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LA GANADERÍA PARAGUAYA EN LA ERA LIBERAL (1904-1940)

2023, La ganadería en la Era Liberal (1904-1940)

Este trabajo forma parte de otros que analizan distintos períodos históricos en relación a la ganadería en general y la carne en particular en el Paraguay, desde la llegada de los españoles, la colonización y consecuente extensión de la pecuaria con la expansión de las fronteras con la utilización de los campos para cría. En el caso del período estudiado (1904-1940) tiene por objeto analizar la evolución del negocio cárnico, considerando las características geográficas favorables que, tanto el Paraguay como los demás países del Río de la Plata, incluidos los Estados del sur y sudeste del Brasil, han demostrado para aumentar, constantemente, el hato ganadero y la industria cárnica. El paso de la ganadería tradicional a una de escala, con pasturas adecuadas, mejoramiento genético de los animales, establecimiento de frigoríficos y obtención de mercados, cobra un vuelo importante en la primera mitad del siglo XX, convirtiéndose en bisagra, marcando un antes y un después en el negocio. La ventana comprende el estudio desde el ascenso del Partido Liberal al poder, en 1904, hasta la muerte de Estigarribia, acaecida en septiembre de 1940. Gran parte de la historiografía, sin embargo, se halla conteste en que el fin de la Era Liberal se da con la irrupción del militarismo en el poder, con el golpe militar que derrocó al doctor Eusebio Ayala, último presidente civil electo, el 17 de febrero de 1936.

LA GANADERÍA EN LA ERA LIBERAL (1904-1940) Por Eduardo Nakayama 1 Contexto histórico del período Este trabajo forma parte de otros que analizan distintos períodos históricos en relación a la ganadería en general y la carne en particular en el Paraguay, desde la llegada de los españoles, la colonización y consecuente extensión de la pecuaria con la expansión de las fronteras con la utilización de los campos para cría. En el caso del período estudiado (1904-1940) tiene por objeto estudiar la evolución del negocio cárnico, considerando las características geográficas favorables que, tanto el Paraguay como los demás países del Río de la Plata, incluidos los Estados del sur y sudeste del Brasil, han demostrado para aumentar, constantemente, el hato ganadero y la industria cárnica. El paso de la ganadería tradicional a una de escala, con pasturas adecuadas, mejoramiento genético de los animales, establecimiento de frigoríficos y obtención de mercados, cobra un vuelo importante en la primera mitad del siglo XX, convirtiéndose en bisagra, marcando un antes y un después en el negocio. Existe controversia acerca del período que en Paraguay debe denominarse liberal. Siguiendo diferentes criterios, puede considerarse, por una parte, el que se inicia con el fin de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) y el comienzo de la Era Constitucional en 1870, desde antes de la creación de los partidos políticos tradicionales incluyendo el primer período hegemónico del Partido Colorado que sumando al caballerismo, se computa de 1880 a 1904. En este caso, el espacio de tiempo se amplía de 1870 a 1940, cuando se promulga la Carta Política del 40, de corte autoritario, durante el gobierno del general José Félix Estigarribia, conductor militar en la Campaña del Chaco. O bien, el comprendido desde el ascenso del Partido Liberal al poder, en 1904, hasta la muerte del referido Estigarribia, acaecido en septiembre de 1940. Gran parte de la historiografía, sin embargo, se halla conteste en que el fin de la Era Liberal se da con la irrupción del militarismo en el poder, con el golpe militar que derrocó al doctor Eusebio Ayala, último presidente civil electo, el 17 de febrero de 1936, que allanó el ascenso al poder del coronel Rafael Franco como presidente de la República de facto. Política, social y económicamente, el período de 1904 a 1940 mantuvo importantes características comunes, pero, sobre todo, un hecho trascendental en la historia paraguaya, como la Guerra del Chaco (1932-1935), que permitió la consolidación de un nuevo espacio para la producción ganadera (hoy la más importante del país), gracias a las tierras obtenidas como consecuencia de la firma del Tratado de Paz y Límites, en julio de 1938, logrando la expansión de la frontera más allá de las incipientes colonias menonitas, tres años después del cese de las hostilidades y en puertas del inicio de la Segunda Guerra Mundial. El período liberal estudiado, a fin de lograr una mejor comprensión del contexto histórico y político, puede dividirse, a su vez, en varias etapas: 1 Académico Correspondiente de la Academia Paraguaya de la Historia; Senador Nacional de la República del Paraguay; abogado por la Universidad Nacional de Asunción, posgraduado en Dirección Estratégica por la Universidad de Belgrano en Buenos Aires, especialista en Derecho de Seguros por la Universidad de Salamanca y máster en historia por la Universidade de Passo Fundo en Rio Grande do Sul. a) Primer período de inestabilidad (1904-1912): caracterizado por constantes luchas internas entre las cuatro principales facciones de los dos partidos tradicionales; egusquicistas y caballeristas (Partido Colorado), cívicos y radicales (Partido Liberal). Luego de la Revolución Liberal de 1904, colaboraron con grupos que se enfrentaron entre sí por el control del poder, por medio de alianzas o rupturas, la más importante de todas, pero no la definitiva, fue la Revolución Radical de 1908. El período cierra su ciclo con la derrota de Albino Jara y la reorganización institucional, promovida por el presidente Eduardo Schaerer en 1912. b) Primer período de estabilidad (1912-1922): Espacio de tiempo caracterizado por la estabilidad política. Se inicia con el ascenso de Schaerer a la presidencia, que se conviertie en el primer mandatario en finalizar su período constitucional (1912-1916). Este es sucedido por el doctor Manuel Franco, quien falleció por causas naturales en el ejercicio de la presidencia, período constitucional (1916-1920) finalizado por su vicepresidente, el doctor José Pedro Montero. Y termina con el ascenso al poder de Manuel Gondra, en 1920, quien luego de la reunión con su homólogo brasileño Epitácio Pessoa en Rio de Janeiro, acordó el giro geopolítico del Paraguay, históricamente direccionado a la Argentina, para cambiarlo gradualmente por el Brasil. 2 c) Segundo período de inestabilidad (1922-1923): Desde la muerte del caudillo militar Albino Jara, en 1912, y el ascenso de Schaerer, se vivió una década de estabilidad política, caracterizada por liderazgos civiles, la creación y el fortalecimiento de las instituciones y el florecimiento de la economía, sobre todo en el rubro ganadero y cárnico, producto de las provisiones paraguayas durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918). La ambigua posición del ministro de Guerra y Marina, Adolfo Chirife, ante una insurrección del Batallón de Guardiacárceles, en 1921, comenzó un proceso de inestabilidad que derivó en la renuncia de Gondra, la designación del doctor Eusebio Ayala como presidente provisional y, como consecuencia del enfrentamiento de éste con la facción schaerista, el inicio de la Revolución del 22, que finalizó un año después, con la derrota total de los sublevados (los sako mbyky), ya bajo la presidencia provisional del doctor Eligio Ayala, ex ministro de Hacienda de Gondra y de Eusebio Ayala en los años anteriores, quienes, con José Patricio Guggiari, entre otros, integraban la facción de los sako puku. d) Segundo período de estabilidad (1923-1936): la finalización de la última revolución entre liberales derivó en el período más prolongado de estabilidad política de la Era Liberal. Los mandatos del doctor Eligio Ayala (1923-1928) —con un pequeño intervalo de meses, gobernado por Luis Alberto Riart—, del doctor José Patricio Guggiari (19281932) y el del doctor Eusebio Ayala (1932-1936) quien asumió el gobierno ya en estado de beligerancia con Bolivia. Durante el gobierno de este último se desarrolló la Guerra del Chaco (1932-1935). El sector ganadero cobró un protagonismo fundamental para el sostenimiento del esfuerzo de guerra en el extenso y lejano frente. El ordenamiento de las finanzas públicas y la estabilización de la moneda; la adquisición de armamento de punta, la preparación militar de oficiales y tropas; la llegada e instalación de los menonitas, de oficiales militares y técnicos rusos blancos; y la creación del Ministerio de Economía, entre otras medidas, caracterizaron este período. 2 DORATIOTO, Francisco Fernando Monteoliva. En busca del equilibrio: la política exterior paraguaya entre 1920 y 1925. Universidade Catolica de Brasilia: Brasilia, 2006, p. 5. e) Tercer período de inestabilidad e irrupción del militarismo (1936-1937): el fin de las hostilidades en el Chaco. La desmovilización de las tropas del frente, la creación de la Asociación de Veteranos de la Guerra del Chaco, el auge de las ideas totalitarias en Europa (comunismo, fascismo, nazismo) y sus simpatizantes en América, la crisis de la democracia liberal en el mundo, la desconfianza en la economía desde el Crack del 29 y las críticas hacia la élite liberal, terminaron por deteriorar la situación política. Esto, sumado a la sed de poder de la cúpula militar, derivaron primero en el exilio del coronel Rafael Franco y, luego, en la revolución del 17 de febrero de 1936, que colocaría al militar al frente del gobierno. Si bien se celebra la conquista de varias reivindicaciones sociales y laborales por parte del “gobierno revolucionario” que gobernó por medio de decretos. Uno de ellos (el tristemente célebre 152/36), derogó la Constitución de 1870, razón por la cual el doctor Justo Pastor Prieto denomina a este período “18 meses de regresión política.”3 f) Consolidación del militarismo y fin de la Era Liberal (1937-1940): el militarismo instalado desde 1936 no cambió sustancialmente con la contrarrevolución del 13 de agosto de 1937 que derrocara al coronel Franco y lo reemplazara por el doctor Félix Paiva, a la sazón, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional. En efecto, Paiva y su “gobierno universitario”, fue impuesto por la cúpula militar que ejercía el poder desde la Primera División de Caballería en Campo Grande. Su corto período gubernativo (1937-1939) sirvió apenas para reestablecer temporalmente la vigencia de la Constitución de 1870 y firmar el Tratado de paz del Chaco (1938). El sucesor de Paiva fue el general José Félix Estigarribia, responsable de la consolidación del proceso de militarización del gobierno, al integrar a altos oficiales a su gabinete, prescindir de la facción del Partido Liberal que rechazaba el autoritarismo, optando mantener la fidelidad de la facción de los liberales cuarentistas, alineados al nacionalismo imperante. Esta última etapa finaliza con la muerte del general Estigarribia, el 7 de septiembre de 1940, como consecuencia de un accidente aéreo. Situación previa a 1904, el ascenso del Partido Liberal El último cuarto del siglo XIX fue muy dinámico en la región: Brasil pasó de un sistema monárquico a uno republicano (1889). Junto a las ya consolidadas repúblicas de Argentina y Uruguay, se registraron políticas públicas de corte liberal, marcadas principalmente por la afluencia de cientos de miles de inmigrantes llegados de Europa, que iban transformando la fisonomía de las ciudades, al tiempo de ayudar en la colonización del vasto interior. Lo mismo, pero en menor escala, ocurriría en Paraguay, con la diferencia que la devastación que siguió a la Guerra de la Triple Alianza privó al país de una clase política capaz de defender los intereses nacionales o al menos, frenar los excesos de los “nuevos dueños” del país. La Industrial Paraguaya S.A. fue una de las empresas extranjeras más poderosas establecidas en el Paraguay y cobró gran importancia durante la primera mitad del siglo XX; la yerbatera fue fundada durante el gobierno del general Bernardino Caballero, en 3 PRIETO, Justo Pastor. 