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La Mesa de Mota, de Ibone o del Cristo de La Laguna

2023, Historias en torno al Santísimo Cristo de La Laguna

La Mesa de Mota, de Ibone o del Cristo de La Laguna Carlos Rodríguez Morales sa». En 1796 otro francés, Pierre-André Ledru, a quien le encantaba subir hasta allí, anotó: «desde lo alto de esta montaña, que produce lavandula-stoechas en abundancia, la mirada abarca un hermoso horizonte». La Mesa de Mota destaca en el paisaje del valle de La Laguna, que contribuye a cerrar por el norte. Su forma elevada y plana, no tan apreciable desde Tegueste, hace que sea casi un icono natural de la ciudad, percibido como parte de ella aunque situado a las afueras1. Como se indicaba en siglos pasados respecto al Convento de San Diego, podría decirse que está extramuros: fuera del recinto urbano, pero en su entorno inmediato. Su altitud (733 metros en su cima) la convierte en un magnífico mirador de la antigua capital de Tenerife y de su llano o vega y permite comprender su lugar en la isla. A estos valores se suma su relevancia geológica y botánica. Los naturalistas franceses Louis Feuillé (en 1724) y Sabino Berthelot (ya en el siglo xix) acudieron a la Mesa a recoger plantas para estudiarlas. Este último la describió como un «bello paraje» desde el que «se disfruta de una vista delicio1 Más recientemente, algunos autores como Antonio Zerolo2, Antonio Lara y Zárate3 o Enrique Romeu Palazuelos4 escribieron poemas elogiando la Mesa y sus vistas. Nicolás Estévanez Murphy –que pasó algunos veranos de su infancia en el antiguo Convento de San Diego, convertido en residencia familiar– firmó algunas cartas dirigidas a su amigo Luis Maffiotte como «Mesa de Mota» o «marqués de la Mesa de Mota», un título de nobleza que no existe, tal vez una referencia chistosa a ese entorno5. En este artículo propo- Véase, al respecto, una publicación de la Asociación Amigos de la Cañada: https://www.xn--amigosdelacaada-9qb.org/2017/05/04/ proyecto-obras-restauracion-orografica-vegetal-de-mesa-mota/ 37 2 ¡Qué tiempos aquellos, publicado en La Región Canaria, 28/1/1903, p. 3. 3 Mesa de Mota. Atardecer, escrito en México en 1941, en Lara y Zárate [1988], pp. 73-77. 4 Paisaje desde la Mesa Mota, recopilado en Nuez [1999], p. 163. 5 Estévanez [1975], pp. 160, 225 y 255. Escritura notarial en la que se cita la Mesa Alta del Santísimo Cristo de La Laguna (1792). nemos simbólicamente dirigir nuestra mirada hacia esta montaña, bien visible desde determinados puntos de la ciudad, para recordar sus nombres olvidados. El que ha prevalecido (sin la preposición de, en su forma actual más extendida: Mesa Mota) esconde, por así decirlo, otros más antiguos. Nos ocupamos aquí de esto, teniendo presente una idea expresada por Leoncio Afonso: «la toponimia es parte de la historia de un paisaje»6. 6 La Mesa del Cristo de La Laguna En algunos documentos de finales del siglo xviii hemos comprobado que esta montaña figura asociada al nombre del Cristo de La Laguna, citándose como la «Mesa Alta que llaman del Señor de La Laguna» (1779) o la «Mesa Alta del Santísimo Cristo de La Laguna» (1792). Estos apelativos se deben a que en 1624 una mujer devota de la imagen, Inés de Morales, legó en su testamento a la Cofradía del Cristo lo que le correspondía de «las tierras i Messa de Ibone» con la condición de que cada año se dijera una misa cantada al Crucificado en su día o Afonso [1988], p. 9. 38 Firma de Ibone Fernández (1516). durante su octavario7. La Mesa de Ibone es la que hoy conocemos como la Mesa de Mota. Explicaremos luego por qué recibió esos nombres. Arriba. Su preocupación por la suerte de estas personas con las que convivió y a quienes tuvo afecto queda acreditada al establecer que tras morir la madre la casa debería pasar a su hija, llamada también María, y que solo si esta no tuviera «hijo o hijos legítimos o naturales que le sucedan» debería volver la propiedad a sus herederos. A ambas les dejó también objetos de menaje. Inés de Morales permaneció viuda durante años, sobrevivió a los hijos que tuvo con su marido y de la lectura de sus últimas voluntades puede entenderse que administró directamente su patrimonio, en particular una heredad de viña que poseía en Tegueste. Además de la misa al Cristo que impuso sobre sus tierras en la Mesa, dejó dotadas otras en la Iglesia de la