sábado, noviembre 13, 2021

LOS HERMOSOS AÑOS DEL CASTIGO de FLEUR JAEGGY

 






Nada puede hacer olvidar los años vividos lejos de la familia en el espacio cerrado, solitario y opresivo de un colegio para señoritas en un pequeño pueblo de Suiza o de otros que pasaron por el camino; nada arranca más vida de los corazones que una necesidad de cambio, cercano a veces a lo destructivo, para buscar un lugar diferente, de un cariño olvidado, de una personalidad propia; nada oculta más los sentimientos que la manifiesta intención de ser diferente, de buscar lo distinto, que no lo opuesto, porque simplemente no sabes qué es lo opuesto. Esa búsqueda de sí misma aparece en las páginas de la novela, con la desenvoltura que da la narración en primera persona, mirada desde el futuro, rasgando el pasado para mostrar las entrañas de lo que pasó, no ya de los hechos puros y demostrables, sino de la sensación misma que se asoma desde los ojos, desde las palabras, desde los pensamientos de una adolescente , apenas una niña, que recorre los días de su encierro buscando la pericia necesaria para ser adulta siendo una niña, correteando en la frontera en la que por una lado muere la niñez y por otro lado nace esa fase adulta que primero se quiere y luego lastima.

Y si de la imposición, en la distancia, de un tipo de vida por parte de una madre casi olvidada y si de la existencia plana y lúgubre de un padre anodino surge la necesidad de rebelarse, de ser distinta, de no ser como todas las compañeras de las cuales,tras el paso de los años, has olvidado su nombre -esa fue su importancia- es porque la arrogancia despreocupada de la juventud necesita aparentar que posee la independencia que luego tendrá en la edad adulta, practicar los patrones de comportamiento en una vida que no quiere que sea como es ahora, y los ensayos deben ser rigurosos y verdaderos hasta encontrar el desfiladero por donde escapar de rutinas, voces, profesores, directoras, compañeras de colegio o de reglas impuestas


La protagonista, la narradora, descubrirá un lugar diferente en los ojos, en el cuerpo, en la personalidad de una compañera, en Frédérique. Surgirá de esa relación una mezcla de admiración y sumisión que alarga su camino hasta encontrar un sentimiento de amistad que nunca puede ser sexual o erótica -como auguran algunas guías-, porque no es apenas más que una sensación de acercamiento y arrobo llegado de la necesidad de una amistad diferente, de encontrar una mente discrepante con las reglas habituales de sus compañeras de colegio, no en el comportamiento sino en la libertad mental, en la profundidad de sus actos lejanos a lo usual y a lo cotidiano en los pasillos del colegio; encontrar una mente atormentada para un lugar en las que no debutan las apariencias.

Y nada podrá encontrar más adecuado a la mente de la narradora que contar como, en un momento dado, se adecuó a los momentos que estaba viviendo, contradiciendo su propia necesidad o su mismo pensamiento, buscó en lugares que en otro momento no había decidido pisar, pero que al final lo hizo, por propia comodidad o por simple inercia. Y las consecuencias las pagó perdiendo su parte de individualidad, su pedazo de cielo entre los diferentes, aquella amistad diferente; pero de esa experiencia, de la rotura de lazos, de la caída en los oscuros brazos de la conveniencia, apareció el legado, no sé si querido o surgido de la nada, del placer de encontrar un regalo en lo negativo, en el dolor, en la desaparición de lo respetado.


“Los hermosos años del castigo” es un lectura que lleva placer a los sentidos, ocurre entre lugares que me invento oscuros, entre paredes húmedas y cielos nublados; pisando laderas verdes y colegios olvidados, serpenteando entre pasillos abarrotado de gritos y artimañas de colegialas menudas. Es una obra en las que se abren las lejanas mentes de los años olvidados, aquellos en los que de niño creabas fantasmas de las sombras y enemigos en las pizarras, Y que descubre la mente de una muchacha abandonada a su suerte entre una muchedumbre de niñas, ancianas, amigas y enemigas de las que descubre que el paso del tiempo sólo ha permitido olvidar sus caras y dejar sus voces.


lunes, noviembre 01, 2021

LA MUERTE DE VIRGILIO de Hermann Broch

 
















LA MUERTE DE VIRGILIO DE HERMANN BROCH "Der tod des Vergil" 1958 Ed Alianza literaria, 2000 , 489 pág. 