18 meses de regresión política. A. Plantié y Cía.: Buenos Aires, 1937 1886.4 Era la mayor tenedora de tierras del país con un área total de unas 450 leguas cuadradas (unos 10.500 km2), con establecimientos en los actuales departamentos de Concepción, San Pedro, Caaguazú, Canindeyú, Amambay y Alto Paraná, en varios de los cuales se hallaban numerosas estancias con campos apropiados para la ganadería. Unos 5.000 operarios trabajaban directamente con este gigantesco emporio.5 Si bien el Partido Colorado gobernó oficialmente recién desde su fundación en 1887, su antecedente directo fue el caballerismo en función de gobierno, desde 1880, y la ejecución de algunas políticas liberales, permitieron una incipiente inmigración en el país. En una primera etapa, los inmigrantes venían de Alemania, Austria-Hungría e Italia. En el período de posguerra de la Triple Alianza se estableció la compañía Liebig´s, con la compra de una primera estancia denominada Yacare, en 1898. Con el correr de los años, se convirtió en una de las empresas ganaderas más importantes del Paraguay.6 La Revolución de 1904 fue impulsada principalmente por militantes del Partido Liberal, aunque también contó con el concurso de simpatizantes del Partido Colorado e independientes, que buscaban cambiar el antiguo sistema de caudillaje por una política moderna que lograra concretar las nuevas ideas. Los viejos generales Bernardino Caballero y Patricio Escobar iban perdiendo el control del Partido Colorado, un hecho claramente demostrado durante el tumultuoso año de 1902, cuando el coronel Juan Antonio Escurra se apoderó del control del golpe que derrocara al presidente Emilio Aceval, quien apoyaba la cooperación con los liberales. El país contaba entonces con unos 500 mil habitantes; 10 % de los cuales se hallaban instalados en la capital, Asunción. Los liberales encontraron la administración pública al asumir en 1904 “en el mayor desorden: la contabilidad atrasada en diez meses, los sueldos de los empleados impagos por varios meses, aumentada la deuda pública y cincuenta centavos en las arcas fiscales.” Luego de esta revolución no hubo persecuciones, ni presos políticos, ni destierros; todos los habitantes respetados en sus personas y en sus propiedades, renaciendo la confianza en el orden y en la efectividad de las instituciones. “Los colorados ocuparon puestos desde el día siguiente, en el gobierno, en la administración, en el tribunal, en la diplomacia y en el parlamento, y siguieron haciéndolo en los 31 años de predominio del Partido Liberal.”7 La ganadería a principios del siglo XX en Paraguay (1904-1912) El militar y escritor Arturo Bray afirma que Asunción “era una aldea con pretensiones de ciudad” donde todos, o casi todos, se conocían. El mismo testimonió que la calle Palma estaba destinada casi exclusivamente a los comercios y la calle Estrella era la más tradicional de las familias de arraigo. Algunas de estas familias se afincaron desde antes de la Guerra del 70; los Casal-Ribeiro, Ibarrola, Riquelme, de los Ríos, Gómez, Zambonini, Parodi, Egusquiza y Riera, entre otros, este último muy ligado al sector 4 Bernardino Caballero (1839-1912), primer presidente del Partido Colorado y principal protagonista del período de posguerra (1870-1904); durante su gobierno se adjudicaron millones de hectáreas a empresas extranjeras como La Industrial Paraguaya, donde fue socio y miembro del Consejo Directivo 5 MONTE DOMECQ, Ramón. La República del Paraguay en su Primer Centenario (1811-1911). Compañía Sud-Americana de Billetes de Banco: Buenos Aires, 1911, pp. 211-212 6 LIEBIG´S EN EL PARAGUAY. Libro de Homenaje en el Centenario de la Fundación de la Liebig´s Extract of Meat Company Limited (1865-1965). Officine grafiche Poligrafici il Resto del Carlino. Bologne: 1965, pp., 68-69 7 JAEGGLI, Alfredo L. Albino Jara: Un varón meteórico. Ob. Cit., p. 82. ganadero e identificado con el Partido Colorado, “las pasiones políticas no tenían cabida en los hogares ni perturbaban la vida de relación”8 entre familiares y vecinos, señalando la armonía y correspondencia que, pese a las diferencias políticas, mantenían éstos con su familia, muy vinculada a los revolucionarios de 1904. Relata Bray que el matrimonio de Marcos Riera (exjerarca del régimen colorado) y doña Emiliana Milleres de Riera, ante cualquier peligro de revolución, golpe de Estado o cuartelada “solían venir a pasar la noche con nosotros, trayendo en un bolso su dinero (en tintineantes libras esterlinas) y sus valiosas alhajas.”9 Riera era propietario de unas 46.000 hectáreas de tierras en Caraguatay, con sus estancias La Pastora, Lobocuá y Saladillo. Contaba con unas 15.000 cabezas de ganado vacuno y una marcación anual de 2.500 terneros, existía un predominio de la cruza de vacas criollas con toros cebúes y mestizos de Durham. Su fortuna era una de las más importantes del país.10 Durante el primer período de inestabilidad (1904-1912), el foco de las revoluciones y principal objetivo militar, era tomar el poder en Asunción. La vida en el campo, sin mayor comunicación con la capital, transcurría el curso normal de siglos anteriores. El Paraguay rural, desconectado del centro neurálgico nacional, seguía aislado por falta de infraestructura en caminos, puentes, vías férreas, telégrafos, etc. La actividad se concentraba a lo largo del río Paraguay, en Villa del Pilar, Villa Oliva, Asunción, Villa del Rosario, Villa de San Pedro y Villa Real de la Concepción, con una incipiente colonización en la margen derecha o Chaco que pasaba por Villa Occidental, Puerto Pinasco, Puerto Casado, Puerto Sastre, Puerto Guaraní, Fuerte Olimpo y Bahía Negra. Aún sin delimitación con Bolivia, el Chaco efectivamente ocupado por Paraguay entonces formaba una extensión de unos 120.000 km2. La explotación se daba a la margen derecha del litoral adyacente al río Paraguay y toda la comunicación con dicha región se realizaba por vía fluvial. El principal puerto de conexión era el de la Villa Real de la Concepción, en la región oriental, entonces la segunda ciudad más importante del país, luego de la capital, Asunción. El extenso y tupido bosque atlántico cubría la mayor parte de la región oriental o paranaense, y los mejores campos naturales para pastoreo de ganado se hallaban al norte del río Ypané y al sur del río Tebicuary. 11 Las grandes industrias del Chaco eran: la empresa taninera de Carlos Casado (1886), la New York and Paraguay Company (1910), Sociedad Anónima Quebrachales Fusionados (1906), Puerto María, Puerto Max, Sindicato Puerto Guarany y Puerto Sastre —estas últimas fundadas antes de 1910, también se dedicaban a la explotación ganadera—. A estas se sumaban estancias pioneras cuya actividad principal se centraba en la cría y engorde de animales vacunos, entre las que citamos: Estancia Comparada (1885), la Ganadera Paraguaya Sociedad Anónima (1886), la Estancia Pedernal de Matías Alonso Criado, Siete Puntas de los hermanos Zavala, Palo Santo de los hermanos Arza y Puerto La Novia de don Pedro Risso, todas estas con miles de cabezas de ganado para 1911. La Industrial Paraguaya y otras empresas industriales y/o comerciales instaladas en Asunción —como los Urrutia, Ugarte y Compañía, Isnardi, Alves y Compañía, Brun y Compañía, Joaquín Casal Ribeiro— diversificaban sus actividades, pero incluían la 8 BRAY, Arturo. Armas y Letras, Memorias. Tomo I. Asunción: El Lector, 2011, p. 23. Ibídem. 10 MONTE DOMECQ, Ramón. La República del Paraguay en su Primer Centenario (1811-1911). Ob. Cit., p. 435. 11 Comentarios del ganadero Rafael Heisecke Cardús, nieto del acaudalado empresario, intelectual, periodista y político liberal Gualberto Cardús Huerta (Concepción, 1878 – Asunción, 1949). 9 producción ganadera. El caso de Angulo y Compañía es un claro ejemplo, con campos en Quiindy y San Juan Bautista de las Misiones, donde pastaban unos 14.000 animales vacunos.12 La Villa Real de la Concepción y sus regiones aledañas merecen especial énfasis en cuanto a la producción ganadera. Las estancias de la empresa La Fonciere du Paraguay se constituyeron entre las más importantes del país, con catorce establecimientos: San Luis de la Sierra, Puerto La Fonciere, Estrella, Centurión, Mirabeau, Villa Sana, Santa Sofía, Caracol, Saty, Toldo-cué, San Lorenzo, Punta Luisa, Agosto Cué (todas en la región Oriental); además de la estancia Riacho Negro, en el Chaco, con un total de unas 150.000 cabezas de ganado. Por su parte, otro establecimiento, el gran Saladero Risso, desde su fundación hasta 1910, había faenado unos 140.000 animales vacunos.13 Otros importantes establecimientos ganaderos en el Norte eran los de Juan Miltos, Antonio Isnardi, Sixto Fretes, Carlos Quevedo, José Romañach, Germán Miranda, Cirilo Cordone, Ambrosio Vergara, Guillermo Ocáriz, Antonio Guimaraes, Tomasa Bedoya, Oscar Schupp, Fernando Agüero, Albertini, Heyn, Herrero, Ramírez, Eugenio Florentín, José Canale, Juan Otaño, entre otras conocidas familias dedicadas a la cría de ganado vacuno.14 Datos suministrados por la municipalidad local registraron unas 436.800 cabezas de animales para 1910, en entre las principales estancias del departamento de Concepción, constituyéndose una de las regiones ganaderas más importantes por entonces.15 La llegada del tren a la Villa de la Encarnación de Itapúa, en 1911, significó un importante cambio para todas las regiones aledañas a la vía férrea, en las décadas siguientes. Fomentó el crecimiento demográfico y económico del Sur del país, más allá de Paraguarí y Villa Rica, en el Guairá, hasta donde se habían extendido las vías a fines del siglo XIX. Las zonas de Caazapá, Misiones, Ñeembucú e Itapúa cobraron nuevo impulso con el establecimiento de colonos provenientes de Europa, de provincias argentinas aledañas y del Uruguay, que fomentaron la cría de ganado vacuno, ovino y caballar. En esta zona se destacaban los establecimientos de don Domingo Barthe, (Itapúa y Alto Paraná); don José Delpino, uno de los más grandes propietarios de tierras (Villa del Pilar, Ñeembucú); don Francisco Brusquetti, Nicolás Del Puerto y Eduardo Vargas (San Ignacio Guazú, Misiones); don Pedro Duarte (Paraguarí, Carapeguá, Tavapy, Quiindy, Caapucú, Villa Florida, San Miguel y San Juan Bautista), E. Ramírez y Antonio Rodríguez (Paraguarí). En San Juan Bautista, las estancias de don Constantino Cálcena, Faustino Zoloaga y Martín Llano; este último con unas 30.000 cabezas de ganado. La estancia Paraíso, de Florencio Vargas, con unos 18.000 animales. Estanislao Alegre, Felipe Del Puerto, Romillo Llano Chaves (hijo de don Martín), Nemesio Leguizamón, Francisco Bado (Santa Rosa); Raimundo Benítez (Santa María) y don Tomás Saccarello (Paraguarí), acaudalado hacendado y director del Banco de la República, con unas 30.000 cabezas de ganado.16 12 MONTE DOMECQ, Ramón. La República del Paraguay en su Primer Centenario (1811-1911). Ob. Cit., pp. 219-254. 