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martes, 15 de diciembre de 2009

4x4 + books


Como Peter Lorre, diga usted que sí, señora.




Created for the New Zealand Book Council by Andersen M Studio, this animated spot really does seem, literally and figuratively, to capture the act of using the imagination to turn the printed page into imagery
via: Drawn!

sábado, 5 de diciembre de 2009

Murray Head y mis atardeceres veraniegos

Diciembre me pone. Me pone nostálgico, que todo tengo que aclararlo. Y recuerdo cosas del verano, del verano del 76. Ya me ven. Doy saltos en el tiempo y en la memoria como un canguro borracho y melancólico. Especialmente recuerdo ese verano, a la playa en Castellón por la mañana, visitas a Benicassim y otros sitios por la tarde en el Renault Ondine paterno. Tenía 11 años. Regresamos a casa de cualquier paseo vespertino mirando por la ventanilla trasera en asiento de atrás del coche. Atardece y la radio (¡con el sonido de la radio de un Ondine!) pone esta canción: "Say it ain´t so Joe". Bueno, yo entonces no sabía ni su título ni quién la cantaba. Años después supe que era Murray Head, sí aquel Judas de Jesucrito Superstar, o el de One Night in Bangkok. Suena y veo el atardecer. Desde ese día todos los atardeceres en coche me suenan a esa canción. Bueno, a esa y al Livin' thing de la ELO. Mis primos "de Alemania" me traían todo lo nuevo que no tenía en Teruel (música, ropa, zapatillas, peinado...) y por fin empezaba a escuchar música por propia iniciativa. Después la busqué en la radio a pilas de la casa veraniega. Ese verano, por suerte, sonó mucho en las emisoras. Ese fue el sonido de mi verano. Y de muchos posteriores. Y desde esos años (75, 76) la búsqueda de música se hizo algo vital, para sufrimiento de la única tienda de discos (de 33 y 45 rpm) que existía en mi ciudad (Discos Linares).

Ya sé, ya sé que muchos me tendrán por un otoñal del siglo pasado, pero me apetecía dejarlo en el blog del señor invisible. Y aquí queda, para que lo escuchen en un atardecer, sea de verano o de invierno. No hagan nada más durante esos escasos minutos y seguro que disfrutarán:





Bonus:
Una versión en directo en este enlace: http://www.youtube.com/watch?v=nju5K-MaODw
Y la versión de Tahures Zurdos: http://www.youtube.com/watch?v=bpQ5iGkqPUY

viernes, 4 de diciembre de 2009

V = Ubé

Estaba claro en su día. Ubé (V) era un lagarto, o una lagarta, o una lagartija dado su tamaño. También podría haber sido lagarterana, si hubiera nacido en Lagartera.

Tenemos las pruebas que lo demuestran (aunque los extraterrestres fingieran que se rodaba una serie de televisión):




miércoles, 18 de noviembre de 2009

Rebelde sin pausa


Siempre con mi rebeldía a cuestas...




Aunque tenía cara de niño bueno...




Gracias a mi hermana Ana por las fotos.

martes, 21 de abril de 2009

15 años tiene... EL BOMBO


José Ubé, frente al garaje donde se guarda el bombo más grande del mundo.

Aunque tarde, os copio lo que salió en la contraportada del Heraldo de Aragón. Por fin un detalle en la prensa (no llegan detalles de otros que ya sabemos)


El bombo más grande cumple 15 años
Informa: Mª Ángeles Moreno

"Tengo el certificado del Récord Guinness y la factura de las 15.000 pesetas -de las de 1994- que me cobró el notario por verificar las medidas". Así zanja José Ubé cualquier duda acerca de si el bombo que construyó en su taller hace 15 años es el más grande del Planeta confeccionado con pieles naturales.

No fueron solo las 15.000 pesetas del notario. Ubé, carpintero y campanero de la ciudad de Teruel -este último oficio lo desempeñó desde que era un crío-, echó un año de trabajo para construir el tremendo instrumento de percusión, de 2,24 metros de diámetro y 1,34 metros de altura.

Casi lo más difícil fue encontrar pieles de animal -vaca o toro- de tamaño suficiente para cubrir uno y otro lado del bombo. Ubé y sus hijos, muy aficionados a la tradición del tambor y el bombo en Semana Santa, dieron con ellas en Valencia, pero el material había venido de Suiza. "En el bombo no verá nadie ni una costura ni media", resalta el artesano.