Concepción y legó a la Iglesia de San Marcos de Tegueste «vn paño de lienço con pinturas de santos»9. Inés de Morales, hija de Diego de Morales y de Catalina de Armas, había nacido en Fuerteventura y casó hacia 1573 con Blas Perdomo8. Su testamento nos permite conocer diversas circunstancias de su vida e, incluso, acercarnos a algunos aspectos de su forma de ser y de su religiosidad. Quiso que su esclava María y los dos hijos que tenía, también esclavos suyos, quedasen libres «por las buenas obras i seruicios que de la dicha María e resciuido i por que me haga dezir vna missa rezada a las ánimas del purgatorio» por su intención y la de sus difuntos. Legó a María una casilla con corral situada junto a la suya, en la Villa de 7 Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife (AHPT): Sección Histórica de Protocolos Notariales, 478, escribanía de Sebastián Borges Zapata, ff. 300r-300v, 29/3/1624. 8 Documentos [2023], pp. 132-133. 9 39 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 478, escribanía de Sebastián Borges Zapata, ff. 295v-300v, 29/3/1624. Una vez fallecida, el criador de animales Miguel Pérez y el mercader Antonio de Fleitas, que eran entonces los mayordomos de la Cofradía del Cristo (aún no se había fundado la Esclavitud) tomaron posesión de las tierras en presencia de Luis de la Carrera, alguacil de la isla, y del escribano Juan Alonso Argüello, quien el 21 de agosto de 1627 dio fe de que «estando en la Messa que llaman [de Y]bone, que es al fin de la laguna desta [ciuda]d», el alguacil «tomó por la mano a los susodichos i les entró de pocessión en vnas tierras que dicen la Messa Alta, que quedó por bienes de la dicha Ynés de Morales». Siguiendo la costumbre, los representantes de la cofradía «arrancaron algunos matorrales i yeruas y mudaron piedras llamándose señores i poseedores de las dichas tierras i de cómo la tomaban en nombre i como mayordomos de la dicha Cofradía del Santo Christo». Casi tres meses después, decidieron darlas a tributo (algo así como una hipoteca, que implicaba el pago de una renta anual) y con ese fin el teniente general de la isla, el licenciado Francisco de Molina, ordenó que se convocase mediante pregón «en la plassa de esta ciudad por tiempo de nueue días» a quienes quisiesen ofertar sus propuestas. Así se hizo y pasado ese tiempo la mejor resultó ser la presentada por Gaspar Simón, curtidor, y Tomé Hernández. Al formalizarse el contrato los límites de la propiedad quedaron descritos de esta forma: «lindan i las diuide el ballado viejo que está en la di- cha Messa, que es la diuissión de esta i las que oy posee el capitán Christóual Guillén del Castillo, escriuano público, i por los demás lados aguas bertientes a la laguna i tierras realengas». Los tributarios se obligaron, como era preceptivo, «a tener continuamente a su costa i minsión las dichas tierras bien labradas i reparadas de todas las labores de que tengan necesidad i limpiarlas, todo a su tiempo y sassón, de forma que vayan a más i no vengan en disminución»10. La Esclavitud del Cristo, que por decirlo de alguna forma heredó a la cofradía, mantuvo la posesión de estas tierras, circunstancia que acabó por propiciar que el nombre del Crucificado se asociara al de la montaña. Así, en 1779 registramos por primera vez en un documento «la Mesa Alta que llaman del Señor de La Laguna», citada como uno de los linderos de una suerte de tierra y pastos en la Fuente de Mota. El resto eran un barranquillo, «las cabesadas de las suertes de la laguna» por el naciente y por el poniente «bereda o serbentía que ba a la referida Mesa»11. Debe tratarse de la misma finca de la que pocos años después, en 1792, se indicó que lindaban «por hacia esta ciudad la Mesa Alta del Santísimo Cristo de La Laguna»12. En septiembre de 1814 la Escla10 AHPT: Delegación Provincial de Hacienda, Conventos, 1915, ff. 272r-277r. 11 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 1702, escribanía de Miguel Ruiz Ximénez, ff. 359v-360r, 2/9/1779. 12 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 330 escribanía de Santiago Antonio Penedo, ff. 176v-181v, 15/11/1792. 