Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Mostrando entradas con la etiqueta Bufo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Bufo. Mostrar todas las entradas
viernes, 7 de marzo de 2014
miércoles, 5 de marzo de 2014
Sapo común (VI)
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
No quiere reinado,
ni trono dorado,
ni enorme castillo,
ni manto amarillo.
Tampoco lacayos
ni tres mil vasallos.
Quiere ver la luna
desde la laguna.
(Carmen Gil)
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
No quiere reinado,
ni trono dorado,
ni enorme castillo,
ni manto amarillo.
Tampoco lacayos
ni tres mil vasallos.
Quiere ver la luna
desde la laguna.
(Carmen Gil)
domingo, 16 de febrero de 2014
Sapo común (V)
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
El humilde sapo común ha sido tradicional protagonista de cuentos infantiles, siendo desde ingrediente de las pócimas que las brujas cocinaban en grandes marmitas, hasta la forma animal de toda clase de príncipes malditos, necesitados del beso de una bella princesa para recuperar su humano aspecto.
No es buena idea sin embargo andar besando sapos. La probabilidad de que sea un príncipe encantado es ciertamente reducida, y su piel exuda sustancias tóxicas de aspecto lechoso cuando se sienten agredidos.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
El humilde sapo común ha sido tradicional protagonista de cuentos infantiles, siendo desde ingrediente de las pócimas que las brujas cocinaban en grandes marmitas, hasta la forma animal de toda clase de príncipes malditos, necesitados del beso de una bella princesa para recuperar su humano aspecto.
No es buena idea sin embargo andar besando sapos. La probabilidad de que sea un príncipe encantado es ciertamente reducida, y su piel exuda sustancias tóxicas de aspecto lechoso cuando se sienten agredidos.
sábado, 28 de septiembre de 2013
Sapo común (IV)
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
Sapo común fotografiado en Benasque, Pirineo aragonés.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
Sapo común fotografiado en Benasque, Pirineo aragonés.
martes, 27 de agosto de 2013
Sapo común (III)
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
Un bonito sapo común (Bufo bufo) de contrastado diseño. En realidad creo que ahora los sapos ibéricos deben denominarse Bufo spinosus, pero por pereza de cambiar todas las entradas ya publicadas y por consistencia, sigo usando la antigua denominación. Además, no me extrañaría, visto lo visto, que le vuelvan a cambiar el nombre más pronto o más tarde.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
Un bonito sapo común (Bufo bufo) de contrastado diseño. En realidad creo que ahora los sapos ibéricos deben denominarse Bufo spinosus, pero por pereza de cambiar todas las entradas ya publicadas y por consistencia, sigo usando la antigua denominación. Además, no me extrañaría, visto lo visto, que le vuelvan a cambiar el nombre más pronto o más tarde.
domingo, 11 de noviembre de 2012
Sapo común (II)
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
Felices deben andar los sapos con las abundantes lluvias caídas ultimamente.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
Felices deben andar los sapos con las abundantes lluvias caídas ultimamente.
miércoles, 13 de abril de 2011
Nuevas imágenes de sapo corredor (II)
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
De nuevo me he topado con el sufrido sapo calamita y otra vez no me he podido resistir a sacarle unas fotos.
Puede parecer poquita cosa, serio, humilde, callado... pero es un superviviente nato y un animal curtido capaz de sobrevivir en ambientes donde nunca creeríamos que pudiera prosperar anfibio alguno, como los áridos desiertos del sureste ibérico.
Este sin embargo lo encontré en un ambiente mucho más favorable, la Sierra Norte de Sevilla.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
De nuevo me he topado con el sufrido sapo calamita y otra vez no me he podido resistir a sacarle unas fotos.
Puede parecer poquita cosa, serio, humilde, callado... pero es un superviviente nato y un animal curtido capaz de sobrevivir en ambientes donde nunca creeríamos que pudiera prosperar anfibio alguno, como los áridos desiertos del sureste ibérico.
Este sin embargo lo encontré en un ambiente mucho más favorable, la Sierra Norte de Sevilla.
martes, 21 de diciembre de 2010
Termina el año de la biodiversidad
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Para el que no lo sepa, en 1992 el mundo se propuso frenar la pérdida de biodiversidad para el año 2010. Termina el 2010 y ya se pueden sacar conclusiones: la voluntad de frenar la pérdida de biodiversidad se ha quedado en buenas intenciones y palabras vacías, no solo no se ha reducido la pérdida de biodiversidad, sino que ha aumentado y todo parece indicar que va a seguir haciéndolo.
Science ha publicado un interesante artículo en el que analiza la cuestión y el impacto que las medidas de conservación tienen en las especies.
En los últimos 40 años la extinción de especies es dos a tres órdenes de magnitud mayor que el ratio natural de extinción. Las causas de esta extinción masiva son la expansión agrícola, la tala de bosques, la sobreexplotación de recursos naturales y la introducción de especies alóctonas en ecosistemas que no son los suyos.
De entre todos los grupos de vertebrados, los anfibios son los que se llevan la peor parte, con un 41% de las 6638 especies conocidas bajo alguna categoría de amenaza. Desde 1980 se ha documentado la extinción de 9 especies de anfibios, incluidas las dos únicas especies conocidas del género Rheobatrachus, ranas australianas famosas por incubar a sus retoños en el estómago. Otras 95 especies de anfibios se consideran "posiblemente extintos".
