmación. El partido único o predominante no es ya típico de los estados comunistas, o de un país como México. En la India predomina el Partido del Congreso, muy por encima de los demás, en Indonesia, el del gobierno, en Africa todas las nuevas naciones se dirigen al partido único o lo han establecido ya. La solución a este problema en un nivel de desarrollo más alto que el de otros países del mundo pobre, parece encontrarse en la reciente reforma electoral de la Constitución mexicana, que permite a los partidos minoritarios alcanzar una representación en el Congreso hasta de veinte diputados. De respetarse este derecho se iniciará un sistema sui generis de partidos y se desatará por la vía parlamentaria la dinámica del sufragio. El propio partido del gobierno tendrá que acordar una ciudadanía política plena, un derecho universal de voto y un sufragio efectivo a sus propios miembros, en las luchas internas del partido y en las que librarán con otros partidos. Dentro del propio partido tendrán que ser admitidos en la plenitud ciudadana, los estratos inferiores y no sólo sus dirigentes. El efecto multiplicador de esta reforma constitucional es previsible, si las actitudes tradicionalistas y temerosas de la política mexicana no se imponen, y no se piensa que es conveniente tener, a más de los diputados disciplinados y debidamente seleccionados del partido gubernamental, diputados disciplinados y debidamente seleccionados de la oposición. La lucha entre estas dos corrientes de los grupos gobernantes será característica de la vida política de México en los próximos años. IX. En 1859 Disraeli dijo: "Si mañana damos el sufragio universal, no tengo ningún temor de que el honesto y valiente pueblo de Inglaterra recurra al pillaje, al incendio y a la masacre." Algo semejante pensó e hizo unos años después Bismarck en Prusia. Uno y otro tomaron la medida con la misma idea, con la confianza de que las áreas rurales los seguirían voluntariamente, con la 216 confianza de que controlarían con los votos del campo al movimiento socíalista/? de Inglaterra y al movimiento liberal de Alemania -fuertes en las ciudades. En Sudamérica ha sido frecuente que los conservadores y grandes hacendados sean los más asiduos partidarios del respeto del voto, confiados en su ascendiente personal y en la actitud paternalista de las masas agrarias. En todos estos casos el sufragio universal ha sido acordado y defendido por los grandes terratenientes con una dirección política conservadora. En ia situación actual de México es difícil predecir el comportamiento político de los estratos dirigentes, y si van a preferir controlar la ciudad con el campo o el campo con la ciudad, la población participante con la marginal o la marginal con la participante. Dos observaciones de Dahrendorff pueden sernas útiles para prever el comportamiento y los problemas de la dirección política del país: "Mientras las fuerzas en conflicto -dice Dahrendorff- están difusas y constituyen agregados incoherentes, la regulación de los conflictos sociales es virtualmente imposible. Aquí el punto de vista de Coser o Simmel -añade- es muy pertinente, a saber, que no obstante 10 paradójico de la situación, los grupos de conflicto a menudo buscan acelerar la unidad y la organización de sus opositores. -Un partido unificado prefiere a un opositor unificado->." Y en pie de página anota: "Estoy seguro que este punto sería confirmado enfáticamente por todos los ministros coloniales de los gobiernos de mediados de siglo. A menudo, la ausencia de un opositor organizado es 10 que hace tan difícil en ellos la regulación de las disputas ... ,,23 En México, el problema concreto consistirá en ver si predomina la situación de las colonias, a que hace referencia Dahrendorff, o la de los países que evolucionaron hacia un régimen de partidos. X. En todo caso una observación más del propio Dahrendorff nos lleva de este terreno político a otro no menos importante: el reconocimiento a los trabajadores de un derecho efectivo a negociar colectivamente. "Quie217 nes se han puesto de acuerdo en llevar sus desacuerdos al terreno de la discusión generalmente no se lanzan a la violencia física. Más aún, la violencia de los conflictos parece disminuir conforme las instituciones parlamentarias aumentan. Al mismo tiempo la presencia de esas instituciones no garantiza por sí sola el que se controlen los conflictos." XI. Dentro de la sociedad industrial en que el desarrollo ha sido acometido por la empresa privada y en que se han creado instituciones democráticas, el parlamentarismo no ha sido suficiente para el ingreso de los nuevos grupos a la ciudadanía y la política. Las uniones de trabajadores, los sindicatos, y en general las formas de democracia obrera, que han permitido la lucha jurídica y la conciliación de las partes en pugna, han sido tan importantes por lo menos como el sufragio efectivo. El propio Disraeli organizó y atrajo a los obreros. Hizo que se respetara el voto e hizo que se respetara a las organizaciones obreras, la democracia obrera y el derecho de "negociación colectiva". Por eso hoy el partido de los Tories cuenta con dos votos de obreros manuales por cada tres en su favor. "Desde un punto de vista sociológico -escribe Dahrendorff- es un error pensar en la eliminación o en la supresión del conflicto social... El intento de borrar las líneas del conflicto con ideologías prefabricadas sobre la armonía y la unidad sirve en realidad para aumentar más que para disminuir la violencia con que se manifiestan los conflictos... Los conflictos sociales se pueden regular, controlar, nunca suprimir, ni en un estado totalitario... El reconocimiento significa que ambas partes aceptan el conflicto como lo que es, como un inevitable resultado de la estructura autoritaria de la sociedad. Siempre que se intenta negar la lucha del contrario llamándola "irrealísta" o privando al oponente del derecho a luchar, la regulación efectiva del conflicto no es posible. Esto es también verdad, cuando los conflictos no son reconocidos como tales, y cuando se pone demasiado énfasis en los llamados "intereses comunes", en que lo único que se logra es 218 desorientar. Me parece -añade- que el Economist de Londres (una revista conservadora) tenía razón cuando reprochaba a los sindicatos ingleses por su moderación -a la que declaraba responsable del estancamiento y baja productividad del capitalismo inglés-, y cuando comparaba la política de los sindicatos ingleses con la política más agresiva de los sindicatos y uniones de trabajadores norteamericanos, cuyas constantes presiones por salarios más altos han mantenido dinámica a la economía norteamericana.. ," Para Dahrendorff lo primero es reconocer los conflictos, no ocultárselos, no pretender aniquilarlos, 10 segundo permitir y aun alentar la organización de los grupos de interés -de patronos y trabajadores-, lo tercero "aceptar ciertas reglas del juego que constituyen el cuadro de sus relaciones -mormas electorales, de procedimiento, de castigo a los infractores-, etc." Es importante decir sin embargo, que las normas del juego sólo cumplen su función en tanto ponen a ambas partes en pie de igualdad y no implican estipulaciones sustantivas que descalifican a uno u otro de los grupos en conflícto.?" El sufragio efectivo y el parlamentarismo por sí solos no son suficientes; pero si se cumplen, si se practican, operan como acelerador, como multiplicador de los procesos democráticos en el interior de los partidos, en las relaciones de unos y otros partidos, y en ese otro tipo de lucha característica de la sociedad industrial, el sindicalismo y la conciliación. A la "conciliación autónoma" de los grupos y clases nacionales por la vía parlamentaria se tiene que añadir la "conciliación de terceras partes", con representantes patronales, obreros y gubernamentales; una conciliación efectiva con representantes efectivos. "La conciliación, la mediación, el arbitraje y sus requisitos normativos y estructurales, son los mecanismos sobresalientes para reducir la violencia del conflicto de clases. Cuando se establecen las rutinas de estas relaciones, el conflicto es menos agudo y se institucionaliza como una forma de la vida social. Para que los movimientos 219 revolucionarios (armados) -concluye- se transformen en cambios evolutivos (pacíficos) no hay necesidad, contra lo que piensa Marx, de una sociedad sin clases (es decir de una ficción utópica); por una regulación efectiva, el conflicto de clases es un elemento de estabilidad en un mundo que cambia constantemente. Incluso cuando la intensidad del conflicto no disminuye, sus manifestaciones pueden ser analizadas en tal forma que se proteja al individuo de la amenaza física de una bellum omnium contra omnes." 25 XII. En la actual situación política de México se advierten distintas actitudes en el diseño mismo de la política gubernamentel y de la democratización del país: a la reforma electoral de la Constitución se opone la ley electoral vigente -que impide controlar en forma efectiva los resultados de las elecciones-e, y a quienes impulsaron y apoyaron las reformas constitucionales se oponen quienes en el propio gobierno, o fuera de él, piensan que no se debe ir más lejos ni en la reorganización de las propias instituciones ni menos aún en una reforma de la ley electoral. De no llevarse al cabo estas reformas los efectos multiplicadores y aceleradores de la democracia que contiene la reforma constitucional se detendrán necesariamente, y bajo nuevas formas seguirá operando la política tradicional. En el terreno obrero y campesino también se dan distintas actitudes entre las propias clases y estratos dirigentes: unos piensan resolver los conflictos con el empleo de expertos en relaciones públicas; otros, a nombre de una "armonía" o "unidad" nacionales "prefabricadas", buscan anular toda reorganización de las fuerzas políticas, obreras, campesinas, y califican a sus dirigentes de irrealistas, de inmaduros, e incluso los privan del derecho a luchar, mediante una guerra ideológica en que utilizan los estereotipos anticomunistas para descalificar a todo dirigente que intenta cambiar esta estructura; en fin, otros más utilizan el delito de disolución social, para acusar y encarcelar a los dirigentes de los movimientos 220 obreros y campesinos e impedirles la lucha política. Todas estas actitudes tradicionalistas, tienen frente a sí a dirigentes con actitudes más audaces y reformistas, características del Estado moderno. De triunfar estas últimas tendencias sobre aquéllas acelerarían efectivamente la democratización del país, y protegerían a los mexicanos de la estéril amenaza de una bellum omnium contra omnes. Los elementos de juicio de que se dispone, la experiencia histórica que se posee, las leyes sociológicas conocidas, no permiten prever con exactitud científica cuál vaya a ser el resultado de esta lucha. Cualquier pronóstico que pretendiera ser científico tendría un fuerte contenido de charlatanería. La investigación sociológica sólo puede decirnos que el desarrollo de la democracia en México está dentro de lo probable por el desarrollo mismo del país, y que la democracia efectiva es requisito necesario para que ese desarrollo continúe en forma pacífica. Sobre eso no hay lugar a duda. Notas 1 Cf. Marshall, T. H. Citizenship and Social Class and other Essays; Cambridge, University Press, 1950; Deutsch, Karl W. "Toward and Inventory of Basic Trends and Pattems in Comparative and International Politics" in The American Political Science Review. Vol. LIV, No. 1, March 1960 pp. 34-57; Germani, Gino, Política y Sociedad en una época de transición. Buenos Aires, Paidos, 1962; Hoselitz Bert. Sociological Aspects of Economic Growth. Glencoe, The Free Press, 1962; Lemer, Daniel et. al. The Passing of Traditional Society Modernizing the Middle East, Glencoe, The Free Press, 1962. 2 Gerth, H. H. and C. Wright Mills, eds. From Max Weber: Essays in Sociology. London, Kegan Paul, 1947. p. 226. 3 Lipset, S M. Politieal Man: The Social Basis of Potitics, New York, Doubleday, 1959, p. 45-46. 4 Cf. Lipset. Op. cit. s Lipset, Op. cit. p. 66. 6 Adorno, T. W., et. al The Authoritarian Personality. New York, Harper & Brothers, 1959. 221 7 Cf. Lipset. Op. cit. pp. 102-103, 110-111, 112, 120-122, 152. 8 Smith, Bruce L. "Comrnunication Research on Non-Industrial Countries" in The Process and Effects of Mass Communication, lJIinois, University Press, 1955. p. 175. 9 Adorno. Op. cito p. 680. 110. 11 lbid. p. 685. Cf. ¡bid. 12 Lipset. Op. cito p. 82. 13 Ibíd, pp. 122-123 14 Lipset. Op. cit. p. 78. 1s Ibid. 16 Ibid cf. pp. 83-90. 17 Ibid. p. 83. 1!! Ibid. 19 Lipset. Op. cito p. 84. 20 Ibid. pp. 127-128. 21 Ibid, p. 94. 22 Cartista. Dahrendorff, Ralf. C/ass and Class Conflict in Industrial Society. Standford, Cal., University Press, I959, p. 226. 23 24 Dahrendorff. Op. cito pp. 225-227. 2S Ibid. p. 230. CAPITULO XII EL FUTURO INMEDIATO Las conclusiones coincidentes de las ideologías tienen un peso especial y nos acercan al ideal de la ciencia. Por ello es importante que en medio de la guerra fría y de la lucha ideológica podamos hoy concluir con cualquier ideología que el futuro inmediato del país depende de la democratización efectiva y del desarrollo, y que el avance en la democratización tendrá efectos positivos en el desarrollo y el de éste en aquélla. Es importante llegar a esta conclusión en un momento en que la democratización del país es un hecho posible, un hecho probable, aunque lleno de obstáculos, y en un momento en que el desarrollo avanza con tasas mínimas de seguridad y exige grandes esfuerzos. La coincidencia de conclusiones con distintos tipos de análisis, la precisión y objetividad de conceptos pueden acelerar y precisar la acción política conjunta, sobre todo cuando estos hechos son funcionales a los intereses de grandes sectores de la población que hoy coinciden en la realidad, tienen una "tarea nacional", objetiva. Pero esta coincidencia, esta precisión, esta objetividad de los conceptos enunciados no impiden el que sea también funcional para las distintas clases --para sus miembros y organizaciones- el ocultarse estos conceptos y el oscurecerlos mediante racionalizaciones y actos demagógicos, retórica y verdades a medias, que satisfagan otro tipo de aspiraciones inmediatas, de intereses irritados, o de pasiones ideológicas. Por ello creemos necesario enunciar en forma sintética las conclusiones principales que restan fuerza a la enajenación política en México y que son verdades muy sencillas y requisitos necesarios para el desarrollo del país. Porque el problema radica, en que 223 poseyendo como poseemos verdades muy sencillas, conociendo como conocemos cuáles son los requisitos sine qua non del desarrollo del país, vamos a seguir oscureciendo esas verdades y ocultándonos esos requisitos, en virtud de la lucha política y de los intereses en pugna. Y precisamente la lucha principal consistirá en mantener la claridad de los conceptos, en no olvidar los requisitos del desarrollo, y en aplicar las medidas idóneas. A este respecto es indudable que se librará una de las batallas más importantes para la coordinación de la acción política en los grupos y partidos y en la nación, y que la claridad y la conciencia de lo necesario para el desarrollo y la democratización tendrán valor, en la medida en que sean genuinos actos colectivos representativos