Ecología y cooperación como
horizonte post neoliberal
HUGO BUSSO 1
Resumen
Los desafíos políticos y epistémicos se aceleran y la transición ecológica que incitan los acuerdos internacionales para limitar el cambio climático irreversible en marcha se ponen al orden del día en las
agendas de los países y regiones. La necesidad de cambiar de paradigma desarrollista-productivista a uno diferente no antagonista
entre desarrollo y ambiente, se hace evidente desde la perspectiva
ecoocreativa en medio de contextos electorales propicios para el
debate y la creatividad. Por esto, la ecoocreatividad es un concepto
que intenta abrir la perspectiva como horizonte propositivo e interdisciplinario a partir de sugerencias básicas, mínimas y factibles, que
tienen la cooperación y la ecología como determinantes. Esto genera
el debate acerca de si esta transición conlleva inevitablemente a la
estructuración de una nueva clase ecológica postneoliberal, como sujeto del cambio que se pondrá en relación conflictiva inevitable con
la herencia moderna neoliberal. El movimiento cooperativo internacional desde esta perspectiva teórica ecoocreativa, deberá enfocar su
rol y papel en cuanto actor-sujeto político central para propiciar las
tendencias e intenciones prospectivas de otro mundo posible, transmoderno y postneoliberal.
Palabras clave: cooperación, democracia, ecología, ecoocreatividad,
política, post-neoliberalismo, transición ecológica.
Artículo arbitrado
Fecha de recepción:
16/08/2023
Fecha de aprobación:
21/10/2023
Revista Idelcoop, No 241,
Ecología y cooperación
como horizonte post
neoliberal
ISSN Electrónico
2451-5418
P. 69-94 / Sección:
Reflexiones y Debates
Resumo
Ecologia e cooperação como horizonte pós-neoliberal
Os desafios políticos e epistêmicos em processo de aceleração, e a transição ecológica, promovem acordos internacionais para pôr limites às mudanças climáticas
em curso, ainda que irreversíveis, estão na ordem do dia das agendas dos países
e das regiões.
A necessidade de mudar o paradigma desenvolvimentista-produtivista para um
diferente, que não seja antagônico entre o desenvolvimento e o meio ambiente,
Profesor en el departamento de Lengua y Cultura en ENSAE-Polytechnique y Arts
& Métiers (París, Francia). Doctor en Filosofía (Paris 8-UBA).
Correo electrónico:
[email protected]
1
HUGO BUSSO
torna-se evidente a partir da perspectiva eco criativa em contextos eleitorais que
propiciam o debate e a criatividade.
Por isso, a eco criatividade é um conceito que tem o intuito de abrir a perspectiva dita como um horizonte proposital e interdisciplinar baseado em sugestões
elementares, mínimas e factíveis, tendo a cooperação e a ecologia como valores
determinantes.
Isso, assim, gera o debate sobre se a tal transição conduz, inevitavelmente, à estruturação de uma nova classe ecológica pós-neoliberal, como sujeito de mudança,
que será colocado numa relação, inevitavelmente, conflituosa com a herança neoliberal moderna.
O Movimento Cooperativo Internacional, a partir dessa perspectiva teórica eco
criativa, deverá ter foco no seu papel como ator-sujeito político central, promovendo, assim, as tendências e intuitos prospectivos de outro mundo possível, transmoderno e pós-neoliberal.
Palavras-chave: cooperação, democracia, ecologia, eco-criatividade, política,
pós-neoliberalismo, transição ecológica.
Abstract
Ecology and cooperation as a post-neoliberal horizon
The political and epistemic challenges are accelerating and the ecological
transition prompted by international agreements to limit irreversible
climate change is becoming the order of the day in the agendas of countries
and regions. The need to change from a developmentalist-productivist
paradigm to a different, non-antagonistic paradigm between development
and the environment is evident from an ecoocreative perspective in an
electoral context that is conducive to debate and creativity. For this reason,
eco-creativity tries to open up the perspective as a propositional and
interdisciplinary horizon based on basic, minimal and feasible suggestions,
with cooperation and ecology as determinants of the proposed paradigmatic
horizon. This generates the debate about the transition if this inevitably leads
to the structuring of a new post-neoliberal ecological class, as the subject of
change that will be placed in an inevitable conflictive relationship with the
modern neoliberal inheritance. The international cooperative movement
(ICA) then, from this ecooreative theoretical perspective, will have to focus on
its role and role as a central political actor-subject to propitiate the prospective
trends and intentions of another possible post-neoliberal transmodern world.
Keywords: cooperation, democracy, ecology, ecoocreativity, politics,
post-neoliberalism, ecological transition
REFLEXIONES
Y DEBATES
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Ecología y cooperación como horizonte post neoliberal
LA APUESTA FILOSÓFICA
La ecoocreatividad (ecología, cooperación,
creatividad) es una perspectiva filosófica
transmoderna y decolonial (Lander, 2001;
Mignolo, 2002; Grosfoguel & Losaco, 2009;
Dussel, 2020; Dofoix, 2023), que promueve
contribuir a cambiar el sentido político y cultural neoliberal de las sociedades modernas
eurocentradas hacia una mayor igualdad
socioeconómica y adecuada sostenibilidad
ambiental. Para que esto –la ecoocreatividad como utopía concreta– sea factible, será
necesario ir transformando y fortaleciendo
las instituciones correspondientes que lo
posibilitarían, desarrollar la sensibilidad individual e ir reforzando la inteligencia colectiva de cada bio-región en los vínculos integrales con los ecosistemas. Es una decisión
filosófica-política deliberada y una intencionalidad expresa para un nuevo imaginario
propositivo, ya incipientemente balbuceado
en discursos heterogéneos, críticos, y prospectivos al modelo hegemónico de la mundialización financiera neoliberal.2 Es la intuición filosófica-política como sentido político
postneoliberal, a la que habrá que ir instalando más determinadamente en la apuesta
filosófica, que se asume racionalmente para
entender que hay una causalidad futura que
afecta al presente, así como una producción
del futuro por los actos de hoy que provocaran penurias a las nuevas generaciones.
Esta incipiente perspectiva ecoocreativa ha
ido investigando las respuestas alternativas
y los análisis interdisciplinarios en su transcurso histórico reciente para ensayar pensar
las tendencias posibles del futuro a mediaVer referencias bibliográficas sobre estas discusiones y debates en Bourg (2020), CEPAL (2020), Delannoy (2021), Descola &Pignocchi (2022), Escobar (2014), Latour (2017), Lowy
(2011), Norton (2021), Pelluchon (2022), Servigne (2018),
Internacional Convivialista (2020), entre tantas más, desde
donde hemos ensayado hacer una síntesis para el análisis
prospectivo y las sugerencias de utopías concretas.
2
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Para que la ecoocreatividad como
utopía concreta sea factible,
será necesario ir transformando
y fortaleciendo las instituciones
correspondientes que lo posibilitarían,
desarrollar la sensibilidad individual e
ir reforzando la inteligencia colectiva
de cada bio-región en los vínculos
integrales con los ecosistemas.
no y corto plazo (2030-2050). A la vez que se
afrontan en los estudios vinculados al concepto de ecoocreatividad los problemas societales y desafíos ambientales inéditos que
se han generado en el continente latinoamericano, desde las políticas del Consenso de
Washington en las cuatro últimas décadas
y en Europa en los debates y antagonismos
democráticos en el horizonte social y ecológico, hasta los límites de la democracia liberal en las políticas de gestión de la Unión
Europea y América Latina.
El problema actual del capitalismo mundial
no es exclusivamente económico, por lo
tanto su superación y alternativas exceden
este nivel de análisis e intervención. Lo ambiental aparece como apertura política ecosocial, implicando de lleno la economía y la
ecología desde la perspectiva de ampliación
y cuidado de lo común intergeneracional,
que subsume la competencia en horizontes
normativos, instituidos de cooperación democrática colectiva/experimental. Por esto,
consideramos que en América latina no hay
solo dificultades sociopolíticas y económicas
en sentido desarrollista moderno, a las que
deben responder las tendencias de cambio
e innovación. Sino fundamentalmente desafíos transversales en la dimensión ecológica,
HUGO BUSSO
que son problemas inéditos, holísticos, colaterales e integrales impostergables. Por esto
es por lo que democracia y ecología, desde
la perspectiva ecoocreativa decolonial, son
inescindibles en la construcción de sentido de un nuevo imaginario sociopolítico
transmoderno postneoliberal, que busque
englobar el campo de lo posible y lo real del
buen vivir.3 América Latina si no supera paradigmáticamente los limites epistémicos-políticos eurocéntricos en que se halla situada
de modo recurrente –lo que le imposibilita
salir de una situación que la tiene estancada
desde la época colonial aunque por motivos
y contextos diferentes–, sólo podrá lograr
una repetición de patrones de acción de las
gestiones gubernamentales y diseños institucionales que serán un “más de lo mismo”
neoliberal con máscaras de mil rostros, con
tendencias ecofascistas4 muy probables.5
A modo de ejemplos actuales, vemos las dificultades en los gobiernos de Colombia, Chile y Argentina (períodos del 2020-2023), por
quedar presionados y encerrados en planes
políticos desarrollistas-extractivistas, que no
han innovado teórica y prácticamente lo necesario para entusiasmar a los movimientos
y organizaciones sociales ofreciéndoles un
horizonte de lo posible y deseable en un contexto geopolítico mundial incierto para las
próximas décadas. “La declaración de Bogotá”
realizada en marzo del 2023, es testimonio de
la toma de consciencia de la situación por colectivos de asociaciones y redes de investigaEn lo referente a la relación ecología y democracia, nos apoyamos en los siguientes autores: CEPAL (2020); Zask (2022);
Servigne (2018); Barthélémy (2022); Cochet (2019); Bourg
(2021); Descola & Pignocchi (2022); Grandcolas (2023); Busso (2022).
