La Mesa de Mota, de Ibone
o del Cristo de La Laguna
Carlos Rodríguez Morales
sa». En 1796 otro francés, Pierre-André
Ledru, a quien le encantaba subir hasta
allí, anotó: «desde lo alto de esta montaña, que produce lavandula-stoechas en
abundancia, la mirada abarca un hermoso horizonte».
La Mesa de Mota destaca en el paisaje
del valle de La Laguna, que contribuye
a cerrar por el norte. Su forma elevada
y plana, no tan apreciable desde Tegueste, hace que sea casi un icono natural de
la ciudad, percibido como parte de ella
aunque situado a las afueras1. Como se
indicaba en siglos pasados respecto al
Convento de San Diego, podría decirse
que está extramuros: fuera del recinto
urbano, pero en su entorno inmediato.
Su altitud (733 metros en su cima) la
convierte en un magnífico mirador de
la antigua capital de Tenerife y de su
llano o vega y permite comprender su
lugar en la isla. A estos valores se suma
su relevancia geológica y botánica. Los
naturalistas franceses Louis Feuillé (en
1724) y Sabino Berthelot (ya en el siglo xix) acudieron a la Mesa a recoger
plantas para estudiarlas. Este último la
describió como un «bello paraje» desde
el que «se disfruta de una vista delicio1
Más recientemente, algunos autores
como Antonio Zerolo2, Antonio Lara
y Zárate3 o Enrique Romeu Palazuelos4 escribieron poemas elogiando la
Mesa y sus vistas. Nicolás Estévanez
Murphy –que pasó algunos veranos
de su infancia en el antiguo Convento
de San Diego, convertido en residencia familiar– firmó algunas cartas dirigidas a su amigo Luis Maffiotte como
«Mesa de Mota» o «marqués de la Mesa
de Mota», un título de nobleza que no
existe, tal vez una referencia chistosa
a ese entorno5. En este artículo propo-
Véase, al respecto, una publicación de la Asociación Amigos de la
Cañada: https://www.xn--amigosdelacaada-9qb.org/2017/05/04/
proyecto-obras-restauracion-orografica-vegetal-de-mesa-mota/
37
2
¡Qué tiempos aquellos, publicado en La Región Canaria, 28/1/1903,
p. 3.
3
Mesa de Mota. Atardecer, escrito en México en 1941, en Lara y
Zárate [1988], pp. 73-77.
4
Paisaje desde la Mesa Mota, recopilado en Nuez [1999], p. 163.
5
Estévanez [1975], pp. 160, 225 y 255.
Escritura notarial en la que se cita la Mesa Alta del Santísimo Cristo de La Laguna (1792).
nemos simbólicamente dirigir nuestra
mirada hacia esta montaña, bien visible desde determinados puntos de la
ciudad, para recordar sus nombres olvidados. El que ha prevalecido (sin la
preposición de, en su forma actual más
extendida: Mesa Mota) esconde, por así
decirlo, otros más antiguos. Nos ocupamos aquí de esto, teniendo presente
una idea expresada por Leoncio Afonso: «la toponimia es parte de la historia
de un paisaje»6.
6
La Mesa del Cristo de La Laguna
En algunos documentos de finales del
siglo xviii hemos comprobado que esta
montaña figura asociada al nombre del
Cristo de La Laguna, citándose como
la «Mesa Alta que llaman del Señor de
La Laguna» (1779) o la «Mesa Alta del
Santísimo Cristo de La Laguna» (1792).
Estos apelativos se deben a que en 1624
una mujer devota de la imagen, Inés de
Morales, legó en su testamento a la Cofradía del Cristo lo que le correspondía
de «las tierras i Messa de Ibone» con la
condición de que cada año se dijera una
misa cantada al Crucificado en su día o
Afonso [1988], p. 9.
38
Firma de Ibone Fernández (1516).
durante su octavario7. La Mesa de Ibone
es la que hoy conocemos como la Mesa
de Mota. Explicaremos luego por qué
recibió esos nombres.
