Copia de CABEZA Y CUELLO

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NOS DE
CABEZA Y
CUELLO
EQUIPO 5:
HERNANDEZ ECHAVARRIA JONATHA AXEL
LOPEZ RAMIREZ KAREN PAOLA
MARTINEZ NORIEGA JAVIER ALDAIR
ROCHA SANCHEZ ARNOLDO
• La cabeza y el cuello constituyen una región anatómica
compleja en la que diferentes procesos patológicos
pueden afectar la capacidad de una persona de ver,
oler, oír, hablar, ingerir alimentos y líquidos o respirar.
Padecimientos
benignos de la
cabeza y el cuello
Infecciones del oído

• Las infecciones pueden lesionar los oídos externo,


medio o interno.
• En cada uno de estos casos, la infección puede seguir
un curso agudo o crónico y acompañarse de
complicaciones otológicas e intracraneales.
• La expresión otitis externa se refiere de manera
característica a la infección de la piel del conducto
auditivo externo.
• Los signos y síntomas de la otitis externa incluyen
prurito durante las fases iniciales y dolor con
tumefacción de los tejidos blandos del conducto
conforme avanza la infección.
• En su fase aguda, la otitis media representa de manera característica una infección
bacteriana del oído medio.
• Este diagnóstico origina 25% de todas las prescripciones de antibióticos y es la infección
bacteriana más común en la niñez.
• Los factores contribuyentes incluyen infección viral de las vías respiratorias superiores y
asistencia a guarderías, así como padecimientos craneofaciales que alteran la función de la
trompa de Eustaquio, como paladar hendido.
• La clasificación de la infección como aguda se basa en una duración del proceso < 3
semanas.
• En esta fase, los síntomas más comunes son otalgia y fiebre y la exploración física muestra
una membrana timpánica opaca y abultada

Infecciones del oído


Enfermedades inflamatorias de los senos paranasales

• La sinusitis es un diagnóstico clínico que se basa


en los signos y síntomas del paciente.
• Para establecer este diagnóstico, el paciente
debe presentar cuando menos dos factores
mayores o uno mayor y dos menores.
• La clasificación de la sinusitis en aguda, en
comparación con subaguda o crónica, se basa
en el tiempo durante el cual se cumplen esos
criterios.
• Si existen signos y síntomas cuando menos
durante 7 a 10 días, pero < 4 semanas, el proceso
se denomina sinusitis aguda.
• La subaguda se presenta durante 4 a 12 semanas y la crónica se diagnostica
cuando el individuo tuvo signos y síntomas por lo menos durante 12 semanas.
• La sinusitis crónica representa a un grupo heterogéneo de pacientes con causas
multifactoriales que contribuyen a la obstrucción del orificio, disfunción ciliar e
inflamación.
• Los componentes de predisposición genética, alergia, obstrucción anatómica,
bacterias, hongos y factores ambientales son de importancia variable, según sea el
paciente.
Enfermedades faríngeas y adenoamigdalinas

• La mucosa faríngea contiene concentraciones considerables de tejido


linfoide, que predisponen a esta área a desarrollar alteraciones
inflamatorias reactivas.
• La mucosa de las paredes faríngeas posterior y laterales también tiene
células linfoides en abundancia.
• Las infecciones, una enfermedad inflamatoria de mediación inmunitaria o
los factores locales, como radiación o reflujo de ácido, pueden iniciar una
reactividad linfoide y los síntomas vinculados.
• La adenoamigdalitis crónica o recurrente y la hipertrofia adenoamigdalina
son los trastornos más comunes que afectan a estas estructuras.
Padecimientos benignos de la laringe

• Las alteraciones de la voz afectan a una amplia variedad de pacientes con


respecto a edad, género y posición socioeconómica.
• El principal síntoma de estos trastornos, al menos en los casos en que existe una
lesión en masa, es la disfonía.
• Otras manifestaciones vocales incluyen hipofonía o afonía, dificultad respiratoria
y alteraciones de la voz.
• Los trastornos laríngeos benignos también pueden relacionarse con obstrucción
de las vías respiratorias, disfagia y reflujo.
Línea medial
Lesiones vasculares