4
DUBIAU (2022).
5
Javier Lewkowicz (2023) muestra el debate dado en la OMC
en 2023, en el cual adelanta los ejes políticos-ecológicos de
EEUU, China y la Unión Europea, para entrever los efectos
e impactos geopolíticos probables que podrían darse objetivamente en los países del capitalismo periférico y dependientes de la mundialización económica-financiera.
3
Vemos las dificultades en los
gobiernos de Colombia, Chile y
Argentina por quedar presionados
y encerrados en planes políticos
desarrollistas-extractivistas, que no
han innovado teórica y prácticamente lo
necesario para entusiasmar
a los movimientos y organizaciones
sociales ofreciéndoles un horizonte de
lo posible y deseable en un contexto
geopolítico mundial incierto para las
próximas décadas.
dores en América Latina6 sobre la geopolítica
de la mundialización económica financiera
neoliberal. Dicho de otro modo, frente a una
pretensión deliberadamente hegemónica en
la construcción de Universales que delimitan
el horizonte del sentido, estamos ensayando
proponer, desde la perspectiva ecoocreativa,
llenar de contenidos postneoliberales los espacios vacíos de lo político, desde la formulación de utopías concretas como construcción creativa democrática. Este experimento
desea transformar “las políticas del desastre”
de tendencias neoliberales –como las llama
la filósofa Angélica Montes Montoya (2021)–,
en tendencias ecoocreativas como dispositivos
de experimentación colectiva (Busso, 2023),
que se orientan hacia nuevos horizontes de
la política, de la estatalidad y que den paso a
una nueva clase (no productivista ni moderna en sentido sociológico) en gestación.
La ecoocreatividad como hipótesis y orientación heurística la utilizamos para profundizar
6
Ver Declaración de Bogotá (2023).
REFLEXIONES
Y DEBATES
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Ecología y cooperación como horizonte post neoliberal
en las posibilidades críticas con la modernidad capitalista neoliberal, por un lado. Pero,
por otro, abriendo a lo incierto como opción
emancipatoria en el horizonte postneoliberal
transmoderno, para un futuro próximo 20232035, con el objetivo de seguir pensando y
creando visiones prospectivas para el mediano
plazo (2035-2050).7 Nuestras fuentes de inspiración se encuentran en diversos espacios académicos (filosóficos, políticos, antropológicos,
etnográficos, sociológicos, económicos) y particularmente a nivel discursivo (prácticas organizacionales e institucionales) donde se fragua
la hegemonía y se entretejen los consensos
siempre precarios y cada vez más inestables. La
ecoocreatividad es una utopía concreta,8 porque ensaya adelantar el horizonte de sentido
de la sociedad que viene, como posibilidad y
orientación postneoliberal a instituir políticamente (como visión prospectiva de un futuro
posible y deseable de sociedades democráticas
radicales – ecológicas transmodernas). Las utopías concretas son una forma de utopía que se
basa en la idea de crear una sociedad decolonial ideal, a través de la planificación acordada
democráticamente y de la implementación de
políticas específicas acordadas por les ciudadanes. A diferencia de las utopías tradicionales,
que generalmente son vistas como imposibles
de alcanzar, las utopías concretas son consideradas factibles de lograr mediante la acción humana. Estas políticas incluyen la igualdad económica, la justicia social, el bienestar general
que buscan el equilibrio y estar en armonía con
la biodiversidad regional desde una perspectiRemito a BUSSO (2022, 2023), en donde me explayo sobre
estos temas.
8
Este concepto remite a Ernst Bloch, autor de El principio
esperanza, para quién la utopía concreta busca a grandes
rasgos combinar los ideales utópicos con la realidad práctica. Para el pensador francés de formación marxista, la praxis
se da en ir buscando políticamente crear sociedades y sistemas sociales que se acerquen idealmente a la perfección,
sin perder de vista las condiciones y limitaciones del mundo
en el que vivimos concretamente. Ver también Wallerstein
(1998) en donde las reflexiones ecoocreativas se encuentran
de modo más próximo.
7
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Algunos ejemplos de
utopías concretas incluyen versiones
del socialismo, el anarquismo, el
liberalismo y el ecologismo. Así como
el liberalismo y el marxismo han
organizado la política y han sido su
horizonte, la ecoocreatividad podría
convertirse en la nueva definición
del nuevo frente de lucha, sin ser un
partido político o movimiento.
va filosófica analéctica9 (Dussel, 1983: 185-204),
donde el/la Otro es aceptade en su radicalidad
otra en el juego democrático-agonal (Laclau,
2016; Mouffe, 2018) en donde se crea el sentido (Archké) inestable y cambiante, que posibilita el espacio político que instituye y canaliza
los desacuerdos que deben evitar la guerra civil
o la violencia de clases.
Algunos ejemplos de utopías concretas incluyen versiones del socialismo, el anarquismo, el
liberalismo y el ecologismo. Así como el liberaLa analéctica es un método creado por la Filosofía de la
Liberación, desarrollado por pensadores como el teólogo
Juan Carlos Scannone, el filósofo Enrique Dussel y el antropólogo Rodolfo Kusch. Dussel explica el método en su
libro Filosofía de la liberación, como adecuado para realizar
la tarea filosófica. El término analéctica (en griego antiguo,
ανωλεκτική) se forma con la unión de los términos griegos
ανω anó, que significa "más allá", y λογιζομαι loguizomai, que
significa "razonar". Para Dussel, la dialéctica considera la unidad de los diferentes, de los contrarios en la totalidad del ser.
La analéctica significa ir más allá de la totalidad y encontrarse con el Otro, que es originalmente distinto y por tanto su
logos irrumpe interpelante más allá de mi comprensión del
ser, más allá de mi interés. Este método integra, al menos
en su base, dos modos de análisis filosóficos ya tratados y
utilizados por la tradición filosófica: la analogía (método clásico, bastante utilizado en el tomismo y otras escuelas de la
escolástica), y la dialéctica (ya se la entienda en su vertiente
platónica o en su vertiente hegeliana/marxista).
9
HUGO BUSSO
lismo y el marxismo han organizado la política y han sido su horizonte, la ecoocreatividad
podría convertirse en la nueva definición del
nuevo frente de lucha, sin ser un partido político o movimiento. Porque la ecoocreatividad
pretende ser la delimitación postneoliberal
del campo de lo político, un abandono deliberado del pensamiento economicista, la crítica
profunda de los criterios acientíficos de competición inherente a lo social del liberalismo
desde la cooperación como horizonte de sentido. Aquí, el ‘neoliberalismo’ en lo ideológico
es pensado como horizonte hegemónico de la
mundialización económica con el ‘monetarismo’ en lo doctrinario económico. En síntesis, la
ecoocreatividad, como hemos adelantado con
Angélica Montes Montoya (2022), es un neologismo que une tres categorías complementarias e interdependientes como intencionalidad deliberada de salirse experimentalmente
del juego de la política y de lo político10 neoliberal hegemónico: ecología, cooperativismo
y creatividad.
1. Ecología como la ciencia y comprensión
integral de la relación entre sociedad en
y con su medio, entre e inter-especies. Ha
integrado a su reflexión política lo terrestre, junto a lo local y lo global. Es una nueva fuente de conflictos y división del campo intelectual, donde no solo cuentan los
deseos y las expectativas exclusivamente
humanas. Es una praxis relacional, sistémica en donde se observan las redes de
co- implicaciones, analizan las simbiosis y
se piensan los efectos y las causas de las
interdependencias e interacciones en su
recursividad, sin sujetos privilegiades.
«La» política en sentido policial en el que ya han sido asignados los lugares y recursos, que niega los cambios y sostiene las decisiones; lo político como espacio vacío y condición
de posibilidad de las transformaciones fruto de las luchas y
del devenir político de la sociedad en sus desacuerdos y debates democráticos. Seguimos la idea de Jacques Rancière
(1996) en su clásico libro El desacuerdo. Filosofía y política.
10
2. Cooperativismo como la acción conjunta,
entre humanes y terrestres, con objetivos
compartidos en función de aumentar las
condiciones óptimas de existencia de
lo viviente (humano y no humano), promoviendo como sinónimo la simbiosis
no parasitaria (Delannoy, 2021). El individualismo, el presentismo (Hartog, 2022;
Baschet, 2018) y la competencia son subsumidos y subordinados a este primer
marcador, la cooperación en búsqueda de
nuevas formas integrales para acelerar la
transición ecológica hacia un nuevo estilo
de vida, de educación y de prioridades colectivas. Esto implica una resignificación y
revaloración del progreso y el desarrollo,
redefiniendo la extracción, la producción,
el consumo, la distribución, el uso/acceso/
propiedad (economía circular, simbiótica,
permacultura, bioagricultura) y el destino
de los desechos que afectan la biodiversidad, ampliando y protegiendo lo común
intergeneracional e inter-especies, en un
horizonte decolonial postneoliberal, es
decir, ecoocreativo.
3. Creatividad en el sentido no dogmático ni
profético, sino experimental y analéctico.
