LOS MINUTOS ALOCADOS
fingen descansar
en la quietud perdida
de la tarde soñadora,
mas las horas,
a hurtadillas,
siguen huyendo
por la puerta invisible
del tiempo egoísta
llevándose parte
de nosotros mismos
que arrojan,
sin piedad,
al abismo nebuloso
del olvido.
13 de junio de 1.990.
lunes, 12 de octubre de 2009
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