LA LEYENDA DE LA
DONCELLA CARCAYONA
Estudio y edición crítica
Pino Valero Cuadra
PUBLICACIONES
Universidad de Alicante
© Pino Valero Cuadra
© de la presente edición
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Campus de San Vicente s/n
03690 San Vicente del Raspeig
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Espagrafic
Índice
Portada
Créditos
Agradecimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
I.1. Los manuscritos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
a) Características físicas y filiación de los
manuscritos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
b) Contenido de la leyenda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la
literatura aljamiado-morisca . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
a) Origen, desarrollo y características generales
de la literatura aljamiado-morisca . . . . . . . . . . . . . . 48
b) El valor literario de la literatura aljamiado-morisca . 72
c) Caracterización la leyenda de la doncella
Carcayona dentro del corpus de la literatura
aljamiado-morisca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona 92
a) El género del exemplum en el contexto de la
literatura medieval española . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
Índice
b) El género didáctico del exemplum árabe o
ma†al y el ™adø†. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
c) El género didáctico y el exemplum en la
literatura aljamiado-morisca . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
d) La leyenda de la doncella Carcayona vista
como exemplum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
I.4. El contenido religioso de la leyenda de
Carcayona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
a) Los elementos religiosos de la leyenda de
Carcayona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
b) Valoración del contenido religioso de la leyenda
de Carcayona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 241
I.5. La materia cuentística de la leyenda de
Carcayona: el cuento de «La doncella sin manos» . . 251
a) Variantes textuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 261
b) Relación textual entre las versiones del cuento
y las moriscas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 328
I.6. El mito de la ciudad-mujer . . . . . . . . . . . . . . . . . . 352
a) La ciudad de Carcassone como símbolo de la
resistencia religiosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 357
Índice
b) La fundación de la ciudad santa de Jerusalén:
el mito de la ciudad-novia bíblica . . . . . . . . . . . . . 363
c) La mujer como fundadora de una ciudad:
el mito de Dido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 368
I.7. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 373
Notas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 379
II.1. Criterios de edición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 437
II.2. Edición crítica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 449
II.3. Glosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 497
1) Nombres propios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 500
2) Fórmulas y vocablos árabes . . . . . . . . . . . . . . . . 505
3) Arabismos y calcos del árabe . . . . . . . . . . . . . . . 508
4) Arcaísmos castellanos y aragonesismos . . . . . . . 513
II.4. Apéndice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 520
Manuscrito BNM 9067 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 521
Índice onomástico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 531
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 543
Notas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 564
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Agradecimiento
E
l presente volumen constituye una versión reducida,
en la que se ha eliminado casi todo el material documental que formaba parte de los apéndices, de la tesis
doctoral titulada Estudio y edición crítica de la leyenda morisca de «La doncella Carcayona». Este trabajo fue realizado
bajo la dirección de la Dra. María Jesús Rubiera Mata, catedrática de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de
Alicante, y fue defendido en la Universidad de Alicante en
noviembre de 1996.
Por eso, no quisiera comenzar las líneas introductorias de este
trabajo sin dejar antes constancia de mi agradecimiento por
todo el apoyo, impulso y ayuda, tan necesarios para conseguir
llevar a buen puerto un trabajo de esta naturaleza, que me
brindaron algunas personas cercanas a mí.
ÍNDICE
6
Agradecimiento
Así, y en primer lugar, mi más afectuosos agradecimiento y
admiración a la Dra. María Jesús Rubiera Mata, directora de
este trabajo y que, ya desde mis años de estudiante, guió mis
inicios en la investigación dirigiendo mi Memoria de
Licenciatura, brindándome siempre su generosa ayuda y confiándome interesantes proyectos. Ello tiene su reflejo en la
publicación de esta tesis doctoral, que pudo ser llevada a cabo
a pesar de la distancia que separa la Universidad de Alicante
con la de Bielefeld, donde trabajé durante seis años. Por eso,
quisiera agradecerle también al Prof. Dr. André Stoll, catedrático del Departamento de Romanística de dicha Universidad
alemana, el que una vez me acogiera para trabajar allí y por
darme siempre las mayores facilidades y apoyo para poder
seguir realizando mi tesis doctoral bajo la dirección de la Dra.
Rubiera. En este contexto tampoco quiero dejar de mencionar
al Dr. Miguel Ángel Lozano Marco, miembro del
Departamento de Literatura Española de la Universidad de
Alicante, en el que se defendió la tesis doctoral, y al que le
debo tantos estímulos y el primer impulso que me permitió
poder trabajar durante tantos años en Bielefeld.
En segundo lugar, quisiera agradecerle al Dr. Míkel de Epalza
su continuo apoyo durante todos estos años, así como sus amables gestiones para permitirme acceder a un ms. argelino
ÍNDICE
7
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
imprescindible para llevar a cabo este trabajo, y, en general, a
todo el Área de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad
de Alicante, por su permanente ayuda, pero, sobre todo, por
haberme tratado siempre como uno de ellos sin serlo.
Por último, todo mi cariño y agradecimiento para Luis, por su
infinita paciencia y toda su ayuda, así como a mi familia, y a
todos mis amigos y compañeros, españoles y alemanes, por su
apoyo constante.
Alicante, abril de 1998
ÍNDICE
8
Introducción
Introducción
L
a Leyenda de la doncella Carcayona constituye uno
de los relatos más bellos e interesantes de la llamada
literatura aljamiado-morisca, es decir, el corpus de
textos que constituyen el legado cultural de los moriscos, los
últimos musulmanes de España en definición de Míkel de
Epalza, y descendientes de una civilización, la musulmana,
que ocupó el territorio peninsular durante casi ocho siglos y
trajo a nuestras tierras un desarrollo cultural hasta entonces
desconocido.
Durante la Reconquista la civilización musulmana permaneció
en suelo hispánico conservando su lengua y religión y aprendiendo nuevas costumbres en la llamada época mudéjar, es
decir, la época en la que al musulmán que vivía en territorio
cristiano se le permitía conservar su lengua y cultura. Pero,
algunos años después de haber terminado ésta, y tras haber
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9
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
sido expulsados los sefardíes de lo que ya era una España unificada como estado moderno, los supervivientes musulmanes
de la contienda fueron obligados a convertirse a la religión de
sus enemigos. Sin embargo, ni esta medida ni los edictos destinados –sobre todo tras la rebelión de los moriscos granadinos
que conducirá a la Guerra de las Alpujarras– a su dispersión
por otros lugares del territorio español, pudieron evitar el desarrollo entre ellos de mecanismos destinados a preservar una
identidad cultural que pretendía ser aniquilada.
De esta forma, aquellos supervivientes de la floreciente civilización musulmana, los que más tarde fueron denominados
moriscos, conservaron secretamente un conjunto de textos con
los que pretendían expresar su deseo de hacer sobrevivir dicha
identidad cultual y religiosa. La peculiaridad de ese corpus de
textos consiste en haber sido escritos, en su mayor parte, en
aljamiado, es decir, en una lengua extranjera, en este caso castellano, pero con la grafía árabe, y siguiendo un sistema prefijado de transliteración que hace suponer la existencia de
escuelas o grupos dedicados a dicha actividad. La motivación
exacta que llevó a los moriscos a desarrollar este tipo de producción textual, ya conocida en el ámbito árabe pero que no
había dado lugar a una manifestación cultural de tanta relevancia como la literatura aljamiada, todavía no ha sido definiÍNDICE
10
Introducción
tivamente establecida por la crítica, pudiendo haber jugado un
papel importante tanto la necesidad de hacer inaccesibles los
textos a los cristianos, como cuestiones de tipo técnico aún sin
aclarar seguramente relacionadas con la actividad puramente
traductora en la que debieron de gestarse muchos de estos textos.
Lo que sí es casi seguro es que dicha actividad comenzó ya en
época mudéjar, es decir, en los siglos XIV y XV, y se desarrolló y extendió mediante una intensa actividad de copia de diferentes tipos de textos desde el segundo cuarto del siglo XVI,
cuando se produjeron los edictos de conversión forzosa, y
hasta el momento de su expulsión en 1609-14. Los manuscritos permanecieron desde entonces escondidos entre los muros
de varias casas de Aragón y Navarra hasta que fueron encontrados a finales de siglo XIX, habiendo recibiendo de la crítica una atención irregular tras el entusiasmo inicial que produjo su descubrimiento, entusiasmo que se ha revitalizado en los
últimos años a partir del nuevo impulso que se le dio a los
estudios moriscos desde los años 70 de este siglo. La localización de los manuscritos encontrados permite adscribir a las
zonas citadas la mayor parte de la actividad de copia de
manuscritos, lo que ha dejado su impronta en forma de los
numerosos aragonesismos que, junto con los arcaísmos –refleÍNDICE
11
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
jo del proceso de copia de mss. más antiguos– caracterizan a
los textos aljamiados.
Pero, al margen de todos estas cuestiones, aún sin aclarar del
todo por los especialistas, poseemos un corpus de textos a partir de cuyo contenido se puede inferir un claro intento de
supervivencia cultural a través de la traducción, copia y difusión entre los moriscos de dicho corpus. Ese propósito de
supervivencia se demuestra por el simple hecho de que éste se
componga, fundamentalmente, de textos de contenido religioso: traducciones y breviarios coránicos, sermonarios islámicos, relatos sobre personajes bíblicos vistos según la tradición
musulmana, literatura escatológica, relatos sobre la vida de
Mahoma, literatura de viajes destinada a huir de España en
caso de peligro, textos sobre la ley islámica y literatura narrativa, así como textos mágicos y tratados de creencias populares de carácter sobrenatural que parecen haber sido creados
durante la epóca de mayor represión, es decir, en los años previos a la expulsión, en un desesperado intento de defenderse
ante la cada vez más inminente expulsión de territorio español.
En este marco de defensa ante la opresión se pueden inscribir,
asimismo, las actividades de un grupo de moriscos del reino
de Granada, autores de las famosas profecías conocidas como
los libros plúmbeos del Sacromonte, con las que pretendieron
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12
Introducción
hacer creer a las autoridades religiosas cristianas que el Islam
constituía la religión verdadera traída por Jesús a la tierra. Este
enfrentamiento religioso directo se refleja también en los tratados de polémica anticristiana, textos escritos mayormente en
el exilio en el norte de África y ya en caracteres latinos, seguramente por ser ésta la escritura que les permitía ahora destacar la parte hispánica de su identidad tras tantos años de presencia en la Península, lo que se observa asimismo en textos
en los que los moriscos demuestran conocer la literatura española del siglo de Oro tan bien como sus compatriotas españoles.
Así, el relato objeto de nuestro trabajo es una leyenda que se
puede adscribir a la llamada literatura narrativa, es decir, constituiría lo que en la literatura árabe se conoce como ™adøt aunque este término inicialmente se refiriese únicamente a los
relatos y sentencias sobre la vida y dichos del profeta Mahoma
y sus compañeros, pero, al mismo tiempo, también debe ser
considerado como una especie de sermón didáctico medieval
o exemplum, que se correspondería con el género árabe del
matal, vocablo que asimismo evoluciona en su acepción
pasando de significar simplemente 'proverbio' a ser utilizado
para denominar a la literatura de tipo didáctico y ejemplar.
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13
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Por otro lado, la leyenda de la doncella de Carcayona es un
relato ejemplar, pero también un alegato religioso de defensa
del Islam, es decir, un texto de implícita polémica anticristiana, como tantos otros textos aljamiado-moriscos, al presentar
el paraíso e infierno musulmanes como fuente de salvación o
castigo para el musulmán. Al mismo tiempo, el relato parece
tener una relación difícil de establecer con la cuentística popular piadosa cristiana y la literatura legendaria y mitológica
occidental a partir de un cuento popular que constituye el
marco narrativo del texto, entendido éste como exemplum, lo
que hace del relato un fascinante híbrido, lleno de fórmulas
religiosas intraducibles y calcos del árabe cuyo estudio ofrece
multitud de posibilidades de análisis, aunque, desgraciadamente, sea complicado llegar a conclusiones definitivas por la
propia naturaleza del relato y las circunstancias en que fue
redactado y transmitido.
De la leyenda se conservan cinco copias manuscritas, cuatro
de las cuales están escritas según el sistema de transcripción
aljamiado y forman parte de una misma tradición textual, siendo la quinta un producto independiente de ésta, más breve y
escrita en caracteres latinos en el exilio tunecino. De esta
forma, nuestro trabajo se compone de dos partes principales:
por un lado, el estudio del texto, y, de otro, de una edición críÍNDICE
14
Introducción
tica de la leyenda a partir de los cuatro manuscritos que conforman la misma tradición textual.
La primera parte consta, a su vez, de seis capítulos que pretenden analizar cada uno de los aspectos arriba descritos, de
forma que realizaremos, en primer lugar, una descripción física de los manuscritos junto a un resumen del contenido de la
leyenda (CAPÍTULO I). Después llevaremos a cabo un breve
estudio introductorio sobre la literatura aljamiado-morisca que
nos permita justificar su descripción como relato ejemplar y de
defensa del Islam (CAPÍTULO II). A continuación describiremos los mecanismos y elementos que permiten calificar este
texto de exemplum a partir de algunos estudios sobre este
aspecto en otros relatos aljamiados (CAPÍTULO III) así como
los componentes religiosos que contiene el texto, para lo que
nos hemos basado, fundamentalmente, en el Corán, así como
en algunas tradiciones apócrifas musulmanas, todo lo cual
hace de él un texto de defensa del Islam y de polémica anticristiana, aunque influido por el carácter sermonario cristiano
de todo exemplum nacido a la sombra de la literatura didáctica medieval castellana (CAPÍTULO IV). Para finalizar nuestro trabajo intentaremos establecer el tipo de relación de la
leyenda de la doncella Carcayona con un cuento popular que
pertenece al folclore universal, el de La doncella sin manos, el
ÍNDICE
15
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
cual, como ya hemos indicado, constituye el marco narrativo
del texto. Del mismo se conservan diferentes versiones en los
ámbitos tanto románico y anglosajón como árabe, las cuales
ofrecen un maremágnum de textos y tradiciones cuentísticas
diversas difícil de separar y clasificar (CAPÍTULO V). Por
último, al final del trabajo proponemos una serie de hipótesis
sobre el origen de la figura de la propia doncella Carcayona
como pseudoprofetisa, así como de su propio nombre, cuyo
origen no ha podido ser dilucidado todavía (CAPÍTULO VI).
La segunda parte del trabajo la constituye la edición crítica de
la leyenda a partir de cuatro manuscritos distintos, de manera
que hemos tomado como base el que consideramos más antiguo y colocado las variantes que ofrecen los otros tres en un
aparato crítico a pie de página. Para ello seguimos una serie de
CRITERIOS que explicamos antes de la edición y que incluyen la modernización ortográfica del texto, no así en lo que
respecta al léxico. La edición crítica va acompañada, además,
de una GLOSARIO de nombres y vocablos árabes, arabismos,
aragonesismos y arcaísmos que ayuden a una mejor comprensión del texto, así como de un APÉNDICE final integrado por
una reproducción brevemente anotada del quinto manuscrito
de la leyenda que poseemos, la versión breve en caracteres
ÍNDICE
16
Introducción
latinos, que es la única versión de la misma que había sido editada hasta ahora.
Así, con este trabajo proponemos un tipo de análisis de los
textos aljamiado-moriscos, muchos de los cuales están aún sin
estudiar y editar, que permita acercarse a ellos teniendo en
cuenta todos los aspectos lingüísticos, literarios, históricos,
culturales y religiosos que confluyen en ellos para poder dilucidar mejor el papel que jugaron entre la comunidad morisca
como recurso para su supervivencia, pero también como un
capítulo fascinante de la cultura y la literatura hispánicas del
siglo de Oro español.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
I.1. Los manuscritos
a) Características físicas y filiación de los manuscritos
1) Descripción de los manuscritos
T
al y como ya fue descrita por Leonard P. Harvey en
1957 en su pionera tesis doctoral (nota 1), la leyenda
de la doncella Carcayona [o Arcayona, que es el nombre bajo el cual es más conocida entre los investigadores de la
literatura aljamiado-morisca a raíz, sobre todo, de la edición
del texto escrito en caracteres latinos llevada a cabo por A.
Galmés de Fuentes (nota 2)], aparece recogida en seis manuscritos distintos, cinco de los cuales se encuentran en bibliotecas españolas y el sexto en la Biblioteca Nacional de Argelia,
que es el que L.P. Harvey añadió a los ya conocidos:
«[This] ms. in the Bibliothèque Nationale Algiers (...) is
not symply, as Fagnan states, a collection of «contes mis
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18
I.1. Los manuscritos
dans la bouche de Ka'b al-Ahbår», but is one story, an
incomplete version of the legend of the Princess
Arcayona, a story that occurs in no less than five other
aljamiado mss....» (nota 3).
Dichos manuscritos son los siguientes (nota 4):
1.— El manuscrito número 57 de la Biblioteca de la Junta de
Ampliación de Estudios de Madrid (el actual C.S.I.C.) según
el catálogo realizado por J. Ribera y M. Asín, y que corresponde al número 34 de la colección de P. Gil y Gil.
Según recoge A. Vespertino (nota 5) se trata de una colección
de hadices de finales del siglo XVI datada en 1578 por una
última guarda en caracteres latinos que dice: «principióse a
doçe días de la luna chumedi legual, que se contaba a beinte y
uno de abril de 1578» (nota 6).
Siguiendo la descripción que realiza P. Gil del contenido del
manuscrito, el cual forma parte del descubrimiento hecho en
Almonacid de la Sierra, lote comprado por él y que fue descubierto después de la publicación del catálogo de Saavedra, el
ms. contiene, junto a la Historia de la doncella Circasiana
(sic!) (el relato comienza con «Este es el recontamiento de la
donzella Carcaisiona, ficha del rey Nachrab con la paloma,
recontado por Alí ibnu Abenhasan...», según escribe el propio
ÍNDICE
19
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
P. Gil), otros relatos, como el Alhadiz del dia del Chudicio.
Según este investigador, es un tomo en folio mayor, mediana
conservación, sin tapas, con 173 hojas útiles de papel grueso
de hilo (nota 7).
En el manuscrito de la Junta se añaden a los ya mencionados
otros relatos, como el Capítulo de Boluquiya y lo que fue de
xu fecho. Entre las características del ms., tal y como aparece
en el catálogo de la Junta, se encuentran: que está escrito en
hilo fuerte en letra magrebí clara con tinta negra y roja para las
vocales, como es frecuente en muchos mss. aljamiados. Posee
172 folios y uno de guardas con anotaciones en caracteres latinos como la indicada con la fecha de finalización. Está cosido,
sin tapas y la mitad inferior ha sido atacada por la humedad,
de manera que en algunos folios apenas si es legible el ms. en
algunos pasajes, donde ha desaparecido parte de lo escrito. Su
procedencia es, como ya hemos indicado, el lote descubierto
en Almonacid de la Sierra, y está escrito según el sistema
aljamiado (nota 8).
El relato de Carcayona ocupa los folios 32r al 53v y lo llamaremos manuscrito A en nuestras referencias posteriores al
manuscrito.
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20
I.1. Los manuscritos
2.— El manuscrito número 5313 de la Biblioteca Nacional de
Madrid, que corresponde al número 15 del catálogo de
Saavedra y al 47 de la colección de Guillén Robles.
Según A. Vespertino se trata de un texto misceláneo escrito
con letra magrebí del siglo XVI y de posible procedencia aragonesa por los numerosos aragonesismos que presenta el texto
(nota 9).
En el catálogo de Saavedra se dice que se trata de un códice en
4°, de 251 hojas, buen papel y escritura esmerada, y el
Recontamiento de la doncella Carcayona, hija del rey
Nachrab, con la paloma, aparece entre textos religiosos como
un Alcorán abreviado y varios hadices y recontamientos. El
último relato está sin concluir (nota 10).
F. Guillén Robles, autor de la edición de este manuscrito
(nota 11), no aporta ninguna descripción del mismo.
Según nuestras propias observaciones, el ms. está escrito en
tinta negra con la vocalización en rojo, como en el anterior. Se
encuentra en muy buen estado y es perfectamente legible, aunque aparece manchado en algunas páginas.
El cuento de Carcayona ocupa los folios 135r al 182v y lo
denominaremos manuscrito B.
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21
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
3.— El manuscrito número 3 de la Biblioteca de la Junta,
correspondiente al número 2 de la colección de Gil.
Según A. Vespertino se trata de un texto compuesto por azoras
coránicas y otros relatos, fechado en 1587, aunque también se
ha datado en 1578 a partir de una referencia hecha en el texto
al rey de Portugal y la guerra de Fez, que tuvo lugar en 1578
(nota 12).
Según el catálogo de Gil, se incluyen varios capítulos de derecho, casos varios y cuentos, así como el Cuento de la doncella Arcayona, hija del rey Nachrab. Se trataría de un tomo en
folio, encuadernado en pergamino, bien conservado y compuesto de 243 hojas de papel grueso de hilo. Lleva dibujada en
la primera página una elegante cabecera (nota 13).
Según el catálogo de la Junta, se trata de un códice misceláneo
con azoras coránicas, narraciones de carácter profano y cuestiones de jurisprudencia y moral. Además, está escrito en hilo
grueso con letra magrebí del siglo XVI, clara, en tinta negra y
con epígrafes rojos y amarillos. Contiene 235 folios de texto y
uno de guardas. Se trata de un pergamino con las tapas deterioradas por el fuego. Está bien conservado y procede, como
el primero, del lote encontrado en Almonacid de la Sierra. Los
textos están en árabe o en aljamiado y habría sido escrita por
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22
I.1. Los manuscritos
Mohammad Escribano, lo que se deduce del tipo de letra
(nota 14).
Este ms. fue editado parcialmente por R. Kontzi (nota 15),
pero dicha edición no incluye la Leyenda de la doncella
Arcayona, el nombre que la doncella recibe en la versión de
este manuscrito.
Según nuestras observaciones, el ms. está efectivamente bien
conservado, pero la letra presenta ciertas dificultades para su
lectura. El relato de Arcayona ocupa en él los folios 75r al 86v
y está incompleto al final, pues le faltan, al menos, las últimas
diez páginas. Lo llamaremos manuscrito C.
4.— El manuscrito número 1944 de la Biblioteca Nacional de
Argel, que, como hemos indicado más arriba, es el que L.P.
Harvey añadió en 1957 a los otros cinco, ya conocidos hasta
ese momento.
Está bien conservado, aunque presenta algunas manchas en el
texto, está roto, y es absolutamente ilegible hacia el final.
El relato de La doncella Arcayona (como en el ms. anterior,
también aquí recibe la doncella este nombre) es, como también explica L.P. Harvey (nota 16), acéfalo e incompleto el
final, y ocupa los folios 28v al 65r (nota 17). Lo llamaremos
ms. D.
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23
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
5.— El manuscrito V.4 de la Biblioteca de la Real Academia
de la Historia, que corresponde al número 97 del catálogo de
Saavedra.
A. Vespertino informa que contiene la leyenda de La doncella
Carcayona, y consta de una sola hoja sin fechar (nota 18). No
nos ha sido posible acceder a él, pero no lo consideramos tan
importante en nuestro estudio al tratarse únicamente de un
folio y, por eso, no le damos ninguna denominación, puesto
que no tiene ninguna relevancia en nuestro trabajo.
6.— El manuscrito 9067 de la Biblioteca Nacional de Madrid,
que se corresponde con el número 9 de Saavedra.
Según A. Vespertino, se trataría de un texto misceláneo, escrito en caracteres latinos con letra del siglo XVII y, seguramente, en Túnez (nota 19).
Según Saavedra (nota 20), se trata de un códice en 8º, encuardenado en pergamino y con adornos moriscos de tinta común.
Contiene, junto a la Historia abreviada de la doncella
Arcayona, hija del rey Aljafre (que ocupa los folios 125v135r), diversas historias religiosas, invocaciones, azoras,
remedios y romances, entre ellos el Romanze hecho por Juan
Alonso aragonés a la relijión yspana. El título de la guarda es
«Diversas historias y apología contra la religión cristiana y el
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24
I.1. Los manuscritos
romance de Juan Alonso Aragonés», en clara referencia al
romance citado y al que se supone es el autor del manuscrito,
que no sabemos de quién pudiera tratarse. E. Saavedra piensa
asimismo que pudo escribirse en Túnez «porque de una medida que cita pone la equivalencia tunecina» (nota 21). También
L. Cardaillac adscribe el manuscrito a un autor exilado en
Túnez (nota 22).
De la misma opinión es A. Galmés de Fuentes, cuyas conclusiones respecto a este ms. resuminos aquí, por ser el autor del
único estudio de esta versión a partir de una edición de este
manuscrito (nota 23).
Según este investigador, la letra del ms. es, sin duda, del siglo
XVII, y su autor un «morisco anónimo expulsado en 1609 y
que escribe su obra fuera de la patria». Su nueva patria es,
seguramente, Túnez, pero era originario, una vez descartado
Aragón por la falta de aragonesismos, de Andalucía, para lo
que se basaría en la confusión que presenta el texto entre ç y z
con valor de s. Ello eliminaría Castilla como posible patria de
origen del morisco, aunque no Valencia, pero, en este caso,
sería extraña la ausencia de catalanismos en el texto. Como
sigue explicando A. Galmés de Fuentes, sólo si el çe-ceceo
fuera un morisquismo podría considerarse Castilla como su
lugar de origen. Nosotros consideramos que, efectivamente, la
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25
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
mencionada confusión entre ç y z podría ser, efectivamente, un
morisquismo, lo que se podría demostrar por el hecho de que
los mss. que contienen la Leyenda de la doncella Carcayona,
plagados de aragonesismos, también presentan esta confusión
en varias ocasiones, de la misma manera que tampoco el problema de las sibilantes españolas puede transponerse a la pronunciación de los moriscos, afectada, seguramente, por la lengua árabe. Como dice R. Kontzi:
«Es seguro que los textos aljamiados sólo pueden ser
estudiados en conexión con la lengua árabe (...): o los
antecesores de los redactores hablaban árabe o eran
bilingües, de manera que en nuestro textos debemos
comprobar los efectos de un sustrato, o superestrato,
árabe. O bien nos encontramos en presencia de una
inmensa literatura de traducción del árabe al romance...»
(nota 24).
Así, nos ha llamado la atención un fenómeno que sí nos permitiría adscribir al morisco a un lugar de origen concreto:
Castilla. El fenómeno al que nos estamos refiriendo es el del
laísmo, que aparece en el texto en varias ocasiones junto a formas pronominales correctas. Como ejemplos tendríamos las
frases con su boca la zierba la daba la comida (fol. 128r),
ÍNDICE
26
I.1. Los manuscritos
acrezentase en el amor que la tenía (fol. 129v) y y la dio donzellas y criadas (fol. 130v).
También F. Guillén Robles llevó a cabo una edición de este
manuscrito «en letra castellana» en la introducción al tomo I
de sus Leyendas moriscas, donde, como hemos indicado arriba, edita el ms. B (BNM 5313), «por ser como un resumen de
la aljamiada» (nota 25), aunque es poco conocida su existencia.
Nos referiremos a este manuscrito como BNM 9067, puesto
que no va a ser utilizado en la descripción de la filiación de los
manuscritos utilizados para el trabajo de edición crítica del
relato de Carcayona por pertenecer a otra tradición textual distinta.
2) Filiación de los manuscritos
En este apartado pretendemos analizar las relaciones que presentan entre sí cada uno de los mss. con el fin, principalmente, de establecer una filiación entre ellos, filiación que es la
que nos ha permitido elegir uno de ellos como base para la edición crítica de la leyenda de Carcayona que presentamos en la
segunda parte de este trabajo y es la primera que tiene en cuenta todos los mss. que la contienen.
ÍNDICE
27
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
En este sentido es necesario aclarar primeramente que, al margen del ms. V.4 de la Real Academia de la Historia, que no
hemos podido tener en cuenta, los cuatro primeros mss. descritos anteriormente (A, B, C y D) contienen una misma versión de la leyenda, sin título, que inician el relato con la frase
«Este es el recontamiento de la doncella Carcayona, hija del
rey Na¥rab con la paloma...» (con la excepción de D, que es
acéfalo). Por eso, en la filiación de los manuscritos no hemos
tenido en cuenta la versión abreviada publicada por A. Galmés
puesto que parece ser más bien, como ya hemos indicado, una
creación personal independiente, mientras que los demás son
copias de un texto preexistente transmitido a través de la
reproducción manuscrita anónima sucesiva. Sí lo describiremos lingüísticamente en el capítulo dedicado a ello a partir,
naturalmente, de las observaciones hechas por el editor del
texto y de las que hemos anticipado algunas en la descripción
anterior (nota 26).
Así, aunque los mss. A, B, C y D, como hemos explicado arriba, conservan la misma versión extensa de la leyenda, presentan divergencias y fenómenos propios del medio textual en el
que se transmiten, la tradición manuscrita, como es el caso de
los errores comunes, es decir, las variantes que unos manuscritos presentan con respecto a los otros, como repeticiones o
ÍNDICE
28
I.1. Los manuscritos
cambios de orden, y que, cuando se repiten en uno o más de
los testimonios, son un aspecto determinante para la filiación
y edición crítica de textos antiguos. Como dice A. Blecua: «el
único método lógico, basado en una elemental teoría de conjuntos, es el que utiliza los errores comunes para filiar los testimonios» (nota 27). Los errores que se producen en este tipo
de tradiciones textuales son, como explica A. Blecua, de cuatro tipos: por adición, por omisión, por alteración de orden o
por sustitución (nota 28), que pueden ser producto tanto del
olvido involuntario del copista como del fenómeno de la
corrección, en muchos casos, por supuesto, errónea (nota 29).
También habría que distinguir entre el error común conjuntivo, que es «aquél que dos o más testimonios no han podido
cometer independientemente» (nota 30) y el error común
separativo, que es el que «un copista no puede advertir ni, por
lo tanto, subsanar por conjeturas o con ayuda de otros manuscritos» (nota 31).
Así, teniendo en cuenta todos estos tipos de errores hemos
podido establecer una filiación de los mss. que nos conduce al
siguiente stemma hipotético (nota 32):
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29
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Y
Arquetipo
α
A
β
B
C
Subarquetipo
D
Testimonios
Es decir, que los mss. A y B, por los errores comunes que presentan, ya sean conjuntivos o separativos, constituirían una
tradición textual distinta, que llamaremos AB, que remitiría a
un hipotético subarquetipo a. Por su parte, los mss. C y D presentan, a su vez, errores comunes que los separan de la tradición textual anterior y les hacen conformar una segunda, a la
que denominamos CD y que se correspondería con el hipotético subarquetipo b. Ambas tradiciones textuales tendrían a su
vez una hipotética fuente común ideal o arquetipo Y, también
desconocido.
Sin embargo, entre AB y CD existen frecuentes contaminaciones, es decir, que B y D o A y C contienen en ocasiones
errores comunes entre sí. Dichas contaminaciones son frecuentes entre B y D y A y C, e incluso en ocasiones de B, C y
D frente a A, lo que nos ha llevado, entre otras razones, a escoger a este último como texto base para nuestra edición crítica,
como explicamos en los criterios a la misma. Ello nos permitiría explicar los frecuentes errores comunes entre B y D en la
parte final del mismo con la hipótesis de que el copista de D
ÍNDICE
30
I.1. Los manuscritos
se basó en el ms. C para realizar una copia, pero al estar éste
incompleto, tuvo que recurrir a B para completar el relato. Sin
embargo, eso no nos permitiría explicar otros añadidos de D
con respecto a A que no se encuentran en B. Por eso nos inclinamos a pensar que lo más probable es que desconozcamos
varios eslabones de la cadena manuscrita que nos permitan llevar a cabo una filiación más completa y precisa.
3) La lengua de los manuscritos
Por otro lado, teniendo en cuenta que hemos considerado conveniente elegir como codex optimus al más completo, puro y
antiguo (por razones que detallamos en los criterios de edición del texto), el estado de lengua también ha sido determinante para la filiación de los manuscritos. Así, hemos comprobado que en cada una de las tradiciones textuales descritas uno
de los dos mss. que la componen, A y C en este caso, es más
antiguo que el otro, lo que se demostraría, sobre todo, por la
frecuencia o ausencia de la f inicial, casi regular en A. Esto es
lo que nos llevó a elegir a éste último como base, puesto que,
además, C está incompleto. El hecho de que uno de los dos
mss. de cada tradición textual sea más antiguo que el otro nos
hace pensar que, en ambos casos, el segundo copista moderniÍNDICE
31
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
zó, además de corregir, la copia que tenía delante, aunque no
necesariamente alguno de los mss. que nosotros conocemos.
Las diferencias lingüísticas entre A y B son más grandes que
entre C y D, puesto que ya C, el más antiguo de la tradición
CD, es más moderno que A, pero es que, además, B es el más
moderno. Por eso, en orden de gradación según el nivel de
modernidad a nivel lingüístico nos llevaría a ordenar los mss.
de más antiguo a más moderno así: A-C-D-B.
Por otra parte, el hecho de que también hayamos documentado que sólo aparecen fenómenos típicos del proceso de copia,
como apuntar al final de cada folio la palabra o parte de una
palabra con la que comienza el siguiente para no equivocarse
y saltarse una línea, así como los frecuentes añadidos al margen como reparación de olvidos al copiar en B y D nos hacen
pensar que los autores/copistas de A y C fueron también sus
«creadores», y los de B y D simples copistas. En el caso de C
se podría confirmar por el hecho de que este ms., muy bien
conservado, esté incompleto. Ello no tendría por qué significar
necesariamente que el ms. esté defectuoso o se trate de una
interrupción involuntaria del copista, puesto que, en realidad,
el relato posee una coherencia completa hasta ese momento y
podría constituir por sí solo una narración independiente cenÍNDICE
32
I.1. Los manuscritos
trada especialmente en la descripción del paraíso e infierno
musulmanes, lo que concordaría plenamente con los objetivos
de la literatura aljamiado-morisca. Además, no hay que olvidar que la leyenda es una adaptación de un cuento popular a
las necesidades doctrinales de los moriscos al que se le han
añadido al comienzo y al final los elementos islámicos necesarios para convertirlo en un relato religioso y didáctico, por lo
que el relato contenido en C podría considerarse voluntariamente «amputado» por parte del copista.
Por último, ya ha sido demostrada la presencia en estos mss.
de elementos del dialecto aragonés (nota 33) que confirmaría
que las copias manuscritas de la Leyenda de la doncella
Carcayona fueron realizadas en Aragón, siendo los arcaísmos
que contienen en muchos casos producto de dicho modo de
transmisión textual, en el que se cometen determinados errores, propios del mismo, que ya vimos que también aparecían
en los manuscritos de la leyenda de Carcayona.
El texto responde asimismo, por otra parte, a la lengua del
siglo XVI y, sobre todo, muestra calcos sintácticos y giros
tomados del árabe que son una clara muestra de que habría
existido un proceso traductor previo antes llevarse a cabo la
copia.
ÍNDICE
33
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
b) Contenido de la leyenda
La historia de la doncella Carcayona, en los elementos comunes a los cuatro mss. que la conservan, es recontada por \Alø
ibn Abå-l-H.asan ibnu Ëåbir fijo de \Abd Allåh y por Sa\ød fijo
de T. åhir y por \Umar fijo de Sa\ød, este último cuñado de
\Umar ibn al-Ja∑∑åb, segundo califa del Islam. Estos personajes
se encuentran reunidos y explican cómo, un día, en la mezquita de Mahoma, el mensajero de Dios, se hallaban asimismo
reunidos, entre otros, tres personajes importantes y simbólicos
para los musulmanes. Se trata de \Alø ibn Abø T. ålib, el yerno
de Mahoma, cuarto califa del Islam y uno de los primeros adalides de la misión de Mahoma. El segundo de estos personajes
es el arriba mencionado \Umar ibn al-Ja∑∑åb, segundo califa del
Islam y una de las grandes figuras simbólicas de los primeros
tiempos de éste, un héroe sobre el que circularon muchas historias apócrifas. El tercero es Ka\bu al-Ajbår, un escritor de
origen judío famoso por su conversión al Islam, legendaria
entre los musulmanes, y gran transmisor de relatos sobre los
tiempos del profeta, que es el principal «recontador» de esta
leyenda.
Y así comienza la leyenda de la doncella Carcaisiyona, con la
atribución de ésta a Ka\bu al-Ajbår. Éste inicia su relato con la
vida del buen rey Na¥rab, soberano de los cristianos (nota 34)
ÍNDICE
34
I.1. Los manuscritos
de la India que profesa la idolatría, el cual, apenado por haber
llegado a la edad de cien años sin haber tenido hijos, pide consejo a los sabios en medicina y astrología que había en su
reino. Los médicos le explican que la razón de su infertilidad
reside en la baja temperatura de su cuerpo y de su esperma, y
le recomiendan tomar especias calientes como remedio a ello.
El rey sigue estos consejos y, poco después, los astrólogos le
vaticinan que engendrará un hijo que nacerá bajo el signo de
Venus (nota 35), razón por la cual no alcanzan a predecir si se
tratará de un macho o una hembra.
Así, el rey yace con su mujer al comienzo del día y ésta queda
embarazada de una hermosa niña, de cuyo parto muere la
madre. Ante este hecho, el rey encarga su crianza a una nodriza hasta que la niña llega a tener siete años y después le construye un alcázar de oro con grandes jardines para que viviera
en él con sus doncellas, trayéndole allí muchos instrumentos
musicales.
Cuando ya tiene once años la muchacha recibe un día la visita de su padre con los grandes de su reino, que trae con él
joyas, ropajes y todo tipo de deleites para su hija. Cuando la
observa y percibe su gran hermosura se enamora de ella. Tras
haber comido y bebido, la doncella le pregunta a su padre por
el Dios al que debería agradecer los bienes de que disfruta y,
ÍNDICE
35
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
tras un breve diálogo, aquél manda traerle a la doncella al que
deberá adorar como su Señor, aquél al que adoraron sus antepasados, el creador del mundo y el único Dios. Y le presentan
ante sí una enorme ídola de oro, aljofar y piedras preciosas,
una figura que agrada a la hija del rey, que le pide a su padre
que le regale a ella un señor a quien adorar. Así lo hace el rey,
que manda construirle una ídola de oro esmaltada con aljofar,
ojos de púrpura verde, una cátedra de oro y pies de piedras
preciosas a los que la doncella se postra inmediatamente. Así,
Carcayona y sus doncellas adoraban cada amanecer a la ídola,
hablaban con ella, y desde dentro del cuerpo de ésta les respondía y ordenaba Ibløs, el rey de los demonios según la escatología musulmana (nota 36).
Un día que el rey había ido a visitar a su hija para traerle joyas
y manjares y comer con ella, reparó de nuevo en la hermosura
de su hija y, tras reposar la comida, se acerca a ella para besarla y demandarle su bello cuerpo, lo que ésta rechaza apelando
al comportamiento de sus antepasados, que nunca cometieron
incesto con sus propias hijas, consiguiendo así que su padre se
retire avergonzado de los aposentos de su hija. La fama de la
excepcional belleza y discreción de la doncella comienza a
extenderse por todo el reino, siendo demandada su mano por
ÍNDICE
36
I.1. Los manuscritos
todos los príncipes de la región a los que el rey, su padre, se
resiste a entregar su maravillosa hija.
En otra ocasión, cuando la doncella se encontraba adorando a
la ídola que su padre le había mandado construir, Ibløs le pregunta desde el cuerpo de ésta si sabe que él es su único Señor,
lo que provoca que, tras la afirmativa respuesta de la doncella,
ésta estornude violentamente y, a causa de ello, le salga de la
nariz una mosca que le reprueba por no haber invocado a Alá,
el señor del mundo, tras el fuerte estornudo. La mención del
Dios de los musulmanes provoca la huida de un horrorizado
Ibløs del cuerpo de la ídola y la caída de ésta sobre su cara. La
escena hace estallar el llanto de la muchacha, quien, pálida y
espantada, explica a sus doncellas, que habían acudido a ella
alarmadas por su llanto, las dudas que las desconocidas palabras reveladas por la mosca habían provocado en su corazón,
preguntándose quién podría explicarle su significado.
Así, otro día, estando la doncella de nuevo ante su ídola, se
aparece ante ella una paloma (nota 37) de oro, cola de perlas
rojas, pies de plata y pico de perlas blancas esmaltado con
aljofar que deja maravillada a la joven princesa por su hermosura y, tras posarse primero en la cabeza de la muchacha y, a
continuación, en la de la ídola, le revela nuevos fundamentos
de la ley musulmana, como son el carácter único y omnipoÍNDICE
37
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
tente de Alá. Ante estas palabras, Ibløs vuelve a huir del cuerpo de la ídola y declara haber sido quemado con el fuego del
infierno, lo que provoca de nuevo el horror de la doncella,
quien, aturdida por las «dulces» palabras escuchadas, pregunta a la paloma por su identidad y el significado de sus palabras,
rogando a ésta que le revele otros aspectos de aquella nueva fe.
Ante sus reiteradas peticiones, la paloma continúa describiéndole las características de Alá como Dios único, Creador del
cielo, la tierra y los infiernos, así como su carácter omnipresente y la existencia del Juicio Final y otros aspectos de la religión musulmana, exhortándola a dejar de adorar a la ídola, un
señor peligroso en cuyo seno se esconde Ibløs, el rey de los
demonios y enemigo de Adán. A continuación, la doncella
pregunta a la paloma por los premios y castigos de creyentes
y descreyentes, lo que provoca una profusa descripción del
infierno y paraíso musulmanes, sobre todo de este último, del
que se citan aspectos que se encuentran en el Corán y otros
introducidos por los tradicionistas ante la falta de datos en el
Libro Santo, lo que describiremos con mayor detalle en otro
capítulo, así como los diferentes acontecimientos del Juicio
Final. Esta parte del relato, además de mostrar el carácter polémico-religioso de éste y otros muchos relatos y textos aljamiado-moriscos (nota 38), como el titulado Recontamiento del
ÍNDICE
38
I.1. Los manuscritos
día del juicio, publicado también por Guillén Robles (nota 39)
y más recientemente por M. Sánchez Álvarez (nota 40), inicia
el proceso de conversión que ya había sido anticipado por la
presencia de las tres figuras mencionadas arriba, simbólicas
para el Islam, y el signo astrológico de Venus bajo el que nace
la hija del rey idólatra.
Tras esta parcial «revelación» del Islam por parte de la paloma
la doncella cae amortecida y pierde el sentido durante tres
días, tras los cuales va a verla su padre, alarmado por las noticias de su estado, y le pregunta por su mal. La muchacha,
demudada y entre llantos, confiesa a su padre abrazar ahora
una nueva religión que le permite protegerse del fuego del
infierno creyendo en Alá, e invoca a éste, que cree que se trata
de una pesadilla o de un hechizo, a abandonar la idolatría. El
rey manda traer de nuevo su ídola y apela a su hija a reparar
su error y seguir adorando a su verdadero Señor, en un diálogo que también encontramos, de forma muy semejante, en el
Alhadiz del árabe y la doncella.
De esta forma, la joven vuelve, pues, contra los deseos de su
padre, a invocar a Alá, ante cuyo nombramiento se produce
una nueva huida de Ibløs del cuerpo de la ídola, el cual le
reprocha al rey el permitir un hecho así en su reino y le anuncia su marcha de la ídola para siempre. Ante esto, el rey deciÍNDICE
39
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
de apelar de nuevo al buen sentido de la doncella pero ésta,
tras pedirle a su padre que la deje sola para reflexionar, destroza la ídola que la había mandado construir su padre y reparte las joyas con las que ésta estaba adornada entre los pobres.
Cuando el rey descubre la ídola destrozada amenaza a su hija
con grandes castigos y ésta le replica diciéndole que si se
hubiera tratado de una verdadero señor nunca se hubiera dejado desmenuzar por ella, puesto que a su nuevo señor, Alá, nada
puede dañarle. El padre vuelve a amenazarla con castigarla si
no reconsidera su actitud y, después, la deja sola, momento
que aprovecha la doncella para hacer la oración y rogar a Alá
que le envíe de nuevo a la paloma. Ésta aparece mientras la
doncella está orando y la saluda siguiendo el rito musulmán,
deseándole la paz. Entonces, la joven le declara su conversión
al Islam y la paloma le comunica que Alá ya ha tenido conocimiento de su arrepentimiento y la bendice en nombre de
Dios, volviendo la doncella a rezar y encomendarse a Alá para
que la salve del fuego del infierno.
Con ello, la noticia de la conversión de la doncella a una nueva
religión se extiende por el reino de Na¥rab, al que sus súbditos reprochan el haber permitido un hecho así en su reino. Ello
conduce al rey a rogarle a su hija que reconsidere su posición
en aras de su religión y su prestigio como rey idólatra, pero la
ÍNDICE
40
I.1. Los manuscritos
doncella persiste en su nueva fe e insta a su padre a convertirse también al Islam y abandonar la idolatría, lo que provoca un
ultimátum del rey, decidido a cortarle las manos y expulsar a
su hija del reino al bosque si no renuncia a su nueva religión.
La doncella persiste en su actitud y ni siquiera la posibilidad
anunciada por su padre de ser devorada por las fieras en el bosque sin poder valerse de sus manos logra apartarla de su propósito de servir a su nuevo Dios. De esta forma, y ante los continuos rumores y comentarios a lo largo y ancho del reino de
Na¥rab sobre la conversión de la hija del rey idólatra y la persistencia de la doncella en su decisión a pesar de los continuos
requerimientos y amenazas del padre, éste decide finalmente
llamar a un sayón para cortarle las manos a su hija, ante lo
cual, ella, aterrorizada, invoca a su Dios Alá para que la proteja y se apiade de ella en este trance. Esto lleva consigo una
nueva aparición de la paloma, la cual logra calmar a la doncella anunciándole que está bajo la gracia de Alá y que su sufrimiento será premiado con el paraíso el día del Juicio Final,
paraíso en el que ya los ángeles y las almas lloran y ruegan por
ella.
De esta forma, tras un último intento del rey por apartarla de
la nueva religión y la afirmación de la doncella en su fe, le son
cortadas a ésta las manos, la cual, mientras esto sucede, reza y
ÍNDICE
41
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
se encomienda a Alá, su protector. Las almas, en una escenificación muy teatral, claman también a Alá y éste declara que,
como todo es a su vista, conoce los sufrimientos de la doncella, que serán premiados con el paraíso. Así, con las manos
cortadas y desprovista de sus joyas, es expulsada a los yermos,
donde la doncella, llorando, sigue clamando a Dios, su señor
y protector.
A partir de aquí, el relato recoge, en sus rasgos generales, un
famoso cuento folclórico muy difundido y popular en toda
Europa, pero adaptado a las necesidades proselitisto-religiosas
propias de una leyenda aljamiada. Así, cuenta cómo la doncella es guiada en el bosque por Alá hacia una cueva en la falda
del monte, donde halla osos, lobos y otras fieras peligrosas,
ante cuya vista la doncella ve cerca su muerte. Por eso, encomienda su sufrimiento a Dios y anuncia que, una hora después, podrá disfrutar de los bienes del paraíso. Sin embargo,
para su asombro, los animales la cercan para jugar con ella y
la ayudan a sobrevivir trayéndole frutas con que alimentarse.
Pasado un tiempo así, estando bajo la protección de Alá, el
príncipe de «Antaquíya», que había salido a cazar al bosque,
es conducido por una cierva hacia la cueva donde se encontraba Carcayona. Impresionado por la visión de su belleza se enamora inmediatamente de ella y, tras preguntarle por las razoÍNDICE
42
I.1. Los manuscritos
nes de su estancia allí, le propone casarse con él. La doncella
le responde que fue poseedora de señoríos, y, al ser preguntada por su origen, ella declara ser hija del rey Na¥rab, señor de
los cristianos de la India, el cual la había expulsado de su reino
con las manos cortadas por haber abandonado la idolatría y
abrazar la religión de Alá. El príncipe le reitera su voluntad de
casarse con ella y hacerla soberana de su reino y la insta a contarle algo más de esa religión por la cual había sido reducida a
vivir en el bosque con las alimañas. La joven le revela todas
enseñanzas de la paloma sobre la grandeza de Alá, las gracias
del paraíso y las penas del infierno y, tras ello, el príncipe promete a la doncella convertirse a partir de ese momento a la fe
musulmana y le pide de nuevo que se case con él. El último
escollo, la falta de manos, no parece importarle la príncipe,
que se la lleva consigo, junto con la cierva, a su reino. Una vez
en su reino, el príncipe ordena a sus súbditos obedecerla y
honrarla como señora, lo que agradó a éstos y a su madre,
quien, muy pronto, también se convirtió a la nueva religión.
Un tiempo después, estando ya Carcayona esperando un hijo,
el príncipe debe partir de palacio y deja a su mujer al cuidado
de los suyos. A los pocos días de su partida, ésta da a luz un
niño, lo que provoca la envidia de las otras mujeres del príncipe, que traman un engaño para expulsarla del reino. Así, envíÍNDICE
43
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
an a su madre una carta en la que, supuestamente por orden del
príncipe, la joven doncella debe ser arrojada de palacio por
hechicera y por haber parido un hijo que no era suyo. La
anciana mujer, a pesar de que la carta le ha provocado un gran
pesar por el gran amor que siente por la doncella, llama a ésta
para comunicarle la terrible noticia, lo que ella acepta encomendándose de nuevo a Alá, su protector.
De esta forma, la joven es expulsada a la montaña, esta vez
llevando consigo a su hijo y acompañada de la cierva, donde,
llorando, vuelve a encomendarse a Dios. Éste le envía de
nuevo a la paloma, quien, tras desearle la paz, le insta a rogarle a Alá que le restituya las manos para poder cuidar mejor a
su pequeño hijo. Ella se niega a pedir mercedes a su señor para
no arriesgarse a perder los deleites del paraíso, y mientras se
encontraba haciendo la oración y rogando a Alá, éste la sume
en un profundo sueño, tras el cual, por la gracia divina de Dios
y en premio a la fe y sufrimientos de la doncella, ésta se
encuentra de nuevo con sus manos, lo que ella agradece encarecidamente a su Señor. Así, Carcayona construye a la falda
del monte, con sus propias manos, una estancia con ramas en
la que habitar con su pequeño hijo, teniendo a la cierva siempre consigo.
ÍNDICE
44
I.1. Los manuscritos
El príncipe, tras regresar de su camino y averiguar lo sucedido
con su querida esposa, lo que le provoca un grave amortecimiento, acude rápidamente en su busca por los montes, llorando e invocando a Alá para que le permitiera encontrarlos vivos
a los dos, a ella y a la criatura. Alá lo guía hacia donde ella
habitaba con su hijo, pero se topa con las reticencias de la doncella, que, desconocedora de la traición cometida contra ella
en palacio, se niega inicialmente a encontrarse con el príncipe
y responder a sus llamadas y ruegos. Entonces Alá vuelve a
enviarle a la paloma, a la que la doncella le plantea sus dudas
sobre si el príncipe ha abandonado la nueva religión para volver a abrazar la idolatría. La paloma le explica que él no había
abandonado la religión de Alá y que había sido la traición de
los suyos lo que había provocado su expulsión de palacio. La
doncella acepta entonces encontrarse con su amado príncipe y
lo llama hacia la cueva, donde ambos se funden en una emocionado abrazo.
Después, el príncipe le pregunta por lo sucedido y ella le
muestra sus manos, que había recuperado por la gracia de Alá,
lo que provoca las loores y agradecimientos de aquél a su
Señor. Tras ello la doncella le pregunta a su esposo si había
escrito la carta que provocó su expulsión y él le jura por su
Dios Alá que aquella carta nunca había salido de sus manos, lo
ÍNDICE
45
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
que la joven cree inmediatamente. A continuación, el príncipe
intenta llevársela de regreso a su reino, pero, ante la negativa
de ella a volver al lugar de donde había sido expulsada, éste le
promete a la doncella fundar en él una nueva ciudad para servir a la religión de Alá.
De esta forma, consigue llevársela de nuevo a su reino y allí,
en la zona más fértil de la comarca, junto al río al-Firån, crea
una ciudad que fue poblada en poco tiempo y se llamó, en
honor a la doncella, Carcayona, con el objeto de servir en ella
a su nueva religión, el Islam. En esta ciudad santa, como en los
cuentos, ambos vivieron felices hasta cuando quiso Alá, a
quien sirvieron sinceramente hasta el fin de sus días recibiendo, como premio a su fe, la gloria y descanso de Alá en el
paraíso. El relato termina con la alabanza y la invocación a Alá
como verdadero protagonista de la historia contada.
El final de la narración es, como sucede con casi toda la primera parte de la leyenda, un añadido de los autores moriscos
al cuento original, pues, tras la solución del relato con la restitución de las manos por parte de Alá, aspecto piadoso-milagroso que también aparece en algunas versiones del cuento
cristiano, y el reencuentro de los amantes, la novedad que
introduce el texto aljamiado frente al cuento al final de la
narración es el hecho de que el príncipe decide, en premio a la
ÍNDICE
46
I.1. Los manuscritos
virtud de su querida esposa y, también, en compensación a su
sufrimiento, fundar una ciudad para servir al Islam en una
zona fértil al lado del río al-Firån y a la que llama como su
querida esposa. De esta forma, la conversión de la doncella al
Islam, anticipada por sus recontadores y el signo de su nacimiento, se desarrolla en un relato que utiliza el diálogo y la
teatralidad inherente a éste como método didáctico y reconvierte el popular cuento de la doncella de las manos cortadas,
y su versión piadosa, la leyenda de Genoveva de Brabante,
para mostrar la imperturbable fe de la doncella y conducir la
narración a su final: la fundación de una ciudad santa para servir al Islam.
Así, pues, como iremos viendo a continuación, la palabra de
los moriscos se eleva en esta ocasión a través de una hermosa
leyenda convertida en relato religioso didáctico-ejemplar destinado, como tantos otros textos aljamiado-moriscos, al aleccionamiento sobre la religión islámica adornada con el bello
marco de un famoso cuento que tantos motivos folclóricos
europeos, árabes y universales contiene.
ÍNDICE
47
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la
literatura aljamiado-morisca
a) Origen, desarrollo y características generales de la
literatura aljamiado-morisca
1) Problemas terminológicos
L
iteratura aljamiado-morisca es el término técnico
comúnmente utilizado para definir en su aspecto formal al corpus de textos escritos por los moriscos, es
decir, los últimos musulmanes de España, hasta su expulsión,
entre los años 1609 y 1614, una actividad que continuaron realizando, después de ésta, en su exilio en los países del norte de
África. La particularidad más importante de dichos textos es el
hecho de estar escritos en castellano pero con caracteres árabes, es decir, transliterados con el alfabeto árabe en lengua
romance y escritos de derecha a izquierda. Sin embargo, esta
ÍNDICE
48
I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
definición no es totalmente cierta y es conveniente realizar
algunas precisiones.
Comenzando por el final, por el vocablo literatura morisca, es
importante tener siempre en cuenta que el término morisco es
el que ha consagrado la historiografía para denominar a los
últimos musulmanes que vivieron en suelo español hasta su
expulsión y que fueron obligados a convertirse al Cristianismo
a principios del siglo XVI, algunos años después del final de
la Reconquista (nota 41). Es decir, que es el término utilizado
para denominar a los entonces llamados cristianos nuevos de
moro, y diferenciarlos así de los mudéjares, que eran los
musulmanes a los que se permitía vivir como tales en territorio cristiano durante la Reconquista. Pues bien, la utilización
del término literatura morisca para referirnos al corpus de textos que nos ocupa no sería del todo correcto porque, en realidad, quienes comenzaron a escribir en aljamiado fueron los
mudéjares y no los moriscos. Sin embargo, el hecho de que
estos últimos sean, en realidad, los responsables de la mayoría
de las copias manuscritas que conocemos actualmente es la
razón por la que las propuestas de algunos críticos para denominar a este corpus de textos literatura de los últimos musulmanes de España (nota 42), o la más reciente de literatura
islámica española (nota 43), no hayan llegado a tener éxito.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
En segundo lugar, por lo que se refiere al término aljamiado,
que técnicamente significa que se escribe en una lengua no
árabe pero utilizando su alfabeto, viene de la palabra árabe
\a¥am, que significa «extranjero», de la que deriva a su vez
\a¥amiyya o aljamía, que significa «lengua no árabe», es decir,
cualquier otra lengua que no sea el árabe o \arabiyya (nota 44).
La necesidad de la comunidad árabe por diferenciar su lengua
frente al resto reside en el hecho de que la lengua árabe es considerada sagrada por ser la lengua en la que fue revelado el
Corán a Mahoma, la lengua en que está escrito el libro santo
musulmán, y por tanto, en principio, la única lengua en la que
se puede escribir sobre el Islam. Todo parece indicar que los
moriscos encontraron la solución intermedia de escibir en castellano pero con la grafía árabe en un intento de conservar, al
menos, su alfabeto. Pues bien, dentro del corpus de textos llamado aljamiado-moriscos existe un gran número de ellos que
está escrito en castellano pero con los caracteres latinos que le
son propios, fenómeno especialmente frecuente en los textos
escritos por los moriscos en su exilio en el norte de África tras
la expulsión, cuando el signo de identidad de esta comunidad
ya no es sólo lo islámico sino también lo hispánico. Estos textos estarían escritos, pues, en aljamía, pero no en aljamiado,
técnicamente hablando. Sin embargo, la crítica ha consideraÍNDICE
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I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
do conveniente, por ser estos textos escritos en el exilio expresión cultural de la misma comunidad morisca que en España
escribía en aljamiado, el incluirlos también dentro del corpus
textual que se denomina literatura aljamiado-morisca, y como
tales siguen siendo estudiados mayoritariamente en la actualidad.
Por último, por lo que respecta al término genérico de literatura, es un término que plantea el problema de que los textos
aljamiados están escritos, en su mayor parte, sin una intencionalidad puramente estética, de lo que sería responsable el
hecho de que son textos fundamentalmente religiosos, así
como el que se trate, en muchos casos, de traducciones de textos árabes, y de ahí que algunos críticos se hayan cuestionado
el seguir denominándolos «literatura». No obstante, teniendo
en cuenta que la literatura aljamiado-morisca constituye el
legado cultural de la última comunidad musulmana que vivió
en tierras españolas y que fueron escritos con el propósito de
hacer sobrevivir a una comunidad religiosa clandestina en un
medio cristiano hostil, podemos decir que dicho corpus, que
constituiría más bien lo que en alemán se denomina Schriftum,
posee un valor artístico-cultural que lo hace susceptible de
seguir siendo llamado literatura, como efectivamente se sigue
haciendo en la actualidad.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Así, pues, la denominación literatura aljamiado-morisca sigue
siendo, en términos generales, el preferido por la crítica internacional, el que ha quedado consagrado por ésta hasta ahora,
y será, por tanto, el que sigamos utilizando también aquí.
2) El origen de la literatura aljamiado-morisca
Una vez hechas estas apreciaciones terminológicas la pregunta que se plantea es: ¿cómo y por qué se desarrolla este tipo de
literatura entre los mudéjares y moriscos, entre los últimos
musulmanes de España?
En primer lugar, y centrándonos en el aspecto más llamativo
de esta literatura, el hecho de estar escrita en caracteres árabes,
éste es, en realidad, un fenómeno muy difundido entre los
musulmanes en distintas lenguas. Como dice O. Hegyi,
«...desde el punto de vista de la civilización islámica, el fenómeno aljamiado representa un desarrollo normal, sobre todo
en zonas fronterizas» (nota 45), aunque sólo en español adquirió una dimensión tan amplia y una significación históricocultural tan importante. Sin embargo, y al margen de las jarchas, forma de aljamiado medieval que no tiene en realidad
ninguna vinculación con el fenómeno mudéjar-morisco, no se
sabe exactamente cuándo, cómo y con qué motivación exacta
se comenzó a escribir con el sistema aljamiado. El testimonio
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I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
más importante y claro data de 1462 –aunque la literatura aljamiado-morisca es un fenómeno seguramente anterior, pero no
documentado–, y nos lo da el que entonces era muftí de
Segovia, es decir, el máximo jefe religioso y político de la
comunidad musulmana de Castilla y una respetada figura entre
los cristianos. Se trata de Yçe de Ŷebir, una figura muy relevante en su época por haber traducido el Corán al castellano
en colaboración con el cardenal Juan de Segovia, el cual constituyó el primer Corán trilingüe (nota 46), así como por ser el
primer traductor al castellano del corpus legislativo islámico
para los cristianos, libro conocido bajo el nombre de Breviario
Sunní o Breviario Segoviano (nota 47). Este importante personaje nos dice a propósito de su Breviario Sunní, una recopilación escrita en aljamiado de todo aquello que un buen musulmán debe saber sobre su religión, lo siguiente:
«(...) Y porque los moros de Castilla, con gran sujeción
y muchos tributos y grandes fatigas, han descaecido de
sus riquezas y perdido las escuelas y el arábigo, y sobre
su carescimiento amigos míos de mi trabaron muy
mucho afectuosamente, (...) los cuales con tan grande
clemencia me rogaron que, en romance, yo quisiese
copilar una tan breve escriptura de nuestra ley y asuna,
de todo aquello que todo buen moro debía saber y usar,
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
sobre que yo no me pude excusar de satisfacer su ruego
(...)» (nota 48) (la cursiva es nuestra).
Por el hecho de haber escrito estas palabras, en las que, como
hemos visto, declara la pérdida de los fundamentos de su lengua y de su religión entre los musulmanes españoles, y destaca la necesidad práctica de escribir en aljamía, en este caso en
castellano, para hacerse comprender entre sus compañeros de
religión y poder difundir entre ellos el Islam, este autor mudéjar ha sido considerado por la crítica como el «creador» de la
literatura aljamiada (nota 49). Sin embargo, las últimas consideraciones sobre su figura tienden a ver en este autor más bien
la autoridad religiosa islámica que, con las palabras citadas y
gracias a la autoridad que le concedía su propia actividad
como «aljamiadista» y traductor del Corán en castellano, legitimó entre los musulmanes españoles el uso de la aljamía
(nota 50). Es decir, que legitimó el hecho de escribir sobre el
Islam en una lengua que no sea el árabe, la lengua santa.
Lo que todo esto no aclara en la problemática de la gestación
del aljamiado es el porqué de la utilización del alfabeto árabe
en ese uso de la aljamía y la creación de un sistema regular de
transcripción con correspondencias fijas entre los grafemas
árabes y los castellanos, cuando sería más sencillo escribir
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I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
simplemente en caracteres latinos. Para explicar este fenómeno se han barajado varias hipótesis:
a) En primer lugar estaría el carácter secreto de la actividad
aljamiada, hipótesis que ha sido descartada por el hecho de
que este fenómeno cultural ya existía en realidad entre los
mudéjares, que no fueron perseguidos por profesar el Islam y
porque la Inquisición poseía expertos en la lengua árabe, de
manera que la actividad aljamiada sólo suponía un peligro
para los moriscos. Sin embargo, aunque no haya sido ésta la
razón del origen de la literatura aljamiada, podemos pensar, tal
y como ya ha apuntado A. Vespertino (nota 51), que lo más
posible es que fuese en época morisca, una vez que la
Inquisición hubiese condenado la posesión de textos escritos
en árabe, cuando la actividad aljamiada adquirió un carácter
totalmente clandestino (nota 52). En este sentido sería interesante considerar la posible existencia de una especie de sectarización de la producción aljamiado-morisca en los años previos a la expulsión, puesto que la mayoría de los mss. que se
han encontrado se circunscriben a un tiempo y un espacio concreto: entre los años 1526, año de la conversión forzada de los
mudéjares aragoneses, y 1609, año del comienzo de la expulsión, habiéndose escrito la mayoría a partir de 1570, y en el
triángulo formado por una serie de pueblos entre Navarra y
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Aragón. Ello hace pensar en una intensa colaboración entre las
aljamas de estas localidades, es decir, entre las distintas comunidades musulmanas existentes en esa zona en aquellos años,
que estaban relativamente cercanas entre sí. Para poder dilucidar este aspecto sería, quizá, conveniente, analizar el contenido religioso que predomina en esos textos, para poder apreciar
síntomas de esa posible sectarización en, por ejemplo, un predominio de textos de tipo supersticioso, mágico o poco ortodoxos desde el punto de vista islámico.
b) En segundo lugar estaría la razón puramente práctica de
que el alfabeto árabe sería el mayormente comprendido por los
musulmanes españoles, puesto que la pérdida del árabe no se
daba entre los moriscos granadinos y valencianos. Esta sería
también la razón por la que la mayor parte de la producción
aljamiada se localiza en las zonas del norte de España,
Castilla, Navarra y Aragón, donde más necesidad tenían los
moriscos de traducciones en castellano de los textos religiosos, al haber perdido el árabe y desconocer muchos de los fundamentos de su religión. Este aspecto no ha podido, sin
embargo, ser confirmado y tampoco se sustenta, en realidad,
como razón del origen de la actividad aljamiada.
c) En tercer lugar tendríamos una razón puramente ideológico-religiosa y la más extendida entre los investigadores: que
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I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
en estos textos se conservase, por lo menos, la lengua santa del
Corán como signo de identidad cultural y religiosa islámica.
Esta opinión es la más extendida entre los investigadores, aunque nosotros consideramos que, aun siendo la preservación de
lo musulmán el elemento diferenciador de esta literatura, para
encontrar el origen de la actividad aljamiada y la creacción de
su sistema de transcripción, habría que buscar razones de tipo
práctico o técnico, aspecto que aún está por investigar.
d) Dentro de esta línea de interpretación técnica arriba apuntada, no podemos dejar de mencionar aquí, por último, una
explicación de este tipo recientemente apuntada (nota 53): el
que fuesen las traducciones interlineales del árabe al castellano, abundantes entre los manuscritos de la Junta del C.S.I.C,
el origen del sistema aljamiado, puesto que en ellas, teniendo
en cuenta que el árabe se escribe de derecha a izquierda y el
castellano de izquierda a derecha, la posibilidad de escribir en
aljamiado, que se escribe en la misma dirección que el árabe,
habría facilitado la lectura de dichas traducciones interlineales.
Así, a la espera de una respuesta a la motivación concreta de
la creación del sistema aljamiado, podemos decir, de forma
general, que el fenómeno de la literatura aljamiada habría
comenzado hacia mediados del siglo XV en Castilla y que
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La leyenda de La Doncella Carcayona
vendría motivado fundamentalmente por la progresiva pérdida
del árabe y de los fundamentos de la práctica religiosa islámica entre los musulmanes españoles, pérdidas que, en realidad,
se documentan desde el siglo XII. De este fenómeno de «dessemitización» entre los últimos musulmanes de España son un
buen ejemplo las palabras del morisco de Huelva que, desde su
exilio en Túnez, explica por qué eran tan abundantes entre los
moriscos los libros litúrgicos y de oraciones religiosas:
«Ahora quiero preguntaros ¿qué conocimiento podemos
tener de la religión y de los dogmas, qué modo tenemos
de servir a Dios, si vivimos continuamente en la perplejidad y la zozobra? ¿Cómo podemos extrañarnos de que
algunos de los misterios sagrados de nuestra religión
hayan venido a ser tan extraños y desacostumbrados?»
(nota 54).
Otro morisco expresaba también a finales del siglo XVI, esta
vez en términos muy hostiles contra los cristianos, su rabia por
la pérdida del árabe y el Islam entre los moriscos así como por
el hecho de tener que escribir en castellano, con estas palabras:
«... ni uno solo de nuestros correligionarios sabe algarabía en que fue revelado nuestro santo alcorán, ni comprende las verdades del adin [religión], ni alcanza su
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I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
excelencia apurada, como no le sean convenientemente
declaradas en una lengua extraña, cual es la de estos
perros cristianos, nuestros tiranos y opresores, ¡confúndalos Alá! Así pues, séame perdonado por aquél que lee
lo que hay escrito en los corazones, y sabe que mi intención no es otra que abrir a los fieles muslimes el camino
de la salvación, aunque por tan vil y despreciable
medio» (nota 55).
Ese «vil y despreciable medio» es, naturalmente, la necesidad
de escribir en castellano y en aljamiado.
3) El desarrollo de la literatura aljamiado-morisca
Por lo que se refiere al desarrollo de esta literatura desde su
hipotética creación a mediados del siglo XV, la crítica ha
intentado realizar una cronología de la misma, una labor que
se ve dificultada por el hecho de que la mayor parte de los textos son, en realidad, traducciones y copias sucesivas de éstas,
y por existir muy poca literatura original, puesto que esto hace
más difícil la datación de los mismos. A pesar de esas dificultades, Míkel de Epalza ha establecido una cronología que divide la producción aljamiada en 5 etapas diferenciadas
(nota 56):
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La leyenda de La Doncella Carcayona
a) La etapa de creación castellana, del siglo XV, que marcaría el inicio de la literatura aljamiado-morisca a partir de la
figura de Içe de Gebir.
b) La etapa castellana, hasta principios del siglo XVI, con la
conversión de los mudéjares, y marcada por la actividad del
llamado Mancebo de Arévalo (nota 57) y la producción de textos didáctico-religiosos.
c) La etapa aragonesa, de 1501 a 1525, caracterizada por la
«importación» del fenómeno aljamiado a Aragón desde
Castilla, la actividad del Mancebo en Aragón y la producción
de textos no religiosos.
d) Etapa de cristianización hispánica desde 1526, fecha de
la conversión forzada de los musulmanes aragoneses, hasta
1609, fecha de la primera expulsión de los moriscos. Esta
etapa se caracterizaría, según A. Vespertino (nota 58), por el
declive de esta literatura y la difusión de profecías y libros
mágicos que intentan rebelarse ante la posible caída definitiva
del Islam en España.
e) Etapa del exilio, caracterizada por textos de polémica anticristiana escritos en castellano con grafía latina.
A. Vespertino ha intentado demostrar recientemente que no se
puede hablar, como se deduce de la clasificación de Míkel de
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I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
Epalza, de un declive de la literatura aljamiada en la época llamada «de cristianización hispánica» entre 1526 y 1609, puesto que la mayor parte de los textos que conocemos proceden,
precisamente, de esos años. Sin embargo, consideramos que lo
quizá este investigador no habría tenido en cuenta es el fenómeno de la copia, puesto que la mayoría de los mss. aljamiados son copias y no producciones originales de esos años, por
lo que se podría afirmar que lo que se produce en ese período
es, sobre todo, una mayor actividad de reproducción de
manuscritos anteriores y no de producción aljamiada propiamente dicha. Por tanto, sí se podría hablar de declive en cuanto a la actividad cultural propiamente morisca, no así de sus
intentos por conservar su identidad cultural y religiosa, cada
vez más reprimida en estos años ante la amenaza de una posible expulsión. Esto se habría traducido en una cada vez más
amplia actividad de transmisión, copia y conservación secreta
de una producción prohibida pero considerada, seguramente,
entre los moriscos, como esencial para su propia supervivencia cultural y religiosa.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
4) Características y tipología de la literatura aljamiadomorisca
Una vez establecida una hipotética fecha de origen y una cronología de su desarrollo se hace necesario describir esta literatura desde el punto de vista lingüístico y del contenido:
A) Desde el punto de vista lingüístico, la literatura aljamiadomorisca se define por estar escrita en castellano con múltiples
aragonesismos, un fenómeno documentado de forma general
en los textos editados según los estudios realizados hasta el
momento (nota 59), y que presenta la dificultad de saber si responde al original en el que el texto fue escrito o a las correcciones posteriores del copista, que es la teoría mayormente
difundida por la crítica (nota 60).
El problema de las copias sucesivas es también lo que dificulta la datación de los manuscritos encontrados y lo que explicaría en muchos casos el arcaísmo que, de forma general, se
observa en estos textos (nota 61).
Lingüísticamente se observa también la presencia de intraducibles fórmulas y palabras árabes de carácter religioso, de calcos semánticos y sintácticos del árabe, en su mayor parte
debidos al importante fenómeno de la traducción ya mencionado (nota 62). En este sentido llama la atención, como ya
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I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
hemos señalado antes, que A. Galmés los considere producto
de que «[la mente de los moriscos] se sigue rigiendo de acuerdo con estructuras mentales y lógicas de la “sociedad oriental”
y no de la “sociedad occidental”...» (nota 63), cuando es más
lógico pensar que, si en su mayoría habían perdido el árabe,
estos calcos semánticos sean más bien fruto de la actividad traductora, que siempre condiciona la sintaxis de la propia traducción, como sería el caso de los textos aljamiados.
Asimismo destaca el curioso caso de la conjugación en castellano de palabras árabes con connotaciones religiosas, es decir,
lo que R. Kontzi denomina calcos de esquema (nota 64). Es el
caso de la palabra jaleqar, que se repite en diversos manuscritos y deriva de la raíz árabe formada por las consonantes jl-q, que significa «crear», siendo raíz, por tanto, del vocablo
Creador, es decir, Dios, Alá. Por eso, debe ser expresado con
la raíz árabe y de ahí la creación en los textos aljamiados de
vocablos como jaleqador (Creador) y jaleqado (creado).
En los textos escritos en el exilio se produce el fenómeno contrario: se transcriben fórmulas religiosas básicas con la grafía
latina y con numerosos errores.
Dentro de esta presencia de la lengua árabe en los textos aljamiados resulta asimismo especialmente dramático documentar
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
errores gramaticales en fórmulas religiosas básicas escritas en
árabe en los textos aljamiados, o leer con asombro cómo un
autor culto, el llamado Mancebo de Arévalo, muestra desconocer, al realizar una explicación gramatical, algo tan esencial
como la existencia de casos en la lengua árabe (nota 65).
B) Desde el punto de vista del contenido, la literatura aljamiado-morisca tiene, en general, una finalidad didáctico-doctrinal
y de defensa religiosa, de ahí que sea considerada una literatura clandestina, la expresión agónica de una minoría religiosa. Estos textos son de diversa naturaleza, aunque, como ya
hemos dicho, sean fundamentalmente religiosos y pretendan
conservar y potenciar el acervo árabe-islámico. Así, el corpus
de textos de la literatura aljamiado-morisca se podría dividir,
temáticamente, siguiendo a L.F. Bernabé Pons, en las siguientes categorías (nota 66):
a) El Corán, del cual se realizaron una selección y traducción
de distintas azoras con las que se configuraban diversos breviarios coránicos con comentarios cuya finalidad era mantener
a los musulmanes hispanos en la fe musulmana.
b) Hadices, que son textos sobre los dichos y hechos del profeta Mahoma y sus compañeros, de los cuales se realizaba una
selección también destinada a sostener la maltrecha fe de los
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I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
hispanomusulmanes ante su adverso presente. Entre ellos se
encuentran textos en los que el profeta Mahoma predice el
triunfo, posterior declive y triunfo final del Islam en la península ibérica.
c) Obras doctrinales, en las que se instruye a los creyentes
sobre los fundamentos de la fe y la mejor forma de ponerlos
en práctica a través de sentencias, plegarias y relatos piadosos
exemplares. Dentro de estos relatos piadosos destacan:
1) Los que reproducen las leyendas sobre personajes bíblicos
reconocidos por el Islam como Abraham, Moisés, Salomón,
Job, María y Jesús vistos según la ortodoxia islámica.
2) Los que recogen los personajes fundamentales del Islam,
encabezados por el profeta Mahoma. Entre estos textos se
encuentran algunos referidos a los compañeros del profeta
relacionados con las primeras gestas en la expansión del Islam
y que han sido recogidos como novela de caballerías en un
libro con el nombre de Libro de las batallas, aunque no se
puede decir que sean totalmente relatos caballerescos, tal y
como se entienden en el mundo occidental.
En este grupo de textos doctrinales también encontramos fórmulas adivinatorias dispersas.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
d) Novelas cortesanas, género que acerca también a los
moriscos, como los relatos de tipo caballeresco, a los gustos
cristianos de la época. Destacan la conocidísima Historia de
los amores de Paris y Viana, o el oriental Baño de Zarieb.
e) Enseñanzas breves de todo tipo, reflejo de la literatura
didáctica hispánica. Entre este tipo de textos destacan:
1) Castigos y consejos de diversa índole, ya sean aislados o
engarzados en alguna historia ejemplar.
2) Enseñanzas de higiene y medicina, como es el curioso caso
de una fórmula contra las hemorroides, y otros de tipo ético o
religioso, así como consejos sobre cómo hacer la peregrinación a la Meca o el mejor camino para huir de España
(nota 67).
3) Dentro de estas enseñanzas breves existen también obras de
contenido escatológico que exploran, con historias ejemplares
concretas, los justos premios o castigos en el Más Allá.
f) Obras de contenido jurídico, que normativizan abreviadamente la Ley islámica. Existen algunos compendios que intentan recoger toda la Ley y otros que son traducciones de tratados jurídicos árabes.
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I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
g) Obras de contenido mágico, siempre dentro de la cultura
hispanomusulmana, para realizar conjuros o ensalmos o para
conseguir algo concreto (nota 68).
h) En último lugar se encuentran los textos de polémica anticristiana (nota 69), escritos también en la Península pero
especialmente en el exilio norteafricano de los moriscos, con
los que se pasa de mantener la fe musulmana, en una suerte de
defensa pasiva, a atacar la cristiana, opuesta a los verdaderos
credos islámicos, en lo que ya constituiría una defensa activa.
Un aspecto decisivo en estas obras es el hecho de que muestran un alto grado de conocimiento de la doctrina cristiana por
parte de los moriscos, lo que concedía a éstos una ventaja en
su lucha contra sus enemigos religiosos.
Otros estudiosos han llevado a cabo clasificaciones de los textos aljamiados que, como la anterior, subdividen este corpus
en géneros siguiendo el modelo occidental. Es el caso de la
realizada por A. Galmés de Fuentes, que, en su artículo «La
literatura española aljamiado-morisca» (nota 70), bajo el epígrafe de Contenido de la literatura aljamiado-morisca, clasifica los textos aljamiados (nota 71) de la siguiente manera:
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
1) Literatura narrativa, en donde se incluye el
Recontamiento de la doncella Arcayona, el Libro de las batallas o la Historia de los amores de Paris y Viana.
2) Literatura escatológica, en donde aparecen narraciones
como la Estoria del día del juicio.
3) Narraciones sobre personajes bíblicos, con diversos hadices sobre Abraham, Ismael y otros personajes centrales del
Libro Santo, siempre según la perspectiva islámica.
4) Literatura referente a Mahoma y sus primeros seguidores, con relatos como la Historia del nacimiento de Mahoma.
5) Literatura de viajes, como el Itinerario de España a
Turquía, al que pertenece el extracto citado en la anterior clasificación presentada.
6) Prosa didáctica, como los Castigos para las gentes.
7) Tratados de supersticiones, como el Libro de las suertes.
8) Literatura religiosa y jurídica, como la Ley de moros de
Ibn Ëallåb.
9) Poesía, donde se enmarcaría una de las más importantes
obras de la literatura aljamiada: el Poema de Y¤suf o el
Discurso de la descendencia de Mahoma de Muhammad
Rabadán.
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I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
Muy sugerente nos parece, por otro lado, aunque se circunscriba al ámbito aragonés, la división en géneros llevada a cabo
por A. Montaner Frutos en su «Aproximación a una tipología
de la literatura aljamiado-morisca aragonesa» (nota 72), que
también realiza una subdivisión en géneros pero relacionándolos a su vez con los géneros árabes (nota 73). Este modelo,
aplicable seguramente también al conjunto de la producción
aljamiada, establece los siguientes géneros:
1) Preceptiva gramatical.
2) La literatura didáctica, con una voluntad informativodoctrinal y persuasoria y en el que se podian distinguir los subgéneros de «Dios y castigos morales» e «itinerarios».
3) Recontamientos, especialmente de tema árabe y religioso.
4) Autobiografías.
5) Profecías.
6) Plegarias y loores.
7) Artes mágicas y adivinatorias.
Por otra parte, y para completar este resumen de las distintas
caracterizaciones de la literatura aljamiado-morisca, es importante destacar que esta literatura, fruto de la voluntad de un
pueblo agónico por expresar su identidad cultural y religiosa,
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
se caracteriza, en general, además de por la atitularidad, por
la anonimia, con la excepción hecha de algunos autores tunecinos, que, en su exilio tras la expulsión, parecen mostrar una
clara voluntad de dejar constancia de su autoría. A. Galmés
(nota 74) relaciona esta anonimidad con un supuesto carácter
tradicional de esta producción literaria, tal y como fue definido por R. Menéndez Pidal y M. Alvar (nota 75) para el caso de
la épica, el mester de juglaría y el Romancero. Sin embargo,
no se ha demostrado una transmisión de tipo oral para el fenómeno aljamiado, pero sí textual, de copia, y, en parte, de traducción, aspectos contrarios al concepto de tradicionalidad.
Así, la anonimia, al igual que la atitularidad, tienen que ver
con las características propias de la literatura hispánica de la
época en que se gesta, como sucede también con el didactismo, además de por el hecho de ser una especie de
«Documentos internos» de los moriscos, por lo que no eran
importantes el autor y título de los textos. Lo mismo se puede
aludir con respecto a los diálogos, tan frecuentes en la literatura aljamiada, que no pueden ser considerados análogos a los
recursos típicos del mester de juglaría, como las repeticiones
y las fórmulas, que son recursos mnemotécnicos al servicio
del juglar que recitaba los cantares de gesta, sino más bien un
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I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
recurso didáctico propio de la cuentística medieval española
(nota 76).
Sin embargo, es importante mencionar aquí que sí existieron
en la Península algunos autores concretos de textos aljamiados
que dejaron huella de su personalidad. Es el caso del ya citado «creador» de la literatura aljamiado-morisca, Yçe de Ŷebir,
de Bray de Reminyo, o del llamado Mancebo de Arévalo,
escritor también mudéjar que recorre la Península Ibérica en
busca de lo que aún queda del saber islámico en ella y describe la situación socio-religiosa de los musulmanes hispanos e
informa de interesantes aspectos de la cultura híbrida que un
autor de su época, que vive como cristiano, pudo tener
(nota 77). Por último, es de destacar el aragonés Muhammad
Rabadán, autor de un compendio del Corán y de los escasos
versos aljamiados existentes en una conocida obra dedicada al
profeta Mahoma (nota 78). Más conocidos son, sin embargo,
los autores que escriben ya desde el exilio, los cuales, al
mismo tiempo que escriben textos de polémica anticristiana
feroz, demuestran conocerse entre ellos y, sobre todo, poseer
una gran conocimiento de la cultura hispánica de aquellos
años, como veremos más adelante en algunos ejemplos.
Fascinante es el caso del conocido A™mad al-Qåsim al-H.a¥arø,
o Bejarano, morisco que en España tuvo relación con los apóÍNDICE
71
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
crifos del Sacromonte y que, una vez en el exilio, se pone al
servicio del sultán de Marruecos e inicia una intensa actividad
diplomática y cultural de la que deja constancia en su obra
junto con otros relatos islámicos (nota 79). Asimismo destaca
la figura del morisco instalado en Túnez Ibrahim Taybili, llamado Juan Pérez en su Toledo natal, un hombre de notable
cultura que escribe diversas obras de polémica anticristiana
(nota 80), y podría quizá ser el autor del ms. tunecino de nuestra leyenda.
b) El valor literario de la literatura aljamiado-morisca
Por lo que se refiere al valor literario de los textos aljamiadomoriscos, en realidad, como ya hemos indicado al principio,
éstos poseen, en términos generales, un escaso valor estético.
Así, es interesante destacar que, en un principio, el descubrimiento del primer grupo de textos a finales del siglo XIX, al
derribar una casa en un pueblo aragonés, despertó una gran
expectación, sentimiento que llevó al famoso autor costumbrista Estébanez Calderón, en la lectura de su discurso para
tomar posesión de la cátedra de árabe en Granada en 1848, a
pronunciar las siguientes palabras, no exentas de romanticismo:
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72
I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
«[La literatura aljamiada] es, por decirlo así, las Indias
de la literatura española, que están casi por descubrir, y
que ofrecen grandes riquezas a los Colones primeros que
las visiten...» (nota 81).
Desgraciadamente, y como ya observó M. Menéndez Pelayo
(nota 82), estas expectativas no se vieron cumplidas y las posteriores catalogaciones, estudios y ediciones parciales de
manuscritos, a la vez que han supuesto un gran impulso a los
estudios mudéjares y moriscos, en general (nota 83), y a la edición y estudio de textos concretos, en particular, han permitido al mismo tiempo comprobar que los mismos poseen, en términos generales, un escaso valor literario. Sin embargo, como
ya expresaba A. Galmés de Fuentes:
«...la literatura aljamiado-morisca ofrece un abundante
fondo de obras literarias, dignas en sí del más atento
interés, de acuerdo con los actuales principios de la crítica lingüística y literaria» (nota 84).
1) Las leyendas piadosas y ejemplares
No nos vamos a detener aquí a enumerar los textos de mayor
interés literario, como sería el caso de las leyendas sobre personajes bíblicos (nota 85), de gran belleza, o los textos más
cercanos a la sensibilidad cristiano-occidental, como el Libro
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
de las batallas (nota 86) y la Historia de Paris y Viana ya citadas, objeto de ediciones y trabajos por parte de A. Galmés,
como es el caso del ya mencionado sobre el interés literario de
la literatura aljamiada, al que nos remitimos (nota 87). Lo que
nos interesa destacar aquí son las leyendas piadosas y ejemplares, entre las que se pueden incluir, en realidad, muchos de
los relatos aljamiados, porque en ellas encontramos uno de los
valores literarios más interesantes de la literatura aljamiada: la
presencia en ellas de cuentos populares y motivos folclóricos,
que desarrollaremos en el capítulo 5 a propósito de nuestra
leyenda. Citamos aquí, como ejemplo de ello, el ya citado
Alhadiz del árabe y la doncella, texto sobre el que volveremos
más tarde, y en el que aparece un motivo folclórico universalmente difundido a través del cuento de Blancanieves y los
siete enanitos: el que consiste en arrancar y llevar al que ha
ordenado la muerte de una persona una parte del cuerpo muerto de ésta para comprobar que el asesinato ha sido efectivamente llevado a cabo, parte que puede ser el corazón, como es
el caso de Blancanieves, pero también un dedo o la lengua,
según las versiones. Dicho motivo aparece en otros cuentos
populares europeos, así como en diversos romances españoles,
de donde ha pasado también al teatro del siglo de Oro de la
mano de autores como Lope de Vega. Nos ocuparemos de todo
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74
I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
ello con detalle más tarde, pero ya apuntamos aquí este importante aspecto de la literatura aljamiada.
2) Los moriscos y la literatura española
Por otro lado, no queremos dejar de traer ahora a colación otro
aspecto importante que tiene que ver también, aunque indirectamente, con el valor literario de este corpus de textos: el
hecho de que algunos moriscos muestren poseer un importante grado de conocimiento de la cultura hispánica de su tiempo,
de la misma manera que, como hemos visto, también conocían los entresijos de la religión de sus opresores, un fenómeno
que se hace especialmente visible en los textos escritos tras la
expulsión en el exilio en el norte de África. El conocimiento
de la cultura y la literatura españolas del Siglo de Oro que
poseían algunos moriscos constituye uno de los aspectos más
interesantes de la literatura aljamiado-morisca y uno de sus
más importantes valores literarios, por lo que consideramos
importante mencionar aquí algunos de los más importantes
ejemplos de este fenómeno.
En primer lugar tendríamos el caso del ya citado Mancebo de
Arévalo, quien recoge textos de la Imitatio Christi de Tomás
de Kempis, el texto espiritual más difundido entre los cristianos en aquella época, como tomados de autoridades islámicas,
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
un caso de plagio posible por no ser un texto conocido entre
sus compañeros de religión (nota 88). Asimismo es conocido
este autor por haber copiado íntegramente el prólogo de La
Celestina en una de sus obras (nota 89).
En segundo lugar citamos el caso del autor toledano Ibrahim
Taybili o Juan Pérez, quien, con la mención en un texto escrito desde su exilio tunecino de su conocimiento de una versión
impresa del Quijote en el año 1604, contribuyó a avivar uno de
los más grandes enigmas de la literatura española, el de si la
famosa parodia de los libros de caballerías ya se conocía
impresa en la España del siglo de Oro antes de su publicación
definitiva en 1605, enigma que aún hoy está por resolver. La
polémica se había iniciado a partir de una carta de Lope de
Vega sin fecha, datada posteriomente en 1604, en la que el
Fénix de los Ingenios hace referencia al Quijote, así como la
cita hecha a esta obra, junto a otras, en la comedia picaresca
La pícara Justina, publicada antes de 1605. Toda esta problemática fue descrita por el arabista J. Oliver Asín en un artículo de 1976 en el que daba cuenta, asimismo, de su descubrimiento de un texto morisco encontrado en la Biblioteca
Casanetense de Roma que confirmaría la existencia de una
versión impresa anterior a 1605 (nota 90). En dicho texto,
escrito en el exilio en Túnez, el autor menciona el famoso libro
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76
I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
de caballerías al relatar una anécdota sucedida en una librería
de Alcalá de Henares en el año de 1604, con una muy precisa
indicación de la fecha, es decir, que El Quijote pudo, efectivamente, haber sido conocido en España antes de su edición de
1605 (nota 91). El pasaje muestra, además, la impresionante
familiaridad con la que se mueve este morisco por la cultura
literaria de su época, y echa por tierra la imagen del morisco
encerrado en su aljama sin contacto con la cultura hispánica y
en continuo enfrentamiento con ella dada por una parte de la
crítica (nota 92).