de fuerzas políticas. Nadie puede ocultarse que el desarrollo es un incremento del producto y una redistribución del producto y que no hay desarrollo cuando no se dan ambos hechos. Nadie puede ocultarse que sólo hay dos tipos de desarrollo, el capitalista y el socialista, que todos los países capitalistas desarrollados han permitido el incremento del poder de negociación y organización de los trabajadores, y que gracias a ese poder se logró en ellos la redistribución del ingreso que tienen y que es superior a la de los países subdesarrollados. Nadie puede ocultarse que en esos países la democratización de los partidos y de los sindicatos fue la clave del desarrollo, y que esa democratización -en tanto que mayor participación de las masas en las decisiones políticas- es superior a la de los países subdesarrollados. Nadie puede ocultarse que ni basta con implantar formalmente la democratización en los países subdesarrollados para acelerar el desarrollo, ni éstos tienen por qué imitar todas y cada una de las formas específicas de la democracia clásica para que haya democracia: la democracia se mide por la participación del pueblo en el ingreso, la cultura y el poder, y todo lo demás es folklore democrático o retórica. Nadie puede ocultarse que en México no hay las condiciones de una revolución socialista, y que en cambio 224 se pueden presentar las condiciones de un golpe de estado fascista, que el margen de seguridad en que camina el país es muy bajo, y que de no acelerarse los procesos de democratización y desarrollo, es posible, en una situación de crisis, que las clases dominantes recurran para mantener el poder al gobierno dictatorial o de fuerza. En estas condiciones si se busca el desarrollo se tiene que buscar un desarrollo pacífico y, en la lexicología marxista, se tiene que buscar un desarrollo burgués y una democracia burguesa. Esta situación hace que todo marxista consecuente se convierta en un aliado necesario y potencial de los procesos de desarrollo .y democracia, aunque a largo plazo tenga como meta el acceso al socialismo. Pero no sólo con esta perspectiva hay una tarea nacional. La tarea nacional existe porque subsisten las formas de una situación semi-colonial y existirá mientras esas formas subsistan. Esta coincidencia y esta alianza no impedirán -y sobre ello no debe haber duda entre los grupos dirigentes marxistas y no marxistas- el que al mismo tiempo haya lucha, conflicto, y unos y otros podrán librar la lucha o regular el conflicto en formas parecidas a las que se dieron en los países europeos, y diferentes sólo en la medida en que la tarea nacional obliga a acentuar el carácter pacífico e institucional de las luchas y conflictos. En este sentido la tarea de la extrema izquierda -de ser coherente y de buscar ser efectiva- no puede ignorar que si México padece un colonialismo interno y una absorción permanente del proletariado, un "oportunismo estructural", un desarrollo semi-capitalista, la lucha debe centrarse en acabar con el colonialismo interno y con el desarrollo semi-capitalista, en "conquistar los derechos políticos y la libertad política" de la población marginal, semicolonial, en acentuar la lucha cívica y la organización política en el campo y en las regiones indígenas, y, en formar, en las ciudades, los cuadros dirigentes con los obreros más conscientes y radicales, a sabiendas de que México seguirá siendo un país de partido predominante mientras no se desarrolle plenamente en el 225 capitalismo y no desaparezca el colonialismo interno, y que antes de que eso ocurra no habrá las condiciones de un partido de masas del proletariado, y la lucha de clases no adquirirá sus formas puras. Por su parte la clase gobernante no puede ocultarse que la democratización es la base y el requisito indispensable del desarrollo, que las posibilidades de la democracia han aumentado en la medida en que ha aumentado el ingreso per capita, la urbanización, la alfabetización; que subsisten obstáculos serios y de primera importancia como la sociedad plural y que el objetivo número uno debe ser la integración nacional; que la condición prefascista de las regiones que han perdido status amerita planes especiales de desarrollo para esas regiones; que las regiones con cultura tradicionalista, con población marginal considerable, sin derechos políticos, sin libertad política, sin organizaciones políticas funcionales, son los veneros de la violencia, y exigen para que ésta no surja esfuerzos especiales para la democratización y la representación -política- de los marginales y los indígenas y tareas legislativas, políticas y económicas que aseguren el ingreso de esa población a la vida cívica, la admisión e integración de los estratos marginales a una "ciudadanía económica y política plena"; que es necesario acentuar la unidad de nuestra cultura política secular y mantener el principio constitucional de que los alineamientos políticos no deben estar ligados a los religiosos; que es necesario redistribuir el ingreso y mantener y organizar a la vez las presiones populares y la disciplina nacional, que es necesario a la vez democratizar y mantener el partido predominante, e intensificar el juego democrático de los demás partidos, lo cual obliga a la democratización interna del partido como meta prioritaria, y a respetar y estimular a los partidos de oposición revisando de inmediato la ley electoral; que la democratización del partido debe estar ligada a la democratización sindical y a la reforma de. muchas de las leyes e instituciones laborales, entre otras tareas; que un desarrollo económico constante es el seguro mínimo de la paz 226 pública, y que para lograr estas metas la personalidad del presidente.rel carácter técnico del plan, y la democratización del partido son requisitos ineludibles, en un país en que el presidente tiene una extraordinaria concentración del poder en un momento en que ya no se puede ni desconfiar de los planes técnicos ni hacer demagogia con ellos, y en una etapa en que se necesita canalizar la presión popular, unificando al país, para la continuidad y aceleración de su desarrollo y, dejar que hablen y se organicen las voces disidentes para el juego democrático y la solución pacífica de los conflictos. CUADROS CUADRO I ELECCIONES EN LOS ESTADOS l'NIDOS セ i e x c N G n o s Años y candidatos 1910 100.00 Dehesa Sánehez G. 18625 196 1 2 1 1 98.93 1.04 0.00 0.01 0.00 0.00 VICEPRESIDENTE 18802 100.00 Corral Dehesa 17177 1394 187 12 1 91.35 7.41 0.99 0.06 0.00 0.00 0.15 ................ Díaz Madero Lirnantour Resendis ............. Vázqucz Gómez Reyes Zúi'iiga y M. Madero Otros ----- 1 30 セM⦅N 20145 100.00 Madero 1" de la Barra Vázquez Gómez Otros ... 19997 87 16 45 99.26 0.40 0.07 0.12 1" de la Barra Iglesías C. Otros - .. --_ 1920 ............. 16033 812928 100.00 797 305 11615 4008 98.07 1.43 0.49 MMMセMM⦅NセM 1 181550 100.00 Obregón Robles D. Otros 1 131751 47442 2357 95.78 4.01 0.19 1924 I 593257 - --._....- - - 1 3tO 631 252599 24 1928 63.89 34.70 1.07 0.31 100.00 1929 Ortiz Rubio V ase oncelos Triana 193·1 Cárdenas Villan eal Tejeda J.aborde 84. ¡.¡ 15.86 0.00 1670453 -_ .......... - . - 1670453 100.00 2082106 100.00 1 947818 110 979 23279 93.55 5.12 0.11 M⦅N⦅MM⦅N⦅MMMMセMM 2265971 -_._---- - ID 245 5564 173 51 -_.- "-"---'--- Calles Flores Otros -.------- 100.00 70 Votos .., - - - - - - ----_._--- Obregón PRESIDENTE ....................... Pino Suárez Carranza González Obregón ----_. - - - - - -... 1911 VICEPRESIDENTE 1917 . ._ - - - - - - 18826 PRESIDENTE Años y candidatos lo Votos (1910-1964) -- 100.00 --.- 2225000 24395 16037 539 98.19 1.07 0.70 003 (Continúa) 230 (Continuación) Mセ Años y candidatos Votos 2637 582 100.00 Avila Camacho 2476641 151 101 9840 93.89 5.72 0.37 2293547 100.00 1 786901 443357 29337 33952 77.90 19.33 1.27 1.48 1940 Años y candidatos % セM 1946 Alemán Padilla Castro Calderón セ Ruiz Cortines Henríquez Gonzálcz Luna Toledano 1958 López Mateas Alvarez Otros 1964 % 3651201 1952 ___セ Almazán Sánchez Tapia Votos _ _セ __ • 100.00 • .0 2713419 579745 285 555 72 482 74.31 15.87 7.82 1.98 7 483 403 100.00 6 767 754 705 303 10 346 90.43 9.42 0.13 9422185 99.98 Díaz Ordaz 8 368446 Conzález Torres 1 034337 Otros 19 402 88.81 10.97 0.20 NOTA: En 1910 y 1.911 las elecciones fueron indirectas. Los presidentes faltan tes sólo fueron designados. ------------- fuente: Diario de Deba tes de la Cámara de Diputados. 231 CUADRO II ELECCIONES EN LOS ESTADOS rNIDOS DE NORTEAl\IERICA ------_ Años 1888 1892 1896 1900 190+ 1908 1912 1916 1920 1924 1928 1932 1936 1940 1944 1948 1952 1956 1960 1964 .. - - - ----_._--_.._ - - - - - Total de Electores 11381408 12043603 13813243 13964518 13523519 14887 133 15031 169 18528743 26705346 29022261 36879414 39816522 +5647177 49815312 47976263 48833680 61552000 62027000 64137000 70644000 % C' le Republ. Dcmoc. 47.8 43.1 :">0.9 51.7 56.4 51.3 23.2 46.1 60.2 :">4.1 58.1 39.7 36.5 44.8 45.9 45.0 54.9 57.4 44.8 38.5 48.7 46.1 46.8 45.5 37.6 43.1 41.8 +9.3 34.1 28.8 +0.8 57.4 60.2 53.8 51.6 49.4 44.4 41.5 54.7 61.1 MLMMMMセM Presidente Electo Cleveland Cleveland T. Roosevelt Taft Wilson Wilson Harding Coolidge Hoover F.D.Roosevelt F.D.Roosevelt F.D.Roosevelt F.D.Roosevelt Truman Eisenhower Eisenhower Kennedv johnson Fuente: Sí atistícal Abstracts o/ the Uníte d States. 232 (1888-19641 Partido Postulante Demócrata Demócrata Republicano Republicano Republicano Republicano Demócrata Demócrata Republicano Republicano Republicano Demócrata Demócrata Demócrata Demócrata Demócrata Republicano Republicano Demócrata Demócrata CUADRO 111 HUELGAS EN MEXICO (1920-1963) Huelgas Huelguistas Años Huelgas 1920 1921 1922 1923 1924 173 310 197 146 136 Obregón* 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 51 23 16 Calles y Maximato 56 13 202 1935 1936 1937 1938 1939 1940 642 674 576 319 303 357 1941 1942 1943** 1944 1945 1946 142 98 766 887 220 207 7 M = M = 197 41 M M 69,061 4,110 14 15 11 Cárdenas M セ 478 M 61,422 Avila Carnacho M = 387· M 55,314 Huelguistas 88,536 100,380 71,382 61,403 23,988 9,861 2,977 1,005 498 3,473 3,718 227 3,574 1,084 14,685 145,212 113,885 61,732 13,435 14,486 19,784 12,685 13,643 81,557 165,7+148,055 10,202 (Continúa) 233 (Continuación) Años Huclcas 19c!7 19c!8 1949 1950 1951 1952 1'10 88 90 82 Huelguistas Huelgns \f = 108 ¡,,1 19,250 lH 113 167 93 135 159 193 1953 1954 1955 1956 1957 1958 ita 1959 1960 1961 1962 1963 379 377 373 725 504 RlIiz Cortines M = 248 M 25,057 López Marcos 53,309 Huelguistas 10.678 26A24 15,380 31,166 13,553 18.298 38.552 25.759 10,710 7.571 7,137 60,611 62,770 63,567 33,184 80,989 26,035 M = Promedio en el período presidencial indicado. * Como los presidentes toman posesión el lo. de diciembre se calculan sus períodos a partir del 10. de enero . •• Los grandes movimientos huelg uistiros empezaron al finalizar 1943. .r'uentes : Dirección General de Estadística) Anuario Estadístico de los Estados Uriidos Mexicanos. 1961-6:;' 234 CUADRO IV VOTACIONES DE LA CAl\lARA DE DIPUTADOS SOBRE LOS PROYECTOS DEL EJ ECUTlVO (1935-1964-) Años 1935 1937 194-1 194-3 194-7 194-9 1953 1955 1959 1960 1961 1962 1963 1964 Número de proyectos aprobados Promedio de diputados presentes 39 23 56 24- 95 86 96 78 89 98 100 112 102 108 137 132 124 172 57 65 49 37 39 32 28 25 31 20 Proyectos aprobados por unanimidad - ------- ----Relativos - ---_._--------" Absolutos 39 lOO.OO 'Jo') 100.00 100.00 91.66 7:1 68 76.92 59.18 62.16 94.86 87.50 82. 1488.00 96.77 85.00 .J 56 22 42 50 29 0° ••1 .-11 28 23 22 3D 17 Proyectos aprobados por mayoría No. de provectos Ahsalutos 2 15 15 20 1+ 2 f 6.5 3 1 3 No. de Proveeros Rel;ltivos 83426.32 23.08 40.82 37.83 .1.13 12.50 17.85 8.00 :\.23 15.00 Votos en ron tra Absolutos" 6 41 51 63 84- 8 12 20 13 4 60 Votos en contra Relativos 3.87 280 3.18 3.00 5.34 4.37 2.79 2.88 3.58 3.03 1207 Nota: En el promedio de Diputados presentes sólo se tomó en cuenta a los que a tiempo habían pasado lista de presente. * Total de votos e-n contra sobre los proyectos aprobados por mayoría. Fuente: Diario de Debates de la Cámara de Diputados. IV W VI CUADRO V EJECUTORIAS DE LA SUPREMA CORTE EN QUE HA SIDO ( 1917-1960) Períodos Venustiano Carranza Adolfo de la Huerta Alvaro Obregón Plutarco Elías Calles Emilio Portes Gil Pascual Ortiz Rubio Abelardo L. Rodríguez Lázaro Cárdenas Manuel Avila Carnacho Miguel Alemán Adolfo Ruiz Cortines Adolfo López Mareos Total Presidenciales lo. 10. 10. 10. 10. 5 4 10. 10. 10. 10. 10. Mayo Jun. Dic. Dic. Dic. Feb. Sept. Dic. Dic. Dic. Dic. Dic. 1917 1920 1920 1924 1928 1930 1932 1934 セM 1940 1946 1952 1958 21 30 30 30 4 3 30 30 30 30 30 17 Mayo Nov. Nov. Nov. Feb. Sept. Nov. Nov. Nov. Nov. Nov. Nov. • El registro de ejecutorias empieza el 19 de octubre de 1917. 1920-' 1920 1924 1928 1930 1932 1934 1940 1946 1952 1958 1960 79 35 317 249 110 149 61 470 756 657 568 262 3,713 AUTORIDAD RESPONSABLE EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA .. MMMMMMMM⦅Nセ⦅ Concedido 3 3 32 65 10 23 18 95 255 233 236 69 1,042 _--_.---------- SUSPENSION AMPARO Concedido Negado 10 2 7 O 14 13 55 2 35 34 57 34 49 20 212 41 25 19 8 79 143 90 O O O O 232 686 Negado 33 5 24 10 114 63 160 69 12 521 O Sobreseído 3 2 9 7 34 33 11 70 228 98 234 172 901 Otros Competencia 10 2 2 19 13 11 1 18 35 23 15 13 72 O 1 6 10 O 36 29 9 271 6 O O 60 t-.) CCADRQ VI \Jo) OC> F.JECCTORIAS DE LA GウャセprfN|Ha CORTE EN QCE HA SIDO NM|lセtッiu hNd RESPU?,S:\BLF EL ャ G r e s ャ d e セ t e REPLBLlCA !'OR Ql'EJOSO, ACTO r e c l a セ i a d o y FALLO! DE LA 1917-1960 Parle 1 QLEJOSO Totales Cías, Petroleras Bancos y Cías. 26 4 I O 79 35 317 249 110 149 61 470 1470 8 5 34 13 1 52 140 Propie- Campe- tarros sinos 40 28 224 127 31 41 9 144 644 6 41 11 22 14 88 186 Autoridades y funcionario, Obreros 2 2 O O O O 4 1 O O 3 1 15 27 2 5 O 4 76 70 33 65 30 147 430 3 1 1 4 6 13 30 1 O 11 13 Otros MセN⦅GBL Parle JI ACTO Reforma Agraria Expropiaclones Aguas Necionales --..__ ML⦅Nセ 31 24 159 136 Pago Impuestos RECLAMADO tencia jueces Aprehensienes y Exrradieiones Cargos Leyes )' Reglamentas Decretos y Acuerdos 1 1 29 O O O O 12 62 1 5 3 6 3 1 15 2 4 57 33 Campe. Ejercicio Comer- cio Destitución Otros NセM⦅NLMMMMMLMMMML 1 1 O O 1 O 6 28 2 O 3 9 2 2 19 14 O O O 29 38 B 38 463 17 13 I 10 2 3 ! H 30 7 1 11 O O 1 2 :") 7 B 2 21 8 23 98 136 1 1 50 :) 52 3 12 32 1 5:") 82 126 70 O -f 1 + lti JI 176 Parte IU FALLO SLSI'ENSIO:\ AMPARO Con-edido 3 Sobre- Negado (:011\'1'- elido 10 7 1-+ O 1:\ 6:"\ 10 2:1 18 'H :':"):.) lO O 95 1l-f 217 :1-1 3 32 2'19 " 2f 2 2 ,).':") 141 Fuentc : Supre-ma Cnrtt' de jオ\[ャゥHGセN 7'\eg:tdo sr-ido Otros 19 20 212 I1 :) ::.!:l !9 ')1 ry' ... ,1 ,1,) 1', 11 J') 71I ;'-) Iti9 Idl H 79 V,:, ,> 9 \ .\Jllq}f-· 10 2 1 2 lB 1<1 1°, 1 Gセ (\ b セA I'RESIIlE:\TE Vr-uuvu.mo (.'l!l'IJlLl .\dolfp di" l:t l Iut-rt a Alva ro HIエョGセャ PlllLlICII Elí;h cセャQ G ᅪ Emilip T\qtr's (;;1 Pa-c-u al Orti z Rubio .Vbr-Ln-do L, スサョ、イ■セャゥG L'-ll.HO (:.'lrd"lla" 23 H 18 127 321 CUADRO EJECUTORIAS DE LA SrPREM:A CORTE EN Qt'E HA SIDO ACTORIDAD RESPONSABLE TRABAJO Períodos Presidenciales 10. Mayo 1917 - 13 Ma'f() 1933 14 Marzo 1933 30 セッ|N ]9HI ]916 10. Dic. 1940 30 セュᄋN lo. Dic. 1946 30 ;\iO\. 1952 10. Dic. 1952 30 ]\;m·. 