De todas formas, el estudio concluye que a pesar de que las medidas adoptadas no han sido suficientes para frenar la crisis de extinción masiva que afecta a los vertebrados del planeta, de no haberse tomado la perdida de biodiversidad habría sido todavía mayor.
También hace notar que es en los países ricos, que son los que menos especies amenazadas tienen (y menos especies en general), donde más dinero se invierte en proyectos de conservación. Por el contrario, en los llamados países en vías de desarrollo, que son los que guardan la mayor biodiversidad y el mayor número de especies amenazadas, las inversiones en conservación de la biodiversidad son mínimas.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Para el que no lo sepa, en 1992 el mundo se propuso frenar la pérdida de biodiversidad para el año 2010. Termina el 2010 y ya se pueden sacar conclusiones: la voluntad de frenar la pérdida de biodiversidad se ha quedado en buenas intenciones y palabras vacías, no solo no se ha reducido la pérdida de biodiversidad, sino que ha aumentado y todo parece indicar que va a seguir haciéndolo.
Science ha publicado un interesante artículo en el que analiza la cuestión y el impacto que las medidas de conservación tienen en las especies.
En los últimos 40 años la extinción de especies es dos a tres órdenes de magnitud mayor que el ratio natural de extinción. Las causas de esta extinción masiva son la expansión agrícola, la tala de bosques, la sobreexplotación de recursos naturales y la introducción de especies alóctonas en ecosistemas que no son los suyos.
De entre todos los grupos de vertebrados, los anfibios son los que se llevan la peor parte, con un 41% de las 6638 especies conocidas bajo alguna categoría de amenaza. Desde 1980 se ha documentado la extinción de 9 especies de anfibios, incluidas las dos únicas especies conocidas del género Rheobatrachus, ranas australianas famosas por incubar a sus retoños en el estómago. Otras 95 especies de anfibios se consideran "posiblemente extintos".
De todas formas, el estudio concluye que a pesar de que las medidas adoptadas no han sido suficientes para frenar la crisis de extinción masiva que afecta a los vertebrados del planeta, de no haberse tomado la perdida de biodiversidad habría sido todavía mayor.
También hace notar que es en los países ricos, que son los que menos especies amenazadas tienen (y menos especies en general), donde más dinero se invierte en proyectos de conservación. Por el contrario, en los llamados países en vías de desarrollo, que son los que guardan la mayor biodiversidad y el mayor número de especies amenazadas, las inversiones en conservación de la biodiversidad son mínimas.
martes, 14 de diciembre de 2010
Jugando con la profundidad de campo
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Para que una imagen funcione, no importa tanto cuanta profundidad de campo tenga, como dónde esté el foco. Esto lo saben bien en el centro y norte de Europa, donde tienen muchos días al año nublados y se ven obligados a abrir mucho el diafragma. Aquí, en el sur, estamos muy mal acostumbrados.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Para que una imagen funcione, no importa tanto cuanta profundidad de campo tenga, como dónde esté el foco. Esto lo saben bien en el centro y norte de Europa, donde tienen muchos días al año nublados y se ven obligados a abrir mucho el diafragma. Aquí, en el sur, estamos muy mal acostumbrados.
lunes, 25 de octubre de 2010
Retrato de sapo corredor
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Otra imagen del simpático sapo corredor. En este caso he utilizado un recurso muy propio de la macrofotografía que consiste en situar la superficie máxima del sujeto perpendicular al eje óptico de la lente y en el plano de enfoque, lo que nos permite por un lado usar aperturas de diafragma más próximas a las de mayor rendimiento óptico y por otro que la estrecha profundidad de campo juegue a nuestro favor para aislar el motivo del fondo.
En este tipo de fotografía es importante que los ojos del sujeto estén en foco. Los humanos tendemos a mirar a los ojos a nuestro interlocutor, por lo que si en la imagen aparecen unos ojos se convierten inmediatamente en un punto de interés de gran fuerza. Encontrarlos borrosos, como regla general, provocará una sensación negativa en el observador.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Otra imagen del simpático sapo corredor. En este caso he utilizado un recurso muy propio de la macrofotografía que consiste en situar la superficie máxima del sujeto perpendicular al eje óptico de la lente y en el plano de enfoque, lo que nos permite por un lado usar aperturas de diafragma más próximas a las de mayor rendimiento óptico y por otro que la estrecha profundidad de campo juegue a nuestro favor para aislar el motivo del fondo.
En este tipo de fotografía es importante que los ojos del sujeto estén en foco. Los humanos tendemos a mirar a los ojos a nuestro interlocutor, por lo que si en la imagen aparecen unos ojos se convierten inmediatamente en un punto de interés de gran fuerza. Encontrarlos borrosos, como regla general, provocará una sensación negativa en el observador.
martes, 19 de octubre de 2010
Nuevas imágenes de sapo corredor (I)
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Se cierra el círculo. Comencé el año fotografiando sapos corredores en Andújar durante las jornadas del SARE y lo termino (sí, ya se que aún queda) fotografiando sapos corredores en la Campiña Cordobesa.
A mí me parece el sapo corredor uno de los anfibios anuros más bonitos y fotogénicos de nuestra fauna, infravalorado a causa de su abundancia frente a otras especies más escasas y difíciles de ver.
Recientemente he tenido la oportunidad de fotografiar de nuevo a esta especie que ha reaparecido en gran número tras las lluvias. Ya publiqué hace unos días una fotografia y próximamente iré publicando otras...
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Se cierra el círculo. Comencé el año fotografiando sapos corredores en Andújar durante las jornadas del SARE y lo termino (sí, ya se que aún queda) fotografiando sapos corredores en la Campiña Cordobesa.
