
Título original: Howl's moving castle
Saga: El castillo ambulante (1/3)
Autora: Diana Wynne Jones
Editorial: Nocturna
Páginas: 358
Sinopsis
En el país de Ingary, donde existen cosas como las botas de siete leguas o las capas de invisibilidad, que una bruja te maldiga no es algo inusual. Cuando la Bruja del Páramo convierte a Sophie Hatter en una anciana, la joven abandona la sombrerería familiar para pedir ayuda en el único lugar mágico que se le ocurre: el castillo ambulante que atemoriza a los habitantes de Market Chipping. Pues dentro no sólo se halla un demonio del fuego, sino también el perverso mago Howl, tan diestro en realizar hechizos como en robar los corazones de las damas más ingenuas.
Autora
Diana Wynne Jones (Londres, 1934) es autora de más de cuarenta novelas y una de las principales voces de la literatura fantástica actual. Licenciada en Filología Inglesa por la universidad de Oxford, de joven asistió a conferencias de J. R. R. Tolkien y C. S. Lewis. En 1977 publicó la primera parte de su serie Los mundos de Chrestomanci. Nueve años después apareció su novela El castillo ambulante, que fue llevada al cine en una adaptación de Hayao Miyazaki, cuya historia prosiguió en El castillo en el aire (1990) y La casa de los mil pasillos (2008; Nocturna, 2010).
Opinión

En esta reseña va a ser inevitable las comparaciones libro/película, por ser precisamente esta segunda lo primero que consumí y con lo que estoy más familiarizada, pero voy a intentar que no sea eso lo que lleve la mayor parte de la reseña.
Sophie es la mayor de tres hermanas. Tras la muerte de su padre, cada una de sus hermanas acude a un puesto de trabajo diferente, mientras que ella se queda como aprendiz en la sombrerería familiar. Un día, aparece la Bruja del Páramo (The Witch of the Waste en inglés) y la maldice, convirtiéndola en una anciana. Es entonces cuando Sophie se va del pueblo en busca de Howl y su castillo ambulante para quitarse la maldición de encima. Allí se encuentra con Calcifer, el demonio del fuego que hace funcionar el castillo y que llega a un acuerdo con Sophie por el bien de ambos. Sophie pasará a formar parte del variopinto elenco de personajes que viven en el castillo, junto al misterioso brujo Howl, y su aprendiz, Michael.
La lectura de El castillo ambulante ha sido toda una grata sorpresa. Esperaba una obra algo más parecida a la que me encontré en la película, y salvo nombre de personajes y ciertos momentos concretos, lo demás es todo diferente. Voy a empezar con los personajes.
Nuestra protagonista indudable es Sophie, una chica de unos 17-18 años tímida y con apenas motivación pues vive con la resignación de ser la la más mayor de las hermanas y por ello la que no va a ser nada en la vida y va a fallar miserablemente en conseguir lo que se proponga. Es un personaje muy tierno y que a la vez tiene muy integrado en su carácter esta resignación por ser la hermana más mayor. Con esto no sientes pena por ella, sino que impresiona lo fuerte que puede llegar a ser y como este hecho no la desmotiva. Por otro lado tenemos a Howl. La mejor forma de describirlo es como todo un drama queen. Hace una montaña de un grano de arena en muchas ocasiones, como también se ve en el film, y a mí me produjo más de un momento de poner los ojos en blanco y pensar "ya estamos otra vez". Por otro lado es un personaje muy intrigante, sobre el que pululan mucho rumores: que si roba las almas de las jovencitas, que si se come sus corazones... lo que si es verdad es que, por lo menos en la novela, es todo un Don Juan.
Por otro lado tenemos también a Michael, el aprendiz y a Calcifer, el demonio del fuego. Ambos personajes son entrañables y maravillosos a su manera. Michael por su ternura y Calcifer por su humor tan característico. Como dato curioso, el Calcifer que describe el libro dista bastante del que vemos en la película de Studio Ghibli, siendo el de esta bastante más mono que el original. Sin embargo, hay una escena concreta de la película en la que Calcifer sí se asemeja a este demonio del fuego que nos describen en la obra original (y que por cierto, es basten más feo).
Por otro lado, la trama de El castillo ambulante me ha sorprendido gratamente. Si que sigue mucho el patrón de estos son los buenos, este es el villano, los buenos ganan, tono que sin embargo no tiene tanto la película (que es donde se toma las licencias). A pesar de su sencillez, engancha. No es lo primero por lo que te quedas a leer la novela, ese peso lo tienen sin duda los personajes, pero si que resulta entretenida y sobre todo, fácil de leer y sin demasiadas complicaciones. También me ha sorprendido la ambientación, pero sobre todo el sistema de puertas que tiene el castillo. A través de una misma puerta se pueden acudir a diversos sitios, como pueden ser Ingary o Market Chipping. Pero en la historia original, con uno de los colores de la puerta, acudimos, no a un mundo de fantasía, sino a nuestro mundo, concretamente a Gales. Allí conoceremos a la familia de Howl y se nos introducirán elementos de nuestro mundo, como un ordenador, que a Sophie sorprende y que a mí me ha dejado anonada, pues pensaba en la novela como un mundo de fantasía, y no esperaba encontrarme relación con el mundo real.

Sin extenderme mucho más, El castillo ambulante ha sido una novela de fantasía entrañable y muy divertida, que me ha dejado un buen sabor de boca y que aunque dista de la película, es maravillosa. Si que de esta me quedo con los colores y la forma en la que los villanos no son tan villanos y los buenos no son tan buenos, pero a pesar de eso, me ha encantado y la recomiendo gratamente. Ahora lo que queda es continuar con El castillo en el aire y La casa de los mil pasillos.
Puntuación: 4/5