Tema 01 Conceptos de Calidad
Tema 01 Conceptos de Calidad
Tema 01 Conceptos de Calidad
Tema 01
“La sabiduría comienza por la definición de los términos”
Sócrates
El objetivo de este tema es reflejar los cambios en las formas de entender
la calidad, y cómo se han emparejado con la transformación de los
modelos productivos en las economías preindustriales, industriales y de
servicios, y con los propios avances en las orientaciones para la Gestión de
la Calidad. A pesar de la importancia creciente de la calidad y del aluvión
de trabajos que intentan difundir el significado de la Gestión de la Calidad,
no se ha producido un avance significativo hacia una definición clara y
ampliamente aceptada por el concepto calidad. No existe en la literatura
una definición universal, parsimoniosa y comúnmente aceptada de
calidad. Por el contrario, existen numerosas dificultades, tanto
conceptuales como prácticas, que lo hacen aún un concepto escurridizo y
difícil de definir.
Las diferentes definiciones toman distintas unidades de análisis
(productos, procesos, sistemas, mercado, empresa, sistema de valor),
ponen el acento en algunas de las distintas dimensiones de la calidad del
producto, y recurren a distintos métodos para evaluarla. Esta variedad de
definiciones es una de las posibles explicaciones a los resultados
contradictorios o inconsistentes que se observan en buena parte de la
investigación sobre calidad. Muchas de las relaciones causales de la
calidad con otras variables dependen del concepto de calidad adoptado.
Así pues, la definición precisa de calidad es importante, no sólo a efectos
de consensuar el concepto para una investigación acumulativa de sus
efectos, sino también para homogenizar el lenguaje en las organizaciones
y favorecer un diálogo constructivo.
Conceptos de Calidad
Autores Enfoque Acento diferencial Desarrollo
Platón Excelencia Calidad absoluta Excelencia como superioridad absoluta, “lo mejor”
(producto) Asimilación con el concepto de “lujo”
Analogía con la calidad de diseño
Shewhart Técnico: conformidad Calidad comprobada / Establecer especificaciones
Crosby con especificaciones controlada (procesos) Medir la calidad por la proximidad real a los estándares
Énfasis en la calidad de conformidad. Cero defectos
Deming, Taguchi Estadístico: pérdidas Calidad generada La calidad es inseparable de la eficacia económica
mínimas para la (producto y procesos) Un grado predecible de uniformidad y fiabilidad a bajo
sociedad, reduciendo la coste
variabilidad y La calidad exige disminuir la variabilidad de las
mejorando estándares características del producto alrededor de los estándares y
su mejora permanente
Optimizar la calidad de diseño para mejorar la calidad de
conformidad
Feigenbaum Aptitud para el uso Calidad planificada Traducir las necesidades de los clientes en las
Juran (sistema) especificaciones
Ishikawa La calidad se mide por lograr la aptitud deseada por el
cliente
Énfasis tanto en la calidad de diseño como de conformidad
Parasuraman Satisfacción de las Calidad satisfecha Alcanzar o superar las expectativas de los clientes
Berry expectativas del cliente (servicio) Énfasis en la calidad de servicio
Zeithami
Evans Calidad total Calidad gestionada Calidad significa crear valor para los grupos de interés.
(P&G) (empresa y su sistema Énfasis en la calidad en toda la cadena y el sistema de
de valor) valor.
Concepto de calidad como excelencia
Garvin habla de un enfoque trascendente para definir la calidad como excelencia de una
perspectiva metafísica que concibe la calidad como la innata excelencia. El concepto de calidad
como excelencia tiene una antigua tradición, que se remonta hasta los filósofos griegos como
Platón y prosigue con el trabajo artesanal. En aquellos tiempos, la calidad se concebía como la
posesión de una cosa de la virtud de ser “la mejor”, entendida como un estándar absoluto, en vez
de lo chapucero o fraudulento. Hoy en día, este significado absoluto se conserva en la creencia
popular de que la calidad es “lo mejor”, “lo más brillante”, “el poseer los estándares más altos”, sin
ningún compromiso de los secundario y oponiéndolo a lo vulgar. Esta acepción de la excelencia es
de amplio uso en otros contextos. Así, cuando se aplica a las personas, indica un comportamiento
ejemplar con estándares sobresalientes.
Por tanto, el concepto se aplica para describir los productos con los máximos estándares de calidad
en todas sus características. Este concepto de calidad tiene su importancia por incidir en la
trascendencia de la calidad de diseño, que marca el grado de excelencia del producto. La expresión
“producto de calidad” sería entonces equivalente a la de producto con la mejor calidad de diseño
posible. El lujo o su ausencia se traduce en especificaciones concretas tales como alfombras de piel
o tapetes de hule, cuadros de primeras firmas o cuadros que son reproducciones baratas.