13 Loc. Cit., pp. 339-341. 14 “Dios en el Cielo y Quevedo en Concepción”, frase de la época dorada de la producción ganadera y la exportación cárnica en el Norte, donde la familia Quevedo era propietaria de las mayores extensiones de tierras en la zona. Comentario del ganadero Rafael Heisecke Cardús. 15 MONTE DOMECQ, Ramón. La República del Paraguay en su Primer Centenario (1811-1911). Ob. Cit., pp. 362-363. 16 Loc. Cit., pp. 371-428. Caapucú era zona eminentemente ganadera, separada de la Villa Florida (Misiones) apenas por el río Tebicuary. Allí se asentaron las estancias de don Claudelino Silva, Raimundo Benítez, Blasantonia (sic) Isasi de Arbo, así como los establecimientos de don Carlos Lizza, tanto en Caapucú como al sur del Tebicuary. La estancia Montiel Potrero, de don Francisco Mariño y la de don Celestino González. En Ybycuí, los campos de don Francisco Barriocanal, Jenaro Urdapilleta y Juan Acosta; en Tavapy, la estancia Carayá, de don Camilo Leite, y la de don Narciso Sosa en Caazapá, donde también debe resaltarse la firma de los italianos José Fassardi y Ángel Portaluppi, fundada en 1887, a quienes se sumaría el paraguayo José Falabella, en 1906.17 La Sociedad Rural (1885) había dejado de existir. Desde 1902, la Sociedad Ganadera del Paraguay aglutinaba a los productores pecuarios. Entre sus principales objetivos estatutarios figuran: “el refinamiento del ganado vacuno, caballar, ovino y demás especies, mediante la aplicación de las teorías de selección, del cruzamiento entre las razas superiores, la educación, alimentación y curación de los productos por los medios más racionales y científicos.” El primer presidente fue don Guillermo de los Ríos y, desde el siguiente año, en 1903, se publicó la Revista de la Sociedad Ganadera del Paraguay, dirigida por Narciso Acuña, primera dedicada exclusivamente a la ganadería.18 En 1904 se registran las primeras importaciones de razas Durham, Hereford y Holstein. El mejoramiento del ganado se dio primero en las estancias modelo, propiedad de empresas internacionales, como la Liebig´s, introduciendo la raza Hereford para mezclarla con las criollas, que también eran de tipo europeo. Se conservan las constancias de las primeras transferencias de toros y vacas realizadas por La Rural Belga Sudamericana con destino a las estancias adquiridas en Paraguay, procedentes de la estancia Bichadero, en Río Negro, Uruguay. Hasta 1920, la mestización se realizó con toros Hereford; posteriormente fueron introducidos ejemplares de Sussex y Shorthorn, importadas desde la Argentina. Sin embargo, tuvo que buscarse la rusticidad y adaptabilidad al clima tropical, mediante la introducción de ganado Cebú proveniente de Brasil. 19 Procesamiento de la carne e industrialización. El impacto de la Primera Guerra Mundial La producción de carne a escala tomaba un fuerte impulso por las excelentes condiciones climáticas, de suelo y logísticas imperante en el país pese a su mediterraneidad. En este contexto, la ganadería paraguaya preparó su primera exposición, que se realizó del 15 al 22 de mayo de 1904, organizada por la Sociedad Ganadera del Paraguay. Las exposiciones fueron por secciones. I) Vacunos reproductores puros (importados); II) toros y vaquillonas nacidos en el país: toros de raza Durham y sus mestizos, de dos y cuatro dientes, ídem, Hereford, Holstein y Hereford; III) novillos y vacas gordas: novillos gordos de raza Durham y sus mestizos de tres a cuatro años de edad, los mismos de cualquier raza reconocida; y, IV) lecheras: de cualquier raza y edad. 17 Id. Ibid., pp. 226-227; 448-461. LIEBIG´S EN EL PARAGUAY. Libro de Homenaje en el Centenario de la Fundación de la Liebig´s Extract of Meat Company Limited (1865-1965). Ob. Cit., pp. 82-83. 19 Loc. Cit., pp. 74-75. 18 Se incluyeron además secciones de lanares, caballares, tiro pesado, tiro liviano, burros, porcinos, aves de corral e incluso, perros ovejeros y de caza.20 La producción bovina se hallaba extendida en gran parte de la geografía paraguaya y abastecía al consumo local sin mayores inconvenientes. El negocio de la carne a escala se inició recién a fines del siglo XIX, con la instalación del primer saladero, en el pueblo de Cangó (actual Artigas, Itapúa), propiedad de Héctor Bado, en 1892. A principios del siglo XX, el Saladero Risso faenó unas 4.715 cabezas de ganado, de una capacidad de 10.000 en el primer año de funcionamiento (1901), triplicando el número de faenas a 15.000 en el segundo año y consolidándose en torno a los 18.145 en el tercer año. Los animales no solo provenían del establecimiento, sino que también de estancias vecinas. Richard Friedrich Eberhard von Fischer-Treuenfeld21 profetizaba en su obra que ese número podría elevarse a unas 20.000 cabezas por año tan pronto los estancieros se acostumbraran a la existencia de la empresa y a las condiciones de entrega de ganado, porque las instalaciones estaban capacitadas de procesar entre 35.000 y 40.000 cabezas cada año.22 El proceso se iniciaba con la faena y terminaba con el producto listo para la venta. Los animales pasaban de un corral grande a otro menor, circular, el brete, donde no cabían más de diez vacunos. Un peón de pie, sobre una plataforma, enlazaba al animal y lo alzaba por medio de una roldana. Una vez sujeto, un desnucador lo mataba de una cuchillada y el cuerpo inerte era llevado a la playa. En un lugar techado y de piso firme, se procedía al degüello y la cuereada. Se trozaba la carne en tiras largas de unos cuatro centímetros de espesor, que luego se dejaban orear hora y media, antes de colocarlas en depósitos de salmuera por un breve espacio de tiempo. Después de que haya escurrido el líquido, se apilaban las tiras sobre base de astas en camadas, que llegaban a los cuatro metros, entre las cuales iban capas de sal, que eran reemplazadas por otras cada cuatro días, se volvían a apilonar y se asoleaban hasta que estuviera listo, a los cuarenta o cincuenta días.23 Este producto cárnico era conocido como tasajo (carne seca salada o acecinada para permitir su conservación). Se cargaba a granel para la exportación y no necesitaba de envases especiales. Los principales destinos eran Cuba, Brasil y España, y la vía era por Montevideo. El Saladero Risso también elaboraba lengua en conserva y otros subproductos. Los residuos óseos se colocaban en Inglaterra y las menudencias —astas, tendones y pezuñas— eran exportados a los países balcánicos, además de cueros salados y grasa, que eran extraídos por medio de agua hirviendo, al que iban a parar los huesos, el sebo y las demás partes del animal no utilizadas para el tasajo. El novillo o buey de cinco años era el preferido por su cuero pesado y carne magra, que tomaba bien la sal. 24 Los primeros ensayos de cultivos de praderas a gran escala fueron realizados por la Societé La Fronciere, con rhode grass, yaraguá, gutzu, guinea, capii-gordura y otros tipos de pasturas. Estas experiencias redundaron en grandes beneficios para la producción ganadera que, por aquellos tiempos, ya excedía con creces la necesidad interna y, por ende, necesitaba encontrar salida. El doctor Guillermo Stewart, de amplia actuación en el 20 Loc. Cit., p. 83. (Thorn, 1835 – Berlín, 1907): ingeniero contratado por el gobierno paraguayo en 1864, puso en funcionamiento el primer servicio telegráfico de Sudamérica. En la posguerra publicó varios libros como “Paraguay in wort und bild” (1906) y El Chaco y el litigio de límites entre Paraguay y Bolivia (1904). 22 KLEINPENNING, Jan M. G. Paraguay Rural (1870-1963): una geografía del progreso, el pillaje y la pobreza. Tiempo de Historia: Asunción, 2009, pp. 225-226 . 23 LIEBIG´S EN EL PARAGUAY. Libro de Homenaje en el Centenario de la Fundación de la Liebig´s Extract of Meat Company Limited (1865-1965). Ob. Cit., pp. 81-82. 24 Ibídem. 21 Paraguay desde tiempos de la Guerra de la Triple Alianza y dedicado luego a la ganadería, impulsó el interés para la instalación de inversionistas ingleses. El químico paraguayo Ovidio Rebaudi publicó en 1909 El extracto de carne y la industria de la refrigeración como medio de dar salida al exceso de producción ganadera del Paraguay. Se trata de un folleto que dejó importantes reflexiones sobre la competitividad del extracto de carne (producto terminado) como única alternativa para enfrentar a la producción ganadera argentina. El análisis consideraba la diferencia de tamaño y peso del animal, como la inconveniencia de la exportación de ganado en pie, por los gastos, cuidados y trasbordos logísticos, entre otras consideraciones. Concluía que el extracto de carne por el sistema del Dr. Liebig era el más conveniente para la producción cárnica paraguaya.25 Con una leve diferencia en el cálculo que aparece en Monte Domecq, en su obra, Jan Kleinpenning estima que el Saladero Risso procesó un total de 122.766 cabezas de terneros y vacas (entre 1901 y 1910), más unos 88.645 (entre 1910 y 1918). La capacidad de procesamiento era de unas 300 cabezas al día a principios del siglo XX, para lo cual se necesitaban unos 100 a 120 trabajadores durante el período de mayor faena. Schurz, sin embargo, habla de apenas 48 trabajadores para 1918, la mayoría «peones a cuchillo» de nacionalidad uruguaya, de gran reputación por la habilidad y experiencia. La faena se realizaba de mayo a agosto, en horas de la noche, a temperaturas que oscilaban entre 15 y 20 grados, a fin de racionalizar al máximo la utilización de refrigeradores.26 La primera fábrica de extracto de carne (vaca´i) fue instalada por el Dr. Edward Kemmerich en el puerto San Salvador, sobre el río Paraguay, entre la ciudad de Concepción y el puerto Risso. Contaba con modernas maquinarias que comenzaron a producir poco antes del inicio de la Gran Guerra en Europa, pero encontramos que la empresa cerró sus puertas en 1917. Kemmerich y sus capitales eran alemanes, hecho que pudo haber incidido negativamente, ya que en 1915 produjo y exportó unos 4.773 kilos de su producción27. La Primera Guerra Mundial disparó los precios del ganado en el Río de la Plata. Automáticamente los mercados de Liniers, en la Argentina, se convirtieron en la meta de los ganaderos paraguayos. Tanto la Liebig´s y la Fronciere, como otros establecimientos, habilitaron embarcaciones para el transporte de ganado. Se improvisaron campos de descanso y todo tipo de alternativas logísticas en la larga ruta hasta Buenos Aires, durante el transporte ferroviario desde Entre Ríos. Las necesidades de los ejércitos aliados eran insaciables y requerían la movilización de ingentes cantidades, que obligaban a optimizar el transporte. Aunque la adecuación de la cadena para lograr una mayor eficiencia llevaría su tiempo.28 Las perspectivas de exportación de alimentos conservados, generados por la Primera Guerra Mundial, resurgieron la necesidad de instalar frigoríficos en el Paraguay. El 14 de julio de 1915, la Ley n.