Arriba. Su preocupación por la suerte
de estas personas con las que convivió
y a quienes tuvo afecto queda acreditada al establecer que tras morir la madre
la casa debería pasar a su hija, llamada
también María, y que solo si esta no tuviera «hijo o hijos legítimos o naturales
que le sucedan» debería volver la propiedad a sus herederos. A ambas les
dejó también objetos de menaje. Inés
de Morales permaneció viuda durante
años, sobrevivió a los hijos que tuvo con
su marido y de la lectura de sus últimas
voluntades puede entenderse que administró directamente su patrimonio,
en particular una heredad de viña que
poseía en Tegueste. Además de la misa
al Cristo que impuso sobre sus tierras
en la Mesa, dejó dotadas otras en la Iglesia de la Concepción y legó a la Iglesia
de San Marcos de Tegueste «vn paño de
lienço con pinturas de santos»9.
Inés de Morales, hija de Diego de Morales y de Catalina de Armas, había nacido
en Fuerteventura y casó hacia 1573 con
Blas Perdomo8. Su testamento nos permite conocer diversas circunstancias de
su vida e, incluso, acercarnos a algunos
aspectos de su forma de ser y de su religiosidad. Quiso que su esclava María y
los dos hijos que tenía, también esclavos
suyos, quedasen libres «por las buenas
obras i seruicios que de la dicha María
e resciuido i por que me haga dezir vna
missa rezada a las ánimas del purgatorio» por su intención y la de sus difuntos. Legó a María una casilla con corral
situada junto a la suya, en la Villa de
7
Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife (AHPT):
Sección Histórica de Protocolos Notariales, 478, escribanía de Sebastián Borges Zapata, ff. 300r-300v, 29/3/1624.
8
Documentos [2023], pp. 132-133.
9
39
AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 478, escribanía
de Sebastián Borges Zapata, ff. 295v-300v, 29/3/1624.
Una vez fallecida, el criador de animales Miguel Pérez y el mercader Antonio de Fleitas, que eran entonces los
mayordomos de la Cofradía del Cristo
(aún no se había fundado la Esclavitud)
tomaron posesión de las tierras en presencia de Luis de la Carrera, alguacil
de la isla, y del escribano Juan Alonso
Argüello, quien el 21 de agosto de 1627
dio fe de que «estando en la Messa que
llaman [de Y]bone, que es al fin de la laguna desta [ciuda]d», el alguacil «tomó
por la mano a los susodichos i les entró
de pocessión en vnas tierras que dicen
la Messa Alta, que quedó por bienes de
la dicha Ynés de Morales». Siguiendo la
costumbre, los representantes de la cofradía «arrancaron algunos matorrales
i yeruas y mudaron piedras llamándose
señores i poseedores de las dichas tierras i de cómo la tomaban en nombre
i como mayordomos de la dicha Cofradía del Santo Christo». Casi tres meses
después, decidieron darlas a tributo
(algo así como una hipoteca, que implicaba el pago de una renta anual) y con
ese fin el teniente general de la isla, el
licenciado Francisco de Molina, ordenó
que se convocase mediante pregón «en
la plassa de esta ciudad por tiempo de
nueue días» a quienes quisiesen ofertar
sus propuestas. Así se hizo y pasado ese
tiempo la mejor resultó ser la presentada por Gaspar Simón, curtidor, y Tomé
Hernández. Al formalizarse el contrato
los límites de la propiedad quedaron
descritos de esta forma: «lindan i las
diuide el ballado viejo que está en la di-
cha Messa, que es la diuissión de esta i
las que oy posee el capitán Christóual
Guillén del Castillo, escriuano público, i
por los demás lados aguas bertientes a
la laguna i tierras realengas». Los tributarios se obligaron, como era preceptivo, «a tener continuamente a su costa i
minsión las dichas tierras bien labradas
i reparadas de todas las labores de que
tengan necesidad i limpiarlas, todo a su
tiempo y sassón, de forma que vayan a
más i no vengan en disminución»10.
