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Espacio, memoria y arte: el caso de dos facultades de la UNLP

2011

ESPACIO, MEMORIA Y ARTE: EL CASO DE DOS FACULTADES DE LA U.N.L.P. Verónica Capasso1 U.N.L.P. Melina Jean Jean 2 U.N.L.P. Introducción. En este trabajo nos proponemos analizar lugares de memoria de la ciudad de La Plata, los cuales construyen sentidos de representación del pasado reciente del 3 país vinculado al terrorismo de Estado. Como sostiene Pollak (1989: 3-15) , estos lugares de referencia pueden entenderse como indicadores empíricos de la memoria colectiva de un determinado grupo, una memoria que al definir aquello que es común a un grupo y lo que lo diferencia de los demás, fundamenta y refuerza los sentimientos de pertenencia y las fronteras socioculturales. Además, los lugares de la memoria, formas características de las sociedades modernas, son la manera en que el recuerdo se expresa a través de lugares determinados a partir de la agencia de un grupo cultural que transmite a otras generaciones una memoria colectiva y social. Esta noción de agencia en las relaciones entre pasado y presente, alude a procesos de construcción de sentido acerca de ese pasado, en un proceso que es selectivo. Así, el pasado reciente se construye teniendo en cuenta qué se valora desde el colectivo social, quién recuerda, qué se recuerda y de qué modo se recuerda. No hay entonces un pasado, sino múltiples pasados, siendo el pasado un lugar de conflicto y disputa. En este sentido, existe la dificultad en cómo se representa la memoria, quién dice, qué memorias son representadas, cuáles memorias entran en conflicto, cómo podemos traducir una experiencia de ese tipo. Es importante ver cómo los lugares de memoria no son lugares invisibles sino que son el ancla de esos hechos, pudiendo funcionar como huellas, marcas o memoriales. A su vez, como sostiene Achugar (2003:192), debemos pensar al monumento como signo que intenta vincular pasado y futuro, 1 verit o_capasso@hotm ail.com melinajeanjean@hotm ail.com 3 Est a t raducción es de uso interno de curso de posgrado en Ant ropología de la M em oria y la Identidad. M aest ría en Hist oria y M em oria de la UNLP. Traducción de Renat a Oliveira. 2 www.jornadashumha.com.ar /// [email protected] 1 como objetivación de la memoria. Sin embargo, estas formas de representación a veces funcionan y otras veces no y no existe una sola forma de representación de la memoria sino varias. En este trabajo entonces seleccionamos distintas formas de representar ese pasado en el ámbito académico, es decir, elegimos dos casos en distintas facultades de la ciudad, que aluden al terrorismo de Estado de forma diferente. Las unidades académicas son: 1. La Facultad de Arquitectura 2. La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación Sostenemos que no hay conmemoración sin marcas materiales que perduren en el tiempo. Estas marcas sirven de referencias para las generaciones posteriores y también a públicos no familiarizados con el tema. Son la evocación inmediata de un hecho, de que en algún momento se homenajeó a los allí nombrados, se los recordó. A su vez, est os lugares podrán constituirse en sitios de potenciales repeticiones del rito de conmemoración, si es que éste se instituye exitosamente. Los dos casos hacen alusión al mismo hecho (la desaparición de personas durante la dictadura) pero circunscrito a los alumnos, docentes y no docentes de cada facultad en particular. Siguiendo a Jelin y Langland (2003: 2), se marcan los espacios donde ocurrió la violencia estatal en la dictadura y se construyen memoriales y monumentos que recuerdan y homenajean a sus víctimas. Aquí pueden verse las luchas por las memorias y sentidos sociales del pasado reciente. Puede ser un edificio, una placa, un memorial o un monumento. Pero la representación del horror y del trauma no es fácil, ¿cómo representar lo indecible, lo que ya no está? ¿Cómo representar a los desaparecidos? En el caso de la Facultad de