A mí me parece el sapo corredor uno de los anfibios anuros más bonitos y fotogénicos de nuestra fauna, infravalorado a causa de su abundancia frente a otras especies más escasas y difíciles de ver.
Recientemente he tenido la oportunidad de fotografiar de nuevo a esta especie que ha reaparecido en gran número tras las lluvias. Ya publiqué hace unos días una fotografia y próximamente iré publicando otras...
viernes, 15 de octubre de 2010
Bufo calamita
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
La lluvia ha despertado a los anfibios. Los sapos corredores (Bufo calamita) emergen a la superficie desde sus refugios subterráneos en los que se enterraron para pasar los meses más calurosos del verano mediterráneo. En su deambular cruzan con frecuencia las mortales carreteras en las que son atropellados a miles.
Se trata de una especie abundante en nuestro país (de hecho bastante más común que el sapo común (Bufo bufo)), un superviviente nato que no presenta especiales problemas de conservación y capaz de reproducirse en lugares impensables para otros anfibios, desde rodadas de tractores encharcadas en caminos agrícolas a charcas salobres en las playas de Cabo de Gata, pero son malos tiempos para los anfibios, y es una lástima que miles de estos simpáticos animales terminen sus días reventados en el asfalto de una carretera.
¿No es un animalito encantador? No me explico como alguna gente puede decir que son animales asquerosos... ¡pero si son un primor!
Por cierto, alguien me escribió diciendo que le gustaban mis fotos pero que las pusiera más grandes. Creía que no hacía falta aclararlo, pero todas las fotos de este blog, si se hace clic sobre ellas, se amplían a 800 píxeles de lado las más antiguas, y a 900 píxeles de lado las más recientes. Es cierto que algunas se amplían elegantemente mediante Lightbox y otras, las más antiguas, simplemente cargan ampliadas en una ventana nueva. Otra aclaración: para evitar ralentizar la carga de las páginas, Lightbox se ejecuta al final, cuando la página ha cargado completamente, por lo que si se hace clic sobre una foto antes de que termine de cargarse del todo la página, no se amplia con el efecto Lightbox, sino al estilo antiguo.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
La lluvia ha despertado a los anfibios. Los sapos corredores (Bufo calamita) emergen a la superficie desde sus refugios subterráneos en los que se enterraron para pasar los meses más calurosos del verano mediterráneo. En su deambular cruzan con frecuencia las mortales carreteras en las que son atropellados a miles.
Se trata de una especie abundante en nuestro país (de hecho bastante más común que el sapo común (Bufo bufo)), un superviviente nato que no presenta especiales problemas de conservación y capaz de reproducirse en lugares impensables para otros anfibios, desde rodadas de tractores encharcadas en caminos agrícolas a charcas salobres en las playas de Cabo de Gata, pero son malos tiempos para los anfibios, y es una lástima que miles de estos simpáticos animales terminen sus días reventados en el asfalto de una carretera.
¿No es un animalito encantador? No me explico como alguna gente puede decir que son animales asquerosos... ¡pero si son un primor!
Por cierto, alguien me escribió diciendo que le gustaban mis fotos pero que las pusiera más grandes. Creía que no hacía falta aclararlo, pero todas las fotos de este blog, si se hace clic sobre ellas, se amplían a 800 píxeles de lado las más antiguas, y a 900 píxeles de lado las más recientes. Es cierto que algunas se amplían elegantemente mediante Lightbox y otras, las más antiguas, simplemente cargan ampliadas en una ventana nueva. Otra aclaración: para evitar ralentizar la carga de las páginas, Lightbox se ejecuta al final, cuando la página ha cargado completamente, por lo que si se hace clic sobre una foto antes de que termine de cargarse del todo la página, no se amplia con el efecto Lightbox, sino al estilo antiguo.
domingo, 23 de mayo de 2010
Cuando las buenas intenciones no bastan
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Otro diminuto metamórfico de Bufo calamita de unos 10 milímetros de longitud. Este más oscuro que el de la anterior entrada. Como eran cientos, los había de todos los colores. La mortalidad infantil de los calamitas es tan alta, que la especie lo compensa produciendo números astronómicos de crías. Todo tipo de depredadores se da un atracón de estos pequeñines, pero son tantos que cuando ya no pueden comer más, todavía quedan. Las hembras de calamita pueden llegar a poner casi 6000 huevos por puesta.
Los calamitas depositan sus huevos en charcos temporales poco profundos, que se calientan rápido y se secan pronto. Es frecuente ver charcos pequeños, a punto de evaporarse por completo, totalmente alfombrados de cientos de pequeños renacuajos negros de calamita, que agonizan amontonados en la poca humedad que queda, y que a todas luces morirán en las siguientes horas.
Antes de pensar que los calamitas son tontos, recordemos que llevan prosperando cientos de miles de años, en ocasiones en entornos semiáridos donde pocos anfibios son capaces de sobrevivir, y que se trata de la segunda especie (si no la primera) de anfibio más abundante en el sur de la Península Ibérica.
La elección de este tipo de charcos efímeros para dejar los huevos no es dejadez paternal, sino una estrategia reproductiva que a la vista de los resultados les funciona increíblemente bien.