Porque sugiere que lo instituido sea creado en procesos democráticos agonales,
directos y participativos de ciudadanes
autónomes, evitando repetir lo que es el
problema por evitar. La creatividad debe
ser impulsada en la dimensión sociopolítica democrática para generar los dispositivos de experimentación que posibiliten
ampliar y promover la inteligencia colectiva. Donde el error sea el acontecimiento para ajustarse a las verdades situadas,
compartidas. La democracia, desde esta
perspectiva, es la gestión institucional
de la ignorancia. Por lo tanto, la innovación en todos los ámbitos es una creación
siempre colectiva, siendo propiedad común en sus usos, accesos y usufructos, en
REFLEXIONES
Y DEBATES
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Ecología y cooperación como horizonte post neoliberal
la medida que el bienestar colectivo sea
el horizonte de sentido del bienestar y la
libertad individual. La igualdad es lo que
debe estar en permanente litigio, contenido por la fraternidad que deberá incluir
la competencia y el conflicto en el horizonte de la cooperación política ciudadana del bien común, para la consolidación
del Buen Vivir (concepto originario de los
pueblos prehispánicos en América del
Sur, ha sido incluido en la Constitución del
Estado Plurinacional de Bolivia, así como
en la Constitución de Ecuador realizada
en la presidencia de Rafael Correa).
1. ¿QUÉ HACER CUÁNDO LO ECONÓMICO NO ES
LO CENTRAL?
El Buen Vivir es el horizonte del espacio de
lo político,11 que debe devenir y metamorfosearse permanentemente, alterando por
adaptación y actualización los lugares asignados y los espacios de poder de la política.
Porque es un espacio vacío que se reconfigura en la acción como espacio específico:
lo político. Siendo la política la asignación
de lugares fruto de la relación de fuerzas que
establece determinadas configuraciones al
poder hegemónico y sus formas de crear
consenso y conflictos. La pregunta principal
que alude a la incertidumbre y al desacuerdo entre les humanes es ¿qué hacer? en estos
contextos de transición ecológica demoraLa CEPAL (2020: 35) define este concepto de la siguiente manera: “En ese contexto, el bienestar o el buen vivir de
la humanidad debe ser el fin último de las estrategias y los
planes nacionales de desarrollo, o de las orientaciones de
mercado, del estilo de desarrollo. Al reconocer la complejidad de la realidad, los enfoques se orientan a robustecer las
capacidades de hombres y mujeres para enfrentar la incertidumbre. […] Lo económico es apenas una de las aproximaciones al buen vivir (como ejemplo de la complejidad y
multidimensionalidad del problema, sobre la relación entre
la droga y la sostenibilidad). Los economistas deben unirse a
otras disciplinas, como la filosofía, la psicología, la ecología,
las ciencias políticas y las otras ciencias sociales, que han tratado de descifrar el comportamiento humano.“
Hay que forzar más la imaginación
para salir del interregno que bloquea
las emociones más básicas e
instintivas, como el miedo al presente y
el pánico al futuro. Ya sabemos
por experiencia histórica que las
emociones cuando se desatan sin
control se vuelven peligrosas por la
violencia que generan en la comunidad.
Hitler, Trump, Bolsonaro son pruebas
de un populismo de carácter tribal
(desprecio a les diferentes, inmigrantes
y pobres). Más aún si son movilizadas
por miedos, resentimientos identitarios
y odios políticos.
da. Dicho sea de paso, esta demora es el motor principal de la ecoansiedad,12 entendida
como ansiedad frente a los cambios ambientales evidentes y las amenazas que ya se hacen sentir para el futuro. Todo parece indicar
que la sociedad de consumo en los países de
todo el mundo es el problema, porque producir más, vender más, acumular más bienes
materiales y desear tener siempre más dinero y bienes no es la solución paradisiaca, ni
11
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“Ecoansiedad” es un concepto nuevo que se refiere al miedo, ansiedad o preocupación excesiva relacionada con los
cambios climáticos y sus impactos en el medio ambiente.
Suele manifestarse en les individuos como una forma de
preocupación generalizada o en modo de trastornos mentales específicos, por ejemplo, el trastorno de ansiedad o
el trastorno de estrés postraumático. La ecoansiedad también puede manifestarse en forma de comportamientos
relacionados con horizontes ideológicos como la obsesión
por reducir la huella de carbono, el deseo de vivir en lugares
menos urbanos y llevar una existencia cotidiana de manera
más sostenible.
12
HUGO BUSSO
la mejor de las promesas modernas posibles
que compiten con los paraísos bíblicos-celestiales. Más bien, parece ser todo lo contrario, puesto que en la actualidad el relato
moderno que entusiasmaba los imaginarios
con el progreso productivista como misión
salvífica y posesión acumulativa de objetos
está puesto ahora en duda radical, por las
consecuencias ecológicas irreversibles en
muchos casos. Sin que haya nada para reemplazarlo como imaginario, que entusiasme
multitudes de modo claro y nítido, al menos
por ahora. Por lo tanto, hay que forzar más
la imaginación para salir del interregno que
bloquea las emociones más básicas e instintivas, como el miedo al presente y el pánico
al futuro. Ya sabemos por experiencia histórica que las emociones cuando se desatan sin
control se vuelven peligrosas por la violencia
que generan en la comunidad. A. Hitler, D.
Trump, J. Bolsonaro son pruebas de un populismo de carácter tribal (desprecio a les
diferentes, inmigrantes y pobres). Más aún si
son movilizadas por miedos, resentimientos
identitarios y odios políticos. Exigir la imaginación política y la irreverencia a prejuicios
asumidos como “lo real” en tiempo donde ya
estamos a marcha forzada es necesario, porque no hay horizontes superadores, promesas salvíficas ni de reemplazo del problema al
que nos enfrentamos como civilización, cultura y humanidad. Solo hay ecoocreatividad
probable, entonces es un adelanto incauto,
por ahora, de sugerencias, ensayos de diagnósticos y sentidos prospectivos generales
por donde deberíamos orientar la praxis de
los movimientos sociales postneoliberales,
que son o podrían ser los agentes del cambio político, la construcción de una nueva
clase ecológica. Este nuevo sujeto como clase ecológica (Latour & Schultz, 2022) o ecoocreativa (Busso, 2022) son visiones teóricas,
heurísticas e hipótesis de indagación sociológica y política, no descripciones fácticas
de sujetos sociopolíticos actuales. La con-
flictividad ecológica y política, ligada al desarrollo y al crecimiento económico en todo
el mundo y América Latina en particular es
un espacio teórico académico transdiciplinario y político-intelectual en transformación (OSAL, 2012; CEPAL 2020; Fassin, 2022,
Latour & Schultz, 2022).
Por esto, hemos propuesto en otros escritos
precedentes (Busso, 2022), un aporte para el
debate como punto de partida no de llegada.
Es el punto de partida de la democracia radical
ecoocreativa que da el poder no a los expertos
sino a la deliberación política de la ciudadanía,
ya que el lugar de la Verdad (teológica, dogmática, ideológica como Jehovah, el Estado o
el Mercado) es desechado a priori, porque lo
político es y debe estar vacío para que pueda
justificar y promover el cambio del sentido.
Porque es el Demos quien decide autónomamente asumiendo su poder (Kratos), su destino. Esto implica que instituciones financieras
y expertes son secundarios o aleatorios en las
decisiones fundamentales. Por esto es por lo
que creemos factibles las doce líneas generales propuestas desde las tendencias ecoocreativas, para una sociedad más ecológica, cooperativa e igualitaria como intención expresa.
Esto es, para no degradar la vida democrática
y las ventajas de la libertad –como lo hace la
tiranía del mercado neoliberal–, y que deberán
asegurar las instituciones que gestionan lo común y lo público de les ciudadanes desde una
temporalidad que no esté presa en lo urgente,
sino que se autogestione y gobierne democráticamente, auto instituyéndose desde lo
importante como destino colectivo decidido
de modo igualitario y libremente (Castoriadis,
1998). Esto debe reflejarse en instituciones
que promuevan la planificación y garanticen
la gestión de un mejor reparto de las riquezas
producidas colectivamente, con menos contaminación, menos emisión de gases de efecto
invernadero y una reducción del deterioro de
los biotopos. Estos objetivos son, en el mejor
REFLEXIONES
Y DEBATES
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Ecología y cooperación como horizonte post neoliberal
Naturalmente confinados a la zona
del oxígeno en un espesor de
poquitos kilómetros entre la superficie
de la tierra y la atmosfera terrestre,
el capitalismo nos encierra en nuestros
hogares por pandemias que lo tienen
por causa, es decir confinados en
sentido general, hasta ahora por
el capitalismo que se niega,
como todo sistema, a morir.
de los casos, contradictorios respecto de la situación actual donde los Estados Naciones son
sometidos a fuerzas y poderes heterónomos.
Deberán ser puestos en marcha por consensos
entre Estados, partidos políticos, la opinión
pública, empresas, organismos internacionales y organizaciones/asociaciones del tercer
sector. La práctica política de lo que redefinirá el sentido de “pueblo” saldrá de los marcos
creados en el siglo XX, pero no se sabe cómo
se dará en las décadas que vienen. Nosotros
por ahora la nominamos como “ecoocreativa”,
porque en su neologismo lleva los tres ejes
que orientan el horizonte de experimentación
colectiva postneoliberal: ecología, cooperación y creatividad.
El futuro se delinea en el presente en devenir,
la temporalidad es una durée como proceso
que incluye al pasado, en su estructura esencial, el aquí y ahora que puede hacer inteligible
y crear el futuro. El capitalismo, como modo
de producción y reproducción del mundo
humano se confronta a una crisis en la que
lo económico no es lo central. La dimensión
paradigmática concerniente a lo geopolítico
de hoy es estructurante de los dilemas y fundamento de las limitaciones interpretativas
77
241 Noviembre 2023, p. 69-94
modernas eurocentradas para comprender el
cambio y las tendencias futuras. El capitalismo
como modo de organización social, económico y de subjetivación, según puede inferirse
del “Sexto informe del GIEC” hecho en 2022,13
degrada la humanidad desde el exterior (biodiversidad) imponiéndose así a todo lo que
toca, destruyendo las condiciones de su propia sobrevivencia, siendo en consecuencia su
propia condena (como los virus exitosos que
mueren precisamente de tanto éxito). La sacrosanta “innovación” que tanto se invoca, es
una fuga temporal que va acelerando ya no su
propio fin, sino “el fin” de la vida en el planeta.
