— Maia, querida mía, ¿cómo estás?
— Mmm, bien
— Amiga, andamos cerca de tu casa, pásame tu ubicación para llegar a visitarte; y hablar
— No estoy en casa
— ¿A qué hora estarás?
— ¿De qué quieres hablarme?
— Ah, nada en concreto, amiga, solo para ponernos al día con las novedades; y saber de mi queridísimo, Jerónimo
— ¿Jerónimo?
— ¡Sí!
— ¿Por qué quieres grabar la conversación?
— Ay, no, ¿cómo crees?
— No creo, el móvil me está pidiendo autorización
— Ay, no, le habrás movido a algo, ¿cuándo pasamos por tu casa?
— ¿Me has puesto en altavoz?
— Ay, no, eres muy melindrosa
— Si no te aclaras tendré que colgar
— Amiga, queremos visitarte en tu casa, tenemos un asunto pendiente
— ¿Queremos?, ¿quiénes?, ¿qué asunto?
— Soy Verónica, la esposa de, Joel, amigos de Innombrable; y por supuesto tuyos; y dueños de, Jerónimo; y queremos hablarte de él; y de paso verlo
— ¿Quién es, Jerónimo?
— El perro que te llevaste aquella navidad
— ¿Me llamas ladrona?
— Maia, ¡claro que no!. Te cuento: nuestra hija acababa de adoptar -en realidad lo compró pero ya no está permitido decir eso y ahora todo son adopciones-, un cachorro que tenía mes y medio, Jerónimo, ella decidió tomarse un año sabático de los estudios, -que por las fechas fue año y medio-, se fue de trotamundos y lo dejó a nuestro cuidado, ahora ella ha decidido volver, nos envió a mi esposo y a mí una foto de ella con, Jerónimo y está emocionada de volver a verlo; y como tú ya lo has tenido mucho tiempo queremos que nos lo regreses
— ¡NO!
— Sabes que mi marido es abogado, ¿no?; y si, es una amenaza
— ¡No vuelvas a llamar!
¿Escuchaste eso, Gurrumino?, eres mi familia y no te llevarán, ¿necesitamos asesoría legal?, ¿qué piensas?, Gurtumino baja sus orejitas, coloca nuevamente la cabeza en la almohada y vuelve a dormir.
Hoy estamos a puerta cerrada, con, Gurtumino y dos visitas inesperadas que juntos hacen un cóctel extremo, -covid e influenza-. El té -y lo demás-tendrá que esperar...
veronica te puso una trampa pero vos sos mas inteligente, vos lo eres, ella no. pelea con todo por tu familia, qué futuro tendría gurrumino con gente así
ResponderBorrarmejoráte, tremenda paliza te están dando esos dos
el té te lo preparo yo, ¿estamos?, enteráte que me queda buenísimo
ismael
existen muchos perros en el mundo que ellos pueden adoptar y es toda una falta de delicadeza de pedir a gurrumino después de tanto tiempo sabiendo el lazo emocional que existe entre él y tú.
ResponderBorrargurrumino no es negociable. es más; yo, a esas personas, las bloquearía.
Maia. Es complicado el tema... Aunque, en principio, y si yo fuera perro, preferiría estar en compañía de alguien que me llame Gurrumino antes que Jerónimo. Más saludos.
ResponderBorrarAh, y el té corre por mi cuenta esta vez. Aunque siendo sincero se me están acabando casi todas las bolsitas, porque me he preparado no sé cuántas tazas desde la medianoche hasta ahora, 2:15 am en que te escribo esto.
Creo, amigo Julio, que siendo adictos los dos al té, de media noche, madrugada, amanecer, etc., y estando cerrada la puerta de Maia, lo más seguro es que quedemos ambos a degustar tan delicioso brebaje...
ResponderBorrar¿Vienes, voy, tú dirás! Aquí hay pastas! :))))))
Abrazo.
PD: Con Maia ya quedaremos otro día...
Mucha paciencia al telefono, hubiera interrumpido la llamada mucho antes, son llamadas egoístas y con mal intención si se graban. Esa niña no merece tener a Gurrumino y sobre todo él no tiene necesidad de ella.
ResponderBorrarYo pongo el café y un abrazo
Debiste haberle colgado, no merecía otra cosa , pero es más , aunq por lo q transciende de tus letras no me parece q hayas dicho nada comprometido, sabiendo sus intenciones, cuanto menos te comuniques por teléfono o cualquier otro medio q deje pruebas de lo dicho, mejor . No va a poder hacer nada porque entiendo q cuando te entregaron a Gurrumino ni hubo contrato, ni transacción alguna, así q tú niega tener nada q ver con ese tal Jerónimo y fin. Gurrumino, no hay más q uno, y es tuyo. Mejorate, cuidate mucho y tranquila, el té hoy , te lo preparo yo a ti ;) Un beso !
ResponderBorrarMenudo rostroduro,
ResponderBorrarel perro siempre
será mejor que
gente como ellos,
el té, otro día ,
aunque soy
más de café.
Cuidate mucho, Maia, los virus son peligrosos y más cuando van en comandita. De Gurrumino haz caso al consejo de Maria. Es tu perro, niega cualquier cosa que pueda perjudicarte y si se plantan en tu casa llama a la policía. Un abrazo.
ResponderBorrarNo sé las leyes allí, pero aquí una mascota puede estar registrada a nombre de su dueño con su dato. No sé si tú tienes registrado a Gurrumino, si es así, nadie puede quitártelo, y si no, dudo de que legalmente de todas formas puedan. Y no te preocupes, el León custodia la puerta y nadie pasarás sin mi consentimiento. Mejórate pronto Mi niña y no sueltes a Gurrumino.
ResponderBorrarBesos dulces Maia.
Ni caso...
ResponderBorrarA ver qué dice el perro...
ResponderBorrarUfff, cuánto aguantaste, amiga...Eres admirable. Imagino el cariño que le tienes a tu mascota y ella a ti, asi que consérvala.
ResponderBorrarGracias por tu comentario en mi blog.
Te dejo mi abrazo entrañable, Maia.
Hay un refrán que dice: "Santa Rita, Santa Rita, lo que se da no se quita"
ResponderBorrarLo mejor es consultarle a Gurrimino, a ver qué piensa :)
Un abrazo, Maia.
Gurrumino quiere estar contigo.
ResponderBorrarQue te mejores!
Un abrazo
Primero pensé que se referían a un segundo perro que mencionaste.
ResponderBorrarPero se trataba de tu estimado Gurrumino. ¿Cómo pretenderlo llevarselo? Y además ponerle ese nombre, que no le queda. Cuando al verlo en la foto, está claro que Gurrumino es el nombre más adecuado.
Pero que falta de responsabilidad. La hija que se toma un año sabático, que dura más de un año, olvidándose de su adoptado. Para luego querer recuperarlo. Y luego la madre, que amenaza con una acción legal. Que mala gente.
Espero que esos visitantes se vayan pronto.
Besos.
Ojalá se solucione todo…
ResponderBorrarGracias por su apoyo y cercanía.
ResponderBorrar