Para finalizar, consideramos importante mencionar aquí uno
de los manuscritos aljamiados que más sorpresas deparó a los
investigadores por mostrar los conocimientos que algunos
moriscos poseían de la literatura española de la época, lo que
constituye uno de sus más importantes valores literarios. Se
trata de una joya cultural que, una vez demostrada la inexistencia de mística entre los moriscos y descartada asimismo la
influencia de éstos en los conocimientos de mística musulmana de San Juan de la Cruz (nota 93), permitió superar algo la
decepción que produjo entre la crítica el no encontrar más textos con un importante valor literario: se trata del manuscrito
S2 de la Biblioteca de la Real Academia de la Historia, un
texto misceláneo anticristiano y proislámico en el que se
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77
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
encuentra el famoso Kåma S¤tra recientemente editado
(nota 94), traducción del árabe de un tratado sobre el matrimonio, así como un tratado de moral y liturgia musulmanas,
en los que el autor muestra una amplia formación islámica.
Fue también J. Oliver Asín el que dio por primera vez noticia
a la crítica de su sorprendente contenido (nota 95), pues en
dicho manuscrito, dentro de una novelita incrustada en el
mismo cuyas fuentes son, esta vez, totalmente hispánicas, su
anónimo autor (nota 96), un morisco que, como el anterior,
había emigrado a Túnez tras la expulsión, recoge y reproduce
literalmente varios versos que han sido identificados posteriormente como obra de grandes autores del Siglo de Oro, así
como descripciones de representaciones teatrales de la época
y referencias a obras de teatro concretas. Así, a lo largo de su
periplo, el protagonista canta o dice escuchar varias poesías
que, en realidad, como ya he indicado, no son originales, sino
tomadas directamente de obras de Garcilaso de la Vega, de
Góngora, del Romancero, de Quevedo y de Lope de Vega.
Además, describe en un momento determinado un corral de
representaciones teatrales de la época y narra el asunto de una
comedia del «cristianísimo» Lope de Vega, que tanto ridiculizó a los moriscos en muchas de sus obras. El texto describe
con detalle una típica representación teatral de la época, en
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78
I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
este caso de la comedia de Lope de Vega Mudanzas de Fortuna
(nota 97) y el morisco relata todo el asunto de la obra. En el
cuadro siguiente el protagonista observa una escena que es asimismo la trama de otra obra de éste y en todo el texto la referencia a versos de los autores citados anteriormente es constante. El autor recoge asimismo varios romances moriscos,
con cuya mención parece querer declararse, como muchos de
sus contemporáneos, afín a la corriente de literatura maurófila
que recorre el mundo de las letras hispánicas a lo largo de los
siglos de Oro (nota 98). Uno de los romances, por ejemplo,
tiene como protagonista al famoso Abenámar. Más adelante,
cita otro romance cuyo protagonista es el moro Zaide de la
Alhambra, objeto también de algunos romances de Lope de
Vega.
En el mismo texto, en una muestra totalmente paradójica de
asunción de los mitos cristiano-viejos y de aparente apoyo a la
España «oficial» que los había expulsado, el morisco autor del
manuscrito llega incluso a hacer referencia al tema de la limpieza de sangre como algo positivo cuando cita a un personaje de una comedia de Lope que se jacta orgulloso de la pureza
de su ascendencia cristiano-vieja y, en otro pasaje del texto,
habla incluso con regocijo de la España visigótica, tan mitificada por los cristianos por ser la España anterior a la conquisÍNDICE
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
ta musulmana. Sin embargo, no podemos olvidar que otro
morisco, el granadino Miguel de Luna, intentó describir el
periodo de dominio musulmán en la Península como salvador
de los males que el reino visigodo había introducido en ella
(nota 99). Así, pues, a la vista de estos textos, la cuestión que
queda en el aire sería, tal y como se ha planteado una parte de
la crítica (nota 100), si la coexistencia de estos discursos tan
opuestos, el disidente y el prohispánico, respaldaría más bien
la hipótesis de que fueron otros simpatizantes de la causa
musulmana (como, p. ej. los judíos conversos) los que iniciaron la moda de literatura maurófila, o si, por el contrario,
demuestran la nostalgia que sentían algunos moriscos por la
España que les vio nacer, como sería el caso del famoso morisco Ricote que Cervantes creó en El Quijote. O las dos cosas a
la vez.
En cualquier caso, la importancia que este tipo de textos tiene,
dejando ahora de lado el punto de vista islámico, para el estudio de la cultura hispánica de los siglos de Oro es indudable y
este último y los ejemplos antes citados no hacen sino indicarnos el alto grado de asimilación con la cultura hispánica
que habían alcanzado algunos moriscos hasta el momento de
la expulsión, asimilación y conocimiento que hicieron posible
engañar durante décadas a las autoridades cristianas con la
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I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
famosa falsificación de los libros plúmbeos del Sacromonte
(nota 101). Y, sobre todo, es muy interesante comprobar cómo,
en el exilio, es precisamente la «españolidad» lo que constituye el signo de identidad de una comunidad que había creado la
literatura aljamiado-morisca para diferenciarse de la cultura
cristiana dominante y preservar su propia cultura, y que acaba
recurriendo a sus raíces hispánicas para distinguirse dentro de
una comunidad musulmana que también los percibió como
distintos.
Así pues, el valor literario más importante de esta literatura
vendría dado por su hibridismo y por lo que ésta absorbe de las
culturas española, en particular, y europea, en general.
c) Caracterización la leyenda de la doncella Carcayona
dentro del corpus de la literatura aljamiado-morisca
1) Origen y valores estéticos de la leyenda
Este relato, que ya fue calificado por M. Menéndez Pelayo en
su obra Orígenes de la novela como «singular entre todas las
historias moriscas» por su ya citada relación con las literaturas
europeas (nota 102), es uno de los textos aljamiado-moriscos
con más valor estético y literario, valor que se deriva tanto de
su belleza intrínseca, como de la masiva presencia en él de
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81
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
motivos folclóricos y temas cuentísticos populares, lo que,
como ya explicábamos anteriormente, es uno de los más
importantes valores de esta literatura.
En realidad, esta bella narración no hace más que recoger y
adaptar, en sus rasgos generales, y al margen de los elementos
novedosos propios de la cultura islámica que lo difunde, un
cuento muy popular en la Edad Media que aún vive de forma
oral en Europa y en la Península Ibérica, sobre todo en el
ámbito catalán, y asimismo recogido como tal por S.
Thompson en su índice de motivos folclóricos (nota 103). Se
trata del cuento de La doncella de las manos cortadas o
Manekine, como es conocida en el ámbito francés, y que se
conserva en las literaturas románicas en varias versiones latinas, francesas, italianas, catalanas y castellanas, que veremos
con detalle más adelante. En Inglaterra, donde es muy conocido, se conservan también varias versiones cultas y populares.
En Alemania, donde se conservan tres versiones, es conocida
sobre todo a través de la versión popular de los hermanos
Grimm Mädchen ohne Hände. Todas estas versiones, la mayoría de las cuales se origina en el tema del incesto y no en el de
la religión, se encuentran muy contaminadas entre ellas y con
otras tradiciones cuentísticas, como es la de la conocida historia de Genoveva de Brabante, originada en la acusación de
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82
I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
adulterio, y tan difundida por toda Europa. El relato se puede
encuadrar en otros marcos narrativos folclórico-populares,
como es el caso del citado motivo de la mujer injustamente
acusada, que a su vez se enmarca en el de la mujer perseguida, y de ahí la dificultad para establecer una genealogía
exacta entre todas las versiones.
Por otra parte, el texto aljamiado podría ser, como veremos en
el capítulo dedicado a las relaciones de la leyenda con la literatura árabe, una traducción de un cuento recogido en una de
las varias recopilaciones de cuentos que componen Las mil y
una noches, aunque, en realidad, no pertenezca a dicha colección, como veremos. En dicha colección encontramos, además, otro relato, titulado «Las excelencias de la limosna»
(nota 104), que también contiene el motivo de las manos cortadas. Este castigo, originado en la leyenda morisca en la conversión de la doncella a otra religión y no directamente en el
pretendido incesto del padre, como en la Manekine, o la falsa
acusación de adulterio, como sucede en la Leyenda de
Genoveva, es lo que en el relato de Carcayona altera con respecto al cuento original, además, por supuesto, del comienzo
y final del cuento, que también han sido convenientemente
«islamizados» por los autores moriscos. El texto constituye
uno de los más bellos relatos dentro del corpus de la literatura
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83
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
aljamiado-morisca y un ilustrativo ejemplo de las interrelaciones entre las culturas árabe y europea, como veremos más
detenidamente en el capítulo tercero.
2) Los estudios críticos sobre la leyenda de Carcayona
Pues bien, este relato, a pesar de su interés, ha sido poco estudiado hasta ahora por los investigadores de este fascinante
capítulo de la cultura española de los siglos de Oro. Una muestra de ello sería el hecho de que, hasta ahora, se han llevado a
cabo únicamente dos ediciones del mismo. Se trata de las realizadas por F. Guillén Robles a partir del ms. mejor conservado, aunque no el más puro, el número 5313 de la Biblioteca
Nacional de Madrid (nota 105), y por Galmés de Fuentes,
basada esta última en el citado ms. número 9067, también de
la Biblioteca Nacional de Madrid y escrito, como sabemos, en
caracteres latinos (nota 106).
Por lo que se refiere a los artículos críticos, destacan, por una
parte, el ya descrito de Galmés de Fuentes sobre el lle-yeísmo
que contiene a su vez la edición del ms. tunecino del siglo
XVII en caracteres latinos, donde se dice:
«Como es sabido, la “Historia de la doncella Arcayona”
es un cuento morisco de marcadas reminiscencias románicas, pues se halla en parte inspirado en el libro de
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84
I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
Apolonio y en la vida de Santa Genoveva, aunque, naturalmente, aderezado en sentido profundamente musulmán. Una versión extensa de la historia de Arcayona fue
publicada por Guillén Robles en su colección de
Leyendas moriscas, y nuestra versión abreviada fue dada
a conocer por él mismo en el prólogo de sus citadas
Leyendas. La versión abreviada ofrece, respecto a la
extensa publicada por Guillén Robles, un relato conciso,
exento de ornamentación y arabescos farragosos. Su
extrema brevedad, así como su superior valor literario en
su esquemático desarrollo, me inducen a publicar aquí el
referido relato...» (nota 107).
Es necesario explicar a propósito de la relación aquí señalada
entre la leyenda de Carcayona y el medieval Libro de
Apolonio, que dicha conexión se reduce exclusivamente al
motivo del incesto padre-hija, uno de los más famosos de la
literatura española. En cuanto a la leyenda piadosa de Santa
Genoveva, una relación que ya hemos indicado más arriba, su
vinculación con el cuento de Carcayona fue también puesta de
manifiesto por M. Menéndez Pelayo y E. Saavedra (nota 108).
Al margen de este aspecto, sobre el que volveremos después,
lo que nos interesa destacar aquí ahora es que el hecho de que
el estudio de A. Galmés se ocupe de la versión abreviada de la
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85
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
leyenda –la cual posee, efectivamente, un superior valor literario, especialmente a causa de su concisión, frente a la más
extensa publicada por Guillén Robles–, ha provocado que los
estudios críticos se hayan ocupado principalmente, además de
analizar los aspectos lingüísticos del texto, de las relaciones de
la leyenda con la cuentística europea y con otros relatos aljamiados, dejando de lado aspectos como los elementos islámicos, más reducidos en dicha versión abreviada. Este sería el
caso del artículo de H. Bouzineb «Culture et identité morisques» (nota 109), el cual, además de calificar el relato de texto
de entretenimiento, realiza un resumen del mismo basado
claramente en la versión más breve publicada por A. Galmés.
Además, y en la línea ya mencionada, relaciona la narración
con otro relato morisco también ya citado, el Alhadiz del
árabe y la doncella (nota 110), el cual trata también de la conversión al Islam de una doncella y que se basaría, según H.
Bouzineb, en la costumbre preislámica citada en el Corán
(sura 81, versos 8-9) de matar a las niñas recién nacidas
(nota 111). Este texto aljamiado tiene, efectivamente, una gran
relación con la leyenda que nos ocupa, lo que analizaremos en
detalle más adelante.
Y sin embargo, aunque la mayoría de los estudios se centran
en la versión más breve, es la versión más extensa publicada
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86
I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
por F. Guillén Robles la que tuvo una relativamente importante transmisión manuscrita en la Península (un total de cinco
mss. aljamiados conocidos la contienen en parte o en su totalidad, como ya sabemos), y en la que los elementos islámicos
adquieren un mayor relieve, como demostrarían las extensas
descripciones del paraíso e infierno musulmanes que contiene.
Ello la convierte, como ya indica A. Galmés, en un texto más
farragoso, pero es, al fin y al cabo, la narración original, puesto que la abreviada parece ser, más bien, una creación original
independiente del autor morisco en su exilio a partir de una
historia ya conocida. De ahí que consideremos importante el
estudio de la versión extensa «original».
Por lo demás, únicamente A. Galmés ha seguido ocupándose
del cuento morisco, al que, en su clasificación de la literatura
aljamiada, sitúa dentro del epígrafe literatura narrativa
(nota 112). Además, y dentro del ámbito de las relaciones de
la leyenda de Carcayona con la literatura occidental, nos ofrece referencias sobre la que parece ser la primera obra en la que
aparece el tema de la doncella sin manos:
«La leyenda de La doncella Arcayona reproduce el tema
folklórico, de origen oriental, de la muchacha inocente,
falsamente acusada y exilada en un bosque, tema que
tuvo gran popularidad en las literaturas románicas. El
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
texto más antiguo que recoge el referido tema es el milagro De picitis et tolerancia cuiusdam imperatricis,
incluido en un ms. latino de la Bibl. Nac. de París, que
data del siglo XI. En la literatura medieval el cuento de
la muchacha sin manos aparece también en la Vita Offae
primi, conservada en un ms. de fines del siglo XII o primera mitad del XIII, escrito en Inglaterra y cuyo autor es
probablemente Mathaeus Parisiensis. Posteriormente el
motivo lo encontramos en varias canciones de gesta o
poemas narrativos franceses...» (nota 113).
Nos ocuparemos más adelante de describir con detalle todas
las versiones de distintos ámbitos literarios que tienen relación
con nuestra leyenda, pero traemos aquí a colación este párrafo
para destacar el hecho de que los estudios críticos se han ocupado hasta ahora, especialmente, de apuntar, aunque sin llegar
a profundizar en él, este importante tema de las relaciones de
la leyenda con la cuentística europea medieval.
3) El valor religioso y didáctico de la leyenda de Carcayona
A la vista de lo expuesto anteriormente consideramos que esta
narración debe ser estudiada con más detalle, y a partir de la
versión más extensa, desde otros dos puntos de vista ya señalados por la crítica:
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88
I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
a) Su contenido religioso, centrado, como ya hemos indicado
en el breve resumen de la leyenda, en la descripción del infierno y el paraíso musulmanes, y dentro de este aspecto, en el
carácter ortodoxo de dicha descripción. Para ello será también
importante la comparación del cuento de Carcayona con otros
relatos aljamiados que también se centran, principalmente, en
la escatología musulmana, como es el caso del Recontamiento
del día del juicio, publicado también por Guillén Robles
(nota 114) y, más recientemente, por M. Sánchez Álvarez
(nota 115).
b) Su carácter didáctico-ejemplar, que le viene dado por su
utilización de una leyenda cristiana con la finalidad de revelar
las excelencias del Islam a través de la introducción en la
misma de una serie de aspectos y personajes pertenecientes a
la cultura y la religión islámicas muy conocidos, que harían,
seguramente, de la leyenda un relato muy popular entre los
moriscos. De ello serían una prueba las distintas versiones
manuscritas que se han conservado del mismo. Así, sería interesante estudiar textos como el de la leyenda de Carcayona,
desde este punto de vista, analizando los recursos didácticos y
los elementos explotados por los moriscos para alcanzar ese
pretendido sentido ejemplarizante (nota 116).
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Dentro de este último aspecto, la narración, que, como ya
vimos, concluía con la fundación de una ciudad santa con el
nombre de la doncella para servir a la nueva religión, el Islam,
debe ser considerada, pues, tal y como ya apuntaba Louis
Cardaillac (nota 117), un exemplum medieval.
Así, siguiendo la primera clasificación dada en el epígrafe
anterior, el texto debería ser encuadrado en el apartado de
enseñanzas breves, y, dentro de él, en la última subdivisión,
la que incluía obras de contenido escatológico destinadas a
describir, a partir de obras ejemplares, los castigos y premios
del Más Allá, como es el caso de la leyenda de Carcayona. Por
tanto, la narración sería un relato piadoso ejemplar que se
encuadraría a su vez en la literatura didáctica medieval, de claras raíces árabes, y enlazaría, a su vez, con el género árabe del
exemplum o matal. Estudiaremos este género con más detalle
en el tercer capítulo y veremos asimismo cómo se estructura el
relato y qué elementos se introducen para poder alcanzar dicha
finalidad didáctico-doctrinal, pero queremos hacer ahora hincapié en el hecho de que el relato no se puede considerar un
simple recontamiento, como indicaba Galmés de Fuentes, o de
un texto de entretenimiento, como consideraba H. Bouzineb,
sino de un auténtico texto didáctico con unas pretensiones de
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90
I.2. La leyenda de la doncella Carcayona y la literatura
aljamiado-morisca
difusión y defensa del Islam que es, al fin y al cabo, la finalidad última de la literatura aljamiado-morisca.
Así en nuestra opinión, el relato de la doncella Carcayona
debería encuadrarse claramente, dentro de la división en géneros hecha por A. Montaner, en el género de la literatura
didáctica (nota 118). Bien es cierto que su carácter, por el
hecho de basarse en un cuento folclórico, sería más bien el de
una narración o rrecontamiento, como efectivamente es denominada por los propios moriscos, además de por contener, si
seguimos la tipología de A. Montaner, un tema religioso y aparecer varios personajes (nota 119), pero, en esencia, por el uso
que se hace del cuento popular –que, como ya indicó también
Menéndez Pelayo, no es de origen árabe (nota 120)– y por los
mecanismos que utiliza, debe considerarse, en nuestra opinión, como un texto de carácter esencialmente didáctico-ejemplar.
En los próximos capítulos veremos todos estos aspectos con
más detenimiento, pero queríamos destacar ya aquí el papel
que este relato juega dentro del corpus de textos aljamiados
como ejemplo de utilización de una leyenda cristiana al servicio de los intereses de una comunidad musulmana necesitada
de defender por encima de la opresión de las autoridades españolas su identidad cultural y, sobre todo, religiosa.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de
Carcayona
a) El género del exemplum en el contexto de la literatura
medieval española
L
a literatura didáctica española posee una larguísima
tradición que arranca en la Edad Media y tiene su prolongación durante el Renacimiento, la época en la que
tiene lugar la más productiva fase de la literatura aljamiada, o,
por lo menos, como ya hemos visto, en lo que a copias manuscritas se refiere.
Es posible que esta circunstancia haya condicionado la actividad morisca, o, pueda haber creado el clima favorable a ello,
puesto que los moriscos, como vimos en el capítulo anterior,
fueron receptivos a la literatura española, lo que se reflejaba en
muchas obras escritas en el exilio.
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I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
Sin embargo, nos inclinamos a pensar que es la larga e importante tradición medieval, en gran parte de origen oriental, la
que determina la creación de obras de carácter didáctico dentro de la literatura aljamiado-morisca, además, por supuesto,
de la propia necesidad de conservar y transmitir el acervo
árabo-islámico que les permitiese mantener su identidad cultural, fundamentalmente definida, como es conocido, por su
religión, el Islam.
El desarrollo en España durante la Edad Media de una importante y cada vez más floreciente literatura didáctico basada, en
muchos casos, en literaturas orientales y semíticas como la
india, la judía o la árabe, además de los clásicos, viene motivada, fundamentalmente, por el gran movimiento de difusión
religiosa cristiano iniciado con las Cruzadas, movimiento que
hacía necesario recoger material teológico y moral como instrumentos para una efectiva instrucción en los principios religiosos cristianos, fundamentales para entender, por ejemplo,
las numerosas recopilaciones de exempla (nota 121) que se
recogieron en esta época.
En ese contexto hay que entender, por ejemplo, la difusión en
la Península, a lo largo del siglo XII, del género didáctico de
los debates, un género moral procedente de la literatura latina
y uno de los primeros, cronológicamente hablando, que se
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93
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
implantaron en España, en donde son adaptados a las mencionadas necesidades de difusión religiosa y reprobación moral
cristiana típicamente medievales.
Durante el reinado de Alfonso X el Sabio se produjo una gran
labor de traducción de obras árabes que llevó a cabo la llamada Escuela de Traductores de Toledo, actividad que trajo a
España numerosas obras didácticas de origen oriental, algunas
de ellas de origen indio.
Durante el siglo XIII son también de gran importancia, como
hemos indicado al principio, las recopilaciones de exempla, es
decir, compilaciones de relatos breves de diverso origen de
carácter didáctico y moral, que constituían una suerte de enciclopedismo medieval de gran difusión y al servicio, sobre
todo, de la formación religiosa. Sin embargo, la diferencia más
importante entre las colecciones de exempla y estos dos últimos géneros reside, fundamentalmente, en que éstos recibían
las preferencias de los universitarios y teólogos por su invitación a la reflexión, y el primero estaba destinado a un público
más amplio compuesto, tanto de curiosos interesados en
adquirir más saber, como de religiosos inmersos en el gran
movimiento predicador que recorría Occidente en aquella
época, y que se sigue desarrollando a lo largo de todo el siglo
XIV y parte del XV. Como dicen J. Berlioz y M.A. Polo:
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I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
«Le public des Sommes avait en les utilisant une perspective spéculative; celui des encyclopédies voulait disponer d'un outil commode lui permettant d'accéder à
l'ensemble des connaissances pour les mettre au service
de la pastorale» (nota 122).
Este género, el exemplum, resulta fundamental para nuestro
estudio a causa de la relación que posee, en interacción con el
conjunto de la la literatura didáctica medieval, tanto de origen
occidental como oriental, con algunos relatos moriscos, y, en
particular, con la leyenda de la doncella Carcayona. Como
dice D. Cardaillac, «en los orígenes de los exempla medievales es posible encontrar tanto fuentes judeocristianas como
musulmanas, y resulta innecesario demostrar el papel fecundo
de esta aportación» (nota 123), lo que se observaría en algunos
relatos moriscos.
En su proceso concreto de gestación, el género del exemplum
está estrechamente vinculado, como ya hemos explicado más
arriba, al de los sermones medievales, destinados a la instrucción del pueblo en materia religiosa. Como explica C. Alvar,
los exempla son una forma de «adornar los sermones y mantener despierta la atención del auditorio» y «procedían, por lo
general, de los libros sagrados, de las vidas de santos o de los
escritos de los Padres de la Iglesia» (nota 124). Además, este
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
autor describe el género del exemplum con las siguientes palabras: «cualquier narración, fábula o parábola, descripción o
moraleja, refrán o anécdota capaz de servir de prueba en
apoyo de una argumentación doctrinal, religiosa o moral»
(nota 125).
Además, aparte de esta función didáctica, el uso de los exempla está vinculado asimismo a la necesidad, ya expresada por
las autoridades eclesiásticas desde el siglo IX, de utilizar la
lengua del pueblo para hacerse entender mejor por éste. De ahí
el uso de refranes, cuentos o anécdotas populares para ilustrar
los sermones, como indica la definición anterior. El clero, sin
embargo, ponía muchas reticencias al hecho de tener que
«rebajarse» al uso de lo «vulgar» en sus sermones y de ahí
que, tal y como explica M.J. Lacarra, aunque la importancia de
este género aumente durante los siglos XII y XIII y esta separación deje de ser tan radical con la llegada del Renacimiento,
con su revitalización de lo popular y lo folclórico, en realidad,
«serán las órdenes mendicantes las que darán amplio impulso
al empleo del exemplum» (nota 126) y las que, asimismo,
recogerán las más importantes colecciones de este tipo de textos. El más conocido, según esta autora, es el Tractatus de
diversis materiis praedicabilibus, del dominico Etienne de
Bourbon, obra que contiene unos 3.000 exempla, tomados de
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96
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
crónicas, vidas de santos, los escritos de los Padres de la
Iglesia, libros científicos, colecciones de milagros de la
Virgen, obras didácticas de tradición oriental, como la
Disciplina Clericalis y el Barlaam y Josafat, así como relatos
de tradición oral, leyendas o narraciones folclóricas cuyo origen es, a veces, difícil de precisar.
El continuador de la obra de este autor sería Humberto de
Romans, cuya obra, el Tractatus de habundantia Exemplorum,
está considerado un resumen del anterior, y de ahí su rápida
difusión. Según M.J. Lacarra, su mayor logro es «haber convertido las simples narraciones cargadas de valores morales en
el medio indispensable para emocionar a los oyentes», para lo
que «tuvo que reelaborar literariamente los textos que había
heredado de Etienne de Bourbon» (nota 127). Esta obra, que
está considerada como una obra de entretenimiento, tuvo un
gran éxito durante el siglo XIV, se imprimió en el siglo XV y
llegó a ser conocida en el siglo XVI, hasta que llegaron las
prohibiciones a este tipo de obras por parte de las autoridades
eclesiásticas, que consideraban que se había impuesto la distracción sobre la moralización y el didactismo. Quizá haya
sido esto lo que ha sucedido con la leyenda de Carcayona, en
la que ha predominado su belleza literaria y parece haberse
perdido su valor didáctico, y de ahí que no haya sido vista
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97
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
como obra didáctica. Pero ya vemos que se trata, simplemente, de la evolución lógica de un género que bebe mucho del
folclore y las leyendas, por lo que los textos se acaban «profanizando». Es decir, y como sería el caso del cuento que enmarca la leyenda de Carcayona, en el momento en el que las narraciones ejemplares inicialmente independientes y autónomas
comienzan a utilizarse como apoyo para una argumentación
doctrinal, pierden en parte su valor moralizante, pasan a adquirir un valor lúdico, y tienen, por tanto, un valor al margen del
sermón, deben ser «enmarcadas» de otra manera, es decir, en
palabras de Carlos Alvar, «se siente la necesidad de sustituir el
marco que constituía el sermón por un marco distinto, más elaborado literariamente, pero igualmente didáctico o moralizante» (nota 128). Eso es lo que habría sucedido en obras como el
Sendebar, el Calila e Dimna, Las mil y una noches y otras
obras orientales, pero también lo que explicaría la inclusión de
la historia de la conversión de Carcayona, que es al fin y al
cabo en lo que consiste la narración ejemplar que acompaña al
contenido doctrinal en el marco narrativo de una leyenda
popular que parece combinar el cuento profano de «La muchacha sin manos», conocida sobre todo por la versión catalana de
La hija del rey de Hungría o la Manekine francesa, y la leyenda piadosa de Genoveva de Brabante, conocida en toda
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98
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
Europa, y que aparece en las colecciones francesas de milagros de la Virgen María (nota 129). No hay que olvidar tampoco, en este contexto, que no sólo los predicadores reunían
colecciones de exempla, sino que también otros autores, como
el Marqués de Santillana, los recogían, buscando en ellos más
bien un interés literario que didáctico.
Así, como explica M. J. Fernández, también Bremond y Le
Goff, autores de un estudio sobre el exemplum (nota 130), son
de la opinión que este género no sólo debe ser considerado un
«procedimiento narrativo frecuente, sino como un género literario con características definidas» (nota 131). Es decir, que se
podría hablar de un literatura del exemplum. Los autores
citados, según M.J. Fernández, describen este género con una
serie de características, que serían las siguientes:
1.- Carácter narrativo.
2.- Escaso desarrollo literario: los textos responderían a breves
esquemas de desarrollo.
3.- Discurso doctrinal o sermón.
4.- Tono didáctico con finalidad catequística.
5.- La temática se puede englobar dentro del tema del saber.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
6.- Existencia de una lección ejemplificada con una anécdota.
Estas dos partes «suelen venir caracterizadas por marcas que
apuntan el canal de transmisión del mensaje» (nota 132).
7.- Estas marcas apuntan a la anonimia y determinan si se trata
de un texto culto o vulgar.
Los textos se podrían dividir, además, según el medio del que
han sido tomados, en tres clases: aquellos que responden al
dicitur, es decir, en los que se dice que han sido contados por
alguien; los que responden al legi, es decir, remiten a una
fuente escrita, como el Corán; y los que responden al audivi,
cuando se dice haber escuchado el relato en boca de algún personaje. Dentro de los primeros se puede distinguir, según se
pretenda destacar más o menos la verosimilitud del texto,
entre aquéllos que recurren a alguna autoridad, que sería el
«recontador», o si, simplemente, se dice que alguien desconocido lo contó. Esto, como describe M.J. Lacarra, tiene también
su origen en la literatura didáctica oriental, donde también
aparecen estas formas de presentar la materia narrativa
(nota 133). Como también afirma M.J. Fernández, «(...) aunque el exemplum aparecía ya en la literatura latina, la funcionalidad catequística y litúrgica del mismo pertenece a la cultura árabe y de ahí pasa a la literatura cristiana en la Edad
Media» (nota 134).
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100
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
b) El género didáctico del exemplum árabe o ma†al y el
™adø†.
Dentro de la tradición cultural y literaria árabe, tal y como
viene definido en la Encyclopédie de l'Islam, el vocablo árabe
matal (pl. am†ål) se definiría como 'proverbio, dicho popular'
a partir de la raíz semítica común, que significa 'similitud,
igualdad, equivalencia, parecido' (nota 135).
Los filólogos árabes han definido el concepto de matal a partir de Ab¤ \Ubayd (m. 244/883), distinguiendo en él tres características esenciales:
— la comparación como procedimiento metafórico (ta≈bøh).
— la concisión (ø¥åz al-lafz.).
— la utilidad (så\ir).
Los amtål se basarían, pues, en la experiencia y poseen, por
tanto, un sentido práctico, de manera que quienes los utilizan
de forma inteligente pueden servirse de ellos positivamente.
Además, a través de ellos sería posible comprender temas que
son difíciles de explicar directamente. Por eso es importante el
que presenten casos análogos aunque sean lejanos en el tiempo, porque poseen una utilidad por encima de las barreras temporales. Autores como Ab¤ \Ubayd ponen en evidencia que los
amtål acompañan al discurso y define el proverbio según su
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101
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
sentido en la Antigüedad clásica. Otros, como al-Zamaq≈arø
(m. 538/1144), opinan que el nazør, 'lo semejante', contiene la
significación fundamental de matal.
Sin embargo, los exempla árabes no se restringen únicamente
a estas características, puesto que, en realidad, la palabra
matal se utiliza como denominación general de distintos tipos
de discursos con un denominador común: el didactismo a través de la ejemplificación. Así, tendríamos:
1) El proverbio.
2) Las locuciones proverbiales, que comprenden también el
vasto grupo de comparaciones contenidas en los llamados «af
\alu min» ('Se cuenta de...').
3) Los dichos, que, como los proverbios, se encuentran también en los hadices en forma de máximas, sentencias, apotegmas y aforismos.
4) las expresiones hechas características de saludos, maldiciones, etc.
5) las parábolas y fábulas a la manera oriental.
El Kitåb al-Am†ål de Ab¤ \Ubayd es la recopilación de proverbios árabes más antigua que existe, y contiene 1.400 ejemÍNDICE
102
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
plos sistematizados en 19 capítulos. El material se puede dividir en tres épocas:
– época preislámica
– primeros tiempos del Islam
– la época del Islam centralizado, especialmente bajo los primeros califas abbasíes.
Como explica Abdulgafur Sabuni, hasta el siglo VIII la literatura árabe en prosa, al margen del Corán, se reduce a documentos oficiales de las cortes califales y algunos textos de los
poetas preislámicos, y sólo a partir del califato bagdadí crece
el interés por el pasado árabe y comienzan a reflejarse por
escrito los viejos valores árabes. Así se inicia la poesía o ≈i\r,
las narraciones sobre el mundo beduino o ayyåm al-\arab, los
proverbios y fábulas o amtål, y otros géneros (nota 136).
De forma diferenciada, el género del matal posee las siguientes características:
a) Por lo que se refiere a los proverbios provenientes de la primera época, se originan en la tradición narrativa de la época
preislámica y están marcados por la vida nómada en el desierto y basados en la sabiduría animal, tan bien conocida por los
árabes. En este género «animal» se podría distinguir entre:
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
– los am¥ål, relacionados con fábulas sobre animales en los
que cada animal recibe un papel definido (por ejemplo, la
hiena es siempre estúpida).
– aquellos relatos en los que los animales son personificados.
Los «héroes» de estos relatos son conocidos por la tradición y
las genealogías, pero el tiempo y el lugar son siempre indefinidos. El carácter etiológico es, pues, evidente, puesto que al
recontador le interesa saber cómo surgió esa locución para responder a cuestiones concernientes a los nombres y las genealogías, pero no son relatos históricos sino anecdóticos.
Las historias y explicaciones de un matal difieren mucho o
totalmente unas de otras porque su origen es muy primitivo. Se
pueden distinguir dos tipos en esta época:
– las inscripciones, que se remontan a la época preislámica,
o versos de poetas preislámicos. No se sabe si han sido creaciones originales o han sido tomados del saber popular.
– los ™ikam, que poseen un sentido práctico y ético. Pueden
haber sido escritos en una época más antigua. En el Corán,
estos dichos de contenido ético se atribuyen habitualmente al
legendario Luqmån, lo que también sucede en la literatura
posterior. Algunos de estos ejemplos se encuentran en libros
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104
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
de adab, que recogen todo el saber enciclopédico araboislámico.
b) En una segunda época, los matål están vinculados al hecho
de que la comunidad islámica se convierte, a partir del siglo
IX, en una nueva sociedad, lo que influye en la lengua y en la
producción literaria. La cultura adopta los viejos conceptos y
les dota de un nuevo significado, modificando las fórmulas.
Así, por ejemplo, si hasta ahora había sido el profeta Mahoma
el protagonista de muchos de los relatos árabes, ahora serán
sus sucesores y compañeros los que llenarán la tradición literaria. De esta forma, la literatura proverbial de esta época se
puede dividir en:
– máximas y aforismos referidos a \Alø, el yerno de Mahoma,
es decir, hadices.
– locuciones que contienen frecuentemente el nombre del
señor Alá introducido normalmente por las palabras min
du\å'ihim ('de su plegaria'), y en donde aparece por primera vez
el nombre de matal.
– se conserva el matal antiguo, ahora influido por el Islam,
como sucede con toda la narrativa de esta época, pues las victorias de éste sobre los infieles han dado confianza a los creÍNDICE
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
yentes en el Islam, de manera que los amtål se remontan al
mismo profeta Mahoma.
c) En una tercera fase, la arabización de regiones de Oriente,
las viejas civilizaciones, conquistadas por los califas árabes,
contribuye al enriquecimiento de los textos ejemplares árabes,
por una parte, con nuevas creaciones, y por otra, con calcos de
ejemplos anteriores. Esta época se extiende justo hasta la
época de Ab¤ \Ubayd, es decir, los primeros califas abbasíes.
La sabiduría popular explotada en los dichos ejemplares se
suele atribuir a personalidades conocidas del mundo político o
religioso, distinguiéndose entre:
¤ \Ubayd, que recogió mucho mate– los textos del propio Ab¤
rial para los amtål de sus conversaciones con la gente.
– proverbios inventados, así como comparaciones tomadas
de otras lenguas y visiones culturales distintas.
Los paremiógrafos árabes de los tres siglos siguientes aumentan el material ejemplar recogido por Ab¤ \Ubayd hasta llegar
a elevar el número de amtål a 7000. Entre ellos se puede distinguir entre:
1) Los af\alu, 'errantes', que ascienden a 1.200. En ellos, los
hombres y mujeres de la época preislámica son designados por
su nombre y su genealogía y no se sabe en qué medida se
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106
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
puede contar con esta supuesta tradición histórica. Son textos
maniqueos y ejemplarizantes, y los nombres de los personajes
son intercambiables. Han llegado a nuestros días, como las
fábulas griegas.
2) Los muwallada, 'híbridos', que se remontan a una época no
puramente árabe todavía y de los que se conservan 1.700. Se
denominan 'fábulas del lobo'.
A partir de aquí hay que considerar en el género del matal:
a) La recopilación de al-Maydånø, en la que se encuentran
dichos anónimos del Nuevo Testamento, algunos de los cuales
corresponden literalmente al texto original y otros que sólo
parafrasean el texto bíblico.
b) Que la aportación histórica de los hechos que los paremiógrafos árabes utilizaban como sujeto de muchos ejemplos
también está relacionada con los recontadores anteriores,
puesto que, en efecto, estas historias pertenecen también al
ámbito de la leyenda profana o religiosa, cuentos de hadas,
fábulas o anécdotas. Frecuentemente se trata de un motivo
internacional errante.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
c) Las leyendas locales.
d) La mayoría de los ejemplos ha sufrido un proceso de formación visible que concierne a la forma interna (ideas) y a la
externa, condicionada por particularidades lingüísticas o estilísticas que dan lugar a las locuciones proverbiales.
e) Los amtål contenidos en el Corán y los hadices sobre
Mahoma y los compañeros del profeta, tratados en obras específicas.
Así, las recopilaciones de proverbios árabes son inmensas y
existen muchos autores, como Ab¤ Bakr ibn \A ßim (m.
829/1426), autor andalusí que recogió más de 851 amtål
(nota 137). Este autor ha influido notablemente en la literatura de los siglos de Oro españoles, pues de sus recopilaciones
de anécdotas y proverbios tomaron muchos autores inspiración para comedias y cuentos, como es el caso de Lope de
Vega, entre otros (nota 138). En la Península destaca asimismo el Libro de los buenos proverbios (Kitåb ådåb al-falåsifa)
de Hunayn ibn Ish.åq, que influyó en la General Estoria de
Alfonso X, en la Floresta de filósofos, y en el llamado
Pseudoséneca, libro inédito que altera el contenido de la obra
árabe y presenta los dichos atribuyéndoselos a Séneca y «occiÍNDICE
108
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
dentalizando» el contenido, fenómeno frecuente en las adaptaciones medievales de obras de origen árabe.
Queda, pues, clara la importancia que posee este género dentro de la literatura árabe y cómo pasa a la literatura medieval
española, dentro de la cual se produce la evolución ya descrita anteriormente, quedando clara la imposibilidad de que los
moriscos hayan podido sustraerse a la influencia de este género. En sus textos, como veremos a continuación, los moriscos
conjugan las características de los exempla castellanos, más
elaborados y evolucionados como género por el impulso que
les da su relación con los sermones, con determinados recursos típicamente islámicos, como la referencia a personajes con
una fuerte autoridad religiosa, entre los que estarían los familiares o compañeros del profeta Mahoma.
Este último aspecto tiene a su vez relación con los hadices
árabes, género que se ocupa, originariamente, de recoger tradiciones sobre los hechos o palabras del profeta Mahoma, o
bien hechos y palabras efectuadas en su presencia y aprobadas
por él, a lo que se denominó al-H.adø† ('tradición'), llamándose
también jabar ('noticia, información') a las tradiciones referentes a Mahoma y sus compañeros y descendientes y atar
('vestigio') a las de estos últimos, aunque también se utiliza
para las del Profeta. Por último, la sunna ('costumbre') denota
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
la ley normativa del Profeta o de la comunidad primitiva
(nota 139).
Así, aunque se considera como tradición islámica la que se
deriva directamente del Corán, esto no es más que el resultado de un largo proceso, y la fuerte impresión que la figura de
Mahoma produjo entre sus contemporáneos por ser al que le
fue revelada la palabra divina en boca del arcángel Gabriel,
enviado por Alá, extendiéndose el Islam rápidamente hasta
Arabia, tuvo como consecuencia la creación, de manera apócrifa, de estos relatos referentes a su palabra y hecho. De esta
forma, las historias que circularon inicialmente de forma oral
fueron fijadas por escrito por los llamados «tradicionistas»,
concediéndoseles así una autoridad (isnåd) como parte de la
tradición islámica.
El género parece haber tomado más tarde una acepción general de 'relato, narración', como término general, que es el que
fue tomado en parte por los moriscos, que lo tradujeron como
'recontamiento', palabra con la que se inicia el título de
muchos textos aljamiados. Esto es lo que sucedería con la
leyenda de Carcayona, cuyo título completo es Recontamiento
de la doncella Carcayona, hija del rey Najrab con la paloma,
de manera que esta leyenda puede ser considerada, desde el
punto de vista de los géneros árabes, tanto un matal o relato
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110
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
ejemplar, como h.adø†, puesto que puede ser considerado, en
términos generales, como un texto narrativo, que es como ha
sido caracterizado siempre por la crítica, lo que se corresponde, efectivamente, con la naturaleza del texto.
Sin embargo, no hay que olvidar que los elementos narrativos
son también propios, como veremos enseguida, de los relatos
ejemplares, algo característico de los sermones en los que se
originan, de manera que se puede decir que los moriscos
muestran poseer conocimientos muy rudimentarios de los
géneros árabes, puesto que confunden y mezclan unos con
otros y con los de origen cristiano.
c) El género didáctico y el exemplum en la literatura
aljamiado-morisca
El carácter didáctico de la literatura aljamiado-morisca ya ha
sido puesto de manifiesto en varias ocasiones por los investigadores de este corpus de textos por ser algo inherente a la
propia intencionalidad de defensa del Islam de los mismos.
Así por ejemplo, Louis Cardaillac, en su clásica tesis doctoral,
veía en algunos de los textos de polémica religiosa estudiados
por él, una suerte de catecismos con una finalidad pedagógicodoctrinal y tono didáctico (nota 140). A. Galmés de Fuentes,
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111
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
por su parte, ha estudiado el reflejo de los waßiyya o «castigos
morales» en la literatura aljamiada (nota 141).
Por otra parte, también las distintas clasificaciones de la literatura aljamiada realizadas por L.F. Bernabé Pons y A. Galmés
de Fuentes citadas en el capítulo anterior dedican un apartado
a los relatos didácticos, pero se trata de tipologías que atienden, sobre todo, al contenido de los distintos textos y se limitan a establecer una relación de las obras susceptibles de ser
consideradas didácticas, pero sin definir exactamente las
características o rasgos del género. El trabajo también citado
de A. Montaner constituye, por su parte, una clasificación de
los textos aljamiados más genérica pero, al mismo tiempo,
más diferenciada, puesto que divide los textos en cuatro géneros distintos y define cada uno de ellos a partir de una serie de
rasgos fijos a través de los cuales cada tipo se opone a los
demás y, asimismo, a causa de las llamadas «interferencias»
entre dichos rasgos, se pone en relación con los mismos. De
esta manera, se tiene más en cuenta la finalidad que poseían
estos textos que su contenido y se hace, pues, más hincapié
sobre el didactismo que posee una parte importante de ellos
(nota 142).
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112
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
Así, este investigador explica que el género llamado literatura
didáctica presentaría, como género distintivo la apófansis, es
decir, «la enunciación de máximas de validez general»
(nota 143), rasgo que le permite diferenciarse de otros géneros
a pesar de que lo comparte con el género de la preceptiva gramatical, que se define por su carácter metalingüístico o metalogía, que el género didáctico no posee. Esto no significaría
que sólo las obras didácticas posean un carácter doctrinal, pero
sí serían las únicas con una clara voluntad docente. Algunas de
estas obras poseen, además, una capacidad de persuasión que
les vendría dada por una serie de rasgos secundarios como son
la «autorreferencia» y la «apelación», los cuales permiten
atraer la atención del oyente, especialmente en obras «de
autor», es decir, obras originales no anónimas, como sería el
caso de la Tafsira del Mancebo de Arévalo, y otros textos
(nota 144). Pero, lo más habitual, como sucede en los llamados «casos» y «capítulos», es la apófansis pura, aunque los
primeros se ocupen de aspectos concretos brevemente tratados
y los segundos abarquen extensamente temas más generales.
Otra modalidad de la literatura didáctica la constituirían los
«dichos y castigos morales» estudiados por A. Galmés, que
poseen el rasgo de la diégesis, es decir, poseen una estructura
narrativa, pero que se reduce al diálogo entre un sabio y su disÍNDICE
113
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
cípulo. Responden a la estructura que, según M.J. Fernández,
se corresponde con la forma dicendi, es decir, que fue recontado por otra persona, conocida o no. Para terminar, el último
subgénero de la literatura didáctica lo constituirían los llamados «itinerarios», que consisten en ofrecer a los moriscos
expulsados recorridos con consejos para huir o regresar clandestinamente a España.
Tras los dos géneros caracterizados por la apófansis, la literatura didáctica y la preceptiva gramatical, tendríamos dos géneros que se definirían principalmente y no de forma secundaria
(como hemos visto con los «dichos y castigos»), por la diégesis: el género narrativo, formado por «recontamientos» y
«hadices», y el género profético, formado por las «profecías»
o aljofores, «rogarias», «poesía religiosa» y «conjuros mágicos y adivinatorios» (nota 145). Aquí nos interesan únicamente los primeros y, dentro de ellos, los «recontamientos», porque la leyenda de Carcayona lo es también. Así, según A.
Montaner, éstos se caracterizan por poseer una estructura
narrativa que explica las acciones de uno o más personajes que
siguen el esquema ya definido por V. Propp para el cuento tradicional: la búsqueda de la restitución de una situación inicial
de equilibrio perdida que conduce finalmente a un desenlace
feliz del relato. Entre este tipo de narraciones suelen enconÍNDICE
114
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
trarse muchos relatos de procedencia folclórica, a menudo de
origen oriental. Además, al género narrativo pertenecerían asimismo los llamados hadices, así como las narraciones sobre
personajes bíblicos, siempre vistos desde una óptica islámica
(nota 146).
Por otra parte, dentro de la literatura didáctica destacaba,
como ya vimos, el género del exemplum, caracterizado por los
rasgos ya mencionados anteriormente y que habían sido recogidos por M.J. Fernández como recursos típicos de este tipo de
textos, lo que tenía su reflejo en la literatura aljamiada y que
permite hablar de la existencia en ella de una literatura del
exemplum. Entre los rasgos propios de éste encontramos uno,
el carácter narrativo, que nos permite poner en relación el
género didáctico de la clasificación de A. Montaner con el que
éste denomina género narrativo, que es en el que siempre se
ha encuadrado el relato de Carcayona. De esta manera, podemos afirmar que el exemplum sería una subgénero de la literatura didáctica caracterizado asimismo por el carácter narrativo
de su textos, lo que nos permite analizar el cuento de
Carcayona también desde este punto de vista.
Junto a ello es importante también el fenómeno del diálogo o
la presentación dialogada de la materia doctrinal, aspecto ya
destacado en la primera parte de este capítulo, por ser un
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115
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
importante recurso didáctico y que asimismo posee gran
importancia nuestra leyenda. Según M.J. Lacarra, la ficción de
dos personajes dialogando es, junto a la división del cuento en
capítulos, uno de los recursos esenciales en los textos didácticos, cuya finalidad es la transmisión del saber (nota 147). El
relato de Carcayona tendría este carácter en los pasajes en los
que la paloma describe profusamente a la doncella las bondades del paraíso y los horrores del infierno, entre otros. Este
recurso ha sido observado también en la literatura aljamiada
en textos claramente doctrinales, los cuales, como dice L.
Cardaillac, «(...) se presentaban a veces bajo la forma de un
diálogo entre un alfaquí y un morisco que le hace preguntas»
(nota 148) (la cursiva es nuestra), refiriéndose al Breviario
Sunní de Içe de Ŷebir.
También C. López-Morillas, en su artículo «La oración como
diálogo en un comentario morisco sobre la fåtø™a», es decir,
sobre la oración que abre el Corán, analiza un texto que pretende ser un compendio sobre lo que todo musulmán necesita
saber sobre su religión, como sucede en otros textos aljamiados, y en el que el precepto islámico de la oración aparece
ejemplificado a través de la dialogización del contenido.
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116
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
d) La leyenda de la doncella Carcayona vista como
exemplum
Volviendo a la clasificación dada por A. Montaner vemos que,
efectivamente, el relato de Carcayona poseería los rasgos
generales de la literatura didáctica, es decir, su carácter apofensético, el cual le vendría dado por la repetición constante de
la profesión de fe musulmana (declarar que sólo existe un
Dios, Alá, y Mahoma es su profeta), que constituye el primer
contacto que tiene la doncella con la religión islámica.
Asimismo, la insistencia e hincapié hechos por la paloma
sobre los premios del creyente frente a los horrores que le
esperan al infiel o al mal musulmán a través de las exhaustivas
descripciones del paraíso e infierno musulmanes dotan al texto
del necesario carácter persuasivo propio de todo género didáctico, tal y como explicaba también Montaner. Sin embargo,
nosotros pretendemos destacar aquí, especialmente, el carácter
ejemplar del relato y, por eso, nos centraremos en aplicar las
características de éste dadas por M.J. Fernández en su artículo, al relato de Carcayona.
Así, y comenzando por el primer rasgo de su caracterización,
vemos que la leyenda de Carcayona posee, efectivamente, un
carácter narrativo, puesto que el relato comienza diciendo que
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117
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
se trata de un «recontamiento». La narración se encabeza de la
siguiente manera:
«[Este es el recontamiento] de la doncella Carcaisiyona,
fija del rey Na¥rab con la paloma. [Fue] recontado por
\Alø ibn Abå-l-·asan ibnu Ëåbir fijo de \Abd Allåh y por
Sa\ød fijo de Tåhir y por \Umar fijo de Sa\ød (nota 149).
Así, el relato pertenecería al sintagma que Bremond y Le Goff
denominaban dicitur, puesto que el relato comienza con la
frase: «Fue recontado por...». De los personajes citados sólo
hemos conseguido identificar al último, \Umar ibn Sa\ød, el
cuñado de \Umar ibn al-Ja∑∑åb, segundo califa del Islam y
compañero, por tanto, del profeta Mahoma. Por eso, podemos
decir que este texto pertenece al grupo que recurre a un argumento de autoridad para dar más verosimilitud al relato.
Por otro lado, el carácter narrativo también le vendría dado por
su estructura cuentística ya que, siguiendo la tipología del
cuento ya citada establecida por V. Propp, en la leyenda de
Carcayona también se produce la ruptura de una situación inicial de equilibrio a partir, como ya vimos, de la conversión al
Islam de la doncella, que conduce a la amputación de sus
manos y expulsión de palacio ordenadas por su padre, equilibrio que se vuelve a instaurar tras los dos encuentros con el
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118
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
príncipe, la recuperación de las manos y la fundación de una
ciudad santa para servir al Islam. Además, como dice M.J.
Fernández, en estos textos «existe siempre la acción de dar y
el consiguiente beneficio que se deriva para el donante»
(nota 150), lo que este texto se refleja en la defensa y transmisión de la doctrina y la religión islámica por encima de su propio sufrimiento personal que lleva a cabo la protagonista
femenina, lo que tiene como recompensa la recuperación de
sus manos y el encuentro con el príncipe, amante esposo que
decide, además, convertirse a la religión de su amada, finalidad última de la acción y sacrificio personales de la doncella.
La segunda característica citada, el escaso desarrollo literario del relato, según lo cual, se trataría normalmente de «breves esquemas que pretender adoctrinar al hombre sencillo por
medio de unos personajes que incitan a la imitación y no con
parrafos de carácter abstracto» (nota 151), no se cumple totalmente en el texto de Carcayona puesto que las a veces farragosas descripciones del paraíso y el infierno musulmanes
hacen de éste más un texto destinado a la formación en el
saber religioso islámico que un típico exemplum medieval.
Ello no le hace perder, sin embargo, su carácter ejemplar,
puesto que la acción de la protagonista, en su sacrificio y sufrimiento personales, es totalmente edificante, y, además, son
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
descripciones muy populares entre los musulmanes, pues tampoco son conceptualmente complicadas. Por otro lado, el
esquematismo y la brevedad son rasgos que sí aparecen en la
versión corta escrita en el exilio, en donde los elementos religiosos son descritos más esquemáticamente, de manera que la
versión breve sí puede ser considerada, pues, como una muestra verdaderamente típica de lo que sería un relato ejemplar.
El tercer rasgo dado por M.J. Fernández sería el hecho de que
los textos intenten siempre hacer hincapié en la verosimilitud
del caso presentado, lo que tiene su origen en el matal árabe,
que, como vimos, surge a partir de relatos supuestamente históricos que debían ser tomados como ejemplares por parte de
la comunidad musulmana. Para resaltar este aspecto, los paremiólogos árabes acabaron recurriendo, desde el siglo VIII, al
Islam y a figuras históricas relevantes como Mahoma, o sus
compañeros, objeto de los hadices, que veíamos que constituían un género importante dentro de la literatura árabe y, por
extensión, de la aljamiado-morisca, como mostraban las distintas clasificaciones de esta literatura. Como dice M.J.
Lacarra, «el origen (...) está en la cadena de transmisión establecida para autorizar los dichos de Mahoma, en aquellos puntos que no trata el Corán (...) en todas las ramas de las letras
se exigía un cierto grado de autenticidad cuya única garantía
ÍNDICE
120
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
era la cadena de transmisores, despreciándose la libre invención y en consecuencia la ficción» (nota 152). También se
recurre a otros personajes legendarios para los musulmanes,
como sucede en el relato de Carcayona, donde la narración en
sí, tras la presentación de las personas por las que fue recontado, comienza de la siguiente manera:
«Dicen que, entrando en la mesquida del mensajero de
Allåh Mu™ammad, ßa\m, hallaron un corro de gente, y
estaba en ellos \Umar ibnu al-Ja∑∑åb y \Alø ibnu Abø Êalib
y Ka\bu al-Ajbår. Lahora dixo \Alø ibnu Abø Êalib:
— Ye, Ka\bu al-Ajbår, cuéntanos alguna cosa maravillosa
Dixo Ka\bu al-Ajbår:
— Pláceme, ¡ye rey de los creyentes!.
Hayas de saber que ...» (nota 153).
Así, pues, la historia es narrada por una serie de personajes,
musulmanes, que se encuentran reunidos y explican cómo en
la mezquita de Mahoma, el mensajero de Dios, se encontraban
asimismo presentes, entre otros, tres personajes importantes y
simbólicos para los musulmanes, por lo que, dentro del ámbito del dicitur, ya destacado, la leyenda pertenecería al grupo
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
de textos que recurren a un argumento de autoridad, como
hemos visto anteriormente, para reforzar el relato ejemplar, en
este caso, además de « \Umar fijo de Sa\ød» (véase supra), \Alø
ibn Abø T. ålib, \Umar ibn al-Ja∑∑åb y, sobre todo, Ka\bu alAjbår. El primero de ellos, yerno de Mahoma y cuarto califa
del Islam, es uno de los más tempranos adalides de la misión
de Mahoma y difusor, por tanto, de la religión islámica
(nota 154). Esta figura es la protagonista de otros relatos
moriscos, como La leyenda del alcázar de oro y la historia del
dragón con \Alø ibnu Abø T.ålib y La leyenda de \Alø ibnu Abø
T.ålib y las cuarenta doncellas, relatos que están, como afirma
Galmés de Fuentes, «en íntima conexión con El libro de las
batallas, y en las que la triunfal epopeya de los comienzos del
Islam va enriqueciéndose (...) hasta llegar a las versiones
moriscas» (nota 155) y otros hadices. Es decir, que la primera
figura citada para dar autoridad y legitimar el relato pertenece
al grupo de los compañeros del profeta. Lo mismo sucede con
el segundo de estos personajes, \Umar ibn al-Ja∑∑åb, que fue el
segundo califa del Islam y una de las grandes figuras simbólicas de los primeros tiempos de éste sobre el que circularon
muchas historias apócrifas, como la de que primero se opuso
al profeta Mahoma y después se convirtió a su religión
(nota 156). Famoso también por su legendaria conversión al
ÍNDICE
122
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
Islam es el principal «recontador» de esta leyenda, el escritor
de origen judío Ka\bu al-Ajbår, lo que hace de él una figura
muy conocida entre los musulmanes (nota 157), junto al hecho
de ser un gran transmisor de relatos sobre los tiempos del profeta. Su inclusión en el relato, legitima, pues, esta narración,
como sucede con otras muchas que también le son atribuidas
a él a causa de su fama, un fenómeno muy común en la literatura árabe que también se da en la cuentística española de los
siglos de Oro con figuras como Pedro Alfonso, el autor de la
Disciplina Clericalis. Como dice M. Perlmann: «In older
Islamic literature Ka'b al-Ahbår is an authority on antiquity,
the Bible, and early Islam...» (nota 158).
Así, pues, estos tres personajes, famosos por su defensa del
Islam en sus inicios, en el caso de los dos primeros, y a causa
de su conversión y su autoridad como escritor, en el caso del
tercero, tienen la función, al comienzo de la narración, de indicar, o anticipar, y, sobre todo, dar verosimilitud, a la historia
que nos va a ser contada aquí: la de la propia conversión de
una doncella a la religión islámica, leyenda que busca alcanzar así la misma labor de difusión y enseñanza religiosa que
estos protagonistas ejercieron.
Por lo que se refiere al cuarto rasgo, el discurso doctrinal, en
esta leyenda se centra, como ya hemos indicado, en la defenÍNDICE
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
sa del Islam y en la enseñanza de sus preceptos fundamentales, centrados en la descripción del Juicio Final, el infierno y
el paraíso, lo que veremos con más detalle en el capítulo
siguiente. Sin embargo, queremos destacar aquí lo que consideramos más importante en esta leyenda, que es el proceso de
conversión de la doncella. Este proceso, que ya había sido
legitimado por la presencia de las tres figuras mencionadas
arriba, simbólicas para el Islam, se anticipaba ya al comienzo
de la narración con la descripción del rey idólatra, el padre de
Carcayona, cuando Ka\b al-Ajbår cuenta que:
«En los primeros del mundo, había un rey de los romanos que vivía en al-Hindå que adoraba a las ídolas y
era rey de muy buena condición. Gobernaba su reino con
mucho amor y justicia» (nota 159).
Es decir, que desde el comienzo se destaca el aspecto religioso y el origen del conflicto que producirá la ruptura del equilibrio inicial del relato: la idolatría. A reforzar esa impresión
contribuye el signo astrológico bajo el que, según los sabios,
va a nacer la hija del rey idólatra: Venus. Este hecho, según
explica Luce López-Baralt a propósito del prólogo de Juan
Ruiz al Libro de Buen Amor (nota 160), sería lo mismo que
decir, según las creencias populares, bajo el signo del Islam,
pues, según explica el anónimo autor del tratado astrológico
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124
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
Kitåb al-ul¤f, «reserva para Venus el momento culminante de
la historia de la Humanidad: el surgimiento de los árabes y de
Mahoma, su profeta» (nota 161). En el Corán no aparece mencionado este aspecto, pero J. Vernet explica que Venus es,
según algunas tradiciones, el lucero en el que Alá transformó
a la mujer que tentó a los ángeles Harut y Marut y subió al
cielo tras pronunciar el nombre de Alá, lucero que otros identifican con Marte (nota 162). Ello no aclararía plenamente la
identificación de Venus con los pueblos islámicos, pero sí lo
relacionaría con el proceso de conversión al Islam, que es el
argumento central del Carcayona, de manera que el signo
astrológico bajo el que nace la doncella no sería más que otro
símbolo del destino de la niña que luego nacerá: la conversión
de la hermosa doncellita a la religión musulmana.
El proceso de conversión en sí comienza con la aparición de la
mosca tras el estornudo de la doncella, la cual le revela a ésta
una de la fórmulas centrales de la fe musulmana:
«¡Ye doncella!, ¿qué es a t[i] que has esternudado y no
has dicho al-™amdu li-l-låhi rabbi-al-\alamøna?»
(nota 163).
Para explicarle a la doncella el significado de estas palabras y
continuar revelándole detalles de la que va a ser su nueva reliÍNDICE
125
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
gión, hace su aparición la paloma, que, en la mitología occidental, significativamente, es el ave de Venus (nota 164). El
proceso, culminará, como ya sabemos, en la fundación de una
ciudad santa para servir al Islam. Es decir, que el contenido
doctrinal de la leyenda está al servicio del proceso de conversión de la doncella Carcayona al Islam.
La capacidad disuasoria necesaria para alcanzar este objetivo
la consigue la paloma a través de lo que constituiría el quinto
rasgo que debe poseer todo relato ejemplar, el tono de sermón, lo que se consigue destacando notablemente el carácter
punitivo del Islam con profusas descripciones del infierno
musulmán y la mención de las terroríficas escenas que tienen
lugar el día del Juicio Final, de lo que sería un ejemplo el
siguiente extracto del texto sobre los horrores del infierno
musulmán, el temido Ëahannam:
«Dixo la paloma:
— Quien desobedece ada Allåh su pena es el fuego de
¥ahannam, que ni mueren ni viven y cada les crece una
pena sobre pena. Son cativos en el fuego, que nunca es
quito su cativerio, ni alivianecida su pena, ni consolada
su tristeza, ni esclarecida su escuredad, ni oídas sus quexas, ni apiadada su voz. Su tristeza es fuerte, su solar es
ÍNDICE
126
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
fondo, su agua es pozoña, sus arreos son fierros, su pena
es dolorosa, su leña es piedras y gentes. No se regala su
fierro ni se mata su fuego ni se acaba su pena. Allí están
tiempos sin cuento, sus camisas es alquitrán ardiente,
sus calzas pez encendida, sus ropas zufre flameante, sus
bonetes fierro ruxiente, y sobre ellos, almalaques (ángeles) que los tornearán con garfios de fierro fogueante. Su
brebaje es cobre derretido. ¥ahannam tiene siete puertas,
de puerta andadura de quinientos años (...). Sobre cada
puerta de ¥ahannam hay mil mares de fuego de andadura de quinientos años. En cada mar mil cibdades de
fuego. En cada cibdad mil aljubes de fuego. En cada
alchube mil casas de fuego. En cada casa mil fuentes de
fuego. De cada fuente salen mil ríos de fuego, que si una
gota cayese de aquella agua en al tierra abrasaría todo el
mundo. Y no hay cosa más aborrida en poder de Allåh
que los del fuego» (nota 165).
Sin embargo, antes de que se produzca este recurso al sermón
llama la atención un aspecto que nos conduce directamente al
sexto rasgo del exemplum: el tono didáctico. Se trata del
hecho de que ya en las primeras revelaciones sobre el Islam
llevadas a cabo por la paloma se citen aspectos centrales de la
fe musulmana primeramente en árabe y, a continuación, traÍNDICE
127
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
ducidas al castellano, lo cual, además de indicar la pérdida de
la lengua árabe y de los fundamentos de su religión entre los
moriscos, es una importante muestra de didactismo en el texto.
Así, dice la paloma:
«¡Ye fija del rey Na¥rab, di al-™amdu li-låhi [wa lå ilåha
illå Allåh], wa™dahu lå ≈arika la-hu, que quiere decir, la
loor es ada Allåh, [no] hay otro señor sino Allåh, solo,
sin aparcero, a Él es el reísmo y Él es sobre toda cosa
poderoso» (nota 166).
Una nueva muestra de didactismo en la relación del contenido
doctrinal lo constituyen las frecuentes repeticiones de algunos
aspectos centrales del Islam, como es el caso de la profesión
de fe o los poderes de Dios, lo que da lugar a frases como la
siguiente, que son enunciadas varias veces a lo largo de la
narración:
«Dixo la paloma:
— ¡Ye fija de Nachrab, es Allåh aquél que no hay otro
señor sino Allåh, jaleqador de los cielos y de la tierra y
de todos jaleqados y de sus arrizques, matador, rebibcador después de la muerte para el día que no aprovechará
sino la buena obra y el que antes creerá con Allåh...»
(nota 167).
ÍNDICE
128
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
Por otra parte, el tono didáctico se consigue, asimismo, al utilizar un lenguaje sencillo que haga asequible la materia doctrinal, aspecto para el que es esencial el uso del diálogo. Como
ya vimos, su uso con fines educativos aparece en muchas
obras de origen oriental, tal y como ha estudiado M.J. Lacarra
(nota 168), y en otros textos aljamiados, como el analizado por
C. López-Morillas en el artículo antes citado, uso que se fundamentaría, como ya hemos apuntado para el caso de las traducciones de fórmulas árabes, en que, a la vista del pobre
conocimiento de su religión que poseían algunos moriscos:
«(...) algunos musulmanes se esforzaron por componer
devocionarios y tratados en aljamiado, todos destinados
a instruir a sus hermanos en religión para que supieran
cumplir por los menos con las exigencias mínimas de su
secta. Pretenden los tratadistas convertir en lenguaje
más directo y sencillo el contenido de sus fuentes árabes, haciendo más asequible al público morisco la teoría
y la práctica del Islam» (nota 169).
En el texto estudiado por López-Morillas, el propio autor del
ms. explica, según recoge esta autora «que la fåtø™a debe ser
un diálogo entre el que reza y Dios», según lo cual, «toda frase
pronunciada por el creyente trae una respuesta del Señor, la
cual a su vez produce la frase siguiente» (nota 170).
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129
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Este aspecto cobra relevancia desde el principio en el cuento
de Carcayona, en el inicio mismo de la polémica religiosa,
cuando tiene lugar el siguiente diálogo entre Carcayona y su
padre:
«Y cuando hubieron comido, díxole la doncella:
–Ye padre, estos jaleqados de hombres y mujeres no fueron jaleqados sino para comer y beber, pues conviene
que a quién face tales gracias que se las agradezcamos;
pues yo, ye padre, ¿a quién lo agradeceré?
Dixo el padre:
–A mi, ye fija, que yo he fecho gracia sobre ti.
Dixo la fija:
–Y tu, ye padre, ¿a quién lo agradeces?
Dixo:
–Ye fija, estas gracias hanlas heredados nuesos antepasados unos de otros.
Dixo la fija:
–Ye padre, ¿quién lo comenzó y quién lo acabará?, que
tu padre y tu agüelo murieron, pues, ¿quién fizo estas
gracias y quien las heredará y quién jaleqó las gentes?
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130
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
Dixo el rey:
–Ya fija, yo te daré tu señor y señor de tus padres, aquél
que no han conocido otro señor sino Él.
Y lahora mandó el rey que le trayese su ídola...»
(nota 171).
Un diálogo muy semejante aparece en el Alhadiz del árabe y
la doncella, lo que pone estos dos relatos moriscos en estrecha
relación en cuanto a su temática y su carácter didáctico, como
veremos más adelante.
Esta concepción de la religión como diálogo entre los fieles y
Dios se observa también en algunas peticiones de clemencia a
Dios que tienen lugar en el infierno, como el siguiente pasaje,
en el que también aparece la figura de Målik:
«Claman a Målik, [y está mil años que no les responde,
y dicen:
–¡Señor, no nos responde Målik!].
Dize Allåh [ta\ala]:
–¡Ye Målik, rresponde a los lazrados!
Lahora díceles Målik:
–¡Ye aquéllos que se ha ensañado Allåh sobre ellos!,
¿qué quere[is]?
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131
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
[Y] dícenle:
–¡Ye Målik, danos a beber una bebida de agua que
ref[ríe nuesos cuerpos!» (nota 172).
Según C. López-Morillas, la utilización de este recurso en este
tipo de textos respondería a una forma dramática de enseñar el
Islam, aspecto que es el origen mismo del teatro europeo, la
enseñanza al pueblo de su religión, y de lo que tendríamos un
ejemplo en los autos sacramentales de Calderón de la Barca.
Pero, como dice esta investigadora:
«En el Islam, claro está, serias prohibiciones religiosas
impidieron el desarrollo de un género teatral autóctono.
Pero la fåtø™a dialogada morisca demuestra que existía
por lo menos un primer impulso hacia la dramatización,
aunque no pudiera realizarse plenamente. Parece evidente que algunos musulmanes, como algunos cristianos, necesitaban la ayuda de un diálogo directo para
poder comprender y asimilar una abstracción religiosa»
(nota 173).
Así, pues, queda demostrada la importancia de este recurso en
la literatura didáctica y ejemplar medieval cristiana y el uso
que los moriscos pretendieron hacer de ella en relatos como el
de la doncella Carcayona y otros textos.
ÍNDICE
132
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
Por lo que se refiere al séptimo rasgo descrito, el carácter teológico de los textos, los temas encontrados por M.J. Fernández
en el Libro de los castigos, que es el estudiado por ella, así
como en otros muchos, coinciden casi totalmente con los que
aparecen en la leyenda de nuestra doncella. Se trataría de los
siguientes aspectos:
–preceptos y fundamentos islámicos
–el Corán
–Mahoma
–Alá
–la muerte
–el pecado
–el diablo
–el Juicio Final
–el cielo y el infierno
–los ángeles
–los personajes bíblicos
–los judíos
–el saber
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133
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
La aparición regular y constante de estos temas en los textos
aljamiados, en general, y en nuestro relato, en particular, revela la finalidad catequística inherente a esta literatura, que es,
como dice M.J. Fernández, «característica de la literatura
árabe y de ahí pasa a la cristiana durante la Edad Media»
(nota 174), de donde lo tomaron los moriscos. La transmisión
del saber, que se considera en la cultura islámica como algo
fijo, es, pues, fundamental en los textos aljamiado-moriscos y
muestra, efectivamente, importantes conexiones entre las literaturas árabe y castellana, puesto que los conceptos de los
sabios árabes sobre la transmisión del saber pasaron a la cultura cristiana medieval a través de las traducciones de textos
didácticos árabes, lo que se reflejaría en autores como Don
Juan Manuel («no ay nada que no haya sido ya dicho antes»).
Respecto al ámbito islámico, dice M.J. Lacarra:
«(...) el saber ya alcanzado por los antiguos no plantea
problemas de investigación sino de comunicación. Una
vez adquirido debe conservarse y transmitirse por herencia, como si fuera un tesoro (...). El saber se considera
algo cerrado, estático, que no necesita acrecentarse, lo
cual no implica que pueda acabarse ni deteriorarse con
su utilización. Contra este temor insisten los catecismos
hispano-árabes...» (nota 175).
ÍNDICE
134
I.3. El carácter didáctico de la leyenda de Carcayona
Por lo que se refiere al octavo y último rasgo, está claro que
existe una lección o moraleja ejemplificada con un suceso
particular o anécdota en el texto de Carcayona, puesto que la
doncella recibe un justo premio a su comportamiento como
buena creyente dispuesta a sacrificar incluso su vida en pos de
la defensa del Islam, lo que se ilustra de forma ejemplar a través del cuento popular insertado en el discurso doctrinal en sí:
la pérdida de las manos, el exilio en el bosque, la envidia de
las mujeres del príncipe, la vida en la cueva con la ayuda de la
cierva, la falsa carta, la segunda expulsión y el reencuentro con
el príncipe. Y así, la fundación de la ciudad santa de
Carcayona sería la culminación de todo el proceso y la finalidad de la narración entera: la necesidad de defender, mantener
y transmitir la religión islámica.
***
De esta forma, podemos decir, con M.J. Fernández, que se
podría hablar de la existencia de una literatura del exemplum
dentro del corpus de textos aljamiado-moriscos, y que el
modelo por ella sumariamente descrito es aplicable a textos
como el de la doncella Carcayona, por mucho que su carácter
ejemplar parezca ocultarse tras el bello marco de un cuento
popular europeo, y las farragosas descripciones del paraíso e
infierno musulmanes, tan típicas de la literatura árabe y el
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135
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
género del adab, hagan de él una narración a veces difícil de
leer. Por eso el morisco que reescribió el texto en el exilio se
ocupó de que el texto se ajustara más a los cánones de los relatos ejemplares que él había conocido en España, puesto que su
carácter catequístico, aunque de raigambre árabe, pasó a los
códigos cristianos, de donde, seguramente, lo tomaron los
moriscos. Esto se podría observar en la leyenda de Carcayona,
relato que parece más bien tomar el género del exemplum cristiano, nacido a la sombra del sermón, pero adaptándolo a sus
propios intereses religiosos, que constituir un típico relato de
matal, género más centrado en la transmisión de valores éticos
que en la conservación y transmisión del Islam, aspecto del
relato que le vendría dado más bien por influencia del ™adøt, y
más si tenemos en cuenta, como veremos enseguida, que se
puede considerar a la doncella como una especie de pseudoprofetisa en su labor de transmisora y defensora de la nueva
religión que le había sido revelada por un enviado de Dios: la
paloma.
La razón de toda esta confusión de géneros árabes y cristianos
no residiría más que la propia condición minoritaria y oprimida de una comunidad morisca que, también en el exilio, de
nuevo como grupo marginal, seguirá reproduciendo lo aprendido en la patria que los había expulsado.
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136
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
I.4. El contenido religioso de la leyenda de
Carcayona
a) Los elementos religiosos de la leyenda de Carcayona
Y
a hemos destacado anteriormente que la literatura
aljamiado-morisca es una producción cultural cuya
intención última es una labor de defensa del Islam, lo
cual lleva consigo que la mayoría de los textos pertenecientes
a este corpus se dediquen a la tarea de difundir los fundamentos del Islam, es decir, lo mínimo que todo musulmán debe
saber sobre el mismo. Dichas enseñanzas se disponen en
muchos de los casos, como ya hemos visto, de forma didáctica, y apoyándose en relatos de tipo ejemplar. Todo esto es,
como dice A. Vespertino Rodríguez, un resultado lógico de la
situación de opresión religiosa bajo la que vivían los últimos
musulmanes españoles, puesto que « (...) si las huellas del
Islam son profundas en la literatura española, sin duda la eviÍNDICE
137
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
dencia más palpable de ese semitismo español –ya agonizante– es la llamada literatura aljamiado-morisca, obra de los
moriscos, que eran españoles a todos los efectos menos en su
religión, y ya sabemos que para una musulmán la religión lo
es todo, en el sentido que lo religioso tiene en el pensamiento
musulmán: totalizador» (nota 176). Por eso, esta literatura,
«(...) encierra, en cierto modo, todo el saber islámico de sus
autores, refleja un espíritu islámico y (...) se puede afirmar que
la producción literaria aljamiada es, fundamentalmente, de
índole religiosa...» (nota 177).
Más adelante veremos cómo no todos los textos aljamiados
encierran el mismo tipo de contenido religioso y cuál es el
carácter del que encontramos en la leyenda de la doncella
Carcayona, pero creemos que está claro, por el resumen de la
narración presentado al comienzo de este trabajo, que el relato responde a las características descritas arriba, y pasamos
ahora a desglosar los elementos islámicos del mismo. Nos
hemos basado para ello, principalmente, en el Corán
(nota 178), y en las descripciones de las tradiciones apócrifas
musulmanas sobre el paraíso y el infierno recogidas por F.M.
Pareja (nota 179) y M. Asín Palacios (nota 180). Asimismo
nos han sido de gran utilidad obras generales como la ya citada Encyclopédie de l'Islam (nota 181) y algunas obras de simÍNDICE
138
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
bología general o religiosa islámica (nota 182), así como índices de motivos narrativos universales como el famoso MotifIndex of Folk-Literature de S. Thompson (nota 183) y otros
trabajos más específicos que iremos indicando en cada ocasión.
1) Los elementos mágicos
La aparición en la leyenda de Carcayona de los elementos
religiosos que culminarán en la conversión de ésta y de su
familia al Islam se produce de forma paulatina para alcanzar el
efecto didáctico deseado. Ya explicamos en el capítulo anterior
que la mención de importantes personajes simbólicos del
mundo islámico, entre ellos un judío famoso por su conversión
al Islam, así como el signo astrológico musulmán bajo el que
nace la doncella, tenían la función didáctica, además de narratológica, de anticipar al lector lo que va a suceder en el relato,
es decir, la conversión de la doncella a la religión islámica.
Para un acto de voluntad de esa naturaleza es necesaria una
consciencia y, por eso, es en el momento en el que la muchacha ha alcanzado la edad de once años, es decir, al producirse
su entrada en la pubertad y las primeras manifestaciones de la
sexualidad, antesala de la madurez y comienzo de la edad
consciente, cuando su padre se acerca a visitarla, mostrando la
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139
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
doncella ya desde esa primera visita un interés por las cuestiones religiosas. Su curiosidad se centra inicialmente en obtener respuesta a la pregunta de la naturaleza de Dios, el señor
al que debe agradecer el hombre el privilegio de la vida y los
alimentos que le sustentan. De esta manera, se establece entre
padre e hija el siguiente diálogo:
–«¡[Ye, padre]!, estos jaleqados de hombres y mujeres
no fueron jaleqados sino para comer y beber, pues conviene que a quien face tales gracias que se las agradezcamos; pues yo, ¡ye, padre!, ¿a quién lo agradeceré?».
Døxo el padre:
–«A mi, ¡ye fija!, que yo he fecho gracia sobre tø».
Døxo la fija:
–«Y tú, ¡ye padre!, ¿a quién lo agradeces?».
Døxo [el rey]:
–«¡Ye fija!, estas gracias hanlas heredado nuesos antepasados unos de otros».
Døxo la fija:
–«¡Ye padre!, ¿quién lo comenzó y quién lo acabará?,
que tu padre y tu agüelo murieron pues, ¿quién fizo estas
gracias y quién las heredará y quién jaleqó las gentes?».
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140
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
Døxo el rey:
–«¡Ye fija!, yo te daré tu señor y señor de tus padres,
aqué[l que no han conoci]do otro señor sino Él».
Y [lahora] mandó el rey [que le] trajesen su ídola, que
era de oro esmaltado [con] aljohar y piedras preciosas,
que tenía cuarenta cobdos de largo y veinte de ancho. Y
cuando lo vido la doncella agradóle, [y] consolábase con
él y døxo:
–«¡Ye [padre]!, hazme un señor como éste para que
adore y sirva» (nota 184).
Como respuesta a los deseos de la doncella de poseer un señor
al que adorar, el rey manda construir una ídola para la doncella, de oro como la suya y asimismo esmaltada con aljófar,
pero con la novedad de tener unos ojos de púrpura verde y elevarse sobre una cátedra de oro con pies de piedras preciosas.
El detalle del color verde de los ojos de la nueva ídola de la
doncella, es, en nuestra opinión, de la misma naturaleza mágica o adivinatoria que los repetidamente citados: los personajes
musulmanes que cuentan el relato y el signo astrológico de
Venus bajo el que nace la doncella. Así, de la misma manera
que según algunas tradiciones, como ya vimos, Venus es el
signo de los pueblos del Islam (nota 185), el color verde pareÍNDICE
141
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
ce ser, según otras que también mencionábamos más arriba, el
color con el que se identifica el mundo islámico en general.
Para realizar esta afirmación nos hemos basado, tanto en ciertas creencias populares que asocian el color verde al Islam
(véase cap. 1,b)) (nota 186), como en leyendas proféticas que
circulaban entre los moriscos como sería la del moro Alfatimí,
que había desaparecido en su lucha contra el rey Jaime y del
cual éstos esperaban que apareciese ahora (es decir, en época
morisca) en su caballo verde, para defenderles de los opresores cristianos (nota 187).
2) La idolatría
Tras la introducción de estos elementos de tipo adivinatorio, el
narrador aprovecha el momento para relacionar la figura de la
ídola con Ibløs, el rey de los demonios según la escatología
musulmana y enemigo de Alá (nota 188), que se dirige y da
órdenes a Carcayona y sus doncellas desde dentro de la ídola
cuando éstas se encuentran adorándola:
«Y trayéronsela delante y asajjedóse la doncella a la
ídola. Y cada día, como salía el sol, vinía la fija del rey,
y sus doncellas con ella. Y asajdábanse a la ídola y
hablaban con ella. Y cuando esto, respondíales Ibløs,
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I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
¡maldígalo Alløh!, en el cuerpo de la ídola, y mandábales y vedábales» (nota 189).
El vocablo Ibløs corresponde al nombre personal del demonio,
seguramente corrupción del griego diábolos, frente a a≈‰ay∑ån (Satanás), que sería el nombre general del diablo. En el
Corán aparece como infiel durante la descripción de los primeros tiempos del mundo, tras la creación de Adán, al no querer postrarse ante éste por haber sido hecho de tierra, siendo él
de fuego, y también por ser el que tienta a Eva con una fruta
del árbol prohibido del Paraíso cuando ésta y Adán se encuentran en él, lo que produce su expulsión del mismo. De esta
manera, el Corán, en boca de Mahoma combina dos historias
distintas en una, aunque en la primera el diablo aparece con el
nombre de Ibløs, y en la segunda con el de a≈-‰ay∑ån, pues la
historia del primero se basa en la tradición cristiana, en la que
el demonio es denominado diablo (nota 190). Así, dice la sura
2, versículos 32-37:
'Entonces dijimos a los ángeles: «Postraos ante Adán»; y
se postraron, excepto Iblis, que rehusó, se enorgulleció,
y fue uno de los infieles.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Dijimos: «Adán: Habita tú, con tu mujer, el Paraíso.
Comed tranquilos, donde queráis, pero no os acerquéis a
este árbol, pues seríais injustos».
Satanás los hizo pecar, y Dios los expulsó y les quitó el
usufructo de aquello que tenían en el Paraíso. Les dijimos: «Descended del Paraíso: los unos por los otros sois
un enemigo. Tendréis en la tierra morada y goce temporal».
Adán recibió de su Señor las palabras de plegaria y se
arrepintió. Ciertamente, Él es el Remisorio, el
Misericordioso' (nota 191).
La tradición musulmana ha adornado, además, la versión
coránica con diversos hechos, algunos de ellos bien conocidos,
como por ejemplo que Ibløs es considerado un genio, categoría que también poseían los ángeles, y asimismo ha sido conceptuado como un arcángel que se rebeló contra Alá, quien lo
denominó a≈-‰ay∑ån (nota 192).
En el relato de Carcayona no se describe ninguna de estas tradiciones, pues en éste la figura del demonio tiene únicamente
la función de oponerse a la figura de Alá y al Islam, por esconderse dentro de la figura de la ídola, encarnadora de la idolatría, tan denostada por los musulmanes. En el Corán no apaÍNDICE
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I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
recen condenas explícitas al fenómeno de la idolatría, pero sí
al del politeísmo, es decir, la asociación de Dios con otros dioses, en varias suras, como la 4:116-118 y 120-121, en donde
aparece descrito aquél como el peor de los pecados que se pueden cometer contra Él y el único que éste de ninguna manera
perdona:
'Dios no perdona que se le asocie a otros dioses, pero
perdona, con excepción de esto, a quien quiere. Quienes
asocian a Dios están en un extravío manifiesto;
no invoca, prescindiendo de Él, sino divinidades femeninas, no invocan, más que a un Demonio rebelde.
(...)
El refugio de ésos será el Infierno, y no encontrarán,
fuera de él, asilo' (nota 193).
Traemos aquí a colación el fenómeno del politeísmo porque
creemos que tiene de algún modo relación con la idolatría, o,
más bien, ésta sería una derivación de aquél, por el hecho de
que el idólatra adora como Dios a una imagen. En realidad,
como explica L. Massignon, la prohibición de imágenes en el
Islam (nota 194) no se basa en el Corán, en donde no aparece
ninguna condena explícita de las mismas, sino en los hadices
y tradiciones, que empezaron a hablar de ello como reacción,
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
precisamente, a los servidores de ídolas, que identificaban a
Dios con una imagen (nota 195). Por otra parte, como comenta G. Labib (nota 196), la importancia que para los moriscos
parece tener este aspecto como elemento diferenciador de las
religiones cristiana e islámica la demostraría precisamente la
cantidad de obras aljamiadas en las que se hace hincapié en la
repulsa de la adoración de imágenes a la que tan aficionados
serían los cristianos, lo que se agrava por el hecho de que los
cristianos pueden ser considerados politeístas por su culto a la
Trinidad (nota 197). Además, para los moriscos la idolatría era
equivalente a Cristianismo por el simple hecho de que los cristianos adoren santos, e Ibløs es el demonio que ha apartado a
los cristianos del camino correcto, del gran profeta que fue
Jesús. Por eso es muy importante que, en el relato aljamiado,
se trate de un rey cristiano, pues era fácilmente identificable
por los moriscos como un rey de los cristianos, como ya quedaba claro por el hecho de ser llamado «romano», que ya
vimos que era derivación del árabe r¤m (véase nota 36).
En cualquier caso, lo importante es que, a nivel tradicionistapopular, y no teológico-cristiano, y, sobre todo entre los moriscos, por su situación de opresión y su necesidad de polemizar
con la religión opresora, el musulmán percibe más claramente
como hecho diferenciador del Islam frente a otras religiones la
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I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
idolatría, fácilmente observable en los templos religiosos, que
el politeísmo, más difícilmente perceptible y que, en el caso
del Cristianismo, que es, al fin y al cabo, la religión ante la que
el morisco tuvo que defenderse, se «esconde» bajo conceptos
tan «oscuros» como el de la Santísima Trinidad.
Narratológicamente, el demonio es utilizado aquí de nuevo
para anticipar lo que sucederá más adelante, cuando se vayan
produciendo las primeras revelaciones sobre la religión islámica: la huida de Ibløs ante el nombramiento de Alá, muestra
más del carácter polémico-religioso de éste y otros muchos
relatos y textos aljamiado-moriscos (nota 198).
3) Fórmulas religiosas islámicas «iniciatorias»
A continuación, el narrador describe la escena en la que el rey
Na¥rab se encuentra en los aposentos de la doncella y la acosa
con intenciones incestuosas, lo que la muchacha rechaza apelando a sus antepasados. Esto debe ser interpretado, en nuestra opinión, como una muestra de la categoría moral del rey
idólatra, lo que, a su vez, no hace sino preparar el camino
hacia el primer contacto de la doncella con el Islam. Este primer contacto se produce tras un breve diálogo entre el diablo/ídola y la doncella a propósito del carácter único de Dios,
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
tras el cual la doncella da un gran estornudo que provoca la
salida de una mosca por la nariz de la joven. El pasaje dice así:
«Y, estando la doncella un día delante de su ídola, habló
Ibløs, ¡maldígalo Allå[h!, en el cuerpo] de la ídola y
døxo:
–«¡Ye doncella!, ¿tú sabes que [no hay] otro señor [sino
yo]?».
Døxo ella:
–«Ya lo sé»
Y es[ter]nudó [a] la doncella y [salióle] de la nariz una
mosca [con] el grande este[rnudo]. Y døxo a la fija del
rey:
–«¡Ye doncella!, ¿qué es a t[i] que has esternudado y no
[has] dicho al-™amdu li-l-låhi rabbi-l-\alamøna?».
Y cuando oyó Ibløs, ¡maldígalo Allåh!, el nombre de
Allåh, sallió fuyendo y cayóse la ídola sobre su cara»
(nota 199).
La fórmula pronunciada por la mosca, al-™amdu li-l-låhi
rabbi-l-\alamøna, que significa '¡gracias a Dios, el señor del
mundo!' (literalmente, «la alabanza, para Dios, el señor del
mundo»), es una de las más comunes en el mundo musulmán,
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I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
utilizándose la primera parte de la misma en multitud de situaciones, como la dada en el relato, con lo que la expresión citada equivaldría a nuestro ¡Jesús! cuando alguien estornuda. La
segunda parte acompaña con frecuencia la mera mención de
Alá, mención que es la que provoca la huida del demonio de
la ídola y la caída de ésta sobre sí misma.
Por lo que se refiere a la figura de la mosca que aparece tras el
estornudo y pronuncia las palabras citadas introduciendo a la
doncella en los principios del Islam, en el Corán se hace referencia a la misma en la sura 22:73, cuando se comenta la
imposibilidad de los ídolos de crear ni siquiera una mosca:
'¡Hombre! Se os pone una parábola. ¡Escuchadla!
Aquellos a quienes rogáis, prescindiendo de Dios no
serían capaces de crear las moscas aunque se reuniesen
para ello. Es más, si las moscas les robasen algo, ni lo
recuperarían. ¡Qué debilidad la del rogante y el rogado!'
(nota 200).
Dicho motivo, aunque invertido en cuanto a la religión a la que
se refiere, es recogido por F.C. Tubach en su Index
Exemplorum, en donde el motivo es ilustrado con la historia de
un hereje de Toulouse que predica que Dios (en este caso el
cristiano) no fue capaz de crear ni una mosca, lo que provoca
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
que una de ellas le pique incitándole a la maldad (nota 201).
También S. Thompson incluye un motivo semejante en su
Motif-Index, según el cual un hereje predica en contra de la
Creación de Dios aterrorizado por una mosca (nota 202).
Todo ello, que de alguna manera está en relación con la historia coránica que debe de haber derivado en alguna leyenda
popular, no explicaría del todo la presencia de la mosca en el
cuento de Carcayona como iniciadora de la doncella en la fe
musulmana, pero sí la relaciona con la herejía, que es al fin y
al cabo lo que, para el rey idólatra Na¥rab, representa la religión musulmana a la que pretende convertirse su hija.
4) La paloma como enviado de Dios
A partir de aquí, la alteración de la doncella ante las palabras
escuchadas y su deseo de saber algo más sobre su significado
conducen a la aparición de la paloma de oro, que, con su cola
de perlas rojas, sus pies de plata y su pico de perlas blancas
esmaltado con aljófar, provoca la admiración de la muchacha
a causa de su belleza.
La paloma es un animal que se vincula a la figura de Mahoma
como mensajero de Alá, es decir, el ángel Gabriel. S.
Thompson recoge en su Index una tradición cuentística, según
la cual, Mahoma puso granos de maíz en su oreja y cuando las
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I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
palomas se acercaban a él para poder comérselos, el Profeta le
explicaba a la gente que las palomas le traían mensajes de
Dios (nota 203). Este motivo se encuadraría, según S.
