Estoy en Talca por asuntos de alta importancia. Nunca puede ser de otra manera. Los méritos deben ser altos para pisar estas sulfurosas tierras. Fui invitada a un casorio de dos grandes amigos y compañeros desde séptimo básico a cuarto medio. Me pidieron que dijera unas palabras, y la verdad es que siempre es difícil hablar del amor, aun más en el marco del matrimonio, pero tratandose de mí, la más suelta, perdón, soltera del curso (mamá soltera del curso, y de talca, y de Chile y del mundo), se me hacia doblemente complicado. Pues bien, el discurso fue directo, sencillo y con una ternura que hasta ahora no había experimentado:
MAURICIO Y MACARENA:
Pude pensar hace un tiempo que el hipnotismo de un encuentro podía embeberme en un circuito de locuras tales que me llevaran a perderme. Me figuré desfigurada por las altas pasiones de un compromiso, y temí y huí varias docenas de veces. Por lo menos un par. Que como si fueran huevos fui rompiendo y poniendo en una sartén.
Cada persona me parecía primero una tela suave y limpia que podría despejar el cristal por donde miran mis ojos, pero resultaba luego que el empañamiento con el que emocionados contagiaban mi prisma, era ensuciado por un guaipe que se frotaba compulsivo como una brújula en mal estado. Y de esa forma mis frases favoritas fueron:
A la manera de Dios que no existió nunca, en palabras de De Rokha,
O “somos islas en un mar sin orillas” de Nietzsche.
Convertí mi temor no en una falsa credulidad, sino en una estoica voluntad de verdad, pero un tipo de verdad fraudulenta, manada del despropósito y la futilidad.
Había dudas en esa suposición de verdad, un mito maltrecho que me convencía de la inexistencia del amor fuera del desasosiego y lo extático de la permanencia,
Sin embargo ver ejemplos en los otros me compelían a abstenerme de juicios rebosados en la pasta espesa y agria donde se unta la pescada de la generalidad.
En la edad de la inocencia dos viejos queridos amigos, y por lo tanto aprensibles y entrañables pues no se trataba del soldado desconocido, la princesa del castillo, o el poeta anónimo, se enamoraron y no hubo vuelta atrás.
Pisaron el palito, ese que yo tránsfugamente soslayé e incluso quebré con mis manos temblorosas creyendo que era furia.
En la edad en que las certezas son un bulto brillante que pesa lo que una pluma, en la edad en que las sonrisas son pan de cada día y dieta obligada y las pisadas que damos son más ágiles, en la ausencia y libertad de un lenguaje que a penas se construye en el deseo, Macarena y Mauricio comenzaron a trazar con la trasparencia propia de quien vive sin tiempo, un sendero que hoy podemos decir han decidido ensanchar.
Ahora a la distancia, hasta “pollo luz” adquiere coherencia, y eso porque hay historia.
Una historia íntima que no excluyó a los testigos y por eso hoy estamos contentos, contentos por ustedes y contentos por nosotros.
Por mi, que entiendo que las perdidas son encuentros de otras cosas, en otros lugares.
Con cierta nostalgia recuerdo los amores de esos años y lo que pudo haber sido si no fuera una maniática de la destrucción.
Mas el privilegio de verlos decidir compartir
“su mismo” transmutado en el otro y disfrutar de la experiencia con la serenidad y elegancia de las plantas, los fractales, el universo y su coordinación dinámica y perfecta, es una invitación extensa, cercana, placentera.
La disolución de los egos, el homicidio de las banas esperanzas por ser uno solo, la aceptación de la multiplicidad en la que cada día vivimos,
De seguro ha sido la clave para crear esta historia que como si fuera una saga, pasa por etapas y seguirá siendo escrita por Mauricio y Macarena.
Solo saludarlos con el respeto que despierta el autentico coraje, y desearles que vuestro discurso amoroso sea el más real y bello que puedan ejercitar en sus vidas. Lealtad, amistad y pasión. Felicidades.
