Sí!! Ha llegado Sinterklaas!!
Sinterquién??
Sinterklaas!! El Papá Noel holandés que tiene su propia fiestita!!
Qué
fiesta?
Todos los años, el 5 de Diciembre, en los
Países Bajos, Bélgica y norte de Francia se celebra el día de Sinterklaas.
Pero, al menos en Holanda, la cosa no comienza ahí. Comienza unas tres semanas
antes, con la llegada de Sinterklaas en barco desde España. La llegada de
Sinterklaas a Holanda es un evento muy importante y es incluso televisado a
nivel nacional. Todos los años llega a una ciudad diferente, siempre en barco,
y luego va recorriendo todo el país, cambiando el barco por un caballo en las
ciudades donde no hay cursos de agua accesibles (aunque debe ser muy raro...)
A partir del día en que Sinterklaas llega oficialmente a Holanda, los niños
pueden comenzar a dejar sus zapatos frente a la chimenea (o en su versión más
moderna, frente al radiador de la calefacción central. En serio!) Y si son
buenos, recibirán agradables sorpresas que no son muy sorpresivas porque son
siempre las mismas (pepernoten, figuras de mazapán, letras de chocolate.
La cereza de la torta Sinterklaasística es la
noche del 5 de Diciembre ( o vísperas
del 6, como quieran) que es la más especial. Los niños dejarán sus zapatos una
vez más, pero antes de ir a dormir cantarán canciones para Sinterklaas y al
despertar al día siguiente encontrarán sus regalos!! Pero, hay un pero. Esto es
sólo si te has portado bien, para lo cual Sinterklaas consulta su gran libro.
Si te has portado mal, todo lo que encontrarás en tus zapatos serán trozos de
carbón! (Y también corres el riesgo de que el “Negrito Pedro” (más abajo) te
meta en su bolsa y te lleve con él de vuelta a España!! (Lo cual en estos
momentos Rajoyísticos sería una pesadilla también para los adultos :P, aunque
si es por tiempo definido no me enojo, con el frío que hace acá!!)
Luego de tanta ceremonia, Sinterklaas se vuelve a España hasta el año que viene
y sólo después que él se va de Holanda, se puede armar el arbolito de
Navidad... (¿?)
Y de
dónde sacaron todo esto?
Como toda tradición antigua (y pagana), no se tiene muy claro de dónde viene, y
a lo largo del tiempo fue creciendo alimentándose de muchas creencias y mitos
diferentes hasta llegar a la versión actual.
La historia más aceptada es que Sinterklaas (o San Nicolás (280-342
DC), que luego devino en patrono de los niños) era un
obispo en la ciudad de Myra (en la actual Turquía). Parece ser que alrededor
del año 1807 sus restos fueron trasladados a la ciudad de Bari (Italia) que
luego fue conquistada por la corona española y de ahí vendría la leyenda de que
Sinterklaas viene de España.
El
Negrito Pedro
Zwarte Piet (o Negrito Pedro) es el ayudante
inseparable de Sinterklaas. Es un personaje travieso y juguetón, de cara negra,
pelo muy rizado negro y labios rojos, y vestido con un traje similiar a los
pajes de la época clasica, con un toque morisco.
La historia del Negrito Pedro (Zwarte Piet) es
aún más retorcida. Ya nadie habla de eso (salvo Wikipedia), pero antiguamente
la versión más aceptada era que Zwarte Piet había sido un niño esclavo etíope
que San Nicolás habría encontrado en un mercado de Myra y al cuál habría
otorgado su libertad. El niño Piet, agradecido, decidió quedarse a su lado para
ayudarlo.
Muchos también hablan de la influencia de la
ocupación mora en España, supuesto país de origen de Sinterklaas.
Todo muy bonito, pero otras versiones señalan
a Zwarte Piet como una simbolización del mal, del demonio subyugado y obligado
a realizar el bien.
Claro, en la época colonial holandesa, en la
cual floreció la inmigración desde el Caribe y África, tanta charla de esclavos
y demonios siempre negros no caía muy bien.
Con lo cual se “remasterizó” la historia por una más políticamente
correcta, la actual, que dice que a Zwarte Piet en realidad le queda la cara
negra de hollín cuando se mete por las chimeneas a poner los regalos. Sí,
claro....
Lo más gracioso es que el común de los
holandeses desconoce las versiones anteriores o su historia, te miran
anodadados con ojos que gritan “blasfemia!!” y te explican amablemente que la
cara le queda así por el hollín... mientras se pintan la cara muy contentos...
Tropiezo
y recuperación
El apogeo de la celebración de Sinterklaas fue
en la Edad Media, cuando la fiesta ganó las calles y se volvió popular. Pero luego de la Reforma, en el Siglo XVI, los
calvinistas prohibieron que se celebre,
lo cual, para su sorpresa, ocasionó masivas protestas del pueblo que los obligó
a reinstaurarla pero con la condición de que debía celebrarse en la intimidad
del hogar. Sinterklaas quedó entonces reducida a una festividad íntima y
privada.