° 144 dio autorización al señor G. L. Rickard para instalar un establecimiento frigorífico, otorgamiento de franquicias y una concesión por 25 años; aunque caducara por incumplimiento de los requisitos establecidos en dicha legislación.29 25 KLEINPENNING, Jan M. G. Paraguay Rural (1870-1963): una geografía del progreso, el pillaje y la pobreza. Ob. Cit., p. 233. 26 Loc. Cit., p. 226 27 LIEBIG´S EN EL PARAGUAY. Libro de Homenaje en el Centenario de la Fundación de la Liebig´s Extract of Meat Company Limited (1865-1965). Ob. Cit., pp. 85-86 28 Loc. Cit., p. 86 29 Ibídem Dos años después, la Ley n.° 241 daba una concesión de aun mayor importancia a la Central Products —posteriormente renombrada como International Products Corporation (IPC)— para establecer un matadero para ganado vacuno, lanar, porcino y caprino, con las instalaciones necesarias para preparar y conservar en frío las carnes y otros productos alimenticios. La fábrica se instaló en el puerto de San Antonio, al sur de Asunción. Se adquirieron dos buques frigoríficos: el Paraguay y el Ytororó. Durante el primer año se faenaron 31.789 cabezas de ganado, se exportaron 73.443 cajones de carne conservada y 21.500 cueros. Ese mismo año se promulgó la Ley n.° 253, del 2 de agosto de 1917, que otorgaba a la Compañía Paraguaya de Frigoríficos y Carnes Conservadas —propiedad de la Switf de Argentina e inversores paraguayos— análogas concesiones que a la Central Products.30 La Liebig´s se instaló oficialmente con personería jurídica en Paraguay, a través de sus mandatarios generales, Pedro Newkirk y Rodolfo Fleurquin. Quedó habilitada con el decreto del Poder Ejecutivo n.° 6802/1732, del 5 de septiembre de 1917, firmado por el presidente Manuel Franco y el ministro del Interior Luis A. Riart. Así quedaban aprobados los estatutos sociales de la Liebig´s Extract of Meat Company Limited. Entonces contaba con unos 85.000 animales entre vacunos, ovinos y yeguarizos.31 La Ley n.° 321, del 18 de noviembre de 1918, otorgó a la South America Land and Cattle Ltd. similares condiciones que a las demás concesiones y esta compañía se hizo cargo de las instalaciones de Kemmerich. La misma llegó a faenar 13.172 cabezas y a exportar 96.104 cajas de carne conservada. Aunque ninguna de las tres plantas industriales referidas con anterioridad se dedicó a la exportación de carne congelada — todas estas enviaban carne conservada o extracto de carne—, los establecimientos en San Antonio, Zeballos Cué y San Salvador eran conocidos como frigoríficos. El presidente de la República, doctor Manuel Franco, en su mensaje anual al Congreso, resaltó «el vigoroso impulso por obra de los frigoríficos» que recibía la economía del país, registrándose, en 1919, el récord de exportación de carne conservada, con 5.375.260 kilogramos por un valor de 2.580.125.125 pesos oro.32 Fin de la Primera Guerra Mundial y crisis de la exportación cárnica La Primera Guerra Mundial produjo una demanda extraordinaria de productos alimenticios, sobre todo de extracto de carne, debido a la facilidad de fraccionamiento, embalaje, bodegaje, transporte, distribución y preparación en los más distintos frentes de batallas. Desde Galípoli, en el estrecho de los Dardanelos, al Somme; de Verdún, a la Segunda Batalla del Marne. Algunos países estuvieron en la vanguardia como proveedores, principalmente las excolonias británicas de Australia y Nueva Zelanda, pero también Argentina (país que por entonces dominaba el mercado mundial de la carne) y, por extensión, Uruguay y Paraguay. La Gran Guerra aumentó aceleradamente las inversiones en el sector cárnico en la región. La apertura de frigoríficos se multiplicó en Argentina durante los años del conflicto bélico, además de los importantes establecimientos de capital angloargentino — radicados durante el período de 1882 a 1903— y los registrados hasta el estallido de la guerra, que se habilitaron en la Patagonia: Río Grande y Armour de Santa Cruz. El inicio 30 Loc. Cit., p. 87 Loc. Cit., pp. 77-78. 32 Loc. Cit., p. 88. 31 de las operaciones del Frigorífico Argentino, en 1914, de la planta de Armour La Plata, en 1915, y de la Anglo South American Meat Co., controlada por la Union Cold Storage, en 1916 (vinculada al grupo Vestey).33 En Paraguay, además de las empaquetadoras de carne de San Antonio (IPC) y Zeballos Cué (Liebig´s) —de inversores estadounidenses e ingleses, respectivamente—, las administraciones de los presidentes Eduardo Schaerer (1912-1916) y Manuel Franco (1916-1920)34 facilitaron la construcción de procesadoras de carne vacuna y el aumento de las exportaciones repercutieron directamente en la popularidad de los mandatarios, que invirtieron los ingresos en mejorar la infraestructura y servicios; además, para satisfacer pedidos de los feligreses católicos. Y fue así, decreto mediante, como se otorgaron los primeros fondos para la terminación del templo de la Virgen de los Milagros de Caacupé. 35 Sin embargo, el floreciente negocio llegó repentinamente a su fin. La terminación de la Primera Guerra Mundial redujo drásticamente la demanda de productos cárnicos en los diferentes mercados. Las exportaciones paraguayas cayeron estrepitosamente e incluso fue necesario importar 1.201.512 kg de carne, por un valor de 629.207 pesos oro. Las fábricas de procesamiento redujeron la producción o apostaron a nuevos productos como la carne congelada. Hubo otro factor: la detección de fiebre aftosa, que llevó al cierre de fronteras sanitarias con la Argentina, impidiendo la exportación a otros países.36 Revolución, inmigración y prosperidad previa a la Guerra del Chaco Con gran optimismo, el 15 de agosto de 1920, el presidente Manuel Gondra iniciaba su mandato para el período 1920-1924. En su afán de integrar un prestigioso gabinete, convenció al doctor Eligio Ayala, quien pasaba una larga pasantía de casi diez años en Europa, de regresar al Paraguay para colaborar desde la cartera de Hacienda. El Ejecutivo estuvo integrado por otros importantes hombres públicos de la talla de Ramón Lara Castro, Rogelio Ibarra y José Patricio Guggiari complementaban el Ejecutivo; pero, la confirmación del impetuoso coronel Adolfo Chirife en el ministerio de Guerra y Marina, representando los intereses de Schaerer, preocupaba a más de uno. En el plano exterior, Paraguay apuntaba a consolidar la idea del equilibrio concebida por el anterior canciller, Eusebio Ayala, en un intento por disminuir la asfixiante influencia argentina y buscar un aumento en el intercambio con el Brasil hacia la frontera este, en el Alto Paraná. En este punto coincidía con los brasileños que iniciaban su marcha al oeste en el Estado de Paraná, limítrofe con el Brasil. 37 Asimismo, se estrecharon vínculos con Estados Unidos y Francia, cuya capital, París, se convertiría, en la década de 1920 a 1930, en el centro de operaciones del Paraguay en Europa. 33 LUCH, Andrea. Las empresas frigoríficas en Argentina: estrategias empresariales y cambios en el sector industrial (1882-1930). América Latina en la Historia Económica Vol. 26, Nro. 2: México, 2018 34 El presidente Franco falleció el 5 de junio de 1919, un año antes de finalizar su mandato, que fue concluido por el vicepresidente, doctor José Pedro Monter.o 35 CABALLERO AQUINO, Ricardo. La Era de Eligio Ayala, 1920-1936: Liberalismo para la prosperidad. El Lector: Asunción, 2014, pp. 55-56. 36 KLEINPENNING, Jan M. G. Paraguay Rural (1870-1963): una geografía del progreso, el pillaje y la pobreza. Ob. Cit., p. 235. 37 Los planes geopolíticos ideados desde fines del siglo XIX y trazados por los gobiernos del Brasil y Paraguay desde principios del siglo XX se harían realidad (conexión física) recién en la segunda mitad del siglo XX con la ruta hasta el río Paraná, el puente de la Amistad y finalmente, la construcción de Itaipú. De igual manera, se dio un nuevo impulso a la inmigración de colonos, tanto para la ocupación civil del Chaco como de otras comarcas. El gobierno promovió la llegada de contingentes desde América del Norte y Europa, que continuarían viniendo en los gobiernos siguientes. En 1919 llegó una expedición al Chaco central, encabezada por el noruego Fred Engen. En un informe remitido al general retirado estadounidense, Samuel Mc Roberts (1868-1947), representante de la Iglesia mennonita, le decía: “I have found the promised land” —he hallado la tierra prometida—.38 Con el visto bueno de los colonos y la aprobación del gobierno, se promulgó la Ley 514/21, conocida como la ley de los menonitas. En una reunión mantenida en Asunción se sentaron las bases para la colonización menonita. Los periódicos de la capital ya lo daban por hecho. Participaron el general Mc Roberts, el presidente Gondra y el doctor Eusebio Ayala, también estuvo involucranda la Iglesia católica y la empresa de Carlos Casado.39 El Paraguay buscaba salvar las inversiones realizadas en el sector cárnico, aprovechando las ventajas estratégicas que el país mantenía como productor de ganado y exportador de carne. El fin de la Primera Guerra Mundial reestructuró el negocio industrial de la carne. El frigorífico San Antonio dejó de funcionar en julio de 1921, pero logró reacomodarse, recuperando el nivel normal de producción a fines de ese año, siendo la única operativa para 1922. El Saladero Risso fue arrendado en 1922 por la Societe La Fronciere du Paraguay, la empresa ganadera más importante del país. Y la Liebig´s inició negociaciones con la Swift de Argentina para hacerse cargo de la planta de Frigoríficos y Carnes Conservadas en Zeballos Cué (Asunción).40 El panorama político se había enturbiado a nivel interno a fines de 1921, por una serie de sucesos que derivaron en la renuncia del presidente Gondra y la designación del senador Eusebio Ayala como nuevo mandatario. El mensaje al Congreso del nuevo presidente referió a la crisis en ciernes, advirtió el problema de la inestabilidad monetaria y la necesidad de examinar el régimen de crédito “a fin de estimular la circulación del capital nacional, llevándolo en lo posible a fecundar las fuentes de una producción económica racional.” Adelantó que “en primer término corresponderá financiar la ganadería, por ser la industria susceptible de más rápido desarrollo” y aseguró que “la asistencia bancaria tendrá el propósito de hacer posible la venta de los productos en el exterior, como método más eficaz de hacer de la ganadería una industria rentable.”41 Se esperaba que el doctor Eusebio Ayala completara el mandato presidencial de cuatro años (1920-1924), fijado desde el inicio de la Era Constitucional en 1870. Un posterior desacuerdo del expresidente Schaerer deterioró la situación política interna del Partido Liberal, situación que arrastró a otros actores civiles colorados y militares hasta un enfrentamiento. Por un lado, partidarios schaeristas (los sako mbyky) y sus aliados con el coronel Adolfo Chirife como cabeza militar con su unidad sublevada en Paraguarí y por el otro bando, la facción política progubernista, que defendía la presidencia de Ayala en la capital (los sako pukú), con el respaldo de unidades militares ubicadas en Asunción. 38 REDEKOP, Calvin; KRAHN, Victor & STEINER, Samuel J. Anabaptist / Mennonite faith and economics. Lanham: University Press of America, 1994. 