La Esclavitud del Cristo, que por decirlo de alguna forma heredó a la cofradía,
mantuvo la posesión de estas tierras,
circunstancia que acabó por propiciar
que el nombre del Crucificado se asociara al de la montaña. Así, en 1779
registramos por primera vez en un documento «la Mesa Alta que llaman del
Señor de La Laguna», citada como uno
de los linderos de una suerte de tierra
y pastos en la Fuente de Mota. El resto
eran un barranquillo, «las cabesadas de
las suertes de la laguna» por el naciente y por el poniente «bereda o serbentía que ba a la referida Mesa»11. Debe
tratarse de la misma finca de la que
pocos años después, en 1792, se indicó
que lindaban «por hacia esta ciudad la
Mesa Alta del Santísimo Cristo de La Laguna»12. En septiembre de 1814 la Escla10 AHPT: Delegación Provincial de Hacienda, Conventos, 1915, ff.
272r-277r.
11 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 1702, escribanía de Miguel Ruiz Ximénez, ff. 359v-360r, 2/9/1779.
12 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 330 escribanía
de Santiago Antonio Penedo, ff. 176v-181v, 15/11/1792.
40
En primer plano, la Plaza del Cristo con el templete de 1935, el Santuario y el Cuartel de Artillería de Montaña; como telón de
fondo, la impresionante Mesa Mota. Foto: Adalberto Benítez, c. década de los 40 (AFAT).
vitud acordó aceptar el ofrecimiento de
Ignacio Calidonia de tomar a tributo las
tierras que la corporación poseía «donde llaman las Mesas, que lindan por los
dos lados que miran a esta ciudad y Las
Mercedes con tierras concejiles y por los
otros dos lados de San Diego y Tegueste
con tierras de la capellanía de don Marcos Fonseca y de los herederos de Juan
del Pino»13. Poco después se formalizó el
contrato, en el que la propiedad fue descrita como «unas tierras iermas que tiene en esta ciudad en la Mesa que disen
de Mota, las quales se hallan sin cultivo
y de manchón»14.
La Mesa de Ibone
A lo largo de buena parte del siglo xvi e
incluso más adelante la montaña se conoció como la Mesa de Ibone. Este era
el nombre de pila de un hijo del herrero Bartolomé Fernández o Hernández,
conquistador de Gran Canaria, repoblador de Tenerife (fue alcalde de Santa
Cruz) y, antes, vecino de Lanzarote15.
Ibone –a veces escrito Ybone, Yebone,
Hibone o Ibón16– Fernández o Hernández nació probablemente en Lanzarote y se estableció en Tenerife poco
después de concluir su conquista. Fue
favorecido con varias propiedades en
13 Archivo de la Esclavitud del Cristo de La Laguna: Libro de la fundación, f.
99r. Citado en Rodríguez Morales [2016], p. 39.
15 Cebrián Latasa [2003], pp. 204-206.
14 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 354 escribanía
de Juan Antonio Penedo, ff. 11r-18r, 15/1/1815.
16 Remiten, en la forma castellana normalizada, al nombre Ivo o
Ivón.
41
por otros indicios. Tras enviudar de Isabel Perdomo, su primera esposa, contrajo matrimonio con María Melián y
con ella tuvo una hija, llamada Mencía
de Cabrera. Entre los bienes que su madre le señaló en dote para casar con Miguel Perdomo en 1550 fueron incluidas
«otras tierras que dizen las Mesas, questán sobre el molino de los herederos de
Juan Jácome, que alinda desta parte con
la dehesa e por la otra parte con tierras
de Antón Fonte»19.
el proceso de repartimiento de la isla,
entre ellas cinco fanegas en sembradura para viñas «en el pago que agora se
reparte encima de las viñas que están
junto a la laguna», que recibió junto a
su padre en 151117. El uso de la locución
encima de permite conjeturar que estas
tierras correspondan con la zona que
nos ocupa, pues junto a la Mesa estaba
la laguna de agua.
Recordemos que en un documento
de 1627, antes citado, se indicó que la
montaña estaba «al fin de la laguna» (el
pequeño lago) de la ciudad.