Recientemente, los medios de comunicación se han hecho eco de una noticia relacionada con esta especie. El Aula de Naturaleza de Padul ha iniciado una campaña que bajo la denominación "Salvar al Sapo" pretende recoger miles de renacuajos de charcos que se están secando, criarlos en las instalaciones del Aula y devolverlos a la naturaleza una vez metamorfoseados:
— Artículo en Ideal.es
— Reportaje en CanalSur
El periodista dice cosas como:
Tras leer noticias como esta uno se siente bien. Hay gente sensible ayudando a sobrevivir a los animalitos que pasan dificultades. Maravilloso. ¿O no?
Este me parece un ejemplo excelente que demuestra cómo en la Naturaleza las cosas casi nunca son tan sencillas como aparentan, y cómo con buenas intenciones se puede causar más daño que el que se pretende evitar.
En otros ejemplos, como los pro-derechos de los animales que asaltan granjas de visones americanos y liberan 20.000 alimañas al monte, cualquiera con medio dedo de frente puede llegar a la conclusión él solito, a poco que reflexione, que no puede ser ni chispa de bueno liberar de golpe 20.000 depredadores carnívoros a un ecosistema, por muy atontaos que estén los visones por haber crecido en una granja y por muchos que mueran los primeros días...
Pero en este caso, las razones por las que 'salvar' artificialmente renacuajos que iban a morir podría incluso ser perjudicial para la especie no son tan evidentes.
En palabras de Ricardo Reques, coordinador del proyecto S.A.R.E. en Andalucía:
Con esta entrada no pretendo señalar a nadie con el dedo (y espero que nadie se dé por aludido), sino evidenciar que los sistemas naturales son tremendamente complejos, que nuestro conocimiento de ellos dista mucho de ser completo, y que hay que ser extremadamente cautos antes de actuar sobre ellos, pues incluso con la mejor de las intenciones podemos estar empeorando las cosas.
Otro excelente ejemplo de esto, la historia de cómo las actuaciones realizadas para salvar la última población de una mariposa inglesa provocaron precisamente su extinción definitiva, la contó magistralmente Diario de un Copépodo en "Dos centímetros de hierba".
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Otro diminuto metamórfico de Bufo calamita de unos 10 milímetros de longitud. Este más oscuro que el de la anterior entrada. Como eran cientos, los había de todos los colores. La mortalidad infantil de los calamitas es tan alta, que la especie lo compensa produciendo números astronómicos de crías. Todo tipo de depredadores se da un atracón de estos pequeñines, pero son tantos que cuando ya no pueden comer más, todavía quedan. Las hembras de calamita pueden llegar a poner casi 6000 huevos por puesta.
Los calamitas depositan sus huevos en charcos temporales poco profundos, que se calientan rápido y se secan pronto. Es frecuente ver charcos pequeños, a punto de evaporarse por completo, totalmente alfombrados de cientos de pequeños renacuajos negros de calamita, que agonizan amontonados en la poca humedad que queda, y que a todas luces morirán en las siguientes horas.
Antes de pensar que los calamitas son tontos, recordemos que llevan prosperando cientos de miles de años, en ocasiones en entornos semiáridos donde pocos anfibios son capaces de sobrevivir, y que se trata de la segunda especie (si no la primera) de anfibio más abundante en el sur de la Península Ibérica.
La elección de este tipo de charcos efímeros para dejar los huevos no es dejadez paternal, sino una estrategia reproductiva que a la vista de los resultados les funciona increíblemente bien.
Recientemente, los medios de comunicación se han hecho eco de una noticia relacionada con esta especie. El Aula de Naturaleza de Padul ha iniciado una campaña que bajo la denominación "Salvar al Sapo" pretende recoger miles de renacuajos de charcos que se están secando, criarlos en las instalaciones del Aula y devolverlos a la naturaleza una vez metamorfoseados:
— Artículo en Ideal.es
— Reportaje en CanalSur
El periodista dice cosas como:
"miles y miles de huevos que eclosionarán en las aguas que han quedado entre las oquedades del terreno. Parece que han llovido sapillos. Pero este sistema de supervivencia tiene un problema. La llegada del calor en provincias meridionales como la de Granada, provocará la desecación de los charcos e irremediablemente, la muerte de los sapillos."
"es importante que se salve el mayor número posible porque son parte fundamental de la cadena trófica, alimento de otras muchas especies que, con este año de lluvias, también tienen una mayor eclosión y necesidades». Los sapillos son llevados en botes hasta unas peceras que se han instalado en el Aula de Naturaleza de Padul, donde se les alimentará hasta que crezcan y se conviertan en adultos. «Después los soltaremos por diferentes zonas del espacio natural de Padul"
Tras leer noticias como esta uno se siente bien. Hay gente sensible ayudando a sobrevivir a los animalitos que pasan dificultades. Maravilloso. ¿O no?
Este me parece un ejemplo excelente que demuestra cómo en la Naturaleza las cosas casi nunca son tan sencillas como aparentan, y cómo con buenas intenciones se puede causar más daño que el que se pretende evitar.
En otros ejemplos, como los pro-derechos de los animales que asaltan granjas de visones americanos y liberan 20.000 alimañas al monte, cualquiera con medio dedo de frente puede llegar a la conclusión él solito, a poco que reflexione, que no puede ser ni chispa de bueno liberar de golpe 20.000 depredadores carnívoros a un ecosistema, por muy atontaos que estén los visones por haber crecido en una granja y por muchos que mueran los primeros días...
Pero en este caso, las razones por las que 'salvar' artificialmente renacuajos que iban a morir podría incluso ser perjudicial para la especie no son tan evidentes.
