Hecha la recomendación, lo primero que hay que decir es que ésta es probablemente la mejor película sobre fútbol jamás hecha. El cineasta Tom Hooper, quien al año siguiente dirigió El discurso del Rey, cuenta la historia del entrenador inglés Brian Clough, mítico tanto por no saber callarse nunca como por sus logros deportivos, impulsados por la inteligencia y el apoyo de su mano derecha, Peter Taylor, y por su intensa rivalidad con el también entrenador Don Revie.
Mediante saltos en el tiempo un genial Michael Sheen muestra a un joven Brian Clough que entrena a un equipo de Segunda División. Siempre obstinado y bocazas, se le atraviesa Don Revie, entrenador durante muchos años del invencible Leeds United. Desde entonces Clough no para hasta llevar a su equipo a Primera División para competir cara a cara con el United, o más bien con Don Revie.
La desmedida ambición de Clough y sus ansias por ser mejor que Revie acaban creándole problemas como los enfrentamientos con el presidente del club, el alcoholismo o la separación profesional de su segundo entrenador, Peter Taylor. Michael Sheen escenifica perfectamente cómo Clough se va dando cuenta por sus fracasos de los errores que ha cometido, guiado por el orgullo y la prepotencia, y cómo vuelve a levantarse y a llevar a los equipos que dirige a lo más alto.
También se muestran a la perfección los entresijos de un club de fútbol: los jugadores que crean mal ambiente y ponen al entrenador contra las cuerdas, la brutalidad en el juego que no siempre es sancionada, los entrenadores con ínfulas de grandeza, ávidos de poder para manejar el club a su antojo... Todo ello es definitivamente realista, muy similar al panorama futbolístico actual, tanto español como inglés.
NOTA: 9/10