En 1591, ya viuda, Mencía dio a censo y
tributo al labrador Lázaro Pérez, vecino
de La Laguna, y a Juan Rodríguez,
vecino de Tegueste, «la Mesa de tierras
que dizen de Ibone Hernández i de
María Melián, que son en el término de
esta çiudad, que lindan de la vna parte
tierras del Rincón que caen al molino
de Naua, que son concejiles, i por la otra
parte tierra i montaña de Antón Fonte
i de Nauarro y con dos caminos reales
con las fuentes que en ella están, todas
las dichas tierras que io tengo en la
dicha Mesa, reservando como reservo
para mí seis fanegas que lindan sobre
el Rincón de medida de cordel, que son
de Inés de Morales, que las que damos
En abril de 1504, Alonso Fernández de
Lugo había otorgado a Diego Fernández
«una mesa de tierra que está entre La
Laguna e Tegeste, con aguas vertientes
de la una banda en lo de Tegeste, con
una fontyzuela que está a par del camino, e de esta otra banda el peñón con
los riscos hasta el pie»18. La descripción
parece ajustarse a la que luego se llamó
Mesa de Ibone, de Mota y también del
Cristo de La Laguna. Habría que leer
con atención los testamentos y codicilos otorgados por Ibone Fernández para
saber si poseyó al menos parte de esta
montaña, pero podemos sospecharlo al
vincularse su nombre al de la Mesa y
17 Datas [1978], p. 25.
19 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 887, escribanía
de Gaspar Justiniano, ff. [859r-865r], 29/8/1550. Mencía de Cabrera, que heredó de su padre un vínculo instituido por su abuelo
Bartolomé, tuvo además propiedades en El Sauzal, Tacoronte,
Tegueste el Nuevo, Arafo y Santa María de Gracia. AHPT: Sección
Histórica de Protocolos Notariales, 1356, escribanía de Francisco
Zambrana, ff. 355v-360v, 366r-367r, 22/7/1603 y 31/8/1603.
18 Datas [1978], p. 28. Según Béthencourt Alfonso [1991], t. 1, p. 426,
esta montaña recibía en época prehispánica el nombre de Guarca,
remitiendo para sustentarlo a un repartimiento de 1522 recogido
en el libro tercero; pero entre las datas contenidas en ese libro editadas por Serra Ràfols no figura ninguna con ese topónimo, que
tampoco localizamos en otros documentos o publicaciones.
42
Foto panorámica de La Laguna en gran formato- quizás una de las primeras que aparecen en Tenerife de estas características-, tomada desde San Roque, con toda probabilidad a finales de los años 20. Foto: Joaquín González Espinosa (JG). Nacido en Santa Cruz de Tenerife (1892), inició su actividad
profesional en 1922, creando «Postal Express», estudio fotográfico que constituye el paradigma de las empresas dedicadas a la edición de tarjetas postales fotográficas en Canarias. Colección Privada, Tejina.
4
2
3
1
Ubicación de los accidentes geográficos mencionados en el texto.
1.
2.
3.
4.
Barranco de las Carnicerías.
Lomo de la Bandera.
Cumbre del Rincón.
Mesa Mota
La Vega lagunera desde el Mirador de Jardina; a la derecha, la Mesa Mota. Foto: Adalberto Benítez, c. década 1930. (AFAT).
Blas Perdomo era hermana de Miguel
Perdomo21.
quedan e son debajo destos linderos»20.
Este documento tiene particular interés:
es el único que conocemos en el que se
incorpora en el topónimo el nombre
de la esposa de Ibone Fernández y,
además, sitúa junto a las tierras que
estos tuvieron las que Inés de Morales
legó a la Cofradía del Cristo. No sabemos
cómo la adquirió, pero quizá tenga que
ver el parentesco de su marido con
el de Mencía de Cabrera: la madre de
La Mesa de Mota
Pasados los siglos, este es el topónimo
que se ha impuesto de forma oficial y
coloquial, aunque prescindiendo generalmente de la preposición de, que
le da sentido y permite comprender su
origen: «la Mesa que fue de Juan de la
Mota», como se cita en un documento de
20 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 1515, escribanía de Bernardino Madrigal, ff. 483r-487v, 14/7/1591. Hay copia
en el Archivo Histórico Diocesano de San Cristóbal de La Laguna:
Fondo Conde de Siete Fuentes, caja 27, protocolo 30, documento 4.