39 KLASSEN, Peter P. Kaputi Mennonita. Asunción: Imprenta Modelo, 1976 p. 41 . 40 KLEINPENNING, Jan M. G. Paraguay Rural (1870-1963): una geografía del progreso, el pillaje y la pobreza. Ob. Cit., pp. 235-236. 41 Mensaje del Presidente Provisorio de la República del Paraguay Dr. Eusebio Ayala al Honorable Congreso de la Nación. Imprenta Nacional: Asunción, 1922, pp. 5-13. La batalla de Caí Puente se llevó a cabo el 15 de noviembre de 1922 e inclinó la balanza hacia las armas gubernistas, pero la Revolución del 22 finalizó en los primeros meses de 1923, cuando se logró doblegar a los últimos insurgentes. El doctor Eligio Ayala había asumido la presidencia provisional en abril, en reemplazo de Eusebio. El embajador brasileño en Asunción, Rodrigues Alves, afirmó que era una “fecha histórica en la vida política paraguaya, pues significaba el choque violento entre el espíritu de caudillismo todavía vivo por un lado y la reacción democrática, luchando por el espíritu de orden y disciplina. Venció la buena causa, triunfó el orden civil organizado.”42 La revolución retrasó unos años la venida de nuevos inmigrantes, principalmente la de los menonitas. Walter Quiring trata el tema en su libro Alemanes de Rusia buscan una patria 43 y menciona la gran importancia del establecimiento en el Chaco y el gigantesco aporte posterior que significó la instalación de los menonitas para la producción láctea y cárnica en Paraguay en la Colonia. El presidente Eligio Ayala resultó electo (período 1924-1928) y le tocó recibir al primer grupo proveniente de Canadá. Les dio la bienvenida en la rada del puerto de Asunción (1926) hablando en perfecto alemán. Al año siguiente llegarían los otros contingentes venidos de Rusia y Ucrania. Eligio Ayala inició un período caracterizado por cambios positivos, como la estabilidad monetaria y el reordenamiento de las finanzas. Esto permitió retomar y aumentar la adquisición de armamento para la inminente defensa del Chaco, amenazado por la constante incursión de Bolivia. Al mismo tiempo, llevaba adelante una ciclópea tarea interna en cuanto a educación y salud, el ordenamiento urbano con importantes obras públicas y, sobre todo, puso empeño en el fortalecimiento de las instituciones y del sistema democrático. La bonanza económica siguió al ordenamiento iniciado por el mismo Ayala, desde varios años atrás, cuando ocupaba la cartera de Hacienda, en 1920. Para 1927, el valor de las exportaciones ascendía a 14.282.040 pesos oro —representando un aumento de 5.367.577 pesos, en relación al año 1924— mientras que las importaciones registradas ascendían a 11.977.766 pesos —en comparación a las registradas en 1923, que apenas llegaban a 3.406.555 pesos—. Esos valores demuestran el superávit de exportaciones en relación a las importaciones, y el consecuente aumento del poder adquisitivo y de consumo de la población.44 El censo ganadero de 1926 arrojó la cifra del hato nacional de 2.972.861 cabezas de ganado; 2.669.678 (casi el 90 %) de las cuales eran criollos y solo unos 300.000 animales cruzados con ganado de raza, con preeminencia absoluta del cebú, un robusto búfalo de origen indio que fuera introducido desde el Brasil. El mismo ofrecía mayor inmunidad contra garrapatas y otras plagas; pero, sobre todo, mejor adaptación a las pasturas en los que pacía en estado semisalvaje. Sin embargo, sus detractores apuntaban que estas supuestas ventajas quedaban opacadas por los defectos que hacían de este animal poco apropiado para el cruce, además de una falsa impresión de gordura y la dureza de la carne. 45 La raza cebú eran entonces el 6 % del hato ganadero con 176.916 animales; Hereford, el 2,4 % con 70.350; Polled Angus, el 1,2 % con 35.918; y Durham, con 0,6 % 42 DORATIOTO, Francisco. Una relación compleja: Paraguay y Brasil (1889-1954). Tiempo de Historia, Asunción, 2011, p. 293. 43 QUIRING, Walter. Russlanddeutsche suchen eine Heimat: die deutsche Einwanderung in den paraguayischen Chaco. Karlsruhe: H. Schneider, 1938. 44 Mensaje del Presidente de la República al H. Congreso Nacional. Imprenta Nacional: Asunción, 1928, pp. 42-43ñ 45 KLEINPENNING, Jan M. G. Paraguay Rural (1870-1963): una geografía del progreso, el pillaje y la pobreza. Ob. Cit., pp. 231-232. y 18.757 animales. Muy atrás quedaba la raza Devon, con unos 1.070 animales y las lecheras holandesas, que apenas llegaban 172. A fin de “corregir” el error de la introducción de cebú, los ganaderos paraguayos pronto descubrieron la necesidad de extirparlo lo más pronto posible, ya que los compradores argentinos se rehusaban a admitir cualquier ganado que tuviera algún aspecto de cebú. Según Schurz, para entonces, la introducción de sementales era dominada por las razas Durham y Hereford; sobre todo esta última, preferida por los criadores por ser menos susceptible a enfermedades y en general más adaptable a las condiciones del país. 46 Si bien las estadísticas oficiales diferirían de los números reales, es claro que había un marcado aumento y preferencia en la adquisición del ganado para faena, demostrada por la compra destinada a los frigoríficos. En 1927, el 47,2 % de los animales faenados para las fábricas eran importados del exterior; es decir, 53.353 de 113.390, una inmensa mayoría (90 %) de la Argentina y un 10 % del Brasil. Podríamos encontrar una explicación en la ubicación geográfica de las fábricas; la planta de la Liebig´s —en Zeballos Cue— y la de la International Products —en San Antonio— en conjunto alcanzaban el 86 % de las que se hallaban en la cercanías de la capital y de la frontera con la Argentina. Así, Puerto Fronciere —en Concepción— solo un 14 %.47 Sin embargo, la faena de animales para las fábricas que exportaban a otros países apenas era parte del total, ya que la mayor parte de la matanza se destinaba para al consumo interno. La Dirección de Ganadería del Ministerio de Hacienda estimaba en 174.132 los animales faenados en la campaña y 46.108 en los mataderos públicos y privados, ubicados principalmente en La tablada de Asunción, datos indirectamente obtenidos a través del rendimiento del impuesto al faenamiento de animales (Ley 538), más los 60.037 de procedencia nacional, faenados en las fábricas, totalizaban unos 280.233 para 1927, a los que debemos sumar los referidos 53.353 importados de Argentina y Brasil, faenados para los frigoríficos.48 La International Products Corporation (IPC) también contaba con empresas tanineras en el Chaco. En la principal unidad establecida en Puerto Pinasco se produjo un grave hecho que terminó en tragedia cuando un grupo de hacheros inició una serie de medidas de fuerza, en julio de 1927. El líder sindical argentino, Benigno Castaño, a la cabeza y en colaboración con operarios de la fábrica, exigieron aumento de salario y mejores condiciones laborales. La tensión escaló con la toma de la usina, la comisaría y amenaza de incendiar los depósitos. Los administradores solicitaron ayuda a Concepción y acudieron al llamado las fuerzas del orden. El enfrentamiento dejó una docena de muertos y heridos. En el aspecto económico, en cinco años (1923-1928), el Paraguay había duplicado su capacidad productiva y tributaria, el presidente Eligio Ayala atribuía el éxito económico del último lustro a medidas sumamente simples, como la lucha contra el proteccionismo y la especulación, que consideraba un “fraude de holgazanes” en busca de obtener lucro sin trabajar. Promovió además el cooperativismo, pero afirmaba que “el capitalismo es el auxiliar más poderoso del progreso económico moderno y por consiguiente, no debemos limitarnos a darle libertad, sino que debemos atraerlo.”49 En su último mensaje presidencial, Ayala afirmaba que “nos propusimos ser órganos de la política, de la voluntad, de la pasión, para buscar un máximo de civilización 46 Loc. Cit. Memoria del Ministerio de Hacienda correspondiente al año de 1927. Imprenta Nacional: Asunción, 1928, pp. 46. 48 Loc. Cit., pp. 46-48. 49 Mensaje del Presidente de la República al H. Congreso Nacional. Imprenta Nacional: Asunción, 1928, p. 47. 47 y un mínimo de discordias nacionales [pues] comprendíamos que si un pueblo pierde su cohesión interna, carece de una fuente íntima de unidad política, y [que si] sus instituciones no hallan alimento en una vida social ordenada, puede arriesgar gravemente su existencia, su progreso, su porvenir.”50 Para 1928, el total de exportaciones nuevamente ascendió a 15.886.208 pesos oro y, de ese monto, 6.977.777 pesos oro correspondía a productos ganaderos exportados (carne, cuero, etc.), lo que representaba el 43,9 % de las exportaciones. Este negocio experimentó un gran empuje, con un crecimiento que iba desde el 20,9 % de las exportaciones, en 1926, que se estabiliza en torno al 40 % recién a principios de la década de 1930, antes del inicio de la Guerra del Chaco (1932-1935).51 El estadístico agrícola estadounidense, Leon Estabrook, realizó un novedoso censo agrícola común. Utilizó el mismo cuestionario para comparar idénticos parámetros —recursos agrícolas y métodos de producción en todo el mundo— y, según los resultados, Paraguay no sacaba el mejor provecho de las oportunidades de producción. Apuntaba que la mayor necesidad de la industria ganadera en aquel entonces era el mejoramiento de los servicios de transporte, tanto dentro del país como al exterior, por vía marítima. Advertía que mientras estas debilidades logísticas continuaran, habría poco incentivo para que los ganaderos paraguayos mejoraran el hato ganadero o expandieran la industria a la región menos accesible del Chaco, recordando que las áreas de pastoreo, en la región occidental, se limitaban al litoral del río Paraguay.52 A inicios de los años treinta hubo una nueva crisis en la actividad exportadora de carne. Cuba era uno de los principales compradores, pero una nueva imposición de aranceles especiales a la importación, hizo que sea inviable el envío a dicho destino y, como consecuencia, cerraron varios saladeros en Argentina y Uruguay. Esta situación repercutió en Paraguay y la fábrica instalada en Puerto Fronciere dejó de operar. Pero indudablemente, el principal factor a considerar, en todos los órdenes, fue la guerra con Bolivia. Importancia de la ganadería en la Guerra del Chaco En las elecciones de 1928, por primera vez desde la promulgación de la Constitución Nacional de 1870, dos candidatos de distintos partidos pugnaron por el sillón presidencial. Sufragaron casi 90.000 ciudadanos, que representaban el 56 % de los inscriptos en el padrón electoral. El doctor José Patricio Guggiari, del Partido Liberal, venció en las urnas al candidato Eduardo Fleitas, del Partido Colorado.53 Paraguay se preparaba para la guerra con absoluta discreción, sin recurrir a abultados créditos externos. Pese a aquella bonanza económica, resultaba necesario realizar recortes en las adquisiciones. El expresidente Eligio Ayala asumió nuevamente la cartera de Hacienda, al inicio del mandato de Guggiari. Las obras sanitarias en Asunción (agua corriente y alcantarillado) constituyeron casos emblemáticos, ya que fueron llamadas a licitación en dos oportunidades sin que pudiesen ejecutarse las tareas. La firma Parodi & Figini había ganado el concurso de precios por segunda vez. El ministro Ayala escribió entonces cuatro artículos periodísticos en El Diario, en los cuales 50 Loc. Cit., p. 8. KLEINPENNING, Jan M. G. Paraguay Rural (1870-1963): una geografía del progreso, el pillaje y la pobreza. Ob. Cit., p. 237. 