Por esto, el capitaloceno trae muchas consecuencias por una degradación de las condiciones de vida a una velocidad inesperada. Naturalmente confinados a la zona del oxígeno en
un espesor de poquitos kilómetros entre la superficie de la tierra y la atmosfera terrestre, el
capitalismo nos encierra en nuestros hogares
por pandemias que lo tienen por causa, es decir confinados en sentido general, hasta ahora
por el capitalismo que se niega, como todo sistema, a morir.
La agroecología, la economía simbiótica, economía circular son puertas de entrada para rediseñar eclógicamente lo que deberá ser reutilizado, reciclado y reparado en tanto objetos
y artefactos de uso. Pero no todo se puede ni
debe repararse, como la mundialización económica neoliberal, por ejemplo. Esta ya cedió
algunos temas con el “desarrollo sostenible”
-un oxímoron, porque une dos antagonistas,
crecimiento y sostenibilidad, imposibles hasta
ahora en el contexto actual-, para seguir con
“más de lo mismo” (y su mitología tecnocientífica como salvavidas improbable del imaginario economicista). El economicismo de
la mundialización y su “tecnosolucionismo”
13
Puede leerse en : https://www.unep.org/fr/resources/rapport/sixieme-rapport-devaluation-du-giec-changementclimatique-2022
HUGO BUSSO
concomitante, deben ser reemplazados por
la inteligencia primero de la negación dialéctica de las sociedades democráticas atentas,
que tengan un proceso interno deliberativoagonal, que pongan a prueba las ideas que
tendrán a la acción como acontecimiento que
confirmará o no la coherencia de esta, con evaluaciones democráticas apoyadas en ciudadanes autónomes y en la ciencia que ya asumió
la complejidad ecosistémica como horizonte.
Luego, por la afirmación creativa de su propia
experimentación democrática - cooperativa,
la que deberá ser nuevamente negada por la
acumulación de contradicciones y dificultades
políticas de la nueva etapa ecoocreativa. Esta,
exigirá nuevas perspectivas y normativas temporales que incluyan las variables vitales relacionales de la biodiversidad, así como también
mejorar la distribución de reconocimientos y
beneficios ampliando lo común, escuchando
las demandas, reclamos y correcciones como
proceso auto instituyente del imaginario de la
nueva clase ecoocreativa. La cooperación será
el horizonte de despliegue del sentido a crear
colectivamente como consolidación de lo común, que debería redefinir el concepto filosófico de propiedad, de lo público y de lo privado
en sentido jurídico y económico, por lo tanto
político, como perspectiva postliberal.
La cooperación será el horizonte
de despliegue del sentido a
crear colectivamente como
consolidación de lo común, que debería
redefinir el concepto filosófico
de propiedad, de lo público y de lo
privado en sentido jurídico y
económico, por lo tanto político,
como perspectiva postliberal.
GEOPOLÍTICA Y VISIONES GEOESTRATÉGICAS DE LA
TRANSICIÓN ECOLÓGICA
El antropo/capitaloceno trae muchas consecuencias en todas las dimensiones de análisis,
por una degradación de las condiciones de posibilidad de la vida a una velocidad inesperada,
nunca vista en la historia humana y geológica
terrestre, al menos en los últimos 10 mil años.
Les vivientes, como ya hemos dicho, estamos
confinados a la zona del oxígeno, en un espesor de poquitos kilómetros entre la superficie
de la tierra y la atmosfera (Aurez, & Georgeault,
2016). Les científiques nos alertan desde hace
más de cincuenta años acerca de la urgencia
de los cambios, para que no sea tarde –aunque ahora la frase empieza a cambiar de modo
significativo, agregando el “tan” tarde, como
intensificador de “tarde”. Toda crisis trae consigo como lógica del Yin-Yang nuevas oportunidades y posibilidades de experimentación y
creatividad. Nuevas elecciones democráticas
en todo el continente serán la oportunidad
para otras orientaciones colectivas y reorientaciones de sentido de las repeticiones políticas. Estas repeticiones ya no podrían no ser la
necedad obsecuente, patológica, de la avidez
desmesurada por adoración de fetiches de valor (divino, financiero, ideológicos), a los que
sería mejor dejar de lado. Todo se conjuga en
América Latina –en Argentina en particular–,
para que la inteligencia, la voluntad y la perseverancia se pongan en acción. Las preguntas
son no solo ¿qué hacer?, ¿cómo gestionar los
recursos siempre escasos?, sino además ¿cómo
formular las buenas preguntas, propiciar los
espacios adecuados para tomar las decisiones
más pertinentes para orientar las acciones eficazmente y las inversiones de recursos de la
comunidad para responder del mejor modo a
los desafíos actuales?
Las perspectivas se vuelven difíciles de asir, la
espada de Damocles se presenta como trágica
si seguimos en el mismo modelo civilizacional,
REFLEXIONES
Y DEBATES
78
Ecología y cooperación como horizonte post neoliberal
y muy costosa también si cambiamos de modelo socioeconómico cultural a mediano y largo plazo. La transición es ya revolucionaria en
sí misma, si se lleva a cabo en las condiciones
actuales (“la revolución” es ahora conservar las
condiciones de la vida y evitar degradaciones
irreversibles). Porque los tiempos apremian y
el aumento de la temperatura no reconoce poder volver atrás rápidamente a temperaturas
más convenientes para la vida. La alternativa
al desmoronamiento ambiental planetario que
genera el antropo/capitaloceno, parece ineluctable. Debe ser por esto mismo realista y eficaz,
sabiendo que generará demasiados conflictos
en todos los frentes, porque deberá ir abandonando la sociedad de mercado para crear otra
vez sociedades con mercados, subordinados a
las decisiones políticas colectivas, según las necesidades vitales no solo de les humanes, y en
donde las esferas de intercambio de elementos
vitales de subsistencia se autonomizarían (política y económicamente) del juego del mercado neoliberal (Descola & Pignocchi, 2022:119).
Esto requerirá democracias radicales y actores
decididos con la pregunta por delante, seguida
por la experimentación y la determinación de
evitar las pasiones tristes para ir creando algo
diferente, en medio de desmoronamientos de
las variables climáticas como las hemos conocido y de una disminución atroz de biodiversidad, que hará irreconocible muchos lugares de
nuestro bello planeta.
Estados Unidos, China y la Unión Europea
están moviendo sus cartas geopolíticas, sin
asumir las consecuencias de ser los mayores
emisores de gases de efecto invernadero por
su historia y por su nivel de vida actual. Sus
perspectivas políticas se estructuran desde
proyecciones e interpretaciones prospectivas
de lo que vendrá, como modo de forzar la incertidumbre incontrolable que se prefigura
en el horizonte civilizacional. Estados Unidos
no abandonará su verdadero sueño de “extraterrestre” americano –como llamaba Bruno
79
241 Noviembre 2023, p. 69-94
Los tres bloques más fuertes,
China, EE. UU. y la U.E. ya están
instalados en el juego futuro multipolar,
sin querer abandonar reglas de juego
ventajosas (patentes, commodities,
reglas financieras con sus instituciones
mundiales a su favor) que son
el verdadero problema, en un mundo
que clama cooperación ecológica
y creatividad para salir de un modelo
competitivo e individualista que es el
inconveniente, el “ancien régime”
a superar.
Latour la retirada del entonces presidente D.
Trump de los acuerdos de Paris–, posicionándose ante China de modo bélico. El Imperio
milenario de Asia seguirá subsidiando sus empresas para tener ventajas comparativas en
el comercio internacional, desde su posición
de fuerza de ser el PBI mayor en el mundo actual. La Unión Europea ya puso en marcha un
conjunto de medidas ambientales (CBAM, en
inglés, MACF en francés),14 de promoción industrial, tecnológica y comercial que se harán
sentir con el Sistema de Intercambio de Emisiones (ETS), que penalizará económicamente
a los sectores industriales, energéticos, químicos, alimentarios que superen determinado
umbral de emisiones. Es decir, ya es posible
entender las nuevas reglas de juego como
preparación de sus condiciones, que son parte de la guerra comercial inter-imperialistaneocolonial, versión 2024-2050. Pueden verse
en las políticas públicas de incentivos a las
Ver: https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/
fr/qanda_21_3661
14
HUGO BUSSO
América Latina tiene su tradición
ancestral como referente ecológico;
la Filosofía de la Liberación,
la Teoría Decolonial, la Teoría de la
dependencia, las reflexiones
de Arturo Escobar (2016),
las propuestas interdisciplinarias
de la CEPAL (2016; 2020),
la Declaración de Bogotá (2023)
para comenzar a debatir y posicionarse
como jugador autónomo
y a la vez cooperativo.
energías renovables y en los castigos aplicables como límites normativos a las emisiones
de gases de efecto invernadero (tanto al interior como al exterior de cada bloque), aunque
haciéndolo en su misma incertidumbre en
donde la competencia es la clave. El impacto
en las exportaciones para los países de América Latina y África será de dimensiones considerables (en las materias primas como la
carne, frutas y verduras). Por esto, es de prever
que serán más intensos porque los países del
sur están generalmente asediados por las necesidades inmediatas de nutrición agravados
por servicios básicos insatisfechos, con escasa
visión a futuro en sus liderazgos políticos actuales. Por lo tanto, es de prevenir que estos
bloques serán arrastrados a jugar un juego
geopolítico, otra vez desventajoso, pero en
esta oportunidad, peligrosamente mayor. Los
tres bloques más fuertes como China, EE. UU.
y la U.E. ya están instalados en el juego futuro multipolar, sin querer abandonar reglas de
juego ventajosas (patentes, commodities, reglas financieras con sus instituciones mundiales a su favor) que son el verdadero problema,
en un mundo que clama cooperación eco-
lógica y creatividad para salir de un modelo
competitivo e individualista que es el inconveniente, el “ancien régime” a superar. La crisis no
es una abstracción universal de una situación
sin espacio ni sujeto, es el modelo mismo de la
mundialización económica financiera actual
que nos sumerge en este tipo de temporalidad que ya no es un intersticio y bifurcación
en la decisión, es un modo de temporalidad
permanente, agobiante, geolocalizado en su
destructividad como acontecimiento de su
Verdad. Los tres bloques políticos como actores principales saben que la disputa por la hegemonía por un mundo unipolar en ruinas se
da en un presente que se extiende en una duración que excede lo efímero, escuchando los
ecos del pasado. El retorno de China como jugador principal cambia el tablero geopolítico,
en donde la mundialización anglosajona ya
lo tiene como vencedor, al menos por ahora.