21 Nobiliario [1952-1967], t. 3, p. 610; Cebrián Latasa [2003], pp. 381382.
47
mos que por error), pero manteniendo
la forma española25. Esto invita a considerar que le dio valor de nombre propio
porque escuchó a los isleños referirse de
esta forma, sin más, a la montaña. Poco
antes de concluir el siglo, su compatriota
André-Pierre Ledru sí trasladó la palabra
a su idioma y destacó entre las montañas
que rodean el valle de La Laguna la Table,
«así llamada porque imita un trapecio
cúbico»26. Unas décadas más tarde, en la
Historia natural de las islas Canarias de
Philip Barker-Webb y Sabino Berthelot se
cita, en español, la Mesa, que puede verse en la lámina 19 incluida en la obra27.
El adjetivo alta podría entenderse como
una cualidad específica de esta montaña
que la distingue de algo cercano que se
toma como referencia. Nos planteamos
si esa comparación se establecía respecto a la llanura que forma una depresión
entre el Lomo de la Bandera y la Mesa
de Mota: la cumbre del Rincón28. Según
de dónde se vean, aparentan ser dos mesas, una alta y otra baja. De hecho, como
hemos anotado, ya desde el siglo xvi se
registra el uso en plural.
172322. Este labrador, vecino de Tegueste el Viejo, había adquirido «unas tierras para sembrar, que son en la Messa»
a los herederos de Antonio Méndez. En
1633 lindaban «por un lado con camino
real que ba desta ciudad a Tejina i por
otro camino real que disen de la Fuente
del Cuerbo i por otro con la dejessa de
la laguna i por otro con tierras de doña
Ana de Ascanio»23. En 1661 Juan de la
Mota y su mujer Margarita Hernández
dieron a tributo parte de esas tierras a
su yerno Juan Díaz, casado con su hija
María de la Mota. En la escritura notarial figuran situadas «donde dissen la
Mesa de Ybone»24.
La Mesa y las Mesas
Los documentos que hemos citado demuestran que a lo largo del tiempo se
usaron y convivieron diversos nombres
para referirse a esta montaña, que también fue conocida a secas como la Mesa.
Así recogieron el topónimo varios naturalistas europeos que estuvieron en
ella. El francés Louis Feuillé anotó que la
tarde del 4 de julio de 1724 fue «a medir la altura de una montaña situada en
el norte de la ciudad, llamada la Mensa
por la llanura que hay en su cima. Lo escribió así (con la ene en medio, entende-
Los nombres que la Mesa ha recibido a
lo largo de los últimos cinco siglos –también el que le dieron los guanches, sea
cual fuera– forman parte de su historia
25 Feuillé [1724], pp. 106, 368.
26 Ledru [1810], p. 79.
22 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 946, escribanía
de Lucas Agustín Pérez Machado, ff. 7r-11v, 9/1/1723.
27 Barker-Webb/Berthelot [1840], p. 129.
23 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 1239, escribanía de Francisco de Mirabal, ff. 458r, 20/12/1633.
28 Así figura identificada en la cartografía disponible en la web de
Grafcan. El uso de la palabra cumbre se registra para esta zona
en un mapa del siglo XVIII, estudiado y reproducido en León Santana [2023].
24 AHPT: Sección Histórica de Protocolos Notariales, 1656, escribanía de Juan de Ascanio, foliación perdida, 19/1/1661.
48
Juego de niños en el Camino de El Pino, al pie de la Mesa Mota, h. 1910. (CMMMB).
y ayudan a conocerla y comprenderla:
de Ibone, de Ibone Fernández y María
Melián, de Juan de la Mota, de Mota, del
Cristo o del Señor de La Laguna.
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el tomo 2 de Pasión y aventura en la ciencia de
las Luces (edición de Alfredo Herrera Piqué, con
traducción al español de Dulce María González
Doreste y Antonio Álvarez de la Rosa). Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo de Gran Canaria.
Rodríguez Morales [2016]
Carlos Rodríguez Morales: Todo es de plata. Las
alhajas del Cristo de La Laguna. San Cristóbal de
La Laguna: Ayuntamiento de San Cristóbal de
La Laguna.