40 En primer plano, la Plaza del Cristo con el templete de 1935, el Santuario y el Cuartel de Artillería de Montaña; como telón de fondo, la impresionante Mesa Mota. Foto: Adalberto Benítez, c. década de los 40 (AFAT). vitud acordó aceptar el ofrecimiento de Ignacio Calidonia de tomar a tributo las tierras que la corporación poseía «donde llaman las Mesas, que lindan por los dos lados que miran a esta ciudad y Las Mercedes con tierras concejiles y por los otros dos lados de San Diego y Tegueste con tierras de la capellanía de don Marcos Fonseca y de los herederos de Juan del Pino»13. Poco después se formalizó el contrato, en el que la propiedad fue descrita como «unas tierras iermas que tiene en esta ciudad en la Mesa que disen de Mota, las quales se hallan sin cultivo y de manchón»14. La Mesa de Ibone A lo largo de buena parte del siglo xvi e incluso más adelante la montaña se conoció como la Mesa de Ibone. Este era el nombre de pila de un hijo del herrero Bartolomé Fernández o Hernández, conquistador de Gran Canaria, repoblador de Tenerife (fue alcalde de Santa Cruz) y, antes, vecino de Lanzarote15. Ibone –a veces escrito Ybone, Yebone, Hibone o Ibón16– Fernández o Hernández nació probablemente en Lanzarote y se estableció en Tenerife poco después de concluir su conquista. Fue favorecido con varias propiedades en 13 Archivo de la Esclavitud del Cristo de La Laguna: Libro de la fundación, f. 99r. Citado en Rodríguez Morales [2016], p. 39. 15 Cebrián Latasa [2003], pp. 204-206. 14 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 354 escribanía de Juan Antonio Penedo, ff. 11r-18r, 15/1/1815. 16 Remiten, en la forma castellana normalizada, al nombre Ivo o Ivón. 41 por otros indicios. Tras enviudar de Isabel Perdomo, su primera esposa, contrajo matrimonio con María Melián y con ella tuvo una hija, llamada Mencía de Cabrera. Entre los bienes que su madre le señaló en dote para casar con Miguel Perdomo en 1550 fueron incluidas «otras tierras que dizen las Mesas, questán sobre el molino de los herederos de Juan Jácome, que alinda desta parte con la dehesa e por la otra parte con tierras de Antón Fonte»19. el proceso de repartimiento de la isla, entre ellas cinco fanegas en sembradura para viñas «en el pago que agora se reparte encima de las viñas que están junto a la laguna», que recibió junto a su padre en 151117. El uso de la locución encima de permite conjeturar que estas tierras correspondan con la zona que nos ocupa, pues junto a la Mesa estaba la laguna de agua. Recordemos que en un documento de 1627, antes citado, se indicó que la montaña estaba «al fin de la laguna» (el pequeño lago) de la ciudad. En 1591, ya viuda, Mencía dio a censo y tributo al labrador Lázaro Pérez, vecino de La Laguna, y a Juan Rodríguez, vecino de Tegueste, «la Mesa de tierras que dizen de Ibone Hernández i de María Melián, que son en el término de esta çiudad, que lindan de la vna parte tierras del Rincón que caen al molino de Naua, que son concejiles, i por la otra parte tierra i montaña de Antón Fonte i de Nauarro y con dos caminos reales con las fuentes que en ella están, todas las dichas tierras que io tengo en la dicha Mesa, reservando como reservo para mí seis fanegas que lindan sobre el Rincón de medida de cordel, que son de Inés de Morales, que las que damos En abril de 1504, Alonso Fernández de Lugo había otorgado a Diego Fernández «una mesa de tierra que está entre La Laguna e Tegeste, con aguas vertientes de la una banda en lo de Tegeste, con una fontyzuela que está a par del camino, e de esta otra banda el peñón con los riscos hasta el pie»18. La descripción parece ajustarse a la que luego se llamó Mesa de Ibone, de Mota y también del Cristo de La Laguna. Habría que leer con atención los testamentos y codicilos otorgados por Ibone Fernández para saber si poseyó al menos parte de esta montaña, pero podemos sospecharlo al vincularse su nombre al de la Mesa y 17 Datas [1978], p. 25. 19 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 887, escribanía de Gaspar Justiniano, ff. [859r-865r], 29/8/1550. Mencía de Cabrera, que heredó de su padre un vínculo instituido por su abuelo Bartolomé, tuvo además propiedades en El Sauzal, Tacoronte, Tegueste el Nuevo, Arafo y Santa María de Gracia. AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 1356, escribanía de Francisco Zambrana, ff. 355v-360v, 366r-367r, 22/7/1603 y 31/8/1603. 18 Datas [1978], p. 28. Según Béthencourt Alfonso [1991], t. 1, p. 426, esta montaña recibía en época prehispánica el nombre de Guarca, remitiendo para sustentarlo a un repartimiento de 1522 recogido en el libro tercero; pero entre las datas contenidas en ese libro editadas por Serra Ràfols no figura ninguna con ese topónimo, que tampoco localizamos en otros documentos o publicaciones. 