jueves, 5 de febrero de 2009
Desapegandonos un poco
Cierto: somos unos consumados inexpertos en el arte del "desapego". Tampoco es cuestión de pasarse al otro extremo, y acabar como monjes, en el sacerdocio de la renuncia. Basta con cultivar una actitud menos posesiva hacia las cosas, hacia las ideas, hacia las emociones. Y así, con total ligereza, desprenderse también de odios, rencores, frustraciones y tanto exceso de equipaje acumulado durante años. Y a volar...
Carlos Fresneda
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