Faculty of Philosophy and Letters

La presente tesis es un estudio historiográfico que aborda la configuración histórica y política del señorío maya de Piedras Negras, Guatemala, entre los años 729 d.C.-circa 808 d.C., que corresponde a los periodos de reinado de los últimos cuatro gobernantes de la línea dinástica de ese señorío, que son: Itzam K'an Ahk II (729-757) Yo'nal Ahk III (758-766), Ha' K'in Xook (767-781) y K'inich Yat Ahk II (781- circa 808). Dicho estudio tiene como fuentes primarias las inscripciones jeroglíficas que fueron labradas en los monumentos erigidos por los gobernantes señalados.
Itzam K'an Ahk II, hijo de K'inich Yo'nal Ahk II (687-729 d.C.), se entronizó el 9 de noviembre de 729, dos meses después de la celebración de las exequias a su padre, el 2 de septiembre. Su reinado estuvo marcado por notables cambios en materia de política y, de acuerdo con los monumentos que erigió (estelas 9, 10, 11, 22 y 40, el Altar 2) es posible señalar que el reinado de este gobernante fue próspero y que estuvo regido por la diplomacia política, ya que, de manera sagaz y hábil suavizó las relaciones ásperas con el señorío rival de Yaxchilán; según el Panel 3, un monumento póstumo, ese dignatario estuvo presente en la celebración del primer aniversario k'atun de Itzam K'an Ahk II; sin embargo, dicho evento tuvo consecuencias negativas en los reinados posteriores
Itzam K'an Ahk II murió el 26 de noviembre de 757 y al siguiente año, el 10 de marzo de 758, se entronizó Yo'nal Ahk III, quizá a una edad muy joven. Sólo gobernó nueve años y sus escasos monumentos (estelas 14 y 16) destacan por la presencia de las firmas de los escultores, ausentes en los monumentos del reinado anterior. Asimismo, su reinado estuvo marcado por varios reveses y ya en esta época se deja entrever el inicio de un periodo de decadencia política, nacida, en parte, de la rivalidad con el señorío de Yaxchilán y por otro lado, como resultado del emergente y belicoso señorío de Sak Tz'i', que comenzó a expandir su esfera de dominio hacia las tierras del Alto Usumacinta.
Por razones que son desconocidas, Yo'nal Ahk III desaparece del mapa político y el 14 de febrero de 767 asciende al poder Ha' K'in Xook, posiblemente a la edad de ocho años. Éste, fue hijo de Itzam K'an Ahk II y su escaso corpus de inscripciones (estelas 13, 18 y 23) señalan la brevedad de su reinado, que quizá estuvo dominado por disputas internas en la corte, lo que provocó que el joven dignatario abdicara al señorío el 24 de marzo de 780. Tras este hecho se entronizó K'inich Yat Ahk II el 31 de mayo de 781. Llevó a cabo tres guerras: una contra la localidad de Wan Ha' (Santa Elena, Tabasco), en el año 787, y dos contra el señorío de Pakab'ul (Pomoná, Tabasco), en los años 792 y 794: el enérgico gobernante tenía la intención de expandir su área de influencia hacia las planicies tabasqueñas; además, promovió una ideología de renovación y reestructuración del señorío a través del arte escultórico, el cual se depuró notablemente hasta alcanzar los finos matices de la escultura casi tridimensional, presente en el Panel 3. Otros monumentos notables de este reinado fueron las estelas 12 y 15, el Altar 4 y el Trono 1. Durante este periodo el señorío vivió una última época de auge y esplendor antes de su estrepitoso ocaso. Las contradicciones políticas y la descentralización del poder, aunado a las guerras y los conflictos regionales, provocaron finalmente el colapso del señorío y la caída de K'inich Yat Ahk II, alrededor del año 808, cuando éste fue capturado por K'inich Tatb'u Jol, gobernante de Yaxchilán. La última inscripción de Piedras Negras data del año 810 d.C., misma que quizá fue erigida por el último gobernante del sitio, tras lo cual el señorío se sumió en un periodo de decadencia.