• Las lesiones vasculares se clasifican de manera general


en dos grupos: hemangiomas y malformaciones
vasculares.
• Hemangiomas:
• Los hemangiomas son las lesiones vasculares más
comunes que se presentan en la infancia y la niñez.
• Estas lesiones existen al nacer hasta en 30% de los
casos, pero por lo general se tornan evidentes en las
primeras semanas de vida.
• Las lesiones proliferan para aumentar de tamaño
durante el primer año antes de comenzar a
involucionar, lo que sucede de modo subsecuente en el
transcurso de los 2 a 12 años siguientes.
Lesiones vasculares

Malformaciones vasculares:
• Casi siempre se presentan al nacer y crecen lentamente
sin proliferación.
• Se originan en capilares, vénulas, venas,
conductos arteriovenosos, linfáticos, o todos ellos.
• Las malformaciones capilares incluyen la línea media
del cuello o la frente y pueden desaparecer con la edad.
• Las malformaciones venulares se conocen asimismo
como manchas en vino de Oporto.
• Estas lesiones siguen casi siempre dermatomasfaciales
y se engrosan con la edad.
• Las malformaciones venosas están compuestas de
venas ectásicas dentro de los labios, la lengua o el
área vestibular.
• Se presentan como masas de color púrpura o nódulos
subcutáneos o submucosos.
• Las malformaciones arteriovenosas son
malformaciones raras de conductos arteriovenososque
no se revirtieron durante el desarrollo.
Tumores de las glándulas
salivales

Los tumores de las glándulas salivales son relativamente infrecuentes y


representan menos de 2% de todas las neoplasias de la cabeza y el cuello. Las
principales glándulas salivales son las parótidas, submandibulares y sublinguales.
En toda la submucosa de las vías respiratoria y digestiva superiores se encuentran
glándulas salivales menores, pero en el paladar se hallan en mayor cantidad.
Los tumores de las glándulas salivales tienen casi siempre un crecimiento lento y
bien circunscrito. Los individuos con una masa y datos de crecimiento rápido,
dolor, parestesia y debilidad facial tienen un riesgo mayor de padecer una
neoplasia maligna. En 10 a 15% de los casos, el nervio facial, que separa los
lóbulos superficial y profundo de la parótida, puede afectarse de manera directa
por las tumoraciones. Los hallazgos adicionales que anticipan una neoplasia
maligna incluyen invasión de la piel y fijación a la punta de la mastoides. La
presencia de trismo sugiere invasión del músculo masetero o pterigoideo
Los tumores de las glándulas submandibulares y sublinguales
se presentan como una masa en el cuello o una tumefacción del
piso de la boca, respectivamente. Las tumoraciones malignas
de las glándulas sublinguales y submandibulares pueden invadir
el nervio lingual o hipogloso y causar parestesias o parálisis.86
Es importante la exploración bimanual para determinar el
tamaño de la neoplasia y su posible fijación a la mandíbula o
afectación de la lengua
El principal tratamiento de las neoplasias malignas salivales es la escisión
quirúrgica. En estos casos, los principios quirúrgicos básicos incluyen la extirpación
en bloque de la glándula afectada con preservación de todos los nervios, a menos
que estén invadidos directamente por el tumor. En las neoplasias de la parótida que
se originan en el lóbulo externo, está indicada una parotidectomía superficial con
preservación del CN VII. Si el tumor se extiende al lóbulo profundo de la parótida, se
efectúa una parotidectomía total con preservación del nervio. Aunque los tumores
malignos pueden entrar en contacto con el nervio facial, si es posible realizar un
plano de disección sin dejar tumor a simple vista, es preferible preservar el nervio.
Cuando el nervio está cubierto por el tumor (o se observa que será disfuncional
después de la operación) y la preservación significaría dejar enfermedad residual
macroscópica, se debe considerar el sacrificio del nervio
En tumores que invaden la mandíbula, la lengua o el piso de la boca se indica una
resección radical. La extirpación terapéutica de los linfáticos regionales está
indicada en caso de adenopatía clínica o cuando el riesgo de metástasis regional
oculta es mayor de 20%. Por ejemplo, los carcinomas mucoepidermoides de alto
grado tienen un riesgo alto de enfermedad regional y requieren el tratamiento
electivo de los linfáticos regionales. Cuando se encuentra invasión a simple vista
(lingual o hipoglosa) se indica sacrificar el nervio con biopsias retrógradas de cortes
por congelación para determinar la extensión de la invasión. Si el nervio está
invadido a nivel del agujero de la base del cráneo, se deja colocada una pinza
quirúrgica para marcar el área e incluirla en los campos de radiación posoperatoria.
La presencia de metástasis dispersadas en el nervio con carcinoma adenoide
quístico hace más comunes las recurrencias con este padecimiento.
RECONSTRUCCIÓN EN LA INTERVENCIÓN
QUIRÚRGICA DE LA CABEZA Y EL CUELLO

