(Autora: ©Nuria de Espinosa)
(Artist - Giulia Valente)
Leyó su carta por
última vez. Pronto dejaría que su vida tomase la forma exigida por su
progenitor: imposición, aceptación, sumisión. Recordó todas y cada una de las
palabras de amor que Sebastián le susurraba al oído. Sin embargo, no dudó en
aceptar el dinero que su padre le ofreció y huyó de la ciudad enviándole
aquella carta que tantas veces había leído en los últimos días.
Y a pesar de todo,
ella se mantendría firme. Aceptaría el compromiso impuesto, sería su esposa,
pero su corazón no le pertenecería y su alma odiaría eternamente al hombre que
amaba. Su mente alzó los versos que su alma desgranaba.
«Tantas son las horas que llevo
pensando en ti,
que me siento la última
de las amadas.
¡Qué arte tiene el perder!
No hay orgullo ni emoción,
solo versos de amor.
El peso de la vida, de la existencia,
es la consciencia que grita trémula.
La memoria se dormirá con tu
fragancia
y el amor se morirá para siempre».
Cogió a Venus en brazos. Puso en su
rostro el estigma de la aceptación y se dirigió al salón donde su futuro esposo
esperaba.
*
(Artist - Giulia Valente)
EL DIBUJO
QUE ENVIÓ UN MENSAJE
Caminábamos de la mano. La gente nos miraba. Supuse que debía
ser mi look al estilo hippie. Colorido, pero no era llamativo. Sin embargo,
incluso en la cafetería toda la gente nos miraba. El colmo fue en el
restaurante a la hora de comer; el camarero se sonrojó, era, cómo si tuviésemos
la lepra. La gente no solo miraba sino que se levantaba de las mesas contiguas.
Entonces pensé, que quizás era nuestro idioma que no
hablábamos en castellano. Pero después de largo rato de incomodidad, y de
cavilar estrujándome el cerebro me dije que no podía ser, que el francés es muy
conocido.
Dejé de darle vueltas. Tras el postre le pedí a Silvia que se
casara conmigo y aceptó. Fue el momento más feliz de mi vida. Nos abrazamos y
cogidas de la mano continuamos nuestro viaje turístico por esta ciudad un tanto
peculiar.
Esto es lo que pone en el dibujo:
"Para la persona que lo lea, que sepas qué mi novia y yo
te apreciamos, pero por favor habla castellano. Feliz pascua".
Creo que lo dibujaron dos chicas que quizás se sintieron
incómodas, y que por eso escribieron con ironía "mi novia y yo te
apreciamos" y "por favor habla castellano" una forma de decir a
las personas que las observaban que a pesar de todo les apreciaban y que hablasen
claro y no con miraditas.
Lo percibí como un claro mensaje subliminal.
Ser lesbiana es una condición sexual, como gay, o trans,
heterosexual, bisexual, etc. Pero yo cuando vi la imagen y la ley no pude
evitar pensar; ¿Tanto cuesta respetar la condición sexual de otra persona?
(Relatos pertenecientes a la propuesta de Variétés: “Subliminal”)
Qué maravilla de relato. Realmente precioso...
ResponderEliminarUn besazo!
Gracias Luna me alegra que te haya gustado. Un fuerte abrazo
EliminarUn texto donde entran muchas cosas en juego, entre otras y la principal el respeto hacia el prójimo. Eso debe estar por encima de la condición sexual, religiosa, política y un etc.
ResponderEliminarUn buen texto, Nuria.
Besotes.
Totalmente de acuerdo querida Campirela, un fuerte abrazo
EliminarDiversas temáticas y en cada una surge el mensaje subliminal. Muy acertado, Nuria.
ResponderEliminarMil besitos y feliz día ❤️🤗