Arquitectura y la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, las producciones se sitúan entre los años 1994-2008. Es necesario recalcar lo central que resulta la elección del lugar para los actos, pues de ello también depende la legitimación. Las facultades de la UNLP fueron uno de los lugares más importantes para los actos que se desarrollaron a partir de 1994, lugares de celebración, conmemoración y recuerdo de aquellos que en muchos casos comenzaron su carrera de militancia dentro de estas instituciones. En esto podemos ver también como comenzó a existir una necesidad y un lugar de celebración que sobrepase las fronteras familiares pero a su vez, que se circunscriba a un espacio de pertenencia. Las fechas son importantes para tener en cuenta en cada uno de los casos. En estas dos facultades, el contexto de realización se sitúa frente al grado de impunidad de la justicia, teniendo en cuenta www.jornadashumha.com.ar /// [email protected] 2 las leyes de Obediencia Debida (1987) y Punto Final (1990) y el indulto firmado por M enem, por lo que comenzaron a activarse diversos mecanismos para reavivar la memoria sobre los hechos ocurridos por el terrorismo de Estado. A esto se suma las confesiones de algunos militares implicados en la desaparición de personas y la conformación de HIJOS que le da impulso a estos temas. Por lo tanto, muchos de los lugares de memoria de esta época surgen en oposición al silencio del Estado argentino en relación a los muertos durante la última dictadura militar, conmemorando, glorificando y denunciando en un mismo acto. A esto se le suma que ya se cumplían los 20 años del golpe militar. Todas estas cuestiones reactualizaron el tema de los desaparecidos en la opinión pública y generaron una proliferación de diferentes modos para recordarlos. A esto hay que agregarle también que, a mediados de los ´90, se habla sólo de la condición de desaparecido pero no se habla de la militancia y de la dimensión política de aquellas personas. Esta condición es lo que marca Huyssen (2004: 4) cuando sostiene que cualquier narrativa es selectiva e implica necesariamente un cierto grado de olvido, en este caso para que se pudiera generar un consenso nacional sobre los hechos perpetrados por la dictadura de 1976. A su vez, en este momento se puede ver, tal como sostiene Lorenz (2004), cómo ciertas experiencias individuales y privadas se transforman en públicas y colectivas, donde la memoria es un proceso de creación de significados, elemento esencial en la construcción de identidad individual y grupal. A su vez, nos pareció interesante agregar una de las últimas intervenciones que se realizaron en relación a este tema y que alude a la segunda desaparición de Julio López. Aquí, el contexto es radicalmente diferente por lo que la forma de representación cambia. Esta práctica creativa alude por un lado, no sólo a la condición de desaparecido sino también a la condición de militante. Por otro lado, esta intervención no se circunscribe al ámbito interno de la facultad, sino que, ubicándose en una de las paredes exteriores de la Facultad de Humanidades, interpela al conjunto de la sociedad. En las facultades de La Plata hay entonces una variedad de formas de recuerdo que hacen alusión a nombres, fotos y/ o frases, para hablar de los desaparecidos. De esta forma, analizaremos cada representación del pasado reciente en particular, para luego establecer contrapuntos entre los casos seleccionados. www.jornadashumha.com.ar /// [email protected] 3 1. Espacio de la Memoria emplazado en la Facultad de Arquitectura de la UNLP. En el caso de la Facultad de Arquitectura, estamos ante un memorial y un espacio a la memoria, donde el hecho que aquí se conmemora sucedió en este mismo lugar. El objetivo principal es que se ejerza memoria sobre el hecho o evento particular a recordar. Los memoriales pueden ser distintos unos de otros: algunos pueden ser pequeñas y simples esculturas, mientras otros pueden ocupar gigantescas construcciones