El tratamiento quirúrgico actual de los tumores de la cabeza y el cuello requiere

restablecer la forma y la función mediante la aplicación de técnicas de reconstrucción

contemporáneas.

Los principios básicos de la reconstrucción incluyen intentos para reconstruir

componentes de tejido resecado (hueso, piel, tejido blando) con tejido similar. Sin

embargo, el restablecimiento de la capacidad funcional no siempre requiere seguir

rígidamente esta regla. Los cirujanos reconstructivos de la cabeza y el cuello deben

considerar las morbilidades concurrentes preoperatorias y la estructura anatómica del

paciente al elaborar un plan de atención.


Injertos de piel

Los injertos de piel de espesores parcial y total


se usan en la cabeza y el cuello para diversos
defectos. Después de las resecciones en la
cavidad bucal, los injertos de espesor parcial
proporcionan una reconstrucción adecuada de
la superficie mucosa si se dispone de un lecho
de tejido blando adecuado a fin de mantener la
irrigación sanguínea necesaria para la
supervivencia
Estos injertos se incorporan en el sitio receptor en unos cinco días y no restituyen
el tejido blando faltante; sin embargo, representan una técnica con baja
morbilidad para recubrir defectos mucosos y facilitar la vigilancia de las
recurrencias locales. Los injertos de espesor total se utilizan en la cara cuando no
se dispone de colgajos por rotación locales. Estos injertos presentan una
contractura mucho menor que los injertos de espesor parcial. Los injertos se
obtienen de las áreas posauricular o supraclavicular con la finalidad de lograr la
máxima similitud de las características de la piel
Colgajos locales
Los colgajos locales incluyen un gran número de colgajos
de
patrón, sobre todo aleatorio, usados para reconstruir
defectos en
áreas adyacentes. No es posible presentar en este
capítulo todos
estos colgajos, pero deben diseñarse de acuerdo con las
líneas de
tensión de la piel relajada de la cara y el cuello. Éstas son
líneas
de tensión inherentes en las regiones faciales y se deben
en parte
a la inserción de músculos de la animación facial. Las
incisiones
Colgajos regionales

Los colgajos regionales son aquellos disponibles como una calcomanía pediculada
de tejido blando proveniente de áreas adyacentes al defecto. Estos colgajos tienen
una irrigación axial que atraviesa el colgajo longitudinalmente de proximal a distal
entre la fascia y el tejido subcutáneo. Al mismo tiempo, son posibles la
reconstrucción en una sola etapa y la obtención de los colgajos simultánea con la
resección de la enfermedad primaria, para reducir de ese modo el tiempo
quirúrgico.
El colgajo fasciocutáneo deltopectoral es un colgajo con base en la línea media
de la pared anterior del tórax que depende de las perforantes de la arteria mamaria
interna.
Existen varios colgajos miocutáneos para las reconstrucciones de la cabeza y el
cuello.

El colgajo miocutáneo del pectoral se basa en la rama pectoral de la arteria


acromiotorácica (interna) y la arteria torácica externa (afuera). Este último vaso
puede sacrificarse a fin de incrementar el arco de rotación.

