La Primavera Árabe y sus perspectivas regionales e internacionales: una publicación científica y de análisis político, 2018, ISBN 978-84-949023-0-7, págs. 105-116, 2018
El desenlace de un largo proceso… A finales der la pasada semana, la fiscalía de Estambul ordenó ... more El desenlace de un largo proceso… A finales der la pasada semana, la fiscalía de Estambul ordenó la detención y el encarcelamiento de 210 personas acusadas de haber participado en los preparativos del golpe militar de 2016. Entre los sospechosos figuraban miembros de las fuerzas armadas: ejército de tierra, marina, aviación y guardia costera, así como oficiales de la gendarmería y otros cuerpos de la seguridad del Estado, acusados de pertenecer a la organización "terrorista" creada y liderada por el clérigo Fetullah Gulen, ex aliado del Presidente Erdogan, que vive en el exilio desde 1999. Gulen negó en reiteradas ocasiones su participación en los preparativos de la intentona. Los detenidos fueron identificados a través de grabaciones de llamadas telefónicas efectuadas por los servicios de inteligencia militar. Actualmente, hay más de 77,000 personas detenidas por su presunta participación en el golpe de Estado. Al parecer, la fiscalía cuenta con una larga lista de "sospechosos" que suponen una amenaza para la seguridad nacional, cuyo arresto es inminente.. Conviene recordar que desde el verano de 2016, las autoridades turcas suspendieron o despidieron a alrededor de 150.000 funcionarios públicos y militares supuestamente adscritos a las redes de Gülen. Sabido es que los aliados occidentales de Turquía, país miembro de la Alianza Atlántica, han criticado las medidas represivas decretadas por Ankara, insinuando que Erdogan trata de usar el golpe como coartada para deshacerse de detractores o testigos molestos. La cierto es que la guerra fratricida contra el popular clérigo desterrado ha causado demasiadas victimas. Una situación ésta que generó un hondo malestar en el seno del oficialista Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP), agrupación fundada por el propio Erdogan escasos meses antes de alzarse con la victoria en las elecciones legislativas celebradas en noviembre de 2002. Nace un nuevo partido político El solemne comunicado de la fiscalía de Estambul eclipsó la de la creación de un nuevo partido político, facilitada casi paralelamente por la prensa de oposición. La nueva agrupación, Yeni Parti (Nuevo Partido), fue fundada por tres veteranos del AKP, pilares de la política nacional y antiguos compañeros de camino de Tayyip Recep Erdogan. Se trata de Ahmet Davutoglu, antiguo primer ministro y jefe de la diplomacia turca, Abdullah Gül, antiguo Presidente de la República y Ali Babacan, exministro de Economía y de Asuntos Exteriores. Los tres compartieron las horas bajas y los momentos de gloria del "sultán"; los tres fueron marginados o desterrados de la política por sus desavenencias con el actual Presidente de la República.
Después de haber anunciado la compra del sistema ruso de defensa antiaérea S-400, el ejército tur... more Después de haber anunciado la compra del sistema ruso de defensa antiaérea S-400, el ejército turco da a conocer la probable adquisición de aviones de combate Su-35 o Su-57, también rusos. Estos anuncios pueden ser el preludio de una salida turca de la OTAN. Este especialista rumano en temas militares estima que Ankara está conformando su propia alianza militar con Qatar e Irán, alianza que se basaría en una visión común del islam como fuerza política. La decisión turca de comprar el sistema antiaéreo ruso S-400, parece haber puesto fin a la diplomacia secreta estadounidense. Washington reaccionó bloqueando la entrega a Turquía del nuevo avión de guerra estadounidense F-35, a pesar de que Turquía era uno de sus socios en la concepción y fabricación de esa aeronave. El hecho es que Turquía había adelantado fondos para tener acceso a la tecnología del F-35. Estados Unidos se opone rotundamente a que Turquía compre el sistema antiaéreo ruso S-400, principalmente porque Washington estima que esa compra de armamento ruso se haría en detrimento de los misiles antiaéreos estadounidenses Patriot. Los