Psi FP

Descargar como pptx, pdf o txt
Descargar como pptx, pdf o txt
Está en la página 1de 10

Sin duda, tu coraza te

protege de la persona
que quiere destruirte.
Es más común de lo que parece haber pensado
alguna vez; “no puedo más”, “ojalá esto
termine”, “para vivir así, mejor no vivir” …
El sufrimiento forma parte de la vida, al igual que
no existe el día sin la noche, no existe la alegría
sin el dolor.

El sufrimiento es inherente al ser humano, y es


por ello, que debemos aprender a convivir con él,
a gestionarlo, a transitarlo, a mirar hacia dentro.
Y no sólo por nosotros mismos, sino también por
aquellas personas que necesitan que estemos
cerca, y que sufren, como nosotros lo hacemos
porque nos aman y muchas veces no saben
como ayudarnos.
El suicidio es el resultado de un terrible
sufrimiento emocional interno. Nadie quiere morir,
ni siquiera las personas que se suicidan.
Pero lamentablemente muchas veces las personas que transitan este dolor
tan terrible piensan en su desesperación que la muerte puede significar
descanso, fin del dolor y déjame decirte que nada más lejos de la realidad.
La muerte jamás será una solución a ningún problema, dolor, circunstancia
que estés atravesando.
¿Imagínate un autobús, un autobús en el que tú eres
la conductora.
Dicho autobús solo tiene una puerta de entrada, y los
pasajeros no son otros que tus pensamientos,
recuerdos, sentimientos, sensaciones… todas esas
cosas que cada uno tiene en su propia vida.
Pues bien, algunos de esos pasajeros son
desagradables y peligrosos. Y parece que ellos no
quieren ir por donde tú los llevas.
Así que te empiezan a amenazar. Te dicen que si no
sigues sus instrucciones, vendrán desde el fondo del
autobús y se pondrán a tu lado a molestarte,
insultarte y pegarte.
Al final entre las amenazas y las pocas ganas
que tienes de ver a esos pasajeros, acabas
cediendo. Incluso estableces un trato con ellos
“Vosotros os quedáis en el fondo del autobús,
sin molestar, así no os veo, y si lo hacéis os
llevaré por donde digáis”.
Al cabo de un tiempo te planteas qué sentido
tiene ser la conductora de un autobús, si los
pasajeros te dicen por dónde tienes que ir. Así
que te plantas. Frenas el autobús, te giras y
dices “¡Estoy harta! ¡No me gusta esto! ¡Fuera
“Los pasajeros se resisten y no puedes bajarlos del
autobús. Así que, resignada, vuelves a tu asiento y
conduces por donde ellos te mandan para no evitar el
enfrentamiento. Al final, llega un día en el que te das
cuenta de que sabes tan bien por donde quieren que
vayas, que no hace falta ni que te lo digan.
Es muy difícil para ti aceptar la derrota, así que
empiezas a justificar tu ruta, diciéndote que esta es el
único camino posible, olvidando realmente el motivo por
el cual la sigues.
Al final, con el paso del tiempo… acabas olvidando
incluso la presencia de todos aquellos pasajeros
indeseados en tu autobús. Pero descuida, ellos siguen
¿Qué son los pensamientos intrusivos?
¿Te sentiste identificada con lo que leiste? En esta metáfora
se refleja como los pensamientos y sentimientos
desagradables han ido tomando el control del volante, no
siendo consciente de que han ido subiendo a tu vida, y les
has cedido un asiento en tu autobús.

Los pensamientos intrusivos son ideas o


imágenes no deseadas, involuntarias, que llegan
de manera espontánea a la mente, y pueden ser
tanto agradables como desagradables.

Este pensamiento o idea puede volverse una


obsesión, ser angustiante o molesto, y puede
sentirse difícil de manejar o eliminar. Quienes
los experimentan temen que puedan cometer
Como nuestra mente siempre está en funcionamiento, la idea no es
tratar de eliminar estos pensamientos, sino de entender qué nos
quieren decir, para qué aparecen, y bajar el volumen de aquellos
que nos generan malestar.

Algunos ejemplos de pensamientos intrusivos pueden ser:

• Aquellos que comienzan con los famosos “tengo que”.

• Recuerdos de una situación sensible, dolorosa o en la que sentiste


vergüenza.

• Preocupaciones por tu salud o la de una persona que quieres.

Estos pensamientos intrusivos, tienen la característica común de


que también son irracionales, esto quiere decir, que se basan en
nuestra percepción de la realidad, pero no en la realidad en sí
misma. En psicología, a estos pensamientos irracionales también se
Ahora bien, ¿qué se puede hacer
con estos pensamientos?
1. Hacerlos conscientes: busca algo que te pueda traer al presente
cuando sientas que estás dejando de conducir tu autobús, quizá poder
usar alguna frase como: “para, este pensamiento no es racional”
2. Escribe sobre ellos: anota tus pensamientos como si se trataran de
una lista de las compras, saber que podrás hacerte cargo de ellos,
aunque no sea en ese momento, te generará sensación de calma y
control.
3. Acéptalos: desde la escucha para saber qué hay detrás de ellos, y así
responderles. Puede que un “no valgo para nada”, esté pidiéndonos que
trabajemos en nuestra autoestima. Recuerda que no eres tus
pensamientos, sino que ellos te pueden ayudar a construirte de una
manera más saludable, si logramos escucharlos bien.
4. Trabaja en el autoconocimiento: conocer qué situaciones nos
generan más malestar, podrá ayudarnos a disminuir esa voz interna
que nos genera sensación de ineficacia frente ellas.
5. Haz ejercicio: no sólo beneficia a nuestro cuerpo, sino que también
tiene muchos beneficios para nuestra mente. Cuando estamos
inmersas en un círculo vicioso de pensamientos intrusivos, hacer
ejercicio físico es una manera de salir de él. Ya que nos facilita cambiar
el foco de atención; de los pensamientos a la actividad física. Además,
el ejercicio físico aumenta los niveles de noradrenalina y serotonina,
hormonas que se relacionan con mejoras en las funciones ejecutivas.
6 Busca actividades que no impliquen “pensar”: Sino más bien
sentir. Algún ejemplo de ellas puede ser: pintar mándalas, escuchar
música, pintar, dibujar, etc.

También podría gustarte