El colgajo del dorsal ancho constituye una fuente grande de tejido blando y
asimismo proporciona un arco de rotación amplio. Basado en los vasos toracodorsales,
este colgajo se utiliza como un colgajo de rotación regional o un colgajo libre
Transferencia de tejido libre

Transferencia de tejido libre La transferencia de tejido libre con anastomosis


microvasculares proporciona al cirujano reconstructivo una capacidad inigualable para
reemplazar pérdidas hísticas con tejidos de características similares. Existen varios sitios
donadores para diversos tipos de colgajos, entre ellos osteomiocutáneo, miocutáneo,
fasciocutáneo, fascial y mioóseo
El colgajo fasciocutáneo radial del antebrazo es un colgajo duro con una estructura
vascular constante y un pedículo vascular largo, que facilita la intercalación y la
elección en sitios receptores vasculares anastomóticos. Es flexible y puede inervarse
de nueva cuenta como un colgajo sensitivo, lo que lo hace ideal para reparar
defectos de la cavidad bucal y la bucofaringe. De la misma manera, puede dársele
una forma tubular para reparar defectos hipofaríngeos y de la parte superior del
esófago.
Los colgajos osteocutáneo u osteomiocutáneo peroneo permiten la reconstrucción
de la mandíbula extirpada en una etapa. En el adulto pueden obtenerse hasta 20 cm
de hueso con un manguito de músculo sóleo y flexor largo del dedo grueso para
obtener un mayor volumen de tejido. El defecto en el sitio donador es bien tolerado,
siempre que se conserven alrededor de 7 cm de hueso en la parte proximal y distal
para conservar la estabilidad de la rodilla y el tobillo
Los colgajos osteocutáneos de la cresta iliaca se utilizan con frecuencia para reparar
alteraciones de la mandíbula. La forma natural de este sitio donador óseo es similar
al ángulo mandibular. La parte gruesa de hueso proveniente de la cresta iliaca
permite una mejor reconstrucción vertical de la mandíbula y al mismo tiempo
abarca un defecto segmentario. Sin embargo, para defectos mandibulares largos (>
10 cm) suele elegirse el colgajo peroneo.
TRAQUEOSTOMÍA

Este procedimiento está indicado en el tratamiento de pacientes que necesitan intubación


prolongada, acceso para aspiración pulmonar frecuente, así como en aquellos enfermos con
déficit neurológicos que deterioran los reflejos protectores de las vías respiratorias. En la
intervención quirúrgica de la cabeza y el cuello se utiliza casi siempre para la atención temporal de
la vía respiratoria en el periodo perioperatorio. Después de la resección quirúrgica de cánceres de
la cavidad bucal y la bucofaringe, el edema de la vía respiratoria y digestiva superiores que se
presenta exige una traqueostomía electiva para evitar que se pierdan las vías respiratorias
Evitar la intubación bucotraqueal y nasotraqueal prolongada reduce el riesgo de daño a la laringe
y subglotis y posible estenosis, facilita el aseo bucal y pulmonar y disminuye la molestia del
paciente. Cuando ya no se necesita más la traqueostomía, se extrae la sonda y por lo general se
cierra la abertura en forma espontánea en un periodo de dos semanas. Las complicaciones de la
traqueostomía incluyen neumotórax, lesión del RLN, estenosis traqueal, infección de la herida
con erosión de grandes vasos y falta de cierre después de la descanulación
La práctica de la cricotiroidotomía como una alternativa de la traqueostomía en personas que
requieren intubación prolongada se acompaña de una incidencia más alta de disfunción de las
cuerdas vocales y estenosis subglótica. Cuando se recurre a una cricotiroidotomía para establecer
una vía respiratoria urgente, debe considerarse convertirla en una traqueostomía regular si no se
anticipa la descanulación en el transcurso de cinco a siete días
La colocación de una traqueostomía no representa para el paciente la pérdida del habla. Cuando
está colocada una sonda de traqueostomía grande con manguito, es irreal esperar que el paciente
sea capaz de hablar con normalidad. Sin embargo, una vez que se adopta de forma gradual una
sonda de traqueostomía sin manguito, la oclusión digital intermitente o la colocación de una
válvula de Passy-Muir hacen posible que el enfermo se comunique mientras se utiliza una
traqueostomía para desviar las vías respiratorias.
Atención paliativa