Thompson, en el motivo superior del falso profeta (nota 204),
que es, en realidad, lo que constituye la paloma para el rey
gentil, como la mosca. El mundo occidental parece haberle
dado a este motivo una interpretación cristiana identificando la
paloma con el Espíritu Santo, lo que se observa en un motivo
recogido por C. Tubach en su Index Exemplorum, según el
cual Mahoma lleva en el hombro una paloma que toma granos
de maíz de su oreja, de manera que la gente pensaba que está
inspirado por el Espíritu Santo (nota 205), es decir, el tercer
componente de la Santísima Trinidad cristiana. Como ya
hemos visto brevemente más arriba, la Trinidad es uno de los
aspectos polémicos de la religión cristiana no aceptados por
los musulmanes y estudiados por L. Cardaillac. Este investigador explica al hablar de la figura de J. Alonso Aragonés, un
cristiano converso al Islam autor de varios textos de polémica
anticristiana, cómo éste, en una poesía de carácter polémico
por él firmada que se encuentra en el ms. 9067 de la Biblioteca
Nacional de Madrid y que lleva el título de Romance por Juan
Alonso Aragonés a la religión y España, además de mostrar
una gran cultura profana, se descubre como un gran conocedor
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
de la Biblia y la religión cristiana, lo que le permite polemizar
sobre diversos aspectos que enfrentan al Cristianismo y el
Islam, como la identificación de Cristo y Dios o la figura de la
Trinidad, con argumentos que se repiten en diversos manuscritos. Uno de los temas sobre los que este autor morisco polemiza es precisamente el del Espíritu Santo, a propósito del
cual aclara L. Cardaillac que, en el Islam, «la paloma que,
según el Evangelio, se apareció en el Jordán o sobre el Monte
Tabor no es la tercera persona de la Trinidad, sino el ángel
Gabriel» (nota 206). Para avalar esta afirmación este investigador recoge un extracto del mencionado poema de Juán
Alonso Aragonés, que dice así:
«En figura de paloma
pintáis otro dios tercero
que en Tabor fue patente
y en el Jordán lo vieron.
Lo qual es verdad, mas fue
Grabiel (sic) de Dios Mensajero
que a los profetas pasados
revelaban los secretos» (nota 207).
En el Corán, el fenómeno de la revelación, que está unido a la
figura de Mahoma, aparece en la sura 2:21-23:
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I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
'Si estáis en duda sobre lo que revelamos a nuestro siervo,
Mahoma, traed una azora como ésta y llamad a vuestros testigos, prescindiendo de Dios, si es que sois verídicos'
(nota 208).
En cuanto a la figura de Gabriel/paloma como autor de la revelación, la encontramos citada por primera vez en la sura 2:9197:
'Di: «¿Quién se declarará enemigo de Gabriel? Él es
quien, con permiso de Dios, depositó en tu corazón, ¡oh,
Profeta!, la Revelación que confirma las anteriores,
como guía y buena nueva para los creyentes' (nota 209).
Es decir, que la inclusión de la figura de la paloma como mensajero de Dios para revelarle el Islam a Mahoma está plenamente justificado en un relato ejemplar como la leyenda de
Carcayona (nota 210).
5) La profesión de fe musulmana
Tras la revelación de las primeras fórmulas islámicas, la paloma, ante el horror de Ibløs y la admiración de la doncella, le
revela nuevos contenidos de la fe musulmana, palabras que
inician definitivamente el proceso de conversión de aquélla.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Estas palabras, que la paloma pronuncia «con lengua suelta y
paladina», son:
–«¡[Ye] fija del rey Na¥rab!, di al-™amdu li-l-låhi [wa lå
ilåha illå Allåh] wa™dahu lå ≈arika la-hu, que quiere
decir la loor es ada Allah, [no] hay otro señor sino Allåh,
solo, sin aparcero, a Él es el reísmo y Él es s[obre to]da
cosa poderoso».
Pues cuando oyó Ibløs, ¡maldígalo Allåh!, el nombramiento de Allåh, ¡tan alto es!, salló huyendo, y él diciendo:
–¡Quemado soy con el fuego de ¥ahannam!» (nota 211).
En este pasaje, además de repetir lo ya enseñado, la paloma
introduce a la doncella en la profesión de fe musulmana y el
carácter único e incomparable de Dios al pronunciar la frase
al-™amdu li-l-låhi [wa lå ilåha illå Allåh] wa™dahu lå ≈arika lahu, que es traducida a continuación por el narrador como «la
loor es ada Allåh, no hay otro señor sino Allåh, solo, sin aparcero». A ello se añaden en el texto referencias a la existencia
del reino de Dios en el cielo y el carácter omnipotente de éste,
lo que da pie en el relato a centrarse en la figura de Alá como
creador del mundo.
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I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
Antes de centrarnos en este aspecto queremos destacar aquí la
ausencia de referencia a la figura de Mahoma como enviado/profeta de Dios, cuando sería fácil introducir su figura simplemente mediante la mención de la profesión de fe musulmana completa. Esta fórmula, que, como explica P. Longás, constituye «el acto esencial por excelencia para la conversión al
mahometanismo, y que por sí solo basta para constituir el
musulmán en estado de gracia a la hora de la muerte»
(nota 212), se compone, como ya vimos, de las frases: «No
hay otro Dios sino Alá y Mahoma es su Profeta», y constituye
el primero de los cinco «pilares» del Islam junto a la oración,
la limosna, el ayuno y la peregrinación (nota 213).
Curiosamente, y pesar de la importancia de esta declaración de
fe islámica, la figura de Mahoma como Profeta, central en el
Islam, no aparece mencionada en un relato como el de
Carcayona, donde, como hemos visto, sólo se cita la primera
parte de la profesión de fe musulmana, la que hace referencia
a la unicidad de Dios. Se podría pensar que para los moriscos
su figura había sido olvidada ante la precariedad con la que
éstos vivían su religión, si no fuera por la gran cantidad de textos aljamiados que se ocupan de la figura de Mahoma y sus
compañeros, como en los conocidos hadices. Además, en
otros textos aljamiado-moriscos de tema escatológico centraÍNDICE
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
dos en los acontecimientos del Juicio Final, como por ejemplo
la Leyenda de Alidachel el Malo y del día del Juicio o la
Leyenda del día del Juicio, editados por F. Guillén Robles y
M. Sánchez Álvarez, la figura central del relato, junto a Alá, es
Mahoma (nota 214). Sin embargo, lo que sí que parece estar
claro, por el hecho de que no se mencione en el texto inmediatamente después de la mención de la primera parte de la
profesión de fe es que, para los moriscos, había quedado relegado a un segundo plano frente a la figura de Dios, especialmente en su vertiente omnisciente y punitiva. Ello podría
demostrarlo una plegaria de carácter superrogatorio muy
común entre los moriscos que, como dice P. Longás, « (...) no
sólo va comprendida la fórmula de profesión de fe (...) sino
además la enumeración descriptiva de los atributos de la
Divinidad» (nota 215), incluido el Juicio Final, que es precisamente lo que encontramos en esta leyenda morisca.
En cualquier caso, está clara la función de la introducción de
la profesión de fe musulmana en un relato centrado en la conversión al Islam de una doncella que profesa la idolatría, conversión que, según los preceptos musulmanes, que consideran
convertido a todo aquél que pronuncia dicha profesión de fe
con verdadera intención o nøya, debe iniciarse, lógicamente,
por la mención de estas palabras iniciatorias en la fe islámica,
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I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
las cuales abren el camino al conocimiento de otros aspectos
básicos del mismo, como los atributos de Dios, el Juicio Final
y el paraíso e infierno musulmanes.
6) La figura de Dios y la Creación
Las palabras de la paloma pronunciando el nombre de Dios
vuelven a provocar la huida del diablo, que menciona por primera vez al infierno musulmán, Ëahannam, a cuyo fuego parece sentirse condenado. Es el momento que la doncella aprovecha para preguntarle a la paloma por otras características de
ese Dios único:
Døxo la paloma:
–«¡Ye fija de Na¥rab!, [es Allåh aquel que no hay otro]
señor sino Allåh [solo, sin aparcero], jaleqa[dor] de los
cielos y de la tierra y de todos jale[ca]dos y de sus arrizques, matador, re[bib]cador después de la muerte [para
el día que no aprovechará si[no la bu]ena obra y el que
antes creerá con Allåh».
Døxo la doncella:
–«Dime más desas palabras [tan bu]enas que su dulzor
ha entrado en mi corazón».
Døxo la paloma:
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
–«¡Ye, fija de Na¥rab!, es Allåh aquel que no hay otro
señor sino Él, jaleqador de los cielos y de las tierras en
seis días. Depués se igualó sobre el al-\ar≈e, encubre la
noche al día y el sol a la luna, y las estrellas [a]sujetadas
con su mandamiento. A Él es el jaleqar y el matar, ![tan]
bendicho es Allåh!, señor de todo el mundo».
Døxo la doncella:
–«¡Ye, paloma!, ese señor que tu nombras es gran
seño[r, pues, créce]me más de sus palabras [b]uenas, que
[seme]jante que tú no dirías sino verdad».
[Døxo la pa]loma:
–«¡Ye doncella!, di que no hay señor sino Allåh, solo,
sin aparcero, jaleqador de los cielos y de la tierra y de lo
que está entre ellos [y de lo que] está debaxo dellos fasta
los abismos de la tierra».
Døxo la doncella:
–«¡Ye, paloma!, hazme a saber do está ese señor tan
grande».
Døxo la paloma:
–«¡Ye, fija de Na¥rab!, no se ajuntan en secreto tres que
no sea Él el cuarto, ni cuarto que no sea Él cinqueno, ni
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I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
cinco que no sea sesto, ni más ni menos de aquél que Él
no sea con ellos [donde quiere] que están».
Døxo la doncella:
–«¡Ye paloma!, ese señor, ¿no se puede ver?».
Døxo la paloma:
–«¡Ye, fija de Na¥rab!, el señor de los cielos y de la tierra vee a todos y no lo vee a Él ninguno, Él esta en guardamiento alto, sabe lo sec[reto y lo público], no hay
señor sino Él, a Él so[n los no]mbres buenos».
Døxo la doncella:
–«¡Ye paloma!, ese señor que dices, se[mblá]nsame a
[dón]de está o qué es o cómo».
Døxo la paloma:
–«[¡Ye fija] de Na¥rab!, !rabunå tabåraka wa-ta\ålå!, primero de toda cosa y zaguero de toda cosa, no lo alcanzan las vistas y Él alcanza [las vistas, Él e]s el subtil
sabidor. Cuando quiere alguna cosa dícele: «sey», y
luego es. Jaleqó su al-\ar≈e sobre el agua, donde no había
sol que clarease, ni luna que corriese, ni mar que ondease, ni aire que moviese, ni río corriente, ni cielo fraguado, ni tierra tendida, ni cosa comenzada. Jaleqó siete cieÍNDICE
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
los, cielo sobre cielo, y siete tierras, una sobre otra, en
seis días. [Y Él] sobre el al-\ar≈e se igualó.
Dixo la doncella:
–«¡Ye, paloma!, ¡qué tan grande es ese señor y qué pacífico y honrado [sobre qui]en come su arrizque y sirve a
otro [señor]!, ¡ye [paloma]!, ¿hay ni[nguno en] el
mundo que diga lo que tú dices? Porque yo nunca [lo oí
si]no a ti».
Døxo la [paloma:
–«‰í]. Los de los cielos y de [la tierra] dicen lo que yo
di[go], sino los descre[yentes; ¡ye fija] de Na¥rab!, [esa]
ídola que tu sierves no o[ye] ni vee, daña y no aprovecha».
Døxo la doncella:
–«¡Ye [paloma!, ¿qué] es aquello que me habla dentro
de su cuerpo?».
Døxo la paloma:
–«Es el maldøcho de Ibløs, ¡maldígalo Allåh!, enemøgo
de Allåh, ¡tan alto es!, enemøgo de tu padre A dam,
¡\alayhi y salåm!, que lo engañó y lo sacó del al-¥anna y
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I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
engañará a sus fijos fasta el día del judicio. ¡Dexa el servicio de la ídola!» (nota 216).
Este diálogo se centra en la descripción de la figura de Allåh
como Creador-mantenedor y juez del mundo y sus habitantes
después de la muerte, conceptos que se basarían en suras del
Corán como la 16:3 y ss., que tratan sobre la omnipotencia
divina y los premios y los castigos a creyentes e infieles, o la
2:21-25, entre otras, en las que se dice:
'Él ha creado los cielos y la tierra con la Verdad
(...)
Os ha creado los rebaños: en ellos encontráis abrigo y
utilidad, de ellos coméis
(...)
temed al fuego, que tiene por combustible a las gentes y
las piedras, que se ha preparado para los infieles.
Albricia a quienes creen y hacen buenas obras, que tendrán unos jardines en que corren ríos por ellos (...). Ellos
vivirán allí eternamente' (nota 217).
Así, en el primer párrafo del diálogo se describe a Dios como
creador de los cielos, la tierra, la totalidad de los seres que la
habitan, así como los alimentos los sustentan, utilizándose
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
para expresar esta idea el calco de esquema del árabe
(nota 218) que explicamos anteriormente, el verbo jaleqar,
'crear', de donde se derivan jaleqador, 'Creador' y jaleqado,-s,
'creado,-s'.
Este uso, propio de los textos aljamiados, muestra el valor
sagrado de la lengua árabe para expresar conceptos religiosos
islámicos «intraducibles» o, mejor dicho, instransferibles a
otra lengua, entendida ésta como arma y expresión de una cultura y, para los musulmanes, también de una religión, el eje en
torno al que gira la vida de todo musulmán.
Por eso, también el nombre de los alimentos enviados por Dios
a los seres de la tierra se toma del vocablo árabe: arrizques,
'substento, alimento divino' (cfr. supra, el glasario y las suras
16: 5 y ss), del árabe ar-rizq (nota 219), lo que constituiría otro
calco de esquema.
Inmediatamente después se declara la capacidad del Dios
musulmán para matar y resucitar a sus creados después de la
muerte «para el día que no aprovechará sino la buena obra y el
que antes creerá con Allåh», es decir, el día del Juicio Final,
cuando se valora la fe y la obra del creyente. Ello remite a frases coránicas como la que aparece en la sura 2:26-28:
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I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
'¿Cómo apostatáis de Dios? Estábais muertos y os dió la
vida; os hará morir y después os resucitará; Más tarde a
Él seréis devueltos' (nota 220).
En el segundo párrafo se repiten algunos conceptos ya dados
y se añade la duración de la creación del mundo en seis días,
como se afirma en la azora 50:37 del Corán: 'Hemos creado
los cielos, la tierra y lo que entre ambos en seis días'
(nota 221), así como la subida de Allåh a su trono celestial,
para lo que se utiliza un calco de significado del árabe, la
expresión «se igualó sobre el al-\ar≈e», 'asentarse, subir al
trono', del árabe istawå 'ser equilibrado, sentarse, subir'.
Dicho calco se basa en la expresión coránica istawå 'alå-l-\ar≈i,
que aparece, entre otras, en la sura 7:52-54 (nota 222), constituyendo ese trono celestial el lugar desde el que la noche
encubre al día y al que se sujetan el sol, la luna y las estrellas
por mandamiento de Dios:
'Realmente, vuestro señor es Dios, que ha creado los cielos y la tierra en seis días. A continuación se colocó en
el trono. Él hace que la noche cubra al día que la persigue rápidamente; el Sol, la Luna y los astros están sometidos a su mandato. ¿No le pertenecen la creación y el
mando? ¡Bendito sea Dios, Señor de los mundos!'
(nota 223).
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
En el tercer párrafo se añade a lo ya expuesto el hecho de que
Alá es también el Creador, junto a los cielos y la tierra, de lo
que está entre ellos, y, sobre todo, de lo que está debajo de
ellos hasta los abismos, es decir, los infiernos, por ser el enjuiciador de las acciones de los hombres sobre la tierra. Lo
encontramos en el Corán en la sura 20:3-6 con estas palabras:
'[El Corán] la ha hecho descender quien creó la tierra y
los altísimos cielos, el Clemente que está instalado en el
trono;
a Él pertenece lo que está en los cielos, lo que está en la
tierra, lo que está entre ambos y lo que está bajo el polvo'
(nota 224).
El cuarto párrafo se refiere únicamente a la omnipotencia de
Allåh, cuyo don de la ubicuidad le permite estar presente junto
a todas las personas aunque éstas se reúnan en secreto, en respuesta a la pregunta de la doncella sobre el lugar donde se
encuentra Dios. Este aspecto se amplía en el siguiente párrafo,
el quinto, donde se explica que Dios ve a todo al mundo pero
nadie puede verle a Él y conoce todo lo que sucede en el
mundo que Él mismo creó. Todo ello se encuentra asimismo
en el Libro Santo, como se lee en la suras 2:284 y 3:29:
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164
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
'A Dios pertenece lo que hay en los cielos y en la tierra.
Tanto si mostráis lo que hay en vuestras almas como si
lo ocultáis, Dios os pedirá cuenta de ello. Perdonará a
quien quiera y castigará a quien quiera. Dios es poderoso sobre toda cosa
(...)
Di: «Tanto si ocultáis lo que hay en vuestros pechos
como si lo mostráis, Dios lo conoce, y conoce lo que hay
en los cielos y en la tierra. Dios es poderoso sobre toda
cosa' (nota 225).
El sexto párrafo introduce primeramente otra de las fórmulas
que se citan acompañando al nombramiento de Allåh, rabunå
tabåraka wa-ta\ålå, '¡señor aventajado, tan alto es!', y, a continuación, sigue describiendo al Dios islámico como inicio y
final del mundo, repitiéndose luego su carácter omnipotente
como ser que está en todas parte, todo lo ve y todo lo crea. Una
de las frases coránicas más importantes sobre el atributo de
Dios como creador del mundo, que también aparece en el
texto morisco, la encontramos, por ejemplo, en la sura 36:8182, donde se afirma:
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
'¿Acaso quien ha creado los cielos y la tierra no tiene
poder para crear otros seres semejantes a vosotros? ¡Sí!
Él es el Creador, el Omnisciente.
Cuando quiere una cosa, su Orden consiste en decir:
«¡Sé!», y es' (nota 226).
También aparecen en el Corán las referencias a la Creación en
sí, que comienzan con el trono de Dios, creado sobre el agua,
donde no había nada sobre lo que pudiese sustentarse, instalándose después Dios en ese trono desde el que domina, en su
omnipotencia, todo lo creado. Se trata de suras como 2:256255, muy conocida entre los musulmanes, o la 16:81-79, que
rezan así:
'El Dios, no hay Dios, sino Él, el Viviente el Subsistente.
Ni la somnolencia ni el sueño se apoderarán de Él. A Él
pertenece cuanto hay en los cielos y en la tierra. ¿Quién
intercederá ante Él si no es con su permiso? Sabe lo que
está delante de y detrás de los hombres, y éstos no abarcan de su ciencia, si no es lo que Él quiere. Su trono se
extiende por los cielos y la tierra, y no le fatiga la conservación de esto. Él es el Altísimo, el Inmenso.
(...)
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I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
¿No habéis visto que a los pájaros, sujetos en el aire del
cielo, no los sostiene nadie más que Dios? ...' (nota 227).
El resto del pasaje hace referencia a los que no creen en la fe
musulmana y niegan las palabras de la paloma, como sería el
caso de la ídola que la doncella adora y, desde cuyo interior, el
que habla no es otro que Ibløs, el demonio, el enemigo de
Allåh y de Adán. La negación de la idolatría sería, así, el último paso previo a la descripción del inicio del Juicio Final y el
infierno y paraíso musulmanes. Las palabras pronunciadas por
la paloma contra las ídolas se encuentran también en el Libro
Santo, donde en la sura 25:3-4, se dice:
'Los infieles, prescindiendo de Él, han adoptado dioses
que no crean nada: han sido creados;
ni tienen para sí ni daño ni utilidad, y no disponen ni
de la muerte, ni de la vida, ni de la resurrección'
(nota 228).
Además, en el pasaje citado se introduce una nueva fórmula
religiosa, esta vez referida a la figura del primer poblador de
la tierra, nuestro padre Adán: \alayhi y salåm, 'la paz sea con
él', que se usa tras el nombramiento de ángeles y profetas. No
hay que olvidar que Adán es considerado en el Islam como
uno de los profetas, igual que Jesús. Así, dice el Corán a proÍNDICE
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
pósito de su figura, tras la descripción de otros profetas de
Dios en la sura 19:59-58:
'Ésos son aquellos a quienes ha favorecido [entre los
profetas de la estirpe de Adán, de aquellos a quienes
hicimos montar en el arca con Noé, de la estirpe de
Abraham, Israel y de quienes hemos guiado y escogido]'
(nota 229).
Ello supone asimilar la figura bíblica de Adán al Islam, como
se hace en el Corán con tantos personajes de la Biblia y en
muchos textos aljamiado-moriscos (nota 230), como en la
leyenda de Carcayona, donde se nombra a Ibløs como enemigo de Adán.
7) El Juicio Final
El pasaje dedicado a este aspecto está dotado de una especial
teatralidad, fruto tanto del carácter dialógico del texto, propio
del género didáctico al que pertenece, como al efecto impactante que se pretende con la descripción de los actos que tendrán lugar durante dicho juicio y con la carga de responsabilidad que se deriva para las acciones del creyente en vida.
De esta manera, tras la descripción de la figura de Allåh como
Creador y ser omnisciente, y la negación de la idolatría, lo
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168
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
cual, como hemos visto, supone un ataque directo al
Cristianismo, la doncella Carcayona le pregunta a la paloma
por los premios y castigos de creyentes y descreyentes en la
ley musulmana, es decir, fieles e infieles, lo que da pie a la
inclusión en el relato de los acontecimientos del Día del Juicio
y, posteriormente, de la descripción del paraíso e infierno
musulmanes. La paloma explica así cómo comienza el proceso para juzgar a los hombres:
–«¡Ye, fija de Na¥rab!, cuando se acabarán las horas del
mundo y sus días, lo ™alål y lo ™aråm, y se perderá la
verdad y se demostrará [la menti]ra, y harán los maleficios, y beberán el vino, y hará[n] el az-zinå, y combarán
el logro, y se demostrará el afollamiento. Y lahora ensañarse ha Allåh sobre la gente y mandará Allåh a Isråføl
que sofle en el cuerno. Y soflará en él un soflo que cairán todas las gentes y almalaques amortecidos, sino
Gibriel y Miqueil y Isråføl y \Azrayåil, que no murrán
sino empués de muertos los jaleqados. Y de la fortaleza
de la muerte de Isråføl se [es]tremeserá [toda] la tierra y
no queda encima de l[a] tierra cosa fraguada que no se
[derribe] sino las mesquidas, y no quedará en [el cielo ni
en la tierra] cosa viva. Y quedará todo [vací]o de moraÍNDICE
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
dores. [Lahora a]somarse ha Allåh, ¡\aza wa-jalla!, al
mundo, y dirá:
«¡Oh mundo!, ¿dó[nde] son tus árboles?, ¡oh mundo!,
¿dónde son tus ríos?, ¡oh mundo!, ¿dónde son tus moradores?, ¡oh mundo!, ¿dónde son tus reyes y los fijos de
los reyes?, ¡oh mundo!, ¿a dó está el sol y la luna y las
estrellas?».
Y no habrá quien le responda. Y quedará el mundo
[ansí] cuarenta años y hará Allåh plover agua de la mar
que está debaxo del al-\ar≈e que hace nacer los güesos y
las carnes y la sangre así como nace el grano debaxo del
tempero. Y tornará cada cabello y cada miembro a su
lugar. Depués rebibcará Allåh a Isråføl y soflará en el
cuerno y dirá:
«¡Oh, güesos molidos y cuerpos podridos y junturas
[d]espartidas y venas cortadas!, Allåh os manda que os
ajuntéis para la decla[raci]ón del día del judicio para
tomaros [cuenta y daros el gala]rdón de vuesas obras».
[Y levan]tarse han los jaleqados, los arruhes de los muslimes, claros con la clare[dad] de la creencia, y los arruhes de los descreyentes, escuros con la escuridad de la
descreencia. Y entrarse ha cada arruh en su cuerpo y
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170
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
vereis todas las gentes levantadas y ellos esperando las
maravillas y temores del día del judicio. Dempués tomará Allåh cuenta a las gentes y porná a los obidientes en
la casa de su contentamiento y porná a los desobidientes
en la casa de su pena».
Døxo la doncella:
–«¡Ye paloma!, ¿[y] qué rebibcará Allåh a los jaleqados
depués de la muerte?».
Døxo la paloma:
–«Sø como los jaleqó de agua y te sacó de los lomos de
tu padre a la madre de tu madre y salliste al mundo c[riatura] chica y te crió con su poten[cia] y compuso [en] ti
tus miembros y tu sentido [y tu vista], asín te matará [y
te] tornará a rebibcar» (nota 231).
El inicio del juicio final, según el texto, se produce cuando,
tras la llegada del fin del mundo, se descubren algunos de los
pecados más importantes (nota 232), lo que tiene lugar tras
saberse, es decir, llegar a saber Dios, lo lícito (™alål) y lo ilícito (™aråm). Esos pecados son, según el texto, los siguientes:
–la mentira
–los maleficios
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
–el vino
–la fornicación (en el texto, az-zinå, 'fornicación'
(nota 233), que ha derivado también en el significado de
'adulterio').
–usura (en el texto, combar el logro, 'practicar la
usura', de comer el logro, 'practicar la usura', del árabe
åkil ar-ribà, 'usurero', que sería un calco de esquema).
–afollamiento ('depravación, destrucción', en sentido
moral, del antiguo afollar, 'herir, estropear, echar a perder...').
Para comenzar el juicio, Allåh manda al ángel de la trompeta,
Israfil (Isråføl), que sople en el cuerno que anuncia el inicio del
mismo, soplo que provoca la muerte inmediata de todos los
seres de la tierra y los ángeles del cielo (nota 234), a excepción
de Gabriel, Miguel, Isråføl y Azrayil, que mueren después de
los creados.
En el Corán Isråføl es llamado el Pregonero en la sura 54:6-8
a propósito de los coraixíes, pertenecientes a la misma tribu
que Mahoma y que se negaron a seguirle en su predicación del
Islam:
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172
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
'¡Vuélveles la espalda! El día en que el Pregonero invite
a ir a la cosa temible,
saldrán de sus tumbas con la vista baja, como si fuesen
langostas dispersadas.
Tiesos, se dirigirán al Pregonero. Los descreídos dirán:
«Éste es el día difícil».' (nota 235)
La referencia al inicio del Juicio Final en sí aparece en la sura
36:541, donde se encuentra descrito así:
'Se soplará en el Cuerno, y helos aquí que salen de sus
tumbas y corren hacia su Señor.
Dirán! «¡Ay de nosotros! ¿Quién nos ha sacado de nuestro lecho? ¡Esto es lo que el Clemente nos había prometido! ¡Los enviados fueron verídicos!»
No habrá más que un único Grito, pero helos aquí, a
todos, acusados ante Nos.
En ese día ningún alma será vejada. No seréis recompensados más que por lo que hayáis hecho' (nota 236).
Por lo que se refiere a los otros ángeles citados en el texto, al
margen de Gabriel, que es el enviado de Dios a Mahoma para
revelarle el Corán, Miguel aparece asimismo citado en éste
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
como enviado de Dios junto al propio Gabriel en la sura 2:92,
donde se dice:
'¿Quién será enemigo de Dios, de sus ángeles, de sus
enviados, de Gabriel y de Micael? Ciertamente, Dios
es enemigo de los incrédulos' (nota 237).
En cuanto a \Azrayåil (\Azrå'øl), se trata del ángel de la muerte, el cual, según las tradiciones musulmanas, saca las almas
de los cuerpos (nota 238), y aparece en el Corán como aquél
que llamará a los habitantes de la tierra el día del Juicio. Así,
leemos en la sura 32:11:
'Di: «El ángel de la muerte, al que se ha encargado de
vosotros, os llamará. Luego, seréis devueltos a vuestro
Señor»' (nota 239).
La destrucción del mundo y todos sus habitantes, con la
excepción de las mezquitas, aparece descrito en el Corán
como un terremoto en la sura 99, titulada precisamente así, El
terremoto, y en cuyos primeros versículos se dice:
'Cuando la tierra tiemble por su terremoto,
la tierra suelte sus fardos
y el hombre pregunte: «¿Qué le ocurre?»,
en ese día referirá sus noticias
según se las haya inspirado tu Señor.
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174
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
En ese día reaparecerán los hombres en grupos para sus
acciones:
quien haya hecho el peso de un átomo de bien, lo verá;
quien haya hecho el peso de un átomo de mal, lo verá'
(nota 240).
Este es el momento que aprovechará Alá, el único que no
muere (y al que aquí se le dedica una nueva fórmula, \azza wa¥alla, '¡ensalzado y glorificado sea!', una de las más comunes
entre los musulmanes para referirse a su Dios), para pronunciar las palabras siguientes, citadas en el relato:
«¡Oh mundo!, ¿dó[nde] son tus árboles?, ¡oh mundo!,
¿dónde son tus ríos?, ¡oh mundo!, ¿dónde son tus moradores?, ¡oh mundo!, ¿dónde son tus reyes y los fijos de
los reyes?, ¡oh mundo!, ¿a dó está el sol y la luna y las
estrellas?».
Estas exclamaciones también las encontramos reproducidas
literalmente en otro relato aljamiado ya citado, el
Recontamiento del día del juicio (nota 241), pero no aparecen
en el Corán. En opinión de M. Sánchez, que edita y estudia el
texto, estaríamos ante una explicación del dogma de la inmortalidad de Dios en el que «la leyenda aljamiada se detiene para
enumerar una serie de preguntas retóricas a los seres que,
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175
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
habiendo sido vivos, ya no están en situación de responder y
cuyo silencio reitera, de forma muy literaria, con cierto eco
manriqueño, la idea de fugacidad de la vida» (nota 242). Sin
embargo, lo que aquí nos preguntamos, al margen de una
posible influencia del concepto medieval español sobre la
muerte tan bellamente expresado por J. Manrique en sus
Coplas, sería el origen de esta coincidencia exacta en el enunciado de estas palabras exhortativas en dos textos aljamiados
distintos, coincidencia que, o bien denota la misma firma en la
autoría de los mismos, o bien refleja la existencia de un conjunto de relatos religiosos moriscos que fueron introducidos
en diversas leyendas, lo que asimismo explicaría la coincidencia de temas en los relatos ejemplares que hemos comentado
más arriba.
Lo que sí es un hecho probado es la popularidad de este tipo
de relatos (nota 243) alusivos a hechos religiosos entre los
musulmanes de cualquier época (nota 244), y por tanto también de los moriscos, semejantes a los relatos sobre el profeta
Mahoma y sus compañeros ya citados. En el caso de los relatos populares sobre el Juicio Final, hay que destacar que, frente al valor secundario que éste posee dentro del Cristianismo,
es fundamental para el Islam, puesto que constituye una suerte de juicio colectivo de la historia en el que se le da la razón
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176
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
a Mahoma, y dentro del cual ni siquiera Jesús puede ayudar a
los cristianos, que son aquí los enemigos de los moriscos.
Más adelante, la narración continúa este proceso de juicio
colectivo explicando cómo, tras la destrucción del mundo, éste
quedará así cuarenta años, durante los cuales Alá hace llover
sobre la tierra para que, como se indica en el texto aljamiado,
se recuperen lentamente los cuerpos de los creados, lo que
también aparece en el Recontamiento del día del juicio
(nota 245). A continuación, Alá resucita a Isråføl para que
toque de nuevo la trompeta, lo que no constituye más que una
llamada destinada a las almas de esos cuerpos resucitados para
la declaración del día del juicio con el fin de poder valorar sus
obras en la tierra y, consiguientemente, premiarlas o castigarlas. El Corán se refiere a este hecho con las siguientes palabras:
'Cuando se sople en el Cuerno, no habrá ya, entre ellos,
genealogías; no se interrogarán.
Aquellos en cuya balanza pesen sus buenas acciones,
aquellos serán los bienaventurados;
pero aquellos en cuya balanza el peso de sus buenas
acciones sea ligero, ésos serán quienes se habrán perdiÍNDICE
177
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
do a sí mismos. En el Infierno vivirán eternamente...'
(nota 246).
Después, tal y como se sigue narrando en la leyenda de
Carcayona, tras la llamada de Israfil con el Cuerno se levantarán las almas de los creyentes y los descreyentes, entrando
cada alma a su cuerpo correspondiente y todos los creados
esperarán levantados los efectos del juicio, el cual lleva a cabo
Alá colocando a cada uno de ellos en el lugar que les corresponde. Esta Resurrección se cita de la siguiente manera en el
Corán en la sura 16:40, referida a los infieles:
'Juran, por Dios, con juramentos solemnes: «Dios no
resucitará a quien ha muerto!». ¡Sí! Es una promesa que
en verdad le incumbe, pero la mayoría de los hombres
no saben' (nota 247).
Esta idea de la Resurrección de todos los juzgados es central
en el pensamiento religioso islámico, siendo tras ella cuando
se produce la entrada de cada uno de ellos en el infierno o el
paraíso.
8) El paraíso musulmán o al-¥anna
Así, a continuación, y a instancias de la doncella Carcayona,
que reclama de la paloma una explicación más detallada del
premio destinado a los buenos creyentes que han sido obeÍNDICE
178
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
dientes al mandamiento de Dios, ésta describe así el paraíso
musulmán al que éstos serán enviados:
«Døxo la paloma:
–¡Ye fija de Na¥rab!, los de al-¥anna son los obidientes
al mandamiento de Allåh, en ella no mueren ni habe tristura. Alcanzarán todo lo que desearán, perdurables en
alqás.ares de oro y plata y piedras preciosas y de púrpura. Su tierra es almisque, sus aguas son dulces, sus árboles y fruitas durables, las fruitas de diversas sabores y
colores. Los de al-¥anna tienen cien gradas, que sø todas
las gentes del mundo se ajuntasen no harían [una dellas,
porque] en ellas hay maravillas y riquezas. La primera
grada es de plata y su tierra de almisque y la segunda es
de oro; la tercera de pelrras y la sete[na habe] en ella lo
que no hay ojos que [puedan veer ni le]ngua decir [ni
pasar] por corazones de [hombres]. Y el que más pequeña grada alcanza [en el al-¥anna tiene] [siete] alqás.ares
de oro y plata y perlas y piedras preciosas de diversas
colores. Pues, cuando sallen de sus lugares cabalgan en
animales que volan con ellos donde quieren fasta la
puerta de al-¥anna y allí nace una fuente con dos ramos.
Y cuando beben en el uno dellos dos ramos saca del
cuerpo toda la envidia y engaño y maldad. Empués
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
báñanse en el otro y tórnanse jovenes que nunca más se
mudan de sus colores ni de personas. Y claman a las asitras de la pu[erta] y face[n un soni]do que nunca oyeron
las gentes más dulce co[sa. Y sa]llen las [alhurras] de al¥anna a la puerta que, [sino] que Allåh, ¡[s.ub]™anahu!,
ha dado conocimiento [a lo]s hombres, asajdarían a
e[llas]. Y entran con los hombres a al-¥anna y, cuando
quiere en[trar]se el hombre en el alqasar que vee, dícenle ellas:
«¡Adelante!, ¿hay otro mejor?, ¡ye, al-walø de Allåh!».
Empués llega a otro alqásar claro que se parece dende
fuera todo lo de dentro y quiera el hombre entrarse en él
[y] dícinle ellas:
«¡Adelante!, ¿hay otra mejor posada?, ¡ye, amøgo de
Allåh!
Y no cesan de andar con él de alqasar en alqas.ar fasta
que llegan a un alqas.ar que todo es esmaltado y engastonado en piedras presiosas, que hay en él setenta camaras, unas sobre otras, arreadas de todos arreos y guarniciones y joyas celest[riales clarificad]os. Y ponerle han
una [corona] en la cabeza que tiene setenta rin[co]nes;
en cada rincón, u[na piedra p]reciosa que relumbra tres
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180
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
jor[nada]s, y su cara como la luna. Y en su mano un
[ve]rdugo. Y sobre su persona setenta cobertura[s] de
seda y brocado de diversas [maneras y] colores. [Y]
es[tan]do así, viénele una mujer de las alhurras de al¥anna con atavíos muy hermosos, relumbrantes como el
sol, que con la vista della olvida el hombre todo cuanto
ha visto. Y dirá la mujer:
«Tú eres mi amado y yo soy tu amada».
Y asiéntase en par dél en una cama acompañada de
setenta al-hurras y queda el hombre con ellas en gracia
fincante y vida deleitosa en la vecindad del señor del
mundo. Y los almalaques dando as-sallåm sobre él, y no
desean cosa que no la alcanzan allí do[nde sestán. Y en]
al-¥anna hay alhurras que, si escupiesen e[n la ma]r, se
torna[ría dul]ce la mar. Y tienen escri[b]to en sus frentes
que dice:
«Quien des[ea] alcanzar una mujer como yo obre con la
o[bi]dencia de mi señor».
En al-¥anna hay un [a]rbol que se llama el arbol de la
Buena Abenturanza, que lo plantó Allåh, ¡ta\alà!, con su
mano, que su tronco es de oro, [y] sus venas de plata, sus
fruitas cristales, [y] sus ramas corales, [y] sus fojas
ÍNDICE
181
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
esmaltadas, su golor almisque. En él hay de todas las
naturalezas de fruitas de al-¥anna en sabor y color. En el
al-¥anna hay árboles que sallen dellos animales guarnecidos volantes que nunca orinan ni hacen rudeza ninguna, que lieban a los obidientes a donde quieren. En el al¥anna hay un r[ío que se dice al-]Cawsar, que salle
debaxo [del] al-\ar≈e, que es más dulce que miel y más
blanco que leche, que [corre sobre] losas de perlas y piedras [preciosas] almiscadas, que [mana] de allí la fuente
de Måsal y la fuente de Alkåfur y la fuente de Tanøm. Y
no hay en el al-¥anna sino las lunillas y las [que]jas y los
ríos de al-¥anna, todos cercados de cátredas y de estrados y fruitas de al-¥anna [y verjeles]. Y bebrajes no
hacen rudeza ninguna, salle la dejistión en sudor de
mejor golor que almisque. Los moradores de al-¥anna
no se embejecen ni enferman ni mueren, ni veen pesar ni
espanto, ni tristeza, ni tribulación. [Y] sus ropas nunca
se rompen ni se envejecen. [Y] si uno de los de al-¥anna
pusiese su mano en el mundo no quedaría ciego que no
viese ni muer[to que no] r[ebib]case ni descreyente que
no creyese [ni e]nfermo que no sanase ni agua salada
que no fue[se du]lce. [Y] si uno de los de al-¥anna asomase su cara a [la tie]rra y echase una saliva en ella torÍNDICE
182
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
naría todo almisque [que golería todo el mundo ad
almiscle]. Y si uno de los de al-¥anna sacase su cara a la
[ti]erra tornaría la color del sol y de la luna. Y si las gentes supiesen los deleites de al-¥anna morrían todos por
su deseo y no bastaría ninguno a decør las gracias de al¥anna y sus maravillas».
Døxo la doncella:
–«¡Ye paloma!, para semejante de aquello obraron los
obrantes, ¡ye paloma!, de aquel Señor tan grande que tú
dices, [que] ha caído en mi corazón amor muy grande
que nunca cesaré de su servicio y obidencia fasta que lo
encuentre. Agora hazme a saber que será la pena de
quien desobedece ada Allåh y come su arrizque y sirve
a o[tro señor meno]s d(e) él» (nota 248).
Así, en este pasaje, después de indicarle a la doncella que al
paraíso pertenecen los creyentes en la fe de Alá, la paloma
explica cómo en él la felicidad es eterna entre sus habitantes,
consiguiéndose todo lo deseable y viviendo en alcázares de
oro, plata, piedras preciosas y púrpura.
La eternidad de la «vida futura» es un hecho sobre el que se
hace constantemente hincapié en el Corán, también en lo que
se refiere al infierno, y, por eso, no recogemos aquí ningún
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
versículo concreto sobre este tema, puesto que aparecerá en
varios de ellos referidos a otros aspectos relevantes. Sí queremos destacar aquí la referencia dada en el texto de la leyenda
a la vida lujosa y placentera de la que disfrutan los elegidos en
el paraíso, que encontramos en suras como la 56:15-21, donde
leemos sobre los «precursores», es decir, según J. Vernet,
«bien los primeros adeptos al Islam, bien los profetas que precedieron a Mahoma» (nota 249):
'En estrados incustrados de oro y pedrerías
se reclinarán enfrentados.
Entre ellos circularán garzones inmortales,
con cátreras, aguamaniles y vasos con bebidas refrescantes
que nos les amodorrarán ni les embriagarán.
Tendrán las frutas que escojan
y la carne de pájaros que deseen;
mujeres de ojos rasgados
parecidos a la perla semioculta
en recompensa a lo que hayan hecho' (nota 250).
A continuación aparece descrito el paraíso como es descrito
repetidamente en el Corán, es decir, como un lugar con ríos,
árboles y frutas, una especie de «locus amoenus», en donde el
creyente vive los deleites arriba descritos en contacto con la
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184
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
naturaleza. Dicho aspecto aparece, entre otras muchas, en la
sura anteriormente citada, en la que la se dice que el paraíso se
destina a los llamados «compañeros de la derecha», o sea, los
bienaventurados. De esta manera, el Libro Santo musulmán
parece diferenciar entre los citados precursores, a los que se
refería la cita anterior, y los bienaventurados, a los que se
sitúa entre ríos y jardines, una diferenciación que no aparece
en el texto morisco, que, como hemos visto, llama a los habitantes del paraíso «los de al-¥anna». Así, la sura 56 dice en los
versículos 27-40:
'[Los compañeros de la derecha] (...)
estarán entre azuzaifos sin espinas,
entre acacias alineadas,
sombras extendidas
y agua corriente
y abundantes frutos
que no estarán cortados ni prohibidos' (nota 251).
Una descripción más acorde con el texto de Carcayona lo
encontramos en la sura 10:9,2 que dice:
'A quienes creen y hacen obras pías, su Señor los guiará
en recompensa de su fe: a sus pies correrán los ríos en
unos jardines de ensueño' (nota 252).
ÍNDICE
185
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Como se puede observar, no coinciden exactamente, pero, en
realidad, la descripción del paraíso musulmán no se basa únicamente, como sucede con el Juicio Final, en el Libro Santo
musulmán, sino que se apoya en diferentes tradiciones apócrifas islámicas muy conocidas que incluyen descripciones topográficas más o menos extensas. Éstas se encuentran recogidas
en las obras de F.M. Pareja y M. Asín Palacios citadas al principio de este capítulo y en las que nos basamos para el análisis de esta parte del texto.
Son tantas y tan populares entre los musulmanes las tradiciones apócrifas referidas al paraíso musulmán en las que se
habla del «maravilloso jardín del paraíso, del cual no se dice
si es o no terrestre, aunque se le describe con los mismísimos
rasgos que de éste son propios, y entre sus verdes praderas y
aromáticas florestas se supone también que discurren las
aguas de dos ríos, y no más ...» (nota 253), que de ninguna
manera podrían coincidir exactamente la del texto morisco con
la del Libro Santo.
Esta diversidad de glosas del Libro Santo y hadices islámicos
se observa más claramente en la relación de las diversas gradas del paraíso islámico, aspecto que no aparece en el Corán
pero sí en distintas tradiciones, que hablan de siete cielos o
gradas, que «distribuye» a los bienaventurados según sus
ÍNDICE
186
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
obras hayan sido de mayor o menor mérito. Como explica M.
Asín Palacios, «la enumeración de siete mansiones celestiales
para los elegidos, como antítesis simétrica de los siete pisos
infernales, arranca ya de los primeros siglos del Islam: un
™adø† de Ibn \Abbås, repetido hasta la saciedad en todos los
comentarios alcoránicos y en los libros de escatología, los
denomina indiferentemente jardines (¥anåt), puertas o mansiones (abwåb), pisos o estratos circulares (∑abaqåt), enumerándolos en este orden con sus respectivos nombres tomados
todos de varios versículos del Alcorán...» (nota 254). Más adelante veremos el tratamiento de esos «siete pisos infernales»
en el Islam, pero queremos centrarnos ahora en los pisos o gradas celestiales. Las leyendas sobre ellos se apoyan en frases
coránicas como la que encontramos en la sura 38:50, que dice:
«los jardines del Edén tendrán abiertas las puertas...»
(nota 255).
Así, y siempre siguiendo a M. Asín Palacios, dichos estratos
divinos serían:
1.–mansión de la Majestad divina
2.–mansión de la paz
3.–jardín del Edén
4.–jardín del refugio
5.–jardín de la eternidad
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
6.–jardín del paraíso
7.–jardín de la delicia
Algunas tradiciones añaden a estas categorías una más, que
denominan, según los casos, jardín de la generosidad, jardín
de la satisfacción o mansión sublime. A partir del siglo X, a
dicha estructura se le aplican categorías morales, de manera
que a cada uno de los niveles arriba citadas les corresponden,
respectivamente, los siguientes grados de «bienaventuranza»:
1.–profetas, enviados de Dios, mártires y santos
2.–hombres de oración verbal y ablución
3.–hombres de meditación u oración mental
4.–devotos consagrados a la práctica del celo religioso
5.–continentes o ascetas
6.–militantes en el combate espiritual o lucha contra las
pasiones
7.–devotos peregrinantes
(8.–castos y caritativos para con sus prójimos)
Es decir, que según la categoría de los «méritos» realizados
para alcanzar el paraíso alcanzan un grado menor o mayor en
el edén (nota 256).
En el texto morisco se nombran únicamente las gradas primera, hecha de plata cuya tierra es almizcle, la segunda, de oro,
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188
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
la tercera, de perlas y la séptima, tan bella y en la que se disfruta de deleites que ni se pueden ver, ni describir ni comprender, con lo que queda claro que se ha invertido el orden,
puesto que la primera corrresponde a la última o «más pequeña grada», y la «setena» a la primera o mayor, disfrutándose
ya en la más baja de alcázares de oro, plata, perlas y piedras
preciosas de diversos colores, tan generoso es Alá.
Por lo que se refiere a nuestra heroína, Carcayona, según la
clasificación arriba citada deberá ocupar la primera de las gradas o estratos, puesto que puede ser considerada una «mártir»
en su defensa del Islam por encima de su bienestar personal,
lo que conduce a que el propio Alá le devuelva, en un milagro,
las manos que le habían sido amputadas. Más adelante veremos que esta concepción del martirio es más cristiana que
islámica, puesto que para el Islam éste se refiere más bien al
muerto en el esfuerzo personal en favor de Alá (¥ihåd, restrictivamente traducido a veces como «guerra santa»), que al que
se deja martirizar o matar (dejarse amputar las manos y someterse a una expulsión que debía conducir directamente a la
muerte si no se hubiera producido la protección divina) para
afirmar sus creencias religiosas, algo que el creyente musulmán, o, más bien, el Islam en sí, no considera como norma
básica de comportamiento en lo que concierne a la propia reliÍNDICE
189
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
gión. De todas maneras, aún cuando no se considerase a la
doncella como mártir, se la podría incluir en la categoría de los
profetas, con lo que seguiría perteneciendo al grupo más
importante de entre los elegidos de Alá para entrar en el paraíso.
A continuación el relato morisco describe el camino que los
«elegidos» deben recorrer hasta llegar a la grada que les ha
sido asignada en el paraíso según sus obras, de manera que
cabalgan en animales hasta la puerta del paraíso, en un recorrido que, siguiendo a M. Asín y recogen diversas tradiciones
islámicas, constituyen los últimos pasos del sendero o s.irå∑ del
purgatorio islámico previo al Paraíso. Algunas tradiciones lo
describen como un puente estrecho (de la anchura de un pelo)
y muy largo, por el que, en el día del Juicio, han de pasar los
que deseen entrar en el paraíso y que se encuentra encima del
río del infierno, a donde cae el que resbala en dicho puente
(nota 257). Dicho estrato aparece en la sura 7:44-46 del
Corán, donde se habla de un muro que se encontraría entre el
paraíso y el infierno:
'Entre ambos habrá un muro y, sobre los adarves, unos
hombres que conocerán a cada uno por su aspecto.
Gritarán a los dueños del Paraíso: «La paz sobre vosÍNDICE
190
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
otros. Los condenados no entrarán, aunque lo ambicionan...' (nota 258).
Según F.M. Pareja, algunas tradiciones hablan de una inscripción que se encontraría precisamente al término de ese sendero previo al paraíso, es decir, a las puertas del mismo, donde
diría:
«Yo soy Allåh y no hay más Dios fuera de mí, y todos
los que digan no hay más Dios que Allåh y Mahoma es
su enviado no entrarán en el infierno ni sufrirán pena
alguna».
Con estas palabras, se exhorta a la declaración de la profesión
de fe como un paso decisivo para considerar a un creyente
como musulmán. Dichos elegidos, montan efectivamente
sobre camellos a los que todo camino se allana a su paso, tal y
como aparecía en el texto morisco (nota 259).
De esta forma, una vez llegados a las puertas del paraíso, los
elegidos encuentran, según el texto morisco, una fuente con
dos ramos. El agua del primero de ellos debe ser bebida para
purificar al creyente moralmente, pues extrae del cuerpo la
envidia, el engaño y la maldad, y la del segundo purifica corporalmente, tornándose jóvenes todos los que en él se bañan
en una suerte de ablución absoluta. Este aspecto se encuentra
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191
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
en las tradiciones islámicas pero referido a los dos ríos del
paraíso (nota 260), más acorde con las descripciones coránicas
ya vistas más arribas, de manera que, al igual que en el relato
de Carcayona, en ellos «son sumergidas las almas sucesivamente para que, mediante la ablución exterior y la bebida queden exentas de toda mancha espiritual y puedan entrar puras al
cielo» (nota 261). El que el texto morisco hable de una fuente
con dos ramos cuando antes había hablado de ríos muestra una
confusión posiblemente basada en el Corán, donde, en ocasiones, se hace referencia a dos fuentes del paraíso en lugar de
ríos, como en la sura 55:66, donde leemos, al referirse a los
jardines del paraíso: «En ellos habrá dos fuentes abundantes»
(nota 262).
Esa posible confusión ha dado lugar a otras leyendas en las
que se habla de fuentes y no de ríos, como la citada por M.
Asín y atribuida a \Alø ibn \Abbås, y cuyo texto dice así:
«Lo primero que se les ofrece a los que van a entrar al
paraíso, son dos fuentes: de una de ellas beben y Dios
hace desaparecer de sus corazones todo rencor u odio;
entran después en la otra fuente y se bañan en ella, y su
tez queda brillante y sus rostros tórnanse puros y en ellos
se reconoce ya el bello esplendor de la felicidad»
(nota 263).
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192
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
En cualquier caso, en muchas leyendas y tradiciones, como
veíamos arriba, se habla, como casi siempre en el Corán, de
dos ríos, en los que se produce la descrita purificación corporal y moral, pero el texto morisco parece basarse en otras como
la anteriormente citada, que habla de fuentes.
Tras la descrita purificación de las almas, el relato morisco
cuenta cómo los elegidos llaman a las denominadas asitras
que se encuentran en la puerta, es decir, las cortinas del paraíso (nota 264), haciendo un dulce sonido que atrae a las huríes
del paraíso, con las que los hombres entran en él. A continuación aparece una relativamente extensa descripción de cómo
dichas huríes guían a los hombres por los diversos y lujosos
alcázares, llenos de joyas y brocados y todos los deleites,
aspectos que tienen claramente que ver con las descripciones
coránicas ya vistas más arriba, llamando la atención el hecho
de que varios elementos se componen de otros setenta elementos. El ejemplo de las «setenta coberturas de seda y brocado de diversas manera y colores» se puede encontrar en el
Corán en la sura 35:30-33, donde leemos la siguiente descripción:
'...entrarán en los jardines del Edén; en ellos serán adornados con brazaletes de oro y perlas, sus vestidos serán
de seda' (nota 265).
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Ignoramos el origen exacto de estas subdivisiones en setenta
elementos que aparecen en el texto morisco, pero debe formar
parte del acervo popular musulmán, y también universal, que
tiende siempre a magnificar y a unificar con números mágicos
aspectos importantes de su mundo religioso-cultural. Ya veremos como en el número de huríes que se encuentran en el
paraíso tampoco hay unanimidad con otras tradiciones.
De mayor relevancia nos parece, sin embargo, el tema de las
huríes, hermosas mujeres vírgenes que le están destinadas a
los habitantes del paraíso. En el texto morisco se relata cómo
se le presenta al hombre una mujer vestida con hermosos vestidos relumbrantes como el sol y de una belleza sobrenatural
que se declara su amada, de manera que el creyente vivirá
siempre rodeado de la hurí a él destinada y de otras muchas
bellas mujeres en vida deleitosa junto a Dios, además de los
ángeles, que les desean paz y les felicitan por haber alcanzado
la mansión de los elegidos, en la cual obtienen eternamente
todo lo que desean. Este mundo de placeres edénicos aparece
descrito, como explica M. Asín, en varias tradiciones musulmanas (nota 266), pero aquí nos interesa destacar el aspecto de
esas extraordinarias huríes del paraíso que sólo con su saliva
transformarían en dulce al agua del mar y en cuyas frentes está
escrito que sólo disfrutará de ellas quien obedezca a su señor
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194
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
Alá. El tema de las huríes aparece repetidamente en el Corán
cuando se hace referencia al paraíso, como se puede leer más
arriba. En la sura 55:56, 58, 70 y 72 encontramos la siguiente
descripción de las huríes:
'En ambos [jardines] habrá mujeres de mirada recatada:
antes de ellos no las habrá tocado ni hombre ni genio.
Ellas serán como rubíes y coral
(...)
En ambos habrá vírgenes excelentes, hermosas,
huríes enclaustradas en pabellones' (nota 267).
El propio J. Vernet aporta una cita del escritor andalusí del
siglo XI Ibn H.azm, autor del famoso Collar de la paloma, el
cual, en traducción de M. Asín, dice de las huríes:
«En cuanto a las huríes, son mujeres honorables creadas
por Dios en el paraíso para los amigos de Dios, dotadas
de inteligencia y razón discursiva, y obedientes a Dios
en la vida feliz en que han sido creadas, en la cual, eternamente y sin fin, han de vivir, sin ofenderle jamás, pues
el paraíso para todos cuantos en él entran no es mansión
de pecado. De aquí que los habitantes del paraíso no
pequen jamás en él, pues allí viven en la felicidad eterÍNDICE
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
na consagrados a alabar a Dios, a tenerlo presente en la
memoria y, a la vez, a deleitarse de los manjares, bebidas y placeres sexuales que ninguno de los musulmanes
discute» (nota 268).
Este interesante pasaje, además de mostrarnos en qué medida
el paraíso es efectivamente considerado por los musulmanes
como un lugar para, además de adorar a Dios, vivir todos los
deleites «terrenales», describe el lugar central que reciben en
la vida del paraíso. A diferencia del texto morisco, en donde se
habla de setenta hermosas huríes, como ocurría con otros elementos del paraíso, según F.M. Pareja algunas tradiciones
hablan de 500 mujeres, 4.000 vírgenes y 8.000 sirvientas para
los elegidos (nota 269).
Más atrayentes nos parecen las tradiciones que, siguiendo a
M. Asín, describen el recibimiento que estas mujeres hacen a
los que han entrado en el al-¥anna. En el texto morisco ese
momento se introduce cuando se explica que cada hurí recibe
a los creyentes pronunciando la frase «Tú eres mi amado y yo
soy tu amada», mientras que en las tradiciones recogidas por
M. Asín, cada una de esas bellas mujeres, la destinada a cada
hombre, lo recibe «dándole la bienvenida, [y] se le presenta
como su esposa y prometida, que desde largo tiempo esperábale, anhelante de espiritual y casto amor» (nota 270).
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196
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
Este aspecto, que podría constituir, en parte, tal y como explica M. Asín, una explicación al hecho de que, en su Divina
Comedia, Dante incluya en su obra algo tan inencontrable en
fuentes cristianas como colocar al final de un viaje de ultratumba el encuentro entre el viajero y su prometida, su antigua
novia ya muerta (nota 271), se encuentra en varias leyendas y
tradiciones islámicas recogidas por M. Asín y de las que recogemos aquí una atribuida a \Alø al-T.al™ø, anterior al siglo X,
que nos parece la más cercana al texto morisco, aunque, naturalmente, sin ser totalmente coincidente con él, lo que da cuenta del número y variedad de leyendas en torno a este aspecto
existentes en el mundo islámico:
«Vi en sueños una mujer que no se parecía a ninguna de
las de este mundo, y le dije: –¿Quién eres? Me respondió: –Una hurí. Díjele: –Permite que seas esposa mía.
Respondió: –Pídeme para esposa a mi Señor y señálame
la dote. Díjele: –¿Y cuál es tu dote? Respondió: –Que
guardes tu alma pura de toda mancha» (nota 272).
Después de hablar de las huríes del paraíso, la paloma realiza
una descripción orográfica del paraíso que recrea y amplía la
descripción coránica de aquél como un jardín lleno de árboles,
frutas y ríos/fuentes que vimos al principio. Así, según el texto
morisco, en el paraíso se encuentran:
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
–el arbol de la Buenaventuranza, plantado por el propio
Alá, cuyo tronco es de oro, sus venas de plata, sus frutas
cristales, sus ramas corales, sus hojas se encuentran
esmaltadas y su olor es almizcle, poseyendo todo tipo de
frutos en sabor y color.
–árboles diversos con animales volantes indefensos y
puros que llevan a los elegidos donde éstos desean.
–el río al-Kawtar, que sale debajo del trono de Dios y es
más dulce que la miel y blanco que la leche, siendo su
cauce losas de perlas y piedras preciosas almizcladas.
–las fuentes Masal, al-Kåfur y Tasnøm, que manan del
río al-Kawtar.
–otros ríos del paraíso cercados por cátedras, estrados,
frutas y verjeles.
Al margen de la falta de unanimidad respecto al número de
árboles, ríos y fuentes existentes en el paraíso antes comentada, M. Asín recoge diversas tradiciones que describen exhaustivamente el paraíso, pero entre ellas no hemos encontrado
ninguna que responda exactamente o de forma muy parecida a
la que aparece en la leyenda, ni siquiera en lo que se refiere a
los nombres del río y las fuentes, como tampoco los hemos
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198
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
hallado en el Corán, dónde únicamente hemos encontrado
referencia a la fuente de Tasnøm en la sura 83:26,27:
'[Los puros] —su sello será de almizcle, ¡aspiren ese
vino los que aspiran!—, al que se le habrá mezclado
agua de Tasnøm' (nota 273).
De entre las tradiciones que expone Asín hemos escogido el
siguiente extracto de un texto atribuido al tradicionista S.åkir
ibn Muslim de Orihuela, del siglo XII, que es el que más se
asemeja al contenido de nuestro relato:
«Álzanse a la puerta del paraíso dos árboles grandes: en
el mundo no se ve cosa que se parezca al aroma de estos
árboles, a su umbroso follaje, a la perfección, belleza y
elegancia de sus ramas, a la hermosura de sus flores, al
perfume de sus frutos, al lustre de sus hojas, a la dulce
armonía de los pájaros que sobre sus ramas gorjean, a la
fresca brisa que a su sombra se respira... Al pie de cada
uno de ambos árboles corre una fuente de aguas dulces,
frescas, puras, que forman dos ríos verdes, semejantes al
cristal por su transparencia, cuyo lecho es de límpidos
guijarros de perlas y rubíes, cuyas linfas son más traslúcidas que el berilo, más frescas que la nieve fundida,
más blancas que la leche...» (nota 274).
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
A continuación, la paloma hace referencia con las palabras:
«bebrajes (sic) no hacen rudeza ninguna» a un aspecto que
aparece siempre en el Corán respecto a los elegidos de Dios:
el hecho de que éstos nunca reciben bebidas alcohólicas, que
es el origen de la prohibición islámica de tomar alcohol. Ya lo
veíamos en la sura 56:17-19 al principio de esta descripción,
pero aparece en el Libro Santo en varias ocasiones, como en la
sura 37:44-47, donde leemos en referencia a los bienaventurados:
'Entre ellos circulará en ruedo la copa llena de agua
corriente,
blanca, dulce al paladar de los bebedores;
no contendrá embriaguez ni se embriagarán de ella'
(nota 275).
Tras hacer referencia a este importante aspecto, y para terminar su descripción, la paloma vuelve a enumerar las ventajas
que la estancia en el paraíso frente a los creyentes en la religión de Alá, como son la pureza de su cuerpo, que no produce tras la comida restos malolientes sino de olor de almizcle,
que no se envejecen, ni enferman, ni mueren, ni sufren pena
alguna y conservan siempre sus lujosas ropas en perfecto estado, siendo tal su poder que, sólo con poner su mano sobre el
mundo podrían sanar ciegos, resucitar muertos, convertir desÍNDICE
200
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
creyentes y sanar enfermos, así como convertir al agua salada
en dulce, la tierra en almizcle con sólo echar saliva sobre ella
y alterar el color del sol y de la luna al asomarse a ella.
Con esta relación, y tras instar nuevamente a todos a la creencia apelando a los deleites del paraíso de los que muchos parecen desconfiar, la paloma termina su descripción, que da paso
a una pregunta de la doncella, interesada en conocer las penas
que esperan a los malaventurados. Como se dice en el Corán
contra los incrédulos en la sura 35:37-39:
'Él es Quien os ha colocado por sucesores en la tierra.
Sobre quien es infiel, caerá su infidelidad. La infidelidad
no cesa de aumentar el enojo de su Señor; la infidelidad
de los infieles no hace más que aumentar su pérdida'
(nota 276).
9) El infierno musulmán o ¥ahannam
Por lo que se refiere a los males de los descreyentes, la paloma le da la siguiente respuesta a la inquisidora doncella:
«Døxo la paloma:
–Qui[en de]sobedece ada Allåh [su pe]na es el fuego de
¥ahannam, que ni muere[n ni viv]en y cada día les crece
[una pena] sobre [pena]. Son cativos en el fuego, que
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
nunca es quito su cativerio ni alivianecida su pena [ni es
conso]lada su tristeza ni esclare[cida su] escuredad ni
oídas sus quexas ni apiadada su voz. Su tristeza es fuerte, su solar es fondo, su agua es pozoña, sus arreos son
fierros, su pena es dolorosa, su leña es piedras y gentes.
No se regala su fierro ni se mata su fuego ni se acaba su
pena. Allí están tiempos sin cuento, sus camisas es alquitrán ardiente, sus calzas [de] pez encendida, sus ropas
[de] zufre flameante, sus bonetes [de] fierro ruxiente, y,
sobre ellos, almalaques fuertes que los tornearán co[n
garfios de fie]rro fogueante. Su bebraje es cobre derretido. [Ëaha]nnam tiene siete puertas, de puerta a puer[ta]
andadura de quinientos años. La primera se llama
Ëåhanna]m porque co[m]e las car[n]es de los kefires, [la
se]gunda se llama Lazø porque come los piedes y
[mano]s, la tercera se llama S.aqar porque enciende [su
fortaleza], la cuarta se llama al-Hutama porque traspasa su fuego todos los miembros, la quinta se llama ‰a\ir
porque su fuego nunca se [a]mata jamás, la seisena se
llama al-Ëahøm, que una centella [sola] quemaría todo el
mundo, la setena se llama al-Håwiya, que quien entrará
en ella nunca salle jamás. En ella está el pozo de alHabhab, que cuando se abre quema al otro fuego de
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202
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
¥ahannam. Y el fuego de ¥ahannam es negro escuro. Y
sobre cada puerta de ¥ahannam hay mil cabezos de
fuego, en cada cabezo setenta mil [quebrazas de fue]go,
[y en cada quebraza setenta mil alacranes de fuego].
Y dice ¥ahannam el día [del] judicio:
«Señor, crece en mí el ardor y la fortaleza para que tome
hoy [vengan]za de aquellos que te desobedecieron [a
ti]».
Y cuando los echan dentro [del fuego] lloran lágrimas
fasta que se enxugan, y sangre fasta que se acaba, y
materia fasta que se desecan. Y lloran tan[to], que si
echasen nabes en sus lágrimas correrían como en la mar
y nunca son apiadados. Y cuando verán las gentes a
¥ahannam cairán amortecidos de su temor. Y no ruega
ninguno sino por sí [mesmo]. [Y] fuirán las madres de
los fijos y los fijos de las madres. [Y] hacerse han canosos los mozos, pues, ¡cuántos mancebos son levados al
fuego diciendo!:
«¡Oh, nuesa juventud, malaventurados, pues el fuego ha
de ser nuesa morada».
¡Cuántas mujeres fermosas que irán [al fuego] dixiendo!:
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
¡Oh, [de] nuesa fermosura y vel[dad mal empleada],
pues que el fuego es nuesa morada!».
¡Cuántos [vi]ejos canos que irán al fuego dicien[do!:
«¡Oh, [de] n]uesas canas y flaqueza malgastada, pues [el
fuego] ha de ser nuesa morada»!.
Serán aborridos de Allåh y apartados de [su pie]dad,
despedidos de sus [bie]nes, ligadas sus manos, encadenados sus cuellos, encendidas sus lenguas, negras sus
caras, larga su tristeza durante su pena, hambrientos,
sedientos, dolorosos, diciendo:
«Ya nos abarca tu pena, ¡tristes de nosotros por lo que
defallecimos!».
Si se quexan no los apiadan, si claman no les responden.
Dicen:
–«Señor, fuemos yerrados, ¡aliviánese sobre nosotros la
pena [con agua] un día sólo, ¡[ye señor]!».
Lahora levántase una nube negra de fuego y ellos
demandan agua. Y piensan que los apiadan con agua y
llueve sobre ellos piedras [rruxientes] y agua bullente
que los t[raspasa de fuego]. Comen de fuego, [y] beben
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204
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
[so]bre fuego, [y] se acuestan sobre fuego. Claman a
Målik [y está mil años que no les responde y dicen:
–«Señor, no nos responde Måålik].
Dice Allåh [ta\\alà]:
–«¡Ye, Målik!, res[ponde a] los laz[rado]s».
Lahora díceles Målik:
–«¡Ye aquellos que se ha ensañado Allåh sobrellos!,
¿qué quere[is]?».
[Y] dícenle:
–¡Ye, Målik!, ¡dános a beber una bebida de agua que
ref[ríe n]uesos cuerpos!
Lahora dales a beber agua de [al-Ëahøm], que entra por
las bocas y derriba los dientes, [y] abrasa las entrañas y
derrite las carnes, hace bullir los medollos en las cabezas, que sø una gota [de aquéllos] cayese sobre la tierra
de aquella agua, morrían las gentes de su hedor. Sobre
cada puerta de ¥ahannam hay mil mares de fuego de
andadura de quinientos años. En cada mar mil cibdades
de fuego. En cada cibdad mil aljubes de fuego. En cada
alchube mil casas de fuego. En cada casa mil fuentes de
fuego. De cada fuente [sallen mil ríos] de fuego, que si
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
una gota cayese de aquell[a agua en l]a tierra abra[saría]
todo el mundo. Y no hay cosa [más ab]orrida en poder
de Allåh que los del fuego» (nota 277).
La primera parte de la descripción de la paloma se refiere a la
vida de los condenados en el infierno, determinada por la presencia del fuego eterno, que aparece constantemente citado en
el Corán como elemento central del sufrimiento que les está
destinado a los infieles, destacando asimismo dentro de ese
ámbito el agua hirviendo que abrasa los cuerpos que éstos
reciben, hecho que se describe más adelante en el texto con
detalle y que contrasta con el agua dulce que no embriaga destinada a lo creyentes. De entre las muchas suras coránicas que
describen el infierno como morada del sufrimiento eterno
rodeados de fuego y sin posibilidad de paliarlo con el agua hirviendo en un morir constante que nunca llega a producirse,
recogemos aquí tres de ellas, que lo explican de forma paulatina. Así, la suras 11:108-107, 14:18-17 y 35:33-36, dicen refiriéndose a los no elegidos:
'Quienes sean desgraciados estarán en el fuego: en él
exhalarán sollozos y suspiros.
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I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
Permanecerán en él eternamente mientras duren los cielos y la tierra, a menos que tu Señor no quiera otra cosa.
Tu Señor es hacedor de lo quiere.
(...)
Los enviados pidieron al auxilio divino, y todo orgulloso y terco estuvo perdido.
Detrás suyo tenía el Infierno y se abrevaba con agua
corrupta que bebía a sorbos y apenas podía tragarla; la
muerte le llegaba por todas partes, pero no moría; detrás
suyo había un duro tormento.
(...)
Quienes no hayan creído tendrán el fuego del Infierno.
No se les decretará la muerte, pero morirán continuamente; no se les aligerará su tormento. Así recompensamos a todo infiel' (nota 278).
Dicho sufrimiento se concreta, además de en el agua corrupta,
en aspectos como los citados en el texto y de los que en el
Libro Santo musulmán hemos encontrado únicamente los de
los arreos de hierro y los calzones de alquitrán, que en el texto
morisco son camisas. Así, dice la sura 14:50-49, 51-50:
'Entonces verás a los criminales atados en hierros:
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
sus calzones serán de alquitrán y sus rostros estarán
cubiertos de fuego' (nota 279).
El resto de sufrimientos citados forman parte del acervo
musulmán de tradiciones en torno al infierno que no hemos
encontrado específicamente en las leyendas recogidas por M.
Asín. Más interesante es el aspecto que encontramos a continuación: el de las siete puertas del infierno musulmán, que se
corresponden con sus consiguientes siete pisos o estratos, y
sobre las que existen diversas leyendas. Éstas se apoyan en
frases coránicas como la que aparece en la sura 15:44:'[El
Infierno] tiene siete puertas: ante cada puerta habrá un grupo
aislado de infieles' (nota 280).
Como explica M. Asín, los tradicionistas musulmanes, ante la
imposibilidad de aceptar este pasaje coránico tomando la palabra árabe en sentido literal, puesto que se utiliza el vocablo
puerta (båb), y, en el espacio comprendido entre una puerta,
no se concibe que puedan caber todos los condenados, interpretaron dicho término metafóricamente llamándolo escalón o
piso (daraka) de estrato circular (∑abaqa), que manera que ya
fuese posible imaginarse una cárcel con calabozos de siete
categorías distintas según los pecados cometidos, al igual que
sucedía con el paraíso, estratos que asimismo reciben nombres
distintos que varían según las tradiciones.
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I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
Esta explicación fue puesta por los tradicionistas en boca de
\Alø, el yerno de Mahoma, y se completa con otra leyenda atribuida a Ibn \Abbås, tío de Mahoma, o al propio \Alø, según la
cual se trataría de estratos circulares superpuestos, cada vez
más calientes según el nivel, y de los que se mide la distancia
entre ellos (nota 281). Esto, como veremos, se encuentra en el
texto morisco, pero nos centraremos ahora en la descripción
de las siete puertas y sus consiguientes estratos infernales. Así,
ese infierno musulmán, del cual, como dice M. Asín, no se
posee «una descripción topográfica precisa en el Alcorán, pero
las tradiciones mahometanas coinciden (...) en localizarlo
debajo de la corteza terrestre: para ellas, el infierno es un
negro y oscuro abismo o concavidad en el interior de la tierra,
tan profundo, que una piedra o bola de plomo, dejada caer
desde su boca, tardaría setenta años en llegar a su fondo»
(nota 282), aparece dividido en el texto morisco de la siguiente manera:
Ëahannam, que se come las carnes de los infieles
1.–Ë
(kefires, 'infieles, no creyentes', del árabe kåfir, que sería
un calco de esquema).
Lazø, que se come los pies y las manos.
2.–L
3.–S. aqar, que enciende su fortaleza.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
4.–al-Hutama, cuyo fuego traspasa todos los miembros.
‰a\ir, cuyo fuego no se acaba nunca.
5.–‰
6.–aal-Ëahøm, una sola centella de la cual quemaría todo
el mundo.
7.–aal-Håwiya, de la que nadie sale jamás.
De estas puertas del infierno, en el Corán sólo aparecen mencionadas S.aqar (nota 283), la tercera (o quinta, según Asín) y
al-Hutama, la cuarta (o tercera, según Asín). La primera de
ellas se describe así en las suras 74:26-30 y 38-36, referidas al
incrédulo en el momento del Juicio Final:
'Le tostaré en el fuego saqar.
¿Qué te hará conocer lo que es el saqar?
No queda nada ni lo deja;
devora a los humanos:
encima suyo hay diecinueve ángeles
(...)
El saqar es uno de los mayores tormentos
dado para amonestar a los humanos,
a quienes, de entre vosotros, quieren acercarse o alejarse de la fe' (nota 284).
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210
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
La segunda de ellas aparece descrita así en la sura 104:1-9,
titulada El calumniador, el que crea que la hacienda le hará
inmortal y le librará del infierno:
'¡Ay de todo calumniador maldiciente,
que ha reunido una fortuna y la recuenta!
¡Cree que su fortuna le hace inmortal!
¡Quiá! Se le arrojará en al-Hutama.
¿Qué te hará comprender lo qué es al-Hutama?
Es el fuego de Dios, encendido,
que devora las entrañas;
encima suyo tendrán un fuego embravecido
formando largas columnas' (nota 285).
Es necesario aclarar que no se trata aquí de las puertas o estratos tal y como vienen descritas en el texto morisco, descripción que se corresponde con una de las tradiciones recogidas
por M. Asín, que se remonta al siglo II de la Hégira y se
encuentra en un ™adø† de Ibn Ëura¥¥, en la que los nombres de
las puertas/estratos se corresponde casi totalmente, incluso en
el orden, con la del texto morisco. Según dicha tradición, los
siete estratos del infierno musulmán serían los siguientes:
a) Ëahannam, destinado a los que han cometido pecado
mortal.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
b) Lazå, fuego cremante a donde van los cristianos.
c) al-·atma, fuego voraz destinado a los judíos.
d) al-Sa\ør, fuego flamígero para los sabeos, adoradores
del fuego.
fiaaqar, fuego ardiente destinado a los zoroastras,
e) fi
adoradores
del fuego, como los sabeos.
f) al-Ëahøm , fuego intenso para los politeístas
(nota 286).
g) al-Håwiya o abismos, destinado a los que simulan la
verdadera fe (nota 287).
En lo referente al pecado mortal, que aparece en primer lugar,
interpretamos que se trata de la idolatría, puesto que, aunque
siguiendo estrictamente al Corán, como vimos más arriba,
debería tratarse del politeísmo, éste aparece en esta lista en
sexto lugar.
Por otro lado, según unas creencias populares recogidas por
F.M. Pareja, los siete infiernos estarían destinados a los
siguientes grupos de «pecadores»:
1) idólatras (nota 288).
2) apóstatas.
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212
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
3) la gente de Gog y Magog y los que poseyeron bienes mal
adquiridos.
4) los jugadores y blasfemos.
5) los que oraron mal y no dieron limosna.
6) los que desacreditaron a los profetas.
7) los falsificadores y estafadores (nota 289).
En esta tradición queda claro que lo que se considera como el
pecado más grande entre los musulmanes es la idolatría, de lo
que eran acusados la doncella Carcayona y su padre, y que la
primera abandona para convertirse al Islam. Ello confirmaría
nuestra impresión de que, aunque desde el punto de vista coránico, el politeísmo es el mayor pecado que se puede cometer
contra Dios, los tradicionistas destacan a la idolatría como el
más imperdonable de los pecados, seguramente por ser lo que
más claramente distingue al musulmán del creyente en otras
religiones, hecho que se acentúa entre los moriscos por ser la
adoración de imágenes uno de los aspectos que más los
enfrentaban a los cristianos y más le reprochaban a éstos en
sus textos, y de ahí que identificasen idólatra con cristiano.
Otra tradición, «muy popular entre los musulmanes dentro del
vulgo iletrado» en palabras de M. Asín, y que combina los
aspectos morales con la orografía infernal, es la que ha enconÍNDICE
213
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
trado M. Asín en un ™adøt de cAbd Allåh ibn \Umar, uno de los
compañeros del profeta Mahoma, que clasifica así las siete tierras en las que Dios dividió la tierra y que equivaldrían a los
siete pisos o estratos infernales, a cada uno de los cuales le
corresponde asimismo un nombre (nota 290):
a –Adøm, que sería la superficie habitada por el hombre.
b –Basø∑, llanura habitada por gentes que comen su carne y
beben
su sangre.
c –T.aqøl o penosa, que es el vestíbulo del infierno.
d –Ba∑ø™, valle por el que fluye un río de azufre hirviente preparado por Dios; sus moradores carecen de ojos y tienen colas
en vez de pies.
e –H.ayn o adversidad, donde serpientes devoran el cuerpo de
los infieles.
f –Måsika o retén y Si¥¥øn o calabozo, que es la oficina donde
se registran los pecados de los condenados (este aspecto parece recrear el aspecto anteriormente citado de la división previa
de los reos según sus pecados).
g –al-S.aqar o la ardiente, y al-T
. ara o la húmeda, nido y mansión de Ibløs y sus ejércitos; en una parte hay calor ardiente y
en la otra frío helado. En él los ángeles rodean a Ibløs.
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214
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
Junto a las tradiciones referidas a este aspecto encontramos
otras leyendas populares que, siempre siguiendo a M. Asín,
hablan de una serie de accidentes orográficos del infierno,
situado debajo de la corteza terrestre: barrancos, fuentes, ríos,
mares, pozos, puentes, etc..., que, a menudo, poseen también
un nombre, como sería el caso de varios accidentes topográficos entre los que se encuentra el pozo que aparece en el texto
morisco: al-Habhab, «el nombre de un pozo de fuego en el que
arden los orgullosos y soberbios» (nota 291), y que, según el
texto morisco, se localiza en esta última puerta citada, en alHåwiya. No nos referimos aquí al contenido de esas tradiciones sobre la orografía del infierno musulmán porque la leyenda morisca no hace referencia explícita a ellas, y remitimos a
la obra de M. Asín para ese aspecto (nota 292).
A continuación, la paloma explica a la doncella cómo todo lo
que se encuentra en el infierno se compone de ese fuego negro
oscuro que le es propio. Así, en cada puerta habría mil cabezos de fuego, que, a su vez, poseen cada uno setenta mil quebrasas de fuego y en cada una de ellas de nuevo setenta mil
alacranes de fuego, en el intento de simetría numérica ya
comentado que sería propio de las leyendas populares y las
tradiciones apócrifas (nota 293). Todos estos aspectos citados
pertenecen a las tradiciones que hablan de los tormentos que
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215
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
se viven en el fuego, a los que pertenecen, como dice F.M.
Pareja, «animales espantosos, especialmente atormentadores,
tales como escorpiones de la grandeza de un mulo, con infinitos aguijones de terrible veneno...» (nota 294).
Tras ello es el propio infierno quien habla, en un tono muy
coránico, afirmando tomar venganza sobre aquéllos que desobedecieron a Dios a pesar de las advertencias divinas, llevándolos al fuego eterno, lo que encontramos de forma muy
semejante en suras iniciales como la 3:7-10, donde se dice:
'¡Señor nuestro! Tú reunirás a los hombres en un día. No
hay duda de ello, Dios no falta a la promesa.
Las riquezas y los hijos de quienes no creen no les servirán de nada frente a Dios: Ésos serán combustible del
fuego' (nota 295).
A continuación se resume el sufrimiento eterno en el fuego
con las lágrimas que los condenados derramarán, junto a sangre y materia corporal, de manera que lloran tanto que sus
lágrimas formarían un gran mar, y nunca son compadecidos.
En el Corán se hace referencia a ello en la sura 11:108-106,
aunque no con tanta vehemencia como en el relato morisco:
'Quienes sean desgraciados estarán en el fuego; en él exhalarán sollozos y suspiros' (nota 296).
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216
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
También se describe el hecho de que cada condenado rogará
(aunque como veremos, sin conseguir el perdón), huyendo
incluso las madres de los hijos y éstos de sus madres, quedando claro que no se librarán del fuego eterno ni los jóvenes, ya
encanecidos, por su juventud, ni los viejos por su vejez, ni las
mujeres por su belleza, suspirando todos por la salvación del
fuego eterno, en el que permanecerán, aborrecidos por Dios,
desposeídos de todo, atadas sus manos, encadenados sus cuellos, con las lenguas encendidas y con los rostros negros por el
fuego, lamentándose y sufriendo eternamente hambrientos,
sedientos y llenos de dolor y sin que sean escuchadas sus quejas e invocaciones a Dios. Una de estas invocaciones a la piedad divina consiste en pedir agua que aplaque su sufrimiento
aunque sea un sólo día, y que ya vimos que era uno de los
aspectos centrales en el Corán sobre los condenados en el
infierno, como se ve claramente en la sura 78:21-28:
'En él permanecerán siglos,
en él no probarán ni el frío ni la bebida,
sino agua hirviente, infecta,
como recompensa apropiada a sus obras,
pues no esperan la cuenta
y desmienten en todo nuestras aleyas' (nota 297).
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Esa agua infecta constantemente nombrada en el Corán es la
que reciben en respuesta a sus peticiones en el relato morisco
tras levantarse una nube negra de fuego, y, creyendo que van a
ser aliviados, reciben encima piedras y agua hirviendo que les
traspasa las entrañas. Todo es fuego, comen fuego, beben
fuego y se acuestan sobre fuego. Como se lee en el Libro
Santo musulmán en la sura 3:3 y 10-12:
'Ciertamente, quienes no creen en las aleyas de Dios,
tendrán un castigo terrible. Dios es poderoso, vengador.
(...)
Di a quienes no creen: «Seréis vencidos y reunidos en el
infierno. ¡Qué mal lecho es!» (nota 298).
Desesperados, deciden llamar a Målik, el ángel de la muerte,
uno de los que custodia las puertas del infierno y preside el
tormento de los condenados (nota 299), para que interceda por
ellos ante Dios. Un relato semejante al que aparece en el texto
morisco lo encontramos en el Corán, donde entre los condenados y los guardianes del infierno tienen lugar diálogos como
los que encontramos en la sura 40:52-50:
'Quienes están en el fuego dirán a los guardianes del
Infierno: «¡Rogad a vuestro señor que por un día aligere
el tormento!»
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218
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
Responderán: «¿Acaso vuestros enviados no os llevaron
pruebas manifiestas?» Responderán: «¡Sí!» Dirán:
«¡Rogad vosotros!» La plegaria de los infieles es puro
desvío' (nota 300).
Dichos guardianes habían sido mencionados anteriormente en
la sura 39:71, donde poseen el papel de amonestar a los que no
creyeron en las advertencias divinas y ahora se encuentran a
las puertas del infierno:
'Quienes hayan sido infieles serán conducidos al
Infierno por grupos. Cuando lleguen a él se abrirán sus
puertas, y sus guardianes preguntarán: «¿No os llegaron
enviados de vuestra raza que os recitaron las aleyas de
vuestro Señor y os advirtieron la llegada de este día
vuestro?». Responderán: «¡Sí!» La Palabra del tormento
contra los infieles se cumplirá' (nota 301).
Es interesante comprobar cómo, aunque en el Corán no aparezcan explícitamente descritas las puertas y los estratos infernales, aquí se hace referencia a los grupos en los que son conducidos los condenados al infierno, lo que indicaría que se ha
producido una selección y distribución previas de éstos según
la gravedad de los pecados cometidos.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Por lo que se refiere al propio Målik, éste aparece citado en el
Corán en un diálogo también muy parecido al que encontramos en el texto morisco, cuando los condenados claman a
Dios y, al no ser escuchados y recibir sólo agua hirviendo que
les quema las entrañas, recurren al ángel que preside su tormento para pedirle la muerte con el fin de terminar con tanto
sufrimiento y ante el convencimiento de que no van a ser aliviados nunca, como ya se anunciaba en el Corán en las suras
iniciales. Esta es la respuesta que leemos en la sura 43:77: '...y
gritarán: «¡Oh, Malik!, ¡Termine tu Señor con nosotros!»
Responderá: «Vosotros permaneceréis aquí» (nota 302).
En la leyenda morisca, los condenados reciben de Målik agua
proveniente de al-¥ahim, una de las puertas del infierno, que
vuelve a quemarles las entrañas, siendo el poder de ese agua
tal que si una sola gota de la misma cayese sobre la tierra todos
morirían por su hedor.
Es aquí cuando la paloma retoma el aspecto de la orografía
infernal que aparece en tantas tradiciones apócrifas diversas y
para lo que remitíamos a la obra de M. Asín, hablándose aquí
de mares de fuego de andadura de quinientos años, cada uno
de los cuales contiene mil ciudades de fuego, éstas a su vez mil
pozos de fuego (nota 303), y, en cada uno de estos pozos, mil
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220
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
casas de fuego que contienen asimismo cada una mil fuentes
de fuego de las que salen mil ríos de fuego tan abrasador que
sería capaz de quemar toda la tierra con una sola gota de su
agua.
Con este «abrasador» panorama termina la paloma la descripción del infierno musulmán, lo que provoca los lamentos de la
doncella por su antigua descreencia y su posterior desvanecimiento, tras el cual se produce su definitiva conversión al
Islam.
10) La conversión al Islam
La descripción de los bienes del paraíso y los males del infierno provoca los lamentos de la doncella, que se pregunta sobre
lo que le sucederá a ella el día del Juicio Final, haciendo referencia al puente del aß-ßirå∑, que ya vimos que era el fino puente que se encuentra situado sobre el río del infierno y por el
que deberán pasar todos aquéllos que deseen entrar en el paraíso, siendo considerado como el equivalente al purgatorio cristiano. Así, dice la doncella:
«–¡Ye tristeza, ye tristeza!, ¡qué poco ha seído mi
cono[cimiento con mi] criador!, ¡guay de los
ser[vido]res de las ídolas en ¥ahannam y en su pena!,
¡guay de mí!, ¿qué será de mí cuando me pararé delante
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221
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
de mi señor a [dar] la cuenta y separará el peso y se tenderá el [puente de L]asiråt?, ¡triste de mí aquel día!»
(nota 304).
Tras ello se produce el desvanecimiento de la doncella y la
visita de su padre, que, alarmado por las noticias sobre su hija,
acude a verla y le pregunta por las causas de su estado. En ese
momento, Carcayona le declara su adhesión al Islam, que
supone evitar el fuego del infierno al que está condenado todo
infiel, y, por otro lado, rechazar la idolatría. La doncella lo
expresa así:
–«¡Ye padre!, defiéndome [con All]åh del fuego de
¥ahannam y de sus penas, aquellas que no apiadará[n]
a[l vie]jo [por] su vejez ni al chico por su pequeñez ni a
la [muje]r por su flaqueza».
Døxo el rey:
–«¡[Ye fija]!, ¿has visto algo en tu dormir o estás hechizada?».
Díxole [ella]:
–«¡Ye padre!, antes demando perdon a[da Allåh], mi
señor y tu señor. Dexa [d]el servicio de las ídolas, aqueÍNDICE
222
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
llas que no oyen ni veen, nuecen y no aprovechan»
(nota 305).
Ya vimos que esta última frase remite a frases coránicas como
la que aparecía en la sura 25:4 a propósito de los infieles: «no
tienen para sí ni daño ni utilidad» (nota 306).
A continuación, y tras los intentos del rey Na¥rab por mantenerla en el servicio de la idolatría trayéndole su ídola, la doncella le exhorta a pronunciar la profesión de fe, paso que ya
vimos que era esencial para llegar a abrazar el Islam:
–«¡Ye padre!, tú eres el yerrado. Dexa el servicio de las
ídolas y dí que no hay señor sino Allåh, solo, sin aparcero, en el cielo es su al-\ar≈e y en la tierra su potestad y
señorío» (nota 307).
Ello provoca las protestas de Ibløs, quien, escondido dentro de
la ídola promete al rey idólatra no volver a ella jamás y abandonar un reino en el que se ha impuesto una falsa fe.
11) Los cinco pilares del Islam
La profesión de fe, le peregrinación, la oración, el ayuno y la
limosna constituyen las cinco obligaciones más importantes
de todo buen musulmán, aunque siempre supeditadas a las
posibilidades de cada uno, es decir, que, en el Corán, como
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223
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
veremos luego, nunca se impone su realización si eso supone,
por ejemplo, un peligro para la vida del creyente. En ese sentido decíamos antes que el concepto del martirio en sentido
cristiano no existe en la religión islámica. Ya veremos más
adelante cómo se expresa este aspecto en el Libro Santo
musulmán cuando volvamos al tema del martirio que sufre
Carcayona hasta ver cumplido su deseo de vivir su nueva religión en paz junto a los suyos.
Ahora queremos destacar el hecho de que en la leyenda morisca que nos ocupa no se enumeran explícitamente estas cinco
obligaciones fundamentales del musulmán ni la manera de llevarlas a cabo, como sí sucede en otros textos aljamiados sobre
las obligaciones básicas de todo buen creyente (nota 308). Sin
embargo, hemos considerado que, al constituir el relato de
Carcayona una narración sobre el proceso de conversión de
una doncella que profesa la idolatría a la religión islámica, la
mención de estos cinco pilares aparece en el texto como parte
de ese proceso, de manera que, una vez convertida a su nueva
religión, la doncella comienza a comportarse como un buen
musulmán llevando a cabo acciones que le son propias.
Así, la primera de estas obligaciones que encontramos en el
texto es la limosna, que aparece en el Corán en varias suras,
como la 2:211-215, donde se dice:
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224
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
'Te preguntan cómo deben hacer la limosna. Responde:
«El bien que gastéis, sea para los padres, los parientes,
los huérfanos, los pobres y el viajero. El bien que hagáis,
Dios lo conoce» (nota 309).
Dicha regla es la que sigue la doncella cuando decide romper
su ídola y repartir sus riquezas entre los pobres tras haber
intentado éste que su hija abandone la nueva religión:
«Pues lahora déxola, y fuese ella a su ídola, y esmenuzóla toda y tomó el oro y la plata y las perlas de la ídola
y partióla a los pobres en servicio de Allåh» (nota 310).
En el Corán, la limosna se relaciona con el ayuno, que aparece como una compensación a las posibles dificultades para llevar a cabo la primera. Así, leemos en la sura 5:91-89:
'Dios no os reprenderá por la jactancia de vuestros juramentos, pero os reprenderá por aquello en lo que os
comprometisteis en los juramentos y no cumplisteis. La
penitencia del perjuro consistirá en dar de comer a diez
pobres de aquello que por término medio dais de comer
a vuestra familia, o en vestirlos o en liberar a un esclavo. Quien no encuentra medio de cumplir lo antedicho, ayunará tres días...' (nota 311).