nuevos jefes militares turcos, seleccionados entre los que no se formaron en Estados Unidos, se pronuncian por la compra del sistema antiaéreo ruso porque es lo que corresponde en aras de garantizar la seguridad de Turquía. Los militares turcos no han olvidado la agresividad de ciertos aliados del «gran amigo» que orquestó el golpe militar en Turquía [en 2016], por supuesto, en nombre de la «democracia». Desde hace algunos años estamos asistiendo a un claro enfrentamiento diplomático de Turquía con Estados Unidos y con los aliados de este último país. El año pasado Turquía arremetió contra Arabia Saudita con la publicación de los detalles sobre el asesinato de Jamal Kashoggi. Luego, cuando Estados Unidos decidió anular la entrega del F-35, decisión que Turquía ya esperaba, Ankara respondió poniendo en juego sus relaciones con Washington. El ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, anunció que si Estados Unidos cancelaba la venta de los F-35, Turquía compraría aviones de la más alta tecnología en otra parte y mencionó concretamente dos alternativas: los Su-35 o los Su-57 rusos. Esto sentaría un precedente absoluto ya que sería la primera vez que Rusia vende una tecnología militar tan avanzada a un país miembro de la OTAN. ¿Será que Vladimir Putin es tan ingenuo que está poniendo en manos de sus enemigos su tecnología más avanzada? Si logra sacar a Turquía de la esfera de influencia de Estados Unidos, puede decirse que valdría la pena. El reciente encuentro entre Putin y Erdogan es el tercero que han celebrado los dos presidentes desde el inicio de 2019 y el acercamiento ruso-turco, iniciado a finales de 2014, se aceleró sensiblemente después del fallido intento de golpe de Estado contra Erdogan, en 2016. Volvamos a aquel golpe de Estado, que incluía el asesinato del presidente Erdogan y que fue un intento desesperado de eliminar a un adversario de Estados Unidos. Parece que horas antes
Si se pretende esbozar un panorama global de las relaciones entre las dos cuencas del Mediterráne... more Si se pretende esbozar un panorama global de las relaciones entre las dos cuencas del Mediterráneo cinco años después de la celebración de la Conferencia Interministerial de Barcelona, se llega fácilmente a una conclusión esquemática: el marco de la cooperación interregional Norte -Sur sigue ensombrecido por numerosos factores que entorpecen la buena marcha del proceso integrador. De hecho, fisuras culturales detectadas tras el resurgir, durante las pasadas décadas, de los movimientos islamistas y acentuadas por la participación de los países de Europa occidental en la Guerra del Golfo, continúan afectado las relaciones entre Oriente y Occidente. Por otra parte, el estancamiento durante casi un lustro del proceso de paz de Oriente Medio, coincidente con la llegada al poder del conservador Benjamín Netanyahu y/o los altibajos del Gabinete liderado por Ehud Barak, ha incidido a su vez de manera negativa sobre la aplicación de las medidas adoptadas en Barcelona, traduciéndose por el fracaso de las reuniones ministeriales de Malta y Marsella. Finalmente, la aparición de nuevos focos perturbadores en la región de los Balcanes (Kosovo, Albania), espacio geopolítico eliminado deliberadamente por "los quince" del mapa euromediterráneo diseñado en la capital catalana, ha puesto en tela de juicio la validez de las prácticas excluyentes. Esta visión, aparentemente negativa, no significa en absoluto que el balance provisional del proceso de Barcelona comparta el mismo signo. En efecto, lo que pretende demostrar a continuación es que, pese a una serie de obstáculos ya existentes o que surgieron de improviso, la dinámica que se impuso desde la aprobación de la Declaración de Barcelona ha logrado superar los titubeos y la suspicacia que constituyeron el común denominador de la primera etapa de esta incipiente asociación, llamada a desembocar, de aquí a diez años, en la creación de una gran zona de paz y estabilidad, basada en el libre cambio inter e intrarregional. Para comprender esta problemática, es preciso hacer un breve repaso de los antecedentes históricos que llevaron a la materialización de la iniciativa de Barcelona.
