Consolacion de la filosofiaLa presente edición fue digitalizada y corregida en las bellas tierras de Paraná y Cali, comarcas ambas, de los muy distantes y espaciosos reinos de Kollasuyu y Chinchaysuyu; durante los primeros, calurosos y febriles días del mes de enero del año 565 del quinto sol, del nuevo imperio de Tawantinsuyu. Librodot La consolación de la filosofía Boecio El título original de esta obra de ANITIUS MANLIUS TORQUATUS SEVERINUS BOETHIUS (480 -¿524?) es DE CONSOLATIONE PHILOSOPHIAE y se supone fue escrita en los últimos años de vida del autor ÍNDICE ÍNDICE_______________________________________________2 PRÓLOGO____________________________________________3 LIBRO PRIMERO_____________________________________12 [Expone el autor los motivos de su aflicción, y la Filosofía, que se le aparece en forma de dama de porte majestuoso, le hace ver ante todo que su mal consiste en haber olvidado cuál es el verdadero fin del hombre.]_____________________________________________12 LIBRO SEGUNDO_____________________________________30 [Qué es la fortuna y qué bienes ficticios procura; bienes reales que una fortuna adversa puede traer consigo]._________________30 LIBRO TERCERO_____________________________________53 [Enseña la Filosofía que todos los hombres quieren naturalmente la bienaventuranza, pero su fuente no puede estar en los bienes particulares, sino en el bien universal y supremo, que es Dios.]___53 LIBRO CUARTO______________________________________86 [Trata de conciliar la bondad divina con la existencia del mal en el mundo y distingue la Providencia del hado.]_________________86 LIBRO QUINTO______________________________________112 [La omnisciencia providente de Dios y la libertad de la voluntad humana son compatibles].________________________________112 Librodot La consolación de la filosofía Boecio PRÓLOGO 1. BOECIO Es decir, Anitius Manlius Torquatus Severinus Boethius, nació el año 480 (o poco después) del linaje de los Anicii, durante el reinado de Odoacro, caudillo germánico que había puesto fin al Imperio romano de occidente destronando a Rómulo Augústulo. Desde muy joven estudió en Atenas las doctrinas de Platón, Aristóteles y los estoicos. Movido por la fama de su sabiduría, le nombró consejero (y probablemente cónsul), en 510, el emperador ostrogodo Teodorico, que en el año 490 se había proclamado rey, tras derrotar a Odoacro. Pero el año 524, por causas no bien conocidas, lo procesó y martirizó el mismo emperador. Murió Boecio el año 524 ó 525 en la prisión de Pavía (Ticinium). Boecio quiso traducir al latín toda la obra de Platón y Aristóteles y demostrar que sus filosofías pueden conciliarse, como creían la mayoría de los neoplatónicos, pero de este proyecto sólo nos quedan diversas traducciones de Aristóteles y varios comentarios. De las primeras, v. gr.: la traducción de las Categorías (y la Isagoge o introducción de Porfirio a esta obra), del tratado De la Interpretación, de los Tópicos y los dos Analíticos; acaso haya hecho también la traducción de otras obras del Estagirita. De entre los comentarios figuran los dos de la Isagoge, dos del libro De la Interpretación y los de las Categorías, los Tópicos, los Analíticos y los Razonamientos sofísticos. También comentó los Tópicos de Cicerón. Boecio es, asimismo, autor de varias obras originales sobre lógica, matemáticas y música, y de varios opúsculos teológicos de contenido cristiano cuya autenticidad había sido puesta en duda, aunque parece establecida definitivamente desde los estudios de Krieg 1 y, sobre todo, de Usener 2 , que publica por primera vez un escrito de su contemporáneo y discípulo Casiodoro, donde asigna, efectivamente, estas obras a Boecio. La autoridad de Boecio durante la alta Edad Media fue inmensa, y 1 Cf. Über die theologischen Schriften des Boëthius, en Jahresbuch des Görresgeschichte, 1884.23-52. 