Termino de enviar esta ilustración a la diseñadora, 24hs de leer la nota y la cabeza en blanco…por suerte ayer a la tarde cayó una idea. Me gustó. La veo compacta, con algo de juego sin que se ponga infantil y una paleta que se acomodó a los colores de la gráfica.
Aprovecho el aire de la ilustración editorial, porque no debo ser “didáctica”, prefiero jugar un poquito más con alguna metáfora o con las imágenes que sugieren. Y si el tema se pone muy abstracto me sirve buscarle la vuelta desde lo plástico, es decir pensar y dibujar con la forma hasta que sale “algo” sin perder el sentido o la dirección de la nota, claro. No sé tampoco que se lee en este caso al verla, siempre muy en soledad este trabajo.
Es sencilla pero interesante la nota porque habla justamente de lo difícil que es ponerle precio a los trabajos cuando son servicios, y dá algunas claves para tener en cuenta.
Muchos puntos que están en mi cotidiano a la hora de tener que presupuestar algún trabajo, pensar el alcance del proyecto, investigación previa para conocer al cliente, redactar un contrato en donde especificar las tareas, cobrar un adelanto para comenzar el trabajo, consultar con colegas para ver los precios del mercado, presupuestos en etapas para no asustar al cliente con un número gordo y mostrarse organizado, tener los papeles en regla…vá plomos de la vida laboral pero necesarios.