para que cualquier persona que pase por el lugar lo note. El espacio de la M emoria que encontramos emplazado en el patio de la Facultad de Arquitectura rompe con los parámetros de aquellos lugares que recuerdan a los desaparecidos. Es interesante la forma peculiar en que se eligió homenajear y recordar a los estudiantes asesinados por la Triple A y a los desaparecidos durante la última dictadura militar. En este caso, no hay fot os, ni placas de mármol (como sí hay en otras facultades) pero hay nombres y una pequeña descripción que es anterior a la construcción que dice sobre una placa de mármol: En el 20 aniversario del asesinat o de Carlos de La Riva " Fabiolo" nos com promet em os a levant ar en est e sitio, el proyect o seleccionado en el concurso ... Recuerdo, M em oria y Com promiso ... en homenaje a t odos los com pañeros asesinados por la Triple A , desaparecidos por la dict adura m ilit ar y fallecidos en el exilio. Red ex alum nos F.A.U. 3-11-1994. Este proyecto fue resultado de un concurso al que convocaron los mismos arquitectos, algunos de ellos, docentes de la Facultad donde M adres de Plaza de M ayo fueron parte del jurado. Este espacio de la M emoria entonces es un espacio en forma de un espiral 4 que parte de los nombres de aquellos que fueron muertos por la triple A, característica diferenciada por ser los únicos nombres que tienen a su lado la fecha. Esto traza la línea entre aquellos que fueron muertos y aquellos que fueron desaparecidos, los cuales son evocados solamente por el nombre y apellido. En el centro del espiral hoy nace un árbol, un tilo. El espiral es de aproximadamente 10 metros de diámetro, comenzando al ras del suelo, finalizando a 1,80 metros (bajo nivel). El camino que genera el espiral está hecho en cerámica ladrillo, entrecortado en intervalos por “ cintas” de granito negro, en las cuales están 4 Ver anexo. www.jornadashumha.com.ar /// [email protected] 4 grabados los nombres de los estudiantes desaparecidos. Cada círculo del espiral genera un desnivel y en el centro, sobre la tierra, se decidió plantar un árbol, en este caso un tilo, signo de la identidad platense y símbolo también de la vida y del renacer. Este espacio para la M emoria también puede pensarse como un espacio de socialización, donde los alumnos se sientan y conversan y realizan asambleas y a su vez, el recorrido en espiral, puede invitar a recorrerlo, casi como un juego. En este sentido, podemos decir que este espacio no se constituye como algo estático, sino como lugar de creación. En así entonces, que no hablamos de un monumento para observar sino de un lugar integrado al espacio de la facultad para ser usado. A su vez, este espacio, al referir a los muertos y a los desaparecidos, plantea interrogantes, sobre todo porque los nombres que identifican a los desaparecidos no poseen fechas y también por la categoría utilizada “ desaparecido” , diferenciándolo de quien ha muerto. En el caso de los desaparecidos casi no se habla de muertos, ya que la categoría desaparecido permite recordar y denunciar en el mismo acto. Siguiendo a Jelin y Langland (2003: 3), cuando en un sitio acontecen eventos importantes, lo que antes era un mero “ espacio” físico o geográfico se transforma en un “ lugar” con significados particulares, cargado de sentido y sentimientos para los sujetos que lo vivieron. A su vez, se apela a lo empático y sentimental, donde el sentido es producto de la agencia y voluntad humana. Son lugares significativos para una colectividad, con valor simbólico y político que se expresa en rituales colectivos de conmemoración. Los procesos sociales involucrados en “ marcar” espacios implican siempre la presencia de “ emprendedores de memoria” , sujetos activos en el presente que ligan en su accionar el pasado (rendir homenaje a víctimas) y el futuro (trasmitir mensajes a las nuevas generaciones). En el caso de la Facultad de Arquitectura, es claramente visible lo anteriormente dicho: la apropiación del espacio por los estudiantes, el uso cotidiano del mismo y el homenaje que se rinde todos los años en ese lugar a los desaparecidos de la facultad, hace que la memoria se mantenga viva y que el lugar no quede en el olvido. Por estas razones consideramos que este lugar funciona positivamente, siendo “ vehículo de memoria” . 