Con la desmesura de las cosas
infinitas, miro el vuelo suficiente
de las aves y descubro que puedo
vivir en sus alas un instante.
Con la suerte de los colores
y los ocios, con la forma errada
de construcción, de un momento
a otro atisbo que el descubrimiento
es un cerrojo que con amor se abre.
Así vuelo y no vuelo cuando uno
del cerrojo sale.
Cada mar es un tocamiento de
identidades que viven en las
cosas simples de las que uno
sabe: sabe y no sabe desde
el alumbramiento de un caminar
desentendido de caminos,
mas no, de gatos salvajes.
* * * * * *
A consumarse
Las cosas vuelven a terminar de consumarse
a gritar, a caminar, a lanzarle rocas
a las gaviotas y a pisar charcos.
vuelven con un ánimo rocoso y transparente,
dispuesto a calcificarse.
Como dispuestos a evaporarse
entre lumbres y motivos.
Dispuestos a conocer el tiempo
en su interminable máscara
de luz cóncava, circular.
* * * * * *
Nos llovemos
Esta soledad se multiplica
a borbotones.
Llega como lluvia e invade todo.
Tempestad que no se cansa
e Inmediara a la vista
colora y descolora el día
según la profundidad
del recuerdo.
Unos está solo por todos lados
sumido en un punto
donde mido al mundo
con tu ausencia.
Que cansada lejanía recorre
la memoria.
No le puedo mentir a
los lugares que fueron
benditos por tus pies
e insertar imágenes
paganas.
Creer que puedo cerrar
los ojos y verte.
Que cansada memoria
recorre tu lejanía y que
cansada línea nos
atraviesa sin
matarnos.
©Todos los derechos reservados: Miguel Alberto Ochoa Jr García