Occidente ha entrado en el tiempo del Kairós
(la oportunidad), y es de prever que utilizará la
transición ecológica, al menos en parte, como
arma geopolítica de guerra para no ceder las
posiciones de privilegio conseguidas en los
últimos siglos.
Se va sintiendo con mayor nitidez en los tiempos actuales (Kronos), en todos los niveles –individual, organizacional, institucional– cómo
el planeta se recalienta y se reseca cada vez
más, en medio de catástrofes ”naturales” cada
vez más antrópicas. Mientras, América Latina
se auto encierra geopolíticamente en problemas endémicos y estructurales de desigualdades económicas que la condenan por sus
consecuencias en la nutrición y acceso a bienes básicos para el conjunto de la población
(CEPAL, 2022; 2023). ¿Qué se puede esperar en
el interregno que visualizamos como sustitución de la matriz societal neoliberal cuando las
tres principales potencias llevan la delantera
en iniciativas y configuración de las reglas de
juego internacionales en un mundo cada vez
más multipolar? América Latina tiene su tradi-
REFLEXIONES
Y DEBATES
80
Ecología y cooperación como horizonte post neoliberal
ción ancestral como referente ecológico, la Filosofía de la Liberación, la Teoría Decolonial,15
la Teoría de la dependencia, las reflexiones de
Arturo Escobar (2016), las propuestas interdisciplinarias de la CEPAL (2016; 2020), la Declaración de Bogotá (2023) para comenzar a debatir
y posicionarse como jugador autónomo y a la
vez cooperativo. Estamos en el tiempo del Kairos (la oportunidad) porque el tiempo de la dehiscencia (la explosión del fruto que disemina
sus semillas) ya está entre nosotros. Entonces,
¿esperamos a Godot o damos un salto ecoocreativo? La física quántica parece que viene a
la ayuda de la filosofía y la teoría política postneoliberal…
ORIENTACIONES POLÍTICAS BÁSICAS PARA DIALOGAR,
PREGUNTAR, PEDIR, SUGERIR Y/O EXIGIR A LOS ACTORES
DE LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA EN CURSO
La ecoocreatividad (ecología, cooperación,
creatividad), sosteníamos al comienzo de este
escrito, es una perspectiva filosófica postneoliberal experimental, que promueve por lo tanto otro paradigma sociopolítico, que implicaría
tanto una mirada prospectiva de los países y la
región en donde el mercado no sería el dogma
temático central, ni le consumidore le sujeto
sino le ciudadane autónome. Además, es la
promoción de un tipo de praxis política-democrática gubernamental creativa, alternativa al
NPM (New Public Management, promovido por
el Consenso de Washington). Es decir, ecoocreatividad es promover deliberadamente y
cambiar intencionalmente el sentido político
y cultural de las sociedades hacia una mayor
igualdad socioeconómica, con mejor sostenibilidad ambiental post-extractivista (Svampa,
2019).16 Es otro concepto de valor y de trabajo
radicalmente diferente al del capitalismo desarrollista y de crecimiento económico, es una
Lander (2001); Mignolo (2001); Grosfoguel & Losaco
(2009); Dussel (2020).
16
Ver el sitio de CLAES: http://extractivismo.com/
15
81
241 Noviembre 2023, p. 69-94
Ecoocreatividad es promover
deliberadamente y cambiar
intencionalmente el sentido político
y cultural de las sociedades hacia
una mayor igualdad socioeconómica,
con mejor sostenibilidad ambiental
post-extractivista. Es otro concepto
de valor y de trabajo radicalmente
diferente al del capitalismo desarrollista
y de crecimiento económico, es una
decisión e intencionalidad expresa de
un nuevo imaginario que le apuesta
racionalmente como sentido a lo
político pos neoliberal.
decisión e intencionalidad expresa de un nuevo imaginario que le apuesta racionalmente
como sentido a lo político pos neoliberal.17
Los puntos que siguen son indicaciones superficiales e incipientes, presentados de
modo muy rápido para abrir el diálogo ecoocreativo, que no se asume neutro en su punto
de vista, siendo conscientes de los desafíos
que implica y los inconvenientes que generaría. Les sujetos con los que se debería abrir el
diálogo con miras al horizonte de corto plazo
(2030) –para reducir el 43% de los GEI con el fin
de que el recalentamiento planetario no supere los 1,5° c–, a mediano plazo (2050) –para que
las emisiones de GEI sean casi nulas a partir de
Es obvio que esto supone además de muchos inconvenientes, muchas dudas e incertidumbre en todos los niveles
de análisis y acción concreta. Tomamos como referencia teórica diversas perspectivas: Bourg, D. & Chapotot (2022); Henry (2023); Descola & Pignocchi (2022); Fassin (2022); CEPAL
(2020); Escobar (2016); De Santos Sousa (2006).
17
HUGO BUSSO
esta década– y largo plazo (2100), deberán
evitar expresamente la tiranía económica de lo
urgente en materia de acumulación de capital.
Les actores deberían ser, al menos a grandes
rasgos, les decisores políticos elegides democráticamente, el activismo social (tercer sector)
y les investigadores sociales (locales, regionales), que deberían ir preparando las preguntas
importantes para abordar la complejidad de
la agenda de prioridades. Es decir, deberían
ir coordinando según planes acordados las
escalas y niveles de intervención, para dar respuestas democráticas en la situación actual de
calentamiento climático, desaparición acelerada de especies, reducción drástica de materias
raras, de degradación irreversible de los ecosistemas, de catástrofes naturales a repetición,
migraciones masivas de personas, y costas que
sumergen grandes ciudades. Estos desafíos
pueden ser también usados por les actoressujetos como cuestionamientos, sugerencias,
peticiones y/o imperativos en democracias
radicales y agonísticas donde los conflictos
políticos se recalentarán, en proporción, aún
más que el planeta. El devenir dependerá de
la perspectiva democrática recursiva de cada
país y de cada une como ciudadane autónome y libre, en referencia al sentido deseado
como destino colectivo, en la determinación
de su futuro. Las dificultades, limitaciones y
conflictos están asegurados desde estas perspectivas, pero la catástrofe será, –es de pre-
Los mercados financieros al
igual que los mercados económicos
deben estar subordinados
políticamente en todos sus niveles
por los imperativos climáticos
que son desafíos a las
condiciones vitales.
ver desde los informes del GIEC (2022) y las
indicaciones de la CEPAL (2020)–, aún mucho
mayor si se continua con este modelo económico internacional de protección de las
condiciones de acumulación de capital financiero-económico, de prácticas extractivistas
compulsivas de materias primas y expectativas económicas financieras de crecimiento
permanente.
Veamos a continuación los puntos para abrir
el diálogo:
1. Les propietaries y dirigentes de empresas
que contaminen y degraden el ambiente
deben ser desposeídes de toda ventaja fiscal o subvenciones estatales. Es decir, dejades de lado sin compensaciones económicas, reorientando sus actividades productivas y de I+D hacia la transición ecológica.
Se deberá ir poniendo límites normativos
y sistémicos a todas las actividades que no
respeten los acuerdos internacionales para
reducir drásticamente las emisiones ligadas
a energías fósiles.
2. La fiscalidad de bienes y servicios a nivel
territorial, regional, nacional e internacional
deben reestructurarse para reintegrar los
desarreglos y daños cometidos en la producción y consumo que se inflige al capital
natural. Deben ser pensados a la vez para
reducir las desigualdades socioeconómicas
existentes en todos los niveles. ¿Es posible
y deseable la transición ecológica con desigualdades económicas crecientes en la distribución y responsabilidades de los costos
a niveles locales y globales? ¿Cómo pensar
la extracción del litio en América Latina y el
Coltán en África, el carbón, el gas y el petróleo de modo eco responsable?
3. Las instituciones financieras y de crédito
deben centrar su acción en la transición
ecológica, encareciendo las actividades pro-
REFLEXIONES
Y DEBATES
82
Ecología y cooperación como horizonte post neoliberal
ductivas y de consumo que utilicen energías
fósiles. Se han otorgado, según Le Monde
(2024), mil millones de dólares en financiamientos y subvenciones a las economías fósiles en los últimos 7 años, siendo México el
peor ejemplo. Los mercados financieros al
igual que los mercados económicos deben
estar subordinados políticamente en todos
sus niveles por los imperativos climáticos
que son desafíos a las condiciones vitales
de les Terrestres.
4. Dar personalidades jurídicas adaptadas a
formas democráticas locales para la protección y ampliación del capital natural.
