Al salir del colegio mientras muchas niñas jugaban con sus muñecas en la calle, la ilusión de Sara era ir a ver a su abuelita para que le contara cuentos mientras chupaba las piruletas que siempre tenía preparadas para ella.
Pero un día sus padres tenían una noticia que darle: su abuelita se había tenido que ir muy lejos, tanto que desde las estrellas la estaría mirando.
Los días y las noches con sus cielos estrellados iban pasando y la sonrisa de Sara iba desvaneciéndose.
Han pasado unos años y la mayor ilusión de Sara es lanzar al cielo globos y globos con mensajes de papel en su interior para su abuelita y esperar que algún día alguno de ellos sea devuelto desde esa estrella del cielo con noticias de su regreso.
Pobre Sara…¡qué ilusiones tiene!