Como fui la última en dar los parabienes a los novios, tuve que pedir el beso de rigor, ya que el oficial del registro civil, era eso y no otra cosa, aunque enjundia si le puso, sobretodo por el sonsonete que brindaba un toque folclórico a la ceremonía solemne hecha en el club árabe, no caia en cuenta que más allá del papeleo hay un par de corazoncitos enamorados.
Bien regado estuvo el asunto. Sume en este fragil cuerpo 4 pisco sour de entradita, 3 copas de vino en la cena, y luego más de cinco wisky, y no es que los estuviera contando, pero cada vez que me acerqué a la barra, algún encuentro marco el momento de la transacción, la mejor que pude hacer en mi vida: un vaso vacio por un vaso lleno. Ir a Bolivia y traer parte de sus encantos en mi bolsito de mano, amortiguó el impacto. Así las alitas de mosca me elevaron sobre la borrachera. Lucida y soltera me puse en primera fila para el ramo y sin esfuerzo alguno cayó entre mis brazos. Algo bastante loco tratandose de mí, y aún más loco tirar el cordelito de la torta y que te salga las campanas de boda. La dulce condena caia nuevamente. El primer matrimonio al que asistí marcó mi destino con una guaguita, el segundo con un serrucho, y la verdad es que esto es independiente del éxito, porque no fue buena idea levantarle el pololo a esa chiquilla. Pero como dice jorgito gonzalez "el tiempo pasa y todo cambia, la sección de pena ya pasó".
eso pues y ahora una cancioncita y buenas noches los pastores, porque este calor y la caña hacen una dupla maligna y cizañera.
domingo, 31 de enero de 2010
martes, 19 de enero de 2010
Neopopulismo ALIVE¡
El mundo no se acabó el 18 de enero, por lo cual muchos tendrán que “habérselas” con lo que la chusma inconsciente decidió en forma democrática, como lo estila la tradición republicana que tanto nos enorgullece, y como “al mal tiempo, buena cara” tomémonos con Andina los cambios en el estilo que se vienen durante el bicentenario. Quizás se pueda sacar algo en limpio, mientras algunos transiten por un desierto reducido de 40 a 4 años.
En este momento tenemos un presidente electo de derecha con claros rasgos neopopulistas, ya que cumple con las tres características esenciales según Wikipedia:
Un discurso crítico hacia las élites establecidas. Se responsabiliza de los problemas sociales, de la mala gestión de las elites establecidas en el poder y, para ello, reivindica figuras dicotómicas del tipo amigo/enemigo (como, por ejemplo, pueblo versus elite, pobre versus rico o indio versus blanco).
El uso de técnicas avanzadas de ingeniería política (encuestas, focus group, etc.), la estructura partidista pasa a un segundo plano para convertirse en movimientos de apoyo al líder.
La preponderancia de una mediación entre líder y masas a través de los medios de comunicación de masas (preferentemente, la televisión). Se acrecienta la relación mediática propia del populismo clásico, pero ahora se recurre a nuevas técnicas de marketing y de teatralización, de modo que el liderazgo personal carismático y los mensajes televisivos adquieren una mayor preponderancia.
Sumado a esto, el discurso con el cual Sebastián derrotó a la Concertación, fue universalista, aglutinador, siendo su frase característica en la apertura de cada uno de ellos la que rezaba: “miles y miles de chilenos”, consiguiendo de esta manera apoderarse de la psiquis colectiva de quienes no se sentían plenamente identificados con el proyecto oficialista. También podemos mencionar la bandera chilena de proporciones bíblicas, más propias de una ferviente hinchada de fútbol, y el familión siempre sonriente y saludable que se desplegó como telón de fondo durante su larguísima campaña por la primera magistratura.
Me fue inevitable recordar a Perón y Evita, por su imagen de matrimonio perfecto, besucones de señoras entradas en carnes y guagas pegajosas.
A pesar de la intrincada historia política del país vecino, siempre he pensado que los hermanos argentinos tienen una cultura política mucho mejor que la nuestra, a pesar de que nadie entienda muy bien como operan los poderes tras la cordillera.