Tampoco fue fácil trabajar con pieles tan grandes. Ubé tuvo que fabricar una bañera especial de madera donde poder mojarlas para que perdieran rigidez y obtuvieran las características necesarias. "Fue un capricho que me resultó caro. Quise darles gusto a mis hijos, que me propusieron construir el bombo más grande del mundo. Eso fue todo", concluye con gran modestia y cierta decepción.

Admite, no obstante, que, al final, la hazaña le ha traído compensaciones. Hace cinco años recibió un homenaje de todas las cofradías de Teruel, que le entregaron una placa conmemorativa. Además, se siente muy orgulloso de que su obra haya servido para dar renombre a su querida ciudad de Teruel. "Solo con ver la cantidad de fotos que la gente se hace junto al bombo cada Viernes Santo, tal día como hoy, ya me siento muy satisfecho", confiesa.

El bombo más grande del mundo, de 85 kilos de peso, duerme, curiosamente, en una de las calles más estrechas de Teruel, la de San Benito. Ubé tiene allí un taller con un altillo donde queda depositado el bombo cada año tras la Semana Santa. Son necesarias al menos seis personas para hacerlo descender hasta el suelo. Su sonido, al golpear las mazas sobre él, es atronador. Ubé sonríe. "Solo quise hacer algo bueno por Teruel", susurra mientras acaricia la enorme piel.

martes, 3 de febrero de 2009

Desde las estrellas

Hace poco dediqué una entrada del blog a mi primo, Miguel Ubé, presidente de ACTUEL, Asociación Astronómica Turolense, y que falleció siendo muy joven. Hoy vuelvo a recordarlo porque estaría feliz desde las estrellas al ver que sus ilusiones siguen adelante. En Teruel va a instalarse dentro de dos años uno de los mayores telescopios internacionales para analizar la energía oscura que, junto a la materia oscura, son la clave para estudiar el origen, forma y futuro del universo. Sólo la energía oscura es, según la NASA, el 70% de toda la energía observada en el Universo. Para la revista Science, la energía oscura es el asunto número 1 a resolver entre los 125 más interesantes de la ciencia actual.




El telescopio se situará en la sierra de Javalambre, en el Pico del Buitre (cerca de Arcos de Salinas), a 2.000 metros de altura. Uno de los puntos con menor contaminación lumínica de Europa. Precisamente llevará el nombre de ACTUEL. Todo el conjunto se enmarca en la creación del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón. La base de telecomunicaciones se instalará en Teruel, contará con un equipo de 50 científicos y será dirigido por Mariano Moles.

Seguro que Miguel les ayudará a construir esos "mapas del cielo" y seguirá con ilusión todos sus avances.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Turismo y homenaje




Hace unos años hicimos turismo por tierras extrañas. Esta foto en la que aparece el señor Ubé corresponde a...

Juguemos a adivinarla.

Pista: alguien rodó por ellas y murió.

HOMENAJE AL RENAULT ONDINE (ojo, ondine, no es el Gordini ni el Dauphine, ¿eh?)

Y por último un pequeño homenaje al primer coche de la familia, un renault ondine (nosotros lo llamábamos "ondini") que nos llevó todos los veranos a la playa, y que en su primer largo recorrido sufrimos su "bomba de agua que se rompe y se calienta cuando menos te lo esperas". Menos mal que la parada mayor fue en Arévalo, junto a un restaurante, y comimos como exploradores que acaban de salir de la selva tras años de estar perdidos en ella. El pobre ondine lo perdimos tras años en el chalet sin poder moverse y llenándose de hierbajos y herrumbre. Una pena, porque ahora lo guardaría como oro en paño. Aún tengo la placa de la matrícula, esa con los números y letras en relieve: TE 8146





miércoles, 30 de enero de 2008

Albadas, de Ana Ubé

El señor Ubé nos ha dejado este texto en su casillero. Me ha sorprendido porque no es ningún collage, pero como publico todo lo que me da lo pongo aquí para todos:



"Hoy, aunque ya debería haberlo hecho hace un tiempo, voy a promocionar un poco a la familia, en este caso a mi hermana, Ana Ubé. Se trata del libro recopilatorio de sus artículos periodísticos que fue publicando semanalmente todos los domingos en el Diario de Teruel. "Albadas" era como se titulaba su columna y así se llama su libro (Editorial Certeza, ISBN 978-84-96219-98-4), y en ellas recogía, desde su especial punto de vista, muchas cosas de nuestro Teruel. No voy a ser yo, que no soy objetivo, quien hable de ella. Prefiero citar al poeta Manuel Vilas que lo hace el prólogo.