En palabras de Ricardo Reques, coordinador del proyecto S.A.R.E. en Andalucía:
"El manejo de anfibios es bastante más complejo de lo que parece y depende de varias variables que no suelen ser contempladas por falta de información previa. En este caso, se trata del sapo corredor, una especie en la que la fase larvaria es decisiva en la regulación del tamaño de sus poblaciones. Aquí a su vez intervienen dos variables clave: el hidroperiodo, o duración con agua de las charcas, y la competencia intra e interespecífica. El sapo corredor es una especie con un desarrollo larvario muy rápido pero suelen hacer las puestas en charcas muy efímeras por lo que la sequía es algo que forma parte de sus ciclos naturales. Hay años que se producen mortandades catastróficas y otros que tiene éxito y con estas fluctuaciones se produce la regulación óptima de individuos en cada población. Por otro lado, cuando la competencia es muy elevada (hay muchos renacuajos en la misma charca), las tasas de crecimiento y de desarrollo se ralentizan tanto que, aunque las charcas duren con agua más de lo normal, serán muy pocos los renacuajos que consigan sobrevivir y los que lo hagan no siempre estarán en las mejores condiciones para afrontar la etapa juvenil terrestre.
Por lo dicho anteriormente, cuando se aumenta el número de adultos, de forma artificial, el número de puestas que realizaran estas hembras “extra” será tan alto que provocarán densidades larvarias tan elevadas que probablemente, no podrán alcanzar la metamorfosis antes de que se sequen las charcas y por tanto, no habrá recambio generacional durante los años que vivan esas hembras reproductoras. Eso como podéis imaginar tiene sus consecuencias ecológicas en las cadenas tróficas que son aún más difíciles de evidenciar.
Pero hay otro aspecto que conocemos bien los que hemos trabajado con esta especie en condiciones controladas de laboratorio. Cuando sacamos individuos para mantenerlos en condiciones artificiales disminuyen sus defensas, los animales que logran pasar la metamorfosis son mucho más débiles y las posibilidades que tienen de llegar a adultos son muy escasas (probablemente intervengan variables como la calidad del agua, la luz, etc.). Pero, si como viene en la noticia, pretenden mantenerlos hasta adultos, las probabilidades de supervivencia son infinitamente menores. Olvidan además otros detalles como la acusada filopatría y, por tanto, la tendencia que probablemente tendrán estos animales a buscar los lugares en los que pasaron su ciclo larvario, en este caso, las peceras del Aula de la Naturaleza.
En definitiva, mi opinión es que tipo de actuaciones sólo está justificado cuando se constata un declive importante de la población y conocemos sus causas. Para ello es necesario seguir ciertos protocolos que nos detecten este estado de declive. En esta especie concreta, las fluctuaciones poblacionales son muy frecuentes (descenso y posterior recuperación del tamaño de las poblaciones) y para constatar declives son necesarias series temporales largas (al menos una década). Una vez que conocemos el declive y sus causas (generalmente por alteración o por destrucción de sus hábitats) se pueden empezar a plantear las medidas más adecuadas para su recuperación y mantener individuos en cautividad para su posterior reintroducción debe ser una de las últimas opciones. Lo ideal en este caso es recuperar, si ha habido alteración, el hidroperiodo en los microhumedales en los que se reproducen, bien profundizando los existentes (si han tenido colmatación artificial) o bien creando charcas nuevas. También se podría incrementar el hidroperiodo añadiendo agua antes de que se vaya a secar aunque esto último no suele ser efectivo si no es para aumentar la duración de la charca en unos pocos días (en esta especie prolongar la duración de una charca en unos pocos días cuando los individuos están próximos a la metamorfosis puede suponer la diferencia entre una mortalidad catastrófica y un moderado éxito de metamorfosis). Por tanto, creo que debemos ser muy cautos a la hora de hacer este tipo de actuaciones, basarnos en información objetiva y actuar sobre los hábitats antes que sobre los individuos.
Aunque creo que se intenta hacer con buena voluntad, si realmente nos interesa la conservación no deberíamos jugar a ser dioses".
Con esta entrada no pretendo señalar a nadie con el dedo (y espero que nadie se dé por aludido), sino evidenciar que los sistemas naturales son tremendamente complejos, que nuestro conocimiento de ellos dista mucho de ser completo, y que hay que ser extremadamente cautos antes de actuar sobre ellos, pues incluso con la mejor de las intenciones podemos estar empeorando las cosas.
Otro excelente ejemplo de esto, la historia de cómo las actuaciones realizadas para salvar la última población de una mariposa inglesa provocaron precisamente su extinción definitiva, la contó magistralmente Diario de un Copépodo en "Dos centímetros de hierba".
viernes, 23 de abril de 2010
Extrañas manchas en la piel de machos de sapo corredor
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
¿Alguien sabe qué son estas manchas irregulares y asimétricas de color marrón rojizo que presentan en la piel de la espalda muchos machos de sapo corredor que veo últimamente? ¿Alguna enfermedad cutánea tal vez?
Parecen llevar una vida normal, muchos están en las charcas compitiendo por las hembras y algunos, como se ve en la primera foto, con éxito...
Tampoco se les ve desnutridos, a excepción de esas manchas aparentan un excelente estado de salud... ¿Alguna idea?
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
¿Alguien sabe qué son estas manchas irregulares y asimétricas de color marrón rojizo que presentan en la piel de la espalda muchos machos de sapo corredor que veo últimamente? ¿Alguna enfermedad cutánea tal vez?
Parecen llevar una vida normal, muchos están en las charcas compitiendo por las hembras y algunos, como se ve en la primera foto, con éxito...