La celebración de la Conferencia Euromediterránea de Barcelona ha vuelto a plantear una serie de ... more La celebración de la Conferencia Euromediterránea de Barcelona ha vuelto a plantear una serie de interrogantes acerca de la postura de los Estados de la cuenca Sur frente a la Política Mediterránea Renovada de la Unión Europea y, más concretamente, frente a la reciente iniciativa de asociación ideada por la Comisión Europea. Dicha propuesta contempla la posibilidad de crear, de aquí al año 2010, un espacio de libre cambio que abarque las dos cuencas del Mare Nostrum; un espacio de paz y de estabilidad política, de bienestar material, de cooperación cultural y científica. Una zona que, reconozcámoslo, debería mantener un ya de por sí frágil equilibrio Norte-Sur tras la esperada e inevitable ampliación de la UE hacia el Este europeo. La tentación mediterránea de las instituciones comunitarias ha tropezado siempre con un sinfín de obstáculos. Al tratar de mirar hacia el Sur, Occidente se ha encontrado con los viejos condicionamientos etnocentristas, con temores, con reticencias. El diálogo euro-árabe, iniciado en la década de los 70, fracasó después de su institucionalización. La iniciativa hispano-italiana de celebrar una Conferencia de Seguridad y Cooperación en el Mediterráneo (CSCM) resultó a su vez inoportuna, al coincidir con la crisis generada por la ocupación de Kuwait. Tampoco alcanzaron su meta los proyectos destinados a crear organismos de seguridad regional -"Grupo 5+5", "Foro mediterráneo", etc. El proyecto de "asociación euro-mediterránea" surgió en 1992. Pero hubo que esperar hasta octubre de 1994 para que la Comisión dé luz verde a la publicación del primer documento, modificado en reiteradas ocasiones a raíz de los cambios registrados en Europa y el Norte de África tras la caída del muro de Berlín. La iniciativa contempla la puesta en marcha de una política de desarrollo compartido, en la cual los Estados miembros de la UE asumirían el papel de "locomotora". Incumbe, sin embargo, a los Países Terceros Mediterráneos (PTM) escoger sus propias opciones económicas y sociales. Hay quien estima que la propuesta de asociación de la UE llega demasiado tarde y que sus autores, conscientes de la existencia de intereses comunes entre los pueblos de la región y persuadidos de la necesidad de reforzar los lazos entre el Norte y el Sur, se han limitado, sin embargo, a redactar una amplia relación de temas que, si bien interesan a la mayoría de los países, no recoge las preocupaciones básicas de los Estados de la cuenca meridional. En efecto, la iniciativa de Bruselas, que descarta la posibilidad de aplicar las ventajas del libre cambio a los productos agrícolas procedentes del Sur, elude el conflictivo tema de la libre circulación de personas, exigencia sine qua non de los Estados de Norte de África y Oriente Medio emisores de mano de obra, incapaces de afrontar en solitario las repercusiones de la expansión demográfica. Cabe preguntarse, pues ¿existe un común denominador en la postura de los países de la cuenca Sur frente a la iniciativa de Bruselas? ¿Es el diálogo euro-mediterráneo una simple reedición de la Conferencia de Helsinki? Una primera constatación de impone: en el caso de la reunión de Barcelona, no nos hallamos ante dos bloques homogéneos. Frente a la cohesión de los quince socios comunitarios, surgen varios grupos y subgrupos de países, que no defienden intereses convergentes. Así pues, los tres candidatos a la adhesión a la UE, Chipre, Malta y Turquía, hacen hincapié en su condición de futuros miembros de las instituciones comunitarias. Israel y Túnez, Estados que han firmado acuerdos de libre cambio con Bruselas, procuran distanciarse del resto de los invitados a la Conferencia, recordando también su estatuto
Adrián Mac Liman, president of the CIEM and founding member of the Paneuropean Centre of Masonic ... more Adrián Mac Liman, president of the CIEM and founding member of the Paneuropean Centre of Masonic Studies and Research endeavours to offer a detailed view of the evolution of our august Order in countries of the old socialist camp or, as in the case of Serbia, submitted to authoritarian government systems. The work closes referring to the changes that took place in Eastern Europe after the fall of the Berlin Wall.