1958 lo. Dic. ]958 17 Nov. 1960 0- Fuente: Suprema Corte de Justicia. Quejosos Patronos Amparo Suspensión Total O 31 59 42 Concc- Ncgadido do Conce- dido O O 1 10 3 3 O O 15 3 1 7 O O O 5 3 O O 151 17 26 8 19 vn EL C. PRESIDENTE DE LA Rf,PUBLICA y EL ACTO RECLAMADO EN MATERIA DE ( 1917-1960) Quejosos: Trabajadores Amparo Negado Sobreseído Otros O 5 34 28 O O 4 6 O 6 1 2 3 Total O O O O 6 13 4 1 O 67 21 12 24 5 6 Suspensión Concedido Negado Conce- Nega- Sobre- dido do se ido O 3 1 O O O O O 2 O O O O O O O O O O O O O O O O 2 8 4 1 O 4 2 O O 15 Otros O 1 2 O O O 3 241 CUADRO VIII EJECUTORIAS DE LA SUPREMA CORTE EN QUE HA SIDO AUTORIDAD RESPONSABLE EL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA y QUEJOSOS LOS AGRICULTORES (1940-1960) 1 Amparo Quejoso Ejidos, Comunidades, Pueblos Pequeños Propietarios Otros Campesinos Total % 1 El cómputo se inicia el lo. identificados los agricultores, Los piedades a sus antiguos dueños, o agrarios, afectación a pequeñas Suspensión Concedido Negndo Concedido 15 1 27 1 13 5 1 2 O 55 26 7 ,l 3 1 Negado Sobreseído Otros Total ,J 24 7 51 2 56 29 109 52 20 \C8 31 + 51 210 15 lOO O 5 2 de diciembre de 1940. Delimitada a aquellos casos en que han sido claramente motivos principales y más frecuentes de queja son: órdenes de devolver las proexpropiación de tierras ejidales, privación o desconocimiento de derechos ejidales propiedades, cancelación de títulos parcelarios. CUADRO IX HACIENDAS PUBLICAS (MILLARES DE PESOS) (1929-1962) Año Total (Miles de Pesos) Federación % Estados % D. F. % Municipios % 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 452,574 418,411 382,310 331,420 358,674 439,830 462,891 552,479 625,873 632,407 748,727 808,094 936,447 1,049,116 1,443,055 1,690,939 1,857,992 2,526,157 2,624,473 322,335 288,863 256,088 212,347 222,900 295,277 313,074 385,174 451,110 438,328 535,812 577,004 664,919 745,596 1,091,597 1,295,338 1,404,025 2,011,502 2,054,694 71 69 67 64 62 67 68 70 72 69 71 72 71 71 76 77 76 80 78 62,663 62,760 61,917 56,926 60,478 69,846 72,675 78,024 85,797 92,399 104,109 115,455 127,575 151,197 172,874 195,922 214,662 254,116 289,710 14 15 16 17 17 16 16 14 14 15 14 14 14 14 12 11 11 10 11 33,261 33,399 33,260 33,066 46,400 42,388 44,035 55,327 52,500 63,395 67,494 72,639 96,487 99,192 109,221 120,132 137,530 175,049 181,300 7 8 9 10 13 10 9 10 8 10 9 9 10 10 8 7 7 7 7 34,315 33,389 31,045 29,081 28,896 32,319 33,107 33,954 36,466 38,285 41,312 42,996 47,466 53,131 69,365 79,547 101,775 85,490 98,769 8 8 8 9 8 7 7 6 6 6 6 5 5 5 4 5 5 3 4 (Conlinrla) tContinuación) Año 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 Total (Miles de Pesos) 3,330,038 4,687,623 4,583,560 6,116,513 7,796,786 6,458,871 9,477,003 11,149,312 12,789,420 13,676,722 16,119,787 18,460,213 24,767,648 25,687,670 26,750,830 Federación 2,654,642 3,891,216 3,640,807 4,883,666 6,338,083 5,023,106 7,713,833 9,023,531 10,193,522 10,869,859 13,183,250 14,163,433 19,457,602 19,941,051 20,397,949 % 80 83 79 80 81 78 81 81 80 80 82 77 78 77 76 Estados 338,746 409,904 487,862 703,737 793,613 799,262 968,449 1,166,678 1,414,793 1,541,595 1,480,751 1,825,432 2,172,848 2,267,707 2,595,563 Fuente: Anuario Estadístico de los Estados Unidos Mexicanos. % 10 9 11 11 10 12 10 10 11 11 9 10 9 9 10 D. F. 227,14-1 257,450 303,225 356,834 457,873 409,250 525,444 631,939 797,747 816,704 937,323 1,879,845 2,434,571 2,714,077 2,962,715 ro Municipios % 7 5 7 6 6 6 6 6 6 6 6 109,509 129,053 151,666 172,276 207,217 227,253 269,307 327,164 383.358 448,564 518,463 591,503 702,627 764,835 79.4,607 3 3 3 3 3 4 3 3 3 3 3 3 3 3 3 10 11 12 11 CUADRO X INGRESOS DE LOS ESTADOS Y APORTACION DE LA FEDERACION (1950-1963) Año 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 lY セ V'I 1 2 Total de Ingresos Aportación de la Federación 967,565,415 1,149,050,021 1,349,087,628 1,302,055,463 1,605,802,289 2,003,363,066 2,481,616,449 5,001,663,135 2,957,579,969 5,528,220,666 7,187,671,108 7,671,883,003 9,198,142,715 10,347,184,982 268,354,202 332,159,256 458,554,888 284,299,583 378,555,227 496,109,068 590,718,292 578,118,161 469,057,290 507,901,976 565,732,751 699,017,749 835,410,789 1,024,678,709 2/1 Participación en Impuestos Fed. 27.73 28.90 33.98 21.82 23.57 24.76 23.80 11.55 15.85 9.18 7.87 9.11 9.08 9.90 235,659,344 276,246,264 331,000,034 208,479,900 246,752,630 314,118,265 368,950,014 372,685,963 392,554,709 435,179,282 491,643,088 350,722,189 508,291,548 559,233,480 Subsidios Federales Empréstitos" 4,105,988 6,150,957 17,451,786 14,709,796 25,353,839 33,693,741 34,174,623 33,757,429 38,230,747 46,028,168 31,847,564 44,435,598 45,687,914 67,559,776 28,588,870 49,762,035 110,103,068 61,109,887 106,448,758 148,297,062 187,593,655 171,674,769 38,271,834 26,694,526 42.262,099 294,859,962 281,431,327 391,885,453 • Comprende préstamos y anticipos del Gobierno Federal, de Instituciones Bancarias Oficiales y de Instituciones Oficiales. Fuente: Dirección General de Estadística. CUADRO XI INGRESOS DE LAS ENTIDADES FEDERATIVAS (1963) Entidad Total Aguascalien tes 14,813,609 Baja California 182,129,603 22,085,lfO Baja Calif. (T) Campeche 18,230,232 Coahuila 66,947,835 Colima 23,350,385 127,031,360 Chiapas Chihuahua 368,712,327 Distrito Federal 7,100,677,163 50,267,628 Durango Guanajuato 110,019,655 81,623,993 Guerrero 37,860,516 Hidalgo 169,34-1,095 Jalisco 267,552,317 México 191,117,764 Michoacán 41,697,177 Morelos 29,006,930 Nayarit 183,8fO,326 Nuevo León 83,148,300 Oaxaca Aportación Federal 3,507,927 12,928,771 13,391,048 17,765,437 13,394,018 1,078,077 10,321,590 107,84-8,272 168,952,067 26,693,193 H,675,807 8,701,720 22,894-,706 26,117,528 72,712,875 18,592,533 9,004,227 6,974-,122 24,594,589 14 '>10,249 % 23.63 23.57 60.65 36.83 20.00 17.4-6 8.12 29.25 2.37 53.10 37.87 10.66 60.17 15.42 27.18 9,72 21.59 24.04 13.37 17.57 Participación en Impuestos Fed. 3,159,555 16,116,115 4,703,858 5,215,137 13,875,699 2,578,077 6,095,781 62,819,766 117,115,318 12,272,531 lf,797,277 8,701,720 22,894,706 22,891,697 22,016,307 13,721,506 3,860,000 4,124,122 24,139.516 7,376,992 Subsidios 8,192,515 2,400,000 1,500,000 2,263,099 6,004,860 Empréstitos 18,372 26,812,626 497,675 10,150,000 1,962,710 38,993,64-6 51,536,797 lf,120,962 26,878,530 ---- 944,227 1,000,000 Mセ 3,225,831 50,696,568 4,871,027 4,200,000 1,850,000 455,073 7,233,257 _... セN⦅M Puebla Querétaro Quintana Roo San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veracruz Yucatán Zacatecas 136,427,749 20,000,000 30,872,51459,697,650 92,095,8404232,575,265 74,965,884 85,498,297 21,642,695 191,067,580 185,796,536 37,028,313 22,296,3944-,772,94-1 26,411,857 26,411,857 17,764,958 27,354,911 9,636,939 16,907,584 8,991,355 35,375,14-2 62,337,466 10,615,236 16.3423.86 85.55 85.55 19.29 11.76 12.85 19.77 41.54 18.51 33.55 28.66 Fuente: Dirección General de Estadística. (Datos Inéditos.) 15,956,816 4-,772,941 791,566 20,04-4,413 17,764-,958 24-,778,822 8,550,857 16,907,584 7,941,475 35,375,142 8,486,893 8,756,003 4-08,673 5,930,905 25,620,291 -- 6,925,728 ---103,838 2,576,089 982,2404- 50,000 999,880 2,792,078 1,859,233 51,058,495 ..... _" ........ N CUADRO XII セ PERIODOS lo. Entidades DE DICIEMBRE DE DE LOS GOBERNADORES 1952 A 30 Gobernador Aguascalientes B. Palomino Dena 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Baja California Campeche Coahuila Colima Chiapas Chihuahua Durango Guanajuato Guerrero B. Maldonado M. J. López Hernández Román Cepeda Flores 1- Jesús González Lugo E. Aranda Osorio O. Soto Máynez E. Torres Sánehez .J. Aguilar y Maya Darío L. Arrieta I1 12 13 14 15 16 17 Hidalgo Jalisco Méxíco Michoacán Morelos Nayarit Nuevo León Q. Rueda VilIagrán Agustín Yáñez S. Sánehez Colín Dámaso Cárdenas R. López Nava J. Limón Guzmán José S. Vivanco 180axaca M. Cabrera Carrasquedo 19 Puebla R. Avila Camacho DE NOVIEMBRE DE Empeeó'" 20/VII/53 Interino 21/V/54 Interino Dic./52 Substituto 25/III/53 Interino 1959 Filiación Tennina 53 540 55 56 57 58 Nov/30/56 A R R R R R Nov/30/59 Sep/15/55 Nov/30/57 Oel/31/55 Nov/30/58 Oct/3/56 Sep/14/56 Sep/25/55 Mar/31/57 A A A A A A A A A R A A A A A A A R R A A A A A A A R R R A R A A A R R R R A R A R R R R R R R R A R R R R Mar/31/57 Feb/28/59 Sep/15/57 Sep/15/56 May/17/58 Dic/31/58 Oet/3/55 A R A A A R R A R A A A R R A R A A A R R A R A A A R R R R A R A R R R R R R R R R Nov/30/56 R R R R R R En /31/57 A A A A R R 20 Querétaro 21 San Luis Potosí 22 Sinaloa Oct. S. Mondragón Ismael Salas R. Aguilar Pico 23 H 25 26 27 28 29 Ignacio SOlO M. Bartlet Bautista Horacio Terán F. Mazarraza Marco A. Muñoz V. Mena Palomo J. Minero Roque Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veracruz Yucatán Zacatecas * 28/1I/53 Substituto Sep/30/55 Sep/25/55 Dic/31/56 A A A R R R A A A R R R R R R R R R Ago/31/55 Dic/31/58 Feb/ 4 /57 En./14/59 Nov/30/56 En/31/58 Sep/15/56 A A R R A A R R A A A A A A A R A R A A A R R A R A A A R R R R R A R R R R R R R R Filiaci6n 61 62 63 64 Sólo para los gobernadores interinos o substitutos se incluyó la fecha inicial. CUADRO xir-b PERIODO DE LOS GOBERNADORES 1" DE Entidades セ\Q 1 2 3 4 5 ____o Aguascalientes Baja California Campeche Coahuila Colima GセB⦅N __ • • _.' _ _ セ DICIEMBRE DE 1958 Gobernador Luis Ortega Douglas Eligio Esquivel M. Alberto Trueba Urbina Raúl Madero González Rodolfo Chávez Carrillo _________ セ A 30 DE NOVIEMBRE DE 1964 Empezó Terminó 1/12/56 1/11/59 16/9/55 1/12/57 1/11/55 Nov/30/62 Dic/17/64 Sep/15/61 Nov/30/63 Oct/31/61 59 60 R R R L R R R L R R R L R L R R L L L L L L L L L L L L L L ___ (Continúa) (Co..ti.... ació..) Entidades 6 Chiapas 7 Chihuahua 8 Durango 9 Guanajuato 10 Guerrero 11 Hidalgo 12 Jalisco 13 México 14 Michoacán 15 Morelos 16 Nayarit 17 Nuevo León 180axaca 19 Puebla 20 Querétaro 21 San Luis Potosi 22 Sinaloa 23 Sonora 24 Tabasco 25 Tamaulipas 26 Tlaxeala 27 Veraeruz 28 Yucatán 29 Zacatecas Gobernador Samuel León Brindis Teófilo Borunda Fro. González de la V. Jesús Rodríguez G. Raúl Caballero A. Oswaldo Cravioto Juan Gil Preciado Gustavo Baz David Franco Rdrz, Norberto López A. Francisco García M. Raúl Rangel Frías Alfonso Pérez G. Fausto M. Ortega Juan C. Gorrais Francisco Martínez V. Gabriel Leyva V. Alvaro Obregón Carlos A. Madrazo Norberto Treviño Z. Joaquín Cisneros M. Antonio M. Quirasco Agustín Franco A. Francisco E. García Fuente: Secretaría de Gobernación. Empezó 1/12/58 4/10/56 15/9/56 26/9/55 1/4/57 6/12/58 1/3/59 16/9/57 16/9/56 18/5158 1/ 1 /58 4/10/55 1/12/56 1/2 /57 1/10/55 4/2/59 1/ 1 /57 1/9/55 1/ 1 /59 5/2/55 15/ 1 /57 1/12/56 1/2/58 16/9/56 Tenninó 59 60 Nov/30/61 Oet/3/62 Jul/3/62 Sep/25/61 Ene/3/61 Nov/9/61 Die/l/64 Sep/3/63 Sep/15/62 May/16/62 Dic/31/63 Oct/3/61 Nov/30/62 Ene/31/63 Sep/30/61 Sep/25/61 Dic/31/62 Ago/31/61 Dic/31/64 Feb/4/63 Ene/14/63 Nov/30/62 Ene/l/64 Sep/15/62 L R R R R L L R R L R R R R R L R R L R R R L R L R R R R L L R R L L R R R R L R R L R R R L R Filiaci6n 61 62 63 64 L L L R R R R L L R R L L R R R R L R R L R R R L L L L L L L L L R R L R L L R R L L L R R L L R L L R R R L L R R L L L R L L L L L R L L L L L L L L L L L R L L L L L L L L L L L R L L L L CUADRO XIII INGRESOS MUNICIPALES (1963) Entidad Aguascalien tes Baja California Campeche Coahuila Colima Chiapas Chihuahua Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán Morelos Nayarit Nuevo León Oaxaca Puebla Querétaro San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veracruz Yucatán Zacatecas TOTAL Total Número de Municipios Medio 6,155,315 63,107,800 6,158,747 48,934,093 8,746,259 15,150,478 51,082,050 12,600,051 35,108,030 21,050,329 12,084,908 60,709,209 50,365,105 29,888,941 7,576,872 10,085,313 53,153,168 12,480,640 39,899,505 8,989,832 24,406,968 45,645,974 62,887,025 26,922,196 41,084,800 3,384,824 93,089,764 15,473,581 7,016,689 8 4 8 38 9 111 66 38 46 75 82 124 119 111 32 19 51 570 222 18 54 17 72 17 42 44 201 106 53 769,414.37 15,776,950.00 769,843.37 1,287,739.28 971,806.55 136,490.79 773,970.45 331,580.28 763,218.04 280,671.05 147,376.02 489,590.39 423,236.17 271,717.64 236,777.25 530,805.94 1,042,218.98 21,895.85 179,727.50 499,435.11 451,980.88 2,852,873.37 873,430.90 1,583,658.58 1,002,068.29 76,927.81 463,133.00 145,977.17 132,390.31 2,352 371,274-.86 873,238,463 Fuente: Dirección General de Estadística. CUADRO XIV EGRESOS DEL GOBIERNO FEDERAL DESTINADOS AL EJERCITO (EN MILES DE PESOS) ( 1924-1963) Egresos del Gobierno Federal Egresos destinados Años 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935 1936 1937 1938 1939 1940 1941 1942 1943 1944 1945 1946 1947 1948 1949 1950 261,519 302,IM 314,322 310,081 287,244 • 275,541 279,121 226,478 211,624 245,950 264,740 300,822 406,098 478,756 503,764 582,227 631,544 681,869 836,848 1,075,539 1,453,334 1,572,804 1,770,543 2,142,961 2,773,364 3,740,587 3,463,290 114,510 82,853 86,155 86,379 85,452 90,021 73,490 58,875 55,030 54,381 54,210 62,740 70,412 83,052 84,303 91,868 120,488 130,247 154,331 194,358 213,088 214,316 252,892 277,299 306,314 330,003 346,331 Porcentaje de los Egresos para el Ejército al Ejército _ _ o • • _ _ _ •_ _ _ セ ⦅ MMLM⦅NセMMMMMM⦅NMMGMMMM ------- 43.78 27.41 27.40 27.85 29.74 32.67 26.32 25.99 26.00 22.11 20.47 20.85 17.33 17.34 16.73 15.77 19.07 19.10 18.44 18.07 14.66 14.89 14.28 12.93 11.04 8.82 10.00 (Con/id.) (Continuación) ---_ ..⦅MセN Años 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 4,670,088 6,464,230 5,+90,401 7,916,807 8,883,120 10,270,112 11,303,248 13,287,707 14,163,433 20,150,330 20,362,040 20,219,158 20,294,906 _--_._,_._- -- .. Mセ⦅N Egresos del Gobierno Federal Egresos destinados al Ejército 380,353 467,739 509,233 640,867 709,046 774,742 903,697 968,668 942,125 1,086,067 1,132,785 1,240,196 1,249,175 Fuente: Anuarios Estadísticos de los Estados Unidos Mexicanos. Porcentaje de los Egresos para el Ejército 8.14 7.23 9.27 8.09 7.98 7.54 7.99 7.28 6.65 5.38 5.56 6.13 6.15 CUADRO XVI POBLACION SEGUN CREDO RELIGIOSO (1960) Entidad Ninguno y Católico" Ninguno no indicado 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 Aguascalientes Baja California Baja California (T) Campeche Coahuila Colima Chiapas Chihuahua Distrito Federal Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalis,co México Michoacán Morelos Nayarit Nuevo León Oaxaca Puebla Querétaro Quintana Roo (T) San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veracruz Yucatán Zaeatecas REPUBLICA 4,182 10,999 551 3,822 13,629 3,959 27,403 28,692 56,953 6,602 7,649 9,979 9,334 74,906 5,228 15,167 4,672 3,396 5,642 17,466 10,916 641 693 9,233 10,565 7,552 7,714 8,535 3,070 33,663 5,387 5,953 1.75 2.24 .68 2.45 1.57 2.47 2.44 2.49 1.21 .89 .44 .86 .96 3.18 ,28 .83 1.27 .89 .54 1.03 .56 .18 1.50 414,153 .43 1.06 .26 1.29 .99 1.72 .87 .92 1.28 .91 .75 1,024 5,241 216 1,565 4,316 402 10,967 5,823 24,915 3,734 5,203 4,738 7,266 4,094 2,794 11,995 2,401 2,072 4,624 5,383 7,875 393 633 8,012 9,883 4,555 7,164 7,269 1,371 29,539 3,001 4,525 1.37 .78 1.21 .60 1.60 .74 .41 1.12 .50 .56 1.22 192,963 .57 .90 • Raz6n respecto del total de poblaci6n católica. .99 .49 .25 .97 .50 .53 .50 .30 .40 .75 .17 .15 .66 .65 .54 .41 .31 .41 .11 237,820 490,719 80,429 156,626 866,547 159,656 1,122,908 1,151,351 4.677.685 739,310 1,717,189 1,158,334 963,408 2,350,221 1,859,825 1,816,062 367,571 381,356 1,037,830 1,687,379 1,916,588 353,240 46,099 1,018,012 814,489 758,234 447,008 970,999 333,558 2,618,266 591,225 802,459 CUADRO XVII ENTIDADES FEDERATIVAS SEGUN LA PROPORCION DE POBLACION QUE NO TIENE CREDO ALGUNO (1960) De 0.00 a 0.20 De 0.21 a 0.40 Jalisco México Querétaro Baja California (T) Aguascalientes Colima Coahuila Guanajuato Nayarit Guerrero Nuevo León Oaxaca Puebla Sonora Tlaxcala Yucatán Zacatecas De 0041 a 0.60 De 0.61 a 0.80 De 0.81 a 1.00 De más de 1.00 Chihuahua D. F. Durango Hidalgo Michoacán Morelos San Luis Potosí Tamaulipas Campeche Chiapas Baja California Quintana Roo Sinaloa Tabasco Veracruz CUADRO XVIII LAS 400 MAYORES EMPRESAS Ingresos No. Empresas (Millones de pesos) % 0/0 Gran Total LAS 100 MAYORES 1. Total 2. Control Extranjero 3. Fuerte Participación Extranjera 4. Suma (2) + (3) 5. Gobierno 6. Sector Privado Independiente 100 28038 100.00 39 17 9340 4756 33.31 16.96 -50.27 -56 -- 24 20 14096 -10153 3789 200 35370 100.00 83 39 12639 6449 35.73 18.23 -- 36.21 13.52 49.63 -16.50 8.42 -- 24.92 -17.97 6.74 LAS 200 MAYORES 1. Total 2. Control Extranjero 3. Fuerte Participación Extranjera 4. Suma (2) + (3) 5. Gobierno 6. Sector Privado Independiente 122 -28 50 -- 19088 la 436 5846 53.96 -- 29.51 16.53 62.61 -22.37 11.41 33.78 -18.47 10.36 (Continúa) N VI -J (Continuación) LAS 300 MAYORES 1. Total 300 40077 100.00 2. Control Extranjero 3. Fuerte Participación Extranjera 126 54 14695 7166 36.64 17.87 -- --- 4. Suma (2) + (3) 5. Gobierno 6. Sector Privado Independiente 180 21861 54.51 70.94 -25.99 12.69 -38.68 -- -- 10 608 7668 26.45 19.04 400 43643 100.00 161 71 15788 7796 36.20 17.86 -- -- -- -36 54.06 41.80 -- --- -- 32 87 --- 18.78 13.48 LAS 400 MAYORES 1. Total 2. Control Extranjero 3. Fuerte Participación Extranjera 4. Suma (2) + (3) 5. Gobierno 6. Sector Privado Independiente 232 132 23584 10 844 9215 Fuente: José Luis Ceceña, Los monopolios en México. Tesis Profesional. México, 1962. 