Tampoco se les ve desnutridos, a excepción de esas manchas aparentan un excelente estado de salud... ¿Alguna idea?
miércoles, 21 de abril de 2010
Calamita metamórfico
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Son diminutos, apenas miden 1 cm, y son cientos, tal vez miles. Son los pequeños calamitas que acaban de metamorfosearse de acuáticos renacuajos a diminutos sapillos terrestres. Pero como si les costara decidirse a abandonar el medio acuático, se quedan unos días dando vueltas por allí, por su charca, como dudando de a dónde deben dirigirse. En poco tiempo su instinto les dictará que se dirijan tierra adentro, a vivir su vida. De los miles que comenzarán el viaje solo unos pocos regresarán dos años después, convertidos en adultos, a la charca que les vio nacer.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo calamita (Laurenti, 1768)
Son diminutos, apenas miden 1 cm, y son cientos, tal vez miles. Son los pequeños calamitas que acaban de metamorfosearse de acuáticos renacuajos a diminutos sapillos terrestres. Pero como si les costara decidirse a abandonar el medio acuático, se quedan unos días dando vueltas por allí, por su charca, como dudando de a dónde deben dirigirse. En poco tiempo su instinto les dictará que se dirijan tierra adentro, a vivir su vida. De los miles que comenzarán el viaje solo unos pocos regresarán dos años después, convertidos en adultos, a la charca que les vio nacer.
domingo, 11 de abril de 2010
Cara de sapo
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
Noble animal el sapo. Sufrido animal el sapo. Ahora estarán terminando su época de reproducción. Abandonando las charcas y albercas y regresando a sus territorios. Por el camino seguro tendrán que jugarse la vida cruzando alguna carretera. Muchos morirán en el intento. El invierno próximo regresarán a las charcas y albercas, cruzando de nuevo la misma carretera. Los sapos son fieles a la charca donde nacieron. Regresan año tras año a los mismos puntos de agua. Muchos de los que no mueran atropellados encontrarán que su charca está seca y roturada o que la alberca tradicional ha sido sustituida por un depósito de uralita cerrado e inaccesible. O que donde estaba la balsa han construido una urbanización.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
Noble animal el sapo. Sufrido animal el sapo. Ahora estarán terminando su época de reproducción. Abandonando las charcas y albercas y regresando a sus territorios. Por el camino seguro tendrán que jugarse la vida cruzando alguna carretera. Muchos morirán en el intento. El invierno próximo regresarán a las charcas y albercas, cruzando de nuevo la misma carretera. Los sapos son fieles a la charca donde nacieron. Regresan año tras año a los mismos puntos de agua. Muchos de los que no mueran atropellados encontrarán que su charca está seca y roturada o que la alberca tradicional ha sido sustituida por un depósito de uralita cerrado e inaccesible. O que donde estaba la balsa han construido una urbanización.
viernes, 26 de marzo de 2010
Bufo bufo (II) — Sapo común
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
El cada vez menos común sapo. Un ejemplar enorme, que rondaría los 25 cm. Correspondería a la subespecie Bufo bufo espinosus Daudin, 1803. Esta subespecie, elevada recientemente a especie válida atendiendo a estudios genéticos, se caracteriza por su gran tamaño, mayor verrugosidad y el que las verrugas, en los ejemplares más viejos y grandes, aparecen cornificadas formando pequeñas espinas.
Los sapos comunes eran antaño abundantísimos en las zonas de huerta. Hoy en día han desaparecido casi por completo, refugiandose en zonas de montaña menos alteradas. El uso y abuso de productos fitosanitarios tóxicos en las hortalizas que nos comemos pueden estar detrás de este brusco y generalizado declive.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
El cada vez menos común sapo. Un ejemplar enorme, que rondaría los 25 cm. Correspondería a la subespecie Bufo bufo espinosus Daudin, 1803. Esta subespecie, elevada recientemente a especie válida atendiendo a estudios genéticos, se caracteriza por su gran tamaño, mayor verrugosidad y el que las verrugas, en los ejemplares más viejos y grandes, aparecen cornificadas formando pequeñas espinas.
Los sapos comunes eran antaño abundantísimos en las zonas de huerta. Hoy en día han desaparecido casi por completo, refugiandose en zonas de montaña menos alteradas. El uso y abuso de productos fitosanitarios tóxicos en las hortalizas que nos comemos pueden estar detrás de este brusco y generalizado declive.
domingo, 15 de noviembre de 2009
Noticias preocupantes
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo brongersmai Hoogmoed, 1972
La última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la IUCN arroja un preocupante resultado. De las 47.677 especies evaluadas 17.291 están en peligro de extinción.
1.895 de los 6.285 anfibios del planeta están en peligro de extinción, convirtiendo a los anfibios en el grupo de animales más amenazado que se haya conocido hasta la fecha. 39 de ellos ya figuran en las categorías de "Extinto" o "Extinto en Estado Silvestre", 484 están "En Peligro Crítico", 754 se encuentran "En Peligro" y 657 son "Vulnerables".
Cifras globales de la Lista Roja de Especies Amenazadas 2009 de la IUCN:
Total de especies evaluadas = 47.677
Total de las categorías Extinta y Extinta en Estado Silvestre = 875 (2%) [Extinta = 809; Extinta en Estado Silvestre = 66].
Total de especies amenazadas = 17.291 (36%) [En Peligro Crítico = 3.325; En Peligro = 4,891; Vulnerable = 9.075].
Total de la categoría Casi Amenazada = 3.650 (8%).