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225
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
En realidad, como recoge F.M. Pareja, en el Islam el ayuno es
obligatorio durante el mes del Ramadán (vid. sura 2:183-187),
pero existe también el llamado ayuno por devoción, entre otros
(nota 312), que sería el que practica la doncella Carcayona.
Por otra parte, en realidad la limosna se considera, en
primer lugar, como un tributo general o azaque, que en
el Libro Santo musulmán se relaciona a su vez con la
oración (as.-s.alå), como se lee en la sura 19:32-31, que
trata sobre la Virgen María y el niño Jesús. Así, éste
afirma desde su cuna: '[Dios] me bendice dondequiera
que esté y me ha prescrito, mientras viva, la plegaria, la
limosna' (nota 313).
También existen, sin embargo, una gran variedad de modalidades de la oración, algunas obligatorias y otras también de
devoción y voluntarias (nota 314), que serían asimismo, como
sucedía con la limosna y el ayuno, las que practica la doncella
Carcayona. Por eso, en el texto morisco aparece descrito
cómo, junto a la limosna, la doncella se dedica también devotamente a orar a Alá y ayunar, pidiéndole a su señor que le
envíe de nuevo a la paloma. Ésta aparece y, tras comunicarle
la doncella a ésta su conversión declarándole su adoración al
único Dios, Alá, la paloma le explica que Dios ya conoce su
arrepentimiento y ha perdonado su pecado. Tras ello, la donÍNDICE
226
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
cella sigue sirviendo al Islam dedicándose a la práctica de la
oración:
«Y fuése la paloma y tornóse la doncella a hacer aß-ßalå
y dayunar y rogar ada Allåh que la salvase de la pena
de ¥ahannam» (nota 315).
Naturalmente, también en el Corán aparecen numerosas referencias a la oración en sí en varias suras, como en la 2:109,
donde leemos:
'Recuerda a tu Señor internamente con humildad y
temor, reza sin voz elevada por la mañana y por la tarde,
y no estés entre los descuidados' (nota 316).
Ésta es la oración que la doncella realiza en el texto morisco
en el momento en el que aparece el sayón enviado por su
padre, el rey, para cortarle las manos. Con ella se reafirma en
su nueva fe y se declara en contra del demonio y la idolatría
que éste representa en el relato:
–«¡Ye, [quien] jaleqó los cielos!, refirma mi corazón [y]
pon [sufre]ncia en mí, no te aires con mi, [y] no des
lugar [al as-Say∑a]n en [mi fecho], apiádame con tu piedad» (nota 317).
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Por lo que se refiere a la actitud y el cumplimiento de estos
deberes fundamentales entre los moriscos en general, L.P.
Harvey afirma, a partir de los textos aljamiados y moriscos
editados, que «los moriscos tenían sus propios textos en los
que se entraba con mucho detalle sobre los pormenores de
estos pilares (...) pero el núcleo básico era la pronunciación de
la ≈ahåda (profesión de fe)», de la cual «por natural conservadurismo credal, las palabras se pronunciaban en árabe»,
pudiendo decirse, en conclusión, que «el imån (fe), la oración
canónica (s.alåt) y el ayuno (s.awm) se acataban y se cumplían
entre los moriscos» (nota 318).
Ya vimos que así sucedía en el relato de Carcayona, incluida
la pronunciación en árabe de la profesión de fe, aunque en el
texto no se haga referencia exactamente a la oración canónica
ni al ayuno obligatorio del ramadán, el cual, como veíamos, se
substituye por sus variantes voluntarias a causa de la especial
situación que vive la doncella en su proceso de conversión al
Islam. Por lo que se refiere a la limosna y la peregrinación,
L.P. Harvey explica que éstos «plantean graves problemas para
los muslimes residentes en países no islámicos», obvios en el
caso de los moriscos en deberes como el de la peregrinación
(nota 319). En cuanto a la limosna, está clara la imposibilidad
del morisco de cumplir con el tributo obligatorio en la situaÍNDICE
228
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
ción de opresión que vivía el morisco, pero ya vimos que la
limosna voluntaria podía suplir su función, a su vez «compensable» con el ayuno voluntario, que es lo que lleva a cabo la
doncella Carcayona en su defensa y práctica de la fe islámica,
su nueva religión.
12) El martirio
A partir de aquí la historia se desarrolla como ya conocemos,
con el largo tira y afloja entre el rey y la doncella en el que
ambos intentan convencerse mutuamente de que deben abandonar una religión errónea, diálogo en el que únicamente aparecen elementos religiosos ya conocidos o se introducen otros.
En él la doncella insiste en su devoción a Dios, pronunciando
la primera parte de la profesión de fe en árabe (lå ilaha illå
Allåh) y el rey la amenaza con cortarle las manos y expulsarla de su reino al bosque. Esto es, como ya sabemos, lo que
finalmente sucede, destacando el hecho de que en los momentos previos a la expulsión vuelve a aparecérsele la paloma,
quien la consuela anunciándole que Alá le concederá los deleites del paraíso el día del Juicio. Los ángeles (nota 320) y las
huríes del paraíso se asoman para invitarla a aceptar un sufrimiento que acabará conduciendola a la salvación eterna como
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
mártir del Islam, en una especie de representación teatral con
efectos didácticos que ya comentamos en el capítulo anterior:
–«¡Ye fija de Na¥rab!, alégrate, que la gracia de Allåh es
con tí; sufre, que Allåh te dará el al-¥anna el día del juicio». Y los almalaques rogaban [ada Allåh] llorando por
ella, y las alhurras de al-¥anna que se asomaban a ella:
«¡Pues, sufre con lo que se ha asentado con ti y no sea
tu sufrencia sino con Allåh!» (nota 321).
Curiosamente, este concepto del martirio parece ser, como
comentábamos más arriba, más bien cristiano que musulmán,
puesto que en el Corán no se habla de mártires y sí se menciona la libertad de la que todo musulmán dispone para servir
al Islam en la medida de sus posibilidades. Como se lee en la
sura 2:286 en una oración dedicada al Señor:
'Dios no obliga a un alma sino en la medida de su capacidad: tendrá lo que haya adquirido y se le reprochará lo
que haya adquirido. ¡Señor nuestro! No nos reprendas si
olvidamos o faltamos. ¡Señor nuestro! No nos agobies
con un fardo semejante al que cargaste sobre quienes
nos predecedieron. ¡Señor nuestro! No nos cargues con
lo que no tenemos fuerzas para soportar. ¡Borra nuestras
faltas! ¡Perdónanos! ¡Ten misericordia de nosotros! Tú
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I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
eres nuestro Señor, auxílianos contra la gente infiel'
(nota 322).
Esta concepción, referida a las obligaciones fundamentales del
musulmán, contempla incluso la posibilidad de fingir otra fe
en caso de encontrarse en peligro de muerte, la denominada
taqøya o «fingimiento» que tanto ayudó a los moriscos frente
a la Inquisición a seguir sirviendo a su Señor sin darlo a conocer públicamente (nota 323), lo que se basaría en la sura
4:102-101:
'Cuando recorráis la tierra no cometéis falta al abreviar
la plegaria si teméis que os ataquen quienes no creen.
Los infieles son vuestro enemigo manifiesto' (nota 324).
La explicación a esta paradoja podría encontrarse en el hecho
que, de la misma manera que en el texto se hace especial hincapié en los horrores del paraíso frente a los bienes del paraíso, lo que es más cristiano que islámico, los moriscos ya se
hubiesen impregnado de un cierto espíritu cristiano (nota 325),
lo cual les lleva a adaptar aquí la estructura de un sermón cristiano, con martirio incluido, con fines proselitistas musulmanes.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
13) La predicación
A partir de aquí la narración relata el cuento popular ya descrito pero en el que siguen introduciéndose elementos religiosos islámicos, como corresponde a una relato que ha sido
adaptado a la forma de un sermón religioso. La mayoría de
ellos ya nos son conocidos, aunque se introducen algunas fórmulas nuevas como la frase que inicia el Corán: bi-smi-l-låhi,
'en el nombre de Dios', pero lo que abundan son las invocaciones a Alá y las declaraciones de adhesión a la nueva fe y
servicio al nuevo Señor, junto al desprecio de la idolatría:
«Pues lahora mandó su padre cortarle las manos y ella
que decía:
«¡Bi-s[mi-l-låhi!, seño]r de los cielos, ¡bi-smi-l-låhi!,
señor de [las] tierras, ¡bi-smi-l-låhi!, el turante en el
señorío, ![Ye] señor, dame sufrencia y afírmame [en
tu] obeden[ci]a, [y] consuela mi corazón!».
[Y lloraban todos], arrencorábanse ada Allåh [¡subhanahu!] los de los cielos y de las tierras y dicían:
«¡[Ye] señor, mira lo que se ha asentado con aquella
doncella por tu obedencia!».
[Y] døce Allåh:
ÍNDICE
232
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
«Todo es a mi vista. Por mø honra y nobleza que yo le
daré galardón cumplido y la porné en la grada de los
honrados» (nota 326).
En esta constante defensa del Islam, que recibe la protección
divina, destaca el hecho de que la doncella se convierte en una
abanderada de éste, que se preocupa también de difundir las
enseñanzas recibidas por la paloma, de manera que, teniendo
en cuenta el carácter de enviado de Dios que ésta posee y que
la equipara a la figura del ángel Gabriel que le reveló la fe islámica a Mahoma, la doncella se convierte inmediatamente en
una suerte de profetisa cuya misión es difundir la fe entre los
hombres, que es lo que la doncella consigue con el príncipe
que la encuentra en el bosque y con la madre de éste. Como
dicen los fieles en el Corán en la sura 2:285:
'El Profeta ha creído en lo que se le ha hecho descender,
procedente de su Señor, y todos los creyentes creen en
Dios, en sus ángeles, en sus escrituras y en sus enviados.
Dicen: 'No establecemos diferencias entre ninguno de
sus enviados...' (nota 327).
Aunque en el Libro Santo sí se diferencia entre diferentes categorías de Profetas (véase la sura 2:254-253), está claro que la
misión de los distintos enviados de Dios es difundir la fe isláÍNDICE
233
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
mica entre los habitantes de la tierra, que es lo que lleva a cabo
la doncella Carcayona, por lo que podemos considerarla un
nuevo profeta de Alá, que consigue que otras personas pronuncien la profesión de fe, como su amado príncipe, al que le
explica:
«Y døxo el rey:
–«¡Ye doncella!, ve[nte a mí] que yo me casaré con ti y
adelantar[te he sobre todos los] de mi reino, que aquél
señor que tú me [has nom]brado [nun]ca lo oí nombrar
sino agora a tí, d[ecláram]e algo más [¡ye, doncella!]».
Pues declaróle la doncella todo [aquello] que le había
døcho la paloma de la grandeza de Allåh y de las gracias
de al-¥anna y de las penas [del fuego] de [¥ahannam].
Lahora døxo el rey:
–«¡Ye doncella!, cásate conmøgo que yo te seguiré en la
regla y digo que no hay señor sino Allåh, solo, sin aparcero [ninguno] con Él» (nota 328).
El éxito de esta predicación se observa en las siguientes palabras del príncipe, algo más adelante en el texto, cuando el
príncipe se declara converso al Islam al pronunciar la profesión de fe:
ÍNDICE
234
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
«Lahora døxo el rey:
–«¡Ye doncella!, cásate conmøgo que yo te seguiré en la
regla y digo que no hay señor sino Allåh, solo, sin aparcero [ninguno] con Él» (nota 329).
14) El milagro
El premio que la doncella recibe de Dios por sus sufrimientos
y su defensa del Islam es la recuperación de las manos que le
habían sido amputadas por orden de su padre como castigo por
haber abandonado la idolatría para abrazar el Islam. Antes, en
su primera expulsión, ya había sido protegida por Alá de las
alimañas en el bosque, ayudada por una cierva enviada por
Dios, y, posteriormente, tras haber conseguido la conversión
del príncipe y su familia, sufre una segunda expulsión en la
que asimismo recibe la protección divina, lo que la convierte
en una santa que será luego merecedora de la recuperación de
sus manos. Ello lo demuestran las palabras que pronuncia la
doncella al recibir la noticia de la carta que la condena a ser
expulsada nuevamente al bosque:
–«¡Ye, mi suegra!, haz lo que querrás, que Allåh es el
contador de mis días y sobre Él me apercuro y [a Él me
de]samparo» (nota 330).
ÍNDICE
235
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Todo ello conduce al milagro que lleva a cabo Alá después de
haber rechazado la doncella, a instancias de la paloma, rogarle a Dios que le devuelva sus amputadas manos, de manera
que éste, tras provocarle el sueño a la doncella, le restituye a
ésta sus manos, lo que ella descubre alborozada al despertarse. La escena se desarrolla así:
«Y no cesó Carcaisiyona de [andar por] los yer[mo]s llorando, arrencorándose ada Allåh, fas[ta] que le envió
Allåh a la paloma y dió as-salåm sobre ella y [díxo]le:
–«¡Ye, Carcaisiyona!, alégrate, que Allåh [es con] ti y Él
te apiedará».
[Y] døxo Carcaisiyona:
–«¡Ye, la paloma!, el as-salåm [de Allåh] sea sobre ti».
Døxo la paloma:
–«¡Ye Carcaisiyona!, ruega ada Allåh que te torne tus
manos para que te ayude[s con ellas] sobre tu fijo».
Døxo Carcaisiyona:
–«¡Ye paloma!, yo he vergüenza de demandarle ada
Allåh ningún menester en este mundo por no perder lo
celestrial».
[Dixo la paloma:
ÍNDICE
236
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
–Demanda, que no le menguan ada Allåh sus gracias].
Y fuése la paloma [y quedó Carcaisiyona haciendo aßßalå y rogando ada Allåh]. Y dió Allåh sueño a
Carcaisiyona y durmióse y, cuando se espertó, hallóse
con sus manos por licencia de Allåh, ¡tan alto es [y tan
noble]!.
Y døxo [Carcaisiyona]:
–«¡Loor ada Allåh, aquél que me ha tornado [mis manos
Na¥rab]!, ¡[tan loado
de]pués que me las cortó mi padre [N
es, ye mi seño]r, que me sacó del ser[vicio] de las ídolas!, ¡loado seas, ¡ye mi señor!, que [reci]bes lo poco de
la obra y das el galardón [sin] cuento!» (nota 331).
Por lo que se refiere al aspecto de los milagros, en el Islam, tal
y como sucede en el texto, únicamente Dios es capaz de realizar milagros. Aunque existen tradiciones populares en torno a
los milagros realizados por el profeta Mahoma (nota 332), los
profetas y enviados de Dios sólo están autorizados a pedir a
éste la realización de un milagro determinado, como hace la
paloma en el relato morisco. Esto se observa en el caso de
Jesús, cuando se habla de los milagros por él realizados, siemÍNDICE
237
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
pre «con el permiso de Dios» (nota 333), lo que encontramos
en la sura 5:110, donde Dios le dice al propio Jesús:
'Acuérdate de cuando te enseñé el Libro, la Sabiduría, el
Pentateuco y el Evangelio, y cuando creaste de arcilla
algo semejante a la forma de los pájaros, con mi permiso, y soplaste en ellos y fueron pajaros con mi permiso;
cuando curaste el ciego de nacimiento y al leproso con
mi permiso; cuando hiciste salir a los muertos de su
sepulcro con mi permiso...' (nota 334).
Así explica Carcayona el milagro llevado a cabo por Dios en
su persona por su al-faƒøl o «voluntad» cuando el príncipe
vuelve a encontrarla en el bosque tras haber sido expulsada
por segunda y se encuentra con las reticencias de la doncella
ante el temor de que el príncipe hubiera abandonado el Islam,
teniendo la paloma, que vuelve a aparecer, que convencerla de
lo contrario:
Døxo la paloma:
–«Respóndele, que yo te juro por Allåh que no ha dexado [el homenaje ni] tu addøn ni [él] te mando echar de
su casa, [sino la traición de los suyos porque les ahollabas su addøn]».
Lahora respondióle Carcaisiyona diciendo:
ÍNDICE
238
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
–«¡Que te place, [que te place], cátame aquí, [ye el
rey]!».
Y fuése el rey y los suyos fasta donde ella estaba y abrazóla y besóla y díxole:
–«¡Ye mi amada!, ¿que ha seído de ti en este tiempo?,
porque ha seído grave para mí lo que has pasado».
Døxo ella:
–«¡Ye el rey!, que ha fecho Allåh [mi señor] con mi
mucho bien, hame tornado mis manos y me ha escapado
mi fijo y tuyo por su [al-fadøl y [me ha hecho] gra]cia.
Y alegróse el rey alegrí[a muy grande y loó ada] Allåh
muncho y agradeci[óle el] bien que le fizo.
Ap[rés døx]o ella:
–«¡Ye [mi mari]do!, ¿tú escrebiste a tu madre tal carta?».
[Dø]xo el rey:
–«¡No, por Allåh, señor de los cielos y de la tierra [que
no escrebí tal carta]!» (nota 335).
15) La Ciudad Santa
Y así, con el milagro, el reencuentro de los amantes y la confirmación de que todo había sido una traición y que el prínciÍNDICE
239
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
pe de Carcayona no había abandonado la religión (addøn) de
Alá, los amantes se deciden finalmente a fundar una ciudad
santa en la que servir al Islam. En otro capítulo analizaremos
si este fenómeno se puede relacionar con el mito de Dido, fundadora de la ciudad de Cartago, o con el de la fundación de la
ciudad santa de Jerusalén, que en muchos pasajes de la Biblia
aparece descrita como una novia-mujer, todo ello sin olvidar
que en el Corán también se asocia al profeta Mahoma con la
ciudad santa musulmana de la Meca. Como leemos en la sura
6:92:
'Este es un Libro bendito que hicimos descender confirmando los que teníais y a fin de advirtieses, Mahoma, a
la madre de las ciudades, La Meca, y a quienes están en
sus alrededores. Quienes creen en la última vida, creen
en el Corán y observan la plegaria' (nota 336).
El relato de Carcayona narra así la decisión de fundar esa ciudad santa para servir al Islam:
[Y] døxo [el rey:
–«¡Ye] mi amada!, [vámonos] a nueso reino».
[Y] døxo ella:
–«[Yo no tornaré] a lugar de ta[n] mala gente».
ÍNDICE
240
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
Y no cesó el rey de r[ogarla] y decirle que le faría una
cibdad de nuevo para que demostrasen en ella el-addøn
de Allåh.
Y llevóla el rey y fraguóle una cibdad en la mejor
comarca y más abundosa de agua que había en su reino,
en el río de al-Firån. Y fue luego poblada en poco tiempo y llamáronla la cibdad de Carcaisiyona. Y demostraron en ella el-addøn de Allåh [¡tta\alà!] y vivieron en ella
lo que quiso Allåh [¡tta\alà!, ellos y todos los de su
reino]. Y sirvieron ada Allåh verdadero servicio [que
tuvieron mucho deseo de ganar la gloria y descanso
de Allåh, ¡ßßub™anahu!]» (nota 337).
Y así se acaba la leyenda de la doncella Carcayona, con la alabanza a Dios y las palabras: wa-lå ™awla wa-lå quwata illå bil-låhi il-\aløyi il-\aΩømø wa-rabbi al-\alamøna, que quiere decir:
'y no hay fuerza ni poder sino en Dios, el Excelso, el Grande,
y Señor del mundo'.
b) Valoración del contenido religioso de la leyenda de
Carcayona
La Leyenda de la doncella Carcayona debe ser considerada,
en primer lugar, como un texto cuyo tema central es la conversión al Islam. En ese sentido, no se puede decir que esteÍNDICE
241
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
mos ante un simple texto «de supervivencia» religiosa islámica en un medio hostil cristiano, es decir, de resistencia pasiva,
sino frente a un relato que presenta una actitud de lucha activa contra el Cristianismo, e incluso con un ánimo polémico
por lo que hay en él de crítica a la idolatría, en este caso, entre
los cristianos, aspecto que ya vimos que era uno de los que,
para los moriscos, más claramente les diferenciaba desde el
punto de vista religioso de aquéllos.
En segundo lugar, creemos, sin embargo, que, en cuanto al
contenido religioso, o incluso teológico si se quiere, sí se
puede considerar un texto «de supervivencia», en el sentido de
que se hace hincapié sólo superficialmente en los aspectos
fundamentales de la religión islámica. Esto se podría hacer
extensible a muchos otros textos aljamiado-moriscos, tanto los
que se centran en aspectos prácticos como los de contenido
más teológico. Ya vimos en el segundo capítulo de este trabajo en la clasificación de la literatura aljamiado-morisca que, al
margen de las novelas cortesanas y los textos médicos, incluidos en las enseñanzas ejemplares, la mayor parte de las obras
son religiosas y se dividían en: breviarios coránicos, hadices
sobre la vida del profeta, obras doctrinales sobre personajes
bíblicos y otros personajes clave del Islam, enseñanzas breves,
que incluían castigos y consejos ejemplares y narraciones de
ÍNDICE
242
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
contenido escatológico, textos de tipo jurídico, así como obras
de contenido mágico y los importantes textos de polémica
anticristiana. La crítica ya ha destacado, a partir del estudio de
todos ellos, la falta de profundidad teológica que caracterizaría, en general, a la literatura aljamiado-morisca, como sucede
con la leyenda de la doncella Carcayona, que pertenecería además al grupo de las enseñanzas breves. Ésta aúna el tono ejemplar con el contenido escatológico, diferenciándose de los textos que se centran sobre el Juicio Final y sus consecuencias, en
la ausencia de la figura de Mahoma, central en los dos relatos
mencionados, lo que, como hemos visto, encontraría su explicación en el hecho de que en la leyenda de Carcayona su figura se pueda considerar sustituida por la propia doncella, con la
paloma haciendo el papel del angel Gabriel.
También vimos en el capítulo anterior que hay que considerar
este relato como un texto ejemplar a partir del trabajo de comparación de varios textos moriscos realizado por M.J.
Fernández, el cual permitía comprobar la existencia de un
grupo de ellos en el que se había seguido el esquema de un sermón cristiano, incorporando la materia religiosa a un cuento
popular que le servía de marco, consiguiéndose así el efecto
didáctico deseado. Asimismo hemos de recordar que los elementos religiosos que eran comunes a todos estos textos
ÍNDICE
243
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
didáctico-ejemplares eran precisamente, con alguna salvedad,
los mismos que encontramos en el texto objeto de este estudio.
Así, esas «directrices aglutinantes del texto» eran:
–preceptos y fundamentos islámicos
–el Corán
–Mahoma
–Alá
–muerte
–pecado
–diablo
–el Juicio Final
–el cielo y el infierno
–los ángeles
–los personajes bíblicos
–judíos
–saber (nota 338)
De estos temas, los que no aparecen en el relato de Carcayona
son las referencias al Libro, a Mahoma, los judíos y el saber,
aunque el texto y gran parte de la literatura aljamiado-morisca
se puede considerar un compendio de saber islámico revelado,
pero, como dice M. Manzanares de Cirre, «... en las obras de
carácter religioso-dogmático hay una gran cantidad de descripciones del otro mundo en las que se entremezclan influenÍNDICE
244
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
cias cristianas y tradiciones puramente orientales de tipo literario, con otras de origen popular» (nota 339).
Por otra parte, y también según M. Manzanares de Cirre, en
este tipo de relatos de carácter religioso-dogmático son muy
importantes, como sucede con la leyenda de Carcayona, las
descripciones de ultratumba, que aparecen en los textos moriscos de tres maneras:
1) En forma de un sueño en los que un creyente virtuoso visita el paraíso o el infierno.
2) En forma de descripciones que realizan personas que
han muerto.
3) En forma de admoniciones que la religión presenta al
creyente para que obre bien.
Este último sería el caso de la doncella Carcayona, un tipo de
relatos que, como bien indica la autora del trabajo citado, «son
usadas como señuelo para atraer al pecador a buen camino, o
como imagen terrorífica para apartarlo del mal», descripciones
que suelen aparecer en catecismos religioso-morales «muy
semejantes a los de la iglesia cristiana» (nota 340).
No se puede considerar que la leyenda de Carcayona sea una
especie de catecismo como otros textos aljamiados, pero alguÍNDICE
245
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
nos aspectos, como el del martirio, sí pueden haber sido tomados del espíritu cristiano. Dichas descripciones suelen estar
puestas en boca del mensajero de Alá, o de alguno de sus compañeros, y ya hemos visto que se puede considerar a
Carcayona como su equivalente y a la paloma como la del
ángel Gabriel.
Además, según Manzanares de Cirre, las penas del infierno
suelen ser bastantes convencionales, destinadas a destacar el
horror en que viven quienes lo habitan, mientras que en las
descripciones del paraíso se destacan más bien los deleites de
los sentidos, como veíamos con el caso de las hermosas huríes o el agua no embriagadora. No somos de la opinión, como
esta investigadora, de que esto refleje un desbordamiento de la
fantasía oriental que se correspondería con el cliché de sensualismo oriental que se atribuye a la religión musulmana,
puesto que son totalmente acordes con el espíritu que se desprende del Corán y muy populares entre los musulmanes.
Así, aunque el contenido religioso de esta narración y otros
textos aljamiado-moriscos sea ortodoxo y se base fundamentalmente en el Corán y otras tradiciones apócrifas muy conocidas entre los musulmanes, creemos que entre los moriscos
tuvieron que circular determinados «compendios» sobre la fe
islámica centrados en la figura del Dios único y en su capaciÍNDICE
246
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
dad de castigar y premiar a sus fieles, es decir, textos ejemplares, que debieron de ser conocidos y transmitidos, en el caso
de la literatura aljamiado-morisca, a través de copias manuscritas, entre toda la comunidad musulmana española, puesto
que es asombrosa la casi coincidencia textual entre algunos
relatos aljamiados [como entre la leyenda Carcayona y relatos
como el Recontamiento del día del juicio (nota 341)], en lo
que al contenido religioso se refiere y la repetición de temas
ya observada.
Lo mismo sucede con la citada leyenda del Árabe y la doncella, que cuenta cómo un árabe le relata a Mahoma que vivía en
un valle de descreyentes, cuyos habitantes nunca pronunciaban la profesión de fe y tenían la costumbre de sacrificar las
hijas primogénitas a una ídola. Así, cuenta cómo él mismo
tuvo una hija a la que intentó sacrificar, lo que fue impedido
por su mujer, de manera que, cuando a la edad de siete años la
doncella le pregunta por su señor, como hacía Carcayona, y el
árabe le contesta que su ídola, se produce entre ellos un diálogo en donde aquélla le dice que vive en el error, que las ídolas
sólo dañan y no aprovechan –lo que, como veíamos, es una
expresión coránica–, que su señor es Alá, creador de los cielos, la tierra, las personas y todas las cosas de este mundo,
todo ello en términos muy parecidos o idénticos a los utilizaÍNDICE
247
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
dos por Carcayona con su padre. Como ésta, la niña también
es aquí castigada por esto, pues la madre, al saberlo, ordena
–igual que en el cuento de Blancanieves–, que sea llevada a
unos yermos para ser degollada, y que le traigan su corazón y
su hígado en prueba de su muerte. Finalmente, la madre es
castigada por Alá y la doncella resucitada, consiguiendo ésta
que el árabe, su padre, llegue a abrazar también la religión
islámica, como ella. Así pues, y al margen de la inaudita semejanza entre la leyenda de Carcayona y este relato, también aquí
encontramos pasajes que se encuentran casi literalmente iguales en ambos textos (nota 342).
Algo parecido sucedería con la sura 79 del Corán, que trata
sobre el día del Juicio Final y, según describe C. LópezMorillas (nota 343), se reproduce en seis traducciones distintas del Libro Santo, todas del siglo XVI, lo que también sería
una muestra de la existencia de una cierta preferencia por parte
de los moriscos por ciertos aspectos del Islam, como sería el
del Juicio Final y el infierno, que ya vimos que era central en
el texto de Carcayona, y confirmaría la tendencia observada a
destacar los aspectos punitivos de la religión islámica.
Por otra parte, no deja de llamarnos la atención el hecho de
que en éste como en otros relatos aljamiados que pretenden
introducir los preceptos básicos del Islam, no se mencionen
ÍNDICE
248
I.4. El contenido religioso de la leyenda de Carcayona
expresamente otros aspectos básicos que, como ya hemos
indicado, pertenecen a los «pilares» de la religión islámica,
como la peregrinación, la limosna, el ayuno y la oración. En el
caso de la peregrinación está más clara la dificultad de llevarla a cabo en la penosa situación de opresión en que se encontraban los moriscos, como explica L.P. Harvey (nota 344).
Más extraña nos parece, no obstante, la ausencia de una referencia explícita a los otros cuatro preceptos básicos del Islam,
aunque, como ya vimos, sí están mencionados o aludidos y
aparecen en otros muchos textos aljamiado-moriscos que
recogen como en un manual los preceptos básicos.
Sin embargo, el hecho de que los aspectos que reciban más
atención en el relato de Carcayona, es decir, los escatológicos,
junto al papel de Dios como figura que castiga o premia a los
hombres en virtud de su omnisciencia y omnipotencia, estén
presentes, como ya vimos, en los exempla aljamiados estudiados por M.J. Fernández (véase I, 2), nos induce a pensar que
existe dentro de la literatura aljamiado-morisca un grupo de
textos ejemplares como éste que, tomando el espíritu cristiano
sermonario en el que surgieron, destacan el lado punitivo del
Islam y la figura de Alá con fines ejemplarizantes.
Ello confirmaría nuestra teoría, ilustrada en el capítulo anterior a partir de aspectos formales del relato, de que la leyenda
ÍNDICE
249
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
de Carcayona constituye un exemplum de tipo medieval cristiano impregnado de su espíritu punitivo y centrado en amenazar al creyente con castigos frente a una vivencia más libre
de la religión.
Por otra parte, esta ausencia de los aspectos más prácticos de
la religión islámica podría deberse, además de al espíritu sermonario propio del exemplum, a las propias dificultades a las
que se enfrentaban los moriscos para llevar a cabo dichas prácticas en el ambiente de opresión y denuncia en el que vivían,
mientras que el conocimiento de los resortes internos de una
religión que conduce al juicio de las acciones del creyente, al
mismo tiempo que les «inducía» a seguirla, les permitía vivirla de una forma más interior sin chocar con las presiones
externas y acorde con las posibilidades que, como veíamos, les
ofrecía la taqøya, es decir, la posibilidad de fingir exteriormente ser un cristiano en caso de peligro de muerte. Este mecanismo era un aspecto difícil de descubrir para las autoridades
cristianas y se enfrentaba, además, con la figura del «mártir»
cristiano que muere por su religión (nota 345), constituyendo,
pues, uno de los recursos de defensa pasiva más importantes
de los moriscos frente a sus opresores.
ÍNDICE
250
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
I.5. La materia cuentística de la leyenda de
Carcayona: el cuento de «La doncella sin manos»
E
l presente capítulo pretende analizar la relación de la
leyenda morisca de la doncella Carcayona con un
famoso cuento popular que ha pasado al folclore universal con el título genérico de «La doncella sin manos» o
Manekine. Este cuento constituye la base narrativa del marco
de la leyenda morisca que nos ocupa, entendida ésta como sermón religioso que es enmarcado en una narración independiente constituyendo, así, un relato ejemplar.
Así, el objeto de este capítulo es intentar establecer el lugar
que el texto morisco representa en toda la cadena de transmisión del cuento popular, que se compone a su vez de diferentes versiones, para poder dilucidar si el cuento surge de la tradición cuentística árabe, que estaría representada por la leyenda morisca como superviviente de dicha tradición árabe, o si
ÍNDICE
251
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
la leyenda habría sido, más bien, una reelaboración del cuento
popular adaptada a los intereses de propaganda religiosa de la
comunidad morisca.
Para intentar aclarar este aspecto contamos con la existencia
de un relato árabe que, con el título de La historia de la paloma de oro y la hija del rey, aparece añadido a la versión de
Breslau de Las mil y una noches, como informa V. Chauvin en
su Bibliographie des ouvrages arabes (nota 346). Éste aporta
asimismo un resumen de la narración, según el cual, el relato
árabe y la leyenda morisca serían narraciones muy cercanas,
hasta el punto de que nos atrevemos a afirmar que esta última
podría haber surgido de la traducción del primero, una traducción que habría estado sujeta posteriormente a copias y adaptaciones sucesivas que serían las que han llegado a nuestras
manos en forma de los cinco manuscritos conocidos del texto
morisco.
Aunque no hemos podido comprobar exactamente este posible
parentesco textual entre el texto morisco y el árabe por no
haber tenido acceso hasta ahora a este último, hemos llegado
a la conclusión de que la leyenda morisca puede haber sido
una traducción adaptada de alguna versión oral o escrita del
relato árabe que circulase por la Península a finales de la Edad
Media por dos razones fundamentales:
ÍNDICE
252
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
a) Los numerosos calcos sintácticos árabes presentes en
el texto, fenómeno propio de la actividad traductora.
b) Por el propio contenido del cuento, que conocemos
sólo a partir del resumen del mismo que aporta Chauvin,
según el cual el relato árabe añadido a la citada versión
de Las mil y una noches coincidiría con el argumento de
la leyenda de Carcayona en su argumento principal y en
la mayor parte de los detalles, con excepciones, la mayoría de importancia menor, como el hecho de que la doncella sea expulsada al desierto en vez de al monte.
Por otra parte, el comienzo y el final de la leyenda, es decir, el
llamado marco del sermón morisco cuyo contenido religioso
describíamos en el capítulo anterior, constituirían, si los aislásemos de esa parte que describe los fundamentos de la ley islámica y muestra a una doncella piadosa tras su conversión al
Islam, una variante del citado cuento popular de la doncella
sin manos.
Este cuento, recogido por S. Thompson en su Index of folkliterature (nota 347) bajo el motivo folclórico llamado La doncella sin manos o Manekine, como es conocido en el ámbito
literario francés, y, a partir de éste, en el folclore universal, fue
muy popular en la Edad Media, como lo demostrarían las
ÍNDICE
253
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
muchas versiones existentes del mismo, y sigue vivo todavía
hoy en la tradición oral europea, incluida la Península Ibérica,
sobre todo en el ámbito literario catalán, destacando especialmente Inglaterra, donde se conservan más de 40 versiones. En
la tradición escrita se conserva, dentro de las literaturas románicas, tal y como explica R. Beltrán en su artículo «La leyenda de la doncella de las manos cortadas: tradiciones italiana,
catalana y castellana» (nota 348), en cinco versiones francesas, siete italianas, dos catalanas y una española. También es
aquí el ámbito inglés el que más versiones conserva, con más
de 23 impresiones distintas, y en Alemania se conocen, al
menos, tres (nota 349). Todas ellas, como veremos más adelante, se encuentran muy emparentadas y contaminadas entre
sí y con otras tradiciones cuentísticas, y de ahí la dificultad
para establecer una genealogía exacta entre ellas, no siendo el
objeto de este capítulo el aportar una filiación definitiva entre
ellas, puesto que ello excedería los límites establecidos para
este trabajo, sino únicamente intentar dilucidar el papel que
poseen en la tradición del cuento popular la leyenda de
Carcayona y el relato árabe de «La paloma de oro», así como
añadir alguna variante más a las ya conocidas, y clasificar y
reordenar las existentes. Junto a ello aportamos algunas deriÍNDICE
254
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
vaciones del cuento menos conocidas, especialmente cuentos
populares españoles.
Así, dentro de la tradición de «La doncella sin manos» es posible distinguir dos variantes principales del relato:
A) La representada por la Manekine, que, en el ámbito
hispánico se correspondería con la versión catalana titulada Historia de la hija del rey de Hungría y en la cuentística occidental se conoce como el cuento de Perrault
de Piel de asno.
B) La representada por la única versión castellana existente, que es la que se recoge en el Victorial de Gutierres
Díez de Games (nota 350), variante en la que los avatares de la doncella sirven para explicar en forma de fábula el comienzo de la Guerra de los Cien Años entre
España y Francia.
Por otro lado, dentro de la cuentística árabe popular, contamos
con una narración emparentada con el cuento popular titulada
La princesa de Beirut (nota 351), y, en Las mil y una noches
(nota 352), encontramos un relato titulado «Sobre las excelencias de la limosna», en donde el origen del castigo lo constituye el cumplimiento de dicho pilar de la vida islámica, y en la
que, como en el cuento descrito por V. Chauvin, la muchacha
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
es expulsada al desierto y no al monte. Difiere en realidad, en
muchos aspectos, del cuento popular, pero es importante por
contener el motivo de las manos cortadas.
De esta manera, se puede deducir, a la vista de lo arriba
expuesto, que poseemos dos ámbitos textuales diferenciados:
1) El cuento popular de la doncella sin manos en sus dos
variantes principales y varias derivaciones, entre ellas
algunas árabes como las citadas.
2) El relato morisco junto con el texto árabe de la paloma de oro con el que está emparentado.
Así, si no existiese el texto árabe, se podría considerar que la
leyenda de Carcayona es una simple adaptación del cuento a
los intereses de propaganda religiosa de los moriscos, adaptación que constituiría un exemplum medieval, y habría sido
conocida y resumida más tarde por una morisco exilado en
Túnez tras la expulsión. Esto es lo que hemos venido afirmando aquí hasta ahora y es, al fin y al cabo, el significado que el
texto posee dentro del corpus de la literatura aljamiado-morisca.
Pero la existencia de dicha versión árabe nos conduce a considerar el cuento popular y la leyenda morisca como tradiciones
textuales distintas, aunque, al mismo tiempo, con una vinculaÍNDICE
256
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
ción que intentaremos establecer más tarde a partir de un cotejo de las versiones que conocemos, cotejo a partir del cual nos
inclinamos a pensar en un posible origen árabe, o semítico, del
cuento popular de las manos cortadas.
Valga ahora como muestra de dicho cotejo el indicar que la
diferencia más importante entre ambas tradiciones es, fundamentalmente, que, en el texto árabe y los mss. moriscos, el
motivo de la amputación de las manos y las dos expulsiones
que sufre la doncella es la religión, lo que culmina con la
recuperación de sus manos gracias a la intervención de Dios y,
en la versión morisca más larga, la fundación de una ciudad
santa islámica, lo que constituye lo novedoso en ésta frente a
todas las demás versiones. En el cuento popular, el motivo del
castigo es la negativa de la doncella a aceptar el incesto
(nota 353) propuesto por el padre, aunque sean finalmente la
religiosidad, bondad y capacidad de sacrificio de aquélla lo
que harán de ella una mártir merecedora del milagro por el que
también le son restituidas sus manos, aunque no a manos de
Dios sino de la Virgen María (nota 354).
Por último, es importante destacar aquí, además, que la historia de la doncella sin manos, como cuento popular, se puede
enmarcar, como ya ha indicado A. Galmés de Fuentes en
varias ocasiones (nota 355), en el motivo folclórico «superior»
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
de la mujer perseguida (nota 356), al que pertenece otro
cuento fuertemente emparentado con el que nos ocupa y que
se puede definir con el tipo de mujer calumniada (nota 357),
pero en el que no aparece el motivo de las manos cortadas.
Dicha historia, también ya folclórica, es la que recoge, por
ejemplo, la Historia de Genoveva de Brabante (nota 358),
relato piadoso medieval que cuenta la historia de una candorosa mujer que es injustamente acusada de adulterio y se ve
obligada a huir por ello. Su religiosidad es también, como en
el cuento de las manos cortadas, lo que la salva, porque gracias a la ayuda de la Virgen consigue aclarar todo lo sucedido
ante su marido, quien la encuentra después de muchas y emocionantes peripecias, consagrando ambos el resto de sus vidas,
en algunas versiones, a la religión cristiana, pues fundan un
monasterio en el que vivir el resto de sus días. Ello se podría
considerar equivalente a la fundación de la ciudad santa islámica en el relato morisco, como comentaremos más tarde. El
relato es conocido en todas las literaturas europeas y se
encuentra asimismo recogido en Las mil y una noches en el
cuento titulado Una israelita virtuosa (nota 359).
***
Tras esta introducción del panorama que la cuentística popular árabe y europea ofrece del relato de «La doncella sin
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258
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
manos» pretendemos llevar a cabo una relación comparada de
las versiones pertenecientes al ámbito europeo y árabe ya
apuntadas que recogen el cuento popular relacionado con el
texto morisco en su versión más larga, es decir, la aquí editada, relación en la que diferenciamos entre:
1) La versión árabe de V. Chauvin y la segunda versión
morisca más larga, las únicas que pueden estar directamente emparentadas con el texto morisco que nos ocupa
desde el punto de vista textual por coincidir casi totalmente con éste en el contenido de la narración.
2) Las versiones del cuento popular genéricamente llamado «La doncella sin manos», del que existen muchas
versiones y dos variantes principales del mismo, como
sabemos. Las agruparemos inicialmente en un núcleo
central según el país en el que aparecieron y, dentro de
ese esquema, aparecerán ordenadas cronológicamente.
El criterio que hemos seguido para incluir estas versiones en este núcleo principal ha sido el de contener los
motivos del incesto y de las manos cortadas, o uno de
los dos como motivo central.
Añadimos además aquí a continuación las derivaciones
citadas del cuento en la narrativa popular, también ordeÍNDICE
259
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
nadas por países, que no contienen ninguno de los dos
motivos citados pero sí el núcleo del relato.
3) Las versiones que contienen la historia-tipo en la que
se encuadra el motivo del cuento de la doncella sin
manos, el de la «mujer calumniada», donde el castigo a
la mujer se origina en una falsa acusación y no contiene
el motivo de las manos cortadas ni el del incesto.
La vinculación entre ambas narraciones viene dada por
el motivo de la muchacha abandonada y el de la falsa
acusación, pues recordemos que el motivo de la segunda expulsión de la doncella en el cuento es la falsa acusación de haber parido un hijo ilegítimo o un monstruo,
que en el relato morisco es una acusación de hechicería.
Esa es la razón por la que la crítica suele unir ambos
relatos como pertenecientes a la misma tradición cuentística, cuando son enmarcables, efectivamente, en el
motivo de la mujer perseguida, pero constituyen diferentes tradiciones narrativas.
Una vez vista la relación de variantes intentaremos establecer
la vinculación existente entre el cuento popular y el relato
morisco a partir de los elementos constitutivos de éste, intenÍNDICE
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
tando esbozar al final una supuesta versión hipotética del
cuento de las manos cortadas.
a) Variantes textuales
1) La versión de Chauvin y la versión morisca en caracteres
latinos
1.1. La versión de Chauvin
Como hemos visto antes, el único texto que conocemos en el
que se recoge íntegramente el relato de Carcayona, al margen
de la versión morisca en letras latinas escrita en el exilio, es la
que encontramos en el resumen que aporta V. Chauvin de la
narración que, con el título de «La historia de la paloma de oro
y la hija del rey», aparece recogida en la versión de Breslau de
las Mil y una noches. De forma breve esta narración cuenta,
siguendo el resumen dado por V. Chauvin y que traducimos
aquí, la siguiente historia (nota 360):
Hace mucho tiempo vivía en Oriente un rey que
había llegado a la edad de doscientos años sin haber
tenido hijos. Un milagro le concede finalmente una
hija a la que conduce fervorosamente al servicio de la
idolatría que él mismo profesa. Un día que la princesa se encontraba adorando a su ídola se le aparece
una paloma de oro que le dice: «Proclamo que no hay
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
más Dios que Alá y que Mahoma es su enviado». Tras
ello, la paloma le describe las recompensas que reciben los musulmanes en el paraíso y los castigos de los
infieles en el infierno.
Como consecuencia de ello la princesa rompe su
ídola y se convierte al Islam. Su padre la cree loca por
profesar una religión que no era conocida todavía en
aquella época en ninguna parte e intenta corregirla
con exhortaciones y, después, amenazándola en vano
con los más grandes castigos. Finalmente acaba ordenando que le sean cortadas las manos y echada a las
fieras salvajes en un desierto. Pero los animales, en
lugar de hacerle mal la proveen de alimento, viviendo así la doncella un tiempo en una caverna. El azar
trae a un príncipe por aquellas tierras, quien queda
seducido por la gran belleza de la joven y la elige por
mujer. Ella le cuenta su aventura y consigue convencerlo para que renuncie también a la idolatría, tras lo
cual el príncipe se la lleva a su reino y se casa con ella.
La madre del príncipe, muy contenta, se convierte
igualmente al Islam y, al cabo de un año, nace un
niño. El padre, que se ve un día obligado a realizar
un viaje, deja a su mujer y a su hijo al cuidado de su
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262
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
madre y de toda la servidumbre real. Sin embargo,
las otras mujeres del príncipe, que detestan a la princesa por ser la preferida, resuelven perjudicarla, y
escriben en nombre del príncipe varias cartas a la
madre para convencerla de que debe expulsar del
castillo a la princesa con su hijo pretextando que es
una hechicera.
De esta forma vaga de nuevo por el desierto junto con
su hijo, donde es milagrosamente alimentada y, respondiendo a sus ruegos, Dios le restituye las manos
mientras duerme con el fin de que pueda llevar en
brazos a su hijo.
Entretanto, el príncipe ha vuelto de su viaje y es
informado de lo sucedido, marchándose rápidamente a buscarlos, encontrándolos en perfecto estado y
volviendo con ellos a su palacio.
El príncipe se marcha a visitar a su suegro y le comunica el milagro que ha salvado a su hija, con lo que
éste reconoce la intervención de una fuerza superior,
renuncia asimismo a la idolatría y se convierte al
Islam, viviendo para siempre en paz con sus hijos.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Así, si recordamos el resumen del texto morisco que describimos en el primer capítulo, se podrá observar que las diferencias más importantes de éste con respecto a esta versión árabe
recogida por V. Chauvin serían:
1) Nada sabemos del nombre de la doncella, a la que se
alude como «la hija del rey», por lo que el nombre de
Carcayona/Arcayona —aunque ésta también sea la «hija
del rey Na¥rab»— parece pertenecer totalmente a la tradición morisca, puesto que una de las dos variantes del
cuento popular también habla siempre de «la hija de...»,
ya sea del rey de Francia, de Hungría, de Prusia, etc... El
nombre, como ya veremos, podría tener su origen en la
ciudad de Carcassone, al sur de Francia.
2) Que es a través de un milagro como el rey consigue
ser padre de una hija.
3) Que no aparece el motivo del incesto.
4) Que no aparece la cierva como protectora de la doncella.
5) El hecho de que la doncella sea expulsada al desierto
en vez de al bosque, lo que podría encontrar su explicación en la tendencia común a la cuentística popular de
adaptar los lugares en los que se desarrolla la acción del
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
relato al país donde se lleva a cabo cada adaptación o
versión, aunque no sólo en la única versión árabe del
cuento popular, la contenida en las Mil y una noches, es
también así.
6) Que el elemento primordial que distingue a esta versión árabe y, por extensión, al único texto que recoge
esta variante en un ámbito occidental «hispánico», es
decir, el relato morisco, es, como ya hemos indicado, el
hecho de que el castigo de la amputación de las manos y
la expulsión impuesto a la doncella por parte de su
padre, no está ocasionado por el incesto –en esta versión
ni siquiera aparece–, como sucede en las versiones
conocidas del cuento popular (siendo en el relato morisco más bien algo anecdótico que pretende destacar la
belleza de la muchacha), sino la religión islámica, o esa
falsa religión, desde el punto de vista del padre, por la
que aquélla pretende abandonar la idolatría profesada en
aquel reino gentil. Este motivo es el responsable de la
inclusión del contenido religioso, tanto en los aspectos
mágico-predictivos, como los teológicamente ortodoxos
descritos en el capítulo anterior, y que, como vimos,
también constituyen el grueso del sermón cristiano a la
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
morisca que toma como marco el relato de la doncella
sin manos.
7) Respecto al contenido religioso que acabamos de
mencionar, destacar que aquí sí se nombra completa la
profesión de fe con la referencia a Mahoma, que no
encontrábamos en el relato de Carcayona.
8) Que el engaño conste de varias cartas en vez de una
sola.
9) Que la doncella le ruega personalmente a Dios que le
sean restituidas las manos.
10) Por último, es importante destacar el final, totalmente distinto, puesto que el texto árabe concluye con la
conversión también del padre de la doncella, mientras
que en el texto morisco se concluye con la fundación de
una ciudad santa para servir al Islam, lo que puede tener
que ver con el mismo nombre de la doncella-ciudad. Ya
vimos que este aspecto era original del texto morisco, y
consideramos que podría ser de influencia judía por la
importancia que la fundación de la ciudad santa de
Jerusalén, que es además descrita en la Biblia como una
novia, posee para la cultura judía, motivo sobre el que
volveremos más tarde.
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266
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
1.2. La versión morisca en caracteres latinos
Por lo que se refiere al ms. escrito en caracteres latinos, el ms.
BNM 9067, se puede resumir así:
Un rey idólatra padre de una hermosa hija,
Arcayona, se enamora de ella y la pretende, lo que la
hija rechaza.
Ésta tenía una ídola a quien adoraba y, un día, mientras se encontraba postrada ante ella estornudó y se
le apareció un ángel en forma de paloma que le reveló la profesión de fe musulmana, lo que provoca la
caída de la ídola. La paloma le cuenta más detalles de
la fe islámica a una admirada doncella.
Tras ello, el padre le corta las manos a su hija por
renegar de la idolatría y defender la religión musulmana, y la expulsa a un bosque. En él una cierva le
guía hacia una cueva donde le da de comer y le lame
las heridas de sus manos.
Un día, el príncipe de Antioquía, que estaba de caza,
se pierde en el bosque y la cierva lo guía hasta la
cueva donde se encuentra la doncella, de la que se
enamora inmediatamente, llevándosela a su reino
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
para casarse con ella y dándole las gracias a Alá por
habérsela puesto en su camino.
La doncella no es, sin embargo, del agrado de la
reina, madre del príncipe, por tener las manos cortadas, y en una ausencia de éste, que tiene que marcharse a la guerra, ordena expulsarla junto su hijo
recién nacido al monte donde fue encontrada. Allí es
ayudada de nuevo por la cierva y vuelve a confiarse
a Alá, quien, una noche, le restituye sus manos en
premio a su fe.
Entretanto, el príncipe ha regresado de su viaje y la
madre le explica que la doncella se ha marchado,
pero éste, sospechando la verdad, se va al bosque a
buscarla, donde es guiado nuevamente por la cierva.
Finalmente encuentra a Arcayona y regresa con ella
y su hijo a la ciudad, mandando encerrar a su madre
en un alcázar, viviendo todos felices en la fe musulmana hasta el final de sus días. El príncipe decide
luchar contra el padre de la doncella y consigue vencerle.
Las diferencias y semejanzas más importantes entre este texto
y las otras dos variantes serían:
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
A) También contiene la profesión de fe completa, como
el texto árabe.
B) Vuelve a aparecer la cierva (aquí a veces, por error,
una cabra).
C) Es la propia madre del príncipe la que, disgustada
con su nuera porque tiene las manos cortadas, la expulsa, como en algunas versones del cuento popular.
D) La expulsión es al bosque, como en la versión morisca más larga.
E) La madre es castigada, siendo encerrada en un alcázar.
F) También aquí, como en el texto árabe, el príncipe se
enfrenta al padre de la doncella, pero no para convencerle de las excelencias de la fe musulmana, sino para
derrotarle militarmente.
G) Tampoco concluye, como sucedía en el texto árabe,
con la fundación de una ciudad santa.
De esta forma, las diferencias entre las dos versiones moriscas
de la leyenda nos permiten confirmar que ambas constituyen
dos tradiciones textuales distintas que podrían haberse originado en el texto árabe, quedando clara por lo menos la relaÍNDICE
269
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
ción textual de la versión breve con el texto árabe, e incluso
con el cuento popular.
Por otra parte, las semejanzas entre la leyenda morsica en sus
dos variantes y la versión árabe descrita por V. Chauvin nos
induce a plantearnos la hipótesis de que el texto morisco haya
podido ser una traducción o, más bien, a causa de las diferencias, una adaptación de ésta. Desgraciadamente, no hemos
podido acceder todavía al texto árabe que la contiene, pues el
editor del ms. tunecino en el que se encuentra (nota 361), el
arabista alemán del siglo pasado M. Habicht, llevó a cabo una
edición del mismo en la que se abstiene de publicar el relato
de «La paloma de oro» porque no pertenecería, según éste, a
dicha colección de cuentos. Así, dice este investigador en el
prólogo a su edición de este manuscrito tunecino de Las mil y
una noches:
«El tercer tomo, que contiene los viajes de Sinbad, y que
en el ms. de Hammer de Viena abarca las noches 536 a
565, lo tengo por partida doble, una vez en un ms. egipcio, el cual difiere totalmente del texto editado por H.
Langles; y, luego, en otro ms. que, siendo idéntico a la
edición mencionada, contiene al final «La historia de
la paloma de oro y la hija del rey», que, sin embargo,
no pertenece a las Mil y una noches...» (nota 362).
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270
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
Este aspecto, que explicaría el hecho de que esta historia no se
recoja en ninguna de las ediciones y traducciones de la famosa colección de cuentos, es el principal obstáculo con el que
nos encontramos a la hora de intentar explicar el posible origen y proceso de transmisión de un cuento que, en la forma en
la que lo encontramos en las dos versiones moriscas, no se
encuentra recogido en ningún otro lugar, salvo en la versión de
Chauvin, no editada, como sabemos.
Una segunda pista importante para intentar localizar el origen
de este relato en su forma «original», con la inclusión del elemento religioso como originador de un conflicto y la aparición
de una paloma/enviado de Dios (=ángel Gabriel) nos lo da S.
Thompson en su Motif-Index of Folk-Literature, donde, bajo el
número F855.3.3, recoge un motivo folclórico llamado golden
dove, 'paloma de oro'. Desgraciadamente, no describe el relato y únicamente apunta el supuesto origen judío de la narración, puesto que se remite a Neuman, es decir, el gran investigador sobre la cuentística judía Dov Noy (más conocido por su
nombre occidental, Abraham Neuman), y su obra Motif Index
to Jewish Folk Literature (nota 363). En una tipología de cuentos orales judeo-orientales sólo hemos encontrado el tipo
correspondiente al 706 de A. Aarne que se corresponde con el
relato popular de la doncella sin manos, enmarcado en el tipo
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
superior de la mujer perseguida, pero donde no aparece referencia alguna a la paloma de oro (nota 364).
A la espera de poder conseguir la versión árabe de Chauvin o
el texto judío, y a falta de otras versiones árabes, creemos que
la historia podría ser de origen hebreo y se islamizó en algún
momento, dando lugar a la versión recogida por Chauvin, que
puede ser muy antigua y haber sido el origen del cuento popular. La versión morisca podría haber sido redactada en alAndalus en época mudéjar, o incluso antes, con la intención de
propagar el Islam, alcanzando después en época morisca y
dentro del corpus de la literatura aljamiado-morisca el valor
didáctico-ejemplar, semipolémico y de defensa frente al cristianismo que ya hemos descrito anteriormente.
La hipótesis más inverosímil, por el propio comportamiento de
los cuentos que componen la colección de las Mil y una
noches y otros relatos árabes independientes, que se originan
en el mundo medieval y no en la época de los siglos de Oro,
es que la leyenda fuese una producción original morisca –una
de las pocas, por cierto–, que habría pasado tardíamente a circular por la Península y de ahí a alguna recopilación de los
relatos recogidos más tarde en Las mil y una noches, pero que,
al no pertenecer a esta obra, nunca ha sido editado como parte
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272
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
de ella, costituyendo el cuento popular el origen de dicha
leyenda.
2) Las versiones del cuento popular de «La doncella sin
manos»
Aportamos aquí en primer lugar un resumen del contenido de
este relato a partir de su versión más antigua, la llamada
Manekine, como también es conocido folclóricamente, obra
en verso del año 1270 escrita por Philippe de Remi, editada
por H. Suchier (nota 365), y que se puede resumir de la
siguiente manera:
Un rey de Hungría promete a su mujer moribunda
que no se casará sino con mujer tan bella como ella.
Presionado por sus barones para que se vuelva a
casar, él rechaza la propuesta alegando esta promesa.
Sus barones buscan a una mujer tan hermosa como
su mujer y sólo encuentran a Joïe, la hija de ambos,
tan bella como su madre, y le proponen casarse con
ella. El rey, inicialmente, rechaza esta idea, para ir
aceptándola poco a poco y llegando a pedir incluso el
permiso del clero.
La hija, horrorizada ante la idea de tener que casarse con su padre, se corta el puño y lo echa al río Yse.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
El rey ordena entonces que la quemen viva, pero sus
servidores se apiadan y la dejan sola en una barco. Al
noveno día llega hasta las costas de Escocia y es recogida por el rey de estas tierras, que se casa con ella a
pesar de la oposición de su madre.
Después de la boda el rey tiene que irse a un torneo
invitado por el rey de Francia. La reina, que es llamada Manekine por la falta de una mano, pare un
niño, lo que comunica por carta a su marido. La
madre intercepta la misiva y le comunica al rey que
su mujer ha parido un monstruo. La respuesta de
éste, cuidar a pesar de todo de Manekine hasta su
vuelta, es asimismo interceptada y alterada en su
contenido por la madre, siendo la supuesta respuesta
del rey la orden de quemar viva a su mujer y a su
hijo.
Los que deben ejecutar esta acción también se compadecen de ella y la dejan en el barco que la llevó
hasta allí y donde fue encontrada. De esta manera
llega hasta Italia, donde la recoge un senador.
El rey vuelve de su viaje y, tras enterarse de lo sucedido y castigar a su madre, encuentra a la doncellla
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
en Roma 7 años después. También el padre de la doncella, lleno de remordimientos, la busca y es perdonado por el Papa.
Un milagro final en una fuente le devuelve el puño
(nota 366) y el ruego del Santo Padre permite que
éste le sea restituido en el brazo mutilado.
Existen otras muchas variantes de este cuento, en donde las
divergencias más importantes con respecto a la versión morisca aquí editada, muchas de las cuales ya veíamos en la
Manekine, serían las siguientes:
a) En algunas versiones, es la propia hija la que se corta
a sí misma las manos, ya sea por ver en la belleza de
éstas la causa del enamoramiento de su padre (nota 367),
o porque éste se las había acariciado.
b) Por lo que se refiere a la primera expulsión, en algunos casos la hija se marcha voluntariamente del palacio
de su padre horrorizada ante sus pretensiones, y muchas
veces al bosque (nota 368) o al desierto en vez de ser
embarcada.
c) En cuanto a la segunda expulsión, son los celos de las
mujeres del entorno del príncipe, o bien el hecho de que
la doncella no tenga manos, lo que provoca el rechazo de
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
la madre del príncipe y lo que origina el engaño de las
cartas. Tanto el motivo de la mala suegra, tan presente
en nuestro romancero, como el engaño a través de las
falsas misivas constituyen dos importantes motivos folclóricos (nota 369).
d) Dicho engaño viene a veces directamente provocado
por el nacimiento de un hijo (o dos) del príncipe y la
doncella, puesto que la madre comunica a aquél, ausente en casi todas las versiones del cuento a causa de la
guerra o por verse obligado a realizar un largo viaje, que
su mujer ha parido un hijo ilegítimo o un monstruo (en
algunas tradiciones se trata de un perro, gato, o incluso
dos), lo que también es un motivo folclórico (nota 370).
En el texto morisco se añadía a ello el motivo de la
«falsa» religión que hace que la doncella sea además
acusada de hechicera siendo las otras mujeres del príncipe las que escriben una carta a la madre del rey para
que sea ella misma quien la expulse de palacio con el
desconocimiento del príncipe, su esposo.
e) La contestación en el cuento a la falsa carta, proteger
a pesar de todo a su mujer y a su hijo hasta su llegada,
es interceptada por la madre y falseada, ordenándose en
ella la segunda expulsión de la doncella.
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
f) El elemento religioso que vimos que no aparecía
como motivación principal de las dos expulsiones en el
cuento popular lo encontramos aquí también en el carácter de mártir de la joven y en el milagro de la restitución
de las manos amputadas pero tamizado por el punto de
vista cristiano llevado a cabo por la Virgen María, como
hacía Alá en el relato morisco. Por lo demás, existen
otras pequeñas variantes en las que no vamos a entrar
aquí ahora y comentaremos más tarde.
***
Enuneramos a continuación las variantes conocidas del cuento de la doncella sin manos a las que hemos podido acceder
agrupadas según el país donde fueron escritas:
A) INGLESAS
a) La historia inglesa de Emaré, conocida por H. Suchier en
una versión manuscrita del siglo XV, pero que, por los nombres franceses que aparecen, debe de ser, según éste, originaria del siglo XIII, cuando los franceses eran populares en
Inglaterra (nota 371).
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Recoge la misma historia que en la Manekine, pero la protagonista es hija del emperador Artyus, llega a ser la esposa del
rey de Gales y en su segundo viaje llega a Roma.
B) ALEMANAS
a) La llamada historia de La hija del rey de Rusia (Die
Königstochter von Reussen), poema alemán de finales del
siglo XII, posterior a la historia de la Manekine, y del que existe una versión en prosa, según H. Suchier (nota 372). Fue
incluido por el escritor J. Enikel en su Weltbuch (siglo XIII) y
se puede resumir así:
El rey de Rusia busca una mujer parecida a su hija
(prosa: madre) para casarse y, finalmente, decide casarse con ésta, para lo que obtiene la dispensa papal.
La doncella se corta el pelo y se desfigura (prosa: para
parecer un ladrón), coge su ropa nupcial y se embarca.
Tras 6 meses vagando (prosa: un año) llega a Grecia,
donde se casa con el rey. Éste se va a la guerra y su
madre le escribe un día comunicándole que su mujer ha
tenido un diablo en vez de un niño, a lo que el rey responde que sea expulsada en un barco. En el barco llega
a la desembocadura del río Tíber, donde es recogida por
un viejo.
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
El rey, una vez de regreso y aclarado el engaño, castiga
a su madre y se va a Roma a expiar sus culpas.
En la obra en prosa de Enikel, es el mayordomo el que hace el
papel de la madre del rey y el niño se llama Constantino.
b) La historia de Mai y Beaflor, de la que existen versiones en
prosa y en verso. Según H. Suchier, esta historia, del siglo
XIII, narra la vida de la paciente Helena, la emperatriz de
Roma, relato que veremos más tarde en su versión más simple
y antigua, y, en su opinión, debió llevarse desde Grecia a
Francia a través de Italia en el tiempo de las cruzadas, marco
histórico en el que, por lo que llevamos visto hasta ahora, parecen haberse desarrollado muchas de las variantes de este relato, aprovechando el motivo, también folclórico, de la ausencia
del marido, que se fundamenta casi siempre en la marcha de
éste a la guerra contra la amenaza del imperio árabe, el enemigo religioso de la Cristiandad. Ésta en concreto, escrita en
verso, se desarrolla en Alemania en el siglo XIII, y existen de
ella muchas versiones en el ámbito germánico.
Así, la historia que nos ocupa, que incluye también el elemento definidor de la historia-tipo de Genoveva, el de la falsa acusación de adulterio, relata la siguiente historia (nota 373):
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Telión, un poderoso rey de Roma se enamora, tras la
muerte de su mujer, de su bella hija Beaflor. Ésta huye
con su cuidador, Roboel, y su mujer, Benigna, en un
barco, a bordo del cual llegan a un país regido por el
joven Mai, que los acoge en su palacio, no atreviéndose
ella a nombrar a su padre y las causas de su huida.
Mai se enamora de Beaflor y se casa con ella a pesar de
la oposición de la madre, quien, despechada, se va a
vivir al castillo de Klaremunt. Antes de haber pasado un
año Mai es llamado por el rey de España para la lucha
contra los moros, quedando Beaflor al cuidado de los
consejeros Cornelius y Elfreide.
Beaflor da a luz un niño, y la madre de Mai cambia la
carta que le es enviada a éste para comunicarle el nacimiento por otra en la que se le dice que Beaflor le ha
sido infiel y que el niño que ha parido no es suyo.
También la carta que contesta Mai ordenando protegerlos a ambos hasta su vuelta es falseada por otra en la que
se ordena su muerte, decidiéndose finalmente embarcarlos en el barco en el que ella había llegado hasta allí.
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
El pueblo, ante esta injusticia, exige la vuelta de Mai,
quien, al saber lo sucedido, mata a su madre e intenta
suicidarse, lo que impide el obispo.
El barco de Beaflor es protegido y guiado por Dios hacia
Roma, encontrándose en el camino a Roboel y Benigna,
a cuya casa se van. El niño es bautizado.
Pasan siete años y el niño se ha convertido en un hermoso joven instruido en todas las artes llamado Lois.
Entretanto, el rey Mai, que no ha podido olvidarlos, se
va a Roma, y un mensajero suyo encuentra a los criados
de Benigna, que preparan la sorpresa del encuentro inesperado de ambos cónyuges.
c) Un cuento de Büheler publicado en 1401 en Alemania con
el título de La fille du roi de France o Das Königstochter von
Frankreich, como describe H. Suchier (nota 374). Es el primero que relaciona la Guerra de los Cien Años entre Francia e
Inglaterra con esta tradición cuentística, como sucede en la
única versión castellana, la del Victorial.
En ella el comienzo es como en la Manekine, con embajada
del Papa incluida, pero, tras la primera expulsión, la doncella
llega a Inglaterra, donde es recogida por el mariscal del rey en
Londres, que termina enamorándose y casándose con ella.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Tras la boda el rey debe ausentarse para hacer la guerra contra
los escoceses y, por el conocido engaño de las cartas falseadas,
se la hace creer que, en su ausencia, su mujer ha parido dos
terneros. Es expulsada en bote por segunda vez y es nuevamente en Roma donde la confesión del padre da lugar a la
reconciliación (nota 375).
C) FRANCESAS
a) La Manekine, ya descrita arriba puesto que la hemos tomado como modelo.
b) La historia de La bella Helena de Constantinopla, versión
alemana del siglo XIII que H. Suchier cree anterior a la
Manekine y, por tanto, el relato original (nota 376). Se relata
en ella la siguiente historia:
Antonio, el emperador de Constantinopla se enamora de
su hija Helena y obtiene del Papa su autorización para
casarse con ella. Ella huye en un barco y llega a Flandes,
donde ingresa en un convento, pero termina huyendo
también de allí a causa del rey pagano. De esta forma,
llega a Inglaterra, donde conoce al rey, que se casa con
ella en contra de la voluntad de su madre.
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
Así, el rey de los sarracenos acosa Roma y el Papa pide
socorro al rey de Inglaterra, quien, después de dejar un
regente en su reino, acude en su auxilio. En su ausencia
Helena tiene dos hijos y la reina, interceptando la carta
de ésta, le comunica a su hijo que ha parido dos perros.
El rey responde que los cuide a todos hasta su regreso y
la madre, interceptando y alterando de nuevo la carta,
manda quemar a Helena y sus hijos.
Helena, para hacer constar su inocencia, se hace cortar
la mano derecha, en donde está su anillo nupcial, para
mostrárselo al rey a su vuelta. El regente, quien debía
dar muerte a Helena y sus hijos, tras cortarle previamente su mano, quema a su sobrina en su lugar, junto a dos
figuras de paja. Después conduce a Helena al puerto con
sus hijos, ata al cuello del más joven la mano de su
madre, y los embarca a la deriva.
El rey de Inglaterra vuelve, todo se esclarece y, tras
ordenar decapitar a su madre, sale en busca de su familia, lo que conduce a diversas aventuras.
Entretanto, el barco con Helena llega a los bosques de
Bretaña, donde los dos niños son criados por un león y
un lobo. Helena consigue escapar a los intentos conjunÍNDICE
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
tos de su marido y su padre por encontrarla, pero, finalmente, todos se reunen en la ciudad de Tours. Los hijos
son bautizados y el hijo mayor consigue, con su oración,
que le sea restituida milagrosamente la mano amputada
de su madre.
Todo se basa en sucesos históricos vividos por Francia e
Inglaterra (nota 377).
c) La Historia de la condesa de Anjou, versión francesa escrita, según H. Suchier (nota 378), por Jehan Maillart en 1316, en
donde no aparece en motivo de las manos cortadas pero sí el
del incesto. De forma resumida esta narración relata la
siguiente historia:
La hija del conde de Anjou, acosada por su padre, que
está enamorado de ella, huye a Orleans y luego a Lorris,
donde se dedica a hacer labores en oro y seda. Allí la
encuentra el conde de Bourges, que se casa con ella.
Durante la ausencia del conde la tía efectúa un cambio
de cartas y manda matarla, pero los ejecutores la dejan
escapar con su hijo y llegan a Orleans, donde el marido
finalmente la encuentra. Ella descubre el secreto de su
nacimiento a su tío, quien le comunica la muerte de su
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
hermano, es decir, el padre de la doncella, con lo que su
marido se queda con la herencia de éste.
D) CATALANAS
a) La Historia maravillosa de la hija del rey de Hungría, versión abreviada que se encuentra en un catálogo de pliegos de
cordel y cuyo epígrafe dice que «fue escrita por Abelimart,
quien la compuso para recreo y solaz de las gentes sobre una
breve referencia a un códice provenzal que dicen fue hallado
entre papeles curiosos pertenecientes al famoso monasterio de
San Cucufate del Vallés» (nota 379). El contenido del cuento
es el siguiente:
El rey de Hungría, Clotaldo, queda viudo habiéndole
prometido a su esposa, mujer de gran belleza, en el lecho
de muerte, no volver a casarse más que con mujer que la
iguale o supere a ella en hermosura. Su propia hija
Adelmira se convierte, así, en la mujer más hermosa del
reino. Clotaldo observa este hecho, se enamora de ella y
acaba concluyendo que sólo puede volver a casarse con
su propia hija. Para poder llevar a cabo su deseo, el rey
llega incluso a conseguir un permiso papal, pero la
muchacha lo rechaza y, sabiendo que sus bellas manos
son la causa del enamoramiento de su padre, se las corta.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Ante este hecho el rey ordena abandonarla en una lancha
en medio del mar, llegando al poco tiempo a las costas
francesas, donde el conde de Provenza se enamora de
ella y manda caballeros a pedir su mano al rey Clotaldo.
Tras una serie de vicisitudes de los caballeros en la corte
del rey Clotaldo, el conde y la doncella se casan, tienen
un hijo y el conde se va a la guerra por orden del rey de
Francia. En su ausencia la madre del conde se venga por
un matrimonio al que ella se oponía por no tener manos
la doncella y ordena echarla en una lancha de nuevo al
mar, esta vez con su hijo.
Mientras, el rey Clotaldo y el conde se encuentran en las
cruzadas, hablan y muere Clotaldo. Adalmira y su hijo,
por su parte, son acogidos en un convento costero de
monjas (nota 380) al que llegan en la lancha, donde la
doncella recobra sus manos por intercesión de Dios en
premio a su piedad.
En la batalla de Túnez se produce la muerte del rey de
Francia y el conde regresa a la Provenza tras finalizar la
guerra, quien, persuadido de la inocencia de su mujer,
fleta una barco para ir a buscarla. No consigue encontrarla y resuelve volver a Marsella, pero antes hace escala en la playa donde se encuentra el convento en el que
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
está recluida su mujer, y se reencuentra con ella.
Adalmira le explica el milagro de las manos y el conde
se la lleva de regreso a Marsella con el consentimiento
de las monjas, donde conoce la muerte de su madre.
Ambos parten entonces hacia Hungría para tomar posesión del reino y abdican en favor de su hijo.
Adelmira y el Conde llegaron a tener varios hijos y a su
muerte, tras una larga vida, fueron llorados por todos sus
súbditos (nota 381).
b) La Istoria de la filla de l'emperador Costantí, versión catalana contenida en un ms. del siglo XV que se encontraba en la
Biblioteca Colombina de Sevilla y fue más tarde trasladada a
la Biblioteca Nacional de París. H. Suchier, que es quien lo ha
editado y estudiado, explica que su transmisión ha debido de
ser oral por las constantes repeticiones y faltas de estilo existentes en la novela (nota 382).
En ella se cuenta la historia de la hija del emperador Costantí,
primer emperador de Roma, que llegó a casarse con el rey de
España. El comienzo de la historia es idéntico al de la
Manekine pero se diferencia de ésta en que la hija acaba accediendo a la propuesta del padre para casarse con ella pero con
la condición de no tener contacto carnal. Así, se celebran las
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La leyenda de La Doncella Carcayona
bodas y, tras un tiempo, el padre, aturdido por la belleza de su
hija, desea acceder a ella sexualmente. Ante las negativas de la
doncella a incurrir en ese pecado el rey ordena que sea llevada al desierto para ser asesinada. Se la llevan al bosque y ella
implora a Dios. Los escuderos del emperador se disculpan y
dicen cumplir órdenes. Compadecidos por los ruegos e invocaciones a Dios de la doncella, a quien también ellos acaban
invocando, aprovechan que pasa por allí una nave para embarcarla hacia España, y le comunican al emperador haberla
matado. Y así llegan a Cádiz, siendo el resto del relato muy
semejante a los que ya conocemos.
E) CASTELLANAS
a) El Victorial de Gutierre Díez de Games (nota 383), relato
caballeresco que incluye varias leyendas, entre las que se
encuentra la historia de Eleonora de Guyena, en Francia.
Esta narración coincide con la historia de la Manekine y la hija
del rey de Hungría, pero incluye el milagro de la restitución de
sus manos, que ella misma se había mandado cortar porque su
padre las había besado, por parte de la Virgen María. Es expulsada al mar con las manos ensangrentadas y la doncella invoca a Dios y a la Virgen. Ésta le responde y le restituye milagrosamente sus manos. Más tarde aparece un hermano del rey
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
de Inglaterra, que se casa con ella, yendo la doncella más tarde
a ver a su padre. Éste la rechaza por haberse casado con su
enemigo, al ser ella la hija del rey de Francia, comenzando así
la guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia.
F) ITALIANAS
a) La historia latina titulada Vita offae Primi, de finales del siglo
XII, aunque publicada en la Matthaei Paris Historia Major por
Wats (Londres, 1640), que es, por tanto, la versión del relato
más antigua que se conserva, según H. Suchier (nota 384).
Aparece recogida en una colección de relatos análogos a los
cuentos de Canterbury y cuenta la siguiente historia:
El rey Offa, rey de los ingleses, encuentra en un bosque
a una bella joven vestida como una princesa. Ésta le
cuenta que su padre, el rey de York, después de haber
intentado seducirla, la había expulsado al desierto. El
rey se la lleva a palacio y sus barones le piden que se
case con ella, lo que termina haciendo. Tienen muchos
hijos.
Muchos años después le es pedida su hija en matrimonio
y es llamado a la guerra. Tras vencer en ella escribe para
anunciarlo, pero su yerno cambia la carta y pide que la
reina y sus hijos sean expulsados al desierto y les sean
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La leyenda de La Doncella Carcayona
cortadas las manos y pies. Son llevados al bosque pero
sólo los niños son castigados. Tras ello llegan a una
ermita y la reina ruega a Dios que le devuelva a sus hijos
sus miembros cortados, produciéndose el milagro.
Finalmente, el rey Offa descubre lo ocurrido y vuelve a
encontrar en el bosque a su familia, prometiendo fundar
un monasterio y siendo considerado por todos un santo.
b) La Ystoria regis franchorum et filie, texto latino de 1370
conservado en París y que, según H. Suchier (nota 385), es el
primer relato donde la heroína es hija del rey de Francia.
En ella, ésta se casa con un conde y tiene dos hijos. El marido
se ausenta para participar en una fiesta en la corte del rey, el
padre de su mujer. La primera carta no es cambiada. La condesa llega a Mavorcio, donde un cardenal hace a uno de su
hijos rey de Inglaterra y al otro sucesor del Papa.
c) La Novella della figlia del re di Dacia, cuento popular italiano del siglo XIV recogido por H. Suchier (nota 386) de un
ms. del XV publicado por M. Wessewlofsky (Pisa, Nistri,
1866).
En esta versión, la hija del rey de la Dacia italiana se corta la
mano que le había acariciado su padre con intenciones incestuosas y la entierra. Huye con su nodriza y llega a Roma,
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
donde conoce al duque de Austria, quien se casa con ella. La
doncella recobra su mano durante la bendición de su matrimonio. Es expulsada en ausencia del marido con su hijo, y
aquél, que había salido en su busca, la encuentra en Alemania,
donde había sido contratada como nodriza por un conde. Su
hijo es llevado a Austria, pero ella lucha para que se quede a
su lado.
d) La llamada Novella Dionigia, novela X, 1 del Pecorone de
G. Fiorentino (ed. de E. Esposito, Ravena, Longo, 1974, pp.
240-151), obra de 1378 escrita al estilo del Decamerón, en la
que la hija del rey de Francia huye de su padre, como en Piel
de asno, vestida de mendigo, porque éste la quiere casar con
un viejo señor alemán. Se refugia en un convento y llega a ser
reina de Inglaterra. De sus dos hijos uno de ellos se llama
Lionetto, como en la historia de la bella Helena, y ambos llegan a la corte papal.
e) La Historia de la reina Oliva, relato italiano del siglo XV
del que existe una versión en verso y una representación teatral (nota 387), en donde Oliva, hija del emperador romano
Giuliano, es acosada por su padre, quien había prometido a su
esposa antes de morir no volverse a casar más que con mujer
bella. Éste, que había conseguido la dispensa papal para casarse con su propia hija, la mujer más hermosa del reino, le habla
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
de la belleza de sus manos, razón por la cual se las hace cortar y enviárselas a éste envueltas en un trapo. En sus peripecias
es expulsada dos veces al bosque y otras dos es metida en una
caja y echada al mar, como en La hija del rey de Rusia. Como
en la Figlia... recobra las manos antes de su matrimonio y en
la última expulsión es quemada otra mujer con su hijo en lugar
de ella. También aquí es quemada la madre del rey por traidora. El primer rey que encuentra Oliva en el bosque es el rey de
Cataluña en el poema y el de Bretaña en el drama. Son claras
las reminiscencias del relato catalán de La hija del rey de
Hungría.
f) El relato latino en prosa titulado De origine inter Gallos et
Britannos Belli Historia, escrito en Italia en 1457 por
Bartolomeo Fazio de Spezia, secretario de Alfonso I, rey de la
Nápoles española, el cual, según H. Suchier (nota 388), tuvo
que conocer las versiones italianas citadas. Es, pues, una versión tardía y tiene en común con el Pecorone el convento al
que se dirige la nuchacha huida y, como en la historia de la hija
del rey de Francia, la de bella Helena de Constantinopla y el
Victorial castellano, pretende explicar el origen de la Guerra
de los Cien Años entre Inglaterra y Francia. De la Figlia...
coge elementos que sólo están allí, como que el marido, al
marcharse, deja a su esposa al cuidado de 4 personas y que,
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
después de la segunda expulsión, se disfraza de nodriza. En
común con el relato de la reina Oliva tiene el engaño de las
cartas y el castigo a la madre.
En Francia es más conocido como Historia de la doncellita de
Inglaterra, relato en el que se cuenta cómo el rey de Inglaterra
tiene una hermosa hija de la que, al morir su esposa, se enamora. La doncella se corta las manos tras la aparición de la
Virgen y huye por recomendación de su aya, viviendo aventuras como las ya relatadas, incluida la boda con el rey de
Francia, y recuperando asimismo sus manos milagrosamente
por intercesión de la Virgen.
g) El cuento italiano titulado Novella di M. Fran. María
Molza, recogido en la edición de F. Zambrini de Tre novelle
rarisime del secolo XVI (Bologna, 1968) y muy parecido a la
Manekine. En el relato, la mujer del rey de Bretaña, moribunda, le hace prometer a su marido, sin hijos varones, no casarse de nuevo sino con mujer más bella que ella, condición que
únicamente reúne su propia hija. Ésta huye de su padre, que se
ha enamorado de ella, y llega a un monasterio, donde la toma
por mujer el príncipe de Francia. La joven vuelve a huir de su
suegra, que pretende matarla, y llega a Roma, donde finalmente la encuentra su marido, con el que regresa a Francia.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
h) La historia de La Penta Manomozza, relato popular en dialecto napolitano que constituye la novela 22 del Pentamerone
(h. 1637) del escritor italiano Basile (nota 389) y resulta ser
una versión popular de la historia de la reina Oliva. En ella, la
moza Penta se hace cortar las manos para enviárselas a su hermano, que está enamorado de ella (nota 390), y es echada al
mar dentro de una caja, donde la encuentra un pescador, que
se casa con ella. Su mujer, celosa, la vuelve a echar al mar, y,
en el viaje tiene un hijo, volviendo a ser perseguida por ello.
Esta segunda vez Penta se va por tierra y llega a casa de un
hechicero, que le devuelve las manos. Sus hijos se presentan a
su padre y a su tío, a los que al finalmente Penta encuentra.
R. Beltrán, por su parte, autor del citado trabajo sobre este
cuento popular, el más reciente y que incluye una enumeración
de las versiones conocidas, recoge las siguientes versiones del
cuento de «La doncella sin manos»:
a) Inglesas: Emaré, como la más conocida de todas y derivada de la llamada saga de Constance, relato que más tarde recogemos como parte del ciclo de la mujer perseguida (nota 391).
b) Alemanas: Mai y Beaflor
Königstochter von Reusen
Königstochter von Frankreich
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
c) Francesas: Manekine
Contesse d'Anjou
Bella Helena de Constantinopla
Columpnarium (nota 392)
De Alixandre, Roy de Hongrie, qui voulut
espouser sa
fille (nota 393)
d) Catalanas: La filla del rei d'Hungría
La filla del enperador Contastí
e) Castellanas: Victorial
f) Italianas:
Regis franchorum
Pecorone
Figlia del re di Dacia
Oliva
Miraculi della Gloriosa Verzena Maria
Intergallos
Penta Manomozza
Así, si comparamos nuestra enumeración con la dada por R.
Beltrán observamos que existe una coincidencia casi total, con
la excepción de las versiones francesas y las italianas. De las
primeros no conocemos directamente las dos que aparecen
citadas en último lugar y a las que hemos hecho referencia a
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
partir del citado trabajo de R. Beltrán (nota 394). Por lo que se
refiere a las versiones italianas citadas por este investigador,
sólo hemos añadido a las citadas por Beltrán la Vitta Offae
Primi, que puede ser la versión más antigua, y, en lugar del
relato de la Verzene María (nota 395), –que hemos colocado
entre las derivaciones del cuento porque no contiene ninguno
de los dos motivos principales del cuento (incesto y manos
cortadas)–, aportamos la historia de María Molza, recogida en
las Tre novelle rarissime, desconocida, al parecer, por este
investigador.
Por otro lado, los relatos se pueden dividir, como indicamos
más arriba, entre los que utilizan el argumento para explicar la
Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia y los que
no, estableciéndose la siguiente división entre los relatos:
a) Fabulatorios
Emaré
Hija rey de Rusia
Mai y Beaflor
Hija rey de Francia
Manekine
Condesa de Anjou
Hija rey de Hungría
Vita Offae Primi
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
Franchorum
Hija rey Dacia
Pecorone
Oliva
Maria Molza
Penta Manomozza
b) Historicistas
Hija rey de Francia (alemana)
Bella Helena (francesa)
Victorial (castellana)
De origine... (italiana)
De dicha división se deduce que tanto en Alemania, Francia,
España e Italia existe una versión del relato de las manos cortadas –en castellano es, además, la única– que recoge dicha
rama del cuento, es decir, que utiliza el relato para explicar o
ilustrar la Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia.
La versión francesa es la que parece ser más antigua, pudiéndose haber derivado de ella las demás, aunque algunos investigadores apuntan el origen inglés de esta rama del cuento
(nota 396), y siendo la castellana la que más hincapié hace en
el conflicto entre la doncella y su padre como originador de
dicho enfrentamiento bélico.
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Por lo que se refiere a esta rama del cuento, R. Beltrán, especula con la posibilidad de que haya sido el citado enfrentamiento el origen del relato popular, a pesar de la dificultad que
entraña sostener dicho argumento por el propio comportamiento de los relatos populares, para finalmente concluir que
debe de haber sucedido, seguramente, lo contrario, es decir, la
utilización posterior del cuento con fines historicistas
(nota 397).
Finalmente, existen otras versiones de la historia que no poseen ninguno de los motivos centrales del cuento, o sólo uno de
los dos, pero sí contienen un relato parecido, que hemos
incluido en el apartado de derivaciones del relato que veremos
más tarde. Por eso, somos de la opinión de que la novela de
Dionigia incluida en el Pecorone no debería aparecer en este
núcleo principal, sino en el de las citadas derivaciones, puesto
que en ella la huida de la joven se produce para huir de un
matrimonio con un viejo, impuesto por el padre, como también sucedía en la novela de la verzena María. En el caso de la
primera, la hemos dejado en el núcleo principal porque hemos
recurrido a ella para comparar las versiones italianas. Lo
mismo sucede con el relato de la Penta Manomozza, en el que
es el hermano de la doncella el que se enamora de ella, y que
hemos dejado asimismo en el listado central por aparecer citaÍNDICE
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
do por todos los investigadores como perteneciente a él. Pero,
en nuestra opinión, el grupo de versiones italianas debe reducirse a los relatos titulados Vita Offae Primi, Regis franchorum, Figlia del re di Dacia, Reina Oliva, Intergallos y María
Molza.
***
Antes de enumerar la versiones que hemos llamado «derivaciones» hemos considerado conveniente hacer mención primero de otras variantes que sí contienen el motivo central de
las manos cortadas pero que no hemos incluido en este núcleo
principal por no corresponderse en su argumento principal con
el cuento de la doncella de las manos cortadas. De ellas, sin
embargo, realizamos un comentario aparte por ser versiones
en las que el elemento religioso juega un papel fundamental en
el relato. Son las siguientes:
A) ALEMANAS
El cuento recogido por los hermanos Grimm titulado
«Mädchen ohne Hände» ('La niña sin manos') (nota 398), al
que, en las conocidas anotaciones a la obra de los Grimm
(nota 399), le es atribuido como fuente el relato árabe llamado
«Sobre las excelencias de la limosna», contenido en Las mil y
una noches, aunque no coincidan apenas en el contenido, sólo
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
en el motivo de las manos cortadas, como veremos enseguida. El contenido de la historia es el siguiente:
Un molinero le vende al diablo a cambio de bienes lo
que tiene tras su granero sin saber que allí se encontraba
su hija, lo que le advierte su mujer. Cuando el diablo va
a buscarla tres años después, ella consigue escapar de él
con una artimaña que le cuesta ambas manos.
Un día, decide irse de casa de su padre y vivir de la
limosna con las manos atadas a la espalda, y así llega un
día a la casa del rey, donde se esconde alimentándose de
las manzanas que caen de un árbol del jardín, hasta que
la descubren y la mandan desterrar. Sin embargo, el hijo
del rey le sugiere a su padre que la joven podría cuidar
de las gallinas y se queda en palacio. El hijo del rey se
enamora de ella y se casan, reinando ambos al cabo del
tiempo tras la muerte del rey. Aquí el relato coincide con
el anterior en el conocido engaño de las cartas, escribiendo el diablo en la primera que la reina ha parido una
piel, y pidiendo ésta, tras ser expulsada al bosque, que se
le ate el niño a su espalda junto a sus manos.
Por la tarde llegan a una fuente y encuentran a un hombre que le sostiene al niño mientras le da de beber. El
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
hombre le dice a la muchacha que roce los muñones de
sus manos cortadas en un árbol cercano, y, al hacerlo, le
crecen de nuevo. Luego el hombre le indica la casa
donde vive, a donde no entra nadie que no invoque a
Dios tres veces.
Entretanto había vuelto su esposo, que, al enterarse de lo
ocurrido se va con un sirviente al bosque donde vive la
reina. El criado la reconoce al verla asomada a la ventana de la casa del hombre que la había ayudado, pero no
cree que sea ella por poseer de nuevo sus manos, y no
consigue entrar a la casa por no haber invocado a Dios
tres veces.
El rey sí lo hace, entra, e inmediatamente la reconoce. Se
van juntos y, nada más salir de la casa, ésta desaparece
tras ellos (nota 400).
B) FRANCESAS
La Historia de Constance, escrita entre 1334 y 1347 por N.
Trivet también en Francia, como explica H. Suchier
(nota 401), y ambientada en Bizancio. Esta versión se puede
resumir así:
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Constance es la hija del emperador Constantin, que se
casa con el Sultán. Éste se bautiza por complacerla y la
madre, indignada, hace asesinar a todos los cristianos de
la corte y expulsar a Constance con su dote en un barco.
Tras 3 años y 8 meses llega a Noël, en Nortrumbia,
donde es recogida por un condestable del rey.
El rey Alle se hace convertir y se casa con ella y cuando
éste está ausente combatiendo a los escoceses,
Constance pare un niño, Mauricio. La reina opera un
cambio de cartas y la joven es expulsada de palacio en
un barco con su hijo de 10 semanas.
Después de cinco años llega a Roma. Allí vive durante
12 años en casa de un senador, donde vuelve a encontrarla el rey, su marido (y también, el emperador, su
padre).
Ambos se encuentran enterrados en la Iglesia de SaintPierre.