El concepto de calidad como excelencia tiene sus ventajas. En primer lugar, es una visión que
puede ser más fácil de comprender que otras como la creación de valor, dando una señal clara de
la ambición de estándares a alcanzar, de modo que la aceptación y el compromiso de los
empleados sean más accesibles. La excelencia puede igualmente ser una buena base para la
diferenciación comercial del producto, aprovechando el orgullo que un producto excelente
siempre despierta entre sus compradores.
Concepto técnico de calidad como
conformidad con las especificaciones
El pensamiento de la orientación técnica de la calidad gira mayoritariamente
alrededor del concepto de calidad como “conformidad con las especificaciones”,
desde las aportaciones pioneras de Shewhart. Para éste, la definición de calidad
debe ante todo servir para medir la calidad del producto de modo que sea posible
un análisis continuo de su evolución en el tiempo. El concepto de calidad como
conformidad con las especificaciones es seguramente el primer concepto
ampliamente abrazado en la literatura sobre calidad.
Las medidas son entonces tomadas continuamente para determinar la
conformidad con aquellas especificaciones. La no conformidad detectada es la
ausencia de calidad. Los problemas de calidad se convierten en problemas de no
conformidad, y la calidad se convierte en definible. La idea de la calidad como cero
defectos como producto sin ninguna deficiencia, es habitual en la literatura
técnica sobre calidad.
Este es un concepto de calidad basado en el producto. Considera la calidad como
un conjunto de características medibles que se requieren para satisfacer al cliente.
Por tanto, las diferencias de calidad entre los productos se deberían a su posesión
relativa de una cierta cantidad del ingrediente deseado.
Concepto técnico de calidad como
conformidad con las especificaciones
Las principales ventajas de este concepto son las siguientes:
– La facilidad de medición, pues los objetivos de calidad pueden fijarse sencillamente en términos de
conformidad o no con las especificaciones. La medición de la calidad usando la conformidad con las
especificaciones es relativamente sencilla, y aporta un sistema operativo de control del logro de los
objetivos de calidad.
– La definición de calidad como conformidad con las especificaciones obliga a la dirección a desagregar
todos los componentes del producto, para poder fijar estándares apropiados a cada característica
que refleje necesidades del consumidor. Esta tarea impone una disciplina, que minimiza el riesgo de
olvidar aquellas actividades que son críticas para el juicio sobre la calidad por los clientes.
– El concepto de calidad como conformidad con las especificaciones puede ser útil para aclarar las
responsabilidades contraídas en calidad por los operarios y supervisores. La falta de contacto directo
o el desconocimiento de las necesidades de los clientes (internos o externos) obliga a definir
claramente dichas responsabilidades, fijándolas en términos de conformidad.
– La orientación hacia el cumplimiento de los estándares de calidad también puede ayudar a la mejora
de la eficiencia, reduciendo los costes de no calidad nacidos de fallos en el producto.
Concepto estadístico de calidad como
uniformidad
Se acepta que una pieza tiene calidad cuando sus características están
dentro de los límites de tolerancia superior e inferior de la especificación.
Pero la conformidad con las metas de las especificaciones no es suficiente
como base para una Gestión de la Calidad realmente eficaz. Cumplir con
las metas de las especificaciones hoy y no mañana equivale a admitir un
cierto grado de variabilidad en dicha conformidad. Esta lectura equívoca
del anterior concepto fue pronto desvelada por Shewhart, siendo su
discípulo Deming quien más ha insistido en ella durante décadas. Para
Deming, calidad es un bajo grado de uniformidad y fiabilidad a bajo
coste y adecuado a las necesidades del mercado. Una definición de
calidad equivalente es la aportada por Wyckoff “calidad es el grado de
excelencia comprometido y el control de la variabilidad en el alcance de
esa excelencia en respuesta a los requerimientos de los consumidores”.
Esta filosofía de la calidad de Deming hace comprender que la estadística
es importante, pero lo crucial es un pensamiento estadístico, que oponga
el concepto de variedad al de calidad.
Concepto estadístico de calidad como
uniformidad
El concepto estadístico de calidad como uniformidad sigue
centrado en los aspectos internos de la producción, pero se enfoca
a lograr productos libres de errores que satisfagan con precisión las
metas de las especificaciones de diseño. La Gestión de la Calidad
debería entonces enfocarse en definir la variabilidad que los
clientes aceptan, a establecer procedimientos para normalizarla, a
reducir progresivamente las desviaciones respecto a las metas de
las especificaciones y a hacerlo bien a la primera. El concepto
estadístico de calidad gira entonces alrededor de los procesos. La
calidad es consecuencia de reducir la variabilidad de los
comportamientos en los procesos: no se puede garantizar una
calidad uniforme y su mejora continua sin disminuir la variabilidad
de las características del producto y el servicio. Holiday Inns es un
ejemplo excelente: en esta cadena hotelera la fiabilidad (calidad sin
variabilidad) es un objetivo institucional supremo, a tal punto que
el lema que guía a toda la organización es “nada de sorpresas”.