42 Foto panorámica de La Laguna en gran formato- quizás una de las primeras que aparecen en Tenerife de estas características-, tomada desde San Roque, con toda probabilidad a finales de los años 20. Foto: Joaquín González Espinosa (JG). Nacido en Santa Cruz de Tenerife (1892), inició su actividad profesional en 1922, creando «Postal Express», estudio fotográfico que constituye el paradigma de las empresas dedicadas a la edición de tarjetas postales fotográficas en Canarias. Colección Privada, Tejina. 4 2 3 1 Ubicación de los accidentes geográficos mencionados en el texto. 1. 2. 3. 4. Barranco de las Carnicerías. Lomo de la Bandera. Cumbre del Rincón. Mesa Mota La Vega lagunera desde el Mirador de Jardina; a la derecha, la Mesa Mota. Foto: Adalberto Benítez, c. década 1930. (AFAT). Blas Perdomo era hermana de Miguel Perdomo21. quedan e son debajo destos linderos»20. Este documento tiene particular interés: es el único que conocemos en el que se incorpora en el topónimo el nombre de la esposa de Ibone Fernández y, además, sitúa junto a las tierras que estos tuvieron las que Inés de Morales legó a la Cofradía del Cristo. No sabemos cómo la adquirió, pero quizá tenga que ver el parentesco de su marido con el de Mencía de Cabrera: la madre de La Mesa de Mota Pasados los siglos, este es el topónimo que se ha impuesto de forma oficial y coloquial, aunque prescindiendo generalmente de la preposición de, que le da sentido y permite comprender su origen: «la Mesa que fue de Juan de la Mota», como se cita en un documento de 20 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 1515, escribanía de Bernardino Madrigal, ff. 483r-487v, 14/7/1591. Hay copia en el Archivo Histórico Diocesano de San Cristóbal de La Laguna: Fondo Conde de Siete Fuentes, caja 27, protocolo 30, documento 4. 21 Nobiliario [1952-1967], t. 3, p. 610; Cebrián Latasa [2003], pp. 381382. 47 mos que por error), pero manteniendo la forma española25. Esto invita a considerar que le dio valor de nombre propio porque escuchó a los isleños referirse de esta forma, sin más, a la montaña. Poco antes de concluir el siglo, su compatriota André-Pierre Ledru sí trasladó la palabra a su idioma y destacó entre las montañas que rodean el valle de La Laguna la Table, «así llamada porque imita un trapecio cúbico»26. Unas décadas más tarde, en la Historia natural de las islas Canarias de Philip Barker-Webb y Sabino Berthelot se cita, en español, la Mesa, que puede verse en la lámina 19 incluida en la obra27. El adjetivo alta podría entenderse como una cualidad específica de esta montaña que la distingue de algo cercano que se toma como referencia. Nos planteamos si esa comparación se establecía respecto a la llanura que forma una depresión entre el Lomo de la Bandera y la Mesa de Mota: la cumbre del Rincón28. Según de dónde se vean, aparentan ser dos mesas, una alta y otra baja. De hecho, como hemos anotado, ya desde el siglo xvi se registra el uso en plural. 172322. Este labrador, vecino de Tegueste el Viejo, había adquirido «unas tierras para sembrar, que son en la Messa» a los herederos de Antonio Méndez. En 1633 lindaban «por un lado con camino real que ba desta ciudad a Tejina i por otro camino real que disen de la Fuente del Cuerbo i por otro con la dejessa de la laguna i por otro con tierras de doña Ana de Ascanio»23. En 1661 Juan de la Mota y su mujer Margarita Hernández dieron a tributo parte de esas tierras a su yerno Juan Díaz, casado con su hija María de la Mota. En la escritura notarial figuran situadas «donde dissen la Mesa de Ybone»24. La Mesa y las Mesas Los documentos que hemos citado demuestran que a lo largo del tiempo se usaron y convivieron diversos nombres para referirse a esta montaña, que también fue conocida a secas como la Mesa. Así recogieron el topónimo varios naturalistas europeos que estuvieron en ella. El francés Louis Feuillé anotó que la tarde del 4 de julio de 1724 fue «a medir la altura de una montaña situada en el norte de la ciudad, llamada la Mensa por la llanura que hay en su cima. Lo escribió así (con la ene en medio, entende- Los nombres que la Mesa ha recibido a lo largo de los últimos cinco siglos –también el que le dieron los guanches, sea cual fuera– forman parte de su historia 25 Feuillé [1724], pp. 106, 368. 