En pacientes con una enfermedad no resecable o metástasis a distancia, existen


opciones de cuidado paliativo. El tratamiento paliativo se dirige a mejorar los
síntomas del enfermo y puede incluir radiación, quimioterapia o consulta con un
especialista en dolor. En aquellos sujetos en quienes empeoran el daño de las vías
respiratorias y la disfagia, el cirujano de la cabeza y el cuello cuenta con las
opciones de traqueostomía y colocación de una sonda de gastrostomía,
respectivamente. Los hospitales para enfermos terminales son asimismo una opción
para los individuos con una perspectiva a corto plazo limitada; estas instituciones le
permiten al paciente conservar la dignidad en la fase de mayor adversidad.
Atención de seguimiento

Los pacientes en quienes se diagnostica y trata un tumor de la cabeza y el cuello


exigen atención de seguimiento enfocada en vigilar cualquier recurrencia, así como
los efectos secundarios del tratamiento. Para enfermos sometidos a tratamiento
exitoso de neoplasias malignas en la parte superior de la vía aerodigestiva, la
American Head and Neck Society sugiere la valoración de seguimiento cada uno a
tres meses durante el primer año después del tratamiento, con ampliación a cada
dos a seis meses durante los años segundo a cuarto y seguimiento anual a partir del
quinto año posterior al tratamiento
Además de una exploración formal de la cabeza y el cuello, es necesario interrogar a
los individuos acerca de cualquier síntoma surgido en relación con el tumor primario.
El dolor de reciente inicio, otalgia, disfonía y disfagia son algunos de los problemas
que pueden indicar la necesidad de una valoración más amplia para detectar
recurrencia. El empeoramiento de la disfagia también puede ser un síntoma de
presentación en un paciente en el que aparece una estenosis faríngea. Estos
enfermos suelen requerir dilatación, una sonda de gastrostomía para nutrición, o
ambas
De igual manera, varios pacientes sometidos a aplicación de radiación en la cabeza
y el cuello presentan hipotiroidismo meses a años después del tratamiento. Los
enfermos con disfunción del hombro después de una intervención quirúrgica se
deben considerar para fisioterapia con objeto de reducir al mínimo los efectos a
largo plazo de la atención quirúrgica. Los individuos con problemas relacionados con
dolor crónico suelen beneficiarse de la consulta con un especialista en dolor a fin de
elaborar un régimen que permita controlar la molestia a largo plazo. Es vital el
seguimiento a largo plazo con un dentista con experiencia en el cuidado de
pacientes con antecedente de radioterapia, si se desea prevenir la
osteorradionecrosis
Otros tumores de la pared torácica

Tumores neuroectodérmicos primarios (PNET) y sarcoma de Ewing.

Los PNET (neuroblastomas, ganglioneuroblastomas y ganglioneuromas) se derivan


de células primordiales de la cresta neural que migran de la capa del manto de la
médula espinal en desarrollo.

Desde el punto de vista histológico, los PNET y los sarcomas de Ewing son tumores
de células pequeñas y redondas, que poseen una translocación entre los brazos
largos de los cromosomas 11 y 22 con su información genética.

También comparten un patrón consistente de expresión de proto-oncogenes y se ha


encontrado que expresan el producto del gen MIC2.
Plasmocitoma

Los plasmocitomas solitarios de la pared torácica son poco comunes, con casi 25 a
30 casos por año en Estados Unidos.

La presentación típica consiste en dolor sin masa palpable. Las radiografías simples
muestran una lesión osteolítica en una región con dolor

Al igual que con otros tumores de la pared torácica, se realiza biopsia con aguja bajo
guía tomográfica para establecer el diagnóstico. Desde el punto de vista histológico,
esta lesión es idéntica al mieloma múltiple, con hojas de células plasmáticas.