El nivel de organización de base es muy superior al nuestro: existe un montón de instancias de autogestión y contraculturales en alianza con universidades que no han sido cooptadas por el Estado, aunque una facción de las Madres de Mayo demuestre lo contrario. Es envidiable cómo se empoderan de las calles cuando existe la menor sensación de injusticia, o los servicios no funcionan con la calidad que un usuario se merece; el Transantiago si hubiese sido el Transbuenosaires, de seguro causaba una cruenta guerra civil.
Muchos amigos trasandinos me han explicado que esta conducta radica en la administración peronista, pues aunque resulte fachista gobernar para el pueblo, pero sin el pueblo, dio garantías sociales efectivas, otorgado coherencia al concepto de “ciudadanía”. El ciudadano otorga su poder individual a una instancia superior, denominada Estado, el que lo acoge dándole protección y asegurando que sus necesidades elementales estén cubiertas. El rol que este posee no es otro que el mencionado, pues si no, no se justifica su existencia. Es decir, si tu padre es un mal padre, mejor hubiese sido no tenerlo. Pues así los argentinos comprendieron que habían derechos de gratuidad de la educación y la salud, así el gobierno sea una mierda, propia o ajena. Las demás reivindicaciones corren por cuenta de cada individuo que puede corregir las deficiencias con autogestión.
En Chile es al revés. El clientelismo fue la forma para conseguir resarcimientos, y lo elemental quedo por cuenta de cada uno, haciendo un negocio de la salud y la educación. Es por eso que continuamente tengo la idea que un gobierno populista y paternalista como el de Perón, sería una solución efectiva para comenzar a entender cuales son los beneficios de estar suscrito al pacto social, que te convierte en súbdito de una nación. Es por eso que es preferible verle el lado amable a lo sucedido y comenzar a ver que no solo la aleccionada será la finada Concertación, sino también esa ansiosa chusma inconsciente que por fin consiguió el vértigo que ambicionó bajo un arco iris durante tantos años. Esta vez bajo un cielo raso y con la certeza que Piñera por muy neo populista no nos regalará educación gratuita, tocará hacerse cargo de lo que políticamente decidió la chusma inconsciente, usuaria de LAN, televidente se SQP y con ínfulas de especulador financiero.
sábado, 16 de enero de 2010
LA PITONIZA
Sé que tengo poderes supersónicos y extrasensoriales, aunque a veces me equivoco. Pero en esta oportunidad fui un lince. Cuando vi la noticia de los hermanos Rojo, supe que su madre los había matado con una seguridad inapelable. Aquí está la columna que escribí en ese entonces.
Mama don't preach
La trasferencia es inevitable, dije bien fuerte en una clase. Ya lo decía Freud: "todo es trasferencia". Si el marido le pega a la esposa, la esposa le darán ganas de sacarle la cresta al hijo engendrado por su esperma. Por eso hay madres que han tenido hijos de sus amantes y así son más exitosas en su rol histórico. Paulina se escandalizó, habló fuerte con su mal aliento, quizás demasiado, rayando en la histeria, para contradecir mi capcioso comentario. Se decidió a interrumpirme con una intempestiva frase: "a mi siempre me han sacado las recrestas, y con mayor razón me he sacado las recresta por mis críos". Lo dijo con orgullo y logró conmover a todas las mujeres presentes que apoyaron su testimonio. No quise continuar argumentando a cerca de la trasferencia positiva o el deslindamiento emancipador de las experiencias traumáticas, donde uno puede alcanzar el libre albedrío y comenzar a practicar el "amor", que es la verdadera libertad.
La mujeres han tenido que cargar con "la fábrica" humana, eso que hace que inevitablemente sientan un imperativo reproductivo, porque "¿o si no para qué son mujeres?" mencionó equilibrándose en su borrachera el niño macho, soltando una carcajada de aquellas.
Mujeres que no aman a sus hijos abundan, mujeres que tienen que solapar su instinto asesino para diferenciarse de las gatas parricidas, no obstante, algunas sucumben.
