DOSSIER: 1968 el año de la revuelta global
“No se trata de elegir la propia época sino de elegirse en ella”, sentenció el filósofo Jean Paul Sartre. A decir de otro modo y visto a la distancia, el mayo francés supo dar la sensación y también la convicción de que la humanidad estaba frente a las puertas de un nuevo tiempo, comprometido, despeinado y solidario hasta los huesos, que dejaría atrás a fuerza de barricadas y adoquines el tiempo de las injusticias sociales y la dominación.
Si uno echaba un vistazo a la entrada del hall de la facultad de ciencias políticas una pintada simplificaba mejor que nadie lo que pasaba en esos días;
“20h 5 junio. Gran anfiteatro de la Sorbona / Gran reunión / Mayo del 68. La revolución mundial a la orden del día”.
El ´68 fue un rayo que partió por los aires la geografía de un mundo injusto y desigual. Desde el Río de la Plata a México, de Estados Unidos a Vietnam, pasando por Francia y Checoslovaquia, eclosionando en Argelia y Africa negra y llegando a Japón. Donde uno mirara las luchas, protestas, ocupaciones y resistencias populares a lo largo y ancho del planeta se esparcían como las llamas que intentaban destruir la civilización del dominio del capital. Nos encontramos a días de conmemorar el 50° aniversario de la gran revuelta estudiantil y obrera del mayo francés; sin dudas es el punto de referencia para pensar el compromiso revolucionario de una generación y el surgimiento de una nueva izquierda, que enfrentaron no solo al poder sino también a los viejos aparatos políticos y sindicales. Desde Contrahegemonía proponemos pensar a 1968 como el gran año de luchas políticas, sociales y contra-culturales que como pocas veces en la historia sacudieron el sueño de los poderosos del mundo entero.
En el ´68 todos teníamos 23
Los sucesos del Mayo Francés se iniciaron originalmente en la noche del 22 de marzo cuando un puñado de estudiantes tomaron las oficinas administrativas de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Nanterre al oeste de Paris. Al frente de la ocupación resaltaba un joven de 23 años estudiante de sociología llamado Daniel Cohn-Bendit y que estaba destinado a convertirse en el líder de una revuelta sin precedentes. A la llegada de un periodista del Le Nouvel Observateur explicó los alcances de la protesta;
Movilización de los estudiantes por las calles de París
“Nuestro objetivo inmediato es la politización de la Universidad, queremos hacer de ella un bastión. Es al sistema en conjunto al que atacamos en nuestras reivindicaciones; al poder político, al capitalismo, a su concepción de la Universidad. La politización parte de allí: cuestionar al sistema capitalista por la función social que asigna a la Universidad; rechazo por parte de los estudiantes de llegar a formar parte de los futuros cuadros capacitados para explotar a la clase obrera”.
Los estudiantes lograron, parafraseando a René Zavaleta Mercado, irradiar al conjunto del movimiento social y político más contestatario hasta ese entonces y golpear en las conciencias adormecidas de hombres y mujeres tanto del mundo occidental capitalista como de los países del bloque comunista.
En Chile, nuestros hermanos y hermanas, lanzaron una gran pelea para cambiar el contenido y la orientación en las universidades iniciando un gran movimiento de protesta, mientras que en Uruguay la agitación se trasladaba de los claustros a las calles. Los estudiantes acompañan las marchas cañeras de Artigas al grito de ¡UTAAA UTAAA, por la tierra y con Sendic! Y los poderosos se preocupaban. En un año marcado por el ajuste y devaluación el acto del 1º de mayo es reprimido por la Guardia Metropolitana y como consecuencia del ataque con gases lacrimógenos muere una manifestante de 63 años Tesia Grimberg de Pirowski. En Venezuela, Colombia y Ecuador los militares ocuparon las universidades para amedrentar la creciente movilización estudiantil; y en los casos de Bolivia y Ecuador se aplicó el estado de sitio.
