Sumergete en El Rio

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Un devocional emocionante y cautivante, en el que el

autor, hace un análisis profundo del libro de Ezequiel,


acerca de estar SUMERGIDO EN EL RÍO DE DIOS.
Nos lleva a ver la importancia de avanzar adentro de
dicho río, para que el agua nos cubra cada vez más, hasta
llegar al punto de dejarnos llevar por su corriente; y ya
allí, ver cómo la fidelidad de DIOS nos cubre en todos
los aspectos; tanto espirituales, como materiales.
NADIE NACIO SABIENDO
La idea TODO
de este devocional, es que nos podemos identificar en alguno
de los niveles que vamos a estudiar, acerca de SUMERGIRNOS EN
EL RÍO DE DIOS. ¿Sabe que la vida tiene diversos ciclos? La vida
está llena de ciclos desde el momento mismo que nacimos, ¿Nacimos
corriendo, gateando, o quizás caminando?; ¡NO! Cuando nacimos, lo
primero es que tuvimos que estar en los brazos de nuestra mamá, y
empezamos a nutrirnos de la leche de ella. y de repente empezamos a
despertar, a ver la vida, empezamos a movernos, a gatear, después
dimos los primeros pasos, empezamos a caminar, y de ahí a correr.
Así es la vida, hay diferentes ciclos. También en el tema
académico, cuando naciste, ¿ya estabas terminando el
bachillerato?, ¿no verdad? Todos tenemos que pasar un
ciclo, desde prekínder, hasta la universidad. La mente no es
igual, cuando éramos niños pensábamos como niños, hoy que
somos adultas pensamos como adultas. En el tema económico
pasa exactamente lo mismo, recuerde su primer presupuesto,
y si yo hubiera visto lo que Dios tenía para mí en el futuro a
lo mejor ni le hubiera creído, y es la verdad. 1ª. Corintios
13.11
El tema central, es que aquí cada uno de nosotros estamos en diferentes
ciclos; y que espiritualmente también pasa lo mismo