"Ubé narra el tiempo, y lo hace usando la técnica leve del periodismo literario. Anota pequeñas noticias del vivir cotidiano, noticias que están o pueden estar en la mente de sus lectores, y trasciende esas noticias en ramas de poesía, en pequeñas flores que dan transcendencia al corazón.
...
La cotidianidad y la transcendencia es el tema fundamental de la prosa de Ubé. Como lo fue también en Pla. Y digo Pla porque muchas páginas de estas albadas me recuerdan al autor de `Las horas´."


Pues eso, si quieren conocer un poco ese Teruel que existe, de veras, pueden entenderlo un poco mejor con estas pequeñas píldoras literarias.

(Con cariño, para mi hermana Ana)

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Sin palabras


De momento estoy sin palabras, sin ideas, sin ganas... Espero que poco a poco recuperemos la sonrisa.

sábado, 27 de octubre de 2007

Tardes lluviosas de verano


Hoy estoy nostálgico. He descubierto (gracias a dadanoias por el enlace a manches|||solares) las imágenes de una de las barajas de mi infancia, cartas con las que pasábamos las tardes tormentosas y lluviosas de verano en las que no podíamos salir con la bicicleta, ni jugar a espadachines con muñecos hechos de canutos de cortinas en el huerto de mi abuelo. Tardes oscuras en el interior de la casa, con la leña acumulada y recogida deprisa entre las primeras gotas, grandes gotas, de la tormenta, y la chimenea encendida dando calor y llenando de imágenes fantasmagóricas la estancia. La vela de San Pedro encendida invocando su poder. Yo deseaba más y más relámpagos, truenos cada vez más fuertes y que durara hasta la noche, para seguir disfrutando de ella desde la cama, con los destellos colándose entre las rendijas de la persiana y el ruido de la lluvia en el suelo). Ay, pero que nostálgico me pone tener anginas, leñe.


Familia tirolesa



Familia mejicana


Familia india


Familia esquimal



Familia china


Familia árabe

Familia bantú

jueves, 25 de octubre de 2007

Miedos



¿Cosas que me dan miedo? Realmente sólo me dan miedo los humanos y sus acciones. Pero si hay que ir delimitando otros terrores me decanto por el que me provocan los muñecos. Los muñecos siempre me han dado miedo. Ahora es sólo desasosiego, pero todavía me imponen. Siempre creo que al dormirme abrirán sus ojos y me mirarán fíjamente, maquinando mil y una maldades...

La foto es mía. Se la hice a un muñeco de mi sobrina Victoria. De la serie que le hice, era ésta la que más pavor me daba. Por eso la pongo, hala.

"Sigue con anginas" Firmado: El equipo médico habitual y el Doctor Comansi, especialista en coscorrones de castañas.

martes, 22 de mayo de 2007

Lisboa



Seguimos amarrados (y no como un burro a la puerta del baile que cantaría, tiempo ha, El último de la fila) en Lisboa a la espera de noticias de la evolución del postoperatorio paterno. Ayer no fueron buenas las nuevas que nos llegaban vía telefónica. Fiebre, otra vez la sonda, radiografías y "tacs". Esperamos los resultados y aguantamos las ganas de zarpar con viento fresco. Además llueve y la melancolía inunda la cubierta y los corazones. Lisboa, "la ciudad donde acaba el mar y comienza la tierra" (cito a la famosa escritora y nóbel portuguesa Sara Mago). Urbe literaria en la que el cualquier momento te topas con la sombra de Pessoa y te quedas pasmado, sin aliento, apoyado en la pared de cualquier esquina mientras el viejo tranvía del Chiado rumia su eléctrica rutina, indiferente a los turistas. He dejado al Grumete Sebastián en una pequeña pensión del Barrio Alto. Él va a lo suyo, sin distraerse, ligando jovencitas con esa habilidad que dan los años y la brisa del mar adherida a su espalda canosa. Yo sigo fiel a mis costumbres y deposito mis cansados huesos en un hotelito de Cais do Sodré. Así riego mis sueños con los de otros marinos ilustres y menos ilustres que calmaron aquí su sed de tierra. Tomo mi café en el British, disfrutando de sus horas al revés y las bravatas de contrabandistas y literatos que han quedado pegadas en sus paredes; ah, y releo a Joyce, sólo por fastidiar a los lusos. Irlanda me parece otra Portugal, la Portugal del Norte.