26 Ledru [1810], p. 79. 22 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 946, escribanía de Lucas Agustín Pérez Machado, ff. 7r-11v, 9/1/1723. 27 Barker-Webb/Berthelot [1840], p. 129. 23 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 1239, escribanía de Francisco de Mirabal, ff. 458r, 20/12/1633. 28 Así figura identificada en la cartografía disponible en la web de Grafcan. El uso de la palabra cumbre se registra para esta zona en un mapa del siglo XVIII, estudiado y reproducido en León Santana [2023]. 24 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 1656, escribanía de Juan de Ascanio, foliación perdida, 19/1/1661. 48 Juego de niños en el Camino de El Pino, al pie de la Mesa Mota, h. 1910. (CMMMB). y ayudan a conocerla y comprenderla: de Ibone, de Ibone Fernández y María Melián, de Juan de la Mota, de Mota, del Cristo o del Señor de La Laguna. Bibliografía Afonso [1988] Leoncio Afonso: La toponimia como percepción del espacio. Los topónimos canarios. San Cristóbal de La Laguna: Instituto de Estudios Canarios. Barker-Webb/Berthelot [1840] Philip Barker-Webb y Sabino Berthelot: Histoire Naturelle des Iles Canaries. Tome troisième. Première partie. Contenant la géografie botanique. París: Béthune, Editeur. Agradecimientos Dolores Corbella Díaz, Nathalie Le Brun, Miguel Ángel López González, Juan Elesmí de León Santana, Ciro Molina de León, Leocadia Pérez González y Lorenzo Santana Rodríguez. Bethencourt Alfonso [1991] Juan Bethencourt Alfonso: Historia del pueblo guanche. Tomo 1. Su origen, caracteres etnológicos, históricos y lingüísticos. Edición anotada por Manuel A. Fariña González. San Cristóbal de La Laguna: Francisco Lemus Editor. 49 Cebrián Latasa [2003] José Antonio Cebrián Latasa: Ensayo para un diccionario de conquistadores de Canarias. Islas Canarias: Gobierno de Canarias. Lara y Zárate [1988] Antonio Lara y Zárate: Música de las islas. Edición y prólogo de Miguel Martinón. Santa Cruz de Tenerife: Confederación de Cajas de Ahorro. Datas [1978] Las datas de Tenerife (libros I a IV de datas originales). Introducción y edición por Elías Serra Ràfols. San Cristóbal de La Laguna: Instituto de Estudios Canarios. Ledru [1810] André-Pierre Ledru: Voyage aux iles de Ténériffe, la Trinité, Saint-Thomas, Sainte-Croix et Porto-Ricco. París: Chez Arthus Bertrand, t. 1. León Santana [2023] Juan Elesmí de León Santana: «Las tierras de Cocón», Boletín del Archivo Municipal de Tegueste, 10, pp. 41-54. Documentos [2023] Sergio Oliva López (coordinación) et al.: Documentos para la historia de Tegueste, Tejina, Bajamar y Punta del Hidalgo (Tenerife) 1500-1605. La Orotava: LeCanarien ediciones. Nobiliario [1952-1967] Nobiliario de Canarias. Obra que escribió don Francisco Fernández de Béthencourt (...) ahora ampliada y puesta al día por una junta de especialistas. San Cristóbal de La Laguna: Juan Régulo Editor. Estévanez [1975] Nicolás Estévanez: Cartas. Edición, estudio y notas por Marcos Guimerá Peraza. Santa Cruz de Tenerife: Aula de Cultura de Tenerife. Nuez [1999] Sebastián de la Nuez (introducción y recopilación): Antología Poética de La Laguna. San Cristóbal de La Laguna: Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife. Feuillé [1724] Louis Feuillé: Voyage aux Isles Canaries ou Journal des observations physiques, mathematiques, botaniques e historiques faites par orde de sa majesté. Manuscrito original conservado en la Biblioteca Central del Museo Nacional de Historia Natural, en París. Reproducido en facsímil en el tomo 2 de Pasión y aventura en la ciencia de las Luces (edición de Alfredo Herrera Piqué, con traducción al español de Dulce María González Doreste y Antonio Álvarez de la Rosa). Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran Canaria. Rodríguez Morales [2016] Carlos Rodríguez Morales: Todo es de plata. Las alhajas del Cristo de La Laguna. San Cristóbal de La Laguna: Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna. 50 Veraneantes en una tarde de juegos a los pies de la Mesa Mota (actualmente Urbanización Aguere). Foto años 20 (AFAT). La Mesa Mota, La Laguna, 1916. Foto: Adalberto Benítez. 