“Guardianes de la naturaleza”, representantes legales-jurídicos que toman la voz
de ríos-especies, asambleas representativas de los actores involucrados, consultas y plebiscitos, promoción de modos
de gestión cooperativos, inclusión de
asociaciones, cámaras de representantes
sectoriales (Truong, 2023). Cada lugar debería adaptarse a su forma de democracia
local con modos representativos directos
e indirectos, porque la participación y las
decisiones deberían ser vinculantes como
proceso cooperativo de radicalización y
profundización democrática local, regional e internacional.
5. Recentrar desde una racionalidad cooperativa y ecológica los costos, los beneficios
y los desafíos sin reproducir esquemas hegemónicos coloniales, de subordinación
de fuerza militar-económica, ligados a la
geopolítica hegemónica eurocentrada. Las
objeciones políticas a esta propuesta son
tan obvias como los prejuicios filosóficos
que reproducen, a modo de complicidad,
los esquemas de destrucción ambiental
y sometimiento masivo a las ambiciones
financieras-económicas (que implican devociones fanáticas y deseos dignos de interpretar en sentido filosófico, antropológico
83
241 Noviembre 2023, p. 69-94
y psicológico, como lo ha hecho Amselm
Jappe (2017).
6. La transformación del modelo productivo y
de consumo, la ampliación de lo común en
su uso, acceso y usufructo es un imperativo
que implicará el debate de los conceptos de
propiedad, igualdad, libertad y solidaridad.
Un nuevo paradigma o “nuevas luces” se
abre en el horizonte intelectual. Por esto, los
activos y pasivos económicos deben reevaluarse en función de los objetivos a mediano y largo plazo. Los efectos externos deben
evaluarse como costo al tiempo que se deberá definir quién se hace cargo de daños y
perjuicios a corto y mediano plazo. Reorientar el consumo y las elecciones de vida a un
modo compatible para la mayoría. El 10 %
de los más ricos del planeta es responsable
del 50% de las emisiones de gas de efecto
invernadero al año, el 1% más rico emite 110
ton de CO2 por año de media, el 50 % de los
más pobres, el 1,6 ton, el 10 % más rico 31
ton, según el informe de Chancel & Picketty
(2022) en World Inequality Report.
7. Los precios deben contribuir a orientar las
decisiones de producción y consumo, en
referencia a las prioridades de la transición
ecológica. Los efectos y costos externos no
deben ser absorbidos impunemente por la
sociedad, sino más bien deben ser impedidos o minimizados al máximo.
8. La publicidad debe ser reorientada por la
transición, abandonando los criterios de la
sociedad de consumo.
Lo cierto es que la transición ecológica nos
muestra nuestra dependencia de las energías fósiles, así como de las “materias raras”
(scandium, antimonio, disprosium, tungsteno,
indium) que se usan para pantallas táctiles
e instrumental de alta complejidad, coches
eléctricos, torres eólicas, lámparas de bajo
HUGO BUSSO
consumo, etc.; de la que China es el actor y
productor principal (la Unión Europea depende en un 98% de China para estos materiales). La materia prima en forma de energía
y minerales es una adicción insuperable en
el corto plazo, según los imperativos actuales macroeconómicos: el crecimiento es un
imperativo interno de la mundialización económica. Para esto hacen falta más materias
primas y más energías (carbón, petróleo),
situación antagónica con los compromisos
y consejos científicos para no superar los 2°
centígrados en las próximas décadas. Ni las
innovaciones tecnológicas ni los sistemas
políticos modernos salvíficos parecen venir al
auxilio que demanda la situación, sabiendo
que en 2019 las emisiones de GEI fueron 12%
más elevadas que en 2010 y 54% más que en
1990, según Nadia Maïzi, miembro del GIEC
(2022).18 Es momento entonces de abrir nuevos horizontes civilizacionales, ya que mientras más demoremos en tomar y operativizar
las decisiones democráticas más duro será el
aterrizaje a la comprensión en “carne propia”
de lo que ya los informes del GIEC dejan entrever. ¿Cuán lejos o cuán cerca estamos en lo
que necesitamos y queremos para nuestras
sociedades, para el futuro de nuestres hijes
y de todo lo viviente en los relatos, discursos
y promesas de les candidates presidenciales
actuales en América Latina y el mundo?19
Siences Humaines (2022: 46-47).
Ver para abordar y abrir estas problemáticas el libro de
reportajes a especialistas del mundo entero, VVAA (2021).
También Truong (2023); Latour (2018); Descola & Pignocchi
(2022); Fassin (2022).
18
19
2. ¿QUÉ ES POSIBLE PENSAR Y HACER EN
AMÉRICA LATINA CON LAS PROMESAS ELECTORALES DE DESARROLLO, CRECIMIENTO
ECONÓMICO Y DE MAYOR CAPACIDAD DE CONSUMO EN TIEMPOS DE RECALENTAMIENTO
PLANETARIO?
Seis orientaciones para ensayar otra praxis y
una nueva gestión de la biodiversidad.20
Ya no es tiempo de lamentos ni de lágrimas,
ni de permitir deprimirse porque estas actitudes y comportamientos no resuelven los
desafíos y dificultades que tenemos por delante, en los que se juega la vida de todos los
Terrestres en las décadas y siglos que vienen,
según nos alertan los científicos del GIEC y
el IPCC.21 Muy específicamente, desafíos que
tienen como tema la responsabilidad de la
muerte de millones de seres, tanto humanes
como no humanes, en un plazo insignificante
a nivel geológico, es decir hasta fin de este
siglo (Henry, 2023). Por esto pensamos que
se está dando una ampliación ética-estéticapolítica de la sensibilidad humana con todo
lo viviente, que ha abierto la crisis ecológica
producida por el paradigma moderno eurocentrado en los últimos siglos. Por esto, sostenemos que es tiempo de utopías concretas,
plausibles y factibles (las que ya he adelantado en el libro Ecoocreatividad. Utopías concretas para tiempos inciertos).22 Partimos de que
ya hay consenso en las instituciones mundiales en que es necesario crear y ampliar
los espacios protegidos, como ayuda a todo
lo viviente para la restauración de los ecosis20
Una primera versión fue presentada en la Revista Movimiento (2023).
Disponible en: https://revistamovimiento.com/?p=6603
22
Editado por la editorial de la Universidad de Villa María,
EDUVIM, Argentina. Una versión inicial puede leerse en mi
artículo (2021 a) desde una perspectiva en debate con La
Filosofía de la Liberación, en particular con Enrique Dussel.
REFLEXIONES
Y DEBATES
84
Ecología y cooperación como horizonte post neoliberal
temas destruidos. La protección y el cuidado
sin ambigüedades son acciones básicas para
hacer frente al declive ecológico acelerado y
sus dramáticos efectos a largo plazo para todos les vivientes de este planeta.
¿Qué hay de previsión expresa y factual en
las perspectivas políticas electorales en toda
América Latina a partir del 2020? Cuidado y
protección que son urgentes no solo porque
los tiempos apremian, también debido al fracaso de las políticas de preservación, según
muestran los datos del IPBES (la versión del
GIEC que mira la biodiversidad y el estado de
los seres vivientes) en sus informes sucesivos.
Tres mil quinientas millones de personas se
encontrarán en las próximas décadas en contextos altamente vulnerables induciendo a
migraciones climáticas, el 25 % de las especies
animales y vegetales están ya en peligro de
extinción. Los escenarios previstos por el GIEC
para el calentamiento varían entre los más optimistas desde 1,5° c hasta 4°c a fin de siglo, lo
cual resultaría en un planeta invivible para las
condiciones actuales de les terrestres. Por esto
es por lo que los imperativos políticos deberán
regular la ampliación de lo común y la planificación del cuidado que restaure e impida
nuevas degradaciones. Esto será un límite a los
criterios mercantilistas de la mundialización
económica-financiera, es decir a los sistemas
que tienen el laissez-faire y el “libre mercado”
como modelo economicista de funcionamiento que no han incluido la segunda ley de la
termodinámica (la entropía) a sus marcos teóricos (Giraud & Sarr, 2022: 119).
Mientras más demoren las instituciones internacionales en custodiar los intereses y objetivos de acumulación de ganancias de las empresas en sus dogmas actuales, más virulentas
serán las confrontaciones y conflictos entre
bloques geopolíticos, países, regiones, clases y
grupos sociales.
85
241 Noviembre 2023, p. 69-94
Por esto es por lo que –sabiendo de los conflictos que se avecinan y los inevitables enfrentamientos políticos ya sea por seguir con
más de lo mismo o por dar un golpe de timón
hacia políticas ecoocreativas–, la propuesta
que sigue aquí abajo es un punto de partida
sugerido en donde deberían encontrarse las
diferencias y desacuerdos de las intencionalidades político-filosóficas de cada región y
territorio. Los criterios políticos de base (ecológicos, cooperativos e innovadores) para
cualquier gestión gubernamental (territorial,
provincial, regional, nacional) deberían ser al
menos próximos a estas seis variables, según
proponen algunes especialistas (Grandcolas,
2023: 115) de los más reconocidos:
1. La abundancia de lo viviente, la biomasa y
las funciones ecológicas que cumplen en
territorios sin limitarse por las fronteras de
los Estados-Naciones.
2. La cantidad de las especies amenazadas.
3. Procesos bióticos (sitios de migración y/ o de
reproducción) que deben respetarse y protegerse como condición indispensable de la
salvaguarda de especies que deben tener un
mismo marco regulatorio humano, independientemente de los países y regiones.
4. Originalidad de las comunidades (animales,
vegetales y microrganismos); hay especies
que se encuentran solo en determinadas
regiones haciendo muy pequeño el margen
de espera e intervención de la protección.
5. Rol del canal o corredor entre especies protegidas, situación en la que la propiedad
privada debe ser puesta profundamente en
consideración por el derecho internacional,
al igual que la importancia de lo común intergeneracional.