C) CASTELLANAS
a) El cuento de La niña sin brazos, recogida en una colección
alemana de cuentos españoles con el título de Das Mädchen
ohne Hände (nota 402), que cuenta el siguiente relato:
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I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
Un hombre y una mujer pobres venden el hijo que esperan al diablo a cambio de comida. Nace una hermosa
niña que se santigua constantemente y bendice a la
Virgen María. El diablo ordena a la madre cortarle a su
hija la mano derecha, luego el brazo entero y después el
izquierdo ante la insistencia de la niña en santiguarse, lo
que la niña sigue haciendo con los muñones invocando
siempre a la Virgen. Por eso, el diablo ordena encerrarla
en una habitación hasta que sea mayor y, entonces, recogerla y llevársela consigo. Tras conseguir escapar de él
con un engaño y la ayuda de la Virgen María, que acude
a ella por las llamadas de un perro del «diablo
(nota 403), es encontrada en una zarza por un príncipe
que volvía de caza, quien se enamora de ella y se la lleva
a palacio, donde la cuida y acaba casándose con ella
pese a la oposición de su madre, que no la encontraba
digna de su hijo por no tener brazos. Cuando se va a la
guerra dejando a su mujer encinta se produce el engaño
de las cartas falseadas, en este caso a manos del diablo,
que comunica al príncipe que la princesa ha tenido dos
perros. La respuesta de protegerlos hasta su vuelta es
asimismo alterada con la orden de matarlos, orden ante
la que la joven decide huir y pide a su suegra que envuelÍNDICE
303
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
va a sus hijos en dos sacos para poderlos llevar sobre los
hombros. Cuando ya llevaban un trecho andado y los
niños lloraban de sed sin que su madre pudiera saciarla
por no poseer agua ni manos con que dársela, se encuentran a Jesús y la Virgen María, y ésta hace salir agua de
entre dos rocas. Cuando la joven se agacha para que los
niños puedan beber éstos se salen de sus sacos y en ese
momento la doncella recupera sus manos para poder
cogerlos antes de caer. En ese momento comienza una
tormenta provocada por el diablo, pero Jesús y la Virgen
le dicen a la joven que no se preocupe y siga caminando, que no les sucederá nada, con lo que llegaron a una
casa donde se encontraban el rey y su tropa, que avisa
rápidamente a éste. Los niños reconocen a su padre y
aunque el rey dice que aquélla no puede ser su mujer
porque tiene brazos, ella se identifica como tal, con lo
que ambos se abrazan emocionados, volviendo al día
siguiente juntos a su castillo.
b) El cuento popular español de La niña sin brazos (nota 404),
relacionado en muchos aspectos con el de la limosna árabe, en
donde se narra el siguiente relato:
La hija de un molinero caritativo que regalaba harina a
los pobres es, a causa de ello, amenazada por su padre
ÍNDICE
304
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
con la muerte. Finalmente es castigada siendo atada a un
árbol, cortándosele los brazos y sacándole los ojos. Un
rey que pasaba por allí de caza la encuentra, se la lleva a
palacio y se casa con ella a pesar de la oposición de su
madre, que la rechaza porque no tenía brazos. El rey se
va un día a la guerra y nacen dos hijos, niño y niña, con
una estrella en la frente. La madre escribe a su hijo
diciéndole que ha tenido un perro y un gato y él dice que
irá a matar a su mujer. La reina lo oye y huye con los
niños. Llega a un arroyo, donde se le aparece la Virgen,
que le dice que se moje allí los muñones. Al hacerlo le
crecen las manos y, al lavarse la cara con ellas recupera
la vista. Después se dedica a ayudar a los pobres protegida por la Virgen. El rey va a buscarla, sus hijos le reconocen milagrosamente y volvieron a vivir todos juntos
felices de nuevo.
D) ÁRABES
La versión titulada de «Historia sobre la excelencia de la
limosna y su utilidad» contenida en Las mil y una noches. Este
cuento, que ya vimos que fue publicado separado por M. Asín
en su Crestomatía del árabe literal con el título de «Las manos
cortadas», contiene el núcleo central del cuento popular de
ÍNDICE
305
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
«La doncella de las manos cortadas». El texto, a partir de la
edición de M. Asín, se puede traducir así:
Dijo un rey a las gentes de su reino: «Cortaré sus manos
a aquél que dé algo de limosna». Y vino un hombre a
una mujer y dijo: «¡Dame limosna!». Dijo ella: ¿Cómo
te voy a dar limosna si el rey cortará las manos a todo
aquél que la dé?». Dijo el hombre: «¡Por Dios, dame
limosna!». Y ella le dio de limosna dos mendrugos de
pan. Y envió el rey por ella, y le cortó las manos.
Tiempo después dijo el rey a su madre: «Muéstrame a
una mujer bella y la desposaré». Dijo ella: «He aquí ciertamente a una mujer como nunca he visto otra, pero hay
en ella un notable defecto». Dijo él: «¿Qué cosa hay en
ella?». Dijo ella: «Tiene las manos cortadas». Y envió
por ella y, cuando la vio, se admiró y dijo: «¿Quieres que
te despose?». Dijo ella: «Sí». Y se casó con ella, y cohabitó con ella, y le tuvieron envidia las concubinas. Y
salió el rey a matar a un enemigo suyo y le escribieron
las concubinas que ella era una libertina y ya había dado
a luz un niño. Y escribió el rey a su madre para que
cogiera a aquel niño, lo pusiera en el cuello de ella, la
reprendiera y la echara de casa al desierto.
ÍNDICE
306
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
Y su madre la llamó, y mandó traer al niño y que fuera
puesto en su cuello, y la echó al desierto. Y mientas
caminaban, ella, y el niño en su cuello, he aquí que pasó
por un río. Se agachó a beber y el niño se precipitó desde
su cuello, cayendo al agua y ahogándose. Y ella se sentó
a llorar. Y mientras ella estaba así, pasaron dos hombres
por delante y le dijeron: «¿Por qué lloras? Dijo ella: «Mi
hijo estaba en mi cuello y cayo al agua y se ahogó». Y le
dijeron: «¿Deseas que te lo saquemos? Dijo ella: «Sí,
por Dios». Y rogaron a Dios –honrado y ensalzado sea–,
y salió su hijo. Dijeron: «¿Deseas que te devolvamos tus
manos?». Dijo ella» «Sí». Y rogaron por ella, y sus
manos resurgieron. Y le dijeron: «¿Sabes quiénes
somos?». Dijo ella: «No». Dijeron: «Somos tus dos
mendrugos de pan, con los que diste limosna»
(nota 405).
Así, parece claro que este grupo de relatos, que incluyen el
motivo de las manos cortadas, a excepción del de Constance,
conceden una gran importancia a la religión como causante
del castigo de la doncella.
En el caso del de los hermanos Grimm y sus derivaciones,
contienen una versión del relato en parte muy distinta al cuento popular de la doncella de las manos cortadas, pero se origiÍNDICE
307
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
nan en dicho motivo. Por lo demás, se centran en la religiosidad de la doncella que, protegida por la Virgen María, se
defiende del hereje Satanás.
Por lo que se refiere al relato de Constance, es el más parecido en su argumento al cuento popular pero el origen del conflicto es una boda con un musulmán, más cercano, por tanto,
al relato morisco.
Lo mismo sucede con el cuento árabe sobre las excelencias de
la limosna, que también contiene el núcleo central del cuento
popular y el motivo de las manos cortadas, pero no el del
incesto, y el origen del castigo es una especie de rebelión religiosa como la de Carcayona, puesto que el sultán lleva a cabo
una prohibición que atenta contra uno de los pilares del Islam,
que es la limosna.
En relación con este último, tampoco puede ser casualidad el
hecho de que la niña sin brazos del cuento español, que es castigada por regalar comida a los pobres, al igual que en las versiones alemanas, muestre un fervor religioso inquebrantable,
aunque cristiano.
De esta foma, creemos que este grupo de versiones aquí
comentadas tendría más relación con la tradición formada por
los relatos moriscos y el relato árabe citado por Chauvin, sienÍNDICE
308
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
do su motivo principal el conflicto religioso como originador
de la primera expulsión, que con el cuento popular de la doncella sin manos, que formaría, con todas sus variantes, otra tradición cuentística en donde el origen de la misma era el incesto. El motivo de las manos cortadas sería común a ambas, y
podría ser de origen semítico, es decir, árabe o judío.
***
Para terminar enumeramos aquí lo que hemos llamado derivaciones del cuento popular de la doncella sin manos, pertenecientes al ámbito francés, español, italiano y árabe, que son:
A) FRANCESAS
a) La historia francesa titulada La belle sans mains, recogida
por E. Legrond en su Recuil de contes populaires grecs (París,
1881). Éste considera que se produjo una transmisión de la
historia a Grecia, proveniente de Francia, a través de Italia,
país que tanto material cuentístico popular recogió, como se
reflejan obras como el Decamerón de Boccaccio. El relato,
que, según el autor, es una versión italiana del Sur del Tirol
cuyo comienzo posee reminiscencias con el cuento de
Blancanieves, se puede resumir así:
ÍNDICE
309
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
La hija de una rey sufre los celos de su madrasta a causa
de su gran belleza (nota 406). Ésta planea su muerte y,
en ausencia del rey, ordena matarla en el desierto y llevarle como prueba sus manos. Ante ello la doncella se
encomienda a la Virgen María y, ya en el desierto, el servidor de la reina se compadece de la joven y no la mata,
pero sí le amputa las manos para llevárselas a su señora
(nota 407).
Así, un príncipe la encuentra en el bosque y se casa con
ella a pesar de la inicial oposición de su padre. Un día,
como sucede con Blancanieves, la madrastra se entera
de que su hijastra está viva y consigue localizarla provocando el engaño de las cartas que ya conocemos tras el
que es expulsada nuevamente. Asimismo se produce el
reencuentro con el príncipe, quien observa maravillado
cómo la doncella había recuperado sus manos milagrosamente por mediación de la Virgen (nota 408).
b) Un cuento francés que se encuentra incompleto titulado La
fille du marchand de Lyon, recogida por E. Cosquin (nota 409)
y en el que una muchacha que es odiada por su madre es ordenada matar por ésta. Los verdugos deben llevarle como prueba de su muerte el corazón, que éstos arrancan de un perro al
que matan tras perdonar a la joven la vida y abandonarla en un
ÍNDICE
310
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
bosque. Allí es encontrada por un conde que se casa con ella,
teniendo al poco tiempo un hijo. La madre del conde la odia y
ordena matar al hijo... Aquí se interrumpe el relato, que tiene
en su comienzo muchas semejanzas con Blancanieves.
c) La Historia del esforzado caballero Pierre de Provenza y la
hermosa Maguelona, relato de supuesto origen oriental que
aparece en Occidente por primera vez en Francia en el siglo
XV, seguramente proveniente de Italia, puesto que se la considera fuente indirecta de la patraña IX del Patrañuelo de
Timoneda (nota 410). Nosotros la hemos encontrado en un
catálogo de pliegos sueltos, lo que quiere decir que ha sido
muy popular en la Península (nota 411).
Esta narración tiene en común con el ciclo de la doncella sin
manos que los amantes se ven separados y ella se marcha
como peregrina a Roma y, de ahí, a la Provenza, donde funda
un hospital en el que finalmente la encuentra su marido tras
muchas peripecias.
La fundación del hospital para servir a la humanidad cuidando enfermos puede considerarse equivalente de la fundación o
ingreso en un convento de las historias piadosas, pero sin su
componente religioso.
ÍNDICE
311
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
d) El cuento popular europeo de Piel de asno, recogido por
Perrault (nota 412), y que cuenta la siguiente historia:
Un rey que tenía una hija muy hermosa pierde a su
mujer, de la que estaba muy enamorado. Ésta le hace
prometer no casarse sino con mujer que le supere a ella
en belleza confiando en que, así, no se casará nunca.
Tras el duelo, el rey busca mujer, y sólo encuentra más
bella que su mujer muerta a su propia hija, a quien propone matrimonio. La hija, horrorizada, es ayudada por
su hada madrina y, al final, huye de palacio disfrazada de
mendiga, llegando al castillo de un rey y siendo contratada como porquera.
Tras diversas peripecias, en las que no faltan elementos
cuentísticos tan populares como un anillo escondido en
un pastel, el hijo del rey, que la descubre vestida como
la princesa que es, se enamora de ella, termina descubriendo su identidad, y se casan. El padre va a la boda y,
arrepentido de sus intenciones, se reconcilia con su hija.
B) CASTELLANAS
a) El cuento popular de La hija del carbonero, conservado en
la tradición oral española hasta la actualidad en una típica simÍNDICE
312
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
plificación popular que elimina nombres y lugares para construir un simple cuento de aventuras, moralizante, y para niños
(nota 413). Su contenido es el siguiente:
Tres hermanas quieren casarse con el rey, el cual las
llama a palacio y se casa con la más pequeña (nota 414),
que desea darle a su marido dos hijos con una estrella en
la frente. Las otras dos hermanas se convierten en sus
doncellas. Un día, el rey debe irse a la guerra y la reina
se queda, encinta, al cuidado de éstas. La muchacha da
a luz dos niños con una estrella en la frente que las hermanas cambian por dos perros. Ella es encerrada y los
niños echados al río en una urna, donde son encontrados
por una aldeana que los cría como suyos. Los niños descubren un día que ésta no es su madre y salen a correr
aventuras. En una ocasión están a punto de encontrarse
con su padre, el rey, pero las hermanas los reconocen y
consiguen echarlos del lugar por medio de un engaño: ir
a buscar agua al lugar de Irás y no Volverás. Allí son
ayudados por un ermitaño y un águila (nota 415), la cual
consigue que el rey descubra la verdad, de forma que la
reina es liberada de su encierro, las hermanas castigadas
y ... colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
ÍNDICE
313
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
b) El cuento popular español titulado El pájaro sabio, recogido también por A. Espinosa (nota 416), donde se cuenta la
siguiente historia:
Tres hermanas modistas expresan su deseo de casarse
con el panadero, el cocinero del rey, y con el propio rey,
respectivamente, según la edad (nota 417). Éste, que las
oye hablar de esto por casualidad, se las lleva a palacio
para celebrar las bodas según su deseo, de manera que
las dos hermanas mayores quedan al servicio de la
pequeña y tienen envidia de ésta.
Así, la ya reina queda embarazada y su marido tiene que
marcharse a la guerra, en cuya ausencia da a luz un hermoso niño que las celosas hermanas truecan por un
perro. Al enterarse el rey decide inicialmente mandarla
matar, pero finalmente le es aconsejado esperar un poco.
El niño es recogido en el río por dos viejecitos que lo
crían con leche de cabra.
Cuando vuelve la reina vuelve a quedarse embarazada y
el rey se va de nuevo a la guerra, sucede un capítulo
semejante, pero siendo esta vez trocado el recién nacido,
otro niño, por un gato, y tirado también al río, donde asiÍNDICE
314
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
mismo es recogido y criado por los dos viejecitos que
encontraron al primero.
Ante todo ello el rey, indignado, la vuelve a perdonar,
regresa y vuelve a dejarla embarazada de una niña, que
será igualmente cambiada por un trozo de carne, sucediendo con ella lo mismo que con sus dos hermanos.
El rey manda emparedar a la reina y que todo el mundo
la escupa a su paso bajo pena de muerte si no lo hace.
Los viejecitos mueren y los niños quedan solos. Un día
a la niña se le aparece la Virgen María disfrazada de
mendigo y le dice que en la casa faltan el pájaro sabio,
el agua amarilla y el árbol que canta, pero no le explica
dónde puede encontrarlos. Cuando sus hermanos vuelven de cazar y ella les cuenta lo sucedido, deciden ir en
busca de las tres cosas, pero mueren por volver la cabeza ante insultos y chillidos. La hermana consigue las tres
cosas porque se resiste a la tentación de volverse ante los
insultos (nota 418) y el pájaro sabio le explica tras ello
cómo encontrar a sus hermanos, y juntos regresan a casa
con las tres cosas.
Un día, los hermanos salen de caza y encuentran al rey,
quien queda prendado de ellos y pretende llevárselos a
ÍNDICE
315
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
palacio con él. Éstos renuncian a hacerlo sin su hermana
y el pájaro les aconseja ir todos juntos a palacio al día
siguiente. Así lo hacen, pero no escupen a la mujer
emparedada, que no es otra que la reina, su propia
madre.
Tras ello invitan al rey a su casa y, por consejo del pájaro, sólo le sirven un pepino, el cual se convierte en un
collar de perlas, ante lo cual el pájaro increpa al rey
haber creído que su mujer había tenido un perro, un gato
y un monstruo de carne, comunicándole que aquellos
niños son sus hijos.
De esta forma se produce un emotivo encuentro tras el
cual el rey libera a la reina, manda ahorcar a las hermanas y todos viven felices hasta el final de sus días.
c) El cuento popular español titulado El pájaro que canta el
bien y el mal asimismo recogido por A. Espinosa (nota 419) y
que cuenta el siguiente relato:
Un capitán se casa con la menor de tres hermanas
(nota 420). Ésta queda encinta y al cuidado de éstas al
tenerse que marchar el marido a la guerra.
Las hermanas deciden emparedarla tras el alumbramiento y se quedan con los niños, un niño y una niña melliÍNDICE
316
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
zos, hasta que éstos tienen siete años, siendo entonces
expulsados y posteriormente adoptados por unos americanos que cuidan de ellos hasta que tienen 18 años.
En todo este tiempo de ausencia el rey había ido recibiendo noticias falsas de sus hijos quienes, un día, vuelven a palacio ante el horror de sus tías, las cuales intentan matarlos con mil artimañas y la ayuda de una hechicera, que les insta a buscar el pájaro que canta el bien y
el mal en el Jardín de Irás y no Volverás, pero no lo consiguen.
Cuando finalmente regresa el rey el pájaro le descubre a
éste toda la verdad, mandando quemar a la bruja y las
hermanas y viviendo feliz el resto de sus días con su
mujer y sus hijos.
d) El cuento popular español titulado El árbol de paraíso
(nota 421), donde se cuenta la siguiente historia:
Un rey deja a su encinta esposa al cuidado de su hermana al tener que marchar a la guerra. La reina da luz
gemelos, niño y niña, pero la envidiosa hermana le
comunica al rey que ha tenido dos perros. El rey manda
emparedarla y tirar los perros al río. Los niños, metidos
en un cajón, son encontrados por un molinero, quien se
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317
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
los lleva a su mujer para que sean criados junto a su hijo.
Tras volver el rey y suceder muchas peripecias, todos se
encuentran, se descubre la verdad y los malvados son
castigados, viviendo la familia feliz hasta el fin de sus
días.
e) La novela recogida en la recopilación de V. Imbriani La
novellaja fiorentina (Livorno, 1877, reimpr. en Bologna,
Forni, 1969), con el nº VI y titulada El pájaro verde (L'UccelBel-Verde), aunque seguramente es de origen español. Cuenta
la historia de una chica que es encontrada en el bosque por un
rey, quien se casa con ella. La madre, descontenta por el origen incierto de la joven, decide expulsarla aprovechando una
ausencia del rey cuando ésta está encinta, produciéndose un
desenlace semejante a los ya conocidos por otras versiones.
C) ITALIANAS
a) El cuento italiano titulado Miraculi de la gloriosa verzena
María, editado en Vizenza en 1475 y que posee, según H.
Suchier, una tradición popular oral. El comienzo contiene elementos del cuento de Blancanieves, con el que vimos que también tenía en común en algunas versiones el motivo de la parte
del cuerpo como prueba de la muerte de alguien, así como el
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318
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
de la mala madrastra (nota 422), y cuenta la siguiente historia:
El emperador de Francia y Roma, padre de una hermosa
hija, toma una segunda esposa tras la muerte de la primera quien, celosa de la belleza de la hija, la lleva al
bosque y ordena que le corten las manos.
El hijo de un duque la encuentra y se casa con ella. Éste
se ausenta para asistir a un torneo del emperador, el
padre de su mujer, y en el transcurso del mismo, un
mensajero le anuncia el nacimiento de dos niños. La
emperatriz intercepta la carta y, envidiosa, da orden de
matar a la duquesa y a sus dos hijos, que son llevados al
bosque y recogidos por un ermitaño. Allí la Virgen
María le devuelve las manos a la duquesa y el duque, al
volver, pregunta por su mujer, la busca luego en el bosque y regresa con ella a palacio. La mala madrastra
acaba siendo castigada y quemada.
D) ÁRABES
El cuento popular árabe titulado «Die Prinzessin von Beirut»
citada y desglosada en sus elementos narrativos por U. Nowak
en sus Beiträge zur Typologie des arabischen Volksmärchens
ya citado, donde, bajo el tipo narrativo 199, que se corresponÍNDICE
319
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
dería con el citado tipo 706 de A. Aarne, el de la Manekine,
recoge una historia (nota 423) en la que, tras un comienzo
como el de La cenicienta, es decir, donde un viudo con una
hija se casa por segunda vez, aparece una madrastra celosa que
acusa a la hija y, a partir de ahí, el padre castiga a la hija cortándole las manos y expulsándola al monte. La muchacha se
refugia en una cueva donde una gacela la alimenta cada día y
vela su sueño y su vigilia. Siguiéndola, una rey que se encontraba de caza, la encuentra, y se enamora de ella (nota 424),
siendo el resto del relato como todos los demás a grandes rasgos.
***
Como vemos, las derivaciones se centran en las peripecias de
una joven amenazada, principalmente, por otras mujeres envidiosas, motivo que ya aparecía en algunas versiones del grupo
central pero no como motivo principal y originador del conflicto. Todas son enmarcables en el motivo general de la mujer
perseguida, al que también pertenece el de la mujer calumniada, que vemos a continuación.
3) El motivo de la mujer virtuosa injustamente acusada
A este apartado pertenecen, como ya vimos, aquellas versiones que pertenecen al ciclo de la mujer calumniada más que
ÍNDICE
320
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
estrictamente al de «La doncella sin manos», aunque muchos
elementos de ésta aparezcan también en ellas. Este motivo
sería enmarcable en el tipo general de la mujer perseguida.
En dichas versiones, en las que, como ya hemos dicho, el origen del conflicto puede ser el adulterio o supuestos hijos//animales/monstruos, o ambos a la vez, está representada por
Genoveva de Brabante (nota 425) y el relato árabe que aparece en Las mil y una noches con el título de «Una israelita virtuosa».
En esta tradición cuentística podemos diferenciar entre dos
variantes base del mismo:
a) Aquellas versiones en las que el rey cree la acusación
y manda castigarla, lo que provoca su huida.
b) Las que contienen una engaño con cartas que conduce a la expulsión de la joven sin el conocimiento del rey.
Enumeramos aquí las versiones de este tipo narrativo a las que
hemos podido acceder, la mayoría pertenecientes al ámbito
literario español, junto a algunas sagas universales generales,
encabezada por la leyenda de Genoveva de Brabante. En realidad existen más de 150 versiones distintas de este tipo cuentístico (nota 426), pero aquí recogemos las más importantes,
ÍNDICE
321
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
que constituyen en sí sagas distintas muy entremezcladas entre
sí. Dichas versiones son las siguientes:
a) La leyenda piadosa titulada Historia de la virtuosa y
penitente Santa Genoveva, princesa de Brabante, recogida
en España en pliegos sueltos (nota 427). Narra un famoso
cuento europeo que relata la siguiente historia:
Una hermosa princesa, muy solicitada por los varones de la corte de Brabante, es pedida a su padre por
el conde Palatino. El joven conde Sigfredo pide también su mano y Genoveva se casa con él por deseo de
sus padres. Cuando el conde tiene que irse a las cruzadas deja a su mujer, encinta, al cuidado de su
mayordomo, quien injuria a Genoveva como venganza por haber sido rechazado por ésta, contándole al
conde que ésta ha tenido relaciones con un criado, el
cual sería el padre del hijo que espera. Genoveva
pare un niño y el conde, creyendo las acusaciones
sobre su mujer, ordena la muerte de ésta y su hijo,
pero los criados se compadecen de ella y la abandonan en el monte, donde sufren muchos padecimientos
[se habla del desierto por error, por contaminación con
otras versiones]. El conde, arrepentido y apenado,
decide buscar a Genoveva y, finalmente, la encuenÍNDICE
322
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
tra, conduciéndose con ella de nuevo a palacio, donde
castiga al malvado mayordomo. Genoveva enferma
de muerte y es enterrada en una ermita del monte
como una santa. El conde y su hijo renuncian a sus
bienes y se retiran a hacer penitencia en el monte.
Existe otra versión, recogida en dos romances castellanos que
es más parecida al texto morisco, pues en ella se presenta a
Genoveva desde el principio como una mujer piadosa, elegida
por Dios y destinada desde su infancia al retiro y a la soledad
(pasó su infancia rezando en el altar de una capilla que ella
misma había construido con hierbas), mostrando más inclinación a la vida piadosa que al matrimonio, como sucede con
Carcayona. Cuando el conde ordena que sean matados su
mujer y el hijo de su pecado en la sierra (en esta versión
manda matar también al criado supuestamente traidor), ordena a sus criados que le traigan como prueba de su muerte la
lengua. Los servidores, sin embargo, se compadecen de ella y
simplemente los abandonan en el monte sin matarlos, llevándole a su amo la lengua de un perro (nota 428). Por lo que se
refiere al final de la historia, en el monte Genoveva encuentra
protección frente a las fieras en una cueva al abrigo de una
fuente, donde baja un ángel a decirle que goza de la protección
de Dios, como también sucedía en la leyenda morisca de
ÍNDICE
323
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Carcayona. Vive alimentándose de hierbas, pero su debilidad
le impide amamantar al niño, por lo que Dios le envía una
cierva que críe al niño con su leche. Allí vivirá durante siete
años, hasta que el rey, su marido, tras volver y arrepentirse de
haber condenado a su mujer sin pruebas, encuentra un día,
yendo de caza por el monte, a una cierva, quien le guía hacia
donde estaba Genoveva. Vuelven juntos a palacio y el rey
manda ejecutar al mayordomo. El relato termina, como en la
otra versión, con la muerte de una Genoveva debilitada por la
vida en el monte, y el retiro del rey y su hijo a un monasterio,
gozando todos de la vida eterna en el paraíso, invocándose al
final el ejemplo de la piadosa Genoveva como ejemplo para la
Santa Romana Iglesia (nota 429).
En una tercera versión, alemana, titulada Sigfried und
Genoveva, la mujer es acusada de adulterio por un servidor, no
un mayordomo, y al final del cuento el rey manda construir en
el bosque una iglesia que se llamará, en honor a Genoveva, la
«Iglesia de las mujeres», donde tendrán lugar siempre milagros marianos.
b) El relato de la «Peregrina doctora», transmitido en pliegos sueltos (nota 430) y protagonizado por un general del rey
Don Pedro de Portugal. Éste está casado con una hermosísima
mujer de la que se enamora su hermano, quien la acusa injusÍNDICE
324
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
tamente de adulterio. Al final se hace hincapié en que la Virgen
salvó a la protagonista por su gran devoción religiosa. Una
adaptación del mismo es la base de la obra de W. Shakespeare
Much ado about nothing (Mucho ruido y pocas nueces).
c) La cantiga 15 de Alfonso X el Sabio titulada «De cómo
Santa María ayudó a la emperatriz de Roma a sufrir las
grandes cuitas por las que pasó», una de las narraciones más
difundidas de la Edad Media pertenecientes al ciclo de
Crescentia, Florencia y Hildegarda, situada en las cruzadas y
en las que se acusa injustamente de adulterio a la protagonista, mujer de rey/emperador, la cual, acosada por su cuñado
(nota 431), debe huir y vivir mil vicisitudes hasta que se
demuestra su inocencia. En todas destaca el carácter piadoso
de la reina y su religiosidad, que se demuestra por sus constantes invocaciones a la Virgen María, que es la que finalmente la salva (nota 432).
d) La «Historia de Don Claudio y Doña Margarita», un
cuento transmitido en pliegos sueltos, en la que es el mayordomo de un grande de Francia quien acosa a su señora hasta
que se vuelve a restituir el orden inicial (nota 433). Lope de
Vega hace del mismo una adaptación teatral en la obra Urson
y Valentín, hijos del rey de Francia (nota 434).
ÍNDICE
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
e) La «Historia del emperador Carlos Maynes de Roma y
de la buena emperatriz Sevilla, su mujer», versión francesa
de la segunda mitad del siglo XIV que, según J. Amador de los
Ríos, el único que edita el relato en español, se enmarca, como
los llamados Votos del Pavón, en un tercer género de narraciones caballerescas de los ciclos troyano y carolingio. En él se
reúnen leyendas piadosas de los primeros tiempos del cristianismo como las vidas de santos (nota 435), y en las que es un
enano el causante de todos los males de la buena emperatriz.
f) El relato de los Votos del Pavón, que se considera continuación de la historia de Alejandro y contiene una parte interesante de la trama romancesca de la vida de Carlomagno. Se
refiere a la infancia y juventud del afortunado hijo de Berta,
mujer también perseguida, y constituyendo la segunda serie de
la base principal del ciclo carolingio, también conocida como
la Historia de Maynete (nota 436).
g) La «Historia del emperador Ottas y la infanta
Florencia», también recogida por A. de los Ríos (nota 437),
muy parecido al de la emperatriz de Roma, con el mismo final
pero muchas más aventuras.
h) La patraña 21 del Patrañuelo de Juan Timoneda, que
también está narratológicamente relacionada, con variantes en
ÍNDICE
326
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
aspectos como los nombres de los personajes, con la Historia
de la emperatriz de Roma, y cuya fuente, según el propio
autor, parece ser el relato anterior (nota 438).
i) El romance de «La inocente acusada» en donde un rey se
enamora de una aldeana. Ésta es ordenada matar por deseo de
la reina, que está celosa, y la hija de la aldeana le envía al rey
la cabeza de su madre, tras lo cual el rey hace matar a la reina.
j) El cuento italiano titulado Storia d'unna donna tentata
dal cognato, scampata da pericoli, ritornale in grazia per sua
castità e divozione, incluido en la obra de Alexandro d'Ancona
Novelle d'incerti autori del secolo XIV (Bologna, 1968) como
novella II y en donde una mujer es injustamente acusada de
adulterio.
k) La Historia del Kaiser Octavio recogida en la Gesta romanorum (nota 439) en la que una mujer es injustamente acusada de adulterio.
l) La historia alemana de Hildegard, en donde una mujer es
tentada por su cuñado (el hermano de su marido, el emperador
Karl) e injustamente acusada por éste de adulterio con un criado, por lo que es condenada a ser matada en el bosque, debiendo los verdugos cortarle los ojos. Finalmente la perdonan, es
ÍNDICE
327
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
ayudada por un perro en premio a su religiosidad y finalmente todo se resuelve a su favor.
m) El cuento alemán titulado Die Königin von Frankreich
und der ungetreue Marschall, en donde una mujer es injustamente acusada de adulterio por el servidor de su marido.
n) El cuento popular alemán de Crescentia, origen de la
saga general, en donde una mujer es tentada por su cuñado e
injustamente acusada de adulterio, llevándola finalmente sus
peripecias hacia una vida piadosa.
ñ) El relato contenido en las Mil y una noches titulado
«Una israelita virtuosa» (nota 440), en donde la virtuosa
mujer también es acosada por su cuñado, como la emperatriz
de Roma, y donde el final es piadoso, dedicándose todos los
implicados al servicio de Dios.
b) Relación textual entre las versiones del cuento y las
moriscas
1) Motivos cuentísticos constituyentes del relato morisco
(versión larga)
Incluimos aquí una relación detallada de cada uno de los
motivos o elementos actanciales que componen el relato
morisco acompañados, en una columna al lado, de las versioÍNDICE
328
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
nes del cuento popular de la doncella sin manos que los contienen, para poder así comparar todas las versiones y establecer una hipotética relación de tipo muy general entre ellas (los
títulos aparecerán en cursiva). Incluimos asimismo en dicha
lista en columna los relatos que nos merecieron una consideración especial por contener el motivo religioso como originador del castigo a la doncella protagonista (en cursiva negrilla), las derivaciones del cuento (en VERSALITAS), así como, de
entre los relatos pertenecientes al tipo cuentístico de la mujer
inocentemente acusada, la leyenda de Genoveva en sus dos
versiones (en CURSIVA VERSALITAS).
No incluimos las versiones italianas, a excepción de la Vita
Offae Primi, por parecernos que constituyen, en realidad, una
rama del cuento algo distinta, seguramente por ser versiones
más tardías. Tampoco incluimos el relato inglés de Emaré por
no haber podido acceder a él.
En cuanto a las versiones «árabes», es decir, el texto de La
paloma de oro, y la otra versión morisca, la más breve, ya
vimos que, en nuestra opinión, constituyen la misma tradición
que el texto que nos ocupa y ya han sido comparadas más arriba.
ÍNDICE
329
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Así, el cuadro de motivos del cuento y las versiones sería el
siguiente:
1.– rey idólatra
2.– rey sin hijos
3.– consejos de sabios para engendrar un hijo
4.– (nace) una hermosa hija
5.– Madre muere (del parto)
Manekine
Hija del rey de Hungría
PIEL DE ASNO
6.– Encierro de la hija en
un alcázar de oro
Mädchen ohne Hände
7.– Intento de incesto fracasado
por parte del padre a la hija Vittae Offae Primi
Victorial
Bella Helena
Hija del rey de Hungría
(boda)
Mai y Beaflor
Manekine
Hija del rey de Rusia
(boda)
Hija del rey de Francia
(boda)
PIEL DE ASNO (BODA)
ÍNDICE
330
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
8.– La hija adora a una ídola
9.– Paloma de oro revela la
fe musulmana a la doncella
10.– La hija expone a su padre
la fe musulmana
11.– El rey manda cortarle las manos
por: seguir el Islam /incesto/ adorar
a la Virgen María
Victorial
Hija del rey de Hungría
Bella Helena
Manekine
Mädchen ohne Hände
La niña sin manos
La niña sin brazos
La limosna (1001N)
12.– Es expulsada al monte
(desierto/mar)
Condesa de Anjou
Vitae Offae Primi
Bella Helena
Victorial (mar)
Hija del rey de Hungría
(mar)
Mai y Beaflor (mar)
ÍNDICE
331
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Manekine (mar)
Hija del rey de Rusia
(huye)
Pecorone (huye para evitar
matrimonio impuesto con
viejo)
Constance (mar/por ser
cristiana)
Mädchen ohne Hände
La niña sin manos
La niña sin brazos
PIEL DE ASNO
13.– Llega a una cueva
(guiada por Alá)
GENOVEVA II (guiada por la
Virgen)
14.– Es protegida por los
animales (por Alá)
GENOVEVA II (por la
Virgen)
15.– Un rey de caza la encuentra
y se enamora de ella
(guiado por la cierva)
Vitta Offae Primi
Bella Helena
Hija del rey de Hungría
ÍNDICE
332
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
16.– El príncipe pide su mano
ÍNDICE
333
Mai y Beaflor
Condesa de Anjou
Manekine
Regis Franchorum
Hija del rey de Rusia
Pecorone
Niña sin brazos
Mädchen ohne Hände
La niña sin manos
Constance
PIEL DE ASNO
Vitae Offae Primi
Bella Helena
Hija del rey de Hungría
Mai y Beaflor
Regis Franchorum
Hija del rey de Rusia
Pecorone
Condesa de Anjou
Manekine
Mädchen ohne Hände
La niña sin manos
Niña sin brazos
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Constance
EL PÁJARO SABIO
17.– (Las otras) mujeres
celosas o descontentas
Vita Offae Primi (yerno)
Bella Helena
Hija del rey de Hungría
(suegra)
Mai y Beaflor (suegra)
Manekine (suegra)
Hija del rey de Rusia (suegra)
Condesa de Anjou (tía)
Regis Franchorum (tía)
La niña sin brazos (suegra)
Constance (suegra)
EL ÁRBOL DEL PARAÍSO
(HERMANA)
LA HIJA DEL CARBONERO
(HERMANAS)
EL PÁJARO DEL BIEN Y DEL
MAL
(HERMANAS)
ÍNDICE
334
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
18.– El rey tiene que ausentarse
EL PÁJARO SABIO (HERMANAS)
Vita Offae Primi (guerra)
Manekine (torneo)
Bella Helena
Hija del rey de Hungría
Mai y Beaflor (cruzadas)
Condesa de Anjou
Regis Franchorum (fiesta)
Hija del rey de Rusia (guerra)
Mädchen ohne Hände
La niña sin manos
La niña sin brazos (guerra)
Constance (guerra con
Escocia)
EL PÁJARO QUE CANTA BIEN
Y MAL
EL PÁJARO SABIO
LA HIJA DEL CARBONERO
GENOVEVA I (CRUZADAS)
GENOVEVA II (CRUZADAS)
ÍNDICE
335
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
19.– La doncella pare un niño
en ausencia del padre
Hija del rey de Hungría
(en presencia padre)
Bella Helena
Mai y Beaflor
Manekine (monstruos)
Condesa de Anjou
Regis Franchorum (dos
hijos)
Mädchen ohne Hände
La niña sin manos
Niña sin brazos (niño y
niña)
Constance
EL ÁRBOL DEL PARAÍSO
LA HIJA DEL CARBONERO
(DOS NIÑOS CAMBIADOS POR
PERROS)
PÁJARO QUE CANTA BIEN Y
MAL
(GEMELOS/PERRO Y GATO)
PÁJARO SABIO (NIÑO Y
NIÑA)
ÍNDICE
336
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
GENOVEVA I
GENOVEVA II
20.– Engaño por falsa carta (cruce)
a la suegra (hijos monstruosos/
animales//bastardos)
Vita Offae Primi
Bella Helena
Mai y Beaflor (bastardo)
Manekine (cruce de cartas)
Condesa de Anjou
Regis Franchorum
(cruce de una carta)
Hija del rey de Rusia
Mädchen ohne Hände
(cruce de cartas)
Niña sin brazos
Constance (cruce de cartas)
21.– La doncella vuelve a ser
expulsada con su hijo al
bosque/mar/desierto
Vita Offae Primi
(desierto/bosque)
Bella Helena
Victorial (mar)
ÍNDICE
337
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Hija del rey de Hungría
Mai y Beaflor (mar/barco)
Manekine (mar/barco)
Condesa de Anjou (es
ordenada
matar =
Blancanieves//prueba del
asesinato)
Regis Franchorum
(mar/barco)
Hija del rey de Rusia
(mar/barco
//esposo por falsa acusación
de adulterio)
Niña sin brazos (huye)
Niña sin manos (niño a
hombros=limosna de
1001N)
Constance (mar/barco)
LA HIJA DEL CARBONERO
EL ÁRBOL DEL PARAÍSO
ÍNDICE
338
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
GENOVEVA I (MARIDO LA
EXPULSA
POR LAS ACUSACIONES DE
ADULTERIO)
22.– La doncella invoca a Alá
(Dios) para ser salvada
Vita Offae Primi (ermita)
Bella Helena
Victorial
Hija del rey de Hungría
Mädchen ohne Hände
La niña sin manos
(Virgen/Dios)
23.– La doncella es ayudada
de nuevo por la cierva
LA HIJA DEL CARBONERO
(ÁGUILA)
24.– Alá (Dios/Virgen) le devuelve
sus manos (durante el sueño) Vita Offae Primi (a los
niños/sin
dormir)
Manekine (milagro final)
Bella Helena
Victorial (Virgen)
ÍNDICE
339
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Hija del rey de Hungría
(Dios)
Mädchen ohne Hände
(Virgen
con un milagro//Santa)
La niña sin manos (sin
dormirla,
al caerse los
niños=«Limosna»
de 1001N)
25.– El príncipe vuelve
Vita Offae Primi
Bella Helena
Manekine
Hija del rey de Hungría
(conde)
Mai y Beaflor
Mädchen ohne Hände
La niña sin manos
La niña sin brazos (él
había
mandado matarla)
Constance
ÍNDICE
340
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
EL PÁJARO QUE CANTA BIEN
Y MAL
EL PÁJARO SABIO
LA HIJA DEL CARBONERO
GENOVEVA I
GENOVEVA II
26.– El rey la (vuelve a) encontrar
con ayuda de la paloma/Dios Vita Offae Primi
Bella Helena
Mai y Beaflor (se encuentran)
La hija del rey de Hungría
(azar)
Manekine (Roma, siete
años
después)
Condesa de Anjou
(Orleans)
Mädchen ohne Hände
(se encuentran)
La niña sin manos (se
encuentran)
ÍNDICE
341
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Constance (Roma, doce
años después)
EL PÁJARO QUE CANTA EL
BIEN
Y EL MAL (PÁJARO/NO EN EL
BOSQUE)
EL PÁJARO SABIO (SE
ENCUENTRAN)
LA HIJA DEL CARBONERO
(ÁGUILA)
GENOVEVA II
27.– Vuelven juntos (y se funda
una ciudad santa para servir
a Alá): doncella mártir
Vitta Offae Primi
Bella Helena
Condesa de Anjou
La niña sin brazos
LA HIJA DEL CARBONERO
EL PÁJARO SABIO
GENOVEVA I
GENOVEVA II
ÍNDICE
342
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
2) Comparación de la versión prototípica con la versión
morisca más larga
A partir de los datos anteriores podemos concluir que una versión hipotética del cuento de la doncella sin manos o doncella
de las manos cortadas sería aquélla formada por los elementos
constitutivos siguientes, que son los que incluyen la mayor
parte de las versiones:
5.– Madre muere
7.– Intento de incesto fracasado por parte del padre
a la hija
11.– El rey manda cortarle las manos por seguir el
Islam // no aceptar incesto
12.– Es expulsada al monte/desierto/mar
15.– Un rey de caza la encuentra y se enamora de
ella (guiado por la cierva)
16.– El príncipe pide su mano
17.– (Otra/s mujer/es celosa/s o descontenta/s)
18.– El rey tiene que ausentarse
19.–La doncella pare un niño en ausencia del padre
20.– Engaño por falsa carta (cruce) a la suegra
(hijos monstruosos/ animales//bastardos)
21.– La doncella vuelve a ser expulsada con su hijo
al bosque/mar/desierto
ÍNDICE
343
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
22.– La doncella invoca a Dios para ser salvada
24.– Dios/Virgen le devuelve sus manos (durante el
sueño)
25.– El príncipe vuelve
26.– El rey la vuelve a encontrar con ayuda de la
paloma/Dios
27.– Vuelven juntos y se funda una ciudad santa para
servir a Alá // doncella mártir
Así, si comparamos la leyenda morisca aquí editada con la
versión prototípica arriba esbozada se puede concluir que la
primera contiene la totalidad del relato popular en sus rasgos
generales. Sin embargo, eso no querría decir necesariamente
que la leyenda fuese una simple adaptación morisca del cuento popular, sin que podamos tampoco establecer una conclusión definitiva sobre el origen y gestación de la misma ni de la
versión morisca más breve y el cuento árabe descrito por V.
Chauvin. La comparación de éstas con el cuento popular permitiría establecer tres hipótesis sobre el origen y proceso de
transmisión de las mismas, siempre tomando como base la
versión hipotética del cuento arriba establecida. Dichas hipótesis serían las siguientes:
a) Que la versión morisca más larga fuese efectivamente una adaptación del cuento –de cuyo proceso de gestaÍNDICE
344
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
ción, transmisión y comparación de variantes no nos
ocupamos aquí por no ser el objeto de nuestro estudio–,
de manera que a partir de aquélla se hubiese creado la
versión árabe, y de ahí, la versión morisca más breve.
b) Que haya sido la versión árabe de Chauvin, posiblemente inspirada en una versión judía, la que haya dado
lugar tanto a las versiones moriscas como al cuento
popular, habiéndose producido en este último la lógica
adaptación de los elementos religiosos islámicos al
ámbito cristiano que desembocan en el carácter piadoso
de algunas versiones de éste.
c) Que tanto el texto árabe, posiblemente de origen
judío, y el cuento popular constituyan tradiciones textuales independientes inspiradas en un cuento popular
que respondería a la versión hipotética arriba descrita,
habiéndose derivado del primero las versiones moriscas,
cada una de las cuales conformaría a su vez una tradición textual distinta: una más larga adaptada a las necesidades de propaganda religiosa morisca que habría
mantenido aspectos religiosos difundidos en otros
muchos textos moriscos, como son las descripciones del
infierno y paraíso musulmanes, que ya se encontraban
en el texto árabe –creado, quizá, en época mudéjar,
ÍNDICE
345
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
cuando la difusión de los principios del Islam entre los
musulmanes ya empezaba a ser necesario, pues estaban
comenzando a perder la lengua árabe y algunos de los
fundamentos de su religión–; y una segunda más breve
que, derivada del texto árabe (no del morisco, con el que
posee más diferencias que semejanzas), constituiría una
creación más válida estéticamente, puesto que las necesidades de transmisión del Islam en el exilio tunecino,
donde fue escrita, ya no eran de la misma índole que en
tierras españolas.
En nuestra opinión, esta última hipótesis es la que puede
estar más cercana a la realidad, pero sin un conocimiento más cercano del texto árabe de Chauvin o su posible
original judío no nos atrevemos a aventurar más que lo
ya dicho sobre la relación de las versiones que hemos
llamado «árabes» y el cuento popular de La doncella sin
manos o Manekine.
3) Comparación general de todas las versiones y valoración
final
Por lo que se refiere al conjunto de las versiones en general,
tanto «árabes» como occidentales, del cuento popular objeto
de nuestro estudio, podemos concluir:
ÍNDICE
346
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
A) Por lo que respecta a lo que hemos llamado tradición
árabe, es decir, la formada por el texto de Chauvin y las
versiones moriscas –que constituyen a su vez ramas
entre sí independientes–, consideramos que las versiones de la limosna, la de Constance, así como las tres de
la niña sin manos/brazos conforman con aquéllas un
grupo común, por ser las que contienen el motivo de la
religión como generador del conflicto en forma de devoción por la Virgen María y el enfrentamiento al diablo,
lo que constituye una materia cuentística más cercana a
la leyenda morisca más extensa, pudiendo la historia ser
de origen judío o, en su defecto, árabe, de la misma
manera que el motivo de las manos cortadas también
puede ser de origen judío o árabe.
B) En cuanto a las versiones que constituyen el núcleo
central del cuento de las doncella sin manos, consideramos que éstas son únicamente aquéllas que se originan
en el tema del incesto o intento de boda por parte del
padre y en las que casi siempre suele aparecer el motivo
de las manos cortadas.
La crítica suele tender a mezclar esta tradición con algunas
derivaciones, como serían las versiones italianas del Pecorone
o el Pentamerone, que constituirían una rama distinta del
ÍNDICE
347
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
cuento que enlaza con otras tradiciones cuentísticas universales como Blancanieves, así como con tradiciones narrativas
más generales, como sería la de la mujer calumniada, representada por la leyenda de Genoveva de Brabante. Ésta pertenecería a su vez al ciclo de la mujer perseguida, en el que
también se entremezclan varias sagas de distintos personajes
femeninos como Constance, Hildegard y tantas otras, representado por la Historia de la emperatriz de Roma.
Una muestra de dicha confusión, fruto de la confluencia de
varias materias cuentísticas en una, sería la clasificación hecha
por Walter Scherf, en parte muy acertada, que reordena las distintas variantes del cuento de la doncella sin manos dividiéndolas en 5 grupos (nota 441):
a) El llamado «La muchacha de las manos cortadas»,
que se relacionaría con la historia de la bella Helena de
Constantinopla, pero representada por un relato recogido por R. Soupault en el tomo de cuentos bretones de su
Märchen der Weltliteratur (Düsseldorf/Köln, Diederich,
1955) y en el que se cuenta una derivación del cuento
que no hemos incluido por desviarse demasiado del relato original, ya que el conflicto se produce entre dos hermanos y no entre padre e hija, siendo el equivalente de
la mala suegra la cuñada de la joven protagonista. En
ÍNDICE
348
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
nuestro listado esta rama estaría representada por la historia de la Penta Manomozza, que nosotros incluiríamos
entre las derivaciones del cuento.
b) El titulado «La muchacha sin manos (I)», representada precisamente por el relato de La Penta Manomozza,
que, como acabamos de mencionar, no consideramos
perteneciente al núcleo central del cuento por producirse el enamoramiento incestuoso del hermano de la protagonista y no de su padre.
c) El denominado «La muchacha sin manos (II)», representado por el cuento de los hermanos Grimm Mädchen
ohne Hände, que es una rama también distinta pero
importante por contener el motivo de las manos cortadas
y el de la religión.
d) El representado propiamente por la Manekine como
relato independiente.
e) El representado por el cuento árabe sobre las excelencias de la limosna.
Como se puede observar, coincidimos con él en la separación
de la historia de la Penta Manomozza y el cuento de los hermanos Grimm del núcleo de la Manekine. Sin embargo, no
compartimos su separación del cuento de la limosna como
ÍNDICE
349
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
rama aparte, aunque la hayamos considerado más relacionada
con la tradición «árabe», ni su vinculación de la historia de la
bella Helena con la variante del cuento en la que los protagonistas son dos hermanos y no un padre y su hija y la desvinculación de esta narración del núcleo central de relatos directamente emparentados con la Manekine, aunque, como sabemos, también forme parte de la que hemos llamado rama «historicista» del cuento junto con el Victorial y otras versiones.
Todo ello no hace más que reflejar lo complicado que resulta
establecer una filiación entre todas las versiones, variantes y
ramificaciones de un cuento tan popular en el que se entremezclan a veces tantos relatos distintos. Nosotros hemos
intentado únicamente establecer una reagrupación muy general que otorgue, además, un lugar, a la leyenda de Carcayona,
aunque sólo sea en forma de la hipótesis arriba esbozada.
C) Por lo que se refiere a las derivaciones, parecen tomar
el cuento a partir de la primera expulsión y unirlo con
otros motivos, como el de Cenicienta, Blancanieves o el
de las 3 hermanas, a la más joven de las cuales le está
reservado siempre un destino especial.
D) Como detalle, únicamente destacar que el motivo del
bosque y la cierva/animal como protector divino de la
ÍNDICE
350
I.5. La materia cuentística de la leyenda de Carcayona:
el cuento de «La doncella sin manos»
doncella sólo aparece en la tradición de Genoveva, en
uno de los cuentos españoles de entre las derivaciones
(La hija del carbonero), y algunas de las versiones pertenecientes al ciclo de la mujer calumniada, aunque
parece originarse en la tradición arabe. De todas formas,
es un motivo muy extendido en la cuentística occidental
de origen folclórico difícil de delimitar frente a otros
más concretos como el de las manos cortadas.
En términos generales podría decirse, para concluir, que parecen haber existido dos tradiciones distintas: una oriental, con
la que estaría relacionada la leyenda de Genoveva, y una occidental, más centrada en las aventuras de la doncella y que,
muchas veces, culmina destacando el carácter piadoso de ésta.
La leyenda morisca, junto a la llamada tradición árabe, constituiría, respecto al cuento popular, una rama narrativa independiente y de origen semítico que se habría nutrido, junto a la
materia religiosa propiamente dicha, de motivos folclóricos y
tipos cuentísticos universales.
ÍNDICE
351
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
I.6. El mito de la ciudad-mujer
E
n este capítulo pretendemos esbozar algunas hipótesis
sobre el origen del motivo de la fundación de una ciudad santa para servir al Islam con el que terminaba la
leyenda de la doncella Carcayona en su versión más extensa,
la aquí editada. Recordemos que dicho final era el siguiente:
«Y no cesó el rey de r[ogarla] y decirle que le faría una
cibdad de nuevo para que demostrasen en ella el-addøn
de Allåh.
Y llevóla el rey y fraguóle una cibdad en la mejor
comarca y más abundosa de agua que había en su reino,
en el río de al-Firån. Y fue luego poblada en poco tiempo y llamáronla la cibdad de Carcaisiyona. Y demostraron en ella el-addøn de Allåh [¡tta\alà!] y vivieron en ella
lo que quiso Allåh [¡tta\alà!, ellos y todos los de su
reino]. Y sirvieron ada Allåh verdadero servicio [que
ÍNDICE
352
I.6. El mito de la ciudad-mujer
tuvieron mucho deseo de ganar la gloria y descanso
de Allåh, ¡subhanahu!].
Aquí se acaba la recontación de la doncella
Carcaisiyona, con la loor ada Allåh y la [buena de su
ayuda], wa-lå ™awla wa-lå quwata illå bi-l-låhi il-\aløyi
il-\aΩømø wa-rabbi al-\alamøna (nota 442)».
Al formular dichas hipótesis sobre el origen de este motivo no
es posible llegar a ninguna conclusión definitiva, pero es un
aspecto muy interesante porque plantea varias posibles explicaciones a esta cuestión, cada una de las cuales aporta alguna
clave importante para descifrar este aspecto del texto, para el
que, hasta ahora, no se ha encontrado interpretación alguna.
En primer lugar, es necesario señalar previamente, en relación
con la propia figura de Carcayona, su posible vinculación
legendaria con una de las figuras mitológicas más importantes
y conocidas: la de la reina Sibila, cuyo mito ha sufrido varias
interpretaciones y diversas evoluciones a lo largo de la historia.
Así, dentro de la mitología, esta princesa griega, hija del rey
Dárdamo, fue:
«la primera profetisa según la leyenda griega. Después
se llamó Sibilas a las sacerdotisas a quienes los antiguos
ÍNDICE
353
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
atribuyeron don profético recibido de Apolo; residían en
cuevas aisladas o junto a manantiales inspiradores»
(nota 443).
El aspecto que más nos interesa dentro de la evolución del
mito de esta figura es, por una parte, el hecho de que, en una
de las versiones del mismo, difundido en Alemania, se la considere una mártir análoga a Cristo. Así, esta tradición, que, en
el arte, lleva a que la Sibila llegue a ser incluso representada
como la personificación del Mesías, surge en el siglo XIV a
partir de la versión de Tiburcio sobre esta figura, como explica W.H. Roscher en su diccionario de mitología griega y romana:
«Junto a estas representaciones de varias Sibilas se
encuentra también una de ésta como personificación del
Mesías. Se trata de la tiburciana» (nota 444).
Este valor de enviada de Dios es, como ya vimos, el que la
doncella Carcayona adquiere en la leyenda morisca, por lo que
este mito podría ser el origen de su figura.
Por otra parte, es de destacar que, como Elisabeth Frenzel
explica en su manual sobre materias narrativas universales
(nota 445), la materia que conforma la leyenda en torno a la
figura de la Sibila se ha utilizado en la narrativa occidental
ÍNDICE
354
I.6. El mito de la ciudad-mujer
para dar lugar a obras como la historia de la reina Sevilla, de
la que ya citamos su versión española en el capítulo anterior y
cuyo nombre se deriva claramente de Sibila. Este relato sería
enmarcable en sagas como la de Berta o Hildegard que también incluíamos en el listado de narraciones pertenecientes al
núcleo de leyendas representadas por la historia de la piadosa
Genoveva de Brabante, la de la mujer calumniada, marco del
propio cuento de «La doncella de las manos cortadas» o
Manekine.
La historia citada sobre la reina Sevilla en la que, además de
la acusación de adulterio, encontramos motivos comunes al
cuento de la doncella de las manos cortadas como el que la
doncella sea protegida por una animal, en este caso un perro,
formaría entonces parte de la saga general de la mujer calumniada, siendo, pues, clara la vinculación de esta figura mítica
con la de la propia Carcayona y, por extensión, de la doncella
de las manos cortadas.
Así, y centrándonos ya en las hipótesis sobre el origen del
motivo de la fundación de la ciudad santa al final de la leyenda morisca, éstas serían las siguientes:
A) Que se trate de la ciudad francesa de Carcassone,
sobre la que existen varias leyendas medievales que desÍNDICE
355
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
criben la resistencia contra la ocupación musulmana
ejercida en ésta y otras ciudades del sur de Francia. Ello
explicaría asimismo el nombre de la doncella, de origen
desconocido, como ya vimos, y obligaría a mantener el
nombre original de la doncella como Carcasona, y no
Carcayona o Arcayona, que no serían más que derivaciones posteriores del nombre.
B) Una posible equivalencia de la ciudad santa de
Carcayona con Jesuralén, lo que podría eventualmente
confirmar un posible origen judío de la leyenda.
C) La figura de Dido, la fundadora de Cartago, como base
mítica del motivo de la fundación de la ciudad, de la
misma manera que la Sibila lo sería de la propia
Carcayona y de la doncella de las manos cortadas en lo
que a la vertiente piadosa de su caracterización se refiere.
La primera hipótesis es la que más material nos ofrece a partir de las descripciones de cronistas y algunas leyendas relacionadas directa o indirectamente con la ciudad de
Carcassone, pero no nos permite llegar a ninguna conclusión
definitiva, mientras que las otras dos pueden ser siempre aceptadas como bases míticas de un motivo cuentístico.
***
ÍNDICE
356
I.6. El mito de la ciudad-mujer
a) La ciudad de Carcassone como símbolo de la
resistencia religiosa
El hecho de que la ciudad fundada por Carcayona y su marido
se llame como la propia doncella nos ha llevado a plantearnos
la cuestión de si se trata de la ciudad siria de Karkasøya, muy
fértil por estar situada al lado del río Éufrates, tal y como
corrige el copista del ms. BNM 5313 (nota 446) llamando al
río nombrado en la leyenda al-Furåt, su denominación en
árabe, o si se trataría más bien de la ciudad medieval francesa
de Carcassone, también muy fértil en su parte norte, situada
asimismo al lado de un río, el Aude, (¿del árabe al-Wadd,
'río'?). Esta ciudad fue adscrita por los francos, tras ser reconquistada a los musulmanes, al condado de Aquitania, de donde
podría proceder el príncipe de Carcayona, en lugar de la ciudad de Antaqøya, pudiendo significar el nombre del río junto a
la ciudad santa, llamado al-Firån en la leyenda morisca en el
manuscrito más antiguo, no otra cosa que Francia (al-Fran).
El nombre de la ciudad de Carcassone, situada al sur de
Francia, en la Provenza, a 300 kilómetros de Barcelona y
Huesca, sería preindoeuropeo. Como topónimo fue registrado
en la Antigüedad en formas diversas como Carcassione,
Castellum Carcassone o Carcassona civitas, siendo posteriormente citado por cronistas musulmanes como Qarqas¤na.
ÍNDICE
357
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Por otro lado, sobre el origen del nombre de la ciudad existe
una leyenda según la cual una dama llamada Carcas, sarracena, resiste el sitio llevado a cabo por Carlomagno durante
cinco años contra su ciudad. Esta dama, viuda, arroja desde
una torre un cerdo relleno de granos de cebada para desanimar
a Carlomagno, aunque se trataba de sus últimas reservas de
alimentos. Finalmente, Carlomagno levanta el sitio a la ciudad
y se va, y la dama Carcas, enamorada, según una versión, y
sabedora de que no puede ganar, según otra, hace sonar las
campanas. En ese momento, Carlomago oye decir a uno de sus
caballeros: «Sire, Dame Carcas sonne...» ('Mi rey, la señora
Carcas suena'), de donde se habría derivado el nombre de
Carcas-sonne.
Esto no explicaría el origen de la leyenda de Carcayona, aunque sí hace aparecer la ciudad como símbolo de la resistencia
de los musulmanes contra las huestes cristianas.
La ciudad de Carcassone estuvo efectivamente bajo poder
musulmán entre los años 715 y 759, año en que fue reconquistada por los francos, quienes la adscribieron al condado de
Aquitania en el año 817. Se encuentra situada al lado del río
Aude, razón por la cual la parte alta de la ciudad es muy fértil
y frondosa, y está rodeada por un recinto amurallado en el que
ÍNDICE
358
I.6. El mito de la ciudad-mujer
se conserva la llamada Torre Sarracena en recuerdo a la breve
ocupación musulmana.
Aparece descrita por el geógrafo árabe al-H.imyarø de los
siglos XII y XIII, como una ciudad en al que se encuentra una
Iglesia muy venerada por la población cristiana, la Iglesia de
Santa María de Gracia (nota 447), descripción que asimismo
es recogida por Ab¤ \Ubayd \Abd Allåh ibn Ayy¤b Al-Bakrø
(1040-1094) en su Kitåb al-Masålik wa-l-mamålik, cuyas
palabras, según la traducción española de Eliseo Vidal Beltrán
sobre la parte referida a Al-Andalus, serían las siguientes:
Los antiguos delimitan a al-Andalus según diversas
interpretaciones. Constancio le atribuye seis fronteras,
señalando como primera zona de sus límites desde la
ciudad de Narbona; es la frontera que se encuentra entre
los galos y al-Andalus. A ella asigna siete ciudades próximas, a saber: Beziers, Tolosa, Maguelone, Nemauso
[Nimes] y Carcasona. En Carcasona se halla la iglesia de
Santa María de Gracia, importante entre ellos; tiene siete
brazaletes de plata, y el día de la fiesta acuden a ella los
extranjeros (los cristianos) de todas partes. Entre ella y
Barcelona hay veinticinco días (nota 448).
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359
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
A la vista de estas palabras, ¿no sería posible suponer que los
musulmanes españoles, conocedores de alguna forma de esta
veneración, la habrían convertido en símbolo del Islam añadiendo este motivo al final de la leyenda de Carcayona en su
versión más larga y antigua?
Para ayudar a confirmar esta hipótesis traemos aquí a colación
una leyenda cristiana parecida a la existente sobre el origen del
nombre de Carcassone: se trata de la llamada Prise d'Orange
o Toma de Orange (nota 449), cantar de gesta francés de principios del siglo XII que es considerado una ficción de origen
oriental y cuyo relato en torno a la toma por parte de los
musulmanes de la ciudad de Orange podría corresponderse
con la historia de la ciudad de Carcassone.
Cuenta los amores de un caballero cristiano, Guillermo de
Gallone (nota 450), y una pagana sarracena, Orable, y utiliza
el recuerdo de la invasión musulmana en la Septimania, como
sucede en tantos romances castellanos. El poeta situa la ciudad
de Orange en «España», denominación que designaría el territorio musulmán formado por la Península Ibérica y el sur de
Francia. De ello no existe un fundamento histórico directo
pero se inspira en la ocupación de Orange por los sarracenos
en el siglo VIII, como sucedió con tantas otras ciudades del sur
de Francia en esos años, entre otras, Carcassone.
ÍNDICE
360
I.6. El mito de la ciudad-mujer
El poema no puede ser anterior a 1160/1165 y refleja una
moda literaria: la de la novela cortesana. Su originalidad reside en el hecho de que un tema que es considerado accesorio en
otras canciones de gesta sea central en la Prise d'Orange: la
liberación de los prisioneros cristianos por la sarracena enamorada, la conversión de ésta, y su bautizo y matrimonio cristianos, por amor hacia el caballero enamorado. Se trataría,
pues, de un proceso análogo al que encontramos en la leyenda
de Carcayona.
El conflicto con el Islam, como es sabido, juega un papel
importante en el espíritu de las canciones de gesta de los siglos
XI y XII, espíritu que se reproducirá más tarde en la literatura
maurófila española de los siglos XVI y XVII, pero la imagen
de los musulmanes en el poema no sólo se reduce a su aspecto cómico o exótico, como en tantas obras épicas. La belleza
de Orable, la protagonista, es tan perfecta como su virtud –de
tipo cristiano, claro–, al igual que sucede en muchas obras
maurófilas, pero los otros musulmanes son representados, en
tanto que paganos, como seres negativos, de manera que la
religión aparece claramente destacada como el problema central entre cristianos y musulmanes. Por eso, la historia culmina con la conversión, como muestra de virtud, de la joven,
aunque esa virtud no pueda ser considerada totalmente como
ÍNDICE
361
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
tal desde un punto de vista islámico, puesto que la doncella
engaña a su marido por el protagonista del cantar de gesta.
Así, este tipo de leyendas galas sobre ciudades del sur de
Francia conquistadas por los musulmanes y luego reconquistadas por los cristianos que muestran el valor de la religión y
la encarnan en una mujer/heroína podrían constituir el origen
de la inclusión al final del relato de ese motivo de la ciudad
como símbolo de la resistencia religiosa asociado a una figura
femenina, habiendo sido muy posible su inclusión posterior en
la leyenda como equivalente al carácter piadoso de todas las
heroínas de la tradición cuentística de la doncella sin manos.
Esta hipótesis resolvería no sólo el origen del final de la leyenda morisca en su variante más larga, la única que lo contiene,
sino también el del nombre de nuestra heroína, desconocido.
No podemos olvidar que, en dicha versión, el nombre de la
doncella era Carcasi(y)ona –Carcayona o Arcayona son derivaciones posteriores del nombre–, de manera que si, elimináramos la semiconsonante epentética propia del sistema de
transcripción aljamiado, tendríamos la adaptación al mismo
del nombre de Carcassone, lo que constituye una explicación
convincente sobre el origen de dicho nombre (nota 451).
ÍNDICE
362
I.6. El mito de la ciudad-mujer
b) La fundación de la ciudad santa de Jerusalén: el mito
de la ciudad-novia bíblica
El mito de la ciudad descrita como novia en la Biblia, aspecto
en el que se podría enmarcar míticamente el relato morisco,
aparece descrito por Manfred Lurker bajo la entrada Stadt
('ciudad') en su diccionario sobre símbolos e imágenes bíblicas a partir de una cita del Apocalipsis, de la siguiente manera:
«La nueva Jerusalén que baja del cielo “estaba ataviada
como una novia que se ha adornado para su marido” –
es la novia virgen del cordero (...) la ciudad del paraíso
(...) un símbolo de la Virgen María» (nota 452).
Esta visión de la ciudad santa como mujer-esposa que se
embellece para su marido y que, al mismo tiempo, es símbolo
de la Virgen María, aparece, efectivamente, en el versículo 21,
2 del Apocalipsis, llamado La nueva Jerusalén, en el Antiguo
Testamento, donde leemos:
Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía
del cielo del lado de Dios, ataviada como una esposa que
se engalana para su esposo (nota 453).
2
Una enumeración más detallada de las características de esa
mujer-novia-esposa la encontramos en el versículo 16 del libro
ÍNDICE
363
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
de Ezequiel, en el epígrafe titulado Horrible ingratitud de
Israel, donde se encuentra la siguiente descripción:
Fueme dirigida la palabra de Yavé diciendo: 2 Hijo de
hombre, echa en cara a Jerusalén sus abominaciones 3 y
di: Esto dice al señor, Yavé, a Jerusalén: Eres por tu tierra y por tu origen una cananea; tu padre, un amorreo; tu
madre, una jetea, 4 a tu nacimiento, el día que naciste,
nadie te cortó el ombligo; no fuiste lavada en agua para
limpiarte, no fuiste frotada con sal ni fajada; 5 nadie
hubo que pusiera en ti sus ojos para hacerte algo de esto,
compadecido de ti, sino que con horror fuiste tirada al
campo el día que naciste. 6 Pasé yo cerca de ti y te vi
sucia en tu sangre, y, estando tú en tu sangre, te dije:
¡Vive!
1
Te hice crecer a decenas de millares, como la hierba del
campo. Creciste y te hiciste grande, y llegaste a la flor de
la juventud; te crecieron los pechos y te salió el pelo,
pero estabas desnuda y llena de vergüenza. 8 Pasé yo
junto a ti y te miré. Era tu tiempo el tiempo del amor, y
tendí sobre ti mi manto, cubrí tu desnudez, me ligué a ti
con juramento e hice alianza contigo, dice el Señor,
Yavé, y fuiste mía. 9 Te lavé con agua, te quité de encima la sangre, te ungí con óleo, 10 te vestí de recamado, te
7
ÍNDICE
364
I.6. El mito de la ciudad-mujer
calcé piel de tejón, te ceñí de lino fino y te cubrí de seda.
11
Te atavié con joyas, puse pulseras en tus brazos, y
collares en tu cuello, 12 arillo en tus narices, zarcillos en
tus orejas y espléndida diadema en tu cabeza. 13 Estabas
adornada de oro y plata, vestida de lino y seda en recamado; comías flor de harina de trigo, miel y aceite; te
hiciste cada vez más hermosa y llegaste hasta reinar
(nota 454).
En el relato morisco no aparece una descripción semejante de
la ciudad como mujer ni una vinculación directa de ésta con la
Virgen María, aunque ya vimos que, en el cuento popular, la
Virgen María aparecía como sustituto/equivalente del Dios del
texto morisco como protector de la doncella.
Únicamente el aspecto paradisíaco de la ciudad fundada por
nuestra heroína, Carcayona, situada en una zona fértil y frondosa al lado de un río, coincidiría directamente con la
Jerusalén bíblica.
Sin embargo, hemos traído este aspecto aquí a colación porque
la vinculación que aparece en la Biblia entre la santidad de una
ciudad con la femineidad sí aparece en el relato morisco, y
podría considerarse un aspecto mítico en el que encuadrar el
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365
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
final del mismo, aunque no aclararía el enigma del nombre de
la doncella castigada y perseguida.
Además, lo consideramos un aspecto muy importante porque
relacionaría el relato con su más que posible origen judío, que,
desgraciadamente, no hemos podido confirmar.
Por otro lado, este motivo de la ciudad como novia, según
explica M.J. Rubiera Mata, es un tópico árabe que surgiría del
motivo que la autora llama «la ciudad a conquistar presentada
como novia y su conquista como un matrimonio» (nota 455).
Dicho motivo se encuentra recogido en la literatura española
en el famoso romance de Abenámar, donde el diálogo final
entre el rey Juan y Granada, a la que éste requiere en matrimonio tras la descripción hecha por el moro Abenámar de las
maravillas arquitectónicas que posee esta ciudad, se desarrolla
en los siguientes términos:
Allí habla el rey don Juan,
bien oiréis lo que diría:
Granada, si tú quisieses,
contigo me casaría;
darete en aras y dote
a Córdoba y a Sevilla,
y a Jerez de la Frontera
ÍNDICE
366
I.6. El mito de la ciudad-mujer
que cabe sí la tenía.
Granada, si más quisieses
mucho más yo te daría.
Así hablara Granada,
el buen rey le respondía:
Casado so, el rey don Juan,
casado sou que no vibda;
el moro que a mi me tiene
bien defenderme querría (nota 456).
Dicha imagen literaria la encontramos en la obra del rey andalusí del siglo XI al-Mu\tamid de Sevilla, que describe su conquista de Córdoba de la siguiente manera:
Pedí en matrimonio a Córdoba la bella,
cuando había rechazado a los que la pretendían
con espadas y lanzas.
¡Cuánto tiempo ella estuvo desnuda!,
pero al presentarme yo, se cubrió de bellas túnicas y
joyas.
¡Boda real! Celebraremos nupcias en su alcázar,
mientras los otros reyes están en el cortejo del miedo
(nota 457).
ÍNDICE
367
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Es decir, que el tópico estaría presente tanto en el ámbito cultural bíblico-judío como en el literario árabe, de forma que
podría haberse tomado de uno de los dos, dependiendo de si la
leyenda es de origen judío, como así sospechamos, o árabe,
algo que no nos es posible llegar a dilucidar todavía.
c) La mujer como fundadora de una ciudad: el mito de
Dido
Más consistente podría resultar quizá la tercera e última hipótesis: la que vincularía al relato morisco con un mito de la
Antigüedad, el de la princesa Dido, la fundadora de la ciudad
de Cartago, aunque sea, en realidad, mucho más difícil de fundamentar por carecer de texto semejantes a los aportados para
las otras dos hipótesis.
Dido fue una princesa fenicia fundadora de la ciudad romana
de Cartago cuyas ruinas se encuentran en la actual Túnez, al
norte de país, la cual, según la leyenda, se dio muerte al ser
abandonada por Eneas, príncipe de Troya (nota 458). Fue considerada Diosa de esta ciudad mientras se mantuvo invicta,
categoría que ha seguido conservando durante el periodo de
formación de una saga en torno a su figura (nota 459), de
manera que la ciudad se considera impregnada de su espíritu
alegre. Su historia, que se enmarca en las luchas entre griegos
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368
I.6. El mito de la ciudad-mujer
y troyanos es, fundamentalmente, una historia de amor, de un
amor predestinado semejante al de Carcayona y el príncipe
que la encuentra en el bosque. La leyenda dice así en palabras
de E. Hamilton:
Fundada por una mujer, Dido, que aún reinaba, Cartago
era una ciudad inmensa y magnífica.
Dido era una viuda muy hermosa y Eneas había perdido
a su mujer la noche en que huyó de Troya. Entraba en los
planes de Juno que ambos se enamoraran y que Eneas
renunciara a ir a Italia a se estableciera en Cartago, al
lado de Dido. Era un plan excelente, si no hubiera intervenido Venus, [la madre de Eneas], que sospechó lo que
tramaba Juno y estaba decidida a impedirlo, pues abrigaba otros proyectos.
Aunque no veía inconveniente alguno en que Dido se
enamorara de Eneas, quería, sin embargo, que los sentimientos de éste hacia la reina no fueran más que un
dejarse colmar de favores. No deberían impedir su decisión de ir a Italia. Entonces subió al Olimpo para hablar
con Júpiter. Éste le hizo algunos reproches y sus bellos
ojos se llenaron de lágrimas. Su querido hijo Eneas se
encontraba en una situación crítica, le dijo, y él, soberaÍNDICE
369
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
no de dioses y hombres, prometió que Eneas sería el
principio de una raza que regiría el mundo. Júpiter se
echó a reír y la abrazó. Lo que había prometido se cumpliría y los descendientes de Eneas serían los romanos
(nota 460).
Tras ello se provoca el primer encuentro entre Eneas y Dido,
que se se enamora locamente de él y él de ella, aunque, finalmente, es engañada y abandonada por éste.
En el relato morisco también se produce un encuentro semejante y asimismo el príncipe de Carcayona es llamado a fundar con ella una nueva raza de hindúes musulmanes tras la
conversión de su reino al Islam por influencia de la doncella.
El encuentro no se ve precedido, pero sí culmina, con la fundación de una gran ciudad simbólica.
Todo ello, que quizá podría permitirnos encontrar una base
para fundamentar esta hipótesis, se agota, desgraciadamente,
en estas consideraciones, porque la evolución del mito de esta
mujer se reconduce en las literaturas occidentales hacia la
leyenda de la mujer fiel que es finalmente engañada y abandonada, que es al fin y al cabo lo que sucede entre Dido y su
amado Eneas, y la materia más aprovechable desde el punto de
vista de la cuentística popular (nota 461).
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370
I.6. El mito de la ciudad-mujer
Importante quizá sería la vinculación de Dido con Venus a través de su hijo Eneas, puesto que las palomas son las aves adscritas a esta última, como vimos (nota 462), y, además, la doncella Carcayona había nacido bajo su influjo según los astrólogos del rey Na¥rab, pero no podemos confirmar dicha relación como decisiva en la formación del relato morisco.
***
De esta forma, hemos esbozado aquí una serie de hipótesis que
nos podrían acercar a descubrir el origen del motivo con el que
termina la leyenda de Carcayona y que únicamente se encuentra en ella, en su variante más larga, de entre todas las versiones de la leyenda y el cuento de la doncella sin manos que
conocemos.
Dicho motivo, posee, indudablemente, una dimensión mítica
común a todos los cuentos populares que podría ser explicable, en este caso concreto, a partir de los mitos de la Ciudad
Santa de Jerusalén y el mito de Dido de forma conjunta.
Por otra parte, el enigma del nombre de la doncella nos ha llevado a intentar encontrar una explicación al mismo a partir del
nombre de la ciudad francesa de Carcassone y de las leyendas
populares que existen en torno a esta ciudad y otras del sur de
Francia que fueron ocupadas por los musulmanes. Ello habría
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371
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
propiciado la utilización literaria de la ciudad como símbolo
de resistencia religiosa y descrita como novia que ya poseía
Jerusalén, lo que habría sido utilizado por los musulmanes
para la defensa de su propia religión en la leyenda morisca.
Por último, y ya en el marco del cuento popular que está relacionado con la leyenda morisca, sólo queremos volver a destacar aquí cómo, desde un punto de vista narrativo, el motivo
de la fundación de una ciudad santa para servir al Islam debe
ser considerado un equivalente musulmán al carácter piadoso
que, en tantas ocasiones, posee la heroína del cuento de la doncella de las manos cortadas y el relato genérico en el que se
encuadra, el de la mujer calumniada encarnada por Genoveva
de Brabante que es protegida por la Virgen María, cuya figura
no sería más que la encarnación del mito de la Sibila como
mujer oráculo y personificación del enviado del Dios.
ÍNDICE
372
I.7. Conclusiones
I.7. Conclusiones
A
la vista de todo lo expuesto se confirma que, tal y
como afirmábamos en la introducción a este trabajo,
estamos ante un fascinante texto híbrido que responde plenamente al medio y circunstancias en que fue escrito: el
de una comunidad, la de los últimos musulmanes españoles,
que intenta responder a la opresión proveniente de la cultura
oficial cristiana a través de la producción de un corpus de textos que les permitiese conservar y transmitir internamente su
identidad cultural.
Esta identidad se define, principalmente frente al enemigo que
pretendían combatir, es decir, la comunidad cristiana, y de ahí
que la producción textual morisca conste, fundamentalmente,
de textos de contenido religioso o que transmitan un mensaje
de defensa del Islam. Es lo que sucede con la leyenda que nos
ocupa, la de la doncella Carcayona o Arcayona, –o mejor,
ÍNDICE
373
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Carcasona, que puede ser, quizá, el nombre originario según la
hipótesis que formulábamos en el último capítulo–, una leyenda en la que se funden elementos cristianos y musulmanes
tanto desde el punto puramente formal como del contenido.
Así, desde un punto de vista textual, y al margen del hibridismo que supone el sistema de transcripción aljamiado en sí, ya
vimos que el texto se hallaba recorrido por múltiples vocablos
y fórmulas religiosas islámicas, intraducibles para un musulmán por su propia naturaleza sacra, pero también por calcos
semánticos, sintácticos y de significado, fruto, en muchos
casos, del proceso previo de traducción en el que se gestaron
muchos de ellos. Éstos nos sirven a nosotros, tanto para constatar un intento de preservar una identidad religiosa, como la
pérdida de la misma, puesto que, como se observa en el texto
y a través del aparato crítico, muchas de esas fórmulas están
escritas de forma errónea y corregidas en los otros manuscritos, o viceversa y, en muchos casos, incluso se encuentran traducidas en las copias más tardías, como sería el caso de B,
para, seguramente, facilitar su comprensión por una comunidad a la que la lengua en la que fue revelada su fe le resultaba
cada vez más ajena.
En cualquier caso, se constata una voluntad de conservación
de una serie de documentos, claves para esa supervivencia culÍNDICE
374
I.7. Conclusiones
tural, a través de un proceso de copias sucesivas de una leyenda seguramente simbólica para los moriscos por lo que suponía de defensa del Islam a través de la descripción del infierno
y paraíso musulmanes, la conversión de una muchacha idólatra al Islam, y la culminación del relato con la fundación de
una ciudad santa para servir al Islam. Y todo ello bajo el soporte de la autoridad que le otorgaba el haber sido puesta en boca
de una serie de personajes clave para el Islam como Ka\bu alAjbår y los primeros califas del Islam, relacionados con la
figura del profeta Mahoma, y llegando incluso a convertirse la
propia protagonista del relato en una pseudoprofetisa.
Además, la relación del relato con los géneros árabes del
matal y el ™adø† lo vinculan también con el mundo cultural
árabe que los moriscos pretendían conservar.
Sin embargo, el relato puede leerse también en clave cristiana
si se tiene en cuenta que responde al esquema de los sermones
medievales, tanto en su didactismo ejemplar y el encuadre del
contenido puramente religioso en una narración popular breve,
como por el hecho de que se concentre en el aspecto punitivo
del Islam destacando tanto el momento clave del Juicio Final,
como los horrores del fuego del infierno en duro contraste con
los placeres terrenales con los que son premiados los que se
han hecho merecedores del paraíso. Este aspecto sería, como
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375
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
vimos, más cristiano que musulmán, a lo que se añade el
carácter de mártir que la doncella posee durante toda la narración.
Por eso, el texto no destaca sólo por la presencia de elementos
de la lengua árabe y la religión islámica, que nos muestran,
como decíamos, tanto un intento de supervivencia cultural,
como la trágica pérdida de lo que se pretende conservar, sino
que también sería una muestra del conocimiento que la comunidad morisca poseía de la cultura cristiana y su religión, que
es precisamente lo que les permitía poder luchar contra ellos.
No quiere esto decir que este relato morisco, y la literatura
aljamiada en general, constituyan una suerte de literatura combativa frente a la opresión cristiana, puesto que su creación fue
más bien un método de defensa pasiva de carácter interno –los
manuscritos circulaban exclusivamente entre la comunidad
morisca–, y circunscrita a la zona en donde más profundamente se habían perdido los fundamentos del Islam y la lengua árabe. Bien distinto a casos como el de los libros plúmbeos del Sacromonte, actividad de clara confrontación con las
autoridades cristianas llevada a cabo por los moriscos granadinos, que conservaron su lengua durante más tiempo y estaban en pleno siglo XVI aún en disposición de atacar directamente a los cristianos con sus propias armas y no necesitaban
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376
I.7. Conclusiones
el método de supervivencia cultural que constituye, al fin y al
cabo, la literatura aljamiado-morisca.
La otra clave del texto la constituye su posible origen judío,
que confirmaría que el texto se habría traducido en época
mudéjar, cuando, aunque los musulmanes españoles no se
veían oprimidos a causa de su religión, ya era evidente la pérdida entre ellos de sus raíces culturales, representadas por su
lengua y su religión. En el capítulo quinto vimos cómo, en
nuestra opinión, el texto árabe descrito por V. Chauvin y el
cuento popular con el que la leyenda de Carcayona se halla
claramente relacionada, constituirían dos tradiciones textuales
distintas inspiradas en un cuento popular, pudiéndose haber
derivado las versiones moriscas del primero.
Por lo demás, el relato poseería, como todas las leyendas y
cuentos folclóricos, una base mítica que puede estar inspirado
en varias figuras, como las de Sibila o Dido, y no sería descartable tampoco una relación del final de la leyenda morisca,
único en toda la tradición cuentística relacionada con el motivo de las manos cortadas, con ciertos relatos franceses sobre la
resistencia contra las invasiones musulmanas del siglo IX.
Por último, sólo añadir que los estudios aljamiados poseen
muchos otros tesoros por descubrir de entre todos los textos
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377
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
que nos han legado los moriscos, muchos de los cuales se
encuentran aún por editar y estudiar, de manera que sacarlos a
la luz a finales del siglo XX nos brindaría la ocasión de culminar una labor iniciada hace ya más de cinco siglos.
***
ÍNDICE
378
Notas
1 Vid. L.P. Harvey, The literary culture of the moriscos (1492-1609):
a study based on the extant mss. in Arabic and Aljamia, Oxford,
1958 [Tesis Doctoral inédita], pp. 70-71 (suplemento 3), 104 y 345.
2 Vid. «Lle-yeísmo y otras cuestiones lingüísticas en un texto morisco del siglo XVII», Estudios dedicados a Menéndez Pidal, Madrid,
1957, vol. I, pp. 274-275.
3 Vid. op. cit., pp. 71-72 [la cursiva es mía]. El listado de todos los
mss. que contienen la leyenda viene recogida en el «Subject Index»
bajo la entrada ARCAYONA OR KARKAYONA.
4 Hemos utilizado para esta descripción los catálogos de J. Ribera y
M. Asín Palacios, Manuscritos árabes y aljamiados de la Biblioteca
de la Junta. Noticias y extractos por los alumnos de la Sección de
Árabe bajo la dirección de J. Ribera y M. Asín, Madrid, Junta para
la Ampliación de Estudios e Investigaciones Históricas, 1912; E.
Saavedra, «Índice General de la literatura aljamiada», Memorias de
la Real Academia Española, Madrid, VI, 1989, pp. 140-328
[Discurso de Ingreso a la Real Academia Española]; F. Guillén
Robles, Catálogo de los mss. árabes existentes en la Biblioteca
Nacional de Madrid, Madrid, Imprenta de Manuel Tello, 1889;
Pablo Gil y Gil, «Los mss. aljamiados de mi colección», Homenaje
a Francisco Codera en su jubilación del profesorado. Estudios de
erudición oriental, Zaragoza, Tipografía Mariano Escar, 1904, pp.
537-549 y el estudio de A. Vespertino Rodríguez, «Una aproximación a la datación de los manuscritos aljamiado-moriscos», Estudios
Románicos. Homenaje al profesor Rubio. II, Murcia, 5 (1987-88ÍNDICE
379
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
89), pp. 1419-1439. Véase también A. González Palencia, «Noticia
y extractos de algunos manuscritos árabes y aljamiados de Toledo y
Madrid», Miscelánea de estudios y textos árabes, Madrid, Centro de
Estudios Históricos, 1915, pp. 117-145.
5 Vid. A. Vespertino, op. cit., p. 1428.
6 Ibidem, p. 1436 (nota 100).
7 Vid. P. Gil y Gil, op. cit., p. 547.
8 Vid. J. Ribera y M. Asín, op. cit., pp. 203-204.
9 Vid. A. Vespertino, op. cit., p. 1422 y 1432 (nota 20).
10 Vid. E. Saavedra, op. cit., pp. 115-116.
11 Vid. Leyendas moriscas, 1a ed., Madrid, Imp. Manuel Tello (3
vols), vol. I, pp. 181-221; reimpr. en Granada, Universidad de
Granada, col. ARCHIVUM, 1994.
12 Vid. A. Vespertino, op. cit., p. 1427 y 1435 (nota 79).
13 Vid. P. Gil y Gil, op. cit., pp. 10-12.
14 Vid. J. Ribera y M. Asín, op. cit., pp. 10-12 y 291.
15 Vid. Reinhold Kontzi, Aljamiadotexte, Wiesbaden, 1974, vol. II,
pp. 347-677.
16 Vid. ibidem, p. 72: «This ms. is acephalous and incomplete at the
end. (...) Nevertheless the legend is almost complete in this text».
17 No hemos podido consultar la descripción del ms. hecha por el
personal investigador de la Biblioteca Nacional de Argel puesto que
hemos accedido al mismo a través del envío de una microficha al
Departamento de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de
ÍNDICE
380
Notas
Alicante. Quisiera por eso aprovechar este espacio para agradecerle
afectuosamente al profesor Míkel de Epalza sus rápidas gestiones
para la obtención de este manuscrito, sin el cual nuestro trabajo de
edición nunca habría sido completo.
18 Vid. A. Vespertino, op. cit., p. 1425.
19 Ibidem, p. 1422 y 1432 (nota 16).
20 Vid. E. Saavedra, op. cit., pp. 108-109.
21 Vid. ibidem, p. 115.
22 Vid. L. Cardaillac, Moriscos y cristianos. Un enfrentamiento
polémico, F.C.E., Madrid-México-Buenos Aires, 1979, p. 156.
23 Cfr. A. Galmés, op. cit., pp. 274-277 y 281-289.
24 R. Kontzi, «Aspectos del estudio de textos aljamiados»,
Thesaurus, Bogotá, 24 (1970), pp. 196-213:201.
25 Vid. Leyendas moriscas..., vol. I, p. 43. El texto del ms. BNM
9067 ocupa las páginas 43-53 de la mencionada introducción a las
Leyendas. Existe asimismo otra edición del ms., que no me ha sido
posible consultar: la contenida en la tesis doctoral de C. Arocena
González titulada El manuscrito aljamiado 9067 de la Biblioteca
Nacional de Madrid. Edición y Estudio, Las Palmas, Universidad de
la Laguna, 1960.
26 Vid. A. Galmés, «Lle-yeísmo...», pp. 276-277.
27 A.Blecua, Manual de crítica textual, Madrid, Castalia, 1983, p.
47.
28 Vid. ibidem, pp. 20-30.
ÍNDICE
381
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
29 Vid. ibidem, pp. 49-57.
30 Ibidem, p. 52.
31 Ibidem, p. 53.
32 Cfr. ibidem, pp. 59-71.
33 Véanse al respecto los trabajos de A. Galmés de Fuentes «La lengua española de la literatura aljamiado-morisca como expresión de
una minoría religiosa», en: Revista Española de Lingüística,
Madrid, XVI, 1 (1986), pp. 21-38 y de A. Vespertino, F. Failde y T.
Fuente, «Contribución de los textos aljamiado-moriscos al estudio
del léxico aragonés», Archivo de Filología Aragonesa, Zaragoza,
XXXV-XXXVII (1988), pp. 63-77.
34 En el texto aparece la palabra «romanos», adaptación castellana
del término árabe ru$m, uno de los varios utilizados en el Islam para
designar a los cristianos (véase al respecto el estudio de Eva
Lapiedra Gutiérrez, Cómo los musulmanes llamaban a los cristianos, Alicante, Instituto Juan Gil-Albert, 1997, pp. 114-142).
35 Como veremos con detalle más adelante, este hecho, según las
conclusiones a las que llega L. López-Baralt en su trabajo «Sobre el
signo astrológico del Arcipreste de Hita» (en: Huellas del Islam en
la literatura española, Madrid, Hiperión, 1989, pp. 43-58) a propósito del prólogo de Juan Ruiz a su Libro de Buen Amor, sería equivalente a decir, según las creencias populares, que la criatura iba a
nacer bajo el signo del Islam, lo que finalmente se confirma con su
conversión.
ÍNDICE
382
Notas
36 Vid. M. Asín Palacios, La escatología musulmana en la «Divina
Comedia», Madrid, Hiperión, 1961, p. 140.
37 La paloma es, entre los musulmanes, un animal vinculado a la
figura de Mahoma como mensajero de Alá (Vid. F.C. Tubach, Index
exemplorum, Helsinki, 1969, p. 143 y Ayten Fadel, Beiträge zur
Kenntnis des arabischen Märchens und seiner Sonderart, Bonn,
1978, p. 26), además de ser asimismo considerada como perteneciente a los animales buenos que son justos y llevan la paz, pues,
según ciertas tradiciones, ayudaron a Mahoma y a María (Vid. Ayten
Fadel, ibidem, p. 270).
38 Vid. L. Cardaillac, op. cit., pp. 145-191.
39 F. Guillén Robles, Leyendas moriscas, vol. II, pp. 351-388.
40 Vid. El ms. misceláneo 774 de la Biblioteca Nacional de París,
Madrid, 1982, pp. 186-214. Ver también La Leyenda de Alidachel el
malo y el día del juicio editada por Guillén Robles en ibidem, pp.
321-347 y el artículo de M. Manzanares de Cirre «El otro mundo en
la literatura aljamiado-morisca», Hispanic Review, Philadelphia, 41
(1973), pp. 599-608.
41 Vid. Míkel de Epalza, Los moriscos antes y después de la expulsión, Barcelona, Mapfre, 1992, pp. 39-60.
42 Vid. Míkel de Epalza, «A modo de Introducción. El escritor
Ybrahim Taybili y los escritores musulmanes aragoneses», en: L.F.