Sin embargo, en las tierras aztecas la rebelión estudiantil se tiñó de luto. El 2 de octubre el gobierno de México, a través del ejército y grupos paramilitares, reprimió salvajemente la movilización convocada por los estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. El saldo fue catastrófico. Recién en 1993 la “Comisión de la Verdad” creada para investigar estos sucesos, estableció que fueron disparados 15 mil proyectiles y hubo 300 muertos, además de 700 heridos y cinco mil estudiantes detenidos.
Represión en la Plaza de las Tres Culturas de México
En Checoslovaquia irrumpe la Primavera de Praga, como un proceso de democratización de la política y la sociedad para superar el legado stalinista del comunismo europeo. Por un lado la nueva dirección del Partido Comunista postula el rumbo de un “socialismo con rostro humano”, mientras en las calles y puestos de trabajo, estudiantes y trabajadores pedían cambios en sintonía con los vientos libertarios del ´68. Preocupada porque estas demandas contagien al resto del bloque comunista, las tropas del Pacto de Varsovia avanzaron sobre la frontera checa con 200 mil militares y 5 mil tanques enviados desde Hungría, Bulgaria, Polonia y la República Democrática Alemana. Horas después Checoslovaquia se encontró militarmente ocupada y la represión destruyo los sueños de cambio del pueblo checo.
Argentina: Dictadura y liberación
En las calles de Buenos Aires se vivía bajo la dictadura de Juan Carlos Onganía, los reclamos de los trabajadores eran reprimidos, las universidades se encontraban intervenidas por los milicos y el peronismo continuaba proscripto por el decreto ley nº 4161 emitido por la dictadura encabezada por Pedro Eugenio Aramburu. Argentina se sumaba a los vientos de rebelión que irradiaban al mundo entero. En la provincia de Tucumán se instala un foco guerrillero el “Destacamento Guerrillero 17 de Octubre” de la localidad de Taco Ralo que acelera las discusiones en la izquierda (tras la victoria cubana) de la opción de la lucha armada, ese debate sobre táctica y estratégica revolucionaria, lleva al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) a la ruptura del que emergen por un lado el PRT dirigido por los hermanos Santucho con su brazo armado el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y por el otro el PRT-La Verdad referenciado en el troskista Nahuel Moreno.
En ese contexto nacía la CGT de los Argentinos (CGTA), como expresión antidictatorial, combativa y antiburocrática; paralela a la CGT tradicional y conciliadora. Contó para la dirección periodística de su semanario a una figura de la talla de Rodolfo Walsh que ubicó al llamado “Semanario de la CGT de los Argentinos” entre los íconos de las experiencias de comunicación popular. En su mensaje a los trabajadores por motivo del 1° de mayo manifestaban que;
“nada nos habrá de detener, ni la cárcel ni la muerte. Porque no se puede encarcelar y matar a todo el pueblo y porque la inmensa mayoría de los argentinos, sin pactos electorales, sin aventuras colaboracionistas ni golpistas, sabe que sólo el pueblo salvará al pueblo”.
En las universidades se reactivaba el activismo interrumpido por la Noche de los Bastones Largos iniciando un nuevo ciclo de luchas en el estudiantado que alcanzará su máximo apogeo en la consigna de “Unidad obrero estudiantil” que se concretará en 1969 con el Cordobazo. Había llegado la hora de pensar nuestra historia y nuestras luchas. Osvaldo Bayer publica sus primeras investigaciones en la revista “Todo es Historia” sobre los fusilamientos de más de 1500 obreros rurales que luego se transformarían en el clásico “La Patagonia Rebelde” y Pino Solanas y Octavio Getino estrenaban “La Hora de los Hornos” renovando al cine documental latinoamericano. En la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires se inauguraban las Cátedras Nacionales para proponer una lectura desde nuestra patria Latinoamérica y el tercer mundo a los debates sobre colonialismo, socialismo y liberación.