6. Escasa modificación hecha por les humanes. Los lugares vírgenes y de escaso impacto humano son en porcentaje demasiado ínfimos e incluso, en algunas regiones,
inexistentes.
HUGO BUSSO
Es de prever que estos criterios serán más que
todo un nuevo problema, aunque arrime sugerencias de expertes científiques en políticas
ambientales. Evidentemente, estos seis criterios de acción traerán nuevas conflictualidades
políticas novedosas, porque aproximadamente
dos mil millones de humanes son presentes en
estos espacios planetarios. Habría que proponer modos de progresar con la biodiversidad
en complementariedad con la protección de
los ecosistemas, que deben ser simbióticos y
empáticos con lo viviente (CEPAL, 2020; Descola & Pignocchi, 2023; Escobar, 2016). Por esto es
por lo que habrá que encontrar las maneras de
reducir los antagonismos políticos canalizándolos institucionalmente en democracias radicales y agonales como proponen las reflexiones de Ernesto Laclau & Chantal Mouffe (1987)
para, por un lado, intentar disminuir el impacto de nuestras sociedades en todos sus niveles
y dimensiones en los ecosistemas. Por el otro,
para evitar el ecofascismo. Habrá, en concreto,
que reintroducir especies salvajes para restaurar los procesos ecológicos desaparecidos que
a la vez reactualizaran viejos problemas (como
la reintroducción de lobos, linces y animales
en serio riesgo de extinción).24 Por lo dicho
anteriormente, los sistemas eco/sociológicos
deberán estar alertas a la rapidez y la brutalidad de los cambios globales, que obedecen a
tiempos y lógicas económicas-productivas y
geopolíticas. Produciendo el problema mayor
o el riesgo de una degradación aún más acelerada de los vivientes y de las culturas, si no
se ponen en claro las prioridades ambientales
en sus tiempos y magnitudes. “La declaración
de Bogotá”25 es un claro ejemplo de la toma
de consciencia y de propuestas urgentes para
toda la región, formulada por una red de investigadores y activistas sociales de varios países
de América Latina.
24
25
Ver Truong (2023).
Disponible en: https://pactoecosocialdelsur.com/
RESOLUCIONES PRÁCTICAS PARA REDUCIR LAS PRESIONES SOBRE LA BIODIVERSIDAD
Harán falta nuevas instituciones internacionales, por ejemplo, una OME (Organización
Mundial de la Ecología) que subordinen al FMI,
al BM y al GATT. Dicho esto, muy rápidamente, la nueva institucionalidad deberá tener en
cuenta al menos cinco variables medibles y
planificables por gobiernos, agencias gubernamentales y administraciones públicas. Es
de adelantar que los datos y las informaciones
que se dispongan deben tener un carácter
público, cooperativo, que debería trascender
las fronteras e intereses geopolíticos y sectoriales. Estas cinco variables necesitarán de la
inteligencia colectiva inter y transdisciplinaria,
pensando como humanidad que asume ser
parte integrante en igualdad de importancia
con todo lo terrestre:26
1. Las poluciones (análisis diacrónico y sincrónico, a nivel histórico y prospectivo).
2. El cambio climático (en concordancia y
complementariedad con las otras ocho variables que mide el GIEC).
3. La sobre explotación de recursos bio-químicos y energéticos.
4. Las especies exóticas invasivas (control riguroso a escala internacional).
5. La destrucción de hábitats (en cantidades
mensurables, analizando proyecciones
temporales y objetivos enmarcados, con
consecuencias jurídicas nacionales e internacionales).
Una segunda dimensión por analizar sistémicamente podría ser la reorganización de la
economía y los sistemas productivos. Por
ejemplo, si analizamos la agricultura, habría
tres variables como la producción por los recursos e insumos, lo alimentario como efecVer el libro colectivo de La Internationale Convivialiste
(2020).
26
REFLEXIONES
Y DEBATES
86
Ecología y cooperación como horizonte post neoliberal
La cuestión podría ser entonces
cómo promover la profundización
del diálogo político como modo
discreto de incentivar mucho más
la transición ecológica justa y
solidaria en América Latina que
implicará, entre muchas otras cosas,
un cambio conflictivo de paradigma
en lo educativo y cultural.
to concreto en lo humano, y lo energético,
no solo en relación con la descarbonización
de hábitos de vida y productivos, sino en
sentido más integral y holístico en el horizonte de los objetivos globales asumidos
intergubernamentales por la COP 27 (Climate Change Conference) y las expectativas
que se abren para la COP 28, en noviembre
del 2023. Para analizar esta segunda dimensión, proponemos los siguientes ejes:
a. De producción, cambiar de un modelo extractivista e industrial de monocultivos y
uso intenso de nutrientes y de pesticidas
para fumigar a uno más simbiótico, donde
la agroecología y la permacultura sean la
clave, no utilizando pesticidas, promoviendo la diversidad de cultivos y su rotación,
con parcelas más pequeñas y con la inclusión de bosques, pantanos y animales.27
b. Alimentarios, con un fuerte impacto en la
salud, recuperando sabidurías de medicina
milenaria como el ayurveda, el taoísmo, la
experticia de chamanes amazónicos en el
conocimiento de plantas (entre tantas otras
perspectivas).
27
87
Disponible en: https://pactoecosocialdelsur.com/
241 Noviembre 2023, p. 69-94
c. Energéticos, descarbonizando tanto la producción y los hábitos de vida (transporte,
alimentación, habitación). Esto implica un
cambio de paradigma, un nuevo imaginario. Es decir, donde la reducción economicista, mecanicista, materialista y química
deje lugar también a interpretaciones holísticas, intégrales y energéticas de carácter
sistémico.
3. LOS PARADIGMAS ECOOCREATIVOS EN
FORMACIÓN, ¿SE TRADUCIRÍAN EN UNA NUEVA CLASE ECOLÓGICA QUE ENFRENTE OTRAS
FORMAS DE ACUMULACIÓN Y DOMINACIÓN?
Lo que hemos esbozado en nuestro enfoque
prospectivo para una etapa ecoocreativa en
los puntos 1 y 2 son orientaciones generales
para tener en cuenta en el debate actual como
utopías concretas iniciales, no radicalizadas a la
altura de los desafíos urgentes que nos alertan
los datos del GIEC. La cuestión podría ser entonces cómo promover la profundización del
diálogo político como modo discreto de incentivar mucho más la transición ecológica justa
y solidaria en América Latina que implicará,
entre muchas otras cosas, un cambio conflictivo de paradigma en lo educativo y cultural.
Porque afectará los imaginarios sociales y los
mitos que sustentan los imaginarios culturales
e históricos. Por esto, serán necesarios nuevos
horizontes educativos y nuevas formaciones
laborales para un saber actuar y transformar
adecuado.28 Será el momento para desplegar
nuevos contenidos para las orientaciones de la
gestión de lo público, para los actores que requerirán, muy probablemente, estar preparades para los cambios socio-económicos ya en
marcha. Estamos demorades por la ignorancia
28
Hemos tenido en cuenta las reflexiones De Santos Santos
(2006); Escobar, (2015); Baschet (2018), Servigne (2018); Cochet
(2019); Fassin (2022); Descola & Pignocchi (2022), Delannoy
(2021); Norton (2021); Pelluchon (2021), Giraud & Sarr (2022);
Grandcolas (2023); Henry (2023) entre otras publicaciones.
HUGO BUSSO
de las elites en pleno auge de la Inteligencia
Artificial (IA) y por las dirigencias políticas eurocéntricas que parecen no haber alertado
que estamos en el siglo XXI. Los esfuerzos de
quienes comprendan el sentido de estos cambios transformadores deberán ser reconocidos
e incentivados como ejemplos de conducta
y actitudes para aprender críticamente. Esto
no implica que no haya lugar para el error y
el cambio de orientación. Solo señalamos que
estamos en épocas extremadamente creativas
e innovadoras en lo conceptual, de migraciones masivas y cambios de las condiciones y variables biológicas para todas las especies.
Para François Hartog (2021) y Jerome Baschet
(2018) estamos en un cambio de régimen histórico de temporalidad. Se necesita para esta
etapa experimental e incierta líderes pensantes
y formades, que sean talentoses por la imaginación y la creatividad. Los efectos en los modos
de vida serán fruto, en parte, de reorganizaciones económicas en donde le consumidore
debería dejar el lugar de la docilidad de víctima cautiva y la sumisión como ciudadanes,
apoyándose en instituciones políticas robustas,
que sepan canalizar y contener los antagonismos de intereses y expectativas (Mouffe, 2019).
En democracias que le permitan decidir qué
quiere, como lograrlo, cuándo y para qué poniendo en subordinación al mercado económico y financiero. Porque no basta el mercado, ya
que éste debe adaptarse a los requerimientos
del ciudadane autónome y soberane. La sobriedad deberá recurrir a las sabidurías antiguas y
modernas de diferentes aires culturales e históricos. En donde la cooperación, la caridad, la generosidad, el amor y la compasión no solo con
lo humano nos harán actuar en el entramado
viviente, mezclando la política, las ciencias y las
espiritualidades en las decisiones tanto personales como comunitarias,29 en un horizonte de
29
Lowy (2011); Baschet (2018); Gorz (2019); Bourg & Chapoutout (2022); Bidar (2023).
La democracia radical deberá
llegar políticamente al corazón
de las decisiones económicas,
afectando el concepto mismo de
propiedad privada.
“Nouvelles Lumières” (Pelluchon, 2021). Dicho
de otro modo, en un horizonte “Transmoderno”
(DUSSEL, 2005; 2020), que llamamos “ecoocreativo”, a lo largo de este escrito y en las publicaciones precedentes como propuesta concreta
de orientación filosófico-política.
