-¡Calla y arregla de una vez la cisterna del váter, que gotea! No quiero que vuelva a subir el vecino quejándose de humedades; la última vez degolló a padre.
-No teníamos que haber metido al bebé en la cisterna. Pídele a la abuela un poco de lana, a ver si así sello la fuga... ¡Malditos retretes alemanes!
-Yo hoy no le pido nada, que está amortajando a su compañera de mus y si la molestamos ya sabes que es capaz de cualquier cosa. ¿No crees que pasamos mucho tiempo juntos? ¿Nunca se te ha pasado por la cabeza destriparme? Hoy me he mirado al espejo y me he visto un poco rara.