Total de la categoría Bajo Riesgo/Dependiente de la Conservación = 281 (<1%) [categoría antigua que está siendo eliminada gradualmente de la Lista Roja]Total de la categoría Datos Insuficientes = 6.557 (14%)Total de la categoría Preocupación Menor = 19.023 (40%)Fuente: IUCN
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo brongersmai Hoogmoed, 1972
La última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la IUCN arroja un preocupante resultado. De las 47.677 especies evaluadas 17.291 están en peligro de extinción.
1.895 de los 6.285 anfibios del planeta están en peligro de extinción, convirtiendo a los anfibios en el grupo de animales más amenazado que se haya conocido hasta la fecha. 39 de ellos ya figuran en las categorías de "Extinto" o "Extinto en Estado Silvestre", 484 están "En Peligro Crítico", 754 se encuentran "En Peligro" y 657 son "Vulnerables".
Cifras globales de la Lista Roja de Especies Amenazadas 2009 de la IUCN:
Total de especies evaluadas = 47.677
Total de las categorías Extinta y Extinta en Estado Silvestre = 875 (2%) [Extinta = 809; Extinta en Estado Silvestre = 66].
Total de especies amenazadas = 17.291 (36%) [En Peligro Crítico = 3.325; En Peligro = 4,891; Vulnerable = 9.075].
Total de la categoría Casi Amenazada = 3.650 (8%).
Total de la categoría Bajo Riesgo/Dependiente de la Conservación = 281 (<1%) [categoría antigua que está siendo eliminada gradualmente de la Lista Roja]Total de la categoría Datos Insuficientes = 6.557 (14%)Total de la categoría Preocupación Menor = 19.023 (40%)Fuente: IUCN
lunes, 12 de octubre de 2009
De príncipes y sapos
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
Besar a un sapo es, como poco, una práctica de riesgo. Las probabilidades de que se convierta en un príncipe deben ser reducidísimas, y se corre el riesgo de absorber las sustancias cardiotóxicas que exudan por su piel.
Mejor es admirar a un noble animal, muchas veces infravalorado, y dejarle ir, sin hacerle daño y sin besuquearlo. Bastantes problemas tienen ya los pobres.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
Besar a un sapo es, como poco, una práctica de riesgo. Las probabilidades de que se convierta en un príncipe deben ser reducidísimas, y se corre el riesgo de absorber las sustancias cardiotóxicas que exudan por su piel.
Mejor es admirar a un noble animal, muchas veces infravalorado, y dejarle ir, sin hacerle daño y sin besuquearlo. Bastantes problemas tienen ya los pobres.
lunes, 25 de mayo de 2009
Etica de la manipulación (Segunda parte)
Clase: Amphibia
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
Ya quedó claro que las manipulaciones que supongan un daño para la especie a fotografíar son inadmisibles.
Sin embargo, dejaba abierta una pregunta: ¿Qué pasa con la manipulación que objetivamente no suponga ningún perjuicio para la especie a fotografiar y en cambio sea necesaria para conseguir una imagen de más calidad?. Para que nadie se confunda estoy hablando de manipulaciones sobre el animal o planta, no de manipulaciones sobre la imagen, que ese es otro debate.
Pocas de las espectaculares fotografías de animales silvestres que vemos y que nos gustaría ser capaces de hacer algún día son fruto de la suerte o la casualidad. Lo normal es que detrás de ellas haya semanas o meses de planificación y un minucioso conocimiento de la especie a fotografíar.
Pero muchas de estas fotografías requieren de manipulaciones sobre el medio y se plantea la cuestíon de dónde están los límites de lo aceptable... Fotografiar pájaros usando comederos o bebederos artificiales para atraerlos, ¿es ético?. Colocar anfibios o peces momentaneamente en un acuario para fotografiarlos ¿es ético? ¿cómo se fotografiaria a un pez que habita en un arroyo sin usar un acuario?
Tomemos el caso de los herpetos. Mucha gente, tal vez la mayoría de la población, cree que los reptiles son animales asquerosos, repulsivos o temibles. Si preguntamos cómo es un reptil al tacto, mucha gente responde que fríos, viscosos y húmedos, lo que demuestra claramente que jamás han tocado uno. Esa descripción puede ser válida para los anfibios, pero la gente que ha acariciado un lagarto o una serpiente sabe que son agradables y suaves al tacto, secos y que su temperatura es la del medio, por lo que pueden estar más calientes que nosotros mismos. Los reptiles no tienen una temperatura 'fría', tienen una temperatura variable, que es muy distinto, y pueden estar más fríos que nosotros, a la misma temperatura, o más calientes. Pero la gente les teme, y los viste de los atributos que considera más desagradables.
Soy de la opinión de que se puede hacer un poquito de labor de concienciación a través de la fotografía, que gente que nunca se ha parado a mirar detenidamente a un sapillo o a una salamanquesa y piensa que son bichos asquerosos y viscosos que como mejor están es muertos, puede ver una fotografía de uno de estos animales y pensar "hey, pues si parece un bicho simpatico y todo" y lo vea de otra forma a partir de entonces, o se replantee su opinión... no es que vayan a gustarle de repente, pero lo mismo medita acerca de si hay que salir con la escoba a matar cualquier bicho que se arrastre por el suelo...
Muchas veces, si no siempre, el miedo nace del desconocimiento, y la fotografía es un medio de conocer. Por eso, si pretendemos hacer labor de concienciación a través de la fotografía, es importante la imagen del sujeto que vamos a trasmitir. Mucha gente jamás se acercaría a un sapo para mirarlo de cerca, pero sí que puede mirar con detenimiento una foto que le llame la atención...