La presente tesis es un estudio de epigrafía histórica que aborda la historia dinástica del señorío maya de Piedras Negras (Yokib) durante la primera mitad del Clásico Temprano (ca. 250-ca. 480 d.C.). Si bien este periodo es una época difícil de documentar, debido a la escasa información disponible, la presente investigación consideró distintas líneas de información con el fin de iluminar, así fuese de manera limitada, algunos aspectos de la historia temprana de Yokib. Se consideraron los datos procedentes de la arqueología y la epigrafía, sin olvidar los valiosos recursos que proporciona la historiografía.
El primer capítulo fue un estudio de los aspectos arqueológicos más relevantes del Grupo Sur. En el segundo apartado, analicé la inscripción del Altar 1 de Piedras Negras, texto cuyo contenido calendárico y narrativo, aporta información sobre los orígenes de la dinastía de Yokib, situados en la oscuridad del Tiempo Primordial, una visión enaltecida y sacralizada que K'inich Yo'nal Ahk II (gobernante que consagró el Altar 1) construyó en torno a su dinastía y sus antepasados. Finalmente, el tercer capítulo analiza las inscripciones jeroglíficas contenidas en los dinteles 60, 49, 37 y 35 de Yaxchilán (los cuales comprenden una unidad narrativa); textos cuya información se complementa con la inscripción de la Escalera Jeroglífica 1 de Yaxchilán. Los pasajes 7 y 8 de los dinteles registran dos enfrentamientos militares que sostuvieron los gobernantes de Yaxchilán y Piedras Negras; sin embargo, las causas de dichos conflictos únicamente pudieron vislumbrarse cuando se analizó el texto de los dinteles en su integridad. Estudiados bajo esa perspectiva, los cuatro dinteles exhiben información valiosa que refleja con nitidez la dinámica de las fuerzas políticas y sociales imperantes entre las localidades situadas en la cuenca del Alto Usumacinta. Sin duda los primeros dos siglos del Clásico Temprano, en Piedras Negras, son tan misteriosos, a causa de la escasa información, pero tan interesantes por la naturaleza de los datos que arrojan los poquísimos monumentos que refieren sucesos significativos que ocurrieron en el señorío estudiado, y en otras localidades estrechamente vinculadas con Yokib.

Entre los años 687 y 692, K’inich Yo’nal Ahk II, gobernante de Piedras Negras, emprendió y concluyó una remodelación radical de la Acrópolis y la Plaza del Grupo Oeste, el chanch’e’en de Yokib. Consagró e inauguró esta obra arquitectónica en la conclusión del K’atun 8 Ajaw (9.13.0.0.0, 8 Ajaw 8 Woh, 16 de marzo de 692 d.C.). Frente a la Estructura J-4 erigió el Altar 1, escultura excepcional por sus grandes dimensiones y larga inscripción glífica. El monumento registra una cadena de acontecimientos míticos, legendarios e históricos que, junto con una fecha futura, abarca 7,906 años. Todos los sucesos contenidos en ese largo periodo tuvieron lugar en el chanch’e’en de Yokib, ya sea en sus edificios, montañas, o corrientes acuáticas. Esta visión de la historia primordial de Piedras Negras mostró la naturaleza sagrada del asentamiento a través de las eras. Después, un panel y siete estelas fueron erigidos periódicamente en la Estructura J-4, frente al altar, como testimonio de los cultos periódicos dedicados a los antepasados y deidades tutelares, y de la perdurabilidad y esencia divina del chanch’e’en.

El presente artículo aborda el estudio de las formas de organización política maya durante el periodo Clásico Temprano en la cuenca media del Usumacinta a través del análisis epigráfico de los dinteles 60, 49, 37 y 35 de Yaxchilán. Derivado del estudio de estos cuatro monumentos, que forman una sola unidad narrativa, se explora la importancia de los antropónimos-topónimos en la reconstrucción histórica de procesos políticos, territoriales y sociales en la región. En dichos dinteles se encuentran registrados antropónimos-topónimos conformados por la expresión waklaju’un pet, ‘dieciséis pet[enes] (provincias)’, que son significativos por indicar, de manera indirecta, que algunas poblaciones estaban integradas por petenes (provincias), antes de que se consolidaran como “señoríos” (ajawlel). Los nombres de personas (antropónimos), que tienen integrados nombres de lugares (topónimos), aparecen en registros jeroglíficos de los periodos Clásico Tardío y Clásico Terminal y permiten dimensionar la profunda relación que existe entre los antropónimos, las designaciones de los territorios y los nombres de familia. Las evidencias más importantes que indican que la integración territorial de los señoríos, estructurados en “dieciséis provincias”, fue un fenómeno de larga duración (hasta el periodo Posclásico, en Mayapán) es la presencia de los términos waklaju’un oon, ‘dieciséis familias’ y waklaju’un ajaw, ‘dieciséis señores’, en las inscripciones del periodo Clásico, así como la evidencia de la existencia de dieciséis cuchcabaloob en Mayapán. La razón por la cual los mayas habrían concebido la estructura del ajawlel en dieciséis provincias – dieciséis familias habría respondido a una lógica armónica cuatripartita, direccional y cromática, con cuatro petenes en cada rumbo cósmico.

A mis padres, Ángeles y Raúl, por todo. Gracias mamá por nunca dejarme sola, por acompañarme como sólo tú sabes hacerlo. Gracias papá por enseñarme que siempre se puede mejorar, que las cosas se hacen bien o no se hacen. Gracias por permitirme soñar con cosas tan grandes.