La locura y pasión que despierta Sinterklaas
hoy en día es gracias a un maestro de escuela llamado Jan Schenkman, que en el
siglo XIX publicó una serie de libros con con canciones e ilustraciones del
viejo ex-obispo barbudo que llegaron a los corazones de todos los holandeses.
Fue él quien escribió la más famosa de las canciones de Sinterklaas, “Zie ginds
komt de stoomboot” e introdujo el barco de vapor (por entonces una novedad
moderna) como medio de transporte desde España y quien le dio el nombre
definitivo al ayudante de Sint, Zwarte Piet, que hasta entonces no tenía un
nombre fijo y era llamado de muchas maneras diferentes. Sus ilustraciones en
sus libros fueron las que perfilaron la imagen actual de Sinterklaas y su
ayudante.
Sinterklaas en Amsterdam
Interiorizada profundamente toda esta información,
el Domingo 13 de Noviembre nos fuimos a
ver con nuestros propios ojos qué era todo este lío de Sinterklaas llegando.
Así que nos armamos de nuestros infaltables bocadillos y nos fuimos camino de
las orillas del Amstel. Llegamos justo a tiempo para ver a lo lejos una enorme
columna de vapor, y una marea de bicicletas. Era el barco de vapor “Spanje”
(España) que traía a Sinterklaas y sus Zwarte Pieten! (sí, ahora tiene varios,
uno para cada tarea...). Lo que más impresionaba era la cantidad pasmosa de
gente a ambos lados del Amstel!! Y la cantidad aún mas espeluznante de
bicicletas cargando niños que acompañaban al barco a medida que avanzaba! Y la
cantidad asombrosa de familias en barquitos y botes siguiendo al barco por el
agua!! Así que bueno, no nos quedaba otra que echar a correr atrás del barco!!
:D
Sinterklaas regenteaba la proa del Spanje, saludando a lo princesa en el
desfile de la Vendimia a su devoto público, rodeado por todas partes de cientos
de sus Zwarte Pieten cantando y bailando. Lo más bonito fue ver las caritas de los
niños en las orillas, cantando y
llamando a Sinterklaas y a Zwarte Pieten con la ilusión que sólo nos dura lo que
tardamos en crecer pelos en la axilas... Qué bonito es ser niño!!
Los que ya me conocen ya imaginarán que corrí atrás del barco unas 6 cuadras
más o menos, completamente ajena a la geografía física de la ciudad (con lo
cual tropecé bastante), absorbida completamente por todo lo que era
Sinterklaas, barcos, negritos y niños. El resto no existía!!
Cuando Sinterklaas llegó al
Scheepvaartmuseum (Museo Marítimo),
desembarcó y se montó en su caballo gris, Amerigo (reminiscencias del caballo
de ocho patas del dios nórdico Odín), para recorrer la ciudad por sus calles.
Al mismo tiempo, en otras latitudes, nosotros disfrutabamos de nuestros bocadillos
almorzativos y nos dirigíamos a Rembrandtplein, punto elegido para deleitarnos
con el desfile de Zwarte Pieten que tendría lugar unas horas después.
No sé cuántos Zwarte Pieten vimos pasar, cada
uno con su carroza, su batucada, o lo que sea que le tocaba. Lo que sé es que
nos vinimos a casa con los bolsillos llenos de pepernoten y que tuvimos la fortuna de darle la mano a
Sinterklaas!! Qué señorial él en su caballo, con su traje de obispo renegado!!
Qué cara de bueno, escondida en su profusa barba blanca!! Qué emoción ver las
caras de éxtasis de los niños holandeses! (que seguramente crecerán para ser
altísimos adultos pragmáticos y un pelín excesivamente lógicos)
Como nota al pie, me quedo con el comentario
de la altísima señora holandesa que estaba a mi lado, que en un momento
dado, al percibir nuestro enorme
disfrute, nos pregunta: “Ustedes saben lo que es esto?” Ante mi respuesta de
que había leído bastante en Wikipedia, afirma toda contenta “Ay, si!! Todo esto
es taaan tonto pero nos encaaaantaaaa!!”
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Dicho todo esto, no me queda muy claro qué tengo que hacer el 24 de Diciembre... O_º
PD: La próxima vez prometo esforzarme por estar menos “ajena a la geografía física de la ciudad (con lo cual tropecé bastante), absorbida completamente por todo lo que era Sinterklaas, barcos, negritos y niños” y volver a casa con un videoregistro más presentable :D
Gelukkig Pakjesavond!!
:P
Me voy a poner mis pantuflas frente al radiador...