"Cuando Juan Gaviota volvió a la Bandada ya en la playa, era totalmente de noche. Estaba mareado y rendido. No obstante, y no sin satisfacción, hizo un rizo para aterrizar y un tonel rápido justo antes de tocar tierra. Cuando sepan, pensó, lo del Descubrimiento, se pondrán locos de alegría. ¡Cuánto mayor sentido tiene ahora la vida! En lugar de nuestro lento y pesado ir y venir a los pesqueros, ¡hay una razón para vivir! Podremos alzarnos sobre nuestra ignorancia, podremos descubrirnos como criaturas de perfección, inteligencia y habilidad. ¡Podremos ser libres!
¡Podremos aprender a volar!"
(RICHARD BACH, Juan Salvador Gaviota)
Hoy, por segunda vez, cito en el post un fragmento de Juan Salvador Gaviota. Como ya dije, me gustó mucho cuando lo leí hace bastantes años y, este verano, encontré el libro (una edición de 1978) y lo he releído señalando algunos textos para reflexionar sobre ellos y sacar conclusiones adaptadas a nuestra vida actual y el mundo que nos rodea.
¡Qué gran decepción se llevó ante la reacción de la bandada por su descubrimiento! Todo lo contrario a lo que con ilusión esperaba.
Algunas personas, por ser demasiado idealistas o muy innovadores o ..., sufren la incomprensión por parte del grupo al que pertenecen (e incluso el rechazo por ser "diferente"). Hace falta tener un alto autoconcepto y mucha voluntad para seguir defendiendo las propias ideas, proyectos o decisiones aun en contra de la opinión del entorno inmediato. No es nada fácil "luchar contra viento y marea" si no cuentas, al menos, con el apoyo de uno o más de tus seres queridos.No sé si alguien se sentirá identificado con esta situación en algún momento de su vida.
A todas esas personas luchadoras que defienden sus ideales y sus criterios por encima de convenciones, ¡adelante! ése es el camino: utilizar la inteligencia y la habilidad para dar mayor sentido a la vida y tener una razón para vivir (o mejor si encuentras más de una).
¡Mucho ánimo y suerte a todas y a todos...! ¡Podemos ser libres! ¡Podemos aprender a volar!