La vecina de enfrente acuchilló a su hijo con frialdad y certera puntería. Mi madre dijo que quizás el cabro se lo merecía, cosa que me hizo precaverme con mayor sigilo cada vez que se diera una de esas peleas donde yo como hija debía contrarrestar los ataques, nada más que esquivándolos. Corrí mejor suerte que mi tía con mi abuela, que logró clavarle a distancia un tenedor en pleno estómago.
Para qué ponerme a relatar las histerias que se desencadenan cuando la frustración a causa de un marido indolente carcome el corazón, y hoy por hoy, para la mujer "emancipada", las doble jornadas, la explotación laboral, el acoso sexual o las desavenencias con alguno de sus amantes, que logran desajustar los tornillos y manijas. Los niños, esas esponjitas que suelen convertirse en el resumidero de la realidad alienante, abusadora y profundamente indolente, reciben el absurdo merecimiento por idioteces como no hacer una tarea, de todas formas inútil, y de seguro antipedagógica, no colgar su uniforme, gastarse la plata del vuelto, esconder la tapa de la tetera, o rellenar el envase vació de gotas para el glaucoma, con agua.
Los hermanitos rojo fueron mártires en esta asquerosa historia de madres que jamás les convenció la idea de darle correcto uso al útero. La falta de honestidad consigo mismas, el cumplimiento de los cannones sociales, y la idea que para ser mujer respetable se debe construir una familia, a muchas las lleva a desempeñar el rol con saña y despótica impronta, o son completamente indiferentes a los miedos y fantasías de sus retoños.
Esos niños fueron asesinados a martillazos por una madre enloquecida por problemas que ella consideró argumentos suficientes para perseguir a los niños por la casa, matando a uno primero en el living a vista de los ojitos del menor, que corrío aturdido por el terror al segundo piso, donde, su esfínter mutilado por el asombro, expulsó los últimos resabios de humanidad y vida, justo antes de que "mamá" pusiera todo el empeño del mundo en partirle la cabeza y destrozar lo que ella supuso, su creación.
Una Medea chilensis, con la brutalidad de una villana y sin la delicada mística y cuidado en las artes homicidas de la mencionada sacerdotisa.
Madre hay una sola. Bien lo sabía Truffaut que dedicó gran parte de su filmografía a relatar la relación con esa mujer empoderada, ama y señora del espacio íntimo, que una vez conquistado el espacio público, se dedicó a pregonar por calles y avenidas su indiferencia con el rol impuesto por las culturas dominantes.
La maternidad no puede seguir siendo una estrategia para validarse como mujer. Es una posibilidad que se da en todas las especies, sin que esto resulte ser un elemento categorizador que de status a uno de los sexos.
Con respecto a la relación de madres e hijas, situación complejizada por la envidia y la competencia de la cual nos habla Khalil Gibran en su cuento Las Sonámbulas, que agregaré al final, es importante entender que el respeto de la individualidad es clave para dejar crecer sanamente a las jóvenes, sin presionarlas a replicar vidas carentes de sentido y destinadas al fracaso.
LAS SONÁMBULAS
En mi ciudad natal vivían una mujer y sus hija, que caminaban dormidas.
Una noche, mientras el silencio envolvía al mundo, la mujer y su hija caminaron dormidas hasta que se reunieron en el jardín envuelto en un velo de niebla.
Y la madre habló primero, y dijo: “¡Al fin! ¡Al fin puedo decírtelo, mi enemiga! ¡A ti, que destrozaste mi juventud, y que has vivido edificando tu vida en las ruinas de la mía! ¡Tengo deseos de matarte!"
Luego, la hija habló, en estos términos: “¡Oh mujer odiosa, egoísta y vieja! ¡Te interpones entre mi libertada y yo! ¡Quisieras que mi vida fuera un resultado de tu propia vida marchita! ¡Desearías que estuvieras muerta!"
