Me acompaña el hombro que en silencio me sujeta,
la mirada esquiva de quien no me quiere ,pero me soporta.
Me acompaña el susurro del mar que nunca olvido, y mis pisadas
en la arena dibujando corazones.
Me acompaña el polvo en mi pelota de fútbol y mis pies golpeados por la acera.
Me acompaña la niña poeta que un dia fui y que observaba mariposas.
Siento que soy muchas lunas en una noche de tormenta.
Me regocija haber crecido desde mis propias miserias.
No necesito un catalejo para mirarme por dentro,
porque , de alguna manera ,aun conservo mi cerebro.
(imagen:Eva Julia Velazquez)
Siempre es reconfortante crecer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eso mismo pienso, besitos
EliminarLa niña poeta sigue ahí... y qué bien escribe!!!
ResponderEliminarBesos.
gracias amigo, por siempre estar, besos
EliminarQue bom que podemos nos transformar sempre.
ResponderEliminarObrigada pela sua presença.
Continuação de uma boa semana.
obrigada pela sua visita, abraços
EliminarEres tu amiga, que hermoso poema. Y como dice Toro, la niña poeta sigue ahí.... Un placer leerte. Saludos y abrazo a la distancia.
ResponderEliminargracias corazon, besitos
EliminarMuy belo poema Odalys!
ResponderEliminarExistem ainda em ti sonhos intactos e a estrela da poesia sorri para ti, derramando o seu brilho na longa madrugada!
FELIZES FIESTAS E FELIZ NAVIDAD...
Besos!
felices fiestas y que te sucedan muchas cosas buenas, besos
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