Ocurre a una edad promedio de 55 años.


Reconstrucción de la pared torácica

El determinante primario de la supervivencia sin recurrencia y de la supervivencia


general es el estado del borde quirúrgico; por lo tanto, debe incluirse un borde
adecuado de tejido normal en la resección en bloque.

Ésta debe incluir las costillas afectadas, esternón, surco posterior o columna
vertebral, si es necesario; la invasión de estas estructuras no debe considerarse
contraindicación para la intervención quirúrgica en pacientes en buenas condiciones
generales
Principios de reconstrucción después de la resección de un tumor de la pared
torácica (sarcoma osteógeno).

A. Debe realizarse resección en bloque de la pared torácica afectada, lo que incluye


costillas sanas por arriba y por debajo del tumor, así como parénquima pulmonar. Se
muestra el espécimen de resección.

B. Se ha colocado una prótesis en el sitio quirúrgico.

En el tercio inferior de la prótesis se observa la línea de reinserción del diafragma.

Se cierra el defecto cutáneo con un colgajo miocutáneo basado en el músculo recto


ipsolateral.
MEDIASTINO

Anatomía y entidades patológicas El mediastino puede dividirse en compartimientos


para la clasificación de los componentes anatómicos y del proceso patológico, lo
cual, pese a una superposición sustancial, facilita la comprensión de los conceptos
generales de interés quirúrgico.

Existen varios esquemas de clasificación, pero para los fines de este capítulo, se
utiliza el modelo de tres compartimientos.

El compartimiento anterior se encuentra entre el esternón y la superficie anterior


del corazón y los grandes vasos.

El compartimiento visceral o medio se ubica entre los grandes vasos y la tráquea. El


compartimiento posterior incluye el surco paravertebral bilateral y el área
paraesofágica.
Anamnesis y exploración física

La patología mediastínica varía de manera significativa con la edad del paciente. En


niños son más comunes los tumores neurógenos del mediastino posterior, seguidos
de linfomas, que suelen ubicarse en los compartimientos anterior o medio.

Es poco común el timoma en la infancia.

En adultos, los tumores más comunes incluyen tumores neurógenos del


compartimiento posterior, quistes benignos en cualquier compartimiento y timomas
en el mediastino anterior. En ambos grupos de edad, casi 25% de los tumores
mediastínicos son malignos.

En el capítulo 39 se revisan los tumores pediátricos.


Estudios de imagen y marcadores
séricos
Son necesarias la CT o MRI de tórax para delinear por completo la anatomía.

La CT con medio de contraste permite delinear con claridad las estructuras de


tejidos blandos de los vasos sanguíneos y es el método preferido sobre los estudios
sin medio de contraste.

Si existe preocupación por invasión de estructuras vasculares o afección de la


médula espinal, la MRI es más precisa que la CT y proporciona información más
importante con respecto a la posibilidad de resección.
Biopsias no quirúrgicas, diagnósticas,
del mediastino
El tratamiento de hasta 60% de los pacientes con tumoraciones en el mediastino
anterior finalmente no será quirúrgico, de forma que es esencial comprender todas
las opciones para obtener tejido adecuado para el diagnóstico definitivo utilizando
métodos con poca penetración corporal.
Biopsias quirúrgicas y resección de
tumoraciones mediastínicas
Para tumores del mediastino que no son susceptibles de biopsia endoscópica o
biopsia con aguja guiada con CT, o cuando no se obtuvo suficiente tejido para el
diagnóstico, está indicada la biopsia quirúrgica.

El acceso definitivo para la biopsia quirúrgica del mediastino anterior es a través de


una esternotomía mediana. Al momento de la esternotomía, si la lesión se extirpa
con facilidad, debe eliminarse por completo.
Quistes mediastínicos

Los quistes benignos constituyen hasta 25% de los tumores mediastínicos y ocurren
más a menudo en el compartimiento del mediastino medio.

La CT muestra imágenes características con la densidad cercana a la del agua en


ubicaciones típicas, lo que permite prácticamente el 100% del diagnóstico.
Mediastinitis

Mediastinitis aguda.