Paseo hasta llegar a las librerías de la Rúa do Alecrim, revisando en sus viejas estanterías las viejas historias de los viejos libros de viejos autores. Allí también me topé con la sombra de Joâo de Deus, jugando a las damas con el sempiterno Pessoa (¡y ganando, voto a tal, que yo lo ví!). Y, cómo no, me acerco a ver al padre Tajo que, cansino pero sonriente llega orgasmático a su cópula con la mar océana. Lisboa me enamora. Será que tus mujeres son hermosas; será, será que el vino (de O Porto, aclaremos) me ha alegrado el corazón. Sea lo que sea, Lisboa me ata como madame en cueros, y me dejo fustigar por su saudade mientras suena por todo lo alto un fado perdedor en una furgoneta parada en un semáforo en rojo. De ese vehículo con pretensiones de bólido (como todos los automovilistas lusos, añado disfrazado de antropólogo), desciende con cordura de cariño, Angélica Morales, escritora de armas tomar (sables al vuelo cruzan imaginarios a su alrededor) que pasea sus entendederas viajeras invitada como embajadora de una literaria asociación del lejano Nogara. Hipnotizado por su mirada de Irina ultramontana, caigo a sus pies como esclavo de Corinto, estrecho de resistencias. "Soy la reina de las nubes. Cuando quieras... subes", me ha dicho con voz de cuentista suprema. De su mano recorremos calles cada vez más estrechas, laberintos sin minotauro pero repleto de colchas y toallas en los balcones. Fue allí, en Lisboa, donde se ensayó el fin del mundo, un lejano día de noviembre de 1755. Lisboa fue también infierno en un lejano 1988, bajo el cruel incendio que llenó noticiarios de recuerdos por minuto.



Ciudad-ensoñación, ciudad-fantasma, ciudad-laberinto, dijo alguien en una tesis doctoral que, con ceño intelectual, se ocupa de la Olisipografía, rama del saber dedicada en exclusiva a la ciudad de Lisboa. Llegamos al Cementerio de placeres recordado por Eça de Queiroz (allí el cielo azul, a pesar del vivo sol, parecía leve y remoto), mandarines asesinados en el atardecer rosado del puerto mientras dicen postreros epitafios: "No. No hay oro en la Rua du Ouro". Angélica me lleva por sus calles fúnebres elevando mis descompasadas carnes por nombres innombrables: Amalia Rodrigues, otra vez Fernando P., Cardoso Pires... Un gitano nos ofrece el autentico guante enlutado de Ana Ozores que, por arte de birlibirloque ha llegado a sus manos trashumantes. Regresamos unidos, fundidos, sostenidos como Pereira sabía. La noche en Lisboa es como vivir la noche dentro de una novela. Entre los brazos cálidos de Angélica sueño con futbolistas del Benfica: Álvaro de Campos (amoral izquierdo), Ricardo Reis (epicúreo derecho), Alberto Caeiro (pivote metafísico), António Nogueira (guardamenta gnóstico), Fernando Pessoa (literato centro). Pessoa, Pessoa, Pessoa... ¿Qué tendrá este hombre que tanto me fascina? ¿Será el gesto con el que hablan las sirenas? Ahora contemplo mis manos y, como él, tengo miedo de Dios. O de Angélica. ¿Acaso ella no es mi Dios verdadero?

viernes, 18 de mayo de 2007

Marabunta de noticias (novaĵoj plago)


Angélica Morales es "Irina", obra de Ubé en la
Sala de Exposiciones del Campus de Huesca.


Hay días en los que todo lo que tiene que pasar pasa. Y no de forma ordenada, no. Todo lo que tiene que pasar (incluso lo no previsto) se precipita hacia nosotros como si cayera de una pendiente del 20%. Lo principal, el susto de la operación de mi padre. Lo inesperado. La vida no programada. Menos mal que todo ha salido (así parece) bien. La precipitación de la noticia, el viaje relámpago, hospital, noche sin dormir, hace que ahora me encuentre en una especie de trance inexpresivo, un no sé qué, un qué sé yo. Mi depresión, que ya detectaba oficialmente como tal en los últimos días, se ha ido por la rendija de la puerta totalmente avergonzada. Somos así y no cambiaremos. Damos importancia a cosas que, analizadas, no merecen la pena. Pero la analítica y el ser humano parece que son cosas contraproducentes. Eso provoca en unos casos nuestra genialidad y en otros nuestra brutalidad. Somos así, señor marciano, perdónenos o extermínenos, pero esto es lo que hay.