En aquel instante cantó el gallo, y ambas mujeres despertaron. La madre dijo amablemente “¿Eres tú, tesoro?” Y la hija respondió con la misma amabilidad: “Sí; soy yo, querida madre”.
miércoles, 6 de enero de 2010
El miedo y la chusma inconciente
Faltan tantos días aún para que pierda Frei... la verdad es que estoy ansiosa de que se abra la cajita de pandora y los enanos que cuidan las ollas con oro en los extremos del arcoiris salgan despavoridos nuevamente con destino a las europas. Porque ya sabemos. Si no son del bando oficialista, ni cagando son una buena y contundente oposición. No estan dispuestos, después de esos tortuosos años en el exilio sacando titulos honoris causa y doctorados dos años en uno, de sentarse desde el otro lado de la vereda para fiscalizar. Lo de ellos es gobernar,aunque sea como ha sido hasta ahora -para qué desgastarme en adjetivos que matan- a una chusma inconciente que, hoy por hoy, ya no les dará su preferencia.
Es cierto que dejar a cargo el país de asesinos y chicago boys es descabellado, y aún más parece serlo arriesgar el patrimonio cultural de Rojo: Fama contra Fama, Pelotón, o Buenos Dias a Todos. Tener como segundo himno patrio el "leyla leyla leyla", "filo, filo" o "era la luna llena" es todavía más repugnante.Pero como pensaba Trotsky, entre más se agudiza la crisis, más fácil resulta el pensamiento dialéctico, que posibilite cambios y avances sociales.
En el caso de votar -porque no lo hago, no creo en el estado nación, en el presidente de la República, y menos aún, que existan opciones para poder elegir- no lo haría por un latifundista enmascarado que se hizo millonario a costa de los recursos nacionales. Si bien un ludópata adicto al riesgo, un hombre mesiánico y con características napoleónicas, tampoco es en ningún caso un líder,o Capitán en palabras de Patito Navia, para nadie que se encuentre cuerdo, debemos sincerarnos y apreciar que el mercado de los servicios, por más canalla que este sea, es menos usufructuador que el que especula con los recursos naturales, y peor aún, mientras se utiliza la primera magistratura para ello. Mal que mal, es el puesto que confiere la ciudadanía, quién en un acto de confianza, suscribe el pacto o contrato social.
Frei a pesar de haber sido el más malo de los presidentes de la Concertación y por consiguiente, el sepulturero de esta coalición ahora como candidato, es protegido irracionalemente por quienes se creen demócratas. Si lo fueran, no tendrían tanto miedo a la alternancia en el poder, no tendrían tanto apego a éste y comenzarían a pensar, que teniendo la mayoría en el parlamento, podrían tomar el toro por las astas y liquidar a la derecha, desde dentro, por fin haciendole honor a ese topo que nunca fueron, para cambiar las cosas y crear un país más honesto.
La chusma inconciente dará su voto a Piñera porque no le queda otra, porque los chistes repetidos ni a Alvarito Salas la gente se los aguanta, porque quiere probar, porque necesita, despues de 20 años de letargo, del mismo vértigo que el de un especulador finanaciero, porque quiere un cambio, aunque sea para peor, contraviniendo el viejo adagio.
Todos sabemos en el fondo que cuanto antes mejor. Que entre antes le perdamos el miedo a la derecha, con mayor fuerza podremos hacer una nueva fuerza política. Que votar por Frei es trastocar los deseos de libreabedrío, las esperanzas de que Chile vuelva a tener unidad popular, mística y carisma.
Por eso, no se acoquine, usted es grande, y por algo le dicen populacho, masa y chusma inconciente. Aprovéchese. A lo más veremos corriendo despavoridos a los enanos de siempre cargando ollas con oro, y desmantelando el arcoiris de pvc que tanto tiempo flotó sobre nuestras cabezas. Además de eso, el horroroso timbre de voz de quienes con más desparpajo disfrutan de la merca y la noche.
¿Profundización de las desigualdades? ¿Avance brutal del libre mercado? No, no no no, esa pega ya la hicieron, y a la perfección.
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