2. La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y la placa de mármol. www.jornadashumha.com.ar /// [email protected] 5 En el caso de La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, estamos ante una placa alusiva a las víctimas del terrorismo de Estado que han tenido relación con esta unidad académica. Hacia el año 1995 se decide realizar un homenaje en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación a partir de la realización de una placa en 5 mármol con la lista de 141 nombres de los estudiantes, docentes y no docentes desaparecidos de esa unidad académica, dejando a su vez, espacios en blanco para poder ir agregando nombres. La placa dice: Aunque los hayan secuest rado, asesinado, t ort urado, “ desaparecido” , escondido sus cuerpos en un pact o de crim en, hipocresía y silencio, sus nom bres, sus rost ros, su com prom iso generoso y solidario est arán cada día m ás vivos en est a facult ad que fuera su lugar de est udio o de t rabajo, donde aún rondan sus sueños y donde no se olvida su ent ereza, la just icia de su lucha, su lealt ad con los amigos. Tant a dignidad que honró su vida. Esta placa, ubicada en el primer piso de la Facultad, es poco visible, ante la inmensa cantidad de carteles que encontramos pegados en las paredes. Pero su característica más negativa es el hecho de que se halle “ inmóvil” , siendo un objeto más del paisaje, pasando así desapercibida. En este sentido, vemos que el uso de la placa para rememorar a los desaparecidos, en este caso no funciona pues tiende a invisibilizarse entre los alumnos que circulan por allí, perdiendo así la función memorial. 3. La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y el mural de López. 6 Esta segunda intervención que analizamos en esta facultad, es un mural , realizado en el 2008 y actualizado en el 2010. La intervención del 2008 conmemora los dos años de la desaparición de Jorge Julio López. Obrero de la construcción perseguido por la última dictadura militar de 1976, por la cual sufrió la primera desaparición, y testigo en el juicio contra M iguel Osvaldo Etchecolatz por crímenes de genocidio cometidos durante dicha dictadura, se encuentra desaparecido desde el 18 de Septiembre de 2006, día en que concurriría a presenciar los alegatos. El mural fue realizado el 18 de septiembre del 2008 por Surcos, Praxis y el colectivo Situaciones aunque esta intervención no quedó cerrada dentro del circuito de los artistas activistas ya que cualquier persona 5 6 Ver anexo. Ver anexo. www.jornadashumha.com.ar /// [email protected] 6 interesada podía participar en su construcción. La intervención consta de una gigantografía de López, donde su figura aparece recortada en color blanco y negro, como si fuese una gran xilografía. M irando hacia el frente, López está representado con su significativa boina, con su brazo derecho en alza y el puño de la mano cerrado, acción que hace referencia a la lucha y la resistencia. Esta postura es una clara decisión de representarlo como un paradigma dentro de la lucha por la justicia y la verdad, ya que López, como tantos otros, fue una persona que hasta su segunda desaparición buscó el esclarecimiento de los hechos brutales cometidos durante la dictadura del 76 y un luchador por mantener viva esa memoria. Por otro lado, acompañando la gigantografía, hay una frase ubicada en la pared de la escalera que sube hasta el segundo piso que dice: "2 años sin López", "A qué te podés acostumbrar?". Esto es una clara referencia a no olvidar, un llamado a la memoria, en este caso de la desaparición, en plena democracia, de un testigo clave para los juicios por la verdad y justicia. Este mural ubicado sobre la pared, en el frente de