24.85 21.09 77.26 -- 28.00 13.80 19.19 16.27 CUADRO XIX INVERSIONES EXTRANJERAS DIRECTAS EN MEXICO VALOR DE LA INVERSION POR PAISES (MILES DE PESOS) Paí. Total E. U. Canadá Suecia Inglaterra Francia Otros* 1938 % 1939 % 1940 % 2,056,896 1,267,448 448,454 96,297 194,155 49,626 916 100 62 22 5 9 2 2,298,853 1,384,635 582,643 119,278 161,491 49,748 1,058 100 60 25 5 7 2 2,261,849 1,441,183 473,821 100,196 194-,093 51,363 1,193 100 64 21 4 9 2 ° 1943 Total E. U. Canadá Suecia Inglaterra Francia Otros 2,460,376 1,604,450 474,673 li2,013 224.900 39,942 4,398 ° 1944 100 65 19 5 9 2 ° 2,583,423 1,708,355 472,491 121,781 231,962 44,193 4,641 1945 100 66 18 5 9 2 ° 2,831,232 1,946,972 470,255 123,518 239,045 46,021 5,421 ° 100 69 17 4 8 2 ° 1941 2,236,713 1,391,360 477,574 107,533 221,255 37,354 1,637 1946 2,824,4-27 1,972,782 396,454 151,025 231,959 62,877 9,330 % 1942 % 100 62 21 5 10 2 2,400,147 1,522,655 498,116 111,235 225,704 39,101 3,336 100 63 21 5 9 2 ° 100 70 14 5 8 2 ° ° 1947 3,040,602 2,207,218 425,287 184,521 153,222 60,417 9,937 100 73 14 6 5 2 ° (Continúa) (Continuación) 1948 Total E.U. Canadá Suecia Inglaterra Francia Otros 3,620,219 2,599,979 571,138 182,898 179,359 62,659 24,186 1953 Total E. U. Canadá Suecia Inglaterra Francia Otros 6,829,062 4,989,508 1,002,303 356,804 283,239 42,878 154,330 1949 100 72 16 5 5 2 ° 4,233,814 3,150,808 630,603 227,256 153,638 33,960 37,549 1954** 100 10,429,156 73 7,353,482 15 1,603,474 5 620,455 455,744 4 1 58,902 2 337,099 1951 1950 100 74 15 5 4 1 1 4,895,917 3,371,452 743,357 446,640 257,217 45,087 32,164 100 69 15 9 5 1 1 1955 100 11,490,590 71 8,173,175 15 1,688,657 760,498 6 490,286 4 48,789 329,185 4 5,840,729 4,061,180 884,645 491,663 308,915 40,822 53,504 1952 100 70 15 8 5 1 1 3 376,950 100 76 15 5 4 1 1 1957 1956 100 13,255,500 71 10,388,575 15 1,789,175 133,112 7 4 567,688 6,302,135 4,769,789 893,082 308,124 239,712 31,908 59,520 100 15,000,875 78 11,756,613 14 2,024,800 150,562 1 642,388 4 100 78 14 1 4 426,512 3 3 El valor de la Inversión está formada por los siguientes conceptos: a) capital social, b) reservas de capital, e) suセ perávit, d) deuda con la matriz a largo plazo, e) deuda con la matriz a corto plazo, f) utilidades del ejercicio. * Comprende Alemania, Argentina, Cuba, Italia, Holanda, Brasil, Dinamarca y Bélgica. ** El incremento de la inversión en 1954, se debe principalmente a la revaluación que iniciaron las empresas de sus activos. Fuente: Banco de México, S. A., Trigesimotercera Asamblea General de Accionistas, México 1955, y para 1954-55: Trigesimacuarra Asamblea, México, 1956. CUADRO XX INVERSIONES EXTRANJERAS INDIRECTAS (MOVIMIENTO ANUAL DE CREDlTOS DEL EXTERIOR A PLAZO DE UN AÑO O MAS OBTENIDOS POR CONDUCTO DE NAFINSA) (MILES DE DOLARES) (1942-1964) Años 1942 1945 1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 Disposiciones 10000 8300 37390 30198 20181 31831 30656 35772 58332 48446 49592 51166 66661 90353 125842 152758 286 441 249917 270680 262928 514547 2,431991 Incrementos % -- 17.0 350.5 19.2 33.17 57.73 3.69 16.69 63.07 16.95 2.37 3.17 30.28 35.54 39.28 21.39 87.51 12.75 8.31 2.86 95.70 Fuente: Nacional Financiera, S. A., Infonne anual 1965. 261 CUADRO XXI PROPORCION DE LAS IMPORTACIONES y EXPORTACIONES DE MEXICO QUE CORRESPONDEN A LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERICA (1925-1965) IMPORTACION EXPORTACION Año Total E.U. Total 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 390,996,172 381,263,040 346,387,272 357,762,358 382,247,637 350,178,416 216,585,416 180,912,211 244,475,056 333,973,908 406,136,234 464,142,705 613,755,448 494,118,125 629,708,225 669,016,462 915,110,234 753,038,993 909,583,302 1,895,198,265 274,495,561 268,622,421 232,835,157 241,612,651 264,010,226 239,055,226 144,559,186 115,430,644 146,544,913 202,704,614 265,348,342 274,457,269 381,479,268 284,933,491 415,834,280 527,285,017 771,232,177 655,222,929 805,472,811 1,699,169.910 41 42 43 44 % 70.20 70.46 67.22 67.53 69.07 68.27 66.74 63.80 59.94 60.69 65.33 59.13 62.15 57.67 66.04 78.81 84.28 87.01 88.55 89.66 682,484,832 691,753,935 633,658,850 592,444,048 590,658,605 458,674,489 399,711,314 304,697,177 364,967,039 643,710,297 750,292,490 775,313,330 892,388,563 838,127,957 914,289,882 960,041,432 729,515,609 989,725,173 1,130.228,780 1,046.984,709 E.U. 516,862,614 491,094,975 417,221,320 404,072,355 358,697,206 267,512,914 244,430,942 199,011,710 174,871,105 333,604,147 471,203,337 471,100,740 501,762,858 564,846,430 678,820,342 858,758,744 665,211,845 904,635,714 991,908,929 890,487,830 % 75.73 70.99 65.84 68.20 60.73 58.32 61.15 65.31 47.91 51.83 62.80 60.76 56.23 67.39 74.24 89.45 91.19 91.40 87.76 85.05 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54* 55 56 57 58 59 60 61 62 63 6465 1,604,404,468 2,636,786,960 3,230,294,498 2,951,495,442 3,527,320,760 4,403,368,452 6,773,170,062 6,394,192,667 6,560,934,365 8,926,339,720 11,045,729,280 13,395,320,855 14,439,413,499 14,107,468,513 12,582,614,469 14,830,598,081 14,232,912,483 14,287,500,895 15,496,087,175 18,661,697,095 18,055,105,635 1,321,5+4,074 2,204,432,101 2,856,287,306 2,560,382,223 3,068,414,052 3,716,377,104 5,520,358,915 5,292,602,812 5,386,077 ,970 7,183,451,268 8,762,205,849 10,490,925,355 11,120,969,792 10,861,597,184 9,174,087,130 10,688,851,545 9,938,536,377 9,749,670,586 10,614,174,414 12,779,090,059 11,584,967,390 -• Le incluye lo correspondiente a perímetros libres. Fuente: Anuario de Comercio Exterior. 82.37 83.60 88.42 86.75 86.99 84.40 81.50 82.77 82.09 80.48 79.34 78.26 77.02 76.99 72.91 72.07 69.83 68.24 68.50 68.48 64.16 1,271,878,431 1,915,260,677 2,161,848,416 2,661,271,063 3,623,081,194 4,339,404,924 5,446,912,749 5,125,772,+48 5,689,544,100 6,936,145,910 9,484,266,903 10;670,695,237 8,729,248,868 8,846,057,978 9,006,862,690 9,247,354,640 10,044,312,880 11,243,592,537 11,699,030,584 12,780,611,402 11,558,007,531 1,061,955,385 1,366,120,065 1,655,329,792 2,005,066,771 2,850,719,965 3,747,284,135 3,836,927,755 4,027,372,479 3,494,868,998 4,165,803,033 5,753,146,812 5,985,029,891 5,617,500,871 5,441,993,063 5,468,842,551 5,684,598,411 6,268,527,609 6,905,669,349 7,450,953,257 7,608,976,186 8,295,416,578 83.50 71.33 76.57 75.34 76.68 86.35 70.4478.57 61.43 60.06 60.67 56.09 64.35 61.52 60.70 61.47 62.41 61.42 63.69 59.54 71.77 CUADRO XXIb PRINCIPALES PRODUCTOS DE EXPORTACION (1925-1961 ) Año 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935 1936 1937 1938 1939 1940 1941 1942 1943 1944 1945 1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 Los Tres Los Cinco 49.36 42.42 43.18 40.25 45.21 43.17 34.59 29.48 26.28 35.79 43.88 36.48 36.20 46.77 47.30 42.00 31.50 32.40 22.60 22.70 26.90 53.63 28.92 28.31 25.14 26.44 37.58 43.39 45.5 43.8 41.8 37.7 35.9 31.6 33.4 31.5 30.0 66.94 54.60 60.42 56.63 60.78 56.77 46.80 39.07 39.33 52.96 55.97 50.44 56.16 65.49 64.70 60.90 43.40 45.30 27.80 33.50 34.80 68.19 42.41 39.16 36.50 37.54 48.02 56.90 55.2 53.5 52.4 46.5 43.4 37.4 40.5 39.9 38.8 Los Diez 83.88 65.56 79.05 77.11 78.00 74.92 64.83 61.09 63.72 76.41 71.32 74.18 77.45 77.16 WYセXP 74.90 58.40 63.80 48.50 51.80 50.50 90.65 63.10 57.13 50.53 52.50 64.77 71.79 69.80 60.90 58.0 55.8 55.2 45.4 51.1 53.3 51.2 Fuente: Anuarios de Comercio Exterior. Los Tres Los Cinco Los Diez M=44 M =60 M = 76 M = 36 M =49 M = 70 M = 42 M = 59 M = 76 M = 32 M = 42 M = 61 M = 32 M=44 M = 60 M = 39 M = 48 M = 58 = 32 M=4O M = 52 M CUADRO XXII TIRAJE DE REVISTAS MEXICANAS Y EXTRANJERAS (1961 Y 1964) Revistas Mexicanas Revistas Extranjeras Ti r a j e 1961 1964 15000 35000 38686 25600 21000 35000 54200 70000 17421 21000 30000 37000 29861 27920 25000 10000 70000 70000 18030 21000 Total por número 332907 33290 Nombre Hoy Impacto Jueves de Excélsior Mañana Política Revista de Revistas Siempre! Sucesos Tiempo Todo Medio Tiraje 196\ \964 170204 220320 44000 88000 412000 46000 338811 434524 546000 33881 144841 182000 Nombre Lite en español Selecciones Visión Fuente: Medios Publicitarios Mexicanos, agosto-noviembre, 1965. CUADRO XXIII CIRCULACION EN EL INTERIOR DE LA REPUBLICA DE UN PERIODlCO y DOS REVISTAS (1961) Entidad Aguascalientes Baja California (N) Baja California (8) Campeche Coahuila Colima Chiapas Chihuahua Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán More1os Nayarit Nuevo León Oaxaca Puebla Querétaro Quintana Roo San Luis Potosí SinaJoa Sonora Tabasco Tamaulipas TlaxcaJa Veracruz Yucatán Zacatecas TOTAL El Universal Siempre! Selecciones 150 223 120 3,451 2,238 12,430 189 706 73 999 524145 773 1,265 530 1,171 773 785 472 88 555 738 1,263 308 318 188 163 137 520 203 2,261 211 326 25 1,772 205 1,155 2,569 434 404 563 202 1,842 105 797 150 610 1,455 733 533 53 55 866 1,816 2,460 549 2,482 28 2,863 160 229 1,675 12,619 1,666 4,575 16,261 4,671 8,922 5,195 3,931 18,898 5,495 7,547 3,528 2,313 15,137 5,154 11,924 1,780 351 6,079 7,47411,420 2,378 14,947 1,008 22,473 5,758 2,473 15,838 28,686 220,320 Fuente: Medios Publicitarios Mexicanos. CUADRO xxm-b CIRCULACION EN EL INTERIOR DE LA REPUBLICA DE UN PERIODICO MEXICANO y UNA REVISTA EXTRANJERA (1964) Entidad El U níuersal Aguascalientes Baja California Campeche Coahuila Colima Chiapas Chihuahua Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán Morelos Nayarit Nuevo León Oaxaca Puebla Querétaro San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veracruz Yucatán Zacatecas 1,573 1,420 940 210 555 738 1,659 308 810 188 163 276 520 224 3,372 404 354 TOTAL 21,190 1 281 223 189 726 198 999 524 195 791 1,265 915 1,170 Selecciones 2,718 15,969 2,139 13,614 2,575 5,316 18,789 5,614 12,720 7,448 4,671 24,826 7,503 10,018 4,618 3,166 16,924 6,258 14,833 2,432 6,906 9,792 14,600 3.442 16,489 1,330 27,328 7,888 2,839 273,262 ' Circulación pagada en 1965 Datos de la oficina de Circulación: Selecciones del Reader's Digest en cifras. Edici6n Mexicana. 1965. Se incluyen en el total de esta columna 497 en el territorio de Quintana Roo. El tiraje en Medios Publicitarios Mexicanos en 1964 indica la cifra de 412,000 de circulaci6n total Neta pagada y en 1965 este total es de 432,794. Fueme: Medios Publicitarios Mexicanos, agosto- noviembre. 1965. CUADRO XXIV PEUCULAS EXTRANJERAS ESTRENADAS EN l\IEXICO - (1950-1964) Mセ Año Extranjeras E.U. 0/0 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 291 297 344 293 305 306 319 248 285 307 334 303 303 288 251 228 243 274 230 200 206 230 188 183 186 223 197 204 132 147 78.35 81.81 79.65 78.49 65.57 67.32 72.10 75.81 64.21 60.58 66.76 65.02 67.33 45.83 58.56 4,474 3,071 68.64 - - - - - - - - - - - - - -.. 1950-1964 ------ - Fuente: La economía mexicana en cifrar. Nacional Financiera, S. A. México. 1965. CUADRO XXV PELICULAS ESTRENADAS EN MEXICO POR NACIONALIDADES Año Total % E.U. % 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 ·1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 395 409 443 376 389 391 403 334 385 424 441 404 427 336 304 _. 5,857 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 228 243 274 230 200 206 230 188 183 186 223 197 204 132 147 58 60 62 61 51 53 58 56 48 44 50 48.76 47.77 39.29 48.36 --------------- 15 años 100 3,071 . セM México 104 112 99 83 84 85 84 86 100 117 107 101 124 48 53 ------- - - - 52.431,387 (1950-1964) % Otras % 26 27 22 22 22 22 21 26 26 28 24 25 29.04 14.29 17.43 63 54 70 63 105 100 89 60 102 121 111 106 99 156 104 16 13 16 17 27 25 21 18 26 28 26 26.24 23.18 46.43 34.21 --,------ 23.681,399 23.89 Fuentes: Dirección General de Cinematografía y La economía mexicana en cifras, Nacional Financiera, S. A., México, 1965. CUADRO XXVI ALFABETlSMO EN LA POBLACION ( 1960) Población Urbana - Rural Sexo ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Hombres Mujeres Urbana Hombres Mujeres Rural Hombres Mujeres de60más % años 27,987,838 13,886,456 14,101,382 14,176,078 6,813,561 7,362,517 13,811,760 7,072,895 6,738,865 Fuente: Dirección General de Estadística. 