La Primavera Árabe y sus perspectivas regionales e internacionales: una publicación científica y de análisis político, 2018, ISBN 978-84-949023-0-7, págs. 105-116, 2018
El desenlace de un largo proceso… A finales der la pasada semana, la fiscalía de Estambul ordenó ... more El desenlace de un largo proceso… A finales der la pasada semana, la fiscalía de Estambul ordenó la detención y el encarcelamiento de 210 personas acusadas de haber participado en los preparativos del golpe militar de 2016. Entre los sospechosos figuraban miembros de las fuerzas armadas: ejército de tierra, marina, aviación y guardia costera, así como oficiales de la gendarmería y otros cuerpos de la seguridad del Estado, acusados de pertenecer a la organización "terrorista" creada y liderada por el clérigo Fetullah Gulen, ex aliado del Presidente Erdogan, que vive en el exilio desde 1999. Gulen negó en reiteradas ocasiones su participación en los preparativos de la intentona. Los detenidos fueron identificados a través de grabaciones de llamadas telefónicas efectuadas por los servicios de inteligencia militar. Actualmente, hay más de 77,000 personas detenidas por su presunta participación en el golpe de Estado. Al parecer, la fiscalía cuenta con una larga lista de "sospechosos" que suponen una amenaza para la seguridad nacional, cuyo arresto es inminente.. Conviene recordar que desde el verano de 2016, las autoridades turcas suspendieron o despidieron a alrededor de 150.000 funcionarios públicos y militares supuestamente adscritos a las redes de Gülen. Sabido es que los aliados occidentales de Turquía, país miembro de la Alianza Atlántica, han criticado las medidas represivas decretadas por Ankara, insinuando que Erdogan trata de usar el golpe como coartada para deshacerse de detractores o testigos molestos. La cierto es que la guerra fratricida contra el popular clérigo desterrado ha causado demasiadas victimas. Una situación ésta que generó un hondo malestar en el seno del oficialista Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP), agrupación fundada por el propio Erdogan escasos meses antes de alzarse con la victoria en las elecciones legislativas celebradas en noviembre de 2002. Nace un nuevo partido político El solemne comunicado de la fiscalía de Estambul eclipsó la de la creación de un nuevo partido político, facilitada casi paralelamente por la prensa de oposición. La nueva agrupación, Yeni Parti (Nuevo Partido), fue fundada por tres veteranos del AKP, pilares de la política nacional y antiguos compañeros de camino de Tayyip Recep Erdogan. Se trata de Ahmet Davutoglu, antiguo primer ministro y jefe de la diplomacia turca, Abdullah Gül, antiguo Presidente de la República y Ali Babacan, exministro de Economía y de Asuntos Exteriores. Los tres compartieron las horas bajas y los momentos de gloria del "sultán"; los tres fueron marginados o desterrados de la política por sus desavenencias con el actual Presidente de la República.
Después de haber anunciado la compra del sistema ruso de defensa antiaérea S-400, el ejército tur... more Después de haber anunciado la compra del sistema ruso de defensa antiaérea S-400, el ejército turco da a conocer la probable adquisición de aviones de combate Su-35 o Su-57, también rusos. Estos anuncios pueden ser el preludio de una salida turca de la OTAN. Este especialista rumano en temas militares estima que Ankara está conformando su propia alianza militar con Qatar e Irán, alianza que se basaría en una visión común del islam como fuerza política. La decisión turca de comprar el sistema antiaéreo ruso S-400, parece haber puesto fin a la diplomacia secreta estadounidense. Washington reaccionó bloqueando la entrega a Turquía del nuevo avión de guerra estadounidense F-35, a pesar de que Turquía era uno de sus socios en la concepción y fabricación de esa aeronave. El hecho es que Turquía había adelantado fondos para tener acceso a la tecnología del F-35. Estados Unidos se opone rotundamente a que Turquía compre el sistema antiaéreo ruso S-400, principalmente porque Washington estima que esa compra de armamento ruso se haría en detrimento de los misiles antiaéreos estadounidenses Patriot. Los