la Facultad, en la esquina de 7 y 48, es ampliamente visible por todos los que transitan por allí. Debido a sus grandes dimensiones y su emplazamiento estratégico en la esquina, la imagen de López y la frase no escapan a la mirada de nadie. Desde este punto, podemos decir que, positivamente, esta intervención del espacio universitario no se ancla precisamente en éste ámbito sino que forma parte de un proceso de socialización del espacio donde todos pueden participar, en el sentido de que cualquier persona puede observar el mural y darse lugar a la reflexión de un hecho que nos involucra a todos y que forma parte de nuestra memoria colectiva. Por último, cabe mencionar que recientemente el mural fue intervenido nuevamente para colocar en la frase "4 años sin López" lo cual demuestra y refuerza el sentido activo que se le da a esta intervención y por lo tanto a este lugar de memoria. Conclusión. La ciudad es un espacio dinámico que no puede preservar todo. Existen entonces determinadas cuestiones que deben preservarse y de las cuales la comunidad debe encargarse. Además debe sumarse la necesidad de reconocimiento y legitimación de los medios de comunicación y el Estado. De entre los monumentos, monumentos históricos, memoriales, marcas, huellas, intervenciones artísticas, sitios o lugares de memoria emplazados en la ciudad de La Plata que construyen sentidos de representación del pasado reciente www.jornadashumha.com.ar /// [email protected] 7 del país vinculado al terrorismo de Estado, los aquí seleccionados, correspondientes a dos facultades de la UNLP, nos permiten ver cómo se ha representado ese pasado de diferente manera. Estas divergencias nos muestran las dificultades que existen en cómo se representa la memoria, desde qué discurso nos posicionamos, qué memorias son representadas, cómo podemos traducir una experiencia tan trágica en algo materializado. M ás allá de estas cuestiones es importante ver cómo los lugares de memoria, siendo huellas, marcas o memoriales, son lugares donde se anclan esos hechos resignificándose el espacio intervenido. Estas formas de representación a veces funcionan y otras veces no y no existe una sola forma de representación de la memoria sino varias. Pese a esto, es necesario mantener la memoria viva y los monumentos vivos. Para ello es necesario que exista una relación con la historia y con grupos que sostengan la memoria, y muchas veces esto se encauza mejor por medio del arte. En el caso de los desaparecidos, casi no se habla de muertos, ya que la categoría desaparecido permite recordar y denunciar en el mismo acto. Por un lado esta forma de monumentos revela cómo las memorias colectivas pueden organizarse o excluirse a partir de los hechos que se registran y de las emociones colectivas que se expresan. Por otro, lo que podemos ver es cuán diferentes pueden ser estas formas. M ientras en la Facultad de Arquitectura se apela a una manera más dinámica haciendo que la memoria se mantenga viva, transformando ese “ espacio” en “ lugar” y recreando año tras año el rito de la conmemoración, la placa que encontramos en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación nos lleva a pensar en un pasado estático, petrificado en la piedra, la cual a su vez nos hace acordar a una lápida de cementerio. Sin embargo, en la misma Facultad, el mural de Jorge Julio López se presenta, al contrario, tanto por el significado de lo que rememora como por su estratégico punto de emplazamiento, como un espacio sociabilizado siendo capaz de captar las miradas de todas aquellas personas, pertenecientes o no al ámbito académico, que transiten por ese lugar de la ciudad. En el contraste entre estas tres formas diferenciadas de representar el pasado reciente podemos ver cuál resulta más pertinente y eficaz en la construcción del sentido buscado. El caso de la placa de mármol es un modo claramente negativo de representar el pasado reciente pues queda invisibilizado en el espacio de la facultad, perdido entre la