100 100 100 100 100 100 100 100 100 URBANA Y RURAL .._ - - - - - - Alfabetos 17,414,675 9,102,747 8,311,928 10,749,345 5,387,722 5,361,623 6,665,330 3,715,025 2,950,305 % Analfabetos % 62.23 65.56 58.95 75.84 79.09 72.84 48.26 52.54 43.79 10,573,163 4,783,709 5,789,454 3,426,733 1,425,839 2,000,894 7,146,430 3,357,870 3,788,560 37.77 34.44 41.05 24.16 20.91 27.16 51.74 47.46 56.21 CUADRO CARACTERISTICAS DE ALIMENTACION y CALZADO NUMERaS ABSOLUTOS Personas Entidad federativa y sexo Población total Menores de 1 año que Comen pan de trigo Sí No 23,160,216 11,432,272 11,727,944 14,941,376 7,235,911 7,705,465 8,218,840 4,196,361 4,022,479 10,618,726 5,397,026 5,221,700 2,184,274 1,071,849 1,112,425 8,434,452 4,325,177 4,109,275 ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Hombres Mujeres Urbana Hombres Mujeres Rural Hombres Mujeres 34,923,129 17,415,320 17,507,809 17,705,118 8,604,990 9,100,128 17,218,011 8,810,330 8,407,681 1,144,187 586,022 558,165 579,468 297,230 282,238 564,719 288,792 275,927 XXVlI DE LA POBLACION URBANA y RURAL, POR SEXO (1960) por costumbre Toman uno o más de estos alimentos: carne, pescado, leche y huevos. Sí Usan zapatos Usan huaraches o sandalias Anclan descalzos No NセM 25,633,520 12,705528 12,927,993 14,969,295 7,248,978 7,720,317 10,664,225 5,456,549 5,207,676 8,145,422 4,123,771 4,021,651 2,156,355 1,058,782 1,097,573 5,989,067 3,064,989 2,924,078 21,038,595 9,913,380 11,125,215 14,446,151 6,888,039 7,558,112 6,592,444 3,025,341 3,567,103 7,912,170 4,878,040 3,034,130 1,604,540 953,220 651,320 6,307,630 3,924,820 2,382,810 4,828,177 2,037,878 2,790,299 1,074,959 466,501 608,458 3,753,218 1,571,377 2,181,84-1 CUADRO XXVII POBLACION DE 12 o b MAS AÑOS EN UNION MARITAL SIN V¡NCULOS RELIGIOSOS (1960) Entidad Total con vínculo marital de 5 y 8 República 11 689960 80214 Aguascalientes Baja California 169710 Baja California (T) 24198 Campeche 60650 Coahuila 307805 52667 Colima Chiapas 416674 400 682 Chihuahua 1600938 Distri to Federal 245417 Durango 596 682 Guanajuato 406 188 Guerrero 324191 Hidalgo 773711 Jalisco 648730 México 623427 Michoacán 132973 Morelos 122638 Nayarit r¡, Marrirnonio sólo civil 100.00 2020812 100.00 3312 100.00 48339 100.00 4908 100.00 18144 100.00 84292 100.00 3312 100.00 136501 100.00 77 488 100.00 297977 100.00 30950 23206 100.00 100.00 62072 100.00 57794 35162 100.00 100.00 79710 100.00 37352 23750 100.00 100.00 13851 En ('Ir, unión libre 17.29 4.13 28.48 20.28 29.92 27.38 6.29 32.76 19.34 18.61 12.61 3.89 15.28 17.83 4.54 12.29 5.99 17.86 11.29 1852184 3757 26355 3619 8773 28435 6603 185367 44377 203021 28425 20261 52576 102365 41122 58159 33123 29162 32912 rlr' Total no religioso de 3 y 4 % 15.84 4.68 15.53 14.96 14.46 9.24 12.54 44.49 11.08 12.68 11.58 3.40 12.94 31.58 5.31 8.96 5.31 21.93 26.84 3872 996 7069 74694 8527 26917 112727 9915 321 868 121865 500998 59375 43467 114648 160159 76284 137869 70475 52912 46 763 33.13 8.18 44.01 35.24 44.38 36.62 18.82 77.25 30.41 31.29 24.19 7.28 28.23 49.40 9.86 21.25 1\.30 39.79 38.13 Nuevo León Oaxaca Puebla Querétaro Quintana Roo San Luis Potosí Sínaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veracruz Yucatán Zacatecas 360648 613 769 676836 122230 18058 366444 256836 248853 162338 348850 119065 905357 228809 273372 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 99100 96020 90586 4736 4344 48934 78234 83533 72639 132623 17251 204895 34185 15612 27.48 15.64 13.38 3.87 24.06 13.35 30.46 33.57 44.74 38.02 14.49 22.63 14.94 5.71 23845 132 130 113944 4975 4106 45958 89359 45888 54230 55876 1+421 315382 30610 13048 6.61 21.53 16.83 4.07 22.74 12.54 34.79 18.44 33.41 16.02 12.11 34.84 13.38 4.77 122945 228150 204530 9711 8450 94892 167593 129421 126869 188499 31672 520277 64795 28660 34.09 37.17 30.22 7.94 46.79 25.89 65.25 52.01 78.15 54.03 26.60 57.47 28.32 10.48 CUAPRO CARACTERISTICAS DE ALIMENTACION y CALZADO NUMEROS RELATIVOS Urbana Rural Sexo Población de 1 año Comen Pan de trigo % o más Sí No ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Hombres Mujeres Urbana Hombres Mujeres Rural Hombres Mujeres 33,778,942 16,829,298 16,949,644 17,125,650 8,307,760 8,817,890 16,653,292 8,521,338 8,131,754 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 10000 100.00 100.00 100.00 Fuente: Censo General de Población, 1960. 68.57 67.94 69.20 87.25 87.11 87.39 49.36 49.25 49.47 31.43 32.06 30.80 12.75 12.89 12.61 SO.64 50.75 50.53 xxvm DE LA POBLACION RURAL y URBANA (%) (1960) + Toman 1 o carne Pescado, Leche, Huevos. Sí No 75.89 75.51 76.28 87.42 87.27 87.56 64.04 64.05 64.04 24.11 24.49 23.72 12.58 12.73 12.44 35.96 35.95 35.96 Personas que por costumbre Huaraches o Zapatos Sandalias 62.28 58.90 65.63 84.35 82.91 85.72 39.58 35.50 43.86 23.43 29.00 17.91 9.38 11.49 7.39 37.89 46.07 29.32 Andan Descalzos 14.29 12.10 16.46 6.27 5.60 6.89 22.53 18.43 26.82 t-J CUADRO XXIX 00 MARGlNALISMO POR ENTIDADES FEDERATIVAS :...,¡ ( 1960) Mセ Entidad Aguascalientes Baja California Baja California (T) Campeche Coahuila Colima Chiapas Chihuahua Distrito Federal Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán Morelos Nayarit Nuevo León Población Total 243,363 520,165 81,594 168,219 907,734 164,450 1,210,870 1,226,793 4,870,876 760,836 1,735,490 1,186,716 994,598 2,443,261 1,897,851 1,851,876 386,264 389,929 1,078,848 No comen Rural pan de trigo 97,603 116,102 51,980 61,935 301,893 62,810 915,003 525,643 204,848 490,631 930,007 881,177 771,716 1,013,669 1,165,135 1,100,061 180,730 223,698 319,787 102,963 25,323 12,294 18,195 172,611 35,205 412,447 311,720 263,060 365,508 905,753 572,031 468,101 853,983 756,364 756,850 47,514 100,035 150,023 No comen 1 o más: carne, leche, huevos 88,946 30,142 4,052 15,055 158,956 22,111 213,221 215,704 396,494 273,678 869,997 328,255 429,502 545,336 685,537 561,443 59,484 64,242 50,855 Andan descalzos 9,268 12,134 3,839 16,775 29,683 6,045 637,555 53,862 138,248 29,000 74,460 296,493 249,151 93,106 366,771 136,494 41,536 17,782 37,279 No usan zapatos" Analfabetos 50,540 17,320 12,393 53,209 91,344 88,601 882,492 167,393 254,523 215,383 643,674 877,391 604,854 951,327 787,389 760,686 141,837 193,576 113,953 52,579 77,000 13,263 43,198 142,901 41,154 584,733 244,910 653,104 149,637 675,165 598,367 446,585 682,883 643,478 726,154 121,304 105,861 168,468 Oaxaca Puebla Querétaro Quintana Roo San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas TlaxcaIa Veracruz Yucatán Zacatecas 1,727,266 1,973,837 355,045 50,169 1,048,297 838,404 783,378 496,340 1,024,182 346,699 2,727,899 614,049 817,831 1,306,360 1,200,356 255,151 34,399 695,686 518,193 332,375 364,079 411,425 194,545 1,648,558 246,906 595,550 582,833 896,034 208,946 9,433 577,435 202,273 60,036 173,147 202,470 198,133 610,193 47,144 520,669 * Los que usan huaraches, sandalia o andan descalzos. t-...> -..,J \O 422,838 851,461 200,059 4,807 423,655 48,992 35,909 44,204 80,069 187,567 442,960 45,972 343,641 639,104 573,205 19,605 2,468 132,041 33,218 22,822 244,489 30,681 126,345 699,338 26,390 28,990 1,383,361 1,211,571 199,990 17,320 459,648 332,307 80,498 307,348 110,917 185,995 995,697 242,166 305,644 828,990 789,993 161,410 13,897 388,469 226,864 148,308 148,813 186,592 106,343 993,408 173,472 235,860 CUADRO XXX MARGINALlSMO DE LA POBLACION RURAL POR ENTIDADES FEDERATIVAS (1960) Entidad Aguascalientes Baja California Baja California (T) Campeche Coahuila Colima .Chiapas Chihuahua Distrito Federal Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán Morelos Nayafit Nuevo León Población No comen rural pan de trigo 97,603 116,102 51,980 61,935 301,893 62,810 915,003 525,643 204,848 490,631 930,007 881,177 771,716 1,013,669 1,165,135 1,100,061 180.730 223,698 319,787 76,722 9,012 11,595 12,986 117,843 25,529 377,075 219,036 33,818 296,052 681,947 522,788 438,795 592,346 585,689 578.194 37,863 84,584 104,002 No toman leche Andan des· huevos o carne calzos Son analfabetos. Rango 59,207 12,391 3,265 8,769 96,660 12,151 197,584 120,745 44,284 205,731 636,623 301,168 397,342 325,741 523,438 409,347 43,033 49,313 19,484 4,784 2,938 3,160 10,103 13,344 2,436 560,584 31,935 17,280 20,674 47,495 254,102 230,302 43,458 272,161 102,486 28,153 12,531 17,087 26,828 27,203 9,744 21,720 67,291 19,010 492,473 144,000 55,858 114,793 458,148 506,480 395,670 383,866 440,681 498,594 62,296 72,827 71,658 28 27 32 29 23 30 6 14 25 17 7 4 9 10 8 5 24 21 22 Oaxaca Puebla Querétaro Quintana Roo San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veracruz Yucatán Zacatecas 1,306,360 1,200,356 255,151 34,399 695,686 518,193 332,375 364,079 411,425 194,545 1,648,558 246,906 595,550 534,877 720,664 192,202 9,233 478,361 171,624 42,956 163,158 155,353 139,359 544,311 27,801 448,677 382,420 661,916 180,080 4,688 337,068 39,362 23,408 40,320 48,852 129,897 369,124 20,259 287,397 525,294 437,990 17,097 2,295 112,933 25,079 13,567 218,072 15,512 86,729 586,909 14,275 22,426 676,953 582,528 138,767 11,690 305,305 174,113 91,295 120,796 101,368 49,407 747,049 96,730 185.289 2 3 15 31 11 13 20 16 18 26 1 19 12 CUADRO POBLACION MARGINAL (1930 1940 1930 Conceptos POBLACION TOTAL URBANA RURAL Alfabetismo Población menor de 6 años Población de 6 o más años Alfabeta Analfabeta Educación Población de 6 a 14 años Que recibe educación Que no recibe educación Alimentación y calzado Población menor de 1 año Población de 1 o más años Que come pan de trigo Que no come pan de trigo Que usa zapatos Que no usa zapatos Lengua Población menor de 5 años Población de 5 o más años De habla española Indígena monolingüe Indígena bilingüe Monolingüe bilingüe 282 Absolutos Absolutos % 16,552,722 5,540,631 11,012,091 100 33.5 66.5 19,653,552 6,896,669 12,756,883 3,010,147 13,542,575 4;525,035 9,017,540 100 33.4 66.6 3,433,236 16,220,316 6,770,359 9,449,957 3,479,400 1,789,300 1.693,100 100 51.3 48.7 2,113,9 , 2,549,000 535,899 19,117,653 8,322,071 10,795,582 9,264,450 9,853,203 261,346 16,291,372 2,510,521 14,042,201 11,791,258 1,185,273 1,065,670 2,250,943 TLVRセ 100 83.9 8.5 7.6 16.1 2,864,892 16,788,660 QTLセYWU t um,018 53 ,891 ,490,909 XXXI Y PARTICIPANTE 1960) 1950 1960 . % Absolutos % ._'--_.--.- -- - ..._M⦅Nセ Absolutos _-._-,-_.- -----' .. <7c 100 35.1 64.9 25,791,017 10,983,483 14,807,534 100 42.6 57.4 34,923,129 17,705,118 17,218,001 100 41.7 58.3 4,752,275 21,038,742 11,766,258 9,272,484 100 55.9 44.1 6,935,291 27,987,838 17,414,675 10,573,163 100 45.3 54.7 6.002,400 3,031,700 2,970,700 100 50.5 49.5 8,516,800 5,4DI,500 3,115,300 100 63.4 36.6 100 43.5 56,5 48.5 51.5 814,31424,976,703 13,592,780 11,383,923 13,567,203 11,4D9,500 100 54.4 45.6 54.3 45.7 1,144,187 33,778,942 23,160,216 10,618,726 21,038,595 12,74D,347 100 68.6 31.4 62.3 37.7 100 88.8 3.6 7.6 11.2 4,776,747 30,14{),382 25,968,301 1,104,955 1,925,299 3,030,254 100 89.95 3.66 6.38 10.05 100 85.1 7.4 7.5 14.9 3,969,991 21,821,026 19,373,417 795,069 1,652,540 2,447,609 _ .•. ⦅Mセ .... _------_ 100 51.0 ,t9.0 lOO 62.2 37.8 .. _.- 283 CUADRO XXXII POBLACION MONOLINGÜE. IDIOMAS O DIALECTOS (1960) Idioma o Dialecto Cantidad TOTAL Amuzgo Cora Cuicateco Chatíno Chinanteco Chol Huaxteco Huave Huichol Maya Mayo Mazahua Mazaleco Mexica o Náhuatl Mixe Mixteco Otomí Popoloca Tarahumara Tarasco Tepehuano Tlapaneco Tojolabal Totonaca Tzeltal Tzotzil Yaqui Zapoteco 1,104,955 11,066 3,731 2,553 10,231 23,066 32,815 18,724 2,972 3,932 81,013 1,837 15,759 73,416 297,285 34,587 106,545 57,721 3,053 10,478 12,432 1,766 23,997 3,779 63,794 55,951 57,235 545 78,763 7,683 8,226 Zaque Otros CUADRO xxxm POBLACION MONOLINGÜE. POR FEDERATlVAS ENTIDADES (1960) Entidad Cantidad Aguascalientes Baja California Campeche Coahui1a Colima Chiapas Chihuahua Distrito Federal Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán Morelos Nayarit Nuevo León Oaxaca Puebla Querétaro Quintana Roo San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veracruz Yucatán Zacatecas 3 29 8,396 12 2 115,844 10,973 65 1,511 298 98,999 101,751 2,150 35,662 12,432 710 5,324 11 297,319 132,621 4,437 6,148 41,087 682 1,825 2,059 11 2,248 115,940 66,403 3 CUADRO XXXIV LAS TRES PRINCIPALES CIUDADES Y LOS PERIODlCOS (1964) Ciudad Habitantes % Pob!. Tiraje Na!. Ciudad de México Guadalajara Monterrey Total México Resto del pais 5,890,204 1,016,784* 785,572* 7,692,560 39,642,671 14.9 2.6 2.0 19.4 100.0 80.6 % Tiraje Na!. 2,019,703 172,000 193,000 2,384,703 4,229,413 47.8 4.1 4.6 56.5 100.0 * Cálculo aproximado. CUADRO XXXV PRINCIPALES PERlODICOS DE MEXICO y SU CIRCL'LACION EN EL INTERIOR DE LA REPUBLICA (1964) Peri6dico 'I'iraje Interior % Excélsior Novedades El Universal La Prensa El Sol, la. Ed. El Sol, 2a. Ed. El Heraldo Ultimas Noticias, la. Ed. Ultimas Noticias, 2a. Ed. 139,291 120,000 139,252 185,361 135,000 113,000 75,000 93,090 48,754 46,388 36,728 21,196 51,406 41,420 48,000 36,000 3,908 0,866 33.3 30.6 15.2 27.7 30.7 42.5 48.0 4.2 1.8 1,048,748 285,912 27.3 TOTAL Fuente; Medios Publicitarios Mexicanos. CUADRO XXXVI TIRAJE DE PERIODICOS DE MEXICO. POR ENTIDADES FEDERATIVAS (1964) Entidad Aguascalientes Baja California Baja California (S) Campeche Coahuila Colima Chiapas Chihuahua Distrito Federal Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán ' Morelos Nayarit Nuevo León Oaxaca Puebla Querétaro San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulípas Veracruz Yucatán Zacatecas No. de Pers. 3 5 1 I 12 3 8 11 26 :1 11 6 2 6 8 14 4 5 4 4 7 2 3 8 15 2 21 18 3 ·1 Tiraje Máximo 37,862 84,350 3,000 3,500 134,150 10,000 33,200 164,312 2,019,703 25,150 141,900 12,000 21,000 172,000 87,000 73,620 12,000 23,000 193,000 18,700 75,000 13,000 91,485 77,000 132,700 15,000 284,350 143,800 79,831 17,800 Habitantes 270,208 728,427 91,906 191,594 996,929 191,982 1,361,587 1,426,325 5,890,204 821,457 1,934.270 1,316,290 1,059,910 2,799,894 2,152,009 2,063,031 44'1,819 439,664 1,257,168 1,869,552 2,135,569 387,499 1,138,166 938,132 932,065 563,749 1,182,953 3,069,375 658,526 889,208 Periódicos por 1000 Hab. 140 116 33 18 134 52 24 115 342 31 73 32 20 61 40 36 27 52 153 10 35 33 80 82 142 27 240 47 121 20 4,229,413 Fuente: Medios Publicitarios Mexicanos. 1965. Población calculada por la Dirección General de Estadística para t 964. 287 CUADRO xxxvn FAMILIAS CON Y SIN PERIODICO (1964) Entidades! Número de familias Aguascalientes 54,042 Baja California (N) 145,685 Baja California (5) 18,381 Campeche 38,319 Coahuila 199,386 Colima 38,396 Chiapas 272,317 Chihuahua 285,265 Distrito Federal 1,178,041 Durango 164,291 Guanajuato 386,854 263,258 Guerrero 211,982 Hidalgo 559,979 Jalisco México 430,402 Michoacán 412,606 Morelia 88,964 Nayarit 87,933 Nuevo León 251,434 Oaxaca 373,910 Puebla 427,114 Querétaro 77,500 San Luis Potosí 227,633 Sinaloa 187,626 Sonora 186,413 Tabasco 112,750 Tamaulipas 236,591 Veracruz 613,875 Yucatán 131,705 Zacatecas 177,842 TOTAL 7,928,594 1 Familias con periódico % Familias sin periódico % 37,862 84,350 3,000 3,500 134,150 10,000 33,200 164,312 2,019,703 25,150 141,900 42,000 21,000 172,000 87,000 73,620 12,000 23,000 193,000 18,700 75,000 13,000 91,485 77,000 132,700 15,000 284,350 143,800 79,831 17,800 4,229,413 70.1 57.9 16.3 9.1 67.3 26.0 12.2 57.6 171.5 15.3 36.7 16.0 9.9 30.7 20.2 17.8 13.5 26.2 76.8 5.0 17.6 16.8 40.2 41.0 71.2 13.3 120.2 23.4 60.6 10.0 53.3 16,180 61,335 15,381 34,819 65,236 28,396 239,117 120,953 29.9 42.1 83.7 90.9 32.7 74.0 87.8 42.4 139,141 244,954 221,258 190,982 387,979 343,402 338,986 76,964 64,933 58,434 355,210 352,114 64,500 136,148 110,626 53,713 97,750 84.7 63.3 84.0 90.1 69.3 79.8 82.2 86.5 73.8 23.2 95.0 82.4 83.2 59.8 59.0 28.8 86.7 470,075 51,814 160,042 3,699,181 76.6 39.4 90.0 46.7 No hay datos para Quintana Roo y Tlaxcaia. CUADRO xxxvm PROPORCION DE LA POBLACION QUE VOTA EN ESTADOS UNIDOS Y EN MEXICO ( 1888-1956) Años E.U.% Años 1888 1892 1896 1900 1904 1908 1912 1916 1920 1924 1928 1932 1936 1940 1944 1948 1952 1956 18.81 18.34 19.48 18.35 16.45 16.78 15.76 18.17 25.08 25.43 30.60 31.89 35.64 37.75 36.19 33.42 39.51 37.09 1910 Mpxico% 1911 1917 5.36 1920 8.20 1924 10.60 1928 10.50 1929 12.90 1934 12.70 1940 13.34 1946 10.06 1952 13.38 1958 23.14 Fuentes: Diario de Debates de la Cámara de Diputados y Statistical Abstracts o( the United States. 289 CUADRO XXXIX ELECCIONES PRESIDENCIALES. MARGINALlSMO y PARTICIPACION ( 1917-1964) Año! 1917 1920 1924 1928 1929 1934 1940 1946 1952 1952* Población masculina de 20 o más años 3,219,887 3,396,083 3,631,010 3,872,848 3,938,489 4,227,250 4,589,904 5,379,367 6,306,631 6,306,631 Votó % % No votó 812,928 1,181,550 1,593,257 1,670,453 2,083,106 2,265,971 2,637,582 2,293,547 3,651,201 3,651,201 25.25 34.79 43.88 43.13 52.89 53.60 57.46 42.64 57.89 57.89 2,406,959 2,214,530 2,037,753 2,202,395 1,855,383 1,961,279 1,952,322 3,085,820 2,655,430 2,655,430 74.75 65.21 56.12 56.87 47.11 46.40 42.54 57.36 42.11 42.11 Votó % No votó % 812,928 1,181,550 1,593,257 1,670,453 2,083,106 2,265,971 2,637,582 2,293,547 3,651,201 7,485,403 9,434,687 11.93 16.50 20.89 20.25 25.25 25.66 27.59 20.53 28.01 49.40 54:05 6,001,665 5,981,326 6,033,994 6,447,207 6,165,206 6,564,294 6,923,524 8,977,270 9,384,467 7,667,037 8,020,163 88.07 83.50 79.11 79.75 74.85 74.34 72.41 79.47 Población Años total de 20 o más años 1917 1920 1924 1928 1929 1934 1940 1946 1952 1958* 1968* 6,814,593 7,162,876 7,627,251 8,117,660 8,248,312 8,830,265 9,561,106 11,170,817 13,035,668 15,152,440 17,455,071 * Votaron hombres 71.99 50.60 45.95 y mujeres. Fuentes: Diario de Debates de la Cámara de Diputados. Dirección General de Estadística y Comisión Nacional Electoral, Dirección del Registro Nacional de Electores. 