Otra vez se repite lo del pasado gobierno K.
Cuando creían tener la vaca atada y un gran apoyo, con las movidas
de aplaudidores de clase media urbana; les sale un cacerolazo masivo.
Eso nos muestra que no se puede suplantar la Militancia
Real, con progresistas de clase media, izquierdistas a la rosada (sin inserción
social), gente mediática, "carilindos", tecnócratas, feministas y un
largo etcétera, de todo ese tipo de gente a la que apuesta el kirchnerismo (hoy
devenido en albertismo) que piensa que todo pasa por la supuesta amplitud y
corrección política, mezclada con la negociación con el Poder Económico, para
ver si lo convencen de derramar algo de sus fabulosas ganancias.
La actuación frente al coronavirus (a pesar de la indecisión
inicial) está bien implementada y se había logrado un apoyo amplio de la
población. Habría que solucionar el problema de la falta de ingreso y
hacinamiento de los sectores más humildes de la población.
El problema pasa con esos obsecuentes que andan por los
medios tirando esos mensajes soberbios, que ya demostraron que son rechazados
por la clase media. Justamente, ese sector al que parecen apuntar la mayoría de
las políticas implementadas por este progresismo.
Desde hace varios años, algunos supuestos expertos nos
intentan vender que no es momento de política “revolucionaria”.
Que hoy día se vota candidatos potables.
De ahí, viene esa fijación con llenar las listas con todo
ese progresismo mediocre y obsecuente.
La derrota del 2015 demostró la falsedad de ese pensamiento.
Lamentablemente, se sigue perseverando en ese lineamiento.
Es hora que desde el Peronismo, los verdaderos militantes,
tomemos el bastón de mariscal y empecemos a cambiar esta situación. Organizándonos,
desde las bases podremos dar batalla contra toda esta camada de politiqueros
que solo están para cobrar jugosos sueldos.
La Patria existe. La Liberación es Posible.
Eugenio Luis Germino.
Trinchera del
Peronismo Revolucionario.