35 En primer plano, el Camino de San Diego; al fondo, la Mesa Mota (1899). AFAT, Colección Kite. 36 HIstorIas en torno al santísImo CrIsto de la laguna (I) Patrocina Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna Coordinación, Diseño y edición Julio Torres Santos Fotografía Adalberto Benítez Agustín Guerra Molina Antonio García Julio Torres Santos Tony Cedrés Archivo Fotografías Antiguas de Tenerife (AFAT) Archivos Fotográficos del Ayuntamiento de La Laguna (AFALL) Archivo Fotográfico Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife (AFRSEAPT) Archivo Guillermo de la Barreda (AGB) Archivo Fotográfico La Laguna Ahora (AFLLA) Colección Carlos García (CCG) Colección Rafael Llanos Penedo (CRLLP) ©Textos Juan Alejandro Lorenzo Lima Carlos Rodríguez Morales Carlos García Julio Torres Santos Preimpresión, impresión y encuadernación Acosta Gráfica, S. L. Depósito Legal TF 842-2023 Cubierta Nicolás Sanchís. Santísimo Cristo de La Laguna. Litografía. Colección particular. Portada Orla de la Hoja de apertura del Libro de Honor del Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna Guardas Papel de agua español, siglo XIX. Colección Torres-Jiménez Contracubierta Escudo de Armas de La Laguna e Isla de Tenerife, concedido por la Reina Doña Juana el 23 de marzo de 1510, a petición del Adelantado don Alonso Fernández de Lugo Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna Agradecimientos Carlos Rodríguez Morales Juan Alejandro Lorenzo Lima Carlos García Adrián Cañete Pilar Cañete del Toro Eusebio Álvarez Forte Francesco Salomone Suárez María José Álvarez Suárez Jorge Pedro Dávila Viera Juan Luis Dávila Viera Jorge Dávila Negrín Rafael Llanos Penedo Ana Beatriz Jiménez Llanos y Felipe Índice Introducción ............................................................................................................................... 9 I Julio Torres Santos Las Fiestas del Cristo, filmadas por Rivero .............................................................. 13 - 18 II Juan Alejandro Lorenzo Lima Dos retratos del Cristo de La Laguna en La Orotava, obras singulares del siglo XVII..................................................................................................................... 21 - 34 El Cristo de La Laguna y sus retratos .......................................................................24 En el remate de un retablo conventual ...................................................................28 Una cruz de uso devocional ........................................................................................30 III Carlos Rodríguez Morales La Mesa de Mota, de Ibone o del Cristo de La Laguna ......................................... 37 - 50 La Mesa del Cristo de La Laguna...............................................................................38 La Mesa de Ibone ...........................................................................................................41 La Mesa de Mota ............................................................................................................47 La Mesa y Las Mesas .....................................................................................................48 IV Julio Torres Santos Carteles para las Fiestas del Santísimo Cristo de La Laguna en el siglo XX .................................................................................................................... 53 - 82 100 años del primer cartel anunciador de las Fiestas del Santísimo Cristo de La Laguna ..................................................................................................................55 Davó, cartelista ..............................................................................................................58 Rafael Llanos, en 1945..................................................................................................62 Antonio González Suárez, en 1947 ...........................................................................65 Alberto Cañete Calvo, sucesor de Davó en el cartelismo ....................................66 Francisco Álvarez Carrasco, el cartelista más prolífico en las Fiestas del Cristo Lagunero .......................................................................................................70 Hermanos Dávila Viera ................................................................................................77 V Carlos García Benjamín Sosa y Lugo. Un polifacético artista desconocido ............................... 85 - 93