290 CUADRO XL DISTRIBUClON DEL INGRESO NACIONAL POR FAGTORES (EN MILLONES DE PESOS) ( 1939-1960) Año Total Del trabajo' % Del capital' % Mixtos3 % 39 4ü 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 5,737 5,207 7,366 9,255 11,791 15,551 18,522 24,118 26,300 28,800 31,700 37,500 46,800 52,000 50,200 59,180 74,760 84,000 92,000 101,800 109,000 120,200 1,744 1,510 2,048 2,443 2,936 3,670 4,167 5,161 5,786 6,595 7,513 8,925 10,483 11,596 12,801 16,866 19,737 21,756 25,576 30,438 33,572 37,743 30.4 29.0 27.8 26.4 24.9 23.6 22.5 21.4 22.0 22.9 23.7 23.8 22.4 22.3 25.5 28.5 26.4 25.9 27.8 29.9 30.8 31.4 1,974 1,906 2,828 3,748 5,011 6,920 8,891 12,421 13,360 14,227 15,279 17,775 22,604 25,116 23,343 26,335 34,24ü 38,724 41,308 44,385 46,870 51,205 34.4 36.6 38.4 4ü.5 42.5 44.5 48.0 51.5 50.8 49.4 48.2 47.4 48.3 48.3 46.5 44.5 45.8 46.1 44.9 43.6 43.0 42.6 2,019 1,991 2,490 3,064 3,844 4,961 5,464 6,536 7,154 7,978 8,908 10,800 13,713 15,288 14,056 15,979 '20,783 23,520 25,116 26,977 28,558 31,252 35.2 34.4 33.8 33.1 32.6 31.9 29.5 27.1 27.3 27.8 28.1 28.8 29.3 29.4 28.0 27.0 27.8 28.0 27.3 26.5 26.2 26.0 , Incluye sueldos, salarios y otros pagos a! factor trabajo Z. Incluye utilidades, intereses, dividendos y ventas a Ingresos mixtos de trabajo y capital. Incluye asignaciones a propietarios que tra .. bajan. Fuentes: Comisión Mixta, El dosarrollo .con6mico de M."i<o '1 SI< <apa<idad para absorber <apilal d.l e",,,ior. México, 1953, y Naciona! Financiera, S. A., Dirección de Investigaciones Económicas. 291 CUAIlIl.O ][U MARGINALISMO DE LA POBLAClON DE 6 A 14 AÑOS POR GRUPOS DE INGRESOS MENSUALES DE LAS FAMILIAS Y ASISTENCIA O INASISTENCIA A LA ESCUELA PRIMARIA (1959) Grupos de ingresos Total Hasta 200 de 201 a 400 de 401 a 600 de GOl a 800 de 801 a 1,000 de 1,001 a 1,500 Más de 1,500 Se ignora Total % Asisten* 7,867,689 100,0 4,810,092 1,994,010 2,372,823 1,483,007 583,973 484,241 306,130 348,734294,771 25.3 30.2 18.8 7,4 6.2 3.9 4-.4 3.7 762,273 1,436,625 1,078,341 418,24-7 385,286 267,737 293,250 168,333 % No asisten % 3,057,597 38.2 60.5 72.1 71.6 79.6 87A 84-.1 1,231,737 936,198 404,666 165,726 98,955 38,393 55,4-84126,4-38 • Loa % de los que asisten, no asisten, asisten a sexto grado con respecto al diente de ingresos. Fuente: Fundamentos Estadísticos del Plan de Once Años. Asisten al sexto grado % 267,872 61.8 39.5 27.9 28.420A 12.6 15.9 13,738 59,890 60,273 4-1,293 28,779 28,816 27,862 7,221 .69 2.53 4.06 7.07 5.949.41 7.98 total de niños del grupo correspon- CUADRO XLII PRODUCTO NACIONAL BRUTO l (MILLONES DE PESOS A PRECIOS DE 1950) (1939-1965 ) 1 Años Producto Nacional 1940 1941 1942 1943 1944 1945 1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 22,600 24,800 26,300 27,500 29,700 30,500 32,300 33,500 35,000 37,100 40,577 43,621 45,366 45,618 50,391 54,767 58,214 62,708 66,177 68,119 73,482 76,038 79,691 84,700 93,200 98,200 Bruto Nuevos datos revisados. Fuente: Banco de México, S. A. Informe anual ¡ 965. CUADRO XLW OOTAClON DE TIERRAS Y BENEFICIADOS. POR PERIODOS PRESIDENCIALES t-.) セ Presidentes Venustiano Carranza. Adolfo de la Huerta. Alvaro Obregón. Plutarco E. Calles. Emilio Portes Gil. Pascual Ortiz Rubio. Abelardo L. Rodríguez. Lázaro Cárdenas. Manuel Avila Carnacho. Miguel Alemán. Adolfo Ruiz Cortines. Adolfo López Mateas. Gustavo Díaz Ordaz. Período de Gobierno 1·-V-17a 21-V-20 1°-VI-20 a 30-XI-20. lo-XII-20 a 30-XI·24. lo-XII-24 a 30-XI-28. 10·XII-28 a 4-11-30. 5·11·30 a 3-IX-32. 4-IX-32 a 30·XI-34. lo·XII-34 a 30-XI·40. lo·XII-40 a 30-XI·46 lo·XII·46 a 30-XI·52 lo-IX-52 a 3D-XI-58 lo-XII-58 a 30-XI-64 lo-XII·64 a 1965 Superficie en Ha. Beneficiarios 132,639-87-02 59846 33,695-73-24 17355 971,627-34-82 158204 3.088,071-57-03 302432 1.173,118-91-40 155826 1.468,745-27-41 84009 798,982-41-09 161327 17.889,791-78-78 774009 5.518,970-17-30 112447 3.844,744-96-94 85026 3.198,780-95-82 55929 16.004,169 245803 1.214,162 27773 Fuentes: Memorias de Labores, Departamento de Asuntos Agrario. y Colonizaci6n, 1964 y Diario de Debates de la Cámara de Diputados. CUADRO XLIIIb PRODUCTO NACIONAL BRUTO, PQBLACION y PItODUCTO "PER CAPITA" (1940-1964) Años Producto NaCional Bruto (Millones de pesos ------Población (Millones) 1950) A B Producción pe, capitd (Pesos 1950) A/B 1940 1941 1942 1943 1944 22.6 24.8 26.3 27.5 29.7 19654 20332 20866 21418 21988 1150 1220 1260 1284 1351 1945 1946 1947 1948 1949 30.5 32.3 33.5 35.0 37.1 22576 23183 23811 24461 25132 1351 1393 1407 1431 1476 1950 1951 1952 1953 1954 40.6 43.6 45.4 45.6 50.4 25791 26544 27287 28056 28853 1574 1643 1664 1625 1747 1955 1956 1957 1958 1959 54.8 58.2 62.7 66.2 68.1 29679 30538 31426 32348 33304 1846 1906 1995 2046 2045 1960 1961 1962 1963 1964 73.5 76.0 79.7 84.7 93.2 34923 36091 37233 38416 39642 2105 2106 2141 2205 2351 Fuente: lA. t'cOftOmÚl mexicana en cifras. Nacional Financiera, S A. México. 1965. 295 CUADRO XLIIIC PRODUCTO NACIONAL BRUTO, POBLACION y PRODUCTO "PER CAPITA" (1964.1965 ) 1964 1965 PNB (Millones de pesos 1950) Población (Millones) Producción (Pesos 1950) 93.2 98.2 41.4 42.8 2254 2294 Fuentes: PNB: Banco de México. Informe Anual 1965. Población: Raúl Benítez Zenteno y Gustavo Cabrera, Nuevo Cálculo de Población y Proyección. CUADRO XLIII d PRODUCTO NACIONAL BRUTO, POBLACION y PRODUCTO "PER CAPITA". TASAS ANUALES DE CRECIMIENTO (1940-1965 ) Producto Nacional Bruto (Precios de 1950) 1940.1946 1947·1952 1953-1958 1959-1964 1964.1965 Población 6.1 5.9 7.5 6.1 5.4 2.6 2.4 2.6 3.2 3.5 Producción per capita 3.0 3.0 4.3 2.5 1.8 _Fuentes: De 1940 a 1964: Cálculos con base en el Cuadro XLIlI-b. Para 19641965: Calculada con base en dato. del Banco de México (PNB) Y del Nuevo cálculo de población y proyección realizado por Raúl Benítez Zenteno y Gustavo Cabrera (Población) . ⦅NセM .. CUADRO XLIV TASAS DE CRECIMIENTO DEL PRODUCTO NACIONAL BRUTO POR ACTIVIDADES (1940-1965) Producto Años Nacional Bruto 1940-1945 1945-1950 1950-1955 1940-1950 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 8.7 5.4 4.8 7.2 6.7 3.6 4.5 4.6 5.7 3.5 4.8 6.3 10.0 5.1 Agricuitura Manufacturas 6.3 9.8 5.6 8.0 1.5 4.0 9.1 2.5 0.4 3.0 5.3 1.5 8.1 3.0 Petróleo 9.5 5.9 4.8 7.8 9.8 6.3 4.8 7.4 8.6 3.5 6.4 9.2 14.2 7.0 3.3 8.5 8.8 5.9 9.8 9.9 14.3 16.7 6.5 15.0 1.9 6.2 9.1 4.2 Electricidad Trans- 4.1 7.5 9.6 5.8 11.9 7.7 7.7 7.4 9.8 9.5 6.5 9.6 14.9 9.5 7.4 7.4 6.1 7.9 8.8 7.2 2.4 3.4 8.2 0.1 0.2 4.3 6.2 4.7 portes Fuente: Banco de México, S. A. Informes anuales. CUADRO XLV MOVIMIENTOS DE POBLACION (MILES DE PERSONAS) (1940-1964) Concepto Población productiva Actividades primarias Actividades Secundarias y Terciarias Población de las principales ciudades" 1940 1950 6,055 8,272 3.7 3,831 4,824 2,240 2,777 50/40. 1960 60/50 1964 11,332 3.7 13,216 4.2 2.6 6,114 2.7 6,909 3.3 3,448 5.5 5,188 5.0 6,307 5.4 4,121 4.8 7,951 9.3 64/60 Incluye la población de las 14 ciudades más importantes. Fuente: La economía mexicana en cifras. Nacional Financiera, S. A" México, 1965. 1 CUADRO XLV N セ b DISTR!BUCION DE LA FUERZA DE TRABAJO POR ACTIVIDADES (1940-1964) --_._1950 1940 Miles de Actividad trabaja- dores Agricultura1 Industrias Extractivas2 3831 747 107 Transformación 640 Construcción 106 Electricidad 56 Comercio y Finanzas 552 Transportes y Ca149 municaciones Servicios" 450 % 65.1 12.7 1.9 10.9 Miles de trabaja- 1960 % dores Miles de trabajadores 5891 % % 1.0 9.4 4824 1319 97 972 225 25 684 61.0 15.9 1.3 12.3 2.9 0.4 8.7 6144 2008 142 1556 408 41 1075 54.7 16.9 1.3 13.9 3.7 0.4 9.6 6909 2652 174 1923 499 56 1288 52.7 20.2 1.3 14.7 3.8 0.4 9.8 2.6 7.7 211 879 2.7 11.2 357 1527 3.2 13.6 437 1812 3.3 13.8 1.7 ---- TOTAL: 196+ Miles de trabajadores ------"-- 7917 11250 1 Incluye ganadería, silvicultura y pesca. 2 Incluye minerla y petróleo. • Incluye servicios gubernamentales, privados y ocupaciones no especificadaa. Fuente: La «conomía mexicana en cifras. Nacional Financiera, S. A.. México, 1965. 13098 CUADRO XLVI INMIGRAClON INTERNA. PROPORCION DE INMIGRANTES· ( 1950-1960) Entidad Aguascalientes Baja California Baja California (T) Campeche Coahuila Colima Chiapas Chihuahua Distrito Federal Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán Morelos Nayarit Nuevo Le6n Oaxaca Puebla Querétaro Quintana Roo San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veracruz Yucatán Zacatecas República 1960% 1950% 21.8 157.0 16.6 14.6 20.9 37.5 4.3 20.6 69.2 11.5 6.6 3.8 6.8 8.6 15.6 4.4 35.9 19.2 31.3 3.3 6.3 6.2 69.3 7.5 10.0 22.4 4.2 40.7 6.6 11.3 2.2 5.0 17.6 19.8 63.4 4.5 9.3 20.1 24.3 2.4 12.4 46.3 11.0 4.4 3.3 4.2 5.3 5.0 3.9 23.8 15.9 18.6 3.1 5.7 5.5 27.0 7.5 6.6 12.4 2.9 31.6 6.0 8.1 1.5 5.7 13.2 • Proporción de inmigrantes respecto a Jos nacidos en Ja entidad. Fuente: Dirección General de Estadistica. CUADRO XLVII INMIGRACION INTERNA. NUMEROS ABSOLUTOS ( 1950-1960) -------Entidades Aguascalientes Baja California Baja California (T) Campeche Coahuila Colima Chiapas Chihuahua Distrito Federal Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán Morelos Nayarit Nuevo León Oaxaca Puebla Querétaro Quintana Roo San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veracruz Yucatán Zacatecas TOTAL 1960 43,373 308.322 1(552 21,406 155.758 44>H 49,905 206,022 1,957,533 78,281 107,334 42.768 63;688 192,231 255,213 77,259 101,702 62,673 254,521 51,897 116,841 20,569 19,656 73,245 76,202 142,312 19,983 291,379 21,499 277,011 13,015 39,195 5,200,089 Fuente; Dirección General de Estadística. 1950 37,120 135,926 2,739 11,269 142,893 27.238 21;262 102,154 1,385,037 68,826 55,819 28.533 35,318 92,006 70,319 54,992 64,825 46,079 135,938 43,957 92,466 15,765 6,672 63,750 42,069 62,570 10,813 222,037 17,043 164,543 7,992 37,754 3,305,724 En la década 6,253 172,396 8,865 10,137 12,865 17,503 28,643 103,868 572,496 9,455 51,515 14,235 28,370 100,225 184,894 22,267 36,877 16,594 118,583 10,940 24,378 4,804 12,984 9,495 34,133 79,742 9,170 69,342 4,456 112,468 5,023 1,441 1,894,365 CUADRO XLVm TRABAJADORES AGRICOLAS ADMITIDOS EN LOS ESTADOS UNIDOS Y ESPALDAS MOJADAS APREHENOIl)OS (1942-1957) Año 1942 1943 1944 1945 1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 Trabajadores contratados admitidos a 4,203 52,098 62,170 49,454 32,043 19,632 33,288 143,455 76,519 211,098 187,894 198,424 310,476 390,846 444,581 436,290 2,652,471 Espaldas Mojadas aprehendidos b 180,000 280,000 466,000 500,000 800,000 1,000,000 1,000,000 242,000 72,000 44,000 4,584,000 Total d l,203 52,098 62,170 49,454 32,043 19,632 213,288 423,455 542,519 711,098 987,894 1,198,424 1,310,476 632,846 516,581 480,290 7,236,471 n Datos del House Cornmittee on Agriculture. Mexican Labor Hearíngs, 1958. b Los datos son a p r o x i m a d o s . e No hay datos. d En algunos casos hay duplicación de datos por suma de a y b, o porque un mísmo espalda mojada es aprehendido varias veces. Sin embargo la suma de b es conservadora porque muchos espaldas mojadas lograron no ser aprehendidos. Fuente: Hancock, Richard H. The Tole o{ the bracero in the Economic & Cultural Dynamic af Mexico. A case study of Chihuahua. California Hispanic American 80ciety Standford, 1959. CUADRO XLIX TRABAJADORES AGRICOLAS CONTRATADOS EN LOS ESTADOS UNIDOS Y SELECCIONADOS EN LAS ESTACIONES MIGRATORIAS ESTABLECIDAS EN EL PAlS (1952-1964) Año Total Repatriados 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 197,100 201,380 309,033 398,650 432,916 436,049 432,802 444,418 319,412 296,464 198,322 189,528 179,298 148,542 172,408 243,261 360,787 424,677 405,315 436,353 426,536 325,999 292,520 217,761 188,520 179,535 Fuentes: Anuario Estadístico de los Estados U nidos Mexicanos y Oficina Documentadora de trabajadores emigrantes. 302 CUA.DRO L ESTRUCTURA OCUPA.C10NAL y PROPORCrON DE TRA.BA.JA.DORES A.GREMIA.DOS (1964) Sector Actividades primarias" Industria Extractivas Transformación Construcción Electricidad, gas, etc. Transportes y comunicaciones Comercio y finanzas Servicios y labores no especificados TOTALES (miles) Agremiados! (miles) % 6,909 2,652 174 1,923 499 56 437 1288 1,930 130 810 103 494 164 50 249 115 82 1.9 30.6 59.2 25.7 32.9 88.8 57.0 8.9 4.2 13,216 1,388 Trabajadores 1 Cálculo aproximado con base en la tendencia de los últimos 5 años. 2 . Agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca. Fuentes: Estructura ocupacional: La economía mexicana en cifras. Nacional Financiera, S. A., México, 1965. Trabajadores agremiados: Anuario Estadístico de los Estados Unidos Mexicanos, 1962·63. Direcci6n General de Estadistica, México, 1965. 303 Nセ :j " CUADRO LI TRABAJADORES AGREMIADOS Y NO AGREMIADOS* (1939-1963 ) MBGN⦅セ * GMセ Años 1 Agremiados 2 No agremiados Razón de 2/, 1939 1910 1941 1942 1943 1944 1945 1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956· 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 605,433 547,063 803.379 656.079 684)90 669,256 712,668 727,222 737,806 783,812 802,856 817,381 835,735 852,023 864.656 967;684 979,991 1,000,162 1,013,311 1,202,917 1,277,000 1,298,025 1,324,682 1,353,742 1,364,877 5,190,000 5,400,000 5,610,000 5,820,000 6,030,000 6,210,000 6,450,000 6,660,000 6,870,000 7,080,000 7,290,000 7,454,712 7,677,806 7,899,863 8,134,029 8,286,649 8,539,266 8,794,190 9,066,199 9,172,154 9,404,873 9,700,000 10,734,123 10,891,258 11,267,123 8.6 9.9 7.0 8.9 8.8 9.3 9.0 9.2 9.3 9.0 9.1 9.1 9.2 9.3 9.48.6 8.7 8.8 8.9 7.6 7.47.5 8.1 8.0 8.3 Los ailos 39 a 4-9, y el año 60 son calculados. Fuente: Anuario Estadístico de los Estados Unidos Mexicanos. CUADRO LII MIEMBROS DEL PRI AFILIADOS Y REAFILIADOS HASTA EL 28 DE FEBRERO DE 1962 Entidades Federativas Hombres Mujeres 1. Aguascalientes 2. Baja California 3. Baja California (T) 4. Campeche 5. Coahuila 6. Colima 7. Chiapas 8. Chihuahua 9. Distrito Federal 10. Durango 11. Guanajuato 12. Guerrero 13. Hidalgo 14. Jalisco 15. México 16. Michoacán 17. Morelos 18. Nayarit \9. Nuevo León 20. Oaxaca 21. Puebla 22. Querétaro 23. Quintana Roo 24. San Luis Potosí 25. Sinaloa 26. Sonora 27. Tabasco 28. TamauJipas 29. Tlaxcala 30. Veracruz 31. Yucatán 32. Zacatecas 58,569 63,526 13,626 20,127 126,862 23,865 105,810 190,678 747,370 91,292 80,943 70,567 56,718 259,849 93,705 108,642 49,497 52,074 183,041 48,748 60,652 71,139 3,633 109,884 101,045 74,680 44,205 146,154 44,342 20::1,681 161,001 73,136 20,163 19,476 11,961 9,729 73,789 17,944 73,833 64,572 378,019 43,760 16,161 28,167 17,822 83,980 22.664 27;557 40,263 26,673 78,151 13,754 23,316 11,342 2,592 32,003 50,610 55,074 19,702 31,713 23,19458,433 103,80419,739 3,539,061 1,499,960 Mセ SUMAS TOTALES Total ----- 78,732 83,002 25.587 29;856 200,651 41,809 179,643 255,250 1,125,389 135,052 97,104 98,734 74,540 343,829 116,369 136,199 89,760 78,747 261,192 62,502 83,968 82,481 6,225 141,887 151,655 129,754 63,907 177,867 67,536 262,114 264.805 92;875 5,039,021 Fuente: Partido Revolucionario Institucional. Comité Central Ejecutivo. Comisión Nacional de Afiliaci6n. CUADRO Llli RESULTADOS DE LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DE Entidades OrtizRubio % Aguascalientes Baja California Campeche Coahuila Colima Chiapas Chihuahua Distrito Federal Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán Morelos Nayarit Nuevo Le6n Oaxaca Puebla Querétaro Quintana Roo San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxca1a Veracruz Yucatán Zacatecas 16,558 10,869 12,027 58,859 10,532 59,170 52,582 117,149 30,222 144,509 40,855 120,735 121,859 131,117 137,025 14,224 26,605 36,114 138,319 90,019 16,913 1,300 90,012 33,211 20,142 18,049 58,813 24,627 144,243 91,077 80,112 94.03 91.60 94.23 80.37 96.01 99.58 78.89 96.98 84.11 91.61 99.47 95.95 93.90 100.00 92.0487.10 100.00 95.50 99.71 97.98 95.38 91.54 99.65 75.94 68.84 93.06 94.76 97.91 89.26 100.00 93.77 TOTALES 1,947,848 Vasconcelos 1,051 998 431 11,689 437 247 10,450 1,517 5,663 13,219 216 152 7,914 Triana Totales 4,000 1,320 17,609 11,867 12,763 73,232 10,969 59,417 66,648 120,790 35,930 157,728 41,071 125,830 129,773 131,117 148,861 16,329 26,605 37,815 138,713 91,866 17,732 1,420 90,327 43,733 29,257 19,393 62,060 25,151 161,591 91,077 85,432 110,979 23,279 2,082,106 305 2,6843,616 2,12445 4,943 11,457 585 379 1,520 587 394 1,847 819 120 315 10,522 8,400 230 3,247 524 13,948 1,114 Fuente: Diario de Debates de la Cámara de Diputados. 