2 Anecdoton Holderi, Bonn, 1877. Librodot La consolación de la filosofía Boecio La consolación de la filosofía Boecio Estado, que ha de pasar a manos de los filósofos (íd., prosa 44). Toma de él el retrato del tirano como el ser más desgraciado del mundo (L. IV, metro 2). En la prosa 2 del Libro II adopta la forma del Critón. Como Platón, dice que sólo la inteligencia del filósofo tiene alas (L. IV, metro 1). Como aquél en el Gorgias, dice Boecio que sólo los sabios pueden hacer lo que quieren; los necios podrán dar curso a sus caprichos, pero no satisfacer sus deseos, etc., etc. b) Séneca. Del Octavio toma la imagen de su dolor (L. 1, metro 1), así como la descripción de una paz primitiva entre los hombres: "...Humanum genus-Non bella norat, non tubae fremitus tru ces." (L. II, metro 59). Como él, habla Boecio del ciclo de las cosas, que vuelve sobre sí mismo (L. III, metro 2): "orbem rerum in se remeantium." En el L. III, metro 12, toma de Séneca la imagen del Hércules furioso. Refleja otras veces las imágenes y conceptos del De vita beata (L. . En el metro 5 del Libro I nótase la influencia del Hipólito, y en la prosa 6 del Libro II alude a la independencia del alma de que habla Séneca en De beneficiis (III, XX): "me ni quidem sui juris". También puede advertirse el estilo de Séneca en el metro 1 del L. II; y en la prosa 4 del mismo libro, en fin, la acumulación de ejemplos es típica del filósofo cordobés. c) Virgilio. La influencia de la Eneida puede apreciarse en el L. 1, metro 3, y en el L. IV, prosa 4, al referirse a la vida de las almas después de la muerte del cuerpo. De las Geórgicas toma, en el metro 4 del L. 1, la expresión de sus primeros versos; el ejemplo de la mosca cantárida (L. II, prosa 6); la exclamación virgiliana "Felix qui potuit rerum cognoscere causas" (Geor. II, 490) transformada en el "Felix, qui potuit boni-Fontem visere lucidum,-Felix, qui potuit gravis-Terrae solvere vincula." (L. III, metro 12). De las Bucólicas se acuerda Boecio en el metro 5 del L. II, al recordar la navegación. d) Horacio. En la idea de que el justo permanecerá impasible ante todo lo que pueda advenirle . El "Non possidentem multa vocaveris recte beatum" (Odas, IV, IX, 45) se recoge en el L. II, prosa 5. En el L. II, prosa 7, al decir Boecio que muchos hombres ilustres yacen en el olvido a falta de escritores que se hayan ocupado en transmitirnos su memoria, nos acordamos también de Horacio cuando habla de los héroes que vivieron antes de Agamenón, cuyo recuerdo está sumido en la noche profunda: "carent quia vate sacro", porque les falta el poeta divino que cantara sus hazañas. La influencia de Horacio puede apreciarse también en diversos pasajes Librodot La consolación de la filosofía Boecio del L. II (metros 4 y 5) y del L. V (prosa 3). e) Cicerón. Sobre todo por el "Sueño de Escipión", cuya influencia se advierte a través de toda la prosa 7 del L.11, y en el metro l del L. IV. El De oficiis por el recuerdo de los suplicios de Régulo (L. II, prosa 6). Por las Tusculanas, al hablar del tamaño comparativo de la Tierra y del Cielo; por el De divinatione en la prosa 4 del L. V. Y, en fin, de Cicerón se acuerda Boecio cuando se refiere al exilio (L. 1, prosa 5). f) Ovidio. Con las Tristes (L. 1, metro 1 y L. IV, metro 3); con los Fastos en el lugar común que Boecio recoge en el metro 2 del L. II. Con las Metamorfosis en el metro 5 del L. II y en el metro 3 del L. IV. g) Homero. En diversas expresiones e ideas de la Ilíada, que aparecen más o menos claramente en los Libros 1 (prosa 4), II (prosa 2 con el ejemplo de los toneles), IV (prosa 6) y V (prosa 2). h) Plutarco. En la prosa 2 del libro II ("...ius est man nunc strato aequore blandiri, nunc procellis ac fluctibus inhorrescere") y en la prosa 7 del mismo libro al re producir la anécdota del sabio y su silencio. i) Juvenal. En el L. II, prosa 5 y en el L. III, metro 6. Además, se pueden advertir algunas huellas de Eurípides, Tibulo, Claudiano y Catulo. 9 Cf. Rand, B. the Scholastic, en Founders of the Middle Ages. Cambridge, 1928. Librodot La consolación de la filosofía Boecio situación ante su muerte próxima. En los dos primeros libros su inquietud se disipa progresivamente, el pensamiento se hace dueño de sí mismo en el tercero, y en los dos últimos la solución que da a aquellos grandes problemas de la razón que se alzaban ante él, le dan la paz definitiva 10 .