nuevos jefes militares turcos, seleccionados entre los que no se formaron en Estados Unidos, se pronuncian por la compra del sistema antiaéreo ruso porque es lo que corresponde en aras de garantizar la seguridad de Turquía. Los militares turcos no han olvidado la agresividad de ciertos aliados del «gran amigo» que orquestó el golpe militar en Turquía [en 2016], por supuesto, en nombre de la «democracia». Desde hace algunos años estamos asistiendo a un claro enfrentamiento diplomático de Turquía con Estados Unidos y con los aliados de este último país. El año pasado Turquía arremetió contra Arabia Saudita con la publicación de los detalles sobre el asesinato de Jamal Kashoggi. Luego, cuando Estados Unidos decidió anular la entrega del F-35, decisión que Turquía ya esperaba, Ankara respondió poniendo en juego sus relaciones con Washington. El ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, anunció que si Estados Unidos cancelaba la venta de los F-35, Turquía compraría aviones de la más alta tecnología en otra parte y mencionó concretamente dos alternativas: los Su-35 o los Su-57 rusos. Esto sentaría un precedente absoluto ya que sería la primera vez que Rusia vende una tecnología militar tan avanzada a un país miembro de la OTAN. ¿Será que Vladimir Putin es tan ingenuo que está poniendo en manos de sus enemigos su tecnología más avanzada? Si logra sacar a Turquía de la esfera de influencia de Estados Unidos, puede decirse que valdría la pena. El reciente encuentro entre Putin y Erdogan es el tercero que han celebrado los dos presidentes desde el inicio de 2019 y el acercamiento ruso-turco, iniciado a finales de 2014, se aceleró sensiblemente después del fallido intento de golpe de Estado contra Erdogan, en 2016. Volvamos a aquel golpe de Estado, que incluía el asesinato del presidente Erdogan y que fue un intento desesperado de eliminar a un adversario de Estados Unidos. Parece que horas antes
Si se pretende esbozar un panorama global de las relaciones entre las dos cuencas del Mediterráne... more Si se pretende esbozar un panorama global de las relaciones entre las dos cuencas del Mediterráneo cinco años después de la celebración de la Conferencia Interministerial de Barcelona, se llega fácilmente a una conclusión esquemática: el marco de la cooperación interregional Norte -Sur sigue ensombrecido por numerosos factores que entorpecen la buena marcha del proceso integrador. De hecho, fisuras culturales detectadas tras el resurgir, durante las pasadas décadas, de los movimientos islamistas y acentuadas por la participación de los países de Europa occidental en la Guerra del Golfo, continúan afectado las relaciones entre Oriente y Occidente. Por otra parte, el estancamiento durante casi un lustro del proceso de paz de Oriente Medio, coincidente con la llegada al poder del conservador Benjamín Netanyahu y/o los altibajos del Gabinete liderado por Ehud Barak, ha incidido a su vez de manera negativa sobre la aplicación de las medidas adoptadas en Barcelona, traduciéndose por el fracaso de las reuniones ministeriales de Malta y Marsella. Finalmente, la aparición de nuevos focos perturbadores en la región de los Balcanes (Kosovo, Albania), espacio geopolítico eliminado deliberadamente por "los quince" del mapa euromediterráneo diseñado en la capital catalana, ha puesto en tela de juicio la validez de las prácticas excluyentes. Esta visión, aparentemente negativa, no significa en absoluto que el balance provisional del proceso de Barcelona comparta el mismo signo. En efecto, lo que pretende demostrar a continuación es que, pese a una serie de obstáculos ya existentes o que surgieron de improviso, la dinámica que se impuso desde la aprobación de la Declaración de Barcelona ha logrado superar los titubeos y la suspicacia que constituyeron el común denominador de la primera etapa de esta incipiente asociación, llamada a desembocar, de aquí a diez años, en la creación de una gran zona de paz y estabilidad, basada en el libre cambio inter e intrarregional. Para comprender esta problemática, es preciso hacer un breve repaso de los antecedentes históricos que llevaron a la materialización de la iniciativa de Barcelona.