Broch inventa , imagina, los últimos momentos de la vida de Virgilio en aquel doloroso atardecer en Brindis, aquella alucinada noche, la madrugada entre ilusiones, la mañana fatídica de aquel día... Virgilio sueña, suspira, delira, imagina que toda su vida, su poesía, sus íntimos secretos, sus descaradas verdades, reviven por un momento entre las calenturas de la enfermedad y los últimos esfuerzos por vivir o dejar la vida como él hubiera querido. Y tales secretos, tales verdades, tales delirios, salen , en las páginas de Broch, como un volcán de imágenes, como un torrente poético que, casi como una declamación pública, acaso un último intimo recital, rebosa las páginas, las deslinda, para dibujar el cuadro de un ocaso grandioso. El crepúsculo de una vida destinada a sobrevivir a su propio dueño. La prosa poética de Broch describe apenas unas horas, el último suspiro del alma de Virgilio, los delirios de la enfermedad que van y vienen de entre la inconsciencia a la frágil realidad, y narra, en una mezcla de deslumbrado monologo interior y de postrero narrador omnipresente, el desvelo inquieto de la presencia de la muerte, y con ella el fin de sus sueños y el comienzo de sus preocupaciones por su obra, por su "Eneida" inacabada - imperfecta-. por Roma, por el arte, por la verdad... El momento en el que se cruza el presente doloroso y el pasado amable.

 El libro es dividido por  Broch en cuatro partes: Agua (el arribo): el último contacto de Virgilio con el pueblo, las calles de Brindis, los porteadores, los gritos de la gente, lo humano... Fuego (el descenso): la noche en el palacio del Cesar, la vigilia entre la vida y la muerte, lo humano y lo sobrehumano, lo real y lo irreal, el sueño y el delirio, el ser y el no ser. La Tierra (la espera): el último contacto con sus amigos, la postrera conversación con el Cesar Augusto, sobre Roma , sobre el arte, sobre la política, sobre su intención de destruir "la Eneida". Eter (el regreso) el fin. el ascenso al otro destino, acompañado de caras conocidas, de sitios reconocidos, por lugares sospechados, el "orto", por aguas aplacadas...

 La intención superior de la obra de Broch, la clave que sostiene el arco de su creación, es la necesidad de describir la razón por la que Virgilio quería destruir " la Eneida": Sabiendo que iba a morir sin acabar su obra exige que desaparezca, que no muestre el arte imperfecto, que no le señalen como su autor. Duda sobre su propio arte, adivinado en sus horas más sombrías como algo falso, como algo inútil, lejano a la verdad, que se sostiene por amamantarse a sí mismo , " el arte por el arte". Y a ello no se inclina, no quiere dejar esa obra como legado al futuro o a la propia Roma. Consciente de su propia eternidad aún así no quiere que por ello deban recordarlo. Sólo Augusto puede exigirle que no destruya esa obra que es la propia historia de Roma y en realidad algo que ya no le pertenece. Esa última conversación entre los dos versará sobre lo que significa la obra y por ello Roma, y por lo tanto Augusto; y con él: el pueblo, la política, el estado, y la verdad de todo ello. 

"La muerte de Virgilio" no es una obra fácil de leer. No es una novela al uso: el espacio y el tiempo solo cambian en las ensoñaciones poéticas de Virgilio, volando entre los recuerdos de infancia para volver al presente, saliendo de su vigilia para ver a viejos amigos apenas en un instante. Pero nada se mueve, nadie sale de las paredes de aquel palacio de Brindis, acaso algún fantasma del pasado, alguna alucinación corpórea. "La muerte de Virgilio" es para leerlo con pausa, abstraerte y concretar la procesión de imágenes e ideas que pueblan las páginas del libro. Donde aparecen tres realidades: lo escrito evidente -la prosa poética-, las ideas profundas del libro -lo abstracto-, la vida de Virgilio que acaba-el pasado-. Broch elabora un libro donde domina toda los aspectos históricos o ficticios de la época y del lugar, su obra -la poesía y su sentido- , los aspectos políticos, morales y sociales de aquel momento. Para entenderlo, también, hay que conocer dichos aspectos, pero no sólo, la novela como tal es una magnífica obra de arte, donde nada ha sido puesto al azar y donde aparecen momentos de excelencia de la literatura.

Hoy...

50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS de EZEQUIEL ZAIDENWERG

  50 ESTADOS, 13 POETAS CONTEMPORÁNEOS de ESTADOS UNIDOS SELECCIÓN, TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE EZEQUIEL ZAIDENWERG     Decían que decía...