306 1929 715 1,114 3,400 CUADRO LIV RESULTADOS DE LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DE Entidades Ruiz Cortines Henríquez Aguascalientes 17,121 Baja California 26,651 Baja California (T) 8,568 Campeche 21,24-9 Coahuila 103,608 Colima 14,572 Chiapas 105,258 Chihuahua 74-,4-01 Distrito Federal 217,762 Durango 49,230 Guanajuato 106,660 Guerrero 100,4-08 Hidalgo 111,521 108,379 Jalisco México 184,521 Michoacán 73,378 More1os 21,283 Nayarit 35,580 Nuevo León 88,153 Oaxaca 152,983 Puebla 194,066 Querétaro 42,783 Quintana Roo 5,784San Luis Potosí 130,236 Sinaloa 62,980 Sonora 52,034 Tabasco 43,751 Tamaulipas 82,411 T1axcala 41.938 Veracruz 274;969 Yucatán 85,237 Zacatecas 75,944 5,833 11,305 1,733 1,599 17,176 2,184 9,22423,802 138,458 16,4-1423,4-01 16,476 12,399 19,256 35,767 26,263 8,076 10,141 7,925 28,130 28,995 3,465 100 8,378 16,835 5,283 9,956 26,629 7,796 13,991 5,527 18,228 1952 Glez. Luna Lombardo 1,853 3,911 52 1,4-22 5,846 1,353 800 13,831 51,175 8,080 33,720 3,578 1,04-0 37,250 5,#7 28,#8 1,183 708 10,428 8,606 11,546 5,421 158 7,289 2,877 1,493 1,165 7,501 1,221 5,143 12,761 10,249 397 1,296 64157 1,600 81 986 4-,463 16,338 1,982 2,54-9 1,273 772 2,6141,8844,434 546 397 2,542 2,063 5,342 503 30 584 2,549 5,355 277 1,984 676 6,286 1,0841,314- Totales· 25,204 4-3,163 10,417 24,427 128,230 18,190 116,268 116,497 423,733 75,706 166,330 121,735 125,732 167,499 227,619 132,523 31,088 46,826 109,048 191,782 239,949 52,172 6.072 146,4-87 92,241 64,165 55,14-9 118,525 51,631 300,389 104,609 105,795 ---_.._-_._----------- TOTAL 2,713,74-5 579,74-5 285,555 72,4-82 3,651,201 • Se computaron también doscientos ochenta y dos votos en favor de candidatos no registrados, lo que arroja un total general de 3,651,483 votante•. Fuente: Diario de Debate. de la Cámara de Diputados. 307 CUADRO LV RESULTADOS DE LAS ELECCIONES !;'RESIDENClALES DE Entidad MMMセMMM⦅ .._- López Mateos 1 Aguascalientes Baja California Baja California (T) Campeche Coabuila Colima Chiapas Chihuahua Distrito Federal Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán Morelos Nayarit Nuevo León Oaxaca Puebla Querétaro Quintana Roo San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tarnaulipas Tlaxcala Veracruz Yucatán Zacatecas TOTAL 42,584 82,405 19,568 36,030 210,663 37,236 254,413 140,676 874,620 123,855 285,346 310,508 273,337 347,OH 388,776 225,406 70,436 101,860 184,624 441,749 404,235 86,335 7,422 245,875 158,711 117,017 101,600 252,898 91,486 572,362 117,412 161,265 6,767,754 % 93.16 60.67 93.42 87.73 95.75 89.66 98.00 64.60 79.87 84.75 89.49 98.19 98.09 88.95 98.92 87.20 95.85 98.68 90.33 95.62 95.U 89.50 79.88 94.33 98.09 97.28 98.85 94.78 98.39 97.63 77.38 91.73 Alvarez 2 1958 Totales 3,126 53,399 1,378 5,036 11,347 4,293 5,173 77,058 220,316 22,321 33,479 5,707 5,306 43,081 4,207 33,061 3,062 1,362 19,747 20,225 20,197 10,128 1,869 14,775 3,086 3,268 1,174 13,912 1,490 13,873 34,312 14,535 45,710 135,804 20,946 41,066 222,010 41,529 259,586 217,734 1094,936 146,176 318,825 316,215 278,643 390,125 392,983 258,467 73,498 103,222 204,371 461,974 424,432 705,303 7,473,057 , Candidato del PRI, PARM y PP. • Candidatos del PAN. mente: Diario de Debates de la Cámara de Diputados. 96,463 9,291 260,650 161,797 120,285 102,774 266,810 92,976 586,235 151,724 175,800 b CUADRO i.v RESULTADOS DE LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DE Mセ セ⦅ Entidad --------- NセM Díaz MMML⦅N⦅MMセ ... Ordaz 1 ,---_._--_._-- Aguascalientes 67,221 Baja California 147,714 Baja California (T) 25,996 56,701 Campeche Coahuila 247,926 Colima 34,216 Chiapas 330,416 Chihuahua 219,026 Distrito Federal 1,061,859 Durango 207,192 Guanajuato 332,961 Guerrero 384,948 Hidalgo 337,161 511,816 Jalisco 462,172 México Michoacán 334,962 Morelos 110,69471,192 Nayarit Nuevo León 221,611 Oaxaca 429,996 Puebla 520,611 101,996 Querétaro Quintana Roo 16,926 San Luis Potosí 258,162 Sinaloa 210,262 Sonora 156,261 Tabasco 147.124 290,924 Tamaulipas 101,202 Tlaxcala Veracruz 660,917 Yuc.atán 174,161 139,120 Zacatecas _8,368,446 _ ---_. TOTAL 1964 __ .. N⦅Mセ o/t González Torrees Totale. MセMMMMM 91.23 78.64 96.83 95.94 93.41 87.33 98.89 78.73 74.86 90.01 79.61 96.95 98.37 87.02 91.73 86.01 94.21 91.62 84.26 96.6493.65 91.30 96.59 91.57 98.08 98.36 99.33 96.52 98.43 96.80 85.76 79.49 6,459 38,760 850 2,396 17,500 4,960 3,702 59,190 356,550 23,002 85,290 12,100 5,603 76,320 41,690 54,500 6,802 6,508 41,368 14,950 35,299 9,725 598 23,7.57 4,126 2,601 990 10,502 1,610 21,816 28,914 35,899 73,680 181,474 26,846 59,097 265,426 39,176 334,118 278,216 1,418,409 230,194 418,251 397,048 342,764 588,136 503,862 389,462 117,496 77,700 262,979 444,946 555,910 111,721 17,524 281,919 214,388 158,862 148,114 301,426 102,812 682,733 203,075 175,019 .. セMBN⦅ ⦅セM 1,034,337 9,442,185 1 Candidato del PRI, PPS Y PARM. • Candidato del PAN Fuente: Diario de Debate. de la Cámara de Diputados. 309 CUADRO RESULTADO DE LA VOTACION CORRESPODIENTE A LAS DIPUTADOS NUMEROS Entidades 1 2 3 4 5 6 7 8 9 lO 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 T O TAL E S : Aguascalientes Baja California Baja California (T) Campeche Coahuila Colima Chiapas Chihuahua Distrito Federal Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán Morelos Nayarit Nuevo León Oaxaca Puebla Querétaro Quintana Roo (T) San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veracruz Yucatán Zacatecas Secc. Elect. PARTIDOS P.R.!. P.A.N. 518,652 5,598 35,807 17 3,375 4,698 4,558 2,118 35,813 252,652 1,537 11,441 9,671 2,912 33,962 1,412 31,096 3,825 9,955 12,732 9,453 4,409 24,281 2,296 1,054 3,884 125 3,538 6,451 6,178,434 50,690 91,323 27,314 35,961 232,186 33,734 289,035 166,163 528,893 164,027 322,252 266,652 253,491 378,356 279,278 239,462 34,150 80,904 182,498 389,132 288,584 82,853 11,861 173,616 105,856 96,165 109,518 320,161 95,333 502,185 205,984 130,817 Fuente: ComiIi6n Federal Electoral. RegiJtro Naciollll1 de Electores. LVI ELECCIONES ORDINARIAS DEL 2 DE JUUO DE 1961 PROPIETARIOS ABSOLUTOS POLITICOS P.P.S. P.N.M. P.A.R.M. No Registrados 65,143 27 1,135 2 19,082 23 803 5 33,671 10 3,007 1 30,844 1,835 4,247 92 23 473 5 Candidatos 1,650 1 521 18,005 2,336 1,946 6,202 12 1,196 2,697 2,142 439 1,766 1,297 1,362 4,642 2 19 527 7 122 3,846 6,663 34 705 4,540 34 4,696 1,846 474 4,144 142 4,882 425 1,070 813 231 1,704 426 1,160 316 33 4,689 221 20 2,335 446 201 7,079 2,452 220 449 698 1,716 34 2,664 650 81 37 22 2,099 12 9 895 294 1,898 1,544 3,724 7,186 229 6,587 67 371 349 241 28 175 289 50 1,345 25 546 Total N'Votos 6,845,826 58,183 136,322 27,431 39,359 239,007 38,298 291,153 202,868 817,682 168,426 337,785 287,878 256,699 420,441 285,666 274,456 46,720 82,670 193,951 410,358 412,137 88,151 11,861 200,937 112,117 104,433 110,343 328,230 95,591 509,763 206,009 140,901 311 CUADRO LVU RESULTADO DE LA YOTACION DE LAS ELECCIONES PARA DIPUTADOS DEL 2 DE JULIO DE 1961. NUMEROS RELATIVOS PARTIDOS --------- Entidades REPUBLICA Aguascalientes Baja California Baja California (T) Campeche Coahuila Colima Chiapas Chihuahua Distrito Federal Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán Morelos Nayarit Nuevo León Oaxaca Puebla Querétaro POLITICOS Candidatos No Registrados P.R.l. P.P.S. 7.57 9.62 26.27 90.26 87.12 66.99 99.57 91.37 97.15 88.08 99.27 81.91 64.68 97.39 95.40 92.63 98.75 89.99 97.76 87.25 73.10 97.86 94.10 94.83 94.28 93.99 .95 .05 .83 .28 .04 .59 .49 .20 2.20 .45 3.15 3.12 .00 .00 .00 .06 .00 .00 .00 .02 .26 2.20 .11 .08 .00 .08 .07 .06 .57 2.15 .05 .00 .29 1.57 .31 .30 .28 .12 1.11 .42 .78 .94 .04 8.20 .17 8.87 .43 .70 .66 .33 1.12 .00 .01 1.13 .24 .00 .11 1.72 8.57 11.90 17.65 30.90 3.38 3.35 8.08 1l.33 8.19 5.13 3.10 2.29 5.00 .00 P.N.M. PAR.M. PAN. .01 .09 .53 .10 .24 Quintana Roo (Tl San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veraeroz Yucatán Zacatecas 12.08 2.04 1.00 4.57 Fuente: Registro Nacional de Electores. VJ fi-io' VJ 100.00 86.40 94.42 92.08 99.25 97.54 99.73 98.51 99.99 92.84 .77 3.32 6.88 .22 .00 .00 .35 .00 .00 .18 .12 .04 .63 .25 1.34 .37 ....W CUADRO LVIII セ RESULTADO DE LA VOTAClON CORRESPONDIENTE A LAS ELECCIONES DEL 5 DE JULIO DE 1964- OIPUTA'DOS PROPIETARIOS. NUMEROS ABSOLUTOS --- Entidad -- -- ---- 1. Aguasealientes 2. Baja California 3. Baja California (T) 4. Campeche 5. Coahuila 6. Colima 7. Chiapas 8. Chihuahua 9. Distrito Federal lO. Durango 11. Guanajuato 12. Guerrero 13. Hidalgo 14. Jalisco 15. México 16. Michoacán 17. Morelos 18. Nayarit 19. Nuevo León 20. Oaxaca 21. Puebla 22. Querétaro P.A.N. P.R.I. 6,138 41,039 63,740 115,230 24,126 56,638 235,054 32,569 319,911 198,531 861,302 195,798 315,180 373,34-8 335,807 488,220 442,674 315,621 101,790 62,011 209,958 420,930 493,284 97,317 - 2,037 17,829 4,909 3,361 57,653 383,399 21,673 86,588 13,408 3,568 76,685 36,61453,763 6,293 5,724 40,555 16,417 37,348 9,100 P.P.S. 339 2,590 - 238 1,979 38 363 2,003 34,464 2,304 4,649 3,952 240 3,323 3,135 5,220 586 5,038 1,650 9,777 5,617 390 ----------- P.A.R.M. No Reg. 1,870 2,941 1,496 -- 750 76 2,176 531 22,IH 709 2,050 248 38 2,641 2,244 769 1,803 757 26 2,496 4,034 480 293 5 4 87 3,984 222 527 184 11 775 190 3,015 195 23 2 127 293 6 -- 240 -- Totales 72,147 161,800 25,862 58,913 255,905 37,597 325,815 258,805 1.305,293 220,706 408,994 391,140 339,664 571,644484,857 378,388 110,667 73,553 252,191 449,747 540,576 107,293 23. 24-. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. Quintana Roo (T) San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veracruz Yucatán Zacatecas -- 1,659 6,741 12,879 310 3,912 108 8,474 802 997 7.807,912 123,837 -10,261 1,4-56 20,939 28,157 24,266 -----_ Total 1.042,396 -- 15,54-3 251,586 196,041 123,823 145,484 277,655 88,340 629,767 171,749 148,885 26,531 4,34-9 2,336 34-3 3,167 45 292 8 1,462 4,298 4,421 -- 69 252 80 4410 1,183 -1,065 84 94 -- 64,409 12,970 .. セMN⦅ Fuente: Comisión Federal Electoral. Dirección General del Registro Nacional de Electores. ....w VI 15,955 283,195 207,256 139,374145,812 294,473 94,202 664,666 200,792 174,242 _.._--9.051,524 CUADRO LlX RESULTADO DE LA VOjACION CORRESPONDIENTE A LAS ELECCIONES PARA DIPUTADOS DF,L :) DF, j ui.io DE 1964, NUMEROS RELATIVOS --_._-_._-------_._--_.. LセN⦅M Candidatos Entidad P.A.N. ,----",., 8.:)\ 1. Aguascalientes 2:).36 2. Baja California 3. Baja California (T) ----4. Campeche 3.46 :). Coahuila 6.97 6. Colima 13.06 1.03 7. Chiapas 8. Chihuahua 22.28 9. Distrito Federal 29.37 9.82 10. Durango 11. Guanajuato 21.17 12. Guerrero 3.43 13. Hidalgo 1.05 13.41 14. Jalisco 15. México 7.55 16. Michoacán 14.21 17. Morelos 5.69 18. Nayarit 7.78 16.08 19. Nuevo León 3.65 20. Oaxaca 6.91 21. Puebla 22. Querétaro 8.48 23. Quintana Roo (1') - 24. San Luis Potosí 9.37 2.10 25. Sinaloa 1.68 26. Sonora 27. Tabasco 28. Tarnaulipas 3.48 29. Tlaxcala 1.55 3.15 30. Veracruz 14.02 31. Yucatán 13.93 32. Zacatecas P.P,S. P.R.J. -- 88.3:) 71.22 93.29 96.14 91.85 86.63 98.19 76.71 65.99 88.72 77.06 95.45 98.86 85.41 91.30 83.41 91.98 84.31 83.25 93.59 91.25 90.70 97.42 88.84 94.59 88.84 99.78 94.29 93.78 94.75 85.54 85.45 __ . ._- '. P.A.R.M, -_ _._._--"----.._.. ... 05:) 1.60 0.40 0.77 0.10 0.11 0.77 2.64 1.04 1.14 1.01 0.07 0.58 0.65 1.38 0.53 6,85 0.66 2.18 1.04 0.36 0.58 3.25 9.24 0.21 1.33 0.11 1.27 0.40 0.57 セN⦅M 259 1.82 :).78 0.29 0.20 0.67 0.21 1.70 0.32 0.50 0.06 0.01 0.46 0.46 0.20 1.63 1.03 0.01 0.56 0.75 0.45 2.15 1.12 0.02 0.21 0.00 0.50 4.56 0.67 no regis- _--_...trados .. ,, Nセ⦅LM 0.93 0.12 0.01 0.00 0.03 0.30 0.\0 0.13 0.05 0.01 0.14 0.04 0.80 0,17 0,03 0.00 0.02 0.05 0.01 0.43 0.09 0.04 0.03 0.01 0.40 0.16 0.04 0.05 MMセMセMM⦅N Fuente: Comisión Federal Electoral. Dirección del Registro Nacional de Electores. CUADRO LX NUMERO DE ENTIDADES FEDERATIVAS SEGUN LA PROPORCION DE VOTOS FAVOR.<\BLES AL CANDIDATO O PARTIDO DEL GOBIERbrI'O - - - -_._----- ELECCIONES % Presidenciales De diputados Número de Entidades Número de de votos favorable. De 96 a 91 a 86 a 81 a 76 a 71 a 66 a 61 a 56 a 51 a 46 a Entidades 1929 1958 1964 lOO 11 10 12 95 13 9 '1 90 2 7 85 80 75 70 65 60 55 50 1 J 3 O O 3 3 4 4 1 2 1 Total 2 1 1 31 1955 1961 1964 H 12 11 5 5 11 5 I O 6 2 I 1 O 1 1 32 32 32 1 4 1 1 1 1 32 32 Fuentes: Registro Nacional de Electores y Diario de Debates de la Cámara de Diputados. 317 w .... 00 CUADRO LXI CIUDADANOS EMPADRONADOS Y CIUDADANOS QUE VOTARON EN LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DE 1964. Entidades Empadronados Votaron Se abstuvieron % (3/1) セMMM Aguascalientes Baja California Baja California (T) Campeche Coahuila Colima Chiapas Chihuahua Distrito Federal Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán 100,551 257,984 35,025 69,833 340,419 68,902 433,770 498,502 2,080,465 312,512 627,364 519,622 399,751 992,016 704,174 671,327 73,791 181,894 26,894 59,205 265,021 39,587 335,923 282,302 1,424,857 229,361 419,624 397,369 345,377 590,290 505,355 393,287 27,360 76,090 8,183 10,628 75,398 29,315 97,847 216,200 655,608 83,151 207,740 122,253 54,374 401,726 198,819 278,040 27.21 29.49 23.36 15.22 22.15 42.54 22.56 43.37 31.51 26.60 33.11 23.53 13.60 40.49 28.23 41.42 Morelos Nayarit Nuevo León Oaxaca Puebla Querétaro Quintana Roo San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veracruz Yucatán Zacatecas TOTALES 184,322 157,343 452,648 576,228 762,202 142,834 17,829 406,639 297,960 273,594 175,442 414,023 127,126 988,387 259,261 241,539 13,589,594 117,273 76,400 261,418 448,606 554,010 111,742 17,484 284,932 214,121 157,798 147,592 302,339 102,578 683,116 206,901 178,513 9,434,908 67,049 80,943 191,230 127,622 208,192 31,092 345 121,707 83,839 115,796 27,850 1l1,684 24,548 305,271 52,360 63,026 4,154,686 Fuente: Comisión Nacional Electoral. Registro Nacional de Electores. w \O 3b.38 51.44 42.25 21.15 27.31 21.77 1.94 29.93 28.14 42.32 15.87 26.97 19.31 30.S8 20.19 26.09 30.57 CUADRO ELECTORES PROBABLES, EMPADRONADOS N⦅MMMセN⦅セMMMN⦅MMMMMMMMMM (2) (1) Entidad -_ _ _ ... ------- N⦅MMMMセMM⦅NM Jalisco Michoacán México Veracruz Puebla Guanajuato Chihuahua Nuevo León Zacatecas Chiapas Hidalgo Guerrero Sinaloa Durango Baja California Sonora Coahuila Morelos Tamaulipas Tabasco San Luis Potosí Oaxaca Aguascalientes Nayarit Tlaxcala Yucatán Campeche Colima Baja California (T) Querétaro Quintana Roo ---_.. _---_.- Total Estados Distrito Federal fié 2/1 Lugar -- _._---- .. 