Entre los bultos que ruedan descontrolados manchando el destino de este energúmeno había algunos vislumbrados con anterioridad. Ayer era el Día de Internet. Me pregunto si queda algún día en el año en el que no se celebre nada. Si fuera así lo celebrarían como el Día de la No Celebración, y ya no quedaría ninguno. ¿Qué se celebra el 29 de febrero? Podría ser el Día del Discernimiento (un saludo, Sr. Mameluko). Ese día se inauguraba la Sala de Exposiciones Virtual del Campus de Huesca en la que participo con una pequeña muestra de collages. Es curioso, seguiré llamándoles collages aunque haya cambiado las tijeras y la cola de pegar por el santo potochof. Es lo mismo. Los medios utilizados no dignifican a una obra de arte. Puede usted utilizar un bloque de mármol y no por ello ser Miguel Ángel. Puedo darle un hermoso lienzo de 2 x 3 m., y pinturrajear un bodegón que sin duda mejoraría la cola pintada de un elefante.

Ayer también, era el día de homenaje a José Antonio Román Ledo. Como el estado de mi padre era mejor pudimos ir a ver el acto y hoy regresaremos al hospital. Fue un acto muy emotivo, divertido (como el propio José Antonio) y concurrido. Participaron familiares (como su maravillosa esposa Elena), escritores y amigos. Hubo lectura de sus poemas y relatos. Su surrealismo y humor absurdo llegó a cumplirse hasta en una de ellas. Asistíamos Angélica Morales, Ricardo Vázquez Prada y el menda a la lectura de un relato en el que una afamada sexóloga habla de la masturbación y sus ventajas a un público compuesto en su mayoría por señoritas católicas de sesenta primaveras y monjas uniformadas; un relato sin duda jocoso y divertido pero que podría crear confusiones sacado de contexto, y delante de nosotros teníamos a... ¡una monja! y no de paisano, no, con su uniforme reglamentario y todo. No quiero pensar en su cara, si se le subiría el rubor a las mejillas o a otra parte de su cuerpo. Anécdotas aparte, el acto, repito, fue estupendo. Hubo actuaciones musicales como las del Grupo Montesolo, Ricardo Constante, etc., lectura de poemas por parte de la "primera actriz" del grupo Juglarías, emotivas palabras de Javier Aguirre, Antón Castro. Un poema casi sacado de los labios del propio Góngora por el propietario de "La Campana de los perdidos" (negro riguroso, escasas carnes, voz ronca de tabernero o capitán de los tercios, pierna inmovilizada como producto de una reyerta o guerra imaginaria), local que visitaba con frecuencia J.A. para ver actuaciones y ser él mismo una actuación... En fín, un homenaje sentido y una recomendación para leer sus obras. La última "Yogur Griego", publicada dos días antes de morir, es una verdadera joya. (editada por Certeza, dentro de la colección Cantela).

Me canso de teclear. Ya continuaré más tarde.

domingo, 1 de abril de 2007

Miguel Ubé Orenga



En memoria de mi primo, Miguel Ubé Orenga, presidente de la Asociación Astronómica Actuel (Teruel) y que ahora está más cerca de las estrellas.




Nuits brisées
Blaise Cendrars (1887-1961)


Je passe la plus grande partie de la nuit sur le pont
Les étoiles familières de nos latitudes penchent sur le ciel
L'étoile Polaire descend de plus en plus sur l'horizon nord
Orion - ma constellation - est au zénith
La voie lactée comme une fente lumineuse s'élargit chaque nuit
Le chariot est une petite brume
Le sud est de plus en plus noir devant nous
Et j'attends avec impatience l'apparition de la Croix du Sud à l'Est
Pour me faire patienter Vénus a doublé de grandeur et quintuplé d'éclat
Comme la lune elle fait une traînée sur la mer
Cette nuit j'ai vu tomber un bolide.


Noches estrelladas

Yo paso la mayor parte de la noche sobre el puente
Las estrellas cercanas de nuestras latitudes se inclinan inclinan sobre el cielo
La Estrella Polar desciende cada vez más sobre el horizonte norte
Orión- mi constelación- está en el cenit
La Vía Láctea como una hendidura luminosa se ensancha cada noche
La Osa es una pequeña bruma
El sur es cada vez más oscuro ante nosotros
Y yo aguardo con impaciencia la aparición de la Cruz del Sur al este
Para hacerme paciente Venus se hace doble de grandiosa y quíntuple de resplandor
como la luna ella deja una estela sobre el mar
Esta noche yo he visto caer un meteorito.

Versión de Damaris Calderón