Ahora bien, una foto mal elegida puede contribuir a reforzar la opinión negativa que la gente tiene, antes que a combatirla. Muchos reptiles son criaturas tímidas que se cobijan bajo las piedras o entre la hojarasca. Una imagen de un reptil sucio de tierra y semioculto entre la vegetación que mira huraño a cámara es precisamente el tipo de imagen negativa y prejuiciosa que la gente tiene de los reptiles. Publicar una fotografía así podría contribuir a reafirmar a la gente en sus prejuicios y en sus temores. Justo el efecto contrario al que pretendíamos conseguir.
En este caso, y suponiendo que se poseen los conocimientos necesarios para manejar uno de estos animales sin riesgo para el bienestar del animal ni para la salud del fotógrafo, ¿sería ético manipular al ejemplar, limpiarlo y adecentarlo un poco, colocarlos en un entorno más despejado, y hacerle un retrato en el que no pareciera una sabandija siniestra sino una criaturita simpática, devolviéndolo después al lugar donde estaba, en perfectas condiciones?
El asunto no es tan sencillo como pudiera parecer, y no tiene una respuesta de sí o no.
Orden: Anura
Familia: Bufonidae
Género: Bufo
Especie: Bufo bufo (Linnaeus, 1758)
Ya quedó claro que las manipulaciones que supongan un daño para la especie a fotografíar son inadmisibles.
Sin embargo, dejaba abierta una pregunta: ¿Qué pasa con la manipulación que objetivamente no suponga ningún perjuicio para la especie a fotografiar y en cambio sea necesaria para conseguir una imagen de más calidad?. Para que nadie se confunda estoy hablando de manipulaciones sobre el animal o planta, no de manipulaciones sobre la imagen, que ese es otro debate.
Pocas de las espectaculares fotografías de animales silvestres que vemos y que nos gustaría ser capaces de hacer algún día son fruto de la suerte o la casualidad. Lo normal es que detrás de ellas haya semanas o meses de planificación y un minucioso conocimiento de la especie a fotografíar.
Pero muchas de estas fotografías requieren de manipulaciones sobre el medio y se plantea la cuestíon de dónde están los límites de lo aceptable... Fotografiar pájaros usando comederos o bebederos artificiales para atraerlos, ¿es ético?. Colocar anfibios o peces momentaneamente en un acuario para fotografiarlos ¿es ético? ¿cómo se fotografiaria a un pez que habita en un arroyo sin usar un acuario?
Tomemos el caso de los herpetos. Mucha gente, tal vez la mayoría de la población, cree que los reptiles son animales asquerosos, repulsivos o temibles. Si preguntamos cómo es un reptil al tacto, mucha gente responde que fríos, viscosos y húmedos, lo que demuestra claramente que jamás han tocado uno. Esa descripción puede ser válida para los anfibios, pero la gente que ha acariciado un lagarto o una serpiente sabe que son agradables y suaves al tacto, secos y que su temperatura es la del medio, por lo que pueden estar más calientes que nosotros mismos. Los reptiles no tienen una temperatura 'fría', tienen una temperatura variable, que es muy distinto, y pueden estar más fríos que nosotros, a la misma temperatura, o más calientes. Pero la gente les teme, y los viste de los atributos que considera más desagradables.
Soy de la opinión de que se puede hacer un poquito de labor de concienciación a través de la fotografía, que gente que nunca se ha parado a mirar detenidamente a un sapillo o a una salamanquesa y piensa que son bichos asquerosos y viscosos que como mejor están es muertos, puede ver una fotografía de uno de estos animales y pensar "hey, pues si parece un bicho simpatico y todo" y lo vea de otra forma a partir de entonces, o se replantee su opinión... no es que vayan a gustarle de repente, pero lo mismo medita acerca de si hay que salir con la escoba a matar cualquier bicho que se arrastre por el suelo...
Muchas veces, si no siempre, el miedo nace del desconocimiento, y la fotografía es un medio de conocer. Por eso, si pretendemos hacer labor de concienciación a través de la fotografía, es importante la imagen del sujeto que vamos a trasmitir. Mucha gente jamás se acercaría a un sapo para mirarlo de cerca, pero sí que puede mirar con detenimiento una foto que le llame la atención...
Ahora bien, una foto mal elegida puede contribuir a reforzar la opinión negativa que la gente tiene, antes que a combatirla. Muchos reptiles son criaturas tímidas que se cobijan bajo las piedras o entre la hojarasca. Una imagen de un reptil sucio de tierra y semioculto entre la vegetación que mira huraño a cámara es precisamente el tipo de imagen negativa y prejuiciosa que la gente tiene de los reptiles. Publicar una fotografía así podría contribuir a reafirmar a la gente en sus prejuicios y en sus temores. Justo el efecto contrario al que pretendíamos conseguir.
En este caso, y suponiendo que se poseen los conocimientos necesarios para manejar uno de estos animales sin riesgo para el bienestar del animal ni para la salud del fotógrafo, ¿sería ético manipular al ejemplar, limpiarlo y adecentarlo un poco, colocarlos en un entorno más despejado, y hacerle un retrato en el que no pareciera una sabandija siniestra sino una criaturita simpática, devolviéndolo después al lugar donde estaba, en perfectas condiciones?
El asunto no es tan sencillo como pudiera parecer, y no tiene una respuesta de sí o no.
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