¿Qué pasaba por la cabeza de esa juventud? La socióloga Alcira Argumedo docente de esas Cátedras rememora;
“La guerra de Vietnam golpeaba por entonces las conciencias occidentales; amplias fracciones juveniles en Europa criticaban las burocracias del pensamiento y levantaban la consigna de la imaginación. Distintos movimientos políticos en América Latina horodaban el poder de los sectores privilegiados y los intereses imperiales; los negros luchaban por sus derechos civiles en Estados Unidos; en China se desplegaba la Revolución Cultural”.
En concreto, el mundo se había puesto patas para arriba y los jóvenes argentinos ya no aceptaban órdenes ni tutelajes. Los hombres dejaban crecer sus cabellos y barba y las chicas se calzaban las minifaldas. Todo se sublevaba. El arte se convierte en fusil. En las sedes de la CGTA de Rosario y Buenos Aires se monta la muestra “Tucumán Arde” haciéndose carne en que las “vanguardias artísticas” deben ser ante todo “vanguardias políticas”. Los Shakers gritaban “rompan todo”, aparecía Pinap la primera revista rock para hablar de Almendra, León Gieco, Los Gatos, Tanguito, Manal y los Abuelos de la Nada.
EEUU: La rebelión en el vientre de la bestia
El ´68 encontró al Tío Sam en un lugar destacado, eran los tiempos de la Guerra Fría y los Estados Unidos habían conquistado el lugar de superpotencia tras el fin de la segunda guerra mundial. Eso no lo libraba de una revuelta en el patio interno. Eran tiempos convulsionados. El 4 de abril asesinaban de un balazo en la ciudad de Memphis a Martin Luther King, figura central de la lucha contra la segregación a la comunidad afroamericana en Estados Unidos. Sin embargo eso no hacía más que aumentar la bronca popular marcando el mayor ascenso de las luchas, la conciencia y la visibilización del movimiento por los derechos civiles. En los juegos olímpicos de México los atletas negros estadounidenses Tommie Smith y John Carlos, ganadores de las medallas de oro y bronces respectivamente, saludaron desde el podio levantando el puño en alto con guantes negros al estilo Black Power (Poder Negro) símbolo del partido de las Panteras Negras en una transmisión que llegó a través de la televisión a millones de hogares en el mundo. La ofensiva del Vietcong dificultaba la posibilidad del triunfo militar de los yanquees, la juventud decía “hagamos el amor y no la guerra”, el movimiento contra la guerra se tornaba multitudinario y las movilizaciones lograron concentrar un millón de personas. El pensador Noam Chomsky, participe de aquellas jornadas rememora que;
“había cierto temor de que triunfara el Viet Minh (Liga para la Independencia para Vietnam) y de que la pobredumbre se propagara y el virus llegara a contagiar al resto de la región, para reproducir las palabras que usaban los funcionarios (…) ¿Qué se hace cuando uno tiene un virus? Primero, hay que destruirlo. Después, hay que vacunar a las víctimas potenciales para que la enfermedad no se propague. En líneas generales, ésa es la estrategia de los Estados Unidos para el tercer Mundo”.
En Japón, militantes de Zengakuren (Federación Japonesa de Asociaciones Autogestionadas Estudiantiles) se enfrentan a brazo partido contra las fuerzas represivas en repudio a la colaboración de su gobierno con los yankees, debido a que durante la guerra contra Vietnam, Japón fue una base militar clave para el imperio. El hecho sucedió cuando el 19 de enero el buque US Enterprise hizo escala en el puerto de la ciudad de Tokio y los estudiantes repudiaron la presencia norteamericana y combatieron a las fuerzas represivas; para después movilizar hasta el Ministerio de Relaciones Exteriores e ingresar al edificio. La protesta tuvo repercusión mundial.