Bernabé Pons, El Cántico islámico del morisco hispanotunecino
Taybili, Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 1988, pp. 5-30
y op. cit., pp. 35-37, así como la visión general dada en su artículo
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383
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
«Caracterización del exilio musulmán: la voz de mudéjares y moriscos», en: Destierros Aragoneses. I. Judíos y Moriscos, Zaragoza,
Institución «Fernando el Católico», 1981.
43 Vid. G. Wiegers, «Isà b. Ëabir and the Origins of Aljamiado
Literature», Al-Qan∑ara, Madrid, XI,1 (1990), pp. 155-191 y Yça
Gidelli (fl. 1450), his antecedents and succesors. A historical study
of islamic literature in Spanish and Aljamiado, Leiden, 1991, 1994.
44 Vid. Encyclopédie de l’Islam, Deuxième édition, Leiden-París,
1960, vol I, s.v. «Aljamía» y «\Arabiyya».
45 O. Hegyi, «Introducción» a sus Cinco leyendas y otros relatos
moriscos, Madrid, Gredos, 1981, p. 16. Véase también, del mismo
autor, «El uso del alfabeto árabe por minorías musulmanas», en:
Actas del Congreso Internacional de literatura aljamiada y morisca, Gredos (CLEAM 3), Madrid, 1978, pp. 147-164 y «Algunos
aspectos del sistema de escritura aljamiado-español»,
Iberorromania, Tübingen, VIII (1978), pp. 30-41.
46 Véase D. Cabanelas Rodríguez, «Juan de Segovia y el primer
Alcorán trilingüe», Al-Andalus, 14 (1949), pp. 149-173, y, del
mismo, Juan de Segovia y el problema islámico, Granada, 1965.
47 Texto editado en el Memorial Histórico Español, Tomo V,
Madrid, 1853, pp. 247-510. Véase sobre su figura, además de los ya
citados en la nota 3 de este capítulo, el trabajo de G. Wiegers «Isa
de Jabir y la literatura aljamiado-morisca: una investigación del origen de su fama y autoridad», en A. Temimi (ed.), Actes du IV
Symposium International d’Etudes Morisques sur: Métiers, vie reliÍNDICE
384
Notas
gieuse et problématiques d’histoire morisque, Zaghouan,
C.E.R.O.M.D.I., 1990, pp. 359-360.
48 Vid. G. Wiegers, «Isà b. Ëabir and the origins», p. 160.
49 Cfr. G. Wiegers, ibidem, pp. 155-191.
50 Véase A. Vespertino Rodríguez, «Una aproximación...», p. 1420,
Míkel de Epalza, «A modo de Introducción», pp. 5-26, y L.F.
Bernabé Pons, «La asimilación cultural de los últimos musulmanes
de España: lengua y literatura de mudéjares y moriscos», Chrétiens
et musulmans dans la Renaissance, Paris, 1999, pp. 317-336.
51 Vid. «Una aproximación...», pp. 1420-21.
52 Véase a este respecto O. Hegyi, Cinco leyendas, pp. 17-18.
53 Vid. Jesús Zanón Bayón, «Los manuscritos de la Junta de tema
gramatical», Sharq al-Andalus, Alicante-Teruel, 12 (1995), pp. 363374.
54 Luce López-Baralt, «Crónica de la destrucción de un mundo: la
literatura aljamiado-morisca», Bulletin Hispanique, Bordeaux, 82
(1980), pp. 16-58:25.
55 Vid. ibidem, p. 22. (tomado por ésta de G. Ticknor, Historia de la
literatura española, trad. de P. de Gayangos y Enrique de Vedia,
Madrid, Rivadeneyra, 1851-56, vol. IV, p. 420).
56 Vid. Míkel de Epalza, op. cit., pp. 10-24.
57 Vid. L.P. Harvey, «El mancebo de Arévalo y la tradición cultural
de los moriscos», en: A. Galmés de Fuentes (dir.), Actas del
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385
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Coloquio Internacional de Literatura Aljamiada y Morisca (Oviedo,
1972), Madrid, Gredos (CLEAM 3), 1978, pp. 20-41.
58 Vid. op. cit., pp. 1419-1421 y 1438.
59 Véanse los estudios que acompañan a las ediciones CLEAM y el
artículo de A. Galmés de Fuentes ya citado «La lengua española ...»,
pp. 22-25.
60 Cfr. J. Karp-Gendre, A study of the Language of Selected 15th
and 16th century Aljamiado Manuscripts, London, University of
London, 1976 [Tesis doctoral inédita].
61 Vid. C. López-Morillas, «Copistas y escribanos moriscos», en A.
Temimi (ed.), Actes du II Symposium Internacional du C.I.E.M.:
Religion, Identité et sources documentaires sur les Morisques
Andalous, Túnez, 1984, pp. 71-78 y «Más sobre los escribanos
moriscos», en A. Temimi (ed.), Actes de la première Table Ronde du
C.I.E.M. sur la littérature aljamiado-morisque: hybridisme linguistique et univers discursif, Túnez, 1986, pp. 105-107.
62 Véanse a este respecto los trabajos de Míkel de Epalza
«Arabismos en el manuscrito castellano del morisco tunecino
A™mad al-H. anafø», en: Homenaje a Álvaro Galmés de Fuentes,
Oviedo-Madrid, Universidad de Oviedo-Ed. Gredos, 1985, vol. II,
pp. 515-528; «Un manuscrito normativo árabe y aljamiado: problemas lingüísticos, literarios y teológicos de las traducciones moriscas», en: A. Temimi (ed.), Actes de la première Table Ronde du
C.I.E.M. sur: La littérature aljamiado-morisque: hybridisme linguistique et univers discursif, Túnez, 1986, pp. 35-45 y «Le lexique
ÍNDICE
386
Notas
religieux des Morisques et la littérature aljamiado-morisque», en: L.
Cardaillac (dir.), Les Morisques et l’Inquisition, Paris, Publisud,
1990, pp. 51-64.
63 «La lengua española...», p. 34.
64 Vid. R. Kontzi, «Calcos semánticos en textos aljamiados», Actas
del Coloquio Internacional sobre literatura aljamiada y morisca,
Madrid, 1978, pp. 315-336.
65 Vid. Luce López-Baralt, «Crónica de la destrucción...», p. 27.
66 Véase la introducción de Luis F. Bernabé Pons a su Bibliografía
de la literatura aljamiado-morisca, Alicante, Universidad, 1992, pp.
21-30.
67 Un curioso ejemplo de esto último lo encontramos en el texto
titulado Itinerario de España, de un morisco que describe el recorrido para huir de España y da consejos para el camino. El texto dice
así: «Avisos para el camino: en Jaca manifestaréis el oro; si os preguntan alguno que adónde os is: –por deudas. Y que querés retraer
en Francia. Y en Francia (...) demandaréis el camino para Milán; de
allí adelante dirés que is a visitar al señor San Marco de Venecia.
Embarcaos en Padua y en un río para Venecia. Iréis a desembarcar a
la Plaza de San Marco, entraréis en una posada. No toméis nada de
ella, que os harán pagar de uno tres. En la plaza los que veréis con
tocas blancas son turcos, los que veréis con amarillas son judíos. A
aquellos demandaréis cuanto querráis, que ellos os encaminarán...»
(Vid. M. Sánchez Álvarez, «Algunos aspectos sobre los turcos en la
literatura aljamiado-morisca», Actas del Coloquio ..., pp. 295-312).
ÍNDICE
387
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
68 Es el caso de la fórmula que dice: «Filtro bendito que es aprovechante, con licencia de Dios, para el dormir, y para trebulación, y
para quien le tartamudea la lengua, y para el endiablado, y para el
que se le va el seso, y para el miedo y el espanto, y para la pesadiella, y para mal de jaqueca, y para el tomado de ojo, y para el que está
hechizado, y para la mujer que tiene mal parto, y para tocado de
aire, y para el lloro del niño, y para toda cosa. Escribirás en un plato,
con zafrán y aguarrás y beberla el doliente, y sanará, con licencia de
Dios, y es éste: ‘Te conjuro, oh enfermedad, por la fuerza de Dios,
por la majestad de Dios, y porque no hay poder ni fuerza sino en
Dios, el Alto, el Todopoderoso, por Dios, que no hay Dios sino
Él’...» (Vid. A. Labarta «Supersticiones moriscas», Awråq, Madrid,
V-VI (1982-1983), pp. 161-190). Véase también la obra de Y.
Cardailllac-Hermosilla, La Magie en Espagne. Morisques et vieux
Chrétiens. XVIème et XVIIème Siècles, Bordeaux, Université
Michel de Montaigne, 1994 [Tesis doctoral inédita].
69 Véase Louis Cardaillac, op. cit. y «Un aspecto de las relaciones
entre moriscos y cristianos: polémica y taqiyya», en Actas del
Coloquio ..., pp. 107-122.
70 En: Grundriss der romanischen Literaturen des Mittelalters,
Heidelberg, 9 (1985), pp. 117-132:126-130.
71 Muy parecida es la clasificación esbozada por A. Vespertino
Rodríguez en su artículo «El Discurso de la Luz de Mohamed
Rabadán y la literatura aljamiada de los últimos moriscos de
España», en: A. Temimi (ed.), Actes du IV S ymposium
International..., pp. 279-292.
ÍNDICE
388
Notas
72 Vid. A. Montaner Frutos, «Aproximación a una tipología de la
literatura aljamiado-morisca aragonesa», Destierros aragoneses. I.
Judíos y moriscos, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico»,
1988, pp. 313-326.
73 Véase también el artículo citado de L.F. Bernabé Pons «La asimilación cultural de los últimos musulmanes de España: Lengua y
Literatura de mudéjares y moriscos», Chrétiens et musulmans dans
la Renaissance, Paris, 1999, pp. 317-336.
74 En: «La literatura española aljamiado-morisca...», pp. 117-120.
75 Cfr. R. Menéndez Pidal, Poesía juglaresca y orígenes de las literaturas románicas, Madrid, 1957 y M. Alvar, El Romancero.
Tradicionalidad y pervivencia, Barcelona, Planeta, 1970.
76 Vid. M.J. Lacarra, La cuentística medieval española: los orígenes, Zaragoza, Universidad de Zaragoza, 1979, así como de A.
Montaner el citado «Tradición, oralidad y escritura...», pp. 171-181,
en el que sostiene que la única posible tradicionalidad de la literatura aljamiado-morisca se daría en los textos árabes transmitidos oralmente hasta que son traducidos por los moriscos, dándose después
únicamente un proceso de transmisión textual a través de las copias
sucesivas.
77 L.P. Harvey, «El mancebo de Arévalo...», pp. 20-41. De este
autor se ha apuntado recientemente su posible origen judío pero
convertido al Islam por el profundo conocimiento de la religión
judía que muestra en su textos (Vid. M. J. Rubiera Mata, «Nuevas
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389
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
hipótesis sobre la personalidad del Mancebo de Arévalo», Sharq AlAndalus, Alicante-Teruel, 12 (1995), pp. 315-324).
78 Obra editada por A. Labarta en: «Oraciones cristianas aljamiadas
en procesos inquisitoriales de moriscos valencianos», Boletín de la
Real Academia de las Buenas Letras de Barcelona, Barcelona, 37
(1977-1978), pp. 177-197.
79 Vid. C. Sarnelli Cerqua, «Al-H. agˇarø in Andalusia», Studi
Magrebini, Napoli, III (1970), pp. 161-203. La edición de su obra
árabe es la hecha por M. Raz¤q, Nås.ir ad-Døn, Casablanca,
Facultad de Letras, 1987, obra que fue resumida en castellano por el
propio al-H. a¥arø en el ms. D-565 de la Biblioteca Universitaria de
Bolonia (Véase J. Penella, «Introduction au manuscrit D 565 de la
Bibliothèque Universitaire de Bologne», en: Epalza, M. de – Petit,
R., Etudes sur les moriscos andalous en Tunisie, Madrid-Túnez,
Dirección General de Relaciones Culturales, 1973, pp. 258-263).
80 Cfr. la edición y estudio de un texto de estas características,
escrito en verso y en caracteres latinos, llevada a cabo por L.F.
Bernabé Pons, en El Cántico..., pp. 139-267.
81 Luce López-Baralt, «Crónica de la destrucción..., p. 22.
82 Vid. Orígenes de la novela, Madrid, 1905, vol. I, p. 106.
83 Veáse a este propósito el resumen de la evolución de los estudios
moriscos realizada por Míkel de Epalza en: Los moriscos antes y
después de la expulsión, Madrid, Mapfre, 1992, pp. 18-32 y «La
moriscología como ciencia histórica, en la actualidad», L’expulsió
dels Moriscos. Conseqüències en el món islàmic i en el món cristià.
ÍNDICE
390
Notas
Actes del Congrés Internacional. 380è Aniversari de l’expulsió dels
moriscos (Sant Carles de la Rápita, 1990), Barcelona, Generalitat
de Catalunya, 1994, pp. 9-15.
84 A. Galmés de Fuentes, «El interés literario en los escritos aljamiado-moriscos», Actas del coloquio..., pp. 189-208:190. Véase
también, de este mismo autor, «Características literarias de los escritos aljamiado-moriscos», II Jornadas internacionales de cultura
islámica «Aragón vive su historia», Madrid, Ediciones Al-Fadila,
1990, pp. 196-197.
85 Vid. A. Vespertino, Leyendas aljamiadas y moriscas sobre personajes bíblicos, Madrid, Gredos (CLEAM 6), 1983.
86 Vid. A. Galmés, Historia de los amores de Paris y Viana, Madrid,
Gredos (CLEAM 1), 1970, y El Libro de la Batallas. Narraciones
épico-caballerescas, Madrid, Gredos (CLEAM 2), 1975, 2 vols.
87 Vid. «El interés literario...», pp. 190-209.
88 Vid. G. Fonseca, Sumario de la relación y ejercicio espiritual
sacado y declarado por el Mancebo de Arévalo (Ed. y estudio del
ms. B.N.M. Res 245), Oviedo, Universidad de Oviedo, 1987 [Tesis
doctoral inédita].
89 Vid. Mª Teresa Narváez, «El mancebo de Arévalo, lector morisco de La Celestina», en: Bulletin of Hispanic Studies, 72 (1995), pp.
255-272.
90 Vid. J. Oliver Asín «El Quijote de 1604», Boletín de la Real
Academia Española, Madrid, 28 (1948), pp. 89-126.
ÍNDICE
391
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
91 Vid. J. Oliver Asín, ibidem, pp. 111-116 y L.F. Bernabé Pons, El
cántico..., pp. 131-132.
92 Es la postura defendida de forma extrema por A. Galmés a lo
largo de sus trabajos, centrados en los aspectos islámicos contenidos
en las obras de los moriscos, y que ha dado lugar, como teoría
opuesta, la idea de la asimilación defendida por F. Márquez
Villanueva y recientemente expuesta en El problema morisco (desde
otras laderas), Madrid, Ediciones Libertarias, 1991, problemática
en la que Míkel de Epalza ha sabido encontrar una postura intermedia (vid. Los moriscos antes y después..., pp. 39-128), diferenciando entre unas regiones y otras y relativizando la cuestión.
93 Cfr. Luce López-Baralt, San Juan de la Cruz y el Islam, México,
El Colegio de México-Universidad de Puerto Rico, 1985.
94 Cfr. Luce López-Baralt, Un ‘Kåma S¤tra’ español, Madrid,
Siruela, 1991.
95 Vid. J. Oliver Asín, «Un morisco de Túnez, admirador de Lope»,
Al-Andalus, Madrid, 1 (1933), 409-450.
96 En opinión de L.F. Bernabé Pons, el autor del ms. S2 no sería
otro que el propio Taybili (vid. El cántico...., pp. 65-66), aunque
Luce López-Baralt no comparte dicha opinión a partir de sus estudios sobre este manuscrito (vid. Un Kåma S¤tra español..., p. 78).
97 Vid. J. Oliver Asín, op. cit., pp. 431-432.
98 Vid. Luce López-Baralt, «El extraño caso de un morisco maurófilo», Actas del X Congreso de la Asociación Internacional de
Hispanistas, Barcelona, PPU, 1989, pp. 255-266.
ÍNDICE
392
Notas
99 Cfr. F. Márquez Villanueva, op. cit., pp. 45-97.
100 Vid. A. Stoll, «Avatares de un cuento del Renacimiento. El
Abencerraje, releído a la luz de su contexto literario-cultural y discursivo», Sharq al-Andalus, Alicante-Teruel, 12 (1995), pp. 429460.
101 Véase D. Cabanelas Rodríguez, «Intento de supervivencia en el
ocaso de una cultura: los libros plúmbeos de Granada», Nueva
Revista de Filología Hispánica, México, 30 (1981), pp. 334-358 y
M.J. Hagerty Fox, Los Libros Plúmbeos del Sacromonte, Madrid,
Editora Nacional, 1980 y Transcripción, traducción y observaciones de dos de los libros plúmbeos del Sacromonte, Granada,
Universidad de Granada, 1984 [Tesis doctoral inédita], textos que
mostrarían claramente la voluntad de los moriscos de vencer con sus
propias armas, es decir, las profecías, a sus enemigos cristianos (Cfr.
L. Cardaillac, «Le prophetisme, signe de l’identité morisque», en:
A. Temimi (ed.), Actes du II Symposium International du C.I.E.M.:
Religion, Identité et Sources Documentaires sur les Morisques
Andalous, Túnez, 1984, vol. I, pp. 138-146).
102 Vid. M. Menéndez Pelayo, op. cit., p. 107.
103 Vid. S. Thompson, Motif-Index of Folk Literature, Bloomington,
1955, vol. V, motivo T411.1.
104 Vid. L. Martínez Martín y A. Larraya (trads.), Las mil y una
noches, Barcelona, 1965, vol. II, pp. 145-146, noches 347-348. El
mismo relato fue incluido por M. Asín Palacios en su Crestomatía
de árabe literal, Madrid, 1950, pp. 5-6 con el título de «Las manos
ÍNDICE
393
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
cortadas» a partir de la versión recogida en la obra de Ëamal al-Døn
al-Ëawzø, Kitåb suhnat al-ahzån, ms. de la Escuela de Estudios
Árabes de Madrid, nº 36, f. 47v).
105 Vid. Leyendas moriscas (vol. I, pp. 181-221).
106 Vid. «Lle-yeísmo y otras cuestiones...» pp. 277-281.
107 Vid. ibidem, pp. 275-276.
108 Vid. Menéndez Pelayo, op. cit., p. 107 y E. Saavedra, op. cit., p.
28.
109 En: Revue de l’Occident Musulman et de la Mediterranée, Aixen-Provence, 43 (1982), pp. 123-127.
110 Editada por F. Guillén Robles en sus Leyendas, pp. 217-230 y
O. Hegyi, Cinco leyendas y otros relatos moriscos, Madrid, 1981,
pp. 185-196.
111 Vid. H. Bouzineb, op. cit., pp. 126. Por lo que se refiere al texto
coránico, éste dice así (vid. El Corán, trad. de J. Vernet, Madrid,
Planeta, 1983, p. 647):
«cuando se interrogue a la víctima acerca del pecado que motivó que
se la matara...».
La cursiva es del traductor, que explica que en este versículo se
funda la creencia de que los árabes practicaban el infanticidio (ibidem, p. 647, nota 8 al texto editado), a la vez que remite a la sura 6,
138/137, en donde dice:
«Así, para muchos de los asociadores, sus asociados han hecho
bello el dar muerte a sus hijos con el fin de aniquilarlos y de disfrazar, contra ellos, su religión. Si Dios hubiese querido, no lo hubieÍNDICE
394
Notas
sen hecho. ¡Déjalos con lo que maquinan!».
En opinión de J. Vernet, la expresión que aparece en el texto, qatla
awladihim, «dar muerte a sus hijos», que se encuentra también en
152/151, ha sido glosada por los comentaristas, a partir del verso 8
de la sura 81, por «hijas», sin motivo suficiente. En el Alhadiz está
claro que el motivo del castigo es, naturalmente, la traición, por
parte de la doncella, a la religión de los padres, para convertirse al
Islam.
112 Vid. «La literatura española...», p. 126.
113 A. Galmés, «El interés literario...», p. 204.
114 F. Guillén Robles, op. cit., pp. 351-388.
115 Vid. M. Sánchez Álvarez, El ms. misceláneo..., pp. 186-214.
Véase también La Leyenda de Alidachel el malo y el día del juicio
editada por Guillén Robles en Leyendas moriscas, pp. 321-347 y el
artículo citado de M. Manzanares de Cirre «El otro mundo...»,
pp. 599-608.
116 En esta línea ha trabajado María José Fernández una serie de
textos aljamiados en: «La literatura del exemplus a luz de unos textos aljamiado-moriscos», A. Temimi (ed.), Actes du IV Symposium
International d’Etudes Morisques sur: Métiers, vie religieuse et
problématiques d’histoire morisque, Zaghouan, C.E.R.O.M.D.I.,
1990, pp. 123-128.
117 Vid. Louis Cardaillac, op. cit., p. 159.
118 Vid. op. cit., pp. 320-321.
119 Vid. ibidem, p. 315.
ÍNDICE
395
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
120 Vid. op. cit., pp. 107-108.
121 Véase al respecto la relación de colecciones de exempla recogidas entre los siglos XIII y XV que aportan J. Berlioz y M.A. Polo
en su artículo «Les recuils d’exempla et la difussion de l’encyclopedisme médiéval», en: M. Picone, L’enciclopedismo medievale,
Longo editore, Ravenna, 1994, pp. 179-212:203-211.
122 Op. cit., p. 179.
123 D. Cardaillac, «Interpretación de dos culturas en un relato aljamiado-morisco», Nueva Revista de Filología Hispánica, México, 30
(1980), pp. 174-183:174.
124 Op. cit., p. 91.
125 Ibidem, p. 91.
126 Op. cit., p. 19.
127 Op. cit., p. 92.
128 Ibidem, p. 93.
129 Es importante en este contexto mencionar el papel sociológico
que posee la Virgen María dentro del Islam, a la que se presenta en
el Corán como un ser perfecto frente a Jesús, personaje no tan bien
considerado por los musulmanes en su Libro (véase J. Abd-el-Jalil,
Cristianismo e Islam, Madrid, 1954).
130 Cfr. Claude Bremond y Jaques Le Goff, L’exemplum, en:
Typologie des sources du Moyen Age Occidental, fasc. 40, Institut
d’Etudes Medievales, Belgique, 1982.
131 Vid. op. cit., p. 124.
ÍNDICE
396
Notas
132 Ibidem, p. 127.
133 Cfr. M.J. Lacarra, op. cit., pp. 99-131.
134 M.J. Fernández, op. cit., p. 123.
135 EI2, París/Leiden, 1991, vol. IV, pp. 805-818:805.
136 Vid. Handbuch der arabischen Literatur, Hamburg, Duske
Verlag, 1983, p. 27.
137 Véase \Abd al-\Azøz al-Ahwånø (ed.), H. adåiq al-azhår,
Mélanges T. åhå Husayn, Cairo, 1832/1962, pp. 235-367:295-364.
138 Cfr. M. Chevalier, Folklore y literatura: el cuento oral en el
siglo de Oro, Barcelona, Crítica, 1978, pp. 84-100 y 161-166 y Pino
Valero Cuadra, La doncella Teodor: un cuento hispanoárabe,
Alicante, Instituto Juan Gil-Albert, 1996, sobre la adaptación teatral
llevada a cabo por Lope de Vega del cuento árabe de «La doncella
Teodor», estudio en el que también se aborda el tema del diálogo
como método didáctico.
139 Vid. EI2, París/Leiden, 1973, vol. III, pp. 24-30.
140 Vid. op. cit., pp. 66-77.
141 Vid. «La literatura aljamiado-morisca, literatura tradicional», en
VV.AA., Les morisques et leur temps, C.N.R.S., París, pp. 1527:20-21.
142 Cf. A. Montaner, op. cit., pp. 313-318.
143 Ibidem, p. 315.
144 Ibidem, p. 320.
145 Ibidem, pp. 322-323.
ÍNDICE
397
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
146 Ibidem, pp. 322.
147 Vid. op. cit., p. 109.
148 Op. cit., p. 69.
149 Fol. 32r del ms. 57 de la Junta.
150 Op. cit., p. 124.
151 Ibidem, p. 124.
152 Op. cit., p. 64.
153 Fol. 32r del ms. J57.
154 Cf. EI2, París/Leiden, 1960, vol. I, pp. 392-397.
155 «El interés literario...», p. 191.
156 Cfr. Encyclopaedia of the Islam, Leiden, 1993 (reedición), vol.
VI, pp. 982-984.
157 Vid. EI2, París/Leiden, vol. IV, pp. 330-331. Véase también B.
Chapira, «Legendes bibliques atribuées a Kabu al-Ahbar», Revue
des études juives, París, 69 (1919), pp. 86-107, sobre el original
árabe de la historia de Abraham, y M. Perlmann, «A legendary story
of Ka’b al-Ahbår’s conversion to Islam», The Joshua Starr
Memorial Volume, New York, 1953, pp. 85-89, y «Another Kabu alAhbar story», The Jewish Quarterly Review, New York, 45 (1954),
pp. 48-58, sobre una segunda versión de la legendaria conversión.
De gran interés para nuestra trabajo sería la obra de Israel
Wolfensohn Kacb al-A™bår und seine Stellung in H. adøth und in der
islamischen Legendenliteratur (Frankfurt a.M., 1933 [Tesis
ÍNDICE
398
Notas
Doctoral]), en torno a su papel en leyendas y hadices islámicos, que,
desgraciadamente, no hemos podido conseguir.
158 M. Perlmann, «A legendary story...», p. 85.
159 Fol. 32r del ms. 57.
160 Cfr. «Sobre el signo astrológico...», pp. 43-58.
161 Cfr. ibidem, pp. 53-55:54.
162 El Corán, nota a la sura 96:102, pp. 18-19.
163 Fol. 34v del ms. J 57.
164 Cfr. E. Hamilton, Héroes, dioses y leyendas. Mitología, Madrid,
Daimon, 1976, p. 226, al hacer referencia a la historia de Eneas, el
hijo de Venus.
165 Fols. 43r-45v del ms. J 57.
166 Fol. 35v del ms. J 57.
167 Fols. 34v-35r del ms. J 57.
168 Cfr. op. cit., pp. 69 y ss.
169 Op. cit., pp. 168-169 (la cursiva es nuestra).
170 Ibidem, p. 170.
171 Fols. 33r-33v del ms. J 57.
172 Fol. 45r. del ms. J 57.
173 Op. cit., p. 173.
174 Op. cit., p. 125.
175 Cfr. op. cit., pp. 99-100.
ÍNDICE
399
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
176 A. Vespertino Rodríguez, «Literatura aljamiada, literatura islámica», en: G. Mouilland-Fraisse y J.M. Hernández Cardo (eds.),
Littérature et double culture / Literatura y doble cultura, Actes
Noesis /Actas Noesis, Calaceite, 1989, pp. 120-148:121.
177 Vid. op. cit., p. 133.
178 Seguimos la traducción de J. Vernet, Barcelona, Planeta, 1983
por lo que todas las citas del mismo se realizarán a partir de ésta.
179 Cfr. F.M. Pareja, La religiosidad musulmana, Madrid,
Biblioteca de Autores Cristianos, 1975.
180 Cfr. M. Asín Palacios, La escatología musulmana en la «Divina
Comedia», Madrid, Hiperión, 1984.
181 La citamos como EI2, París/Leiden, 6 vols. en curso de publicación, 1960 en adelante, o la Encyclopaedia of the Islam, E.J. Brill,
Leiden, 9 vols., 1906, (reimpreso en 1992), para los vocablos no
encontrados en la primera.
182 Cfr. R. Paret, «Symbolik des Islam», en: F. Hermann (ed.),
Symbolik der Religionen, vol. 2, Stuttgart, 1958, y el ya citado Index
exemplorum. A handbook of medieval religious Tales de F.C.
Tubach.
183 Cfr. S. Thompson, Motif-Index of Folk-Literature, Bloomington
& London, Indiana University Press, 6 vols., 1955-58.
184 Fols. 32r-33v del ms. J57 o A, como es denominado en nuestra
descripción y en los criterios de filiación de los manuscritos.
185 Véase p. 109 del capítulo 3.
ÍNDICE
400
Notas
186 Como dice Fernando de la Granja, «...es archiconocida la preferencia de árabes y musulmanes por el color verde, que figura en
las banderas de tantos países del Islam, y que era el color predilecto del Profeta» (vid. «Apostillas árabes a algunos pasajes de La
Dorotea de Lope de Vega», Al-Qan∑ara, 17,1 (1996), pp. 221229:223).
187 Dicha tradición es recogida por L. Cardaillac a partir de la obra
del conocido apologeta cristiano y acérrimo defensor de la expulsión de los moriscos, Pedro Aznar Cardona, Expulsión justificada de
los moriscos españoles y suma de las excellencias de nuestro rey
don Felipe el Católico Tercero deste nombre, Huesca, Pedro
Cabarte, 1612, 2 partes, leyenda también citada por otro apologista
de la expulsión, Fray Marcos de Guadalajara y Xavier, en su
Memorable expulsión y justísimo destierro de los moriscos de
España, Pamplona, Nicolás de Assiayn, 1613 (Vid. Moriscos y cristianos..., pp. 61 y 367, nota 177 al capítulo I). También F. Márquez
Villanueva hace referencia a ella como ejemplo de las tradiciones
proféticas que circulaban entre los moriscos y que llevaban a las
autoridades cristianas a entender el «problema morisco» como una
amenazadora conspiración (Vid. «El problema historiográfico de los
moriscos», en: El problema morisco (desde otras laderas), Madrid,
Libertarias, 1991, pp. 141-166, esp. p. 145 para la referencia a esta
leyenda).
188 Vid. M. Asín Palacios, op. cit., p. 141.
189 Fol. 34r del ms. J 57.
ÍNDICE
401
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
190 Vid. Encyclopaedia..., vol. III, p. 351, y las suras 2:32, 7:10,
15:31 y ss., 17:63, 18:48, 20:115, 38:47 y ss. del Corán.
191 Corán, p. 9 (la negrilla es nuestra). Este episodio es explicado
con más detalle más adelante en la sura 7:10-11 y ss (Corán, pp.
150-152).
192 Vid. Encyclopaedia..., vol. III, pp. 351-352.
193 Corán, p. 97.
194 Cfr. R. Paret, op. cit., vol. 2, pp. 51-63.
195 Cfr. L. Massignon, «Les méthodes de réalisation artistique des
peuples de l’Islam», Syria, París, 1,4 (1921), 22-171, traducido al
español por Emilio García Gómez en: Revista de Occidente,
Madrid, 38 (1932), pp. 257-284.
196 Vid. G. Labib, Der Maure in dem dramatischen Werk Lope de
Vega’s. Ein Beitrag zu dem Problem: der Maure — eine literarisch
stilisierte Fiktion oder historische Wirklichkeit?, Hamburgo,
Universidad de Hamburgo, 1961 [Tesis Doctoral], pp. 248-250.
Véase también R. Paret, «Textbelege zum islamischen
Bilderverbot», en: Das Werk des Kunstlers. Studien zur
Ikonographie und Formgeschichte (H. Schrade zum 60. Geburtstag
dargebracht), Kohlhammer, Stuttgart, 1960, pp. 36-49.
197 Cfr. L. Cardaillac, op. cit., pp. 207-234.
198 Cfr. ibidem, pp. 145-191.
199 Fol. 34v. del ms. J 57.
200 Corán, p. 349.
ÍNDICE
402
Notas
201 Vid. op. cit., p. 169, motivo 2103: Fly sting heretic to madness.
202 Vid. S. Thompson, op. cit., vol. 5, p. 223, motivo Q415.8, recogido en el Motif-Index of Mediaeval Spanish Exempla de J.E. Keller,
lo que quiere decir que ha sido tomado de la tradición sermonaria
cristiana, o judeo-cristiana.
203 Vid. S. Thompson, ibidem, vol. 4, p. 462, motivo K1962.1, asimismo recogido del índice de exempla de Keller citado en la nota
anterior.
204 Vid. ibidem, p. 464, motivo K1962.
205 Vid. F.C. Tubach, Index exemplorum, Helsinki, 1969, p. 143.
Véase también Ayten Fadel, Beiträge zur Kenntnis des arabischen
Märchens und seiner Sonderart, Bonn, 1978, p. 26 y el artículo de
M. de Epalza «Un logos cristià enfront de l’Islam: Eiximenis escrivint sobre Mahoma» (en: Antoni Ferrando y Albert G. Hauf (dirs.),
Miscel.lània Joan Fuster. Estudis de llengua i literatura, Barcelona,
Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1990, pp. 59-75:69), en
donde se explica cómo esta tradición sobre Mahoma es considerada
por F. Eiximenis, en un texto sobre el Islam y, especialmente, sobre
el profeta Mahoma, como uno de sus métodos para engañar a la
gente sobre la que predicaba, pues pretendía avalar su autoridad
explicando que sus enseñanzas le venían directamente del Espíritu
Santo o de esa paloma/Gabriel que le hablaba directamente en su
oreja, por lo que es posible que proceda de ahí la citada vinculación
popular cristiana de la paloma con el Espíritu Santo.
206 Vid. L. Cardaillac, Moriscos y cristianos..., pp. 162-165:164.
ÍNDICE
403
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
207 Ibidem, p. 165.
208 Corán, p. 7.
209 Ibidem, p. 18.
210 La figura de la paloma es asimismo considerada entre los árabes como perteneciente a los animales buenos, que son justos y llevan la paz porque, según otras tradiciones, también recogidas por C.
Tubach, ayudaron a Mahoma y a María (Vid. Ayten Fadel, op. cit.,
p. 270).
211 Fol. 35v. del ms. J 57.
212 Vid. P. Longás, La vida religiosa de los moriscos, Madrid, Pedro
Maestre, 1915, p. 13, reimpreso en Granada, Universidad de
Granada, Col. Archivum, 1990.
213 Vid. F.M. Pareja, op. cit., pp. 80-86 y M. de Epalza (dir.),
L’Islam d’avui, de demà i de sempre, Barcelona, Enciclopèdia
Catalana, 1994, pp. 32-56.
214 Cfr. las citadas Leyendas moriscas de F. Guillén Robles, y M.
Sánchez Álvarez, El manuscrito misceláneo 774 de la Biblioteca
Nacional de París, Madrid, Gredos (CLEAM 5). 1982.
215 Vid. P. Longás, op. cit., pp. 13-14.
216 Fols. 36r-38r del ms. J 57.
217 Corán, pp. 7-8 y 268.
218 Cfr. R. Kontzi, «Calcos semánticos... », pp. 315-336.
219 Véase a este propósito el trabajo de M. de Epalza, «Notas sobre
la etimología árabe-islámica de ‘riesgo’», Sharq al-Andalus,
ÍNDICE
404
Notas
Alicante, 6 (1989), pp. 185-192, que explica la etimología árabe del
vocablo apoyándose en la frecuencia y significado con los que aparece en el libro santo musulmán.
220 Corán, p. 8.
221 Ibidem, p. 550. En la nota a los versos 9-10, 11-12 de la sura 41,
en los que se describe cómo se utilizaron dos días para la creación
de la tierra, cuatro para los alimentos que debe recibir el hombre
para su sustento, y otros dos para los cielos, por este orden, J. Vernet
hace notar que de la lectura de éstos se puede «deducir que la creación se realizó en ocho días, lo cual no sólo está en desacuerdo con
la Biblia, sino con lo que se dice en otros pasajes coránicos (...). Los
comentadores musulmanes emplean su mejor ingenio para explicar
estos versículos reduciendo la suma a seis. Lo consiguen entendiendo que en los cuatro días del versículo 9/10 se encuentran ya incluidos los dos del versículo 8/9. El orden de la Creación –primero la
tierra y luego el cielo– también esta en desacuerdo con otros pasajes coránicos (79:28-30)» (vid. Corán, p. 501).
222 Cfr. R. Kontzi, «Calcos semánticos...», pp. 325 y ss.
223 Corán, pp. 155-156 (la negrilla es nuestra).
224 Ibidem, p. 319.
225 Cfr. ibidem, pp. 50 y 56 y las suras 4:134-135, 6:3 y 6:13.
226 Ibidem, p. 464. Véase también la sura 16:42-40.
227 Ibidem, pp. 44-45 y 275.
228 Ibidem, p. 370 (la negrilla es nuestra).
ÍNDICE
405
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
229 Ibidem, p. 315.
230 Cfr. A. Vespertino Rodríguez, Leyendas aljamiadas y moriscas,
pp. 300-355.
231 Fols. 38r-39r del ms. J 57.
232 Para los mandamientos y los preceptos morales básicos del
musulmán véanse las suras 2:77, 2:147-150, 2:262-267, 6:152, 7:31,
23:98, 31:13, 31:14, 41:34, 42:37, 46:14-16, 49:10-13, 59:10,
60:12, 74:3, 74:4 y 74:5 del Corán.
233 Vid. Corán, sura 60:12, p. 594.
234 En el texto, almalakes, ‘ángeles’, del árabe al-malak, que sería
un calco de esquema.
235 Corán, p. 566.
236 Ibidem, p. 463. Véanse también a este propósito las suras 37:19,
69:13, 76:6 y 80:33.
237 Ibidem, p. 18 (la negrilla es nuestra).
238 Vid. EI2, París/Leiden, 1960, vol. I, pp. 15-16.
239 Corán, p. 432.
240 Ibidem, p. 676.
241 Vid. M. Sánchez Álvarez, op. cit., p. 193, fols. 211v-212r del
ms. editado.
242 Ibidem, p. 21.
243 Véase F.M. Pareja, op. cit.
ÍNDICE
406
Notas
244 Se puede observar este hecho en las obras escritas por autores
turcos en Alemania, que recuerdan las historias oídas en su infancia
en Turquía, antes de emigrar, como sería el caso de la escritora
Emine Sevgi Özdamar, quien relata un pasaje parecido al de los textos moriscos en su obra Das Leben ist eine Karawanserei, Frankfurt,
1992, pp. 22-23. Hemos presentado recientemente un primer acercamiento al tema del Islam en las obras de escritoras turcas en
Alemania en la IX Semana de Estudios Germánicos celebrada en
Madrid entre los días 29 de abril y 2 de mayo de 1998 con la ponencia titulada «El Islam en las escritoras turco-alemanas: el caso de
Emine Sevgi Özdamar», que será publicada en las actas de dichas
jornadas.
245 Vid. ibidem, p. 22.
246 Corán, p. 358.
247 Ibidem, p. 271.
248 Fols. 40r-43r del ms. J 57.
249 Corán, p. 574, nota al versículo 10.
250 Ibidem, p. 575 (la negrilla es nuestra).
251 Ibidem, pp. 575-576. El último versículo es una clara referencia
al pecado original de Adán y Eva.
252 Ibidem, p. 206.
253 Vid. M. Asín Palacios, op. cit., p. 197. Por lo que se refiere al
aspecto citado por Asín Palacios sobre la localización terrestre o no
terrestre del paraíso, existen diversas controversias teólogicas sobre
si éste se sitúa en el cielo o en la tierra, habiéndose supuesto finalÍNDICE
407
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
mente, a partir de explicaciones más cercanas al relato bíblico, que
se encontraba en el tierra, sobre la más alta montaña de ésta (vid. ibidem, pp. 193-196). Véase también F.M. Pareja, op. cit., p. 183.
254 Vid. ibidem, p. 227.
255 Corán, p. 479.
256 Vid. M. Asín, op. cit., pp. 227-228.
257 Vid. F.M. Pareja, op. cit., p. 185.
258 Corán, p. 154. J. Vernet explica en una nota a estos versículos
que los adarves, del árabe al-araf, serían la parte superior del citado muro «fronterizo», y cabría preguntarse si tendrían alguna concomitancia con el limbo cristiano, siendo éste «el único versículo
coránico que permite deducir la existencia del limbo entre los
musulmanes».
259 Vid. F.M. Pareja, op. cit., p. 183.
260 Sobre el número de ríos del paraíso existen discrepancias con la
Biblia (vid. M. Asín, op. cit., p. 200).
261 M. Asín, ibidem, p. 197.
262 Corán, p. 573.
263 M. Asín, op. cit., p. 198.
264 Del árabe sitår, lo que sería un calco de esquema.
265 Corán, p. 457.
266 Vid. M. Asín, op. cit., p. 197.
267 Corán, pp. 572-573.
ÍNDICE
408
Notas
268 Ibidem, p. 573, nota al versículo 72, citado arriba.
269 Vid. F.M. Pareja, op. cit., p. 183.
270 Vid. M. Asín, op. cit., p. 197.
271 Ibidem, pp. 203-205. Este autor considera más importante para
esta cuestión, junto al aspecto citado de las huríes del paraíso islámico, los autores ascetas y místicos islámicos.
272 Vid. ibidem, pp. 205-212:207.
273 Corán, p. 652.
274 M. Asín, op. cit., p. 199.
275 Corán, p. 467.
276 Corán, p. 457.
277 Fols. 43r-45v del ms. J 57.
278 Corán, pp. 231, 236 y 457.
279 Ibidem, p. 260.
280 Ibidem, p. 264.
281 Vid. M. Asín, op. cit., pp. 136-138.
282 Ibidem, p. 135.
283 Según aclara J. Vernet, «es uno de los tantos sinónimos –siete,
según la tradición– que sirven para desginar el fuego del infierno»
(vid. Corán, p. 632, nota al versículo 26 de la sura 74).
284 Corán, p. 632.
285 Ibidem, p. 681.
ÍNDICE
409
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
286 Sobre el significado coránico e ideológico del término mu≈rik,
‘asociador, politeísta’ véase el trabajo de Eva Lapiedra Gutiérrez,
op. cit., pp. 211-219.
287 Vid. M. Asín, op. cit., p. 139.
288 Sobre el significado coránico e ideológico del término \åbid alas.nåm, ‘adoradores de ídolos’, véase también Eva Lapiedra
Gutiérrez, op. cit., pp. 458-460.
289 Vid. F.M. Pareja, op. cit., p. 184.
290 Vid. M. Asín, op. cit., p. 139.
291 Ibidem, p. 142.
292 Vid. ibidem, pp. 141-142.
293 Este aspecto sería responsable, como explica M. Asín, de estas
tradiciones sobre los siete cielos o siete estratos del paraíso, que pretenden establecer una simetría con las citadas siete «puertas» infernales, de base coránica (vid. ibidem, p. 137).
294 F.M. Pareja, op. cit., p. 184.
295 Corán, p. 53.
296 Ibidem, p. 231.
297 Ibidem, p. 642.
298 Ibidem, pp. 52-53 (la negrilla es nuestra).
299 Ibidem, p. 520, nota al versículo 77.
300 Ibidem, p. 496.
301 Ibidem, p. 490.
ÍNDICE
410
Notas
302 Ibidem, p. 520.
303 En el texto, aljubes, ‘pozos’, del árabe al-¥ubb, que sería otro
calco de esquema.
304 Fols. 45-46r del ms. J 57.
305 Fols. 46r-46v del ms. J 57.
306 Corán, p. 370.
307 Fol. 46v del ms. J 57.
308 Véase por ejemplo el relato titulado «Los cinco preceptos fundamentales del Islam», en: O. Hegyi, Cinco leyendas..., pp. 197206.
309 Corán, p. 36.
310 Fol. 47r del ms. J 57.
311 Corán, p. 120 (la negrilla es nuestra).
312 Vid. F.M. Pareja, op. cit., pp. 228-230.
313 Corán, p. 313.
314 Cfr. F.M. Pareja, op. cit., pp. 79 y ss.
315 Fol. 47v del ms. J 57 (la negrilla es nuestra).
316 Corán, p. 174.
317 Fol. 49r. del ms. J 57.
318 Vid. L.P. Harvey, «Los moriscos y los cinco pilares del Islam»,
en: A. Temimi (ed.), Las prácticas musulmanas de los moriscos
andaluces (1492-1609), Zaghouan, C.E.R.O.M.D.I., 1989, p. 94.
319 Vid. ibidem, p. 95.
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411
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
320 almalakes, ‘ángeles’, del árabe al-malak, que sería un nuevo
calco de esquema. En el Islam, los ángeles acompañan siempre a
Dios y los profetas en el enjuiciamiento de los hombres, ya sea con
los creyentes o con los condenados, estando aquí claro que los ángeles acompañan aquí a una de las elegidas por Dios para disfutar de
los deleites del paraíso (vid. por ejemplo, Corán, sura 2:28, pp. 8-9).
321 Fols. 48v-49r del ms. J 57.
322 Corán, p. 50.
323 Cfr. L. Cardaillac, Moriscos y cristianos..., pp. 85-98.
324 Corán, p. 95.
325 Véase sobre la influencia de las narraciones ascéticas cristianas
en la literatura religiosa musulmana el estudio de R. Menéndez
Pidal, «La leyendas moriscas en su relación con las cristianas», en:
Estudios literarios, Madrid, Espasa-Calpe, Col. Austral, 19578, pp.
111-124, donde el autor se ocupa de relatos moriscos como el conocido «Recontamiento de Jesús con la calavera», relatado por
muchos autores árabes y de origen indudablemente cristiano.
326 Fols. 49r-49v del ms. J 57.
327 Corán, p. 50.
328 Fol. 50v del ms. J 57.
329 Fols. 50v-51r del ms. J 57.
330 Fol. 51v del ms. J 57.
331 Fols. 51v-52r del ms. J 57.
332 Vid. F.M. Pareja, op. cit., pp. 187-189.
ÍNDICE
412
Notas
333 Corán, sura 3:49, p. 59.
334 Ibidem, p. 124. Véase a propósito de la figura de Jesús en el
Islam y en la literatura aljamiado-morisca A. Vespertino Rodríguez,
«Las figuras de Jesús y María en la literatura aljamiado-morisca»,
en: Actas del Coloquio..., pp. 259-294 y Leyendas aljamiadas y
moriscas..., pp. 300-353.
335 Fol. 53r del ms. J 57.
336 Corán, p. 138.
337 Fols. 53r-53v del ms. J 57.
338 Vid. M.J. Fernández, art. cit., p. 125, y su tesis doctoral inédita
‘Libro de los castigos’ (Ms. aljamiado nº 8 de la Biblioteca de la
Junta). Edición, estudio lingüístico, glosario y notas, Oviedo,
Universidad de Oviedo, 1987.
339 Vid. M. Manzanares de Cirre, art. cit., pp. 599-608:601.
340 Ibidem, p. 606.
341 Cfr. M. Sánchez Álvarez, op. cit., pp. 186-214.
342 Cfr. O. Hegyi, Cinco leyendas..., pp. 185-196. El fragmento tan
semejante al texto de Carcayona al que nos referimos es el siguiente:
(...) vino a mí la muchacha y díxome:
–¡Ye padre!, ¿quién es mi señor?
Y díxele:
–¡Ye fija!, tu madre.
Y dixo la niña:
–¡Ye padre!, ¿quién es el señor de mi madre?
ÍNDICE
413
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Díxele:
–¡Ye fija!, yo soy señor de tu madre.
Y dixo la niña:
–¡Ye padre!, y de ti ¿quién es tu señor?
Díxele:
–¡Ye fija!, de mí la ídola, alåta wa-l-\uzzå.
Dixo la niña:
–¡Ye padre!, y de la ídola mayor, ¿quién es su señor?
¡Ye Muhammad!, a esto no supe darle respuesta; y tornó la niña, y
dixo:
–¡Ye padre!, tú vives en el desyerror y en la mentira, que la ídola
alåta wa-l-\uzzå. no tiene ningún poder ni saber ni provecho, ni daña
ni defiende. ¡Ye padre!, mi señor y el señor de mi madre, y tu señor,
y el señor de la ídola mayor, es Allåh, aquél que crió los cielos y la
tierra, y crió la persona y todas las cosas (p. 190).
343 Cfr. The Qur’ån in sixteenth-century Spain: six morisco versions of s¤ra 79, Londres, Tamesis Books Limited, 1982, esp. pp.
15-16.
344 Cfr. «The Moriscos and the H. ajj», Bulletin of the British
Society for Middle Eastern Studies, Londres, 15 (1988), pp. 11-24.
345 En este sentido está clara la importancia de los conocimientos
sobre la religión cristiana, en algunos casos excepcionales, que
poseían los moriscos, frente a la ignorancia general cristiana sobre
la religión islámica, que fue, precisamente, lo que les permitió elaborar textos polémicos e incluso falsificaciones de gran importancia
(véase L.P. Harvey, The Moriscos and Don Quixote, Londres,
ÍNDICE
414
Notas
Universidad de Londres, 1974, M.J. Hagerty, op. cit., y Luis F.
Bernabé Pons, El evangelio de San Bernabé. Un evangelio islámico
español, Alicante, Universidad de Alicante, 1995).
346 Vid. V. Chauvin, Bibliographie des ouvrages arabes ou relatifs
aux arabes, Liège/Leipzig, 1901, V (Les mille et une Nuits), pp.
139-140. Véase también la obra de Rameline E. Marsan, Itineraire
espagnol du conte médieval (VIII-XV siècles), París, Klincksieck,
1974.
347 Vid. S. Thompson, Motif-Index of folk Literature, Bloomington
& London, 1970, V, motivo T411.1 y A. Aarne, The Types of the
folk-tale. A classification and bibliography, New York, Burt
Franklin, 1971, tipo 706.
348 Vid. R. Beltrán (ed.), Historias y ficciones: coloquio sobre la
literatura del siglo XV, Valencia, 1990, pp. 25-36.
349 Vid. R. Beltrán, op. cit., p. 28 así como H. Suchier, Oeuvres poétiques de Philippe de Remi Sire de Beaumanoir, París, 1884, vol. I,
pp. 23-47, el primero que recogió las variantes por él conocidas de
este cuento como introducción a la edición de una versión francesa
en verso de la Manekine escrita por Philippe de Remi en el siglo
XIV.
350 Vid. Jorge Sanz (ed.), El Victorial. Crónica de Don Pero Nuño,
Madrid, 1989. R. Beltrán propone añadir las dos variantes en castellano de la leyenda contenida en las Bienandanzas e fortunas de
Lope García de Salazar (Vid. ibidem, p. 29), obra que no hemos
podido consultar.
ÍNDICE
415
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
351 Vid. Ursula Nowak, Beiträge zur Typologie des arabischen
Volksmärchens, Freiburg i. Br., 1969, pp. 202-203.
352 Vid. Las mil y una noches, pp. 145-146, noches 347-348. Esta
versión existió también como cuento independiente, como casi
todos los que componen la famosa colección de cuentos, y fue
incluida por M. Asín Palacios en su Crestomatía del árabe literal
con glosario y elementos de gramática con el título de «Las manos
cortadas», texto que tomó del Kitåb sulwat al-a™zån de Ëamål alDøn al-Ëawzø, que corresponde al ms. XXXVIII, fº 47v, de la
Escuela de Estudios Árabes de Madrid, actualmente en el C.S.I.C.
353 Éste es el primer motivo folclórico que encontramos en el relato, que ha dado lugar en castellano a romances tan famosos como el
de Delgadina o Silvana, sobre los que volveremos luego (Véase S.
Thompson, op. cit., V, motivo T410). En la historia universal destacan, de entre las narraciones que se centran en el tema del incesto
padre-hija, la Historia del rey Apolonio de Tiro (Madrid, Castalia
Didáctica, 1987), al margen del famoso texto de Ovidio, La tragedia de Mirra, en donde es la hija la que recurre a todo tipo de artimañas para conseguir pasar una noche con su padre.
354 Es interesante destacar aquí que, como indica M. Warner en su
libro Tú sola entre todas las mujeres. El mito y el culto de la Virgen
María (trad. castellana de J.L. Pintos, Madrid, Taurus Humanidades,
1989), «en los relatos populares y milagrosos que hacen la crónica
de la asistencia infalible de la Virgen a los devotos, ella usurpa innegablemente los privilegios únicos de Cristo» (p. 417), como sucede
en la tradición popular del cuento de las manos cortadas. Ello expliÍNDICE
416
Notas
caría la inclusión del cuento de la Manekine y algunas de sus variantes, como la Historia de la hija del rey de Hungría o la leyenda de
Genoveva, en colecciones de milagros marianos cristianos como el
Dictionnaire des Mystères, ou collection générale des mystéres,
moralités, rites figurés et cérémoines singulières (Paris, 1854;
reimpr. Turnholt, Brepols, 1989) o el Dictionnaire des légendes du
Christianisme, ou collection d’histoires apocryphes et merveilleuses
(Paris, 1855; reimpr. Turnholt, Brepols, 1989), ambos de J. Douhet.
El primero recoge las leyendas de la hija del rey de Hungría, la santa
Genoveva y la emperatriz de Roma –relato emparentado con ésta
última y que veremos más tarde– en forma de representación teatral
(véanse pp. 344ss., 394ss. y 434ss) y el segundo las de Genoveva, la
Bella Helena de Constantinopla, una de las leyendas cristianas más
antiguas y relacionada con nuestro cuento, y la de la propia
Manekine (véanse pp. 396ss, 513ss. y 803ss). También la colección
de milagros conocida como Miracles de Notre-Dame par personnages editada por G. Paris y U. Robert (Paris, Didot, 1880, vol. V) y
Ludwig Voigt (Die Mirakel der pariser Hs. 819, Grimma, Bode,
1883), incluyen el milagro de la hija del rey de Hungría y el de la
emperatriz de Roma (véanse pp. 48ss y 61ss), que han sido estudiados por Marguerite Stadler-Honegger en su Étude sur les Miracles
de Notre-Dame par personnages (Genève, Slatkine, 1975). Allí se
incluyen los milagros referidos a la emperatriz de Roma (milagro
27) y el de la hija del rey de Hungría (milagro 29), así como el llamado milagro de la hija de un rey (milagro 37), que se corresponde
con el cuento popular pero sin contener el motivo de las manos corÍNDICE
417
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
tadas, aunque sí el del incesto/boda. Las referencias a la Virgen se
refieren al apoyo que la joven perseguida recibe de ésta y, por
supuesto, en el caso de la historia de la hija del rey de Hungría o la
Manekine, a la milagrosa recuperación de las manos cortadas, todo
lo cual podría ayudar a establecer la filiación entre las distintas versiones, como también apunta R. Beltrán (vid. op. cit., p. 28).
El motivo, que se encuentra también, como se verá más adelante, en
Los milagros de nuestra Señora de Alfonso X el Sabio, así como el
relato sobre la emperatriz de Roma, que incluimos entre los relatos
emparentados con la leyenda de Genoveva de Brabante, aparece
incluso en evangelios apócrifos sobre la Natividad como el del
Pseudo Mateo, recogido en la obra de Aurelio de Santos Otero Los
evangelios apócrifos (Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos,
1988, 6ª edición), en el que a Salomé, incrédula ante la virginidad
de María tras el parto de Jesús, le sucede lo siguiente:
4. La otra comadrona, llamada Salomé, al oír esto dijo: «No creeré
jamás lo que oigo, si yo misma en persona no lo compruebo». Y se
acercó a María diciéndole: «Déjame que palpe para ver si es verdad
lo que acaba de decir Zelomí». Asintió María, y Salomé extendió su
mano, pero ésta quedó seca nada más tocar. Entonces la comadrona
empezó a llorar vehementemente en la fuerza de su dolor y estaba
desesperada, diciendo a voz en grito: «¡Oh señor!, Tú sabes que
siempre me he mantenido en tu santo temor y que me he dedicado a
asistir a los pobres sin percibir recompensa alguna, sobre todo cuando se trataba de viudas y huérfanos, y que jamás he despedido a ningún menesteroso con las manos vacías. Y he aquí que por mi increÍNDICE
418
Notas
dulidad he quedado reducidad a la miseria, al atreverme a tocar a tu
virgen».
5. Dicho que hubo esto, apareció a su lado un joven todo refulgente, que le dijo: «Acércate al niño, adórale y tócale con tu mano. Él
te curará, pues es el Salvador del mundo y de todos los que en Él
ponen su confianza». Ella se acercó al Niño con toda presteza, le
adoró y tocó los flecos de los pañales en que estaba envuelto. Y al
instante quedó su mano curada. Y, fuera ya de la gruta, empezó a
pregonar en alta voz las maravillas y la virtud portentosa que había
obrado en ella al realizarse su curación. Y muchos otros, al oír su
predicación,
quedaron
convencidos
(pp.
203-204).
En la cantiga 146 de Alfonso X el Sabio (véase J. Filqueira Valverde
(ed.), Cantigas de Santa María. Ms. Escurialense T.I.1, Madrid,
Castalia, Col. «Odres Nuevos», 1985, pp. 35-39), titulada «Cómo
Santa María defendió a un doncel, hijo de buen dama de Briançon,
que iba en romería a Santa María de Albeso y se encontró con sus
enemigos en el camino, y le sacaron los ojos, y le cortaron las
manos» (ibidem., pp. 245-246), también aparece el milagro de la
recuperación de las manos en el hijo de una mujer piadosa, motivo
que ya aparecía en la cantiga 77 (ibidem, pp. 141-142), donde una
mujer recupera los pies y las manos que tenía encogidos.
Además, también en su lucha contra el demonio suele salir victoriosa, lo que se refleja en variantes del cuento que veremos más
tarde (vid. M. Warner, op. cit., pp. 418-419).
355 Vid. «La literatura española..., p. 130.
356 Vid. S. Thompson, ibidem, V, motivo S410.
ÍNDICE
419
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
357 Vid. ibidem, IV, motivo K2112.
358 Véase, sobre el origen de la tradición escrita de la leyenda, G.
Kentenich, Die Genovefalegende: ihre Entstehung und ihr ältester
datierter Text, Trier, 1927.
359 Vid. Las mil y una noches, pp. 447-450, noches 465-466.
360 Vid. op. cit., p. 140.
361 Se trata del ms. Y2 8846-8857 de la Biblioteca Nacional de
París.
362 M. Habicht (ed. y trad.), Tausend und eine Nacht (arabisch).
Nach einer Handschrift aus Tunis, Breslau, 1825, vol. I, pp. VI-VII
(la traducción y la negrilla son nuestras).
363 Revisión del manuscrito de su tesis doctoral titulada MotifIndex to Talmudic-Midrashic Literature, Bloomington, 1954.
364 Vid. H. Jason, «Types of Jewish-Oriental Oral Tales», Fabula,
Berlín, 7 (1964-65), pp. 159-160.
365 Véase la introducción de H. Suchier a su Oeuvres poétiques de
Philippe de Remi, vol. I, pp. XXIII-XXV, y la edición del poema.
366 Este motivo de la fuente milagrosa aparece también en un
famoso romance español, el de Delgadina, cuyo tema central es asimismo el intento de incesto por parte de un rey hacia una de sus hija,
la cual, finalmente, muere bajo la protección de la Virgen María. El
romance, del que se conservan 14 versiones, cuenta, en una variante oral aragonesa, la más completa, cómo un rey con 3 hijas, la
menor de las cuales, llamada Delgadina, es la más bella (tenemos
aquí otro motivo recurrente en la cuentística universal, el del rey con
ÍNDICE
420
Notas
tres hijos, al más pequeño de los cuales le sucede algo extraordinario o es más inteligente que los otros, como ocurre, por ejemplo en
el cuento de El gato con botas y muchos otros), se enamora de ésta
y le pide que sea su amante, a lo que ella se niega. La madre, al enterarse, la encierra en un castillo y le da de comer algo de pan, carne
salada y poca agua. Desde una ventana Delgadina pide agonizante a
sus hermanas agua, lo que ellas le deniegan entre insultos. Luego le
pide agua a su propia madre, la reina, quien se lo niega también alegando que por su culpa lleva siete años malcasada –otro motivo
importante en la literatura española– porque el padre la ama a ella.
Finalmente, la doncella le pide agua al padre prometiéndole acceder
a sus incestuosos deseos. Aquél reclama agua rápidamente prometiendo la mano de la doncella a quien antes consiga traerla. Pero,
cuando el rey se acerca a ella con el agua, ella ya está muerta, sostenida por la Virgen María y siendo amortajada por ángeles del
cielo. En la cama de su padre hay demonios y a los pies del cadáver
de Delgadina una fuente de agua fría para apagar su sed (Vid.
Romancero, estudio y notas de J. Rodríguez Puértolas, Madrid,
1992, pp. 157-160, romance 47 y Tradiciones orales leonesas I.
Romancero general de León II, Seminario Menéndez Pidal, Madrid,
Universidad Complutense de Madrid y Diputación Provincial de
León, 1991, pp. 84-98, para ésta y otras variantes).
P. Bénichou recoge una versión judía recogida en Marruecos que no
debe de ser muy antigua porque no está judaizada al contener
muchos elementos cristianos, y en la que el hermano la rechaza por
no aceptar al padre, la hermana por temor a ser encerrada también y
ÍNDICE
421
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
la madre por no tener agua, agua que recibe por parte de los caballeros del padre tras prometerle ser su enamorada, como en la versión española (vid. su Romancero judeo-español de Marruecos,
Madrid, Castalia, 1966).
Otro famoso romance sobre el incesto, no tan conocido como el de
Delgadina, es el de Silvana, que cuenta cómo un rey, asimismo con
tres hijas, se enamora de la más pequeña y la pretende, a lo que ella
se niega. La doncella se lo cuenta avergonzada a la madre, quien le
propone que se intercambien las ropas y la cama para sorprender
ella misma al rey en sus depravadas intenciones. Cuando el padre
intenta efectivamente acercarse a la cama de la niña y se encuentra
en ella a la reina se avergüenza e invoca a la Virgen María. Del
mismo se conservan 11 versiones distintas (Vid. Tradiciones..., pp.
75-83).
Por último, recogemos aquí otro famoso romance español cuyo
tema central es el incesto, el titulado El martirio de santa Catalina,
origen de una canción infantil muy popular cuyo estribillo dice
«Que Catalina se llama, ¡Ay, sí! / Que Catalina se llama..». En dicho
romance se cuenta la historia de la hija de un perro moro y una renegada –se refleja, pues, como en tantos otros romances, el conflicto
vivido en la Península hasta la expulsión de los moriscos– que es
castigada por el padre por no querer convertirse en su amante, aunque se tabuiza el verdadero motivo y se dice sólo que el castigo obedece al hecho de haber desobedecido a su madre. La doncella finalmente muere y es llamada por Dios, de forma parecida a como sucede en el romance de Delgadina.
ÍNDICE
422
Notas
Teófilo Braga incluye esta tradición romancesca dentro del ciclo de
la mujer perseguida en su Romancero Geral Português (Lisboa,
1906-1909, 3 vols. reimpr. en Lisboa, Vega, 1982, esp. vol. III, pp.
453-465), relacionando igualmente la tradición cuentística que nos
ocupa con el romancero.
367 Vid. S. Thompson, op. cit., V, motivo T410.
368 Del motivo de la muchacha extraviada en el bosque se derivan
romances como el de La infantina encantada, recogido en R.
Menéndez Pidal (ed.), Flor nueva de romances viejos, Buenos
Aires, 1939, pp. 204-205, donde se hace notar la singularidad del
elemento mágico en este romance, algo ajeno al romancero viejo
español (vid. p. 206). El romance se puede resumir así:
Un caballero encuentra, al ir tras un halcón de caza –lo que recuerda al comienzo de La Celestina–, a una joven, que se había extraviado, peinándose en el bosque de una montaña –símbolo de la
espera amorosa–, puesto que el peinarse es símbolo de la preparación para la entrega sexual, según Menéndez Pidal. La joven dice ser
la hija de los reyes de Hungría y haber sido encantada por siete
hadas a permanecer siete años en la montaña por orden de su madrina –como en La bella durmiente–. La niña le pide al caballero que
se la lleve porque al día siguiente se cumplía el plazo prefijado. El
rey decide primero pedir consejo a su madre ante el enojo de la niña,
de manera que, cuando aquél vuelve al día siguiente en su busca, no
la encuentra y ve cómo, a lo lejos, se la lleva un séquito real. Muerto
de tristeza, decide pagar con su vida el error.
ÍNDICE
423
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
369 Vid. S. Thompson, op. cit., V, motivo S51.1 y II, motivo K2117,
respectivamente.
370 Vid. ibidem, V, motivo T550.
371 Vid. H. Suchier, op. cit., pp. XIV-XV y E. Rickert (ed.), Emaré,
Londres, Early English Text Society, extra series, no XCIC, 1908.
372 Vid. ibidem, pp. XXXV-XXXVII.
373 Vid. «Mai und Beaflor. Eine Erzählung aus dem dreizehnten
Jahrhundert», en: Dichtungen des deutschen Mittelalters,
Hildesheim, Gerstenberg, 1974, reproducción de una edición de
Leipzig de 1848, como explica asimismo H. Bernier en: La fille aux
mains coupées, Quebec, 1971, p. 181, referencia que hemos tomado de R. Beltrán (op. cit., p. 27), puesto que no hemos podido acceder al trabajo citado de Bernier. Allí se recoge otra versión alemana,
en prosa, y muy parecida, en la que Beaflor es también la hija del
emperador Telión, quien quiere seducirla tras la muerte de su mujer,
cuando ésta tiene 13 años, por lo que huye vestida como una pordiosera a la edad de quince años. Tras un largo viaje llega al castillo
del conde de Mailand, en Grecia, con quien se casa. Tiene una hija
mientras él está en campaña, y, tras la falsificación de las cartas y la
segunda expulsión, llega a Tribe, donde vivía. Ocho años después es
encontrada por su marido en Roma, cediendo su padres el trono a su
yerno.
374 Vid. op. cit., pp. XLIII-XLIV.
375 Véase T. Merzdorf, Des Büheler’s Königstochter von
Frankreich, Oldeburg, 1867.
ÍNDICE
424
Notas
376 Vid. H. Suchier, op. cit., pp. XXVII-XXXII, y H. Bernier, op.
cit., pp. 14-20.
377 Existe otra versión de este relato incluida en la colección de
cuentos alemanes recopilada por J. Görres y titulada Die teutschen
Volksbücher (Berlin, Stubenrauch, 1925), en la que se relata la vida
de un rey que quiere casarse con su hija, ante lo que ella huye en una
barco hacia Inglaterra, donde se casa con el rey. Éste se va a la guerra y en su ausencia ella pare un niño, aunque el rey recibe la noticia de su madre de que ha tenido un monstruo en un cambio de cartas. Un segundo cambio ordena la muerte en el fuego de la doncella, quien es perdonada por su verdugo y llevada en un barco a
Roma, donde su marido la vuelve a encontrar, solucionándose así
los problemas entre Inglaterra y Francia.
378 Vid. op. cit., pp. XXXVII-XXXVIII y B. Schuhmacher y E.
Zubke (eds.), La contesse d’Anjou, Greifswald, Bruncken & Co.,
1920.
379 Vid. Mª Pilar Palomo, «Pliegos de cordel. Catálogo (continuación)», Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, Madrid,
28 (1972), cuadernos 1,2,3,4, pp. 337-338:337. Dicho epígrafe
podría interpretarse como una prueba de un supuesto origen provenzal del relato, aunque no se dé referencia alguna. Creemos que
puede tratarse de la propia Manekine, aunque aquí aparezcan algunas variantes. El texto completo puede leerse en: R. Miquel i Planas,
Colecció d’Històries d’Altre Temps, Barcelona, 1910.
380 Como ya hemos apuntado, es frecuente también la fundación
final de un monasterio para servir a Dios, lo que podría ser el origen
ÍNDICE
425
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
o la adaptación cristiana del final de la versión morisca larga de
Carcayona, que concluía con la fundación de una ciudad Santa para
servir al Islam, sobre lo que volveremos más tarde.
381 Existe otra versión catalana según la cual los reyes llegan a
tener en común cuatro hijas, las cuales llegan a ser reinas de Aragón,
Francia, Castilla e Inglaterra. Históricamente, fue Ramón Berenguer
IV el que casó a sus 4 hijas con 4 príncipes, entre ellos los de
Inglaterra y Francia, con lo que en esta versión está más claro el
apoyo de la narración en acontecimientos reales de la historia de
Cataluña, mientras que la otra versión se apoya más en el cuento
popular.
382 Vid. H. Suchier, «La fille sans mains», Romania, París, 30
(1974), pp. 519-537.
383 Vid. Juan de Mata Carriazo (ed.), El Victorial: Crónica de Pero
Niño, Madrid, Espasa-Calpe, 1940.
384 Vid. op. cit., pp. XXV-XXVII.
385 Vid. ibidem, p. XLI y E. Rickert, Romances of friendship,
Londres, 1908, p. 34. Es reproducida en latín por H. Suchier en «La
fille sans mains. II», Romania, París, 39 (1910), pp. 61-76:64-76.
386 Vid. op. cit., pp. XLIV-XLV.
387 Vid. A. d’Ancona, La Rappresentazione di Sancta Ulive, Pisa,
1863.
388 Vid. op. cit., p. XLI.
389 Vid. H. Suchier, op. cit., pp. LII-LIII. La obra ha sido editada en
alemán por F. Liebrecht (Breslau, 1846, vol. I, p. 276).
ÍNDICE
426
Notas
390 Otro relato donde el origen del conflicto es el deseo incestuoso
del hermano, que cuenta además con el apoyo de los padres de
ambos, y en el que la joven protagonista es asimismo ayudada por
animales, es el cuento titulado «Zalgoum», recogido por Mouloud
Mammeri en su recopilación Contes berbères de Kabilie, Paris,
1996, pp. 82-98.
391 R. Beltrán remite, para la tradición inglesa, a la introducción
realizada por E. Rickert a su edición del poema de Emaré (Londres,
Early English Text Society, extra series, nº XCIC, 1908) y las ediciones e introducciones del mismo a sus obras: el citado Romances
of friendship y Romances of Love (Londres, 1908).
392 Vid. E. Rickert, Romances of friendship, p. 49.
393 Recogida en E. Langlois, Nouvelles françaises inédites du quinzième siècle, Paris, Champion, 1908, pp. 61-67.
394 Vid. op. cit., p. 28.
395 Con este relato estaría representada la vertiente mariana del
cuento que hemos comentado en la nota 9. Del mismo existe una
tradución griega del siglo XVII recogida en la obra de M.A.Ch.
Gidel Études sur la littérature Greque moderne, Paris, 1876, pp.
289-301.
396 Vid. G. Huet, «Les sources de la Manekine de Philippe de
Beaumanoir», Romania, París, 45 (1918-1919), pp. 94-99:96, como
ya había apuntado H. Suchier (vid. op. cit., p. XL).
397 Vid. op. cit., pp. 29-36.
ÍNDICE
427
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
398 Vid. F. Panzer (ed.), Kinder– und Hausmärchen der Brüder
Grimm, Wiesbaden, Emil Vollmer Verlag, 1968, pp. 137-140.
399 Vid. J. Bolte y G. Polívka (dirs.), Anmerkungen zu den
«Kinder— und Hausmärchen der Brüder Grimm», Hildesheim/New
York, Georg Olms Verlag, 1982, pp. 295-311.
400 En la colección de milagros de Notre-Dame existe un relato
muy semejante en el que el protagonista es un joven en vez de una
doncella, titulado Miracle de l’enfant donné au diable (vid. L. Voigt,
op. cit., pp. 41-42 y M. Stadler-Honegger, op. cit., pp. 5-9).
401 Vid. op. cit., p. XXVII-XXVIII.
402 Vid. H. Meier y F. Karlinger (eds.), Spanische Märchen,
München, Eugen Diederichs Verlag, 1961, pp. 120-125.
403 De nuevo tenemos aquí la figura del animal salvador o que
ayuda.
404 Vid. Aurelio M. Espinosa, Cuentos populares de Castilla y
León, Madrid, C.S.I.C., 1987, vol. I, pp. 308-309.
405 Tomado de M. Asín Palacios, Crestomatía del árabe literal..., p.
5.
406 Encontramos aquí de nuevo el motivo folclórico de la mala
madrastra ya citado, universalmente conocido por el cuento de
Blancanieves y los siete enanitos, pero esta vez como origen de todo
el conflicto.
407 También aquí aparece el motivo ya apuntado de la parte del
cuerpo como prueba de una muerte, también universalmente conocido por el cuento de Blancanieves, donde es exigido su corazón.
ÍNDICE
428
Notas
Sin embargo, normalmente la víctima es perdonada y se suele llevar
el órgano de un animal, como sucede con la propia Blancanieves, y
que hemos visto en otros ejemplos, mientras que aquí, aun siendo
perdonada, le son amputadas las manos y llevadas como muestra de
una muerte no llevada a cabo. Excepcional es la elección de este
órgano como muestra, y de ahí que lo incluyamos aquí, puesto que
a través de ello se pone en relación con el relato que nos ocupa.
408 E. Legrond explica la existencia de un cuento suahili en el que
también las manos cortadas son elegidas como prueba de una muerte y le son restituidas en agua milagrosamente (vid. op. cit., p. 13),
como asimismo sucedía en la Manekine.
409 Vid. «Contes populaires lorrains», Romania, París, 10 (1881),
pp. 548-551.
410 Entre los críticos no existe unanimidad en torno a la fuente de
esta patraña, la única que se dio inicialmente como original, siendo
G. Valli (véase «Las fuentes italianas de la patraña IX de
Timoneda», Revista de Filología Española, Madrid, 30 (1946), pp.
369-381) y E. Cerulli (ver Il «Patrañuelo» di Juan Timoneda e l’elemento arabo nella novella italiana e spagnola del Rinascimento,
Roma, 1955) los que más han estudiado este aspecto. Éste último
muestra que el tema de la patraña estaría tomado del Mambriano de
Cieco da Ferrara y algunas fuentes árabes (ver R. Ferreres (ed.), El
patrañuelo, Madrid, Castalia, 1971, p. 105, nota 65).
411 Vid. Mª del Pilar Palomo, «Catálogo de pliegos sueltos (continuación)», Revista de Dialectología y Tradiciones Populares,
Madrid, 28 (1972), p. 329.
ÍNDICE
429
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
412 Véase C. Bravo-Villasante (ed.), Los cuentos de Perrault,
Madrid, E.M.E.S.A, 1981, pp. 136-147.
413 Vid. A.M. Espinosa, op. cit., pp. 315-318.
414 Se repite aquí el motivo de los/las tres hermanos/as al más
pequeño de los/las cuales le está reservado un destino especial (vid.
supra).
415 De nuevo se repite también aquí la figura del animal que ayuda
a seres humanos a sobrevivir primero y a resolver una injusticia,
más tarde, que ya vimos que era también un motivo folclórico.
416 Vid. A. Espinosa, op. cit., pp. 309-313.
417 La más pequeña, como ya hemos visto que suele suceder en la
cuentística popular, pretende casarse con el rey, naturalmente.
418 De nuevo encontramos aquí el carácter especial del tercero de
tres hermanos, nuevamente una niña.
419 Vid. op. cit., pp. 318-327.
420 Otra vez, como en el cuento anterior, la hermana menor posee
un destino privilegiado y surgen los celos de las otras mujeres, aquí
también sus propias hermanas.
421 Vid. A. Espinosa, op. cit., pp. 327-331.
422 Véase sobre este motivo, además de los conocidos romances, el
cuento popular popular español titulado «La mala madrastra», contenido en los Cuentos populares..., I, pp. 337-342, que es una mezcla de Blancanieves y los siete enanitos, La cenicienta y Alí Babá y
los cuarenta ladrones, así como el cuento siciliano recogido en una
ÍNDICE
430
Notas
antología alemana con el título de «María, die böse Stiefmutter un
die sieben Räuber» (‘María, la mala madrastra y los siete ladrones’),
que asimismo compila elementos de Blancanieves, Pulgarcito y Alí
Babá (Cfr. L. Gonzenbach (ed.), Sizilianische Märchen, Nördlingen,
Franz Greno, 1989, pp. 8-12).
423 Tomada por la autora de las H. ikåyåt de Bustånø, pp. 13-40 (vid.
op. cit., p. 202).
424 Vemos que este relato se asemeja más al cuento morisco, lo que
es indicación del ámbito en el que se difunde la historia tras la
expulsión de los moriscos. Significativa es la inclusión de una gacela en el cuento, animal con un significado positivo en el Islam por
creerse que es el único animal con el que habló el Profeta Mahoma
y que, por eso, éste apoya a la gente que posee vinculaciones con
una gacela, como Genoveva o Carcayona. Los árabes la llaman sol
(vid. Ayten Fadel, op. cit., p. 265).
425 Véase una lista y resúmenes de distintas versiones de esta leyenda en otras lenguas románicas el capítulo de Felix Karlinger dedicado a «Genovefa» en: F. Karlinger e I. Lackner (eds.), Romanische
Volksbücher. Querschnitte zur Stoffgeschichte und zur Funktion ausgewählter Texte: Barlaam und Josaphat - Magelone - Genovefa Bertoldo, Darmstadt, Wissenschaftliche Buchgesellschaft, 1978, pp.
158-223.
426 Vid. el apéndice de A. Wallensköld a su obra Le conte de la
femme chasté convoitée par son beau-fère, Helsingforsiae, 1907, pp.
3-93, esp. 81-93, en donde intenta demostrar el origen oriental del
relato.
ÍNDICE
431
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
427 Vid. Mª Pilar Palomo, op. cit., pp. 342-343. La historia de
Genoveva se encuentra en el apartado de «Vidas de Santos».
Recientemente se ha editado una representación popular con el tema
de esta leyenda en la comarca leonesa de la Cabrera: Concepción
Casado Lobato, «Danza de Santa Genoveva», Revista de
Dialectología y Tradiciones Populares, Madrid, 49, 1 (1994), pp.
251-269.
428 Este es un motivo folclórico muy conocido porque, entre otros
relatos, aparece en el cuento de Blancanieves y los siete enanitos, y
consiste en llevar al que ha ordenado la muerte de alguien, en lugar
de una parte del cuerpo muerto, ya sea el corazón, un ojo, la lengua
o un dedo, como prueba de que ha sido asesinada, el órgano de un
animal al que se sacrifica en lugar de la persona. Aparece también
en el relato morisco del Árabe y la doncella visto en el capítulo anterior, aunque en este caso la víctima humana sea finalmente sacrificada (vid. M. Sánchez Álvarez, op. cit., p. 224).
429 Vid. «Romances vulgares de leyendas y vidas de Santos»,
B.A.E. Romancero General II, Madrid, Atlas, 1945, vol. 16, pp. 329332, romances 1309-1310.
430 Vid. ibidem, pp. 260-264, romances 1269 y 1270.
431 Vid. J. Filqueira Valverde, op. cit., pp. 35-39.
432 Existe una prosificación de esta cantiga que, junto a otras 23
(las 2 a la 25), se añadieron en tiempos de Sancho IV y están incluidas en el códice (vid. ibidem, pp. 39). Las variaciones que presentan
son:
ÍNDICE
432
Notas
1 — que el emperador se va a una romería a Jerusalén y no a una
cruzada
2 — que el rey está fuera 2 años y medio
3 — que al quedarse sola en la peña la emperatriz se encomienda a
Dios, reza y se duerme y la Virgen le pone en la cabeza una hierba
que la sana y le concede la virtud de curar gafos.
4 — no se mencionan moros y judíos.
433 Vid. «Romances vulgares novelescos», Romancero general II,
pp. 281-285.
434 Cfr. Lope de Vega, Obras (publicadas por la Real Academia
Española), Madrid, 1902, vol. XIII, pp. 487-525.
435 Vid. J. Amador de los Ríos, Historia crítica de la literatura
española, Madrid, 1864, vol. V, pp. 55-66, esp. 53 y H. Tiemann
(ed.), Der Roman von der Königin Sibille in drei Prosafassungen
des 14. und 15. Jahrhunderts, Hamburg, Dr. Ernst Hauswedell &
Co., 1977.
436 Vid. J. Amador de los Ríos, op. cit., vol. 5, pp. 47-53.
437 Vid. ibidem, pp. 68-74.
438 Véanse las distintas fuentes atribuidas a esta patraña en R.
Ferreres, op. cit., p. 200, nota 141.
439 Vid. Rübesamen, Hans E., Gesta romanorum: die Taten der
Römer; ein Geschichtenbuch des Mittelalters, München, Heyne,
1962, pp. 273-277.
440 Vid. Las mil y una noches, vol II, noches 465-466.
ÍNDICE
433
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
441 Vid. Das Märchenlexikon, München, C.H. Beck Verlag, 1996,
vol. II, pp. 793-831 y 1335-1336.
442 Véase nota 1245 de nuestra edición del texto.
443 Edith Hamilton, Héroes, dioses y leyendas. Mitología, Madrid,
Daimon, 1976, p. 345.
444 El texto alemán reza así: «Neben diesen Darstellungen mehrerer Sibyllen finden sich auch solche einer Sibyllen als Verkündigerin
des Messias, und zwar ist dies dann (...) die tiburtinische» (Vid.
W.H. Roscher, Ausführliches Lexikon der griechischen und römischen Mythologie, Leipzig, Teubner Verlag, 1909-1915, pp. 790814:814).
445 Cfr. Stoffe der Weltliteratur..., pp. 692-693.
446 Véase p. 88 de nuestra edición, nota 1245.
447 Vid. E. Lévi-Provençal, La péninsule ibérique au Moyen-Age,
Leiden, E.J. Brill, 1938, p. 247.
448 Eliseo Vidal Beltrán, Geografía de España de Ab¤ Ubayd AlBakrø (Kitåb al masålik wa-l-mamålik), Zaragoza, Anubar, 1982, pp.
15-16. F. Clément recoge el mismo fragmento, en donde también
aparecen Lodève y Elne, en su artículo «Le pélerinage a Lagrasse
d’aprés une source arabe du XIe siècle», Annales du Midi, 100
(1988), pp. 489-495:489. También al-Maqqarø habla de la fama de
esta iglesia entre los cristianos (Vid. Philippe Senac, Musulmans et
sarrasins dans le sud de la Gaule du VIIe au XIe siècle, Paris, 1980).
449 Vid. Claude Régnier, Les rédactions en vers de «La prise
d’Orange», Paris, Libraire C. Klincksieck, 1966.
ÍNDICE
434
Notas
450 El prototipo del héroe épico del poema puede ser Guillermo de
Toulousse, que repelió las incursiones musulmanas en la época de
Carlomagno, pero este conde nunca liberó Orange.
451 No hay que olvidar que ya en El conde Lucanor, en el exemplo
40 titulado «De las razones porque perdió el alma un Siniscal de
Carcassona», esta ciudad aparece vinculada a la figura de una mujer
poseída por el demonio, lo mismo que le sucedía a Carcayona desde
el punto de vista de su padre, idólatra, aunque en el relato morisco
se vincule claramente al diablo con la idolatría, y, por tanto, con la
herejía, con una religión no islámica (vid. la nota 1 a este exemplo
de Alfonso I. Sotelo en su edición de Don Juan Manuel, Libro de los
enxiemplos del Conde Lucanor e de Patronio, Madrid, Cátedra,
1988, pp. 239-240).
452 El texto alemán dice: «Das von Himmel herabsteigende neue
Jerusalem ist «hergerichtet wie eine Braut, die sich geschmückt hat
für ihren Mann» (Offb 21,2) — es ist die jungfräuliche Braut des
Lammes (...) die Stadt des Paradieses (...) ein Symbol der Jungfrau
Maria» (M. Lurker, Wörterbuch biblischer Bilder und Symbole,
München, Kösel-Verlag, 1978, pp. 301-304:303-304).
453 Vid. A. Nácar y E. Colunga, Sagrada Biblia, Madrid, 197124,
pp. 1484-1485.
454 Ibidem, p. 1027.
455 Véase su Literatura Hispanoárabe, Madrid, Mapfre, 1992, p.
242.
ÍNDICE
435
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
456 Tomado de M.J. Rubiera, ibidem, p. 242, que a su vez cita la
versión más primitiva del romance, la del Cancionero de Amberes
de 1550.
457 Vid. M.J. Rubiera Mata, Al-Muctamid ibn \Abbåd. Poesías,
Madrid, Instituto Hispano-Árabe de Cultura, 1987 (2a edición), p.
57.
458 Cfr. E. Hamilton, op. cit., pp. 221-233.
459 Véase W.H. Roscher, op. cit., vol. 4, pp. 1012-1018.
460 E. Hamilton, op. cit., p. 225.
461 Vid. Elisabeth Frenzel, op. cit., vol II, pp. 150-153, sobre dicha
evolución y utilización en la literatura desde la Antigüedad a nuestros días.
462 E. Hamilton, op. cit., p. 226.
ÍNDICE
436
II.1. Criterios de edición
II.1. Criterios de edición
C
omo ya hemos descrito con detalle anteriormente
(Cap. II, 1), los manuscritos de los que disponíamos
para llevar a cabo una edición crítica de la conocida
Leyenda de la doncella Carcayona eran, de forma resumida,
los siguientes:
a) El ms. 57 de la Biblioteca de la Junta de Madrid, hoy
el C.S.I.C., fechado en 1587 y al que llamábamos A.
Está completo y es el más antiguo desde el punto de
vista lingüístico.
b) El ms. 5313 de la Biblioteca Nacional de Madrid, en
letra magrebí del siglo XVI y llamado B. Está completo,
es el más moderno lingüísticamente y, por estar textualmente emparentado con el anterior, conforma con él la
tradición manuscrita AB.
ÍNDICE
437
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
c) El ms. 3, también de la actual Biblioteca del C.S.I.C.,
con fecha asimismo de 1587, aunque datado también en
1578, y denominado C. Es algo más moderno lingüísticamente que el primero, del que difiere mucho, además,
estilísticamente. Le faltan las últimas páginas.
d) El ms. 1944 de la Biblioteca Nacional de Argel, que
es el que L.P. Harvey añadió a los cinco restantes, ya
conocidos, sin dar ningún dato sobre su fecha de composición y que llamábamos D. Es acéfalo y carece del
último párrafo de la leyenda. En cuanto al estado de lengua, se encuentra a medio camino entre el anterior, al
que está muy vinculado textualmente y con el que conforma la tradición manuscrita CD, y el segundo, con el
que se producen contaminaciones. Es la copia más descuidada porque el autor de la misma omite partes del
texto y olvida algunos elementos gráficos propios del
sistema de transcripción aljamiado, lo que hace más difícil su lectura.
e) El ms. 9067 de la Biblioteca Nacional de Madrid,
escrito en caracteres latinos, fechado entre 1611 y 1627
y al que nos referíamos con la abreviatura BNM 9067.
ÍNDICE
438
II.1. Criterios de edición
f) El ms. V4 de la Biblioteca de la Real Academia de la
Historia, que consta de una sola hoja sin fechar.
Los cuatro primeros, que son los que hemos utilizado para realizar esta edición crítica, están, como ya vimos, estrechamente emparentados entre sí, especialmente el primero con el
segundo (A y B), por una parte, y el tercero con el cuarto (C y
D), por otra, con variantes importantes con respecto a los otros
dos, muchas veces estilísticas. Las diferencias más importantes entre ambas tradiciones son, sobre todo, de índole morfológica y ortográfica, lo que tiene su explicación, fundamentalmente, en el hecho de que uno de los dos manuscritos de cada
una de las dos tradiciones es más antiguo lingüísticamente que
el otro, de forma que las diferencias más importantes son la
aparición de la h inicial o la distinta morfología verbal, por
ejemplo. Sin embargo, a pesar de las numerosas divergencias
que presentan –lo que se refleja en las 1253 notas que constituyen el aparato crítico del texto–, poseen también tantas
semejanzas entre sí que nos permiten afirmar que todos ellos
forman parte de una misma tradición textual de copias sucesivas, pero de la que todavía desconocemos varios eslabones,
como prueban las múltiples variantes entre los textos.
De esta leyenda se han realizado, hasta hoy, tres ediciones: la
que llevó a cabo F. Guillén Robles basándose en el ms. B y
ÍNDICE
439
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
contenida en su famosa y pionera edición de Leyendas moriscas (nota 1), que no es muy rigurosa desde el punto de vista
filológico porque altera algunas partes del texto, y las hechas
por éste mismo (nota 2) y Galmés de Fuentes (nota 3) a partir
del ms. BNM 9067, el cual, por estar escrito en caracteres latinos, no ha sido tomado en cuenta en nuestra edición. Además,
hay que mencionar aquí la transcripción de los manuscritos A,
B y C, transcripción que, junto a un breve estudio literario del
texto, un glosario y un breve estudio lingüístico, constituye el
trabajo de tercer ciclo realizado en Oviedo por Mercedes
Ruisánchez (nota 4). El ms. C ha sido editado parcialmente
por R. Kontzi en su Aljamiadotexte (nota 5), pero no incluye
La leyenda de la doncella Arcayona, sin olvidar la edición
inédita del ms. 9067 llevada a cabo por C. Arocena González.
Para la edición crítica del texto, teniendo en cuenta que, de los
cuatro manuscritos pertenecientes a la misma tradición textual, se han conservado completos A, B y D –este último acéfalo–, hemos tomado como base el ms. A, el número 57 de la
Biblioteca de la Junta. Por otra parte, y puesto que el ms. B
conforma con A una tradición textual manuscrita distinta de
los otros manuscritos y se encuentra muy bien conservado,
hemos reconstruido aquellos pasajes del ms. A que presentaban una difícil lectura a causa del mal estado de conservación
ÍNDICE
440
II.1. Criterios de edición
del mismo, a partir de B, reconstrucciones que aparecen escritas entre corchetes ([...]). Asimismo incluimos en el texto editado, entre corchetes y en negrita ([...]), aquellos añadidos que
B presenta frente a A, en un intento por reconstruir, al mismo
tiempo, una hipotética versión original completa de esta tradición textual, llamada AB. De esta forma, en el aparato crítico
aparecerán únicamente aquellas variantes de este ms. B que
sean de tipo morfológico y ortográfico, así como alguna diferencia de orden o en el vocabulario, variantes que, en este
último caso, suelen ser fruto de la traducción al castellano de
algunos términos que en A aparecen en árabe. Por lo demás,
hemos indicado las variantes que presentan los otros dos
manuscritos, la tradición textual CD, en el aparato crítico a pie
de página, en donde hemos añadido explicaciones a las mismas o comentarios generales, ajenos al aparato crítico en sentido estricto, cuando lo hemos considerado necesario.