52 Ibidem. 53 ABENTE BRUN, Diego. Un sistema de partidos en transición. El caso de Paraguay en: Mainwaring, Scott y Scully, Timothy (eds.) La construcción de instituciones democráticas: sistemas de partidos en América Latina. Centro de Estudios para Latinoamérica: Santiago de Chile, 1996 - p. 246. 51 sentaba oposición a la realización de las obras. El ingeniero Baltasar Ballario, exintendente capitalino, afirmaba que “no se hicieron porque el doctor Eligio Ayala era de la opinión que la guerra con Bolivia era inevitable [y] no quería que los recursos se utilizaran para otro efecto que no fuera para la defensa, ya que él mismo había estado, en sus cuatro años de gobierno, totalmente empeñado en la defensa nacional; y como el doctor Guggiari lo incorporó a su gobierno para que siguiera administrando la economía del país y prosiguiera la compra de armamentos en Europa, su palabra era muy tenida en cuenta.”54 En 1929, la faena de ganado para las fábricas de exportación sufrió una contracción importante, no así la realizada en La Tablada de la Capital, destinada a satisfacer el principal mercado interno, Asunción y alrededores. De 160.759 reses faenadas para frigoríficos, en 1928, se disminuyó a 116.709, en 1929. Un déficit de 44.050 cabezas que también impactó negativamente en la importación de ganado extranjero para faena. Por su parte, el movimiento de entrada de hacienda en La Tablada pasó de 55.753 reses, en 1928, a 56.298 en 1929.55 El trabajo del doctor Eligio Ayala en el ordenamiento financiero iniciado en 1920, cuando ingresó como ministro de Hacienda, su paso por la presidencia de la República para regresar luego a la principal cartera, desde 1928, registró importantes avances en lo relacionado al servicio sanitario y de salud animal, considerando que el negocio de la carne constituía el principal rubro de exportación. La Dirección de Ganadería e Inspección de Carnes, dependiente de Hacienda, sometía a un estricto control a los diversos establecimientos habilitados (mataderos y fábricas). La tuberculosis era la principal enfermedad detectada en los animales, con 312 casos entre 165.651 reses, mientras se registraban solo 105 casos de otras enfermedades.56 Por Decreto n.° 33.077 del 5 de abril, la Dirección de Ganadería fue autorizada a adquirir un moderno laboratorio bacteriológico con todas las herramientas. Sentó sede en un terreno fiscal sobre Santísima Trinidad (Asunción) para servir principalmente a La Tablada de la Capital, donde se encontraban los principales mataderos de la República. Asimismo, en el país se ensayaban las primeras vacunas para la paraplejia enzoótica, desarrolladas por el doctor paraguayo Rogelio Urízar y el profesor argentino José Lignieres, de Buenos Aires, resaltando que la cooperación técnica con funcionarios del Ministerio de Agricultura de la Argentina, era constante.57 El crack del 29 afectó la actividad económica del país, produciendo una disminución del compás del movimiento, sobre todo en los principales productos de exportación. Aunque aumentara notablemente la producción, no se encontraba mercado suficiente donde colocar, tal como quedó demostrado por la diferencia en la existencia de mercaderías como el azúcar, café y algodón que, en miles de toneladas, pasaron de 2.693, 847 y 784, en 1929, a 3.683, 1.555 y 1.186 respectivamente, en 1930.58 Sin embargo, la depresión sufrida por la economía no tuvo en Paraguay el impacto negativo que registraron otros países. Aunque levemente menores a las de los años de CABALLERO AQUINO, Ricardo. La Era de Eligio Ayala, 1920-1936: liberalismo para la prosperidad. Ob. Cit., pp. 306-307 55 Memoria del Ministerio de Hacienda correspondiente al año de 1929. Imprenta Nacional: Asunción, 1930, pp. 127-134 56 Loc. Cit. 57 Ibídem 58 Mensaje del presidente de la República del Paraguay al Honorable Congreso Nacional de abril de 1931. Asunción: Imprenta Nacional, 1931, pp. 44-71 54 mayor bonanza (1925-1928), las exportaciones de 1930 fueron superiores a las de 1929. La balanza comercial, sin embargo, fue negativa, registrándose cerca de un millón de pesos oro en las importaciones. A los productos tradicionales se había sumado, desde hacía ya unas décadas, el extracto de quebracho (tanino) y después, la esencia de Petit Grain, cada vez más fuerza.59 El gobierno paraguayo priorizó la preparación para la defensa militar a través de adquisiciones de armamento pesado, construcción de buques de guerra, formación de altos mandos y entrenamiento de tropas, lo que insumiría la mayor parte del presupuesto nacional. A inicios de 1930, el ejército paraguayo interceptó y decodificó un radiograma boliviano, por el cual el comandante Hans Kundt informaba a su Cuarta División, asentada en fortín Muñoz, de su plan para atacar a varias posiciones paraguayas en la región. El gobierno paraguayo adoptó medidas militares concentrando silenciosamente tropas en Puerto Casado, con instrucciones de permanecer alertas al tiempo de publicar el texto íntegro del radiograma descifrado en los periódicos de la capital y la clave criptográfica utilizada por el Estado Mayor de Bolivia. 60 El estallido de la guerra se dio a mediados de 1932. Caben resaltar dos hechos relevantes antes de entrar en la contienda bélica; por un lado, el doctor Eligio Ayala murió de manera trágica y repentina en 1930, y, por otro, se desató una grave conmoción política que derivó en la muerte de una docena de personas, varios de ellos estudiantes, en los luctuosos sucesos del 23 de octubre de 1931. Manifestantes forzaron el ingreso a los jardines del Palacio de López en protesta contra el gobierno de José Patricio Guggiari. A raíz de estos sucesos, el presidente fue sometido a un juicio político, del cual resultó absuelto y retomó la presidencia unos meses después hasta finalizar su periodo y entregar así el poder al nuevo presidente electo, el doctor Eusebio Ayala, quien se encontraba regresando de Francia. Durante el tiempo que estuvo alejado de la política, Eusebio Ayala ejerció su profesión de abogado para importantes firmas extranjeras, principalmente estadounidenses; entre ellas, la exportadora de productos cárnicos International Products Corporation (IPC). Esto fue justificación para que algunos de sus detractores demostraran preocupación ante una eventual inclinación que perjudicara otros intereses. Sin embargo, años atrás, en diciembre de 1927, en otra ocasión en que sonó el nombre de Eusebio como candidato presidencial, el embajador brasileño Nabuco de Gouveia, en nota confidencial remitida a su canciller Mangabeira, afirmaba que “no se encontraron indicios de que durante su vida pública lo hayan llevado al tráfico de influencias a favor de empresas de esa nacionalidad [pues] además de su honestidad, otra característica de Eusebio Ayala era su modestia, y fue por eso que este resistió las presiones para que se postulase a la Presidencia.”61 Cuatro años después, en 1932, Eusebio Ayala era el político local de más dilatada visión y de mayor nombre internacional. Políglota y gran maestro del Derecho Internacional, había presentado recientemente en París, en perfecto francés, su tesis sobre el Uti Possidetis Iuris, en la cual defendía los derechos del Paraguay sobre el territorio del Chaco.62 Como ex canciller y expresidente de la República, conocía mejor que cualquiera la cuestión con Bolivia, habiendo procurado por todas las vías posibles, una 59 Loc. Cit. DORATIOTO, Francisco. Una relación compleja: Paraguay y Brasil (1889-1954). Ob. Cit., p. 383. 61 Id. Ib., p. 346. 62 AYALA, Eusebio. Le principe de l’ “uti possidetis” et le règlement des questions territoriales en Amérique; Revue de droit international: Paris, 1931, T. VIII, pp. 441-456. 60 salida diplomática y pacífica del conflicto, pero convencido de que no existía otra salida. Al asumir nuevamente la primera magistratura, el 15 de agosto de 1932, afirmaba: “si la guerra hay que hacerla inevitable, hagámosla con todas nuestras fuerzas.” Eusebio Ayala movilizó el campo al crear 155 Juntas de Economía en el interior del país. Casi todas las familias tenían algún pariente en la guerra, los trabajadores rurales se esforzaban por aumentar la producción. Parte de ellos se incorporó a las brigadas rurales, existentes en casi todas las ciudades del interior. Se trataban de pequeñas cooperativas organizadas por el gobierno. En 1929, los agricultores poseían casi 10.000 arados de tierra y más de 15.000 de madera; para fines de 1933, la administración de Eusebio Ayala consiguió proveerles casi 4.000 arados adicionales, lo que se tradujo en el aumento del área cultivada, que pasó de 120.000 hectáreas en 1932 —antes del estallido del conflicto— a casi 190.000 hectáreas —en plena guerra en el año 1934—, registrándose un incremento de casi el 60 %. La inmigración japonesa en el Paraguay también se organizaría en plena guerra. Quince años antes, durante el gobierno del doctor José Pedro Montero, el doctor Eusebio Ayala, entonces en su calidad de canciller, había firmado un primer tratado bilateral con el Imperio del Japón, en 1919. El gobierno brasileño de Getúlio Vargas empezó a imponer trabas a la inmigración nipona, en 1934. Paraguay se hallaba en plena guerra con Bolivia cuando el director ejecutivo de la Empresa Colonizadora Bura Taku, señor Kunito Miyasaka, realizó contacto para el asentamiento de los primeros colonos. Al año siguiente, el gobierno japonés envió al Paraguay una misión para indagar detalles de las condiciones y adquirir el terreno en la hoy denominada ciudad de La Colmena. La colonizadora adquirió un terreno de unas 11.000 hectáreas, en una llanura situada a unos 130 km al sureste de Asunción. El primer contingente arribó en 1936.63 La inmigración japonesa en Paraguay dio lugar a un impulso adicional a la relación con la fundación de la primera institución creada para fomentar el intercambio cultural entre ambas naciones. En la Sala de Actas del Ateneo Paraguayo, el 2 de abril de 1935, se creó el Instituto Cultural Paraguayo Japonés bajo la presidencia del doctor Juan Francisco Recalde, previa explicación del doctor Venancio Galeano, ampliada por el agente cultural del Japón, don Jorge Yoshio Shinya, quien manifestó que la iniciativa pertenecía a S. E., el ministro del Japón ante el gobierno del Paraguay, doctor Jiro Yamazaki, siendo además, auspiciada por las autoridades competentes de esta República.64 La industria ganadera abasteció al ejército con la carne y el cuero necesarios, mientras las exportaciones de carne y otros productos ganaderos permitieron al Paraguay financiar los gastos de guerra. El hato ganadero disminuyó de casi 4 millones de cabezas, en 1932, a 3,2 millones, en 1937, cifras que muestran el efecto negativo experimentado en el sector.65 Según refiere Benjamín Banks, ministro de Hacienda durante la guerra, el total de la hacienda requisada ascendió a 395.000 cabezas de ganado vacuno y 20.000 equinos, aparte del excedente del 7 % de la producción, que se abonaba también al contado. Con el fin de no gravar a pequeños productores, la Junta Nacional de Aprovisionamiento eximió de la obligación de requisa a los establecimientos con menos de 200 cabezas.66 63 La colonia se dedicó primeramente a la agricultura y posteriormente, también a la ganadería . CENTURIÓN, Carlos R. Historia de las Letras Paraguayas, Tomo 3. Buenos Aires: Ayacucho, 1951. 