Este trastorno es un proceso infeccioso fulminante que se disemina con rapidez a lo


largo de los planos aponeuróticos que conecta los compartimientos cervicales y
mediastínicos.

Las infecciones se originan más a menudo de perforaciones esofágicas, infecciones


estacionales, orofaríngeas o del cuello, pero diversos factores causales menos
comunes pueden ocasionar este proceso letal.

En casos graves, la evolución clínica puede llevar a deterioro rápido con septicemia
florida, inestabilidad hemodinámica y muerte.

Así, se requiere un elevado índice de sospecha en el caso de cualquier infección


con acceso a los compartimientos mediastínicos.
PLEURA Y CAVIDAD PLEURAL

Anatomía

Cada hemitórax tiene un recubrimiento mesotelial que se invagina al nivel del hilio
de cada pulmón y continúa para cubrir cada pulmón.

La porción que recubre la caja torácica, mediastino y diafragma se conoce como


pleura parietal, mientras que la porción que rodea el pulmón se conoce como pleura
visceral.

Entre estas dos superficies se encuentra el espacio pleural potencial, que en


condiciones normales está ocupado por una capa delgada de líquido pleural
lubricante.
Derrame pleural

El derrame pleural hace referencia a cualquier acumulación significativa de líquido


en la cavidad pleural.

En condiciones normales, cada día penetran al espacio pleural entre 5 y 10 L de


líquido por filtración a través de la microvasculatura que irriga la pleura parietal
(ubicada principalmente en las regiones con menos declive de la cavidad torácica)
Acceso y drenaje de las acumulaciones
de líquido en la cavidad pleural
La mayor parte de los pacientes con derrames pleurales de causa desconocida
deben someterse a toracocentesis, con sólo dos excepciones:

derrames en casos de insuficiencia cardiaca congestiva con insuficiencia renal o


derrames pequeños relacionados con neumonía en resolución.

Si los datos clínicos sugieren insuficiencia cardiaca congestiva como causa, en


particular en casos de derrames bilaterales, puede indicarse un ciclo terapéutico
con diuréticos (en lugar de la toracocentesis).
Quilotórax

El quilotórax se desarrolla más a menudo después de traumatismos quirúrgicos al


conducto torácico o una rama mayor, pero puede asociarse con varias
enfermedades.

Suele ser bilateral; por ejemplo, puede ocurrir después de disección del esófago
distal, donde el conducto se encuentra en estrecha proximidad con el esófago
conforme penetra al hemitórax derecho desde su origen en el abdomen al nivel de
la cisterna del quilo.

Si se altera la pleura mediastínica en ambos lados, puede ocurrir un quilotórax


bilateral
Tumores de la pleura

El mesotelioma maligno es el tipo más común de tumor de la pleura, con casi 3 000
casos por año en Estados Unidos.

Mesotelioma maligno.

El único factor de riesgo conocido para el mesotelioma es la exposición a los


asbestos, que se identifica en más de 50% de los casos.

La exposición suele ser laboral en industrias que utilizan asbestos en los procesos
de fabricación como construcción de buques.

El riesgo se extiende a los miembros de la familia que están expuestos al polvo de la


ropa o al entorno laboral.
Tumores fibrosos de la pleura

Estos tumores fibrosos de la pleura no tienen relación con la exposición a asbestos o


con el mesotelioma maligno.

Por lo general ocurren como una tumoración pedunculada aislada que se origina de
la pleura visceral, pero que en ocasiones puede originarse de la pleura parietal.

Puede crecer hasta alcanzar un tamaño bastante grande, con tamaños que varían
de 5 a 10 cm y peso de 100 a 400 g para el momento en que se descubren.

Desde el punto de vista estructural, la característica microscópica más común es


“un patrón que carece de patrón.

Se caracteriza por áreas de hipercelularidad con disposición aleatoria, que


contienen células fusiformes con núcleos ovoides, vesiculares y escaso citoplasma e
hipocelularidad con tejido conjuntivo fibroso, hemorragia, mixoide o necrosis.

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