Concepto estadístico de calidad como
uniformidad
La idea de Deming sobre un esfuerzo continuo por mejorar el proceso reduciendo
la variabilidad, concuerda con el concepto de función de pérdida de la calidad
introducido por Taguchi. Este autor fue clarividente al remarcar que no es
admisible la forma de pensar que considera que hay calidad cuando la variación
del proceso no excede de los límites de la especificación. Su postura es que es más
exacto afirmar que hay una pérdida mínima en el valor nominal o central y una
pérdida siempre en aumento al separarse la variación del valor nominal en
cualquier sentido. Las pérdidas no nacen solamente cuando no se cumple una
especificación, sino que sobre todo son una función de la variación respecto a las
especificaciones. Es más eficiente minimizar la varianza que la conformidad
estricta con las especificaciones. Para que la calidad sea robusta se requiere que la
característica esté suficientemente centrada con respecto al valor central aunque
alguna de las piezas esté fuera de los límites de tolerancia.
Concepto de calidad como aptitud
para el uso
Los conceptos técnico y estadístico de la calidad son absolutamente insuficientes
para representar las responsabilidades de la empresa en Gestión de la Calidad. Los
problemas que presentan son varios, referidos básicamente a las dificultades para
establecer o cambiar las especificaciones.
– Su aplicación práctica ha conducido a olvidar uno de sus principios esenciales: las características y las
especificaciones de calidad deben establecerse a partir de las funciones que el cliente desea que le
preste el producto y de las necesidades de los clientes respectivamente, esto es, de sus requisitos.
Cuando esto se olvida, las características de calidad no reflejarán la verdadera calidad del producto.
– Su énfasis en la calidad de conformidad puede conducir a una empresa orientada hacia el producto,
hacia la eficiencia interna de la empresa, enfocando todos los esfuerzos en la dirección de asegurar
la elaboración de productos conformes con las especificaciones, aunque luego no tengan mercado o
la eficacia se vea perjudicada. El enfoque interno en el cumplimiento de los estándares puede hacer
que se pierda de vista a los competidores y a los consumidores. La empresa puede entonces ser muy
eficiente en el aseguramiento de especificaciones que no aportan valor al cliente, pero al ignorar los
cambios en el mercado puede no cerciorarse de nuevas exigencias de calidad de diseño.
– El establecimiento de las especificaciones apropiadas depende de la habilidad de la dirección para
identificar los requisitos de los clientes. Sin embargo, estas preferencias cambian en el tiempo
algunas veces de forma drástica, haciendo irrelevante todo el trabajo previo de definición de
especificaciones.
• Ejemplo 1: ¿Qué preferiría comprar usted, la mejor cámara fotográfica digital que
cuesta 2,000 euros idónea para un profesional de la fotografía, una cámara
fotográfica compacta con un precio de 200 euros que es perfectamente adecuada
para su uso previsto (fotos familiares normalmente), o una cámara desechable de
10 euros que sólo produce fotos borrosas?
– Insatisfacción del cliente. La calidad realizada no alcanza a cubrir las necesidades del cliente, y
lógicamente menos aún colma sus expectativas. Existe una brecha importante entre la calidad
realizada y la calidad esperada. La calidad latente es una mera quimera. Son las circunstancias que
propician la pérdida de mercado y la pérdida de reputación.
– Satisfacción del cliente. La calidad realizada está a la altura de la calidad esperada, respondiendo el
producto a las necesidades del cliente. La empresa está en condiciones de ofrecer calidad latente. En
la medida en que el comprador no recibe más de lo que espera, su fidelización estará condicionada
por oferta de la competencia. La reputación de la empresa no se ve afectada por contemplarla el
cliente como un suministrador normal. El “cero defectos” es lo menos que se puede pedir.
– Entusiasmo del cliente. La calidad realizada cubre no sólo las necesidades sino también las
expectativas del cliente. La empresa ofrece una calidad superior a la calidad latente que existe en la
mente del consumidor, que la visualiza como un ofertante extraordinario. Es el mejor camino para
lograr la lealtad del cliente.
Podemos entonces contraponer tres modelos de empresa, según el concepto de
calidad que en ella domine.