6 5 18 24 14 12 15 19 29 17 22 21 11 4 10 13 23 3 26 8 28 30 2 32 27 9 7 31 20 25 1 ⦅セMN Ciudadanos Electores Empadronados Probables __. _ - - - - - , - - - - - - - - - - 84.01 78.50 77.95 76.65 81.38 77.79 82.73 81.96 66.59 80.34 88.91 94.70 79.07 91.56 86.55 70.91 78.37 94.94 81.09 81.42 84.19 69.45 87.53 87.24 78.66 85.84 85.36 86.41 90.96 87.23 71.70 1,180,767 885,165 903,356 1,289,499 936,576 806,465 602,518 552,255 362,731 539,905 449,575 548,726 376,825 341,325 298,049 385,808 434,377 194,142 510,523 215,455 482,988 829,731 114,875 180,325 161,616 302,035 81,807 79,738 38,506 163,741 24,866 992,016 671,327 704,174 988,387 762,202 627,364 498,502 452,648 241,539 433,770 399,751 519,622 297,960 312,512 257,984 273,594 340,419 184,322 414,023 175,442 406,639 576,228 100,551 157,343 127,126 259,261 69,833 68,902 35,025 142,834 17,829 80.79 77.84 14,244,304 2,672,548 11,509,129 2,080,465 16,916,ll52 13,589,594 --,,_..- Mセ⦅ República ----_ .. - .. LXII Y ELECTORES (1964) Aumento de inscripción sobre 1958 (3) Mセ Ciudadanos % Gral. 326,768 252,743 242,805 238,234 230,669 159,112 110,326 99,362 93,398 89,752 89,614 83,011 79,536 75,990 72,092 68,652 61,126 59,061 58,716 53,309 32,613 32,453 25,905 25,235 20.660 17,555 15,844 12,559 8,619 6,388 5,368 11.89 9.20 8.84 8.67 8.40 5.79 4.02 3.62 3.40 3.27 3.26 3.02 2.89 2.77 2.62 2.50 2.22 2.15 2.14 1.94 1.19 1.18 2,747,475 482,654 100.00 3,230,129 .94 .92 .75 .64 .58 .46 .31 .23 .19 MMMMMMMMセN Directo Total de Votos % 3/1 49.11 60.38 52.62 31.75 43.39 33.97 28.42 28.12 40.23 26.08 28.89 19.01 36.41 32.12 38.78 33.49 21.88 47.15 16.52 43.64 8.71 5.96 34.70 19.10 19.40 7.26 29.34 22.29 32.64 4.68 43.07 590,290 393,287 505,355 683,116 554,010 419,624 282,302 261,418 178,513 282,302 345,377 397,369 214,121 229,361 181,894 157,798 265,021 117,273 302,339 147,592 284,932 448,606 73,791 76,400 102,578 206,901 59,205 39,587 26,842 111,742 17,484 49.99 45.98 55.94 52.97 59,15 52.03 46.85 47.33 49.21 46.85 76.82 72.42 56.82 67.19 61.02 40.90 61.01 60.40 59.22 68.50 58.99 54.06 64.23 42.35 63.47 68.50 72.37 49.64 69.70 68.24 70.31 59.50 58.58 71.76 69.11 72.68 66.88 56.63 57.75 73.90 56.63 86.39 76.47 71.86 73.39 70.50 57.67 77.85 63.62 73.02 84.12 70.07 77.85 73.38 48.55 80.69 79.80 84.78 57.45 76.63 78.23 98.06 23.87 30.20 8,010,051 1,424,857 56.28 53.51 69.66 68.48 9,434,908 55.77 69.42 %312 CUADRO LXIll POIlLACION DE 20 O MAS AÑos, POIlLACION QUE VOTO, NO VOTO Y VOTOS DE LA OPOSICION (POR ENTIDADES FEDERATIVAS) (1960-1961 ) Población (j ulio de 1961) Entidades Población' de 20 o más años Que votó Aguascalientes Baja California Baja California (T) Campeche Coahuila Colima Chiapas Chihuahua Distrito Federal Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán Morelos Nayarit Nuevo León Oaxaca Puebla Querétaro 96,121 234,594 36,581 76,855 414,966 74,123 525,062 559,528 2,389,231 334,180 768,064 527,385 448,491 1,102,604 851,868 815,048 179,399 171,600 510,463 819,227 902,882 158,619 58,183 136,322 27,431 39,359 239,007 38,298 291,153 202,868 817,682 168,426 337,785 287,878 256,699 420,441 285,666 274,456 46,720 82,670 193,951 410,358 412,137 88,151 '70 60.5 58.1 74.9 51.2 57.5 51.7 55.4 36.2 34.2 50.4 44.0 54.6 57.2 38.1 33.5 33.7 26.0 48.1 38.0 50.0 45.6 55.6 Que no votó '70 Votos de la Oposición 37,938 98,272 9,150 37,496 175,959 35,825 233,909 356,660 1,571,549 165,754 430,279 239,507 191,792 682,163 566,202 540,592 132,679 88,930 316,512 408,869 490,745 70,468 39.5 41.9 25.1 48.8 42.5 48.3 44.6 63.8 45.8 49.6 56.0 45.4 42.8 61.9 66.5 66.3 74.0 51.9 62.0 50.0 54.4 44.4 7,493 44,999 117 3,398 6,821 4,564 2,118 36,705 288,789 4,399 15,533 21,226 3,208 42,085 6,388 34,994 12,570 1,766 11,453 21,226 23,571 5,298 Quintana Roo (T) San Luis Potosí Sínaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veracruz Yucatán Zacatecas 21,764 469,638 361,881 352,608 205,494 474,454 156,594 1,238,019 295,146 350,268 11,861 200,937 112,117 104,433 110,343 338,230 95,591 509,763 206,009 140,901 54.5 42.8 31.0 29.6 53.7 71.3 61.0 41.2 69.8 40.2 Incluye la no indicada (Censo 1960) Fuente: Dirección General de Estadistica y Registro Nacional de Electores. 1 9,903 268,701 249,764 248,175 95,151 136,224 61,003 728,256 89,137 209,367 45.5 57.2 69.0 70.4 46.3 28.7 39.0 58.8 30.2 59.8 27,321 6,261 8,268, 825 8,069 258 77,578 25 10,084 -l,¡.) CUADRO LXIII セ POBLAClON DE 20 o b MAS AÑOS, POBLACION QUE VOTO, NO VOTO Y VOTOS DE LA OPOSIClON Entidades Población de 20 o más años Que votó % 73,791 181,894· 26,842 59,205 265,021 39,587 335,923 282,302 1,424,857 229,361 419,624 397,369 345,377 590,290 505,355 393,287 117,273 76,400 261,418 448.606 554.010 111,742 17,484 62.6 56.2 67.7 70.1 59.6 47.8 60.5 45.1 50.9 66_0 50.7 70.6 75.6 48.3 54.2 44.8 58.4 41.1 45.6 53.0 58.0 66.8 66.1 (1964) Que no votó % Votos de la oposición MセM M 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. Aguascalientes Baja California Baja California (T) Campeche Coahuila Colima Chiapas Chihuahua Distrito Federal Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán Morelos Nayarit Nuevo León Oaxaca Puebla Querétaro Quintana Roo 117,832 323,684 39,648 84,426 441,321 82,834 555,527 625,144 2,799,555 347,747 827,964 562,582 456,609 1,220,670 931,389 877,840 200,934 185,732 573,243 845,954 954,749 167,248 26,453 41.04-1 141.790 12,806 25,221 179,300 43,247 219,604 342,842 1,374,698 118,386 408,34(:) 165,213 111,232 630,380 426,034 484,553 82,727 109,332 311,825 397.348 400.739 55;506 8,969 37.3 43.8 32.3 29.9 40.3 52.2 39.5 54.8 49.1 34_0 49.3 29.4 24.4 51.6 45.7 55.2 41.2 58_9 54.4 47.0 42.0 33.2 34.9 6,453 38,946 827 2,394 17,436 4,967 3,6l:2 58,3;12 355,798 22,490 85,350 11,867 5,407 76,328 41,700 54,116 6,740 5,679 40,733 15.036 3<275 9,725 526 24. 25. 26. 27. San Luis Potosí Sinaloa Sonora Tabasco 28. Tamaulipas 29. Tlaxcala 30. Veracruz 31. Yucatán 32. Zacateeas 492,712 387,326 402,536 222,224 528,780 164,802 1,327,259 307,196 370,151 17,455,071 284,932 214,121 157,798 147,592 302,339 102,578 683,116 206,901 178,513 9,434,908. 57.8 55.3 39.2 66.4 57.2 62.2 51.5 67.3 48.2 54.0 207,708 173,205 244,738 74,632 226,441 62,224 644,143 100,295 191,638 8,020,163 42.2 44.7 60.8 33.6 42.8 37.7 48.5 32.6 51.8 46.0 24,757 4,084 2,424 914 10,185 1,740 21,759 29,106 36,942 1,030,718 Fuente: Comisión Federal Electoral. Dirección del Registro Nacional de Electores Elecciones Presidenciales del 5 de julio de 1964. W IV VI CUADRO LXIV DELINCUENTES SENTENCIADOS EN LOS JUZGADOS DE PRIMERA INSTANCIA (POIl ACTIVIDAD OCUPACIONAL) (1951-1962) Año Total Fuer- Fuerza de Traza de Trabajo bajo Agrícola 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 8,513,541 8,751,886 8,998,685 9,254,333 9,519,257 9,794,652 10,079,510 10,375,071 10,681,873 11,873,000 11,563,#0 11,886,920 4,964,693 5,103,685 5,247,605 5,396,688 5,551,179 5,711,776 5,877,892 6,050,249 6,229,161 6,342,000 6,510,330 6,667,190 Sentenciados 1000 Agricultores 1000 19,509 22,096 27,943 30,554 30,731 30,796 32,111 30,827 31,039 32,28433,723 35,305 2.29 2.52 3.10 3.30 3.22 3.143.18 2.97 2.90 2.71 2.73 2.98 8,970 9,900 11,831 12,850 13,949 13,947 14,418 13,617 13,920 14,783 15,426 15,6# 1.80 1.93 2.25 2.38 2.51 2.# 2.45 2.25 2.23 2.33 2.35 2.35 Fuente: Dirección General de E.tadistica. Anuario E.tadistica de !na Eatadoa Unidoo Mexicanos. CUADRO LXV POBLACION ECONOMICAMENTE ACTIVA URBANA V RUllAL POR NIVELES DE INGRESO. NUMEROS ABSOLUTOS y RELATIVOS (1961-1962) Niveles de ms-o lIIeDIUaIeo por pe r- República % Urbana % Más de 2,000 4462627 2809059 13439041020197 812901 307674 41.49 26.12 12.49 9.48 7.56 2.86 1182445 1719690 1025174 822403 689231 290 617 20.M 30.01 17.89 14.35 12.03 5.07 3280 182 1089369 318730 197794 123670 17057 21.67 6.34 3.93 2.46 .34 TOTAL 10 756 362 100.00 5729560 99.99 5026802 100.02 que trabaja Rural M⦅N⦅N⦅Nセ I0Il& Hasta 300 De 301 a 500 De 501 a 750 De 751 a 1,000 De 1,001 a 2,000 % 65.25 NUMERO Y PORCIENTO DE FAMILIAS POR NIVELES DE INGRESO Y POBLAClON URBANA y RURAL (1961-62) Nivele. de ingreso mensuales familia· reo Hasta 300 De 301 a 500 De 501 a 1,000 De 1,001 a 3,000 Más de 3,000 TOTAL República Urbana Rural 1752 lOO 1610 038 1832552 1333878 210031 % 26.00 23.89 27.19 19.79 3.12 355256 7559041254522 1106 298 197837 % 9.68 20.60 34.18 30.14 5.39 1396 850 854134 578030 227580 12194 6738605 99.99 3669817 99.99 3068788 % 45.52 27.83 18.84 7.42 .40 100.01 (Continúa) __ "anal NUMERO Y PORCIlINTO Ol!i PltRllONAll POR NIVl!.L&S 02 INGRESO Y POBLACION URBANA y RUIIAL (1961-62) NiveIeJ de ingreso mensuales familia· .... República % 833884-8 8699565 10309 857 8425 791 1323819 % 22.48 23.45 27.79 22.71 3.57 Urbana Hasta 300 De 301 a 500 De 501 a 1,000 De 1,001 a 3,000 Másde 3,000 1292·m 3686108 6563421 6660675 1235047 6.65 18.96 33.7/ 34.27 6.35 7046391 5013457 3 WTVセ 1765 116 88772 39.90 28.39 21.21 9.99 .50 TOTAL 37097800 100.00 194-37708 100.00 17660172 99.99 Rural % INDICE DE CUADROS I. Elecciones en los Estados Unidos Mexicanos (1910-1964),230 11. Elecciones en los Estados Unidos de Norteamérica (1888-1964), 232 111. Huelgas en México (1920-1963), 233 IV. Votaciones de la Cámara de Diputados sobre los proyectos del Ejecutivo (1935-1964), 235 V. Ejecutorias de la Suprerna Corte en que ha sido autoridad responsable el Presidente de la República (1917-1960),236 VI. Ejecutorias de la Suprema Corte en que ha sido autoridad responsable el Presidente de la República por quejoso, acto reclamado y fallo (1917-1960), 238 VII. Ejecutorias de la Suprema Corte en que ha sido autoridad responsable el Presidente de la República y el acto reclamado en materia de trabajo (1917-1960), 240 VIII. Ejecutorias de la Suprema Corte en que ha sido autoridad responsable el Presidente de la República y quejosos los agricultores (1940-1960),242 IX. Haciendas públicas (1929-1962), 243 X. Ingresos de los Estados y aportación de la Federación (1950.1963),245 XI. Ingresos de las entidades federativas (1963), 246 XlI. Periodos de los gobernadores. 10 de diciembre de 1952 a 30 de noviembre de 1959,248 XII b. Periodos de los gobernadores. 10 de diciembre de 1958 a 30 de noviembre de 1964, 250 XIII. Ingresos municipales (l963), 251 XlV. Egresos del gobierno federal destinados al ejército (1924-1963),252 XV. Población por credo religioso (1930-1960), 254 329 XVI. Población según credo religioso (1960), 255 XVII. Entidades federativas según la proporción de población que no tienen credo alguno (1960), 256 XVIII. Las 400 mayores empresas, 257 XIX. Inversiones extranjeras directas en México. Valor de la inversión por países, 259 XX. Inversiones extranjeras indirectas (1942-1964), 261 XXI. Proporción de las importaciones y exportaciones de México que corresponden a los Estados Unidos de Norteamérica (1925-1965), 262 XXIb. Principales productos de exportación (1925-1961), 264 XXII Tiraje de revistas mexicanas y extranjeras (1961-1964),265 XIII. Circulación en el interior de la República de un periódico y dos revistas (1961), 266 XXIII b. Circulación en el interior de la República de un periódico mexicano y una revista extranjera (1964), 267 XXIV. Películas extranjeras estrenadas en México (1950-1964),268 XXV. Películas estrenadas en México por nacionalidades (1950-1964), 269 XXVI. Alfabetismo en la población urbana y rural (1960),270 XXVII. Características de alimentación y calzado de la población urbana y rural, por sexo. Números absolutos (1960),272 XXVII b. Población de 12 o más años en unión marital sin vínculos religiosos (1960), 274 XXVIII. Características de alimentación y calzado de la población rural y urbana. Números relativos (1960), 276 . XXIX. Margínaíísmo por entidades federativas (1960), 278 XXX. Marginalismo de la población rural por entidades fedetativas (1960), 280 XXXI. Población marginal y. partjciPante セSP 282 XXXII. Población monolingüe. Idiomas o dialectos (1960),284 XXXIII. Población monolingüe. Por entidades federativas (1960),285 XXXIV. Las tres principales ciudades y los periódicos (1964),286 XXXV. Principales periódicos de México y su circulación en el interior de la República (1964), 286 XXXVI. Tiraje de periódicos de México. Por entidades federativas (1964),287 XXXVII. Familias con y sin periódico (1964), 288 XXXVIII. Proporción de la población que vota en Estados Unidos y en México (1888-1956), 289 XXXIX. Elecciones presidenciales. Marginalismo y participación (1917-1964),290 XL. Distribución del ingreso nacional por factores (1939-1960),291 XLI. Marginalismo de la población de 6 a 14 años por grupos de ingresos mensuales de las familias y asistencia o inasistencia a la escuela primaria (1959), 292 XLII. Producto nacional bruto (1939-1965), 293 XLIII. Dotación de tierras y beneficiados. Por periodos . presidenciales, 294 XLIII b. Producto nacional bruto, población y producto per capita (1940-1964), 295 XLIII c. Producto nacional bruto, población y producto per capita (1964-1965),296 XLIII d. Producto nacional bruto, población y producto per capita. Tasas anuales de crecimiento (1940-1965), 296 XLIV. Tasas de crecimiento del producto nacional bruto por actividades (1940-1965), 296 XLV. Movimientos de población (1940-1964), 297 XLV b, Distribución de la. ftrerza de.trabajo por activida(1940-1964), 298 interna. Pl'oporción de inmigrantes 299 XLVII. Inmigración interna. Números absolutos (1950 y 1960),300 XLVIII. Trabajadores agrícolas admitidos en los Estados Unidos y espaldas mojadas aprehendidos (1942-1957), 301 XLIX. Trabajadores agrícolas contratados en los Estados Unidos y seleccionados en las estaciones migratorias establecidas en el país (1952-1964), 302 L. Estructura ocupacional y proporción de trabajadores agremiados (1964), 303 LI. Trabajadores agremiados y no agremiados (1939-1963),304 LlI. Miembros del PRI afiliados y reafiliados hasta el 28 de febrero de 1962, 305 LlII. Resultados de las elecciones presidenciales de 1929, 306 LlV. Resultados de las elecciones presidenciales de 1952, 307 . LV. Resultado de las elecciones presidenciales de 1958, 308 LV b. Resultados de las elecciones presidenciales de 1964,309 LVI. Resultado de la votación correspondiente a las elecciones ordinarias de 2 de julio de 1961. Diputados propietarios. Números absolutos, 310 LVII. Resultado de la votación de las elecciones para diputados de 2 de julio de 1961. Números relativos, 312 LVIII. Resultado de la votación correspondiente a las elecciones de 5 de julio de 1964. Diputados propíetaríos, Números absolutos, 314 LlX. Resultado de la votación correspondiente a las elecciones para diputados de 5 de julio de 1964. Números relativos, 316 LX. Número de entidades federativas según la proporción de votos favorables al candidato o partido del gobíerno,3!':! LXI. Ciudadanos empadronados y ciudadanos que vota332 ron en las elecciones presidenciales de 1964, 318 LXII. Electores probables, empadronados y electores (1964),320 LXIII. Población de 20 o más años, población que votó, no votó y votos de la oposición (por entidades federativas) (1960-1961), 322 LXIII b. Población de 20 o más años, población que votó, no votó y votos de la oposición (1964), 324 LXIV. Delincuentes sentenciados en los juzgados de prim e ra instancia (por actividad ocupacional) (1951-1962),326 LXV. Población económicamente activa urbana y rural por niveles de ingreso. Números absolutos y relativos. (1961-1962),327 Imprenta Madero, S, A. Avena 102, México 13, D. F, 1's-lIJ-197S 13d1clón de 10 000 ejempl.ues ltQ sobmntes parareposición. 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 · ..... . セ ..... .-, RED "'A(tONAL DE BIBLlOTTC·'",,, PVRIICAS BセG FECHA DE- DEVOLUCION ..... . . '. {,\ l- セB⦅N\L - .........