inmensidad de carteles que inundan las paredes, generando así, como sostiene Choay (2007: 14), la pérdida progresiva www.jornadashumha.com.ar /// [email protected] 8 de la función memorial, sirviendo tal vez de referencia para personas de la misma generación pero no para las nuevas generaciones, que en definitiva son las que tienen que continuar manteniendo viva la memoria. En este sentido, el autor nos dice que el olvido, el desinterés, la obsolescencia lleva a abandonar y a olvidar muchos monumentos. Como situación totalmente opuesta, la espiral de la Facultad de Arquitectura apuesta a mantener viva la memoria desde otro lado, si se quiere metafórico, donde la idea de plantar un árbol en el medio supone también una referencia a la vida. En este caso, la disposición del monumento necesariamente llama la atención a quien circule por el patio, el desnivel del espiral constituye en sí mismo un llamado de atención, a la vez que permite que las personas se puedan sentar, se reúnan, se apropien del lugar. Y en el caso del mural, como ya dijimos, desde el ámbito académico, con esta efectiva intervención plástica en alusión a la desaparición de López, y particularmente con la pregunta "4 años sin López", "A qué te podés acostumbrar?", se procura la participación de toda la sociedad en búsqueda de la reflexión y por mantener viva nuestra memoria colectiva. En conclusión, hay memoriales demasiado estáticos, lo que provocará que sus visitantes sean observadores pasivos en vez de participantes activos. En el otro extremo, si los memoriales son demasiado abstractos, los visitantes no podrán decodificar su significado. Además los memoriales pueden resultar demasiado ajenos a los actores locales, y en consecuencia, fracasar en su participación de iniciativas de justicia. Por ello, Jelin y Langland sugieren que la cuestión estética actual, se resuelve mediante la incorporación “ en el diseño de la marca territorial esa misma posibilidad de reinvención de sentido y la ambigüedad que invita al 7 trabajo activo de la memoria y la sensibilidad de quien se acerca a ella” . Anexo 7 Jelin, E. y Langland, V. 2003. “ Introducción: las m arceas territ oriales com o nexo entre pasado y present e” . En: Jelin, E. y Langland, V. (com ps.) M onumentos, memoriales y marcas t erritoriales. España. Siglo XXI. 2-16. Pág. 10. www.jornadashumha.com.ar /// [email protected] 9 Espiral, Facult ad de Arquit ect ura Placa de mármol, Facult ad de Humanidades y Ciencias de la Educación. www.jornadashumha.com.ar /// [email protected] 10 Gigant ografía, Facult ad de Humanidades y Ciencias de la Educación. www.jornadashumha.com.ar /// [email protected] 11 BIBLIOGRAFÍA ACHUGAR, H., “ El lugar de la memoria, a propósito de monumentos (M otivos y paréntesis)” . En: JELIN, E. y LANGLAND, V. (comps.) M onument os, memoriales y marcas t errit oriales. España. Siglo XXI. 2003. Pp. 191-216. CHOAY, Francoise. Alegoría del pat rimonio. Barcelona. Gustavo Gilli. 2007. Pp. 724. HUYSSEN, A., “ Resistencia a la M emoria: los usos y abusos del olvido público” . Porto Alegre. XXVII Congreso Brasileiro de Ciencias da Comunicacao 30 de agosto al 3 de septiembre de 2004. INTERCOM (Sosiedad Brasileira de Estudios Interdisciplinares da Comunicacao). JELIN, E. y LANGLAND, V. “ Introducción: las marceas t erritoriales como nexo entre pasado y presente” . En: JELIN, E. y LANGLAND, V. (comps.) M onument os, memoriales y marcas t errit oriales. España. Siglo XXI. 2003. Pp. 2-16. LORENZ, Federico G. “ La memoria de los historiadores” . En: Lucha armada en la Argent ina. Año 1, nº 1, noviembre 2004. Buenos Aires. POLLOCK, M . “ M emoria, olvido y silencio” . Texto publicado originalmente en portugués en la Revist a Est udos Hist óricos. Río de Janeiro, Vol. 2, nº 3. 1989. Pp 3-15. Esta traducción es de uso interno de curso de posgrado en Antropología de la M emoria y la Identidad. M aestría en Historia y M emoria de la UNLP. Traducción de Renata Oliveira. www.jornadashumha.com.ar /// [email protected] 12