Vamos a ver y a aprender, como en este río de Dios, existen diversos pasos,
donde a lo mejor se va a poder identificar. Así que todos tenemos diversos
niveles espirituales, yo por ejemplo, tengo 36 años, pero no de edad; tengo
49, pero tengo 36 años estudiando la Biblia. Muy temprano, a los 13 años,
tomé la Biblia para estudiarla por primera vez; y aunque llevo todo ese
tiempo estudiándola, hay muchas cosas que todavía me falta entender. Dios
está alumbrando los ojos de mi entendimiento a cosas nuevas, y es un nivel
de crecimiento cada momento, cada año, para entender más acerca de Él.
Somos piezas únicas
Así como cada una de nosotras llevamos estudiando la Palabra
de Dios varios años, hay otras personas que llevan 50 años,
quizás a lo mejor tú llevas dos años, tres años, cuatro años; pero
la buena noticia es que vamos a describir el río de Dios y vamos
a ver hasta dónde tenemos que llegar. A lo mejor siente que es
muy poco el tiempo que lleva en Él, y el conocimiento que tiene
acerca de la Biblia; no se preocupe, cada día va ir creciendo.
Nunca menospreciemos los momentos pequeños, el comienzo de
todo, porque Dios tiene algo grande. El crecimiento y desarrollo en
todas las áreas de nuestra vida es vital, imagínese que deja de
crecer, o un niño deja de crecer; ¿en que se convertiría?, ¿tienes
alguna idea?; ¡en un enano, obvio! Un enano, es una persona que
no desarrolló el 100% de su cuerpo, y lamentablemente existen
enanos espirituales; dicen: ¡yo ya no quiero crecer, no quiero
aprender más!, a lo mejor piensan: ¡yo ya se todo!, y simplemente
en su propia perspectiva, ellos se ven como un gigante; pero en
realidad no han crecido.
Cuando no crece, hay límites; yo tengo un ropero y en él
me gusta poner mis botas en la parte de arriba, en casa
hay gente más baja que yo y no pueden alcanzarlas. Doy
gracias a Dios, no soy alto y puedo alcanzar esas botas.
Hay cosas que están arriba, y muchas veces por nuestra
deficiencia de altura, no las podemos alcanzar. Quiero
darle buenas noticias, todos podemos crecer, todos
podemos sumergirnos en ese río de Dios; y vamos a
aprender acerca de ello.
El cuerpo de Cristo es la iglesia, USTED es parte del cuerpo de
Cristo. La iglesia no es un lugar físico, no es ese lugar bello que
Dios nos ha dado para que nos congreguemos; la iglesia está por
todo el mundo y es la expresión de un cuerpo: Cristo. Hay
diversas expresiones o maneras, en las cuales puedes decidir
crecer en Dios; sin embargo, la ha puesto en un lugar específico
para crecer. De acuerdo a lo que nuestros Pastores, líderes, nos
han enseñado, y dentro de lo que hemos aprendido, nos afirman
que somos una persona muy importante dentro del cuerpo de
Cristo.
Por eso es importante que su desarrollo crezca al
máximo, usted es tan importante que es vital que
crezcas, es tan importante que es una pieza primordial
dentro de este rompecabezas que se llama «cuerpo de
Cristo», 1ª. Corintios 12.27 usted es tan importante
porque es una pieza única; ¿han visto un
rompecabezas? cada pieza es única, así mismo es
usted, no hay nadie como usted; ¡eres único!
Con el agua a los tobillos
Está diseñado, específicamente, para entrar dentro de este
trabajo maravilloso de Dios, el cual es como un
rompecabezas, y en el que es una parte perfecta; hecha por
Dios para una función más grande de lo que usted ve, ¿crees
eso? Así que, dentro de esa función que estás viendo, hay que
entender que Dios quiere que crezcamos. La Biblia nos enseña
de muchas maneras, una de ellas, con las sombras de lo que
había de venir, otra, la verdad que ya es en Cristo.
Dios nos dejó varios modelos, y el que estamos estudiando no es el
único, hablar de «el río de Dios», tan solo es un ejemplo del
crecimiento en Dios. Ezequiel, uno de los profetas mayores, tuvo
una visión. ¿Qué es una visión? Es lo que Dios le permitía a
alguien ver, para que entendiera el futuro. La visión de Ezequiel
fue tan importante, que está registrada en las Escrituras; y vamos a
entenderla un poco más a medida que la estudiemos. Dice así: «el
hombre salió hacia el oriente con una cuerda en la mano, (estaban
midiendo), midió quinientos metros y me hizo cruzar la corriente;
el agua me llegaba a los tobillos».
Podemos ver esto, como la primera vez que entramos a un río.
¿Cuántas veces has entrado a un río?, se siente el agua fresca, si está
muy fría, dudas para entrar a sus aguas. Así es al comienzo en las cosas
de Dios, estamos ¡entro o no, está muy frío!, ¡no, mejor no entro!; y
estamos en medio. ¿Sabes qué?, ¡ese es el comienzo!, y cuando
empezamos a entender que somos parte del reino de Dios, suceden
cosas que nunca imaginamos.
Es muy importante que tenga un día de decisiones, y diga Cristo yo
decido crecer en ti, es muy importante que tenga un día que le impactó,
yo lo tengo; recuerdo que fue un 31 de diciembre, dije: ¡Señor Jesús
entra en mi corazón!
Ese fue el día que decidí entrar al río, y el agua no me llegaba
muy alto, nada más a los tobillos; ese fue el principio. A lo
mejor, es el lugar donde se encuentra hoy, la Palabra comienza
a convertirse en algo real; empieza a bajar los planes de lectura
de YouVersion y te empiezan a llenar, empiezas a abrir tu
Biblia, no importa si la tienes impresa o la tienes digital; y esta
Biblia, esta Palabra, empieza a marcar tu vida. Cuando la lees,
nunca va a regresar vacía, ¡va a cumplir el propósito por el cual
fue enviada!, y empiezas a experimentar una palabra real en tu
vida.
1- El crecimiento Espiritual- Ezequiel 47(3-5)

a-El profeta es llevado por el Varón el cual tiene la vara de medir y


dice que mide los primero 1000 codos o 520 metros hasta los
tobillos.
Cuando llegamos a los pies de Jesús nuestro espíritu recobra la
vida que había perdido al estar separado de El, el puente de
separación entre Dios y nosotros se restablece y comenzamos a
cambiar, recibimos sanidad en nuestro espíritu y sanidad física,
estamos viviendo ese maravilloso primer amor, que tiene todo
aquel que experimenta este nuevo
nacimiento, que trae consigo un discipulado, aprendizaje, en fin
crecimiento. Pero no te puedes quedar ahí hasta los tobillos….
Pues viene otra segunda etapa.

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