"Todo pensamiento es fugitivo"
Descubrí la existencia de este lugar gracias a la lectura de Bomarzo de Manuel Mujica Láinez. Una obra sobre la vida del noble italiano del siglo XVI Pier Francesco Orsini, contrahecho, cínico e intrigante, y creador de un bosque de los monstruos en Bomarzo, una zona de influencia de la familia Orsini en Viterbo ( a unos 40 kilómetros de Roma). Manuel Mujica Láinez había descubierto el lugar con el pintor Miguel Ocampo y el poeta Guillermo Whitelow en 1958, y desde ese momento comenzó a pensar en esa narración en primera persona en el que se mezclan realidad y ficción.
Desde el momento en que conocí su existencia siempre desee visitar el lugar cuya construcción se describe con profusión en la obra, y finalmente en un viaje a Italia pude admirar este parque único y genial que Orsini construyó en memoria de su amada esposa Julia Farnese.
El Duque de Orsini le encargó el proyecto de obra a Pirro Ligorio,un arquitecto, pintor y diseñador de jardines que había concluido la Basílica de San Pedro en Roma, a la muerte de Miguel Ángel, y que sería el responsable de las excavaciones en Villa Adriana y el diseñador de las fuentes de Villa D'Este, una de sus obras maestras. Este zoológico repleto de animales imaginarios tardó treinta años en construirse.
A la muerte de Pier Francesco Orsini el parque pasó a la familia Lante, posteriormente al Príncipe Poniatowski y luego a un noble Borguese que lo vendió en 1940, en esa época el parque fue víctima del olvido y el abandono. Hasta que un día, tras la II Guerra Mundial Tina Severini Bettini lo descubrió paseando con su marido. Lo compró y comenzó a sacarlo del abandono y la destrucción. Dedicó su vida a restaurar este parque porque quería que volviese a ser la Villa de las Maravillas.
"Tú que entras aquí concentra tu mente y dime luego si tantas maravillas han sido hechas con engaño o con arte", puede leerse en la entrada de este parque lleno de simbolismos y enigmas que es objeto de continuos estudios y teorías múltiples.
En este parque van apareciendo la cabeza de Galuco sobre la que descansa en globo terráqueo, un mausoleo custodiado por una ninfa y un guerrero, dos figuras que representan la lucha de los gigantes Hércules y Caco, una enorme tortuga, una ballena, un caballo alado, un dragón, una casa inclinada o el elefante gigante, todas ellas esculpidas aprovechando la piedra volcánica originaría del lugar. Si viajáis a Roma no dejéis de visitar este parque nacido de la imaginación de los hombres y acaso de sus pesadillas.