65 KLEINPENNING, Jan M. G. Paraguay Rural (1870-1963): una geografía del progreso, el pillaje y la pobreza. Ob. Cit., p. 257. 66 LIEBIG´S EN EL PARAGUAY. Libro de Homenaje en el Centenario de la Fundación de la Liebig´s Extract of Meat Company Limited (1865-1965). Ob. Cit., pp. 116-117. 64 El general Jorge Thompson Molinas desempeñó el cargo de intendente del Regimiento 4 Curupayty durante la guerra y dejó testimonio escrito. Resaltó el excelente trabajo mancomunado entre la Junta de Aprovisionamiento y el Ejército, y describió lo complicado que resultaba la logística, de la siguiente manera: “para que un plato de locro, un pedazo de pan, un trozo de carne, etcétera, lleguen hasta la tropa, hasta ese soldado que está combatiendo y que en la medida en que esté bien alimentado rinde más al Ejército.” Concluía diciendo que “la guerra se gana comiendo o mejor, manteniendo a la tropa con el estómago lleno.” Tal fue la importancia de la carne en la Guerra del Chaco.67 En su último mensaje presidencial, cuando el conflicto se hallaba en la recta final, Eusebio Ayala mencionó: “la producción agrícola, la ganadera y la forestal sostienen el peso financiero de la guerra” y “mediante la amplia producción de artículos de consumo interno y de exportación, el país ha podido hacer frente, a la vez, al sostenimiento de la población civil y del ejército en campaña”, además de la aplicación del 50 % de aumento en la tasa de los derechos de importación, según le facultaba la ley. Aunque el esfuerzo bélico fue soportado por todas las fuerzas, desde el punto de vista económico, indudablemente fue la industria ganadera la que más sufrió el peso como consecuencia las requisas, que alcanzaron al 26 %.68 El militarismo y fin de la Era Liberal Al finalizar la contienda, el presidente Eusebio Ayala rescataba que «la economía del país no ha sufrido radicalmente por efecto de la guerra», sostenía que las «perturbaciones son pasajeras» y enfatizaba la acentuada curva ascendente que seguía la producción, contraria a la crisis que se vivía a nivel mundial.69 La firma del Protocolo de Paz, el 12 de junio de 1935, consistente en un armisticio, traería aparejado el nuevo problema político de la desmovilización de tropas desde el frente. Una vez regresados a la retaguardia, varios oficiales se aglutinaron en torno al liderazgo del coronel Rafael Franco, quien había encabezado otras experiencias desestabilizadoras en años anteriores, para cobrar protagonismo al impulsar un golpe militar, el 17 de febrero de 1936. Así se puso fin al gobierno del doctor Eusebio Ayala y fue “la partida de nacimiento de la dictadura militar en el Paraguay.”70 El derrocamiento del gobierno del doctor Eusebio Ayala es considerado el fin de la era liberal y el inicio del militarismo, sumamente influenciado por las corrientes totalitarias en auge en el mundo y antesala de la Segunda Guerra Mundial. En sus Capítulos de la Revolución Paraguaya, el doctor Juan Stefanich, principal ministro del gobierno de Rafael Franco, confiesa que el gobierno febrerista carecía de una línea ideológica clara, confundiéndose en el gabinete las más diversas y contradictorias: “una amalgama de cuatro tendencias políticas: tres exóticas: el marxismo, el fascismo y el nacionalsocialista; una paraguaya y americana: la democracia solidaria.”71 67 SEIFERHELD, Alfredo M. Recuerdos de la Guerra del Chaco. Servilibro: Asunción, 2019, pp. 98-99. Mensaje del Presidente de la República del Paraguay Doctor Eusebio Ayala al H. Congreso Nacional. Imprenta Nacional: Asunción, 1935, pp. 11-18. 69 Loc. Cit. 70 PEÑA VILLAMIL, Manuel. Eusebio Ayala y su tiempo. Graphis: Asunción, 1993, pp. 380-385. 71 STEFANICH, Juan. Capítulos de la Revolución Paraguaya: El Paraguay en febrero de 1936, Vol. 3. Buenos Aires: Editorial El Mundo Nuevo, 1946 – p. 16. 68 Por ende, durante el gobierno de facto del coronel Franco, se experimentó un terrible retroceso democrático en el país, al que el exministro Justo Pastor Prieto llamó “dieciocho meses de regresión política.”72 Además de ordenar prisión del presidente Ayala y del comandante Estigarribia, quienes permanecieron encarcelados unos seis meses, se procedió a la derogación de la Constitución Nacional de 1870, por medio del Decreto 152/36, que prohibía toda actividad de carácter político y se hallaba inspirada, tal como rezaba el considerando en “las transformaciones sociales totalitarias de la Europa contemporánea», en el sentido de que «la Revolución Libertadora y el Estado son ya una misma e idéntica cosa.”73 Durante este breve período de tiempo, se produjo el canje de prisioneros y continuó la negociación de paz con Bolivia, con la mediación de varios países amigos. Sin embargo, la firma del Protocolo Stefanich-Alvéstegui, el 9 de enero de 1937, creaba zonas neutralizadas, lo que implicó un retroceso de hecho en las líneas ocupadas por el ejército paraguayo al fin de las hostilidades. Una parte del territorio ya no fue recuperado en el futuro. Meses después, el 13 de agosto de 1937, una contrarrevolución derrocó al coronel Franco “que había defraudado las esperanzas del pueblo y del ejército que lo elevó a la primera magistratura de la nación, fundando su sistema de gobierno en el más puro totalitarismo.”74 Jurista reconocido, decano de la Facultad de Derecho y respetado político liberal de la vieja guardia schaerista, el doctor Félix Paiva fue indicado por los militares para liderar el proceso de restablecimiento institucional; fuertemente condicionado por las Fuerzas Armadas desde el inicio. El Partido Liberal se estaba vaciando de figuras de peso como lo fueron la de Eligio Ayala o Manuel Gondra, que habían muerto, y el expresidente Eusebio Ayala, que se encontraba alejado de la política, afincado en Buenos Aires. El año 1938 fue sumamente importante. Al iniciarse la guerra, ya con las colonias menonitas afincadas en el Chaco Central, el área efectivamente ocupada por el Paraguay en la región occidental ascendía a unos 157.000 km2. Con la firma del tratado definitivo de paz con Bolivia logró expandir la soberanía nacional en el Chaco, en 90.000 km2, alcanzando su actual tamaño, de 246.925 km2. El territorio obtenido incluía grandes áreas de praderas, sobre todo cerca del río Pilcomayo.75 El Estado Paraguayo se vio considerablemente enriquecido con tierras aptas para la ganadería, que podían, por primera vez, ser transferidas a los particulares para que crearan establecimientos y abrieran grandes perspectivas para el negocio de la carne a futuro.76 Esta nueva situación fue tratada en el Primer Congreso Ganadero y derivó en la fundación definitiva de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), en 1938, sucesora de la Sociedad Ganadera del Paraguay, que se había instituido en 1902, reemplazando a su vez a la Sociedad Rural, creada en 1885. Desde su última fundación, la ARP ha tenido una gran importancia en la defensa de los intereses del gremio y en el mejoramiento de todas las actividades rurales, especialmente la ganadería. Ante el nuevo desafío de desarrollar el Chaco hasta sus confines, cumplió un rol fundamental de ejercicio 72 PRIETO, Justo Pastor. 18 meses de regresión política. A. Plantié y Cía.: Asunción, 1937. ARTAZA, Policarpo. Ayala, Estigarribia y el Partido Liberal. Segunda Edición. Editorial Ayacucho: Buenos Aires, 1946, p. 158. 74 RAMOS, Alfredo. Concepción 1947: la revolución derrotada. Asunción: Editorial Histórica, 1985 – p. 15. 75 KLEINPENNING, Jan M. G. Paraguay Rural (1870-1963): una geografía del progreso, el pillaje y la pobreza. Ob. Cit., p. 257. 76 LIEBIG´S EN EL PARAGUAY. Libro de Homenaje en el Centenario de la Fundación de la Liebig´s Extract of Meat Company Limited (1865-1965). Ob. Cit., pp. 126. 73 soberano por medio de la ocupación civil efectiva del espacio. El primer presidente de la Rural fue el doctor Luis Antonio Andrés Avelino Argaña Benegas, a la sazón, también ministro del gabinete del gobierno universitario de Félix Paiva.77 Todavía bajo el gobierno Paiva, el general Estigarribia, entonces representante del gobierno paraguayo en Washington, retornó temporalmente al Paraguay, en febrero de 1939, ocasión en que fue visitado por algunos representantes del Ejército, que habían cobrado protagonismo en la contrarrevolución de 1937, que desplazara a Franco. Carlos Pastore, quien años más adelante asumiría la presidencia del Partido Liberal en el exilio, reprodujo una conversación mantenida con Estigarribia, en la que este le comentó que fue visitado por «los coroneles Paulino Antola y Ramón L. Paredes, acompañados del Dr. Luis Argaña, para decirme que “los mandos del ejército pensaban que yo debía hacerme cargo de la presidencia de la república en el período constitucional próximo.78 La Convención liberal, realizada en el Teatro Municipal, el 19 de marzo de 1939, oficializó la candidatura de la dupla conformada por el general José Félix Estigarribia y el doctor Luis Alberto Riart, para el período 1939-1943, que aceptó en el mismo acto en su discurso. Estigarribia retornó a los Estados Unidos, donde recibiría la noticia de su designación como futuro presidente constitucional, tanto en las elecciones del 30 de abril de 1939, como en la sesión del Colegio Electoral del 11 de junio 79. La política de cooperación interamericana para el desarrollo del Paraguay es iniciada por el gobierno estadounidense, presidido entonces por Franklin Delano Roosevelt, siendo el primer país, de entre los garantes de la paz del Chaco, en cumplir su compromiso de asistencia a los países beligerantes. El 12 de junio de 1939, en el cuarto aniversario de la firma del protocolo de paz, el general Estigarribia firmó con el secretario de Estado, Cordell Hull, el primer convenio de asistencia financiera que los Estados Unidos, iniciando su nueva política hemisférica, llamada del buen vecino, concertaba con los países latinoamericanos. En Washington, la intervención de Estigarribia permitió la firma de un contrato para el estudio preliminar de un camino que partiera de Asunción y terminara en el Puerto Presidente Franco, frente a Foz de Yguazú (Brasil). La compañía The J.C. White E. Co. se hizo cargo del estudio sobre el terreno, recorriendo por tierra desde Asunción hasta Pastoreo y de ese lugar hasta la costa del Paraná. El 29 de septiembre de 1939, el gobierno paraguayo suscribió un contrato con la R.W. Hebard & Co. Inc. sobre la construcción del tramo Asunción-Villarrica. La institución norteamericana Export-Import Bank of Washington se encargó de la financiación. 80 A su retorno y luego de asumir la primera magistratura, el 15 de agosto de 1939, el nuevo presidente siguió adelante con varios de los proyectos iniciados en el período Paiva. Priorizó la construcción de caminos y rutas afirmadas, y la colonización del Chaco para sector rural, dando preferencia a los veteranos. En 1940 se dictó el Estatuto Agrario. Por primera vez se previó la formación de colonias ganaderas con superficies mínimas de 1.000 hectáreas en la región occidental. Es importante destacar que Estigarribia, antes de iniciar su carrera militar, había egresado como agrónomo de la Escuela de Agricultura del sabio Moisés Bertoni en Asunción. Otra de sus logros consistió en la creación del Colegio 77 Id. Ib., pp. 124-125. MENDOZA, Hugo. José Félix Estigarribia. Colección Protagonistas de la Historia, Vol. 12. El Lector: Asunción, 2011, pp. 117-118. 