La celebración de la Conferencia Euromediterránea de Barcelona ha vuelto a plantear una serie de ... more La celebración de la Conferencia Euromediterránea de Barcelona ha vuelto a plantear una serie de interrogantes acerca de la postura de los Estados de la cuenca Sur frente a la Política Mediterránea Renovada de la Unión Europea y, más concretamente, frente a la reciente iniciativa de asociación ideada por la Comisión Europea. Dicha propuesta contempla la posibilidad de crear, de aquí al año 2010, un espacio de libre cambio que abarque las dos cuencas del Mare Nostrum; un espacio de paz y de estabilidad política, de bienestar material, de cooperación cultural y científica. Una zona que, reconozcámoslo, debería mantener un ya de por sí frágil equilibrio Norte-Sur tras la esperada e inevitable ampliación de la UE hacia el Este europeo. La tentación mediterránea de las instituciones comunitarias ha tropezado siempre con un sinfín de obstáculos. Al tratar de mirar hacia el Sur, Occidente se ha encontrado con los viejos condicionamientos etnocentristas, con temores, con reticencias. El diálogo euro-árabe, iniciado en la década de los 70, fracasó después de su institucionalización. La iniciativa hispano-italiana de celebrar una Conferencia de Seguridad y Cooperación en el Mediterráneo (CSCM) resultó a su vez inoportuna, al coincidir con la crisis generada por la ocupación de Kuwait. Tampoco alcanzaron su meta los proyectos destinados a crear organismos de seguridad regional -"Grupo 5+5", "Foro mediterráneo", etc. El proyecto de "asociación euro-mediterránea" surgió en 1992. Pero hubo que esperar hasta octubre de 1994 para que la Comisión dé luz verde a la publicación del primer documento, modificado en reiteradas ocasiones a raíz de los cambios registrados en Europa y el Norte de África tras la caída del muro de Berlín. La iniciativa contempla la puesta en marcha de una política de desarrollo compartido, en la cual los Estados miembros de la UE asumirían el papel de "locomotora". Incumbe, sin embargo, a los Países Terceros Mediterráneos (PTM) escoger sus propias opciones económicas y sociales. Hay quien estima que la propuesta de asociación de la UE llega demasiado tarde y que sus autores, conscientes de la existencia de intereses comunes entre los pueblos de la región y persuadidos de la necesidad de reforzar los lazos entre el Norte y el Sur, se han limitado, sin embargo, a redactar una amplia relación de temas que, si bien interesan a la mayoría de los países, no recoge las preocupaciones básicas de los Estados de la cuenca meridional. En efecto, la iniciativa de Bruselas, que descarta la posibilidad de aplicar las ventajas del libre cambio a los productos agrícolas procedentes del Sur, elude el conflictivo tema de la libre circulación de personas, exigencia sine qua non de los Estados de Norte de África y Oriente Medio emisores de mano de obra, incapaces de afrontar en solitario las repercusiones de la expansión demográfica. Cabe preguntarse, pues ¿existe un común denominador en la postura de los países de la cuenca Sur frente a la iniciativa de Bruselas? ¿Es el diálogo euro-mediterráneo una simple reedición de la Conferencia de Helsinki? Una primera constatación de impone: en el caso de la reunión de Barcelona, no nos hallamos ante dos bloques homogéneos. Frente a la cohesión de los quince socios comunitarios, surgen varios grupos y subgrupos de países, que no defienden intereses convergentes. Así pues, los tres candidatos a la adhesión a la UE, Chipre, Malta y Turquía, hacen hincapié en su condición de futuros miembros de las instituciones comunitarias. Israel y Túnez, Estados que han firmado acuerdos de libre cambio con Bruselas, procuran distanciarse del resto de los invitados a la Conferencia, recordando también su estatuto
Adrián Mac Liman, president of the CIEM and founding member of the Paneuropean Centre of Masonic ... more Adrián Mac Liman, president of the CIEM and founding member of the Paneuropean Centre of Masonic Studies and Research endeavours to offer a detailed view of the evolution of our august Order in countries of the old socialist camp or, as in the case of Serbia, submitted to authoritarian government systems. The work closes referring to the changes that took place in Eastern Europe after the fall of the Berlin Wall.
La caída del Muro de Berlín, en noviembre de 1989, y el consiguiente desmembramiento del llamado ... more La caída del Muro de Berlín, en noviembre de 1989, y el consiguiente desmembramiento del llamado campo socialista creó las condiciones necesarias para la vuelta de la Orden masónica a los países del Este europeo. Huelga decir que el proceso, que aparentemente iba a ser largo y penoso, discreto y pausado, se precipitó tras los primeros intentos de normalización del panorama iniciático. Y ello, por múltiples razones, sean éstas intuidas o confesadas. Si bien en algunos casos se trataba de proceder al levantamiento de columnas en países donde la tradición había sido totalmente eliminada por regímenes totalitarios, en otros se procedió al "re-encendido" de las luces, jamás extintas durante la dictadura comunista.
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