Los criterios en que nos hemos basado para tomar como base
el citado manuscrito en detrimento de los otros tres son:
1) El hecho de estar completo y ser el más antiguo, lo
que queda demostrado por factores lingüísticos como la
conservación casi regular de la f inicial de palabra frente a los mss. C y D, que apenas la conservan, especialÍNDICE
441
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
mente el segundo, y el B, en el que ya, prácticamente, no
aparece.
2) El hecho de no presentar un desplazamiento importante en el texto que aparece en B, lo que hace a A más
coherente frente a este último. Los otros dos manuscritos (C y D), tampoco presentan este desplazamiento,
pero, al estar emparentados y estar incompleto el primero, no nos parecía conveniente tomar uno de ellos como
texto base, además de por las muchas divergencias que
presentan, sobre todo estilísticas, con respecto a los
otros dos, divergencias que hacen pensar en una redacción más elaborada y posterior.
3) El ms. BNM 9067 quedaba excluido por contener una
versión distinta y abreviada con respecto a los otros tres.
Por lo que se refiere al sistema de transcripción aljamiado, éste
se caracteriza, desde un punto de vista técnico, por ser un sistema de equivalencias entre las grafías árabe y castellana de
una regularidad practicamente total. Junto a ella destaca la
peculiaridad de que utiliza semiconsonantes y vocales de
apoyo, es decir, como describe María Jesus Viguera (nota 6),
por la aparición, también casi totalmente regular, de dos fenómenos:
ÍNDICE
442
II.1. Criterios de edición
– La epéntesis, que consiste en introducir, cuando confluyen dos vocales juntas, la primera de ellas tónica, una
semiconsonante de apoyo (w/y) análoga a la tónica
(cenci(y)a), o bien en resolver hiatos mediante y (recontami(y)ento), con lo que se pretende evitar que aparezcan dos vocales seguidas. En palabras como «veinte» el
alif de prolongación de la e sirve de soporte a una hamza
( ) con i, con lo que se forma así el grupo ei. A veces,
sin embargo, aparece sin hamza, o se escribe una y o ya.
– La anáptisis, que consiste en introducir vocales de
timbre análogo en el grupo consonante + semiconsonante + vocal (cu(w)atro), o en la sílaba formada por
oclusiva + líquida (l,r)+vocal (p(i)rimero) con el fin de
evitar la escritura de dos consonantes seguidas.
En la edición de textos aljamiados la transcripción de los
manuscritos ha sido llevada a cabo, durante mucho tiempo,
conservando estos dos fenómenos, puramente ortográficos, lo
que dificultaba notablemente su lectura. En 1982, M.J.
Viguera propuso un sistema de transliteración que simplificaba considerablemente la transcripción de los textos al eliminar
las semiconsonantes epentéticas y las vocales anaptíticas e
introducir una considerable modernización en la transcripción
de algunos sonidos, como es el caso de k (=c-/qu-), pero conÍNDICE
443
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
servando, al mismo tiempo, problemas fonéticos de la época
como el de las sibilantes, pues mantiene en la transcripción, a
pesar de la modernización, los fonemas ç, x y s sorda, de gran
vacilación en los siglos XV y XVI en la Penísula (nota 7). Sin
embargo, nosotros consideramos que, si la modernización del
texto no es total, esta transcripción falsea doblemente el original, porque, en realidad, es imposible saber si los moriscos,
autores de esta literatura, poseían los mismos problemas fonéticos que los castellanos en aspectos como el de las sibilantes,
por ejemplo. Por esta razón, hemos considerado conveniente
modernizar totalmente en nuestra transcripción el original
aljamiado en lo que a su grafía se refiere, con la excepción de
la f- inicial, indicativo de la antigüedad de la lengua del texto,
y el caso de palabras como dixo, donde la presencia de una ≈øn,
en lugar de ¥øm, indicativo de un sonido j, indica un matiz en
la pronunciación que hemos preferido mantener para diferenciarlo de vocablos como hija, donde la j aparece representada
por la ¥øm. En cambio, la vacilación s(ç)/z/c la hemos modernizado por considerarla puramente ortográfica. También
hemos eliminado el fenómeno de la epéntesis y la anáptisis
por considerarlos irrelevantes para el estudio lingüístico del
texto al tratarse también de un aspecto que tan sólo atañe al
sistema de transcripción aljamiado y dificultar, sin embargo, la
ÍNDICE
444
II.1. Criterios de edición
lectura de la transcripción, de la misma manera que hemos
transcrito tanto la dål como la dål por d, al ser utilizada indistintamente por los copistas en los textos aljamiados. Sí conservamos el vocabulario, naturalmente, en la forma original,
sin modernizarlo, porque eso supondría una verdadera corrupción del texto original (ej. sensi(y)a = cencia, no ciencia). En
los casos en los que el texto une o separa palabras o grupos de
palabras hemos desligado cada vocablo en la transcripción.
Por último, para esta edición crítica de la tradición AB de la
leyenda de La doncella Carcayona se han seguido las siguientes correspondencias entre las grafías árabe y castellana:
CONSONANTES
= b.
= p.
= m.
= f.
= d.
= t.
= s o c/z, según la ortografía actual.
= c/z, según la ortografía actual.
= š o x, si esta última equivale a j en la ortografía actual.
= j.
= ch.
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445
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
= r/rr, según la ortografía actual.
= l.
= ll.
= n.
= ñ.
= c/qu, según la ortografía actual.
= g/gu, según la ortografía actual.
= h muda.
= y vocálica.
VOCALES
Que constituyen una sílaba:
= a.
= a.
= e.
= e.
= i.
= o/u.
Que vocalizan las consonantes:
= a.
= e.
= i.
= o/u.
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446
II.1. Criterios de edición
Si no se trata de vocablos árabes no aparecen vocales largas, a
excepción de ø, muy frecuente en palabras como døxo, y, ocasionalmente ū, que hemos conservado siempre en el texto. La
(wåw) aparece a veces correspondiendo a g+u- ( = agua).
Por último, únicamente indicar algunos aspectos más de la
transcripción útiles para una mejor comprensión del trabajo de
edición aquí presentado:
– [...] indica que el manuscrito no se puede leer en esta
parte. Su reconstrucción se ha hecho, como hemos indicado antes, a partir del manuscrito más cercano textualmente hablando al editado, el B, con el que conforma la
tradición textual AB, y que, además, está completo y
muy bien conservado, y, por tanto, perfectamente legible. Dichas reconstrucciones se diferencian de los añadidos porque estos últimos aparecen en negrita, como ya
hemos señalado anteriormente.
– en cursiva aparecen todas las expresiones y palabras
escritas en árabe en el texto. No sucede lo mismo con los
arabismos o calcos semánticos del árabe, que se encuentran explicados en el glosario que acompaña a esta edición.
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447
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Por lo que se refiere al aparato crítico en sí, hemos establecido las siguientes normas con el objetivo de simplificar lo más
posible las numerosas notas:
– Si no se cita el texto, cada nota a pie de página se refiere a la palabra sobre la que aparece el número de nota.
En cursiva aparece la palabra en nota. Si es la misma
que aparece en el texto pero con alguna alteración morfológica, dicha cambio se indica en negrita (Ej. hijo,
donde se remarca en negrita el cambio en h de la f inicial).
– Cuando la nota hace referencia a un grupo de palabras
que, por ejemplo, es sustituido por otro o aparece un
cambio de orden, el número de nota aparece sobre el
final de ese grupo. Si el grupo de palabras es distinto se
reproduce en cursiva, y si hay alguna alteración en el
orden o sólo algún añadido, se marcan en negrita las
palabras que han sido alteradas, reproduciéndose el
texto también en cursiva.
– Indicamos el nº de folio del manuscrito entre paréntesis.
– El resto de las notas son comentarios ajenos al aparato crítico en sí o aclaraciones de diversa índole.
ÍNDICE
448
II.2. Edición crítica
II.2. Edición crítica
(Fol. 31v) Bi-smi-l-låhi ar-ra™mani ar-ra™ømi (nota 8) / wa
ßallà Allåhu \alà saydi[na yå Mu™ammad \az. ømø] / wa-\alà
Allåhu.
Éste es el recontamiento (fol. 32r) de la doncella Carcaisiyona
(nota 9), fija (nota 10) del rey Na¥rab con la paloma. [Fue]
recontado por \Alø ibnu (nota 11) Abå-l-H.asan (nota 12) ibnu
(nota 13) Ëåbir fijo (nota 14) de \Abdu Allåh y (nota 15) por
Sa\ød (nota 16) fijo (nota 17) de Tåhir (nota 18) y (nota 19) por
\Umar (nota 20) fijo (nota 21) de Sa\ød (nota 22).
Dicen (nota 23) que, [un día], entrando en la mesquida del
mensajero de Allåh Mu™ammad ß\åm (nota 24), hallaron
(nota 25) un corro de gente, y estaba en ellos \Umar (nota 26)
ibnu (nota 27) al-Ja∑∑åbi (nota 28) y \Alø ibnu (nota 29) Abø
T.ålib y Ka\bu al-Ajbår. Lahora (nota 30) dixo \Alø ibnu
(nota 31) Abø T. ålib:
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449
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
— «¡Ye Ka\bu al-Ajbår (nota 32), cuéntanos (nota 33) alguna
cosa maravillosa!».
Dixo Ka\bu al-Ajbår (nota 34):
— «Pláceme, ¡ye, rey de los cre[yentes!».
Hayas (nota 35) de] saber que, en los primeros [de]l mundo,
había (nota 36) un rey de los romanos que vivía en al-Hindå
que (nota 37) adoraba las ídolas y (nota 38) era rey de muy
buena co[ndición. Gobernaba] su reino con mucho amor y justicia (nota 39). Este rey no (nota 40) engendró criatura fasta
(nota 41) que tuvo (nota 42) ciente (nota 43) años y pensó el
rey (nota 44) cómo no tenía fijo (nota 45). Cayóle (fol. 32v)
por ello grande pienso [y] mandó un día que se allegasen
(nota 46) todos los sabios de su reino. Y allegáronse (nota 47)
todos. Y (nota 48) díxoles (nota 49) el rey que mirasen en su
saber y cencia si había de tener fijos (nota 50) o por qué le era
devedado (nota 51). Y miraron los sabios por su saber en la
medecina (nota 52). Y (nota 53) dixiéronle:
«Señor (nota 54), has (nota 55) de saber que tu cuerpo es
frío y salle de ti la esperma muy fría (nota 56) y no
pue[de]s concebir. Es menester que te (nota 57) probiendes (nota 58) de especias que sean muy calientes
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450
II.2. Edición crítica
(nota 59) fasta (nota 60) que salga de ti la esperma
ca[liente».
Y fízo]lo el rey así (nota 61). Aprés (nota 62) [dixiéron]le los
es[trólo]gos (nota 63):
«Señor, [no hay dubda] sino que has de [haber] criatura
pero [no] sabemos si será macho (nota 64) o fe[mbra]
porque vemos (nota 65) [la estrella de] Venus asentada
sobre el sino (nota 66)».
Pues (nota 67) el rey convøno (nota 68) con su mujer al
[comie]nzo del día y empreñóse la mujer (nota 69) (fol. 33r).
Y parió una criatura (nota 70) de las mas fermosas (nota 71)
de las mujeres. Y llamáronla Carcaisiyona. Y murió su madre
de parto (nota 72) y dióla su padre (nota 73) a una nodriza y
crióla siete años (nota 74). Y fízole (nota 75) su padre
(nota 76) un alqáßar sobre dorado obrado (nota 77) de masonería y fízole (nota 78) en él verjeles con árboles (nota 79) y
ríos. [Y] trájole (nota 80) allí todos los esturmentos (nota 81)
que pudo haber y dexóla allí (nota 82) con sus doncellas fasta
(nota 83) que llego a tener once años.
Empués (nota 84) vino a verla su padre (nota 85) con los grandes de su reino y trájole (nota 86) brocados y sedas [y joyas
con todos (nota 87) los] deleites que pudo traer. Y (nota 88)
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451
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
[ent]ró do (nota 89) estaba ella (nota 90) y miró (nota 91) a su
fermosura (nota 92) y (nota 93) en[amoróse] (nota 94) della. Y
comió y be[bió con e]lla. Y cua[ndo hubi]eron comido, díxole
(nota 95) la doncella (nota 96):
— «¡[Ye, padre] (nota 97)!, estos jaleqados de hombres y
mujeres no (nota 98) fueron jaleqados sino para comer y beber
(nota 99), pues (nota 100) conviene que a (nota 101) quien
face (nota 102) tales gracias que se las (fol. 33v) agradezcamos; pues yo, ¡ye, (nota 103) padre!, ¿a quién lo agradeceré
(nota 104)?».
Døxo el padre (nota 105):
— «A mi, ¡ye fija! (nota 106), que yo he fecho (nota 107) gracia sobre tø».
Døxo la fija (nota 108):
— «Y tú, ¡ye padre!, ¿a quién lo agradeces (nota 109)?».
Døxo [el rey]:
— «¡Ye fija!, estas gracias hanlas heredado nuesos (nota 110)
antepasados (nota 111) unos de otros».
Døxo la fija (nota 112):
— «¡Ye padre (nota 113)!, ¿quién lo comenzó (nota 114) y
quién lo acabará?, que (nota 115) tu padre y tu agüelo murieÍNDICE
452
II.2. Edición crítica
ron pues, ¿quién fizo (nota 116) estas gracias y (nota 117)
quién las heredará (nota 118) y (nota 119) quién jaleqó las
(nota 120) gentes?».
Døxo el rey:
— «¡Ye fija!, yo te daré tu señor (nota 121) y señor de tus
padres, aqué[l que no han conoci]do otro señor sino Él».
Y [lahora] (nota 122) mandó (nota 123) el rey [que le] trajesen
(nota 124) su ídola, que era de oro esmaltado [con] aljohar
(nota 125) y (nota 126) piedras preciosas, que (nota 127) tenía
cuarenta cobdos de largo y veinte (nota 128) de ancho. Y cuando lo vido (nota 129) la doncella (nota 130) agradóle
(nota 131), [y] consolábase con él y døxo:
— «¡Ye [padre]!, hazme (nota 132) un señor como éste para
que (fol. 34r) adore y sirva (nota 133)».
Pues (nota 134) lahora mandó el rey facerle (nota 135) una
ídola de oro esmaltada (nota 136) con aljohar (nota 137) que
(nota 138) tenía los ojos de púrpura verde. Y ficiéronle
(nota 139) una cátreda de oro y los piedes de piedras preciosas. Y trayéronsela (nota 140) delante y (nota 141) asajjedóse
la doncella a la ídola. Y cada día, como salía el sol, vinía
(nota 142) la fija del rey, y sus doncellas con ella (nota 143).
Y asajdábanse (nota 144) a la ídola y hablaban con ella
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453
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
(nota 145). Y cuando esto (nota 146), respondíales (nota 147)
Ibløs, ¡maldígalo Allåh!, en el cuerpo (nota 148) de la ídola, y
mandábales y vedábales (nota 149).
Pues (nota 150) vino [su padre a ver]la un día (nota 151) y trájole (nota 152) muchas jo[yas] (nota 153) y comeres
(nota 154) y comió con ella y miróla (nota 155) a su
fe[rmo]sura (nota 156). Y reposó un rato (nota 157). Y levantóse a ella, [y] besóla y demandóle su cuerpo (nota 158). Y
(nota 159) døxo la fija (nota 160):
— «¡Ye, padre!, dime: ¿tu padre echóse (nota 161) con su fija
(nota 162)?».
Døxo él:
— «No».
Døxo ella (nota 163):
— «Pues (nota 164), ¡ye padre!, ¿por qué quieres tú (nota 165)
facer (nota 166) cosa que te aver[güence]s (nota 167) [por
ello] (fol. 34v) los días de tu vida y empués de tu muerte?,
¿has oído decir de algún rey que hiciese lo semejante
(nota 168) con su fija (nota 169)?».
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454
II.2. Edición crítica
Pues (nota 170) lahora hubo (nota 171) el rey grande
(nota 172) vergüenza de su fija (nota 173) y sallióse (nota 174)
de allí y dexóla en sus placeres como solía.
Y (nota 175) publicóse (nota 176) la fermosura (nota 177) y de
(nota 178) scrición (nota 179) de la doncella (nota 180) por
toda la tierra. [Y] demandábanla los hijos de los reyes y no
quería su padre casarla por lo que vidía (nota 181) en ella de
mucha cordura y perfición (nota 182).
Y (nota 183), estando la doncella un día delante de su ídola,
habló (nota 184) Ibløs, ¡maldígalo Allå[h!, en el cuerpo]
(nota 185) de la ídola y døxo: (nota 186)
— «¡Ye doncella!, ¿tú sabes (nota 187) que [no hay] otro señor
[sino yo]?».
Døxo ella:
— «Ya lo sé» (nota 188).
Y (nota 189) es[ter]nudó [a] (nota 190) la doncella (nota 191)
y [salióle] de la nariz (nota 192) una mosca [con] el grande
(nota 193) este[rnudo]. Y døxo a la fija del rey (nota 194):
— «¡Ye doncella!, ¿qué es a (nota 195) t[i] (nota 196) que has
esternudado y (nota 197) no [has] dicho (nota 198) al-™amdu
li-llåhi rabbi-l-\alamøna?» (fol. 35r).
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Y (nota 199) cuando oyó (nota 200) Ibløs, ¡maldígalo Allåh!,
el nombre de (nota 201) Allåh, sallió (nota 202) fuyendo
(nota 203) y cayóse (nota 204) la ídola sobre su cara. Y
(nota 205) cuando oyó la fija del rey Na¥rab (nota 206) aquella palabra (nota 207) de (nota 208) la mosca, espantóse dello
(nota 209) mucho (nota 210). Y allegáronse (nota 211) a ella
(nota 212) sus doncellas y ella (nota 213) llorando, demudada
(nota 214) la (nota 215) color, espantada (nota 216). [Y] dixiéronle:
— «¡Ye, señora (nota 217)!, qué has obido (nota 218)?».
Døxo ella:
— «Que (nota 219) he oído unas palabras que nunca
(nota 220) oí su semejante dellas (nota 221). Han (nota 222)
entrado (nota 223) en mi corazón con muy grande fuerza. He
pensado (nota 224) en el dicho [de] al-™amdu li-låh rabbi[-l\ålamøna y (nota 225) hame atre]buído (nota 226) el corazón
diver[sas] dubdas. Y digo que el señor del mundo que
(nota 227) es gran (nota 228) señor [por]que yo nunca he oído
(nota 229) mas dulces palabras que son estas (nota 230), pues
(nota 231), ¡ye triste de mí!, ¿quién me declara[rá] lo que quieren (nota 232) decir [estas palabras] (nota 233)?».
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456
II.2. Edición crítica
Depués de aquesto (nota 234) tornóse (nota 235) la doncella al
servicio de la ídola (fol. 35v), así como solía. [Y] (nota 236)
veos (nota 237) que, un día, estando [la doncella] (nota 238)
delante de su ídola, vínole (nota 239) [a ella] (nota 240) una
paloma y aséntose en la cabeza de la (nota 241) doncella
(nota 242) y de allí voló y asentóse (nota 243) en la cabeza de
la ídola. Y cuando la vido (nota 244) la doncella (nota 245)
maravillóse della y de su fermosura (nota 246), [por]que la
paloma era de oro amarøllo y su coda (nota 247) de perlas
(nota 248) bermejas (nota 249), sus piedes de plata, [y]
(nota 250) su pico (nota 251) de perlas (nota 252) blancas
(nota 253) esmaltado (nota 254) de (nota 255) aljohar. Pues
(nota 256) døxo la doncella:
— «¡Ye triste de mí! (nota 257), fuéseme yo (nota 258) aquella paloma [y] costáseme la meitad (nota 259) de mi reino
[porque me consolase con mirarla] (nota 260)».
[Y estando ella mirándola] muy maravi[llada de su fecho
(nota 261), dø]xo la paloma con lengua sue[lta] y paladina
(nota 262):
— «¡[Ye] fija (nota 263) del rey Na¥rab (nota 264)!, di al™amdu li-l-låhi [wa lå ilaha illà Allåh] wa™dahu lå ≈arika lahu, que quiere decir (nota 265) la loor es (nota 266) ada Allåh
ÍNDICE
457
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
(nota 267), [no] hay (nota 268) otro (nota 269) señor sino
Allåh, solo, sin aparcero, a Él es el reísmo y (nota 270) Él es
s[obre to]da cosa poderoso (nota 271)».
Pues cuando (fol. 36r) oyó Ibløs, ¡maldígalo Allåh! (nota 272),
el nombramiento de (nota 273) Allåh, ¡tan alto es!, salló
huyendo (nota 274) [de la ídola] (nota 275), y el (nota 276)
diciendo (nota 277):
— «¡Quemado soy (nota 278) con el fuego de ¥ahannam!».
Y cayó la ídola sobre su cara y quedó la doncella (nota 279)
espantada, muy temerosa (nota 280), mirando a la paloma, y
døxo:
— «¡Ye, paloma fermosa (nota 281)!, he oído tus palabras, que
(nota 282) nunca [las] (nota 283) oí más buenas palabras
(nota 284) ni más dulces, ¿[pues] (nota 285) quién eres tú, ¡ye
paloma! (nota 286), y (nota 287) qué (nota 288) palabras son
aquellas que dixieste (nota 289), que ha (nota 290) caído
(nota 291) su dulzura en mi corazón [que me agradó tanto]
(nota 292)? Dime algo más».
Døxo la paloma:
— «¡Ye fija de Na¥rab!, [es Allåh aquél que no hay otro] señor
(nota 293) sino Allåh [solo, sin aparcero], jaleqa[dor] de los
ÍNDICE
458
II.2. Edición crítica
cielos y de la tierra (nota 294) y de todos (nota 295)
jale[ca]dos (nota 296) y de sus arrizques, matador,
re[bib]cador (nota 297) después (nota 298) de la muerte [para
el (nota 299) día que no aprovechará si[no la bu]ena obra y el
que antes creerá (nota 300) con Allåh».
Døxo la doncella:
— «Dime más desas palabras [tan (nota 301) bu]enas (fol.
36v) que su dulzor (nota 302) ha (nota 303) entrado en mi
corazón».
Døxo la paloma:
— «¡Ye, fija (nota 304) de Na¥rab!, es Allåh (nota 305) aquel
que no hay otro (nota 306) señor sino Él (nota 307), jaleqador
de los cielos y de las tierras (nota 308) en seis (nota 309) días.
Depués (nota 310) se igualó sobre el (nota 311) al-\ar≈e
(nota 312), encubre la noche (nota 313) al día y el sol a la luna,
y las estrellas [a]sujetadas (nota 314) con (nota 315) su mandamiento. A Él (nota 316) es el jaleqar y el matar (nota 317),
¡[tan] (nota 318) bendicho (nota 319) es Allåh!, señor de todo
el mundo (nota 320)».
Døxo la doncella:
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
— «¡Ye, paloma!, ese señor que tu nombras es gran seño[r
(nota 321), pues, créce]me más (nota 322) de sus palabras
[b]uenas (nota 323), que [seme]jante que tú no dirías
(nota 324) sino verdad».
[Døxo la pa]loma:
— «¡Ye doncella!, di que no hay señor sino Allåh, solo, sin
aparcero, jaleqador de los cielos y de (nota 325) la tierra
(nota 326) y de (nota 327) lo que está (nota 328) entre (nota
329) ellos [y de lo que] está debaxo dellos (nota 330) fasta
(nota 331) los (fol. 37r) abismos de la tierra (nota 332)».
Døxo la doncella:
— «¡Ye, paloma! (nota 333), hazme (nota 334) a saber dó
(nota 335) está ese señor tan grande (nota 336)».
Døxo la paloma:
— «¡Ye, fija de Na¥rab!, no (nota 337) se ajuntan (nota 338)
en secreto tres (nota 339) que no sea Él (nota 340) el Cuarto,
ni cuarto (nota 341) que no sea (nota 342) Él Cinqueno
(nota 343), ni cinco (nota 344) que no sea (nota 345) Sesto
(nota 346), ni más ni menos (nota 347) de aquél (nota 348) que
Él no sea con ellos [donde quiere que están (nota 349)».
Døxo la doncella:
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460
II.2. Edición crítica
— «¡Ye paloma!, ese señor, ¿no se puede ver?».
Døxo la paloma:
— «¡Ye, fija de Na¥rab!, el señor de los cielos y de la tierra
vee a todos y no lo vee (nota 350) a Él ninguno, Él esta en
guardamiento alto (nota 351), sabe lo sec[reto y lo público], no
hay señor sino Él, a Él so[n los no]mbres buenos».
Døxo la doncella:
— «¡Ye paloma!, ese señor que dices (nota 352),
se[mblá]nzame a [dón]de (nota 353) está o qué es o cómo».
Døxo la paloma:
— «[¡Ye fija] de Na¥rab (nota 354)!, ¡rabbunå tabåraka wata\ålå (nota 355)!, primero (nota 356) de toda cosa y zaguero
de toda cosa, no lo alcanzan las vistas y Él alcanza [las vistas
(nota 357), Él e]s (fol. 37v) (nota 358) el (nota 359) subtil
(nota 360) sabidor. Cuando (nota 361) quiere alguna cosa
(nota 362) dícele (nota 363): «sey», y luego es. Jaleqó su al\ar≈e (nota 364) sobre el agua, donde no había sol que clarease (nota 365), ni luna que corriese, ni mar que ondease
(nota 366), ni aire que moviese (nota 367), ni río corriente
(nota 368), ni cielo fraguado, ni tierra tendida, ni cosa comenzada. Jaleqó siete cielos, cielo sobre cielo (nota 369), y siete
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
tierras, una sobre otra (nota 370), en seis (nota 371) días. [Y
Él] sobre el al-\ars (nota 372) se igualó (nota 373).
Dixo la doncella:
— «¡Ye, paloma!, ¡qué tan (nota 374) grande es ese señor
(nota 375) y qué pacífico y honrado [sobre qui]en come su
arrizque y sirve a otro [señor] (nota 376)!, ¡ye [paloma]!, ¿hay
ni[nguno en] el mundo que diga lo que tú dices? Porque yo
nunca [lo oí si]no a ti».
Døxo la [paloma:
— «Sí] (nota 377). Los de los cielos y de [la tierra] dicen lo
que yo di[go], sino los descre[yentes; ¡ye fija] de Na¥rab
(nota 378)!, [esa] ídola (nota 379) que tu sierves (nota 380) no
o[ye] ni vee, daña y no aprovecha».
Døxo la doncella:
— «¡Ye [paloma!, ¿qué] es aquello (nota 381) que me habla
dentro (nota 382) de su (nota 383) (fol. 38r) cuerpo
(nota 384)?».
Døxo la paloma:
— «Es (nota 385) el maldøcho (nota 386) de Ibløs, ¡maldígalo
Allåh!, enemøgo de Allåh (nota 387), ¡tan alto es!, enemøgo
(nota 388) de tu padre Adam, ¡\alayhi y salåm (nota 389)!, que
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462
II.2. Edición crítica
lo engañó y lo sacó del al-¥anna y engañará (nota 390) a sus
fijos (nota 391) fasta (nota 392) el día del judicio. ¡Dexa el
(nota 393) servicio de la ídola (nota 394)!».
[Y] (nota 395) døxo la doncella:
— «Hazme a saber, ¡ye, paloma! (nota 396), por ese señor
(nota 397), ¿qué es el galardón (nota 398) de quien le obedece y qué es el castigo (nota 399)de quien le (nota 400) desobedece?».
Døxo la paloma:
— «¡Ye, fija de Na¥rab (nota 401)!, quien obedece (nota 402)
ada Allåh a[debdé]sele el al-¥anna y quien lo (nota 403) desobede[ce su pena será] el fuego de ¥ahannam».
Døxo la [don]cella:
— «¡Ye paloma! (nota 404), semblánzame el al-¥anna aquél
(nota 405) que dices que dará Allåh a los obidientes».
Døxo la paloma:
— «¡Ye, fija (nota 406) de Na¥rab!, cuando se acabarán las
horas del mundo y sus días, lo ™alål y lo ™aråm (nota 407), y
se perderá la verdad y se demostrará (nota 408) [la menti]ra
(nota 409), y áaran los maleficios, y beberán el vino, y hará[n]
(nota 410) (fol. 38v) el az-zinå (nota 411), y combarán
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
(nota 412) el logro, y se demostrará el afollamiento (nota 413).
Y lahora (nota 414) ensañarse ha Allåh (nota 415) sobre la
gente y mandará Allåh (nota 416) a Isråføl (nota 417) que sofle
en el cuerno (nota 418). Y soflará en él (nota 419) un soflo que
cairán todas las gentes y almalaques (nota 420) amortecidos,
sino Ëibriel (nota 421) y Miqueil y Isråføl y \Azrayåil
(nota 422), que no murrán (nota 423) sino empués de muertos
(nota 424) los jaleqados (nota 425). Y (nota 426) de la fortaleza de la muerte de Isråføl se [es]tremeserá (nota 427) [toda] la
tierra y no queda (nota 428) encima de l[a] tierra (nota 429)
cosa fraguada que no se [derribe] sino las mesquidas, y no
quedará en [el cielo (nota 430) ni en la tierra] cosa viva. Y
(nota 431) quedará todo [vací]o de moradores. [Lahora
a]somarse ha Allåh, ¡\azza wa-jalla!, al mundo, y dirá:
«¡Oh mundo!, ¿dó[nde] son tus árboles? (nota 432), ¡oh
mundo!, ¿dónde son tus ríos?, ¡oh mundo!, ¿dónde son
tus moradores?, ¡oh mundo!, ¿dónde son tus reyes y los
fijos (nota 433) de los reyes?, ¡oh (nota 434) mundo!, ¿a
dó (nota 435) está el sol y la luna y las estrellas?».
Y no habrá (nota 436) quien le (fol. 39r) responda. Y
(nota 437) quedará el mundo [ansí] (nota 438) cuarenta años
y (nota 439) hará Allåh plover (nota 440) agua de la mar
(nota 441) que está debaxo del al-\ar≈e (nota 442) que hace
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464
II.2. Edición crítica
(nota 443) nacer los güesos y las (nota 444) carnes (nota 445)
y la sangre así como nace el grano debaxo del tempero. Y tornará cada cabello y cada miembro a su lugar. Depués
(nota 446) rebibcará (nota 447) Allåh a Isråføl y soflará en el
cuerno (nota 448) y dirá:
«¡Oh (nota 449), güesos molidos y cuerpos podridos y
junturas [d]espartidas y venas cortadas!, Allåh os manda
que os ajuntéis para la decla[raci]ón del día del judicio
(nota 450) para tomaros (nota 451) [cuenta y daros el
(nota 452) gala]rdón de vuesas (nota 453) obras».
[Y levan]tarse han los jaleqados (nota 454), los arruhes de los
muslimes, claros con la clare[dad] de la creencia (nota 455), y
los arruhes de los descreyentes, escuros con la escuridad
(nota 456) de la descreencia (nota 457). Y entrarse ha cada
(nota 458) ar-r¤™ en (nota 459) su cuerpo y veréis (nota 460)
todas las (fol. 39v) gentes levantadas y ellos (nota 461) esperando las maravillas y temores del día del judicio (nota 462).
Dempués (nota 463) tomará Allåh cuenta a las gentes y porná
(nota 464) a los obidientes en la casa de su contentamiento y
porná (nota 465) a los desobidientes en la casa de su pena
(nota 466)».
Døxo la doncella:
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
— «¡Ye paloma!, ¿[y] (nota 467) qué rebibcará (nota 468)
Allåh a los jaleqados depués (nota 469) de la muerte?».
Døxo la paloma:
— «Sø como (nota 470) los jaleqó de agua y te sacó de los
lomos de tu padre a la madre de tu madre y salliste (nota 471)
al mundo c[riatura] chica (nota 472) y te crió con su poten[cia]
y compuso [en] (nota 473) ti tus miembros y tu sentido [y tu
vista], asín (nota 474) te matará [y te] tornará a rebibcar
(nota 475».
Døxo la doncella:
— «¡Ye paloma! (nota 476), fé[cho]me (nota 477) has a saber
con fecho (nota 478) que yo estaba dello (nota 479) no
[cur]ante (nota 480) y tú (nota 481) dices verdad en tu dicho
(nota 482) pero (nota 483), ¡hazme (nota 484) a [saber] que
cosa es [el] al-¥anna esa (nota 485) que dices (nota 486) que
galardo[nará] (nota 487) Allåh con ella a los obidientes!».
Døxo (fol. 40r) la paloma:
— «¡Ye fija (nota 488) de Na¥rab!, los de al-¥anna son los obidientes al mandamiento de Allåh (nota 489), en ella no mueren (nota 490) ni habe (nota 491) tristura (nota 492).
Alcanzarán (nota 493) todo lo que desearán (nota 494), perduÍNDICE
466
II.2. Edición crítica
rables (nota 495) en alqáßares de oro y plata y piedras preciosas y de púrpura (nota 496). Su tierra es almisque (nota 497),
sus aguas son dulces, sus árboles y fruitas durables (nota 498),
las (nota 499) fruitas (nota 500) de diversas sabores y colores.
Los de al-¥anna tienen cien gradas, que sø todas las gentes del
mundo se ajuntasen (nota 501) no harían (nota 502) [una
dellas (nota 503), porque] (nota 504) en ellas hay maravillas y
riquezas. La primera grada es de plata y su tierra de (nota 505)
almisque (nota 506) y (nota 507) la segunda es de oro; la tercera de pelrras (nota 508) y (nota 509) la sete[na habe]
(nota 510) en ella lo que no hay (nota 511) ojos que [puedan
(nota 512) veer (nota 513) ni le]ngua decir [ni pasar] por corazones (nota 514) de [hombres] (nota 515). Y el que más pequeña grada alcanza [en el al-¥anna tiene] [siete] (fol. 40v)
alqáßares de oro y plata (nota 516) y perlas (nota 517) y piedras preciosas de diversas colores. Pues (nota 518), cuando
sallen (nota 519) de sus lugares cabalgan en animales
(nota 520) que volan (nota 521) con ellos donde (nota 522)
quieren fasta (nota 523) la puerta de al-¥anna y allí (nota 524)
nace una fuente con dos ramos. Y (nota 525) cuando beben en
el uno dellos dos ramos (nota 526) saca del cuerpo toda la
envidia y engaño y maldad. Empués (nota 527) báñanse en el
otro y tórnanse jovenes que nunca más (nota 528) se mudan
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
(nota 529) de sus colores ni de personas. Y (nota 530) claman
(nota 531) a las asitras (nota 532) de la pu[erta] y face[n
(nota 533) un soni]do que nunca oyeron las gentes más dulce
co[sa (nota 534). Ë sa]llen las [alhurras] de al-¥anna a la puerta que, [sino] que (nota 535) Allåh, ¡[sub]™anahu! (nota 536),
ha dado conocimiento [a lo]s hombres (nota 537), asajdarían a
e[llas]. Y entran (nota 538) con los hombres a al-¥anna y, cuando (nota 539) quiere en[trar]se el hombre (nota 540) en el
alqáßar que vee (nota 541) (fol. 41r), dícenle ellas: «¡Adelante!,
¿hay otro mejor (nota 542)?, ¡ye, al-walø de Allåh! (nota 543)».
Empués (nota 544) llega (nota 545) a otro alqáßar claro que se
parece dende fuera (nota 546) todo (nota 547) lo de dentro y
quiera el hombre entrarse en él [y] dícinle ellas: «¡Adelante!,
¿hay otra mejor posada?, ¡ye (nota 548), amøgo de Allåh
(nota 549)!
Y no cesan de andar (nota 550) con él de alqáßar en alqaßar
fasta (nota 551) que llegan a un (nota 552) alqáßar que todo es
esmaltado y engastonado en (nota 553) piedras preciosas, que
hay en él setenta (nota 554) camaras, unas sobre otras
(nota 555), arreadas de todos arreos y guarniciones y joyas
celest[riales clarificad]os. Y ponerle han una (nota 556) [corona] en la cabeza que tiene (nota 557) setenta rin[co]nes; en
cada rincón, u[na piedra p]reciosa que relumbra tres jor[nada]s
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II.2. Edición crítica
(nota 558), y su cara como la luna. Y en su mano un [ve]rdugo.
Y sobre (nota 559) su persona setenta cobertura[s] de seda y
brocado de diversas [maneras y] (nota 560) colores. [Y]
(nota 561) es[tan]do (fol. 41v) aisí (nota 562), viénele
(nota 563) una mujer de las alhurras de al-¥anna con atavíos
muy (nota 564) hermosos, relumbrantes (nota 565) como el
sol, que con la vista della olvida el hombre todo cuanto ha
visto. Y dirá (nota 566) la mujer: «Tú eres mi amado y yo soy
tu amada».
Y asiéntase (nota 567) en par (nota 568) dél en una cama
acompañada de setenta al-hurras y queda (nota 569) el hombre
con ellas en gracia fincante (nota 570) y vida deleitosa
(nota 571) en la (nota 572) vecindad del señor del mundo. Y
los almalaques dando as-salåm (nota 573) sobre él, y no desean cosa que no la (nota 574) alcanzan allí do[nde sestán
(nota 575). Y (nota 576) en] al-¥anna hay alhurras que, si
escupiesen (nota 577) e[n la ma]r, se (nota 578) torna[ría
dul]ce la mar (nota 579). Y tienen escri[b]to en sus frentes que
dice:
«Quien des[ea] (nota 580) alcanzar una mujer como yo
(nota 581) obre con la (nota 582) o[bi]dencia de mi
señor (nota 583)».
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
En al-¥anna hay un [a]rbol que se llama (nota 584) el arbol de
la Buena Aventuranza (nota 585) (fol. 42r), que lo plantó
Allåh, ¡ta\alà! (nota 586), con (nota 587) su mano, que su tronco es de oro, [y] sus venas (nota 588) de plata, sus fruitas
(nota 589) cristales, [y] (nota 590) sus ramas (nota 591) corales, [y] (nota 592) sus fojas (nota 593) esmaltadas (nota 594),
su golor (nota 595) almisque (nota 596). En él hay de todas las
naturalezas de fruitas (nota 597) de al-¥anna (nota 598) en
sabor y color (nota 599). En el al-¥anna hay árboles (nota 600)
que sallen (nota 601) dellos animales (nota 602) guarnecidos
volantes que nunca orinan ni hacen rudeza ninguna, que lieban
(nota 603) a (nota 604) los obidientes (nota 605) a donde
(nota 606) quieren (nota 607). En el al-¥anna hay un r[ío que
se dice (nota 608) al-]Kawtar, que salle (nota 609) debaxo
[del] al-\ar≈e (nota 610), que es (nota 611) más dulce que miel
y más blanco que leche (nota 612), que [corre sobre] losas de
perlas (nota 613) y piedras [preciosas] almizcadas, que [mana]
de allí la fuente de Måsal y la fuente de Alkåfur y la fuente de
Tanøm (nota 614). Y no hay en el al-¥anna sino las lunillas y
las [que]jas (fol. 42v) y los ríos de al-¥anna, todos cercados
(nota 615) de cátredas y de estrados y fruitas (nota 616) de al¥anna (nota 617) [y verjeles] (nota 618). Y bebrajes
(nota 619) no hacen (nota 620) rudeza ninguna (nota 621),
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470
II.2. Edición crítica
salle (nota 622) la dejistión (nota 623) en sudor de (nota 624)
mejor golor (nota 625) que almisque (nota 626). Los moradores de al-¥anna no se envejecen ni (nota 627) enferman ni
mueren, ni veen pesar ni espanto, ni tristeza (nota 628), ni tribulación (nota 629). [Y] (nota 630) sus ropas nunca se rompen
ni se envejecen (nota 631). [Y] (nota 632) si uno de los de al¥anna pusiese su mano en el mundo no quedaría ciego que no
viese ni muer[to que no] r[ebib]case ni descreyente que no
creyese [ni e]nfermo que no sanase ni agua salada que no
fue[se (nota 633) du]lce. [Y] (nota 634) si uno de los de al¥anna asomase su cara a [la tie]rra y echase una saliva en ella
(nota 635) tornaría todo almisque (nota 636) [que golería
todo el mundo ad almiscle] (nota 637). Y (nota 638) si uno
de los de al-¥anna sacase (nota 639) su cara a la [ti]erra tornaría la color (nota 640) del sol y de la luna (fol. 43r). Y si las
gentes supiesen los deleites de al-¥anna morrían (nota 641)
todos por su deseo (nota 642) y no bastaría ninguno a dezør
(nota 643) las (nota 644) gracias de al-¥anna y (nota 645) sus
maravillas».
Døxo la doncella:
— «¡Ye paloma!, para semejante de aquello (nota 646) obraron los obrantes, ¡ye paloma!, de aquel Señor tan grande que
tú (nota 647) dices, [que] (nota 648) ha caído en mi corazón
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
amor (nota 649) muy grande que nunca cesaré de su servicio
y obidencia fasta (nota 650) que lo encuentre. Agora hazme
(nota 651) a saber que será la pena de quien desobedece ada
Allåh y come su arrizque (nota 652) y sirve a o[tro señor
meno]s dÉl».
Døxo la paloma:
— «Qui[en de]sobedece ada Allåh [su pe]na (nota 653) es el
fuego de ¥ahannam, que ni muere[n ni viv]en y (nota 654)
cada día les crece (nota 655) [una (nota 656) pena] sobre
[pena]. Son cativos (nota 657) en el fuego, que nunca es quito
(nota 658) su cativerio ni alivianecida (nota 659) su pena
(nota 660) [ni es (nota 661) conso]lada su tristeza ni esclare[cida su] (fol. 43v) escuredad (nota 662) ni oídas sus quexas
ni apiadada su voz. Su tristeza es fuerte, su solar es fondo
(nota 663), su (nota 664) agua es pozoña (nota 665), sus arreos son fierros (nota 666), su pena es dolorosa (nota 667), su
leña es piedras y gentes (nota 668). No se regala su fierro
(nota 669) ni se mata (nota 670) su fuego ni se acaba su pena.
Allí están tiempos (nota 671) sin cuento, sus camisas es
(nota 672) alquitrán ardiente (nota 673), sus calzas [de] pez
encendida, sus ropas [de] zufre (nota 674) flameante, sus
bonetes [de] fierro (nota 675) ruxiente, y, sobre ellos
(nota 676), almalaques fuertes que los tornearán (nota 677)
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II.2. Edición crítica
co[n garfios de fie]rro (nota 678) fogueante (nota 679). Su
bebraje es cobre (nota 680) derretido. [Ëaha]nnam (nota 681)
tiene siete puertas, de (nota 682) puerta a puer[ta] andadura
(nota 683) de quinientos años. La primera (nota 684) se llama
Ëahanna]m porque co[m]e (nota 685) las car[n]es (nota 686)
de los kefires (nota 687), [la se]gunda se llama Lazø (nota 688)
porque come (nota 689) los piedes y [mano]s, la tercera se
llama Saqan (nota 690) porque enciende (nota 691) [su fortaleza] (nota 692) (fol. 44r), la cuarta se llama al-Hutama
(nota 693) porque traspasa su fuego (nota 694) todos los
miembros (nota 695), la quinta se llama ‰a\ør (nota 696) porque su fuego nunca se [a]mata (nota 697) jamás, la seisena se
llama al-Ëahøm (nota 698), que una centella [sola] (nota 699)
quemaría todo el mundo, la setena se llama al-Håwiya, que
quien (nota 700) entrará en ella nunca salle (nota 701) jamás.
En ella está el pozo de al-Habhab (nota 702), que cuando se
abre quema al (nota 703) otro fuego de ¥ahannam. Y el fuego
de ¥ahannam es (nota 704) negro escuro (nota 705). Y sobre
cada puerta de ¥ahannam hay mil cabezos (nota 706) de fuego,
en cada cabezo (nota 707) setenta mil [quebrazas (nota 708) de
fue]go, [y en cada quebraza setenta mil alacranes
(nota 709) de fuego]. Y dice ¥ahannam el día [del] judicio
(nota 710):
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
«Señor, crece en mí el ardor y la (nota 711) fortaleza
para que tome (nota 712) hoy (nota 713) [vengan]za
(nota 714) de aquéllos que te desobedecieron (nota 715)
[a ti] (nota 716)».
Y cuando los echan (nota 717) dentro [del fuego] (nota 718)
lloran (nota 719) lágrimas (nota 720) fasta (nota 721) que se
enxugan, y sangre fasta (nota 722) que se acaba, y materia
(nota 723) fasta (nota 724) que se desecan. Y lloran tan[to]
(fol. 44v), que si echasen naves en sus lágrimas correrían
como en la mar (nota 725) y (nota 726) nunca son apiadados
(nota 727). Y cuando verán las gentes a ¥ahannam cairán
amortecidos de su (nota 728) temor. Y no ruega (nota 729)
ninguno sino por sí [mesmo] (nota 730). [Y] (nota 731) fuirán
(nota 732) las madres de los fijos (nota 733) y los fijos
(nota 734) de las madres. [Y] (nota 735) hacerse han canosos
(nota 736) los mozos (nota 737), pues (nota 738), ¡cuántos
mancebos son levados al fuego diciendo (nota 739)!:
«¡Oh, nuesa (nota 740) juventud, malaventurados
(nota 741), pues el fuego ha de ser (nota 742) nuesa
(nota 743) morada!».
¡Cuántas (nota 744) mujeres fermosas (nota 745) que
(nota 746) irán [al fuego] (nota 747) dixiendo (nota 748)!:
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II.2. Edición crítica
¡Oh, [de] (nota 749) nuesa (nota 750) fermosura
(nota 751) y vel[dad mal empleada], pues que (nota 752)
el fuego es nuesa morada!».
¡Cuántos (nota 753) [vi]ejos canos que (nota 754) irán al fuego
(nota 755) dicien[do!:
«¡Oh, [de] (nota 756) n]uesas (nota 757) canas y flaqueza malgastada, pues [el fuego] ha de ser (nota 758) nuesa
(nota 759) morada!».
Serán aborridos (nota 760) de Allåh y (nota 761) apartados de
[su pie]dad, despedidos (nota 762) de sus [bie]nes, ligadas
(nota 763) sus manos, encadenados (nota 764) sus (fol. 45r)
cuellos, encendidas (nota 765) sus lenguas, negras sus caras,
larga (nota 766) su tristeza durante (nota 767) su pena, hambrientos (nota 768), sedientos (nota 769), dolorosos, diciendo:
«Ya (nota 770) nos abarca tu pena, ¡tristes de nosotros
por lo que defallecimos (nota 771)!».
Si se quexan no los (nota 772) apiadan (nota 773), si claman
(nota 774) no les responden (nota 775). Dicen:
— «Señor, fuemos yerrados, ¡aliviánese (nota 776)
sobre nosotros (nota 777) la pena [con agua] un día
sólo, ¡[ye señor]! (nota 778)».
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Lahora levántase (nota 779) una nube negra de fuego
(nota 780) y ellos demandan agua. Y piensan que los
(nota 781) apiadan con agua y llueve sobre (nota 782) ellos
piedras [rruxientes] (nota 783) y agua bullente (nota 784) que
los t[raspasa (nota 785) de fuego]. Comen de (nota 786) fuego,
[y] (nota 787) beben [so]bre (nota 788) fuego, [y] (nota 789)
se acuestan sobre fuego (nota 790). Claman (nota 791) a Målik
[y está mil años que no les responde y dicen:
— «Señor, no nos responde Målik].
Dice Allåh [ta\\alà] (nota 792):
— «¡Ye, Målik!, res[ponde a] los laz[rado]s».
Lahora (nota 793) díceles (nota 794) Målik:
— «¡Ye aquéllos que se ha ensañado (nota 795) Allåh sobrellos!, ¿qué quere[is]?».
[Y] (nota 796) dícenle:
— ¡Ye, Målik!, ¡dános a beber una bebida (nota 797) de agua
que ref[ríe n]uesos (nota 798) cuerpos (nota 799)!
Lahora dales a beber agua de [al-Ëahøm], (fol. 45v) que entra
por las bocas y derriba los dientes (nota 800), [y] (nota 801)
abrasa (nota 802) las entrañas (nota 803) y derrite las carnes,
hace (nota 804) bullir los medollos (nota 805) en las cabezas,
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II.2. Edición crítica
que sø una gota [de aquellos] (nota 806) cayese sobre
(nota 807) la tierra de aquella agua (nota 808), morrían las
(nota 809) gentes de su hedo (nota 810). Sobre (nota 811) cada
puerta de ¥ahannam hay mil mares de fuego de andadura de
quinientos (nota 812) años. En cada mar mil (nota 813) cibdades de fuego. En cada cibdad mil aljubes (nota 814) de fuego.
En cada alchube (nota 815) mil casas de fuego. En cada casa
mil fuentes (nota 816) de fuego. De cada fuente (nota 817)
[sallen (nota 818) mil ríos] de fuego, que si una gota
(nota 819) cayese de aquell[a agua en l]a tierra abra[saría]
todo el mundo. Y no hay cosa [más ab]orrida en poder de
Allåh que los del fuego».
Lahora (nota 820) [fuese] la paloma y quedó (nota 821) la
doncella diciendo:
«¡Ye tristeza, ye tristeza (nota 822)!, ¡qué poco ha seído
mi cono[cimiento con mi] criador!, ¡guay de los
ser[vido]res (fol. 46r) de (nota 823) las ídolas en ¥ahannam y en su pena (nota 824)!, ¡guay de mí!, ¿qué será de
mí cuando (nota 825) me pararé (nota 826) delante de mi
señor a [dar] (nota 827) la cuenta y separará el peso y se
tenderá el [puente de l]asiråt (nota 828)?, ¡triste de mí
aquel día! (nota 829)».
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Y dió (nota 830) un suspiro y cayó amortecida, y no recordó
sino aprés de (nota 831) tres días, fasta (nota 832) que llegó la
nueva a su padre y vino a verla y dixo (nota 833):
— «¡Ye fija (nota 834) [y] placer de mis ojos!, ¿qué es tu fecho
(nota 835) [o] qué has obido (nota 836) que me he quebrantado (nota 837) con tu mal mi corazón (nota 838)?».
Lahora (nota 839) levantóse la doncella (nota 840) demudada
(nota 841), llorando, demuda[da de color y døx]o:
— «¡Ye padre! (nota 842), defiéndome [con All]åh del fuego
de ¥ahannam y de sus penas, aquéllas que no apiadará[n] a[l
vie]jo [por] su vejez ni al chico por su pequeñez ni a la [muje]r
por su flaqueza».
Døxo (nota 843) el rey:
— «¡[Ye fija] (nota 844)!, ¿has visto algo (nota 845) en tu dormir o estás hechizada?».
Díxole (nota 846) [ella]:
— «¡Ye padre!, antes demando perdón a[da Allåh] (fol. 46v),
mi señor y tu señor (nota 847). Dexa (nota 848) [d]el servicio
de las ídolas, aquéllas (nota 849) que no oyen ni veen, nuecen
y no aprovechan».
Lahora mandó el rey traer su ídola y díxole:
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II.2. Edición crítica
— «¡Ye fija!, éste es tu señor y mi señor (nota 850), aquél que
[no] conocemos (nota 851) sino a Él (nota 852). Tórnate
(nota 853) en tu sentido y sirve a tu señor (nota 854) y
(nota 855) no seas yerrada.
Døxo ella (nota 856):
— «¡Ye padre!, tú eres el yerrado. Dexa el servicio de las ídolas y dí (nota 857) que no hay señor sino Allåh, solo, sin aparcero (nota 858), en el cielo es (nota 859) su al-\ar≈e (nota 860)
y en la tierra su potestad y señorío (nota 861)».
Cuando (nota 862) oyó (nota 863) Ibløs, ¡maldíga[lo Allåh!, el
nombrami]ento de (nota 864) Allåh, salló (nota 865) de la
ídola huyendo (nota 866), y el [que] dicía (nota 867):
— «¡Ye rey Na¥rab!, ya (nota 868) se ha inovado (nota 869)
en tu-[tierra] un (nota 870) hecho (nota 871), que (nota 872)
no tornaré a tu ídola en (nota 873) jamás».
[Tomó (nota 874) el r]ey por esto (nota 875) grande pienso y
døxo a su fija (nota 876):
— «¡Ye fija (nota 877)!, tórnate de lo que estás (nota 878) y
no afuelles [de tu ley] ni te aparte[s de] a ella (nota 879)».
Døxo la fija (nota 880): (fol. 47r)
— «¡Ye padre! (nota 881), déxame (nota 882) un poco».
ÍNDICE
479
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Pues lahora déxola, y fuese (nota 883) ella (nota 884) a su
ídola, y esmenuzóla (nota 885) toda (nota 886) y tomó el oro
y la plata y las perlas de la ídola (nota 887) y partióla
(nota 888) a los pobres en servicio (nota 889) de Allåh. Y vino
Na¥rab]
su padre (nota 890) y halló la ídola quebrada y døxo [N
(nota 891):
— «¡Ye fija (nota 892)!, fecho (nota 893) has cosa muy grande (nota 894) que sø otri lo hubiese (nota 895) fecho (nota 896)
penarloía (nota 897) con tormentos fuertes [trabajos grandes] (nota 898)».
Døxo ella:
— «¡Ye padre!, si (nota 899) fuese (nota 900) señor como tú
dices no se habría dexado esmenuzar (nota 901), que mi señor,
el que yo siervo (nota 902), jaleqador (nota 903) de los jaleqados, [el que da los arrizques], que es (nota 904) tendedor de
[los arrizques y] (nota 905) las g[racia]s, no le daña cosa [ninguna]».
Døxo el rey:
— «¡Ye fija!, tórnate de lo que estás, si no [yo te penaré] pena
fuerte (nota 906)».
Y diciendo esto fuese y déxola (nota 907).
ÍNDICE
480
II.2. Edición crítica
Pues volvióse la doncella (nota 908) en (nota 909) dayunar y
hacer (nota 910) aß-ßalå y comer pan de cebada. Y rogó ada
Allåh que le envi[ase la paloma, y vínole, y] hallóla haci[endo
aß-ßalå] (fol. 47v). Y dió aß-ßalå sobre ella y tornó (nota 911)
el aß-ßalå (nota 912) y døxo:
— «Yo soy muy alegre con tu venida, yo creó con Allåh y le
sirvo y no pongo (nota 913) aparcero con Él».
Døxo la paloma:
— «¡Ye fija de Na¥rab!, alégrate, que Allåh ha recebido tu
repitencia y [ya ha] (nota 914) perdonado tu pecado. Lahora
(nota 915) que has dexado el servicio de la ídola (nota 916) el
aß-ßalå (nota 917) sea sobre ti (nota 918) y piadad de Allåh sea
sobre ti y su bendición».
Y fuése la paloma y tornóse (nota 919) la doncella a hacer
(nota 920) aß-ßalå (nota 921) y dayunar (nota 922) y rogar
(nota 923) ada Allåh que la salvase de la pena de ¥ahannam.
Y (nota 924) publicóse su fecho (nota 925) en todo su reino.
[Y] (nota 926) hablaba[n de ella (nota 927) las gente]s, [y]
(nota 928) reutaban (nota 929) al rey dixiéndole:
— «Si dexas a (nota 930) [tu fija así] como (nota 931) está,
perderse ha tu reino» (nota 932).
ÍNDICE
481
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Y tomó [el re]y muy grande (nota 933) cuidado y fuése a ella
[y díxole]:
— «¡Ye fija!, tórnate (nota 934) de lo que estás y (nota 935)
no me eches [a per]der mi reino ni te apartes de nuestro señor
(nota 936)».
[Díxole] (nota 937) su fija (nota 938):
— «¡Ye pad[re!, yo te clamo (nota 939) al servi]cio (fol. 48r)
de Allåh y tú clámasme (nota 940) al servicio de las ídolas
(nota 941), ¡ye padre!, obedece ada Allåh y dí, como yo digo
(nota 942), que no hay señor sino Allåh (nota 943), solo, que
no hay aparcero con Él (nota 944), y (nota 945) darte ha Allåh
el al-¥anna y salvarte ha del fuego de ¥ahannam».
Døxo el rey:
— «¡Ye fija (nota 946)!, si no te deviedas de lo que estás
(nota 947) cortarte (nota 948) las manos y sacarte (nota 949)
de mi reyno».
Døxo ella (nota 950):
— «¡Ye padre!, no me tornaré (nota 951) de la palabra de lå
ilåha illå Allåh».
Díxole (nota 952) su padre (nota 953):
ÍNDICE
482
II.2. Edición crítica
— «¡Ye fija!, yo tengo miedo que te arrepentirás (nota 954)
cuando no te aprovechará, que (nota 955) si no te tornas de lo
que estás [mandaré] (nota 956) cortarte (nota 957) las [manos
y [después] (nota 958) sacarte] (nota 959) a los montes con
(nota 960) los animales [fie]ros (nota 961) y no te podrás aprovechar con (nota 962) tus manos».
Døxo Ka\bu al-Ajbår que no [cre]cía (nota 963) la doncella
sino en el servicio de (nota 964) Allåh ta\alà (nota 965). [Y]
(nota 966) las gentes fablaban (nota 967) della. Unos dicían:
«¡Lo que (nota 968) se ha tornado (nota 969)!»
Otros dicían (nota 970):
«Ha hallado otra [mejor ley que la de] su padre
(nota 971)».
Døxo [el recontado]r (nota 972) (fol. 48v) que volvió su padre
a ella y díxole (nota 973):
— «¡Ye fija!, tórnate de lo que estás, si no yo haré (nota 974)
lo que døcho tengo (nota 975)».
[Y] (nota 976) dixo ella (nota 977):
— «¡Ye padre!, aunque (nota 978) me cortes [las manos]
(nota 979) y me quemes con fuego no creceré sino en el servicio de Allåh (nota 980), mi señor (nota 981); ¡ye padre!, dexa
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483
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
el (nota 982) servicio de las ídolas, que (nota 983) yo soy desengañante a ti (nota 984); dí, como yo digo, que no hay señor
sino Allåh, solo, sin aparcero (nota 985) con Él (nota 986)».
Pues (nota 987) døxo Ka\bu al-Ajbår que (nota 988), cuando
vido (nota 989) aquello (nota 990) su padre, mandó venir un
sayón para cortarle (nota 991) las manos, y cuando ello lo vido
(nota 992) estrechósele (nota 993) [el corazón y levant]ó
(nota 994) su cabeza al cielo llorando. Y ella que dicía
(nota 995):
— «¡Ye, [quien] jaleqó los cielos (nota 996)!, refirma
(nota 997) mi corazón (nota 998) [y] pon [sufre]ncia en mí, no
(nota 999) te aires con mi (nota 1000), [y] (nota 1001) no des
lugar [al a≈-‰aytå]n en [mi fecho] (nota 1002), apiádame
(nota 1003) con tu piedad (nota 1004)».
[Pues] (nota 1005) recu[enta] Ka\bu [al-Ajbår que, en este
paso, envió (nota 1006) Allåh la palo]ma. Y [posóse] junto a
ella y díxole:
— «¡Ye fija (fol. 49r) de Na¥rab (nota 1007)!, alégrate, que la
gracia de Allåh es con tí; sufre, que Allåh te dará el al-¥anna
el día del juicio (nota 1008)». Y (nota 1009) los almalaques
rogaban [aada Allåh] llorando por ella (nota 1010), y las alhuÍNDICE
484
II.2. Edición crítica
rras (nota 1011) de al-¥anna que se asomaban a ella
(nota 1012):
«¡Pues, sufre con (nota 1013) lo que se ha asentado
(nota 1014) con ti y no sea tu sufrencia sino con Allåh!».
Lahora díxole (nota 1015) su padre:
— «¡Ye fija!, tírate (nota 1016) de lo que estás antes que te
corte (nota 1017) las manos».
Døxo ella:
— «[¡Ye padre!], haz (nota 1018) lo que querrrás (nota 1019),
que no tornaré (nota 1020) de lo que estoy ni dexaré la obedencia por la desobedencia, ni el (nota 1021) jaleqador por el
[jaleqado (nota 1022), ni el al-¥anna] por ¥ahannam, ni dexaré (nota 1023) a[da Allåh] por las ídolas».
Pues (nota 1024) lahora mandó su padre cortarle las manos y
ella que (nota 1025) decía:
«¡Bi-s[mi-l-låhi!, seño]r de los cielos, ¡bi-smi-l-låhi!,
señor de [las] tierras, ¡bi-smi-l-låhi (nota 1026)!, el
turante en el señorío (nota 1027), ![Ye] (nota 1028)
señor, dame sufrencia y afírmame [en tu] obeden[ci]a,
[y] (nota 1029) consuela (nota 1030) mi corazón!».
ÍNDICE
485
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
[Y (nota 1031) lloraban todos], (fol. 49v) (nota 1032) arrencorábanse (nota 1033) ada Allåh [¡ssub™anahu!] (nota 1034)
los de los cielos y de las tierras (nota 1035) y dicían
(nota 1036):
«¡[Ye] (nota 1037) señor, mira lo que se ha asentado
(nota 1038) con aquella doncella por tu obedencia
(nota 1039)!».
[Y] (nota 1040) døce (nota 1041) Allåh:
«Todo es a mi vista. Por mø honra y nobleza (nota 1042)
que (nota 1043) yo le daré galardón cumplido y la porné
(nota 1044) en la grada de los honrados».
Y cortáronle las manos y quitáronle las joyas (nota 1045) que
tenía (nota 1046) y echáronla a los yermos. [Y] (nota 1047)
quedó (nota 1048) con grande (nota 1049) espanto, [y] clamó
(nota 1050) con la más alta (nota 1051) de su voz, llorando
(nota 1052) y diciendo (nota 1053):
«¡Ye (nota 1054) mi se[ñor y mi ca]udillo y mi
(nota 1055) percurador (nota 1056)!, hase e[mbrabecido
(nota 1057) mi padre] cuentra (nota 1058) mí, [y]
(nota 1059) hame saca[do] a estos yermos, ¡señor [Allåh
(nota 1060)!, co]nsuela mi soledad (nota 1061)».
ÍNDICE
486
II.2. Edición crítica
Pues andando por un xa[ral guió]la Allåh a una cueva a la
halda de un monte (nota 1062), [y] f[alló] (nota 1063) onsos y
lobos y otros animales [nocientes] (nota 1064) de la tierra. Y
la[hora, con] (nota 1065) acordarse de lo que (nota 1066) le
había dicho [su pa]dre, certeficóse (nota 1067) con la muerte.
Døxo (nota 1068): (fol. 50r)
«¡Lå ilåha illå Allåh!, si me comerán (nota 1069) las alimañas no penaré (nota 1070) sino una hora y empués
(nota 1071) tornaré (nota 1072) a las gracias de mi señor
(nota 1073) en el al-¥anna para siempre jamás
(nota 1074)».
Y ansí (nota 1075) entró (nota 1076) [dentro] (nota 1077) en
la cueva y cercáronla las alimañas y dábanle (nota 1078) el assalåm a ella y dicíanle a ella (nota 1079):
«Alégrate (nota 1080), que la piedad de Allåh es sobre
ti».
Y jugaban (nota 1081) con ella como el perro con su amo y
traíanle (nota 1082) de las fruitas y comía [d]ella[s]. Y estuvo
así (nota 1083) lo que quiso Allåh [¡¡sub™anahu!] (nota 1084)
fasta (nota 1085) que un día salló (nota 1086) a casa el rey de
Antåqi[ya y en]contróse (nota 1087) con una cierva, [y siguióla fasta] (nota 1088) que se lanzó (nota 1089) en la cue[va que]
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487
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
estaba la doncella. Y ella [era] mujer hermosa (nota 1090). [Y]
(nota 1091) cuando la vido (nota 1092) el rey [e]namoróse
(nota 1093) della y døxole (nota 1094):
— «¡Ye doncella (nota 1095)!, ¿eres persona [o ere]s al-¥innå,
¿qué causa ha seído la tuya (nota 1096) que has venido a este
(nota 1097) lugar con los (nota 1098) animales? Salte [a mí]
que yo soy el rey de Antåqiya [y (nota 1099) yo] te tomaré por
mujer». (fol. 50v)
[Lahora] (nota 1100) døxo ella (nota 1101):
— «Yo (nota 1102) soy quien, si quisiera señoríos en el
mundo, ya tenía (nota 1103) lo que tu cuidas que tienes».
Døxo el rey:
— «¡Ye doncella!, dime quien eres [tú, y hija de quien eres]»
(nota 1104).
Døxo la doncella (nota 1105):
— «¡Ye rey (nota 1106)!, mi nombre es Carcaisiyona, soy
(nota 1107) fija del rey Na¥rab, señor de los romanos de [la
cibdad de] al-Hindå (nota 1108). [Y porque] dexé
(nota 1109) el servicio de (nota 1110) las ídolas y serví
(nota 1111) ada Allåh, señor de los cielos y de la tierra, y aboÍNDICE
488
II.2. Edición crítica
rrecióme mi padre y føzo (nota 1112) conmøgo (nota 1113) lo
que vees».
Y (nota 1114) døxo el rey:
— «¡Ye doncella!, ve[nte a mí] que yo me casaré con ti y adelantar[te he (nota 1115) sobre todos los] de mi reino, que
(nota 1116) aquél señor que tú me [has nom]brado [nun]ca lo
oí nombrar (nota 1117) sino agora (nota 1118) a tí, d[ecláram]e algo más [¡ye, doncella!] (nota 1119)».
Pues declaróle la doncella (nota 1120) todo [aquello] que le
había døcho la paloma de (nota 1121) la grandeza de Allåh y
de (nota 1122) las gracias de al-¥anna y de las penas
(nota 1123) [del fuego] (nota 1124) de [¥ahannam].
Lahora døxo el rey:
— «¡Ye doncella!, cásate (fol. 51r) conmøgo (nota 1125) que
yo te seguiré en la (nota 1126) regla y digo que no hay señor
sino Allåh, solo, sin aparcero [ninguno] con Él (nota 1127)».
Døxo la doncella (nota 1128):
— «¡Ye rey (nota 1129)!, no soy bastante (nota 1130) para tí,
que tengo las manos cortadas».
Y (nota 1131) døxo el rey:
— «Yo me contento así (nota 1132)».
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489
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Y dióle homenaje de (nota 1133) creer con Allåh. Y llevóla
(nota 1134) consigo (nota 1135) y casóse con ella y llevóse
(nota 1136) la cierva con ella a su casa (nota 1137). Y castigó
a su madre y a todos los suyos que la honrasen y la acatasen
(nota 1138) y la obedeciesen por señora y mayora. Y placióle
a su madre y a todos [los suy]os con ella. Y la Carcaisiyona
[trajo a la suegra] (nota 1139) a la creencia fasta (nota 1140)
que se [hizo musli]ma la vieja (nota 1141).
Pues (nota 1142) aca[eció] que el rey hubo de ir un camino
largo y castigó a los suyos y [mandó]les (nota 1143) que acatasen mucho a su mujer. [Y así] como el rey fue partido,
Carcaisiyona parió un fijo. Y las otras mujeres hubieron
(nota 1144) grande envidia y (nota 1145) or[denaro]n una
carta como que el re[y la enviab]a (fol. 51v) a su madre que
dicía (nota 1146):
«Señora madre:
Cuando llegará esta mi (nota 1147) carta sacaréis
(nota 1148) a la hechicera (nota 1149) de mi alqáßar y
[de mi] (nota 1150) reino, que (nota 1151) ella nos ha
hechizado a todos y nos ha hecho (nota 1152) dexar a
nuesa ley (nota 1153), que aquel fijo (nota 1154) que ha
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490
II.2. Edición crítica
parido no es mío. Y si no haces lo que yo mando nunca
más me verás».
Pues, cuando la vieja liyó (nota 1155) la carta, pesóle mucho,
y hizo grande llanto por el mucho amor que tenía con ella
(nota 1156). Y clamóla y liyóle la carta.
[Y] døxo Carcaisiyona:
— «¡Ye, mi suegra (nota 1157)!, haz lo que querrás, que Allåh
es el contador de mis días y (nota 1158) sobre Él me apercuro
(nota 1159) y [a Él me de]samparo».
Pues (nota 1160) lahora apre[tó sob]rella sus [ropas, y tomó]
su fijo (nota 1161) y sacáro[nla a una] montaña muy alta, y [la
cier]va (nota 1162) con ella. Y no cesó Carcaisiyona de [andar
por] (nota 1163) los yer[mo]s llorando, arrencorándose ada
Allåh, fas[ta] (nota 1164) que le envió Allåh a la paloma
(nota 1165) y dió as-salåm sobre ella y [díxo]le (nota 1166):
— «¡Ye, Carcaisiyona!, alégrate, que Allåh [es con] ti y Él te
apiedará».
[Y] (nota 1167) døxo Carcaisiyona: (fol. 52r)
— «¡Ye, la paloma!, el as-salåm [de Allåh] sea sobre ti».
Døxo la paloma:
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491
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
— «¡Ye Carcaisiyona!, ruega ada Allåh que te torne tus manos
para que te ayude[s con ellas] sobre tu fijo (nota 1168)».
Døxo Carcaisiyona:
— «¡Ye paloma!, yo he (nota 1169) vergüenza de demandarle
(nota 1170) ada Allåh ningún menester en este mundo por no
perder lo celestrial».
[Dixo la paloma:
– Demanda, que no le menguan ada Allåh sus gracias]
(nota 1171).
Y fuése la paloma [y quedó Carcaisiyona haciendo aß-ßalå y
rogando ada Allåh] (nota 1172). Y dió Allåh sueño a
Carcaisiyona y durmióse y, cuando se espertó (nota 1173),
hallóse con sus manos por licencia de Allåh, ¡tan alto es [y tan
noble]! (nota 1174)
Y døxo [Carcaisiyona] (nota 1175):
— «¡Loor ada Allåh (nota 1176), aquél que me ha tornado
[mis manos de]pués (nota 1177) que me las cortó (nota 1178)
Na¥rab] (nota 1179)!, ¡[tan loado es, ye mi seño]r
mi padre [N
(nota 1180), que me sacó (nota 1181) del ser[vicio] de las ídolas!, ¡loado seas (nota 1182), ¡ye mi señor! (nota 1183), que
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492
II.2. Edición crítica
[reci]bes lo poco de la obra y das el galardón (nota 1184) [sin]
cuento!».
Pues [lahora] (nota 1185) fuése a la halda de un monte
(not 1186) y hizo de las ramas una estancia (nota 1187) donde
se habitase [ella y su hijo] (nota 1188). Y la cierva siempre va
con ella (nota 1189).
En esto vino el rey de su camino, demandó (nota 1190) [por su
mujer] (fol. 52v). Y (nota 1191) lahora sacóle su madre la
carta y díxole:
— «¡Ye fijo (nota 1192)!, tú me escrebiste (nota 1193) esta
carta, [y] yo hice lo que por ella me mandaste (nota 1194)».
[Y] (nota 1195) cuando el rey liyó la carta y conoció
(nota 1196) la traición que por ella se había ordenado, cayó
amortecido. Y cuando recordó [de su amortecimiento]
(nota 1197), salló (nota 1198) a buscar su mujer por los montes llorando, y él que dicía (nota 1199):
«¿A dó (nota 1200) estás, mi bienquista [y] (nota 1201)
placer de mis ojos?, ¡señor Allåh (nota 1202), guárdalos
a los dos de trabajo (nota 1203), a ella y a la criatura, y
dámelos por encuentro!».
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493
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Y guiólo (nota 1204) Allåh a dónde ella estaba y é[l llamándola (nota 1205) con] la más alta de su voz y no le que[ría responder (nota 1206) porque] le había hecho t[raició]n y mandárala echar de su [casa.
Y (nota 1207) e]nvióle Allåh a (nota 1208) la paloma y díxole:
— «¡Ye Carisiyona!, re[sponde a] tu marødo, ¿no lo oyes el
ploro que por ti face (nota 1209)?».
Døxo ella:
— «¡[Ye] paloma!, tengo temor (nota 1210) que se haya apartado del servicio de Allåh y que se haya tornado al servicio de
(nota 1211) las [ído]las (nota 1212) y haya quebrantado el
homenaje (nota 1213) que me hizo».
Døxo (fol. 53r) la paloma:
— «Respóndele, que yo te juro por Allåh (nota 1214) que no
ha dexado [el homenaje ni] tu addøn (nota 1215) ni [él] te
mando echar de su casa, [sino la traición de los suyos porque
les ahollabas su addøn] (nota 1216)».
Lahora (nota 1217) respondióle Carcaisiyona diciendo
(nota 1218):
ÍNDICE
494
II.2. Edición crítica
— «¡Que te place, [que te place], cátame aquí, [ye el rey]
(nota 1219)!
Y fuése el rey y los suyos fasta (nota 1220) donde ella estaba
(nota 1221) y abrazóla y besóla (nota 1222) y díxole:
— «¡Ye mi amada (nota 1223)!, ¿que ha seído de ti en este
tiempo? (nota 1224), porque ha seído grave para mí lo que has
pasado (nota 1225)».
Døxo ella:
— «¡Ye el rey (nota 1226)!, que ha fecho (nota 1227) Allåh
[mi señor] con mi mucho bien (nota 1228), hame tornado mis
manos y me ha escapado mi fijo y tuyo por (nota 1229) su [alfaƒøl y [me ha hecho] (nota 1230) gra]cia».
Y (nota 1231) alegróse el rey alegrí[a muy (nota 1232) grande
y loó ada] Allåh muncho (nota 1233) y agradeci[óle el] bien
que le fizo (nota 1234).
Ap[rés (nota 1235) døx]o ella (nota 1236):
— «¡Ye [mi mari]do (nota 1237)!, ¿tú (nota 1238) escrebiste a
tu madre tal carta?».
[Dø]xo el rey:
— «¡No (nota 1239), por Allåh, señor de los cielos y de la tierra [que no escrebí tal carta] (nota 1240)!».
ÍNDICE
495
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Y lahora creyólo (nota 1241). [Y] (nota 1242) døxo [el rey:
— «¡Ye] mi amada!, [vámonos] a nueso (nota 1243) reino».
[Y] (nota 1244) døxo ella:
— «[Yo no tornaré] (nota 1245) a lugar de ta[n] mala gente».
Y no cesó el rey de r[ogarla] (fol. 53v) y decirle que le faría
(nota 1246) una cibdad de nuevo para que demostrasen en ella
el-addøn de Allåh (nota 1247).
Y llevóla (nota 1248) el rey y fraguóle (nota 1249) una cibdad
(nota 1250) en la mejor comarca y más abundosa de agua que
había en su reino (nota 1251), en el río de al-Firån (nota 1252).
Y fue luego poblada en poco tiempo (nota 1253) y llamáronla
la cibdad de Carcaisiyona. Y demostraron en ella el-addån de
Allåh [¡ta\\alà!] (nota 1254) y vivieron en ella lo que quiso
Allåh [¡ta\\alà!, ellos y todos los de su reino] (nota 1255). Y
sirvieron ada Allåh verdadero servicio [que tuvieron mucho
deseo de ganar la gloria y descanso de Allåh, ¡ssub™anahu!]
(nota 1256)».
Aquí se acaba (nota 1257) la recontación (nota 1258) de la
doncella (nota 1259) Carcaisiyona (nota 1260), con la loor ada
Allåh y la [buena de su ayuda], wa-lå ™awla wa-lå quwata illå
bi-l-låhi il-\aløyi il-\az.ømø wa-rabbi al-\alamøna.
***
ÍNDICE
496
II.3. Glosario
II.3. Glosario
E
ste glosario, complementario a la edición crítica, sigue
el orden alfabético español (con la excepción de ¥øm,
que aparece en el lugar de nuestra y), y ha sido dividido en cuatro partes:
1) Nombres propios, donde se recoge una relación de los
nombres propios que aparecen en el texto.
2) Fórmulas y palabras árabes, donde aparecen las fórmulas
religiosas y palabras árabes contenidas en la leyenda, en su
mayor parte relacionadas con el ámbito jurídico-religioso islámico. Se excluyen de esta relación los vocablos Allåh, 'Dios' y
el vocativo exclamativo árabe yå, 'oh', cuya inclusión consideramos innecesaria por aparecer muy frecuentemente en los
textos aljamiados y ser suficientemente conocido su significado.
ÍNDICE
497
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
3) Arabismos y calcos semánticos del árabe. Aquí se recogen, por una parte, los arabismos, considerando como tales
aquellas palabras derivadas del árabe que, desde el siglo XV
formaban ya parte del acervo cultural hispano, como es el caso
de «alcázar», aunque en los mss. aparece siempre escrito en
árabe (aalqáßar). Por otra parte, recogemos asimismo los calcos
semánticos del árabe, es decir, aquellos términos con morfología castellana que han sido formados a partir de vocablos árabes que sólo existen en el ámbito morisco y están presentes,
por tanto, en los textos aljamiados como el editado aquí. Es el
fenómeno más frecuente en los manuscritos aljamiados. Para
caracterizar estos calcos semánticos nos hemos servido de la
clasificación que R. Kontzi realizó en su artículo «Calcos
semánticos en textos aljamiados» (nota 1261), que, de forma
resumida, divide estos calcos semánticos en:
a) Calcos de significado, en los que una palabra castellana existente recibe su significación árabe (crecer más
de alguna cosa, 'añadir más de alguna cosa', traducción
del árabe zåda, 'añadir').
b) Calcos de esquema, en los que se crea una palabra
castellana a partir de una árabe, como jaleqar, 'crear',
formada a partir de la raíz árabe j-l-q, 'crear'.
ÍNDICE
498
II.3. Glosario
Este autor hace mención también de los calcos de coincidencia léxica, que se dan cuando dos homónimos
coinciden en una misma palabra, caso que no recogemos
aquí por no haber encontrado ningún ejemplo en nuestro
texto.
El tipo de calco semántico se señalará en cada ocasión
tras la explicación de la entrada léxica. Cuando no aparezca ninguna indicación se tratará de un arabismo.
4) Arcaísmos castellanos y aragonesismos, en donde
se recogen aquellas palabras antiguas castellanas que
necesiten una explicación, así como los aragonesimos,
que, como ya explicamos en el estudio lingüístico, son,
por lo general, muy frecuentes en los textos aljamiados.
Detrás de cada entrada indicamos si se trata de un aragonesismo. Cuando no aparezca ninguna indicación se
tratará de una forma arcaica o peculiar.
Los vocablos recogidos se refieren únicamente al texto editado, de manera que aquellos que procedan de los otros manuscritos serán explicados a pie de página en el aparato crítico al
mismo.
Por último hemos de indicar que, para la realización de este
glosario, nos hemos basado, en parte, para el apartado de araÍNDICE
499
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
bismos y voces árabes, en el Glosario de voces aljamiadomoriscas (Oviedo, Universidad de Oviedo-Fundación
Menéndez Pidal, 1994), así como en el Diccionario árabeespañol de Federico Corriente (Madrid, Instituto HispanoÁrabe de Cultura, 1977; 2a edición, Madrid, 1986). En otros
casos, como en el apartado de nombres propios, hemos recurrido con frecuencia a la Encyclopédie de l'Islam (EI2) ya citada, y, en el caso concreto de los nombres referidos al paraíso
e infierno musulmanes, a la obra de M. Asín Palacios La escatología musulmana en la «Divina Comedia». Por último, para
el caso de los arcaísmos, nos hemos basado, en ocasiones, en
el Diccionario Crítico-Etimológico de la Lengua Castellana
(DCELC) de Joan Corominas (Berna, Franke, 1970, 4 vols.),
así como al Diccionario de Autoridades (Madrid, Gredos,
1969, 2 vols.). Haremos referencia entre paréntesis, tras cada
entrada, a la obra a la que se ha recurrido en cada caso, únicamente si no se ha hecho ya referencia a ella en el estudio sobre
el texto.
***
1) Nombres propios
A
Adam: el primer hombre creado por Dios en la Tierra.
ÍNDICE
500
II.3. Glosario
\Alø ibnu Abå-l-·asan ibnu Ëabir fijo de \Abd Allåh: personaje no identificado históricamente.
\Alø ibnu Abø Èålib: primo y yerno de Mahoma, casado con su
hija Fátima, cuarto califa del Islam y uno de los primeros que
lucharon por la misión del Profeta. Junto a su implicación
político-religiosa con el Islam su figura es importante por el
carácter simbólico que posee para éste por el hecho de haber
sido uno de los primeros difusores de la religión islámica,
como sucede también en el cuento de la doncella Carcayona.
An∑åqiya: topónimo, Antioquía, ciudad situada en el norte de
Siria, en una zona fértil al lado del Eúfrates. Estaba protegida
por unas impresionantes fortificaciones que hacían muy difícil
su acceso y conquista a los cristianos (Cfr. EI2, I, pp. 359362).
\Azrayåil: Azraíl, el ángel de la muerte, el cual, según los
musulmanes, saca las almas de los cuerpos.
C
Carcaisiyona: nombre de nuestra heroína y posible adaptación del nombre romano de la ciudad de «Carcassione», la
actual Carcassone en la Provenza francesa, a 300 kilómetros
de Barcelona y de Zaragoza. Esta ciudad estuvo bajo poder
musulmán entre los años 713 y 759, año en que fue reconÍNDICE
501
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
quistada por los francos, quienes la adscribieron al condado de
Aquitania en el año 817. La ciudad se encuentra al lado de un
río, el Aude, y la parte alta de la ciudad es muy fértil y frondosa.
F
al-Firån: el río Éufrates.
H
al-Habhab: nombre de un pozo de fuego en el que arden los
orgullosos y soberbios (Vid. M. Asín, La escatología..., p.
142).
al-Håwiya: el nombre de la séptima puerta del infierno.
al-Hindå: nombre con el que los árabes denominan la India.
al-Hutama: el nombre de la cuarta puerta del infierno. Según
M. Asín ésta se llamaría al-Sa\ir (vid. La escatología..., p.
139).
I
Ibløs: el nombre del demonio según la escatología musulmana.
Isråføl: el ángel del día del juicio, también llamado el ángel de
la trompeta.
ÍNDICE
502
II.3. Glosario
K
Ka\bu al-Ajbår: escritor del siglo VIII, de origen judío, famoso por introducir muchas leyendas en el Islam y por su legendaria conversión a éste.
al-Kåfur: nombre de una de las fuentes del paraíso.
al-Kaw tar: el río del paraíso.
L
Lazø: el nombre de la segunda puerta del infierno. Según M.
Asín se llamaría al-Hatma (vid. La escatología..., p. 139).
M
Målik: el ángel de la muerte, el que custodia el infierno.
Måsal: nombre de una de las fuentes del paraíso.
Miqueil: el arcángel Miguel.
N
Na¥rab: nombre del rey idólatra, padre de Carcaysiona, no
identificado históricamente.
S
Sa\ød fijo de Tåhir: no identificado.
Sa\ir: el nombre de la quinta puerta del infierno.
ÍNDICE
503
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Saqan: el nombre de la tercera puerta del infierno. Según M.
Asín esta sería la quinta y la tercera sería al-Sa\ir (vid. La escatología..., p. 139).
a≈-‰ay∑ån: el demonio, Satanás.
aß-fi
fiiirå∑: puente estrecho y muy largo por el que se entra en el
cielo y que está encima del infierno, a donde cae el que resbala en dicho puente.
T
Tasnøm: nombre de una fuente del infierno.
U
\Umar fijo de Sa\åd: marido de Fátima, la hermana de \Umar
ibn al-Ja∑∑åb, segundo califa del Islam (véase la entrada
siguiente).
\Umar ibnu al-Ja∑∑åbi: segundo califa del Islam como sucesor
de Ab¤ Bakr y una de las grandes figuras de los primeros días
de éste, lo que le hace ser héroe y santo. Existen muchas historias apócrifas sobre su figura, como que primero se declaró
contra el Islam y más tarde se convirtió a éste al oír recitar la
sura XX del Corán en casa de su hermana Fátima.
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504
II.3. Glosario
V
Venus: según la creencia popular, el signo bajo el que nació el
Islam (véase caps. 3 y 4 del estudio al texto).
Y
Ëahannam: el nombre de la primera puerta del infierno, además de ser el nombre árabe del infierno (Véase también este
término en «Fórmulas y palabras árabes» dentro de este glosario).
al-Ëahøm: el nombre de la sexta puerta del infierno.
Ëibriel: el ángel Gabriel (Ëibrøl en árabe), el 'hombre de Dios',
el que le reveló al profeta Mahoma el texto del Corán y la fe
musulmana.
2) Fórmulas y vocablos árabes
A
\alay-hi wa-salåm: «¡le bendiga y le salve!».
al-™amdu li-l-låhi, rabbi-l-\alamøna: «¡alabado sea Dios, señor
de los mundos!».
\azza wa-¥alla: «¡ensalzado y glorificado sea!».
B
bi-smi-l-låhi: «en el nombre de Dios».
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505
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
bi-smi-l-låhi ar-ra™mani ar-ra™ømi wa ßallà Allåhu \alà
saydi[na yå Mu™ammad \aΩømø] wa-\alà Allåhu: «en el nombre
de Dios, el Clemente, el Misericordioso, la bendición de Dios
sobre nuestro gran Señor Mahoma».
D
ad-døn: 'la religión'.
F
al-fadøla: 'virtud, mérito, excelencia'.
H
™alål: 'lo permitido y lícito'.
™aråm [36]: 'prohibido e ilícito', lo contrario de ™alål.
L
lå ™awla wa lå quwata illå bi-l-låhi il-\aløyi il-\aΩømi wa-l-a™ad
al-\alamøna: «y no hay fuerza ni poder sino en Dios, el
Excelso, el Grande, y único del mundo».
lå ilåha illå Allåh: «no hay más Dios que Alá».
lå ilåha illå Allåh wa-Mu™ammad ras¤lu Allåhu wa™dahu lå
≈arøka la-hu: «no hay más Dios que Allåh y Mahoma es el profeta de Dios, único, sin compañero».
ÍNDICE
506
II.3. Glosario
R
rabbunå tabåraka wa ta\alà: «¡nuestro señor sea bendito y
ensalzado!».
S
ß\m: abreviatura de ßallà Allåhu \alayhi wa-sallamå, 'Dios le
bendiga y le salve'.
aß-ßalå: 'una de las cinco oraciones preceptivas del Islam o la
oración, en general'.
as-salåm: 'la paz'.
sub™ånahu: «glorificado sea», voz unida al nombre de Dios.
T
ta\\alà: «¡ensalzado sea!».
Ë
¥ahannam: 'el infierno musulmán'.
al-¥anna: 'el paraíso musulmám'.
al-¥innå: 'genio', seres a medio camino entre ángeles y hombres, de los cuales los hay buenos y malos.
W
al-walø Allåh: 'el representante de Allåh'.
ÍNDICE
507
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Z
az-zinå': 'adulterio, fornicación'.
3) Arabismos y calcos del árabe
A
alaqrabes: 'alacrán', del árabe al-\aqråb.
al-\ar≈e: 'el trono de Dios', del árabe al-\ar≈. Calco de esquema.
alqáßar: 'alcázar, palacio', del árabe al-qaßr.
alqáßares: véase alqáßar.
alchube: véase aljubes.
al-™urras (de al-¥anna): 'hurí, la que tiene los ojos negros, muy
hermosos; mujer libre, noble', calidad con que se describe a la
mujer del paraíso, del árabe al-hawrå. Calco de esquema y
confusión con al-™urra, 'la noble', del árabe al-™¤r, a partir,
seguramente, de la expresión ™ur al-\ayn (véase nota 1004).
aljohar: 'joya, piedra preciosa, aljófar', del árabe al-¥awhar.
aljubes: 'pozos', del árabe al-¥ubb. Calco de esquema.
almalakes: 'ángeles', del árabe al-malak. Calco de esquema.
almisque: 'almizcle', de la voz árabo-persa al-misk.
almizcada: véase almisque.
ÍNDICE
508
II.3. Glosario
aparcero: 'compañero; partícipe', traducción del árabe ≈arik.
Calco de significado.
arrizque: 'substento, alimento divino', del árabe ar-rizq. Calco
de esquema.
arrizques: véase arrizque.
arru™: 'alma, espíritu', del árabe ar-ru™. Calco de esquema.
arru™es: véase arru™.
asajdábanse: 'prosternábase', de la raíz árabe s-¥-d, 'prosternarse'. Calco de esquema.
asajdarían: véase asajdábanse.
asajjedóse: véase asajdábanse.
asitras: 'las cortinas del paraíso', del árabe sitår. Calco de
esquema.
C
créceme (más de...): 'añádeme más de...', del árabe zåda, 'añadir'. Calco de significado.
crecía (en el servicio de Allåh): 'aumentar, llegar a más, añadir', del árabe zåda, 'añadir, aumentar' (véase créceme).
no creceré sino en el servicio de Allåh: véase créceme.
ÍNDICE
509
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
creer (con Allåh): 'tener fe en algo, creer en algo', del árabe
åmana bi, 'creer en algo o alguien'. Calco de significado.
creerá con Allåh: véase creer (con Allåh).
creo con Allåh: véase creer (con Allåh).
combarán (el logro): 'comerán el logro: practicarán la usura',
de comer el logro, 'practicar la usura', del árabe akil ar-ribà,
'usurero'. Calco de esquema.
conoció: 'llegar a saber', del árabe \alana (bi), 'saber'. Calco de
significado.
(tomar) cuenta: 'enjuiciar', del árabe hisåb, 'juicio'. Calco de
significado.
D
defiéndome (con Allåh): 'refugiándome en Dios', del árabe
haså li-l-låhi, 'refugiarse en Dios'. Calco de significado.
devedado: 'negado', del árabe ™arama, 'desposeer, retener,
negar, quitar, rehusar'. Calco de significado.
deviedas (de): 'te apartas de algo', del árabe ™arama (min)
(véase devedado).