79 Id. Ib., pp. 119-121. 80 BORDÓN, Arturo. Verdades del barquero: misión política del Partido Liberal del Paraguay, campaña periodística de reivindicación de la verdad histórica, Volumen 1. El Gráfico: Asunción, 1962. 78 Nacional de Agronomía, en San Lorenzo, actual predio de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional. 81 La inmigración japonesa llevaba ya algunos años cuando el gobierno Estigarribia creyó oportuno aumentar las relaciones comerciales con el lejano país. Para ello, a fines de 1939 encomendó al empresario Manuel Ferreira, presidente de la Cámara de Comercio del Paraguay, la organización de una calificada delegación integrada además por los parlamentarios Venancio Galeano (senador y miembro de la comisión directiva de la Asociación Cultural Paraguayo-Japonesa, fundada en 1935), Cristóbal Caniza (diputado) y don Shotaro Fukuoka, antiguo residente japonés en Asunción, desde 1914. El objeto de la misión era ofrecer los principales productos paraguayos de exportación, entre los que figuraba la carne, además de interesar a los japoneses en la instalación de industrias en el Paraguay.82 La Segunda Guerra Mundial estalló en Europa con la invasión de Alemania a Polonia, seguida de la ocupación soviética del mismo país, ambas potencias se dividieron el territorio invadido. En su memoria de 1939, el Banco de la República advierte como “factor de perturbación para la economía nacional y cuyo alcance definitivo aún no se puede precisar” la guerra europea, ya que sufrirá las consecuencias con “dificultades para el comercio exterior con todas las derivaciones emergentes del estado de incertidumbre y zozobra que se ciernen sobre las naciones del orbe entero” a pesar de su ubicación geográfica de mediterraneidad y lo remoto de los acontecimientos.83 En cuanto a las exportaciones, se observaron importantes aumentos, sobre todo en las compañías exportadoras de carnes, que “han faenado para su industrialización 180.000 animales vacunos” cifra que excedía a la del año anterior. De igual forma, ocurría con el cuero y otros géneros de exportación como el extracto de quebracho, la esencia de Petit Grain y el tabaco. El balance comercial arrojó un saldo positivo favorable de 3.322.425 pesos oro, ya que el volumen de las exportaciones ascendió a 16.015.654 pesos oro versus 12.693.229 pesos oro de importaciones registradas en Aduanas. 84 El totalitarismo en el mundo marchaba al son de los cañonazos. En Paraguay ya se había instalado el militarismo en 1936 y recrudeció con la llegada de Estigarribia en agosto de 1939, quien asumió como civil, pero se dejó seducir por la situación. Alegando razones de seguridad interna e intentos de desestabilización por parte del “franquismo, los colorados y los comunistas” y, siguiendo a la intervención a la enseñanza secundaria de fines de 1939 y de la Universidad Nacional en enero de 1940, el 16 de febrero, en el seno del Consejo de Ministros, trató la “necesidad” que el Ejecutivo asumiera la plenitud de los poderes. Esta situación generó otra división dentro del Partido Liberal, con la conformación de una nueva élite cercana a Estigarribia, conocida como cuarentistas. 85 En ese contexto, se daría la famosa frase de Efraim Cardozo, en su adhesión a Estigarribia: “señor presidente: pertenezco a una generación que ha perdido su fe en la democracia. La LIEBIG´S EN EL PARAGUAY. Libro de Homenaje en el Centenario de la Fundación de la Liebig´s Extract of Meat Company Limited (1865-1965). Ob. Cit., pp. 126. 82 Manuel Ferreira, acaudalado empresario paraguayo y dirigente deportivo del Club Olimpia. En 1953 sería el importador de los primeros reproductores puros de la raza Nelore en el Paraguay. 83 Memoria del Banco de la República del Paraguay. La Colmena: Asunción, 1939, p. 13. 84 Id. Ib., p. 15. 85 Como “cuarentistas” se conoce al grupo de liberales, y por extensión también de militares e independientes, que apoyaron la Carta Política de 1940. 81 democracia, señor presidente, es un cadáver; y en política es peligroso abrazarse a los cadáveres. Estoy con usted mi general.”86 Por el contrario, el doctor Justo Pastor Prieto, hasta ese día canciller nacional, expresó que “al tomar la determinación de actuar en política, se había hecho a sí mismo el juramento y la promesa de servir única y exclusivamente a los gobiernos que actuaran al amparo de la Constitución Nacional; y que, por esta razón, lamenta tener que decirle al Excelentísimo Señor Presidente que discrepa con él y que, consiguientemente, a partir de este momento, se considera renunciante.” Se sumó a esta posición el ministro doctor Alejandro Dávalos.87 En el lejano oriente, la delegación paraguaya, encabezada por Manuel Ferreira había llegado al puerto de Yokohama en Japón, a bordo del buque Brasil Maru, el 19 de mayo de 1940. La guerra en Europa avanzaba rápidamente y era cuestión de tiempo que también se abriera el frente Pacífico. Los paraguayos lograron visitar el Ministerio de Hacienda, fueron recibidos por el vice ministro de Relaciones Exteriores, por el ministro de la Marina —y futuro primer ministro— Kuniaki Koiso; la Cámara de Comercio de Aichi, la Cámara de Exportadores de Japón, así como por importantes representantes de conglomerados financieros e industriales como Mitsui y Mitshubishi. Estigarribia asumió todos los poderes del Estado, derogó la Constitución de 70 y decretó una tregua política, consistente en la suspensión de las actividades públicas de los partidos políticos, tal como lo había hecho el coronel Franco años atrás. Estigarribia modificó casi íntegramente el gabinete y se verificó la fractura en el seno del Partido Liberal, con la conservación de apenas cuatro carteras ministeriales. La redacción de la nueva Constitución fue encomendada, primeramente, al doctor Cecilio Báez, aunque finalmente fuera redactada casi en su totalidad por los doctores Justo Pastor Benítez y Pablo Max Insfrán. Sancionada el 19 de julio de 1940, fue aprobada por un plebiscito el 4 de agosto y jurada el 15 de agosto de 1940.88 Estigarribia gobernaría los escasos días que le quedaban de vida, ya que un infausto accidente aéreo le causó la muerte, el 7 de septiembre de 1940. Se procedió entonces a la insólita elección de Morínigo ·después de un grotesco juego de cara o cruz, si así puede llamarse al sorteo por medio de una caja de fósforos, en el que ni siquiera fue respetado el resultado, pues un testigo del hecho me refirió que el agraciado por el azar fue el general Eduardo Torreani Viera y no su contrincante el general Morínigo.”89 Estigarribia desmostró ser brillante en sus inicios, sobresalió desde su llegada misma a la capital, proveniente de su Caraguatay natal. Su paso por la Escuela de Bertoni desde 1903; por Tribunales, entre 1905-1906; su enrolamiento en las filas insurgentes de Albino Jara, en 1908; en el ejército, en 1910; sus primeras experiencias académicas fuera del país, en la Escuela Militar Bernardo O´Higgings, de Chile, entre 1911 y 1913, antes de la creación de la Escuela Militar de Asunción, en 1915, durante el gobierno Schaerer. Resaltó su civismo con su solidaridad hacia Manuel Gondra, en 1921, y su genio militar con primera experiencia en el combate en la Revolución de 1922, dirigiendo exitosamente las fuerzas gubernistas que vencieron en Caí Puente, estrechando su relación con el presidente Eusebio Ayala, quien diez años después sería nuevamente su comandante. 86 Acta del Consejo de Ministros del 16 de febrero de 1940. Ibidem. 88 Decreto-Ley del P.E. Nº 2242/1940. 89 De Justo Pastor Prieto (Buenos Aires) al coronel Arturo Bray (Buenos Aires), 14 de mayo de 1953, en: PRIETO, Justo José. Ciudadano y Soldado: comentarios a la correspondencia de Justo Prieto con Arturo Bray. Asunción: Biblioteca de Estudios Paraguayos, UCA, 1988 – p. 152. 87 Su impecable trayectoria reflejada en su foja de servicios lo llevó a dirigir la Escuela Militar (1923) de donde egresaría la mayoría de los oficiales que destacarían en la guerra. Desmostró su valía nuevamente en las prácticas en el Norte de África, mientras realizaba sus estudios superiores en Saint-Cyr (París), de 1924 a 1927. Su colaboración técnica para la adquisición de armamento de punta en Europa en el mismo período. Su talento para organizar las tropas paraguayas en la Guerra del Chaco (1932-1935). El estoicismo demostrado en su injusta prisión durante el gobierno de Franco (1936). Su amargo exilio (1936-1938). Y finalmente su rol como representante diplomático, tanto en los Estados Unidos como en la firma del Tratado de Paz con Bolivia (1938-1939). Su legado político como presidente, sin embargo, nada de lo anterior lo exime del terrible abuso de poder que se inició a fines de 1939, se agudizó con la concentración de poder, con el Decreto 447, del 18 de marzo de 1940, y se consolidó con la autoritaria Carta Política del 40, una peligrosa herramienta que sería usada y abusada por los gobiernos dictatoriales siguientes, de Morínigo a Stroessner. Los principales acontecimientos de la vida y muerte del mariscal póstumo (18881940) coincidieron, en gran medida, con el inicio y la culminación del período liberal estudiado (1904-1940), ciertamente bastante desconocido (u ocultado) en la historia paraguaya a causa del discurso político instalado desde el gobierno del dictador Higinio Morínigo, quien durante su prolongado mandato (el más extenso después de Stroessner, Francia y los López), proscribiría al Partido Liberal, por Decreto 12.246, del 25 de abril de 1942, gobernando el Paraguay en los próximos 8 años (de 1940 a 1948). Como conclusión, podemos decir que el período analizado tuvo una notable importancia en el desarrollo nacional. Se consolidaron las principales instituciones, se estabilizó la moneda, se mejoraron las vías de comunicación: fluvial, con la construcción y modernización de las instalaciones portuarias; extensión de vías ferroviarias; inicio de la construcción de rutas afirmadas, lo que beneficiaría enormemente la producción, que para 1940 se diversificó y aumentó notablemente en comparación a 1904. En cuanto a la industria cárnica, podemos afirmar que en este período se crearon las bases para la producción a escala de productos cárnicos, desde el mejoramiento de pasturas, introducción de reproductores de raza con gran impacto en el hato ganadero nacional, instalación y funcionamiento de los principales frigoríficos, así como la búsqueda de nuevos mercados. La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) modificaría nuevamente el escenario global y local, donde la logística adquirirá un papel crucial. El desarrollo de vehículos a motor, de mediano y gran porte para transporte de ganado y productos cárnicos, trasladó gradualmente el eje fluvial (Concepción, al norte) y ferroviario (Encarnación, al sur), al carretero en dos nuevas direcciones: Mariscal Estigarribia, al Noroeste y Presidente Franco, al este.