Si no se puede bailar no me interesa tu revolución
Eran tiempos de aferrarse a filosofías terrenales y utópicas, de rebelarse contra todo lo que oliera a viejo y a autoridad. Fue una revuelta contra los padres, los maestros, la sociedad de consumo, el gobierno, la cultura oficial, el partido comunista, la iglesia, el matrimonio, la moral burguesa, la moda, las obligaciones y los burócratas de sillón. Había que desafiar a toda autoridad y poner la “imaginación al poder” frente la brutalidad de las sociedades del mundo occidental capitalista como en el mundo comunista.
En octubre del ´67 el Che había caído abatido en Bolivia y su figura se hacía gigante. Se convertía en el comunista universal. Las imágenes de su rostro cubierto por la barba volaban por el mundo y acompañaban las protestas cualquiera fuera el lugar. Se convertía en lo que Jean Paul Sartre llamó con justicia “el ser humano más completo de nuestra era”.
Encuentro en La Habana. Simone de Beauvoir, Jean Paul Sartre y el Che Guevara.
La victoria de la Revolución Cubana introducía una perspectiva anticolonial, anti imperialista y permitía pensar la posibilidad de un socialismo triunfante y nuestroamericano. La izquierda abandonaba los esquemas europeos de análisis para asumir el desafío de pensarse a sí mismo desde los ecos de los congresos del Movimiento de Países No Alineados (1961) de Belgrado y la Conferencia Tricontinental (1966) celebrada en La Habana, en el que el Che lanzó su mensaje a los pueblos del mundo “crear dos, tres… muchos Vietnam”.
Se ajustaban las referencias teóricas que pateaban los cómodos escritorios de la academia europea y se incineraban los manuales marxistas stalinistas. El ´68 condenso en su seno procesos previos como la mirada de Frantz Fanon para narrar a “Los condenados de la tierra”, la crítica a la sociedad industrial de Herbert Marcusse, la denuncia de Erich Fromm a nuestro “miedo a la libertad”, el existencialismo de Juan Paul Sartre y Albert Camus y el feminismo de Simone de Beauvoir, entre otros. Reaparecían olvidados de la talla de Antonio Gramsci, Wilhelm Reich y Rosa Luxemburg. Era también el año de la muerte de John William Cooke aquel que pensó al peronismo como el hecho maldito del país burgués mientras Paulo Freire recorría las chozas más empobrecidas del Brasil preparando la “Pedagogía del Oprimido”.
El ´68 fue todo y a la vez quizás no fue nada. Fue un grito de Espartaco para los y las que no tenían voz y que no estaban dispuestos a acostumbrarse al invierno de la dominación.
Para nosotras y nosotros el año de 1968 no es un simple acto de rememoración. En múltiples sentidos sus enseñanzas y deseos aún circulan entre nosotros y nosotras. Allí se plantaron los gérmenes de nuevos paradigmas, el compromiso de poner el cuerpo en la acción para transformar la realidad, concebir la revolución como fruto de la autoemancipación de los explotados recogiendo aquella frase de Carlos Marx “la emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos”. Cuestiono todas las dimensiones de la dominación, desde las de clase a las de género o las étnicas, rechazó la idea del supuesto progreso constante de la humanidad, funcional al saqueo que pone al planeta en peligro de extinción hoy.
Desde Contrahegemonía proponemos una visita desde múltiples perspectivas y soportes, desde el texto político, el video, la literatura, el cine, las entrevistas, la plástica y el rock. Rescatamos textos que nos dejaron enseñanzas para reflexionar profundamente sobre lo que dejó aquel año. Pero también con orgullo recogimos múltiples trabajos producidos en exclusiva para el dossier, sean por miembros de nuestro colectivo o compañeras y compañeros que respondieron a nuestro pedido. Durante todo mayo los iremos publicando. En definitiva, compartimos con quienes se rebelaron en aquel tiempo la voluntad de atreverse a soñar con mundos mejores e intentar esbozarlos aquí y ahora.