ÍNDICE
510
II.3. Glosario
G
grada: 'estrato, nivel' (en el paraíso musulmán), del árabe
darajåt, 'escalón', frecuente en el Corán (véase cap. 4). Calco
de significado.
gradas: véase grada.
guardamiento (alto): 'el estrato (más alto)', del árabe ∑abaqåt,
'estrato (del cielo)'(Cfr. Corán, suras 67:3 y 71:75). Calco de
significado.
guay: '¡ay!', interjección de lamento, del árabe way, que persistió más entre los moriscos que entre los cristianos.
I
[se] igualó (sobre el al-\ar≈e): 'asentarse, subir al trono (al\ar≈)', del árabe istawå 'ser equilibrado, sentarse, subir' en la
expresión coránica istawå'alå-l-\ar≈i (Cfr. R. Kontzi, «Calcos
semánticos ...», pp. 325 y ss. y las suras 7:54, 20:15 del
Corán). Calco de significado.
J
jaleqado: 'creado', de la raíz árabe j-l-q, 'crear'. Calco de
esquema.
jaleqador: 'el Creador, Dios' (véase jaleqado).
ÍNDICE
511
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
jaleqados: véase jaleqado.
jaleqar: véase jaleqado.
jaleqó: véase jaleqado.
K
kefire≈: 'infiel, no creyente', del árabe kåfir. Calco de esquema.
L
lahora: 'entonces, luego', voz conservada entre los moriscos y
que puede ser traducción literal del árabe fi så\a, 'la hora,
luego, enseguida' , o quizá una expresión a semejanza del francés alors o el italiano allora.
loor ada: 'alabado sea Dios', del árabe al-™amdu li-l-låh, 'gracias a Dios'. Calco de significado.
M
mesquida: 'mezquita', del árabe al-mas¥id.
muslimes: 'musulmanes', del árabe muslim.
muslima: 'musulmana' (véase muslimes).
P
puerta: 'puerta del infierno', traducción del árabe båb. Calco
de significado.
ÍNDICE
512
II.3. Glosario
S
(lo, su, para) semejante (que tu): 'igual', del árabe mizla o kamizli, 'por ejemplo'. Calco de significado.
V
vedábales: 'prohibíales', del árabe ™aruma, 'ser prohibido,
estar en entredicho, ser ilegal'. Calco de significado.
Z
zaguero [33]: 'el último, postrero', del árabe assåqat, 'posponer, retardar'.
4) Arcaísmos castellanos y aragonesismos
A
Allåh): preposición, 'a, hacia', que aparece en este texto
ad(a) (A
unida casi siempre a la palabra Allåh, del latín AD.
a do: 'a dónde'.
afollamiento: 'depravación, destrucción', en sentido moral, del
antiguo afollar, 'herir, estropear, echar a perder...', usado aún
en textos aragoneses tardíos.
afuelles: 'destruyas, eches a perder, estropees...' (véase afollamiento).
ÍNDICE
513
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
aisí: 'así'. Aragonesismo.
ansí: 'así'. Arcaísmo.
(me) apercuro: 'me encomiendo' (véase percurador).
apiadarme: 'tener compasión, compadecer'. Aragonesismo.
aprés: 'después, a continuación'. Aragonesismo.
aprovechar: 'servirse'.
aprovechará: 'servirá, será de provecho' (véase aprovechar).
arreadas: 'arregladas, ataviadas'.
arreos: 'atavíos'.
arrencorábanse: 'quejábanse', de arrencorarse, 'quejarse,
suplicar'. Aragonesismo.
arrencorándose: véase arrencorábanse.
asentado (con alguien): 'convenido, puesto de acuerdo, acordado'
B
bendicho: 'bendito' (vulgarismo).
bienquista: 'bienquerida'.
ÍNDICE
514
II.3. Glosario
C
cabezos: 'cerros'. Usual en Aragón, Murcia y Huelva.
Aragonesismo.
castigó: 'aconsejó, aleccionó, amonestó', de castigar, 'aconsejar, aleccionar, amonestar'.
cátame: 'mírame', de catar, 'mirar', muy frecuente en los textos aljamiados.
coda: 'cola'.
convino con (su mujer): se unió sexualmente a su mujer, de
convenir con, 'unirse sexualmente con alguien'
(no) curante: '(no) preocupado, (no) tener conocimiento de
algo', de curar de, 'preocuparse de'.
D
demostrará: 'enseñará', de demostrar, 'enseñar'.
demostrasen: véase demostrará.
demostraron: véase demostrará.
desengañante: 'el que dice la verdad'.
despartidas: 'separadas'.
do: 'donde'.
ÍNDICE
515
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
E
engastonado: 'embutido en un metal', de engastonar, 'embutir
una piedra preciosa en un metal'.
escapado: 'salvado', de escapar, 'salvar'.
F
fraguado: 'construido, edificado', del latín FABRICARI 'modelar, manufacturar, fabricar.'
fraguada: véase fraguado.
fraguóle: véase fraguado.
fincante: 'que permanece', de fincar, 'permanecer, quedar'.
G
galardonará: 'dará el galardón, recompensará, dará su justo
premio'.
galardón: 'recompensa, justo premio' (véase galardonará).
guárdalos: 'protégelos', de guardar, 'proteger'.
L
logro: 'lucro, usura, interés', del latín LUCRUM, 'lucro'.
M
maldicho: 'maldito, maldecido', del latín MALEDICTU.
ÍNDICE
516
II.3. Glosario
masonería: 'se aplica a la construcción hecha con piedra y
cal', del galicismo mazonería 'fábrica de piedra y cal' (vid.
Diccionario de autoridades, Madrid, Gredos, 1969, Tomo II
(D-Ñ), pp. 521-522).
mayora: 'predilecta, privilegiada'.
N
nuecen: 'dañan', de nozir con, 'dañarse, perjudicarse'.
Aragonesismo. Aparece en refranes aragoneses (vid. J.
Corominas. DCELC, vol. III, p. 527).
nuesa: 'nuestra'.
nuesos: 'nuestros' (véase nuesa).
O
obrantes: 'el que hace o realiza algo'.
onsos: 'osos'.
otri: 'otro'. Aragonesismo, muy frecuente en textos aljamiados.
P
paladina: 'clara, patente, manifiesta' de... (vid. J. Corominas,
DCELC, vol. III, p. 617).
ÍNDICE
517
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
percurador: 'protector', de apercurar, 'procurar, proporcionar'.
pienso: 'preocupación, pensamiento'.
Q
quebrazas: 'resquebrajamientos', de quebrazar, 'abrir, resquebrajar', del latin CREPITIA RE.
R
rebibcador: 'resucitador, el que devuelve la vida después de
haber muerte' (véase rebibcar).
rebibcar: 'resucitar, volver a la vida', del latín REVIVIFICA
RE.
rebibcará: 'resucitará' (véase rebibcar).
rebibcase: 'resucitase' (véase rebibcar).
reísmo: 'reinado, oficio de rey, dignidad real'. Aragonesismo.
reutaban: 'retar, acusaban', del verbo antiguo 'rebtar', retar,
acusar'.
S
senblánzame: 'describir, ejemplificar'. Aragonesismo.
ÍNDICE
518
II.3. Glosario
T
tendedor: 'el que despliega algo', de tender, 'tender, desplegar', del latín TENDERE.
tempero: 'sazón y buena disposición en que se halla la tierra
para las sementeras y labores', del latín vulgar TEMPERIUM.
tírate: 'quítate', de tirar, 'quitar'.
turante: 'el que permanece' de aturar, 'permanecer'.
Aragonesismo.
V
vistas: 'mirada'.
vuesas: 'vuestras'.
X
xaral: 'arbusto de la familia de las cistíneas', del árabe ≈a\rà,
'matorral, mata', propiamente 'bosque, bosquecillo' (árabe
clásico ≈a\rå') que toma la l final propiamente castellana a finales del siglo XIII (DCELC, vol.I, p. 343).
***
ÍNDICE
519
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
II.4. Apéndice
C
omo complemento a la edición crítica incluimos aquí,
junto al glosario, y en forma de apéndice (nota 1262),
una reproducción del texto tunecino del siglo XVII
escrito en caracteres latinos que, aunque no ha podido ser utilizado para la realización de la edición crítica por no pertenecer a la misma tradición textual que los anteriores, sí ha sido
objeto breve de estudio en la primera parte de este trabajo y en
el dedicado a la materia cuentística. En dicha reproducción
hemos escrito entre corchetes ([...]) aquellos pasajes en los que
se producen repeticiones de palabras o proposiciones completas, lo que comentamos en nota a pie de página sólo cuando se
trata de repeticiones a final de folio, por ser uno de los errores
más típicos de este modo de transmisión textual.
ÍNDICE
520
II.4. Apéndice
Manuscrito BNM 9067
(fol. 125v) Bismiyllahi yrahimeni yrahim (nota 1263).
En el nonbre de alla piadoso y misericordioso, a quien se debe
la loazión, señor nuestro, dador de todo bien por su dibina
misericordia.
En los tienpos pasados ubo un rrey gentil que llamaron el rrey
al-Jafre. Este ydólatra rrey adoraba una ydola de oro que tenía
en su palazio muy adornada y bastezida de joyas. A este rrey
le dio Dios una yja de mucha ermosura. El rrey, muy contento, la puso en una (fol. 126r) fortaleza y casa de mucho deleyte con amas que la criasen y donzellas que la sirbiesen y la
puso por nonbre Arcayona.
Crióse tan linda y ermosa que, cuando llegó a edad, el rrey, su
padre, se enamoró della y la pidió su amor. La onesta y casta
donzella, bergonzosa y almirada, consideró que todas las carizias y amores quel padre la azía no yban por el camino paternal, sino con pensamiento malo y lazibo, y así le rrespondió,
con requerimiento de alla taala:
— «¡Ye padre! ¿cómo puede ser que siendo buestra yja sea
buestra mujer y os queráys poner a un pecado tan grande? Yo
ne oydo ni allado que ningun padre se case con su yja ansí. Os
(126v) rruego apartéis de bos ese pensamiento».
ÍNDICE
521
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
El rrey, puesto en su mal propósito, la persuadía, mas la buena
donzella no quería conceder en los rruegos del padre, aunque
era muy ynportunada.
Esta donzella Arcayona segía la adoración y ydolatría del
padre, y tenía una ydola de plata muy conpuesta a quien adoraba. Y, un día, estando aziendo su adoración esta donzella a
su ydola, estornudó. Ynbocando a su ydola, aparezióse el
ángel, en figura de una ermosa paloma, enzima de la cabeza de
la ydola. Y la abló con lengua paladina y la dijo:
— «¡Ye doncella! No as de segir eso sino alandulilah (fol.
127r) arabin allamin».
Y, ansí como hizo esto el ángel, la ydola cayó en tierra. La
donzella, almirada y con una nueba alegría en su corazón de
oyr tales palabras, la dijo:
— «¡Ye paloma! Dime qué palabras son éstas que me as dicho
de tanta dulzura».
Respondió la paloma:
— «Estas son palabras de tu rremedio, que des loores y grazias al señor que te crió y te da bida y sustenta, y que no des
grazias a las ydolas que no te pueden azer ningun bien ni tienen poder para nada. ¡Ye donzella!, di Leylahaylaalla, que no
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522
II.4. Apéndice
ay otro señor sino alla, criador de toda cosa, al qual as de adorar y rreberenziar de aquí adelante».
— «¡Ye paloma, y qué dulzes me son tus palabras y qué agradables!: Leylaha ylaalla (fol. 127v).
En diziendo estas palabras la donzella, la paloma desaparezió.
La donzella quedó afirmando en estas santas palabras.
A este tienpo bino el rrey con sus lazibos y torpes deseos y,
biendo la ydola por el suelo, preguntó la causa. La yja le dijo:
— «¡Ye padre! Di leylahaylaalla, ques el que te crió y te da
bida y te a de baler, y deja los ydolos sin probecho».
Fue tanto el enojo y rabia del ydólatra rrey, ziego en su zegedad, que mandó luego que cortasen a la yja las manos; y, cortándoselas en su presenzia, mandó que tomasen y la llebasen
al más apartado monte.
Y la llebaron a un (fol. 128r) monte fragoso y temeroso, y,
metiéndola en lo más espeso dél, se la dejaron allí. La buena
donzella, triste y aflijida, yorando su trabajo, dando grazias a
su criador, diziendo Leylahailaalla, dende a pequeño rrato se
le aparezió una ermosa y blanca zierba y, poniéndosele delante, enpezó andar. La donzella la sigió y la llebó a una bien
fabricada cueba junto a una y clara fuente. Y la zierba se entró
ÍNDICE
523
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
por ella, y la donzella con ella, y la zierba la dejo allí y se salió.
La donzella, biéndose en aquella cueba, dió grazias a su criador, y dende a un rrato bino la zierba con comida para [para]
(nota 1264) esta buena donzella, y con su boca la zierba la
daba la comida y la (fol. 128v) lamía sus manos que luego
sanó, aunque sin manos.
Dende a pocos dias, el prínzepe de Antarchía salió a cazar y
andando en su caza se perdió de sus caballeros. Andando perdido se le aparezió una zierba de mucha blancura y, ansí como
el prínzepe la bio, la zierba bolbió las espaldas, y el prínzepe
la fue sigiendo, codizioso de tal caza. Y ansí la fue sigiendo
asta que la bió entrar por un monte y, entrando tras ella en lo
más dél, la bió entrar en una cueba. El prínzepe se apeó y,
tomando su benablo, se entró en su segimiento y bió que la
zierba se abía echado a los pies de una ermosa y agradable
donzella, de las más agraziadas quél abía bisto. El prínzepe,
(fol. 129r) confuso y turbado de ber cosa de tanta lindeza en
parte tan rremota y apartada, yegándose allas (nota 1265), la
saludó con la boz algo alterada, y la buena donzella le bolbió
las saludos. Y, biendo el prínzepe que lebía rrespondido con
lengua paladina, perdiendo la turbazión que tenía, azercándose más con amorosas palabras, le rrogó le dijese la causa de
estar en parte tan apartada, prometiéndola de faborezella y
ÍNDICE
524
II.4. Apéndice
alludalla en todo lo que ubiese menester. La donzella, con
lágrimas de sus ojos y con bergüenza grande que en el prínze
(nota 1266) causaba más amor, le contó la causa de su destierro y lo que con el rrey su padre abía pasado. El prínzepe, que
estaba afizionado al amor de la donzella, como supo ser tan
alta prinzesa, de todo (fol. 129v) punto se rrindió a su amor
con toda linpieza y muy de corazón, y dijo que no yorase ni
tubiese pena quél la prometía, como prínze que era, de guardalla su onrra y, en llegando a su ziudad, de azelle su zidaque
(nota 1267) y casarse con ella. La ermosa prinzesa, consolada
y conortada (nota 1268) con semejantes palabra, y biendo ser
prínzepe de tanto balor, se umilló a él, que fue causa de que el
prínzepe acrezentase más en el amor que la tenía, deseando ya
berse en su ziudad para azer sus bodas. Y, mirando por la zierba, no la bieron más. El prínzepe, biendo ser lla zerca de
noche, acordó de quedarse allí asta el día y, atando su caballo
porque no se fuese, pasó toda la noche con la ermosa prinzesa
Arcayona, acariziándola con [amo] (nota 1269) (fol. 130r)
amorosas palabras. La ermosa donzella daba grazias a su criador que la abía enbiado tan grande rremedio y rreparó a su
nezesidad y diziendo en su corazon Leylahaylaalla.
Benido el día, el prínzepe subió en su caballo y, tomando a la
prinzesa a las ancas, dó (nota 1270) la buelta a su ziudad a
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525
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
tienpo que sus caballeros le andaban buscando. Llegado a su
palazio, la madre del prínzepe le salió a rrezebir y, como bio
aquella sin manos, almirada preguntó al prínzepe quién era. El
prínzepe le dijo que era su mujer. La madre, enojada y zelosa,
le dijo que por qué dejaba yjas de grandes rreyes [y]
(nota 1271) (fol. 130v) y señores que se le ofrezían por mujer
por casarse con aquella yja de un rrey gentil. Él rrespondió que
aquella quería y no otra ninguna, por lo qual tomó la madre del
prínzepe grande odio [con] con la ermosa Arcayona. Otro día
el prínzepe yso su azidaque (nota 1272) a la prinzesa y se casó
con ella [y la dio] y la dio donzellas y criadas que la sirbiesen
y dos donzellas que tubiesen quenta con su bestir y darla de
comer, todo lo qual para la madre del prínzepe era de mucho
disgusto. El prínzepe estaba muy contento con su querida
Arcayona, rregalándola y acariziándola.
En este tienpo se le ofrezió al prínzepe una gerra que le (fol.
131r) fue forzoso ir él mismo en persona a ella y, en ausentando que se ausentó el prínzepe, luego su madre mandó tomar
a Arcayona y que a ella y a su yjo, puesto a sus pechos, que
con gran contento del prínze abía parido, que sería de edad de
un año, muy alindado en demasía, y que los llebasen al monte
donde su yjo la abía allado. Ansí la llebaron, aunque con gran
lástima de los que la llebaron, y la dejaron en el monte. La
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526
II.4. Apéndice
Arcayona, biéndose en aquel monte, yorando de sus ojos, con
el gran duelo que su yjo le azía, y biéndose sin manos y con
poco rremedio para él, (fol. 131v) que esto le traspasaba el
alma, yamando a su criador que le baliese, con grandes suspiros y lágrimas.
Estando en esta ansia y traspaso, se le aparezió la sierba, y la
gió y llebó a su cueba, y allí la trayó de comer, y se lo daba
con su boca, y la linpiaba su yjo con su boca y se desenbolbóa
y enbolbía, con lo qual la aflejida señora tenía algun consuelo,
y sienpre llamando a su criador, nonbrando la palabra de
Leylahaylaalla con gran corazón.
Alla taala, como tan piado (nota 1273) y socorredor a quien de
corazón le llama en sus nezesidades, la socorrió en su (fol.
132r) trabajo y nezesidad y la dió una noche sueño, y quando
rrecordó la buena Arcayona, se alló con sus manos lindas y
ermosas y, tomando grandísimo contento y alegría, no se
artando de grandemente dar grazias a su criador, loando su
piadad y misericordia, tomando su yjo con sus manos afrazándole y allegándole a sus pechos, no se artando de traerle las
manos por su cabeza y su cara y de enbolbelle y desenbolberle, yorando lágrimas de grandísimo contento, diziendo a cada
abrazo y beso que le daba Leylahaylaalla. Y llegándose a la
ermosa cabra (nota 1274) (fol. 132v), y no se artando de con
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527
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
sus ermosas manos alagalla, desta manera pasó esta ermosa
señora en conpañía de la cabra (nota 1275), que la traya cada
día de comer, labando y rrefrescando a su yjo en aquella ermosa fuente, no sintiendo su soledad, confiada en su criador.
El prínzepe, su marido, acabada la guerra, contento y bitorioso, se bolbió a su ziudad y, llegando a su palazio, se fue derecho al aposento de su querida Arcayona, y preguntando por
ella, la madre acudió y le dijo que, en saliendose él que se
salió, otro día con su yjo en brazos se salió sin podella detener
y se abía ydo al monte, que no se curase de(fol. 133r)lla, que
pues que tal abía echo.
El prínzepe, que tal oyó, sospechoso y triste, sin aguardar más,
tomó el camino del monte sin querer que nayde fuese con él y,
a la entrada del monte, le aparezió la zierba y le guió a la
cueba. Y llegado el prínzepe, se apeó de su caballo y, atándole a un árbol con gradísima presteza, entró en la cueba con
cuydado de su querida señora y, así como la bió con su yjo en
brazos, tomando a madre y a yjo en sus brazos con lágrimas
de gran contento, los apretaba consigo sin poder ablar palabra.
Y tornando el prínzepe a myrar a su querida Arcayona (fol.
133v), la bio sus ermosas manos que, con el contento, no abía
echado de ber, enbebido con el yjo, tomándoselas y besándoÍNDICE
528
II.4. Apéndice
selas muchas bezes, sintiendo en su corazón un gozo grandísimo, teniéndose por el más dichoso onbre del mundo y tornando de nuebo a tomarla en sus brazos con palabras tiernas y
amorosas. El gozo de la prinzesa era grande, biéndose con su
(nota 1276) querido señor. La noche pasaron con grandísimo
contento, no soltando el prínzepe su querido y ermoso yjo de
sus brazos. Y, mirando por la zierba, no la allaron ni bieron,
porque, así co(fol. 134r)mo el prínzepe entró, ella se desaparezió.
Benido el día, el prínzepe subió a su querida mujer en su
cab(all)o (nota 1277) con su yjo en brazos y el prínzepe a pie.
Tomaron el camino de la ziudad y, llegando a ella a gran rrato
de la noche, el prínzepe se fue con su mujer y su yjo a su aposento sin querer ber a su madre. Sus dueñas y donzellas de la
prinzesa binieron luego a darle comer y bestir como lo tenían
de costunbre y, quando bieron un milagro tan grande y berla
con tan ermosas manos, almiradas y contentas y con grande
alegría, (fol. 134v) daban grazias a Dios.
El prínzepe llebó a su madre a un ermoso y lindo alcázar y la
dio dueña y donzellas y jente que la sirbiese, y él se quedó en
su palazio rreal con la ermosa prinzesa Arcayona, la qual daba
grazias a alla taala por tantas merzedes como la azía, nonÍNDICE
529
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
brando y afirmando en la palabra berdadera con gran corazón
de Leylahaylaalla Mohama rrazululla.
El prínzepe juntó luego sus jentes y fue contra el rrey al-Jafre.
El rrey, su suegro, le salió a la defensa, mas poco le aprobechó, que fue benzido y desbaratado y cabó en su pertinaz ydolatría, porque el prínzepe, enojado de lo que abía echo, no alzó
la mano de perse(fol. 135r)girle y sujetarle su rreyno.
Rogamos de todo corazón a alla taala nos dé grazia para que
le sirbamos bien y berdaderamente y dé firmeza en la palabra
berdadera de Leylahaylaalla Mohamad rrazululla para que
con ella seamos libres de todo trabajo y angustia, como lo que
esta ermosa donzella Arcayona, que todos los que la acustunbrasen a dezir serán faborezidos de alla taala en este mundo y
tendrán descanso en el otro, y gloria cunplida.
Emin
arabiyllalamin
ÍNDICE
530
Índice Onomástico
Índice Onomástico
Aarne, A.
\Abd al-\Azøz al-Ahwånø
\Abd Allåh ibn Ayy¤b al-Bakrø
\Abd Allåh ibn \Umar
Ab¤ Bakr ibn \Aßim
Ab¤ \Ubayd
A™mad al-Qåsim al-·a¥arø
\Alø al-Èal™ø
\Alø ibn Abbås
\Alø ibn Abø Èålib
Alfonso I
Alfonso X el Sabio
Alonso Aragonés, Juan
Alonso del Castillo
Alvar, C.
ÍNDICE
531
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Alvar, M.
Amador de los Ríos, J.
Ancona, A. d'
Arcipreste de Hita
Arocena González, C.
Asín Palacios, M.
Aznar Cardona, P.
Basile, G.
Bernabé Pons, L.F.
Bejarano
Beltrán, R.
Bénichou, P.
Berlioz, J.
Blecua, A.
Bocaccio, G.
Bolte, J.
Bourbon, Etienne de
Bouzineb, H.
Braga, T.
Bravo-Villasante, C.
Bray de Reminyo
Bremond, C.
ÍNDICE
532
Índice Onomástico
Büheler, H.
Bustånø
Cabanelas Rodríguez, D.
Calderón de la Barca, P.
Cardaillac, D.
Cardaillac, L.
Cardaillac, Y.
Carlomagno
Carriazo, Juan de Mata
Casado Lobato, C.
Cerulli, E.
Cervantes Saavedra, M. de
Cieco da Ferrara
Clement, F.
Colunga, E.
Corominas, J.
Corriente, F.
Cosquin, E.
Chapira, B.
Chauvin, V.
Chevalier, M.
ÍNDICE
533
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Dante
Dido
Díez de Games, Gutierres
Don Juan Manuel
Douhet, J.
Eiximenis, F.
Eneas
Enikel, J.
Epalza Ferrer, M. de
Espinosa, A.M.
Espósito, E.
Estébanez Calderón, S.
Ezequiel
Fadel, A.
Fazio de Spezia, B.
Fernández, M.J.
Ferrando, A.
Ferreres, R.
Filqueira Valverde, J.
Fiorentino, G.
Fonseca, G.
ÍNDICE
534
Índice Onomástico
Frenzel, E.
Galmés de Fuentes, A.
García de Salazar, Lope
Gayangos, P. de
Gidel, M.A.Ch.
Gil y Gil, P.
Góngora, Luis de
González Palencia, A.
Gonzenbach, L.
Görres, J.
Granja, F. de la
Grimm, J. y H.
Guadalajara y Xavier, Fray Marcos de
Guillén Robles, F.
Habicht, M.
Hagerty Fox, M.J.
Hamilton, E.
Harvey, L.P.
Hauf, Albert G.
Hegyi, O.
Hermann, F.
ÍNDICE
535
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Hernández Cardo, J.M.
al-Him¥arø
Huet, G.
Hunayn ibn Is™åq
Ibn \Abbås
Ibn H.azm
Ibn Ëallåb
Ibn Ëura¥¥
Imbriani, V.
Jason, H.
Juan II
Juan Pérez
Juan de Segovia
Ka\b al-Ajbår
Karlinger, F.
Karp-Gendre, J.
Keller, J.E.
Kempis, T. de
Kentenich, G.
Kontzi, R.
ÍNDICE
536
Índice Onomástico
Labarta, A.
Labib, G.
Lacarra, M.J.
Lackner, I.
Langlois, E.
Lapiedra Gutiérrez, E.
Larraya, A.
Le Goff, J.
Legrond, E.
Lévi-Provençal, E.
Liebrecht, F.
Longás, P.
Lope de Vega Carpio, F.
López-Baralt, L.
López-Morillas, C.
Luna, Miguel de
Luqmån
Lurker, M.
Maillart, J.
al-Maqqarø
Mancebo de Arévalo
Manrique, J.
ÍNDICE
537
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Manzanares de Cirre, M.
Marqués de Santillana
Márquez Villanueva, F.
Marsan, R.E.: 157
Martínez Martín, L.
Massignon, L.
al-Maydånø
Meier, H.
Menéndez Pelayo, M.
Menéndez Pidal, R.
Merzdorf, T.
Miquel i Planas, R.
Mohamed Rabadán
Mohamed Escribano
Montaner Frutos, A.
Mouilland-Fraisse, G.
al-Mu\tamid ibn \Abbåd
Nácar, A.
Narváez, M.T.
Neuman, A.
Noy, Dov
Nowak, U.
ÍNDICE
538
Índice Onomástico
Oliver Asín, J.
Ovidio
Palomo, M.P.
Panzer, F.
Pareja, F.M.
Paret, R.
Paris, G.
Pedro Alfonso
Penella, J.
Perlmann, M.
Perrault, Ch.
Petit, R.
Picone, M.
Pintos, J.L.
Polívka, G.
Polo, M.A.
Propp, V.
Quevedo y Villegas, F. de
Raz¤q, M.
Régnier, C.
ÍNDICE
539
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Remi, Philippe de
Ribera, J.
Rickert, E.
Robert, U.
Rodríguez Puértolas, J.
Rodríguez Rodríguez, A. Vespertino
Romans, Humberto de
Roscher, W.H.
Rübesamen, H.E.
Rubiera Mata, M.J.
Ruisánchez, M.
Ruiz, J. (Arcipreste de Hita)
Saavedra, E.
Sabuni, Abdulgafur
Såkir ibn Muslim
San Juan de la Cruz
Sánchez Álvarez, M.
Santos Otero, A. de
Sanz, J.
Sarnelli Cerqua, C.
Scherf, W.
Schuhmacher, B.
ÍNDICE
540
Índice Onomástico
Senac, Ph.
Shakespeare, W.
Soupault, R.
Sotelo, A.I.
Stadler-Honegger, M.
Stoll, A.
Suchier, H.
Taybili, Ibrahim
Temimi, A.
Thompson, S.
Ticknor, G.
Tiemann, H.
Timoneda, J.
Toulousse, G. de
Trivet, N.
Tubach, F.C.
\Umar ibn al-Ja∑∑åb
Valero Cuadra, Pino
Valli, G.
ÍNDICE
541
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
Vedia, E. de
Vega, Garcilaso de la
Vernet, J.
Vidal Beltrán, E.
Viguera Molíns, M.J.
Voigt, L.
Wallensköld, A.
Warner, M.
Wessewlofsky, M.
Wiegers, G.
Wolfensohn, I.
Yçe de Ëebir
al-Ëawzø, Ëamål al-Døn
al-ZamaqŌri
Zambrini, F.
Zanón Bayón, J.
Zubke, E.
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542
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Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
1 Cfr. Leyendas moriscas..., vol. I, pp. 181-221.
2 Ibidem, pp. 43-53.
3 Cfr. «Lle-yeísmo y otras cuestiones..., pp. 277-281.
4 Trabajo inédito al que pude acceder gracias a la generosidad de la
autora, que lo puso a disposición de la Dra. Yvette Cardaillac, quien,
a su vez, tuvo la amabilidad de permitirme a mí acceder a él.
5 Cfr. vol. II, pp. 347-677.
6 Vid. «Un cuaderno aljamiado de deudas (Medinaceli, s. XVI). Ms.
Junta XXXVII-8», en: Homenaje a Don J.M. Lacarra en su jubilación, Zaragoza, 1982, Tomo V, pp. 213-268.
7 Vid. ibidem, p. 217.
8 B y D no presentan ninguna fórmula al comienzo del texto; en C
la fórmula termina aquí.
9 B: Carcayona; C: Arcayona. La variante se repite siempre en
ambos manuscritos y, por eso, a partir de aquí, mientras no sea
variante de otra palabra, no la indicamos en nota.
10 B: hija. Esta variante se repite siempre en B y por eso sólo la
indicamos cuando se produce en los otros dos manuscritos.
11 C: ibn; B: bnu.
12 B: al-·asan.
13 B: y por; C: ibn.
14 B: hijo. Esta variante, como la de la nota 3, también se repite
invariablemente en todo el manuscrito B. Por eso, a partir de aquí
sólo la indicamos si aparece en los otros manuscritos.
ÍNDICE
564
Notas
15 No aparece en C.
16 B: Sa\id.
17 Aquí comienza el ms. D, en el que, como en C, la doncella es llamada Arcayona, por lo que sólo aparecerá como variante cuando lo
sea de otra palabra, como hemos indicado antes en la nota 2.
18 B: T. ahøør
19 No aparece en C.
20 B: Omar.
21 C: hijo.
22 B: Said.
23 B: dice; C: Y døxo que él døxo; D: y døxo.
24 No aparece en ninguno de los otros tres manuscritos y es una
abreviatura, frecuente en los textos aljamiado-moriscos, de la fórmula religiosa: ßallà Allåhu \alayhi wa-sallama (‘¡bendígale Dios y
le salve!’), que es lo que aparece en las restantes versiones.
25 D: hallaron en ella.
26 B: Umar.
27 B: bnu; C: ibn.
28 B: ul-Ja∑∑åbi.
29 B: bnu; C: ibn.
30 En B y C no aparece; D: y.
31 B: bnu; C: ibn.
32 B y D: ¡Ye, Ka\bu! solamente; en C no aparece el vocativo.
ÍNDICE
565
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
33 C y D: cóntanos.
34 C y D: Døxo Ka\bu....
35 C y D: has.
36 C y D: hubo.
37 No aparece en C y D.
38 No aparece en ninguno de los otros tres manuscritos.
39 B: justiciaba, forma con la que el copista parece haber querido
imitar y corregir la de gobernaba. Sin embargo, la que aparece en
los otros tres manuscritos es la correcta.
40 C y D: y nunca en lugar de este rey no.
41 B: hata.
42 C y D: fue de.
43 B, C y D: cien.
44 C y D: pensando el rey en.
45 C: fijos; D: hijos.
46 C y D: un día mandó llegar.
47 C y D: llegados.
48 No aparece en C y D.
49 C: dixo.
50 B y D: hijos.
51 C y D: eran devedados.
52 En D no aparece en la medecina.
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566
Notas
53 No aparece en C.
54 D: ¡Ye el rey!,....
55 B: hayas.
56 En el manuscrito esperme muy frie, que hemos corregido por
parecernos un claro error del copista.
57 No aparece en B.
58 B y C: probiendas; D: aproendes.
59 J3: muy frías, lo que es un claro error del copista en el contexto
de la narración.
60 B: hata.
61 B: hízolo ansí el rey; D: hízolo así.
62 C y D: después.
63 D: los sabios y estrólogos.
64 D: masculu (‘macho, varón’. Aragonesismo).
65 C y D: habemos visto.
66 B: aquel signo.
67 B: entonces.
68 B: concibió.
69 B: su mujer.
70 C y D: fue de la ordenación de Allåh, ¡tabååraka wa-ta\\ålåå!, que
se empreñó de una fija.
71 B: parió una niña, la más hermosa; C y D: hermosas.
ÍNDICE
567
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
72 C y D: del parto della.
73 C y D: el rey.
74 C: fasta en siete años; D: hasta en siete años.
75 B y C: hízole.
76 C y D: el rey.
77 No aparece en B.
78 B y D: hízole.
79 C y D: arboledas.
80 B: tráxole; C y D: púsole.
81 C y D: isturmentos.
82 No aparece en C y D.
83 B y D: hata.
84 B: depués; C y D: después.
85 C y D: vino su padre a verla.
86 B y D: tráxole.
87 En D no aparece joyas con todos.
88 No aparece en B y D.
89 B, C y D: donde.
90 No aparece en B; D: donde ella estaba.
91 C: mirando; D: mirándole.
92 B y D: hermosura.
93 No aparece en C y D.
ÍNDICE
568
Notas
94 C: senamoró; D: se enamoró.
95 B y D: dixo.
96 C y D: la doncella al rey.
97 C: mi padre.
98 No aparece en D.
99 En C y D aparece aquí intercalado el siguiente diálogo
Døxo el rey:
–¿Para qué døces eso?, ¡ye, fija!
Døxo ella:
–Dígolo porque conviene...
100 En C no aparece porque el copista engarza el diálogo anterior al
introducir la frase Dígolo porque..., con la que aquél terminaba.
101 No aparece en C y D.
102 B: hace; D: hizo.
103 No aparece en B.
104 C y D: tengo de agradecer.
105 C y D: el rey. El fenómeno de la ø larga se produce constantemente a lo largo del texto.
106 C: ¡Ye fija!, a mí lo has de agradecer; D: A mí, ¡ye fija!, lo has
de agradecer.
107 C y D: hecho.
108 C y D: Dixo Arcayona.
109 C y D: has de agradecer.
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569
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
110 B, C y D: nuestros.
111 C y D: antipasados.
112 C y D: Dixo Arcayona.
113 C y D: mi padre.
114 C y D: quien comenzó el mundo.
115 C y D: porque, según tú dices...
116 B: hizo; C: face.
117 No aparece en C y D.
118 C y D: ¿quién las heredará y quién comenzó el mundo?
119 No aparece en C.
120 B: estas.
121 C y D: a tu señor.
122 D: agora.
123 B: manda.
124 C y D: mandó traer.
125 B: al-chohar; C y D: al-jofar.
126 D: y con.
127 C y D: y.
128 B: vinte; C y D: veite.
129 B: vio; en D no aparece esta proposición.
130 C: Arcayona.
131 C y D: alegróse mucho con él.
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570
Notas
132 B hacedme; C: fesme a mí; B: hazme a mí.
133 C: le sirva y le adore.
134 No aparece en C y D.
135 C y D: mandóle hacer el rey.
136 C y D: esmaltado.
137 B: al-chohar; C y D: al-jofar.
138 D: y.
139 B y D: hiciéronle.
140 En el texto trayéronjela, que hemos corregido por parecernos
un claro error: B: truxiéronselo; C: truxéronselo; D: truxiéronselo
a.
141 C y D: y lahora.
142 B: venía.
143 C y D: Y hablaban con ella Arcayona y sus doncellas.
144 B: adoraban, que es su traducción.
145 C y D: con la ídola.
146 B: adoraban; C y D: lahora.
147 B: habló; C: respondióles; D: respondieles.
148 C y D: del cuerpo.
149 En B el copista escribe y dixo en lugar de y mandábales y
vedábales e interpola aquí una parte del texto que, en este manuscrito base, aparece después. Se puede comprobar que se trata de una
interpolación porque, de repente, vuelve a aparecer la frase y manÍNDICE
571
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
dábales y vedábales sin sentido alguno. Dicha interpolación es la
siguiente:
–¿No sabes, ¡ye doncella!, que no hay otro señor sino yo?
–Sí, dixo la doncella.
Y adoró a la ídola. Y vínole un estornudo a la doncella y salióle de
la nariz una mosca con el esternudo grande y dixo a la hija del rey:
–¡Ye doncella!, ¿qué es a ti que has esternudado y no has dicho al™amdu li-l-lååhi rabbi-l-\\alamøøna?
Y cuando oyó Ibløs, ¡maldígalo Allåh!, nombrar ada Allåh, salió
huyendo. Y cayóse la ídola sobre su cara. Y cuando oyó la hija del
rey Na¥rab aquella palabra de la mosca espantóse dello mucho. Y
allegáronse a ella sus doncellas y ella llorando, demudada la color,
espantada. Y diciéronle:
–¡Ye señora!, ¿qué has oído?
Y døxo ella:
–He oído unas palabras que nunca oí su semejante dellas. Han
entrado en mi corazón con muy grande fuerza.
Aquí parece faltar algo y luego aparece: besando a la ídola, y respondióles de dentro Ibløs, y mandábales y vedábales, con lo que
queda claro el error o interpolación voluntaria del copista en el posible caso de que éste pensase que el texto era de mejor comprensión
o calidad así, con la anticipación del momento en el que se le revela a la doncella por primera vez la religión musulmana a través de
su profesión de fe. Más tarde veremos las variantes que esta parte
del texto presenta con respecto al que hemos tomado como base
para esta edición.
ÍNDICE
572
Notas
150 B: depués; C y D: Recuenta Ka\bu al-Ajbår que....
151 C: un día vino a verla su padre; D: un día vino su padre a verlas, a ella y a sus doncellas.
152 B, C y D: tráxole.
153 B: xoyas.
154 En C y D no aparece y comeres.
155 C y D: mirando.
156 B: hermosura; C y D: hermosura, y se enamoró della.
157 No aparece en C y D.
158 D: y demandóle su cuerpo, y debántose a ella.
159 C y D: Y lahora.
160 B: la doncella. Además, en B faltan las siguientes 4 líneas del
diálogo y sigue luego en : Pues, ¡ye, padre!,...; C y D: Arcayona.
161 C: ¿acuérdaste si se echó...?; D: ¿acuérdaste si se echóse...?, lo
que es un claro error del copista, que repite la partícula reflexiva.
162 C: hija. Además, en C y D el copista amplía aquí el diálogo
tomando una pregunta que en esta versión y en B aparece en el
párrafo siguiente. El diálogo interpolado es el siguiente:
Lahora døxo el rey:
–No.
–Pues tu, ¡ye, padre!, ¿has oído (obido en D) decir de algún rey que
hiciese lo semenjante con su hija?
163 C y D: Arcayona.
ÍNDICE
573
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
164 C y D: Pues tú, ¡ye ...!
165 En C y D no aparece aquí (véase nota anterior).
166 B: innovar; C y D: inovar.
167 B y D: avergüencen.
168 B: eso; C: semenjante.
169 C: hija. Ésta es la pregunta que mencionábamos antes y que el
o los copistas de los manuscritos C y D convirtieron en diálogo más
arriba y, por tanto, no aparece en este lugar del texto (véase nota
155).
170 No aparece en C y D.
171 B: el rey tuvo; C y D: tuvo.
172 C y D: muy grande.
173 B, C y D: hija.
174 B y D: salióse.
175 No aparece en C y D.
176 C y D: publicóse tanto.
177 B, C y D: hermosura.
178 A partir de aquí D omite una parte del texto, que se reanuda más
adelante, como indicaremos.
179 B: cencia; C: gentileza.
180 C: doncella Arcayona.
181 B y C: veía.
182 En B no aparece y perfición.
ÍNDICE
574
Notas
183 C: Døxo Ka\bu al-Ajbår que, un día de los días, fue de la ordenanza de Allåh, ¡tabååraka wa-ta\\ålåå!, que...
184 C: fablóle; aquí comienza la parte que B interpoló antes (ver
nota 142).
185 C: de dentro en lugar de en el cuerpo.
186 C: díxole.
187 B: ¿No sabes, ¡ye doncella!...?; C: ¡Ye doncella!, ¿no sabes...?
188 B: Sí.
189 C: A lahora cayó asajdada a la ídola.
190 No aparece en C y D.
191 No aparece en C.
192 C: Y saltóle a la doncella de las narices.
193 B: el esternudo grande.
194 C y D: Y dixo la mosca. A partir de aquí se reanuda el ms. D.
195 C: \a.
196 a tu en el ms., lo que corrige B.
197 En C y D no aparece has esternudado y.
198 C y D: no dixiste.
199 No aparece en C y D.
200 C y D: Allåh oyó.
201 B, C y D: nombrar ada en lugar de el nombre de.
202 B: salió; C y D: salló.
ÍNDICE
575
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
203 B y D: huyendo.
204 C y D: cayó.
205 C y D: pues.
206 C y D: Arcayona oyó.
207 C y D: aquellas palabras.
208 C y D: a.
209 No aparece en C y D.
210 C: mucho, y quedó maravillada y alegróse; D: mucho, y quedó
maravillada y alégrase.
211 C y D: allegáronsele.
212 No aparece en C y D al haber escrito arriba (véase nota anterior) allegáronsele.
213 C y D: ella estaba.
214 C y D: muy demudada.
215 C y D: de.
216 No aparece en C y D.
217 C y D: Arcayona.
218 B y C: oído; D: habido.
219 No aparece en ninguno de los otros tres manuscritos.
220 D: nunca jamás.
221 C y D: dellas, y.
222 C y D: hanse.
ÍNDICE
576
Notas
223 C y D: dentrado.
224 En B retoma aquí el copista el ms. B lo dejó al interrumpirlo
para interpolar el diálogo mencionado en la nota 142. Por eso introduce el párrafo así: «Y estando un día la doncella pensando ...», lo
que reforzaría la tesis de que la alteración del texto iniciada con la
interpolación descrita arriba es voluntaria por parte del copista; C y
D: Pensando....
225 No aparece en C y D.
226 C: atrebúyeme; D: atrebúyesme.
227 No aparece en ninguno de los otros tres manuscritos.
228 C y D: grande.
229 D: obido.
230 C y D: que aquellas
231 No aparece en C.
232 C: quieran.
233 No aparece en C y D.
234 C: Después dixo Ka\bu al-Ajbår...; D: Después desto døøxo Ka\\bu
al-Ajbåår que....
235 B y D: tornó.
236 No aparece en C y D.
237 C y D: Pues veos....
238 En C y D no aparece.
239 B, C y D: vino.
ÍNDICE
577
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
240 En C y D no aparece.
241 Aquí aparece ídola tachado. Parece claro que el copista se da
cuenta del error, tacha, y escribe luego la palabra correcta: doncella.
242 A partir de aquí hasta el final de la frase no aparece en C.
243 En B no aparece y asentóse.
244 B: vió.
245 C y D: Arcayona.
246 B y D: hermosura.
247 D: cobda.
248 B: pelrras.
249 C y D: coloradas.
250 No aparece en C y D.
251 En D no se puede leer.
252 B: pelrras; C y D: una perla.
253 C y D: verde.
254 C y D: esmaltada.
255 D: con.
256 No aparece en C y D.
257 Esta exclamación no aparece en C y D.
258 B, C y D: fuese mía, que es más correcto.
259 B: mitad.
260 No aparece en C y D.
ÍNDICE
578
Notas
261 B: hecho.
262 En C y D no aparece y paladina.
263 C y D: hija.
264 C: de Na¥rab.
265 C y D: dice en lugar de quiere decir.
266 B: las loores son, que es una traducción más incorrecta; C: la
honor es.
267 C y D: Allåh solo.
268 B y D: hay.
269 No aparece en C.
270 No aparece en B.
271 D: sin aparcero, sobre toda cosa poderoso.
272 C: Allåh allí.
273 B, C y D: nombrar ada en lugar de el nombramiento de.
274 C: fuyendo.
275 No aparece en C y D.
276 No aparece en D.
277 C: decía; D: dicía.
278 C: ya soy quemado.
279 D: la doncella maravillada.
280 C y D: muy espantada y temerosa.
281 B y D: hermosa.
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579
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
282 C y D: y.
283 No aparece en C y D.
284 C y D añaden aquí: que ellas; en B no aparece al haber añadido el copista antes el pronombre las en su lugar (véase nota anterior).
285 No aparece en C y D.
286 C y D: ¡ye paloma!, ¿quién eres tú?
287 No aparece en C y D.
288 En D no aparece, lo que debe de ser un olvido.
289 B: dixiste; C y D: has dicho.
290 C y D: han.
291 C: cabødo.
292 No aparece en C y D.
293 D: di que no hay señor....
294 B: y tierras.
295 En B aparece de todos.
296 C y D: los jaleqados. A partir de aquí hasta día no aparece en
D, donde aparece: a quien el quiere mandar y el día....
297 B: y rebilcador; C: y rebircador.
298 B y C: empués.
299 No aparece en C.
300 D: cree.
ÍNDICE
580
Notas
301 No aparece en D.
302 B: sus dulzuras; C y D: dulzura.
303 B y D: han, que concuerda, en el segundo manuscrito, con la
variante anterior.
304 D: hija.
305 C y D: Allåh es.
306 No aparece en D.
307 B: Allåh.
308 B, C y D: la tierra.
309 B: seis.
310 B: empués; C: aprés.
311 No aparece en C y D.
312 D: \ar≈i.
313 Aquí aparece algo tachado que no se puede leer.
314 D: son asujetadas.
315 C y D: a.
316 C y D: ada Allåh en lugar de A Él.
317 C y D: matar, y él es sobre toda cosa poderoso.
318 No aparece en C.
319 B y D: bendito.
320 C y D: señor de los mundos.
321 C: Allååh es gran señor.
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581
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
322 No aparece en D.
323 D: las buenas.
324 B: diría; C y D: dirá.
325 No aparece en C.
326 D: las tierras.
327 No aparece en C y D.
328 B: es; C y D: hay.
329 B: enter.
330 En C y D no aparece [y de lo que] está debaxo dellos.
331 B: hasta.
332 En C y D no aparece de la tierra.
333 Este vocativo no aparece en B; D: paloma fermosa.
334 B: fazme. Además, en B aparece añadido en este lugar el pronombre personal masculino árabe él (huwa); C: fesme.
335 B, C y D: dónde.
336 D: ...ese señor que tú dices tan grande.
337 C y D: nunca.
338 C y D: ajuntaron.
339 D: tres en secreto.
340 C y D: Alååh no fuese.
341 B y C: cuatro.
342 En C y D aparece el mismo cambio descrito en la nota 333.
ÍNDICE
582
Notas
343 B, C y D: quinto.
344 D: quinto.
345 C y D: igual que en las notas 333 y 336.
346 B y D: el seiseno; C: sesto.
347 En D no aparece ni menos.
348 B: aquélla; C: aquéllo.
349 D: donde quiera que estén.
350 B: veen; D: pero lo vee pospuesto a a él.
351 C y D: el señor de los cielos y de la tierra está en guardamiento
alto, vee a todos y a Él no lo vee ninguno.
352 En C y D no aparece ese señor que dices.
353 B: en donde; en C y D falta a.
¥rab.
354 C y D: doncella en lugar de fija de Na¥
355 B: rabbinå tabåraka wa-ta\ålå; C y D añaden a continuación la
traducción de esta fórmula: ¡señor aventajado, tan alto es!
356 C: es primero; D: Él es primero.
357 C y D: alcánzalo todo.
358 A partir de este folio vuelve a leerse bien el manuscrito.
359 No aparece en C y D.
360 No aparece en B.
361 D: Y cuando....
362 C y D: la cosa.
ÍNDICE
583
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
363 B: dice.
364 D: \ar≈i.
365 C: coloréase, que es un error del copista.
366 C: ondulase.
367 C y D: se moviese.
368 B: que corriese.
369 C y D: uno encima de otro.
370 C y D: una encima de otra.
371 B: seis.
372 D: \ar≈i.
373 B: se igualó sobre al-\ar≈i.
374 No aparece en C y D.
375 C y D: el señor del mundo.
376 C: otro menos de Él; D: otro señor menos de Él.
™åna Allååh!
377 C y D: Sí, ¡sub™
378 C y D: ¡Ye, doncella!
379 B: ese ídolo.
380 B, C y D: sirves.
381 D: aquél.
382 C y D: de dentro.
383 Este folio vuelve a leerse con dificultades.
384 C y D: della.
ÍNDICE
584
Notas
385 C y D: ¡ye, doncella!, es....
386 C y D: maldito.
387 La frase enemigo de Allååh no aparece en C.
388 C y D: y enemigo.
389 Esta fórmula no aparece en B.
390 C: vengará.
391 C y D: hijos.
392 B: hasta.
393 C y D: ¡Ye doncella!, déxate del.
394 C: las ídolas.
395 No aparece en C y D.
396 Este vocativo no está ni en B ni en C. En D aparece al comienzo de la frase.
397 En B no aparece por ese señor. C y D añaden aquí: ...que tú
dices,....
398 C y D: gualardón.
399 C: la pena y el castigo; D: la pena y castigo.
400 B: lo.
401 C y D: doncella.
402 C: desobedece, que es un claro error del copista.
403 B: le; C y D: quien desobedece ada Allååh.
404 C: ¡Ye paloma!, lahora; D: ¡Ye paloma!, agora.
ÍNDICE
585
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
405 B y D: aquélla, que parece responder al hecho de que en árabe
al-¥anna es femenino.
406 C y D: hija.
407 En C y D no aparece en esta posición, sino más adelante.
408 C y D: mostrará.
409 C y D: y se mezclará lo ™alål y lo ™aråm.
410 Este folio vuelve a leerse bien.
411 En C y D az-zinå aparece sin artículo, posiblemente porque el
copista lo considera una repetición, al poseer ya la palabra el artículo árabe; B transmite el error pero muestra no conocer bien el árabe
y escribe azinå.
412 C y D: comerán.
¤llamiento.
413 B: ahollamiento; C: afuellamiento; D: af¤
414 C: Entonces.
415 D: Allåh, ¡tan alto es!
416 No aparece en C y D.
417 C: Isråfil.
418 C y D: la bocina.
419 En C y D no aparece en él.
420 C y D: los almalaques.
421 B y D: Ëibril; C: Ëibril.
422 B: Azrayåil.
423 B: mueren; C y D: muere.
ÍNDICE
586
Notas
424 C y D: hata haber muerto.
425 C y D: todos los jaleqados.
426 C y D: porque.
427 C: estremece.
428 C: quede.
429 C y D: en ella.
430 C: ni en los cielos.
431 No aparece en C y D.
432 En C no aparece esta pregunta; en B la encontramos en segundo lugar.
433 C: hijos; D: los reyes y los hijos.
434 B, C y D: ¡ye, ...!
435 B, C y D: ¿a dónde ...?
436 B: hay.
437 No aparece en D.
438 C y D: así.
439 No aparece en D.
440 B: llover; C y D: hará llover Allååh.
441 D: del mar.
442 B: \ar≈i; D: del al-\ar≈i.
443 B: hará.
444 No aparece en C y D.
ÍNDICE
587
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
445 D: carne.
446 D: aprés.
447 B: rebilcará.
448 C y D: en la bozøøna.
449 B: ¿Ye...!
450 B: juicio.
451 D: tomar.
452 No aparece en C y D.
453 B, C y D: vuestras.
454 En ninguno de los otros tres manuscritos aparece los jaleqados.
455 C: creyenza; D: su creyenza.
456 C y D: escuredad.
457 C y D: descreyenza.
458 C y D: tornará cada.
459 C y D: a.
460 B: verás.
461 Aquí aparece tachado y los, que el copista tacha y corrige con y
ellas, que no aparece en C.
462 B: juicio.
463 B, C y D: depués.
464 C y D: pondrá.
465 Igual que en la nota anterior.
ÍNDICE
588
Notas
466 B: tormento.
467 No aparece en C y D.
468 B: rebilcará.
469 B: después; C y D: empués.
™anååh¤¤ Allååh!, así como....
470 C y D: Si, ¡sub™
471 C y D: saliste.
472 C y D: pequeña.
473 C: de.
474 B y C: así.
475 B: rebilcar.
476 C y D: ¡Ye, paloma hermosa!, ...; D: ¡Ye, paloma fermosa!, ....
477 B: héchome.
478 B: hecho; C y D: saber cosa.
479 No aparece en B.
480 B: denoncurante; C y D: inorante.
481 C y D: conozco que dices.
482 En C y D no aparece en tu dicho.
483 C y D: lahora.
484 B: háceme; C y D: fesme.
485 B: ese; C: aquélla; D: aquél.
486 En C y D no aparece que dices...
487 B: dará gualardon; C y D: gualardonará.
ÍNDICE
589
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
488 D: hija.
489 D: Allåh ¡ta\\ala!
490 B: mueren en ella.
491 D: hay.
492 C: tristeza ni tribulación.
493 B, C y D: alcanzan.
494 B: desean; C y D: quieren y desean.
495 D: son perdurables.
496 C y D: púrpuras.
497 B: almiscle; C: almisqui.
498 C y D: sus arboles son durables. En D no se puede leer durables.
499 C y D: sus.
500 C y D: de diversas maneras y de diversas sabores....
501 C y D: sajuntasen.
502 B: no hacían.
503 C: a facer, no bastarían a facerla; D: a facer, no bastarían a
hacerla, lo que sería coherente con la variante anterior.
504 No aparece en C y D.
505 C y D: es.
506 B: almiscle; C: almisqui.
507 No aparece en C y D.
ÍNDICE
590
Notas
508 B: de perlas; C y D: es de perlas.
509 C y D: a.
510 B, C y D: hay.
511 B: ay.
512 C y D: lo que ojos no pueden.
513 D: ver.
514 B, C y D: corazón.
515 D: hombre.
516 C y D: de plata.
517 B: pelrras; C y D: de perlas.
518 C y D: y.
519 No aparece en C y D.
520 C y D: en unos animales.
521 C: corren.
522 D: a donde.
523 B: hasta.
524 En B no aparece desde aquí hasta beben en.
525 No aparece en C y D.
526 C y D: en ella, el un ramo.
527 B: depués; C y D: Y.
528 No aparece en C y D.
529 B: tornan.
ÍNDICE
591
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
530 No aparece en C y D.
531 B, C y D: llaman.
532 B: alsitras; C y D: assitras.
533 B: hace; D: hacen.
534 B: dulces cosas.
535 D: y.
536 D: ¡sub™anahi!
537 Ésta es la única vez en todo el texto que realmente aparece m
delante de p, lo que también sucede en C.
538 C y D: dentran.
539 En C cuando, que aparece al final de línea, aparece repetido al
comienzo de la línea siguiente del manuscrito, un fenómeno muy
común cuando se copia.
540 C y D: el hombre entrarse.
541 D: ve.
542 C y D: otra mejor posada.
543 C y D: walø Allåhi, que corrige la fórmula poniéndola completamente en árabe, con el genitivo, y no con la preposición de.
544 B: depués; C y D: Y.
545 C: llegan.
546 D: dende fuera se parece.
547 No aparece en C y D.
548 B: ¡Oh,...!
ÍNDICE
592
Notas
549 Obsérvese que aquí se traduce la fórmula comentada en la nota
536 y que había sido corregida para aparecer totalmente en árabe en
C.
550 C y D: ir.
551 B: hasta; D: hata.
552 C: unna.
553 B: de.
554 C y D: setenta mil.
555 C y D: una encima de otra.
556 C y D: pónenle una.
557 C y D: cabeza con.
558 C y D: a tres jornadas.
559 C y D: en.
560 No aparece en C y D.
561 No aparece en C y D.
562 B: ansí; C y D: en esto.
563 C y D: viene.
564 No aparece en C y D.
565 C y D: que relumbra.
566 C y D: dice.
567 C y D: ella se asienta.
568 D: a par.
ÍNDICE
593
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
569 C: quede.
570 En el manuscrito aparece tras fi... un alif suelto que debe de ser
un error del copista; B: durable.
571 D: muy deleitosa.
572 No aparece en D.
573 C: dan la as-salåm; D: dan as-salåm.
574 No aparece en C.
575 En C y D no aparece allí donde sestán.
576 No aparece en C y D.
577 B: se capiesen.
578 No aparece en C y D.
579 C y D: su agua.
580 C y D: desee.
581 B: tú.
582 No aparece en D.
583 C y D: de Allååh, mi señor.
584 C y D: dice.
585 B, C y D: Buenaventura.
586 No aparece en ninguno de los otros tres manuscritos.
587 C y D: por.
588 C y D: ramas.
589 C: frutos; D: frutas.
ÍNDICE
594
Notas
590 No aparece en C y D.
591 Entre las dos sílabas de esta palabra aparace algo tachado, seguramente una autocorrección del copista, desgraciadamente ilegible.
592 No aparece en C y D.
593 B y C: hojas.
594 B y C: esmaltes.
595 B y D: olor.
596 B: almiscle.
597 C: frutos.
¥anna.
598 En D no aparece de al-¥
599 C y D: en color.
600 C y D: unos árboles.
601 C y D: salle.
602 D: unos animales.
603 D: llievan.
604 No aparece en C.
605 D: obidientes de Allååh.
606 C y D: donde ellos.
607 D: quieran.
608 C y D: llama.
609 C y D: nace.
610 C y D: de al-\ar≈i.
ÍNDICE
595
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
611 En D no aparece que es.
612 D: ques más blanco que leche y más dulce que miel.
613 C y D: plata.
614 C: Tamin; D: Tasnim.
615 C y D: están cercados.
616 D: frutas.
617 C: fuentes (fuentas en el texto, que hemos corregido por ser un
claro un error del copista, que ha olvidado el alif de prolongación),
¥anna. En D no aparece de al-¥
¥anna.
en lugar de y fruytos de al-¥
618 No aparece en C y D.
619 B: brebrajes.
620 C: facen; D: hace.
621 C y D: ninguna rudeza.
622 C: sállenles (sállenlas en el texto, que sería otro error del copista al haber olvidado, como arriba (nota 692), el alif de prolongación); D: sálleles.
623 D: dixistión.
624 B: en.
625 B, C y D: olor.
626 C y D: almisqui.
627 No aparece en D.
628 B: tristura.
629 No aparece en B; C: ni trebulación ni tristeza.
ÍNDICE
596
Notas
630 No aparece en C y D.
631 En B no aparece ni se envejecen.
632 No aparece en C y D.
633 B: tornase; C y D: se tornase.
634 No aparece en C y D.
635 C y D: en ella una saliba.
636 B: almiscle C: almisqui.
637 No aparece en C y D.
638 No aparece en D.
639 C y D: asomase.
640 B, C y D: claror.
641 B: morirían.
642 C: todos los del mundo morrían por deseo della; D: todos los
del mundo morrían por su deseo.
643 C: decirnos.
644 No aparece en C.
645 B, C y D: ni.
646 D: aquél.
647 D: ti, un error del copista.
648 No aparece en C y D.
649 B: amorío.
650 B: hasta; D: hata.
ÍNDICE
597
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
651 C: fesme.
652 C y D: arrizqui.
653 C: sabed.
654 No aparece en C y D.
655 C y D: crecen.
656 No aparece en C y D.
657 En B no aparece Son cativos; D: cautivos.
658 B: quieto.
659 D: ni es alivianecida.
660 B: que nunca son libres ni alivianasen su pena.
661 No aparece en C y D.
662 D: enfermedad.
663 B: fondoso; D: hondo.
664 No aparece en B.
665 B: ponzoña; C y D: ponzonia.
666 B: fieros.
667 B, C y D: dolores.
668 C y D: gentes y piedras.
669 B: yerro.
670 C: amata; en D se ha omitido ...su fierro, ni se mata..., con lo
que la frase comienza así: No se regala su fuego....
671 C y D: tiempo.
ÍNDICE
598
Notas
672 B: son; C y D: de.
673 No aparece en B.
674 B y C: azufre.
675 B: yerro.
676 B y C: sobre los almalaques, que es un error.
677 B: tormentan; C y D: tornan.
678 B: yerro.
679 No aparece en B; C y D: fogueantes.
680 C y D: de cobre.
681 C: Y Ëahannam.
682 C y D: y de.
683 C: hay andadura.
684 D: la primera puerta.
685 C y D: se come.
686 C y D: caras.
687 B: descreyentes, que es su traducción; C y D: alkefires.
688 D: Lazza.
689 C y D: se come.
690 B: Safar; C: Sagar.
691 C y D: donde nunca enciende.
692 No aparece en C y D.
693 D: al-Hutamahi.
ÍNDICE
599
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
694 B, C y D: su fortaleza.
695 D: miembros de la persona.
696 C: Sa\ørø.
697 C: su fuego no se mata; D: nunca se mata su fuego.
698 B: al-Hahøm; C: al-Yahømu.
699 C: sola una centella; D: sola una centella de su fuego.
700 C: a quien.
701 B: ensale.
702 B: al-Hab; C y D: Habhab, sin artículo.
703 B: a; C: el.
704 C: Y vese un fuego negro...; D: Y es un fuego negro....
705 No aparece en B.
706 B: cabezas.
707 B: cabeza.
708 C y D: ..., barrancos en cada barranco setenta mil quebrazas
de fuego.
709 D: \alacranes.
710 B: juicio.
711 No aparece en C y D.
712 C: para tomar.
713 No aparece en C.
ÍNDICE
600
Notas
714 B: crece la fortaleza y el ardor en mí para que tome venganza
hoy; C y D: venganza por ti.
715 C y D: de quien te desobedeció.
716 No aparece en C y D.
717 B y D: echarán; C: dejarán.
718 No aparece en C y D.
719 B: llorarán.
720 B: lágremas.
721 B, C y D: hasta.
722 B y D: hasta.
723 D: materia y podre[dumbe].
724 B: hasta; D: hata.
725 C: el mar.
726 No aparece en D.
727 B y D: apiedados.
728 No aparece en C y D.
729 B: rogará; D: ruegará.
730 C: mismo.
731 No aparece en C y D.
732 B y D: huirán.
733 D: hijos.
734 D: hijos.
ÍNDICE
601
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
735 No aparece en D.
736 B, C y D: canos.
737 C y D: mancebos.
738 No aparece en C y D.
739 C y D: y ellos diciendo.
740 En B no aparece (véase la nota siguiente); C y D: nuestra
741 B, C y D: malaventurada, con lo que concuerda con juventud,
en vez de hacer referencia a los condenados.
742 C y D: es en lugar de ha de ser.
743 B, C y D: nuestra.
744 C y D: ¡Oh, cuántas...!
745 B: hermosas.
746 No aparece en C y D.
747 No aparece en C y D.
748 C y D: diciendo.
749 No aparece en C y D.
750 B, C y D: nuestra.
751 B y D: hermosura; C: juventud y fermosura.
752 No aparece en D.
753 C y D: ¡Oh, cuántos...!
754 No aparece en C y D.
755 En D no aparece el fuego.
ÍNDICE
602
Notas
756 No aparece en C y D.
757 B, C y D: nuestras.
758 C y D: es, en lugar de ha de ser.
759 B, C y D: nuestra.
760 C: aborrecidos.
761 No aparece en C y D.
762 C: y despedidos; D: y despididos.
763 D: y ligadas.
764 C y D: puestos en cadenas.
765 C y D: encendidos, que parece así concordar con cuellos en vez
de con lenguas.
766 C y D: largas, con lo que se refiere a caras y no a tristeza.
767 C y D: durable, con lo que pasa a ser un adjetivo que concuerda con pena.
768 C: fambrientos.
769 No aparece en B y C; D: y sedientos.
770 C y D: ¡Ye señor, ya...!
771 B: faltamos; C: defalecimos.
772 D: les.
773 B: apiedan.
774 B, C y D: llaman.
775 B: responde.
ÍNDICE
603
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
776 No aparece en B; C y D: ¡alivia!
777 En el manuscrito este pronombre aparece escrito en dos palabras separadas: nos otros. C y D: nos.
778 Estos dos últimos añadidos no aparecen en C y D.
779 C y D: levántase sobrellos.
780 En C y D no aparece de fuego.
781 C y D: les.
782 C y D: encima dellos.
783 No aparece en C y D.
784 B, C y D: bulliente.
785 C y D: trespasa.
786 No aparece en B.
787 No aparece en C y D.
788 D: sobre.
789 No aparece en C y D.
790 En D no aparece sobre fuego.
791 B, C y D: llaman.
792 No aparece en C y D.
793 No aparece en C y D.
794 C y D: døce.
795 B: ensaña; C y D: se ensañó.
796 No aparece en C y D.
ÍNDICE
604
Notas
797 D: una buena bebida.
798 B, C y D: nuestros.
799 C: ¡Que refríes nuestros cuerpos con tu bebida de agua!
800 C y D: dientes a la entrada.
801 No aparece en D.
802 C: ábrense.
803 C: entrañas a la salida; D: entrañas a la sallida.
804 C: y face; D: y hace.
805 B: meollos; C y D: miollos.
806 No aparece en C y D.
807 C y D: en.
808 En C y D de aquella agua aparece donde B añadía de aquéllos
(véase nota 799).
809 C y D: todas las.
810 B: mala olor.
811 D: Y sobre....
812 C: y cada uno tiene quinientos años de andadura; D: que cada
una dellas tiene quinientos años de andadura, y....
813 C y D: hay mil.
814 B: pozos, que es su traducción; C: ajubes.
815 B: pozo; C y D: al-jibe.
816 B: puentes.
ÍNDICE
605
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
817 B: puente.
818 D: salen.
819 B: gota de agua, que no incluimos en el texto por ser una clara
repetición del copista; D: gota de aquella agua, que no aparece después.
820 C y D: Y laora.
821 C y D: quedóse.
822 Esta repetición no aparece en C, que corrige el error.
823 C y D: que sirven a en lugar de servidores de.
824 C: ¡que serán en jahannam y en su pena!; D: y en su pena estarán.
825 C: lahora que.
826 C: pare.
827 No aparece en C y D.
828 C: la sirat; el añadido no aparece en C y D.
829 C y D: ¡qué será de mí aquél día!
830 C: dió la doncella.
831 C: por; D: por tiempo de en lugar de sino aprés de.
832 B: hasta; C: fasta tanto; D: hata tanto.
833 B: díxole.
834 C: fija mía; D: mi hija. El añadido no aparece en C y D.
835 B: hecho; en C no aparece esta pregunta; D: ¿qué es fecho...?
ÍNDICE
606
Notas
836 B: oído; D: habido. El añadido no aparece en C y D.
837 B: ya has crebantado; C y D: me has quebrantado.
838 En C y D no aparece mi corazón.
839 J3: Y lahora...; D: Y levantóse....
840 D: Arcayona.
841 En B y D no aparece demudada, que se repite a continuación
y por tanto es un claro error que el copista ha corregido; C: lahora
recordó Arcayona, llorando....
842 C: ¡Ye padre, a\\¤du bi-l-lååhi!, que significa: ‘Me refugio en
Dios, ¡Dios me proteja!’.
843 C: Lahora dixo....
844 C: fija mía; D: hija.
845 C: alguna cosa.
846 C y D: dixo.
847 C y D: señor, y señor de los mundos.
848 C: ..., y defiéndome con él del; D: Déixate del....
849 No aparece en C y D.
850 C: mi señor y tu señor.
851 C: hemos conocido.
852 C: éste.
853 C y D: torna.
854 C y D: y sírvelo y guarda.
ÍNDICE
607
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
855 No aparece en C y D.
856 B: la doncella.
857 C: dí låå ilååha illåå Allååh.
858 B: que no hay aparcero a Él.
859 C y D: que es en el cielo.
860 C: \ar≈i.
861 En B no aparece y señorío; C y D: en la tierra su señorío y en
todo lugar su potestad.
862 C y D: Pues cuando....
863 En D tras Allååh.
864 B, C y D: nombrar ada en lugar de el nombramiento de.
865 B: salió.
866 C y D: fuyendo y antepuesto a de la ídola.
867 B y D: y decía; C: huyendo diciendo.
868 No aparece en C y D.
869 C y D: inovado se ha.
870 No aparece en C y D.
871 C y D: fecho nuevo.
872 C: por el cual yo; D: por lo cual yo.
873 No aparece en C y D.
874 C y D: Pues lahora tomó.
875 C y D: por aquello y antepuesto a el rey.
ÍNDICE
608
Notas
876 En C y D a su fija.
877 En B no aparece este vocativo; D: hija.
878 C: lo que estás, y reconócete; D: de lo questás.
879 B, C y D: de tu señor.
880 B: Díxole su hija; C y D: Døxo ella.
881 Este vocativo aparece en B al final de la frase.
882 C: déxame folgar; D: déxame holgar.
883 C y D: Dixo Ka\bu al-Ajbår que se fue....
884 B: la hija; C: la doncella.
885 C y D: desmenuzóla y quebróla.
886 No aparece en C y D.
887 En C y D no aparece de la ídola.
888 C: partiólo todo; D: partióla toda.
889 B: por servicio.
890 C: Y volvió su padre a verla; D: Y volvió su padre a ella.
891 No aparece en C y D.
892 D: hija, regular, a partir de aquí, en este manuscrito.
893 B: hecho; D: féchome.
894 C y D: grave.
895 B: hubiera.
896 B y D: hecho.
897 C: yo lo tormentaría; D: yo lo penaría.
ÍNDICE
609
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
898 No aparece en C y D.
899 C y D: si él.
900 B, C y D: fuera.
901 C y D: desmenuzar.
902 B: sirvo; C y D: aquel señor que yo sirvo.
903 C: el jaleqador.
904 No aparece en C y D.
905 No aparece en C y D.
906 C: si no, te asdabaré y te tormentaré con tormentos fuertes
(asdabaré: ‘atormentaré’, del árabe \addba, ‘atormentar, castigar’,
que sería un calco de esquema; véase el glosario a esta edición); D:
si no, yo te penaré con pena fuerte.
907 C: Y lahora fuese su padre el rey de donde ella estaba con
mucho pesar; D: Y lahora fuese su padre el rey de donde estaba con
mucho enojo.
908 C: Lahora dixo Ka\\bu al-Ajbåår que volvió la doncella...; D:
Dixo Ka\\bu al-Ajbåår que volvió la doncella....
909 C: a.
910 C: facer.
911 C y D: tornóle.
912 C: el as-salåm sobre ella.
913 C: no pongo ni porné; D: no pongo ni pondré.
914 No aparece en D; en C no aparece ya.
ÍNDICE
610
Notas
915 C y D: Pues que....
916 C: las ídolas.
917 D: el as-salåm de Allååh.
918 D: tú, que es un error. El resto de la frase no aparece en C y D.
919 C: volvió; D: tornó.
920 C: facer.
921 C: asala.
922 D: dayunar y hacer as¯-s¯alåå.
923 C: ruegar.
924 No aparece en C y D.
925 B: hecho.
926 No aparece en C y D.
927 En C y D no aparece de ella.
928 No aparece en C y D.
929 B y D: rebtaban.
930 No aparece en B.
931 C y D: tu fija como agora está.
932 C y D: tu reino, y habrá muchas confusiones; D: tu reino,
habrá muchas confusiones.
933 C y D: el rey por aquello grande.
934 C: torna de.
935 No aparece en C y D.
ÍNDICE
611
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
936 C: el reino, no seas causa de tanta confusión, reconóceme a tu
señor y a tu ídola, la que antes adorabas; D: tu reino, no seas
causa de tanta confusión, ni te apartes de tu señor.
937 C y D: døxo.
938 C y D: ella.
939 D: clamo a ti.
940 D: llámasme a mí.
941 C: yo te clamo a ti al servicio de las ídolas, en donde está claro
que el copista ha olvidado una parte del texto.
942 B: como digo yo; C y D: dí, diciendo....
943 D: Él.
944 En B no aparece solo, que no hay aparecero con Él; C y D:
solo, sin aparcero.
945 No aparece en C y D.
946 C y D: hija.
947 C y D: dices.
948 En el manuscrito aparece corterte, que he corregido por parecerme un claro error del copista. C: yo te mandaré cortar; D: yo te
cortaré.
949 C: te mandaré echar; D: te sacaré.
950 B: la doncella.
951 C y D: yo no me devedaré.
952 C y D: døxo.
ÍNDICE
612
Notas
953 C: el rey; D: Døxo ella: –¡Ay!, ye..., (ella es un claro error del
copista).
954 B: repentirás.
955 C: y que....
956 No aparece en C y D.
957 B: que corten; C y D: cortadas las manos.
958 No aparece en C y D.
959 B: te sacaré; C: yo te mandaré sacar; D: sacárete.
960 C: para que se te coman; D: que te (se, tachado enmedio)
coman.
961 B: con las fieras; C: con los animales y las fieras; D: con los
animales y fieras.
962 C y D: de.
963 B: cresaya.
964 C y D: en servir ada.
965 En B no aparece; C y D: ¡tan alto es!, su traducción.
966 No aparece en C y D.
967 B, C y D: hablaban.
968 C: loca.
969 D: decían que se había tornado loca.
970 B: decían.
971 C: No, sino que ha hallado otra mejor ley que no la de su
padre; D: No, sino que ha hallado otra mejor ley que la de su padre.
ÍNDICE
613
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
972 D: Ka\bu al-Ajbår.
973 En B no aparece y díxole.
974 C y D: yo no dexaré de hacer.
975 C: te diré.
976 No aparece en C y D.
977 B: døxole la doncella.
978 C y D: aunque tú.
979 D: mis manos.
980 B: sino en servir ada; C: no faré sino servir ada; D: no haré
sino servir ada.
981 En D no aparece mi señor.
982 D: déxate del.
983 C y D: mira que....
984 C: te desengaño.
985 C: sin aparcero ninguno.
986 En B y D no aparece con Él.
987 No aparece en B, C y D.
988 No aparece en D.
989 B, C y D: vió.
990 C y D: cuando aquello vió.
991 C y D: que le cortase.
ÍNDICE
614
Notas
992 Lo vido aparece escrito entre líneas al final, cuando ya no hay
sitio, lo que parece ser una clara indicación de que el copista advierte, cuando ya había comenzado con la siguiente frase, que había
olvidado estas dos palabras. B: vió; C y D: cuando lo vido, húbole
miedo
993 C y D: y apretósele.
994 C: debantó.
995 B: Y ella que decía; C y D: Y døøxo.
996 C y D: ¡Ye, quien jalecó los jaleqados y levantó los cielos sinse
pilares y allanó la tierra sobre su sitio y ordenó todos los fechos
sin alwazøøres! (alwazøres: ‘ministros’, del árabe al-wazør, ‘ministro,
visir’).
997 B, C y D: afirma.
998 C y D: mi corazón con tu nombre.
999 C: dame sufrencias, y no...; D: dame sufrencia, y no.
1000 B: sobre mí; C y D: cuentra mí.
1001 No aparece en C y D.
1002 B: hecho.
1003 B: apiádate de mí.
1004 D: piadad.
1005 No aparece en C y D.
1006 B: que envió, que es un claro error de repetición del copista
por cercanía de otro que; C y D: le envió.
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615
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
1007 C y D: ¡Ye, doncella!
1008 D: judicio.
1009 No aparece en C.
1010 B: lloraban por ella y rogaban ada Allåh. C y D: ruegaban
ada Allåh y lloraban por ella. El resto de la frase no aparece en C y
D.
1011 D: al-\aynas, ‘huríes’, forma abreviada de la expresión árabe
H. ur al-\ayn, ‘hurí’. Constituye un calco de esquema (véase el glosario a esta edición).
1012 D: a ella, y decían:.
1013 B: sobre; C: ¡Sufre, sufre lo que...!; D: ¡Ye doncella!, sufre lo
que....
1014 C y D: dasentado.
1015 C y D: dixo.
1016 D: tórnate.
1017 C: mandé cortar.
1018 C y D: fes.
1019 C: querrés.
1020 C: que yo no me tornaré; D: que yo no tornaré.
1021 C: al.
1022 En D no aparece ni el jaleqador por el jaleqado.
1023 B: dexaría.
1024 No aparece en C y D.
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616
Notas
1025 No aparece en C y D.
1026 Esta fórmula, que significa en el nombre de Dios, y que es con
la que comienza el Corán, no aparece escrita en el manuscrito en su
comienzo con la b árabe normal sino con la grafía antigua que se
asemeja a una l y con un punto debajo.
1027 C y D: en el señorío para siempre jamás.
1028 No aparece en C y D.
1029 No aparece en D.
1030 D: consuélame.
1031 No aparece en D.
1032 A partir de este folio vuelve a leerse mal el manuscrito hasta
el final del mismo.
1033 B: arrencorándose.
1034 No aparece en C y D.
1035 En B los de los cielos y de la tierra aparece más arriba, tras
todos; C y D: la tierra.
1036 B, C y D: decían.
1037 No aparece en C y D.
1038 C y D: dasentado.
1039 B, C y D: obidencia.
1040 No aparece en C y D.
1041 B: díceles.
1042 C y D: mi nobleza.
ÍNDICE
617
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
1043 No aparece en ninguno de los otros tres manuscritos.
1044 C y D: pondré.
1045 Hasta aquí llega el manuscrito C. A partir de ahora todas las
variantes provendrán de los otros dos manuscritos que conservan
entera toda la leyenda, los que hemos venido denominando B y D.
1046 D: llevaba.
1047 No aparece en D.
1048 D: quedó sola.
1049 B: gran; D: con muy grande.
1050 B: llamó.
1051 B: lo más alto.
1052 No aparece en D.
1053 D: døxo.
1054 D: ¡Ye, Allååh!,....
1055 No aparece en B.
1056 B: perxurador.
1057 D: ensañado.
1058 B y D: contra.
1059 No aparece en D.
1060 D: ¡Ye Allåh, mi señor!,....
1061 D: mi soledad y tristeza.
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618
Notas
1062 D: Døøxo Ka\\bu al-Ajbåår que andando ella por la halda de la
montaña a una cueva, y....
1063 B: halló; D: halló en ella.
1064 B: lobos y muchas fieras nocientes.
1065 B: Y lahora certeficóse con.
1066 D: Y lahora que ella lo vido acordóse de aquello que....
1067 En B no aparece certeficóse con la muerte (véase nota 1058);
D: y certeficóse....
1068 D: Y døxo....
1069 B: comen.
1070 D: si estos animales mespedezarán, no penaré....
1071 B: depués.
1072 D: volveré.
1073 D: de Allååh, mi señor.
1074 B: li jamás, utilizando la preposición árabe.
1075 No aparece en B y D.
1076 D: entróse.
1077 No aparece en D.
1078 B y D: daban.
1079 B y D: y decíanle:.
1080 D: Alégrate, ¡ye doncella,...!
1081 D: juegaban.
ÍNDICE
619
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
1082 B: traíenle.
1083 B: ansí; D: Døøxo Ka\\bu al-Ajbåår que fue del mandó de Allåh
ta\\ålà, que estuvo en esto....
1084 D: Allåh ¡ta\\ålà!
1085 B: hasta; D: hata.
1086 B: salió.
1087 D: topó.
1088 B: hasta; D: hata.
1089 D: lanza.
1090 D: hermosa, de las especialadas de su tiempo en beldad y hermos¤¤ra.
1091 No aparece en D.
1092 B: vio.
1093 D: cuando el rey la vio luego se enamoró.
1094 D: døxo.
1095 D: ¡Ye la mujer,...!
1096 D: ¿qué es la causa?
1097 D: en este.
1098 D: estos.
1099 No aparece en D.
1100 No aparece en D.
1101 B: la doncella; D: Arcayona.
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620
Notas
1102 D: También yo....
1103 D: yo los tenía.
1104 D: dime de quién eres hija.
1105 D: ella.
1106 D: el rey.
1107 D: yo soy....
1108 D: de al-Hindi y de los romanos.
1109 D: y yo dexé.
1110 D: de servir a.
1111 B: servía; D: sirvo.
1112 B y D: hizo.
1113 D: y por esto aborrecióme y hizo con mí.
1114 No aparece en B y D.
1115 D: te adelantaré.
1116 D: porque....
1117 No aparece en D.
1118 No aparece en D.
1119 D: algo más tu fecho.
1120 D: Lahora contó Arcayona al rey todo....
1121 No aparece en D.
1122 En D no aparece y de.
1123 D: de los tormentos.
ÍNDICE
621
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
1124 No aparece en D.
1125 D: con mí.
1126 D: esa.
1127 B: sin aparcero ninguno; D: sin aparcero ninguno con Él en
su reísmo.
1128 D: Arcayona.
1129 D: el rey.
1130 D: bastante ni perteneciente.
1131 No aparece en D.
1132 B: ansí; D: Pues yo me contento así de ti.
1133 D: la fe y homenaje de rey de....
1134 D: levóla.
1135 D: con sí.
1136 B y D: levóse.
1137 D: ..., y llevóse con ella la cierva. Y ....
1138 En B no aparece y la acatasen.
1139 B: Pues ella trajo a la suegra; D: Y Arcayona perparó a su
suegra.
1140 B: hasta; D: hata.
1141 En B y D no aparece la vieja.
1142 D: Døxo Ka\bu al-Ajbår:
1143 D: Mandóles a todos.
ÍNDICE
622
Notas
1144 B: tuvieron; D: mujeres que el rey tenía, tomaron.
1145 D: y ellas.
1146 B y D: decía.
1147 B: esta carta.
1148 B: sacarás.
1149 D: la hechicera de Arcayona.
1150 No aparece en D.
1151 D: porque....
1152 D: hecho.
1153 B: nuestra ley; D: nuestro addøøn de las ídolas.
1154 D: hijo.
1155 B: vió; D: vido.
1156 B: tenía por Carcayona.
1157 B: señora suegra; D: mi reina.
1158 No aparece en D.
1159 D: estribo.
1160 No aparece en D.
1161 D: a su hijo.
1162 D: y la cierva que se iba con.
1163 D: y fuese Arcayona por.
1164 B: hasta; D: hata.
1165 B: le envió Allåh la paloma; D: le vino la paloma.
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623
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
1166 D: døxo.
1167 No aparece en D.
1168 D: te puedas ayudar sobre tu hijo.
1169 D: ¡Ye paloma!, tengo.
1170 D: demandar.
1171 No aparece en D.
1172 No aparece en D.
1173 B: despertó; D: recordó.
1174 D: Allåh ta\\alà.
1175 No aparece en D.
1176 B: las loores son ada Allåh; D: ¡Al-™amdu li-l-låhi!
1177 D: después.
1178 D: mandó cortar.
1179 No aparece en D.
1180 D: ¡al-™amdu li-l-låhi!
1181 B: saques, que no tiene sentido en el contexto de la frase y es
un error del copista.
1182 B: eres tú.
1183 En D falta desde que me sacó hasta aquí.
1184 B: das gualardón; D: aquél que recibe la poca obra y da el
gualardón.
1185 D: depués.
ÍNDICE
624
Notas
1186 B: del monte; D: de la montaña.
1187 D: istancia.
1188 D: a donde habitase.
1189 En B no aparece este final de frase tras cierva; D: siempre con
ella.
1190 D: Døøxo Ka\\bu al-Ajbåår que, venido el rey de su camino,
demandó....
1191 No aparece en B.
1192 D: hijo.
1193 D: enviaste.
1194 B: mandas.
1195 No aparece en D.
1196 D: vio.
1197 No aparece en D.
1198 B: salió.
1199 B: decía; D: llorando, diciendo.
1200 B y D: a dónde.
1201 No aparece en D.
1202 D: ¡Ye Allåh, mi señor!
1203 B: guárdala de trabajo; D: guárdalos de trabajo.
1204 B: guíalo.
1205 D: y llamábala por la montaña.
ÍNDICE
625
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
1206 B: y no quería responder; D: y ella no quería responderle.
1207 D: Y lahora....
1208 No aparece en B y D.
1209 B: no oyes el lloro que hace por tí; D: no oyes el grande llanto que por ti hace.
1210 D: miedo.
1211 D: tornado a servir a.
1212 B: temo que se haya tornado al servicio de las ídolas y se haya
dexado el servicio de Allåh.
1213 B: y haya crebantado el homenaje; D: y quebrantado la fe y
homenaje.
1214 D: Allåh, aquél que no hay otro señor sino Él.
1215 B: no ha dexado el homenaje ni mi addøn; D: no ha dexado el
addøn de Allååh.
1216 No aparece en D.
1217 D: Y lahora....
1218 D: respondióle Arcayona, y døøxo.
1219 D: ¡que te place!
1220 B: hasta.
1221 D: Pues lahora fuese el rey con los suyos a ella, y....
1222 No aparece en D.
1223 D: mi amada Arcayona.
1224 D: ¿qué ha seído de tí?
ÍNDICE
626
Notas
1225 D: pasado en esta montaña.
1226 B: ¡Ye mi amado!
1227 B y D: hecho.
1228 D: Dixo ella:
–Que ha hecho Allåh mucho bien con mí.
1229 B: manos, y me ha escapado mi hijo por; D: manos, ha escapado mi hijo y tuyo por.
1230 No aparece en D.
1231 D: Lahora....
1232 No aparece en D.
1233 B y D: mucho.
1234 B: hizo; D: había hecho.
1235 D: después.
1236 D: Arcayona.
1237 D: mi amado.
1238 B: ¿por qué...?; D: ¿no...?
1239 No aparece en B y D.
1240 No aparece en D.
1241 D: creyólo Arcayona.
1242 No aparece en D.
1243 B y D: nuestro.
1244 No aparece en D.
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627
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
1245 D: iré.
1246 B: haría.
1247 En D no aparece este párrafo desde: Y no cesó....
1248 D: levóla.
1249 B: hízole; D: hizo.
1250 D: cibdad nueva.
1251 D: en todo su reino.
1252 B: al-Furåt; D: al-Firay.
1253 D: Y luego en poco tiempo fue poblada.
1254 No aparece en D.
1255 No aparece en D.
1256 Aquí aparece en B también lå ™awla wa lå quwati y illå bi-llåhi-l-\aløyi-l-\aΩømø, pero no lo añadimos aquí porque aparece en A
al final de la narración. No aparece en D, que, a partir de aquí, es
absolutamente ilegible y, por el espacio restante en el último folio,
no parece estar absolutamente completo al final.
1257 B: acabó.
1258 B: el cuento.
1259 En B no aparece la doncella.
1260 Aquí termina la narración en el manuscrito B.
1261 Vid. Actas del Coloquio..., pp. 315-336.
1262 En la tesis doctoral, a cuya consulta remitimos, incluíamos
asimismo una fotocopia y transcripción de los manuscritos utilizaÍNDICE
628
Notas
dos para llevar a cabo la edición crítica (es decir B, C y D), con la
única excepción del J 57 (A), que es el que hemos editado. En
dichas transcripciones utilizábamos el sistema de transcripción ya
citado de María Jesús Viguera por ser el más utilizado por la crítica
desde que fue propuesto y porque conserva el problema fonético de
las vacilaciones en las sibilantes, aspecto todavía no aclarado en el
habla de los moriscos, así como la vacilación de los sonidos z y j,
por ejemplo. Con ello únicamente pretendíamos ayudar a una futura investigación de los textos que tenga más en cuenta aspectos formales y lingüísticos de los mismos, aspectos que aquí han sido relegados a un segundo plano para poder concentrarnos más intensamente en el contenido de la leyenda y en todo lo relacionado con la
interrelación entre las culturas árabe e hispánica.
Por otra parte, en las transcripciones indicamos también a pie de
página algunas peculiaridades de los textos, como repeticiones o
errores involuntarios de los distintos copistas, por ser aspectos relevantes pero que hemos considerado conveniente no incluir en el aparato crítico de la edición para no hacer éste aún más extenso. El ms.
A 1944 (D), la copia más descuidada, ha sido incluso reproducido
en algunos pasajes incompletos por claro descuido u olvido del
copista a partir del otro ms. estrechamente emparentado con él: el J
3 (D).
No hemos considerado conveniente incluir aquí todo este material,
con el cual este volumen excedería en mucho su extensión prevista.
1263 Obsérvese la pérdida del árabe que se aprecia en dicha fórmula y en muchas otras que recorren el texto.
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629
Pino Valero Cuadra
La leyenda de La Doncella Carcayona
1264 Repetición que es un típico error de copia.
1265 A. Galmés ve un error en este plural del pronombre, pero
puede referirse a la doncella y a la cierva juntas (vid. «Lle-yeísmo...» , p. 235).
1266 sic, como en otros lugares del texto, seguramente error del
copista.
1267 Zidaque: ‘dote’, del árabe ≈idåq.
1268 conortada: ‘confortada, consolada’. Aragonesismo.
1269 Se trata aquí de un claro error de copia al final de página, con
la repetición de parte de la palabra con la que comienza el siguiente folio.
1270 sic en el manuscrito.
1271 Aquí vuelve a aparecer una repetición al final de un folio.
1272 Variante de zidaque (véase nota 6).
1273 sic en el manuscrito, seguramente un error del copista.
1274 Aquí estamos ante otro error del copista, puesto que se trataba
de una cierva y no de una cabra.
1275 Aquí vuelve a repetir el copista el error anterior.
1276 Este su aparece añadido en el folio entre las palabras con y
querido.
1277 Reconstruido por parecernos un claro olvido del copista.
1278 En esta bibliografía se recogen únicamente aquellos trabajos
directamente relacionados con la leyenda objeto de nuestro estudio
ÍNDICE
630
Notas
o con los objetivos del mismo, dándose otras referencias bibliográficas más puntuales a pie de página.
ÍNDICE
631