50
Veraneantes en una tarde de juegos a los pies de la Mesa Mota (actualmente Urbanización Aguere). Foto años 20 (AFAT).
La Mesa Mota, La Laguna, 1916. Foto: Adalberto Benítez.
35
En primer plano, el Camino de San Diego; al fondo, la Mesa Mota (1899). AFAT, Colección Kite.
36
HIstorIas en torno
al santísImo CrIsto
de la laguna
(I)
Patrocina
Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna
Coordinación, Diseño y edición
Julio Torres Santos
Fotografía
Adalberto Benítez
Agustín Guerra Molina
Antonio García
Julio Torres Santos
Tony Cedrés
Archivo Fotografías Antiguas de Tenerife (AFAT)
Archivos Fotográficos del Ayuntamiento de La Laguna
(AFALL)
Archivo Fotográfico Real Sociedad Económica de Amigos
del País de Tenerife (AFRSEAPT)
Archivo Guillermo de la Barreda (AGB)
Archivo Fotográfico La Laguna Ahora (AFLLA)
Colección Carlos García (CCG)
Colección Rafael Llanos Penedo (CRLLP)
©Textos
Juan Alejandro Lorenzo Lima
Carlos Rodríguez Morales
Carlos García
Julio Torres Santos
Preimpresión, impresión y encuadernación
Acosta Gráfica, S. L.
Depósito Legal
TF 842-2023
Cubierta
Nicolás Sanchís. Santísimo Cristo de La Laguna. Litografía.
Colección particular.
Portada
Orla de la Hoja de apertura del Libro de Honor del Excmo.
Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna
Guardas
Papel de agua español, siglo XIX. Colección Torres-Jiménez
Contracubierta
Escudo de Armas de La Laguna e Isla de Tenerife, concedido
por la Reina Doña Juana el 23 de marzo de 1510, a petición
del Adelantado don Alonso Fernández de Lugo
Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna
Agradecimientos
Carlos Rodríguez Morales
Juan Alejandro Lorenzo Lima
Carlos García
Adrián Cañete
Pilar Cañete del Toro
Eusebio Álvarez Forte
Francesco Salomone Suárez
María José Álvarez Suárez
Jorge Pedro Dávila Viera
Juan Luis Dávila Viera
Jorge Dávila Negrín
Rafael Llanos Penedo
Ana Beatriz Jiménez Llanos y Felipe
Índice
Introducción ............................................................................................................................... 9
I
Julio Torres Santos
Las Fiestas del Cristo, filmadas por Rivero .............................................................. 13 - 18
II
Juan Alejandro Lorenzo Lima
Dos retratos del Cristo de La Laguna en La Orotava, obras singulares
del siglo XVII..................................................................................................................... 21 - 34
El Cristo de La Laguna y sus retratos .......................................................................24
En el remate de un retablo conventual ...................................................................28
Una cruz de uso devocional ........................................................................................30
III
Carlos Rodríguez Morales
La Mesa de Mota, de Ibone o del Cristo de La Laguna ......................................... 37 - 50
La Mesa del Cristo de La Laguna...............................................................................38
La Mesa de Ibone ...........................................................................................................41
La Mesa de Mota ............................................................................................................47
La Mesa y Las Mesas .....................................................................................................48
IV
Julio Torres Santos
Carteles para las Fiestas del Santísimo Cristo de La Laguna
en el siglo XX .................................................................................................................... 53 - 82
100 años del primer cartel anunciador de las Fiestas del Santísimo Cristo
de La Laguna ..................................................................................................................55
Davó, cartelista ..............................................................................................................58
Rafael Llanos, en 1945..................................................................................................62
Antonio González Suárez, en 1947 ...........................................................................65
Alberto Cañete Calvo, sucesor de Davó en el cartelismo ....................................66
Francisco Álvarez Carrasco, el cartelista más prolífico en las Fiestas
del Cristo Lagunero .......................................................................................................70
Hermanos Dávila Viera ................................................................................................77
V
Carlos García
Benjamín Sosa y Lugo. Un polifacético artista desconocido ............................... 85 - 93