Por esto, en las ciencias sociales y políticas hay
diversos temas y preguntas relacionados con
los contextos presentes y los futuros posibles,
como tendencias que ya se manifiestan en los
estudios de Prospectiva Estratégica. Futuros
posibles a los que deberemos apuntar como
intencionalidad de causalidad futura, tanto
individual como colectivamente, preservando
institucionalmente y ampliando la democracia a todos los dominios importantes de decisiones (CEPAL, 2016). La democracia radical
deberá llegar políticamente al corazón de las
decisiones económicas, afectando el concepto
mismo de propiedad privada. De todos modos, no es una reflexión de futuros posibles
como ejercicio de la imaginación abstracta; es
de importancia estratégica pasar a la acción,
tanto en EEUU en la Global Trends 2040 de la
Oficina de Inteligencia Nacional,30 así como lo
hacen China, Japón y la Unión Europea.
Asumimos estos temas tratados de manera
superficial –porque evidentemente están aun
con demasiadas lagunas epistémicas y heurísticas–, aunque es de esperar que prometerán
más conflictos novedosos e intensos en al meDisponible en:
https://www.dni.gov/index.php/gt2040-home
30
REFLEXIONES
Y DEBATES
88
Ecología y cooperación como horizonte post neoliberal
Estas orientaciones deberían
ampliar lo común y lo público,
limitando deliberadamente
las desigualdades perturbadoras,
producidas con la transferencia
de beneficios hacia ínfimas minorías
privilegiadas, extremadamente
contaminantes (Pickety, 2019).
nos las cinco perspectivas simples, factibles y
orientadoras del debate propuesto abajo. Estas orientaciones deberían ampliar lo común
y lo público, limitando deliberadamente las
desigualdades perturbadoras, producidas con
la transferencia de beneficios hacia ínfimas minorías privilegiadas, extremadamente contaminantes (Pickety, 2019):
1. La creación y consolidación impostergables, sin demora, en América Latina de contextos económicos favorables para la transición ecológica a mediano plazo en relación
con los compromisos acordados en la COP.
Estos acuerdos son indispensables en el
continente, en esta primera etapa, en la que
algunas regiones están mucho más avanzadas en la puesta en marcha (China, U.E y los
EE.UU), donde hay países que tienen ya experiencia a compartir, como casos de éxito y
errores a prevenir que deberían ser tenidos
en cuenta en su adopción y adaptación.
2. Reducción del consumo de energía por habitante, dando como modo transitorio hasta 2030, una “carta de crédito de emisiones
de carbono”, como forma de justica social
y económica distributiva entre clases y regiones. Quién contamina más de lo permitido y asignado (viajes, objetos), transfiere
en lo económico a los que son más sobrios
89
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o pobres (se permite una media de contaminación por habitante a escala mundial).
Medida que replica la lógica financiera actual que, si bien responde con la lógica del
modelo imperante, enfoca en el “fetiche de
adoración”, el dinero, funcionando como
penalización liberal. Por esto, debería ser
solo temporaria (2030), hasta encontrar
nuevas formas de regulación.
3. Reducir el consumo de proteínas animales,
para ir circunscribiendo la superficie de tierras cultivables delegadas a la alimentación
animal, disminuyendo así la cantidad de alimentos destinados a los animales de crianza. Desviándolos a estos alimentos (soja,
maíz, trigo, etc.) a paliar el hambre de millones de personas y de regiones, afectadas
por el cambio climático.
4. Fuertes cargas fiscales y restricciones legales para incentivar la reducción materialenergética del consumo ligado al ocio y al
lujo (jets privados, gastos y prácticas muy
costosas en lo energético como pistas de
sky en zonas sin nieve, terrenos de golf en
zonas muy secas, etc.)
5. Reforzar la presencia de vegetación, de alimentos y recursos en las ciudades y en todo
espacio común.
La configuración de clases sociales como las
que hemos visto en la época de la industrialización de los dos últimos siglos y la presencia de
Estados soberanos en América Latina en siglo
XX, parece haber dejado claro que las nostalgias épicas de tendencia revolucionaria clásicas (“luchistas”, escenográficas) para asaltar el
“palacio de invierno”, han terminado.31 El frente
de lucha se ha modificado según Bruno Latour
(2017; 2021; 2022) implicando la obligación de
31
Ver el artículo “Classe”, de Hugree y Penisant en Fasin (2022:
757-775), además de Latour & Schultz (2021).
HUGO BUSSO
redefinirse por fuera del imaginario moderno
con las tendencias de cambio social. Reconfigurándose en relación con el contexto de desafíos y situaciones climático-planetarias (Bourg,
2020). La nueva clase ecológica y/o ecoocreativa supone ser pensada en transiciones societales para las que no tenemos ninguna orientación previa ya lograda, donde las ideologías
conocidas no nos sirven de mucho para entender o justificar las situaciones conflictivas y
antagónicas. Por esto es por lo que habrá que
pensar desde las ciencias sociales, desde otro
lugar que lo meramente moderno, porque las
formas que podría tomar una nueva clase ecológica no son las de una clase progresista, moderna y productivista (Latour & Schultz, 2022).
La competencia neoliberal, en cuanto palabra clave de su nomenclatura ideológica, será
suplantada por la cooperación experimental
ecológica. Creada por actores que participan
activamente como ciudadanes autónomes y
libres, en democracias radicales postneoliberales emancipadas en su intencionalidad de
utopía concreta de la tiranía del “presentismo”
(Hartog, 2021; Baschet, 2018). La “clase ecoocreativa” deberá comprender qué lugar ocupa y el modo en que lo hace en el proceso de
producción material de subsistencia humana,
así como conocer su responsabilidad en la destrucción de la biodiversidad y las posibilidades
ecoocreativas de cambio. Por esto no será una
clase social soberanista ni nacionalista, cuyo
foco esté puesto en la pertenencia imaginaria
a la identidad del Estado-Nación, dado que
desde la ecología los problemas y desafíos al
igual que las respuestas políticas posibles y
deseables son y serán planetarios, integrales
y sistémicos en su enfoque. Las democracias
deberían ser regionales en los territorios cuya
continuidad bio-ecosistémica sea coherente
científica, cultural y políticamente.
Tampoco la clase social marxista sería adecuada como referencia para pensar la clase ecoo-
La competencia neoliberal,
en cuanto palabra clave de su
nomenclatura ideológica, será
suplantada por la cooperación
experimental ecológica.
creativa en su comprensión teórica, ya que el
concepto de trabajo debe ser resemantizado
en contextos donde la Inteligencia Artificial y
las nuevas condiciones de producción y consumo cambiarían radicalmente. Esto es, escapando a las determinaciones inherentes a las
revoluciones industriales precedentes, para
pensarse en el presente en su devenir a fin de
siglo (Sloterdijk, 2023; Latour, 2022). El frente
de lucha de la nueva clase ecoocreativa sería
amplio, en formación de campos de poder de
modo permanente y en delimitación política
constante.
Por esto dicho anteriormente, lo moderno
progresista democrático-liberal es lo viejo: es
el antiguo régimen por superar, como lo fue
la monarquía para el liberalismo en la modernidad europea, la burguesía para los partidos
comunistas del siglo XX, así como las colonias
monárquicas eurocéntricas para las burguesías criollas de América Latina. Los riesgos políticos democráticos son ya presentes: por un
lado, seguir con “más de lo mismo” de orientación neoliberal, siendo lo que se niega a dejar lugar a otras experiencias por fuera de su
imaginario. Una segunda tendencia podría ser
también un híbrido “ecofascista” como reacomodo institucional de espacios de poder de la
nueva derecha, en tanto que la ecología no es
ni patrimonio ni exclusividad de izquierda política (Dubiau, 2022). Como tercera perspectiva,
visualizamos el horizonte ecoocreativo (decolonial y transmoderno), del que lo más visible
por ahora es la incertidumbre a la que invoca,
por la creatividad que incentiva y los temores
REFLEXIONES
Y DEBATES
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Ecología y cooperación como horizonte post neoliberal
que moviliza en los sectores que no quieren ni
pueden abandonar sus privilegios económicos-patrimoniales ni el sistema extractivista y
depredador hegemónico de un modo de vida
ya insostenible.
Oír o leer esto último, la ecoocreatividad,
anuncia lo inesperado que resultará para nuestros imaginarios políticos y paradigmas civilizacionales los cambios inevitables, así como
las situaciones irreversibles para las cuales no
solo no estamos preparados, sino con las que
será muy difícil convivir (sequía, falta de recursos energéticos, decrecimiento económico
abrupto, impotencia tecnológica para afrontar las dificultades). Se calienta así no solo el
planeta, se pone al rojo vivo la conflictividad
política que se avecina en el corto plazo, sea
32
Busso & Montoya, 2022; Busso, 2021a, 2022, 2023.
cual sea el camino elegido. Clamando, lo que
vendrá, por anticipar los acontecimientos terrestres de los que ya hay signos. Por esto habrá que ir trabajando desde ya en las dimensiones de previsión de catástrofes regionales y
en la precaución de los escenarios sociopolíticos del futuro próximo, para los que la acción
gubernamental debe activarse (si es que no
es ya demasiado tarde). El resto se hará, muy
probablemente, a los gritos (que les sordos y
negacionistas ni escuchan, ni querrán oír). “El
juego del avestruz” -el esconder la cabeza para
no ver, irremediable, creyendo que por esto no
existe- es cada vez más peligroso. La pregunta
continúa aguijoneando la inteligencia colectiva y el entusiasmo filosófico que retorna herido a la búsqueda cooperativa de orientaciones
epistémicas en formas de utopías concretas
transmodernas, como principio activo de la
esperanza terrestre.
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